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El sistema Inmunológico
INTRODUCCION
COMPONENTES
El sistema inmunológico consta de seis componentes principales, tres de los cuales son
diferentes tipos de células, y los otros tres, proteínas solubles. Estos seis componentes
pueden encontrarse en la sangre de diferentes formas.
CÉLULAS
En algunos aspectos, los linfocitos son las células más importantes del sistema inmunológico.
Existen dos tipos principales de linfocitos: los linfocitos B y los linfocitos T. Los primeros son
responsables de la inmunidad humoral o serológica; es decir, los linfocitos B y sus
descendientes directos, que reciben el nombre de células plasmáticas, son las células
responsables de la producción de unos componentes del suero de la sangre, denominados
inmunoglobulinas (véase más adelante). Los linfocitos T son responsables de la inmunidad
celular; es decir, atacan y destruyen directamente a los antígenos. Estas células también
amplifican o suprimen la respuesta inmunológica global, regulando a los otros componentes
del sistema inmunológico, y segregan gran variedad de citoquinas (véase más adelante). Los
linfocitos T constituyen el 70% de todos los linfocitos. Tanto los linfocitos T como los linfocitos
B tienen la capacidad de recordar, desde el punto de vista bioquímico, una exposición previa a
un antígeno específico, de manera que si la exposición es repetida puede producirse una
destrucción más eficaz del antígeno.
PROTEÍNAS
Los tres tipos de proteínas que forman parte del sistema inmunológico, y se encuentran
disueltas en el suero (la porción líquida de la sangre), son las inmunoglobulinas, las
citoquinas y las proteínas del complemento. Hay miles de clases diferentes de
inmunoglobulinas, que reciben el nombre de anticuerpos; cada una de ellas se combina
de manera exacta con un tipo específico de antígeno y contribuye a su eliminación. Esta
inmensa diversidad es la característica principal del sistema inmunológico en conjunto.
Las proteínas del complemento forman una familia de compuestos que, junto con las
inmunoglobulinas, actúan para propiciar una respuesta inmunológica adecuada. Una vez
que un anticuerpo se une específicamente a su antígeno, las proteínas del complemento
pueden unirse al complejo formado de esta forma, y facilitan que las células
inmunológicas lleven a cabo la fagocitosis.
LA RESPUESTA INMUNOLÓGICA
Los seis componentes del sistema inmunológico actúan como un todo para desarrollar
una respuesta inmunitaria eficaz. La investigación ha conseguido demostrar cómo
suceden muchas de las etapas de este proceso; otras fases aún son especulativas y
están siendo investigadas. Sin embargo, el proceso básico es el siguiente: cuando un
antígeno patógeno, por ejemplo una bacteria, consigue superar la primera línea de
defensa del cuerpo, por ejemplo la piel, se encuentra en primer lugar con los granulocitos
y los monocitos, y es neutralizado en parte por anticuerpos preexistentes y por las
proteínas del complemento. Después, los linfocitos y los macrófagos interaccionan en el
lugar donde ha entrado la bacteria, amplificando la respuesta inmunológica; se sintetizan
anticuerpos más específicos y eficaces, debido a la memoria inmunológica generada por
la bacteria invasora. En los ganglios linfáticos más próximos puede tener lugar una
amplificación similar de la respuesta inmunológica, así como en lugares más distantes,
tales como el bazo y la médula ósea, donde también se sintetizan linfocitos.