Tarjeta informativa sobre el tema de libertad de expresión y secreto
profesional de periodistas
El ejercicio de la libertad de expresión por parte de la prensa no sólo
fortalece la democracia y el derecho de la sociedad a la información, sino que también fortalece la lucha contra la inseguridad. Esta aseveración se entiende considerando que se le han atribuido a la libertad de expresión y de prensa tres funciones cruciales en una democracia:
1. Proveer a la ciudadanía de información suficiente para
fundamentar sus elecciones; 2. Constituirse en arena de debate abierta, donde todas las posturas tengan oportunidad de ser conocidas; 3. Vigilar en favor de la ciudadanía, denunciar y revelar abusos cometidos por las autoridades y los poderes;
Los medios de comunicación se presentan como aliados naturales de
los ciudadanos para vigilar al poder y oponerse a los abusos de la autoridad, haciendo uso de la libertad de expresión para exponerlos, de esta manera la libertad de expresión es un derecho de todos, aun cuando su ejercicio está estrechamente relacionado con los medios de comunicación; en el mundo de hoy, es precisamente a través de los medios de comunicación que recibimos la mayor parte de la información.
En tal sentido, se ha dicho que la protección de la libertad de
expresión alcanza su máximo nivel cuando es ejercitada por los profesionales de la información a través del vehículo institucionalizado de formación de la opinión pública que es la prensa.
Para la Corte Europea de Derechos Humanos, la libertad de expresión
es el fundamento esencial de una sociedad democrática, precisando que es resultado del pluralismo, la tolerancia y el espíritu de apertura de los Estados.
La libertad de expresión es un parámetro para conocer el nivel de
democracia, como se desprende del artículo 4o. de la Carta Democrática Interamericana, que señala que el avance democrático de un país se mide, entre otros aspectos, en función de la transparencia de las actividades gubernamentales, la probidad, la responsabilidad de los gobiernos en la gestión pública, el respeto por los derechos sociales y a la libertad de expresión y prensa. La discusión involucra también el tema del derecho de los individuos a estar informados de forma oportuna, veraz y confiable sobre lo que acontece en el espacio público.
No obstante, el importante papel que se le ha atribuido a la prensa en
la sociedad, con mucha frecuencia, es la primera víctima, convirtiéndola en el enemigo a combatir por la autoridad y por los distintos factores reales y fácticos de poder. Ejemplo de lo anterior es que si bien la violencia que vienen sufriendo los periodistas se inscribe en el clima general de inseguridad pública que se vive en el país, también es cierto que las agresiones que sufren están relacionadas, particularmente, con las informaciones sobre abusos y corrupción que están dando a conocer y que incomodan a los servidores públicos, así como las investigaciones que sobre delincuencia y narcotráfico vienen realizando en distintos estados del país que incomodan a los miembros de las organizaciones de delincuencia organizada; estos últimos han impuesto un clima de terror y desaliento en algunos estados del país estableciendo con el poder de las armas los límites del ejercicio de las libertades de expresión e información; como consecuencia, las amenazas y presiones contra editores y reporteros han derivado en que algunos medios eludan publicar información relativa al narcotráfico, incluso la surgida de fuentes oficiales, por lo que se ha recurrido a la autocensura para evitar convertirse en víctimas de venganzas y represiones de parte de estos grupos. Un aspecto que deja ver la deficiencia en las investigaciones de los delitos son las prácticas que en época reciente se han venido presentando, consistentes en las solicitudes de comparecencia de periodistas para que declaren con relación a los hechos que dieron a conocer a la opinión pública, solicitándoles revelar las fuentes de su información, vulnerando con ello el derecho a la libertad de expresión. Sobre este tema, se ha dicho que los profesionales de la información no deben estar sometidos continuamente a citaciones de las procuradurías, tribunales o jueces, sin causa justificada, emplazándoles a su comparecencia y empleándolos en las investigaciones, porque con ello se inhibe su actividad.
Esta garantía ya se consagra en documentos internacionales, como la
Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión, cuyo artículo 8o. se relaciona con el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, sin embargo resulta necesario que se establezca de manera expresa en nuestra legislación estatal, fijando puntualmente las sanciones aplicables a quienes violenten este derecho, con lo que se armoniza con la legislación federal aprobada ( la adición del artículo 243 bis al Código Federal de Procedimientos Penales con el fin de garantizar el derecho al secreto profesional de los periodistas; asimismo, en las fracciones XIV, del artículo 215, y XXIX del artículo 225 del Código Penal Federal, se establecieron las sanciones a que se harán acreedores las autoridades que violen estas disposiciones).
Actualmente tienen disposiciones que garantizan el secreto profesional
de los periodistas en su Constitución Política, los estados de Morelos, Chihuahua y Tamaulipas; por su parte, los estados de Baja California, Colima y Zacatecas lo establecen en su legislación ordinaria y, de forma más específica,el Distrito Federal cuenta con una Ley del Secreto Profesional del Periodista.
En nuestro país, la tipificación de las figuras delictivas de difamación,
injuria o calumnia ha sido hasta ahora el medio más utilizado para establecer responsabilidades ulteriores por supuestos abusos de la libertad de expresión.
En este sentido, siguiendo la tendencia marcada por distintos
organismos internacionales como la ONU y la OEA, recientemente el Congreso de la Unión aprobó eliminar los delitos contra el honor del Código Penal Federal y adicionar los artículos 1916 y 1916 bis del Código Civil Federal, que fijan las responsabilidades por los probables excesos en el ejercicio de la libertad de expresión de los periodistas, estando en espera de su próxima publicación.
Con esta reforma no se pretenden privilegios especiales al evitar
sancionar los excesos de la libertad de expresión; la pretensión es que la sanción sea aquella que no inhiba su ejercicio. En tal sentido, la libertad de expresión ejercida por la prensa debe hacerse con responsabilidad, porque sólo mediante una actitud responsable, el periodista profesional será capaz de convertirse en un vigilante frente a lo que sucede en la vida pública y denunciar los abusos de poder.
Proyecto de Ley, Modifica La Carta Fundamental Con El Objeto de Establecer Un Procedimiento para La Elaboración de Una Nueva Constitución Política. Cámara de Diputados, 27 de Noviembre de 2019.