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Apoye a su estudiante para afrontar la pérdida de un ser querido | El

duelo en los estudiantes

Son muchos los mitos culturales creados


alrededor de la muerte y aún sigue siendo
tabú hablar de este tema con los estudiantes,
pues nunca se está preparado para asumir la
pérdida de un ser querido. No obstante,
existen características comunes que permiten
reconocer un proceso de duelo. A
continuación, sugerimos algunas pautas
encontrar posibles soluciones, dentro del salón
de clase.

El duelo es un proceso de aceptación y


sanación emocional, por la muerte de un ser
querido en donde afloran sentimientos de
rabia, tristeza, culpa, dudas, miedo e incluso
falta de ganas por vivir. En los estudiantes,
estos síntomas se presentan, pero con
diferente intensidad y forma de expresión. Su
impacto puede llegar a ser más fuerte que en
los adultos y les afecta directamente el dolor
de las personas que siguen vivas, según la
cercanía.

Por estas razones, es fundamental apoyar a un niño o adolescente en este proceso.


No solamente con palabras de aliento, sino con una actitud respetuosa, prudente y
muy sensata de la situación. Se deben buscar soluciones, para ayudarlo a
comprender esta nueva realidad y superarla de la manera más sana posible,
aprendiendo y fortaleciéndose interiormente.

En su rol de maestro, usted puede empezar por acercarse al estudiante y


expresarle su sentimiento de apoyo. No necesariamente con palabras, sino en
actitud de escucha y dejándole la invitación abierta a desahogarse cuando lo
necesite. Además de eso, iniciar un trabajo conjunto con la familia, pues en esos
momentos es mejor recibir apoyo tanto en la casa, como en el colegio. Recuerde,
todas las personas reaccionan diferente a este evento.

Como siguiente paso, se pueden generar espacios de diálogo con sus estudiantes,
frente a sus opiniones sobre la muerte. No se enfoque en el caso particular, sino
hable del contexto de violencia actual, por ejemplo. Puede preguntarles cómo
observan ellos las noticias crueles, de qué manera los conmueven, qué miedos y
preguntas tienen sobre morir, si tienen alguna experiencia que los ha afectado y
cómo pueden apoyar a un compañero en el duelo.
Así, ellos pueden contrastar sus ideas y sensibilizarse con este proceso, dejar de
verlo ajeno, y cuando lo vivan, posiblemente, tener un poco más de claridad.
Despejando sus dudas, miedos, incertidumbres y los tabúes que concibe la
sociedad, frente a las diferentes pérdidas que se pueden tener de un ser querido.

Aclare también a todos los alumnos que no es conveniente hacer chistes, para
mejorar el ánimo de su compañero, invitarlo todo el tiempo a distraerse con
actividades extracurriculares o tratarlo como un ser extraño, sino respetar su
situación. Aunque sea difícil sobrellevar las relaciones, es importante que se sienta
acompañado en su proceso de duelo. También puede cambiar su actitud de repente
y desear estar solo, lo cual es completamente normal.

De manera más personal, usted puede


proponerle a su estudiante afectado
que evoque a esa persona a través de
un dibujo, una carta, una fotografía o
siembre una planta. Lo importante es
que pueda liberar la carga interior,
facilitarle expresar todos sus
sentimientos. Puede incluso realizar una
dinámica o juego, donde el estudiante
grite, salte, corra o si quiere, llore. Esto
le permitirá sentirse en un ambiente de
confianza y dejar fluir sus emociones,
sin sentirse cohibido en ningún sentido.

En ocasiones, los padres o familiares cometen el error de aislar a los niños más
pequeños de su rutina habitual, o no les permiten asistir a los ritos funerarios,
incluso les hablan con metáforas: "Dios se lo llevó", "Él ahora duerme un sueño
profundo", "Ahora tienes un angelito", y estas expresiones que los alejan de la
realidad, pueden además generarles miedos frente al dormir, viajar, o tal vez
hacerles concebir a Dios como un ser malo que se lleva a las personas. Es
recomendable siempre hablarles con la verdad, no tener miedo de que comprendan
la muerte, porque es un proceso inherente a la vida

Aterrice todas sus palabras a la realidad más cercana, como la afinidad de los niños
con los animales, en el caso de un adolescente la terminación de una relación,
entre otros ejemplos.

Por su parte, puede leer sobre el tema, hablar con profesionales expertos,
mantener contacto con los parientes y si es creyente en alguna religión, puede
proponer realizar una misa con un grupo pequeño de estudiantes, orar por el
difunto y sus familiares o encender una vela, sin llegar al extremo de crear un
altar. Solo como un gesto de solidaridad.

Cuando la muerte es de uno de sus compañeros, por suicidio u otra circunstancia,


pueden reflexionar acerca de ese acto y hacer una cartelera de aquello que les
gustaría expresar frente a su muerte. Incluso, dejar la silla vacía unos días, sin que
se prolongue por mucho tiempo y pueda generar incomodidad en los demás
estudiantes.

En todo caso, recuerde ser siempre muy prudente y si la muerte se produjo por un
hecho violento, no pregunte datos inútiles, como detalles del momento, entre otros
aspectos. Estos interrogantes solo contribuyen a entristecer a la persona.

Los adolescentes generalmente tienden a evadir su dolor en fiestas, consumo de


drogas o alcohol, suponiendo que no pasó nada y quedándose callados sobre lo que
piensan y sienten. De esta forma, distraen su atención sobre el problema y
acumulan tensiones que finalmente se reflejan en su bajo rendimiento académico,
trastorno de hábitos alimenticios, falta o exceso de sueño y aislamiento.

Finalmente, no pierda de vista que usted es un protagonista fundamental en este


proceso, pues el maestro es una persona capaz de generar confianza en el
estudiante y facilitarle los medios para salir adelante, con mucha esperanza y
ayudándole a transformar su visión de la vida, desde el ámbito escolar.

Comprendiendo la
Edad Manifestaciones de la pena
muerte
La muerte similar al Hace muchas preguntas (¿Cómo
dormir. van al baño? ¿Cómo comen?).
Los muertos continúan Trastornos en el comer, el dormir
viviendo de alguna otra y el control de los intestinos y la
forma. vejiga.
Miedo al abandono.
2 - 6 años La muerte es temporal
no final. Rabietas.
El pensamiento mágico (¿Pensé o
hice algo que causó esta muerte?
La muerte es reversible. Como cuando dije que te odio y
cuando dije que deseaba que te
mueras.)
La muerte está Curiosidad sobre la muerte.
personificada como un
Hace preguntas concretas.
espíritu (esqueleto
fantasma o coco). Podría tener fobias escolares.

6-9 Presentar comportamientos


La muerte es final y
años agresivos (especialmente los
asusta.
varones).

La muerte no es Algunas manifestaciones


universal (le sucede a hipocondríacas.
otros, no a mí). Podría sentirse abandonado.
De 9 años Todo el mundo morirá. Estados de alteración emocional,
en culpa, rabia y vergüenza.
Estados de alteración y ansiedad
sobre la propia muerte.
Cambios de humor.
Miedo al rechazo; no querer
diferenciarse de sus compañeros.
Trastornos alimenticios.

adelante Trastornos del sueño.


Conducta regresiva (pérdida de
La muerte es final e
interés en las actividades
irreversible.
externas).
Conducta impulsiva.

Incluso yo moriré. Culpa por haber sobrevivido


(sobre todo cuando se trata de la
muerte de un hijo o compañero).

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