Grafos y Relaciones

M.A. Fiol
Departament de Matemàtica Aplicada i Telemàtica
Universitat Politècnica de Catalunya
email: fiol@mat.upc.es

19 de mayo de 2000

Abstract plano con n := |V | vértices, m := |E| ramas y

r := |R| regiones, se cumple r + n = m + 2. El
Como es bien sabido, un grafo simple (no dirigido) es número r de regiones también puede interpretarse
el objeto matemático que modela la existencia o no como la cardinalidad del conjunto de vértices V ∗ del
de una cierta relación entre pares de elementos de un grafo dual G∗ . Esta interpretación da a la fórmula
determinado conjunto. No es de extrañar pues que, un aspecto más simétrico:
en sus inicios, muchos resultados de la teorı́a de grafos
hicieran referencia a determinadas relaciones entre un (|V ∗ | − 1) + (|V | − 1) = |E|,
grupo de personas. En esta charla comentamos cua-
tro resultados de este tipo, como representantes (o y permite además demostrarla sin tener que usar in-
inspiradores) de diversas teorı́as generales y algunas ducción, identificando los dos paréntesis anteriores
de sus aplicaciones. como el número de ramas de dos árboles generadores,
pertenecientes a G∗ y G, respectivamente (ver [1, 4]).
1 Apretones de manos: Colora- Como casos particulares de (c), tenemos entonces
que en un grafo plano el número de ramas satisface
ciones y Álgebra de Boole m ≤ 3n − 6 y, si no contiene triángulos, m ≤ 2n − 4.
A partir de estos resultados se demuestra, a su vez,
Empezamos con uno de los resultados más simples
que los grafos completo K5 y bipartito completo K3,3
sobre grafos: X no son planos; o que todo grafo plano contiene un
δ(u) = 2|E|,
vértice u de grado δ(u) ≤ 5. Esto último permite
u∈V
usar inducción para demostrar el “teorema de los 5
donde V y E representan los conjutos de vértices y
colores”: Cinco colores bastan para (vértice-)colorear
ramas (o aristas), respectivamente, y δ(u) = |Γ(u)|
cualquier grafo plano.
es el número de vértices adjacentes a u, comúnmente
Los resultados de paridad son también importantes
llamado grado o valencia. Aunque este “resultado
en otras áreas de la teorı́a de grafos. Ası́, en
de paridad” tenga apariencia trivial, permite obtener
esta charla vamos a considerar el caso de la rama-
algunos corolarios interesantes, como por ejemplo:
coloración de grafos cúbicos o 3-regulares (también
(a) Todo grafo tiene un número par de vertices con
llamada Tait-coloración, y en la que se colorean las
grado impar, éste es el llamado “lema de los apre-
ramas usando 3 colores y se exige que las ramas inci-
tones de manos”, ya que puede enunciarse diciendo
dentes a un mismo vértice tengan distinto color); un
que, en todo reunión, el número de personas que dan
problema que, como veremos más adelante, está liga-
la mano un número impar de veces es par; (b) Todo
do estrechamente con el Teorema de los Cuatro Colo-
grafo δ-regular, con δ impar, tiene un número par de
res (‘T4C’). Estudiaremos cómo la construcción de
vértices; (c) En un grafo plano con “cuello” (‘girth’)
grafos cúbicos no Tait-coloreables conduce al álgebra
g el número de ramas satisface
de Boole, que se usa comúnmente para el estudio de
g(|V | − 2) circuitos lógicos. Para ello se introduce una genera-
|E| ≤ .
g−2 lización natural del concepto de “color”, que describe
En la demostración de (c) interviene también la cono- de forma muy simple la coloración (“0” ó “1”) de
cida fórmula de Euler que afirma que, en un grafo cualquier conjunto de (semi)ramas o, de forma más

1
abstracta, de cualquier familia F de colores elegidos se sigue el resultado. Notar que, como consecuen-
entre tres distintos, digamos C = {1, 2, 3}. De forma cia directa del mismo, se puede afirmar: No existe
más precisa, supongamos que F está constituida por ninguna 3-rama-coloración de G que tenga un sólo
mi colores i ∈ C. Entonces decimos que F tiene vertice con Boole-coloración 1 (y los demás con 0).
Boole-coloración 0, y lo denotamos por Ψ(F) = 0, Otra consecuencia interesante es el siguiente resul-
cuando tado debido a Tait : Un grafo cúbico plano es Tait-
coloreable si y sólo si es “región-4-coloreable” (T4C).
m1 ≡ m2 ≡ m3 ≡ m (mod 2). (Para una demostración, ver [10]).
Como se ha mencionado anteriormente, las colo-
Por otra parte, decimos que F tiene Boole-coloración
raciones anteriores permiten usar la teorı́a del álgebra
1 (o, más especı́ficamente, 1a ), y lo denotamos por
de Boole para la construcción y caracterización de
Ψ(F) = 1(1a ), cuando
“snarks”; ésto es, grafos cúbicos no Tait-coloreables
ma + 1 ≡ mb ≡ mb ≡ m + 1 (mod 2), (también llamados “de clase dos”). Se obtienen ası́
familias infinitas de snarks que incluyen muchas de
donde las letras a, b, c denotan los colores 1, 2, 3 en las construcciones obtenidas mediante otros métodos
cualquier orden. La Boole-coloración de cualquier [16]. Los detalles sobre esta técnica pueden encon-
vértice v ∈ V , denotada por Ψ(v), se define en- trase en [6].
tonces como la Boole-coloración de sus ramas inci-
dentes. Es interesante resaltar los siguientes hechos:
cuando δ(v) = 1, entonces Ψ(v) = 1i si y sólo si 2 Conocidos y desconocidos:
la rama incidente a v tiene el color i, i = 1, 2, 3; Teorı́a de Ramsey
cuando δ(v) = 2, Ψ(v) = 0 si las dos ramas inci-
dentes a v tienen el mismo color, y Ψ(v) = 1 si lo Consideremos ahora el siguiente resultado: En una
tienen diferente; cuando δ(v) = 3, Ψ(v) = 0 si y reunión de seis o más personas siempre hay tres que
sólo si las tres ramas incidentes a v tienen colores se conocen o desconocen mutuamente. En otras pa-
distintos. Además, resulta que el conjunto de Boole- labras, si el grafo completo Kn , con n ≥ 6 vértices,
coloraciones {0, 11 , 12 , 13 }, junto con la operaciónse “rama-colorea” con dos colores (es decir, se asigna
suma, definida en la forma natural, tiene estructura uno de dos colores a cada rama), entonces siem-
de grupo, isomorfo al grupo de Klein (con 0 como pre contiene un triángulo monocromático; es de-
elemento neutro, 1i + 1i = 0, y 1a + 1b = 1c ), ver [6].cir, un subgrafo K3 con sus tres ramas de igual
Notar que, como cada elemento coincide con su in- color. La sencillez de su demostración contrasta
m
verso, resulta que m1i = 1i + · · · +1i es 0 cuando m enormemente con la dificultad de probar resulta-
es par y 1i cuando m es impar. A partir de este sim- dos similares que hagan referencia a utilizar más
ple hecho se deduce el siguiente resultado, muy útil colores y/o imponer la aparición de otros subgrafos
en el desarrollo posterior de la teorı́a, y que puede monocromáticos. Recordemos que, dados m grafos
verse como una generalización del llamado “lema de G1 , . . . , Gm , el número de Ramsey R(G1 , . . . , Gm ) se
la paridad”: Sea G un grafo con una cierta 3-rama- define como el menor número n tal que, en cualquier
rama-coloración de Kn usando m colores, siempre
coloración, tal que ni vertices tienen Boole-coloración
1i , i = 1, 2, 3. Entonces, existe algún subgrafo Gi monocromático. En el caso
en que Gi es un grafo completo Kr , el número de
n1 ≡ n2 ≡ n3 ≡ m (mod 2), Ramsey se escribe, por sencillez, sustituyendo Gi por
r. Algunos valores exactos (=), cotas (≤), y valores
donde m = n1 + n2 + n3 . En efecto, debido a que conjeturados (?) de los números de Ramsey, corres-
la Boole-coloración de cada vértice es la suma de las pondientes a la situación anterior, son los siguientes:
Boole-coloraciones de sus ramas incidentes, podemos
escribir R(3, 3) = 6; R(3, 3, 3) = 17; 51 ≤ R(3, 3, 3, 3) ≤ 64;
R(3, 4) = 9; R(3, 5) = 14; R(3, 6) = 18;
X X3 X
Ψ(v) = ni 1i + (n − m)0 = 2Ψ(e) = 0, R(4, 4) = 18; R(4, 5) = 25; R(5, 5) = 43?
v∈V i=1 e∈E
Un buen resumen actualizado del estado del tema
pero esta igualdad sólo es posible si ni 1i = 0 ó puede encontrarse en [18] (con possibilidad de acceso
ni 1i = 1i , para todo i. Entonces, de n1 +n2 +n3 = m a través de la web). En esta charla explicaremos como

2
podemos usar la teorı́a algebraica de grafos (general-
mente basada en las propiedades de los autovalores
y autovectores de la matriz de adyacencia) para de-
mostrar que R(3, 3, 3) = 17. En el mismo caso de
triángulos, pero usando más colores, sólo se cono-
cen cotas. Veamos un ejemplo: Por definición, sea
C(m) := R(3, 3, .m. ., 3) − 1; es decir C(m) es el mayor
entero n tal que Kn puede ser coloreado con m colores
sin que aparezcan triángulos monocromáticos. En-
tonces se obtiene la siguiente cota superior en la que,
sorprendentemente, interviene el número e:
C(m) ≤ bm!ec.
Notar que para m = 2, 3, la cota anterior da los
valores exactos C(2) = R(3, 3) − 1 = 5 y C(3) =
R(3, 3, 3) − 1 = 16 (para más detalles, ver [13]).
3 Amigos comunes: Distancia-
regularidad y teorı́a de códigos
Según se comenta en [1], nadie sabe quién formuló por
primera vez el siguiente resultado o le dió su “toque
humano”: Si en una reunión de tres o más personas,
cada dos personas tienen precisamente un amigo en
común, entonces hay una persona (el “polı́tico”) que
es amigo de todos. Actualmente se le conoce como el
“teorema de la amistad”. La primera demostración
(por contradicción) se debe a Erdös, Rényi y Sós
(1966), y está considerada aún como la más con-
seguida. Básicamente, consta de dos partes: Primero
se demuestra que si el grafo G que modela tal
reunión (donde, por supuesto, las amistades se repre-
sentan por ramas) es un contraejemplo con más de 3
vértices, entonces debe ser regular, digamos de grado
k. Como consecuencia de ello, resulta que G debe
ser “fuertemente regular” con parámetros (n, k; 1, 1).
En segundo lugar usamos de nuevo la teorı́a espectral
para demostrar que G no puede existir.
El (supuesto) grafo G es, de hecho, un ejemplo de
grafo “distancia-regular”, en este caso con diámetro
2. En general, y hablando de forma intuitiva, decimos
que un grafo es distancia-regular cuando, al ser obser-
vado (o “colgado”) desde cualquiera de sus vértices,
siempre se obtiene la misma estructura por “capas”
(constituidas por los vértices a distancia 0, 1, 2, . . .
del vértice base), y los vértices de cada capa resultan
indistinguibles entre sı́. Como ejemplos sencillos de
grafos distancia-regulares podemos citar, por ejem- donde los πi0 s son parámetros tipo-momento que se
plo, los 1-esqueletos de los poliedros regulares. Una calculan a partir Q de las distancias entre autovalores
definición más precisa de la distancia-regularidad es en la forma πi = j=0(j6=i) |λi − λj |, 0 ≤ i ≤ d.
3
la siguiente: Un grafo G con diámetro D es distancia-
regular si, para cada par de vértices (u, v) y enteros
0 ≤ i, j ≤ D, el número pij (u, v) de vertices a dis-
tancia i de u y a distancia j de v sólo depende de
k := dist(u, v), y entonces escribimos pij (u, v) = pkij
para ciertas constantes pkij llamadas “números de in-
tersección”. De hecho, debido a las muchas rela-
ciones existentes entre dichos números, se puede dar
una definición mucho más económica que, para cada
distancia k, involucra sólamente los pares de distan-
cias (i, j) = (k − 1, 1), (k, 1), y (k + 1, 1). (Sucede
que los correspondientes números de intersección son
suficiente para determinar todos los demás; ver,
por ejemplo, [2]). Ası́, la definición más usual de
distancia-regularidad reza de la siguiente forma: Un
grafo Γ es distancia-regular cuando, para cualquier
par de vértices u, v a distancia dist(u, v) = k, los
números ck , ak , y bk de vertices que son adyacentes
a v, y están a distancia k − 1, k, y k + 1, respectiva-
mente, de u sólo dependen de k.
Desde su introducción (por Biggs, a principios de los
años 70), los grafos distancia-regulares, y su principal
generalización los “esquemas de asociación”, han de-
mostrado ser un concepto clave en combinatoria alge-
braica. Dichos grafos tienen conexiones importantes
con otras ramas de las matemáticas, tales como geo-
metrı́a, teorı́a de códigos, teorı́a de grupos, teorı́a de
diseños, ası́ como también con otras áreas de la teorı́a
de grafos. Tal como apuntan Brouwer, Cohen y Neu-
maier en su extenso texto sobre el tema [3], ello es
debido a que la mayor parte de objetos finitos que
gozan de “suficiente regularidad” están relacionados
estrechamente con los grafos distancia-regulares.
Una reciente caracterización de estos grafos, obtenida
por el autor y Garriga [11, 9], es la siguiente: Un
grafo regular Γ con matriz de adyacencia A, con d+1
autovalores distintos, es distancia-regular si y sólo si
el número |Γd (u)| de vértices a distancia d de cada
vértice u es constante y depende sólamente del espec-
tro de A. Más precisamente, si Γ tiene n vertices y
md
espectro sp A = {λ10 , λm 1 , . . . , λd } (los supraı́ndices
1
denotan multiplicidades; λ0 es simple porque A es
irreducible —G conexo), entonces se requiere que,
para todo vértice u,
à d !−1
X π2
|Γd (u)| = n 0
,
i=0
mi πi2
d
Como ya se ha mencionado anteriormente, la teorı́a
sobre grafos distancia-regulares tiene múltiples apli-
caciones en teorı́a de códigos. Recordemos que un
código dado C (conjunto de palabras permitidas
o palabras-código) puede representarse simplemente
como un cierto subconjunto de vértices C ⊂ V de un
grafo G, normalmente distancia-regular [15, 19]. El
conjunto de vértices representa el “universo” de pala-
bras que uno puede recibir (tengan significado o no);
y se establece una rama entre dos palabras cuando,
con una cierta probabilidad, una puede transfor-
marse en la otra en el proceso de la transmisión.
Ası́, cuanto menor es la distancia entre dos palabras
(medida en G) más se asemejan. Si una palabra-
código no ha sufrido demasiadas alteraciones, la pa-
labra resultante no está demasiado lejos de la ori-
ginal y ello permite recuperarla (criterio de decisión
por proximidad). Por tanto un código es tanto mejor
cuanto más alejadas están entre sı́ las palabras que
lo constituyen. En el estudio y diseño de buenos
códigos, se usan técnicas algebraicas que, como ya
se ha explicado, nos dan información sobre la estruc-
tura del grafo G y, en particular, del subconjunto
de vértices C que representa al código. En las apli-
caciones son especialmente importantes los llamados
códigos “completamente regulares”, para los cuales
el grafo que los contiene se estructura en una es-
pecie de distancia-regularidad alrededor del conjunto
que constituye el código. Sucede entonces que di-
chos códigos pueden caracterizarse algebráicamente
de forma similar a como se caracterizan, a través de
su espectro, los grafos distancia-regulares (según la
fórmula indicada anteriormente); ver [12].
4 Casamientos: Teoremas de Hall
y de Menger. Red Multibus
Imaginemos un colectivo de chicas y otro de chicos,
al menos tan numeroso como el de chicas, y que
cada chica conoce a un cierto número de chicos. El
“teorema del casamiento de Hall” da entonces condi-
ciones necesarias y suficientes para que cada chica
pueda casarse con un chico que conozca: Un “empare-
jamiento completo” es posible si y sólo si cada grupo
de chicas, cualquiera que sea su número, conocen en
conjunto a, por lo menos, igual número de chicos.
Curiosamente, el teorema de Hall está estrechamente
ligado a otro resultado clásico de teorı́a de grafos: el
“teorema de Menger” (ver, por ejemplo, [4]). Como
en el caso del teorema de Hall, el teorema de Menger
4
afirma que una cierta condición, que es trivialmente
necesaria para que un resultado sea cierto, también
es suficiente. En este caso, el resultado no es so-
bre emparejamientos, sino sobre la conectividad κ (o
rama-conectividad λ) de un grafo, que se define como
la mı́nima cardinalidad de un “conjunto de corte” o
“conjunto {u, v}-separador”, constituido por vértices
(o por ramas). El teorema de Menger afirma entonces
que, para cada par de vértices u, v (no adyacentes, si
se trata de evaluar κ), el mı́nimo tamaño de un con-
junto {u, v}-separador iguala el máximo número de
{u, v}-caminos independientes en vértices (o en ra-
mas).
Recientemente, se ha demostrado que la conectivi-
dad (o rama-conectividad) de un (di)grafo alcanza
su valor máximo, igual a su grado mı́nimo, cuando
su diámetro es suficientemente pequeño en relación a
su ‘girth’ [5]; o su número de vértices es suficiente-
mente grande con respecto a su diámetro [7].
Los dos teoremas mencionados, de Hall y de Menger,
tienen múltiples aplicaciones en el estudio y diseño
de redes de interconexión (por ejemplo, entre proce-
sadores) y de comunicación. En esta charla co-
mentaremos una aplicación del teorema de Hall al
estudio de la red “múltiple-bus” (o “multibus”): Un
sistema multiprocesador con memoria compartida y
red de interconexión múltiple-bus consta de P proce-
sadores, B buses y M módulos de memoria con
B ≤ min{P, M }. Los procesadores acceden a las
memorias (es decir, a los módulos de memoria) a
través de los buses, por lo que deben establecerse
conexiones procesadores-buses y buses-memorias. En
un momento dado se producen m ≤ M peticiones
por parte de los procesadores para acceder a memo-
rias distintas. Por tanto, y ya que cada conexión
procesador-memoria necesita de un bus, si m ≤ B se
podrán asignar m memorias y, en cambio, si m > B
sólo prodrán asignarse B memorias. En la inter-
conexión completa, cada bus está conectado a to-
das las memorias y a todos los procesadores. Esto
supone un total de B(P + M ) conexiones, lo que en
general conlleva un ahorro sustancial respecto a la
red “crossbar” con un total de P M conexiones (una
conexión entre cada par procesador-memoria). De-
bido a que el coste de la red depende básicamente del
número de conexiones, es interesante estudiar hasta
que punto el esquema completo es redundante, es de-
cir, ¿cúal es el número máximo de conexiones que
pueden suprimirse sin que el sistema se degrade; es
decir, que cualesquiera m ≤ B procesadores puedan
acceder a cualesquiera m módulos de memoria distin-
tos?. Resulta que el número máximo de conexiones [7] M.A. Fiol, The connectivity of large digraphs
redundantes es and graphs, J. Graph Theory 17 (1993), 31–45.
B(B − 1),
[8] M.A. Fiol, c-Critical graphs with maximum de-
y este valor se alcanza por las llamadas “topologı́as gree three, en: Graph Theory, Combinatorics,
mı́nimas” como, por ejemplo, las llamadas “rómbica” and Applications (Proc. 7th Int. Conf. on the
y “escalera” (para más detalles, ver las referencias Theory and Appl. of Graphs, Kalamazoo’92),
[14, 17]). En este contexto, el teorema de Hall se Vol. 1, New York (1995) 403–411.
usa para dar una caracterización de las topologı́as
de interconexión que, al igual que la completa y [9] M.A. Fiol, Algebraic characterizations of
las mı́nimas, no degradan el sistema: Un sistema distance-regular graphs, en: Proc. 11th In-
múltiple-bus no se degrada si y sólo si cualesquiera ter. Conf. on Formal Power Series and Al-
p ≤ B pares procesador-memoria disjuntos están gebraic Combinatorics, Barcelona, 7–11 June
conectados en conjunto a, por lo menos, p buses. 1999, (eds. C. Martı́nez, M. Noy y O. Serra)
207–212, CPET, Barcelona, 1999.
Agradecimientos
Esta nota corresponde al resumen extendido de una [10] M.A. Fiol y M.L. Fiol, Coloracions: un nou con-
conferencia impartida en Sevilla por invitación, el 19 cepte dintre la teoria de grafs, L’ESCAIRE 11
de mayo de 2000, en el “Seminario de Matemática (1984), 33–44.
Aplicada” del Departamento de Matemática Apli- [11] M.A. Fiol y E. Garriga, From local adjacency
cada II (Universidad de Sevilla), organizado por el polynomials to locally pseudo-distance-regular
prof. Manuel Contreras. Agradezco a las per- graphs, J. Combin. Theory Ser. B 71 (1997),
sonas e instituciones involucradas, y especialmente 162–183.
al prof. Juan Antonio Mesa, la invitación recibida.
También agradezco a mis compañeros de departa- [12] M.A. Fiol y E. Garriga, On the algebraic theory
mento, los profs. Josep Fàbrega, Ernest Garriga y of pseudo-distance-regularity around a set, Lin-
Miguel Muñoz, las correciones y comentarios sobre ear Algebra Appl. 298 (1999), no. 1-3, 115–141.
este texto.
[13] M.A. Fiol, E. Garriga y J.L.A. Yebra, Avoid-
ing monocoloured triangles when colouring Kn ,
References Research Report, UPC (1995).

[1] M. Aigner y G. M. Ziegler, Proofs from THE [14] M.A. Fiol, M. Valero, J.L.A. Yebra y T. Lang,
BOOK, Springer, Berlin, 1998. Reduced interconnection networks based on the
multiple bus for multimicroprocessor systems,
[2] N. Biggs, Algebraic Graph Theory, Cambridge ISMM International Journal of Mini and Mi-
University Press, Cambridge, UK, 1993. crocomputers 6 (1984), no. 1, 4–9.
[3] A.E. Brouwer, A.M. Cohen y A. Neumaier, [15] C.D. Godsil, Algebraic Combinatorics, Chap-
Distance-Regular Graphs, Springer-Verlag, man and Hall, New York, 1993.
Berlin, 1989.
[16] R. Isaacs, Infinite families of nontrivial graphs
[4] F. Comellas, J. Fàbrega, A.S. Lladó y O. Serra, which are not Tait colorable, Amer. Math.
Matemàtica Discreta, Politext 26, Edicions Monthly 82 (1975), no. 3, 221–239.
UPC, Barcelona, 1994.
[17] T. Lang, M. Valero y M.A. Fiol, Reduction
[5] J. Fàbrega y M.A. Fiol, Maximally connected of connections for multibus organization, IEEE
digraphs, J. Graph Theory 13 (1989), 657–668. Trans. Comput. C-32 (1983), no. 8, 707–716.

[6] M.A. Fiol, A Boolean algebra approach to the [18] S. P. Radziszowski, Small Ramsey numbers,
construction of snarks, en: Graph Theory, Com- Electron. J. Combin. 1 (1994), Dynamic Survey
binatorics and Applications, Vol. 1, 493–524, 1, 30 pp. (electronic).
(eds. Y. Alavi, G. Chartrand, O.R. Oellermann [19] J. H. van Lint, Introduction to Coding Theory,
y A.J. Schwenk) John Wiley & Sons, New York, third edition, Springer, Berlin, 1999.
1991.