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Manual de Visitación

Guía que acompaña al Manual del Evento RED 2006

Por
Shawn Boonstra

Traducido por
Alberto Novell

©2005 Está Escrito Televisión. Todos los derechos están reservados.

La publicación o reutilización del contenido de esta publicación sin la autorización por escrito de los
titulares del copyright está estrictamente prohibida.

Todas las citas bíblicas fueron tomadas de la Versión Reina-Valera 1960, a menos que se indique otra
versión. Se utilizan con permiso. Todos los derechos están reservado
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Introducción

La visitación es la clave del éxito de toda campaña de evangelización. Si no se realiza una


visitación organizada, habrán pocas decisiones en favor de Cristo. Este es uno de los programas
que se deben planear bien.

Sugiero enfáticamente que la comisión de visitación sea bien entrenada, utilizando materiales
tales como Light Your World For God.

También sugiero que la comisión de visitación se forme con mucho cuidado. Es esencial que la
iglesia sea representada ante los hogares de la comunidad por las personas adecuadas. Deben
tener buenas maneras, equilibrio, compromiso cristiano y una buena comprensión de nuestro
mensaje junto con un carácter amable. No se debería elegir a los que suelen involucrarse en
discusiones doctrinales, o no comprenden la importancia de las doctrinas adventistas clave. En
otras palabras, no se debería elegir a los que se encuentran en los extremos del espectro doctrinal,
sean liberales o conservadores.

Muchos de los que se nombren para la comisión de visitación tendrán temor de interactuar con
las personas de la comunidad. Asegúreles que la mayoría de las personas no les harán preguntas
complejas, y que si las hicieran, no hay problema en admitir que uno no sabe la respuesta. Es
más importante ser amable y afectuoso que ser un sabelotodo de religión. En realidad, muchos se
están cansando un poco de los sabelotodos religiosos.

Por lo tanto, lo que sigue es una estrategia sugerente para la visitación de éxito.

Realice una reunión inicial de organización

Reúna al equipo para discutir la estrategia con varias semanas de anticipación al comienzo de las
reuniones. Consiga un mapa grande de la ciudad y marque la ubicación de los códigos postales. También
es útil marcar las zonas correspondientes a los prefijos telefónicos (por ejemplo, dónde están los números
723-####.) Será útil para identificar a los interesados cuando comiencen las reuniones.

Asegúrese de que el coordinador de del archivo de interesados está familiarizado con el software de
seguimiento y entregue algunos informes de muestra a la comisión de visitación, para que sepan de qué
se trata.

Si está realizando una campaña con varias iglesias, asegúrese de que hay representantes de todas las
congregaciones. Hagan un pacto entre los miembros del grupo de que durante el programa de visitación
estarán más preocupados por la salvación de las personas que con el tema de a qué iglesia pertenecerán.
Descubrirán que muchas personas preferirán cruzar de una punta de la ciudad a otra para asistir a la
iglesia en la que se sintieron más cómodas. No es sabio forzarlas a asistir a otra congregación.
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La primera reunión después de la noche inaugural

El lunes siguiente (si es posible), o inmediatamente después de la noche inaugural, debe tener la primera
reunión con el equipo de visitación. En esa reunión, el coordinador de comisión leerá en voz alta todos los
nombres de la base de datos de los interesados. Debería haber una hojita de papel con los datos
completos de cada persona: nombre, dirección, teléfono, y registros de asistencia y decisiones. Sé que
esto es un poco monótono y que puede demandar unas dos horas cuando hay buena asistencia, pero es
un punto clave.

¿Por qué? A medida que se leen los nombres en voz alta, los que conocen a alguien deben mencionarlo
de inmediato. Es posible que, por conocer al candidato, sean la persona indicada para visitarlo. Entregue
la hoja a la persona que reconoce el nombre (pero asegúrese de quedar con una copia para el registro
general.)

Cuando le asigne un nombre a un visitador, tome registro de quién recibe el nombre. Es importante llevar
un registro de qué interesados se le asignan a qué visitadores, para mantener un control y tener la
seguridad de que todas las personas recibirán una buena atención.

Si nadie conoce a un nombre, se le asignará a un visitador basándose en la geografía. Para acelerar el


proceso, lea el nombre y la dirección o el código postal. Si nadie conoce el nombre, se le entregará a la
persona que viva más cerca del interesado.

Asegúrese de que todos los nombres son asignados a un visitador. No querrá que nadie quede sin recibir
atención.

Las primeras visitas

En términos generales y por muchas razones, es mejor visitar en parejas:

• En este mundo pecaminoso, hay números que nos dan seguridad. Nadie debería tener
que enfrentar solo una situación desagradable en un hogar extraño.
• Mientras que una de las personas dirige la conversación, la otra debe estar en oración
constante.
• Dos cabezas piensan mejor que una. Cuando la persona a la que se le asignó la visita
queda cortada, el otro puede surgir con una ráfaga de inspiración.
• Es más entretenido visitar en compañía, y a los que se ponen un poco nerviosos, una
segunda persona puede darles ánimo.

Siempre que sea posible, tome como norma que las mujeres visiten a las mujeres y los hombres a los
hombres. ¿Por qué?
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• A una mujer le puede resultar incómodo que la visiten dos varones en presencia de su
esposo que no está asistiendo a las reuniones o es hostil a la religión.
• Es más probable que se desarrolle una amistad significativa entre dos personas del
mismo sexo.
• En nuestro mundo pecaminoso, es sabio, siempre que sea posible, que no se realicen
visitas privadas a personas del sexo opuesto.

La primera visita no debería ser ni muy larga ni intimidante. Su objetivo no será quedarse mucho tiempo,
sino comenzar a construir una relación. Llegue hasta la puerta con un volante o algún material que lo
identifique inmediatamente con las reuniones. (No suelo recomendar que se porte un distintivo, porque se
parecería a los miembros de una organización religiosa muy conocida que no suele ser bienvenida en la
mayoría de los hogares.)

Haga todo lo posible por causar una muy buena primera impresión. Luego de tocar a la puerta (de manera
amable, no como la Gestapo), de un paso atrás y al costado. Esa es una postura menos intimidatoria y lo
ayudará a establecer un buen contacto. Además, no se olvide de sonreír.

Cuando el interesado atiende la puerta, asegúrese de estar hablando con la persona que corresponde.
¡Hola Miguel! Haga una pausa para saber si la persona con la que está hablando es Miguel.

Cuando esté en la puerta, recuerde las tres cosas que quiere saber una persona cuando alguien llama a
su puerta:

a. ¿Quién es usted?
b. ¿Qué quiere?
c. ¿Cuándo se va a ir?

Puede responder las tres preguntas de un sola vez. Esta es una forma fácil de hacerlo:

¡Hola Miguel! (Pausa)

¿Sí?

¡Hola! No puedo quedarme, pero soy ________ de Está Escrito, y Shawn Boonstra me pidió que
pasara un minuto a agradecerle por haber asistido a sus conferencias. El siente que no basta con
agradecerle a los asistentes desde el frente, y quiere que todos puedan tener esto (un librito, una
revista o el programa de un seminario). Yo vine sólo a entregárselo.
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De esa manera, usted respondió las tres preguntas. Se identificó, dijo cuál era su cometido, y reveló que
no se va a quedar. La mayoría se mostrará más amigable ante este abordaje.

Si lo invitan a entrar, sea breve. Nada será tan mortal para una amistad en ciernes que prolongar
demasiado la estadía. En la visita, formule un par de preguntas que le permitan entender cómo ayudar
mejor a que su interesado llegue a Cristo:

“Miguel, ¿qué le parecieron nuestras reuniones? Siempre tenemos curiosidad por saber la
eficacia de nuestras promociones”.

“Susana, ¡qué hermosa casa! ¿Hace mucho que viven aquí?”

No se ponga muy curioso. Recuerde que usted quiere hacer amigos, y entrometerse con la vida personal
no es la mejor manera de hacerlos. Pero mantenga los ojos y los oídos atentos: ¿Tienen muchos hijos?
¿Hay diplomas colgados en la pared? ¿Qué tipo de libros había sobre la mesa? Desarrolle el hábito de
observar sin entrometerse.

Si alguien tiene inclinación religiosa, puede ofrecer una breve oración de bendición sobre el hogar antes de
retirarse:

“Miguel, ha sido muy bueno pasar este momento, pero tengo que continuar mi camino. Espero
que nos veamos en la reunión (mañana) esta noche. ¿Me permitiría hacer una breve plegaria en
favor de su hogar?”

A la mayoría le gusta que oren por ellos, pero si ve que dudan, no insista. Recuérdeles que está muy
contento por su asistencia, y márchese.

No olvide que queremos que la gente nos recuerde por ser gentiles y serviciales y no por ser curiosos y
molestos. La primera visita debe ser una ráfaga que deje a las personas contentas con nuestro paso.

En resumen, esto es lo que se tratará de lograr y descubrir en la primera visita:

• ¿Cómo se enteraron de las reuniones? (Así sabremos si conocen a un adventista o si han


mirado Está Escrito durante años. Es una información importante.)
• ¿Da la impresión de que disfrutan de las reuniones? (Aquí es donde pueden advertirse
señales tempranas de problemas espirituales)
• Estimúlelos para que continúen asistiendo.
• Comience a desarrollar una amistad.
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Si alguien manifiesta una necesidad real, es un buen momento para pensar una forma simple de brindar
ánimo o ayuda. No avance demasiado rápido. El derecho a ingresar en lo personal tiene que ganarse.

Visitando a los que dejan de asistir

Al principio de toda campaña habrá personas que vendrán una noche o dos, y luego
abandonarán. No hay necesidad de molestar a esa gente. He tenido mucho éxito en
recuperarlos con una táctica sencilla.

Tome los bosquejos de las lecciones/sermones de las noches que faltaron, póngalos en un
sobre con el nombre en el exterior. Incluya una notita que diga algo así:

¡Estamos contentos de que haya podido venir a Apocalipsis Ofrece Paz. Le


estamos enviando los materiales de las noches que faltó para que pueda seguir la
ilación cuando regrese. Creo que le va a gustar mucho el tema de la reunión de
(hoy/mañana): (TITULO). Esperamos verlo. Shawn.

Entregue el sobre en la puerta, pero no llame a la puerta ni haga sonar el timbre. Tampoco
debe dejar el sobre en el buzón, ya que no es legal. Tan solo deje el sobre frente a la puerta
y váyase. Si hay alguien en el jardín cuando usted llega, entréguele el sobre en mano con
una sonrisa y diga: “Esto es para Miguel. El estuvo asistiendo a nuestro seminario y perdió
algunas conferencias. Como se inscribió para recibir los materiales del seminario, se los
estamos trayendo”. Váyase enseguida. Les sorprenderá ver la cantidad de personas que
regresarán gracias a esa cortesía.

Otro recurso (no tan eficaz) es llamar a la persona por teléfono y recordarle los
temas de las próximas reuniones. El llamado podría ser así:

“Hola, ¿Miguel?”

“Sí”

“Soy ___________ de Está Escrito Televisión, y Shawn Boonstra me pidió que le


hiciera un breve llamado para agradecerle por asistir a sus conferencias. El siente
que no basta con agradecerle al público desde el frente, porque le han quitado
tiempo a otras actividades para asistir”.

(Haga una pausa para ver qué le responden.)

“Escuche. Antes de cortar, le molestaría si le hago una pregunta rápida?”


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(Espere un momento.)

“Le dedicamos mucho tiempo y energía a la promoción. ¿Le molestaría si le pregunto cómo
se enteró de las reuniones?”

(Tome nota de la respuesta.)

“Muchas gracias por su tiempo. El tema de mañana es _______________. Esperamos que


pueda acompañarnos. Que tenga buenas noches.

No sobrecargue la conversación ni la estire más de uno o dos minutos. Si recibe respuestas hostiles, tales
como: “Dejé de asistir porque ___________”, que dan la impresión de ser genuinas, sólo diga: “Miguel, de
veras lamento que las reuniones no hayan satisfecho sus expectativas, pero le agradezco igualmente que
haya asistido”.

No tiene sentido discutir sin llegar a nada.

Las siguientes visitas

En el transcurso de la campaña deberá volver al hogar en varias oportunidades para asegurarse de que
(a) el interesado comprende lo que se ha presentado, (b) el interesado tiene la posibilidad de hacer
preguntas, y (c) el interesado es llevado con amor, como lo haría Cristo, a aceptar los temas que fueron
presentados.

Aunque no es necesario hacer una visita especial para cada doctrina importante que se presenta, se
debería pasar por ese trámite con todas ellas. Es mejor hacer pocas visitas, para no llenar de golpe el
plato de nuestro interesado.

Muchos evangelistas lo denominan proceso. En su programa de visitación, usted está


ayudando a que las doctrinas bíblicas queden claras en las mentes, y ayudando a las
personas a aplicarlas en sus vidas diarias.

Su mejor aliado en este proceso es la pregunta que no despierte resquemor. No hay ninguna necesidad de
ser demasiado directo o confrontador, ya que en realidad puede ser muy contraproducente.

Supongamos que el tema del sábado ha sido presentado en las reuniones y es el momento de visitar a
Miguel. Es muy importante que nos hayamos familiarizado con Miguel en el hall y que ya hayamos estado
en su casa por lo menos una vez para desarrollar una amistad. Esto es lo que yo haría. Pasaría por la
casa y después de una breve charla amistosa (enfocada en lo que le interesa a Miguel), comenzaría a
formularle algunas preguntas simples e inocuas:
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“Miguel, anoche hablamos del séptimo día, el sábado, como el día de reposo. ¿Fue un
concepto nuevo para usted?”

Fíjese que esa pregunta no es agresiva. No colocamos a Miguel contra la pared, ni lo forzamos a ponerse
a la defensiva. El tema era novedoso o no lo era. Nada más que eso.

“No, Shawn, no era nuevo. En realidad, mi abuelo era adventista del séptimo día y guardó el
sábado toda su vida”.

Genial. Esa es una información muy valiosa, ¿verdad? Pero también es posible que el tema fuera
novedoso:

“Sí, fue algo nuevo para mí. Nunca lo había escuchado”.

Es el momento de pasar a la siguiente pregunta:

“Miguel, ¿le quedó claro lo que dice la Biblia?”

Ahora usted tratará de determinar si el tema está claro o no para Miguel. Créame, cuando las personas
oyen las verdades bíblicas el diablo trabaja tiempo extra para tratar de confundirlas. En ese punto, Miguel
seguramente presentará las preguntas u objeciones que tenga. En un momento, veremos cómo manejar
las objeciones, pero el quid de la cuestión es: responda rápidamente con la Biblia, y pregunte: “¿Ha
quedado más claro?” Supongamos que quedó claro:

“Sí, Shawn, me quedó claro. Nunca lo había visto de esa manera”.

Entonces debe pasar a la siguiente pregunta:

“Miguel, ¿pensó usted alguna vez en guardar el sábado?”

Si queda alguna duda, es el momento en el que Miguel la planteará:

“No sé. Tengo que trabajar los sábados, y no creo que mi jefe lo vaya a entender. Tampoco
creo que Dios quiera que pierda mi trabajo y no pueda mantener a mi familia, ¿verdad?”

Otra vez, hay que responder la objeción con la Biblia, y volver a plantear la pregunta:

“Miguel, las buenas noticias son que la Biblia dice que no tiene que preocuparse con eso”.
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“Mire lo que dice en Isaías 58:13, 14. (Léanlo juntos). Miguel, Dios dice que el cuidará de
usted. ¿Se te ocurre alguna razón por la cual no confiar en él de ahora en más?”

Si Miguel se siente incómodo por la presión o comienza a poner objeciones serias, deje el asunto y
mantenga la amistad; pero trate de conducirlo amablemente a una decisión. Pero supongamos que Miguel
está listo para tomar una decisión:

“No lo sé, Shawn. Supongo que nunca había pensado seriamente en ello, y no sé bien cómo
hacerlo”.

¿Cuál es la respuesta natural en este caso? ¡Una invitación!

“Miguel, le diré algo. Este sábado asistiré a una reunión especial en la que creyentes de todas
partes se reunirán para celebrar el sábado. ¿Por qué no viene como mi invitado?”

Puede ofrecerse a llevarlo, si cree que eso puede ayudar. Es importante recordar que cuanto más rápido
alguien actúe con respecto a una convicción, estará más firme en su decisión. Por ejemplo, cuantos más
sábados alguien viole luego de haber conocido la verdad, menos probabilidades habrá de que siga su
convicción, porque se acostumbrará a vivir conscientemente en violación a la Ley de Dios.

Cuando las cosas no sean fáciles

Yo recomiendo mucho que se obtenga un ejemplar de Estudiando Juntos (disponible en Está Escrito), que
tiene consejos útiles para responder las objeciones más comunes. Cuando se levanta una objeción, lo
mejor que se puede hacer es responderla inmediatamente con la Biblia. Su opinión sobre un asunto no
importa en absoluto cuando se trata de responder objeciones. Este es un ejemplo de una buena manera
de responder una objeción.

“Shawn, sé que estudiamos el sábado, pero el sábado era para los judíos, y los cristianos no
tienen que guardarlo”.

“Miguel, es una muy buena pregunta”.

Advierta cómo confirmé la inteligencia de Miguel. Toda vez que se ponga combativo o parezca que se
sientes superior, sólo logrará perder tanto la amistad como el alma.
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“Miguel, ¿quiere decir que el sábado era para los judíos, y por eso no tenemos que
guardarlo?”

Fíjese que le he repetido su pregunta. De esa manera me aseguro de que entendí bien su objeción.

“Mire, esa es una buena pregunta, y muchas personas se la han formulado. Permita que le
muestre lo que han descubierto, y creo que le dará paz a su mente. Veamos lo que dijo Jesús
acerca del sábado”.

Abra la Biblia en Marcos 1:27. Señálelo con el dedo, y si se siente cómodo, pídale que lo lea. De lo
contrario, léalo usted: “El sábado fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del sábado”.

“Miguel, ¿para quién dice Jesús que fue hecho el sábado?”

“Creo que dice que fue hecho para el hombre”.

“Es cierto, Miguel. Tendremos una celebración sabática especial este sábado, y sé que la
disfrutaría. ¿Por qué no viene como mi invitado personal? La pasará muy bien...”

Mantenga la discusión en términos amistosos, y que su persuasión sea amable. No se rinda si alguien
tiene objeciones. Con frecuencia, los que objetan más vehementemente son los que experimentan mayor
convicción. Me preocupan más los que no se interesan que los que buscan argumentos contra la
convicción que están sintiendo. ¡Están sintiendo la voz del Espíritu!”

Luego de responder en forma BREVE y SIMPLE de la Biblia, si resulta evidente que Miguel entiende la
verdad, sería bueno hacerle esta pregunta:

“Miguel, ¿hay alguna razón por la que no seguiría a Jesús en el tema del sábado?”

Es una gran pregunta, porque no hay nada como una buena razón para no seguir a Jesús. Luego de
formularla, queda en silencio, y no diga una palabra hasta que Miguel hable. Será testigo de algo
sorprendente si permanece en silencio y mira cómo el Espíritu Santo obra en la conciencia de Miguel. Deje
que Dios obre un poquito en Miguel. Si habla en ese momento, estará interrumpiendo la labor del Espíritu
Santo.

Puntos clave para recordar:

• NUNCA discuta. No vale la pena. Si el interesado es agresivo, cambie de


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tema y regresasen otro momento. Es mucho mejor mantener la amistad y esperar el


momento de retomar el tema.
• Si no tiene una respuesta, no tenga miedo de admitirlo. Si trata de inventar una
respuesta, arruinará su credibilidad. Sólo tiene que decir: “Nunca había pensado en
eso. Déjeme considerarlo y veré si encuentro una buena respuesta”. ¡Luego busque la
respuesta!
• No puede avanzar con las personas si no construye una amistad.
• La primera objeción que pone la gente rara vez es la verdadera razón por la que tiene
dudas. Cuando alguien pone una objeción, suelo preguntarle algo como: “Miguel, ¿es
esa la única razón por la que no se decide aún a guardar el sábado?” La última
objeción que se pone suele ser la verdadera, por lo que acostumbro dejar a las otras
de lado y responder sólo la última objeción (a menos que Miguel traiga nuevamente
las objeciones previas, y entonces sepamos que eran reales.)
• Ore todo el tiempo. Sólo Dios sabe lo que está sucediendo en la mente de su
interesado.
• NUNCA pierda la calma. Sólo lo hará parecer infantil.
• NO tome demasiado tiempo para responder a una objeción. Cuanto más se detenga
con ello, más chances le dará a las mentiras del diablo. Media hora más tarde, si
sigue pontificando sobre el tema, el candidato estará (a) aburrido hasta el bostezo, o
(b) comenzará a creer que tenía una objeción muy buena porque todavía no has
podido contestarla. Deténgase sólo en lo positivo.
• Asegúrese de hablar siempre de los cambios que Cristo hizo en tu vida.

“Aclarar y consolidar” cada doctrina principal

No significa que deba hacer una visita separada por cada tema, pero debería tratarlos a todos con el
interesado. La meta es ayudar al interesado a tomar una serie de pequeñas decisiones por Jesús de
manera que las grandes decisiones lleguen naturalmente.

Uno de los errores mayores que hacemos al ayudar a las personas a decidirse por Cristo es pedirles que
tomen una gran decisión. Puede ser un poco abrumador. Es mucho mejor acompañarlos en la toma de
una serie de decisiones, para que adquieran el hábito de decirle “sí” a Jesús. Descubrirán que la decisión
de unirse a la iglesia se logra mucho más fácilmente de esa manera.

Es importante no adelantarse a los temas de las reuniones. Uno se entusiasma


cuando ve que alguien tiene deseos de aprender, pero si tratamos de abarcar
demasiados temas de una vez, o de adelantarnos a las reuniones (a menos que
sepamos que la persona ha estudiado antes el mensaje), corremos serio riesgo de
espantarlos. Recuerde que podemos atragantarnos con buena comida si la comemos
demasiado rápido.
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Estas son las enseñanzas que deberían estar claras en la mente del interesado:

• La autoridad de la Biblia.
• El plan de salvación.
• La importancia del bautismo por inmersión.
• La importancia de la forma de la Segunda Venida de Cristo.
• La importancia de la ley moral y el Sábado.
• El estado de los muertos y el castigo de los impíos.
• La importancia de respetar nuestro cuerpo.
• El don de profecía y la iglesia remanente.

Es obvio que no se trata de una lista exhaustiva de las enseñanzas importantes de la Biblia, pero es una
lista de temas que es importante que la persona comprenda antes de unirse a la iglesia.

Se habrá dado cuenta de que el diezmo no está en la lista. No es porque no sea importante. Lo es, y
debería enseñarse a cada nuevo miembro. Sin embargo, no está en la lista porque a pesar de su
importancia, no es una prueba de discipulado. Pero habrá que repasar el tema del diezmo antes del
bautismo, ya que es parte de los votos bautismales, pero no es necesario aclarar y consolidar este tópico.

Haga un buen repaso de los votos bautismales. En esencia, se deberían haber tratado todos los puntos
con el interesado antes de tomarles los votos. Eso simplificará mucho las cosas.

Convencerlos para el bautismo

Este es por lejos uno de los aspectos más estimulantes y gratificadores del evangelismo. Si ha
desarrollado una amistad estrecha y pasado por el proceso de convencer y consolidar a tus nuevos
amigos, convencer a alguien para que se bautice es tan fácil como caerse de una rama.

Tengo el hábito de pedirles a las personas que tomen la decisión de bautizarse incluso antes de presentar
el tema en las reuniones. Sólo quiero conocer cuáles son los corazones en los que Dios ha estado
obrando, e invariablemente consigo una cantidad de decisiones aun antes de presentar el tema.

Por lo general, comenzaré a realizar bautismos públicos en las reuniones después de haber presentado el
tema, y haber hecho fuertes llamados. Ello genera mucho interés.

En las noches en las que no haya reuniones, organice una clase bautismal e invite a asistir a los que han
solicitado el bautismo, al igual que a los que sólo quieren saber más. Debería tratar de tener en estas
clases tantas personas como sea posible.
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Aclárele a los miembros de su iglesia que ellos no deberían asistir a esa clase a menos que estén
ayudando en la organización o estén acompañando a alguna persona. No deberíamos crear un foro
público para los que les gusta pontificar públicamente o mostrar sus conocimientos.

Realice dos o tres clases, y cubra algunos de los votos en cada una, para asegurarse de todos los votos
serán considerados.

Sin embargo, debe estimular a los equipos de visitación para que comiencen a tratar los votos bautismales
en el hogar de los interesados. Podrían imprimirse algunos de los votos (los cinco primeros, por ejemplo)
en una hojita de papel, y llevarlos al hogar. Esta es una visita típica:

“Miguel, me alegró mucho la noticia de que anoche marcó en su tarjeta que quería bautizarse.
Le traje una hojita que tiene algunos de los pilares fundamentales de la fe cristiana, y pensé
que podríamos estudiarlas juntos”.

Entréguele a Miguel la hoja con los cinco primeros votos. Entonces dígale:

“Hay algunos puntos más, por supuesto, y los traeré la próxima vez, pero por ahora, veamos
estos cinco. Así podrá hacerme todas las preguntas que se le ocurran. ¿Por qué no los lee en
voz alta, y luego de cada uno, si tiene una pregunta, me la formula? Si no, sólo dígame que
está claro y continuaremos con el punto siguiente”.

De esa manera, Miguel podrá hacer sus preguntas y le dará la posibilidad de saber qué temas podrían
obstaculizar su progreso. Cuando haya leído los cinco primeros votos, dígale:

“Bien, Miguel, esos son todos por hoy. La próxima vez le traeré la siguiente hojita y muy
pronto estará preparado para su bautismo”.

Cuando hayan repasado todos los votos, y crea que (a) Miguel tiene en claro las enseñanzas de la iglesia,
y (b) no hay cuestiones morales que puedan impedir que sea bautizado, debería decir algo por el estilo:

“Bien, Miguel, ya está. Hemos visto todas las creencias esenciales, y me parece que tanto
usted como yo creemos lo mismo. Sabe que se ha planificado un bautismo para el
__________ de noche, y no se me ocurre ninguna razón por la cual no pudiera participar,
¿verdad? (Haga una pausa y sonría)

Es importante que no avance más allá de los temas que se han tratado en las reuniones a menos que
Miguel
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haya estado en contacto con el mensaje antes, o haya asistido a la escuela bíblica y los haya estudiado
por adelantado.

Si se está acercando el final de las reuniones, o el interesado ya completó la escuela bíblica, habría que
llevar el certificado bautismal a su casa y repasar todos los votos. Esto es lo que se debería decir:

“Sabe, Miguel, que hemos cubierto muchos temas, y las personas naturalmente tienen
algunas preguntas. Pero lo que suele suceder es que no se acuerdan de las preguntas hasta
que me voy, por eso traje un pequeño resumen te todo lo que estuvimos hablando. ¿Le
gustaría verlo?”

Querrá verlo, por supuesto.

“Magnífico. Está impreso en el dorso del certificado bautismal, pero es tan extenso que pensé
que podríamos repasarlo juntos, y le sugiero que hagamos lo siguiente: yo leeré cada
declaración, y si tiene una pregunta acerca del tema, hágamela. De lo contrario, dígame que
está claro y continuaré con la siguiente. ¿Está bien?”

Vean que introduje la idea del bautismo de forma que no es amenazadora. Eso es importante si tenemos
conocimiento de que Miguel está convencido pero que todavía no pidió el bautismo. Lea todas las
declaraciones y espere por la respuesta de Miguel. Cuando llegue al final, y haya aclarado todas las dudas
o interrogantes, pregúntele:

“Bien, Miguel, esto es todo. Hemos considerado todas las creencias esenciales, y me parece
que ambos creemos lo mismo. Usted sabe que hay un bautismo programado para el
___________ por la noche, y no se me ocurre ninguna buena razón como para que no
participe en él, ¿verdad?” (Haga una pausa y sonría)

Quédese en absoluto silencio y deje que Miguel medite sobre su decisión. Mantenga la sonrisa y no diga
una palabra hasta que hable él, aunque parezca que pasa una eternidad. Tiene que darle lugar al Espíritu
Santo para que pueda obrar, y si usted continúa charlando en ese momento, le quitará a Miguel esa
posibilidad. Si surge alguna objeción, evácuela rápidamente con la Biblia, y repita su llamamiento.

Si tiene problemas serios, no insista demasiado. Y si Miguel insiste en no tomar una decisión, razone con
él amablemente, pero deje abierta la posibilidad de una visita futura y mantenga la amistad.
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Claves para un programa de visitación poderoso

• Anime a los equipos de visitación para que dediquen algún tiempo a marcar en un mapa los
interesados que se les asignaron. Hay software (programas) que pueden realizar esa tarea.
El mapa resultante les dará una buena idea del orden de las visitas. En términos generales,
se formará una especie de circuito que se puede comenzar en una zona de la ciudad. Si no
encuentra a alguien en su casa, continúe hacia la siguiente, y regrese a la anterior en su
próxima recorrida al circuito.

• Deje las visitas más largas para el final. Si sabe que una visita le llevará más tiempo, déjela
para el final de la tarde, así no se quedará demasiado y no se perderá de visitar a otras
personas.

• Con los jóvenes, especialmente los que no tienen familia, no tenga temor de sugerir una
hora tardía para la visita. ¡He visitado algunas personas a las 10 y a las 11 de la noche!
Quienes trabajan en diferentes turnos no tienen inconvenientes con esos horarios. Pero no
vaya tarde en la noche sin consultarlo con el interesado. Muchos no se sentirán cómodos si
alguien llama a su puerta demasiado tarde.

• Reúnase con el equipo de visitación por lo menos dos veces por semana y repase los
nombres junto con ellos. Controle que los equipos de visitación entreguen los informes para
que los datos importantes se puedan incluir en el archivo general de interesados: decisiones
de bautismo, etc. Vea que los nuevos nombres se le asignen al equipo de visitación.

• El auditorio es un muy buen lugar para visitar a los que no se puede encontrar fácilmente. A
veces se los puede abordar justo antes o al final de la reunión. Pero igual se debería tratar
de visitarlos en sus hogares.

• ¿Hay que llamar antes? Francamente, no estoy tan seguro de esto como antes. Cuando
ambos trabajan en la familia, o tienen turnos rotativos, suele ser más seguro llamar antes,
pero sólo después que se ha establecido una buena amistad con la persona. Pero igual
prefiero llegar de improviso en las primeras visitas porque en la mente del interesado la
visita se convierte en algo demasiado formal e importante si se llama antes. Puede ser
incómodo para algunos si sienten que deben arreglar la casa, etc. Además, si llama antes,
es más fácil que lo rechacen, y una vez que le hayan dicho que no los visite, no podrá
hacerlo. Si sólo aparece y se conduce de una forma no agresiva, se disiparán muchos
temores, y lo recibirán con beneplácito.

En nuestro sitio www.estaescrito.com, encontrará un buen número


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de recursos útiles para ayudarlo a lidiar con situaciones complicadas: Ayudar a los fumadores a obtener la
victoria, solucionar problemas laborales en sábado, etc. Puede encontrar esos documentos y otros
recursos en línea. (Regrese de tanto en tanto si no encuentra lo que busca, porque continuaremos
actualizando el sitio a medida que se acerque el evento.)

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