Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
UNDECIMA CLASE
MEDICINA DE LA ILUSTRACION
LA ILUSTRACION
Se veía en la razón la facultad esencial del hombre, la razón contenía la medida de todas
las obras y acciones humanas y del modo de vida. Era una posición optimista, confiada
en que por vías racionales podían deducirse los cánones para dar al hombre y a la
sociedad una organización digna y feliz. La filosofía de la Ilustración veía en el
conocimiento y dominio de la naturaleza la tarea fundamental del hombre. Tenía una
alta valoración por la ciencia, pero no tanto por la ciencia pura como por la aplicada.
En la filosofía del siglo de Las Luces, se trata de la razón ejercida sobre un substrato
empírico dado fundamentalmente por la percepción sensible, no de aquella del Barroco,
vuelta hacia el interior del hombre en la búsqueda de principios dentro de las ideas
innatas. Locke aducía el principio tomista: Nihil est in intellectu quod prius non fuerit
in sensu (nada existe en el intelecto que no haya existido antes en los sentidos). Locke
admitía la realidad del mundo exterior a la mente, de la substancia extensa de
Descartes; Berkeley, idealista, sólo la de la mente: esse est perpici (ser es ser percibido),
la substancia pensante, y Hume, escéptico, de ninguna de ellas: la única realidad es el
fenómeno, el fenómeno psíquico. El significado de substancia, de la cosa en sí
independiente de la mente, desaparece en Hume y en Kant.
La Ilustración toca todos los aspectos de la vida cultural, fue una época de importantes
proyectos atinentes al desarrollo del individuo y también a la sociedad. Fue, como todo
humanismo, un movimiento elitista. En Francia se formó el enciclopedismo, en
Inglaterra nacieron los clubes. En cuanto al gobierno, se trataba de una revolución desde
arriba, del despotismo ilustrado, de todo para el pueblo, pero sin el pueblo.
Consecuencia de la filosofía de los empiristas es el individualismo: cada hombre con su
mundo dado por su propia percepción sensible. De ahí, en la política, el liberalismo, y
de ahí que la organización supraindividual, en particular el estado, había de surgir y
perdurar según el principio del contrato social, a saber, del libre acuerdo entre los
individuos, aisladamente seres en estado natural. Fue un movimiento en que se valoró
el derecho natural: los derechos del hombre independientes del lugar, del tiempo, de lo
contingente. Sin embargo, esta concepción condujo a la tolerancia religiosa, liberación
campesina, difusión de la cultura al pueblo, a tomar conciencia de los derechos
humanos. La clase culta pasó a ser laica, particularmente en Francia.
MEDICINA SOCIAL
En general, en el siglo XVIII empiezan a descollar las universidades del norte europeo y
desaparece la hegemonía de las universidades italianas.
Los logros más notables de la medicina del siglo XVIII ocurrieron casi todos en la
segunda mitad del siglo, particularmente los que fueron frutos del movimiento de la
Ilustración. La separación entre la medicina del comienzo de siglo y el precedente, es
artificial. De hecho, siguieron en curso las corrientes de los iatrofísicos y iatroquímicos,
que a comienzos de siglo dieron lugar a una reacción: el vitalismo, introducido bajo el
nombre de animismo, curiosamente por uno de los químicos más destacados de la época
y también médico: Georg Stahl, fundador de la teoría del flogisto.
Los logros aludidos se dieron en el campo de la salud pública. Por primera vez se habló
de la medicina social, y pasó a primer plano la idea de la prevención de enfermedades.
El médico escocés James Lind descubrió la acción preventiva y curativa del jugo de
cítricos en el escorbuto. El clima, como factor patógeno tan importante en la medicina
hipocrática, pasó a segundo plano frente a las malas condiciones sociales. Era el tiempo
en que comenzaba la industrialización. Se mejoraron las condiciones higiénicas de
cárceles y hospitales y de la canalización de aguas, a lo que contribuyó el propio
Lavoisier. Sistema de una política médica global se llama la obra de seis volúmenes de
Johann Peter Frank dedicada a la salud pública. Se fundaron instituciones para la
enseñanza de la obstetricia y se crearon hospitales pediátricos en Francia e Inglaterra.
El progreso más importante en salud pública fue la introducción en Europa a fines del
siglo, de una vacuna efectiva y segura contra la viruela. Desde hacía muchos siglos se
empleaba una vacuna en la medicina de la India, el método había pasado de ahí a otros
pueblos del Oriente. Se trataba de la variola o variolización, una vacuna preparada a
partir del líquido de vesículas de la viruela misma, y que producía, en principio, una
enfermedad benigna y la consiguiente protección inmunitaria. Tenía riesgos altos de
provocar una viruela en toda su magnitud. El Occidente había sabido de este método a
comienzos del siglo XVIII por dos personas que habían vivido en Constantinopla.
Un método del todo seguro fue el que descubrió Edward Jenner, que vivió del año 1749
al de 1823. Era un médico práctico rural. Atendiendo a lo que decía una leyenda,
comprobó efectivamente que las mujeres que ordeñaban vacas con vaccina, una
enfermedad benigna del vacuno con lesiones similares a las de la viruela, se infectaban,
sus manos mostraban vesículas iguales a las de las ubres, pero no contraían la viruela.
Estimulado por su maestro el gran cirujano John Hunter, investigó este fenómeno. En
1796 inoculó a un niño, James Phipps, con líquido de una vesícula de una ordeñadora, y
el niño, naturalmente, se contagió. Varias semanas después lo inoculó con líquido de
una lesión de un paciente con viruela, y el niño no se enfermó. Jenner repitió este
procedimiento, que llamó vacunación, y publicó su trabajo en 1798. La efectividad del
método fue reconocida en toda Europa, la familia real inglesa se hizo vacunar, algunos
estados de Alemania declararon feriado el día del cumpleaños de Jenner, al primer niño
ruso vacunado le pusieron el nombre Vaccinov, el Parlamente inglés le dio un subsidio a
Jenner y en 1803 se fundó en Londres la Sociedad Jenneriana.
PSIQUIATRIA Y ETICA
Importante progreso representaron los estudios de uno de los discípulos del clínico
Boerhaave, Albrecht von Haller (1708-1777) sobre las propiedades fisiológicas de la
fibra muscular, su irritabilidad y contractilidad, y de la fibra nerviosa, sensibilidad y
conducción de impulsos. Estas propiedades fueron concebidas como específicas de la
estructura biológica de esas fibras, irreductibles al nivel químico puro. Von Haller,
nacido en Berna, fue un niño prodigio: a los 10 años escribió un diccionario de griego; a
los 45 años, después de publicar su enciclopédica obra de 8 volúmenes Elementa
physiologiae corporis humani se retiró a su ciudad natal. Después de doctorarse en
Leiden se desempeñó como profesor de la Univesidad de Gotinga. Fue un hombre de
muchos intereses, un gran botánico y anatomista, además, poeta.
De esta época es Galvani, que descubrió que la corriente eléctrica excitaba los nervios
motores. El descubrimiento dio origen a largas discusiones sobre la relación entre las
propiedades de los nervios y la electricidad.
LA CLINICA
El clínico más prominente de esta época fue el holandés Herman Boerhaave (1668-
1738), profesor en Leiden por más de tres décadas. Boerhaave no descuella por ningún
descubrimiento sino por su excelencia como clínico y maestro. Su clínica fue famosa.
Su tratado Institutiones medicae llegó a ser el texto básico en Europa y más allá de este
continente.
Su discípulo predilecto fue Gerhard Van Swieten, que por ser católico no pudo suceder a
su maestro en Leiden. Se fue a Viena, donde transformó la escuela de medicina según el
modelo de Leiden. Así nació la que sería la afamada clínica vienesa.
Discípulo de Van Swieten fue Leopoldo Auenbrugger, hijo de un posadero. Se dice que
había visto a su padre golpear los toneles para determinar la altura a que llegaba el vino
y que esto le habría sugerido la idea de usar la percusión en la clínica. Pero hoy se sabe
que Van Swieten, su maestro, percutía el abdomen con ascitis. Auenbrugger tenía
afición por la música, compuso varias obras, y el que Mozart le haya escrito al padre de
Leopoldo calificando a una de éstas de miserable, no significa que Leopoldo careciera
de sentido musical. Auenbrugger dio a conocer su método en 1760 en el trabajo
Inventum novum (en verdad el título continua: ex percussione thoracis humani, ut signo
abstrusos interni pectoris morbos detegendi, o sea: Nuevo invento como signo para
detectar enfermedades escondidas del interior del tórax por medio de la percusión del
tórax humano). Había demorado 7 años en demostrar su utilidad sirviéndose de la
autopsia como control. El libro se reeditó dos años después, pero poco a poco se fue
abandonando el procedimiento, hasta que Corvisart, médico de Napoleón, a comienzos
del siglo siguiente reconoció la importancia del método y generosamente dio a conocer
a su autor.
LA CIRUGIA
MORFOLOGIA
La anatomía tuvo eminentes representantes que hicieron avanzar esta disciplina y con
ello, a la cirugía en particular. En Edinburgo la cátedra de anatomía fue ocupada por
más de un siglo por la misma familia: Alexander Monro I, II y III. El nombre de los
forámenes interventriculares en el cerebro corresponde a Alexander Monro secundus.
Algo similar ocurrió en la Universidad de Berlín, en que se sucedieron padre, hijo y
nietos: los Meckel; el último, Johann Friedrich Meckel, fue famoso en la anatomía
comparada, vivió del año 1781 al 1833. Profesor de Boloña fue Antonio Valsalva y de
Pavía lo fue Antonio Scarpa, discípulo de Morgagni. En Alemania destacaron Johann
Gottfried Zinn en la anatomía ocular y Samuel Thomas von Sömmering en
neuroanatomía. En Francia sin duda el morfólogo más talentoso fue Marie-François
Xavier Bichat, nacido en 1771 y muerto en 1802. Bichat fue el fundador de la histología
general y vio en el tejido la unidad biológica. Otro gran morfólogo francés de esa época,
importante en anatomía comparada, fue Felix Vicq d'Azyr.