Вы находитесь на странице: 1из 14

Facultad de Ciencias de la Rehabilitación

Kinesiología

Rehabilitación de la

Propiocepción en la

Extremidad Inferior

Integrantes: Sebastián Araya


María Isabel Silva
Profesor: Sussane Oberpaur
Indice
Introducción……………………………………………………………….……1

Sistema nervioso central, propiocepción y coordinación……………………….……..2

Rol de los mecanorreceptores en la propiocepción………………………..……3

La propiocepción en la extremidad inferior……………………………….…...4

Entrenamiento cinestésico……………………………………………….……..5

Ejercicios propioceptivos y cinestésicos………………………………………….…...7

El masaje como alternativa en la recuperación propioceptiva………...……………....9

Conclusión……………………………………………………………………..11

Bibliografía…………………………………………………………………….12
Introducción

La propiocepción, es una pieza importante en la vida diaria de las personas, ya que sin una
correcta propiocepción, sería incapaz de ubicarse y mantenerse de forma adecuada una
determinada parte del cuerpo, ya sea de forma dinámica o estática, en un ambiente
determinado.
Propiocepción, proviene del latín “Proprius” (propio) y “percepción” (capacidad del
sistema nervioso central que le permite al organismo recibir, interpretar y elaborar una
respuesta frente a un estímulo proveniente del entorno), por lo cual, se define como
“Conocimiento de las partes del cuerpo, de la posición y del movimiento en el espacio, sin
que el individuo halla necesitado verificar con sus ojos”.(2)

La coordinación, es un elemento no menos importante y está ampliamente relacionado al


desarrollo de la propiocepción, ya que si la propiocepción, la coordinación o ambas se ven
afectadas, el paciente no podrá desarrollar sus actividades de manera correcta y óptima.
Coordinación, se define como “la acción de disponer un conjunto de cosas o acciones de
forma ordenada, con el fin de lograr un objetivo común”, viéndolo desde el punto de vista
biológico, se refiere a realizar una acción muscular, a la par con un movimiento articular y
todos sus elementos contiguos, para poder realizar de manera óptima un movimiento
determinado.
El kinesiólogo, como médico tratante en las alteraciones de la propiocepción y
coordinación, las cuales traerán consecuencias a la función cinestésica (sensación o
percepción del movimiento) tendrá como meta final devolverle al paciente la capacidad de
realizar sus actividades de la vida diaria (AVD) lo más normal posible, devolverle el
movimiento anterior a su lesión, y al igual que a un deportista se le devolverá la capacidad
que haya sido alterada en su actividad deportiva.
A continuación se abordarán temas relacionadas a la función del kinesiólogo en aplicar
técnicas para recuperar la propiocepción y coordinación aplicando ejercicio cinestésicos
frente a alteraciones producidas por alguna lesión, específicamente en las extremidades
inferiores.
1
Sistema Nervioso Central, Propiocepción y Coordinación.

El sistema nervioso central, es el componente imprescindible para el correcto desarrollo del


movimiento de manera correcta, indolora y eficaz; esto lo logra a través de sus circuitos distribuidos
en distintos niveles en el eje central del cuerpo, los cuales se describirán a continuación:

Nivel espinal:

La retroalimentación neurológica para controlar las acciones musculares sirve de protección


ante la tensión excesiva en las articulaciones y constituye un mecanismo preventivo contra
la lesión recurrente. Después de una lesión, la desorganización de los mecanorreceptores
inhibe la estabilización refleja neuromuscular normal de la articulación, esto contribuye a
que se reproduzcan las lesiones.

El sistema propioceptivo puede entrenarse a través de ejercicios específicos para responder con
mayor eficacia de forma que nos ayuda a mejorar la fuerza, coordinación, equilibrio, tiempo de
reacción ante situaciones determinadas para devolver la sensación perdida tras una lesión y
finalmente evitar que ocurra nuevamente.(4)

A través del entrenamiento propioceptivo, el paciente aprende sacar ventajas de los mecanismos
reflejos, mejorando los estímulos facilitadores aumentan el rendimiento y disminuyendo las
inhibiciones que lo reducen. Así, reflejos como el de estiramiento, que pueden aparecer ante una
situación inesperada (por ejemplo, perder el equilibrio) se pueden manifestar de forma correcta
(ayudan a recuperar la postura) o incorrecta (provocar un desequilibrio mayor). Con el
entrenamiento propioceptivo, los reflejos básicos incorrectos tienden a eliminarse para optimizar la
respuesta.

Nivel de tallo encefálico:

Acá se confía que la aferencia articular mantenga la postura y el equilibrio del cuerpo, dado
principalmente por los núcleos vestibulares y los ojos.

2
Nivel superior:

Compuesto por la corteza, ganglios basales y cerebelo: su función está dada por la conciencia
cognitiva de la posición y los movimientos corporales, los cuales inician y programan órdenes y
patrones motores.

Rol de los Mecanorreceptores en la Propiocepción

Los mecanorreceptores ayudan a un óptimo desarrollo de la propiocepción, aportando funciones


tales como:

 Proteger contra las injurias del movimiento.


 Mantener la estabilidad corporal y articulaciones.
 Permitir y crear el esquema corporal, regular el equilibrio, y la ejecución efectiva de los
movimientos.
 Evitar la alteración del control de la postura y del movimiento.

Este sistema regulador y controlador está compuesto de diferentes mecanorreceptores articulares


que interactúan entre sí, los cuales son:
Huso neuromuscular: Formado por una cápsula fusiforme de tejido conjuntivo fibroso que rodea a
un grupo de 8 a 15 fibras musculares delgadas (dispuestas en paralelo). Estas fibras se conocen
como fibras intrafusales.

Las fibras intrafusales están inervadas por fibras nerviosas motoras especializadas (fibras eferentes)
que ajustan la longitud de estas fibras en función del estado de distensión del músculo. El estado de
distensión es detectado por las terminaciones nerviosas espirales, que forman una envoltura
alrededor de las fibras intrafusales y dan origen a las fibras aferentes sensitivas especiales que
viajan hacia la médula espinal.

Órgano tendinoso de golgi: Es un órgano receptor sensorial (dispuesto en serie) situado


específicamente en los tendones de los músculos esqueléticos, próximo a la unión
músculotendinosa y descargan en relación a la tensión activa muscular.

3
La Propiocepción en la Extremidad Inferior

Los mecanorreceptores situados en las articulaciones de las extremidades inferiores son los que
resultan más estimulados a nivel funcional cuando la extremidad se orienta en cadena cinética
cerrada.
El entrenamiento cinestésico empieza con elementos sencillos como el control del equilibrio y de la
posición articular y se torna más difícil a medida que el paciente va progresando.

Una vez alcanzada la etapa de funcionalidad de la rehabilitación es importante estimular el


refinamiento de la conciencia del sentido articular, para iniciar la estabilización del reflejo muscular
con el fin de evitar la recaída.

Como se sabe que la propiocepción tiene un componente consciente e inconsciente, la rehabilitación


debe incluir secuencias de ejercicios conocidos como secuencias no conocidas. Un ejemplo que
abarca estos dos ítemes son los trabajos sobre plataformas irregulares y/o inestables (platillos de
Freeman, colchonetas, esponjas)

4
Entrenamiento Cinestésico

Cinestesia: Se define como la conciencia del movimiento de las articulaciones.


Este tipo de entrenamiento rehabilitador esta compuesto por 4 fases:

Fase I:
Se concentra en el restablecimiento del equilibrio y la estabilización dinámica de la articulación
para aumentar la estabilización refleja y la orientación postural, lo que permitirá que el paciente
cuando pase a la fase II pueda hacer ejercicios con cambios de dirección.
Para la activación de equilibrio, el paciente puede realizar maniobras de Romberg (prueba de cerrar
ojos) en superficies planas, para continuar con superficies irregulares. A medida que el paciente va
evolucionando se puede incluir equilibrio en plataformas inestables (platillos de Freeman)
El trote suave por superficies planas debe comenzar en esta fase de entrenamiento.
Se postula que estos tipos de actividades de entrenamiento proporcionan retroalimentación
propioceptiva en relación con las articulaciones, y por tanto, pueden aumentar el sentido de la
posición cinestésica y articular de las caderas, rodillas y tobillos lesionados.(1)

Fase II:
Esta fase se centra en los giros y los cambios de dirección. Se pueden generar circuitos de “ochos”,
donde el paciente pueda recorrerlos, con aumentos de velocidad progresiva, según sea la confianza
y capacidad del paciente.
La pliometría debe comenzar a realizarse en esta fase, sobre todo en trabajos específicos para la
articulación de la rodilla, deben ir en progresión según lo tolere el paciente. Se puede hacer trabajo
de saltos en altura de 15 a 30 cm.
Realizar ejercicios con rebote de pelotas, son ideales para desarrollar pliometría junto con mejorar
el equilibrio.
También en esta fase deben iniciarse movimientos laterales, y con maniobras de co-contracción,
favoreciendo la estabilidad dinámica de las articulaciones por la co-contracción de grupos
musculares.

5
Fase III:
Esta fase es una etapa de preparación para que el paciente o deportista vuelvan a sus actividades de
la vida diaria. Por lo tanto, los ejercicios deben representar en cierta medida los movimientos que se
producirán en el día a día del paciente.
Los ejercicios de agilidad/propiocepción se inician en esta fase, debiendo llegar a una velocidad
casi normal al final de la etapa. Haciendo trabajos de aceleración y desaceleración. Realizar
maniobras de cruce también son aptas para este nivel.
Al final de la fase se puede comenzar con ejercicios de altura mayor, saltos pliométricos entre 30 a
60 cm.

Fase IV:
Esta fase se centra en la integración de las 3 fases anteriores, hasta convertirse en actividades que el
paciente realice, por ejemplo, si es futbolista, realizar movimientos específicos de fútbol. Por lo
tanto, esta fase está determinada e influenciada por las actividades que realiza el paciente, lo que
conlleva a que cada paciente debe tener una fase IV distinta y específica para él.

6
Ejercicios Propioceptivos y Cinestésicos

Fase I:
Debe quedar claro que el entrenamiento es sin soporte de cargas.
• Disminuir la base de apoyo: pasar de apoyo bipodal a unipodal, apoyar sólo una parte del
pie (talón, punta, externa e interna).
• Restringir la información que llega a través de otros sistemas para centrarnos en los
propioceptores. Por ejemplo, podemos comenzar los ejercicios delante de un espejo para
ayudarnos del sistema visual, después pasamos a realizar los ejercicios sin mirar al espejo y,
por último, cerramos los ojos para restringir las aferencias del sistema visual.
• Paciente sentado con un rodillo o colchoneta enrollada bajo el hueco poplíteo, se mantiene
una postura relajada y se presiona con fuerza hacia abajo provocando la extensión de la
rodilla con una contracción isométrica de la musculatura del cuádriceps, unos 6 segundos y
después relajar durante otros 6 segundos. Repetir el proceso 10 veces y cambiar de pierna.
• Sentado, con una postura relajada, se eleva la cadera manteniendo la rodilla en extensión
• Elevación de cadera y se lleva la extremidad a la línea media del cuerpo, provocando una
contracción asociada de los aductores de la cadera.(se puede usar bandas elásticas)
• Se coloca una resistencia elástica a la altura del tobillo y, desde esta posición, se realiza una
flexión resistida de rodilla.
• Se sostiene un elástico con las manos y que pase por la planta del pie. Se doblan las
caderas y la rodilla y de esa posición se lleva a la extensión de la pierna.
• Sobre un balón suizo, realizar equilibrio para varias direcciones, se le agrega dificultad con
distintos input.
• De pie con espalda apoyada en la espalda, se va agregando dificultad con el cambio de
angulación que adquiere la extremidad inferior. O realizarlo con una sola pierna.
• Usar plataformas irregulares o inestables, se pueden provocar desequilibrios moviendo la
pierna no apoyada. Como nivel más avanzado cerrar los ojos.
• Subir y bajar peldaños hacia delante y hacia atrás

Fase II:
1. Realizar figuras en ocho, pasando de círculos grandes a círculos más reducidos
2. Desplazamientos laterales
7
Equilibrio en saltos con pelota
3. Ejercicios pliométricos suaves, saltos de pequeñas alturas.
4. Subir escaleras trotando (si el paciente lo tolera)
Fase III:
• Trabajos en mayor velocidad, carrera.
• Mantener desplazamientos laterales.
• Maniobras de cruce (entrecruzar las piernas), deslizándose lateralmente.
• Ejercicios de fintas.
• Trabajo pliométrico de mayor altura (30-60cm)
Fase IV:
• Enfocar los trabajos basados en la actividad del paciente, por ejemplo, si es deportista;
ejecutar movimientos propios del deporte que practica.

8
El Masaje como Alternativa en la Recuperación Propioceptiva

La recuperación de la capacidad propioceptiva del miembro inferior tras una lesión depende en gran
parte de los estímulos (terapias activas y pasivas) que se aplican en la terapia de rehabilitación.
El masaje de movilización articular ofrece una posibilidad muy eficaz de recuperar la estabilidad
articular después de una inmovilización postraumática.
Esta fue creada por el doctor Jean Christian Terrier medico reumatólogo suizo hace 50 años, como
tratamiento manual de movimientos limitados de articulaciones periféricas.
La particularidad de esta terapia manual es la combinación por un lado del movimiento pasivo de la
articulación y por otro lado el masaje de las estructuras blandas que rodean la articulación.

A través de esto se puede obtener tres efectos:


• Se despegan o evitan adhesiones de los diferentes tejidos, especialmente miofasciales .
• Se estimula la producción de hormonas que actúan contra el dolor (endorfinas, adrenalina),
las cuales posibilitan el movimiento sin o con menos dolor.
• Efecto reflejo propioceptivo, se recupera el máximo de capacidad propioceptiva,
estimulando los diferentes receptores que se encuentran en las capas cutáneas, en la
musculatura y en el tejido conjuntivo reticular .

La suma de estos tres efectos posibilita un tratamiento de gran efecto en las limitaciones articulares.
El paciente luego de recibir 20 o 30 minutos de masaje por articulación siente una mejoría y alivio.

Consiste en mover la articulación de manera pasiva a través de todas sus direcciones fisiológicas a
veces bajo tracción, al mismo tiempo que se masajean las partes blandas que rodean la
articulación , como son músculos , ligamentos, tendones y la capsula .
De este modo se influye de manera refleja en el tono de la musculatura que rodea y también protege
la articulación, aumentado así la amplitud y el grado de movimiento sin haber forzado las
estructuras y sobre todo sin sobrepasar el limite del dolor del paciente.

Esta técnica se utiliza después de trastornos o limitaciones de movimiento artromusculares que


todavía puede ser recuperados, por ejemplo:
• Hipo movilidad postraumática o postoperatoria.
9
• Artrosis.
• Recuperación después de operaciones de meniscos, ligamentos cruzados o antes de la
operación.

El masaje está contraindicado en todos los pacientes que presenten procesos agudos o recientes,
tales como inflamaciones agudas, fracturas recientes o no curadas totalmente y edemas recientes.

Con la ayuda del masaje de movilización articular estimulamos la capacidad de los


propioceptores para cumplir su función evitando la inestabilidad articular.(5)

10
Conclusión

Al terminar este trabajo de investigación, concluimos que después de sufrir un trauma en


miembro inferior los propioceptores se ven afectados de gran manera, y si se quiere una
pronta y correcta recuperación es necesario trabajar en la reeducación de estos receptores,
con esto también se protegerá a la articulación frente a una nueva lesión.
Para el correcto funcionamiento del sistema propioceptivo es necesario que el sistema
nervioso central como el periférico se encuentre indemne, para que la información llegue
de forma rápida y eficiente.
No sólo basta con que nosotros como kinesiólogos tratemos al paciente, sino que también
tenemos que lograr que participe en forma activa, enseñarle como trabaja la articulación
para que para que él mismo tome consciencia del movimiento.
Después de un correcta evaluación del sistema propioceptivo, el tratamiento a efectuar se
divide en 4 fases que parten de ejercicios simples, sin carga, aumentando la dificultad con
ejercicios de mediana intensidad hasta terminar con ejercicios propios del deporte o
actividad que realiza el paciente para que su reinserción a las AVD se realice con mayor
normalidad y comodidad posible dentro de sus capacidades.
El masaje es un práctica muy útil en casos de pérdida de propiocepción ya que entre otras
cosas estimula los receptores sin pasar el límite de carga ni de dolor del paciente, así como
también amplía el rango de movilidad sin haber forzado las estructuras.

11
Bibliografía

(1)Técnicas de rehabilitación en la medicina deportiva, William E. Prentice, Editorial


Paidotribo, edición 2000, capítulo 9: "Restablecimiento de la propiocepción, la cinestesia,
el sentido de las articulaciones y el control neuromuscular en la rehabilitación"

(2)http://www.med.univ-rennes1.fr/iidris/cache/es/43/4330

(3)Rehabilitación ortopédica clínica, S. Brent BRotzman y Kevin E. Wilk 2º edición,


editorial Elsevier

(4)http://www.efisioterapia.net/articulos/leer.php?id_texto=93

(5)http://www.fortefis.com/fileadmin/user_upload/articles/2002.11_Masaje_Nr29.pdf

12

Вам также может понравиться