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Enrique G. Encinosa
VII
En los meses que siguieron a la reunión del Cicatero, los grupos de alzados crecieron y se
multiplicaron. La provincia entera estaba en guerra. Se creó el Frente Sur del Llano,
capitaneado por Carlos González Garnica, un ex-soldado del Ejército Rebelde, que se
había alzado con un grupo de insurgentes. En el norte de Las Villas, Margarito Lanza
Flores, conocido por Tondike, dirigía uno de los focos guerrilleros más activos en toda la
Isla. En el norte de Las Villas habían varios focos guerrilleros muy activos. De Sagua La
Grande a Corralillo, además de Tondike, habían grupos de alzados dirigidos por Benito
Campos Campitos, su hijo, José Martí Campos, y un guajiro corpulento, llamado Agapito
Guapo Rivera. En la zona de Sagua La Grande a Camagüey, se movían las guerrillas de
Amoldo Martínez Andrade y Adalberto Méndez Esquijarrosa, conocido por El Quia.
Ramírez dedicó parte de su tiempo a establecer una línea de prácticos, para poder mover
sus guerrillas de zona en zona, burlándose de las patrullas del ejército. Los prácticos, eran
hombres, mujeres y niños de la región, algunos trabajaban de día como monteros, en las
fincas y por la noche servían de guías para los grupos de alzados. Los prácticos_ se
conocían trillos, atajos y caminos que no aparecían en los mapas. Una guerrilla
perseguida por el ejército castrista se podía mover de región en región a toda velocidad,
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El ejército castrista, contaba con sus propios prácticos, a los cuales se les llamaba
guajimapas. Entre los guajimapas del ejército castrista habían varios que, en realidad
trabajaban para las guerrillas, guiando a las milicias en búsquedas inútiles, que duraban
semanas. Uno de los más conocidos fue el Capitán Bombino, un recio guajiro. que en
muchas ocasiones se apareció en el campamento de Osvaldo Ramírez, para avisarle a los
alzados, de peines que se avecinaban en la zona. Bombino, a riesgo de ser baleado por un
francotirador guerrillero, o descubierto como doble agente por los castristas, arriesgó su
pellejo por muchos meses guiando al ejército en cacerías inútiles.
Otro gran colaborador de los alzados fue Juan Francisco Rodríguez, un experto tirador y
jinete, capitán de milicias, el cual, al ser descubierto, escapó en su caballo, en una fuga
espectacular. Perseguido por jeeps llenos de milicianos armados, Rodríguez mató a uno
de un certero balazo en la frente, evadiendo su captura al lanzarse al trote por una
peligrosa cañada.
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La Ley 988, fue decretada por el régimen castrista con el propósito de justificar los
crímenes cometidos contra los alzados y colaboradores en Las Villas. Esta ley permitía la
confiscación de propiedades privadas de insurgentes, y los fusilamientos de jefes
guerrilleros y alzados que fueran encontrados culpables de cometer crímenes con tra los
poderes del Estado.
Pero los hombres del Escambray eran hombres muy duros. Cuando Julio Emilio
Carretero fue herido de un balazo en el pecho, Tomasito San Gil lo ayudó a escapar del
cerco. Perseguidos por centenares de milicianos, ambos hombres se escondieron en un
espinoso aromal. Pasaron días escondidos, y los gusanos infestaron la herida de
Carretero. Arriesgándose a ser emboscado, San Gil le pidió ayuda a un guajiro. El
campesino les proporcionó agua y comida, pero la única medicina con que contaba era
creolina, que se utilizaba en el campo para curar caballos. San Gil, con la rama de una
aroma, le quitó los gusanos de la herida a Carretero, pinchándolos con las espinas de la
rama. Después, con sus manos, Tomasito derramó la creolina, en la pestilente herida de
Carretero. La cura campesina fue muy efectiva y unas semanas después ambos
guerrilleros estaban activos nuevamente, emboscando patrullas de la milicia y peleando
duro por la libertad de Cuba.
Un jefe guerrillero que murió en combate en esta etapa, fue Manolito Rodríguez, un
temerario combatiente de 25 años de edad, conocido por El Habanero. Era hijo de una
familia acomodada, El Habanero, dejó un buen trabajo en la Compañía de la Electricidad
y a una esposa a punto de darle una hija, para alzarse en los montes de Las Villas. En
breve tiempo, llegó a ser capitán- de una guerrilla, estableciendo la reputación de ser un
hombre sin miedo, dispuesto a todo. al encontrarse rodeado por el ejército, se batió
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fieramente, cuando una bala de grueso calibre le destrozó el hombro izquierdo, pero, El
Habanero cubrió la retirada de sus hombres, disparando la Thompson con una mano, y la
culata apretada contra sus axilas. Cuando las balas se le acabaron, logró matar a un
soldado a culatazos, antes de ser rematado, por las tropas enemigas. Manolito Rodriguez,
El Habanero murió sin conocer a su hija recién nacida.
En febrero de 1962, la guerrilla de Juan Felipe Castro, conocido como Sancti Spirítus,
tendió una emboscada a tropas del gobierno, en la región del Hanabanilla. En un violento
combate, los hombres del Frente Sur del Llano, dispararon a quemarropa sobre las
fuerzas castristas, causándole a la milicia dos docenas de bajas, entre muertos y heridos.
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