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Llegada la plenitud de los tiempos, alcanzada la madurez de las edades, la ¡VEN, SEÑOR JESÚS!
Trinidad Santísima realizó su eterno designio: “Y la Palabra tomó carne y
habitó entre nosotros”.
Todavía hoy, Señor de la encarnación, tu gesto me sorprende y anonada. Ahí Cuando contemplamos el acontecimiento de ese
estás tomando carne de María Virgen, que es igual que tomarla de la niño indefenso, nacido en un establo en Belén,
humanidad entera, tan mancillada por el pecado egoísta. Ahí estás, contemplamos el deseo más profundo de nuestro Padre
empequeñecido en el seno de una mujer, hecho tiempo el eterno, hecho Dios. Dios quiere que tengamos vida y vida en abundancia.
espacio el inconmensurable, hecho historia el infinito. En Dios encuentra un sentido pleno nuestra vida, en él
Manda en mí la sorpresa, el extrañarse, casi… la duda; ¿qué habrá pasado conocemos que hemos nacido para vivir como hijos y llevar
para que se diera tanto milagro? por todos los rincones de este mundo el brillo de su amor…
Y en eso se encuentra el verdadero gozo y plenitud.
Ha pasado que desde siempre Dios nos ha mirado con amor complacido. Y
quiso recuperarnos. Y quiso hacerlo compartiendo nuestra suerte. Y quiso ser Jesús quiere nacer de un modo nuevo en mi vida,
en el seno femenino. Y sobrevino la Encarnación. Todo es un plan de amor en la vida de mi familia, de mi comunidad, de mi país… Si
para, más tarde, acabar proclamando el amor como instrumento de salvación. abro de par en par las puertas de mi corazón y le permito
Desde entonces, Señor engendrado, la historia es tu lugar preferido y nacer, entonces la novedad de su venida será para mí una
privilegiado: donde hay hombres, ahí estás tú, permanente en el dolor y en el verdadera Buena Noticia.
gozo, bullente en la dicha y en la adversidad, divinidad escondida en la
Para aprender lo que significa abrir de par en par
humanidad exultante.
las puertas de nuestra vida podemos poner la mirada en
El hombre ya no está absolutamente solo: Dios está con él para siempre. María Virgen, ella supo cómo decir sí al Señor. María creyó
Y todas las cosas han sido tocadas por esta encarnación. Y todas las cosas en las palabras que Dios le decía por medio del Ángel y
estallan de bondad contenida. Y todas las cosas esperan que las liberemos acogió a su Enviado en su seno con un gran amor de
para dar gloria gratificada a quien las transformó. He aquí el “cántico universal” Madre. María recibió al Señor con una profunda
de todo lo “potencialmente bueno”, que nosotros, los creyentes debemos disponibilidad y entrega a los demás: Maria visita a su
pronunciar. prima Isabel, es portadora de Dios para los demás, es
Desde el seno encarnatorio de María Virgen brota un caudal de esperanza portadora de la Buena Noticia de la Salvación… Que ella
grande, muy grande: el mundo podrá parecer egoísta, hasta la saciedad, pero nos enseñe cómo vivir la vida para que de verdad valga la
oculta un amor infinito, el amor de quien se hizo mundo siendo Dios. Ésta es la pena…
única perspectiva válida del cristiano, reproductor, en su momento histórico, de
esa encarnación misteriosa.
Señora de Nazaret, del “sí” gracioso y humilde, que permitiste la aventura más
grande jamás sucedida, engendra ahora en mí a tu Hijo Jesús. Para que lo MIRAMOS NUESTRA VIDA
goce en mí. Para que lo comunique a los demás. Para que siga haciéndose
carne humana entre los hombres de mi tiempo. Miro mi vida personal, la vida de mi familia, de mi
comunidad, trabajo, país… y voy cayendo en la cuenta de
aquellas situaciones en que Dios no está presente,
aquellas elecciones que no son guiadas por su mano,
Textos para rezar durante la semana: aquellas personas que viven como sin Dios. ESCRIBO
MI REFLEXIÓN
Jn 1, 1-18 Ángela Pérez Jijena a.c.i.