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P R I N C I P I O S
una terminología seudomédica, a fin de dar visos de cribir un hecho histórico específico: el proceso
respetabilidad a sus actos y afirmaciones carentes de de adoctrinamiento al que —según se dice— fueron
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sometidos algunos prisioneros norteamericanos Es de notar, sin embargo, que aun en los campos
durante la Guerra de Corea (1950-1953). Fue de concentración de la China y de Corea —donde
acuñada en 1953 por el periodista Edward Hunter se realizaron tentativas de convertir ideológicamen-
para describir los métodos y el proceso de «condi- te a prisioneros norteamericanos— el presunto
cionamiento ideológico» formulados y aplicados empleo de métodos de persuasión coercitiva no
por los comunistas luego que en 1949 tomaran produjo resultados duraderos. Si bien los primeros
el poder en la China. Éstos creían que era posible estudios en torno a la cuestión se realizaron varios
reeducar al pueblo y a ciertos prisioneros de guerra años después de ocurridos los hechos y a base de
de modo que aceptaran una ideología que hasta muestreos bastante limitados, los resultados de los
el momento habían considerado equivocada y mismos ponían de relieve la improbabilidad de que
contraria a sus principios. Su metodología consis- se pudiera lavar el cerebro a alguien sin aplicar un
tía en la privación de alimento y de descanso, el alto grado de coacción física. En tiempos modernos
confinamiento a una celda y la incomunicación no se ha documentado científicamente un solo caso
con el mundo exterior por períodos prolongados, de lavado de cerebro sin recurrir al encarcelamiento
lo cual hacía a la víctima temer por su suerte. Se le y tortura de la víctima.1
repetía constantemente y de forma intimidatoria En 1961, después de la Guerra de Corea, el
que sus ideas políticas, sus creencias religiosas y psiquiatra Robert Lifton realizó una investigación
sus actitudes sociales eran erróneas, a la vez que en torno al tema del condicionamiento ideológico.
se le hacía ver las ventajas de avenirse a la postura Entrevistó a veinticinco occidentales que habían
ideológica de sus captores. sido detenidos y encarcelados por los chinos y so-
El doctor Lee Coleman —psiquiatra que ejerce metidos a un programa de reeducación doctrinaria
en Berkeley (California) y estudia la problemática (szu-hsiang kai-tsao) de hasta tres años y medio
del uso de la psiquiatría en cuestiones jurídicas de duración, en el que se aplicaron malos tratos,
relacionadas con movimientos religiosos alterna- torturas y confinamientos prolongados.2 Asimismo
tivos— ha escrito numerosos artículos, tanto para recogió impresiones de quince personas que habían
revistas especializadas como para otras dirigidas cursado estudios en las universidades revolucionarias
al público profano. Ha criticado abiertamente el chinas. Paralelamente aquel mismo año, Edgar
mito de la robotización y la coacción psicológica, Schein, en un estudio sobre la persuasión coercitiva,
y puntualiza: «De los excesos de la propaganda de entrevistó a quince de los prisioneros de guerra
la guerra fría —que tenían como único propósito norteamericanos que cobraron más notoriedad en
obtener apoyo popular para una guerra que nadie la Guerra de Corea. Ni Lifton ni Schein concedie-
quería [la de Corea]— surgió la idea de que los ron valor científico a la imagen sensacionalista del
maoístas habían concebido un método por el que autómata mentalmente esclavizado que Edward
era posible controlar totalmente la mente de una Hunter popularizara en su libro Brainwashing in Red
persona». Agrega que la idea que horrorizó a tanta China (Lavado de cerebro en la China comunista),
gente fue que «se podía crear un autómata que escrito en 1951. ( Schein, Persuasión 18.)
actuara como si fuera dueño de sus pensamien- Tanto Lifton como Schein emplearon la expre-
tos y emociones, aunque en realidad obedeciera sión brainwashing (lavado de cerebro) en los títulos
los designios de otra persona. Según afirman con de los libros Thought Reform and the Psychology
vehemencia los grupos antisectarios y ciertos psi- of Totalism — A Study of Brainwashing in China
quiatras muy dados a pronunciarse en público, esa (El condicionamiento ideológico y la psicología
es precisamente la clase de autómatas que crean las totalitaria: estudio del lavado de cerebro en China)
sectas» (Coleman Psiquiatría 15). (Lifton 1961), y Coercive Persuasion: A Socio-
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1
En Brainwashing: The Myth and the Actuality, publicado en «Thought, Fordham University Quarterly», volumen LXI (6.1986), p.254, Gene
James dice: «Es absurdo comparar [los métodos de captación de las religiones alternativas] con el miedo a perder la vida que experimentaban los
prisioneros en la China o en Corea del Norte»; Baker, en la p.134 de su libro The Making of a Moonie (1984), dijo que la comparación «no se puede
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tomar en serio»; en la primera parte del artículo Psychology and the New Cults, publicada en el «Academic Psychology Bulletin», vol.7 (1985), p.51,
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Saliba dice: «Invocar el patrón de los prisioneros de guerra de la China comunista [...] es improcedente, dado que los integrantes de los nuevos
movimientos religiosos no son secuestrados ni detenidos físicamente»; en New Religions, Families and “Brainwashing”, incluido en In God We Trust
(Robbins et al. [ed.] 1981), pp.263-265, Anthony y Robbins califican la comparación de «inverosímil».
2
La expresión lavado de cerebro deriva de la frase china hsi nao, que significa literalmente limpiar el pensamiento. Describe el proceso por
el cual todo vestigio del antiguo orden es borrado mediante un programa de reeducación, para que el individuo asuma el papel que le corresponde
en el nuevo orden comunista. Dicho programa implantado por los chinos se denominaba más comúnmente szu-hsiang kai-tsao, que se traduce
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indistintamente por reeducación, conversión o transformación ideológica. (Lunde and Wilson, Brainwashing as a Defense to Criminal Liability: Patty
Hearst Revisited [1977], «Criminal Law Bulletin», vol.13, 341, 343, nota 6).
3
Este informe (Amicus) se elaboró expresamente para la causa seguida por Molko y Leal contra la Holy Spirit Association con el objeto de
esclarecer el grado de aceptación científica de la teoría del lavado de cerebro. Fue preparado por el Colegio de Psicólogos de EE.UU. (cuya sigla en
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inglés corresponde a APA), que más tarde retiró su participación porque la Task Force on Deceptive and Indirect Methods of Persuasion and Control
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(DIMPAC) aún no se había pronunciado. El informe Amicus quedó a cargo de la Society for the Scientific Study of Religion y fue luego ratificado por
otros científicos y catedráticos de los EE.UU. Los doctores Singer y Ofshe han dado a entender en sus declaraciones —incorrectamente— que el
informe Amicus presentado por el APA en el caso Molko fue desacreditado. La realidad del asunto es que el APA aguardaba a que la doctora Singer
—que presidía el grupo de investigadores de la DIMPAC— presentara su informe, el cual el APA acabó por rechazar. En cuanto al informe Amicus,
el APA, en la oportunidad en que lo retiró, señaló con toda claridad: «Dicha acción en ninguna manera sugiere que el APA haya adoptado posturas
contrarias a las enunciadas en el mismo. El APA tampoco pretende dar a entender que no llegará a avalar en lo futuro las conclusiones expuestas
.
4
Véase también Lunde and Wilson, Brainwashing as a Defense to Criminal Liability: Patty Hearst Revisited.
y fue sentenciada a siete años de cárcel (Informe que en algunos casos se ha atribuido un
Amicus 23).5 papel determinante en los métodos de
El informe Amicus expone la siguiente con- captación de ciertos grupos religiosos
clusión de Lifton (1961) y Schein (1961): «Es surgidos en los últimos años. A fin de
incuestionable que la característica singular de la abstenerse de participar en cada uno
persuasión coactiva, que la distingue de los mé- de los debates que surgen en torno a
todos empleados por las principales confesiones esta cuestión, como ha sido el caso
religiosas u otras influencias sociales de carácter hasta el momento, la entidad adopta
convencional, es el empleo de maltratos físicos y la siguiente resolución:
confinamiento». Dicho de otro modo, si alguien Esta entidad considera que la in-
goza de plena libertad para abandonar un grupo vestigación científica llevada a cabo
y no es subyugado por medio de intimidación, se hasta el momento es insuficiente para
concluye que las condiciones reinantes en el en- que un conjunto de académicos serios
torno en que vive esa persona son esencialmente y debidamente informados arribe a
las mismas que imperan en la sociedad en general un consenso acerca de la naturaleza y
y en consecuencia no pueden catalogarse como efectos de la coerción y sujeción ejer-
lavado de cerebro. cidas por medios no físicos. Puntualiza
Schein y Lifton reconocieron también que además que no se debe dar por sentado
existen muchas formas de coerción que se dan en forma sistemática que las técnicas
comúnmente en diversos ámbitos en los que uno empleadas en el proceso de coacción y
puede entrar y salir a voluntad. El solo hecho de sujeción físicas sean equiparables a las
que alguien se vea coaccionado en determinada de orden no físico. Además de un aná-
situación no supone necesariamente que ésta sea lisis exhaustivo de los conocimientos
perniciosa. Por ejemplo, existe un alto grado de existentes en torno a esta cuestión, es
coerción en las fuerzas armadas, logias estudian- necesario llevar a cabo investigaciones
tiles, órdenes monásticas, organizaciones como debidamente encauzadas que permitan
Alcohólicos Anónimos que promueven el esfuerzo llegar a un consenso académico en el
propio, instituciones de formación psicoanalítica, esclarecimiento de la misma.
hospitales psiquiátricos e inclusive en algunos mé-
todos de uso corriente para disciplinar a los niños. Un grupo de investigadores del American
Sin embargo, ello no implica forzosamente que Psychological Association —APA— (Colegio de
esas entidades o métodos tengan efectos nocivos. Psicólogos de EE.UU.), dirigido por Margaret
(Schein Persuasión 202, 260-277, 281, 282; Lifton Singer e integrado por Harold Goldstein, Michael
1961: 141, 435, 436, 451.) Langone, Jesse Miller, Morris Temerlin y Louis
En círculos académicos, los sectores más prag- Jolyon West, realizó un estudio sobre métodos
máticos y objetivos han visto con escepticismo los subrepticios e indirectos de persuasión y control,
intentos de las organizaciones antisectarias de servir- conocido por las siglas DIMPAC. Los resultados
se de la hipótesis de la persuasión coactiva o lavado se publicaron en un informe que denunciaba a las
de cerebro como medio para sus propios fines. Una sectas y otras agrupaciones que promueven diversos
resolución aprobada unánimemente por la Society métodos de elevación del estado de la conciencia,
for the Scientific Study of Religion (SSSR) en sesión por considerar que practicaban técnicas de lavado
celebrada el 7 de noviembre de 1990 corroboró la de cerebro. Los mencionados investigadores pre-
falta de validez científica de las especulaciones en sentaron el informe para su aprobación al Consejo
torno al tema del sometimiento psicológico: de Responsabilidad Social y Ética en el Ejercicio
de la Psicología (BSERP), dependiente del APA.
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surgidos en los terrenos legal y cientí- agradecía los esfuerzos de la misma, pero determina-
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fico, se pronuncie en torno a la evalua- ba que el informe era «inaceptable», y exponía: «En
ción de los procesos alternativamente términos generales, el informe carece del rigor cien-
descritos como lavado cerebral, subyu- tífico y la aproximación crítica y objetiva requerida
gación psicológica, condicionamiento para obtener el respaldo del APA». El mencionado
ideológico y persuasión coactiva, a los consejo advirtió a la comisión investigadora que se
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5
El informe Amicus, p.23, cita textualmente a Lunde y Wilson, The Patty Hearst Trial.
abstuviera por completo de hacer referencia a nom- hipótesis de condicionamiento y robotización ar-
bramientos otorgados anteriormente por el APA gumentada por Singer y Ofshe fue rechazada por
en beneficio de sus integrantes, o de dar a entender falta de aceptación «generalizada». Esos dos casos
de alguna manera que el informe contaba con el sentaron el precedente de que tanto en el ámbito
aval del APA o del Consejo. Dio además instruc- de la jurisprudencia civil como en el fuero crimi-
ciones concretas a los investigadores en el sentido nal, la teoría del sometimiento psicológico llevada
de que debían aclarar a los lectores del informe a cabo sin el empleo de coacción física carece de
que el Consejo lo había estimado «inaceptable». suficiente acogida en círculos académicos como
El Consejo consideró que el APA no contaba con para constituir el fundamento de una opinión
suficientes datos científicos para fundamentar una especializada en un litigio.7
postura definida en torno al polémico tema de los Si se mira con detenimiento lo insinuado en
métodos subrepticios e indirectos de persuasión y dicha teoría, resulta comprensible que no goce de
control. Aquella desaprobación oficial por parte aceptación. El doctor James Richardson, profesor
del APA se denominó Memorándum del Consejo de sociología de la Universidad de Nevada, quien
de Responsabilidad Social y Ética en el Ejercicio estudia las fuerzas que motivan la conversión re-
de la Psicología, y demostró claramente que en los ligiosa y considera que las agrupaciones religiosas
Estados Unidos no existe un consenso sustancial alternativas constituyen un movimiento social,
en cuanto a la hipótesis de la subordinación de la ofrece una descripción simplificada del actual mito
mente y el lavado de cerebro. de la coacción psicológica. A continuación ex-
A pesar de la desestimación tan categórica ponemos su interpretación personal de la teoría
manifestada por sus colegas profesionales, indivi- del lavado de cerebro formulada por el jurisperito
duos como Margaret Singer perciben cuantiosas Richard Delgado y los psiquiatras Margaret Singer
remuneraciones a cambio de su opinión pericial. No y John Clark, todos ellos acérrimos enemigos de
obstante, en la medida en que cobra más difusión los movimientos religiosos no tradicionales:
en el ámbito judicial el rechazo de que fue objeto
el mencionado informe, diversos magistrados han Según este mito, un dirigente re-
comenzado a prohibir que la doctora Singer y ligioso ávido de lucro, favores sexua-
otros especialistas atestigüen en los tribunales. En les o puro y simple poder, crea una
la demanda de Green y Ryan contra el Maharishi nueva secta valiéndose de facultades
Mahesh Yogi (presentada el 13.3.91 en Estados hipnóticas extraordinarias o técnicas de
Unidos), el juez dictaminó que la teoría formulada subyugación de la mente. No se sabe
por los doctores Singer y Ofshe sobre la factibilidad exactamente cómo, pero consigue he-
de subordinar psicológicamente a una persona chizar a los futuros conversos con una
prescindiendo de coacción física era inadmisible sola mirada y unas cuantas frases má-
como prueba, dado que no cuenta con una «só- gicas, o bien induciéndolos mediante
lida» aprobación en medios científicos.6 De igual argucias a participar en un proceso de
manera, en el caso de Stephen Fishman la misma captación en el que aplica sutiles méto-
6
En la demanda civil presentada en el juzgado distrital de Columbia por Jane Green y Patrick Ryan el 13 de marzo de 1991 contra el Maharishi
Mahesh Yogi (expediente nº87-0015 OG) a raíz de daños y perjuicios morales y psicológicos ocasionados por el movimiento de meditación trascen-
dental, los querellantes quisieron presentar el testimonio pericial de la doctora Margaret Singer y del doctor Richard Ofshe. Singer y Ofshe alegaron
que, según su dictamen pericial, la conversión ideológica podía inducirse sin aplicar coacción física. Argumentaron que Robert Lifton en su libro
Thought Reform and the Psychology of Totalism: A Study of Brainwashing in China (1961) y Edgar Schein en Coercive Persuasion (1961) habían
llegado a la conclusión de que valiéndose de programas de coacción psicológica se podía modificar el conjunto de creencias de un individuo. La
coacción física se hizo presente en la mayoría de los casos estudiados por ellos. La cuestión era determinar si la teoría de la robotización en ausencia
de coacción física, sostenida por los doctores Singer y Ofshe, podía constituir una prueba científica admisible. Al considerar las características del
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testimonio científico pericial en causas civiles, el tribunal de primera instancia aplicó el principio de Frye, según el cual la teoría en que se basa la
opinión científica de un experto debe gozar de amplia aceptación en el ámbito científico. Dicho juzgado dictaminó que la teoría de Singer y Ofshe
no contaba con un aval científico «sólido» y por tanto no era admisible como fundamento de un dictamen pericial.
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En el proceso de Stephen Fishman, visto por un tribunal de primera instancia de California (expediente nºCR-88-06161-DLG), el juzgado
de lo criminal —apoyándose en el principio de aceptación generalizada— dictaminó que la teoría no era admisible como fundamento de dictamen
pericial. En una declaración prestada el 7 de agosto de 1990, el doctor Perry London —psicólogo autorizado a ejercer en EE.UU. e Israel y decano
de la Escuela de Psicología Aplicada y Profesional para Posgraduados de la Universidad Rutgers— atestiguó contra el uso que hacen los doctores
Ofshe y Singer de las expresiones coacción psicológica, persuasión coercitiva y lavado cerebral para referirse indistintamente a dos teorías que
difieren en extremo una de la otra. El doctor London las denominó teoría de la influencia social y teoría de la robotización. Señaló que en un intento
de generar «confusión en sus oyentes e interpretaciones erróneas por parte de los mismos en torno a la teoría de la robotización —que no goza
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de aceptación en el ámbito de la ciencia psiquiátrica, dado que no existen documentos basados en investigaciones empíricas que la avalen—», los
mencionados expertos emplearon artículos altamente especializados que únicamente se aplican a la teoría de la influencia social.
dos intimidatorios. Caen así en sus ga- leyes o a presiones de índole burocrática
rras y se convierten en autómatas a su para sofocar las nuevas religiones. Tal
servicio. Lo interesante del caso es que como han afirmado Anthony, Robbins
instantáneamente quedan investidos y McCarthy, dicho mito constituye
de esos mismos poderes mágicos que un «arma social» empleada para com-
les permiten seducir irresistiblemente batir a grupos impopulares (Robbins,
a otros para que se unan al grupo. A Shepherd y McBride 163-165).8
su vez, esos nuevos prosélitos, merced
a métodos similares, convierten aún a
más personas, y en un abrir y cerrar El lavado de cerebro: mezcla de metáforas
de ojos se ha creado una nueva sec-
ta. Presuntamente el grupo continúa
creciendo mediante ese proceso hasta
A la larga quedó demostrado que el lavado de
cerebro al estilo comunista era más una táctica
propagandística con fines intimidatorios que una
alcanzar proporciones descomunales técnica de fácil aplicación mediante la cual uno
y convertirse en una amenaza para la pudiera granjearse la lealtad de oponentes políticos.
sociedad. Sus integrantes viven con- Sin embargo, los temores y la sugestión que generó
trolados por medio de una suerte de la presunta factibilidad de lavar el cerebro a alguien
telepatía o poderes parapsicológicos, perduraron mucho más que los resultados concre-
y obedecen los designios de su amo tos. Los especialistas descubrieron que en el mejor
dieciocho horas al día o más. El poder de los casos el lavado cerebral no era más que un
del máximo dirigente —aun transmi- cambio de lealtad puramente transitorio, logrado
tido por medio de los evangelizadores en un ámbito de coacción física absoluta y a base de
del movimiento— sigue siendo de tal confinamientos y torturas inenarrables. A medida
magnitud que sofoca los intentos de que comenzó a grabarse en la conciencia colectiva
los adeptos de abandonar la secta, y así la imagen del autómata totalmente subordinado, se
ésta continúa extendiéndose. Según generalizó el uso de la expresión lavado de cerebro.
reza la leyenda, una vez que un adepto En su libro Strange Gods, The Great American Cult
de los Moonies (o de Hare Krishna, la Scare (Extraños dioses: La psicosis norteamericana
Misión de la Luz Divina o los Niños en torno a las sectas), los sociólogos David Bromley
de Dios) «lo mira a uno a los ojos», ya y Anson Shupe describieron esta situación de modo
no hay remedio: uno está destinado a muy lacónico:
vivir el resto de sus días prácticamente
esclavizado por el omnipotente líder Hemos visto que el concepto mis-
del grupo. mo de lavado de cerebro es un ab-
Esta mitología en torno a por qué surdo. Un sinnúmero de sociólogos,
y cómo se origina y prospera una nueva psicólogos y psiquiatras ha repudiado
religión resulta muy atractiva, sobre el término calificándolo de burdo eu-
todo para quienes se sienten en algún femismo. Lo que es peor, constituye
modo amenazados por la proliferación una interpretación tergiversada de un
de nuevas religiones. Dichos artilugios proceso real y comprensible de cambio
proporcionan un arsenal para comba- de actitud [influencia sobre la conduc-
tir el crecimiento de grupos religiosos ta y conversión religiosa] que en la
nuevos. Así, invocando como pretexto sociedad norteamericana no tiene nada
la falacia del lavado de cerebro, se argu- de misterioso ni de inusual (124).9
menta que es lícito recurrir a la terapia
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de egreso (antes conocida como des- En su artículo Some Call It Brainwashing (Hay
programación), a la promulgación de quien lo llama lavado de cerebro) [«The New
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8
El capítulo The “Deformation” of New Religions: Impacts of Societal and Organizational Factors, escrito por James Richardson (Robbins
1985: 163-164), incluye las siguientes notas:
/1/ Esta interpretación mítica de las religiones alternativas —ciertamente exagerada— queda ilustrada en los escritos de Richard Delgado,
jurisperito, y de Margaret Singer y John Clark, psiquiatras de notoriedad que militan en el movimiento antisectario. Cf. Richard Delgado, Limits to
Proselytizing, 17 (3) «Society» 25 (1980); John Clark, Cults, 24 (3) «Journal of the American Medical Association» (1979), 281; Margaret Singer,
Coming Out of the Cults, 12 «Psychology Today» (1979), 72.
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/2/ Dick Anthony, Tom Robbins y Jim McCarthy, Legitimating Repression 17 (3) «Society» (1980), 39.
9
Cf. Biermans (38-39).
Republic», 6.3.76, p.32], el psiquiatra Thomas Harvey Cox, profesor de teología de la
Szasz —de tendencias contrarias a las corrientes Universidad de Harvard, corrobora ese concepto:
psiquiátricas modernas— intentó disipar las con- «En el ámbito de la psiquiatría, la expresión lavado
fusiones semánticas que se han generado en torno de cerebro no cuenta con el menor aval científico.
a la expresión lavado de cerebro: Se emplea casi exclusivamente para describir un
proceso por el cual una persona abraza nuevas
Al igual que muchas otras expre- convicciones con las que uno no está de acuerdo»
siones sensacionalistas, lavado cerebral (Biermans 33).10
es una metáfora. Así como no se puede En su artículo What’s Wrong with the Study
hacer sangrar a alguien empleando of New Religions and What Can We Do About It?
palabras hirientes, tampoco es factible (Planteamientos erróneos en el estudio de las nuevas
lavarle el cerebro haciendo uso de la religiones y qué hacer para rectificarlos), el sociólogo
persuasión o la coerción. Robert Balch expone: «Como giro descriptivo, en
Si el lavado de cerebro sencilla- esencia la expresión lavado de cerebro [...] no tiene
mente no es practicable, entonces ¿a ningún valor, dado que se basa en suposiciones
qué hace referencia tal metáfora? En —cuya validez es imposible de demostrar— en
realidad describe una de las experien- torno a cuestiones tan delicadas como el libre
cias más comunes que se producen albedrío y las limitaciones que se imponen a éste
entre los seres humanos: la de una per- (Biermans 5).11
sona que influye en otra. Sin embargo, Pese a que existen escasas pruebas de que los
no se califica de lavado de cerebro toda métodos de condicionamiento ideológico utilizados
influencia psicológica o individual. El por los comunistas chinos hayan derivado en una
uso de la expresión se circunscribe a cantidad importante de deserciones y a que en
aquellas influencias que uno desaprue- ningún caso se ha logrado lavar el cerebro a seres
ba (Streiker 153). humanos y convertirlos en autómatas robotizados,
la red de organizaciones antisectarias, valiéndose
Lowell Streiker —reformista de la temática de un reducido grupo de «especialistas», sigue
relacionada con la salud mental y la religión y autor empeñada en promover activamente este mito y
de varios libros— puntualiza: trata de sacar el máximo provecho de «la creencia
generalizada en la viabilidad del lavado de cerebro
La expresión lavado cerebral es ne- y el miedo que suscita» (Bromley y Hammond
tamente peyorativa. Indica que quien 221-224).
la emplea repudia las consecuencias de
un proceso de transformación seguido
por un individuo. Como contraparti- El remedio que proponen los antisectarios:
da, los términos conversión y reforma la desprogramación
expresan aprobación de los resultados
de ese proceso.
Frecuentemente se ha calificado
T heodore (Ted) Patrick se autoproclama «es-
pecialista» en la materia, aunque en honor a
la verdad no es más que un asistente social ad hoc
—tanto en el plano académico como que ni siquiera llegó a terminar la secundaria. En
en el lenguaje profano— de lavado ce- la década del 70, este señor ideó lo que a su juicio
rebral la adopción de nuevas creencias era el método indicado para revertir el lavado de
religiosas. Los detractores de los reavi- cerebro. Optó por recrear condiciones similares a las
vamientos espirituales suelen acusar a impuestas por los comunistas de Corea del Norte en
Billy Graham, Oral Roberts, los evan- los campamentos de prisioneros de guerra, es decir,
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Cristo) y otros de lavar el cerebro a sus aturdimiento y la coacción física. ¡Denominó dicho
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10
Biermans (33) hace referencia a la Entrevista con Harvey Cox, en Hare Krishna, Hare Krishna, Steven Gelberg [ed.] (Grove Press, New
York 1983).
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11
Biermans cita a Robert Balch, What’s Wrong with the Study of New Religions and What Can We Do About It, en Scientific Research and
New Religions, Brock Kilbourne, ed. (25).
and Deprogramming in the ‘80s (La manipulación organizaciones de lucha contra las sectas: la Citizen’s
psicológica: Lavado de cerebro, sectas y despro- Freedom Foundation (Fundación para la Libertad del
gramación en los años ochenta), Lowell Streiker Ciudadano), que vio la luz en 1974. Asimismo se
describe el papel que desempeñó Patrick en la ocupó de divulgar en los Estados Unidos el mito de
difusión del mito del lavado cerebral para atacar a la robotización y el automatismo. Patrick se negaba
los nuevos movimientos religiosos: a ver los nuevos movimientos religiosos como tales,
sino más bien como parte de una conspiración
Patrick alcanzó notoriedad por su comunista bien concertada que tenía por objeto
empleo de métodos coactivos —según apoderarse de la conciencia de la juventud norte-
él justificados— para revertir los efec- americana. Se convenció de la falsa premisa de que
tos del presunto lavado de cerebro, toda persona que integrara un movimiento religioso
expresión que utilizaba para descri- alternativo debía de tener lavado el cerebro. Con
bir procedimientos practicados por ese razonamiento, justificó el empleo de la fuerza
las sectas. La visión que Patrick tiene bruta para conminar a sus víctimas a confesar que
del mundo es tan maniquea como la efectivamente se les había lavado el cerebro. Las
de cualquier integrante de una sec- mantenía recluidas hasta que «éstas convencían a
ta. Para él, el universo se compone sus captores —ya sinceramente, ya movidas por la
de héroes y villanos. Éstos últimos desesperación— de que en verdad habían renega-
poseen misteriosos poderes psíquicos do de su fe y estaban “desprogramadas”» (Barker
que les permiten hipnotizar o lavar el Movements 17, 19).12
cerebro instantáneamente a jóvenes Violando el derecho que tiene todo hijo mayor
incautos. de edad a elegir libremente el rumbo que quiera dar
[Patrick] sostiene que el auge de a su vida, inició una oleada de desprogramaciones
las sectas en Norteamérica es un fe- practicadas por medio de la fuerza. Para ello inducía
nómeno originado por los comunis- a padres de actitudes dominantes a obrar en contra
tas, quienes las utilizan para dominar de sus hijos adultos. Lo que los padres deseaban era
el pensamiento de los jóvenes a fin ni más ni menos que imponer su modo de vida y
de provocar la caída de los EE.UU. sus creencias a sus hijos. Supongamos que el hijo
Según su teoría, todas las tragedias opta por ser misionero, pero el padre quiere que
de los últimos treinta años —asesi- sea médico; éste decide rescatarlo para que no sufra
natos políticos, homicidios masivos, las consecuencias de la decisión «equivocada» que
terrorismo y demás— forman parte ha tomado.
de una conspiración urdida por «los En su afán de explotar ensañadamente la con-
comunistas», y son consecuencia di- troversia generada en torno a las sectas y a instan-
recta de tentativas de sometimiento cias de todo el que pudiera darse el lujo de pagar
psicológico (148-154, 166). sus exorbitantes honorarios, Patrick se dedicaba a
«rescatar» a jóvenes «víctimas» de las sectas. A conse-
Ted Patrick también desempeñó un papel muy cuencia de ello se le imputaron graves delitos.13 Para
importante en la creación de una de las primeras «liberar» la conciencia de un converso del presunto
12
El interés de Ted Patrick por rescatar a integrantes de NMR tuvo su origen en un episodio en que su hijo se encontró con unos jóvenes
de los Niños de Dios y éstos le hablaron de aceptar a Jesús. Encolerizado por el hecho de que ciertas creencias religiosas de las que discrepaba
fueran presentadas a su hijo por misioneros de los NDD, ideó un medio más bien turbio de tratar a los que se convertían a doctrinas alternativas,
independientemente de que fueran menores o mayores de edad: el secuestro y la desprogramación.
13
Ted Patrick es notorio por sus violentas técnicas de desprogramación y ha enfrentado numerosas acciones judiciales. Muchas veces ha
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sido detenido y sentenciado. En junio de 1974 se lo condenó a un año de prisión que luego se redujo a libertad condicional. En 1975, un intento de
desprogramar a una mujer católica en el Canadá le valió la prohibición oficial de ingreso en ese país. En junio de 1975, en el condado de Orange
(California) se lo acusó nuevamente de privación ilegítima de la libertad, a raíz de lo cual fue condenado a 60 días de cárcel. En julio de 1976, la
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libertad condicional anterior le fue revocada y comenzó a cumplir sentencia de un año. Ese mismo año, Wendy Helander lo demandó por privarla
ilegítimamente de su libertad durante 86 días, y un tribunal de Bridgeport (Connecticut) otorgó a ésta compensación por daños y perjuicios. En
febrero de 1977, un programa de licencia de trabajo le permitió salir de la cárcel temporalmente, oportunidad que aprovechó para una nueva tentativa
de desprogramación. En agosto de ese mismo año se declaró culpable. En abril de 1980 se lo sentenció nuevamente a un año de cárcel y a cinco
en libertad condicional. En enero de 1982, como consecuencia de un nuevo intento de desprogramación, se le imputaron seis cargos de abuso e
intimidación sexual y tres de secuestro, privación ilegítima de la libertad y agresión. En octubre de 1982 fue enviado a prisión en San Diego por una
nueva tentativa de desprogramación estando en libertad bajo palabra. En junio de 1984, a causa de un nuevo conato, se le revocó la libertad bajo
.
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palabra. En mayo de 1985, en San Diego, se le imputó tenencia de cocaína. En agosto de ese mismo año fue sentenciado a tres años de cárcel
por infringir la libertad condicional concedida en 1980.
cautiverio en que se encontraba, no vaciló en em- responsabilizado de secuestrar a un
plear técnicas casi idénticas a los procedimientos de feligrés de una iglesia pentecostal con
persuasión coercitiva practicados por los siniestros la intención de desprogramarlo. El alto
comunistas a quienes tanto aborrecía. tribunal validó —sin comentarios ni
Si bien Patrick fue el gestor de la desprogra- disensos— un fallo que confirmaba una
mación, es indudable que no fue el único que in- sentencia de primera instancia según la
tentó por medios violentos hacer renegar de su fe a cual el Cult Awareness Network debía
miembros de agrupaciones religiosas impopulares. pagar a Jason Scott $1.000.000 en da-
La desprogramación fue adoptada y practicada por ños y perjuicios punitivos y $875.000
grupos antisectarios de todas las latitudes. Uno en daños y perjuicios reales.
de ellos, que alcanzó más notoriedad por ser de En 1995 un tribunal federal de
los más grandes y mejor organizados, fue el Cult Seattle falló que se habían violado los
Awareness Network (CAN). Además de constituir derechos civiles de Scott al intentar
una actividad muy lucrativa, mediante la cual se desprogramarlo de sus creencias pente-
aprovechaba de parientes vulnerables, la despro- costales. Según los testimonios presen-
gramación resultó esencial para reclutar activistas tados en el juicio, Scott fue secuestrado
para la causa antisectaria entre ex integrantes de por tres hombres que lo ataron, lo
grupos religiosos reformados y sus padres. amordazaron, le pusieron una venda
en los ojos y lo retuvieron durante
cinco días.
La defenestración del CAN
y el ocaso de la desprogramación Gordon Melton, historiador de las religio-
Suprema de los Estados Unidos por la cual recha- el argumento de Scott. Privados de
zaba cualquier otra apelación en el caso Scott vs. la posibilidad de argumentar que la
CAN. iglesia había lavado el cerebro a Scott,
los fallos que pesaron contra Ross y el
El lunes la Corte Suprema recha- CAN fueron categóricos. La sentencia
.
lada. La referida coalición actualmen- tación forzadas mediante engaño y artimaña, a
te conduce un nuevo Cult Awareness instancias de familiares asustados que intentan
Network. La caída del CAN constituyó disuadir al converso.
un serio revés para el movimiento de Los activistas antisectarios han invertido gran-
lucha contra las sectas en el mundo des esfuerzos y mucho tiempo para que no se si-
angloparlante (Melton 1999). guiera identificando a sus organizaciones con las
técnicas coactivas normalmente asociadas con la
desprogramación. Al promover el modelo de la
El auge de la «terapia de reinserción» terapia de readaptación, detractores de las sectas
esas mismas intervenciones han estado ofrece al ex prosélito ocasión de hacer carrera como
L A F A M I L I A
14
A lo largo de los años 90, los reparos con que se encontraron los testimonios de especialistas en torno a la teoría del lavado de cerebro
llevaron a los ex adeptos que presentaban pleitos civiles contra NMR —y otras organizaciones que según [la Dra. Margaret] Singer practicaban
la persuación coercitiva— a alterar significativamente su planteamiento. [...] El pleito de United States vs. Fishman, ocurrido en 1990, tuvo como
consecuencia una manifiesta declinación de desprogramaciones forzadas —éstas se sustituyeron por la terapia de reinserción, modalidad menos
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coactiva y por tanto más aceptable—, y sirvió de advertencia a las organizaciones que apoyaban esos actos. Aunque la cantidad de desprograma-
ciones se redujo de manera elocuente, todavía ocurrían aisladamente (Melton 1999).
—entre otras alternativas— como terapeuta de fin específico que se elaboró una estrategia
reinserción. para hacer creer que el prosélito pade-
cía una «usurpación del pensamiento
autónomo». Esta presuposición sir-
La estrategia de la «usurpación del vió de argumento a padres de familia
pensamiento autónomo» y otros detractores para justificar las
grupo y de todo comportamiento anormal exhibido durante ese periodo. Todo esto se hace posible gracias al argumento de que en la conversión
intervino el lavado de cerebro y que la permanencia en la agrupación fue producto de una manipulación psicológica».
actitudes por parte de éstos, todo ello luta responsabilidad de toda acción
sin estigmatizarlos a causa de su des- censurable cometida por el prosélito.
carrío —es decir, haberse afiliado a Para ciertas personas, una vía de esca-
una secta— ni mancillar el nombre pe de tales características constituye
de la familia. Dicho argumento se una tentación irresistible. Entre esas
presentaba además como avalado por personas precisamente las organiza-
la ciencia, lo que le otorgaba un falso ciones hostiles a los NMR captan a
viso de legitimidad. Lo que es más, sus adeptos más acérrimos (Robbins,
sentó las bases para atribuir peyora- Shepherd y McBride 72-73).
tivamente la rúbrica de secta a una
amplia diversidad de grupos religio- En el libro The Mind Manipulators
sos de reciente aparición (Bromley y (Manipuladores de la mente), los especialistas Alan
Hammond 221-224). Scheflin y Edward Opton indican que la teoría del
«lavado de cerebro» o de la «coacción psicológica»
Gran parte de las recriminaciones que se hacen resulta sumamente conveniente para racionalizar
hoy en día a los NMR derivan de los recuentos de las propias acciones y evadir responsabilidades.
ex integrantes de los mismos que han sido despro- Cualquiera puede afiliarse a una agrupación de
gramados o sometidos a una terapia de reinserción. mala fama y luego aducir que lo programaron
Para que dicha terapia tenga éxito, es necesario para adherirse a ella. Scheflin y Opton señalan que
proporcionar al «rehabilitado» argumentos fáciles conceptos de connotaciones tan esotéricas como
de esgrimir que justifiquen su conducta «anómala», el de «lavado de cerebro» otorgan a la gente la po-
lo eximan de toda responsabilidad y expliquen sibilidad de no tener que dar cuenta de sus actos.
lo que lo llevó a unirse al grupo. A los padres no Este recurso se asemeja en gran manera al de alegar
les hace ninguna gracia la insinuación de que su demencia en un proceso judicial. La escala de valores
hijo padeciera algún desequilibrio emocional o se de una persona y su capacidad de pensar y razonar
sintiera infeliz con la vida que le habían ofrecido. «sencillamente no son susceptibles de ser usurpadas.
De ahí que achaquen la culpa al grupo. [...]» El concepto de lavado de cerebro constituye en
realidad la forma más solapada de manipulación del
A la mayoría de los padres les cues- pensamiento que se pueda urdir (Scheflin y Opton
ta mucho culpar a sus hijos o asumir 474, citados por Biermans 36-38. [Véase también
ellos mismos alguna medida de res- Hexham y Poewe 11]. La bastardilla es nuestra.)
ponsabilidad por la decisión de éstos El objeto central de la terapia de readaptación
de unirse a determinada secta. Una social es inducir a la «víctima» a reprochar al movi-
vez que el joven se convence de que miento del que formaba parte todo lo que evoque
su nueva religión no es tan sublime, en ella sentimientos negativos. Lleva al «readaptado»
fascinante o benévola como pensó en a achacar todos sus males a los demás y a negarse
un principio, se encuentra en la misma a aceptar responsabilidad alguna por sus propias
situación: se siente obligado a evadir la decisiones o actos. Sin embargo, el proselitismo
responsabilidad de haber abrazado in- negativo que se efectúa mediante la terapia de
genuamente ideales errados (Bromley readaptación se basa en el mito del sometimiento
y Shupe 198-202).16 psicológico. Es decir, que una vez que el apóstata
acepta la teoría del lavado de cerebro como vía de
Coleman puntualiza: escape, lo que hace en realidad es reconocer que ha
padecido una «enfermedad mental». Se ve obligado
El ex prosélito no tiene más que a proporcionar «pruebas» de que lo que motivó su
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tad propia ingresar a la secta; así todo que se exige al apóstata y el precio que debe pagar
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le es perdonado. La familia entonces para poder acceder a esta salida fácil. Así comienza
descarga sus rencores sobre el grupo a tejerse la trama (Robbins, Shepherd y McBride
en cuestión y atribuye a éste la abso- 95; Skonovd 10).
16
En el libro The “Deformation” of New Religions: Impacts of Societal and Organizational Factors (Robbins et al. [ed.] 1985: 167-168), James
Richardson afirma: «Algunos se resisten a creer que sus hijos sean capaces de abrazar semejante forma de vida por voluntad propia, dado que
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admitirlo equivaldría a reconocer que sus hijos los han rechazado, han repudiado sus valores y, lo que es más doloroso, han defraudado las espe-
ranzas y planes que esos padres tenían cifradas en ellos en términos de educación y profesión».
Coleman describe así la transformación que de la desprogramación y la terapia de reinserción
se opera: A salvo en brazos de papá y mamá, y practicadas por los antisectarios. (Barker, Movements
exonerados de toda responsabilidad por las deci- 128.)17 Robbins amplía dicho concepto (96-97):
siones tomadas hasta entonces, estos individuos se
muestran ansiosos de legitimar aún más su nueva La creencia generalizada en la va-
postura atacando a otros que se hayan apartado lidez de las recriminaciones de lavado
del camino de la virtud (Robbins, Shepherd y de cerebro que se hacen a las sectas se
McBride 73-74). deriva en gran parte de los relatos de
ex adeptos convertidos en activistas de
las organizaciones hostiles a los NMR.
El proceso de conversión a la ideología Diversos estudios llevados a cabo por
antisectaria: De la devoción a la apostasía sociólogos revelan que las personas
que pasan de una postura de fervor por la causa [...] Difícilmente podría alegarse que
a otra de repudio total de la misma, y el notable tales fuentes constituyen un medio
.
«parecido» que existe entre los diversos recuentos de hacer una evaluación objetiva de
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de los horrores cometidos por las sectas, han de- quienes ingresan en religiones de corta
terminado que todo ello es consecuencia directa trayectoria. (Coleman, Reign 323).
17
Barker incluye además la siguiente nota:
Lewis (s. f.), p.15; James Lewis, Reconstructing the “Cult” Experience: Post-Involvement Attitudes as a Function of Mode of Exit and Post-
.
Involvement Socialization, «Sociological Analysis», vol.47, nº2 (1986). Las conclusiones del estudio de Lewis son prácticamente idénticas a las
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de una investigación anterior realizada por Trudy Solomon, que apareció en Robbins and Anthony [ed.] 1981, pp.275-294. Cf. Bromley [ed.] 1988,
especialmente la parte III.
Es típico que los apóstatas —cuyo
¿Por qué se asemejan tanto los relatos
cambio de roles es coordinado por el
sobre las presuntas atrocidades
movimiento antisectario a través de
cometidas por las sectas?
rituales de transformación de la iden-
versos abandonan su credo con la misma lige- de un prolongado cautiverio. Aunque
reza con que lo abrazaron. La mayoría de los que los detalles específicos de esos relatos
se alejan de un movimiento religioso alternativo personales varíen, [...] el recuento del
describen de forma muy diversa la experiencia de cautiverio resulta esencial para que los
haber pertenecido a él. Los recuentos son en al- antisectarios puedan cumplir sus obje-
gunos casos positivos, en otros ambivalentes y en tivos de control social. Para demostrar
otros, de franco desencanto (Wright, Rothbaum capacidad e intención subversiva, se
y Jacobs citados por Bromley 40). Bromley añade esgrimen incriminaciones acerca del
que «la mayoría de los que abandonan un NMR empleo deliberado e intensivo de la
no adoptan una postura francamente antagónica psicotecnología como método para
hacia él y por tanto dejan la arena pública en manos socavar el libre albedrío del individuo,
de un reducido grupo compuesto por aquellos ex y de prácticas organizativas sistemá-
miembros afiliados a movimientos antirreligiosos» ticas que tienen por objeto sabotear
(40). Stuart Wright incluso afirma que muchos un conjunto de instituciones sociales
antiguos prosélitos tienen conceptos positivos de su centrales [...]. Así, el movimiento anti-
experiencia: «De hecho, en muchos casos definen sectario legitima su ideología en torno
su otrora consagración como un episodio necesa- al lavado de cerebro que practican las
rio y significativo para su desarrollo espiritual y sectas (42).
socioemocional» (Bromley 87-88).18
El segmento mayoritario de quienes se apar- Lee Coleman añade:
tan de una religión de reciente cuño lo hace por
voluntad propia y procura una reinserción discreta «En vista de las realidades de la
en ámbitos sociales convencionales reanudando psicología social —sobre todo la ne-
actividades familiares, laborales y educacionales cesidad del ex integrante de una secta
(Bromley 40-41). Por contrapartida, rara vez ocurre de justificar sus anteriores acciones
lo mismo con los que han sido sometidos a una des- mediante argumentos que lo eximan
programación o terapia de readaptación. Quienes de toda responsabilidad—, la mayoría
se adhieren a las doctrinas de las organizaciones de los estudiosos de la materia concuer-
hostiles a las sectas alegan haber sido víctimas de dan en que los testimonios de estas
lavado de cerebro. Los recuentos que hacen de las personas en cuanto a la causa de su
«atrocidades» cometidas por el movimiento en el conducta son sumamente sospechosos.
que militaban guardan extraordinaria similitud. Su En ningún caso debe atribuírseles un
finalidad es predisponer a los oyentes en contra de aura de validez científica (Robbins,
dicho movimiento. Pero ¿de dónde obtienen ideas Shepherd y McBride 73-74).
tan calcadas? El sociólogo David Bromley analiza
dicho fenómeno en un capítulo titulado Social En su análisis de este fenómeno, James
Construction of Contested Exit Roles (Interpretación Richardson amplía:
social de roles de reinserción cuestionados):
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18
Eileen Barker añade: «En algunos casos, es cierto que un entorno seguro y acogedor en el que se imparten directivas claras y concretas
capacita a una persona para hacer frente a situaciones que no se animaba a afrontar fuera del grupo. Es más, ciertos indicios sugieren que en
diversos aspectos algunas personas se desenvuelven mejor a consecuencia de su estadía en algún movimiento”. (Barker 1989: 55-57) El informe
.
Hill, titulado The Study of Mind Development and Groups, Sects and Cults in Ontario, presentado al gobierno provincial de Ontario (Canadá), afirma:
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«Apenas una pequeña minoría [...] dio cuenta de experiencias totalmente negativas. La mayoría de los que integraron algún grupo religioso —si bien
se habían desencantado profundamente del mismo en ciertos aspectos— no manifestaban mayores desequilibrios y admitieron que su permanencia
en el movimiento tuvo algunos efectos positivos. Muchos de los que se consideraban víctimas o experimentaron dificultades psicológicas rayanas
en la crisis nerviosa dan la impresión de haber padecido trastornos antes de su ingreso en el movimiento. Unos pocos habían sido evidentemente
inestables» (Hill 1980: 552).
El Informe Hill, encargado por el gobierno de Ontario (Canadá) y presentado ante el mismo, concluyó con la recomendación de que «no
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ameritaba realizar una investigación pública en torno a las controversias surgidas de las actividades de sectas, agrupaciones que promueven el
desarrollo de la conciencia, nuevos movimientos religiosos ni desprogramadores» (Hill 1980: 596).
En la historia de movimientos Para llegar a la conclusión de que
religiosos polémicos, algunos de sus el sometimiento psicológico no es más
críticos más fervientes han sido los ex que un mito no hace falta examinar en
miembros de los mismos [...]. Algunos detalle los métodos de conversión o
de esos detractores han participado en adoctrinamiento empleados por muchas
actividades extremistas, tales como des- agrupaciones a las que se califica de «sec-
programaciones y denuncias públicas tas». Puede que el cuadro del autómata
que han espoleado a las autoridades a irracional que —convencido de que
actuar contra dichas agrupaciones. En obra conforme a su voluntad— se limita
tales casos, los móviles no siempre se a cumplir los deseos de terceros sirva
hacen patentes; lo que sí queda claro para preparar guiones de películas emo-
es que en algunas ocasiones los ex pro- cionantes, pero no es consecuente con la
sélitos consagran su vida a iniciativas psicología del ser humano. Quienes se
de control social. Es posible que in- amoldan a las expectativas de conducta
viertan mucho tiempo informando a de un grupo optan voluntariamente por
la prensa, autoridades gubernamentales hacerlo (Reign 323, 324).
—incluida la policía— y al público en
general acerca de las presuntas aberra- Los estudios llevados a cabo por diversos acadé-
ciones cometidas por el grupo al que micos confirman que el ingreso y la permanencia de
pertenecían (Bromley 76). un individuo en una religión de reciente formación
son consecuencia de un proceso de toma de decisio-
nes. Esto contradice diametralmente lo alegado por
Acatar las normas del orden social no los defensores de la teoría del lavado de cerebro, que
equivale a tener lavado el cerebro procuran atribuir a ese proceso un carácter forzado
ciertos productos. El orden social mismo subsiste investigaciones sociológicas realizadas hasta el
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en gran parte gracias a un complejo entramado momento indican que no existe base alguna para
de influencias y persuasiones que inevitablemente considerar que los procesos de decisión que de-
imponen ciertos límites a la libertad y autonomía terminan el ingreso en un movimiento religioso
del individuo, sin afectar por ello su facultad de alternativo difieren de los que regulan la adhesión
raciocinio ni socavar su capacidad legal. Las nue- a asociaciones y actividades voluntarias de otro tipo
.
vas religiones no constituyen una excepción a esta similares en una población comparable» (Melton
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venientes del ámbito eclesiástico en una categoría nes exentas de pago de impuestos en
separada. Les atribuyen el apelativo de counter-cult caso de incurrir en ciertos delitos. Más
(contrasectario) para diferenciarlo de anti-cult (anti- bien proponen que las sectas se funda-
sectario). Por lo visto, los motivos y los medios que mentan en un delito creado por ellas
esgrimen los antisectarios seculares para oponerse mismas, el cual lamentablemente no ha
a las nuevas religiones difieren sustancialmente de sido reconocido como tal por la ley, al
aquellos empleados por los grupos antagónicos menos hasta el presente. A ese delito se
de carácter religioso (contrasectarios), toda vez lo denominó originariamente «lavado
que estos concentran sus ataques en el aspecto de cerebro». Pero teniendo en cuenta
teológico-religioso. que el término ha sido desacreditado
Introvigne subraya las diferencias entre am- por investigadores de la salud mental,
bos: le han asignado nuevos motes, entre
ellos, subordinación, manipulación
Sin embargo, los ministerios cris- o desestabilización mental. [...] Las
tianos no alegan que las sectas no sean narrativas de lavado cerebral ofrecen
religiones. Se empeñan más en señalar un instrumento poderoso y de fácil
que las mismas no son cristianas y empleo para distinguir entre religio-
que, por lo tanto, se circunscriben nes y sectas. Éstas últimas se valen del
dentro de la categoría más amplia de lavado de cerebro —o «coacción» y
«religiones falsas». Los enemigos evan- «manipulación mental»—. En cambio,
gélicos de las sectas no procuraron el las confesiones religiosas, por defini-
apoyo del Estado ni reclamaron que ción, respetan la libertad. Por ende,
a éstas se les debía retirar sus preben- formar parte de una de ellas consti-
das de organización religiosa exenta tuye un ejercicio del libre albedrío
del pago de impuestos. Su principal (Introvigne).19
inquietud era la de advertir a sus her-
manos evangélicos acerca del carácter La historia abunda en ejemplos de grupos re-
no cristiano de las mismas. Los cien- ligiosos marginales atacados por las confesiones
tíficos sociales normalmente califican dominantes (Cox, citado por Needleman y Baker
de contrasectarios a dichos ministe- 125-129). Bromley y Shupe explican esta situación
rios evangélicos para distinguirlos del en un contexto histórico:
movimiento antisectario secular. Este
último afirma estar más interesado en Tradicionalmente, los grupos que
los actos que en los credos y procura se oponen a los NMR han surgido de
obtener la colaboración de organismos confesiones de larga trayectoria o de
públicos para combatir a los grupos distintos estratos de los poderes del
que ellos perciben como desviados o Estado. Al mismo tiempo estos grupos
subversivos. A diferencia del movi- han atraído a individuos que entraron
miento contrasectario evangélico, el en pugna directa y personal con las
movimiento antisectario secular —en nuevas religiones. Para las confesiones
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concentrar sus críticas en las creencias, hacia ellas. Los dirigentes de dichas
el ACM concluye que las sectas no son confesiones suelen advertir a sus fe-
merecedoras de pertenecer a la privi- ligreses sobre los peligros espirituales
legiada categoría de religión, puesto que entrañan las nuevas religiones y
.
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19
En el siguiente vínculo de Internet del CESNUR www.cesnur.org/testi/se_brainwash.htm el lector encontrará un extenso archivo de documentos
y análisis académicos en inglés sobre el debate generado en torno a la cuestión del lavado de cerebro/manipulación psicológica.
se empeñan en refutar las enseñanzas Brainwashing).
de éstas. Cuando se ha presentado la James Richardson resume esta situación, que
ocasión, no han vacilado en solivian- amenaza con poner cortapisas a la libertad de con-
tar a la opinión pública y espolear a ciencia:
las autoridades para que emprendan
acciones punitivas. Se trata de orga- Permitir que se encasille la con-
nizaciones formadas con el expreso versión religiosa dentro del calificativo
propósito de desprestigiar y combatir de «lavado de cerebro» y se traslade al
a una o varias religiones alternativas ámbito judicial para que un magistra-
(Impact 17-19). do se pronuncie al respecto, equivale
a nada menos que obligar al Estado
Robbins señala que «ciertos dirigentes eclesiás- a ejercer control de la religión y dic-
ticos [cristianos fundamentalistas, representantes de taminar qué constituye una creencia
confesiones más arraigadas y de algunas asociaciones religiosa aceptable. [...] Decir que hay
judías] han participado activamente en campañas que prevenir que una persona sufra
de hostigamiento a los grupos sectarios20 (172-173). «lavado de cerebro» no es más que
Bromley y Shupe añaden que «los cuáqueros, los un modo peyorativo de afirmar que
adventistas del séptimo día, los mormones, los tes- se le debe impedir que abrace creen-
tigos de Jehová, los menonitas, la Ciencia Cristiana cias que podrían transformar su vida.
y aun ciertos grupos católicos han sido en diversas Así el fuero judicial —en nombre del
ocasiones blanco de imputaciones sorprendente- Estado— se toma la atribución de
mente similares a las que se vierten contra religiones determinar qué conversiones religiosas
de aparición más reciente» (211-212). constituyen un «gran abuso» y por
Adoptar una actitud pasiva frente a la comisión tanto deben sujetarse a mecanismos
de un delito no habla muy bien de la integridad reguladores, hasta el punto de liquidar
moral de una persona. No obstante, los represen- a una confesión religiosa socavándola
tantes de muchas confesiones de larga trayectoria económicamente por medio de liti-
han hecho poco o nada para detener los ataques de gios prolongados y sentencias que la
las organizaciones antisectarias contra los NMR. obliguen a pagar cuantiosas sumas en
Es más, algunos se han sentido justificados al con- compensaciones por daños morales
denar a las confesiones alternativas tildándolas (Richardson 1991).
de falsas religiones. Como consecuencia de ello,
el movimiento antisectario ha incrementado su
influencia, y en algunos países ahora se aventura Prensa, mitomanía y coacción psicológica
a lanzar embates contra las propias confesiones
tradicionales.
En Bélgica, por ejemplo, un informe sobre las
T al vez sean los prejuicios o simplemente el tedio
de la rutina cotidiana lo que hace a la gente
vulnerable a los relatos artificiosos de los mitómanos
sectas elaborado por una comisión parlamentaria de hoy en día. O quizá obedezca a una tendencia
incluye acusaciones disparatadas contra cinco desta- innata a creer en lo insólito. Cualquiera que sea la
cados grupos católicos —entre ellos la Renovación explicación, en los tiempos en que vivimos el arte
Carismática—, los cuáqueros, la YWCA, los judíos milenario de forjar embustes y mitos prospera de
hasídicos y casi todos los budistas. Conjuntamente modo alarmante. Ello es atribuible en parte a que
propone un proyecto de ley que tornaría ilegal la la prensa depende del sensacionalismo, y a que se
«manipulación psicológica» (informe sobre sectas atrae deliberadamente la atención pública como
elaborado por la comisión parlamentaria belga y medio de manipulación y de obtención de lucro. Lo
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20
La revista «Atalaya», 15.8.92, informa que en 1991 la Iglesia Católica convocó un consistorio [asamblea solemne de cardenales] a fin de
debatir ciertos asuntos de importancia vital para ella, como por ejemplo la acometividad de las sectas. Según información publicada por el periódico
italiano IL Sàbato, los cardenales «concordaron en que era necesario llevar a cabo un estudio exhaustivo del fenómeno de los nuevos movimientos
religiosos y prevenir —en la medida de lo posible— la expansión de los mismos».
El 21 de noviembre de 1977, la Unión de Congregaciones Hebreas de Estados Unidos adoptó oficialmente una declaración denominada
Resolution on Missionaries and Deprogramming. La misma reza: «Reafirmamos nuestro derecho de emplear métodos de desprogramación legales.
Recomendamos que nuestro movimiento aúne esfuerzos, tanto en el ámbito metropolitano como en el nacional, con individuos y organizaciones
.
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preocupados por las actividades de las sectas, y que junto a ellos pongamos todo nuestro empeño en erradicar la influencia de las mismas en
nuestra sociedad» («Cultic Studies Journal», vol.2, nº2 [1986]).
a todo el mundo con el objeto de provocar cierta Dada la fuerte carga emocional que
reacción. Cada vez más se propagan las noticias transmiten, los recuentos de ese tipo
para causar un efecto predeterminado y no tanto venden periódicos y congregan grandes
para mantener al público informado. Los medios audiencias televisivas. En consecuencia,
de difusión se han convertido en una gigantesca los directores de periódicos y canales de
industria de mitos capaz de diseminar información radio y televisión tienden a adoptar ese
y desinformación en todo el mundo prácticamente enfoque (Wright, Attitudes 156).
a la velocidad de la luz.
Una de las tácticas más utilizadas por los gru-
pos de presión antisectarios es incitar a la prensa
Las organizaciones antisectarias y el
y a la justicia a investigar a un grupo religioso negocio de los «especialistas»
minoritario vulnerable con el objeto de poner en
entredicho la reputación moral o legal del grupo
en cuestión. Suministran a los organismos oficiales
L as organizaciones antisectarias modernas se ro-
dean de «un grupo de psiquiatras ruidosos, que
declaran repetidamente en juzgados, conferencias
y a los medios periodísticos toda la información y ante la prensa haber hallado pruebas fehacientes
calumniosa que puedan recabar con el fin de iniciar de «coacción psicológica» (Robbins, Shepherd y
o intensificar una campaña publicitaria contra el McBride 71).
grupo al que deciden atacar. Cantidad de «paquetes» Coleman señala la necesidad de que el mito
de desinformación llegan a manos de organismos del lavado de cerebro fuera ratificado por «espe-
gubernamentales y agencias noticiosas, que con el cialistas»:
tiempo van cobrando aceptación como datos fiables
acerca de diversos grupos religiosos. Sumado a eso, Una cosa es que unos cuantos pa-
las organizaciones antisectarias azuzan a los padres dres de familia y un reducido número
de prosélitos de NMR para que presenten denun- de apóstatas invoquen dicha teoría [del
cias contra los mismos y presionen a los medios lavado de cerebro], y otra muy distinta
de difusión y a los organismos gubernamentales a conseguir que se confiera validez a la
tomar las medidas pertinentes. Toda acción em- misma en un juzgado. En todo caso,
prendida en ese sentido genera publicidad gratuita para que se concedieran curadurías era
en interés de los detractores de las sectas, y a la vez necesario el testimonio de profesio-
suscita una medida de paranoia generalizada que nales de la salud mental. Igualmente,
lleva a la prensa, a las familiares de los prosélitos y a para que se aprobara un proyecto de
grupos minoritarios a acudir a dichos antisectarios ley de curatela dirigido específicamente
en busca de asistencia en calidad de «especialistas». contra nuevas agrupaciones religiosas
A la prensa, por su parte, le viene al dedillo esta o para que se sentenciara a alguien por
relación simbiótica generadora de sensacionalismo el delito de coacción psicológica era
con los grupos antagonistas de las sectas, ya que preciso contar con el apoyo de psicote-
ello incrementa sus tiradas y su teleaudiencia. Por rapeutas. Para respaldar un testimonio
su parte, los grupos minoritarios generalmente no presentado en un juzgado o en una
cuentan con suficiente influencia o respaldo de la cámara legislativa, hacía falta docu-
opinión pública para defenderse de forma eficaz. mentación científica. Era necesario
James Richardson hace el siguiente análisis: que el concepto de coacción psicoló-
gica no fuera solamente una opinión
La prensa constituye la estructu- personal, sino un hallazgo científico
ra mediática más importante entre el legítimamente comprobado. Esa do-
público y las religiones marginales. [...] cumentación no tardó en elaborarse
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Todas las grandes cadenas han emiti- y fue preparada mayormente por los
do películas hechas para televisión en mismos profesionales que con frecuen-
.
torno al tema del «rescate de sectarios cia habían recomendado hacer uso de
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dentro del concepto de que «las sectas se Bromley y Hammond también evocan la fun-
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roban a los niños o dividen la familia». ción de los profesionales para mantener a flote a
las organizaciones que luchan contra los pequeños un elevado porcentaje de sus ingresos
movimientos religiosos: «Los profesionales han por el asesoramiento que brinda en
desempeñado un papel protagónico en la red de procesos judiciales contra las sectas»
organizaciones que combaten a las minorías religio- (Richardson 59).
sas. Aportan sus conocimientos para la formulación
de leyes dirigidas contra las sectas, dan testimonio
pericial en los procesos judiciales entablados por ex La nueva psicología y los testimonios
integrantes de movimientos religiosos alternativos, de los «especialistas»
y ofrecen sus servicios profesionales en las terapias
de reinserción» (225-229).
Robbins (170-172) documenta la explotación
L a participación de psicólogos y psiquiatras en
procesos judiciales es cada vez más frecuente.
Sin embargo, no deja de generar innumerables
económica de la psicosis generada en torno a las controversias. Los estudios demuestran que muchos
sectas: profesionales no aportan conclusiones válidas o
dignas de crédito, y que éstas no necesariamente
La histeria que se produce con son más precisas que las de personas profanas, lo
relación a las «sectas destructivas» da cual pone en entredicho la suposición de que los
lugar a ciertas condiciones propicias psicólogos y psiquiatras están a la altura de los
para que profesionales diplomados requerimientos jurídicos en lo que hace a pericia
adquieran y promuevan una nueva y profesional.
prestigiosa especialidad: la de terapeu- «En la mayoría de los casos en que se han
tas y rehabilitadores de víctimas de las cotejado dictámenes psiquiátricos con criterios
sectas (Kilbourne and Richardson 237; desapasionados que gozan de aceptación, se hizo
Robbins y Anthony 283-297). Se insta patente que dichos dictámenes eran erróneos». Tal
a seguidores —o ex seguidores— de afirmación la hizo el doctor Jay Ziskin, psicólogo y
religiones de nuevo cuño y a personas abogado de Los Ángeles, que junto con David Faust
traumatizadas por el hecho de que —director de la sección de psicología del Hospital
algún familiar suyo forme o haya for- Rhode Island y profesor adjunto de psiquiatría y
mado parte de una secta, a someterse conducta humana de la Universidad Brown— es
a terapia o asesoramiento. Algunos autor del libro Coping with Psychiatric Testimony
clínicos han defendido activamente (Análisis de la validez del testimonio psiquiátrico)
esa postura. (1995). Ziskin y Faust sostienen que «a causa de
Algo que vale la pena recordar es las actitudes, valores y prejuicios del examinador»,
que las organizaciones antisectarias no las evaluaciones psiquiátricas y los métodos em-
son sociedades benéficas. Los expertos pleados para llevarlas a cabo se caracterizan por
y demás personas empleadas por di- estar «peligrosamente minados de tergiversaciones,
chas organizaciones no son voluntarios datos incompletos e imprecisiones». No obstante,
consagrados a la causa, sino individuos cada vez con más frecuencia se aduce e incluso se
muy bien remunerados, algunos de da por sentado que los «testimonios» psiquiátricos
los cuales reciben un alto porcentaje que prestan «especialistas» en los procesos judicia-
de sus ingresos por los servicios que les son dignos de toda confianza.21 Ziskin y Faust
prestan en aras del desmantelamiento escriben:
de los NMR. Tales practicantes de la
seudomedicina ofrecen sus servicios A medida que tanto los magistra-
como testigos o conferencistas «espe- dos como el público tomen conciencia
cializados». Si se pusiera en evidencia de la inmensa discrepancia que exis-
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21
La poca fiabilidad del diagnóstico psiquiátrico ha quedado claramente demostrada en el «California Law Review» (vol.62: 693).
cia de un especialista y la exactitud tosugestión queda inmejorablemente
de sus conclusiones sean en algunos expuesta en el cuento El traje nue-
casos inversamente proporcionales, vo del emperador, de Hans Christian
bien pudiera ocurrir que un jurado Andersen. A mi modo de ver, se aplica
aceptara como válida la opinión de un de manera singular a la veneración que
experto muy convincente e hiciera caso se tributa actualmente a la psicología
omiso de la de otro profesional que y los psicólogos. En esencia, el cuento
se expresara con una prudencia más se refiere a la pleitesía que se rinde a
acorde con las circunstancias. Dada las opiniones de los especialistas, a la
la naturaleza tan subjetiva de un testi- insensatez de dejar que los juicios de
monio especializado y la facilidad con los expertos primen por encima del
que puede ser parcial, es muy suscep- sentido común. [En esa historia] cada
tible de ser invocado arbitrariamente. uno piensa: «Yo no veo nada; pero
La participación de especialistas en ¿quién soy yo para emitir juicio?» Dado
procesos judiciales supone una enorme que en nuestra cultura la psicología ha
pérdida de tiempo —que ya de por sí sido elevada a una suerte de categoría
escasea en los juzgados— e implica imperial, y gracias en parte a que todas
un costo de millones de dólares que las personas inteligentes afirman que
salen del bolsillo de los contribuyentes. se viste con ideas de elegante confec-
Además, estos especialistas ocasionan ción, nuestra certitud se ve superada
el riesgo de que se ponga en tela de por el peso del dictamen pericial de
juicio la competencia profesional o la los psicólogos.
conducta de sus colegas. (La bastardilla Gran parte de la indumentaria de
es nuestra.)22 la psicología es en verdad invisible. Los
cristianos creen igualmente en diversas
Un buen número de prestigiosas autoridades fuerzas ocultas. La psicología —al igual
en el campo de la salud mental sienten honda que el cristianismo— es hasta cierto
preocupación ante la creciente desconfianza que punto cuestión de fe (3-6, 8, 15).
se advierte hacia su profesión. El doctor Walter
Reich, psiquiatra del National Institute of Mental El movimiento antisectario ha capitalizado
Health (Instituto Nacional de Salud Mental) de el concepto popular de que los profesionales de
los EE.UU., señala con gran acierto: «Al incur- la salud mental son «especialistas» legítimos en
sionar en terrenos en los que carece de la debida un tribunal. James Richardson lo señala en estos
capacidad pericial, la psiquiatría se perjudica a sí términos:
misma, devalúa su propio prestigio. En lo que se
refiere a casos de [lavado cerebral], la experiencia Las organizaciones antisecta-
con que cuenta la psiquiatría es insuficiente, y no rias, entre ellas, la American Family
se ha puesto a prueba con la amplitud que exige el Foundation (AFF) y la [otrora] Cult
caso. En un contexto jurídico, no equivale a una Awareness Network (CAN), han tenido
opinión pericial» (Reich 1976: 403). un éxito considerable en lo que se refie-
En su libro The Emperor’s New Clothes—The re a moldear la opinión pública, tanto
Naked Truth about the New Psychology (El traje en los EE.UU. como en el extranjero.
nuevo del emperador: La verdad desnuda en torno Es más, el CAN y la AFF mantienen es-
a la nueva psicología), William Kirk Kilpatrick trechos vínculos con representantes de
—profesor adjunto de psicología educacional de la la profesión psicoterapéutica y ciertos
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22
Cf. The Expert Witness in Psychology and Psychiatry, escrito por David Faust y Jay Ziskin y publicado en «Science», vol.241 (7.1988).
necesitan asistencia psicológica; dado que —según alegan los mitómanos— todo
2) ciertos políticos que están a fa- prosélito de una religión de nuevo cuño es un au-
vor de promulgar legislación contra tómata cuyas facultades mentales están en manos
las sectas; ajenas y, por tanto, debiera ser «rescatado».
3) asistentes sociales y asesores que William Shepherd (31-37, citando a Robbins
afirman que las sectas destruyen la y Anthony, 286) deja constancia de ello:
familia, y
4) algunos dirigentes religiosos «Ausencia de pensamiento autó-
que, oficiando de guardianes, procu- nomo», «robotización», «obediencia
ran mantener a salvo sus respectivos extrema» y «lavado de cerebro» no son
dominios, alegando que las sectas ro- más que términos sustitutivos para
ban niños o que son obra del propio decir patología y trastorno mental.
Diablo. En algunos casos, participan Una vez que se atribuye a alguien un
los padres de algún converso, que por comportamiento involuntario, se en-
el hecho de gozar de una posición so- tra en el terreno de la patología, de la
cial o política destacada, están en con- medicina.
diciones de obstaculizar seriamente la La postura médica oficial [...] en
labor del grupo y ofrecer asistencia a torno a lo no convencional concede
quienes se oponen al mismo (Bromley a los detractores de las sectas una vía
y Shupe; Richardson, Mental Health, para estigmatizar la adhesión a una
Evolution). religión minoritaria, calificándola de
patológica. Rescatar «víctimas» es un
objetivo loable, por lo que elementos
El asalto a los NMR se traslada al contexto que se toman la justicia por su mano
médico con el objeto de burlar las —¿policía ideológica?— no tienen
garantías constitucionales por qué poner demasiado empeño en
organizaciones minoritarias sobre la base de que por nen por finalidad recabar el apoyo del
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definición todos sus integrantes han sido víctimas Estado, las iglesias, los profesionales
de «lavado cerebral». En consecuencia, no están de la salud mental y otros sectores
capacitados para practicar «libremente» su religión, de la sociedad para acabar con lo que
23
.
Shepherd (1985: 31-37) añade a dicha cuestión: «La amenaza de las sectas se convierte así en una cuestión de índole médica, hasta el
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punto de que algunos fueros judiciales consideran que los perjuicios involuntarios ocasionados por procesos de persuasión coercitiva traumáticos
y patógenos justifican la intervención gubernamental de las actividades de las sectas».
consideran una amenaza sin prece- prestan servicios de comunicación y visitan cole-
dentes. En aras de dicho objetivo, no gios y organismos oficiales para impulsar su causa,
vacilan en hacer caso omiso de garan- todo ello, pese a no contar con el aval de estudios
tías constitucionales, procedimien- científicos elaborados por profesionales del ramo
tos establecidos para la investigación y círculos académicos.
científica y toda consideración ética. David Bromley pone de relieve el importante
Quieren hacernos creer que las sectas papel que desempeñan los desavenidos ex integran-
suponen un peligro extraordinario e tes de NMR en el movimiento antisectario:
inusitado, a fin de justificar el empleo
de medios igualmente extraordinarios Los recuentos que hacen los após-
e inusitados para eliminarlas (Impact, tatas de su cautiverio y de las atroci-
xiii-xv). dades institucionales que presenciaron
durante el mismo son parte esencial de
Cuanto mayor sea el poder que se otorgue al toda campaña de presión, entrevista en
Estado para dictaminar qué creencias y prácticas los medios de comunicación, audiencia
religiosas son racionales y cuáles aberrantes, mayor testimonial y sesión de desprograma-
será el riesgo de que éste imponga un totalitarismo ción promovida por las organizaciones
en lo que a doctrinas religiosas se refiere, tal como de lucha contra las sectas. El carácter
ocurrió en la otrora Unión Soviética, donde en de todas las iniciativas de control social
muchos casos a quienes profesaban activamente la que se emprenden contra los NMR se
fe cristiana se los «hospitalizaba» o se los enviaba ve afectado por una eficaz degradación
al gulag (campo de concentración) a fin de recibir del prestigio moral de éstos. Las vio-
«tratamiento». laciones a las que se hace referencia
son tan fundamentales y masivas que
cualquier reclamo de inocencia puede
El activismo antisectario desestimarse en forma sumaria. Los
Las organizaciones detractoras de las sectas nuevos movimientos religiosos en algunos países
conforman una red internacional de la que se valen de ese continente. En varios de ellos se formaron
.
para editar sus propias publicaciones. Colaboran comisiones parlamentarias con el objeto de investi-
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con individuos de ideas afines que dedican su gar a las «sectas». Dichas investigaciones recurrieron
tiempo a definir y realizar investigaciones sobre en gran parte a las organizaciones antisectarias así
presuntos patrones de conducta que confirmen las como a testimonios de apóstatas. Muchas de las
teorías que promueven; a saber, que las religiones nacientes democracias de Europa Oriental han
progresistas y de reciente aparición son inheren- seguido el modelo de sus contrapartes occidentales
.
temente perniciosas para quienes las profesan. Sus imponiendo restricciones aún más rigurosas a la
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«manipulación», mientras que ésta según los términos que se empleen para
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ticamente desconocido en Europa, lo que facilita mismo proceso, pero es evidente que
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dedicación, disciplina, entrega y su- tales: toda actividad realizada por un feligrés o in-
misión suelen adquirir valores muy tegrante de un NMR que «desfigure la información
disímiles (Van Driel y Richardson 54; que llega al cerebro», como alabar al Señor, entonar
también Dyson y Barker 202-225, que cánticos, bailar o dar palmas.
aparece además en Barker, Movements
39-42).
Insidias de las organizaciones antisectarias:
A continuación damos cuenta de algunos térmi- la campaña de desinformación
nos de uso generalizado para deslucir a los NMR, contra los NMR
con su correspondiente traducción al lenguaje
cotidiano (Biermans 1988: 38-39):
asesoramiento o terapia de egreso, rehabili-
A continuación daremos cuenta de apenas al-
gunas de las estratagemas propagandísticas
empleadas por las organizaciones antisectarias para
tación o readaptación o reinserción: término que distorsionar la percepción pública de las nuevas
describe el proceso por el cual un autodenominado ideologías religiosas:
«terapeuta de rehabilitación» demuestra a un miem-
bro de una religión alternativa —generalmente • Tomar un hecho negativo aislado dentro de
novicio— que ha sido víctima de «sometimiento una confesión religiosa minoritaria como repre-
psicológico», que su conversión religiosa es falsa, sentativo de lo que sucede en todas las nuevas
que los dirigentes del movimiento son manipula- religiones
dores y sirven a sus propios intereses, y que se están El movimiento antisectario exagera y difun-
aprovechando de él a causa de su ingenuidad. de ampliamente tragedias como la ocurrida en
bombardeo afectivo: término peyorativo que Jonestown y Waco, o con agrupaciones como la
se emplea para tachar toda demostración de afecto del Templo Solar y las Puertas del Cielo, u otras
o genuino interés por los demás que se dé en el situaciones de violencia aisladas, alegando que son
seno de una agrupación religiosa. una muestra de la forma de pensar de todo el que
condicionamiento mental: dado que el tér- profese una profunda fe religiosa y de las probables
mino «lavado de cerebro» no encontró aceptación consecuencias que sufrirá. John R. Hall, profesor
en el ámbito científico, muchas organizaciones de sociología de la universidad de California, llega
antisectarias optaron por esta nueva denominación incluso a afirmar que, de hecho, el movimiento
—o alternativamente, «persuasión coercitiva»— antisectario se beneficia de las tragedias que se
para describir los cambios que se producen en una producen en torno a las «sectas», y que tanto en
persona que ha experimentado una conversión Jonestown como en otros casos, desempeñó un
religiosa. papel preponderante en la precipitación de la crisis
lavado de cerebro: se emplea para dar cuenta (Wright, Armadeggon, 231).
tanto del proselitismo como del proceso de con- Así como no sería legítimo sostener que los
versión religiosa. conflictos violentos entre grupos étnicos de un
secta: «palabra de moda de la que abusan la país reflejan las circunstancias políticas del resto
prensa, las organizaciones que combaten a los NMR, del mundo, tampoco cabe afirmar que incidentes
los clérigos de confesiones religiosas dominantes como el de Jonestown —por trágicos y reprobables
—a quienes ya no les preocupa que el apelativo se que sean— tipifican la conducta ni las creencias de
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versión a una causa o religión poco aceptada, o tes— se las ha acusado de conducta
ilegal y violenta. En unos pocos casos, En resumidas cuentas, su alejamien-
sus dirigentes e integrantes han sido to radical transitorio les sirvió para
sentenciados por ella en un juzgado. madurar».
Cuando hemos sabido de tales activi-
dades y ha sido oportuno condenarlas, • Hacer caso omiso de toda documentación aca-
no hemos tenido reparo en hacerlo. No démica que no avale el mito de la coacción psi-
obstante, también sabemos que apenas cológica
un reducido número de agrupaciones En sus publicaciones, los detractores de las
ha sido blanco de acusaciones de peso sectas cierran los ojos ante las conclusiones de
acerca de transgresiones o conductas psicólogos, psiquiatras e investigadores sociológicos
violentas, y menos aún aquellas a las que no validen las teorías de la «robotización» y
que se les han demostrado estos ilícitos el «lavado de cerebro». Como tales, «las teorías de
en tribunales de justicia. El hecho de sometimiento psicológico forman parte de una
que se hayan dado unos pocos casos propuesta rechazada y sistemáticamente repudiada
no es motivo para condenar o incluso por la comunidad académica, las asociaciones pro-
sospechar siquiera de la inmensa ma- fesionales y los tribunales de justicia» (Introvigne,
yoría de confesiones. Brainwashing). A consecuencia de ello, términos
como «manipulación psicológica» se convirtieron
• Difundir información proporcionada casi ex- en palabras de moda que sirven al propósito de
clusivamente por ex adeptos resentidos. satanizar y estereotipar a una religión alternativa a
Al procurar información acerca de algún NMR, pesar de que no haya consenso académico alguno
los activistas de las organizaciones antisectarias que sustente tal concepto. «Ningún tribunal ha
raras veces se dirigen al movimiento que preten- dictaminado jamás, tras las correspondientes au-
den estudiar, sino que emplean casi como única diencias testimoniales, que organización religiosa
fuente a ex adeptos que albergan rencores contra alguna haya sometido a sus adeptos a coacción
los movimientos a los que pertenecían. Así, cultivan psicológica, persuasión coercitiva o lavado de ce-
y recopilan relatos de atrocidades. Sumado a eso, rebro» (nota 53, «Law Review» de la Universidad
hacen caso omiso de la abrumadora mayoría de de Nueva York, 1281). (Shepherd 31-37. La bas-
ex integrantes, que pese a ser menos vehementes, tardilla es nuestra.)
hacen recuentos muy distintos, con matices que Coleman señala: «En los casos en que investi-
van desde lo positivo hasta lo ambivalente. gadores más ecuánimes estudiaron diversos NMR
Las conclusiones de Wright lo confirman: sin incurrir en crasos «errores» metodológicos, no
hallaron señal alguna de las manipulaciones psi-
Por ejemplo, según un estudio cológicas ni de los perjuicios psicofísicos a los que
previo realizado por el autor, un 67% se hace referencia en los folletos propagandísticos
de ex adeptos de tres NMR afirmaron de los enemigos de las sectas» (Coleman, Religions
que la «experiencia los había ayudado 323).24
a madurar». Levine, quien estudió a
más de 800 jóvenes que estuvieron • Aprovecharse de los temores de familiares an-
vinculados a grupos extremistas, halló gustiados en vez de fomentar la tolerancia y la
que el 90% de ellos los había abando- comunicación
nado antes de los dos años y se había Las publicaciones antisectarias y la descripción
valido de aquella experiencia para ca- estereotipada de los nuevos movimientos religio-
pear turbulentas crisis de identidad sos exacerban los temores de los padres. Explotan
acaecidas en la temprana adultez. «Lo esas aprehensiones con el argumento de que si sus
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más relevante del caso —afirma— es hijos o seres queridos se incorporan a una nueva
que pudieron reanudar el tipo de vida religión jamás volverán a verlos. Lo cierto es que
.
que sus padres esperaban que vivieran el distanciamiento que se dé entre ellos depende
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y hallar satisfacción y sentido de reali- en gran parte de la actitud y los móviles de los
zación en el ámbito de la clase media padres y familiares que desean permanecer en co-
de la que habían abjurado totalmente. municación con el prosélito. Padres de familia a
24
Las siguientes publicaciones hacen referencia a estos investigadores y a los resultados de sus estudios: Bromley and Shupe 1979; Galanter
.
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et al., «American Journal of Psychiatry» 136 (1979), 165-170; Hill 1980; Levine and Salter, «Canadian Psychiatric Association Journal» 21 (6) [1979],
411-420; Ungerleider and Wellisch, «American Journal of Psychiatry» 136 (1979), 279-282.
quienes los enemigos de las sectas ceban con su cuenta de que existen entre tres y cinco
paranoia se muestran muy predispuestos a censurar mil grupos, es simplemente falsa. Al
y amenazar a los que forman parte de religiones cabo de una generación de estudios
minoritarias, lo cual no hace más que empeorar sus científicos, no hay indicio alguno de
relaciones con sus hijos y agudizar los cismas reales la autenticidad de esa cifra, por lo que
o imaginarios que existan entre ambas partes. Si los resulta difícil otorgar credibilidad a
padres intensifican su hostilidad, es posible que el quienes continúan perpetuando tan
prosélito sienta que la brecha abierta entre ellos se desorbitadas estadísticas.
ha hecho irreparable. Barker explica:
• Redefinir la conversión religiosa en términos
«Este proceso se ve muy exacerba- de «enfermedad mental»
do cuando los padres se dejan asustar Los más acérrimos detractores de las «sectas»
por informaciones sensacionalistas, o intentan definir los planteamientos y conflictos
cuando se los convence por algún otro que se generan en torno a ellas como cuestiones
medio de que su hijo se ha convertido esencialmente psicopatológicas (Robbins 1985:
en un autómata o individuo robotiza- 7-8).
do incapaz de razonar por sí mismo. Esta percepción simplista y secularista está muy
Los progenitores entonces comienzan difundida, y es avivada de cuando en cuando por
a «percibir» indicios de que sus hijos la imagen que recrea la prensa sobre los grupos
han experimentado una transforma- religiosos marginales, o por el puñado de «especia-
ción. No obstante, son muy pocas las listas» de tendencias claramente antirreligiosas que
probabilidades de que éstos últimos se desempeñan en las diversas ramas de las ciencias
hayan sido víctimas de siniestras ma- sociales y del comportamiento, así como por ciertos
nipulaciones de índole psicológica, y dirigentes eclesiásticos que se empeñan en proteger
mucho menos de que hayan sufrido a sus feligreses. Los antirreligiosos definen la fe
daños fisiológicos duraderos o siquiera y la conversión espiritual como modalidades de
temporales» (Movements 33-36). trastorno mental.
En su estudio de los integrantes de diversas
• Presentar estadísticas infladas con el objeto de sectas, Levine y Salter concluyeron que no había
generar temor y aprensión «diagnósticos psiquiátricos que pudieran aplicarse
Es muy común que los folletos de las organi- a la mayoría de los casos. Sería falaz afirmar que
zaciones antisectarias presenten al Gobierno, los esos prosélitos padecen trastornos emocionales
organismos de seguridad y la prensa cifras fraguadas más graves que otras personas». Los mencionados
acerca de la cantidad de miembros de un NMR, profesionales desecharon también la premisa de
sobre todo, estadísticas muy desmesuradas de la que formar parte de una «secta» indefectiblemente
cantidad de nuevas religiones que se hallan activas constituye una experiencia peligrosa para un indivi-
en el mundo. Estas exageraciones tienen por fina- duo. Afirmaron: «La generalidad de los individuos
lidad suscitar miedo y aprensión, y convencer a las que se incorporan a religiones marginales no sufren
autoridades de que las nuevas religiones suponen cambios de consideración, ni se ven perjudicados en
una amenaza para la sociedad por el simple peso mayor medida que si se hubieran adherido a algu-
de sus números. Además, se «confirma» así el mito na otra ideología o agrupación capaz de despertar
de la coacción psicológica, pues la presunta tasa de fervor, fuera ésta de índole política —digamos el
crecimiento de los mismos da a entender que sus comunismo—, narcótica —consumo de drogas— o
técnicas son muy eficaces. terapéutica —grupos primarios—» (citado por
Gordon Melton comenta al respecto: Bromley y Shupe 80-81).
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que aparece con frecuencia en los folle- Barker advierte: «Una vez que la sociedad co-
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lista en estudios de la religión— argumenta: «En los aspectos religiosos de los mismos calificándolos
muchas revistas especializadas se ha publicado gran de falsos e insisten en que no cuestionan creencias
.
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25
Shepherd (1985: 31-37) señala:
«Desde luego es posible que se produzcan casos de trastornos psiquiátricos. Sin embargo, las creencias religiosas que se apartan de
la norma no constituyen necesariamente y por definición un argumento plausible para que el Estado dictamine la imposición de tratamiento
psiquiátrico. Al emplear la retórica del trastorno mental para justificar injerencias es probable que disimulemos y a la vez exacerbemos tensio-
nes sociales que, en primer lugar, conceden cierto atractivo a una agrupación religiosa de reciente formación, y por otra parte dan pábulo a la
justa indignación de las organizaciones antisectarias (Robbins and Anthony 1982; Bromley and Shupe 1980). Al estigmatizar a los movimientos
.
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religiosos no tradicionales puede que obliguemos a sus integrantes a adoptar posturas aún más cerradas y marginales [intensificación de la
marginalidad] (Robbins 1979-80: 48)».
religiosas sino «conductas destructivas». Así se «especialistas» en la materia.
ponen a salvo de posibles litigios entablados por Es imposible establecer mediante pruebas con-
los grupos religiosos en defensa de sus derechos cretas y tangibles, o testigos oculares, la comisión
constitucionales. Al hacer hincapié en «conductas» de un «delito psicológico». Nadie ha presenciado
y «grupos destructivos», y paralelamente eliminar la usurpación de las facultades mentales de una
de la discusión cualquier connotación religiosa persona, sobre todo sin que ésta lo advirtiera. Es
o tildar al grupo de «seudorreligioso», en efecto un hecho innegable, de simple sentido común, que
esperan generar inquietud en círculos oficiales si bien se puede amenazar, sobornar, intimidar,
acerca de cuestiones que podrían ser legalmente torturar, chantajear y embaucar a una persona, o
punibles. cegarla manipulando sus emociones y sus sentimien-
tos de amor, nada de eso es capaz de producir un
autómata que renuncie de buen grado a su facultad
Conclusión de raciocinio y su libre albedrío para ponerlos en
de la prensa y reafirmar la necesidad de contar con sociólogos y psiquiatras dudan que tenga efectos
L A F A M I L I A
26
El colapso de los regímenes comunistas de Europa Oriental y la Unión Soviética es clara muestra de que no puede atribuirse ninguna validez
al lavado de cerebro y la persuasión coercitiva, aun cuando se apliquen por medio de la fuerza bruta. Los estados comunistas emplearon todo el
poder de que disponían para lavar el cerebro a sus ciudadanos durante más de setenta años, y evidentemente tuvieron muy poco éxito. El estado
soviético no hizo más que condicionar la forma en que el pueblo se conducía, no sus facultades mentales o ideas políticas. Lo lamentable es que
.
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precisamente cuando los otrora estados totalitarios del bloque comunista emergen de un oscuro período de intolerancia, naciones democráticas de
Occidente dan muestras de adoptar los mismos métodos para reprimir la religión.
duraderos27—, eso no resta legitimidad al princi- esta denuncia y las acusaciones que se lanzan hoy
pio de que toda persona tiene derecho a asociarse en día contra la Familia y otros movimientos reli-
a la confesión religiosa de su preferencia. Como giosos alternativos.
sugiere Lifton: «Es comprensible que ciertas per- En calidad de organización que propugna la im-
sonas prefieran la vida en una comunidad religiosa portancia del libre albedrío, La Familia ha adoptado
autónoma caracterizada por la reglamentación y la un Estatuto, que establece claramente los derechos
uniformidad de opiniones en vez de la alienación y y deberes de sus integrantes y da lugar a una amplia
la atomización tan propias de la sociedad pluralista libertad de elección y movimiento en el marco
y secularizada de hoy en día» (Robbins, Shepherd de sus creencias cristianas28. Aunque otorgamos
y McBride 59, 61, 67-68, citados en el Informe un valor preeminente al libre albedrío, también
Amicus 20). tenemos normas de actuación que nuestros compo-
Al invocar el argumento del lavado de cerebro nentes deben observar. Abrigamos además, ciertas
o la persuasión coercitiva para negar al individuo creencias religiosas a las que nuestros miembros se
su derecho inherente a profesar libremente su fe, adhieren en mayor o menor medida. Conformamos
las organizaciones antirreligiosas fomentan insi- una cultura cristiana en evolución que nos inculca
diosamente la intolerancia, que a la larga podría el amor a Dios y al prójimo. Contamos con un
conducir al menoscabo de los derechos de todos objetivo común y un propósito, y nos esforzamos
los componentes de la sociedad, cualesquiera sean por conducir y organizar nuestra vida de confor-
sus creencias religiosas. Como tal, el alegato de midad con ellos.
la «subyugación psicológica» no es solamente un La vinculación de nuestros integrantes a nuestro
debate académico, sino la piedra fundamental del movimiento es puramente voluntaria. Como tales,
activismo antirreligioso. Al permitirse que iniciati- son libres de abandonar nuestra hermandad cuando
vas contrarias a la fe prosperen libres de escrutinio lo deseen. Nuestra meta es predicar a Jesucristo, no
alguno, se sienta un precedente muy peligroso que engrosar nuestras filas. Somos conscientes de que
a la postre tendrá serias repercusiones para personas la vocación para desempeñarse como misionero
de cualquier confesionalidad. enteramente consagrado entraña grandes sacrifi-
cios y dificultades. Se trata de una profesión por
la que pocos optan. En vista de ello, nos tomamos
La Familia y el libre albedrío muy seriamente nuestra consagración a Dios. La
27
En el pleito seguido por Kropinski contra el movimiento de la Meditación Trascendental, el tribunal de apelaciones de la ciudad de Washington
desestimó los argumentos de la doctora Margaret Singer en el sentido de que el lavado cerebral es posible aun en ausencia de confinamiento e
.
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intimidación. Dicho tribunal concluyó: «Kropinski [...] no ha podido presentar pruebas de que la teoría particular de la doctora Singer —es decir, que
es posible emplear técnicas de manipulación psicológica sin hacer uso de amenazas ni de coerción física— goce de la aprobación de un porcentaje
significativo de profesionales del ámbito científico, y mucho menos de aceptación general». En marzo de 1991, el tribunal de primera instancia que
vio la causa dictaminó que la doctora Singer [...] no podía exponer en el juicio [sus] teorías de lavado de cerebro y coacción psicológica, dado que
éstas no contaban con un aval mayoritario en círculos científicos» (Richardson, 1991, p.23).
28
A mediados de febrero de 1995, la Familia adoptó unos estatutos que entraron en vigencia el 1 de abril de ese mismo año. Los Estatutos se
componen esencialmente de dos partes: «Deberes y derechos» y «Las reglas fundamentales de la Familia», además de las explicaciones pertinentes
.
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y apéndices. Los mismos delinean los principios, objetivos y creencias más importantes de nuestro movimiento y sus métodos de gobierno. Todos
los integrantes mayores de 16 recibieron un ejemplar personal de dichos Estatutos.
casi 29.500 personas que alguna vez vivieron en El hombre es libre cuando obedece a la pro-
nuestras comunidades, y de los casi 13.800 niños funda voz interior de la fe, cuando lo hace desde
nacidos en el seno de la Familia, aproximadamente adentro. El hombre goza de auténtica libertad
25.900 adultos y 7.400 niños ya no forman parte cuando pertenece a una comunidad pulsante, or-
de nuestra hermandad.29 De todos ellos, apenas gánica y creyente, cuando cumple activamente
una ínfima minoría se han convertido en apóstatas algún propósito aún no logrado, quizás aún no
vinculados a las organizaciones antisectarias, ya concebido (13).
seculares, ya religiosas. Claro está que como mo- Es nuestra intención que el presente documento
vimiento de gran diversidad étnica y cultural y en se emplee para reclamar y proclamar un derecho
proceso de maduración, hemos procurado aprender fundamental: la libertad de culto. Oramos que este
de nuestras experiencias y dado pasos tendientes texto informativo haya servido para demostrar que
a reconciliarnos con antiguos miembros. Hemos las teorías de la «coacción psicológica» y el «lavado
examinado sus quejas, rectificado errores y, siempre de cerebro» son mitos de los que se han apropiado
que ha sido posible, restablecido relaciones con las organizaciones antirreligiosas y ciertas confesio-
ellos. nes rivales con el objeto de impulsar su programa
Tal como lo confirman estas estadísticas, la no declarado de discriminación e intolerancia re-
Familia no alberga el deseo ni dispone de los ligiosa. No le pedimos que abrace nuestro credo,
medios para ganar adeptos ni para retenerlos si sino que se muestre usted tolerante con aquellos
éstos prefieren emprender un camino o ejercer cuyas creencias difieran de las suyas.
una profesión distintos de la vocación misionera En un discurso dirigido en 1994 en la American
que profesan sus integrantes. Asumir tal grado de Academy of Religion a la Religious Freedom Crisis
consagración al servicio a Dios y al prójimo no es Task Force (grupo de estudio sobre la crisis de la
posible sin el consentimiento expreso e inequívoco libertad de culto), Ramsey Clark —ex Procurador
del individuo, quien debe estar completamente General de la Nación— hizo la siguiente exhor-
convencido de que ese es el rumbo que desea dar tación:
a su vida. El apóstol Pablo aconsejó sabiamente a
los primeros conversos cristianos a que «cada uno Deseo declarar la crucial impor-
esté plenamente convencido en su propia mente» tancia que en mi opinión tiene para el
(Romanos 14:5). planeta fomentar la tolerancia religiosa.
En ese sentido, nuestro fundador, David Brandt Debemos extender la mano a aquellos
Berg (1919-1974), escribió lo siguiente: «Siempre cuyas religiones nos parecen diferentes
he sido partidario de contar únicamente con volun- a la nuestra y demostrarles que nos
tarios. Toda nuestra obra se basa en ese concepto: el interesamos por ellos y por el dere-
trabajo realizado voluntariamente y con alegría. “El cho que tienen a profesar su fe —tal
amor de Cristo me constriñe” (2 Corintios 5:14). como ellos la conciben— y a vivir de
Aunamos esfuerzos por amor a Él y al prójimo. conformidad con ella como mejor les
Cooperamos unos con otros espontáneamente y parezca. Es menester manifestarles que
por amor». los amamos y que haremos lo que esté
Como escribió D. H. Lawrence: a nuestro alcance por protegerlos.
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Desde 1969 se han llevado estadísticas sobre el número de miembros de La Familia y del grupo del que ésta procede: los Niños (o Hijos)
de Dios. Actualmente, los mayores de 16 años afectos a las comunidades de nuestra agrupación suman aprox. 6.000.
BIOGRAFÍAS
ca que confrontan al cristianismo en el mundo I Mormoni (1991), y editor de otros nueve en el
no occidental y en valores religiosos y conflictos campo de la sociología de la religión.
culturales. Ha desempeñado diversas funciones en la
International Society for the Sociology of Religion
Faust, David y la Federación Internacional de Universidades
El doctor Faust es director de la unidad de Católicas. Ha dado seminarios para grupos de sa-
psicología del Hospital Rhode Island y catedrático cerdotes y obispos católicos, dirigentes protestantes
asociado de la facultad de psiquiatría y comporta- y autoridades de organismos de seguridad en Italia,
miento humano de la Universidad de Brown. Dinamarca, Francia, Europa Oriental, América
Latina y los EE.UU.
Hadden, Jeffrey K.
Jeffrey Hadden, fallecido el 26 de enero de Kilpatrick, William Kirk
2003, fue profesor de sociología y estudios religiosos William Kilpatrick es profesor de psicopeda-
de la Universidad de Virginia. Fue presidente de la gogía en la Universidad de Boston, donde además
Southern Sociological Society (SSS), de la Association da clases de psicología del desarrollo y formación
for the Sociology of Religion (ASR) y de la Society moral. Se graduó en la Universidad Holy Cross y
for the Scientific Study of Religion (SSSR). Hadden además posee títulos de Harvard y Purdue. Dicta
publicó numerosos escritos en el campo de la so- conferencias sobre psicología y religión en mu-
ciología de la religión. Exploró además el uso de chos institutos y universidades norteamericanos.
Internet como recurso de estudio para alumnos y Entre otros libros, ha escrito: Psychological Seduction
el público en general, y en el sitio de Internet de (T. Nelson, Nashville 1983) y The Emperor’s New
la Universidad donde dicta clases (www.religious- Clothes: The Naked Truth about the New Psychology
movements.org), ha compilado una extensa fuente (Crossway Books, Westchester 1985), y Why Johnny
de información sobre la religión, los nuevos mo- Can’t Tell Right from Wrong (New York; Simon and
vimientos religiosos, la libertad de culto y asuntos Schuster, 1992). Además le fue otorgada una beca
religiosos de actualidad, entre ellos, la polémica en de la National Endowment for the Humanities.
torno al «lavado de cerebro».
Lewis, James R.
Hexham, Irving y Poewe, Karla El doctor Lewis es especialista en ciencias so-
Irving Hexham es profesor de estudios religio- ciales y autor y coautor de varios estudios y docu-
sos de la Universidad de Calgary, además de autor mentos científicos, muchos de los cuales versan
de varios libros y numerosos artículos y capítulos sobre la dinámica de integración en los nuevos
de libros ajenos. Su esposa —y en ocasiones, coau- movimientos religiosos.
tora— Karla Poewe, es profesora de antropología
en la misma universidad. Lifton, Robert J.
En 1961 el psiquiatra Lifton alcanzó notorie-
Introvigne, Massimo dad al publicar su libro Thought Reform and the
Massimo Introvigne es abogado y científico Psychology of Totalism: A Study of Brainwashing in
social, licenciado en teología y en filosofía, y doctor China. Especialistas y autoridades en la materia
en leyes (Universidad de Turín [Italia]). Es socio han desestimado los intentos de Lifton de hacer
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del bufete de abogados Jacobacci y Perani (el más extensivos a todo tipo de grupos y usos sociales sus
grande de Italia), además de profesor eventual en estudios sobre prisioneros de guerra norteamerica-
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la Reina de los Apóstoles, Roma. Es fundador y nos y sus teorías de «persuasión coercitiva». Lifton
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director ejecutivo del Center for Studies on New está estrechamente vinculado a L.J. West (sus datos
Religions (CESNUR), establecido en 1988 en Turín figuran más abajo) y suele intervenir como con-
y actualmente activo en Francia y los EE.UU. El ferenciante en los congresos que periódicamente
CESNUR conforma una red internacional de unos celebran las organizaciones de lucha contra las
700 académicos especializados en religiones mino- sectas, uno de cuyos principales exponentes fue la
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ritarias, que ha celebrado 15 conferencias interna- extinta Cult Awareness Network (CAN).
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gía, abogado y director del programa de Masters of ejerció en forma particular la psicología clínica.
Judicial Studies de la Universidad de Nevada, Reno, Actuó de testigo pericial en procesos contra grupos
donde dicta clases desde 1968, año en que obtuvo religiosos alternativos. Trabajó de profesora auxiliar
su doctorado en la Washington State University. En en la Universidad de California-Berkeley, pero jamás
1986 se graduó en leyes en la Facultad de Derecho de llegó a ostentar cargo permanente ni a recibir sueldo
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Nevada y obtuvo el título de abogado en el Estado por su desempeño en ese centro de estudios. Formó
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de Nevada. Es autor de seis libros y ha escrito más parte de la junta directiva del desaparecido Cult
Awareness Network (CAN). Con singular artificio Szasz, Thomas S.
en el manejo de figuras retóricas, la señora Singer Szasz nació en Budapest en 1920. Emigró a
expuso su teoría de «manipulación sistemática de los Estados Unidos en 1938. Estudió medicina
las influencias sociales». En pocas palabras, argu- en Cincinnati, hizo su residencia psiquiátrica en
mentaba que el engaño con que actúan los NMR la Universidad de Chicago y estudió psicoanálisis
conduce a una sicodependencia. Luego, según ella, en el Chicago Institute for Psychoanalysis. Szasz es
el control que el grupo ejerce sobre el individuo, cofundador y miembro de la junta directiva de la
debilita a éste y le infunde un pavor del mundo Asociación Norteamericana para la Derogación
exterior, lo que a la postre lo insensibiliza de tal del Estatuto de Internamiento Obligatorio en
manera que se ve impedido de hacer pleno uso de Hospitales Psiquiátricos. Asimismo integra la junta
las facultades mentales de que antes gozaba y, por directiva del Comité Nacional sobre el Delito y la
ende, de tomar decisiones autónomas con respecto Criminalidad. En 1973 la Asociación Humanista
a su conducta. Pese a que su teoría carece de base de Norteamérica lo declaró homenajeado del año
empírica, la presentaba con aires de legitimidad, merced a su labor humanitaria. Szasz es actual-
lo que no es así ni mucho menos. Sus postulados mente profesor emérito de psiquiatría en el SUNY
fueron duramente objetados en medios científicos, Health Science Center, con asiento en Syracuse.
a tal punto que en varias ocasiones se prohibió a la Es autor de dos docenas de libros y conferencista
doctora Singer dar testimonio en actos procesales del CATO Institute, un centro de investigación
(cf. Amicus, 29.2.88). En 1990, el Juez de Primera con asiento en Washington D.C. que se ocupa
Instancia D. Lowell Jensen revisó minuciosamen- de cuestiones de normativa pública en torno a
te el historial polémico de la Dra. Singer como los principios norteamericanos tradicionales de
testigo pericial y le prohibió atestiguar, alegando limitación al poder del Estado, libertad individual
que «la evidencia presentada en tribunales [...] y paz interior.
demuestra que ni el APA [Colegio de Psicólogos de
Norteamérica] ni el ASA [Colegio de Sociólogos] West, Louis Jolyon (Jolly)
han avalado las teorías de la Dra. Singer». En 1989 el doctor West (fallecido en 1998)
tuvo que renunciar a su cargo en el Instituto
Streiker, Lowell D. Neuropsiquiátrico de Los Ángeles por sospechas
Lowell Streiker es ministro ordenado de la de malversación de fondos destinados a investiga-
United Church of Christ y ostenta una licencia- ciones. Gracias a su actuación, las dos principales
tura en letras y un doctorado en teología de la organizaciones que componen el movimiento an-
Universidad de Princeton. Ha escrito y colaborado tisectario han cobrado crédito y prestigio: Citizen’s
en la redacción de más de veinte libros. También Freedom Foundation (CFF) y el desaparecido Cult
ha prestado servicios como asesor de asuntos re- Awareness Network (CAN). Fue uno de los conse-
ligiosos para la National Conference of Christians jeros de la American Family Foundation, organiza-
and Jews, para varias organizaciones eclesiásticas, ción antirreligiosa formada en 1979 por integrantes
para congresistas y para la Casa Blanca. del CFF. A principios de su carrera, en los años 50 y
De 1976 a 1979 actuó de director de la 60, West llevó a cabo experimentos vinculados con
Asociación para la Salud Mental en el condado de los programas de coacción psicológica de la CIA,
San Mateo, California. Anteriormente había presi- conocido por las siglas ULTRA. Este organismo
dido la misma asociación en el estado de Delaware, de espionaje financió trabajos de experimenta-
donde colaboró en la redacción de un nuevo có- ción científica en seres humanos a base de LSD
digo de salud mental y encabezó la campaña de (ácido lisérgico) realizados por West. El dinero se
renovación o cierre de centros de tratamiento en encauzó a través de la Geschikter Fund, una fun-
que los enfermos fuesen sometidos a condiciones dación privada de estudios médicos. Después de
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mucho a Streiker fue la difunta Cult Awareness del «New York Times» que él sabía que el dinero
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Network (CAN), la cual, según declaró, estaba tan que recibía para sus experimentos lo desembolsa-
comprometida en desprogramaciones atentatorias ba la Agencia Central de Inteligencia. Las críticas
a la libertad, que él mismo —considerado por de que fue objeto por sus posturas racistas y sus
algunos NMR como persona hostil dedicada a experimentos con animales y seres humanos le
terapias de reinserción— ha tenido que «reparar el valieron que a principios de los años 70 le fuera
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daño producido por desprogramaciones [de CAN] negada una dotación de fondos gubernamentales
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cuyos agrios efectos perduraron años». destinada a un centro que pretendía abrir para el
estudio de la violencia. West formó parte de la como numerosos artículos y capítulos en libros
junta de asesores de CAN. editados.
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(La declaración El mito de la coacción psicológica y el lavado de cerebro, se publicó por primera vez en marzo de 1993
y fue actualizada en marzo de 2004)
Estados Unidos
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2. Proporcionar a cada uno de nuestros hijos una educación cristiana en el Teléfonos: (1-800) 4-A-FAMILY [423 26 45]
mejor ambiente posible. (1-202) 298 08 38
E-mail: publicaffairs@thefamily.org
3. Crear y distribuir una amplia gama de productos para el desarrollo inte-
lectual, moral y espiritual de las personas. Family Information Desk
4. Prestar asistencia a los necesitados organizando representaciones dra- 27 Old Gloucester Street
London WC1N 3XX
máticas, conciertos y otros espectáculos con fines benéficos, colaborando como England
voluntarios en auxilio de los damnificados por catástrofes naturales, y buscando E-mail: info@thefamilyeurope.org
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