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COAUTORES*:
MARCO TEORICO:
En muchos países se ha observado que aun cuando los servicios y el personal de salud
están accesibles a la población, los niños enfermos no son llevados a tiempo para ser
atendidos por estos, sino que son tratados en el hogar con remedios caseros. En algunos
casos, los niños también son vistos por curanderos y otros tipos de personal tradicional. El
manejo de la enfermedad de un niño en el hogar es aconsejado siempre que las medidas de
tratamiento que se apliquen no sean potencialmente nocivas y siempre que los padres o
responsables del cuidado del niño conozcan y sepan identificar los signos de alarma para
decidir que el niño debe ser atendido por un personal de salud.
Como parte de las actividades académicas del curso, los alumnos visitaron las comunidades
semanalmente, realizando la captación de las familias con niños menores de 5 años y su
capacitación sobre los signos de alarma en el niño enfermo. Este trabajo se hizo en forma
coordinada con el Establecimiento de Salud local, a donde se derivaron los niños con algún
signo de alarma.
OBJETIVOS:
HIPÓTESIS:
Para la medición del objetivo propuesto, se observó la proporción de madres de niños menores
de 5 años que conocían los signos de alarma para IRA y diarrea, antes y después de la
capacitación brindada dentro de la estrategia AIEPI por los estudiantes de medicina de la
UNMSM, en el A.H. Villa Señor de los Milagros, en el distrito Carmen de la Legua, Callao. La
población objeto del estudio estuvo constituida por las madres o responsables del cuidado de
niños menores de 5 años.
Los signos que se usaron como indicadores del conocimiento de los signos de alarma para la
consulta fueron:
• Muchas heces acuosas, Vómitos repetidos, bebe mal o no puede beber, “difícil de despertar”,
con relación a la diarrea.
La proporción de madres con conocimiento de los signos de alarma esta dada por la relación
entre el número de madres que conocen los signos de alarma (al menos 1 para la neumonía y al
menos 2 para la diarrea) para concurrir en busca de atención urgente del servicio o personal de
salud sobre el total de madres encuestadas.
La capacitación de las madres o cuidadores de los niños se hizo mediante visitas domiciliarias,
una vez por semana, a cargo de los alumnos del tercer año de medicina de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), supervisados por el profesor del grupo. Cada alumno
tuvo que visitar semanalmente 10 hogares con niños menores de 5 años para la capacitación de
las madres, padres o cuidadores de los niños. Durante la capacitación o consejería se hizo uso
de la metodología de educación de adultos, se usó el laminario producido por el Ministerio de
Salud sobre el AIEPI comunitario y se entregó a la familia una cartilla educativa sobre los signos
de peligro en el niño enfermo elaborada por el equipo del presente estudio dentro del curso de
Salud Comunitaria de la Facultad de Medicina de la UNMSM. Ver Anexo C.
Las visitas domiciliarias para la capacitación de las madres se hicieron durante dos meses.
Después de cada visita los alumnos se reunían con el profesor para comentar las incidencias
durante la visita y para reforzar sus habilidades de capacitación individualizada (consejería) para
las madres. Es importante notar que además de trabajar sobre los signos de alarma, los
estudiantes abordaron otros temas como parasitosis y anemia, a pedido de las madres. Las
visitas domiciliarias se hicieron desde el 15 de mayo hasta el 15 de julio del año 2002.
Con esta información se trabajó en la tabla del Anexo B, proporcionada por la OPS, en su
publicación HCT/AIEPI-27.E. Investigaciones Operativas sobre Atención Integrada de las
Enfermedades Prevalentes de la Infancia(2). Allí se obtuvo el tamaño estimado de la muestra,
que es de 195. Para prevenir cualquier deserción de las madres, se escogió el tamaño de la
muestra en 215 madres.
Los datos que se recogieron para obtener la información sobre conocimiento de signos de
alarma son:
Se usó la prueba de hipótesis t de Student para los indicadores principales a fin de conocer si la
implementación de la estrategia produjo cambios significativos en el conocimiento de las madres
o encargados de los niños menores de 5 años en relación a los signos de alarma en niños que
padecen de una infección respiratoria aguda o una enfermedad diarreica.
RESULTADOS
1. Conocimiento de signos de peligro en niños con tos o dificultad para respirar. Se puede ver
que la experiencia tuvo resultados positivos, tanto en el conocimiento de la respiración
rápida, como del tiraje subcostal, como signos de peligro, como puede verse en el cuadro Nº
1.
2. Conocimiento de signos de peligro en niños con diarrea. El cuadro Nº 2 nos muestra los
efectos de la intervención sobre los conocimientos maternos de signos de peligro en niños
con diarrea, tanto en forma específica para alguno de ellos, así como la proporción de
madres que conocen por lo menos 2 signos.
DISCUSIÓN
Los resultados obtenidos indican que los estudiantes de medicina desde los años iniciales de
estudios pueden contribuir a la educación de las madres sobre los signos de peligro en niños
enfermos. En esta experiencia se pudo lograr cambios en los conocimientos maternos sobre los
signos de peligro especialmente en los niños con tos o dificultad para respirar. El porcentaje de
madres que conocen algún signo de peligro en el niño con tos prácticamente se duplicó luego de
este corto período de capacitación, mediante las visitas domiciliarias.
El porcentaje de madres que al inicio consideran la respiración rápida como signo de peligro en
niños con tos resultó ser muy similar a lo encontrado en Lima metropolitana el año 2000, por la
Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES 2000), en la que se observó que el 23.4%
de las madres identificaban a la respiración rápida como un signo que indica que el niño requiere
ser llevado de inmediato a un servicio de salud(3). En nuestro estudio este porcentaje es del
21.4%.Lo mismo puede decirse del conocimiento del signo “no puede mamar o no puede tomar
nada de líquido”, que en la ENDES 2000 fue del 1.5% en Lima metropolitana y en nuestro
estudio de 1.9%. En el caso de los signos de peligro en niños con diarrea nuestros resultados, a
pesar de mostrar diferencias estadísticamente significativas, son de magnitud pequeña.
Debemos mencionar que los estudiantes brindaron información a las madres sobre otros temas
o problemas de salud, de acuerdo a lo que las madres les solicitaban. Las visitas se hacían una
vez por semana y duraban entre media a una hora en promedio. Es probable que el haber
abarcado estos otros temas, haya ido en contra de dar más tiempo al trabajo sobre los signos de
peligro en el caso del niño con diarrea.
También es posible que la preparación brindada a los estudiantes para una buena consejería
haya sido insuficiente, de tal manera que, a pesar de contar con el laminario, la consejería dada
durante la visita domiciliaria haya sido expositiva, vertical, con poca participación de las madres,
de tal manera que, luego de 5 meses, muchas madres hayan olvidado lo aprendido. En ese
lapso no se hicieron visitas de seguimiento, que hubieran podido reforzar lo aprendido. Los
estudiantes de este grupo todavía no habían llevado ningún curso de clínica médica, durante su
formación de ciencias básicas no llevan un curso que les permita desarrollar sus destrezas para
la consejería. La capacidad para una adecuada consejería de los estudiantes se vería
incrementada si participaran del curso “Conversando con las madres sobre AIEPI”, como se
demostró en una experiencia con estudiantes de enfermería y medicina en Méjico(4).
Conclusión:
Estos hallazgos indican que los estudiantes del tercer año de medicina de la UNMSM son
capaces de contribuir, mediante la consejería dada en la visita domiciliaria, a mejorar los
conocimientos maternos sobre los signos de peligro en el niño enfermo, especialmente en niños
con tos o dificultad para respirar.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.
1. Medina Verástegui Julio. Informe del Curso de Salud Comunitaria. Año académico 2002.
Facultad de Medicina de la UNMSM. Mimeografiado. Lima, 2002.
2. Benguigui Yehuda. Investigaciones operativas sobre Atención Integrada a las Enfermedades
Prevalentes de la Infancia (AIEPI). Washington DC. OPS, 2001.
3. INEI. Encuesta Demográfica y de Salud Familiar 2000. Perú. Lima, 2001. pp 145.
4. Anónimo. Evaluación de conocimientos sobre AIEPI. Noticias sobre AIEPI, Nº 2, dic. 1999.
ANEXO A
PLANILLA DE ENCUESTA
Area:………………………………………………… Mes/Año:…………………..
a. Respiración rápida
c. Otros
d. No sabe, no responde
b) Ojos hundidos
f) Difícil de despertar
h) Otro signo
i) No sabe
OBSERVACIONES
Instrucciones para el llenado de la Planilla de Encuesta:
1. La Planilla de Encuesta deberá utilizarse para interrogar a todas las madres o personas que participan en el cuidado y atención
de un niño menor de 5 años.
2. Anotar el nombre del niño en la primera fila, en la columna que corresponda; y luego anotar la edad del niño en meses y años
en la segunda fila.
3. Hacer a la madre la pregunta enunciada en el punto 2. Formular esta pregunta como una "pregunta de respuesta libre" sin
indicar ningún signo enumerado en las filas siguientes. Decirle a la madre que puede dar más de un motivo. Marcar (X) los
signos que indique. Alentar a la madre a responder plenamente empleando mensajes generales como ¿Nada más? u ¿Otro
signos?. No se la debe inducir a que diga determinados signos.
4. Hacer a la madre la pregunta 3 de la Planilla de Encuesta, teniendo en cuenta las consideraciones realizadas en el punto 3
anterior.
6. Completar tantas columnas como sea necesario hasta reunir un número suficiente de madres de niños menores de 5 años. Si
se desea desagregar las conclusiones según la edad del niño, tener en cuenta que deberá disponerse de un número suficiente
de madres de niños menores de 2 meses, de 2 a 11 meses, y de 1 a 4 años para poder estimar la proporción de estas madres
que conocen los signos de alarma.
ANEXO B
TAMAÑO DE LA MUESTRA REQUERIDO EN LA COMPARACIÓN DE DOS GRUPOS
PARA DETECTAR VARIACIONES ENTRE P1 Y P2
α ) = 0.05 BETA (β
ALFA (α β ) = 0.20
P1
P2 0.05 0.10 0.15 0.20 0.25 0.30 0.35 0.40 0.45 0.50
0,10 334
0,65 11 14 18 24 33 48 75 133
0,70 11 14 18 24 33 47 73
0,75 11 14 18 24 32 45
0,80 11 14 17 22 30
ANEXO C: CARTILLA EDUCATIVA SOBRE LOS SIGNOS DE PELIGRO PRODUCIDA DURANTE LA INTERVENCIÓN