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Academia San Sebastián Mártit

San Sebastián, PR

La talla de
santos:
¿arte o
artesanía?
Herlyn Del Valle Ramos
Sra. Hernández
7-2

Introducción

La talla de santos ha sido una parte importante de la cultura puertorriqueña. Está actividad fue
traída a Puerto Rico por los españoles en el siglo XVI y su influencia católica. Desde entonces este arte
ha evolucionado mucho. Comenzó como una forma económica de poseer estatuillas de santos para los
altares que los puertorriqueños tenían en sus hogares. Luego con la llegada de los Americanos, la
religión católica se fue desplazando por la protestante, y las estatuillas de santos perdieron su
popularidad. En estos tiempos la talla de santos contituye una de las artesanías de colección entre los
puertorriqueños y turista que vienen a la isla.
Indice

Transfondo histórico de fines del siglo XVII y XIX


¿Cómo, cuando y porqué aparecen las imagenes de los santos puestorriqueños?
Materiales, técnicas y características generales de las imágenes
Estilos de santos
¿Qué representaban los santos para el puertorriqueño de los siglos XVII y XIX?
Los santeros y sus creaciones:
Grupo Cabán
Grupo Arce
Grupo “los cacheteros de Lares”
Los santeros del siglo XX
Comparar las diferentes imágenes con las españolas.
Láminas
Conclusión
I. Transfondo histórico de fines del siglo XVII y XIX
II. ¿Cómo, cuando y porqué aparecen las imagenes de los santos puestorriqueños?

En nuestra Isla, la talla de santos surgió en el siglo dieciséis, luego de la colonización del nuevo mundo
por los españoles, y es una de las costumbres y tradiciones artísticas más antiguas que aún se practica
en Puerto Rico.
Tallar Santos era la mejor forma de te-nerlos “de cuerpo presente” para facilitar la divulgación del
catolicismo al tener el estímulo visual. Este arte fue acogido dada la necesidad religiosa del culto que
tenían nuestros campesinos con el fortalecimiento del catolicismo. Se convirtió en una manifestación
principal, reflejo del gran fervor religioso del jíbaro, valorando ser el dueño de una imagen tallada la
cual era colocada en un lugar especial de su hogar.

En el siglo XVl surgió la talla de santos en todo el nuevo mundo colonizado por los españoles desde el
sudeste de los Estados Unidos hasta la Patagonia. Mas tarde desapareció de todos estos lugares , no así
en Puerto Rico donde se continuó practicando este arte de pueblo. Puerto Rico es el único lugar de Las
Antillas donde se llevó a cabo la talla de santos y donde aún se practica

La talla de imágenes de santos ponen de relieve la imaginería popular cuyos orígenes se remontan a los
primeros años de la conquista española. Se establecieron así en Puerto Rico las costumbres y
tradiciones del pueblo español dando comienzo a la talla de santos. Es un arte derivado de la
experiencia, arte del pueblo que solo puede entenderse en sus propios términos y conceptos,
relacionado con las necesidades de culto de nuestros campesinos.
Con las dificultades de transportación resultaba casi imposible transportar imágenes del viejo mundo.
Por ese motivo, se comenzaron a tallar las imágenes en América, como necesidad religiosa, tanto para
tener de cuerpo presente al santo como para demostrar a los indígenas cuáles eran los dioses del
conquistador, obras que facilitaban la divulgación del catolicismo al tener el estímulo visual. Las artes
populares en Puerto Rico constituyen uno de los principales aspectos de la cultura nacional. Es a través
del arte popular que podemos percatarnos de los diferentes orígenes étnicos y culturales que al fundirse
dieron origen al desarrollo de la cultura puertorriqueña. La talla de santos en madera constituye la única
expresón artística del folklore religioso puertorriqueño.
Para el siglo XVll los habitantes de Puerto Rico vivían en total aislamiento y la población continuaba
aumentando. Eran gente rústica, humildes y visitaban el pueblo en ocasiones especiales como los
domingos para visitar la iglesia y durante las Fiestas Patronales, cuando vestían sus mejores ropas. En
sus casas acostumbraban tener un pequeño altar con los santos de su preferencia fabricados en rústicas
tallas en madera.

Con el catolicismo los españoles introducen el cultuo a las imágenes y se produjo alguna imaginería,
costumbre que bien encuadraba con la idolatría indígena. Después de la elaboración del santo la
manifestación principal del gran fervor religioso del jíbaro era el ser dueño de una imagen tallada en
madera , conocida como santo de bulto la cual era colocada en un lugar especial de su hogar.
III. Materiales, técnicas y características generales de las imágenes

Al principio estas tallas se realizaban en madera del país las cuales eran resistentes y duraderas.
También eran maderas relativamente fáciles de trabajar tales como el capá, guayacán, ausubo, caobilla,
aceitillo , cedro, haya y roble pero con el tiempo se comenzaron a utilizar maderas importadas las
cuales eran susceptibles a la polilla, lo cual dió lugar a que muchas de las imágenes aparecieron luego
apolilladas , debido a las condiciones de nuestro clima tropical.
Generalmente la cabeza, el cuerpo y el ropaje , se esculpian en una sola pieza . Las partes que requerian
una talla mas delicada , como las manos, la base, la figura del Niño Jesus, los símbolos y demás
complementos del santo eran tallados por separado, y luego ajustadas al bloque principal , atorugado o
enclavijando la parte tallada por separado al cuerpo de la imágen y en ocasiones con la ayuda de
clavos.

En algunas de las tallas, una vez tallada la imagen, en ocasiones, se cubría con ua capa de yeso lo cual
le daba un aspecto mas pulido. Luego se cubrian con pintura, terminándola a veces con una mano de
barniz. Las que se tallan hoy no estan hechas con tanto cuidado y se les aplica la pintura directamente a
la madera.
IV. Estilos de santos

Podemos clasificar los estilos de los santos de Puerto Rico en los siguientes tres grupos, aunque existen
tallas de caracteristicas mixtas.

1. Estilo Colonial.

Es el estilo mas antiguo con influencia del barroco espanol. Las figuras de este estilo tienen
naturalidad, son tallas realistas , de aspecto sencillo y delicado que muestran la labor de un artesano de
sensibilidad. El cuerpo es esbelto y descansa sobre una pierna, dejando la otra un poco doblada. Las
facciones son delicadas , las vestiduras acusan la forma del cuerpo , con dobleces irregulares. Todos los
pormenores estan cuidadosamente trabajados. El aspecto general es sereno y delicado. Los santos casi
siempre tienen cubiertas de yeso y otras capas de pintura que por lo general se hallan en los pueblos
mas antiguos de la isla. Este estilo parece recordar tallas de los imágeneros andaluces. Ciertos temas no
estan representados en este estilo y si en el autóctono y el primitivo. Bajo este grupo pueden agruparse
y se han podido documentar los santos del grupo de la familia Espada de San Germán y algunos del
grupo de la familia Rivera de los pueblos de Orocovis, Corozal y Morovis.

2. Estilo Autóctono.

Estilo con carácter propio , aunque delata algo del arte gótico de la época medieval europea. Muestra
personalidad isleña , creada por el ambiente y por nuestras circunstancias históricas . Se nota esto en la
combinación de colores, los adornos, la vestimenta y los rasgos fisionómiccos. Las tallas son sólidas ,
estilizadas y muy rígidas . Las proporciones del cuerpo son caprichosas . La vestimenta no acusa la
forma del cuerpo , parecen haber sido puestas para decorar y no para vestir la figura. No muestra este
estilo muchos detalles. Raras veces su contorno se muestra suavizado, la cabeza un poco inclinada con
cierta flexibilidad en la figura que aunque le imprime cierta delicadeza , nunca es bastante para darle
naturalidad. A este estilo autóctono corresponde la mayor parte de la imaginería puertorriquena ,
representada mayormente por los grupos Cabán, Arce, Cachetones, gran parte de los del grupo Rivera,
los de Pedro Ramos, Rafael Rosas, Benigno Soto, Jesús Crespo. Juan Muniz, Norberto Cedeño, y
Carlos Vázquez.
3. Estilo Ingenuo.

Aunque este grupo tiene rasgos del autóctono se pueden clasificar por separado ya que en las tallas de
este estilo la estilización es mucho menos pronunciada. No reflejan emoción alguna, son inexpresivos,
no muestran tristeza ni alegría, no son ni imposibles ni apasionados. Podemos evocar en estas tallas un
estilo casi infantil. En este grupo puede incluirse la obra de Zoilo Cajigas, Claudio Pacheco y Ramón
García cuya obra se produjo en el siglo XX. Mas recientemente se incluye en este grupo a Ceferino
Calderón del pueblo de Morovis.
V. ¿Qué representaban los santos para el puertorriqueño de los siglos XVII y XIX?

Durante los primeros tres siglos de régimen español, la Isla vivió los efectos de las políticas coloniales
de España y del desinterés por el comercio con la Isla de los monopolios de Sevilla y Cádiz. Como
consecuencia del desamparo oficial, la Isla padeció un grave aislamiento y su población se mantuvo
escasa, pobre y dispersa. A estas condiciones se añadía el paso destructivo de huracanes y epidemias y
la continua presencia de enfermedades tropicales. Estas condiciones eran desfavorables a la presencia
del clero católico y al mantenimiento de la doctrina católica en la población. Pero en lugar de perder su
religiosidad, los jíbaros se aferraron a su fe, sólo que de una manera adaptada a sus necesidades y
experiencias. Fue en estas circunstancias que evolucionó y floreció la talla de santos de palo en la Isla y
que los humildes talladores se volvieron diestros artistas que ponían en juego su creatividad para crear,
con las rudimentarias herramientas a su alcance, las imágenes de la veneración campesina.
De acuerdo, con los historiadores, originalmente, los santitos fueron tallados para los altares que se
tenían en las casas pero como las figuras importadas eran costosas, empezaron a tallarlas ellos mismos
utilizando la madera local.
El siglo 19 acarreó cambios significativos en la población puertorriqueña. Desde principios de este
siglo Puerto Rico recibe el impacto de grandes oleadas migratorias. La primera de éstas se produce
cuando los esclavos de la colonia francesa en Haití se sublevan y parte de la población blanca de esa
isla busca refugio en nuestras playas. Algo similar ocurre desde 1810 cuando inician las guerras de
independencia latinoamericanas y una parte de los desplazados se asila en la Isla. Del otro lado del
Atlántico, al concluir las guerras contra Napoleón, llegaron españoles, franceses, corzos, irlandeses,
ingleses y alemanes cobijados por la política oficial de España que favorecía la inmigración de
personas de la fe católica. Los inmigrantes no sólo contribuyeron a un aumento poblacional sin
precedente, sino que también aportaron capitales y tecnologías que estimularon la producción y el
comercio. Estas condiciones beneficiaron aún más la talla de santos mediante la incorporación de
mejores utensilios, materiales y técnicas en su confección, y la expansión del mercado de objetos
religiosos. Al cerrar el siglo 19, la mayoría de los creyentes adquirían las imágenes de su veneración
diaria de los artesanos de su pueblo.

VI. Los santeros y sus creaciones: Grupos Caban, Arce y los Cachetones de Lares
VII. Los santeros del siglo XX
El siglo 20 trajo consigo cambios dramáticos en la cultura religiosa de la Isla. En 1898, tras la derrota
de España en la Guerra Hispanoamericana, Puerto Rico se convirtió en un territorio de Estados Unidos,
condición que prevalece al día de hoy. Hasta esa fecha la Iglesia Católica predominaba en la Isla por
ser la religión oficial del estado español y por lo tanto del gobierno colonial de Puerto Rico. Pero el
cambio de soberanía hace que la Iglesia Católica pierda el monopolio religioso que mantuvo durante
cuatrocientos años y abre espacios al proselitismo de la fe protestante que llega con la nueva soberanía.

Al iniciar el siglo 20, cientos de misioneros protestantes recorrieron la Isla para lograr conversos a la
religión dominante en Estados Unidos. El éxito de la campaña de conversión religiosa debilitó la
veneración y la talla de santos y muchos santos de palo fueron destruidos. De acuerdo a Doreen Colón
Camacho: “A partir del cambio de soberanía (1898), el culto y la talla de santos experimentó una
transformación que fluctuó desde el desprecio desatinado de sus funciones religiosas, lo que por algún
tiempo significó la destrucción de muchas piezas en las quemas celebradas por los nuevos conversos
al protestantismo; hasta llegar a ser, mediante la revalorización, no ya religiosa sino histórica,
antropológica, sociológica y artística, un objeto de veneración cultural y de mercadeo.”

VIII. Comparar las diferentes imágenes con las españolas


Láminas
Teodoro Vidal
Conclusión

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