LA ESCUELA NORMAL

De “MAESTROS Y ESCUELAS DE QUILMES (1666 – 2004)”

Libro de Chalo Agnelli, editado en el año 2004

CAPÍTULO IV

QUILMES, CIUDAD

Comenzando el siglo XX ya no había maestros sin título habilitante como se

apreciaba en años anteriores. Muchos lo habían obtenido durante el ejercicio
de sus funciones.

El 5 de marzo de 1911, el maestro Anastasio Antonio Lanz (h.), en un discurso

pronunciado en ocasión de un homenaje que le brindan en el Club Social por
su designación como inspector de escuelas, expresó: “La enseñanza de
Quilmes necesita para su progreso y perfeccionamiento una Escuela
Normal, donde vayan los niños con todas las comodidades y en forma
poco onerosa obtengan el título que los acredite como educadores y para
que una vez recibidos apliquen su saber principalmente, en las escuelas
del distrito”.

La Escuela Normal había tenido un antecedente en 1887, por una propuesta

del ex municipal Pedro Risso.

El 26 de agosto de ese mismo año, nuevamente en el Club Social, Lanz reitera

su propuesta de crear una Escuela Normal y un Colegio Nacional y se forma
una Comisión Provisional que convoca a una asamblea a realizarse el 13 de
setiembre. Esta asamblea designa una Comisión Ejecutiva que vuelve a
reunirse cuatro días después, el 17 de setiembre y redacta el petitorio que se
presentará el 27 de setiembre en la Cámara de Diputados. Hasta esa fecha se
reunieron 1500 firmas de vecinos de toda la localidad.
El 22 de enero de 1912 la Comisión de Presupuesto de la Cámara de
Diputados solicita un aumento en el presupuesto para la creación de la Escuela
Normal en Quilmes, Lomas de Zamora, San Fernando y en San Francisco
Córdoba. Si bien la Cámara de Senadores rechaza el incremento del
presupuesto tras la insistencia de Diputados y sin votos suficientes los
senadores acceden.

En tan breve tiempo desde su primer planteo por el maestro Lanz, durante la
presidencia de Roque Sáenz Peña, que el 28 de febrero de ese mismo año
acababa de presentar su proyecto del Voto Universal Secreto y Obligatorio, por
ley de Presupuesto de la Nación, del año 1912, anexo E, inciso 11, ítem 34
es creada la Escuela Normal Nacional de Quilmes.

El 23 de abril de 1912 el Consejo Nacional de Educación por expediente 4380,

letra L, designa al personal docente.

El primer director fue el Prof. José Sosa del Valle, trasladado de la Escuela
Normal de Santa Rosa de Toay. Este educador era catamarqueño. Se arraigó
profundamente a Quilmes y no sólo desarrolló una actividad educativa sino
social y cultural de trascendental importancia para el progreso de la ciudad.
Había nacido el 4 de marzo de 1879 y falleció el 10 de mayo de 1940. La
comunidad colocó en su tumba en el cementerio de Ezpeleta una placa con la
siguiente inscripción. “Al propulsor de la cultura en Quilmes”

Acompañó como vicedirector a Sosa del Valle, Olivio J. Acosta. Los

primeros profesores fueron: Silvia Gorleri, Crescencia López Olivera de
Molina, Elena Molina de Lóbrega, Carmen F. Salgado, Carlos de La Torre,
Margarita S. Pérez de Acuña, Belén B. Madrid, Edelmira Martínez Hornos,
Emilia Villanueva, Desiderio Sarverry, Elisa Vergara de Zeballos;
auxiliares administrativas: Mercedes Maciel, Elisa Gambadori y Elvira
Vicería y maestras del departamento de aplicación: Segundo Roldan, Livia
y Eugenia Gorleri, María Ruiz, Rosa Frontini, Ada Pereyra, Luís A. Pelliza e
Ida Palazzo.

Se destinaron $ 5000 para gastos de instalación y pago del personal. El sueldo

de los docentes sería de $ 180 y el del Director $ 300. Además, se otorgarían
becas de $ 25.

Resuelta la sustancia de la idea en el Ministerio de Justicia e Instrucción

Pública, su Director, al no encontrar instalaciones adecuado en Quilmes,
intentó trasladar la creación de una Escuela Normal al barrio de Belgrano, al
norte de la Capital. Pero después de controvertidas y arduas negociaciones y
entrevistas en todos los niveles del Estado, con el empecinamiento de Lanz y
de Sosa del Valle, la Escuela comienza a inscribir alumnos el 26 de setiembre y
se obtiene para funcionar, hasta la cesión de un edificio, el establecimiento de
la Nº 1, cuya directora era la Sra. América Gregorini.

Cuando se funda el Normal, Quilmes contaba con 19.300 habitantes; había 26

escuelas públicas. Ese mismo año se erige el palacio Municipal. la Sociedad
Italiana instala un cine y el Club Quilmes gana un campeonato de fútbol de
primera división. Se inaugura el tranvía que une la estación con La Ribera. En
1911 se crea el Cuerpo de Bomberos Voluntarios. En 1913 funcionaban tres
bancos. En 1915 se inaugura la Rambla del Balneario. Y ya Quilmes cuenta
con escudo propio diseñado por el arquitecto Juan José Chiogna cuyo uso
es reglamentado por decreto Municipal N° 3232, en 1944.

A su vez Atanasio A. Lanz estaba promoviendo que se declare a Quilmes

ciudad. Como corresponsal de La Prensa presionaba a la Legislatura Provincial
para concretar la medida. A partir de 1913 inició una constante y pertinaz
campaña con ese fin. El diputado quilmeño y ex intendente Valerio Ponce de
León transformó la propuesta en proyecto, alcanzando su cometido el 2 de
agosto de 1916.

La Escuela Normal Nacional Mixta fue el primer establecimiento

educacional secundario oficial instalado en el partido de Quilmes. Se
inauguró oficialmente el 23 de octubre de 1912.

Se inician las clases con una matrícula de 42 y el Departamento de Aplicación

(actual Escuela N° 84) constaba de siete secciones con 156 alumnos. La
regente del Departamento de Aplicación fue Crescencia Olivero López de
Molina, que venía de la localidad de 25 de Mayo; autora de numerosos textos
de carácter educativos, entre otros el referido a la enseñanza global, en 1934.
Fue creadora de la primera Universidad Femenina en Quilmes en la
Biblioteca Pública Manuel Belgrano de Berazategui.

El plan de estudios era de cuatro años. En 1914 pasa a llamarse Escuela

Normal Mixta. A partir de 1914 se alquila la casona de la calle Mitre que era
propiedad del austriaco Francisco Ctibor, fabricante de ladrillos que la había
adquirido a la familia Clark, residentes en el partido desde comienzos del siglo
XIX.

Los veintidós alumnos de la primera promoción egresados en el distrito en

1916, fueron: Amelia Angeletti, Graciana Amor y Vedia, María Ana Boris
(luego rectora del Colegio Nacional), Argentina Bianchi, Delia Burlo,
Magdalena Capellini, Julia D. Cendoya, Lilia Curelli, Ermelina E. Cutela,
María Teresa Madrid, Augusta Ferri, María Eulalia Orezzio, Ernestina
Ponce de León, Margarita Thevenon, Elda María Vacca, Sara E. Velazco
Montes y Braulio A.Ibáñez.

En 1917 egresaron 46 maestros y en 1920, 68. En las primeras 12 colaciones,

de 1916 a 1927, inclusive, la escuela dio a la comunidad 459 maestras y 54
maestros, o sea, 513 educadores que si bien no todos ejercieron la docencia, si
lo hicieron la mayoría y otros siguieron profesiones liberales o empresariales.
En 1928 se inscribieron 193 alumnos y en el departamento de aplicación, 312.

En 1924 el Colegio Secundario Quilmes, fundado en 1922 y oficializado en

1930 como Colegio Nacional, se traslada al predio de Mitre 364 donde
funcionará en le turno tarde, utilizando instalaciones comunes hasta 1980.
En 1915 el Departamento de Aplicación que continuaba en la Escuela N° 1
pasa al edificio de Mitre; y en 1948, algunos grados del curso primario se
trasladan a Moreno 769, propiedad de la Sociedad Educacionista Alemana, y
se lo pasa a llamar “el Anexo del Normal” Donde permanece hasta hoy como
Escuela N° 84.

En 1926 invitada por los directivos de la Escuela Normal y patrocinado por la

Institución se realiza un acto en el teatro de la Sociedad Italiana Cristoforo
Colombo un recital poético donde la presencia de honor era la docente y poeta
Alfonsina Storni. Todo Quilmes asistió al acto y la emoción creada por la
fuerza y la lírica de sus versos persistió durante varios meses en la ciudad.

En 1932 sustituye al Prof. Sosa del Valle, el maestro Juan Manuel Cotta (ver
biografía).

En 1937 se asigna una partida de $5000.000 dentro del presupuesto nacional

para comprar el terreno y construir un edificio apropiado.

En 1941 se implanta un nuevo plan de estudios secundarios que consta de dos

ciclos: básico de tres años y de formación profesional de dos.

En 1946 hasta 1954 dirige la institución la Sra. Ana Luther. Durante su

gestión, en 1949 se crea el Jardín de Infantes en Moreno 769.

Entre 1955 y 1970 es director el Prof. Alfredo Dunet.

Durante ese período, en 1957, se la bautiza con el nombre “Almirante

Guillermo Brown” y en 1963 se compra el edificio del Anexo a la Sociedad
Alemana.

En 1971 se reemplaza el magisterio de cinco años por el profesorado de

enseñanza primaria, como carrera de nivel terciario con un plan de estudios
de dos años, sumados a los cinco del nivel secundario.

El 1° de setiembre de 1978, comienzan las obras del nuevo edificio siendo

directora de la Unidad Académica la Sra. Ana Inés Manzo de Torrico (1972-
1982)

En 1980 se crea como Instituto de Formación Docente el Profesorado de la

Educación Preescolar que funcionará junto con el Profesorado de la
Enseñanza Primaria en turno vespertino del Anexo.

Jubilada la Sra. de Torrico en 1982, la sucede la Prof. Nélida Sanchini de

Montórfano, docente relevante, de extensa trayectoria hasta 1990.

La primera Escuela Normal fue creada por el decreto del gobernador Gregorio
de Las Heras el 3 de diciembre de 1824 sobre un proyecto de Bernardino
Rivadavia. Fue primer director el maestro Mariano Cabezón. Durante el
gobierno de Juan Manuel de Rosas se frustró la iniciativa. Después de otras
tentativas sin continuidad, fue en la ciudad de Paraná que nació el normalismo,
el 13 de julio de 1870 por decreto del presidente Sarmiento y su ministro de
educación Nicolás Avellaneda.

Sin una ideología pedagógica única fue gestando una conciencia, una cultura y
una tradición que se diseminó por todo el país. Fluctuando del positivismo
biologicista e higienicista a la corriente normalizadora y a la democrático-
radicalizada de la revista ”La Educación”, la memoria, la capacidad crítica y las
identidades creadas en los docentes formados y formadores de y en las
Escuelas Normales de todo el país, institución que ha sostenido el Sistema
Educativo Nacional durante el fatídico proceso militar, de las consecuencias del
pacto de Olivos y de las políticas neoliberales de la década del 90.

La transformación de la educación en el país por disposición de las leyes

24.195/93 y la Provincial Nº 11.612/95, acabó con el normalismo que levantó
los pilares de la Educación Nacional y que, seguramente, necesitaba la
reformulación de sus fundamentos como lo exigen todas las instituciones con la
evolución de los tiempos históricos, sociales y políticos, pero su trayectoria
sigue siendo irremplazable y sus parámetros esenciales para la idiosincrasia
cultural de los argentinos; lo que quedó ampliamente demostrado por los
resultados que dio la reforma.