En su primer día de trabajo, el novel presidente de Estados Unidos,
Barack Obama, ordenó la suspensión de los juicios en Guantánamo, Cuba, en cumplimiento a su promesa de campaña de cerrar la prisión para sospechosos de terrorismo. Solo unas horas después, Obama ordena el cierre de la prisión de la base naval en el plazo de un año, es decir, ocho años después de su apertura en el año 2002. La decisión del presidente Obama es una muestra del cambio al que nos enfrentamos en esta jornada histórica para el mundo. La importancia de esta orden presidencial se refleja en muchos temas y en enfoques variados. Resalto dos de los temas que considero más importantes sin ningún orden específico. La cárcel y los derechos humanos La tristemente alcanzada fama de la prisión ha sido producto de las numerosas denuncias por la violación a los Derechos Humanos de los prisioneros trasladados a la Bahía de Guantánamo. Estas han sido conocidas por testimonios de prisioneros que han sido liberados de la cárcel y que han dado cuenta del trato al que fueron expuestos durante su detención. Este trato ha sido calificado, por muchas organizaciones, de “tortura” y de “violatorio de los derechos humanos”. Celebro con mucho optimismo el paso frontal que da el Gobierno de los Estados Unidos, en la figura de su presidente, para acabar con una de las prácticas más antiguas y más humillantes en la historia mundial, la tortura. Las condiciones en las que sobreviven los prisioneros de ésta cárcel son realmente lamentables. De lo poco que se conoce, una muestra: celdas de aislamiento individuales con iluminación permanente, de las que salen únicamente dos horas diarias a un espacio sólo un poco más grande; según testimonios de presos liberados, en los interrogatorios los someten a prácticas consideradas por sus abogados como torturas, entre ellos resaltan la simulación de ahogamiento, la privación de sueño, la permanencia, por horas, en posiciones incómodas, entre otras. La orden de Obama abre una luz de esperanza de acabar de una vez y por todas con estas prácticas tan lamentables. Guantánamo debe ser devuelta a Cuba El otro tema que resalto es un avance en la posibilidad de que Estados Unidos considere regresar lo que es propio de Cuba, el territorio ocupado por la base naval del ejército de los Estados Unidos en la bahía de Guantánamo. No ha sido mencionado aún por los gobernantes ni por los medios de comunicación, pero creo que lo que sigue es regresar a los cubanos lo que a ellos les pertenece. Estados Unidos debe retirar a sus soldados de Guantánamo y devolver esa porción de tierra al gobierno cubano. Obama ha dicho que se sentaría a conversar con el gobernante isleño, Raúl Castro, y se ha hablado también de la posibilidad de levantar el embargo impuesto a Cuba. No dejo de mencionar mi esperanza de que se dé un paso al frente en el tema de la Bahía de Guantánamo que debe regresar a sus verdaderos dueños. Me siento realmente optimista de que Obama hará historia, no sólo por ser el primer presidente negro de Estados Unidos, sino también, por ser agente de cambio positivo en las relaciones de su gobierno con el resto del mundo. Un paso al frente Barack Obama, sí se puede.