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Apunte 43

OSTEOPOROSIS
Ayudante Caroll Bustamante. Dr. Alejandro Díaz F. (mayo 2005)

Introducción:

El tejido óseo cumple 3 funciones muy importantes en el organismo: Soporte,


protección de órganos y homeostasis del calcio. El hueso contiene células que
sintetizan colágeno, constituyente de la matriz extracelular, que da al hueso la
propiedad de tensión. Esta matriz también contiene microcristales de fosfato
cálcico y cristales de hidroxiapatita que permiten que el hueso sea compresible.
Estructuralmente, podemos distinguir 2 tipos de hueso:
• Hueso trabecular función metabólica
• Hueso cortical-función mecánica.

Variados estímulos, mecánicos o de carga, sumados a las necesidades del


organismo, activan el proceso por el cual el hueso entrega calcio. Este proceso se
llama remodelación o recambio óseo.
Así, desde que nacemos hasta que morimos, la matriz y, por lo tanto, el hueso no
es el mismo, ya que se encuentra en constante regeneración.

Remodelación ósea

Para que se cumpla este proceso en el hueso encontramos 2 tipos de células:


• Osteoblasto: célula formadora de hueso.
• Osteoclasto: célula encargada de la reabsorción.

A grandes rasgos, las etapas se muestran en la figura 1:

Figura 1. Reabsorción y formación de hueso.


Normalmente ambas fases están acopladas. Así, el aumento de la tasa de
reabsorción es seguido por el aumento de la tasa de formación ósea y viceversa.
Esto permite que se conserve la masa neta (balance).
Hasta los 30 años la masa ósea aumenta progresivamente, llegando a un umbral
en el adulto joven. Luego comienza a declinar, tanto en hombres como en
mujeres, acelerándose en estas últimas en la etapa de la menopausia.

Osteoporosis

Enfermedad sistémica que se caracteriza por:

• Disminución de la mas ósea (balance negativo)


• Deterioro de la microarquitectura, haciendo que el hueso se vuelva frágil y
susceptible de fracturarse (principalmente caderas, columna y muñecas).
Las fracturas ocurren principalmente en el hueso trabecular, ya que este se
recambia más rápido que el cortical.

La osteoporosis se puede dividir en:

• Osteoporosis primaria: osteoporosis posmenopáusica en mujeres y senil en


hombres.
• Osteoporosis secundaria: se asocia a enfermedades hereditarias o adquiridas.
Entre las enfermedades más comunes que causan osteoporosis secundaria
están: insuficiencia renal, insuficiencia hepática, mieloma múltiple,
hipertiroidismo, etc.

Los factores de riesgo más importantes para desarrollar osteoporosis son:


• Privación de estrógenos (Ej. menopausia y anorexia nerviosa)
• Déficit de calcio
• Inactividad
• No haber alcanzado el máximo nivel de masa ósea durante la adolescencia.
• Otros factores involucrados: envejecimiento, delgadez extrema, el alcohol, el
cigarrillo. Ser usuario de corticoesteroides, heparina, y excesivo uso de
hormonas tiroideas.

Epidemiología:

Es una enfermedad común entre los mayores de 50 años. En EEUU se ha


calculado que el riesgo de una mujer de raza blanca de 50 años de tener una
fractura vertebral, en el resto de su vida, es 15%. Esta cifra es similar para la
fractura de cadera y muñeca.
La incidencia de fracturas osteoporóticas aumenta con la edad. A partir de los
65 años aumenta exponencialmente el riesgo de fractura vertebral, y desde los 75
años lo hace también la de cadera.
Diagnóstico:

La densitometría ósea (de los cuerpos vertebrales y el cuello del fémur) es el


examen más solicitado para establecer la presencia de osteoporosis y, además,
permite evaluar la respuesta al tratamiento.
A diferencia de la radiografía que, solo cuando la desmineralización se acerca al
30% se hace evidente en imágenes, la densitometría permite pesquisar la
enfermedad tempranamente, lo que es especialmente útil en pacientes con
factores de riesgo para desarrollar osteoporosis. También se solicitan otros
exámenes de laboratorio para descartar causas de osteoporosis secundaria que
sean tratables (hiperparatiroidismo, mieloma, osteomalacia, hipogonadismo, etc.).

Tratamiento:
No existen medicamentos que disminuyan la reabsorción y que favorezcan la
formación, pero sí existen los que influyen en uno u otro mecanismo. Por lo tanto,
los objetivos del tratamiento farmacológico son:

• Disminuir la reabsorción de hueso impidiendo mayor pérdida ósea.


• Aumentar la formación ósea y reemplazar el hueso perdido, cuyo resultado
es la disminución del riesgo de fractura.
Inhibidores de la reabsorción ósea

• Calcio:
Se recomienda una ingesta de calcio adecuada (1000 a 1500 mg/día)
Además de leche y derivados se pueden consumir suplementos de Calcio
oral.

• Estrógenos:
Los osteoblastos tienen receptores para estrógeno, no así los osteoclastos.
El estrógeno aumenta la resistencia a la reabsorción de hueso mediada por
PTH.
A pesar que la suplementación de estrógenos previene la pérdida ósea por
hasta 10 años y previene la fractura de cadera y columna, su uso ha sido
puesto en tela de juicio, ya que se demostró que aumentaban el riego
cardiovascular y de cáncer mamario.

• Calcitonina:
Inhibe la actividad de los osteoclastos y su reclutamiento disminuyendo la
reabsorción ósea.
• Bifosfonatos (etidronato, alendronato):
Disminuyen el número y actividad de los osteoclastos. Estabilizan la masa
ósea por 2 a 4 años.

• Vitamina D:
Estimula la producción de la proteína que se une al calcio a nivel intestinal y
así aumenta la absorción intestinal de calcio.
Agentes que estimulan la formación de hueso

• Programa de ejercicios (incluyendo la caminata).

• Fluoruro de sodio:
Estimula a los osteoblastos a hacer hueso nuevo, pero es controvertida la
calidad y resistencia del hueso formado.

• Esteroides anabólicos (decanoato de nandrolona o anaprolina).


• Péptidos de la hormona paratiroídea (PTH).

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