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Anastasia afirmaba1:
Cada semilla plantada por vosotros contiene en sí una enorme cantidad de
información del Universo. Esta información no puede compararse ni en cantidad ni en
exactitud con la que encierra algo hecho por la mano de chelovek2. Con ayuda de esta
información, la semilla conoce el momento en el que ha de despertar a la vida con una
exactitud de fracciones de segundos, conoce cuándo germinar, qué sustancias tomar de
la tierra, cómo emplear la irradiación de los cuerpos cósmicos: el sol, la luna, las
estrellas..., en qué debe convertirse, qué frutos dar. Los frutos están predestinados para
ser apoyo vital de chelovek. Estos frutos pueden resistir o luchar contra cualquier
enfermedad del organismo de chelovek, de forma efectiva y con más poder que
cualquier medicamento hecho por éste, que haya existido o exista jamás. Pero para que
esto suceda, la semilla tiene que conocer el estado de la persona, para poder aportar al
fruto, en el proceso de su maduración, la proporción necesaria de sustancias para la
curación de esa persona concreta, de su enfermedad, si ya existe, o de su propensión a
ella.
Para que la semilla de un pepino, de un tomate o de cualquier otra planta criada en la
huerta, tenga tal información, es necesario hacer lo siguiente:
Antes de sembrarlas hay que colocar en la boca una o varias semillitas y mantenerlas
bajo la lengua no menos de nueve minutos.
Después, hay que colocarlas entre las dos palmas de las manos y mantenerlas así unos
treinta segundos. Al mantener las semillas entre las palmas, es necesario estar descalzos
sobre el terrenito donde se va a plantar.
Abre las palmas de las manos y cuidadosamente, acerca a tu boca la semilla que estás
sosteniendo. Expira el aire desde tus pulmones hacia la semilla. Caliéntala con el aliento
tuyo y esta semillita conocerá todo lo que hay en ti.
Luego, es necesario mantener abiertas las palmas de las manos durante otros treinta
segundos todavía, presentando la semilla a los cuerpos celestes. Y ella determinará el
instante de su nacimiento. ¡Todos los planetas la ayudarán en ello! Y regalarán a los
retoños la luz necesaria para ti.
Luego ya puedes plantar la semilla en la tierra. En ningún caso hay que regarla
enseguida, para que no se pierda con el agua tu saliva y la información que envuelve por
completo a la semilla, y que ha de ser absorbida por ésta. Sólo al expirar el tercer día
después de la plantación, se puede regar.
Se debe plantar en los días más favorables para cada legumbre (la gente ya sabe esto,
por el calendario lunar). En ausencia de riego, la siembra prematura no es tan de temer
como la siembra tardía.
No se deben arrancar todas las hierbas adventicias que salgan al lado del retoño que
brotó de tu semilla. Al menos una de cada especie debe quedar en su sitio. Las hierbas
adventicias también se pueden recortar…
1
Todo el texto que viene a continuación de lo expuesto por Anastasia, irá sin guiones de diálogo en La
semilla es el médico.
2
Hombre/Mujer. Ver nota del capítulo 3 y Notas Extendidas al final del libro.
Por la noche, antes de acostarse, indispensablemente hay que lavarse los pies, usando
agua en la cual se añade unas cuantas gotitas de savia de atríplex o de ortiga. Se pueden
añadir las dos cosas juntas, y no se debe utilizar ni jabón ni champú. Hay que verter el
agua donde se hayan lavado en los pies en los bancales. Si hay necesidad, se pueden
lavar los pies con jabón después. Este procedimiento vespertino es importante por dos
motivos. A través de la transpiración de los pies salen las toxinas llevando fuera del
organismo sus enfermedades interiores, y es necesario lavarlos para limpiar los poros.
La savia de atríplex y de ortiga va a ayudar en ello. Vertiendo el agua en los bancales,
estáis dando información complementaria a los microorganismos y plantas de vuestro
estado de hoy. Esto también es muy importante. Sólo recibiendo esta información, el
mundo visible e invisible que os rodea puede elaborar todo lo necesario para ayudar al
funcionamiento normal de vuestro organismo, escogiendo lo que necesite del Cosmos y
de la Tierra.