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nuestro país
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1- Presente y desafíos de las juventudes
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Debates x
nuestro país
Cartilla 1
Presente y desafíos de las juventudes
Debates x nuestro país.
Fotografías
Fundación SES
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Junio de 2010.
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Cartilla 1
Presente y desafíos de las juventudes
En la Cartilla 1 podés encontrar información impor-
tante para reflexionar acerca de la situación de las
juventudes. Los temas que se abordan específica-
mente son:
Jóvenes en el bicentenario: un poco de historia
Presente y desafíos de las juventudes
Políticas públicas de juventud hoy
Materiales anexos (mural de datos
estadísticos, afiche Historia juventudes)
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Cartilla 4
Comunicación y organización social
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A lo largo del siglo XX han ocurrido sucesos y hechos que marcaron la historia de nuestro
país que fueron forjando características propias que marcan nuestra identidad. Durante la
1900 - 1916
primeras décadas del 1900 se desarrolla en la Argentina la disputa política entre los sectores
vinculados a la oligarquía, con su correlato en un modelo de país excluyente en términos eco-
nómicos y políticos, y sectores medios, profesionales, pero por sobre todo urbanos que se
van a identificar políticamente con la Unión Cívica Radical. Así la Ley Sáenz Peña de 1912 y la
posterior victoria de Yrigoyen como presidente en 1916 generó la incorporación a la disputa
de poder político de un nuevo sujeto social que se fue configurando paralelamente al modelo
agrario exportador: los sectores medios urbanos. Aunque esta disputa política no generó la
ruptura del orden económico imperante en nuestro país, si amplió la base de participación
política de los ciudadanos varones de nuestro país.
El orden económico comienza a verse trastocado desde la década del 30 a partir de la crisis
mundial, pero encuentra su punto culminante durante los primeros gobiernos peronistas, en
1930
los cuales se desata un proceso de industrialización con distribución de la riqueza. De esta
manera se produce un doble fenómeno: no sólo cambia la estructura económica de nuestro
país sino que esto trae de la mano el empoderamiento de nuevos sujetos sociales que se en-
contraban marginados: los trabajadores, que aparecen como los protagonistas principales de la
disputa política y económica.
Así se instala en nuestro país un modelo de acumulación de tipo industrialista con el Estado
como principal órgano y reaseguro de la distribución de las ganancias que el modelo genera-
ba, junto con la irrupción en la vida política de dos nuevos protagonistas, la clase obrera y las
mujeres que junto con Evita se incorporan a partir de 1952 como ciudadanas plenas con dere-
chos políticos iguales que los hombres. Durante el primer peronismo también surge una de las
primeras experiencias juveniles que van a perdurar hasta nuestros días: la Unión de Estudiantes
1945 - 1955
Secundarios (UES).
Con la caída del peronismo luego del golpe de Estado de 1955 se produjo en la Argentina
una reconfiguración del entramo de la disputa política -con el peronismo proscripto hasta
1973- y económica, a través de constantes intentos por suprimir los beneficios conquista-
dos por los trabajadores, aunque sin plantear una vuelta al modelo agroexportador, sino
manteniendo la capacidad industrial generada de 1945 a 1955. En este contexto es que
surge la conocida Resistencia Peronista, en la que las generaciones jóvenes protagonizan los
conflictos sindicales debido a la proscripción y el encarcelamiento de secretarios generales,
delegados y referentes gremiales durante distintos actos de resistencia cotidiana: pintadas
pidiendo la vuelta de Perón (exiliado en Paraguay, Venezuela y por último en España), fotos
en cada casa e incluso atentados y boicots en los ámbitos laborales. De estas experiencias
y en esos años surge la Juventud Peronista.
Desde mediados de la década de los ‘70, nuestro país atravesó distintos procesos con profundas
1976
Y luego, durante la década del 90, de la profundización del modelo neoliberal, caracterizado
principalmente por una matriz altamente concentradora en lo económico, con reducción de
la inversión estatal en políticas públicas y el cambio de un modelo productivo por un modelo
económico agroexportador y de servicios. En el plano social y cultural estos procesos implica-
ron profundas trasformaciones, generando desocupación y la consecuente pobreza y exclusión
social, e instalando un discurso hegemónico apologista del individualismo y la competitividad
como valores preferenciales, en desmedro de la cooperación y la participación colectiva como
ejes rectores de la construcción social.
Ante esta situación, emergieron diversas experiencias organizativas sociales, políticas, religio-
sas y culturales que, ante la ausencia del Estado en materia de políticas sociales y económicas,
asumieron roles de recepción y canalización de demandas y necesidades, actuando a veces en
forzosa suplantación del mismo.1 Por el dinamismo propio de los jóvenes en la estructura
social, estos han sido protagonistas centrales de las experiencias organizativas más diversas, re-
construyendo vínculos sociales, resistiendo el embate privatizador y excluyente de los noventa
y participando en iniciativas solidarias de todo tipo, no siempre desde la auto referencia como
2001
Es relevante caracterizar este hecho, que confronta con una imagen construida desde sec-
tores conservadores, que presenta a los jóvenes como reservorio de disvalores sociales, y
encasilla particularmente a los de menores recursos económicos dentro de un concepto de
peligrosidad social, en una maniobra ideológica que desplaza la mirada del verdadero origen
de los problemas, impulsando la acción represiva del Estado a través del Derecho Penal, pero
denostando al mismo Estado cuando interviene en las causas profundas de la violencia social,
actuando sobre la exclusión y la desigualdad.
A partir del 2003, desde la conducción política del Ejecutivo Nacional se promovió un cam-
bio de paradigma cultural en torno a la concepción del rol del Estado y su intervención en
el ámbito social y económico, definiendo al mismo como elemento orientador de la econo-
mía, con fuerte intervención en políticas sociales y educativas de inclusión e integración. Este
2003
proceso político tuvo desde su comienzo una característica central de la gestión consistente
en la convocatoria e inserción durante el diseño y la aplicación de políticas públicas, de los
distintos espacios organizacionales con trayectoria y protagonismo en problemáticas sociales.
Esta visión integradora desde el Estado permitió el desarrollo eficiente de la acción estatal y
la recomposición paulatina de su capacidad interventora en función de una democracia que
apunta a la permanente construcción de ciudadanía.
Considerar a los jóvenes como sujetos plenos de derecho, como ciudadanos de nuestro país,
implica entonces reconstruir las condiciones efectivas para que ellos puedan ejercer esta con-
2010
dición. Es el Estado el actor que en estos últimos años volvió a asumir un rol protagónico en la
resolución de diversas necesidades populares, a través de sus políticas, el principal responsable
y garante de resolver esta situación. Y es desde el Estado que se deben generar consensos a
1 Durante los 90, la suplantación del rol del Estado por organizaciones de la sociedad civil, estuvo incluida como estrategia desarticu-
ladora del mismo, a partir de la doctrina del Consenso de Washington. En contraposición, el presente proyecto político promueve la
acción organizativa en articulación con el Estado.
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2010
1.2 Presente y desafíos de las juventudes
Aún no habiendo sido partícipes de gran parte de los procesos sociohistóricos descriptos,
las juventudes de hoy pueden sentir en el día a día los efectos de las conquistas de las perso-
nas que participaron de la transformación de la Argentina en un país libre y democrático. Sin
embargo, desafíos nuevos se presentan para profundizar el ejercicio de sus derechos sociales,
políticos y culturales. Las respuestas para esos desafíos se construirán únicamente con la par-
ticipación de las generaciones más jóvenes.
Actualmente, no todos los y las jóvenes viven esta etapa de su vida de igual manera. Para
muchos, el acceso y permanencia en la escuela, el derecho al trabajo digno y bien remunera-
do, el acceso a los medios de comunicación y actividades de esparcimiento y cultura aún no
están asegurados. También son muchos los que sufren los efectos de la exclusión social y de la
violencia.
Sabemos que existen grupos de jóvenes dispuestos a participar para revertir estas situacio-
nes. Y que en los últimos años se han abierto espacios que les brindan la posibilidad de elegir
los caminos participativos para asegurar que se reconozcan y se hagan valer sus derechos.
En la actualidad, la cuarta parte de la población argentina (un 24,7%) tiene entre 15 y 29 años. Se
trata de alrededor de 10 millones de jóvenes, poco más de la mitad de los cuales son varones.
Jóvenes
10.009.185
Mujeres
24.7%
4.941.544
49%
Varones
75.3% 5.067.641
51%
A tener en cuenta!!
¿Juventud o juventudes?
Hablamos de juventudes (en plural) y no de “la juventud”, porque al igual que el resto
de la sociedad, los y las jóvenes viven esta etapa de la vida de modos diferentes según
su pertenencia social y territorial, o su tránsito por espacios de participación social,
política o cultural.
Mientras que los y las jóvenes de los sectores populares se ven obligados a asumir
roles adultos como la maternidad/paternidad o el trabajo, los que provienen de otros
sectores sociales pueden acceder a otros derechos y “prepararse para el futuro” a
través de la formación. Por eso, se les presentan distintas posibilidades de acceso a los
ámbitos desde los cuales ejercen derechos tales como la educación, la salud, el trabajo
o la participación.
La posibilidad de que los y las jóvenes puedan ejercer esto derechos, necesita entonces de un
Estado comprometido en su promoción y en la participación de las juventudes, pero también
necesita del compromiso activo y el protagonismo de los propios jóvenes en la construcción
de las políticas públicas, haciendo visibles sus necesidades y demandas y movilizándose para
lograr que se les de respuesta.
Una mirada a la realidad actual de los y las jóvenes nos permite conocer algunos de los desa-
fíos que es necesario encarar para lograr el reconocimiento y ejercicio de sus derechos.
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En las últimas décadas, en nuestro país al igual que en el resto de América Latina, son cada vez
más los y las adolescentes y jóvenes que acceden a la educación secundaria.
AVANZA
Por otra parte, desde el Estado Nacional se vienen promoviendo distintas medidas tendien-
tes a lograr una educación inclusiva y de calidad. La más importante de ellas es la Ley Nacional
de Educación, sancionada en el año 2006, que reconoce el derecho a la educación como bien
público, fija la obligatoriedad de la escuela secundaria y aumenta los recursos que se destinan
a la Educación pública.
2 Fuente: elaboración propia en base a EPH/INDEC tercer trimestre de 2009 /DINIECE, 2007.
3 Fuente: DINIECE, 2007.
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Debates x nuestro país
Que todos los y las jóvenes permanezcan en la escuela, reciban una educación de calidad y
tengan la posibilidad de terminar sus estudios, es aún un desafío ya que todavía son muchos los
que abandonan sus estudios por distintos motivos sociales, familiares o incluso, relacionados
con la falta de incentivos generados desde la propia escuela, que en ocasiones no adapta sus
propuestas a las nuevas problemáticas, lenguajes y culturas de adolescentes y jóvenes, o a los
cambios en el acceso a la información.
NOS PREOCUPA
terminaban4
También son grandes las diferencias si tenemos en cuenta los recursos económicos de los
hogares de los y las adolescentes y jóvenes, y tampoco es igual la situación en todas las pro-
vincias del país.
PARE:
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NOS PREOCUPA
Actualmente son las temáticas referidas a la calidad del empleo las que afectan mayormente a
los jóvenes: trabajos precarios, sin aportes patronales, con contrato a término o esporádicos.
9 Fuente EPH/INDEC.
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Debates x nuestro país
PARE:
La salud
El acceso a los servicios de salud y el ejercicio de los derechos de salud sexual y reproductiva
son planos en los que también se manifiestan problemáticas particulares entre los y las jóvenes,
en especial entre los sectores populares y las mujeres.
AVANZA:
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PARE
En las últimas décadas, los tipos de participación se fueron transformando: mientras que
durante los ’60 y ’70 los y las jóvenes se involucraban principalmente en espacios político-par-
tidarios y sindicales, en la actualidad han ganado terreno otros espacios de expresión cultural,
social y política organizados a partir de necesidades y demandas propias.
AVANZA
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A tener en cuenta!!
Pero… ¿qué es ser joven?
Esta es una pregunta que tiene diferentes respuestas. Al interior de la sociedad argen-
tina se sostienen distintas miradas acerca de los y las jóvenes. Una encuesta nacional
realizada en 2008 entre personas mayores de 18 años, daba cuenta de ellas: las que
ponen el énfasis en los aspectos generacionales tales como la vitalidad o la alegría, las
que ven a la juventud como una etapa de tránsito entre la niñez y la adultez, las que
destacan el rol de los y la jóvenes como agentes de cambio, o las que creen que los y
las jóvenes son un problema o están en problemas, son algunas de ellas.
Generación 25
Moratoria social 17.3
Agente de cambio 12.3
Sin futuro/jóvenes en problemas 10.5
Juventud problema 10.1
Divino tesoro 7.3
Etapa de la vida 5.3
NS/NC 10.4
Otros 2.1
Como vemos, no son pocos los que consideran que los y las jóvenes son portadores de aspi-
raciones e ideales de transformación social, son actores de cambio. Nos interesa destacar esta
visión, ya que sostiene que la juventud es el grupo más sensible a los problemas que afectan a
la sociedad, y la promesa de cambio de las situaciones de injusticia y desigualdad.
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Debates x nuestro país
En nuestro país, podemos identificar la mayor expresión de este compromiso con la transfor-
mación de la sociedad, en la corriente de movilización política y social que tuvo en la juventud
a su principal protagonista, en especial durante los años ‘60 y ‘70.
Ni la dictadura militar, ni las políticas neoliberales de los noventa –procesos que afectaron a
la participación social y política del conjunto de la sociedad- pudieron evitar que en nuestro
país los y las jóvenes participen actualmente de distintas y novedosas manifestaciones políticas,
sociales y culturales que buscan transformar la realidad desde diferentes espacios: partidos
políticos, sindicatos, organizaciones sociales, grupos culturales, etc.
También hay quienes sostienen que el rol de las juventudes es formarse y prepararse indivi-
dualmente para el futuro: casi la mitad de la población tiene esta opinión.
Una primera advertencia tiene que ver con que este rol esperado para los y las jóvenes des-
conoce que más de 6 de cada 10 jóvenes no puede vivir la juventud de esta manera, tal como
vimos cuando hablamos de los y las jóvenes de los sectores sociales más desfavorecidos.
Por otro lado, es esperanzador ver que aunque se asigna un rol meramente individual a la
juventud, distintas acciones colectivas promovidas y lideradas por los y las jóvenes en nues-
tro país en el último tiempo, tienen una alta aceptación social. Los reclamos vinculados a la
educación como las marchas estudiantiles por la falta de gas en las escuelas y por el boleto
estudiantil, y la participación de jóvenes en el debate de la Ley de Educación Nacional en el
Congreso reciben la aceptación de casi el 80% de los argentinos/as, mientras que los escraches
de la agrupación HIJOS en defensa de justicia y castigo son apoyados por más del 60%.17
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Actualmente, el acceso a las nuevas tecnologías es altamente valorado por la población y está
más extendido entre los y las jóvenes, aunque desigualmente distribuido según la situación social.
NOS PREOCUPA
Estos jóvenes no sólo viven esta imposibilidad, sino que muchas veces también son conside-
rados por gran parte de la sociedad como criminales o peligrosos. A su vez, en los últimos años,
los grandes medios de comunicación han contribuido en nuestro país a construir y naturalizar
la imagen del joven “peligroso” asociado con la pobreza, el delito, la violencia y la inseguridad
policial. Esto ha generado debates que apuntan a bajar la edad de imputabilidad a los 14 años.
Dichos debates dejan de lado una mirada integral que garantice que aquellos jóvenes que están
en peligro puedan ejercer sus derechos y ser incluidos socialmente.
Distintos estudios19 dan cuenta de que en los medios de comunicación cada vez se publican
más noticias que vinculan a la juventud con el delito, mientras que son pocas las que ha-
blan de los derechos de los y las jóvenes y las políticas públicas que aporten a garantizar su
cumplimiento.
Sumado a esto, profundizando en una arista del problema de los y las jóvenes referida al “de-
recho a no morir”, mostramos a continuación algunos datos a tener en cuenta:
La principal causa de muerte externa entre los y las jóvenes son los accidentes (31,8%)
y la segunda causa los homicidios y suicidios (25.5%).20 La violencia institucional ma-
nifiesta en enfrentamientos con la policía o en la represión de protestas sociales y
la muerte en golpizas de patovicas en locales bailables resultan problemáticas en
aumento que afectan especialmente a los más jóvenes.
Estas situaciones plantean cuán importante es que nuevos actores accedan a los medios de
comunicación y las nuevas tecnologías. Los espacios que abre la nueva Ley de Medios Audio-
visuales son fundamentales para que los y las jóvenes tomen la palabra y hagan visibles sus
demandas, construyendo y haciendo circular nuevas imágenes que se contrapongan a las que
promueven actualmente los medios concentrados.
19 Observatorio-contralor de noticias informativas sobre jóvenes en “situación de delito”, 2006; Periodismo social (2009)
20 Fuente: INDEC, Estadísticas de niñez y adolescencia, año 2006
Presente y desafíos de las juventudes
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Debates x nuestro país
Fuentes:
DEIS/ Ministerio de Salud de la Nación (2009) “Indicadores básicos”, disponible en
http://www.deis.gov.ar/publicaciones/archivos/indicadores_2009.pdf
DINIECE (2009) Resultados del Operativo Nacional de Educación 2007,disponibles en http://
diniece.me.gov.ar/index.php?option=com_content&task=view&id=45&Itemid=27
Fundación SES (2009). “Encuesta Nacional de Juventudes en Argentina”. Proyecto “Ju-
ventudes Sudamericanas”, disponible en http://www.fundses.org.ar/archi/programas/
juventudes_sudamericanas/3_encuesta_nacional_de_juventudes.pdf
INDEC: Censo nacional de población y vivienda 2001, disponible en www.indec.gov.ar
Estadísticas de niñez y adolescencia 2006, disponibles en www.indec.gov.ar
Encuesta permanente de hogares. Tercer trimestre de 2009. Disponible en www.in-
dec.gov.ar
SITEAL/UNESCO (2008) “Resumen estadístico I. Totales Nacionales”. Disponible en
http://www.siteal.iipe-oei.org/modulos/ResumenesEstadisticosV1/upload/resumen_
estI_nacional.pdf
MTySS (2006). Encuesta de Indicadores Laborales (EIL): Tres años de crecimiento del
empleo privado formal, disponible en http://www.trabajo.gov.ar/left/biblioteca/files/
estadisticas/toe5_03_EIL.pdf
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