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Chile está viviendo momentos difíciles en la Educación Superior y la Universidad Arturo Prat no es
ajena a ello. Nuestros estudiantes se han movilizado y su movimiento ha sido diferente a otros del
país, con formas más radicalizadas de expresión. Se están haciendo los esfuerzos para volver a la
normalidad, que nos permita reiniciar las actividades académicas, cumplir los compromisos y, lo
más importante, abrir los espacios de reflexión que permitan a toda la comunidad expresarse frente
a esta temática nacional.
Los estudiantes, en las conversaciones que sostienen con la Comisión nombrada por el Consejo
Académico, han demandado que este Rector se pronuncie y aclare algunos puntos que les
inquietan. Esta solicitud es una oportunidad para reiterar, a toda la comunidad universitaria y
con especial énfasis a los estudiantes, conceptos que he defendido de manera permanente.
A partir del año 1981, se genera un marco legal que debilita la Educación Pública. Con él se abre
la posibilidad de crear universidades privadas sin mayor regulación, determina un financiamiento
precario para las Universidades Públicas, incrementa las trabas administrativas, generando
condiciones que hacen insostenible su funcionamiento y desarrollo. Ante esta situación todos los
Rectores de las Universidades Estatales nos hemos pronunciado, demandando desde hace años
una revisión urgente al trato hacia las Universidades Públicas.
La realidad de las universidades públicas regionales tiene particularidades que hacen aún más
necesaria su defensa. En estas Casas de Estudio encuentran oportunidad de formación jóvenes y
trabajadores que enfrentan dificultades adicionales: por una parte la de pertenecer a los quintiles
menos favorecidos y, por otra, la de vivir lejos de la capital en un país claramente centralizado. La
Universidad Arturo Prat, en sus 45 años de existencia, ha dado pruebas concretas de su capacidad
y compromiso regional. Sus egresados son miles y tras ellos existen familias que están
agradecidas, por cuanto sin la Universidad Arturo Prat el sueño de tener profesionales al interior de
ellas no habría sido posible.
Hemos cumplido con la región y el país. En todos los ámbitos laborales hay egresados nuestros,
los que vuelven a las aulas universitarias permanentemente, puesto que también hemos abierto
espacios a la educación continua. La Universidad Arturo Prat, tiene un rol fundamental en la
educación regional. Es tarea de todos los miembros de la comunidad universitaria velar por
su defensa, fortalecimiento y desarrollo. Es mi responsabilidad liderar este desafío. No
duden que así lo haré.
Las universidades regionales requieren un trato especial, más aún cuando se declara la voluntad
política de descentralizar el país, siendo Tarapacá región piloto de este proceso. Es tarea de toda
la comunidad universitaria exigir que se valore nuestro aporte al desarrollo regional. Seré el
primero en hacerlo en las instancias correspondientes y espero el apoyo decidido de la
comunidad.
En la actualidad, cuando la democracia se visualiza más consolidada, surgen voces que demandan
un cambio en la legislación y una mayor participación al interior de las universidades. Este Rector
plantea claramente que se debe avanzar en la participación, por cuanto ésta enriquece la
convivencia, es formadora y consolida la democracia.
En síntesis, necesitamos construir una nueva cultura universitaria y este proceso se debe iniciar
cuanto antes. Esta es una de las razones por las cuales me parece del todo necesario convocar a
un claustro triestamental, además de solicitar que cada Unidad Académica, Institutos y
Unidades Administrativas expresen su opinión al respecto. Se solicitará a cada uno de éstos
analizar con profundidad esta temática, tan pronto se normalicen las actividades. Es un
compromiso que adquiero y cumpliré.