Вы находитесь на странице: 1из 4

CRIMINALIDAD

Un fenómeno multicausal
Su estrecha relación con la pobreza

1.- Introducción
Este trabajo tiende a realizar un pequeño análisis en torno al fenómeno de la delincue
ncia o criminalidad como una realidad multifactorial, que es la suma del conjunt
o de factores que la condicionan y la determinan, actuando como ingrediente casi
infaltable la pobreza.
La delincuencia es considerada como el conjunto de infracciones de fuerte inci
dencia social cometidas contra el orden público.
Desde un punto de vista netamente jurídico se sostiene que el crimen o delito es u
n hecho que va contra lo ordenado o prohibido por la ley anticipadamente, bajo l
a sanción de una pena propiamente dicha y que no se justifica por el ejercicio de
un derecho. El crimen o delito es un acto típicamente antijurídico, culpable, somet
ido a veces a condiciones objetivas de penalidad, imputable a un hombre y someti
do a una sanción penal.

Cuando hablamos de criminalidad, inmediatamente la identificamos con agresión, des


orden y descontrol y cuando asociamos a los pobres con la violencia todo en nues
tro alrededor se nos presenta como algo particular, individual y además lejano, si
n sentirnos protagonistas responsables, capaces. Este ha sido el mayor triunfo d
e este modelo perverso: la fragmentación social y cultural que nos impide ver la t
otalidad en la particularidad. Ante esta ceguera individualista tenemos que hace
r un esfuerzo para superar lo aparente y hacer un análisis que vaya un poco más allá d
e lo que vemos a simple vista, darnos cuenta que la violencia es social, que la
misma encierra mucho más que la sumatoria de todos los hechos violentos, y por end
e contiene causas estructurales mucho más profundas.
Es importante reflexionar acerca de que, la opción delictiva no aparece de golpe e
n la vida de una persona ni se transmite en los genes de generación en generación. L
as estadísticas demuestran que antes del delito hubo, casi sin excepción, una vida t
an corta como plagada de abandonos, maltratos y carencias. Hubo también, en genera
l, una familia marcada por la pobreza, la violencia, y la marginalidad. Se produ
jo un contacto temprano con el mundo de la calle y una falta absoluta de espacio
s sociales de inclusión (llámese barrio, escuela, club, parroquia, etc.), no hubo in
stituciones que pudieran contenerla.

2.- ¿Qué es la pobreza?

Escudriñando en el diccionario de la Real Academia Española respecto de la definición


del vocablo pobreza refiere: “cualidad de pobre, falta, escasez, escaso haber de
la gente pobre” entonces esto me encaminó a buscar que significa ser pobre y encontré
lo siguiente: “necesitado que no tiene lo suficiente para vivir, escaso, insuficie
nte, infeliz, desdichado, triste”. Sin embargo me parece más importante definir a la
pobreza de una manera menos genérica y más objetivamente reflexiva, ante esto me na
ce decir que la pobreza es el desconsuelo ante la falta de trabajo, el dolor que
se siente al tener hambre, es sufrimiento por estar enfermo y no poseer atención
médica diligente y eficiente, es no poder ir a la escuela por falta de calzado, ro
pa y útiles, es tener miedo a vivir sin saber lo que nos depara el futuro, es impo
tencia ante la injusticia, sentimiento de abandono de aquellos a quienes delegam
os nuestra representación, desesperación ante la incertidumbre de lo que nos deparará
el destino, y otros padecimientos que son indescriptibles por el solo hecho de n
o conocerlos.
La pobreza es la manifestación individual y colectiva que posee una serie de carac
terísticas, pero entre todas ellas destacaré las que considero más significativas para
comprender el punto de este trabajo, las menciono: La falta de empleo, que esti
mo la más importante ya que determina el nivel de ingresos que a su vez da acceso
a bienes materiales primordiales y necesarios para la subsistencia; la salud que
resulta un factor determinante al momento de acceder al empleo y la educación que
da acceso a bienes culturales y que, en cierta medida, determina el tipo de emp
leo que se consigue.

3. Estado –ausencia, ineficiencia y corrupción-.


Las ausencias estatales se tratan de resolver de distintas maneras según el sector
social que las vive o al que se pertenece. Las clases medias y altas han acudid
o a las empresas de seguridad privada para garantizar la seguridad de barrios y
countries, mientras que un sector más bajo recurre a la vigilancia privada auto-or
ganizada que deviene de la articulación independiente de los vecinos para efectuar
una suerte de guardias o vigilancias que los ayude a resguardarse de la delinc
uencia.
La decadencia de la acción del Estado para paliar la miseria ha profundizado la po
breza. El control social se ha relajado no solo porque el Estado se ha ausentado
- porque no está presente o porque carece de legitimidad- sino también porque tanto
la familia como la escuela se ven arruinadas por la pobreza.
En un Estado corrupto -el control social de los agentes del estado también lo es-
por lo tanto se muestra la violencia Institucional tomando diversas formas: física
, verbal, psicológica y a veces hasta sexual, ostentando la peligrosa particulari
dad de que se comenten a la sombra de la clandestinidad y bajo un supuesto mant
o de omnipotencia que creen poseer como autoridad.
Las prácticas de control social de los agentes del Estado se basan en ciertas repr
esentaciones sociales que vinculan la pobreza con violencia y delito, transform
ando al pobre en peligroso. Esto lleva a que la población identifique a la policía c
omo una amenaza y no como una instancia a la que pueden recurrir en busca de pro
tección.
Las medidas que aplica el Estado tienden a encontrar como único recurso la aplicac
ión de sanciones, haciendo éstas instancias punitivas cada vez más severas; la ausenci
a de políticas públicas lo ha llevado a aplicar un “tratamiento penal de la miseria”. Es
to incluye la detención a gran escala de “presuntos delincuentes”-represión selectiva-
asociado esto con la arbitrariedad, ineficacia y la imposición cada vez más violent
a de la ley, contribuyendo a estigmatizar más a los pobres, estimulando el desarr
ollo creciente de la violencia.

4.- Violencia y Diferencia de Clases Sociales.


En su origen el concepto de violencia, denota una realidad moralmente neutra; la
calificación que uno puede hacer de ella dependerá del uso o abuso de esta fuerza.
Etimológicamente, la palabra violencia deriva del latino "violentia", vis maior, f
uerza mayor, ímpetu. Según el diccionario es la fuerza o energía desplegada impetuosam
ente. Tomare como concepto desde el punto de vista del análisis de la criminalidad
, que la violencia es “una acción que causa daño”.
Si la violencia se nos torna cotidiana, y convivimos con ella es indefectible qu
e la misma cale en lo profundo de nuestro ser, y por ende tener una actitud viol
enta frente al otro, ante la vida, produciendo que muchas veces la relación con el
otro sea a través de la violencia.
No podemos afirmar que la sociedad de este siglo se caracterice por la fraternid
ad, por el perdón, por la misericordia, por la solidaridad, por la paz y en este c
ontexto donde la violencia a tomado dimensiones estrepitosas, esta comienza a ma
nifestarse en la primera sociedad en la cual somos recibidos, la Familia, así comi
enza el proceso de aprendizaje y es justamente en la mismísima sociedad donde comi
enza a tomar grandes dimensiones el fenómeno llamado “odio de clase” o “lucha de clases”,
o más concretamente, el odio de los ricos y los privilegiados hacia los pobres.
Los pobres son vistos por los más favorecidos como una molestia y una amenaza. Tod
o lo que se haga para beneficiar a los pobres es percibido por los ellos como un
a agresión a sus intereses y prerrogativas. Cuando el odio a los pobres inspira po
líticas públicas, las violaciones de derechos se multiplican, las cárceles se llenan d
e pobres, los derechos sociales son pisoteados. Y esto no se manifiesta sólo en lo
s Estados nacionales sino también en la comunidad internacional, bajo la forma de
odio y desprecio de los países ricos hacia el Tercer Mundo, justificando guerras,
opresión, trato inhumano a refugiados e inmigrantes, turismo sexual etc.

Entre otras particularidades peligrosas, pero necesaria de abordar es la inefica


cia de la justicia, esto genera que diversos sectores de la población se planteen
la posibilidad de hacer justicia por mano propia. Hoy en Mendoza se denominan “aj
ustes de cuentas”.

5-Pobreza y delincuencia
Demás está decir que la pobreza no necesariamente genera delincuencia, pero es impor
tante tener en cuenta que la pobreza unida a otros factores siempre es un excele
nte caldo de cultivo para la criminalidad. El crimen organizado recluta en sus g
rupos a los que viven en la pobreza, siendo los jóvenes los más vulnerables en este
sentido.
En un contexto social con escasas, inestables y poco redituables oportunidades d
e trabajo- éste se realiza cada vez más en condiciones de inseguridad e incertidumbr
e-, las bandas de narcotraficantes, secuestradores y cualquier otra organización d
elictual tienen en los pobres sus agentes operativos, aquí la pobreza encuentra un
o de sus escenarios privilegiados para la violencia delincuencial.

6.- Conclusiones

· El Estado tiene la obligación de asumir la responsabilidad de garantizar la


s necesarias e irrenunciables infraestructuras sociales de bienestar y de asegur
ar la subsistencia de toda la población. Para ello es necesario que la acción pública
realice las transformaciones estructurales necesarias que tiendan a reforzar y
consolidar la trayectoria laboral y profesional de los trabajadores o sea el emp
leo digno, contribuyendo así a una mejora en el nivel y calidad de vida de todos l
os habitantes.
· La violencia genera cambios en la conducta social y produce erosión del cap
ital social -entendido éste como el conjunto de relaciones sociales y organizacion
ales que hacen posible la colaboración y cooperación entre distintos niveles de la s
ociedad para mejorar su nivel de desarrollo y de armonía-
· El ser humano tiende a identificarse con figuras de distinto matiz y, en
ese espectro, desafortunadamente, también hay quienes se identifican con aquellos
que actúan por fuera de la ley.
· La criminalidad obedece a causas múltiples y debe ser enfrentada con estrat
egias polivalentes. Se debe privilegiar lo preventivo sobre lo represivo, con énf
asis hacia los proyectos que actúen sobre las causas que pueden evitar el aconteci
miento delictual (prevención primaria). Las intervenciones, proyectos o decisiones
tomadas por autoridades, instituciones académicas u organizaciones no gubernament
ales, deben hacerse con el debido planeamiento, seguimiento y evaluación de sus re
sultados.
· Las comunidades (ámbito municipal) deben ser parte activa de los proyectos,
con derecho a proponer, modificar y actuar en su desarrollo; la sociedad (ente
ndida como los sectores sociales que no forman parte del aparato del Estado, gob
ierno, fuerzas armadas, legisladores, jueces etc.) tiene responsabilidad y derec
ho a apoyar e implementar acciones y proyectos preventivos. Las condiciones de c
ada localidad y su comunidad deben dar las pautas para el diseño de políticas preve
ntivas y no deben ser solo ideas disociadas de la realidad.

Lic. Sandra C. Flores

Вам также может понравиться