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Valores Universales:

Muchas veces los hemos sentido nombrar e incluso los habremos


leído pero ¿sabemos cuáles son los valores universales? Pero más
importante aún es la pregunta ¿qué son los valores universales?
Dos preguntas que en más de una ocasión me han planteado pero
para discutir sobre ese asunto ya que la moral y ética de cada uno
de nosotros entra en este juego y como sabemos, nadie piensa
igual.

Debemos comenzar por diferenciar que es un valor y que es una


norma pues son dos términos que solemos confundir cuando
hablamos de estos temas. La norma es una regla impuesta para
que nos comportemos de una forma determinada, respetando
ciertos ordenamientos generalmente jurídicos, que se crean para el
correcto funcionamiento de una sociedad.

Los valores en cambio los asumimos de forma personal y son los


que determinan nuestras actitudes y con ello, podemos ser
juzgados como buenos o malos por una sociedad pero no
necesariamente debemos ser penalizados por las normas. Los
valores los sobreentendemos como “reglas” explícitas de cómo
debemos comportarnos para poder vivir en armonía con quienes
nos rodean. Ahora bien ¿cuáles son los valores universales?

Si bien existen una serie de valores predefinidos, la lista puede


ampliarse o reducirse según quien la escriba. Los valores
universales que no pueden faltar a la hora de analizarlos son los
siguientes:

• La honradez, una de las mayores virtudes del ser humano


pues incluye la confianza que se le puede tener a esa persona
en todo ámbito de la vida.
• La bondad, que se entiende como el valor supremo de la
conducta humana. Gandhi es en este sentido, el ejemplo más
claro que podemos encontrar a lo largo de toda la Historia.
• La solidaridad, la cooperación para con otras personas es
clave para que todos juntos podamos lograr los objetivos y
mejorar día a día.
• La libertad, uno de los “tesoros” que no podemos perder los
seres humanos, poder decidir por nosotros mismos, tener la
posibilidad de optar en todos los aspectos de nuestra vida.

ebemos comenzar por diferenciar que es un valor y que es una


norma pues son dos términos que solemos confundir cuando
hablamos de estos temas. La norma es una regla impuesta para
que nos comportemos de una forma determinada, respetando
ciertos ordenamientos generalmente jurídicos, que se crean para el
correcto funcionamiento de una sociedad.

Los valores en cambio los asumimos de forma personal y son los


que determinan nuestras actitudes y con ello, podemos ser
juzgados como buenos o malos por una sociedad pero no
necesariamente debemos ser penalizados por las normas. Los
valores los sobreentendemos como “reglas” explícitas de cómo
debemos comportarnos para poder vivir en armonía con quienes
nos rodean. Ahora bien ¿cuáles son los valores universales?

Si bien existen una serie de valores predefinidos, la lista puede


ampliarse o reducirse según quien la escriba. Los valores
universales que no pueden faltar a la hora de analizarlos son los
siguientes:

• La honradez, una de las mayores virtudes del ser humano


pues incluye la confianza que se le puede tener a esa persona
en todo ámbito de la vida.
• La bondad, que se entiende como el valor supremo de la
conducta humana. Gandhi es en este sentido, el ejemplo más
claro que podemos encontrar a lo largo de toda la Historia.
• La solidaridad, la cooperación para con otras personas es
clave para que todos juntos podamos lograr los objetivos y
mejorar día a día.
• La libertad, uno de los “tesoros” que no podemos perder los
seres humanos, poder decidir por nosotros mismos, tener la
posibilidad de optar en todos los aspectos de nuestra vida.

ESCALA O JERARQUÍA DE VALORES:


Otro punto de los valores que podemos tratar, es si existe una
escala jerárquica de ellos ó no. Existe un orden jerárquico a pesar
de vivir en una sociedad donde hay tantos criterios divergentes y
relativos. Primero, en un orden de importancia, los valores internos
vienen primero que aquellos de carácter externos, ya que la
naturaleza humana es esencialmente espiritual, psicológica,
emocional, aquí ya tenemos la primera jerarquía.

En la práctica, la importancia del orden de los valores también


pueden variar de acuerdo a las circunstancias. Por ejemplo: sí una
persona está hambrienta, lo primero que debemos hacer es saciar
su necesidad de alimentos y después si habrá tiempo para
educarlo. En este caso, lo externo es lo más importancia por la
emergencia de la situación, pero esto se da en ocasiones.

Dentro de los valores internos se habla mucho del respeto, por


ejemplo, y se le da una connotación muy elevada, como si fuese
uno de los valores más importantes. El respeto es, en realidad un
valor básico. El respeto es lo mínimo que podemos brindar a una
persona. Es muy común escuchar, no estoy de acuerdo pero la
respeto. Respetar a una persona no me involucra a hacer algo por
ella, ni siquiera a estar de acuerdo.

La solidaridad es superior porque incluye el respeto y estamos


haciendo algo en beneficio del prójimo. Pero la solidaridad es algo
que hacemos a veces cuando es necesario y en algunas
oportunidades, muchas veces sin tener relación afectiva con el
destinatario, cosa que no deja de ser loable. La empatía, es
ponernos en la piel de los demás y sentir lo que él siente y así
podemos tener una comprensión más profunda de su situación, la
empatía incluye a la solidaridad y el respeto. La fraternidad es más
relevante aún, porque incluye al respeto, la solidaridad y la empatía,
porque uno tiene una relación afectiva permanente.

La fraternidad es tener una relación de corazón. El amor es lo más


importante en las relaciones humanas, es la base de todos los
valores. Cuando amamos a una persona, la respetamos, la
comprendemos y siempre estamos haciendo algo por ella, con la
única motivación de ayudarla y hacerla sentir feliz. Conclusión
existe una escala jerárquica de valores.

CRISIS DE VALORES:
La crisis de valores tiene dos puntas. Según como se mire se
puede pensar que se cayó en un pozo o que estamos en un túnel
viendo la luz de la esperanza.

Crisis de valores remite a separar lo bueno y lo malo, al punto de


bifurcación entre caminos antagónicos. Si no existiesen crisis de
valores habría que inventarlas porque sirven para romper con la
rigidez, la repetición y la pérdida de vitalidad que genera el paso de
los años.

La crisis de valores disuelve esa dura roca en la que nos


convertimos y la transforma en el polvo de donde venimos, con el
cual se puede dar forma a la reinvención de uno mismo.

La crisis del águila cuando a los 30 años descubre que morirá si no


cambia su pico, sus uñas y sus alas la resuelve haciendo un vuelo
de renovación a lo alto de la montaña y mediante un lifting integral
regenera el nuevo equipaje que le permitirá vivir 30 años más.

En el hombre las formas normales se oponen a las paradojales y


juzga con sentidos atrofiados por la costumbre. Por razón o por
conveniencia los hábitos moderan o impiden el cambio. Freud decía
que “la herejía de una época es la ortodoxia de la otra”.

Morir con las botas puestas En el nuevo espacio entre lo nuevo que
irrumpe y lo viejo que se quiere sostener se plantea esa batalla que
a menudo se resuelve en otro campo, cuando la mirada creativa
descubre que yo no soy mi trabajo sino que simplemente yo soy.

La crisis de valores aparece como un dolor de parto anunciando


que algo nuevo sucederá, como la vida que cambia cada día.
Según el tipo de respuesta ante la oportunidad habrá apertura o
cierre, temor o esperanza, nacimiento o no de una nueva manera
de ser.

El hombre moderno perdió los valores que le daban fortaleza ante la


crisis, ahora se limita a reaccionar en lugar de actuar como su
propulsor. Para tener valor para desarrollar o enfrentar una crisis
hay que tener valores. Para crear valor hay que tener valores

Crisis de valores Los valores tradicionales de verdad, bien, belleza,


lo sagrado y los nuevos valores de ciencia, progreso, solidaridad y
humanismo; chocan con otros negativos como la tecnología
convertida en fin y la moda, provocando la crisis de valores.
La información instantánea suplanta al sentido histórico y al estudio
de las tendencias y la frivolidad altera las bases de la educación.
Entonces ¿qué debe prevalecer: la herencia o la invención, la
reproducción o la creación, la emisión o la recepción?.

Hasta el valor positivo de la creatividad tiene su aspecto negativo


cuando resalta el materialismo o el individualismo sobre la
solidaridad y las identidades nacionales.

Hacia un valor superior Ante las amenazas el valor de oportunidad


para el presente es construir una ética del futuro que le otorgue un
sentido moral a la aventura humana mucho más productiva que
dedicarla al gasto o al consumo del tiempo.

Se necesita tomar conciencia que las conductas de hoy provocan


los resultados del futuro, que los recursos son perecederos y
sujetos a lo que se haga con ellos, que el uso de ese patrimonio
determinará el desarrollo sustentable, o no, de las generaciones
futuras.

Un sistema de valores debe ser previo al estudio de la metodología


que lo implemente, para lograr una sociedad más solidaria,
humilde, honesta, participativa y generosa.

Hay que estar atentos ante las señales en la crisis porque pueden
indicar un sentido oculto, como detectó Freud en los olvidos, los
sueños, los actos fallidos y los lapsus linguales.

Las contradicciones que aparecen en las crisis de valores pueden


tener un efecto iluminador. Lo paradojal asoma no en la claridad de
la conciencia sino en la oscuridad de las pasiones, donde la razón
es todavía intuición y la llama se enciende con la duda.

En esta época donde todo tiene precio pero nada tiene valor es
necesario plantear una educación sin eufemismos que ayude a
producir valores, valores que sean para todos.

LA CRISIS DE LOS VALORES EN NUESTRA SOCIEDAD:

El ingenuo optimismo en el progreso y la evolución del ser humano,


alimentado sobre todo en los años de la Ilustración, ha dejado de
tener sentido. Muy al contrario el tipo de sociedad, el modo de vivir
de nuestra sociedad postmoderna, no parece promover la vida feliz
sino una vida cómoda aunque carezca de sentido.
Apuntado ya ha lo compleja que resulta la realización práctica de
las metas que cada uno acepta para sí en el curso de la vida. Pero
el factor decisivo de complicación es el entramado social en abierto
conflicto de valores.

Hay una conflictividad que es interior a la persona. Hay una


conflictividad que es social y una conflictividad cristiana. Hay una
conflictividad entre los cristianos y la sociedad, entre los valores
sociales de uno y otro grupo y dentro del mismo hombre.

Conflictividad Interior: La descripción mas adecuada para esta crisis


interior estimo que es la perplejidad.

Perplejidad Personal: Desde la frustración y la despersonalización,


nada es posible ante esta sociedad opresora y alienante. Hay que
rendirse. Somos llevados en el curso de la vida; nos limitamos a
buscar el mejor acomodo para no ser triturado por la máquina
social. No tiene sentido, es peligroso afirmarnos frente a ella. Una
muestra elocuente es el proceso que lleva a muchos jóvenes de las
escuela al paro y de ahí a la evasión drogada o delincuente, a los
mayores al materialismo y a la deshumanización.

Perplejidad personal por la existencia de una presión social


estructural que crea un marco normativo inapelable, y exige
sumisión automática en nombre de la eficiencia del conjunto. Lo
cual supone la presión por disfuncional de cualquier ámbito de
experimentación ética, de búsqueda de nuevas salidas o valores,
originales y libres. Y todo esto compatibilizado a la fuerza con la
exaltación formal de la iniciativa personal. El mundo de las mil
posibilidades... mermadas.

Perplejidad personal provocada por una pluralidad inabarcable.


Pluralidad de significados aun en el contenido de los valores o
realidades más originarias. Hablamos con las mismas palabras de
los mismos significantes y escondemos así la multiplicidad de
significados.

¿Qué significa para cada uno de nosotros trabajo, honradez,


diversión, dinero, laboriosidad, ahorro, familia, hijo, pareja.....?

Muchos de estos valores entrañan realidades divergentes y


contradictorias. Tenemos que reconquistar el sentido más autentico
y genuino de las palabras.
El hombre de hoy contempla en su conciencia una gran vacío de
valores, no es posible separar la crisis de valores de la crisis social.
Cualquier reajuste social y mucho más un cambio social, implica
siempre un reflejo en el sistema de valores. Los cambios sociales
acaecidos en el último cuarto de siglo son tan radicales que se
puede hablar de una metamorfosis social y cultural.

El desfallecimiento de la regulación interior de la conducta se sitúa


en el origen de muchos comportamientos desviados entre lo que
cabe destacar las toxicomanías, ciertos tipos de delincuencia, e
incluso la disociación familiar.

Causas y Consecuencia de las perdidas de los valores

Causas:

• La desintegración y los conflictos familiares

• Los divorcios

• La situación económica

• Deserción escolar

• Desobediencia

• Drogadicción

Consecuencias:

• Surgimiento de bandas

• Prostitución

• Embarazos prematuros y no deseados

• Robos

• Transculturación

• Abortos en jóvenes a temprana edad

• Relaciones sexuales promiscuas


CRISIS DE VALORES MORALES:

Cada vez que compramos o vendemos, incluimos todos los valores


económicos que manejamos en nuestra actividad. Pero,
inconscientemente, también implicamos nuestros valores morales,
que son, en definitiva, los que le dan el verdadero "color" a nuestra
transacción al exponernos tal como somos.

Rebobinemos un poco y repasemos nuestra historia. Vemos a los


profesores de la Facultad y de la Secundaria. Más atrás, a las
maestras y maestros de la primaria, a personas a veces
desconocidas que un día se cruzaron en nuestra vida y nos
explicaron -aún en mínima medida- cada una de esas virtudes
morales que reclamamos.

Pero siguiendo aún más atrás, nos encontramos con los grandes
maestros de la vida: NUESTROS PADRES. Quienes
cotidianamente, y a veces sin decirnos palabra, fueron
trasfiriéndonos una por una esas virtudes morales, que a diario
mostramos en las facetas de nuestro quehacer.

NUESTROS PADRES aún no teniendo nada, nos pudieron dar


todo. Nos enseñaron que hay que ser honrados aunque nos duela.
Que nuestro Honor y Dignidad es el mayor patrimonio al que
podemos aspirar. Que la Lealtad es la mayor ofrenda que podemos
brindar a nuestros amigos. Que la Libertad es la aventura más
maravillosa que podemos emprender.

Pero no vivimos aislados, formamos parte de una comunidad, de


una realidad polifacética en este grandioso país. El mundo está
intentando salir de una de las peores crisis de valores morales de
su historia. Exijamos a nuestros gobernantes, a todos los
funcionarios públicos, de cualquier orden y condición, a todas las
mujeres y hombres, que saquen a flote y pongan en práctica los
valores morales que poseen, que recibieron de sus padres y
maestros.
Universidad San Carlos de Guatemala.

Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales.

Centro Universitario de Chimaltenango.

Lic. Eduardo Tay.

Trabajo:

Valores Universales, Escala o Jerarquía de Valores.

Axel Amilcar Atz Guerra.

200941329.

Sección B.

1/4/2011.
Introducción:

En el siguiente trabajo encontrara temas importantes como la


importancia de los valores la decadencia de los mismo y como se
puede hacer para mejorar cada uno de ellos ya que solo se pueden
conservar practicándolos todos los días asi no olvidaremos nuestras
obligaciones como buenas personas.
Conclusión:

En el presente trabajo encontró temas muy importante como lo son


los valores quienes han sido olvidados por motivos de la misma
desorganización social, ya que vemos los problemas que radican en
la nuestra sociedad y la manera de cómo podemos mejorar cada
uno de ellos para esto cito esta Frase: No es tan Trascendental
Cambiar al Mundo si no Cambiarte a ti mismo.

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