Ponen énfasis en la existencia de países dependientes y otros desarrollos.
El contexto en el que escriben es desde la crisis del 29` hasta las dos guerras mundiales. Los economistas creyeron que dada la coyuntura favorable, el desarrollo pasaba por la toma correcta de decisiones económicas. La industrialización, mediante la diversificación productiva, es el primer paso para las transformaciones. Otro elemento importante fue la implementación de una burocracia pública predispuesta al desarrollo mediante la toma de decisiones políticas en el momento adecuado. Cardoso y Faletto se cuestionan porque no sucedió ese diagnostico favorable y proponen una serie de conceptos que pretenden explicar este asunto: o Insuficiencia dinámica: estos países pueden tener la capacidad de crecer unos años pero no tienen la dinámica que le permite acercarse al PBIpc de países centrales. o Deterioro de los términos de intercambio: los países subdesarrollados producen un tipo de bien que, la tendencia a largo plazo, es que los precios sean estables o que bajen. Se creía que los subdesarrollados tenían que lidiar con las estructuras del mercado internacional. o Transformaciones incompletas: afirman que no es que los países subdesarrollados no hayan tenido procesos de modernización, sino que se da de forma despareja e incompleta. Se cuestionan el rol de la élite en las sociedades tradicionales, las cuáles se pueden resistir al proceso de cambio (cuestión poder económico-político). o Dualismo estructural: al mismo tiempo sector moderno y tradicional conviven produciendo una dinámica particular, y que jerarquiza las coexistencias de ambos modelos. Estos países se urbanizan, que conlleva a reivindicaciones populares de forma muy rápida, no dando tiempo a desplegar todo el producto potencial. o Efecto demostración como problema: en sociedades incompletas no es una buena idea, ya que puede ocurrir, que los dueños de los medios de producción o sea los sectores dominantes quieran consumir como las clases dominantes desarrolladas, pero no producir como ellos (consumo suntuario vs inversión). Así mismo no es adecuado, ya que en América Latina “existen masas” que han tomado conciencia de sus derechos y pueden llegar a ser una traba para el proceso. o Análisis integrado: análisis que comprende mejor las relaciones objetivas y valores de grupos ya que observa sus relaciones en la estructura y en el proceso desde múltiples perspectivas (economía, sociedad, política, tecnológica, etc). o Plantean la existencia de relaciones externas (relación centro-periferia; dominantes y dominados, o sea modo particular de relación entre las clases y grupos) e internas. No hay determinación mecánica de lo interno por lo externo, sino que se deben comprender ambos factores como un todo. o Los cambios históricos significativos siempre son acompañados por nuevas formas de dominación y conflicto social. Clases y grupos siempre intentan imponer un modo de producción que cumpla con sus intereses. o Existencia de sociedades “periféricas” y “centrales”: cuando coexisten ambos tipos, la hipótesis (pasaje de sociedad tradicional a moderna) se re-define para pasar a la idea de la existencia de una “situación de subdesarrollo” que puede ser de largo plazo y que a unos le sirve que otros estén en esa condición.
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o Dependencia: economías centrales producen bienes de alta elasticidad, junto con la existencia de economías de escala. A ellos les puede servir que existan este tipo de economías, donde las sociedades producen bienes y servicios de baja elasticidad, que coincide con la periferia. o Dependencia-autonomía ≠ periferia-centro≠ subdesarrollo-desarrollo. o El juego político local puede generar ciertos grados de autonomía. o Los influjos de mercado por sí mismos no son suficientes para explicar el cambio económico (“diferenciación). o El “subdesarrollo nacional”: “independencia política” con dependencia económica. o Grado de diferenciación: relaciones entre las clases, y fases del capitalismo, son distintas en centro y periferia: • Capit. mercantil, industrial y financiero (periferia) • Capit. competitivo y monopólico (centro) o Economías de enclave vs control nacional del sector exportador. o Modelos de dominación: “oligárquico-latifundista” o “capitalista-burgués”.
“Análisis integrado del desarrollo”
Parten de la base que los estudios que consideran las condiciones y efectos sociales del sistema económico no han dado respuesta satisfactoria a las interrogantes. Es por esto que proponen un análisis integrado, a los esquemas económicos le agregan las interpretaciones sociológicas dirigidas a explicar la transición de las sociedades tradicionales a las modernas. Las sociedades latinoamericanas pertenecían al tipo de estructuras denominadas tradicionales, yendo en el proceso de convertirse en moderna. En el transcurso del proceso se formaría un patrón intermedio, el cual caracteriza a las sociedades de los países “en desarrollo”. Es por eso que se dice que estas sociedades presentan un dualismo estructural. Ellos afirman que los cambios de las estructuras sociales implica un proceso de relaciones entre los grupos, fuerzas y clases sociales a través del cual algunos de ellos intentan imponer al conjunto de la sociedad la forma de dominación que les es propia. Los análisis del modernismo y del tradicionalismo parecen excesivamente simplificados cuando establecen una relación unívoca entre desarrollo y sociedad moderna, y por otro, subdesarrollo y sociedad tradicional. En las otras investigaciones el proceso de desarrollo consistía en llevar a cabo y reproducir las diversas etapas que caracterizaron las transformaciones en los países modernos. Estas señalan, como característica de los países subdesarrollados, que se encuentran “atrasados” en ciertos aspectos de la estructura pero no en otros. Es por esto que proponen lo que se denomina “el efecto demostración”; el nivel de participación de las masas es supuestamente similar al de los países centrales, lo que ha conllevado a pensar que ese podría ser un puente que tendería a crear pautas sociales semejantes. Pero Cardoso y Faletto, establecen que eso no es así, ya que en América Latina han surgido ciertas singularidades, y es que la urbanización acelerada, que precede a la industrialización, facilita la difusión de aspiraciones y de formas de comportamientos políticos que favorecen a la participación de las pasas en el juego, antes que exista un crecimiento económico autónomo y basado en el mercado interno. Por lo tanto el efecto demostración podría generar más problemas que puentes. Así mismo nos plantean que el efecto demostración supone una modernización de la economía mediante un aumento del consumo, pero que esto, en los países tradicionales puede constituir un freno para el desarrollo. Esto es así producto que favorece las importaciones de bienes de consumo
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masivos, así como de bienes de capital relacionados con la producción de aquéllos, e induce a invertir en sectores que no son básicos. O sea los terratenientes pueden querer llegar a consumir masivamente los mismos productos que en los centros (a causa de efecto demostración) pero para eso deben importarlos ya que las pautas de producción no las han aplicado; esto conlleva a un endeudamiento y déficit fiscal. Es por esto que los autores proponen, como más adecuado, un procedimiento metodológico que acentúe el análisis de las condiciones específicas de la situación latinoamericana y el tipo de integración social de las clases y grupos como condiciones principales del proceso de desarrollo. Lo fundamental es caracterizar el modo de relación entre grupos sociales en el plano nacional y las tensiones entre las clases y grupos sociales que pueden producir consecuencias dinámicas en la sociedad subdesarrollada. En definitiva importa realzar las características histórico- estructurales en que se genera un proceso que revela el sentido mismo que puede tener dicha modernización. Este análisis debe considerar tanto el elemento de las condiciones históricas particulares; tanto en el plano nacional como externo; y comprender las situaciones estructurales dadas. O sea es una perspectiva que permite vincular los componentes económicos y sociales en el análisis de los grupos sociales. Consideran al desarrollo como resultado de la interacción de grupos y clases sociales que tienen un modo de relación que les es propio y por tanto intereses y valores distintos, cuya oposición, conciliación o superación da vida al sistema socioeconómico. La estructura social y política se va modificando en la medida en que distintas clases y grupos sociales logran imponer sus intereses, su fuerza y su dominación al conjunto de la sociedad. La especificidad histórica de la situación de subdesarrollo surge de la relación entre sociedades “periféricas” y “centrales” Hay veces que el subdesarrollo desde la perspectiva del proceso histórico de formación del sistema mundial, se presenta en términos “coloniales” mientras que en otras, las sociedades periféricas se enmarcan “en sociedades nacionales”. Por lo tanto, la situación de subdesarrollo se produjo históricamente cuando la expansión del capitalismo comercial y luego del capitalismo industrial vinculó a un mismo mercado economías, que, además de presentar grados diversos de diferenciación del sistema productivo, pasaron a ocupar posiciones distintas en la estructura global del sistema capitalista. El concepto de subdesarrollo se emplea para referirse a la estructura de un tipo de sistema económico, con predominio del sector primario, fuerte concentración de la renta, poca diferenciación del sistema productivo y predominio del mercado externo sobre el interno. Hay que analizar, además, cómo las economías se vincularon al mercado mundial y la forma en que se constituyeron grupos sociales internos que lograron definir las relaciones hacia afuera. La dependencia, implica socialmente una forma de dominación que se manifiesta por una serie de características en el modo de actuación y en la orientación de los grupos que en el sistema económico aparecen como productores o como consumidores. En los casos extremos las decisiones que afectan a la producción o al consumo de una economía se toman en función de la dinámica e intereses de las economías desarrolladas. Las economías de enclave colonial son el ejemplo típico. No se debe subordinar un concepto al otro, sino que son distintas tanto las dimensiones a las que se refieren, como a su significación teórica. Dependencia alude directamente a las condiciones de existencia y funcionamiento del sistema económico y del sistema político; subdesarrollo caracteriza a un estado o grado de diferenciación del sistema productivo; por último las nociones de “centro” y “periferia” subrayan las funciones que cumplen las economías subdesarrolladas en el mercado mundial. Un ejemplo de que los términos no son excluyentes es que una sociedad nacional puede tener cierta autonomía de decisiones sin que por ello el sistema productivo y las formas de distribución de la renta permitan equipararse a los países centrales desarrollados. El juego político-social de los países en vías de desarrollo debe contener en su dinámica elementos favorables que conlleven a la obtención de ciertos grados de autonomía; esto sería un requisito indispensable para que un proceso
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de industrialización reestructure el sistema económico y social. Pero al mismo tiempo deben darse transformaciones en el mercado internacional.
En definitiva; al considerar la “situación de dependencia” en el análisis del desarrollo latinoamericano, lo que se
pretende poner de manifiesto e s que el modo de integración de las economías nacionales al mercado internacional supone formas definidas y distintas de interrelación de los grupos sociales de cada país, entre sí y con los grupos externos. Es por esto que es necesaria la comprensión de la actuación de las fuerzas, grupos e instituciones sociales como un factor decisivo para el análisis del desarrollo. La situación de subdesarrollo nacional de América Latina se debe a que supone un modo de ser que a la vez depende de vinculaciones de subordinación al exterior y reorientación del comportamiento social, político y económico en función de los intereses nacionales. O sea, por un lado la nación quiere ganar cierto grado de autonomía pero sus vinculaciones económicas continúan siendo definidas por el mercado externo, lo que limita las posibilidades de decisión y acción autónoma. Es importante destacar que es mediante un tipo específico de relación entre clases y grupos que implica una situación de dominio que conlleva estructuralmente la vinculación con el exterior. Es mediante estos grupos que la nación tiene sus vinculaciones con el sistema político y económico mundial. Los países centro no tuvieron estas dificultades y estos dilemas de lo interno y lo externo, ya que éstas se consolidaron simultáneamente con la expansión del mercado mundial, de manera que pasaron a ser las principales naciones en el sistema internacional. La integración de las naciones nuevas (periferia) en el SXX se realiza a través de una estructura social y económica que, si bien modificada, procede de la situación anterior. Serán distintos el modo y las posibilidades de desarrollo de una nación que se vincula al sector exportador internacional con un producto de alto consumo, según se verifique en el período del capitalismo predominantemente competitivo o en el período predominantemente monopolista. Cada forma de dependencia histórica produjo un acuerdo determinado entre las clases, no estático, sino de carácter dinámico. El paso de uno a otro modo de dependencia, debió fundarse en un sistema de relaciones entre clases o grupos generado en la situación anterior. La dinámica que puede adquirir el sistema económico dependiente en el ámbito de la nación, está determinado por la capacidad de los sistemas internos de alianzas para proporcionarles capacidad de expansión. Por lo tanto; el análisis sociológico trata de explicar las aparentes “desviaciones” a través de la determinación de las características estructurales de las sociedades subdesarrolladas y mediante un trabajo de interpretación. Las dos dimensiones del sistema económico, la interna y la externa, se expresan en el plano social, donde adoptan una estructura que se organiza y funciona en términos de una doble conexión: según las presiones y vinculaciones externas y según el condicionamiento de los factores internos que inciden sobre la estratificación social. Hay ciertas situaciones en donde las actividades de los grupos sociales corresponden a las pautas de las “sociedades industrializadas de masas” y otras en las que tienen preponderancia las normas sociales típicas de las “situaciones de clase” y hasta “situaciones estamentales”. Esta ambigüedad es típica de las situaciones subdesarrolladas. El análisis no puede ser solo estructural, sino que ha de comprender también el proceso en el que actúen las fuerzas sociales en juego, tanto las que tienen a mantener el status quo, como aquellas otras que presionan para que se produzca un cambio social.