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1
CONDICIONES DE SEGURIDAD ALIMENTARIA EN EL PROCESO
DESPL AZ AMIENTO – RETORNO
2
TABL A DE CONTENIDO
1. Introducción 6
2. Justificación 7
3. Planteamiento del problema 8
4. Objetivos 11
4.1. Objetivo general 11
4.2. Objetivos específicos 11
5. Marco conceptual 12
5.1. Seguridad Alimentaria 12
5.2. Desplazamiento forzado y retorno 14
5.3. Género 16
5.4. Organización comunitaria 17
6. Estado del arte 20
7. Metodología 23
7.1. Enfoque metodológico 23
7.2. Fases del proceso metodológico 23
7.3. Grupo de estudio 23
7.4. Herramientas metodológicas 24
7.4.1. Entrevistas semi estructuradas 24
7.4.2. Recordatorios de 24 horas 24
7.4.3. Grupo focal 25
7.4.4. Perfil productivo del grupo 25
7.4.5. Gráfico histórico 26
7.4.6. Matriz de uso del tiempo con enfoque de género 26
7.5. Participantes 27
8. Presentación y análisis de resultados 28
8.1. Efectos del proceso desplazamiento retorno
en las condiciones alimentarias familiares 28
8.2. Condiciones actuales de seguridad alimentaria 30
3
8.2.1. Disponibilidad de alimentos 30
8.2.2. Acceso a los alimentos 33
8.2.3. Consumo de alimentos 34
8.2.4. Aprovechamiento biológico 37
8.3. El papel de la mujer en la seguridad alimentaria 38
9. Conclusiones 40
10. Recomendaciones 41
11. Referencias bibliográficas 42
12. Anexos 46
4
LISTA DE CUADROS
5
1. INTRODUCCIÓN
6
2. JUSTIFICACIÓN
Otro factor que motiva este trabajo se centra en la posibilidad de mostrar que “no todo
está perdido” (Osorio, 2006: 29); es fundamental visibilizar el hecho de que las familias
y en especial las mujeres (que se enfrentan a las no menos duras condiciones
posteriores al retorno), configuran sus propias estrategias para sobrevivir; resisten al
ambiente hostil dejado por la guerra, con todas las secuelas y réplicas constantes.
7
3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
En su huida de la violencia, las familias rurales abandonan la tierra, el principal bien que
les permite obtener sostenimiento y garantizar su seguridad alimentaria. Otros bienes
como la vivienda, animales, cultivos, infraestructuras de producción y herramientas
también son abandonados. Dichos condicionantes ponen en evidencia una de las
consecuencias menos valoradas: la ruptura de la continuidad de la cultura rural
producida por el desplazamiento. En este ámbito, el conflicto ejerce una acción
contundente sobre las condiciones de seguridad y soberanía alimentarias
(Corambiente, 2004).
Durante los años 2001 y 2002 un grupo numeroso de familias provenientes de las
zonas rurales del Catatumbo Medio huyen de sus tierras a raíz de las múltiples
arremetidas de actores armados, dirigiéndose hacia los municipios de Convención y
Ocaña, mientras otro grupo de hogares deciden adentrarse en la zona de reserva
forestal hacia la región del Parque Nacional Natural Catatumbo-Barí quedando
completamente confinados. Algunas de las familias asentadas en Ocaña y Convención
son víctimas de un segundo desplazamiento masivo en los municipios receptores,
viéndose obligadas a fijar su residencia en la ciudad de San José de Cúcuta (Ibíd.,
2004).
8
apoyado por varias entidades estatales y organizaciones no gubernamentales,
establece un proceso de retorno al Catatumbo.
Las más de 200 familias retornantes encuentran en sus parcelas viviendas destruidas;
pérdidas de cultivos, semillas de pan coger y especies menores; rompimiento de las
relaciones familiares y comunitarias que dificultan los intercambios; bloqueos
alimentarios y una presencia de actores armados que amenazan las posibilidades de
seguridad y protección para sus vidas. En este contexto, las familias inician su
restablecimiento social (Óp. Cit, 2004).
9
- ¿Cuál es el efecto del proceso desplazamiento-retorno en las condiciones
actuales de seguridad alimentaria de las familias de la Asociación de
Mujeres de Cartagenita – ASMOMUCAR?
- ¿Cuáles estrategias familiares son adoptadas por las familias para acceder a su
alimentación?
- ¿Cuál es el papel de la mujer rural en el aseguramiento de la alimentación
familiar a partir del desplazamiento y el posterior retorno?
- ¿Cuáles han sido las estrategias propuestas por las instituciones para afrontar la
crisis alimentaria?
10
4. OBJETIVOS
11
5. MARCO CONCEPTUAL
12
“Seguridad alimentaria y nutricional es la disponibilidad suficiente y estable de
alimentos, el acceso y el consumo oportuno y permanente de los mismos en cantidad,
calidad e inocuidad por parte de todas las personas, bajo condiciones que permitan su
adecuada utilización biológica, para llevar una vida saludable y activa” ( PSAN, 2008:
3).
Para este ejercicio, será las definiciones y conceptos establecidos por esta política
nacional, los principales marcos de referencia, para el análisis de los resultados, y el
abordaje del concepto de Seguridad Alimentaria y Nutricional. En esta medida, es
importante enumerar, cada uno de los ejes que la precisan:
13
Así como adquiere importancia para este ejercicio la definición de la seguridad
alimentaria y nutricional, es importante también, definir la vulnerabilidad a la inseguridad
alimentaria. El Programa Mundial de Alimentos, la describe como: “la presencia de
factores que colocan a las personas en riesgo de convertirse en inseguras en términos
de alimentos o de desnutrición, incluyendo aquellos factores que afectan su habilidad
para hacer frente a esos riesgos” (PMA, 2003: 14).
El tema del retorno voluntario, es un poco menos explícito dentro de los análisis socio
económicos y políticos; algunos de estos procesos, no han sido dimensionados en su
totalidad, y es por esto, que muchas veces no generan los impactos esperados.
Algunas de las características más graves del desplazamiento forzado, radican en las
condiciones de vulneración de derechos fundamentales, que las familias y comunidades
se encuentran en los lugares receptores. Tales condiciones van desde la inseguridad
14
alimentaria, hacinamientos, desempleo, estigmatización, problemas para acceder a
salud y educación, entre muchas otras. Todo esto, hace que las familias no puedan
reconstruir sus vidas con facilidad y despierta un interés masivo, por retornar a sus
lugares de origen, a sus territorios, a sus vidas.
- “En principio, la mejor alternativa para una persona desplazada por causa del
conflicto y la violencia, debería ser la posibilidad de retornar a su lugar de origen
y lo que significa por sí mismo: la recuperación de su entorno, la oportunidad de
continuar con su proyecto de vida personal, familiar y comunitario, volver a ser
parte fundamental del tejido social de su comunidad, contribuir al desarrollo de su
municipio y volver al ejercicio pleno de la ciudadanía”. (Ibíd., 2006: 5).
Así mismo, este protocolo establece como una de las condiciones básicas para el
retorno, el principio de “seguridad”, que está relacionada, no sólo con la integridad
física, sino con la “estabilización socio económica” y la garantía de “no repetición” del
suceso del desplazamiento. Dentro de los ejes fundamentales de este principio, se
15
encuentran la seguridad alimentaria, los servicios básicos y los recursos productivos
(Óp. Cit, 2006: 6).
5.3: Género:
El tema del género, es otro de los temas en auge en la historia reciente del mundo. En
esta investigación en particular, adquiere relevancia, por tratarse de un caso, en el que
las mujeres han sido protagonistas, no sólo como grupo social organizado en pro de un
interés común, sino, como participantes activas de la reconstrucción de su vida familiar
y comunitaria.
Javier Calatrava, define el tema de género, desde una perspectiva del desarrollo, como
“el conjunto de relaciones socioeconómicas y culturales entre personas de distinto sexo.
El sexo viene determinado biológicamente, mientras que el género es un concepto
socioeconómico” (Calatrava, 2002: 73). Por su parte, Carla Zumbado, en su tesis
doctoral, expresa que el sexo “consiste de diferencias entre «machos» que fecundan y
«hembras» que conciben” (Zumbado, 2003: 48). Mientras tanto, el género varía de
acuerdo al tiempo, la geografía, los aspectos culturales y socioeconómicos (Ibíd., 2003:
48).
Retomando a Calatrava, “El género puede considerarse, pues, el reflejo social del sexo,
las relaciones de género son, para una sociedad determinada, un hecho cultural y
social, que, lógicamente, admite, como toda institución humana, alteraciones y
cambios” (Óp. Cit, 2002: 73).
Cuando se habla de género, se hace necesario hablar de las funciones que social y
culturalmente, se han asignado a uno y a otro, es decir los roles. En el caso de las
mujeres, los roles o ámbitos más conocidos se clasifican en tres categorías:
reproductivos, productivos y comunitarios. Para hacer una aproximación a cada uno de
ellos, tomaremos como base, lo planteado por Carla Zumbado (2003).
16
- Roles reproductivos: relacionados con la reproducción y subsistencia familiar,
generalmente se asocian a las labores domésticas; el cuidado y el mantenimiento de
los hijos y compañeros; preparar alimentos, hacer compras para el hogar; criar a los
hijos y en general, todo lo que se desconoce cómo trabajo monetario.
- Roles productivos: incluye el trabajo que genera un intercambio monetario, en el caso
de las familias rurales, abarca la producción para el autoabastecimiento y la
comercialización.
- Roles comunitarios: generalmente son actividades no remuneradas, que se asumen
como estrategia para la supervivencia de una colectividad. Es común que se realice en
los ratos libres y es totalmente voluntario. (Zumbado, 2003: 52).
A partir de estos últimos roles, se da cabida al último de los temas básicos para el
análisis de esta investigación: la organización comunitaria.
17
A partir de la existencia de este grupo definido, empiezan a aparecer algunas
necesidades individuales o colectivas, cuyas estrategias de solución, ayudan a
conformar el proceso del desarrollo comunitario, entendido este como “el proceso de
cambio social que tiende a lograr un mejoramiento de las condiciones económicas,
sociales y culturales de las comunidades…” (Puigbó, Citado por: Castillo: 14).
18
- Las asociaciones de padres de familia: diseñadas en pro del mejoramiento de las
condiciones de la comunidad escolar en los centros educativos.
19
6. ESTADO DEL ARTE
Por su parte, Carmen Lahoz, precisa en una relación igual de importante para esta
investigación, la relación entre mujeres y seguridad alimentaria. En el caso de las
20
mujeres rurales, destaca como actividad principal, la “agricultura de subsistencia” y
propone a la mujer, como la principal responsable de la mayoría de las actividades
relacionadas con la alimentación, como, la preparación, la conservación, el
aprovisionamiento, entre otras. En el tema productivo, las liga a la producción animal,
mantenimiento y utilización del huerto familiar, y a la conservación de semillas y
variedades. (Lahoz, 2).
En este caso, las mujeres pasan la mayoría del tiempo dedicadas a realizar actividades
de tipo reproductivo, y en gran medida, a apoyar las actividades productivas del hogar;
21
mientras tanto, los hombres dedican casi todo su tiempo a labores del tipo productivo.
(Agudelo, 2007 102).
22
7. METODOLOGÍA
23
En algunos momentos de la investigación, participaron los esposos de estas mujeres, y
otras mujeres de la misma asociación, que no participaron del proceso desplazamiento
– retorno iniciado hace 8 años.
Para este caso, se realizaron 11 entrevistas semi estructuradas (Ver Anexo 1), con
mujeres vinculadas a la Asociación de Mujeres de Cartagenita – ASOMUCAR, que
cumplieron con el requisito previamente establecido, de haber sido participantes del
proceso desplazamiento –retorno en el Catatumbo Medio.
24
Facilita además, la identificación de la distribución de dichas preparaciones dentro de
cada uno de los miembros de la familia.
Además, ofrece una aproximación al patrón alimentario del grupo estudiado, es decir,
los alimentos que se consumen con mayor frecuencia por la totalidad de las familias.
Estos recordatorios fueron aplicados a un total de 17 mujeres de la asociación, 11 de
ellas retornadas. El análisis de los datos, se realizó con el software Corambiente®,
herramienta puesta a disposición, por la entidad con el mismo nombre.
Para obtener información acerca de la fuente de suministro de los alimentos básicos del
consumo familiar, se desarrolló un grupo focal el día 3 de marzo de 2010, con la
participación de 19 mujeres vinculadas a ASOMUCAR. Dentro de este grupo, 15 de las
mujeres tenían como antecedente común, haber participado del proceso
desplazamiento – retorno entre los años 2002 y 2004. Las otras 4 participantes, están
vinculadas a la asociación, pero no se han desplazado anteriormente.
25
día 2 de marzo de 2010, con la participación de 10 personas, entre mujeres de la
asociación y los esposos de las que no pudieron asistir, todas las familias eran
retornadas.
26
7.5. PARTICIPANTES:
27
8. PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS
8.1. Efectos del proceso desplazamiento – retorno (DR) sobre las condiciones
alimentarias familiares:
Las principales razones por las que decidieron retornar, además de la iniciativa
colectiva que les ofrecía seguridad, fueron las dificultades enfrentadas en los lugares
receptores y el amor por la vida en el campo. “No queríamos seguir viviendo arrimados”
(Orfelina Guerrero, 2010).
“Perdimos todos los animales, un corte de yuca, todo el plátano, hasta la estufa se nos
llevaron” (Zaidys Guevara, 2010). Al regreso, todas encontraron sus fincas destruidas,
saqueadas y sin animales; los cultivos que no estaban quemados, estaban cubiertos
por la maleza; además de la infraestructura productiva, algunas familias perdieron sus
pertenencias familiares como camas, ropa, enseres.
28
Al regreso, las principales formas de conseguir los alimentos, eran las donaciones de
vecinos y familiares; los esposos debían ocuparse en jornales por fuera de sus fincas, y
cuando la situación se hacía más crítica, debían jornalear las mujeres también. Las
estrategias de entrega de semillas y especies menores, por parte de las entidades que
acompañaron el retorno, fueron en algunos casos, el primer impulso para la
recuperación parcial de la autonomía alimentaria. “Comíamos poco, lo que no
regalaban no más; empezamos a sembrar las semillas que nos regalaron” (María
Gregoria Arenas, 2010).
La producción para el autoconsumo no fue la única que desapareció con el proceso DR.
El café como el producto más importante para la generación de ingresos de la mayoría
de las familias, fue devastado por la ausencia de manejo y mano de obra, tal como se
menciona en las entrevistas y se refleja en el perfil productivo y el gráfico histórico.
29
población desplazada”, elaborado y promovido por Acción Social (2006), donde se
establece como un condicionante fundamental, el principio de “seguridad”, que además
de contemplar la estabilidad socioeconómica, propende por la garantía de la seguridad
alimentaria, el acceso a los servicios básicos y a los recursos productivos.
Según las entrevistas, los alimentos que se producen en la mayoría de las familias,
destinados al autoconsumo son: plátano, yuca, caña panelera, pollos y huevos. El perfil
productivo ratifica a los dos primeros, y señala una disminución progresiva en la
siembra de maíz y fríjol para este mismo fin. El trabajo en grupos focales, arrojó lo
siguiente la información, consignada en los cuadros 3,4 y 5 y sintetizada a continuación:
30
Cuadro 3. Distribución porcentual de la fuente de suministro de alimentos proteicos.
Asociación de Mujeres de Cartagenita. Marzo 2010.
31
Cuadro 5. Distribución porcentual de la fuente de suministro de verduras y frutas.
Asociación de Mujeres de Cartagenita. Marzo 2010.
32
8.2.2. Acceso a los alimentos:
Por otro lado, las familias que basan su economía en el jornal, no encuentran
provocador el trabajo en otro tipo de cultivos; las razones, son evidentes: el día de
jornal en cultivos o actividades diferentes a la coca, es pagado a $15.000 pesos;
mientras en el negocio de la coca, dicha cantidad asciende a $25.000 pesos por jornal
(Ver Anexo 2).
Existen dos factores de vulnerabilidad, que pueden alarmar dentro de este contexto: el
primero, es el riesgo permanente de judicialización, penalización y erradicación al que
se enfrenta continuamente el negocio de la coca, cuyas consecuencias podrían ser
catastróficas para la economía familiar; y el segundo, se basa en que generalmente,
en las regiones donde existen dinámicas de coca, los precios de los alimentos, y el
costo de vida en general, son elevados; no sólo por considerarse un entorno de
abundancia, sino por el encarecimiento que los productos sufren al enfrentar bloqueos,
vías deficientes y largas distancias.
33
8.2.3. Consumo de alimentos:
1
Sistematización realizada en el software CORAMBIENTE®, propiedad de la Corporación Buen Ambiente.
34
Durante el almuerzo, aparece en primer lugar la sopa de fríjol, seguida por el chocheco
(banano verde) cocido, y de nuevo el agua de panela es frecuente en el consumo
familiar. El arroz condimentado con ajo es otra preparación frecuente.
La media tarde también es realizada por muy pocas familias; como en todos los
anteriores tiempos de comida, la panela es un alimento básico dentro del menú. Así
mismo, el plátano hartón en diferentes formas de preparación está incluido.
35
Cuadro 10. Preparaciones con mayor participación dentro de la comida.
Tiempo de Comida Preparación Consumo Familiar
AGUA DE PANELA 65,00%
ARROZ CON AJO 41,00%
HUEVO FRITO 35,00%
COMIDA CHOCHECO COCIDO 24,00%
PAN 18,00%
TINTO 12,00%
PLÁTANO COCIDO 12,00%
YUCA COCIDA 12,00%
FUENTE: Esta investigación
Como se evidencia en los cuadros anteriores, los alimentos más consumidos son los
que pertenecen al grupo de los cereales, las raíces, los tubérculos y plátanos y al grupo
de los azúcares. Los grupos más deficitarios son el de las hortalizas y verduras y el
grupo de las frutas. El consumo de proteínas está apoyado por la producción de huevos
y aves, sin embargo, es insuficiente la cantidad destinada para el autoconsumo, de
estos productos.
36
armados, que nunca han abandonado la zona del todo, la adjudicación de los docentes
es muy lenta y afecta el curso normal de la academia.
A pesar de que en los últimos años, la oferta educativa de la zona ha mejorado, aún
persisten las deficiencias crónicas de acceso a educación básica secundaria y a
instituciones de educación superior. A esta situación neurálgica, se suma el hecho de
que, las ahora crecientes resiembras de coca, han absorbido mano de obra muy joven;
es decir, muchos niños y adolescentes han abandonado sus clases, para dedicarse a
trabajar en la coca, que se hace muy llamativa por la cantidad de ingresos que genera.
Con la violencia, el centro de salud dejó de funcionar por varios años. Recientemente
ha abierto sus puertas de nuevo, sin embargo, las falencias persisten, con el agravante
de que ahora, el Hospital de Convención (el más cercano a la zona y queda a 75
minutos en carro aproximadamente), se convirtió en centro de salud, obligando a
recurrir al municipio de Ocaña, cuando se requiere de atención de tercer nivel.
37
Respecto al estado nutricional, los diagnósticos periódicos realizados por Corambiente,
siempre han mostrado graves condiciones nutricionales. La valoración más reciente,
mostró que de los 142 niños y niñas evaluados, 24 se encuentran en Desnutrición
Crónica (16,9%), siendo ésta la tipología más severa de malnutrición, por afectar
directamente el crecimiento y desarrollo de quien la padece, y por reflejar una historia
prolongada de mala alimentación (Corambiente, 2010).
38
El cuadro muestra además, que este tipo de roles empiezan a designarse desde
temprana edad, pues son las niñas de la casa, quienes apoyan en mayor medida, las
labores de la madre. Los hombres generalmente están muy desvinculados de este tipo
de roles.
Efectivamente, las actividades de las mujeres están directamente relacionadas con los
aspectos más significativos de la seguridad alimentaria familiar; desde la recolección de
productos de pan coger, hasta la preparación de los diferentes tiempos de comida.
Adicionalmente, son las directas encargadas de velar por el mantenimiento de las
fuentes de proteína animal.
Las entrevistas realizadas, demuestran que en la mayoría de los casos, a pesar de que
las decisiones acerca del mercado, son tomadas en pareja, la selección de alimentos y
preparaciones diarias está a cargo de la mujer.
Actualmente, están enfilando sus fuerzas hacia la consecución de una casa propia, que
no sólo sirva de punto de encuentro propio, sino que permita sacar adelante uno de sus
primeros sueños: tener su propio mercado local de productos orgánicos. “Si no fuera
por la asociación, estaríamos más llevadas todavía” (Miriam Suárez, 2010).
39
9. CONCLUSIONES
A pesar de que ya han transcurrido 8 años desde el retorno masivo a la zona, las
condiciones alimentarias siguen siendo precarias. La urgencia de obtener dinero, ha
priorizado el cultivo de la coca, frente a la producción de alimentos; adicionalmente, la
presencia moderada de actores armados, ha confinado a la comunidad y la ha aislado
de la mayoría de procesos gubernamentales y apoyos institucionales; situación que aún
cursa con grandes deficiencias en los sectores salud, educación y saneamiento básico,
enfrentando a las familias a niveles muy altos de vulnerabilidad alimentaria.
40
10. RECOMENDACIONES
41
11. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
3. BONILLA, Elsy y RODRÍGUEZ, Penélope. Más allá del dilema de los métodos: la
investigación en ciencias sociales. [CD-ROM]. s.l. Norma. 1997.
42
8. CORPORACIÓN BUEN AMBIENTE (CORAMBIENTE). Diagnóstico del estado
nutricional 2010. Corambiente. . [CD-ROM]. Bucaramanga. 2010. 5 p.
12. FONTALVO, Luis. La acción comunal y sus normas. Citado por: CASTILLO, José.
Vinculación de la organización comunitaria al desarrollo. Cuadernos ESAP. Bogotá.
Escuela Superior de Administración Pública. 1998. P-22.
14. JARAMILLO, Patricia et al. Seguridad alimentaria y mujer rural en el contexto del
libre comercio: estudio de caso, Norte de Santander, Catatumbo. Facultad de Ciencias
Humanas, Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. 2008. 20 p.
43
15. LAHOZ, Carmen. El papel clave de las mujeres en la seguridad alimentaria.
Disponible en.
<http://www.ieham.org/html/docs/documentacion2.asp?cat=12&val=1&lengua=>.
[Consultado el día 22 de mayo de 2010]. 16 p.
19. PUIGBÓ, Raúl. La evolución del desarrollo de la comunidad. Citado por: CASTILLO,
José M. Vinculación de la organización comunitaria al desarrollo. Cuadernos ESAP.
1988. Escuela Superior de Administración pública. Bogotá. P. 14.
ENTREVISTAS REALIZADAS
21. Entrevista realizada a la señora María Gregoria Arenas, en el casco urbano del
corregimiento de Cartagenita, el día 3 de marzo de 2010.
44
22. Entrevista realizada a la señora Orfelina Guerrero, en el casco urbano del
corregimiento de Cartagenita, el día 3 de marzo de 2010.
45
12. ANEXOS
ANEXO 1
GUIA DE ENTREVISTA
- Nombre:____________________________
- Vereda: _____________________________
- Fecha: _____________________________
Entrevistador: ______________________________________________________________
3. ¿Cuál ha sido el momento más difícil que usted ha tenido que enfrentar desde que vive
aquí?
4. Si ha tenido que dejar la zona alguna vez, ¿Cuáles fueron los motivos por los que usted y
su familia decidieron irse de la finca?
8. ¿Cuáles fueron los medios utilizados al regreso para obtener la comida de la familia?
9. Desde el retorno, ¿cómo han enfrentado momentos de escasez de comida? (si los hubo)
11. ¿Cómo se toman las decisiones acerca del mercado y la alimentación en la casa?
12. ¿Cuáles alimentos está produciendo actualmente en su casa o finca? (si los produce).
46
ANEXO 2
Como parte del trabajo realizado para el ejercicio de investigación: “Condiciones de seguridad
alimentaria en el proceso desplazamiento – retorno. Caso de la Asociación de Mujeres de
Cartagenita – ASOMUCAR en Convención, Norte de Santander”, requisito académico de la
Maestría en Desarrollo Rural, de la Pontificia Universidad Javeriana; se realizaron tres talleres de
caracterización y análisis, los días 2 y 3 de marzo y 21 de abril de 2010, en el casco urbano del
corregimiento y con la participación de 29 personas en total, dentro de los cuales se
encontraban mujeres de la asociación y en algunos casos, sus esposos.
- Identificar las características productivas de las familias y su dinámica dentro del proceso
desplazamiento – retorno.
- Reconstruir participativamente, los principales hechos históricos que han configurado las
condiciones socio-económicas actuales.
- Identificar las formas de suministro de alimentos familiar y los principales productos del
autoconsumo.
47
- Analizar el papel de la mujer dentro de las actividades familiares.
Los instrumentos utilizados fueron: perfil productivo del grupo, gráfico histórico de las
condiciones socioeconómicas, matriz de usos del tiempo con enfoque de género y grupo focal:
“fuente de suministro de alimentos”.
Para el análisis de este perfil productivo, se plantearon dos momentos representativos para la
investigación: el año 2001, antes del desplazamiento masivo y el año 2010, es decir
actualmente. Contó con la participación de mujeres de la asociación y algunos esposos de las
mujeres que no asistieron, en total 10 participantes.
En el año 2001, la principal fuente de ingresos familiar era el café, seguido por la caña. El café
entraba en cosecha en los meses de enero y octubre; era comercializado en la Cooperativa de
Caficultores del Catatumbo, con sede en el casco urbano del municipio de Convención. En ese
momento recibían $180.000 pesos por carga (125 Kg). Para esa época, empieza a aparecer la
broca y la roya en la región, causando grandes pérdidas a la mayoría de las familias.
La caña panelera no era tan significativa dentro de la economía de la región, como el café, sin
embargo, era una fuente importante de ingresos. Se comercializaba fundamentalmente en
Convención y Ocaña; era procesada en los trapiches comunitarios del corregimiento y cada
48
carga de panela era pagada a $60.000 pesos. Algunas familias, solo la producían para el
autoconsumo.
El ganado doble propósito era otra fuente de ingresos familiar. Nada de esta producción era
destinada para el autoconsumo, ya que se priorizaba la venta de carne y leche. Así mismo, la
producción de fríjol era importante para los ingresos de algunas familias, sin embargo, este si se
destinaba en un porcentaje menor para el autoconsumo y el resto, para la comercialización.
Cada carga (10 arrobas) era pagada a $120.000 pesos.
Dentro de la producción para el autoconsumo, se contaba con maíz (para alimentación humana
y animal), plátano y yuca. La mayoría de las familias trabajaba en su propia tierra y la necesidad
de jornalear era muy poca.
En la actualidad, las principales fuentes de ingresos son la coca y el jornal. La primera, según el
grupo, aparece con fuerza en la zona, aproximadamente en los años 2006 a 2007; es
comercializada muy cerca de las fincas, no es necesario sacarla de la zona. Para producir 1 Kg de
pasta base, se necesitan más o menos 4000 plantas en promedio, que corresponden a ¼ de Ha,
y se vende en $800.000 pesos (este valor no equivale a ganancias netas, sólo al pago por kilo).
El jornaleo está básicamente destinado los cultivos de coca, café y el manejo de potreros, muy
pocos a la caña. Por el jornal (día) de trabajo en coca, se cobran $25.000 sin alimentación,
mientras en el trabajo con café, potreros o caña, se cobran $15.000, también sin incluir
alimentación.
En los últimos años, la producción de caña panelera había sido el fuerte de la zona, sin embargo,
a partir de mediados del año pasado, debido a la caída extrema del precio de la panela, la
mayoría de las familias ni siquiera la cortan, prefieren perderla.
GRÁFICO HISTÓRICO:
49
Este taller se realizó con la participación exclusiva de 13 mujeres de la asociación; algunas de
ellas participantes del desplazamiento-retorno masivo y otras, que decidieron permanecer en la
zona y resistir a la ola de violencia.
Para este análisis, se definieron variables estratégicas para las condiciones de seguridad
alimentaria, y se delimitaron 3 períodos de dos años, 1 de tres años y el año 2010.
En lo referente a la población, se encontró que entre los años 2000 y 2001, la zona estaba
habitada por familias campesinas, que vivían en un entorno tranquilo, con presencia de algunos
actores armados, como grupos de las guerrillas del ELN (Ejército de Liberación Nacional) y las
FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), pero sin enfrentamientos, ni arremetidas
contrala población civil.
A finales del año 2001 e inicios del 2002, con la incursión paramilitar, inician las múltiples
desapariciones, los asesinatos y enfrentamientos, que además de causar muchas muertes,
generan el desplazamiento masivo, más o menos hacia agosto de 2002, y el desplazamiento
paulatino de varias familias, entre finales de 2002 y todo 2003. “Las veredas y calles eran como
un desierto, no se veía un alma” (Miriam Suárez).
En el 2004, una buena cantidad de familias que se habían desplazado forzosamente, retornan a
la zona, sin embargo, la población continuaba siendo menor a la que existía hacia 2001, pues
además de las muertes y desapariciones, muchas familias prefirieron no regresar. Entre los años
2007 y 2009, con la aparición de la coca, vuelve a incrementarse moderadamente, el tamaño de
50
la población, debido al asentamiento de familias forasteras, proveniente de otras zonas del
Catatumbo y de regiones como Cesar y Antioquia. Actualmente, la población se ha mantenido
estable, a pesar de los episodios violentos esporádicos, como asesinatos y desapariciones.
Entre 2007 y 2009, se inician procesos de apoyo fuerte a la producción de huertas caseras y
algunas especies menores. Inicia un proceso lento de recuperación de semillas y variedades. Sin
embargo, desde 2007 hasta hoy, a pesar de los esfuerzos de algunas entidades, la coca ha
desplazado la producción de comida; sumado esto, a las fuertes sequías que han enfrentado los
últimos dos años. “Así uno no quisiera sembrar coca, las hortalizas y las verduritas que uno
medio alcanzó a sembrar, se desparecieron toditas con esos veranos tan bravos que nos han
tocado” (Marcelina Rojas).
Tal como lo demostró el perfil productivo, la producción de café era la principal fuente de
ingresos familiar; la producción era buena y dejaba mayores ganancias, porque existían
estrategias solidarias de apoyo en mano de obra (mano vuelta). Con la violencia, las únicas
familias que pudieron obtener ingresos importantes, fueron las que mantuvieron abiertos sus
negocios, como tiendas, cantinas, billares, donde los principales clientes eran los actores
armados. Las demás familias que permanecieron, sobrevivían con lo que les quedaba en la finca
y con el ganado que lograron salvar; algunas empezaron a producir caña.
Con el retorno, la caña había empezado a tener fuerza dentro de algunas fincas grandes de la
zona, que sirvieron como fuente de ocupación de gran parte de la mano de obra retornante; así
como, los cultivos de coca que ya habían iniciado en zonas más selváticas y distantes del
corregimiento.
A partir de 2007 y hasta hoy, con las dificultades en los precios del café y la panela, la coca
empezó a ser el principal cultivo generador de ingresos dentro de las familias. Hoy, muy pocas
conservan sus producciones de café y caña, y las que no tienen tierra suficiente, se convierten
en mano de obra para la siembra, cosecha y procesamiento de la coca.
Respecto a la educación, los participantes destacan el hecho de que las escuelas y el colegio de
la zona, contaban con una oferta suficiente de docentes; los niños y niñas de la región, tenían
posibilidades de acceder a la educación primaria. Durante los años de la arremetida de la
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violencia, las escuelas estaban abandonadas, las aulas servían de resguardo a los actores
armados. Los docentes abandonaron la zona por temor.
Con el retorno, empiezan a reaparecer los docentes y los estudiantes retornan poco a poco las
aulas; sin embargo, la gran dificultad, consistía en las plantas físicas de los planteles, que no
estaban en condiciones adecuadas para recibir a los estudiantes. A partir de 2007, aún no eran
suficientes los docentes, dadas las dificultades de nombramientos y los temores que aún
persistían de trabajar en la zona, por esta razón, algunos miembros de la comunidad, decidieron
empezar a apoyar a los docentes en las labores pedagógicas.
En materia de salud, en el año 2000, el centro de salud funcionaba normalmente, era atendido
por una enfermera jefe, fundamentalmente para atención de niveles 1 y 2. Esporádicamente,
recibían atención especializada con las brigadas de salud, promovidas desde el hospital de
Convención.
Durante los años de violencia, cerraron el centro de salud y las brigadas de salud, dejaron de
acudir a la zona. El centro de salud se reabre con el retorno, y las brigadas de salud que llegaban
a l corregimiento, provenían de la cruz roja. A partir del año 2007, la calidad de los servicios de
salud ha empeorado mucho, el hospital de convención se convirtió en centro de salud, y los
casos que requieren de atención de tercer nivel, deben remitirse a Ocaña. El centro de salud del
corregimiento, sigue funcionando, sin ambulancia, y sigue siendo atendido por una enfermera
jefe.
Antes del desplazamiento masivo, sólo existían las Juntas de Acción Comunal como espacios de
organización comunitaria; sus principales funciones, eran la gestión de proyectos y el apoyo a
iniciativas colectivas. Estas, desaparecen como actores durante la incursión paramilitar, por
amenazas en contra de los líderes y presidentes veredales.
Las juntas sólo se renuevan, con el proceso de retorno y algunas de las asociaciones de la zona,
entre ellas ASOMUCAR - Asociación de Mujeres de Cartagenita y sirve como ejemplo, a otras
zonas del Catatumbo, donde también empiezan a conformarse otras asociaciones de mujeres.
Desde entonces hasta hoy, la Asociación se ha fortalecido, y apoyó el proceso de conformación
de ASPROACUN – Asociación de Productores Agropecuarios de los Corregimientos Unidos de
Convención.
Las entidades que hacían presencia en la zona desde antes de los desplazamientos, eran
Ecopetrol, CORPONOR – Corporación Autónoma de Norte de Santander y la Federación de
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cafeteros, apoyando temas sociales y productivos. Durante la violencia, sólo había presencia de
grupos armados. La mayor presencia de entidades e instituciones, coincide con el retorno
masivo del año 2004; participaron en este, la Defensoría del Pueblo, el Comité Internacional de
la Cruz Roja, Pastoral Social y Corambiente – Corporación Buen Ambiente. Después aparecen
OXFAM y el Programa Mundial de Alimentos – PMA.
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Este taller se realizó con la participación de 8 mujeres de la Asociación, algunas de las cuales,
participaron en los talleres anteriores. Dentro del grupo, todas las mujeres estuvieron
participando del proceso de retorno masivo.
Las actividades de las mujeres de la región, son muy similares dentro del grupo; empiezan
generalmente a las 6:30 a.m., con la preparación del desayuno, donde en algunos casos,
reciben apoyo de sus maridos o sus hijas. La siguiente actividad, corresponde a la alimentación
de los animales, donde también comparten responsabilidades con sus esposos.
Después de esto, deben empezar a preparar a sus hijos para la escuela; las que tienen niños o
niñas pequeñas, deben llevarlos hasta la guardería, dos actividades que generalmente realizan
solas. Después, inician las labores de organización y aseo de la casa, este trabajo, generalmente
es apoyado por las hijas, en un solo caso, participan los hijos. Situación similar a la presentada
en la preparación del almuerzo, que es una responsabilidad básicamente femenina dentro del
hogar.
De manera simultánea, mientras se cocina el almuerzo, las mujeres de la casa, lavan la ropa de
todos los miembros de la familia, hasta que llega la hora de que ellas mismas, sirvan el
almuerzo. La función de lavar loza, continua siendo básicamente de la esposa, sin embargo, una
de las familias refería apoyo por parte del hijo mayor.
A partir de las 2:30 p.m., se recogen los productos del pan coger, en algunos casos, es una
actividad compartida por la pareja. A las 4:00 p.m., aproximadamente, inicia la preparación de la
comida, por parte de la esposa y las hijas mayores; después de montar las ollas, se vuelve a
hacer aseo en la casa, donde participan las hijas mayores y en algunos casos, los más pequeños
de la casa, que ayudan a recoger ropa u organizar las habitaciones.
Generalmente entre 6 y 6:30 p.m., la esposa sirve la comida. Después de esto, la señora y sus
hijas mayores, lavan la loza. Antes de dormir, las esposas apoyan a los hijos e hijas más
pequeños, con las tareas de la escuela; en algunos casos, en esta labor participan los esposos.
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GRUPO FOCAL: “FUENTE DE SUMINISTRO DE ALIMENTOS”.
Las familias participantes de este grupo focal, fueron 19 en total; todas las representantes
fueron mujeres y provenían de 9 diferentes veredas del corregimiento: Santa Bárbara,
Miraflores, Gramales, Patiecitos, Bellaluz, Limos, Macanal, Agua Blanca, San Isidro y el casco
urbano de Cartagenita.
Los principales alimentos producidos por un porcentaje significativo de familias son: gallinas,
pollos, huevos, plátano, yuca, cebolla larga, cilantro, banano y limón.
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