Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
vida, hija mía -escribía en la Confesión-, ha sido un arder continuo, pero no la habría
cambiado por la de otro. He odiado como nadie, como ningún otro ha sabido odiar, pero
es que he sentido más que los otros la suprema injusticia de los cariños del mundo y de
los favores de la fortuna.” A partir de dicho fragmento me llamó la atención un título
“del sentimiento trágico de la vida”, y desde dicho instantes pensé en que significa la
tragedia o bien su significancia tanto histórica como algo cotidiano.
“La tensión trágica no se produce sólo por la desmesurada magnitud de una figura,
sino que se da también, en todo tiempo, por la desarmonía entre una criatura
humana y su destino. Se presenta dramáticamente cuando un hombre superior, un
héroe, un genio, se encuentra en pugna con el mundo que lo rodea, el cual se
muestra como demasiado estrecho, demasiado hostil hacia la innata misión a que
aquél viene destinado -así, Napoleón ahogándose en el diminuto recinto de Santa
Elena. o Beethoven prisionero de su sordera-; en términos generales, es el caso de
toda gran figura que no encuentra su medida y su cauce. Pero también surge lo
trágico cuando a una naturaleza de término medio, o quizá débil, le toca en suerte
Por tanto a la luz de un par de antecedentes la tragedia se presenta ante todo como
lucha, como pugna entre ser humano sintiente, pasional y racional a la vez que lucha
por aceptar un destino dado y a la vez buscado. Que lucha por confrontar la tristeza
eterna con ligeros rayos de felicidad, venciendo siempre por lo general la tristeza. Así
mismo tiene la tragedia mucho de nuestra herencia clásica, sobre todo de la ataraxia
estoica, es decir de cómo puede el ser humano contraponer la razón a las emociones,
dejara de lado los sentimientos, causa última de nuestros propios sufrimientos. Dicho
lo anterior podremos tener claro que elementos componen la tragedia o los trágicos
por llamarlo de cierto modo.
En segundo lugar, la tragedia está reservada, para las genialidades del mundo humano,
siguiendo la línea de Zweig. Esa genialidad que es legada por Dios y también obtenida
por nosotros mismos, o bien simplemente un ser humano que se cree llamado a la
genialidad (Hay gente que no cuestiona lo más mínimo su realidad sólo vive). En
como diría Nietzsche. En este sentido dichas raíces se alejan de todo lo humano, la
mente de las genialidades se vuelven complejas, impertérritas e impenetrables, difíciles
de comprender y por tanto alejan del común de lo humano volviéndose a anti
humanos o bien más humanos que el resto. Este peso de tener que soportar de por si
una realidad compleja y tener la conciencia de la misma es quizá una de las que genera
más tensiones, surgen las dudas del por qué a mí, etc.
Para lo anterior sólo basta con observar ejemplos históricos tan sensibles como Jesús
buscando cambiar toda la mentalidad del mundo clásico antiguo, a sabiendas que
un cabo pasa a ser emperador de los Franceses, expandirse por media Europa a su
antojo, su genialidad de trabajo, ambiciones y méritos, para finalmente terminar
encerrado en una Isla de donde no podría escapar jamás. Victoria de Kent viuda de su
esposo Albert de improvisto y por el cual llevó luto por siempre. El gran Marco Aurelio
emperador de los romanos que con sus meditaciones da prueba de un gobierno justo
pobreza y aun así abundan los ejemplos de tipo histórico sin contar el Ricardo III de
Shakespeare y su famosa frase “"¡Un caballo! ¡Un caballo! ¡Mi reino por un caballo!". En
definitiva la tragedia en personalidad donde la genialidad se contraponen a las
más bien la que dos personas que están llamadas por humanidad a estar juntas no
logren unir sus destinos por factores sociales o de otro tipo. Las personas con
genialidad necesitan estos cables a tierra que le ayuden a sobrellevar su pesada carga,
si bien muchas veces se transforman en parte misma de la tragedia por no decirla parte
de la esencial.
Si usamos ejemplos nuevamente como el anterior cabría un Napoleón que tuvo que
divorciarse de su Josefina para poder casarse con la hija del Emperador Austriaco que
nunca le amo y se fue de amante con Neiperg, resultan claras que las últimas palabras
de Napoleón también mencionará al gran amor de su vida, con la cual no pudo estar
en sus últimos momentos de vida y a la cual siempre amo. Para que decir el caso de
Beethoven enamorado de Antoine von Birkenstock casada con el comerciante Franz
Brentano (quienes no eran un matrimonio feliz), la dichosa Antoine sentía lo mismo por
Beethoven, finalmente los Brentano dejarían Viena, dejando Antoine una nota para
Beethoven, nota fatal al fin y al cabo “No quiero abandonar a mi marido que siempre
ha sido tan afectuoso conmigo.” Sin contar la viudez a corta edad de Victoria de Kent
En este sentido a modo de síntesis de esta breve primera nota del tema, la tragedia se
produce de la lucha entre la razón y la emoción, entre el destino y lo que se quiere,
entre lo mandatado por Dios y lo que queremos hacer por que si, los hombres que se
aceptan estoicos su final otros dejan pequeñas puertas sufrientes, declarando como
hizo aquel emperador muerto en combate hace poco en temas que atañen al corazón
“Será ese día entonces el que podremos viajar, y señalar he aquí donde el destino nos
trajo” quizá no exista nunca ese viaje y quizá nunca podrá responderse dicha pregunta.