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CIENCIA JURIDICA O DOGMATICA DEL DERECHO

Acerca del Derecho, de la vaguedad del término, o de la complejidad


de contenidos atribuibles al vocablo mucho se ha dicho, afirmándose
o negándose su carácter científico, e incluso empleando una
diversidad de términos para designar la ciencia jurídica y aún cuando
no pretendo hacer un exhaustivo estudio acerca de la ciencia, si me
he propuesto mostrar algunas posiciones doctrinales relevantes
acerca del Derecho y su carácter dogmático, en correspondencia con
el concepto que se tiene acerca de qué es, consecuencia de lo cual se
admiten ciertas formas de manifestación o fuentes para su aplicación.

No obstante debo decir para aquellos que quieran profundizar más en


el tema, que acerca de su cientificidad se han pronunciado múltiples
autores. Publicaron acerca de la Ciencia del Derecho, autores tales
como: Vico-1725, Wolf-1740, Kant-1797, Savigny-1802-1840, Comte-
1830 y Kirchmann, 1848, por citar algunos ejemplos, y en la pasada
centuria, fueron relevantes: Kantorowicz-1906, Radbruch-1910,
Stammler-1911 y 1928, Geny-1914, Kelsen-1934, Bobbio-1948 y ss,
Larenz- 1960, Ross- 1972, Alchourrón y Bulygin, 1971- 1974 y ss, Raz,
1975 y ss, Calsamiglia,-1980, Peces Barba.-1983, Díaz-1984, de
Lucas, 1994 y ss, Latorre-1997, Atienza-1985-1997.. En América,
entre los principales exponentes: Cardozo-1928, Recaséns Sichés-
1945 y ss, C.Cossio, 1947 y ss, Dourado de Gusmao-1952,
Bustamante-1953, Vernengo-1988 y más recientemente, Nino en
1993

Para referirse a la ciencia del derecho, se han empleado términos


tales como teoría jurídica, haciendo referencia a elucubraciones
doctrinales, o dogmática jurídica para designar una particular
modalidad de teorización resultado de posiciones positivistas, y
hasta el de Jurisprudencia por considerar que la actividad judicial es
científica y limitando el alcance de la Ciencia del Derecho a este
estrecho círculo de razonamientos, o método jurídico, para significar
su relación con la determinación de la forma de alcanzar un objetivo
planteado.

Aunque por delimitación propia de nuestros propósitos utilizaremos


indistintamente la forma de nombrar a la Ciencia del Derecho, nos
parece lógico pensar que cuando queremos llegar a algún lugar,
debemos elegir el modo de llegar, o sea el modo de alcanzar nuestro
objetivo, y el modo de alcanzar dicho objetivo estará sujeto de
manera racional a la forma que tendremos que elegir para lograrlo.
“En las ciencias o adquisición de los conocimientos sucede
algo similar: son los objetos de un saber los que deciden el
método (camino) adecuado para su conocimiento”i. Por eso
nunca he podido comprender como algunos quieren pretender llegar
al conocimiento del derecho penal sin utilizar, a sabiendas de que
este es una rama del saber jurídico, un método jurídico, cuyo método
servirá como veremos para la interpretación de la ley penal, para
transitar el camino hacia el objeto de estudio. De ahí que del análisis,
interpretación y comprensión de los textos legales se encargue el
método jurídico o la dogmática jurídica, en nuestro caso delimitada al
campo de lo penal.

En todo caso, si el saber jurídico tiene como objetivo primordial el de


orientar las decisiones de la jurisdicción de un modo racional y
previsible y no solo logra dicho objetivo al través del análisis
gramatical de las leyes, ya que solo proporcionará datos aislados, o
bien recogiendo datos históricos o genealógicos de donde proviene la
norma, habrá que recurrir a ese mencionado método que permita
además formular una construcción explicativa del objeto de estudio.

Para los fines de este trabajo, entenderemos por dogmática del


derecho aquella parte del estudio del derecho que tiene como objeto
de estudio al derecho positivo. A su vez, el derecho positivo es un
sistema de mandatos establecidos por el hombre mediante actos de
voluntad, dirigidos a los hombres dotados de coacción organizada, y
que en general resultan eficaces o efectivos. Por lo tanto el derecho
positivo se concibe como un sistema de normas jurídicas.

Mientras que la teoría pura del derecho pretende ser una teoría
dirigida a la dogmática del derecho positivo, a la que solo le interesa
reflejar su objeto, no así valorarlo, o sea, que una investigación de
carácter jurídico dogmática concibe el problema jurídico desde una
perspectiva estrictamente formalista, descontando todo elemento
fáctico o real que se relacione con la institución o especie legislativa.
Su cometido básico será el de interpretar el derecho objetivo, formal.
Es por esta razón que la mayoría de tratadistas afirman que, la teoría
pura del derecho quiere ser una teoría general del derecho positivo,
lo que significa que no pretende ser una teoría de un ordenamiento
jurídico especifico, aunque su material de estudio pueda consistir en
uno o en más de un ordenamiento jurídico positivo, sin que su objeto
deje de ser el mismo: el estudio del derecho positivo.

Tenemos entonces que, la dogmática jurídica pretende ser un


sistema capaz de proporcionar las hipótesis y conceptos necesarios
para lograr el fin buscado, que no es otra cosa sino que la descripción
del derecho positivo; sin embargo, la dogmatica jurídica, no se limita
a la mera clasificación de los fenómenos constitutivos del derecho
positivo, sino que los explica formulando hipótesis y teorías; ya que,
al estudiar los fenómenos que le dan estructura al derecho positivo,
los descompone para ver claramente sus elementos integrantes y sus
interdependencias y la forma en que estos se relacionan. Pero esta
división la hace en función de que no se pierda la visión de totalidad
del objeto estudiado en razón de la pretensión de universalización de
los conceptos y en especial porque pretende una sistematización de
su objeto de estudios, y como sistema científico no puede estar
constituido de informaciones inconexas, sino un de ideas conectadas
entre sí de un modo lógico.

Por eso, la dogmática jurídica es entendida como un método. De


manera que, partiendo de la base definiremos al Método Dogmático
en su terminología básica como método (del griego “methodos”):
literalmente como el camino hacia algo. En su sentido más general
como medio de conseguir un fin, actividad ordenada de un modo
determinado. De suerte que en el proceso de desarrollo del
conocimiento se elaboran principios generales del pensamiento tales
como la inducción, deducción, análisis, síntesis, analogía,
comparación. Por otra parte tendríamos que en relación al dogma (del
griego “dogma”) su significado fundamental es el de doctrina, o más
exactamente doctrina fijada, o sea, que el método dogmático no es
más que el medio de obtener la doctrina fijada en torno al objeto de
estudio del derecho positivo.

Así mismo, la palabra "método" tanto en griego (méthodos) como en


latín (methodus) alude al camino, que se puede entender, en sentido
figurado como lo hemos indicado, como el sendero o vía que lleva a
algún lugar. La definición que recoge el Diccionario de uso del
español de María Moliner (1996) es coherente con estas raíces
clásicas, ya que define método como "la manera sistemática de hacer
cierta cosa". Por tanto, cuando se procede de modo metódico al
aproximarse a lo que se pretende estudiar o entender, se ordenan
sistemáticamente actividades, pasos, tareas, procedimientos, que a la
postre darían como resultado pronunciamientos teóricos sobre la
parte de la realidad que está bajo estudio.

Entonces, si intentáramos esbozar conceptualmente lo que sería el


método dogmático podríamos decir que sería aquella actividad
ordenada dentro de la investigación jurídica encaminada al estudio e
investigación de la doctrina con la finalidad de realizar abstracciones
en base a instrumentos lógicos, inducción, deducción, análisis,
síntesis, analogía, comparación…, con la finalidad de pulir los aportes
de los juristas o lo que aparece en el campo normativo, estudiar las
instituciones del Derecho con la finalidad de realizar construcciones
correctamente estructuradas y proponerlas para su utilización.

Es por tanto claro que el concepto método en sentido general, es el


camino para alcanzar cierto fin, o el procedimiento utilizado para
tratar un conjunto de problemas. En el terreno científico será un
camino definido por unas reglas que utilizamos para el
descubrimiento de una verdad que nos hemos planteado. Podemos
delimitar aún más esta idea y definir el método científico como el
conjunto de procedimientos de investigación de conceptos, teorías y
principios de razonamiento utilizados en una parte concreta del
conocimiento humano, y cuando esta parte concreta de conocimiento
se refiere a la dogmática jurídica el método no será otro que el
método dogmático.

Ya Savigny, guiado por los albores de la sistematización del derecho,


específicamente por la labor desarrollada por los glosadores
romanos, pulió los conceptos utilizados por los jurisconsultos
romanos, tratando de buscar su exacta definición para así fijar y
determinar sus elementos integrantes, lo que a nuestro modo de ver
fue el primer intento de abstracción del método. Se trataba de
utilizar la abstracción y la generalización como instrumentos lógicos,
que permitieran entresacar del material legislativo las instituciones,
construyéndolas correctamente y sistematizándolas, y, así mismo,
abstraer las doctrinas generales.

Sevigny, en su obra Metodología Jurídica desarrolla la investigación


del estudio de la dogmática jurídica o Ciencia Jurídica o
Jurisprudencia, abordando para ello, las normas de elaboración
absoluta de esta ciencia, enunciando tres de ellas: la filológica (o del
estudio interpretativo literario de la legislación y principios jurídicos),
la histórica (o de la investigación de las diversas formas de legislación
de una misma situación a través del tiempo) y la sistemática (que
trata del ordenamiento de la legislación entre sí y su conexión con el
sistema jurídico general)ii.

Para este autor, toda ley debe expresar un pensamiento en forma tal
que valga como norma. Quien interprete, pues, una ley, debe analizar
el pensamiento contenido en la ley, debe investigar el contenido de la
ley. Interpretación es lo primero: reconstrucción del contenido de la
ley. El intérprete debe colocarse en el punto de vista del legislador y
producir así artificialmente su pensamiento. Esta interpretación no es
posible sino por una triple composición de la tarea. La interpretación
debe tener, por tanto, una constitución triple: lógica, gramática e
histórica. Las dos primeras son consideradas como clases de
interpretación, pero incorrectamente, pues todas deben estar así
concebidasiii, así comenzaba a formularse la metodología dogmática.

Resulta oportuno admitir que el método dogmático, o como lo


denominan algunos: conceptualismo e institucionalismo, se desarrolló
a partir de la pandectística alemana, la cual inició su labor
reconstructiva de las instituciones jurídicas romanas hecha por los
glosadores; no obstante, fue Winsheid, quien delineó
metodológicamente este movimiento, al considerar que el derecho
estaba conformado por instituciones. El Derecho estaría así
conformado por instituciones que podían ser explicadas por el método
dogmático en términos jurídicos, sin tener que apelar a
consideraciones políticas, ideológicas o éticas. De ahí, el que los
tratados de Derecho Civil o Penal por lo general recurran al método
dogmático.
Sin embargo, no es sino a partir del siglo XIX, que se propone de
manera formal y científica una formula para alcanzar los objetivos de
aprensión del saber jurídico, con el objeto de llegar hacia nuestro fin,
es así como nace propiamente dicho el método dogmático, o la
dogmática jurídica, la que en principio fue planteada por Rudolf von
Jhering, para el estudio del derecho privado y de allí paso al resto del
saber jurídico.

Es a partir de Jherring, como hemos dicho, que se inicia la


concepción formal de un método idóneo para adquirir el saber
jurídico: el método dogmático o la dogmática jurídica, hoy en día, lo
comprendemos como la forma de adquirir los saberes jurídicos, cuyo
objeto es el estudio del derecho positivo. A su vez, el derecho positivo
es un sistema de mandatos establecidos por el hombre mediante
actos de voluntad, dirigidos a los hombres dotados de coacción
organizada, y que en general resultan eficaces o efectivos. Por lo
tanto el derecho positivo se concibe como un sistema de normas
jurídicas.

O sea, que al decir del maestro Zaffarony, “el método jurídico de


interpretación de textos, existe desde que aparece el saber jurídico,
con las universidades, y fue desarrollado primero por los glosadores,
luego por los posglosadores y los prácticos, y también por los autores
liberales de la primera mitad del siglo XIX. Con Jhering adquiere
precisión metodológica, se lo formula de modo expreso, se lo enuncia
y se fijan sus reglas, pero ya antes se lo aplicaba, aunque con menor
rigor y contradicciones. El saber jurídico penal tiene casi mil años, es
contemporáneo a la llamada recepción del derecho romano y en
modo alguno una creación del siglo XIXiv.

En conclusión, el método dogmático o la doctrina dogmática, es la


técnica jurídica que constituye la piedra angular para el estudio del
derecho, por cuya causa es esencialmente la inteligencia del
Derecho, consiste en la investigación de los principios generales y de
los denominados dogmas jurídicos, es decir los principios técnicos
explicativos de los singulares institutos jurídicos cuya finalidad es
ayudar al intérprete a entender los institutos jurídicos, y el fin práctico
hacer posible la organización sistémica y la explicación de las
normas, o sea que el fin ulterior de las ciencias jurídicas es el estudio
metódico de las normas, esto es, del deber ser. Entonces, como el
derecho positivo es objeto de estudio de la dogmática jurídica, y este
a su vez está estructurado como un sistema de normas que han sido
el producto de esa dogmatica, el objeto principal de estudio del
derecho positivo será el estudio del concepto de norma y en especial
de norma jurídica.

Ahora bien, aunque el saber jurídico pretende orientar las decisiones


de la jurisdicción, de modo racional y previsible, siempre lo hará para
que esas decisiones tengan cierto sentido y objetivo político. Esto es
inevitable en el fenómeno jurídico, porque los actos de los jueces son
actos de gobierno y, por ende, actos políticos, por lo que la utilidad
del método dogmático y del sistema que con él se construye en aras
del fortalecimiento del estado de derecho, va a depender de la
teleología política del sistema, o sea del objetivo político que la
oriente y en esa misma medida se fortalecerán o debilitaran las
normas.
i
Zaffaroni, Eugenio Raúl; Alejandro Alagia y Alejandro Slokcar. Manual de Derecho Penal; Parte General, 1ra. Ed.-
Buenos Aires: Ediar, 2005, Segunda Reimpresión Corregida, Sociedad Anónima editora, Comercial, Industrial
Financiera
ii
SAVIGNY, Friedrich Karl Von, Metodología Jurídica, Ediciones Depalma, Buenos Aires, traducción de J.J. Santa-
Pinter, Argentina 1994, pp. 12-13.
iii
Ídem, pp 14-15
iv
ídem, página 70.

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