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CONDICIONES DE SEGURIDAD ALIMENTARIA EN EL PROCESO

DESPL AZ AMIENTO – RETORNO

Caso de la Asociación de Mujeres de Cartagenita – Asomucar, en Convención,


Norte de Santander.

CAROLINA SANTOS NIÑO

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA


FACULTAD DE ESTUDIOS AMBIENTALES Y RURALES
MAESTRÍA EN DESARROLLO RURAL
BOGOTÁ
2010

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CONDICIONES DE SEGURIDAD ALIMENTARIA EN EL PROCESO
DESPL AZ AMIENTO – RETORNO

Caso de la Asociación de Mujeres de Cartagenita – Asomucar, en Convención,


Norte de Santander.

CAROLINA SANTOS NIÑO

Ejercicio de investigación de primer año.

Tutora: María Teresa Barón

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA


FACULTAD DE ESTUDIOS AMBIENTALES Y RURALES
MAESTRÍA EN DESARROLLO RURAL
BOGOTÁ
2010

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TABL A DE CONTENIDO

1. Introducción 6
2. Justificación 7
3. Planteamiento del problema 8
4. Objetivos 11
4.1. Objetivo general 11
4.2. Objetivos específicos 11
5. Marco conceptual 12
5.1. Seguridad Alimentaria 12
5.2. Desplazamiento forzado y retorno 14
5.3. Género 16
5.4. Organización comunitaria 17
6. Estado del arte 20
7. Metodología 23
7.1. Enfoque metodológico 23
7.2. Fases del proceso metodológico 23
7.3. Grupo de estudio 23
7.4. Herramientas metodológicas 24
7.4.1. Entrevistas semi estructuradas 24
7.4.2. Recordatorios de 24 horas 24
7.4.3. Grupo focal 25
7.4.4. Perfil productivo del grupo 25
7.4.5. Gráfico histórico 26
7.4.6. Matriz de uso del tiempo con enfoque de género 26
7.5. Participantes 27
8. Presentación y análisis de resultados 28
8.1. Efectos del proceso desplazamiento retorno
en las condiciones alimentarias familiares 28
8.2. Condiciones actuales de seguridad alimentaria 30

3
8.2.1. Disponibilidad de alimentos 30
8.2.2. Acceso a los alimentos 33
8.2.3. Consumo de alimentos 34
8.2.4. Aprovechamiento biológico 37
8.3. El papel de la mujer en la seguridad alimentaria 38
9. Conclusiones 40
10. Recomendaciones 41
11. Referencias bibliográficas 42
12. Anexos 46

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LISTA DE CUADROS

• Cuadro 1. Fases del proceso metodológico 23


• Cuadro 2. Listado de participantes y actividades a las que se vincularon 27
• Distribución porcentual de la fuente de suministro de alimentos proteicos 31
• Distribución porcentual de la fuente de suministro de alimentos energéticos 31
• Distribución porcentual de la fuente de suministro de frutas y verduras 32
• Preparaciones con mayor participación dentro del desayuno 34
• Preparaciones con mayor participación dentro de la media mañana 34
• Preparaciones con mayor participación dentro del almuerzo 35
• Preparaciones con mayor participación dentro de la media tarde 35
• Preparaciones con mayor participación dentro de la comida 36
• Matriz de uso del tiempo de la mujer 38

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1. INTRODUCCIÓN

La alimentación y la nutrición son temas complejos que dependen de factores


ambientales, culturales y económicos en constante evolución. El hambre y la
desnutrición son piezas restrictivas del desarrollo económico y social de una nación;
son claros indicadores de pobreza, desigualdad y aislamiento económico y cultural;
además son grandes limitantes en la productividad de los individuos por su impacto en
la salud y desarrollo físico, generando a su vez elevados costos para la salud pública
del país.

Las condiciones sociales y económicas adversas, de los sectores rurales,


especialmente, de las familias campesinas, han desencadenado problemas crónicos de
inseguridad alimentaria, en la mayoría de los casos, subestimados o desconocidos.
Esta realidad, se torna más complicada cuando el flagelo de la guerra, hace parte de la
historia y el diario vivir de las comunidades.

El caso que se describe en este documento, corresponde a una pequeña parte de la


región del Catatumbo Medio, en el departamento de Norte de Santander,
específicamente, en el corregimiento de Cartagenita, del municipio de Convención. La
Asociación de mujeres que motiva el análisis, tiene como característica principal, el
hecho de que la mayoría de sus integrantes, participaron en el proceso de
desplazamiento – retorno masivos, ocurridos entre los años 2002 y 2004.

La cercanía y especial interés con este caso en particular, se debe a un proceso de


trabajo comunitario, realizado con la Corporación Buen Ambiente – Corambiente, desde
el año 2004, aprendiendo de los encuentros y desencuentros, de las vidas y los
momentos, que todas estas familias han compartido amablemente con nosotras y
nosotros.

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2. JUSTIFICACIÓN

El problema del desplazamiento forzado ha sido ampliamente analizado desde


diferentes perspectivas, así como sus implicaciones y consecuencias. Algunos de estos
análisis abordan la dimensión alimentaria y nutricional, especialmente durante el
espacio coyuntural de reubicación y emergencia en los municipios o zonas receptoras
y exploran especialmente las consecuencias inmediatas de este tipo de migraciones.

Sin embargo, el efecto de este destierro en la seguridad alimentaria y nutricional de las


familias es por sí mismo un espacio más complejo y amplio en términos de
implicaciones y temporalidad. Este nivel un poco más detallado de análisis, sumado a la
revisión de la particularidad que imprime el proceso de retorno a la tierra en unas
condiciones no ideales del entorno, son los que pretende este ejercicio de investigación.

Otro factor que motiva este trabajo se centra en la posibilidad de mostrar que “no todo
está perdido” (Osorio, 2006: 29); es fundamental visibilizar el hecho de que las familias
y en especial las mujeres (que se enfrentan a las no menos duras condiciones
posteriores al retorno), configuran sus propias estrategias para sobrevivir; resisten al
ambiente hostil dejado por la guerra, con todas las secuelas y réplicas constantes.

El resultado de este ejercicio permitirá a la Asociación reconocerse como protagonista


dentro de un proceso de reconstrucción social, cimentado sobre las bases de la
seguridad y la soberanía alimentaria. Además suscitará una mirada crítica a las
ausencias institucionales de información y reconocimiento de la problemática real, en
términos de dimensiones e implicaciones.

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3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El desplazamiento forzado constituye una de las vulneraciones de derechos y libertades


más dramáticas de la crisis humanitaria en el país; las personas desplazadas por la
violencia, muestran en su mayoría, patrones de movilización predominantemente de las
áreas rurales a las áreas urbanas, reflejando por tanto, a las comunidades campesinas
e indígenas convertidas en sus principales protagonistas.

En su huida de la violencia, las familias rurales abandonan la tierra, el principal bien que
les permite obtener sostenimiento y garantizar su seguridad alimentaria. Otros bienes
como la vivienda, animales, cultivos, infraestructuras de producción y herramientas
también son abandonados. Dichos condicionantes ponen en evidencia una de las
consecuencias menos valoradas: la ruptura de la continuidad de la cultura rural
producida por el desplazamiento. En este ámbito, el conflicto ejerce una acción
contundente sobre las condiciones de seguridad y soberanía alimentarias
(Corambiente, 2004).

Durante los años 2001 y 2002 un grupo numeroso de familias provenientes de las
zonas rurales del Catatumbo Medio huyen de sus tierras a raíz de las múltiples
arremetidas de actores armados, dirigiéndose hacia los municipios de Convención y
Ocaña, mientras otro grupo de hogares deciden adentrarse en la zona de reserva
forestal hacia la región del Parque Nacional Natural Catatumbo-Barí quedando
completamente confinados. Algunas de las familias asentadas en Ocaña y Convención
son víctimas de un segundo desplazamiento masivo en los municipios receptores,
viéndose obligadas a fijar su residencia en la ciudad de San José de Cúcuta (Ibíd.,
2004).

La situación de marginación y exclusión de estas familias desplazadas, consecuencia


de la gran dificultad que tienen para utilizar en la ciudad sus habilidades principalmente
agropecuarias, genera entre otras, un proceso de organización comunitaria que

8
apoyado por varias entidades estatales y organizaciones no gubernamentales,
establece un proceso de retorno al Catatumbo.

Las más de 200 familias retornantes encuentran en sus parcelas viviendas destruidas;
pérdidas de cultivos, semillas de pan coger y especies menores; rompimiento de las
relaciones familiares y comunitarias que dificultan los intercambios; bloqueos
alimentarios y una presencia de actores armados que amenazan las posibilidades de
seguridad y protección para sus vidas. En este contexto, las familias inician su
restablecimiento social (Óp. Cit, 2004).

La caracterización de la situación alimentaria y nutricional de las familias vinculadas a la


Asociación de Mujeres de Cartagenita – ASOMUCAR, realizada por Corambiente en el
año 2007, encontró que:
- La principal fuente de suministro de alimentos es la compra; la producción de
“comida” para el autoabastecimiento es muy escasa. El 75% de los ingresos
familiares se destinan a la compra de alimentos.
- Las ayudas alimentarias dejaron de llegar a la zona desde 2006, por bloqueos de
los actores armados.
- La dieta de las familias es poco variada, se basa en el consumo de alimentos de
alto valor calórico y bajo contenido de proteínas, vitaminas y minerales. El
consumo de cafeína es muy alto.
- De 170 niños y niñas evaluados, el 65% presentaron Desnutrición Crónica o
están clasificados en Riesgo de Desnutrición.

A pesar de este panorama, las familias – especialmente las mujeres, a través de su


vinculación a la Asociación- han avanzado en el proceso de organización comunitaria, a
partir del cual se generan estrategias participativas y concertadas colectivamente de
cara al hambre y la malnutrición. Estas acciones desarrolladas desde el ámbito familiar
para no “morir de hambre” son poco visibilizadas y permiten generar algunas preguntas
para la investigación:

9
- ¿Cuál es el efecto del proceso desplazamiento-retorno en las condiciones
actuales de seguridad alimentaria de las familias de la Asociación de
Mujeres de Cartagenita – ASMOMUCAR?
- ¿Cuáles estrategias familiares son adoptadas por las familias para acceder a su
alimentación?
- ¿Cuál es el papel de la mujer rural en el aseguramiento de la alimentación
familiar a partir del desplazamiento y el posterior retorno?
- ¿Cuáles han sido las estrategias propuestas por las instituciones para afrontar la
crisis alimentaria?

La primera de estas preguntas, corresponde a la pregunta de investigación, de este


ejercicio de primer año.

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4. OBJETIVOS

4.1 Objetivo General:


Analizar el efecto del proceso desplazamiento – retorno en las condiciones
actuales de seguridad alimentaria de las familias de la Asociación de Mujeres de
Cartagenita - ASOMUCAR.

4.2 Objetivos Específicos:

o Determinar las condiciones alimentarias de las familias de la Asociación


de Mujeres de Cartagenita – ASOMUCAR antes del desplazamiento y
después del retorno a sus fincas.

o Definir el papel de la mujer rural en el aseguramiento de la alimentación


familiar, a partir del desplazamiento y posterior retorno de las familias del
Corregimiento de Cartagenita.

11
5. MARCO CONCEPTUAL

Es fundamental para esta investigación, precisar algunos conceptos orientadores del


análisis: seguridad alimentaria, desplazamiento forzado y retorno, género y
organización comunitaria; todos, como asientos básicos para la cualificación de los
datos obtenidos en el trabajo de campo.

5.1. Seguridad Alimentaria:


En la últimas décadas, el concepto de Seguridad Alimentaria, ha ido tomando fuerza y
ganando espacios en las principales agendas nacionales e internacionales, desde los
ámbitos político, económico, social y académico. A través de este recorrido, su
definición y perspectivas han ido evolucionando y adaptándose a las coyunturas y
transformaciones estructurales, que el tema alimentario ha experimentado.

Una de las definiciones más conocidas y aceptadas, corresponde a la que establece la


FAO (Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), donde
se asegura que: “existe seguridad alimentaria cuando todas las personas tiene en todo
momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para
satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos, a
fin de llevar una vida activa y sana” (FAO, 2006: 1).

Así mismo, esta definición incluye como ejes determinantes, la disponibilidad de


alimentos, el acceso a los alimentos, la utilización biológica y la estabilidad. Tales
dimensiones, guardan mucha relación y de hecho, son inspiradoras, de los
componentes definidos por el documento Conpes Social 113 (Consejo Nacional de
Política Económica y Social), desarrollado por el Departamento Nacional de Planeación,
y que a su vez, actúa como Política Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional
(PSAN). En esta se define:

12
“Seguridad alimentaria y nutricional es la disponibilidad suficiente y estable de
alimentos, el acceso y el consumo oportuno y permanente de los mismos en cantidad,
calidad e inocuidad por parte de todas las personas, bajo condiciones que permitan su
adecuada utilización biológica, para llevar una vida saludable y activa” ( PSAN, 2008:
3).

Para este ejercicio, será las definiciones y conceptos establecidos por esta política
nacional, los principales marcos de referencia, para el análisis de los resultados, y el
abordaje del concepto de Seguridad Alimentaria y Nutricional. En esta medida, es
importante enumerar, cada uno de los ejes que la precisan:

a. Disponibilidad de Alimentos: hace referencia a la cantidad de alimentos con que


cuenta un municipio, una región o un país, y a la suficiencia de estos, frente a los
requerimientos nutricionales de la población. Inciden en este componente, los
factores productivos como tierra, crédito, agua; las estructuras de
comercialización, las condiciones ambientales, entre otras.
b. Acceso: está relacionado con la cantidad y calidad de alimentos que una familia,
región o país, pueden adquirir, para que su dieta sea suficiente y adecuada.
Tiene relación directa con los ingresos y los precios de alimentos.
c. Consumo: se refiere a la selección que las personas hacen de sus alimentos, de
acuerdo a sus preferencias, su cultura, los hábitos alimentarios, la educación, la
publicidad y el tamaño y composición familiar.
d. Aprovechamiento o utilización biológica de los alimentos: está relacionado con la
forma y la cantidad en que el cuerpo puede asimilar los alimentos que ingiere;
está determinado por, el estado de salud, el estado nutricional, las condiciones
del entorno, el acceso a los servicios de salud y el saneamiento básico.
e. Calidad e inocuidad de los alimentos: está determinada por las condiciones y
características, que inician con la cadena agroalimentaria y terminan con el
consumidor final, y que garantizan, que los alimentos no sean un riesgo físico,
químico o biológico en contra de la salud.

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Así como adquiere importancia para este ejercicio la definición de la seguridad
alimentaria y nutricional, es importante también, definir la vulnerabilidad a la inseguridad
alimentaria. El Programa Mundial de Alimentos, la describe como: “la presencia de
factores que colocan a las personas en riesgo de convertirse en inseguras en términos
de alimentos o de desnutrición, incluyendo aquellos factores que afectan su habilidad
para hacer frente a esos riesgos” (PMA, 2003: 14).

Dadas las características del ejercicio de investigación, es importante abordar otros


conceptos, que permitan cualificar los datos tomados en campo.

5.2: Desplazamiento Forzado y Retorno:


El tema del desplazamiento forzado interno, ha sido ampliamente analizado y afrontado
desde todas las perspectivas nacionales; no en vano, dado que este, es un flagelo que
azota a nuestro país desde hace muchos años y que no se detiene, por el contrario,
parece ser cada vez más inclemente y prolífero.

El tema del retorno voluntario, es un poco menos explícito dentro de los análisis socio
económicos y políticos; algunos de estos procesos, no han sido dimensionados en su
totalidad, y es por esto, que muchas veces no generan los impactos esperados.

Respecto al desplazamiento forzado interno, OCHA (Oficina para la Coordinación de


Asuntos Humanitarios) lo define como “el movimiento bajo coerción o involuntario que
tiene lugar dentro de las fronteras nacionales. Las razones para huir pueden variar e
incluyen el conflicto armado, situaciones de violencia generalizada, violaciones de los
derechos humanos y desastres naturales o desencadenados por el ser humano”
(OCHA, 2002: 3).

Algunas de las características más graves del desplazamiento forzado, radican en las
condiciones de vulneración de derechos fundamentales, que las familias y comunidades
se encuentran en los lugares receptores. Tales condiciones van desde la inseguridad

14
alimentaria, hacinamientos, desempleo, estigmatización, problemas para acceder a
salud y educación, entre muchas otras. Todo esto, hace que las familias no puedan
reconstruir sus vidas con facilidad y despierta un interés masivo, por retornar a sus
lugares de origen, a sus territorios, a sus vidas.

Este proceso de retorno voluntario mucho menos documentado, como se expresó


anteriormente, es definido por Acción Social, de Presidencia de la República, como “el
regreso e integración de la población desplazada a la localidad de residencia, o al lugar
donde realizaba sus actividades económicas habituales” (Acción Social, 2006:5).

Dentro de este protocolo para el acompañamiento a los procesos de retorno, elaborado


por Acción Social, hay unas aclaraciones que vale la pena resaltar:

- “En principio, la mejor alternativa para una persona desplazada por causa del
conflicto y la violencia, debería ser la posibilidad de retornar a su lugar de origen
y lo que significa por sí mismo: la recuperación de su entorno, la oportunidad de
continuar con su proyecto de vida personal, familiar y comunitario, volver a ser
parte fundamental del tejido social de su comunidad, contribuir al desarrollo de su
municipio y volver al ejercicio pleno de la ciudadanía”. (Ibíd., 2006: 5).

- “La evidencia en la sostenibilidad de un retorno, sin lugar a dudas, es que en el


lugar del retorno o reubicación, se hayan mejorado las condiciones de
Gobernabilidad, lo que significa el ejercicio pleno de los derechos de la
comunidad y en particular de aquellas familias que han retornado o se han
reubicado”. (Óp. Cit, 2006: 8).

Así mismo, este protocolo establece como una de las condiciones básicas para el
retorno, el principio de “seguridad”, que está relacionada, no sólo con la integridad
física, sino con la “estabilización socio económica” y la garantía de “no repetición” del
suceso del desplazamiento. Dentro de los ejes fundamentales de este principio, se

15
encuentran la seguridad alimentaria, los servicios básicos y los recursos productivos
(Óp. Cit, 2006: 6).

5.3: Género:
El tema del género, es otro de los temas en auge en la historia reciente del mundo. En
esta investigación en particular, adquiere relevancia, por tratarse de un caso, en el que
las mujeres han sido protagonistas, no sólo como grupo social organizado en pro de un
interés común, sino, como participantes activas de la reconstrucción de su vida familiar
y comunitaria.

Javier Calatrava, define el tema de género, desde una perspectiva del desarrollo, como
“el conjunto de relaciones socioeconómicas y culturales entre personas de distinto sexo.
El sexo viene determinado biológicamente, mientras que el género es un concepto
socioeconómico” (Calatrava, 2002: 73). Por su parte, Carla Zumbado, en su tesis
doctoral, expresa que el sexo “consiste de diferencias entre «machos» que fecundan y
«hembras» que conciben” (Zumbado, 2003: 48). Mientras tanto, el género varía de
acuerdo al tiempo, la geografía, los aspectos culturales y socioeconómicos (Ibíd., 2003:
48).

Retomando a Calatrava, “El género puede considerarse, pues, el reflejo social del sexo,
las relaciones de género son, para una sociedad determinada, un hecho cultural y
social, que, lógicamente, admite, como toda institución humana, alteraciones y
cambios” (Óp. Cit, 2002: 73).

Cuando se habla de género, se hace necesario hablar de las funciones que social y
culturalmente, se han asignado a uno y a otro, es decir los roles. En el caso de las
mujeres, los roles o ámbitos más conocidos se clasifican en tres categorías:
reproductivos, productivos y comunitarios. Para hacer una aproximación a cada uno de
ellos, tomaremos como base, lo planteado por Carla Zumbado (2003).

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- Roles reproductivos: relacionados con la reproducción y subsistencia familiar,
generalmente se asocian a las labores domésticas; el cuidado y el mantenimiento de
los hijos y compañeros; preparar alimentos, hacer compras para el hogar; criar a los
hijos y en general, todo lo que se desconoce cómo trabajo monetario.
- Roles productivos: incluye el trabajo que genera un intercambio monetario, en el caso
de las familias rurales, abarca la producción para el autoabastecimiento y la
comercialización.
- Roles comunitarios: generalmente son actividades no remuneradas, que se asumen
como estrategia para la supervivencia de una colectividad. Es común que se realice en
los ratos libres y es totalmente voluntario. (Zumbado, 2003: 52).

A partir de estos últimos roles, se da cabida al último de los temas básicos para el
análisis de esta investigación: la organización comunitaria.

5.4: Organización Comunitaria:


La realidad tan cambiante y confusa a la que nos enfrentamos en este momento
histórico de la humanidad, donde las relaciones humanas han sido las primeras
afectadas, nos ha situado frente a un mundo cada vez más distanciado de la
solidaridad, la justicia y la integración. Dicha situación, promueve en algunos sectores
de la sociedad, la aparición o fortalecimiento de procesos colectivos basados en estos
tres principios ya mencionados, y ejerce a su vez, algunas formas de resistencia frente
a la inevitable pérdida de los encuentros humanos.

Antes de abordar el tema de la organización comunitaria, es preciso, hacer un recorrido


muy breve, por otros conceptos que ayudan a su configuración. Uno de ellos,
corresponde a la construcción de comunidad.

La comunidad es ante todo, “un sistema estructurado e integrado de relaciones


sociales que funciona en un área contigua y delimitada y que posee un repertorio
común de valores, normas, usos y costumbres” (Castillo, 1988: 13).

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A partir de la existencia de este grupo definido, empiezan a aparecer algunas
necesidades individuales o colectivas, cuyas estrategias de solución, ayudan a
conformar el proceso del desarrollo comunitario, entendido este como “el proceso de
cambio social que tiende a lograr un mejoramiento de las condiciones económicas,
sociales y culturales de las comunidades…” (Puigbó, Citado por: Castillo: 14).

La organización comunitaria es entonces el siguiente eslabón, en algunos de los


casos, menos complejo que el desarrollo comunitario, pero más focalizado. Según
Fontalvo, “las organizaciones comunales representan un tipo particular de asociación
de carácter cívico… y su objeto primordial es el procurar la solución de problemas y la
satisfacción de necesidades de los grupos o comunidades donde actúen” (Fontalvo,
Citado por Castillo: 22).

Castillo establece además, las diferentes clases de organizaciones comunitarias:


- Las juntas de acción comunal: “corporaciones cívicas sin ánimo de lucro,
compuestas por los vecinos de un lugar, que aúnan esfuerzos y recursos para
procurar la solución de necesidades más sentidas de la comunidad” (Castillo,
1988: 23).
- Las cooperativas: personas asociadas para servir a sus miembros, sin ánimo de
lucro. Su función es básicamente productiva y comercial.
- Los sindicatos: grupos de trabajadores asalariados, que persiguen generalmente
intereses económicos.
- Las asociaciones de usuarios: “son organizaciones conformadas por las
personas usuarias de los servicios relacionados con redistribución de la tierra,
organización de la producción, crédito, almacenamiento, mercadeo y otros
servicios relacionados con la actividad agropecuaria” (Ibíd., 24).
- Empresas comunitarias: formas asociativas de trabajo agropecuario, donde las
partes, aportan recursos de diferente índole, para desarrollar una actividad
productiva y obtener ganancias.

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- Las asociaciones de padres de familia: diseñadas en pro del mejoramiento de las
condiciones de la comunidad escolar en los centros educativos.

La Asociación de Mujeres de Cartagenita – ASOMUCAR, podría ubicarse en el grupo


de las “asociaciones de usuarios”.

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6. ESTADO DEL ARTE

A pesar de que la Seguridad Alimentaria es un tema en constante construcción y


evolución, especialmente en las últimas décadas con las implicaciones de la revolución
verde, las crisis mundiales de alimentos, los objetivos del milenio, no ha logrado abarcar
todas las particularidades que la afectan, especialmente en determinadas zonas del
mundo y en algunos sectores sociales.

Los sectores rurales, sobremanera, el sector campesino, ha sido abordado por


diferentes organizaciones, instituciones y entidades, para intentar caracterizarlo e
identificar los factores más preponderantes de su cultura, economía y estilo de vida. Sin
embargo, algunas comunidades campesinas de países como Colombia, no han sido tan
ampliamente investigadas; la diversidad de razones es amplia, van desde el acceso a
sus lugares de permanencia, hasta impedimentos de tipo coercitivo y armado, que no
permiten la profundización.

Desde la dimensión internacional, la FAO (Food and Agriculture Organization) es la


organización abanderada en esta problemática. Dentro de sus principales aportes al
tema de esta investigación, se encuentran las menciones hechas al tema de la
seguridad alimentaria y el género, a pesar de que no se han vinculado mucho estos
últimos, a condiciones de conflicto armado.

En su nutrido documento: “El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2000”,


hace mención a las marcadas desventajas que enfrenta el medio rural, en términos de
seguridad alimentaria. Describe además, el nivel de desventaja en que dicho sector se
encuentra respecto a cifras de malnutrición y de hambre, esta última, incrementada en
contextos de desplazamiento interno forzado por la violencia. (FAO, 2000: 64-67).

Por su parte, Carmen Lahoz, precisa en una relación igual de importante para esta
investigación, la relación entre mujeres y seguridad alimentaria. En el caso de las

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mujeres rurales, destaca como actividad principal, la “agricultura de subsistencia” y
propone a la mujer, como la principal responsable de la mayoría de las actividades
relacionadas con la alimentación, como, la preparación, la conservación, el
aprovisionamiento, entre otras. En el tema productivo, las liga a la producción animal,
mantenimiento y utilización del huerto familiar, y a la conservación de semillas y
variedades. (Lahoz, 2).

En Colombia, las Universidades y las Organizaciones No Gubernamentales, son


quienes generalmente se encargan de investigar y acercarse con detalle a la realidad
de las comunidades campesinas. El tema de la seguridad alimentaria, se ha abordado
desde diferentes ámbitos, sin embargo, en el caso puntual, de las comunidades
campesinas retornadas, aún persisten muchos vacíos de información.

En algunas investigaciones enfocadas al sector rural y relacionadas con la seguridad


alimentaria y la perspectiva de género, se han caracterizado aspectos relevantes,
especialmente relacionados con la disponibilidad de alimentos, y los roles asumidos por
la mujer dentro de la familia. Un ejemplo de estas, corresponde a la investigación
realizada por Diana del Pilar Agudelo Acevedo, en el Municipio de Fómeque,
Cundinamarca.

De acuerdo a lo encontrado por Agudelo (2007), a pesar de que las familias


campesinas participantes, eran familias campesinas dedicadas a la producción de
alimentos, obtenían buena parte de su dieta a partir de la compra. Así mismo, resalta la
importancia de la mujer dentro de la construcción de hábitos y patrones alimentarios
familiares. Es protagonista además, en el mantenimiento de la producción animal, la
producción para el autoconsumo y el mantenimiento de la salud, a través del uso de
plantas medicinales.

En este caso, las mujeres pasan la mayoría del tiempo dedicadas a realizar actividades
de tipo reproductivo, y en gran medida, a apoyar las actividades productivas del hogar;

21
mientras tanto, los hombres dedican casi todo su tiempo a labores del tipo productivo.
(Agudelo, 2007 102).

La documentación más cercana a las condiciones de seguridad alimentaria en la región


del Catatumbo, fue realizada en el año 2008, por un equipo de investigadores de la
Universidad Nacional, en la zona de Bobalí, Municipio del Carmen, Norte de Santander.
Esta investigación hace algunas aproximaciones al tema de la seguridad alimentaria en
medio del conflicto armado (Jaramillo et al., 2008).

Dentro de los aportes más relevantes se encuentran:


 La base de la comida de las comunidades campesinas e indígenas que habita la
zona está conformada por el fríjol, el guineo y la yuca. Los alimentos más
escasos son la carne y las verduras.
 Los principales productos destinados a la comercialización son el plátano, el
café, el cacao y la yuca.
 La violencia paramilitar iniciada en el año 1999, no sólo generó bloqueos a las
formas de comercialización de los productos, destruyeron el tejido social,
matando gente inocente y persiguiendo a los líderes comunitarios; acabaron con
los cultivos, quemaron casas y, robaron y mataron animales.
 Antes de la incursión paramilitar a la zona, la “seguridad alimentaria de las
comunidades era más fuerte que ahora”; la producción no sólo servía para el
autoabastecimiento de las familias, sino, que servía para abastecer los mercados
locales de alimentos.
 Después de la violencia, mucha gente abandonó las veredas.
 Actualmente, el problema más grande que enfrenta la comunidad, son los bajos
precios obtenidos por la venta del fríjol, el cacao y el café; que además
incrementan su costo de producción, dadas las dificultades de transporte y vías.
 El papel de las mujeres en la seguridad alimentaria de las familias es
fundamental; ellas no sólo preparan la comida, sino que dosifican las existencias
de alimentos y trabajan muy duro durante el día para que su familia subsista.

22
7. METODOLOGÍA

7.1. ENFOQUE METODOLÓGICO:


El desarrollo de este trabajo, corresponde a una investigación de tipo cualitativo, que
permitió explorar, observa y analizar, una situación particular, de un grupo asociativo de
mujeres. Se emplearon herramientas como las entrevistas semi-estructuradas e
instrumentos de Diagnóstico Rural Participativo – DRP.

7.2. FASES DEL PROCESO METODOLÓGICO:


Cuadro 1. Fases del proceso metodológico.

FASE 1. Revisión de Acopio y selección de documentos, tesis, literatura y


fuentes secundarias documentos en general, relacionados con el tema y la
zona de estudio.
FASE 2. Planteamiento de A partir de la información disponible y la información
la pregunta y los objetivos carente, se planteó una pregunta de investigación
de investigación. concreta y, se formularon unos objetivos coherentes con
la disponibilidad de recursos (tiempo, dinero).
FASE 3. Trabajo de Recolección de datos, a través de entrevistas, talleres y
Campo. grupos focales.
FASE 4. Sistematización Construcción de la bases de datos y elaboración de las
de datos. memorias de los talleres.
FASE 4. Análisis de Cualificación de los datos obtenidos en campo, con el
resultados. apoyo del marco conceptual y triangulación
intrametodológica de la información.
FASE 5. Conclusiones. A partir de los hallazgos, destacar los principales aportes
hechos por la investigación.

7.3. GRUPO DE ESTUDIO:

La población estudiada, corresponde a 15 mujeres campesinas, vinculadas a la


Asociación de Mujeres de Cartagenita – ASOMUCAR, ubicadas en el corregimiento de
Cartagenita (municipio de Convención) y sus veredas. La principal característica de
este grupo, es haber participado del desplazamiento masivo en el año 2002 y del
retorno colectivo del año 2004.

23
En algunos momentos de la investigación, participaron los esposos de estas mujeres, y
otras mujeres de la misma asociación, que no participaron del proceso desplazamiento
– retorno iniciado hace 8 años.

7.4. HERRAMIENTAS METODOLÓGICAS:

Las herramientas utilizadas fueron: las entrevistas semi estructuradas, recordatorios de


24 horas, grupos focales, perfil productivo, gráfico histórico y matriz de uso del tiempo
con enfoque de género.

7.4.1. Entrevistas semi estructuradas:


La entrevista como herramienta cualitativa de investigación, es definida por Elsy Bonilla
cómo: “una conversación… cara a cara, que tiene como propósito conocer en detalle lo
que piensa o siente una persona con respecto a un tema…”. Por supuesto, tal como lo
plantea la autora, deber ser un instrumento utilizado, para profundizar, cuando se han
identificado los informantes claves de un tema (Bonilla, Rodríguez, 1997:9).

Para este caso, se realizaron 11 entrevistas semi estructuradas (Ver Anexo 1), con
mujeres vinculadas a la Asociación de Mujeres de Cartagenita – ASOMUCAR, que
cumplieron con el requisito previamente establecido, de haber sido participantes del
proceso desplazamiento –retorno en el Catatumbo Medio.

El objetivo de las entrevistas era, esencialmente, identificar las principales motivaciones


que tuvieron las familias para desplazarse, y posteriormente retornar a sus fincas;
además de conocer, las condiciones de vulnerabilidad alimentaria con las que se
encontraron al regreso.

7.4.2. Recordatorios de 24 Horas:


El recordatorio de 24 horas es una herramienta que permite conocer las principales
preparaciones consumidas por las familias, en cada uno de los tiempos de comida.

24
Facilita además, la identificación de la distribución de dichas preparaciones dentro de
cada uno de los miembros de la familia.

Además, ofrece una aproximación al patrón alimentario del grupo estudiado, es decir,
los alimentos que se consumen con mayor frecuencia por la totalidad de las familias.
Estos recordatorios fueron aplicados a un total de 17 mujeres de la asociación, 11 de
ellas retornadas. El análisis de los datos, se realizó con el software Corambiente®,
herramienta puesta a disposición, por la entidad con el mismo nombre.

7.4.3. Grupo Focal:


El grupo focal es un técnica que tal como lo afirma Geilfus, tiene como objetivo
principal, “obtener información pertinente,… rápida, trabajando con un grupo reducido
de gente directamente involucrada en la problemática estudiada” (Geilfus, 2001: 27).

Para obtener información acerca de la fuente de suministro de los alimentos básicos del
consumo familiar, se desarrolló un grupo focal el día 3 de marzo de 2010, con la
participación de 19 mujeres vinculadas a ASOMUCAR. Dentro de este grupo, 15 de las
mujeres tenían como antecedente común, haber participado del proceso
desplazamiento – retorno entre los años 2002 y 2004. Las otras 4 participantes, están
vinculadas a la asociación, pero no se han desplazado anteriormente.

Se enlistaron 66 alimentos o productos de la dieta básica colombiana, para que cada


familia expresará, uno por uno, cuál es su forma de obtenerlos; las opciones de
respuesta eran: lo produzco, lo compro, lo obtengo por trueque o lo recibo por
donación. (Ver anexo 2).

7.4.4. Perfil Productivo del Grupo:


Esta herramienta también es definida por Geilfus, como la técnica que permite “definir
en conjunto las características del grupo de participantes, en relación con las
actividades examinadas” (Ibíd., 2001: 32). Este taller fue realizado en Cartagenita, el

25
día 2 de marzo de 2010, con la participación de 10 personas, entre mujeres de la
asociación y los esposos de las que no pudieron asistir, todas las familias eran
retornadas.

Para este ejercicio en particular, se propuso un perfil productivo en dos momentos. El


primer momento definido fue el año 2001, correspondiente al momento previo a la
incursión paramilitar que desencadenó los desplazamientos masivos. El segundo
momento definido fue el año 2010, para poder establecer un marco comparativo entre
los dos escenarios (Ver Anexo 2).

7.4.5. Gráfico Histórico:


El gráfico histórico permite “hacer una representación gráfica de los cambios que han
afectado a la comunidad en los años recientes, en diferentes aspectos de la vida…”
(Óp. Cit, 2001: 42). Esta actividad fue realizada el día 3 de marzo, con participación
exclusiva de mujeres de la asociación; algunas de ellas participantes del
desplazamiento-retorno masivo y otras, que decidieron permanecer en la zona y resistir
a la ola de violencia (Ver Anexo 2).

Se definieron como variables de análisis, los componentes de población, producción de


alimentos familiar, producción para la comercialización, educación, salud, desarrollo
comunitario y presencia de entidades e instituciones, todos, estratégicos en la definición
de las condiciones de seguridad alimentaria. Los años determinados fueron 2000-2001;
2002-2003; 2004-2006; 2007-2009 y 2010.

7.4.6. Matriz de uso del tiempo con enfoque de género:


Esta es otra de las herramientas definidas por Geilfus, entendida como una técnica de
visualización, que permite “desarrollar un aprendizaje… sobre el aporte real de la mujer
en las actividades de la explotación familiar” (Óp. Cit, 2001: 81). La elaboración de esta
matriz, se llevo a cabo el día 21 de abril de 2010, con participación exclusiva de
mujeres. (Ver Anexo 2).

26
7.5. PARTICIPANTES:

Cuadro 2. Listado de participantes y actividades a las que se vincularon.


PARTICIPANTES Entrevista Perfil Grupo Gráfico Matriz de Recordatorio
SE Productivo Focal Histórico Uso del 24 horas
tiempo
1 Marcelina Rojas
2 Adriana María Fernández
3 Esther Martínez
Rodríguez
4 Anadilia Vergel
5 Mariela Pacheco G.
6 Solime Álvarez Contreras
7 Yaleidi García Barbosa
8 Doris García
9 Elba María Ferisola
10 Ana Libis Moncada
11 Esther Martínez
12 Ana Ilse Barbosa
13 Chiquinquira Meneses
14 Ana Elvia Sánchez
15 Miriam Suárez Ascanio
16 Dionaid Suárez
17 Raúl Santiago
18 Alcides Pallares
19 Ender Rojas
20 Yameli Pallares
21 María Gregoria Arenas
22 Orfelina Guerrero Q.
23 Isfery Gaona
24 Ana Emilse Pacheco
25 Carmela Quintero B.
26 Carmen Elena Jácome
27 Leidy Villamizar Prada
28 Yenilse Rivera
29 Luz Elena Portillo
30 Carmen María Pacheco
31 Edith María Gaona
32 Nelda Rosa Pallares
33 Yaneth María Blanco
34 Zaidys Guevara Ortiz

27
8. PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS

Los principales hallazgos de este ejercicio de investigación, se plantean en tres


secciones: los efectos del proceso desplazamiento – retorno (DR) sobre las condiciones
alimentarias familiares; condiciones actuales de seguridad alimentaria; el papel de la
mujer en la seguridad alimentaria.

8.1. Efectos del proceso desplazamiento – retorno (DR) sobre las condiciones
alimentarias familiares:

Las entrevistas realizadas a las mujeres de la Asociación de Mujeres de Cartagenita –


ASOMUCAR, pusieron en evidencia varios factores en común, respecto al proceso de
DR masivo que se vivió en la zona de Cartagenita (Catatumbo Medio); todas refieren
como motivo principal para desplazarse, el temor, algunas incluso señalan como
principal hecho desencadenante, el asesinato de un pariente cercano o la retención
involuntaria de sus maridos.

Las principales razones por las que decidieron retornar, además de la iniciativa
colectiva que les ofrecía seguridad, fueron las dificultades enfrentadas en los lugares
receptores y el amor por la vida en el campo. “No queríamos seguir viviendo arrimados”
(Orfelina Guerrero, 2010).

“Perdimos todos los animales, un corte de yuca, todo el plátano, hasta la estufa se nos
llevaron” (Zaidys Guevara, 2010). Al regreso, todas encontraron sus fincas destruidas,
saqueadas y sin animales; los cultivos que no estaban quemados, estaban cubiertos
por la maleza; además de la infraestructura productiva, algunas familias perdieron sus
pertenencias familiares como camas, ropa, enseres.

28
Al regreso, las principales formas de conseguir los alimentos, eran las donaciones de
vecinos y familiares; los esposos debían ocuparse en jornales por fuera de sus fincas, y
cuando la situación se hacía más crítica, debían jornalear las mujeres también. Las
estrategias de entrega de semillas y especies menores, por parte de las entidades que
acompañaron el retorno, fueron en algunos casos, el primer impulso para la
recuperación parcial de la autonomía alimentaria. “Comíamos poco, lo que no
regalaban no más; empezamos a sembrar las semillas que nos regalaron” (María
Gregoria Arenas, 2010).

El gráfico histórico (Ver Anexo 2) corrobora lo encontrado en las entrevistas; la


población se desplazó de forma masiva entre los años 2002 y 2003, como
consecuencia de la incursión paramilitar, y sólo retornó en gran proporción a la zona,
durante el año 2004. La producción de alimentos estuvo ligada a esta dinámica de
población; la mayoría de cultivos destinados al autoconsumo, sólo se recuperan
después de varios meses, incluso años, de regreso a la zona.

Una de las carencias más significativas dentro de la alimentación familiar, es la carencia


de las fuentes de proteína animal (carnes, huevos, lácteos), por ser este uno de los
nutrientes indispensables en el aseguramiento de un normal crecimiento y un adecuado
estado nutricional. Todas las mujeres entrevistadas y las que participaron de la
construcción del gráfico histórico, mencionan lo difícil de haber perdido todos los
animales: gallinas, pollos, cerdos y ganado.

La producción para el autoconsumo no fue la única que desapareció con el proceso DR.
El café como el producto más importante para la generación de ingresos de la mayoría
de las familias, fue devastado por la ausencia de manejo y mano de obra, tal como se
menciona en las entrevistas y se refleja en el perfil productivo y el gráfico histórico.

Todo este panorama, pareciera contradecir en gran medida, lo planteado por el


“Protocolo para el acompañamiento a los procesos de retorno o reubicación de

29
población desplazada”, elaborado y promovido por Acción Social (2006), donde se
establece como un condicionante fundamental, el principio de “seguridad”, que además
de contemplar la estabilidad socioeconómica, propende por la garantía de la seguridad
alimentaria, el acceso a los servicios básicos y a los recursos productivos.

8.2. Condiciones actuales de Seguridad Alimentaria:

La descripción y análisis de este componente, toma como referencia, cuatro de los


cinco ejes condicionantes de la seguridad alimentaria, planteados por la Política
Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional: disponibilidad de alimentos, acceso a
los alimentos, consumo y aprovechamiento biológico (PSAN, 2008).

8.2.1. Disponibilidad de Alimentos:

Según las entrevistas, los alimentos que se producen en la mayoría de las familias,
destinados al autoconsumo son: plátano, yuca, caña panelera, pollos y huevos. El perfil
productivo ratifica a los dos primeros, y señala una disminución progresiva en la
siembra de maíz y fríjol para este mismo fin. El trabajo en grupos focales, arrojó lo
siguiente la información, consignada en los cuadros 3,4 y 5 y sintetizada a continuación:

 La principal forma de obtener los alimentos es la compra.


 La estrategia de los trueques, intercambios o donaciones de alimentos entre
vecinos y familiares es prácticamente nula.
 Tal como se evidencia en los otros instrumentos, los alimentos más producidos
por una amplia proporción de familias son, aves, huevos, plátano, yuca, cebolla
larga, banano y limón.
 El café y la panela, a pesar de su aminorada producción, aún es importante
dentro de la producción para el autoconsumo, de algunas familias.

30
Cuadro 3. Distribución porcentual de la fuente de suministro de alimentos proteicos.
Asociación de Mujeres de Cartagenita. Marzo 2010.

CONSUMO FUENTE DE SUMINISTRO (%)


ALIMENTO FAMILAR
n = 19 PRODUCIDO COMPRADO AYUDA/
TRUEQUE
LACTEOS
Leche 100.0 5.26 94.74
Queso 100.0 5.26 94.74
Yogurt - Kumis 100.0 100.0
CARNICOS,
AVES Y HUEVOS
Aves 100.0 89.47 10.52
Carne de Res 100.0 100.0
Huevos 100.0 73.68 26.31
Pescado 100.0 10.52 89.47
Carne de Cerdo 100.0 100.0
Embutidos 100.0 100.0
LEGUMINOSAS
SECAS
Arveja 100.0 100.0
Fríjol 100.0 100.0
Garbanzos 63.15 100.0
Lentejas 100.0 100.0
FUENTE: Esta investigación

Cuadro 4. Distribución porcentual de la fuente de suministro de alimentos energéticos.


Asociación de Mujeres de Cartagenita. Marzo 2010.

CONSUMO FUENTE DE SUMINISTRO (%)


ALIMENTO FAMILAR
n = 19 PRODUCIDO COMPRADO AYUDA/
TRUEQUE
CEREALES Y
PRODUCTOS
ELABORADOS
Arroz 100.0 100.0
Harina de Trigo 100.0 100.0
Harina de Maíz 100.0 100.0
Pastas 100.0 100.0
Galletas 100.0 100.0
Pan 100.0 100.0
Empaquetados 100.0 100.0
RAICES,
TUBÉRCULOS Y
PLÁTANOS
Arracacha 100.0 5.26 94.74
Papa 100.0 10.52 89.47
Plátano 100.0 94.74 5.26
Yuca 100.0 84.21 15.78
FUENTE: Esta investigación

31
Cuadro 5. Distribución porcentual de la fuente de suministro de verduras y frutas.
Asociación de Mujeres de Cartagenita. Marzo 2010.

ALIMENTO CONSUMO FUENTE DE SUMINISTRO (%)


FAMILIAR
PRODUCIDO COMPRADO AYUDA
n = 19
VERDURAS
Acelgas 100.0 100.0
Auyama 100.0 31.57 68.42
Arveja verde 100.0 100.0
Brócoli 100.0 100.0
Cebolla cabezona 100.0 100.0
Cebolla larga 100.0 78.94 21.05
Cilantro 100.0 52.63 47.36
Coliflor 100.0 100.0
Fríjol Verde 100.0 100.0
Habichuela 100.0 100.0
Lechuga 100.0 100.0
Pepino 100.0 100.0
Perejil 100.0 10.52 89.47
Pimentón 100.0 10.52 89.47
Repollo 100.0 100.0
Tomate 100.0 10.52 89.47
Yotas 100.0 26.31 73.68
Zanahoria 100.0 5.26 94.74
FRUTAS
Banano 100.0 94.74 5.26
Guayaba 100.0 36.84 63.15
Guanábana 100.0 10.52 89.47
Limón 100.0 73.68 26.31
Lulo 100.0 42.1 57.89
Mandarina 100.0 36.84 63.15
Mango 100.0 100.0
Manzana 100.0 100.0
Maracuyá 100.0 10.52 89.47
Mora 100.0 15.78 84.21
Naranja 100.0 21.05 78.94
Papaya 100.0 21.05 78.94
Piña 100.0 26.31 73.68
Tomate de árbol 100.0 10.52 89.47
FUENTE: Esta investigación

La información anterior, puede asumirse como un reflejo de las consecuencias que a


largo plazo pueden tener las rupturas socioeconómicas y productivas, generadas por el
desplazamiento forzado. Las familias campesinas deben convertirse en compradoras
de comida, y la prioridad de la mano de obra familiar, es la generación de ingresos, que
paradójicamente se destinan a la compra de alimentos de mala calidad nutricional, y
que en el peor de los casos, podrían ser producidos en sus propias fincas.

32
8.2.2. Acceso a los alimentos:

Este componente está estrechamente ligado al nivel de ingresos, la sostenibilidad


familiar de los mismos, y los precios de los alimentos. En el caso de las familias
vinculadas con ASOMUCAR, el perfil productivo del grupo permitió identificar, como
principales fuentes de ingresos la coca y el jornaleo, a diferencia de los que ocurría en
el año 2001, donde esta lugar era ocupado por el café, el ganado, la caña y el fríjol.

Hoy día, el negocio de la producción y la transformación de la coca, no sólo concentra


una gran parte de las tierras cultivables, sino que atrae, además, gran parte de la mano
de obra disponible en la región. Las familias que comercializan la pasta base de coca,
reciben en promedio $800.000 pesos por Kilogramo, cuyo requerimiento en área,
equivale a más o menos, ¼ de Ha

Por otro lado, las familias que basan su economía en el jornal, no encuentran
provocador el trabajo en otro tipo de cultivos; las razones, son evidentes: el día de
jornal en cultivos o actividades diferentes a la coca, es pagado a $15.000 pesos;
mientras en el negocio de la coca, dicha cantidad asciende a $25.000 pesos por jornal
(Ver Anexo 2).

Existen dos factores de vulnerabilidad, que pueden alarmar dentro de este contexto: el
primero, es el riesgo permanente de judicialización, penalización y erradicación al que
se enfrenta continuamente el negocio de la coca, cuyas consecuencias podrían ser
catastróficas para la economía familiar; y el segundo, se basa en que generalmente,
en las regiones donde existen dinámicas de coca, los precios de los alimentos, y el
costo de vida en general, son elevados; no sólo por considerarse un entorno de
abundancia, sino por el encarecimiento que los productos sufren al enfrentar bloqueos,
vías deficientes y largas distancias.

33
8.2.3. Consumo de alimentos:

La sistematización de los recordatorios de 24 horas1, puso de manifiesto, una dieta


insuficiente, poco variada y desequilibrada. En el desayuno, el tinto, la arepa y el queso
salado, son las preparaciones más representativas del consumo familiar.

Cuadro 6. Preparaciones con mayor participación dentro del desayuno.


Tiempo de Comida Preparación Consumo
Familiar
TINTO 53,00%
AREPA 47,00%
YUCA COCIDA 24,00%
QUESO SALADO 24,00%
DESAYUNO AGUA DE PANELA 18,00%
CAFÉ EN LECHE 18,00%
HUEVO FRITO 18,00%
PESCADO FRITO 12,00%
CHOCHECO COCIDO 18,00%
MADURO FRITO 6,00%
FUENTE: Esta investigación

En la media mañana, de nuevo aparece el tinto como la preparación más consumida,


acompañado del pan y las coladas de Bienestarina y harina de trigo. Uno de los
hallazgos más llamativos, es que muy pocas familias hacen refrigerios en la mañana.

Cuadro 7. Preparaciones con mayor participación dentro de la media mañana.


Tiempo de Comida Preparación Consumo
Familiar
TINTO 18,00%
PAN 18,00%
MEDIA MAÑANA COLADA DE BIENESTARINA 18,00%
COLADA DE HARINA DE TRIGO 18,00%
FUENTE: Esta investigación

1
Sistematización realizada en el software CORAMBIENTE®, propiedad de la Corporación Buen Ambiente.

34
Durante el almuerzo, aparece en primer lugar la sopa de fríjol, seguida por el chocheco
(banano verde) cocido, y de nuevo el agua de panela es frecuente en el consumo
familiar. El arroz condimentado con ajo es otra preparación frecuente.

Cuadro 8. Preparaciones con mayor participación dentro del almuerzo.


Tiempo de Comida Preparación Consumo Familiar
SOPA DE FRÍJOL 65,00%
CHOCHECO COCIDO 65,00%
AGUA DE PANELA 53,00%
ARROZ CON AJO 24,00%
LIMONADA DE PANELA 18,00%
ALMUERZO CARNE GUISADA 12,00%
YUCA COCIDA 12,00%
PESCADO GUISADO 12,00%
JUGO DE MORA 12,00%
CARNE FRITA 12,00%
FUENTE: Esta investigación

La media tarde también es realizada por muy pocas familias; como en todos los
anteriores tiempos de comida, la panela es un alimento básico dentro del menú. Así
mismo, el plátano hartón en diferentes formas de preparación está incluido.

Cuadro 9. Preparaciones con mayor participación dentro de la media tarde.


Tiempo de Comida Preparación Consumo Familiar
AGUA DE PANELA 18,00%
TINTO 12,00%
MADURO FRITO 6,00%
MEDIA TARDE PAN 6,00%
MADURO ASADO 6,00%
FUENTE: Esta investigación

Las preparaciones de la comida, se asemejan mucho a las de almuerzo y de nuevo,


predomina el consumo de agua de panela, de la mano del arroz con ajo. Aparecen los
huevos como un producto de gran aceptación dentro de la dieta de las familias de
Cartagenita.

35
Cuadro 10. Preparaciones con mayor participación dentro de la comida.
Tiempo de Comida Preparación Consumo Familiar
AGUA DE PANELA 65,00%
ARROZ CON AJO 41,00%
HUEVO FRITO 35,00%
COMIDA CHOCHECO COCIDO 24,00%
PAN 18,00%
TINTO 12,00%
PLÁTANO COCIDO 12,00%
YUCA COCIDA 12,00%
FUENTE: Esta investigación

Los recordatorios de 24 horas, permitieron además, indagar acerca de las diferencias


que existen al interior de la familia, en cuanto a las preparaciones consumidas. En la
mayoría de ellas, todos sus integrantes se alimentan por igual; sin embargo, hubo
algunas excepciones, por ejemplo:

- En las familias de Edith María Gaona y Yenilse Rivera, el consumo de tinto es


para los adultos, este es sustituido por café en leche para los niños y niñas.
- La señora María Gregoria Arenas come de forma diferente al resto de los
miembros de su familias, dado su antecedente de colon irritable, evitando el
consumo excesivo de carbohidratos complejos y carnes rojas.

Como se evidencia en los cuadros anteriores, los alimentos más consumidos son los
que pertenecen al grupo de los cereales, las raíces, los tubérculos y plátanos y al grupo
de los azúcares. Los grupos más deficitarios son el de las hortalizas y verduras y el
grupo de las frutas. El consumo de proteínas está apoyado por la producción de huevos
y aves, sin embargo, es insuficiente la cantidad destinada para el autoconsumo, de
estos productos.

La educación, es otro de los factores importantes dentro del consumo de alimentos;


según lo descrito en el gráfico histórico, la arremetida de la violencia originó un temor
generalizado dentro de los docentes de la región, que no se atrevían a volver a las
Escuelas del corregimiento. Aún, por los episodios violentos y la presencia de grupos

36
armados, que nunca han abandonado la zona del todo, la adjudicación de los docentes
es muy lenta y afecta el curso normal de la academia.

A pesar de que en los últimos años, la oferta educativa de la zona ha mejorado, aún
persisten las deficiencias crónicas de acceso a educación básica secundaria y a
instituciones de educación superior. A esta situación neurálgica, se suma el hecho de
que, las ahora crecientes resiembras de coca, han absorbido mano de obra muy joven;
es decir, muchos niños y adolescentes han abandonado sus clases, para dedicarse a
trabajar en la coca, que se hace muy llamativa por la cantidad de ingresos que genera.

8.2.4. Aprovechamiento biológico:

Uno de los condicionantes más importantes de este componente de la seguridad


alimentaria, corresponde al estado de salud y el acceso a los servicios médicos y
preventivos. La información suministrada por las mujeres en el gráfico histórico, revela
falencias de varios años, en la calidad de servicios de salud a los que acceden las
familias del corregimiento de Cartagenita.

Desde antes de la coyuntura violenta, la institución prestadora de servicios, era el


centro de salud ubicado en el casco urbano del corregimiento; siempre ha sido atendido
por una enfermera jefe y la presencia de médicos y otros especialistas, sólo era posible
cuando el entonces Hospital de Convención, organizaba brigadas de salud para la
zona.

Con la violencia, el centro de salud dejó de funcionar por varios años. Recientemente
ha abierto sus puertas de nuevo, sin embargo, las falencias persisten, con el agravante
de que ahora, el Hospital de Convención (el más cercano a la zona y queda a 75
minutos en carro aproximadamente), se convirtió en centro de salud, obligando a
recurrir al municipio de Ocaña, cuando se requiere de atención de tercer nivel.

37
Respecto al estado nutricional, los diagnósticos periódicos realizados por Corambiente,
siempre han mostrado graves condiciones nutricionales. La valoración más reciente,
mostró que de los 142 niños y niñas evaluados, 24 se encuentran en Desnutrición
Crónica (16,9%), siendo ésta la tipología más severa de malnutrición, por afectar
directamente el crecimiento y desarrollo de quien la padece, y por reflejar una historia
prolongada de mala alimentación (Corambiente, 2010).

8.3. El papel de la mujer en la seguridad alimentaria familiar:


La matriz de usos del tiempo, permitió un primer acercamiento a las actividades
comúnmente realizadas por las mujeres. De acuerdo a la definición de Zumbado
(2003), la mayoría de las labores descritas por las mujeres, corresponden a roles de
tipo reproductivo.
Cuadro 11. Matriz de usos del tiempo de la mujer.
UN DIA DE LA MUJER
ACTIVIDAD Y Recibe ayuda de:
HORA Su esposo Sus hijas Sus Los pequeños
hijos
Hacer desayuno ●● ●
6:30 a.m.
Dar de comer a los animales ●● ●
/:00 a.m.
Alistar a los niños para la escuela
7:10 a.m.
Llevar los niños a la guardería ●
7:30 a.m.
Organizar y hacer aseo a la casa ●●● ●
8:00 a.m.
Hacer el almuerzo ●●●
100:00 a.m.
Lavar ropa ●●
11:00 a.m.
Servir el almuerzo ●
12:00 a.m.
Lavar loza ●
1:30 p.m.
Recoger productos de la huerta ●●
12:30 p.m.
Preparar la comida ●
4:00 p.m.
Volver a asear ●● ●
5:00 p.m.
Servir la comida
6:00 p.m.
Lavar loza ●● ●
7:00 p.m.
Ayudar en las tareas de los niños ●●
7:40 p.m.

38
El cuadro muestra además, que este tipo de roles empiezan a designarse desde
temprana edad, pues son las niñas de la casa, quienes apoyan en mayor medida, las
labores de la madre. Los hombres generalmente están muy desvinculados de este tipo
de roles.

Efectivamente, las actividades de las mujeres están directamente relacionadas con los
aspectos más significativos de la seguridad alimentaria familiar; desde la recolección de
productos de pan coger, hasta la preparación de los diferentes tiempos de comida.
Adicionalmente, son las directas encargadas de velar por el mantenimiento de las
fuentes de proteína animal.

Las entrevistas realizadas, demuestran que en la mayoría de los casos, a pesar de que
las decisiones acerca del mercado, son tomadas en pareja, la selección de alimentos y
preparaciones diarias está a cargo de la mujer.

Una de las particularidades que mostró el gráfico histórico frente al tema de la


organización comunitaria, fue la iniciativa primera por parte de las mujeres, de
conformar una asociación, de establecer un plan de trabajo en pro de la calidad de vida
de su comunidad. Aunque estas actividades no se mencionan en el cuadro 11, las
mujeres de la Asociación, destinan entre uno y dos días al mes, para reunirse en
Comités veredales, revisar el avance de los proyectos productivos y las novedades de
la producción de alimentos familiar.

Actualmente, están enfilando sus fuerzas hacia la consecución de una casa propia, que
no sólo sirva de punto de encuentro propio, sino que permita sacar adelante uno de sus
primeros sueños: tener su propio mercado local de productos orgánicos. “Si no fuera
por la asociación, estaríamos más llevadas todavía” (Miriam Suárez, 2010).

39
9. CONCLUSIONES

Las familias que fueron forzadas a desplazarse y posteriormente decidieron retornar a


sus fincas, contrario a lo esperado, no mejoraron sus condiciones socioeconómicas al
regresar. Todos sus medios de sostenimiento y su capital, fue arrasado. Además, la
ruptura drástica de los tejidos sociales, las redes de intercambio y apoyo, hicieron
hincapié en la dificultad para restablecerse. Por tal razón, cuando no existen las
garantías suficientes para los procesos de retorno, uno de los principales derechos
vulnerados, es el derecho fundamental a la alimentación.

La producción de alimentos y la generación de ingresos, no son los únicos


componentes de la seguridad alimentaria familiar, que se alteran con estos procesos de
DR; la salud y la educación, como factores fuertemente relacionados con la seguridad
alimentaria, tal como se demostró en este trabajo, también sufren deterioros drásticos,
que incrementan los niveles de vulnerabilidad.

A pesar de que ya han transcurrido 8 años desde el retorno masivo a la zona, las
condiciones alimentarias siguen siendo precarias. La urgencia de obtener dinero, ha
priorizado el cultivo de la coca, frente a la producción de alimentos; adicionalmente, la
presencia moderada de actores armados, ha confinado a la comunidad y la ha aislado
de la mayoría de procesos gubernamentales y apoyos institucionales; situación que aún
cursa con grandes deficiencias en los sectores salud, educación y saneamiento básico,
enfrentando a las familias a niveles muy altos de vulnerabilidad alimentaria.

A pesar de que no fue posible profundizar en la participación de las mujeres dentro de


la situación alimentaria, se pudo evidenciar una fuerte relación entre mujeres,
disponibilidad y consumo de alimentos. Ellas, no sólo se encargan de priorizar el
autoabastecimiento local y familiar, sino que construyen en gran medida, los hábitos y
patrones alimentarios de su familia, por ende, de su comunidad.

40
10. RECOMENDACIONES

- Un indicador muy significativo de las condiciones alimentarias de una comunidad, es


el estado nutricional. Sería importante realizar un diagnóstico de las familias, para
aumentar la precisión en el conocimiento del componente de aprovechamiento biológico
de los alimentos.

- El componente de calidad de los alimentos, no fue abordado en este trabajo; sin


embargo, se presume que las condiciones de producción, fertilización y manejo de los
alimentos en la zona, podrían ser otro factor agravante del panorama alimentario. Sería
importante analizar su participación dentro de la seguridad alimentaria de la región.

- Debido a las dificultades de acceso a la zona y a las restricciones de tiempo, no se


pudo concluir a profundidad, sobre el segundo objetivo de este ejercicio,
correspondiente al papel de la mujer dentro de las condiciones alimentarias. Este sería
otro análisis pendiente.

41
11. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. COLOMBIA. ACCIÓN SOCIAL. Protocolo para el acompañamiento a los procesos de


retorno o reubicación de población desplazada. Versión 2. Disponible en
<http://terranova.uniandes.edu.co/centrodoc/docs/retorno/Politicas/Protocolo%20de%20
Retorno.pdf> [Consultado el 2 de febrero de 2010]. Bogotá. 2006.

2. AGUDELO, Diana del Pilar. Agroecosistema, género y seguridad alimentaria: estudio


de caso vereda Guachavita, municipio de Fómeque, Cundinamarca. (2007). 148 p.
Tesis (ecóloga). Pontificia Universidad Javeriana. Facultad de Estudios Ambientales y
Rurales. Carrera de Ecología.

3. BONILLA, Elsy y RODRÍGUEZ, Penélope. Más allá del dilema de los métodos: la
investigación en ciencias sociales. [CD-ROM]. s.l. Norma. 1997.

4. CALATRAVA, Javier. Mujer y desarrollo rural en la globalización: de los proyectos


asistenciales a la planificación de género. Revista Información Comercial Española
(ICE). Nov. – dic. 2002. No 803. Base de datos Dialnet. [Base de datos en línea].
[Consultado el 6 de abril de 2010]. P. 73-90.

5. CASTILLO, José M. Vinculación de la organización comunitaria al desarrollo.


Cuadernos ESAP. Bogotá. Escuela Superior de Administración Pública. 1998. P. 13-24.

6. COLOMBIA. CONSEJO NACIONAL DE POLÍTICA ECONÓMICA SOCIAL


(CONPES) 113. Política Nacional de Seguridad Alimentaria. Departamento Nacional de
Planeación. [CD-ROM]. Bogotá. 2008.

7. CORPORACIÓN BUEN AMBIENTE (CORAMBIENTE). Caracterización de las


comunidades vinculadas a la operación de retorno al Catatumbo. Corambiente. [CD-
ROM]. San José de Cúcuta. 2003. P. 1-4.

42
8. CORPORACIÓN BUEN AMBIENTE (CORAMBIENTE). Diagnóstico del estado
nutricional 2010. Corambiente. . [CD-ROM]. Bucaramanga. 2010. 5 p.

9. CORPORACIÓN BUEN AMBIENTE (CORAMBIENTE). Situación alimentaria y


nutricional de nuestras comunidades rurales. Corambiente. [CD-ROM]. Bucaramanga
2007. P. 32-39.

10. ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA AGRICULTURA Y LA


ALIMENTACIÓN (FAO). El estado mundial de la agricultura y la alimentación.
Disponible en <http://www.fao.org/docrep/x4400s00.HTM>. [Consultado el 10 de febrero
de 2010]. s.f. s.l.

11. ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA AGRICULTURA Y LA


ALIMENTACIÓN (FAO). Informe de políticas, Junio 2006. No 2. Disponible en
<ftp://ftp.fao.org/es/ESA/policybriefs/pb_02_es.pdf>. [Consultado el 19 de mayo de
2010]. s.l. 2006.

12. FONTALVO, Luis. La acción comunal y sus normas. Citado por: CASTILLO, José.
Vinculación de la organización comunitaria al desarrollo. Cuadernos ESAP. Bogotá.
Escuela Superior de Administración Pública. 1998. P-22.

13. GEILFUS FRANS. 80 herramientas para el desarrollo participativo: diagnóstico,


planificación, monitoreo, evaluación. 3 edición. Bogotá. Servicio Jesuita a Refugiados,
SIR. 2001.120 p.

14. JARAMILLO, Patricia et al. Seguridad alimentaria y mujer rural en el contexto del
libre comercio: estudio de caso, Norte de Santander, Catatumbo. Facultad de Ciencias
Humanas, Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. 2008. 20 p.

43
15. LAHOZ, Carmen. El papel clave de las mujeres en la seguridad alimentaria.
Disponible en.
<http://www.ieham.org/html/docs/documentacion2.asp?cat=12&val=1&lengua=>.
[Consultado el día 22 de mayo de 2010]. 16 p.

16. OFICINA PARA LA COORDINACIÓN DE ASUNTOS HUMANITARIOS (OCHA).


Guía para la aplicación de los principios rectores de los desplazamientos internos.
Bogotá. 2002. 79 p.

17. OSORIO, Flor Edilma. Territorialidades en Suspenso. Desplazamiento Forzado,


Identidades y Resistencias. CODHES. [CD-ROM]. 2006. P- 29.

18. PROGRAMA MUNDIAL DE ALIMENTOS (PMA). Vulnerabilidad a la inseguridad


alimentaria de la Población desplazada por la Violencia en Colombia. 2003. Disponible
en <http://documents.wfp.org/stellent/groups/public/documents/ena/wfp036410.pdf >. P-
14.

19. PUIGBÓ, Raúl. La evolución del desarrollo de la comunidad. Citado por: CASTILLO,
José M. Vinculación de la organización comunitaria al desarrollo. Cuadernos ESAP.
1988. Escuela Superior de Administración pública. Bogotá. P. 14.

20. ZUMBADO, Carla. Género y políticas de desarrollo: la brecha entre el decir y el


hacer. Desarrollo rural y políticas agropecuarias en costa rica. Tesis Doctoral.
Universitat Autónoma de Barcelona, Departamento de Ciencia Política y Derecho
Público. Base de datos Dialnet. [Base de datos en línea]. 2003. 305 p.

ENTREVISTAS REALIZADAS

21. Entrevista realizada a la señora María Gregoria Arenas, en el casco urbano del
corregimiento de Cartagenita, el día 3 de marzo de 2010.

44
22. Entrevista realizada a la señora Orfelina Guerrero, en el casco urbano del
corregimiento de Cartagenita, el día 3 de marzo de 2010.

23. Entrevista realizada a la señora Zaidys Guevara, en el casco urbano del


corregimiento de Cartagenita, el día 3 de marzo de 2010.

45
12. ANEXOS

ANEXO 1

GUIA DE ENTREVISTA

- Nombre:____________________________
- Vereda: _____________________________
- Fecha: _____________________________

Entrevistador: ______________________________________________________________

1. ¿Cuál es su lugar y fecha de nacimiento?

2. ¿Hace cuánto tiempo vive en esta región?

3. ¿Cuál ha sido el momento más difícil que usted ha tenido que enfrentar desde que vive
aquí?

4. Si ha tenido que dejar la zona alguna vez, ¿Cuáles fueron los motivos por los que usted y
su familia decidieron irse de la finca?

5. ¿Hace cuánto tiempo retorno a la zona?

6. ¿Qué lo(a) motivo a regresar?

7. ¿En qué condiciones encontraron la finca a su regreso?

8. ¿Cuáles fueron los medios utilizados al regreso para obtener la comida de la familia?

9. Desde el retorno, ¿cómo han enfrentado momentos de escasez de comida? (si los hubo)

10. ¿Cómo obtienen la comida actualmente?

11. ¿Cómo se toman las decisiones acerca del mercado y la alimentación en la casa?

12. ¿Cuáles alimentos está produciendo actualmente en su casa o finca? (si los produce).

46
ANEXO 2

MEMORIA DE LOS TALLERES DE DIAGNÓSTICO RURAL PARTICIPATIVO


MUNICIPIO DE CONVENCIÓN, CORREGIMIENTO DE CARTAGENITA
NORTE DE SANTANDER

Como parte del trabajo realizado para el ejercicio de investigación: “Condiciones de seguridad
alimentaria en el proceso desplazamiento – retorno. Caso de la Asociación de Mujeres de
Cartagenita – ASOMUCAR en Convención, Norte de Santander”, requisito académico de la
Maestría en Desarrollo Rural, de la Pontificia Universidad Javeriana; se realizaron tres talleres de
caracterización y análisis, los días 2 y 3 de marzo y 21 de abril de 2010, en el casco urbano del
corregimiento y con la participación de 29 personas en total, dentro de los cuales se
encontraban mujeres de la asociación y en algunos casos, sus esposos.

OBJETIVOS DE LOS TALLERES:

- Identificar las características productivas de las familias y su dinámica dentro del proceso
desplazamiento – retorno.

- Reconstruir participativamente, los principales hechos históricos que han configurado las
condiciones socio-económicas actuales.

- Identificar las formas de suministro de alimentos familiar y los principales productos del
autoconsumo.

47
- Analizar el papel de la mujer dentro de las actividades familiares.

Los instrumentos utilizados fueron: perfil productivo del grupo, gráfico histórico de las
condiciones socioeconómicas, matriz de usos del tiempo con enfoque de género y grupo focal:
“fuente de suministro de alimentos”.

PERFIL PRODUCTIVO DEL GRUPO:

Para el análisis de este perfil productivo, se plantearon dos momentos representativos para la
investigación: el año 2001, antes del desplazamiento masivo y el año 2010, es decir
actualmente. Contó con la participación de mujeres de la asociación y algunos esposos de las
mujeres que no asistieron, en total 10 participantes.

En el año 2001, la principal fuente de ingresos familiar era el café, seguido por la caña. El café
entraba en cosecha en los meses de enero y octubre; era comercializado en la Cooperativa de
Caficultores del Catatumbo, con sede en el casco urbano del municipio de Convención. En ese
momento recibían $180.000 pesos por carga (125 Kg). Para esa época, empieza a aparecer la
broca y la roya en la región, causando grandes pérdidas a la mayoría de las familias.

La caña panelera no era tan significativa dentro de la economía de la región, como el café, sin
embargo, era una fuente importante de ingresos. Se comercializaba fundamentalmente en
Convención y Ocaña; era procesada en los trapiches comunitarios del corregimiento y cada

48
carga de panela era pagada a $60.000 pesos. Algunas familias, solo la producían para el
autoconsumo.

El ganado doble propósito era otra fuente de ingresos familiar. Nada de esta producción era
destinada para el autoconsumo, ya que se priorizaba la venta de carne y leche. Así mismo, la
producción de fríjol era importante para los ingresos de algunas familias, sin embargo, este si se
destinaba en un porcentaje menor para el autoconsumo y el resto, para la comercialización.
Cada carga (10 arrobas) era pagada a $120.000 pesos.

Dentro de la producción para el autoconsumo, se contaba con maíz (para alimentación humana
y animal), plátano y yuca. La mayoría de las familias trabajaba en su propia tierra y la necesidad
de jornalear era muy poca.

En la actualidad, las principales fuentes de ingresos son la coca y el jornal. La primera, según el
grupo, aparece con fuerza en la zona, aproximadamente en los años 2006 a 2007; es
comercializada muy cerca de las fincas, no es necesario sacarla de la zona. Para producir 1 Kg de
pasta base, se necesitan más o menos 4000 plantas en promedio, que corresponden a ¼ de Ha,
y se vende en $800.000 pesos (este valor no equivale a ganancias netas, sólo al pago por kilo).

El jornaleo está básicamente destinado los cultivos de coca, café y el manejo de potreros, muy
pocos a la caña. Por el jornal (día) de trabajo en coca, se cobran $25.000 sin alimentación,
mientras en el trabajo con café, potreros o caña, se cobran $15.000, también sin incluir
alimentación.

El café ha perdido drásticamente, su participación dentro de las fuentes de ingresos familiares;


las familias que aún lo producen, destinan una parte de la cosecha al autoconsumo y otra se
comercializa en la Cooperativa del Catatumbo. Tienen grandes problemas con la estabilidad del
precio; dependiendo de la oferta, pueden recibir entre $650.000 pesos y $850.000 por carga.

En los últimos años, la producción de caña panelera había sido el fuerte de la zona, sin embargo,
a partir de mediados del año pasado, debido a la caída extrema del precio de la panela, la
mayoría de las familias ni siquiera la cortan, prefieren perderla.

La producción de ganado disminuyó mucho con el desplazamiento y posterior retorno; están


planeando recuperarla y fortalecerla, por considerarla un buen negocio. El maíz prácticamente
no se produce, ni siquiera para el autoconsumo; similar situación enfrenta el fríjol. El plátano y
la yuca, siguen siendo los principales cultivos de autoabastecimiento familiar.

GRÁFICO HISTÓRICO:

49
Este taller se realizó con la participación exclusiva de 13 mujeres de la asociación; algunas de
ellas participantes del desplazamiento-retorno masivo y otras, que decidieron permanecer en la
zona y resistir a la ola de violencia.

Para este análisis, se definieron variables estratégicas para las condiciones de seguridad
alimentaria, y se delimitaron 3 períodos de dos años, 1 de tres años y el año 2010.

En lo referente a la población, se encontró que entre los años 2000 y 2001, la zona estaba
habitada por familias campesinas, que vivían en un entorno tranquilo, con presencia de algunos
actores armados, como grupos de las guerrillas del ELN (Ejército de Liberación Nacional) y las
FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), pero sin enfrentamientos, ni arremetidas
contrala población civil.

A finales del año 2001 e inicios del 2002, con la incursión paramilitar, inician las múltiples
desapariciones, los asesinatos y enfrentamientos, que además de causar muchas muertes,
generan el desplazamiento masivo, más o menos hacia agosto de 2002, y el desplazamiento
paulatino de varias familias, entre finales de 2002 y todo 2003. “Las veredas y calles eran como
un desierto, no se veía un alma” (Miriam Suárez).

En el 2004, una buena cantidad de familias que se habían desplazado forzosamente, retornan a
la zona, sin embargo, la población continuaba siendo menor a la que existía hacia 2001, pues
además de las muertes y desapariciones, muchas familias prefirieron no regresar. Entre los años
2007 y 2009, con la aparición de la coca, vuelve a incrementarse moderadamente, el tamaño de

50
la población, debido al asentamiento de familias forasteras, proveniente de otras zonas del
Catatumbo y de regiones como Cesar y Antioquia. Actualmente, la población se ha mantenido
estable, a pesar de los episodios violentos esporádicos, como asesinatos y desapariciones.

La producción de alimentos familiar, muestra un comportamiento ligado a la dinámica


poblacional. Entre el año 2000 y 2001, había una producción suficiente de alimentos,
especialmente maíz, yuca, plátano y fríjol. Con la violencia y el desplazamiento de 2002 y 2003,
todo lo que estaba sembrado se perdió, los animales fueron robados en la mayoría de las fincas
abandonadas. Hasta el momento del retorno, donde gracias al apoyo de las diferentes
instituciones, se retoma en proceso de siembra, especialmente yuca, plátano y algunas
hortalizas, que integraban casi la totalidad de la dieta, pues era muy difícil conseguir fiado algo
en ese momento.

Entre 2007 y 2009, se inician procesos de apoyo fuerte a la producción de huertas caseras y
algunas especies menores. Inicia un proceso lento de recuperación de semillas y variedades. Sin
embargo, desde 2007 hasta hoy, a pesar de los esfuerzos de algunas entidades, la coca ha
desplazado la producción de comida; sumado esto, a las fuertes sequías que han enfrentado los
últimos dos años. “Así uno no quisiera sembrar coca, las hortalizas y las verduritas que uno
medio alcanzó a sembrar, se desparecieron toditas con esos veranos tan bravos que nos han
tocado” (Marcelina Rojas).

Tal como lo demostró el perfil productivo, la producción de café era la principal fuente de
ingresos familiar; la producción era buena y dejaba mayores ganancias, porque existían
estrategias solidarias de apoyo en mano de obra (mano vuelta). Con la violencia, las únicas
familias que pudieron obtener ingresos importantes, fueron las que mantuvieron abiertos sus
negocios, como tiendas, cantinas, billares, donde los principales clientes eran los actores
armados. Las demás familias que permanecieron, sobrevivían con lo que les quedaba en la finca
y con el ganado que lograron salvar; algunas empezaron a producir caña.

Con el retorno, la caña había empezado a tener fuerza dentro de algunas fincas grandes de la
zona, que sirvieron como fuente de ocupación de gran parte de la mano de obra retornante; así
como, los cultivos de coca que ya habían iniciado en zonas más selváticas y distantes del
corregimiento.

A partir de 2007 y hasta hoy, con las dificultades en los precios del café y la panela, la coca
empezó a ser el principal cultivo generador de ingresos dentro de las familias. Hoy, muy pocas
conservan sus producciones de café y caña, y las que no tienen tierra suficiente, se convierten
en mano de obra para la siembra, cosecha y procesamiento de la coca.

Respecto a la educación, los participantes destacan el hecho de que las escuelas y el colegio de
la zona, contaban con una oferta suficiente de docentes; los niños y niñas de la región, tenían
posibilidades de acceder a la educación primaria. Durante los años de la arremetida de la

51
violencia, las escuelas estaban abandonadas, las aulas servían de resguardo a los actores
armados. Los docentes abandonaron la zona por temor.

Con el retorno, empiezan a reaparecer los docentes y los estudiantes retornan poco a poco las
aulas; sin embargo, la gran dificultad, consistía en las plantas físicas de los planteles, que no
estaban en condiciones adecuadas para recibir a los estudiantes. A partir de 2007, aún no eran
suficientes los docentes, dadas las dificultades de nombramientos y los temores que aún
persistían de trabajar en la zona, por esta razón, algunos miembros de la comunidad, decidieron
empezar a apoyar a los docentes en las labores pedagógicas.

Actualmente, a pesar de que las escuelas funcionan adecuadamente y las posibilidades de


acceder a la educación han incrementado, persisten las dificultades en los nombramientos
oportunos de docentes y existen muchas deficiencias en la oferta de educación secundaria y
superior.

En materia de salud, en el año 2000, el centro de salud funcionaba normalmente, era atendido
por una enfermera jefe, fundamentalmente para atención de niveles 1 y 2. Esporádicamente,
recibían atención especializada con las brigadas de salud, promovidas desde el hospital de
Convención.

Durante los años de violencia, cerraron el centro de salud y las brigadas de salud, dejaron de
acudir a la zona. El centro de salud se reabre con el retorno, y las brigadas de salud que llegaban
a l corregimiento, provenían de la cruz roja. A partir del año 2007, la calidad de los servicios de
salud ha empeorado mucho, el hospital de convención se convirtió en centro de salud, y los
casos que requieren de atención de tercer nivel, deben remitirse a Ocaña. El centro de salud del
corregimiento, sigue funcionando, sin ambulancia, y sigue siendo atendido por una enfermera
jefe.

Antes del desplazamiento masivo, sólo existían las Juntas de Acción Comunal como espacios de
organización comunitaria; sus principales funciones, eran la gestión de proyectos y el apoyo a
iniciativas colectivas. Estas, desaparecen como actores durante la incursión paramilitar, por
amenazas en contra de los líderes y presidentes veredales.

Las juntas sólo se renuevan, con el proceso de retorno y algunas de las asociaciones de la zona,
entre ellas ASOMUCAR - Asociación de Mujeres de Cartagenita y sirve como ejemplo, a otras
zonas del Catatumbo, donde también empiezan a conformarse otras asociaciones de mujeres.
Desde entonces hasta hoy, la Asociación se ha fortalecido, y apoyó el proceso de conformación
de ASPROACUN – Asociación de Productores Agropecuarios de los Corregimientos Unidos de
Convención.

Las entidades que hacían presencia en la zona desde antes de los desplazamientos, eran
Ecopetrol, CORPONOR – Corporación Autónoma de Norte de Santander y la Federación de

52
cafeteros, apoyando temas sociales y productivos. Durante la violencia, sólo había presencia de
grupos armados. La mayor presencia de entidades e instituciones, coincide con el retorno
masivo del año 2004; participaron en este, la Defensoría del Pueblo, el Comité Internacional de
la Cruz Roja, Pastoral Social y Corambiente – Corporación Buen Ambiente. Después aparecen
OXFAM y el Programa Mundial de Alimentos – PMA.

Actualmente, permanecen trabajando en el corregimiento y sus veredas, la Pastoral Social,


Corambiente, Consornoc – Corporación Nueva Sociedad Región Nororiental de Colombia y
Ceencoser – Central Cooperativa de Servicios.

MATRIZ DE USOS DEL TIEMPO CON ENFOQUE DE GÉNERO:

53
Este taller se realizó con la participación de 8 mujeres de la Asociación, algunas de las cuales,
participaron en los talleres anteriores. Dentro del grupo, todas las mujeres estuvieron
participando del proceso de retorno masivo.

Las actividades de las mujeres de la región, son muy similares dentro del grupo; empiezan
generalmente a las 6:30 a.m., con la preparación del desayuno, donde en algunos casos,
reciben apoyo de sus maridos o sus hijas. La siguiente actividad, corresponde a la alimentación
de los animales, donde también comparten responsabilidades con sus esposos.
Después de esto, deben empezar a preparar a sus hijos para la escuela; las que tienen niños o
niñas pequeñas, deben llevarlos hasta la guardería, dos actividades que generalmente realizan
solas. Después, inician las labores de organización y aseo de la casa, este trabajo, generalmente
es apoyado por las hijas, en un solo caso, participan los hijos. Situación similar a la presentada
en la preparación del almuerzo, que es una responsabilidad básicamente femenina dentro del
hogar.

De manera simultánea, mientras se cocina el almuerzo, las mujeres de la casa, lavan la ropa de
todos los miembros de la familia, hasta que llega la hora de que ellas mismas, sirvan el
almuerzo. La función de lavar loza, continua siendo básicamente de la esposa, sin embargo, una
de las familias refería apoyo por parte del hijo mayor.

A partir de las 2:30 p.m., se recogen los productos del pan coger, en algunos casos, es una
actividad compartida por la pareja. A las 4:00 p.m., aproximadamente, inicia la preparación de la
comida, por parte de la esposa y las hijas mayores; después de montar las ollas, se vuelve a
hacer aseo en la casa, donde participan las hijas mayores y en algunos casos, los más pequeños
de la casa, que ayudan a recoger ropa u organizar las habitaciones.

Generalmente entre 6 y 6:30 p.m., la esposa sirve la comida. Después de esto, la señora y sus
hijas mayores, lavan la loza. Antes de dormir, las esposas apoyan a los hijos e hijas más
pequeños, con las tareas de la escuela; en algunos casos, en esta labor participan los esposos.

Dentro de la realización de este análisis, algunas de las mujeres destacaron aspectos


importantes de sus labores en el hogar:
- En algunas familias, no hay hijos o hijas grandes, así que no reciben ayuda de nadie.
- Dependiendo de las condiciones económicas, algunas mujeres deben salir a trabajar con
sus esposos.
- “Siempre dicen que nosotras no hacemos sino dormir, y fíjese, todo lo que nos toca” (Luz
Dary López).
- Generalmente, las actividades en las que reciben apoyo de los esposos, corresponden a
los fines de semana, cuando ellos no están trabajando.
- Cuando los esposos están trabajando cerca de la finca, se incrementan las labores
diarias, porque es responsabilidad de la señora de la casa, llevarles los refrigerios, el
almuerzo y el guarapo.

54
GRUPO FOCAL: “FUENTE DE SUMINISTRO DE ALIMENTOS”.

Las familias participantes de este grupo focal, fueron 19 en total; todas las representantes
fueron mujeres y provenían de 9 diferentes veredas del corregimiento: Santa Bárbara,
Miraflores, Gramales, Patiecitos, Bellaluz, Limos, Macanal, Agua Blanca, San Isidro y el casco
urbano de Cartagenita.

En total, se establecieron 66 alimentos o productos alimenticios, que corresponden a alimentos


frecuentemente consumidos en el país, y que debían clasificarse, a su vez, en tres categorías
principales: lo produzco, lo compro, lo obtengo a través del truque o lo recibo en donación.

Dentro de los principales hallazgos, se encontró que la principal fuente de suministro de


alimentos es la compra. Las relaciones de trueque o de donaciones entre vecinos y familiares,
son prácticamente nulas. Algunos productos como los garbanzos, las acelgas, el brócoli, coliflor,
tomillo, laurel, orégano y batata, son poco consumidos y aceptados dentro del consumo
familiar.

Los principales alimentos producidos por un porcentaje significativo de familias son: gallinas,
pollos, huevos, plátano, yuca, cebolla larga, cilantro, banano y limón.

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