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La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, con

ponencia de la magistrada presidenta Luisa Estella Morales, declaró


inadmisible la solicitud de revisión interpuesta por la representación
legal de Nelson J. Mezerhane, de la sentencia dictada por el Juzgado
Sexto de Primera Instancia en Funciones de Control con competencia
exclusiva para conocer delitos vinculados con el terrorismo, extorsión,
secuestro asociados a paramilitares o guerrilla en el ámbito nacional.
Como es bien conocido públicamente, el 18 de noviembre de
2004, tuvo lugar el brutal y repudiable asesinato del abogado Danilo
Anderson, quien se desempeñaba como Fiscal del Ministerio Público.
Inmediatamente, el Ministerio Público inició las investigaciones
pertinentes para identificar y sancionar a los culpables. Que en el
marco de dicho proceso fue imputado el mencionado ciudadano,
igualmente, se produjo la sentencia cuestionada por los apoderados
judiciales de Mezerhane, quienes alegaron que en dicho fallo el Juez
de Control, “al ejercer la potestad que le atribuye el artículo 334 del
la Constitución no hizo uso del juicio de ponderación como método
para evaluar la compatibilidad o no con la norma fundamental de
aquellas normas como la contenida en el artículo 314 del COPP cuyo
fin es equilibrar de manera no arbitraria la relación conflictiva y hasta
contradictoria entre derechos y garantías del mismo rango, el
constitucional”.
Por ello, los accionantes solicitaron que la Sala Constitucional
anule cabalmente la sentencia del 13 de febrero de 2007, “que dejó
de aplicar un artículo legal plenamente válido y constitucional, de
cuya observancia depende más bien la supremacía de la Constitución
y los derechos que ella tutela en el caso concreto y que, para lograr e
efecto jurídico, restablezca íntegramente la situación jurídica
infringida a nuestro mandante. Que fije los parámetros interpretativos
constitucionales pertinentes en torno al modo en que el artículo 314
del COPP, regula el ejercicio de los derechos de las víctimas y de las
potestades de investigación del Ministerio Público”.
En la sentencia se desaplicó por control difuso de
constitucionalidad el artículo 314 del Código Orgánico Procesal Penal
“ya que hacer una interpretación vertical de dicho artículo, sería
estimular la impunidad (…) ya que no se le puede compeler a la
vindicta pública a ejercer o no la acción penal, ya que éste es
legitimado activo para dirigir la investigación y ejercer en nombre del
Estado la titularidad de la acción penal, por cuanto a criterio de este
decidor (sic) el señalado artículo 314 contradice lo dispuesto en el
artículo 285 Constitucional, asimismo contraría lo señalado en el
artículo 26 ejusdem (…) Se ordena el cese inmediato de todas las
medidas de coerción personal y de aseguramiento impuestas por este
”rgano Jurisdiccional a los ciudadanos: Nelson Mezerhane, Eugenio
José Añez Núñez y Fernando Jesús Moreno Palmar. Dada la anterior
decisión (…) éste ”rgano Jurisdiccional acuerda expedir copia
certificada de la presente decisión y remitirla a la Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia, en su oportunidad legal, en virtud
del control difuso de la constitucionalidad aquí acordada”.
Como se recordará en el escrito de revisión interpuesto, los
abogados del mencionado ciudadano, señalaron que el recurso de
revisión “responde a la necesidad de denunciar ante la Sala
Constitucional la inaceptable interpretación del artículo 314 del COPP,
realizada por el Juez de Control (…) que resulta contraria a la más
elemental regla de interpretación constitucional (…) y en concreto, en
contra de los derechos y principios constitucionales a la presunción de
inocencia a ser juzgado en un plazo razonable y a la seguridad
jurídica”.

LA REVISION: MECANISMO EXTRAORDINARIO


En este caso, para la Sala Constitucional cabe recordar que la
revisión es un mecanismo extraordinario de tutela constitucional por
el cual dicha instancia tiene la tarea de mantener la uniformidad y
vigencia del Texto Constitucional. Tal potestad tiene entonces sus
limitaciones, ya que al ser extraordinaria requiere del planteamiento e
unos supuestos específicos que aseguren, además, un ejercicio
apropiado a la defensa real de los preceptos y principios
constitucionales, pues no cabe duda alguna sobre que la revisión es
una vía que establece el ordenamiento jurídico para volver al estudio
de una sentencia que ya ha agotado todas las instancias posibles, con
la excusa de preservar la interpretación de una norma constitucional,
lo que sin duda es de vital importancia para el ordenamiento jurídico.
De allí – precisa el fallo – que no basta con establecer los
supuestos en que tal revisión puede proceder, en cuanto a las
denuncias constitucionales del fondo que sean presentadas, sino
también los requisitos que permitan ordenar la admisibilidad de la
revisión, de manera que sea un filtro de las solicitudes de revisión que
no puedan prosperar, como aquellos en los que sólo se procure una
nueva instancia o la simple inconformidad con un fallo que
desfavorezca a la parte solicitante, volviendo a plantear el caso sin
presentar una argumentación que conlleve al estudio de la
interpretación constitucional.
Así las cosas, las decisiones que han establecido criterio en
cuanto a la revisión siempre reiteran la necesidad de que se trate de
sentencias definitivamente firmes, las cuales adquieren dicho
carácter cuando han agotado todas las instancias judiciales posibles o
se han vencido los lapsos para poder acudir a ellas, pues el numeral
10 del artículo 336 constitucional “no intenta de manera alguna crear
una tercera instancia en los procesos de amparo constitucional o de
control de constitucionalidad de leyes o normas jurídicas” (Vid.
Sentencia de la Sala N° 93 del 6 de febrero de 2001, caso
“Corpoturismo”).

ESTABLECER UNA DOCTRINA DIAFANA


Por otra parte, la Sala apreció en el fallo, objeto de revisión, que
el mismo fue remitido en virtud de la consulta de control difuso de la
constitucionalidad efectuado, con la finalidad que la Sala estudie la
conformidad constitucional de la norma desaplicada en el marco de
su potestad de interpretación de la Constitución, ya que sus
decisiones son vinculantes para todos los órganos jurisdiccionales del
país, y los mismos están obligados a decidir con base en el criterio
interpretativo que haga de las normas constitucionales, pues, de no
ser así, ello implicaría, además de una violación a la Constitución, una
distorsión a la certeza jurídica y, por lo tanto, un quebrantamiento del
Estado de Derecho (Vid. Sentencia de la Sala N° 93/2001).
Se advierte entonces, que pendiente la consulta de control de la
constitucionalidad le corresponderá a la Sala analizar el ejercicio del
control difuso en la interpretación de la norma, dado el propósito y
razón de esta especial labor de juzgamiento atribuida a la Sala
Constitucional, atendiendo a la doctrina constitucional imperante, lo
que viene a significar que el fallo que desaplica una norma por control
difuso de la constitucionalidad está sujeto a la labor de consulta por
parte de la Sala, puesto que puede ser confirmado o no su criterio, lo
cual genera una prejudicialidad que priva ante la eventual revisión
que se solicite de éste.
Sobre el particular, la Sala Constitucional consideró oportuno
hacer mención a la sentencia N° 990 del 11 de mayo de 2006 (caso:
“Hernando Díaz Candia Bernardo y otros), y en este sentido, destacó
que “siendo que en el caso de autos van aquejados al aspecto
medular de análisis de control difuso y la solicitud de revisión
constitucional, lógicamente atendiendo a sus ámbitos de objeto de
control, el criterio expuesto en el fallo antes citado, resulta aplicable ,
en el entendido que el pronunciamiento que debe realizar esta Sala
sobre el control difuso aplicado en la sentencia dictada el 13 de
febrero de 2007, por el Juzgado Sexto de Primera Instancia en
Funciones de Control con competencia exclusiva para conocer delitos
vinculados con el terrorismo, extorsión, secuestro asociados a
paramilitares o guerrilla en el ámbito nacional del circuito judicial de
Caracas, tiene prelación a cualquier medio extraordinario de control
que se ejerza sobre dicha sentencia.
En consecuencia, por los motivos expuestos y a efectos de
establecer una doctrina diáfana sobre la revisión de sentencias que
resuelvan un control difuso, la Sala concluye que no procede la
revisión constitucional en casos como el de autos, por lo que en el
presente caso la misma debe ser declarada inadmisible, y así lo
decidió la Sala Constitucional.

VOTO SALVADO
En el presente dictamen, el magistrado Pedro Rafael Rondón
Haaz, salvó su voto señalando, entre otras argumentaciones, que “lo
que procede, en supuestos como el que se analiza: que se pretenda la
revisión de una sentencia de control de constitucionalidad, sometida
como está ésta a consulta obligatoria ante esta Sala, es la
acumulación de los expedientes – el continente de la solicitud, de
parte y el continente de la consulta – para su resolución en conjunto,
lo que permitiría tomar en cuenta los argumentos del solicitante
respecto del control difuso y, una vez que sea resuelto ese punto, y
sólo en ese caso de que se convalidase la desaplicación, se pasara al
conocimiento de otros motivos de revisión que hubieren podido
esgrimirse”.
Concluye el magistrado disidente que “la solicitud que
encabeza las actuaciones ha debido acumularse, para su resolución
conjunta, al expediente continente de la consulta que se formuló de la
sentencia de 13 de febrero de 2007, en la que el Juzgado Sexto de
Primera Instancia en Funciones de Control con competencia exclusiva
para conocer delitos vinculados con el terrorismo, extorsión,
secuestro asociados a paramilitares o guerrilla en el ámbito nacional,
desaplicó el artículo 314 del Código Orgánico Procesal Penal”.

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