Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Surgen gracias a la iniciativa e influencia del pretor para atenuar ciertas consecuencias
demasiado rigurosas del ius civile. Las excepciones no se conocían bajo el sistema de las
acciones de la lex; es un modo de defensa muy especial que el demandante puede hacer
valer en el curso del proceso (algunas veces .
Las excepciones son civiles o pretorianas por razón de su origen, aunque también hay
otros tipos, a saber:
a. Las fundadas sobre la aequitas: Como las excepciones doli y metus causa;
otras se justifican por consideraciones de utilidad general, aunque no siempre
tiene un resultado equitativo: excepciones rei judicatae, S.C. Macedoniani y
Velleiani.
2
Aquilio Galo fue el que creó la acción de dolo.
c. Excepciones perpetuas o perentorias y las temporales o dilatorias:
Estas excepciones eran concedidas por el pretor a las personas que se habían obligado
bajo el imperio del dolo o de la violencia, y que no habían ejecutado su obligación. El
derecho pasaba a sus terceros. Ahora veamos sus diferencias:
La excepción doli sólo se podía oponer al autor del dolo, a sus herederos y a sus
sucesores a título gratuito, cualquiera de ellos que fuese; la excepción metus
causa se opone a toda persona que se prevale de la obligación contaminada de
violencia y se da contra la misma violencia.
Son las excepciones cuya fórmula está fundada sobre la existencia de hechos no
calificados, y que el pretor sólo concede después de examen - causa cognita - . Se les
opone a las excepciones indicadas de antemano, sobre el edicto, y que no precisan
ningún hecho, pero tienden al dolo, a la violencia o a la violencia de una disposición de
legislativa.
Había casos en los que debía contentarse con la excepción in factum, por ejemplo,
cuando oponía a su patrono o a su ascendiente una excepción fundada sobre el dolo o la
violencia, contra estas personas concedía el pretor, no la excepción doli o melus causa,
calificando el dolo o la violencia, sino una excepción in factum, que se limita a denunciar
los hechos y no puede lastimar el honor del demandado.
Al lado de los derechos consagrados por las leyes o las costumbres, y cuya violación
permitía a los particulares ejercitar una acción, había otras relaciones que no tenían el
carácter preciso de un derecho, librándose de una reglamentación general; pero no por
eso merecían menor atención del magistrado y naturalmente necesitaban su intervención
en caso de desavenencia. Tales eran: Diversos intereses de derecho público o divino -
como la protección contra toda ofensa o usurpación de cosas públicas o consagradas, de
templos, plazas, caminos y ríos -, en materia privada: relaciones extrañas al patrimonium -
como la protección de los derechos del patrono sobre sus manumitidos, del padre de
familia sobre sus hijos, sometidos a su potestas y ciertas relaciones relativas a los bienes:
cuestiones de posesión u cuasi posesión-. En todos estos casos, cuando se elevaba una
disputa entre dos personas, el magistrado la cortaba por una desición especial llamda
interdicto: era como una lex particular, regulando el negocio sometido a su jurisdicción.
Bajo el procedimiento formulario, que fue en la época en que los interdictos adquirieron
todo su desarrollo.
Mientras que la fórmula de la acción descansaba sobre una ley en general , la del
interdicto tenía por base la orden especial dada por el magistrado.
b. Si cree que se encuentran reunidas todas las condiciones exigidas - que fueron
precisadas poco a poco y finalmente publicas en un edicto- pronuncia el
interdicto con el cual debe conformarse el demandado. Todo queda terminado
si el demandado obedece a esta orden, o a esta defensa pero, si se resiste,
sosteniendo que no se encuentra en el caso del interdicto, o si contraviene la
defensa, el pretor entonces envía a las partes delante de un juez, o de
recuperadores, para comprobar los hechos, y desenlazar el conflicto. Les
entrega una fórmula in factum concepta que da derecho al juez a examinar si
el demandado ha rehusado sin razón, desobedeciendo el interdicto. La
concesión de la fórmula iba precedida de una sponsio recíproca, por la cual
cada parte se comprometía con respecto a la otra, pagar una determinada
cantidad, a título de pena, si sucumbía en el proceso.
Este procedimiento quedó siempre en vigor para los interdictos consistentes en
una defensa, en la última mitad del siglo VII, el pretor dispensó de las
sponsiones.
Hacia el fin del período clásico, se daban algunas acciones en los casos en que el
magistrado concedía antes un interdicto, y por eso, la acción pauliana favoreció el desuso
del interdicto fraudatorium; la acción serviana, la del interdicto salviano; la possessoria
hereditatis petitio, y la del interdicto quorum bonorum.
i. Los interdictos prohibitorios - a los que les está reservado el nombre de interdicta -,
consisten en una prohibición; aquí tenemos a los interdictos uti possidetis y utrubi.
ii. Los interdictos restitutorios y exhibitorios, llamados también decreta, son los que
ordenan alguna restitución - como los interdictos de precario1 o unde vi - o una
exhibición - como los interdictos de liberto exhibendo.
b) Los interdictos son simples o dobles; en el interdicto simple cada parte juega un
papel distinto, hay un demandante y un demandado, y la condena sólo puede
llegar a este último. En el interdicto doble, sucede lo contrario, ya que resulta igual
la situación de los adversario y, es cada uno, a la vez demandante y demandado,
pudiendo también incurrir la condena, los únicos interdictos de este tipo son uti
possidetis y utrubi. Todos los demás son simples.
c) Algunos se refieren a materias de derecho divino (de locus sacris vel religiosis) o
de derecho público (de locis publicis, de viis, de fluminibus publicis), intereses
privados (ad rem familiarem) o relativos a servidumbres y, los interdictos de
posesión.
PIE DE
1
PÁGIN “Campo de dominio público”
A
Los principios sobre los cuales se apoyaba su decisión variaban según que la
disputa fuese sobre la posesión de un bien inmueble o mueble.
PIE DE 1
Por el interdicto uti possidetis, se recobraba la posesión perdida - por decir. Sólo el
PÁGINA
fundo - y por el interdicto unde vi, se obtiene además todos los frutos y accesorios
a contar desde el día de la desposeión.
Cuando el poseedor interino sucumbía en el proceso, se le condenaba a pagar,
además del valor de la cosa y de los frutos la suma apostada per sponsionem.
Justiniano anuló la diferencia que separaba a los interdictod uti possidetis y utrubi,
decidiendo que en los casos la posesión fuese atribuida al poseedor actual, cuya
posesión estaba exenta de vicios, con relación a la otra parte.
Paulo señala estos interdictos en la L. 2, § 3, D., de interd., XLIII, I; pero sin explicar en
qué consisten. Este problema se resolvió en el año 1835, gracias al descubrimiento de un
fragmento atribuido a Ulpiano y conocido bajo el nombre de fragmentum vindobonese. El
capítulo IV de este fragmento cita dos interdictos de este género, los interdictos quem
fundum y, quam hereditatem.
Pie de
1
Eugene Petit, libro tercero, de las acciones, página 932
página
2
Eugene Petit, libro tercero, de las acciones, página 932
Cuando alguna persona era lesionada por la realización de un acto jurídico, o la aplicación
de un principio de derecho civil, y este resultado era contrario a la aequitas, podía dirigirse
al pretor, solicitando de él la integrum restitutio. Esta, era la desición en virtud de la cual,
el pretor, tenía por no ocurrido determinados hechos o actos jurídicos, tenía por por no
sucedida la causa del perjuicio, destruía los efectos1, poniendo las cosas en el estado en
que estaban antes; las partes se ponían en la situación en que se hubieran encontrado de
no haber ocurrido aquellos hechos o actos.
Es una manifestación del imperium, sólo podía ser pronunciada por los magistrados
superiores que estaban de él investidos, tales como: Los pretores en Roma, los
gobernadores en provincias y, más tarde, el prefecto de la ciudad , el prefecto del pretorio
y el Emperador.
Sólo se podía pedir la in integrum restitutio durante un año útil, a partir del momento en
que fue posible solicitarla. Justiniano llevó este término a 4 años continuos.
Podía obtenerse por vía de acción y por vía de excepción. En el primer caso, era preciso
que se pidiese en un plazo, que se extendió a 4 años en Justiniano. Para obtenerla en el
segundo caso, el plazo era ilimitado.
Estas cusas terminaron por ser precisadas y publicadas en el edicto. Los textos de la
época clásica enumeran seis: la violencia, el dolo, la capitis deminutio, el erro
excusable, la ausencia necesaria y la minoridad.
PIE DE
1
PÁGINA Este interdicto destruía todas las consecuencias de un acto, por ejemplo, la cosa
vendida había de ser entregada, debóa ser restituida con los frutos que hubiese
producido. Por el contrario, el pago debía ser devuelto con los intereses.
a) VIOLENCIA Y DOLO: La in integrum restitutio procuraba generalmente a la
parte lesionada una reparación más completa. Si una persona ha transferido la
propiedad de una cosa, bajo el imperio del dolo del adquirente, que la enajenó
en seguida: la acción de dolo ejercitada contra él no puede hacer obtener al
demandante nada más que una indemnización, y padece, en caso de
insolvencia del demandado, el concurso de otros acreedores; mientras que la in
integrum restitutio le devolvía la propiedad perdida, y la rei vindicatio que era la
sanción.
Igual si por medio del dolo o violencia de un insolvente se había repudiado una
sucesión ventajosa, pues sólo la in integrum restitutio, que rescinde la
repudiación y permite al heredero hacer adición, es susceptible de establecer
suficiente reparación.
1
PIE DE Disminucuión o pérdida de la capacidad jurídica, se daba por la ausencia de uno o
PÁGINA más estados integrantes de la personalidad:
En otros casos y en todos los demás donde alguna circunstancia análoga produjera los
mismos inconvenientes que la ausencia, el pretor acordaba la in integrum restitutio a la
parte lesionada.
Por ejemplo: “Ticio, en vías de usucapir una cosa perteneciente a Mevio, cae en
cautividad. Mevio no puede ejercitar la rei vindicatio contra el ausente ni impedir la
usucapión, que se realiza. El pretor viene en su auxilio, y durante el año que sigue al
regreso del cautivo permite a Mevio obtener la in integrum restitutio. Desde entonces
queda rescindida la usucapión; Mevio recobra la propiedad que había perdido, y, como
todo propietario, puede ejercitar contra el poseedor, bien la rei vindicatio o bien la acción
publiciana1 si así lo prefiere.” 2
1
ACCIÓN PUBLICIANA: Es la acción que se concede al poseedor regular de una cosa, en
PIE DE
vías de ganarla por prescripción. En los mismos términos que la acción reinvindicatoria,
PÁGIN
pero que no se podrá ejercer en contra del dueñó ni de quien tenga mejor derecho.
A
Para que opere la acción publiciana se requiere:
2
EUGENE PETIT, libro tercero, de las acciones, página 940