En los últimos años, la importancia de las algas comestibles, se ha dado a conocer
gracias a las dietas macrobióticas. Las algas son un alimento altamente nutritivo, muy rico en vitaminas y minerales. Además se ha hablado mucho sobre las propiedades reductoras de las algas marinas, que las convierten en aliadas a la hora de adelgazar. Las propiedades reductoras de las algas marinas se basan en que: • Es un alimento que da un alto valor de saciedad, ya que al entrar en contacto con el agua, aumenta de volumen. • Estimula el tránsito intestinal (peristaltismo), gracias a su contenido en mucílago (tipo de fibra). De esta manera ayuda a eliminar toxinas y residuos. • Actúa regulando la glándula tiroides, por su alto contenido en yodo. • Disminuye el apetito, por su alto contenido en fenilalanina (inhibidor del apetito). • Ayuda a la formación de glóbulos rojos. • Desintoxica naturalmente, ayudando en caso de intoxicaciones por plomo, arsénico, etc., a eliminar estos metales del organismo. • Es un antioxidante por su alto contenido en vitamina E. Las algas poseen clorofila y son muy ricas en yodo, potasio, magnesio, calcio, fósforo y hierro. Una cucharada de alga Hiziki brinda 14 veces más calcio que la misma cantidad de leche. La espirulina es una de las algas más ricas en nutrientes. El focus, el agar agar y el kelp se utilizan en tratamientos para adelgazar por su efecto saciante y porque ayudan a regular la glándula tiroides. Si bien las algas son naturales y por esta razón no poseen efectos adversos debemos tener en cuenta que su efecto sobre la tiroides puede traer problemas a personas con alguna patología tiroidea o a quienes se les haya extirpado este órgano. Las algas de agua salada son ricas en sodio, por lo que pueden ser perjudiciales para personas con hipertensión.
Entre otros de sus beneficios,quitando el de un medio para adelgazar y mantenernos
en forma, se encuentran algunos beneficios más:
Son buenas para el corazón:
Sabemos que el wakame previene la hipertensión arterial en los animales. Una investigación de la Universidad de Kioto ha demostrado que las fibras de las algas marrones ayudan a disminuir la presión arterial y reducen el riesgo de ictus en animales con predisposición a sufrir problemas cardiovasculares. ¿Pero es posible extrapolar estos estudios con animales a las personas que consumimos algas normalmente? En parte sí. Un estudio realizado durante 25 años entre los habitantes que tienen la mayor esperanza de vida en el mundo, los de Okinawa en Japón, demostró que las algas que consumían en su alimentación cotidiana jugaban un papel fundamental para que éstos se vierán muy poco afectados por enfermedades cardiovasculares como la aterosclerosis. El estudio mostraba también que las algas estaban presentes al menos en siete de cada diez raciones de frutas y hortalizas que se consumían a diario por los habitantes de Okinawa. Dato que apoya la gran contribución de las algas a su gran longevidad. ->Son buenas para eliminar toxinas: Muchos estudios y experimentos (Universidad de McGill en Canadá, Francisco’s Hospital, Nagasaki, Chernobil profesionales …) han demostrado que las algas son un excelente desintoxicante contra las partículas radioactivas. No fué casualidad que las ventas de algas se dispararán en Alemania y la Unión Soviética después del accidente Chernobyl. Su alto contenido de yodo, disminuyó el riesgo de cáncer de tiroides causado por el yodo radioactivo de la planta nuclear. Y eso no es todo. También son excelentes para eliminar las toxinas como el cadmio presentes en el humo de los cigarrillos y en la contaminación de nuestro entorno cotidiano.
-> Son buenas para mantener el Equilibrio Hormonal y para la Menopausia:
Las algas tienen una gran concentración de “lignanos”, se trata de sustancias vegetales que se convierten en fitoestrógenos en nuestro organismo. Los lignanos ayudan a bloquear los productos químicos estrogénicos que pueden predisponernos a sufrir cánceres como el de mama. La investigación de la Dra. Jane tés de la Universidad de Carolina del Sur indican que el consumo de algas puede ser un factor que explica la baja tasa de cáncer de mama en Japón.
-> Son buenas para la Digestión:
Los investigadores de la Universidad de Newcastle han demostrado que el alginato, una sustancia que se encuentra en las algas pardas, fortalece la mucosa intestinal (que protege el revestimiento del intestino). Y por otra parte las algas tienen un índice glucémico muy bajo. Las algas son también muy ricas en fibra. Un estudio japonés demostró que los que consumen altas dosis de algas, aumentan el número de bacterias “buenas” en el intestino.