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Cuadernos de educación

Claves para formar en valores


Implicaciones para el Currículo de Primaria
Autora: Francisca Martín Molero
La biblioteca

Universidad Complutense de Madrid.

Introducción un marco social más amplio. Pero todos coinciden


en el vacío de valores que impera en la sociedad,
F ue Konrad Lorenz –Nobel en Medicina, 1973– cuyo reflejo se aprecia en sus instituciones, incluida
la escuela. La cuestión de fondo es: ¿por qué niños
uno de los primeros en relacionar «la muerte en vi-
da del sentimiento» con el resto de las interpreta- de apenas 11 o 12 años se agarran a este supuesto
ciones de una doctrina «seudodemocrática» y sus divertimento que resulta ser un problema educati-
resultantes comportamientos erróneos, que cau- vo con tantas repercusiones?, ¿a quién correspon-
san el deterioro del espacio vital. Uno de los posi- de adoptar medidas para solucionarlo?
bles aspectos coadyuvantes es que, todavía, el sis- Si bien resulta evidente que dicho problema impli-
tema educativo no responde a una alfabetización ca conocimiento, control y dominio de los senti-
global pese al movimiento educación ambiental. Y mientos profundos del niño. Asimismo lo es que el
pese a que dichos problemas –llamados ambienta- citado problema se inscribe en un marco educativo
les– tienen lugar, justamente, en la era en que la más amplio que escapa al ámbito escolar. Aunque
humanidad se alza cual gigante tecnológico y de la la pregunta es inevitable: ¿qué formación en valo-
información, permaneciendo raquítica en su desa- res propicia la escuela? ¿qué materia del currículo
rrollo ético y moral. Acaso porque ¿no se tiene cla- se encarga de formar en los valores básicos para
ro cómo cultivar este crecimiento humano? una convivencia armónica basada en los derechos
de todos?
La vida de los sentimientos y emociones –alfabeti-
zación afectiva–, parte muy importante de la alfa- Para no desorbitar un tema tan complejo, en este
betización global, requiere una formación que el artículo nos vamos a limitar a reflexionar sobre es-
sistema educativo y social no articulan de manera tos inquietantes problemas desde la óptica de la
apropiada. Tal vez porque algunos suponen que educación formal. En la medida de lo posible, tra-
esta tarea corresponde, prioritariamente, a la fami- taré de clarificar su complejidad y su trascenden-
lia; mientras otros entienden que se trata de una cia, así como las claves para mejorar el currículo es-
tarea compartida escuela-familia. Y otros, en fin, colar con algunas propuestas educativas acordes a
porque consideran que ambas instituciones se ha- las necesidades de los tiempos.
llan mediatizadas y limitadas por el modelo de so-
ciedad al que, necesariamente, responden. Para Formar en valores: la asignatura pendiente
ilustrarlo permítaseme la referencia a un problema
tomado de las noticias que estos días sirven los No faltará quien piense que dicho problema edu-
medios de comunicación social. Éstos critican, y no cativo se solucionó con la transversalidad. Sin em-
sin razón, la moda seguida por millones de adoles- bargo, al no contar, entre otros factores, con la
centes entregados, las noches de los fines de se- adecuada puesta a punto del profesorado, la su-
mana, a un consumismo irracional de alcohol. Co- puesta solución no pasó de ser un desiderátum
sa que hacen en lugares públicos, con todo lo que que quedó en un trámite terminológico sin afectar
el hecho conlleva: 1.º) para los propios protagonis- a los aspectos profundos del crecimiento ético.
tas, i.e.: incapacidad de controlar la propia volun- El hecho constatado –sin entrar en la educación de
tad y con ella sus actos de modo responsable, ries- los media– es que la familia actual, por razones
go de contraer un hábito nocivo para la propia muy complejas, no alcanza a cubrir esta misión.
salud mental y física, etc.; 2.º) para el resto de los Tampoco la escuela, pues el currículo escolar se
ciudadanos, a quienes deben un respeto puesto mueve entre dos polos: atiborrar al niño de conoci-
que éstos tienen derecho a poder descansar por la mientos o dejarle a merced de su propia intuición.
noche estén o no enfermos, etc.; y, 3.º) para el me- El primer polo ha sido descrito como instrucción
dio ambiente, a menudo jardín o parque que con- material por la escuela alemana; mientras, el se-
vierten en estercolero, siendo como es un lugar gundo ha sido ilustrado con acierto por Savater
público y, por tanto, para el bien común de todos (1997: p. 97) en los siguientes términos:
los ciudadanos. Pues bien, unos y otros concluyen «Una cierta mitología pedagógica ha creado la fábu-
que se trata de un problema educativo: unos con la del ‘niño creador’ (...) Según este planteamiento
acento en la familia, otros en la escuela y otros en (...) al niño hay que dejarle que desarrolle su geniali-
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dad innata sin otra medida educativa que seguirle dizaje casi inconsciente que tienen los niños, tam-
discretamente la corriente... más o menos como si bién, para captar al vuelo las contradicciones que
estuviese loco». les ofrece la sociedad en sus distintas instituciones?
En ninguna de las dos posturas se presta apropiada Ocurre que si ciertos valores se tratan en la escue-
atención a los problemas afectivos de la formación la, o bien se tratan de pasada o bien quedan en
en valores. Y, dicho sea de paso, estos problemas entredicho, cuando no neutralizados, por los ejem-
más de lo que se piensa causan trastornos del plos triunfantes en la vida social, la frecuencia de
aprendizaje convencional. Más, comoquiera que éstos y su persistencia en la realidad. Sin embargo,
la familia delega la formación en la escuela, pese ello no justifica que la educación primaria no sea
a la estrecha colaboración que ambas debieran más rotunda en su cometido frente a la formación
mantener, sucede que este aspecto fundamental en valores, incluso, implicando en dicho compro-
para la convivencia y el propio crecimiento perso- miso a otras instancias sociales.
nal queda en terreno de nadie. Es decir, a merced El caso es que el vacío de valores de la sociedad post-
de una educación social difusa, que a través de los moderna no es fortuito, sino anclado y bien anclado
media u otras instancias terminan proponiendo en el modelo de sociedad en que vivimos. Más,
modelos de facto, que poco o nada inducen a la ¿quién en nuestra sociedad asume el vacío de valo-
práctica de valores personales, sociales y ambienta- res básicos que en ella se fragua a fin de cambiar las
les. Eso, cuando no generan expresa y subliminal- prácticas sociales que lo producen, como el ejemplo
mente sus contrarios. De manera que educar, lo citado de los adolescentes frente al alcohol?
que se dice educar, queda para ciertos tratados de
teoría de la educación, aunque ciertos interrogan-
tes resuenen en la mente de todos, i.e.: ¿qué senti- Los valores y el currículo escolar
do tiene aprender contenidos que, muchas veces, La relevancia de los valores en educación no es un
los niños no comprenden ni relacionan directa- tema de hoy, como demuestra Marín Ibáñez (1976).
mente con su vida? ¿qué se puede hacer contra la Sin embargo, los valores concretos que urge articu-
fuerza de los modelos de facto? lar en el currículo sí adquieren cada día mayor inte-
Y, sin embargo, ya podrá la escuela –formalmente rés. Y no porque sean inherentes al propio concepto
comprometida con la tarea de formar en valores– de educación, que lo son –siempre lo han sido– sino
enseñar todas las ramas de la ciencia que, si no además, porque la educación asume esta misión co-
cultiva el mundo afectivo en el marco de los valo- mo su objeto propio, de la que debe responder en
res, la enseñanza –parte de educación que se im- base a la Declaración Universal (DH, art. 26.2.), se-
parte en las aulas– fallará por su base. Y ni siquiera gún recoge el mandato constitucional (art. 27.2):
responderá al concepto «educación» a menos que La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo
se ocupe de la moral y la ética en la misma medida de la personalidad humana en el respeto a los princi-
pios democráticos de convivencia y a los derechos y
en que se ocupa de enseñar matemáticas o caligra-
libertades fundamentales.
fía. De hecho, los problemas de la afectividad tien-
den a reflejarse inclusive en los rasgos caligráficos, Si se acepta, pues, que a la educación compete
según concluyen las investigaciones de Condema- ayudar al niño a desarrollar su personalidad de ma-
rín, aspecto que ya he considerado anteriormente nera plena o completa, se sigue la necesidad de
en uno de mis libros con respecto al proceso de cultivar todos sus aspectos educables con vistas a
madurez afectiva que requiere le enseñanza exito- promover su desarrollo global de manera adecua-
sa de la lectoescritura (Martín-Molero, 1994: 76). da. Y como la inteligencia humana es mutifacto-
El problema es que la acción educativa no resulta rial, habrá de tomar en consideración todos sus
eficaz en su propósito sin tener en cuenta que el componentes; pero asumiendo que unos indivi-
niño funciona como lo que es: un todo global, en duos poseen mayor capacidad para unos factores
proceso de llegar a ser capaz de conducir su propio que para otros. Por tanto, la educación, si se pro-
proyecto vital en contexto social. pone lograr el desarrollo pleno de la personalidad,
ha de ayudar a que todos y cada cual desarrollen
Y, así las cosas, la escuela –que no puede eludir su sus propias potencialidades.
parte de responsabilidad en la formación de valo-
res– ¿cómo hará frente a los modelos de facto, El hecho es que el sistema educativo –ya lo hemos
que son los que triunfan en la vida? Acaso ¿se dicho– viene ocupándose con preferencia de ciertas
cuenta con esa capacidad extraordinaria de apren- áreas, en las que centra el currículo. Mientras que
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para salvar temas básicos de la formación humana, te admitiendo que la escuela ha de articular los va-
como son los valores implícitos en los Derechos Hu- lores en el currículo directamente, de manera ex-
manos –principios de convivencia y derechos funda- presa, de modo equilibrado y coherente.
mentales– propone una fórmula de transversalidad,
que a ciencia cierta pocos saben en qué consiste a Claro que para ello ha de introducir cambios en
juzgar por las manifestaciones del profesorado. una reestructuración, ajustada a la vida, de los
contenidos, con vistas a promover un crecimiento
Pese a que la educación humana, desde mediados espiritual en la sabiduría necesaria para una rela-
del siglo XX (10.12.1948), dispone de un cógico uni- ción armónica intrapersonal, intraespecie y de ésta
versal de derechos –personales y sociales– que es cla- con su entorno, desarrollando sus correspondien-
ve formativa de enorme trascendencia como proyec- tes capacidades: intrapersonales, interpersonales y
to de valores para la Humanidad; pese a que dichos ambientales. El equilibrio coherente se refiere a la
valores son recogidos en la Constitución (1978), y pe- enseñanza expresa de estas capacidades, ya que se
se al proyecto de relación (1994) entre éstos y el me- hallan intrínsecamente unidas. Pues aunque se tra-
dio ambiente, convertido en sujeto de derechos (Có- te una capacidad concreta, sea por ejemplo la con-
digo de Derecho Penal, 1995), sin embargo, todavía cienciación ambiental, ésta –la concienciación– se
el currículo escolar no los articula como base educati- pone a prueba mediante la capacidad de conducir-
va de las capacidades intrapersonales, interpersona- se en el medio con responsabilidad tanto individual
les y ambientales de manera adecuada. como colectiva.
Mas a la educación formal corresponde articularlos
Por tanto, la enseñanza de los valores hay que arti-
en el currículo desde el nivel primario, toda vez
cularla en una situación real de la vida de los niños,
que este nivel es la base en la que se asienta la so-
como primeros actores. Pues, aun con apoyo en las
cialización, o sea, la competencia social de los ciu-
nuevas tecnologías (internet, vídeo, etc.), la ense-
dadanos con vistas a promover una convivencia
ñanza ha de servir como ejemplo a la vida real de
basada en el respeto a dichos valores, llevada hasta
los niños, llegando a extraer consecuencias aplica-
sus últimas consecuencias. Es decir, a poner a efec-
bles para su propia situación personal y grupal. De
to el respeto hasta en las relaciones más sencillas
este modo se les puede enfrentar a un análisis de
de la vida cotidiana, tratando a los demás como a
los valores que entrañan sus propios pasatiempos,
cada cual le gustaría ser tratado. Y trabajando la
sea el ejemplo antes citado del alcohol en los fines
formación en los citados valores universales, como
de semana, para culminar con propuestas partici-
lo que son: logros que trascienden al tiempo y al
pativas en orden a poner en práctica auténticos va-
espacio, por los que hay que seguir luchando con
lores alternativos. Porque participar en la solución
ilusión. Pues los debemos al esfuerzo de pasadas
de los problemas que ya tenemos, creando otros
generaciones, no nos vinieron dados gratuitamen-
nuevos, no sería una solución que ellos aprobaran
te como la lluvia cae del cielo. Se trata más bien de
habiendo comprendido la raíz, el funcionamiento
un proyecto para el crecimiento de la humanidad,
del problema y las consecuencias que revierte so-
que a las presentes generaciones corresponde lle-
bre ellos, la propia vida social y su medio natural y
var a la práctica hasta sus últimas consecuencias,
urbano. Por tanto, la clave es facilitar que explícita-
avanzando en esa conquista de elevar el crecimien-
mente los niños lleguen por ellos mismos, tanto in-
to del desarrollo humano (Martín-Molero, 1998).
dividual como colectivamente a:
Hay evidencias de que cuando se enseñan de ma-
nera expresa en Primaria, incluso con niños de ne- • Un conocimiento comprensivo de los valores
cesidades específicas, mejora el aprendizaje de las que entraña el código de los Derechos Huma-
capacidades intrapersonales e interpersonales, se- nos, así como su trascendencia para la persona,
gún refiere Goleman (1998, p. 412 y sigtes.). Por para los ciudadanos y el entorno.
ello la escuela debiera centrar el currículo en los ci- • Una concienciación de los valores para la convi-
tados valores. Mas, ¿cómo hacerlo? vencia en el respeto que deben al resto de los
ciudadanos, ya que sus derechos tienen el límite
Claves para articular los valores en el currículo de los derechos de los demás, que son idénticos
Si se admite que la educación formal ha de cultivar a los suyos (DH art. 29.2.).
el ámbito afectivo a fin de que los niños desarro- • Un comportamiento responsable en el medio
llen la voluntad necesaria para conducirse de ma- que ponga a efecto el respeto a la propia digni-
nera responsable, entonces, estamos implícitamen- dad de la persona, a la sociedad y al medio. Es el
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ejemplo diario, de todos y cada uno, el que plas- control de las propias decisiones para actuar con
ma en la vida los valores: personales, interperso- responsabilidad no son frutos que se consiguen
nales, cívico-ambientales, socio-culturales, éti- siempre sin el cultivo apropiado.
cos, morales, estéticos, para la salud, el goce y
disfrute del medio, la sabiduría y espíritu de im- Hoy, más que nunca, el niño precisa tomar con-
plicación en la resolución de problemas reales ciencia de su propio potencial ético. Mas esta tarea
que tenemos en la vida de cada día, etc. requiere un cambio basado en los citados valores
mediante la «pedagogía del ejemplo» vivo, en la
Estas tres vertientes del aprendizaje son necesarias vida real de cada día. Pues creo que Frank Buch-
para lograr una formación en valores que lleve a man tiene razón: nadie es más reaccionario que
introducir cambios en los hábitos y prácticas socia- aquél que pretende que cambie el mundo espe-
les. Ya que, de igual manera que no llegamos a lo- rando a que todos cambien para cambiar él. Un
grar el concepto de triángulo con sólo uno o dos niño, cada niño, tiene derecho a aprender a pensar
vértices, tampoco alcanzamos la educación en va- por sí mismo, a valorar las consecuencias que se si-
lores sin trabajar esas tres dimensiones, siempre guen de su comportamiento, porque sólo así será
desde la doble vertiente: individual y colectiva. Se capaz de admitir sus propios fallos con honradez.
puede poner énfasis en una dimensión pero esta- De este modo será más comprensivo y solidario
bleciendo las consiguientes inferencias hacia las con los fallos de los demás y tendrá mayores recur-
otras dos dimensiones, en orden a comprender sos para enriquecer y mejorar al grupo, ya que re-
que los valores implícitos en los derechos alcanzan sulta dificultoso dar al otro lo que uno no tiene.
su trascendencia en la práctica de la convivencia
día a día. Capacidades interpersonales
En este sentido, cualquier contenido o actividad El cultivo de la sensibilidad permite a los niños de-
escolar puede servir de contexto para tratar el tex- sarrollar capacidades sociales no sólo para interac-
to de los valores básicos, implícitos en los derechos tuar con corrección cívica, sino también para preo-
humanos, marco educativo base del proyecto para cuparse por pensar en los demás, para ayudarles
el crecimiento de la Humanidad. Se pueden traba- de manera comprensiva y solidaria. Porque, en
jar las tres dimensiones a partir del contenido de nuestro tiempo, corresponde a la escuela formar
cualquiera de ellas, en el currículo de Primaria, arti- expresamente en el desarrollo de los derechos hu-
culando con distinto énfasis los valores desde los manos, clave de valores universales, que aplican a
tres núcleos de capacidades clave, a saber: presentes y futuras generaciones para mejorar el
• Intrapersonales: valores que implica el propio curso del crecimiento humano. Por oposición a
crecimiento personal. otros valores como los religiosos, que dependen de
las diferentes confesiones de fe en nuestra socie-
• Interpersonales: valores que requiere la convi-
dad multicultural.
vencia (relaciones con los demás).
• Ambientales: valores para la interrelación con el Cada situación en el aula supone un caso práctico
medio físico propiamente dicho. para desarrollar más y más esta competencia social
en base a los valores sociales: igualdad, justicia,
Capacidades intrapersonales participación en la vida socio-cultural del grupo,
comprensión, solidaridad, respeto a las ideas de los
Ya los griegos advirtieron la necesidad que expre- demás, participar colaborando en las tareas de la
sa el conócete a ti mismo. En nuestros días, Mc- vida de la comunidad, informarse e informar sobre
Cown (citada por Goleman, p. 382) creadora del cómo respetar los bienes comunes como propios,
programa Self Science (ciencia de uno mismo) afir- etc. Es decir, los deberes, que todos tenemos res-
ma que «la alfabetización emocional es tan impor- pecto de la comunidad (DH art. 29.1.). Deberes
tante como el aprendizaje de las matemáticas o la que son los que garantizan que todos disfrutemos
lectura». Y es que «aprender a pensar» sobre uno de los mismos derechos. El niño de Primaria puede
mismo, aprender a analizar el propio comporta- comprender bien que su propio derecho termina
miento, el propio aprendizaje, aprender a valorar y donde empieza el de sus compañeros; porque
apreciar conceptos tales como el autoconcepto en todos disfrutan por igual de los mismos derechos
base a la propia dignidad de la persona, aprender a y a todos incumben los deberes ciudadanos de
fortalecer la propia voluntad, aprender a tomar el respetar los bienes comunes, como son parques
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naturales, jardines, calles, etc. Eso sí, este tipo de torno (1994), toda vez que éstos –los derechos–
aprendizaje requiere no sólo conocimiento expre- «el medio ecológico, el desarrollo sostenible y la
so, sino toma de conciencia y aplicación al com- paz son interdependientes e indivisibles» (Part. I,
portamiento diario de la vida social, mediante art.1).
el ejemplo. Pues, parafraseando a Holt, siempre
Por tanto, el currículo escolar puede contribuir –di-
aprendemos «algo» de lo que hacemos y de lo que
recta y contextualmente– a plantear un cambio de
nos hacen; pero este aprendizaje puede servirnos
valores más contundente, que promuevan la com-
para ser más sabios, éticos, etc., o para ser más ne-
prensión del funcionamiento del medio, tomado
cios y hasta estúpidos.
en sentido amplio. Y lo puede hacer formando en
ese marco de valores universales, a fin de incre-
Capacidades ambientales mentar la necesidad de introducir cambios en los
Si la educación formal se propone sintonizar con hábitos y costumbres sociales, que en definitiva
la vida, entonces el currículo escolar ha de ser re- son los responsables del deterioro que sufre el pla-
visado para ajustar sus contenidos a los proble- neta. De modo que los valores ambientales pue-
mas y necesidades que requieren los ciudadanos den y deben analizarse, desde todas las áreas del
para desenvolverse en ella. Pero estas capacida- currículo, puesto que el medio es el escenario en el
des –para comportarse en el medio– no difieren que se representan todos los valores: el respeto a
de las capacidades intrapersonales e interpersa- la vida, los valores éticos, estéticos, culturales, etc.,
nales, sino que se complementan. Pues tanto los o sea, los valores ambientales. Mas, como los acto-
individuos como los colectivos tienen derecho a la res de la representación son o bien los individuos o
búsqueda de la verdad para orientar sus vidas en los colectivos, de hecho, éstos escenifican o actúan
el sentido del crecimiento espiritual de la Huma- con sus propios valores personales y sociales. Es
nidad, a fin de hacer sostenible la vida en esta más, el medio vital, en sí mismo, ha de emplearse
aldea global, ahora y para futuras generaciones en la educación, a cualquier nivel, como recurso
alfabetización global (global literacy). Este con- clave o fuente de estímulo para el cultivo de los va-
cepto, que se conoce como sostenibilidad, exige lores: éticos, estéticos, vitales, etc.
un primer paso: frenar el deterioro global sin prece-
dentes que sufre el planeta a causa de ciertas ac-
REFERENCIAS
tividades o comportamientos irracionales, caren-
tes del respeto que debemos a cuanto nos rodea. GOLEMAN, D. (1998) Inteligencia emocional. Barce-
En este sentido, la educación sostenible ha de fo- lona: Kairós.
mentar el pensamiento global (global thinking) de
tal manera que la humanidad pueda articular el MARÍN IBÁÑEZ, R. (1976) Valores, objetivos y actitu-
respeto basado en valores universales. Valores des en educación. Valladolid: Miñón.
que comienzan en el fuero interno de la propia MARTÍN-MOLERO, F. (1994) La educación ambiental
persona, valores que cada persona debe al trato integrada en las habilidades básicas de la lectoes-
con sus semejantes para la convivencia pacífica y critura. Madrid: Ediciones Pedagógicas.
valores para con el entorno, cuyo funcionamiento
cada vez más adquiere dimensiones globales MARTÍN-MOLERO, F. (1996) Educación Ambiental.
(Martín-Molero, 1999). Madrid: Síntesis.

Las capacidades ambientales no son sino la exten- MARTÍN-MOLERO, F. (1998) «Social justice and
sión del marco, en el que se ponen a efecto las ca- equity.» DGU: Umwelterzienhungspolitik in Euro-
pacidades personales e interpersonales. El entorno pa, 18 Nov. (pp. 64-71).
es el escenario en el que se aplican o no dichas ca- MARTÍN-MOLERO, F. (1999) «Diversidad en la Aldea
pacidades. De tal manera que el desarrollo de Global y Educación Ambiental.» Ponencia de las VI
aquéllas se encuentra indisolublemente ligado al Jornadas ASPEA. Portugal.
de éstas. El ser humano, como tal, no puede sino
SAVATER, F. (1997) El valor de educar. Barcelona:
interactuar en y con su medio, al que pertenece.
Ariel.
Pero la Tierra es casa común no sólo de las presen-
tes generaciones, sino que por igual derecho lo UNITED NATIONS (1994) Human Rights and the Envi-
es, también, de las venideras. En este sentido se ronment. Documento de la Comisión de derechos
interrelacionan los Derechos Humanos y el En- humanos. Global Perspectives (pp. 7-8).

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