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Noelia María Barrameda García Página 1

Tema 22 Las causas de la justificación


Introducción:
Al analizar la antijuricidad formal, se explicaba que no todas las conductas
coincidentes en el supuesto de hecho típico están prohibidas penalmente, pues algunas
se realizan bajo condiciones tales que el legislador no quiere desaprobarlas. Esas
condiciones reciben el nombre de causas de justificación.
Si hay causa de justificación, el hecho so convierte en lícito para el ordenamiento
jurídico.
El artículo 20 CP, incluye un catálogo de circunstancias que eximen de pena, a las
que hay que añadir el consentimiento.
Nadie duda de que la legítima defensa; el cumplimiento de un deber; ejercicio
legítimo de un derecho, oficio o cargo; o el estado de necesidad, son causas de
justificación.
Si el legislador tiene capacidad para restringir la prohibición penal, ello se debe a
que bajo su amparo se están protegiendo intereses más valiosos que los lesionados por
la realización de la conducta típica.
Atendiendo a esa ponderación, el legislador declara que el comportamiento es
lícito pese a su apariencia.
Por esta razón, si con el autor colabora un tercero, este tampoco estará realizando
una conducta reprochable; esto es la diferencia radical entre, causas de justificación y
causas de exculpación.
Efectos de la ausencia de antijuricidad:
1.- Frente a un acto justificado no es posible legítima defensa.
2.- La participación en un acto justificado está también justificada.
3.- La causa de justificación impide que al autor se le puedan imponer una medida
de seguridad o cualquier tipo de sanción.
4.- Se puede excluir responsabilidad civil derivada del hecho.
Toda extralimitación en el ejercicio de una causa de justificación será antijurídica.
El Presupuesto de las Causas de Justificación:
Para que la comisión de un hecho tipificado como delito no se considere prohibido
es necesario, ante todo, que le hubiese precedido una situación de amenaza a bienes
jurídicos y que fuera ésta la que impulsara la acción lesiva del autor.
El Tribunal Supremo tiene declarado que la concurrencia efectiva del presupuesto
es condición imprescindible para entrar a valorar la justificación total o parcial.
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Elemento Subjetivo de las causas de justificación:


Se introduce con la teoría de los elementos subjetivos de la justificación.
Para que la acción del autor quede al margen de la prohibición penal, se le exige
que su conducta venga motivada por la apreciación de la presencia del presupuesto de la
causa de justificación y no por otros motivos. Es decir, tiene que conocer la situación y
actuar en consecuencia.
Es decir, no basta conque se dé objetivamente la situación justificante, sino que es
preciso además, que el autor conozca esa situación, e incluso, que tenga las tendencias
subjetivas especiales que exige la ley para justificar su acción.
Sólo puede actuar en legítima defensa quien sabe que se está defendiendo.
En el estado de necesidad, apartado 5 del artículo 20 CP exige que el autor actúe
para evitar un mal propio o ajeno.
Si faltan algunos de estos elementos subjetivos, el acto no queda justificado a
pesar de que objetivamente se den los presupuestos objetivos de una causa de
justificación.

Fundamento de las Causas de Justificación:


Son dos: 1) Principio de ausencia de intereses.
2) Ponderación de intereses.
 Principio de ausencia de interés.- no se va a considerar contrario a derecho, cuando
el sujeto no tiene interés en proteger el bien jurídico del que es titular (consentimiento).
 Ponderación de intereses.- cuando hay conflicto de intereses o bienes jurídicos, se
sacrifica uno de ellos para salvar al otro.
El Error en las Causas de Justificación:
La justificación de una acción sólo se da si concurren tanto el elemento objetivo
como el subjetivo. Si falta alguno de los dos, el acto será antijurídico.
La suposición errónea de que concurren los presupuestos de una causa de
justificación constituye un error sobre el tipo negativo.
Ejemplo: alguien cree erróneamente que es objeto de una agresión ilegítima. Se
trata de una especie de error de tipo.
Si la suposición es objetivamente invencible, determinará la impunidad, pero si es
objetivamente vencible, se aprecia imprudencia (art. 14 CP).
El carácter vencible o invencible de la suposición errónea de decidirse en función
de la situación ex ante, es decir, retrotrayéndose la observación al momento de la
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actuación del sujeto desde la perspectiva de un espectador ideal en la posición del autor,
no en base a un juicio ex-post que cuente con todos los datos que cabe tener en
consideración después del hecho.
Tratamiento del Error:
1.- Solución tradicional.-
 Error Directo (de prohibición): el sujeto ignora que su conducta está prohibida por la
ley.
 Error Indirecto, incluye:
a) Existencia de una causa de justificación.
b) Límites de la causa de justificación.
c) Presupuesto objetivo de la causa de justificación.
2.- Teoría de los elementos negativos del tipo.- (Mir Puig).
El error en las causas de justificación es error de tipo, no de prohibición, ya que
las causas de justificación forman parte del tipo negativo. Hay un error sobre un
elemento del tipo.
 Si es invencible = Impunidad.
 Si es vencible = Imprudente.
La opinión del espectador objetivo nos sirve para dilucidar que clase de error se ha
producido (vencible o invencible).
Si al observador objetivo le parece que la situación observada se correspondía con
el presupuesto de causa de justificación, entonces el error era invencible. Si tal
coincidencia no existe, porque el observador objetivo hubiera pensado que dicho
presupuesto no concurría, en realidad habría error vencible (Imprudencia).
Y finalmente, si el espectador aprecia que el error carece de base, deberá sufrir
íntegramente el delito cometido.
Justificación incompleta:
Si falta algún requisito que exige el Código Penal, tanto objetivos como
subjetivos, se le da el tratamiento de eximente incompleta.
Artículo 21 CP: Son circunstancias atenuantes.-
1º Las causas expresadas en el capítulo anterior cuando no concurriesen todos los
requisitos necesarios para eximir de responsabilidad en sus respectivos casos. (Eximente
incompleta).
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Artículo 68 CP: “En los casos previstos en la circunstancia primera del artículo 21,
los jueces o tribunales impondrán la pena inferior en uno o dos grados a la señalada por
la ley, atendidos el número y la entidad de los requisitos que falten o concurran, y las
circunstancias personales de su autor, sin perjuicio de la aplicación del artículo 66 del
presente código”.
Rebajar en un grado es obligatorio, en dos es potestativo.
En caso de desproporción de medios, se acude a la eximente incompleta,
modalidad atenuante.
LEGÍTIMA DEFENSA.-
Artículo 20.4 CP: “el que obre en defensa de la persona o derechos propios o
ajenos, siempre que concurran los requisitos siguientes:
1.- Agresión ilegítima.- en caso de defensa de los bienes se reputará agresión
ilegítima el ataque a los mismos que constituya delito o falta y los ponga en grave
peligro de deterioro o pérdida inminentes. En caso de defensa de la morada o sus
dependencias, se reputará agresión ilegítima la entrada indebida en aquélla.
2.- Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla.
3.- Falta de provocación suficiente por parte del defensor.”
La naturaleza de la legítima defensa como causa de justificación queda fuera de
duda.
La legítima defensa cumple un papel preventivo general al darle un mensaje al
hipotético agresor, diciéndole que de persistir en su idea, va a tener a alguien que se va a
poder defender legítimamente. La legítima defensa sirve para intimidar, y de este modo
procura la tutela de bienes jurídicos.
Requisitos.-
1.- Agresión ilegítima: sin ella no hay legítima defensa.
La agresión incluye a los ataques físicos como a los ataques a bienes inmateriales
(honor).
Se sigue exigiendo que la agresión sea un acto de fuerza.
Esta agresión debe poner en peligro algún bien jurídico.
Para que exista una agresión no es necesario que se llegue a la consumación de
una lesión. Basta el intento idóneo de tal lesión.
Una parte de la doctrina exige que la agresión sea dolosa, es decir, dirigida a
agredir al defensor. Otros aceptan la imprudente.
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Agresión ilegítima equivale a agresión antijurídica, ello significa que no basta que
sea típica, pero también que no es preciso que sea personalmente imputable a su autor.
Siendo el dolo o la imprudencia elementos que condicionan el injusto en nuestro
esquema finalista, la agresión ilegítima deberá ser dolosa o imprudente. No cabrá
legítima defensa frente a una agresión en caso fortuito, pues tal agresión no será
antijurídica.
La agresión debe ser real y actual. La agresión debe ser actual, es decir, que la
agresión suponga un peligro próximo y que dicho peligro no haya desaparecido al
convertirse en lesión consumada y agotada. Este es un requisito puente entre la agresión
y la defensa.
El requisito de actualidad de la agresión distingue la defensa de la venganza.
La riña mutuamente aceptada no da lugar a legítima defensa. Ya que existe una
situación de provocación mutua.
2.- Defensa necesaria: aquí hay que tener en cuenta los bienes jurídicos que pueden ser
defendidos:
Bienes en sentido patrimonial, la vida, la integridad física, la libertad, el honor.
También los bienes jurídicos de terceros.
Sin embargo, no cabe legítima defensa para defender bienes jurídicos
supraindividuales, pues de su defensa ya se encarga el Estado.
El Código Penal exige que concurran dos requisitos.-
1) Necesidad de defenderse.
2) Necesidad del medio defensivo concretamente empleado.
Si falta la necesidad de defenderse, faltará un elemento fundamental de la
eximente y no se podrá apreciar legítima defensa.
Pero si hay una defensa excesiva o desproporcionada podrá apreciarse la eximente
incompleta.
Debe haber proporcionalidad del medio empleado para repeler la agresión, para
que haya justificación plena.
3.- Elemento subjetivo: la legítima defensa requiere el elemento subjetivo de
justificación, consistente en el conocer y querer los presupuestos objetivos de la
situación. El sujeto debe saber que se defiende de una agresión ilegítima.
Al legislador no le basta conque la persona defienda bienes jurídicos, sino que
exige que el móvil de su acción resida precisamente en esa protección.
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4.- Falta de provocación suficiente: si el defensor ha provocado suficientemente al


otro, no puede defenderse legítimamente si es agredido por éste.
Legítima Defensa Putativa:
Se habla de legítima defensa putativa cuando el sujeto cree erróneamente que
concurren los presupuestos objetivos de la legítima defensa.
Si el error es vencible  Imprudencia.
Si el error es invencible  Impunidad.
Del supuesto de error sobre los presupuestos objetivos de la legítima defensa debe
distinguirse el error sobre los límites jurídicos de la eximente.
EL ESTADO DE NECESIDAD:
Artículo 20.5 CP: “el que en estado de necesidad, para evitar un mal propio o
ajeno, lesione un bien jurídico de otra persona o infrinja un deber, siempre que
concurran los siguientes requisitos:
1) Que el mal causado no sea mayor que el que se trate de evitar.
2) Que la situación de necesidad no haya sido provocada intencionadamente por el
sujeto.
3) Que el necesitado no tenga, por su oficio o cargo, obligación de sacrificarse.
El estado de necesidad puede definirse como un “estado de peligro actual para
legítimos intereses que únicamente puede configurarse mediante la lesión de intereses
legítimos ajenos y que no da lugar a la legítima defensa ni al ejercicio de un deber”.
Dentro de la teoría de la diferenciación (interpretación de la doctrina española):
a) Estado de necesidad justificante: Bienes de distinto valor, resulta justificada la
salvación del bien superior.
b) Estado de necesidad exculpante: Entre bienes iguales, éste no tendrá eficacia
justificante sino exculpante.
Elementos del Estado de necesidad:
1) El Estado de Necesidad.
2) Que el mal causado no sea mayor que el que se trata de evitar.
3) Que la situación de necesidad no haya sido provocada intencionadamente por el
sujeto.
4) Que el necesitado no tenga, por su oficio o cargo, obligación de sacrificarse.
1.- El Estado de necesidad:
A) Peligro de un mal propio o ajeno.-
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Es la condición “sine qua non”, como la agresión ilegítima en la legítima defensa.


El peligro ha de ser inminente y actual, que dicho peligro sea un mal y que este
mal sea propio o ajeno.
Cuando es ajeno, hablamos de “auxilio necesario”, que se da cuando alguien
resuelve una situación de necesidad de otra persona, lesionando un bien jurídico ajeno:
en lugar de actuar el necesitado, lo hace un tercero que le ayuda.
B) Necesidad de lesionar un bien jurídico de otra persona o de infringir un deber.-
Para que concurra un estado de necesidad, es preciso que no haya un modo menos
lesivo de evitar el mal que amenaza.
C) El elemento subjetivo.-
Es preciso el elemento subjetivo para apreciar la eximente, es decir, que el sujeto
conozca ese estado de necesidad y obre para evitar el daño inminente.
2.- Que el mal causado no sea mayor que el que se trata de evitar.-
Para determinar la concurrencia de este requisito, no basta con observar los bienes
jurídicos en juego y otorgarles el valor que el ordenamiento jurídico les haya conferido.
El legislador habla de un “mal” expresión que obliga al intérprete a realizar una
operación lógica en la que se pondere no sólo el valor del bien jurídico, sino también el
menoscabo sufrido por él; se trata en definitiva, de una valoración integral del hecho,
que comparativamente debe ser menor o igual de lesivo que el hecho evitado.
3.- Que la situación de necesidad no haya sido provocada intencionadamente por el
sujeto.-
Quien pone deliberadamente en peligro un bien jurídico, esta realizando ya una
conducta antijurídica, cuya evitación no puede permitirse a costa de lesionar otros
intereses positivamente valorados por el derecho.
4.- Que el necesitado no tenga, por su oficio o cargo, obligación de sacrificarse.-
Se refiere a quienes cumplen funciones sociales que conllevan la posibilidad de
enfrentarse a situaciones de riesgo para su vida. Si en el cumplimiento de su función
arriesgada pudieran invocar la existencia de un estado de necesidad, estarían poniendo
en peligro bienes jurídicos ajenos que la sociedad entiende preservados por la existencia
de esos profesionales.
ESTADO DE NECESIDAD PUTATIVO:
Igual que en la legítima defensa putativa.
CUMPLIMIENTO DE UN DEBER Y EJERCICIO DE UN DERECHO:
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Artículo 20.7 CP: “El que obre en cumplimiento de un deber o en el ejercicio


legítimo de un derecho, oficio o cargo”.
El Cumplimiento de un deber:
El presupuesto básico de esta modalidad de la eximente es que concurra un deber
de lesionar el bien jurídico vulnerado.
Será difícil encontrar deberes cuyo cumplimiento de lugar a la aplicación del
artículo 20.7 CP y no procedan de un cargo público.
El contenido específico de este deber no es la lesión de bienes jurídico-penales, sino que
tiende a metas lícitas.
Jueces, Fiscales y Policía, quedan amparados en este supuesto, siempre y cuando
actúen dentro de los límites que marca la ley.
Deber de uso de la violencia por parte de la autoridad o sus agentes:
El sujeto activo debe ser una Autoridad o agente de la misma, además no sólo la
condición, sino actuar como tal.
El uso de la fuerza ha de ser necesario para cumplir la función pública, este es el
requisito básico.
Además de necesario, el empleo de la fuerza ha de resultar proporcionado a la
gravedad del caso.
La eximente puede apreciarse tanto en tipos dolosos como imprudentes, es decir,
tanto si el sujeto que emplea la fuerza causa voluntariamente un mal al que le obliga su
deber, como si no quería producir una lesión tan grave como la que pretendía, si en este
caso obró dentro de su deber.
Ejercicio de un derecho:
1.- Derechos no procedentes de un oficio o cargo.-
a) Las vías de hecho: suponen la realización de un derecho al margen de los
Tribunales y en contra de la voluntad de otra u otras personas que se oponen a
ella. En algunos casos el Código Penal excluye de ciertas figuras delictivas
determinadas vías de hecho, que resultan impunes. Si se utiliza violencia, fuerza
o intimidación sí sería punible. No sería punible apoderarte de una cosa que está
en manos del deudor, siendo tú el acreedor.
b) El derecho de corrección: permite a los padres y tutores, corregir
moderadamente a sus hijos o pupilos que se encuentren bajo su patria-potestad o
tutela. Requisitos del ejercicio de esta facultad son la necesidad y
proporcionalidad en orden a la finalidad educativa y al bien del menor.
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c) Los deportes se consideran, a veces, actuaciones que permiten, por ejercicio de


un derecho, producir determinadas lesiones jurídico-penales.
2.- Derechos procedentes de un oficio o cargo.-
A veces el ejercicio de determinadas profesiones (médico, abogado, maestro),
obliga al cumplimiento de deberes o a la realización de actos que no estarían
justificados fuera del ámbito profesional.
“a un médico no se le puede castigar por lesiones al operar”.
“el abogado debe guardar los secretos de su cliente”.
“El periodista que ejerce legítimamente el derecho a la libre información, no
puede ser castigado si, en algún caso, ofende al protagonista de la noticia”.

LA OBEDIENCIA DEBIDA:
El cumplimiento de una orden de contenido lícito no plantea ningún problema.
Pero existen supuestos en los que, si se dan determinados requisitos, se deben cumplir
ciertas órdenes a pesar de su carácter antijurídico. En estos casos, si se actúa típicamente
en cumplimiento del deber de obediencia, el hecho estará justificado.
Con esta interpretación no se hace más que tener en cuenta el principio de
subordinación y jerarquía que inspira la actuación administrativa y la realidad de la
obligatoriedad del cumplimiento de determinadas órdenes, a pesar de su contenido
antijurídico. El deber de obedecer órdenes antijurídicas tiene unos límites, pero el que
actúa dentro de estos límites lo hace justificadamente.
Para que una orden sea vinculante y pueda dar lugar al cumplimiento de un deber
y, por tanto, la obediencia puede estar amparada en la causa de justificación del
apartado 7º del artículo 20 del CP, en el que tienen que darse los siguientes
presupuestos:
1) Relación jerárquica: esta relación sólo puede darse en el ámbito del
Derecho Público y del Derecho Militar, que se basan precisamente en la
idea de subordinación y el sometimiento del inferior al superior. De ahí
se deduce que no cabe apreciar esta eximente, aunque sí otras en los
ámbitos familiar y laboral.
2) Competencia abstracta del que da la orden para dictarla dentro de sus
facultades. Por ejemplo: Un notario no puede dictar una orden de
detención.
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3) Competencia del subordinado para ejecutar el acto ordenado por el


superior.
4) Que la orden sea expresa y aparezca revestida de las formalidades
legales.
Si se dan estos requisitos, el subordinado debe, en principio, cumplir la orden,
aunque sea antijurídica. Si se dan los requisitos y no los cumple, se somete al delito de
desobediencia, salvo que el mandato constituya una infracción manifiesta, clara y
terminante de un precepto de ley o de cualquier otra disposición general.
EL CONSENTIMIENTO DEL TITULAR DE UN BIEN JURÍDICO:
El Código Penal no recoge expresamente esta circunstancia en el artículo 20.
El Artículo 155 CP: niega la eficiencia eximente en las lesiones y le da un efecto
atenuatorio de la pena.
Se hace referencia en tipos penales específicos: libertad domiciliaria, propiedad,
intimidad, libertad sexual, etc.
Esta referencia al consentimiento en algunos tipos penales específicos hace que se
la considere más como una causa de exclusión de la tipicidad que como una causa de
justificación.
La oposición del consentimiento del titular del bien jurídico, debe quedar
claramente manifestada, aunque no siempre el consentimiento ha de ser expreso.
Cabe también el consentimiento tácito en los casos en los que permita pensar que
el titular del bien jurídico está de acuerdo en que alguien lo utilice. (por ejemplo: apagar
un incendio).
Requisitos:
1.- Facultad reconocida por el Ordenamiento Jurídico a una persona, para disponer
válidamente de determinados bienes jurídicos propios.
2.- Capacidad para “disponer” = se exigen facultades intelectuales para comprender el
alcance y significación de sus actos por parte del que consiente.
3.- Cualquier vicio esencial de la voluntad del que consiente, invalida el consentimiento.
4.- El consentimiento ha de ser dado antes de la comisión del hecho y ha de ser
conocido por quien actúa a su amparo.
Cuando no se cumplan estos requisitos, el consentimiento dejará de tener
virtualidad justificante.

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