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“Enfermedades
que afectan al
Sistema Linfático”
Nombre: Angie Cermeño Maraví
Como todos sabemos, el ser humano está formado por varios sistemas, los cuales, cada
uno de ellos, tienen funciones esenciales para una vida en bienestar. Sin embargo,
muchos de nosotros, a pesar de que hubo veces que hemos escuchado hablar sobre el
sistema linfático, nunca nos hemos interesado por saber en qué consiste o cuán
importante es en nuestro cuerpo. El sistema linfático es una extensa red de drenaje que
ayuda a regular los niveles de fluidos corporales y activar el sistema inmunológico(es
decir, defiende al cuerpo de las infecciones). Asimismo, se encarga de eliminar las toxinas
y la conservación de concentraciones proteínicas básicas en el líquido intersticial. Está
formado principalmente por vasos linfáticos, ganglios linfáticos y linfa. Los vasos linfáticos,
que son distintos a los vasos sanguíneos, transportan un líquido llamado linfa por todo el
cuerpo. La linfa contiene glóbulos blancos (o también llamados leucocitos) que lo
protegen contra los gérmenes. A lo largo de los vasos, hay ganglios linfáticos, los cuales, La
mayoría de ellos se encuentran formando agrupaciones en el cuello, las axilas y la ingle.
También hay ganglios linfáticos a lo largo de los conductos linfáticos del pecho, el
abdomen y la pelvis, donde filtran sangre. Dentro de los ganglios linfáticos, existen unos
linfocitos especiales denominados linfocitos T y linfocitos B que son estos los que ayudan
al cuerpo a luchar contra las infecciones.
Los tejidos linfáticos del sistema son el bazo, el timo y la médula ósea. El bazo tiene la
función de filtrar la sangre y madurar los linfocitos B; el timo, los linfocitos T y la médula
ósea, de la formación de los hematíes, leucocitos y plaquetas.
A pesar que este sistema tiene a cargo contribuir con el sistema inmunológico, también
está expuesto a enfermedades que hacen que no cumpla bien con su funcionamiento y
haya una serie de alteraciones en nuestro cuerpo. A continuación, hablaremos sobre
aquellas enfermedades que afectan a nuestro sistema linfático.
Linfoma de Hogdkin:
Es un cáncer que puede originarse en casi cualquier parte, pero por lo general se origina
en los ganglios linfáticos de la parte superior del cuerpo, siendo el tórax, el cuello y las
axilas las áreas más comunes.
Síntomas:
Existen casos en el que los ganglios afectados están muy internos (abdomen, mediastino,
etc) y pueden pasar desapercibidos haciendo así el diagnóstico más difícil y sólo se
consigue cuando aparecen otros síntomas que obligan a realizar estudios más
exhaustivos.
Por lo tanto, de acuerdo al lugar en donde se presentan los linfomas, se presentan los
siguientes síntomas:
Diagnóstico:
Tratamientos:
Formas de prevención:
En general, en las neoplasias del sistema linfático, a diferencia de las neoplasias de otros
órganos se desconocen factores asociados al estilo de vida que se pueda someter a
modificación en aras de prevención. Lo que si se ha determinado es la predisposición
genética y familiar por lo que se recomienda los controles médicos en donde incluya un
estudio genético en familias donde estas neoplasias son prevalentes. Asimismo se ha
determinado la asociación del Linfoma de Hodgkin con el VIH y con el virus del Epstein
Barr o Virus Herpes tipo IV, por lo que la recomendación general seria la prevención sexual
con métodos anticonceptivos de barrera para disminuir la probabilidad de contagio.
Linfoma de Burkitt:
Es una rara forma de cáncer (linfoma no Hodgkin ) del sistema linfático afecta
predominantemente a gente joven (generalmente en hombres) y es de muy rápido
crecimiento.
Síntomas:
Diagnóstico:
Tratamiento:
La quimioterapia se utiliza para tratar este tipo de cáncer, con medicamentos de uso
común como prednisona, ciclofosfamida, vincristina y otros.
El linfoma de Burkitt es la forma más agresiva de linfoma. Es por ello que la respuesta a la
quimioterapia suele producir gran destrucción celular. Para evitar dicha situación, se
aconseja la hidratación importante previa a la quimioterapia.
Formas de prevención:
Elefantiasis:
Diagnóstico
Tratamiento:
En las formas agudas e incipientes de la patología, el tratamiento es con antiparasitarios
como la dietilcarbamazina, la cual no tenemos en nuestro país; o albendazol. En las formas
crónicas, se puede intentar el drenaje o la cirugía. Es importante señalar que, como
tratamiento adyuvante, tenemos que agregar los analgésicos y antipiréticos y, por la
elevada tasa de infecciones secundarias, agregar antibióticos. Asimismo, se ha visto
buenos resultados con la fisioterapia descongestiva compleja para disminuir el edema
circundante.
Forma de prevención:
Es útil señalar que, sabiendo que la causa más frecuente de elefantiasis es la infección por
filarias y siendo estas transmitidas por la picadura de los mosquitos que habitan
mayoritariamente en las zonas de selva o arrozales, la prevención se basaría en el uso de
repelentes y para las personas que habitan eso lugares, planificar programas de
fumigación y el uso correcto del agua.
Nunca está de más el lavado de manos antes y después de comer, así como hervir siempre
el agua antes de su ingestión.