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Ciencia social

performativa:
alcances de una alternativa
metodológica* nomadas@ucentral.edu.co • PÁGS.: 142-154

Edgar Giovanni Rodríguez Cuberos**

El artículo aborda elementos teóricos y metodológicos que intentan describir la estructura de lo que sería un modelo de
prácticas ligadas a la concepción de ciencia social performativa en el contexto local. La ciencia social performativa involucra
no solo diferentes discursos y tradiciones del conocimiento, sino prácticas sociales y saberes que, a través de la significación
del “carácter de la obra”, manifiestan la emergencia del sujeto en múltiples formas.
Palabras clave: ciencia social performativa, educación, prácticas y formación en investigación, artes e investigación.

O artigo aborda elementos tanto teóricos como metodológicos que tentam descrever a estrutura do que seria o modelo
de práticas unidas à concepção de ciência social performativa no contexto local. A Ciência Social Performativa envolve
não só diferentes discursos e tradições do conhecimento, senão práticas sociais e saberes que através da significação do -
caráter da obra- manifesta a emergência do sujeito em múltiplas formas.
Palavras-chaves: ciência social performativa, educação, formação em investigação, artes e investigação.

This article enters upon some theoretical and methodological elements that intend to describe the structure of what
would be a model of practices linked to the concept of performative social science in the local context. This involves
various discourses and traditions of knowledge as well as social practices and know how that are carring out the emergence
of the subject in multiple ways, through the importance of the “art expression caracter”.
Keywords: performative social science, education, investigation practices and formation, arts and investigation.

ORIGINAL RECIBIDO: 10-VII-2008 – ACEPTADO: 15-IX-2008

* Este texto hace parte de la reflexión derivada de la práctica docente en la


carrera de Licenciatura en Artes Escénicas de la Universidad Pedagógica
Nacional durante 2007 y 2008. Agradezco al profesor Wilson Alfonso Penilla
Medina de la misma Universidad, por sus valiosos aportes, ya que desde su
investigación “Cultura ciudadana en Bogotá. Una mirada desde la sociolo-
gía cultural”, actualmente en ejecución, se inició el interés por esta perspec-
tiva. Dedicado al maestro Fernando Lozano Bonilla.
** Estudiante de la Maestría en Problemas Sociales Contemporáneos de la Uni-
versidad Central-IESCO. Profesor de la Universidad Pedagógica Nacional y
la Universidad de la Salle. E-mail: e-rodriguez@javeriana.edu.co

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Proemio cultura, entendida como práctica ideas emergen y se resisten a las
social y como muestra de los pro- condiciones que tratan de captu-
Todo espíritu creador está obligado a cesos históricos; una posibilidad rarlas desde el mercado. Pero lejos
entrar en lucha con su demonio, y es siempre cierta de análisis tanto en los nive- de plantear aquí un debate sobre
un combate apasionado, heroico. Algunos
sucumben a la presión fogosa del adversa- les micro como macro. Dentro de lo que implica esta comprensión,
rio, ceden a su fuerza y se abandonan, estas nuevas posibilidades, los pro- las reflexiones actuales proponen
felices, al elemento fecundo que los penetra. blemas y debates típicamente mo- precisamente una toma de distan-
Cuando un artista se encuentra en ese caso, dernos, objetivismo/subjetivismo, cia renovada metodológica y con-
nace de allí un arte particular que brota
como una llama: arte hecho de borrachera,
real/virtual, certeza/mito, etc., co- ceptualmente, para poder pensar la
exaltación, fiebre, furor, de impulsos bran interesantes resignificaciones época de la neu roglobalización 1
espasmódicos del espíritu, y que pertenece que involucran, entre otros aspec- mediante una sospecha aguzada
por lo general a lo profético. El primer tos, una imagen de la sociedad que que bajo las reglas del arte nos
índice de este arte es siempre la exageración, no se legitima exclusivamente des- permita negar-nos a un tipo de
la desmesura, el deseo eterno de superarse,
de alcanzar lo infinito. de las estructuras, sino desde las entendimiento prefabricado y
Stefan Zweig singularidades y sus efectos concre- homogenizante.

Como se sabe, duran- Pero, ¿qué significa re-


te las últimas décadas el cuperar lo que la tradición
debate dentro de los estu- epistémica ha degradado al
dios sociales ha puesto de orden de la asistematici-
manifiesto la necesidad de dad y la fragmentariedad,
nuevas prácticas de inves- y/o la poca objetividad y va-
tigación que respondan a lidez dentro de la comu-
las transformaciones con- nidad académica? ¿Qué
temporáneas de las diná- implicaciones tendría este
micas humanas, que a su movimiento? ¿Cómo supe-
vez, desbordan en muchas rar las objeciones y dificul-
ocasiones las miradas epis- tades inmediatas frente al
témicas, sus normas y mé- contexto y las condiciones
todos. La emergencia de de producción del cono-
nuevas formas de inter- cimiento y el saber? En
acción y la multiplicidad efecto, la radicalidad sin-
de lenguajes que deter- José Vicente Piñeros: Manuel Quintín Lame, Bogotá, 1962. gular de la obra artística
minan dichas prácticas y siempre es subversiva, ori-
relaciones de saber y de poder, así tos como consecuencia de dichas ginal y novedosa; luego, por dichas
como de administración del deseo y acciones. En este sentido, las ca- características, sería prácticamente
las pasiones, alertan sobre la capa- pas de lo social ya no solamente imposible vincularla a un sistema de
cidad actual de los sistemas interpre- están determinadas por aspectos legitimación que pretende dentro
tativos derivados de los modos y socioeconómicos, históricos o cul- de sus paradigmas la posibilidad de
mecanismos de investigación tradi- turales, en cambio se reconoce una réplica y reproducibilidad experi-
cional y sus aportes concretos de esfera de potencias representativas mental, entre otros aspectos. Es im-
transformación o de implicación po- y expresivas que tienden a ubicar- portante clarificar el sentido de esta
lítica dentro de los fenómenos de se dentro del campo de lo imagina- idea y su relación con lo perfor-
estudio. rio y lo creativo. Efectivamente mativo, con lo que, al respecto del
(como sucede en diferentes épocas) arte, afirma Tarkovski:
De la misma forma, los tiempos se caracteriza ésta como la sociedad
recientes han provisto de diferen- de la información y el conocimien- Al contrario de lo que se suele
tes herramientas y perspectivas que to, en el sentido de comprender las suponer, la determinación fun-
“enmiendan” el papel actual de la formas en que el pensamiento y las cional del arte no se da en des-

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pertar de pensamientos, trans- bilidad de mantener como constan- subyacen al impulso y dinámicas in-
mitir ideas o servir de ejemplo. te el sentido del por qué y para qué herentes al sentir/razonar artístico.
La finalidad del arte consiste investigar, y el protagonismo de
más bien en preparar al hombre quienes se ven involucrados en las La polisemia de “lo performa-
para la muerte, conmoverle en investigaciones. Es decir, un estilo tivo”, en efecto, está relacionada
su interioridad más profunda. de reflexividad que se apoya en el con el ámbito histórico de la cultu-
Cuando el hombre se topa con carácter de los procesos y los pro- ra, por lo que es posible contemplar
una obra maestra, comienza a ductos desde lo que el espíritu del una idea de performatividad anglo-
escuchar dentro de sí la voz que arte ofrece. sajona o continental; de la misma
también inspiró al artista. En manera que desde dicha im-
contacto con una obra de bricación es posible dar-nos a
arte así, el observador expe- la tarea de proponer una idea
rimenta una conmoción pro- de performatividad local.
funda, purificadora. En Sedgwick (1999) ofrece un
aquella tensión específica rastreo del término ligado a
que surge entre una obra su origen teatral que se va
maestra de arte y quien la desplazando poco a poco des-
contempla, las personas to- de el trabajo de perspectivas
man conciencia de sus mejo- feministas (Butler) y desde
res aspectos de su ser, que los estudios narrativos clásicos
ahora exigen liberarse. Nos (Gergen, Bruner, Ricoeur),
recogemos y descubrimos a hacia su potencial como con-
nosotros mismos: en ese mo- cepto clave en la interpreta-
mento, en la inagotabilidad ción de hechos sociales en
de nuestros propios senti- donde se pone en juego la
mientos (2003: 19). dialéctica de los procesos de
pensamiento colectivos e in-
dividuales y la función del
Ciencia social lenguaje como dramaturgia
performativa o constante de la experiencia
performatividad de humana. Para el caso de
las ciencias Denzin,
sociales
lo performativo como método
Hablar de una función o Abdu Eljaiek: Villa de Leyva, 1967. puede retomar la promesa de
implicaciones novedosas y la investigación cualitativa
alternativas a partir de la perspec- En ello, la multiplicidad de sig- como una forma de práctica de-
tiva de la performatividad dentro nificaciones de “lo performativo” mocrática radical. La narrativa,
de la lógica de la investigación, ofrece, más que una dificultad, una interpretada en el contexto de las
debe iniciar, a mi juicio, por una oportunidad para construir localmen- ciencias sociales, ha sido ocupa-
toma de distancia en relación con te y bajo los contextos y problemas da. Hasta ahora hemos explicado
los métodos tradicionalmente usa- específicos de la investigación en los relatos tomados del campo.
dos y los paradigmas cuantitativo y América Latina, un espacio de pro- Hoy sabemos que lo que escribi-
cualitativo. En otras palabras, sig- ducción de pensamiento alterno y mos es cultura, y que esos escritos
nifica un replanteamiento episte- unas redes propiamente hetero- no son prácticas inocentes. Por-
mológico que facilite y oriente una disciplinares que converjan en la que solo conocemos el mundo a
axiología completa de investigación experiencia de producción y socia- través de las representaciones que
para configurar un propósito y unas lización de conocimiento/saber des- nosotros mismos hacemos de él
acciones con una variante: la posi- de las funciones y/o aperturas que (2001: 25).

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Miradas e interpretaciones rela- mismos de lo que se desea frente a completamente neutrales. Luego,
cionadas con el hecho performativo, su propio objeto de investigación y desde la conceptualización de la in-
así como con sus posibles niveles de las relaciones que establece con los vestigación social performativa, la
aplicación, son objeto de diversos in- otros constitutivos del fenómeno que actividad investigativa es la capa de
vestigadores en el número mono- investiga. Es decir, la investigación la experiencia humana que conecta
gráfico de Focus Qualitative Social social performativa supone horizon- de forma concreta los saberes con lo
Research2 , en las que se admite, en- tes interesantes para redefinir el cotidiano, con la presunción de in-
tre otros aspectos, que la perfor- papel de las investigaciones socia- terpretar el mundo como una suce-
matividad es un espacio académico les en términos de sus consecuen- sión de hechos en los que no existe
que ofrece la posibilidad de una separación entre lo in-
emplazar producciones artísti- terno y lo externo, sino que
cas de diferente orden (cine, complementa la percepción
teatro, videos, poesía, pintura, y amplía los horizontes des-
danza, etc.) en diferentes de los cuales nuevos mun-
niveles (narrativo-reflexivo- dos pueden ser vividos. Esta
creativo), para ofrecer media- conexión de capas de la ex-
ciones analíticas de fenómenos periencia que no distancian
sociales en diferentes campos los conocimientos y las ideas
y contextos y derivar acciones de lo espiritual (porque na-
concretas tanto individuales cen y se relacionan con el
como colectivas. La dispersión hecho artístico) hacen del
de experiencias que en estos devenir humano una fuen-
trabajos se muestra, podría, en te permanente de situacio-
apariencia, desvirtuar esta nes pre/auto reflexivas. Un
tendencia como una suma de movimiento del pensamien-
intencionalidades que no to que asume la singulari-
muestran un soporte teórico dad como fuente primordial
convergente o, por el contra- de multiplicidades y de diá-
rio, visibilizar el amplio rango logos entre lo heterogéneo,
de aplicación de sus metódi- lo colectivo y lo diverso.
cas, es decir, contemplarlas
como mediaciones efectivas en Se ofrece, de esta ma-
ámbitos diferenciados y suges- nera, lo llamado “perfor-
tivos despliegues de potencias. mativo”, como instancia
metodológica, una forma en
Así, la relación entre cien- Fernando Urbina: Indio Embera, Chocó, 1973. que pudiera resolverse la
cia social y performatividad dificultad primordial de lo
desde el lugar del arte, no sólo ofre- cias, pero sobre todo, de los cambios humano en el lenguaje: la dispari-
ce un campo de discusión sobre las que supondrían para aquellos que se dad de los discursos, sus matices y
nuevas funciones del investigador y lanzan, en riesgo total, a su estructu- diferencias derivadas de la experien-
sus prácticas ético-políticas, sino ración, desarrollo y evaluación des- cia singular que establecen puntos
también la concreción de las rela- de un campo por explorar. de acuerdo parciales, pero que sin
ciones entre disciplinas anterior- estar vinculados necesariamente a
mente opuestas e irreconciliables. Como apuesta, el primer riesgo voluntades de poder, generan mayor
De tal suerte, la pregunta ética por consiste en aceptar que la investi- diversidad y creatividad; es decir,
el quién de la investigación en esta gación no es una acción humana que en otro lugar de origen de los
perspectiva, coloca al investigador separada de los intereses particula- discursos, en el sentimiento de pro-
como referente principal, en el que res y colectivos, por lo que su admi- ducción y recepción del arte, se su-
se delegan los propósitos y alcances nistración y desarrollo nunca son bliman dichas tensiones que desde

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lo tradicional siempre se manifies- vestigador entre en conflicto al dar- des de construcción del conocimien-
tan y terminan por problematizar las se cuenta de que sus objetivos, mé- to y observación del entorno de exis-
presunciones de la investigación. todos y objetos de investigación no tencia y sus diferentes capas o
necesariamente están alineados con esferas. Por supuesto, aparece aquí
Es claro, entonces, que el prin- sus propósitos y necesidades existen- una objeción fundamental frente a
cipio performativo basa su esperan- ciales. De tal suerte, la investigación esta intención performativa: puede
za de interconexiones en lo artístico, se instrumentaliza y hace máquina to- quedarse cualquier experiencia
no como una disciplina regulada en tal con las lógicas de mercado y la investigativa como una serie de
la que se juegan las capacidades re- regulación social... muchas veces no “activismos desarticulados, frag-
tóricas, por ejemplo, sino como una se investiga lo que se quiere sino lo mentarios y asistemáticos” o como
potencia natural de cualquier ser que se puede. algunos lo han llamado “puros
humano, una sensibilidad que anecdotarios con pretensio-
independientemente del con- nes de cientificidad“. Es en
texto histórico, siempre per- dichas condiciones que se
mite la puesta en distancia de puede performativizar la
lo que establecen las deter- ciencia social: bajo un even-
minaciones y las certezas con tual radicalismo frente al
las que en las distintas épo- método, subvirtiéndolo, para
cas se regulan los comporta- generar fisuras que de-
mientos de las sociedades. El muestren en resultados de
arte y su sensibilidad particu- mediano y largo alcance la
lar es la condición del hecho viabilidad y efectividad de
performativo, es siempre gene- su ejercicio.
rativo, en tanto modula nue-
vas percepciones de lo que se
considera en primera instan- El núcleo artístico
cia lo único, lo válido, lo esta- de lo performativo
blecido. Es o goza de un en ciencias
carácter subversivo frente a las sociales
disciplinas como también a la
forma en que abordan sus ob- La discusión filosófica so-
jetos de investigación. bre el arte en general, la
belleza, lo bello, nos lanza casi
Así, una epistemología independientemente de la
que sustente esta perspectiva, postura que se asuma desde
Nereo López: Gabriel García Márquez, Estocolmo, 1982.
no se centra en una historia lo estético, a comprender
de las ideas o del desarrollo cientí- Luego, la investigación como que ella, la filosofía, se entiende, se
fico-técnico, o en una filosofía de actividad humana se transforma en hace vívida en su sentido espiritual,
las ciencias, sino en una antropolo- producto comercial y no en experien- casi místico, ya que comprende no
gía filosófica y en una estética de la cia vital con capacidad transfor- sólo la percepción y el goce, sino tam-
experiencia humana. Rescata la po- madora. La figura del investigador bién un contacto muy íntimo entre
sibilidad de comprender-nos desde en la actualidad y con pocas excep- el hombre y la naturaleza como en-
la emoción y el apasionamiento y no ciones, corresponde más a una carnación de aquello que conside-
desde la preeminencia de la razón, tecnificación de un oficio que des- ramos bello y bueno. Esta afirmación
es decir, desde una reivindicación pliega (según el avance tecnológi- implica en este punto, realizar la
de lo emocional como campo en don- co), sofisticaciones del discurso diferenciación entre la realidad ar-
de lo racional cobra sentido. El tra- construido en torno a la cientificidad tística de la percepción y la produc-
dicional afán de objetividad ha y la legitimidad del saber. Discurso ción, que resulta fundamental para
hecho que quien se narre como in- que tiende a negar otras posibilida- nuestro propósito, pues adelantán-

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donos a cualquier conclusión, la fe- es ciertamente reciente y significa miento sensible e inteligible racio-
licidad del hombre estará imbricada para el arte mismo un cambio, por nal, los que nos demarquen nues-
en su capacidad de mediación, re- decirlo así, de paradigma; para al- tros horizontes en el mundo? Si nos
gulación y ejercitación de su dimen- gunos, la idea del museo, más que detenemos por un segundo en este
sión artística, creadora y perceptiva. una posibilidad de cultura, consti- nivel del análisis, es posible que las
Siendo más tajantes, en su posibili- tuye una cárcel para las obras. El tradicionales preguntas e inquietu-
dad de filosofar sobre el sentido de terrible resultado de estas situacio- des por saber o tipificar ¿qué es el
la condición creadora e imaginati- nes se perpetúa con disimulo gracias arte? puedan replantearse por otras:
va, de indagar por su alcance, de a la posibilidad que tienen algunos ¿cuándo y cómo el arte existe? Y,
sostener con gallardía su posibilidad pocos de sobreponerse a la realidad, sobre todo, el para qué de sí mismo.
plástica, de responder estéticamen- asumiendo cierto tipo de solipsismo Cuando se ponen en evidencia di-
te a lo que el mundo del ahí y el extravagante que en algunos casos chas cuestiones, se pone en marcha
ahora le demandan. sólo busca la justificación a una so- también, el aparato sobre el cual una
ledad vacía y excéntrica que, creo estructura filosófica puede comen-
Esto será útil para establecer que yo, nada tiene que ver con la esen- zar el proceso de indagación. Pero
en la relación arte/filosofía se desci- cia del arte. De tal forma, el esno- de nuevo, es fundamental llevar el
fra un mínimo de acuerdo indepen- bismo y el afán de comercialización nivel de la reflexión un paso más allá,
dientemente de la complejización de lo que acordamos en llamar “pro- para que lo que se diga sobre el tema
de sus problemas (la naturaleza de ducción artística” termina por de- pueda a su vez contener nuevas po-
la obra, el juicio estético, etc.), y éste formar el espíritu de la obra y luego sibilidades de indagación producti-
consiste en que tanto la filosofía determina un factor excluyente en va. Ya que es muy frecuente que las
como el arte exigen la posibilidad de la sociedad (expertos y críticos vs. cuestiones de fondo se dejen aho-
“exhibición”, no por el juicio en sí espectadores). gar en la tremenda complejidad de
mismo que sobre esta “postración” se las definiciones y las tendencias de
pueda hacer, sino por su valor co- Pues bien, tanto el arte como la pensamiento que pueden pretender
municativo implícito. filosofía, una vez concebidos como una exclusividad. El asunto del arte
interdependientes, se nos presentan no debe en este momento reducirse
Con esta última afirmación, se en un ahora, un cotidiano que día a la cuestión del oficio sino al pro-
atisba el giro de nuestra reflexión, tras día devela las apreciaciones sub- blema de la existencia, a la preocu-
que nos ocupará precisamente en jetivas que realizamos frente a nues- pación de las sociedades por rescatar
tratar de resolver la pregunta por la tra propia realidad, y que de alguna lo que de artista cada uno tiene y
posibilidad de pensar el arte desde manera vamos estructurando y con- ponerlo en evidencia en la vida mis-
una arista socio-cultural para nues- figurando como un posible futuro. ma, es decir, en anticiparse a la
tro presente, estableciendo tanto Las diferentes decisiones de nues- muerte viviendo poéticamente.
para el arte como para la filosofía, tro ahora atraviesan la complicada
una necesidad de reflexión antropo- trama de nuestros juicios y se deba- Podemos aceptar para nuestros
lógica, pero a su vez, la recupera- ten entre la sensibilidad, las pasio- fines que el arte es y depende en
ción de su vinculación necesaria. nes y la razón, por lo que de nuestras gran parte de la intuición, tal como
obras se deriva no sólo lo que el arte lo explica Croce (1938). No es un
Hoy en día y de manera lamen- es como aparente neutralidad en el fenómeno físico (no responde a cá-
table, la idea de arte atraviesa por goce, sino como experiencia prácti- nones de precisión o de medida)
una situación difícil dentro del ima- ca por el mismo hecho de ser huma- porque lo físico es, en últimas, pro-
ginario de las personas. Para la gente nos. “Por sus obras los conoceréis”, ducto de una serie de fenómenos
del común, lo artístico se relaciona establece la posibilidad de consti- que escapan a nuestra experiencia
con una serie de actividades, hábi- tuirnos como sujetos estéticos que (los átomos, las moléculas, etc.). El
tos y/o producciones que pueden construyan realidades a través de ac- arte se realiza y tenemos fe de su
incluso determinar una posición ciones justas, ecuánimes, y si esto existencia pero no podemos cuanti-
social. En el contexto mundial, por puede pensarse así, entonces ¿no ficarlo físicamente. Lo percibimos,
ejemplo, la aparición de los museos serán el arte y la filosofía, el pensa- tenemos conciencia de él a través

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de otros mecanismos y de otro nivel tes y nos reta una y otra vez. Esta da como obra de arte. El primer paso
de operación de nuestros sentidos. dinámica implica que al hablar de es entonces tratar de recorrer en
La percepción del arte requiere de arte, necesariamente pensemos en sentido pleno las obras. Tarkovski
una demanda profunda a nuestro la recepción del mismo. (Ibíd.: 13) advierte en este sentido:
pensamiento que indaga no sólo por “El arte no quiere proponer inexo-
nuestra cultura, sino por nuestra Hasta aquí, podemos distinguir rables argumentos racionales a las
sensibilidad hacia la obra misma de que en el arte, como en cualquier personas, sino trasmitirles una ener-
lo que nos identifica como humanos. comunicación, existen dos caras de gía espiritual. Y en vez de una base
De esta forma, el nivel de percep- la moneda, dos formas de tener de formación, lo que exige es una
ción no involucra al arte con el sen- una experiencia artística: como experiencia espiritual”.
tido de placer de manera estricta, creador y como receptor. Para el
pues la intuición nos lleva a sobre- creador, la experiencia del arte La creación artística y la recep-
ponernos frente a la obra y validarla puede tener unas significaciones ción de la obra implican desde la
como resultado de alguien que se subjetivas, plagadas generalmente perspectiva que abordamos una en-
atrevió a tener una vivencia artísti- de legitimidades y beneficios per- trega de sí mismo. El núcleo de la
ca, sin que tenga ésta que procurar- sonales (místicas o a veces ególa- condición “sí mismo” está definido
nos o no placer. Por otro lado, la obra tras). Para quien recibe la obra, sus en gran parte por la llamada capa-
nos puede suscitar toda una serie de niveles de significancia lo llevan cidad de atestación. Es decir, en la
sensaciones (odio, pasión, repulsión, a encontrarse con el autor de la capacidad expresada en la confian-
etc.) y ubicarnos en un plano don- misma en ciertos aspectos o, inclu- za y la creencia con la que el suje-
de sólo lo humano es posible. so, a tomar posición frente a la to se autoafirma: yo soy (doy cuenta
producción por la falta de esta co- de mis acciones). En términos de
Según Tarkovski (2003), el sen- nexión, de esta intuición compar- la relación arte-filosofía, esto se
tido de cualquier arte que no tida sobre la realidad. traduce en la capacidad que poda-
quiera ser “consumido” como una mos desarrollar en tanto seamos
mercancía, consiste en explicar por Una libre posición frente al he- aptos para crear/percibir la obra res-
sí mismo y a su entorno el sentido cho artístico, le permite al sujeto ge- ponsablemente y, derivado de ello,
de la vida y de la existencia huma- nerar todo tipo de movimientos, de para argumentar desde la acción
na. Tal vez esto pueda sonar dema- rupturas emocionales y cognoscitivas que cognitivamente estas otras nos
siado utópico, pero es la síntesis y, como producto, genera la más di- dictan (se dice algo sobre la obra; se
misma de la búsqueda esencial que fícil de las obras de arte: una perso- narra algo sobre la obra; se hace algo
hay detrás de cualquier arte y de nalidad clara, crítica, creativa; en desde la obra). A la par, estas ca-
cualquier filosofía. Enfrentar al últimas, y de forma por lo menos su- pacidades estarán en gran medida
hombre a sí mismo a través de la gestiva, lo que persigue cualquier sis- determinadas por las formas en que
representación, sugiere que la tema educativo. La génesis del valor en adelante, las sociedades esta-
problematización lo lleva a niveles y la configuración de la ética son blezcan lineamientos ideológicos
de pensamiento diferentes de los entonces productos del trabajo so- renovados sobre los parámetros es-
habituales, le impone otros ritmos, bre sí mismo, de la poética sobre la téticos de formación de sus ciuda-
otros escenarios, otras fuentes y dis- tragedia humana; el arte, mediante danos, es decir, dentro de un ámbito
tintas alternativas de comprensión; el cual, la obra artística pasa a con- claramente político.
por lo que a su vez, despliega sus vertirse en vivencia y, por lo tanto,
capacidades al máximo. Este des- se presenta como expresión de la En parte, la responsabilidad ac-
pliegue, en últimas, será el reflejo vida del hombre. tual sobre estos cambios estará con-
de nuestra condición y nuestro de- dicionada por las formas en que nos
seo permanente por abarcar la com- El arte entonces, se dirige a to- aproximemos a los productos del arte
prensión de la totalidad frente a lo dos. El arte es parte de todos. Y to- tanto propios como ajenos. Esta de-
cual, el arte se nos muestra (inclu- dos podemos de alguna manera, cisión demarca para el sujeto el paso
so como obra propia) mucho más trabajar por una poética personal de reiterativo de la potencia al acto, es
poderoso, pues le somos insuficien- existencia. Una vida hecha y senti- decir, condiciona y posibilita un

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efecto, una multiplicidad de conse- mueve los aspectos sensibles del es- más riesgosas, y que en coherencia
cuencias. Así, el “sí mismo” decide píritu y que orienta la dinámica del con fenómenos creativos suspenda la
arriesgarse en el fenómeno artístico ipse frente a diferentes cosmovi- necesidad de certeza por parte de
y se debate entonces entre el movi- siones, en últimas, en la ejecución quienes transmiten y reciben edu-
miento que le sugieren las obras e de una investigación continua so- cación institucionalizada. Por ello,
incluso también el reposo al que lo bre sí mismo. un enfoque conceptual basado en la
pueden llevar. idea de ciencia social performativa,
En consecuencia, la validez de puede abrir espacios a nuevas formas
Generar mecanismos de acción la creación de valores a través del de representación y de procedimien-
que propicien la reflexión de los in- arte, tal como se plantea en esta pro- tos didácticos centrados en la ac-
dividuos sobre sus formas de actuar y puesta, reside precisamente en el ción, que determina en cada sujeto
ser en el mundo, se constituye en una análisis fenoménico reflexivo sobre la instancia de formación y, en este
labor evidentemente educativa y per- la propia producción, en el deseo sentido, la constitución de nuevas for-
tinente, ya que es la educación el eje entendido como filosofía del existir, mas de conocimiento con sentido de
mediador que los grupos sociales del ser en el mundo. La realización la realidad donde se existe.
legitiman como ca-
talizadores de pro-
cesos culturales. Autoreferencia
y actitud
Ética-estética fenoménica:
en el contexto de otra mirada
una filosofía educa- performativa
tiva (Rodríguez, sobre la
2005), es pues una educación
nueva conceptuali-
zación del devenir Hablar sobre
ontológico de los “actitudes” en tér-
llamados sujetos. minos de investiga-
Implica la estruc- ción clásica, suele
turación de hombres Anónima: Pablo Escobar, Bogotá, 1993. llevar a diversas
llamados a re-cono- oposiciones y obje-
cerse, a conciliar con los demás, en de la misma permitiría generar ciones, debido principalmente a que
la posibilidad de disfrutar su pro- nuevas tendencias dentro de la in- nos enfrentamos necesariamente a
ducción humana, su interacción, de vestigación en el área de trabajo, “su falta de objetividad y rigor”, si
promover el sentido de justicia y la propiciar nuevas metodologías y acaso quieren considerarse como
convivencia en la creación y desa- medios de evaluación, en síntesis, elementos esenciales en cualquier
rrollo de su propia potencia (Spi- comenzaría a redefinir otro tipo de análisis 3 . No obstante, podemos
noza, 1980), articulada con la de pedagogía de lo ético desde el estu- aceptar que la actitud está ligada
los demás (encuentros y afecciones dio de los mecanismos y la natura- necesariamente a una emoción, a
alegres). leza estética del hombre. una afectación. Usualmente consi-
deramos actitudes “positivas” aque-
Por lo tanto, la creación artísti- A pesar de que diversos discur- llos comportamientos que confieren
ca, la expresión, el arte entendido sos tratan de encontrar en la forma- usos del lenguaje y conductas que
no como la obra del erudito sino ción artística alternativas para nos dan evidencia de armonías con
como la posibilidad de expresar-se afrontar problemáticas sociales como otros o con el ambiente. Resulta in-
en un contexto como una forma de el desplazamiento forzado, la violen- teresante anotar que las actitudes
reconocimiento, se convierte en una cia intrafamiliar, entre otros, no exis- son percibidas en primera instancia
herramienta eficaz para promover los te una línea teórica que le dé por un otro. Es decir, se habla de una
valores, en un mecanismo que pro- fundamento a prácticas educativas actitud de, en referencia con, frente

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a, etc., precisamente porque nos es Pero para que este camino “tenga co- de actitudes que dan cuenta de
más fácil identificarla como fruto de razón” –segundo orden–, es necesa- racionalidades, estéticas y éticas
la interacción que sostenemos con rio darse el lugar en el tiempo para (usos de poder/saber particulares).
otras personas, circunstancias o lu- habitar la actitud (Merlau-Ponty, Luego, podríamos aceptar que un
gares. El asunto está en que es pre- 1984), reconocer que ésta se cons- estudio de las actitudes puede
cisamente bajo estas interacciones truye como desarrollo de las poten- conducir (dentro de un campo de
en donde se establece la actitud cias (Spinoza, 1980), y que devienen investigación) a reconocer el mag-
como parte del fenómeno de la vida éstas en una acción particular. La ma fundamental donde los sujetos
social. Una vía probable para cohabitan, el cual determi-
estudiar la vida social la cons- na en suma otros niveles de
tituye la autorreferencia, la interacción de lo social (po-
posibilidad de generar inves- lítico/cultural/económico).
tigaciones de segundo orden
que de alguna forma puedan Esta última idea, lejos de
dar cuenta, entre otros aspec- ser un determinismo o un
tos, de las actitudes que se afán por “desconocer” las di-
movilizan. námicas de diferenciación o
los esquemas de repetición
En ello, la actitud defini- que persiguen el manteni-
rá las formas para determinar miento del statu quo y la
la posición, la extensión y la “seguridad del establecimien-
perdurabilidad (nótese el to”, entre otros, plantea pre-
carácter fisicalista de las cisamente el “camino de
palabras utilizadas). Esta vuelta” sobre el reconocimien-
emergencia de la afectación to de lo esencial antropológico
individual y social, le otorga antes del surgimiento u opre-
sentido último al elemento sión de cualquier estructura
instrumental, técnico del técnica-artefacto (producto
asunto (registros, procedi- de las relaciones de poder y
mientos). Esta última idea es dominación). Pues éstas per-
fundamental, si tenemos en duran precisamente gracias al
cuenta que como producto de alejamiento que mantiene el
la preocupación de las cien- sujeto de su propia condición
cias humanas y sociales por como humano (la estructura,
alcanzar el carácter de cien- los artefactos, las mímesis del
cia, el peso y las intenciones Jesús Abad Colorado: Serranía de San Lucas, Sur de Bolívar, 2000. lenguaje, etc. son apariencias
se han volcado sobre las for- que desdibujan la composición
mas correctas de hacer registros o actitud entonces tendrá un sinnú- natural, si se quiere, divina de lo hu-
diseños de procedimiento. mero de expresiones, de manifesta- mano), la tendencia a complacer sus
ciones, que se terminarán por necesidades exclusivamente desde lo
Estaría apareciendo aquí, otra confrontar en el campo de la inter- básico (en términos de pervivencia)
posibilidad metodológica de una subjetividad. Es finalmente en este construido artificialmente y no des-
alta complejidad que no se confor- campo donde tenemos indicadores de lo existencial.
ma con la “linealidad” de la estruc- sobre la naturaleza de nuestra acti-
tura formal: pregunta/objetivos/ tud, cada vez que ella aflora ante la La objeción inmediata a esta
metodología/resultados, sino con posibilidad concreta de la alteridad. idea podría ser esgrimida como si-
una forma de racionalidad distinta gue: “el hombre con hambre, con
para asumir la investigación, un ca- Así, las tensiones humanas se frío y esclavizado no da constancia
mino diferente (Castaneda, 1990). ponen en juego en un intercambio de sí, pues en estas condiciones

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¿qué identidad digna cabría?” En- finalidad, incluso si esta es la pro- ría esta la concepción de ciencia so-
tonces, ¿cómo puede esto resolver pia sumisión (De la Boetie, 1576). cial performativa utilizada aquí).
el problema? Primero, es necesario
reconocer en la objeción misma un De tal manera, el debate pro-
criterio lógico y tratar de descom- puesto y descrito a manera de Agenciar la actitud:
poner lo que implícitamente propo- ejemplo, entre unos estilos de pen- una forma de
ne o predica de la desigualdad y samiento u otro, y la filiación a cier- “embriaguez didáctica”
asimetría en términos de la compo- tas ideologías de base o la sincronía
sición de la sociedad: con autores, devienen en últimas Pero ¿cómo se articula dicha ac-
formas de desencuentro de las po- titud fenoménica en un cuerpo
a. El ser humano es incapaz has- tencias (que en términos de cons- metodológico? Aquí es importante
ta tanto no se le ofrece la po- trucción terminan por agotarse en involucrar la concepción de agencia-
sibilidad de pensarse en malas abstracciones y negación del miento. Un agenciamiento es una
comodidad. discurso otro), es decir, en la mani- invención (Deleuze, 1996). La in-
festación de encuentros tristes y la vención como artefacto, supone una
b. A la condición de equidad falta de encuentros alegres. manera de darle un cuerpo, ese cuer-
y libertad se llega luego de po puede, vibra, confiere potencia a
haber logrado la comodidad. Nótese aquí que frente a la ob- través de una actitud. La actitud
jeción, el papel del intelectual, del está dotada en este sentido de con-
c. La preocupación por el otro docente, del investigador, cambia, tenidos, expresiones y de territoria-
(núcleo en que se predica la pues no es un pensamiento/acción lidad. Gran parte de estos elementos
objeción) es ajena, luego se descontextualizado, sino todo lo con- se producen en el inconsciente, pero
habla de la experiencia des- trario. Un reconocimiento de la hu- no por ello estas producciones ne-
de afuera de ella, porque el mildad del saber y de la potencia cesariamente tienen un objeto o una
que está esclavizado no da imbricada en la formación, de la explicación psicoanalíticas. La pro-
constancia de ella. capacidad del acontecimiento como puesta de Deleuze precisamente
elemento trasgresor en las relacio- apunta a superar la mirada clínica
Estos elementos presuponen un nes constituidas dentro de los siste- de la pulsión deseante que busca
camino de no retorno, en la discu- mas sociales ya integrados en las asignar a estos contenidos de la ac-
sión acerca del horizonte actual de estructuras, porque lo que imprime titud, motivaciones ocultas y/o per-
las ciencias sociales. De un lado del la relación en el otro (que al igual versas como fruto de los desórdenes
debate estaría quien estima que los que uno experimenta sumisión de producidos por miedo a castracio-
cambios y transformaciones socia- diferentes órdenes) es la apertura nes o a instancias sexuales diver-
les deben ser de tipo estructural y posible a un espacio donde migrar, sas, entendidas exclusivamente
que, por el contrario, las visiones un mejoramiento de la potencia que como patológicas.
de pensamiento que recuperan o lo promueva, lo revolucione, a la bús-
proponen el protagonismo de las queda de un posible bien-estar, uno Por el contrario, el agencia-
personas en sus propias reivindica- que supla tanto las necesidades miento se enmarca dentro del reco-
ciones son de corte “posmoderno” existenciales como las elementales nocimiento de nuestra condición de
o derivadas de un pensamiento o básicas, un camino metodológico “máquinas deseantes”. El deseo, afir-
“light”; como si en torno a la bús- que se transita en diálogo consigo ma Deleuze (2005: 298), “es revolu-
queda de soluciones solo unas fue- mismo, con los demás... siempre cionario por naturaleza, porque
ran las más (y sospechosamente) acompañado. He aquí el carácter y construye otras máquinas que in-
adecuadas y totalmente neutrales. objeto de una disciplina social, con sertadas en el campo social, son
Y es precisamente en este aspecto, lo que superaríamos la tensión capaces de hacer saltar algo, de des-
neutralidad, que retornamos como planteada, otorgándole gran impor- plazar tejido social”. Es por ello que
el Ouroborus4 al origen de la ten- tancia a la actitud-acción como el ser deseante, el “conocer nues-
sión: las actitudes humanas no son mediación en un proceso de auto- tras formas maquínicas” puede fácil-
neutrales, buscan o tienen ya una rreferencia en dicha disciplina (se- mente suponernos en el umbral de

RODRÍGUEZ CUBEROS , E. G.: CIENCIA SOCIAL PERFORMAT I VA: ALCANCES DE UNA ALTERNAT I VA METODOLÓGICA N Ó M A D A S 151
la locura pues precisamente es “el Se antoja aquí la esencia de No obstante, en esa búsqueda de
loco” el que socialmente se sustrae una labor o función educativo-po- reconocimiento, las apuestas de va-
de la ley, el contrato y la institución lítica, pues es en la acción que lidación de los discursos sociales se
(Ibíd.). damos cuenta del logro de la dife- han centrado en tratar de emular el
renciación puesta en marcha. Su saber de lo científico natural en sus
Los diferentes agenciamientos evidencia, la forma en que notamos prácticas específicas: métodos, re-
son pasionales, son composiciones el ejercicio puesto en marcha, debe sultados, divulgación de los cono-
del desear, por lo tanto, en la ser algo muy parecido a la embria- cimientos, relaciones entre los
asignación de agenciamientos es po- guez, pues articulando con el pun- científicos y efectos de estas relacio-
sible “determinar los rasgos diferen- to anterior, la relación que debe nes sobre la sociedad, entre otros.
ciales bajo los cuales un elemento existir en la investigación en cuan-
pertenece formalmente a tal agen- to al objeto es de orden estético. Si De esto último podría decirse,
ciamiento más bien que a tal otro” esto lo aceptamos así, “la locura” ha resultado una amalgama de nue-
(Deleuze, 2000: 404). Valga la pena (Zwieg, 1996) constituye una entra- vos conocimientos que aún no en-
resaltar, como sabemos, que tanto el da, un agenciamiento, una crisis, cuentran la forma para, a mi juicio,
estudioso de lo social, como el resto un padecer propio del filosofar, que encajar en el espíritu de las disci-
de la sociedad, están actualmente termina por desplazar o permitir plinas humanas en el sentido total
inmersos, por decir lo menos, en la desplazamientos ulteriores en lo de la palabra. Es decir, se asiste a
lógica del establecimiento y el orden personal y lo social. una tecnificación constante del dis-
del modelo económico, este sí pato- curso y las prácticas y nos alejamos
lógicamente cínico. ¿Puede este ejercicio de agen- más de la connotación que tendrían
ciamiento funcionar como otro tipo esos saberes en la vida cotidiana,
Dentro de la lógica impuesta por de máquina que regule la fluctua- que incluye a unos “otros” huma-
el orden del capital, se dan “fugas” ción de estas “fugas”, que trate de nos y las relaciones que estos sus-
de diferentes agenciamientos que unificarlas en un todo parcial que criben con sus mundos naturales y
promueven las máquinas de guerra dé cuenta de la posibilidad de habi- artificiales.
individuales e institucionales. Este tar el mundo?
complejo de “esquizofrenias”, de Luego, la pregunta por el hori-
actitudes diversas, pero aún ajenas zonte metodológico se coloca, o se
a sí mismas, establecen el núcleo del Ciencias sociales en nos muestra, en un plano existencial.
conflicto social, y suponen el núcleo tensión, la salida La dificultad en el análisis social, en
del problema político. performativa su realización concreta, en las
miradas de “segundo orden”, en la
Es decir, parece que lo que está Podemos aceptar que tradicional- relación objeto/sujeto/objeto de es-
en juego es precisamente la eman- mente las ciencias sociales se han de- tudio, en la posibilidad de transfor-
cipación de las máquinas que por batido en la búsqueda de su estatuto mación de nuevas realidades, de
defecto constituimos como sujetos. a la luz de su sentido como ciencias. cambios sociales y todo lo demás,
Esta emancipación dada por la po- Los temas y problemas que trabajan o reposa en gran parte en la supera-
sibilidad de discernir en la “maqui- pretenden identificar con ánimos des- ción de un principio griego “cono-
naria propia y ajena” nos supone criptivos y transformadores cruzan lí- cerse a sí mismo”.
armas o herramientas (es éste un neas disciplinares; luego, ese conjunto
proceso de diferenciación) en tor- de saberes pasan y configuran al in- El hecho de que filósofos como
no a reconocer su sentido (proyec- vestigador social desde varios frentes: Merlau-Ponty, Spinoza, Nietzsche o
ción/introspección), sus vectores sociología, psicología, antropología, Bergson recuperaran la subjetivi-
(velocidad y gravedad), sus mode- filosofía, historia, etc. Hoy más que dad supone, creo, dejar de mani-
los (acciones libres/trabajo), sus ex- nunca, este cuerpo de conocimientos fiesto la angustia por conocer la
presiones (joyas, signos) y sus parece ofrecer herramientas para acer- amalgama, el lodoso encuentro con
afectos (finalidad, pasión deseante) carse a los objetos o a la realidad con el magma de lo humano, del sí mis-
(Ibíd.). otros sentidos. mo. El encuentro final, sin más

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fabulaciones, sin fantasmas, sin El análisis, el procedimiento, el violencia. El sometimiento es, de tal
nada más que la conciencia del in- método si se quiere, en ciencias suerte, perfecto.
consciente, de ese otro (acaso otros) sociales a partir de la apuesta por
que habita(n) en mí: subterfugios, conocer, tal vez no se dé fuera de Pero volvamos a caer de nuevo
placeres, pasiones, pulsiones, ale- sí, sino todo lo contrario. El pri- en la otra opción. El camino del mís-
grías y tristezas... un encuentro que mer nivel tendría que ver con la tico, fenoménico, el ejercicio de la
desequilibra, por supuesto, y que capacidad desarrollada individual- segunda forma de religión que pro-
apela al desarrollo de mis potencias mente para romper o atravesar las mueve al hombre a la libertad. Si se
para estructurar la economía ideal formas de pensamiento que han entiende que hay una materia, que
del yo que supondría a su vez la ar- hecho de cada quien lo que expre- manifiesta un tipo de energía tota-
monía con el mundo interior y sa. El ejercicio de introspección lizadora, el trabajo invita a recocer-
exterior... llevaría al abandono total de lo ya se en ella misma; aumentar la vitalidad
creído ¿con qué finalidad?, diría yo y tener conciencia de qué es aque-
Y en ello, los filó- llo, qué afecciones me
sofos y los artistas se lo hacen notar. Luego
juegan la misma exis- las acciones concretas y
tencia. Curiosamente, específicas procurarían
su experiencia cobra la experiencia de di-
el precio más alto: chas afecciones. Y bien,
trabajar, pensar y pro- ¿qué resulta probable-
poner en pro de otro mente de ello para la
tipo de humanidad, forma en que se “inves-
de otra conciencia, tiga” lo social? Pues di-
que al final “triste- ría que nada en sí
mente” los deja morir mismo como saber de la
en la soledad. inteligencia, más bien,
la afirmación de quien
La gran contradic- en su cotidiano logra
ción aquí expuesta, generar afectaciones y
implica precisamente Movilización indígena en reclamación de sus tierras, entrando a Bogotá, octubre 2008.
Cortesía de Juan Carlos Domínguez, El Tiempo.
experiencia de afeccio-
que en un acto de nes en otras personas.
“amor a la humanidad” se ofrezca en que para “alumbrar de nuevo” la
amor lo que se ha experimentado en experiencia de vida, superando lo “Todo conspira”, dice Bergson,
amor, ¿la muerte misma? ¿El sacrifi- que sembrado está en la concien- para alentar la interpretación falsa,
cio? ¿Éste es acaso el punto máximo cia, que en últimas, es voluntad las abstracciones inadecuadas de la
del místico? Ni renuncias, ni dia- de otros. realidad en el amor propio mal apli-
lécticas, ¿Sólo la muerte sin más? ¿La cado, el optimismo superficial, el
muerte sin afanes, sin nada que de- Afirmarse, entonces, es un reto desconocimiento de la verdadera
ber? ¿La muerte como pináculo fi- inmenso que a lo largo de las épo- naturaleza del progreso, y la tenden-
nal de todo lo hasta ahora cas ha sido el fundamento de todos cia a olvidar el principio que ya de
“revelado”? ¿Es esto signo de una ho- los conflictos, pues bien dice entrada nos mueve.
nestidad máxima, divina, no “salvar” Bergson (1962) que las sociedades
a nadie más que a mí? ¿Es egoísta solo pueden “verse con ánimo de Aquí de nuevo, se va abriendo
este sentimiento o, por el contrario, estudio” cuando están preparadas camino la mirada performativa que
es la summa expresiva del cuerpo para la guerra. El hombre, en con- se debería tener sobre lo social. La
que yace finalmente libre? ¿Testimo- sideración a la inteligencia, com- distinción entre lo abierto y lo
nio final, sin fatalidad, solamente la pleta la sociedad técnicamente, se cerrado, lo estático y lo dinámico,
tranquilidad de una vida vivida sin hace parte de ella y está listo “polí- la función fabuladora y la inteli-
remordimientos? ticamente” para el ejercicio de la gencia fabricadora, el temor y la

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vida mística, el frenesí y la dico- en: Santiago Castro-Gómez (ed.), La rees-
tomía, está dada por el camino de Bibliografía tructuración de las ciencias sociales en Amé-
rica Latina, Bogotá, Instituto Pensar.
la intuición. BEGUÉ, M., 2003, Paul Ricoeur: la poética REYES, O., 1999, La idea de conatus en
del sí mismo, Buenos Aires, Biblos. Spinoza, Lima, Carpe Diem.
Pues bien, el signo está por CASTANEDA, C., 1990, Las enseñanzas de RICOEUR, P., 2003, El conflicto de las inter-
develar-se5 . Este es pues el reto para Don Juan, México, Fondo de Cultura pretaciones, México, Fondo de cultura
una “investigación social performa- Económica. Económica.
tiva”. La emoción es personal, la CROCE, B., 1938, “¿Qué es el arte?”, en: RODRÍGUEZ, E., 2004, “FilosofArte. Un
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Buenos Aires, Paidós. ________, 2005, “Experiencia afectiva desde
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2 Las experiencias recolectadas en este Martin: una mirada desde la filosofía ex-
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MERLAU-PONTY, M., 1984, Fenomelogía Universidad Central – IESCO.
3 Este aspecto se profundiza en el texto
de la percepción, Madrid, Planeta. SLOTERDIJK, P., 2008, “Actio in distans.
de Zandra Pedraza (2000) “La educa-
Sobre los modos de formación telera-
ción sentimental y el descubrimiento de PEDRAZA, Zandra, 2000, “La educación sen- cional del mundo”, en: Nómadas, No. 28,
sí mismo”. timental y el descubrimiento de sí mismo”, Bogotá, Universidad Central – IESCO.
4 La mítica representación medieval de la SONTAG, S., 1966, Aproximación a Artaud,
serpiente que se devora a sí misma. Barcelona, Lumen.
5 Podría decirse que esto corresponde pre- SPINOZA, B., 1980, Ética demostrada según
cisamente a la duración en tanto esta nos orden geométrico, Barcelona, Orbis.
advierte de la posibilidad de “divinizar” TARKOVSKI, A., 2005, El arte como ansia
el trabajo social preparatorio del lengua- de lo ideal. Señal que cabalgamos, Bogotá,
je y el trabajo individual de fabricación Universidad Nacional de Colombia.
de patrones y modelos. Obrar sobre lo
ZWIEG, S., 1996, La lucha contra el demonio,
real requiere de “reposos” que dan cuen- París, La Pochotéque.
ta de lo esencial.

154 N Ó M A D A S NO. 29. OCTUBRE 2008. UNIVERSIDAD CENTRAL – COLOMBIA


LAS
ILUSTRACIONES
A G R A D E C I M I E N T O S

• Nereo López
• Sandra Patricia Fernández
• Universidad Nacional de Colombia,
Fondo Jorge Eliécer Gaitán,
Archivo Central e Histórico
• Periódico El Tiempo
• Museo Nacional de Colombia
• Hernán Díaz
• Abdu Eljaiek
• Jesús Abad Colorado
• José Vicente Piñeros
• Fernando Urbina
• Juan de Dios Varela
• José Fernando Pineda
• Mario Lewis Morgan
• David Lozano
• Eduardo Arcila
• Ecopetrol
• Fondo Cultural Cafetero

RODRÍGUEZ CUBEROS , E. G.: CIENCIA SOCIAL PERFORMAT I VA: ALCANCES DE UNA ALTERNAT I VA METODOLÓGICA N Ó M A D A S 155

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