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Todas las ciencias tienen su historia, por ello es muy importante que conozcas lo que se llama
contexto de producción.
El iluminismo como momento histórico situable a partir del siglo XVIII, tiene antecedentes en el
Renacimiento y efectos que llegan hasta el siglo XIX; pone como centro a la razón humana, que
reemplaza a la razón divina, y considera que ésta progresará directamente hasta lograr un
conocimiento acabado y riguroso de todos los objetos del mundo, sean naturales o sociales,
logrando así iluminar con las luces de la razón todo lo existente. El hombre y sus conocimientos
científicos ocupan el lugar de omnipotencia y omnisapiencia que se le adjudicaba al Ser Supremo
durante la Edad Media.
LA IDEA DE PROGRESO
Es importante señalar, con Bury, que esta noción, no supone solamente mejora material y bienestar
social (lo que las constituye como reivindicaciones socialistas) sino que implica también el
desarrollo de la vida individual, de las facultades propias de cada hombre, de los sentimientos y de
las ideas del momento. En lo que no había acuerdo absoluto era sobre la cuestión del progreso
continuo, por un lado, e indefinido, por el otro. Los pensadores que sostenían que la meta final era
conocida eran aquellos que sostenían la idea de progreso continuo y quienes apoyaban la hipótesis
opuesta, es decir, la idea de que la meta era desconocida y el desarrollo sin fin, son los que
hablaban de progreso indefinido.
Esta ilusión de que el avance científico implica necesariamente avance material y social, es la que
contribuyó a consolidar la idea de progreso indefinido. Esta vía desembocó en el controvertido
Spencer, quién intentó, desde la teoría evolucionista de Darwin en el plano biológico, establecer la
ley general del progreso humano a partir de las leyes biológicas de la selección natural, la
supervivencia del más apto, y de la cultura como producto de la herencia biológica. En tal sentido,
como señala Bury, la civilización representa las adaptaciones que ya se han llevado a cabo y el
progreso se revela como la serie de pasos sucesivos en ese proceso.
Las consecuencias político-ideológicas de esta teoría son bien conocidas. Los pueblos considerados
inferiores, lo son por ley natural y no hay cambio histórico posible. De aquí al racismo como
doctrina seudocientífica habrá un paso. La paradoja de Spencer se sintetiza al señalar que las
virtudes que él señalaba como indicadores del progreso de una generación a otra, constituyen
procesos de adquisición cultural en distintos contextos históricos. La diversidad cultural no está
atrapada en una serie de genes hereditarios y prefijados en el sistema nervioso sino que por el
contrario refleja la capacidad humana de aprender y de transmitir experiencias distintas en
situaciones distintas. La ilusión del progreso podría decirse que representa nuevamente otra ilusión
característica del capitalismo industrial, que expone el progreso de una cultura y de una clase
social como si fuera el progreso de la humanidad entera Homogeneizada que, como se dijo, es
consecuencia de la expansión planetaria de Europa.
El pensamiento evolucionista
El esfuerzo de Spencer por probar que la naturaleza humana, como todo lo demás en el universo,
era un producto de la evolución, abrió el camino, más o menos directamente, al determinismo
racial. Fue Spencer y no Darwin quien popularizó el término evolución y la expresión supervivencia
del más apto. La idea de que existía una ley universal de desarrollo, lo llevó a sostener que "la
civilización en lugar de ser un artefacto, es parte de la naturaleza". El problema de Darwin,
semejante al de Spencer, consiste en no separar los cambios producidos y determinados por la
herencia biológica, de las conductas aprendidas y por lo tanto extrasomáticas.
CRITICAS AL EVOLUCIONISMO
Boas (antropólogo alemán del siglo XX) desarrolló su teoría de la cultura en base a dos principios
básicos que, en tanto confrontan con el evolucionismo en boga, nos permiten entender sus críticas
a esta corriente:
a) el énfasis en un enfoque histórico, y
b) el imperativo de estudiar cada cultura desde adentro.
Unidad 5
Lo que sí es importante que sepas es que para los físicos contemporáneos el asunto de si la luz es
onda o corpúsculo es indecible, ambas cosas son verdaderas según cómo se plantee el tema. No es
que una es verdadera y otra falsa. Esto te permitirá pensar, a partir de demostraciones hasta ahora
irrefutables, que hay verdades, no "la verdad", única, indubitable e indiscutible; que las ciencias no
son unitarias y que existen, sí, verdades universales pero relativas a campos o situaciones
concretas. La verdad, entonces, preserva su carácter de universalidad, o sea, es para todos los
casos pero para todos los casos en determinadas situaciones y no en otras. Las geometrías no
euclidianas son tan verdaderas como la geometría euclidiana. Su verdad depende del sistema lógico
que las sustenta y además sirven para dimensiones diversas del mundo físico.
LA TERCERA CAÍDA
Lakatos: Ahora bien existen siempre enunciados que son verdaderos en una estructura y falsos en la
otra. Tales enunciados son indecibles en la estructura formal común. "¿Nos encontramos aquí con
una situación desesperada?Esta situación, la emergencia de una nueva racionalidad que en lo
formal no cierra el problema sino que lo abre, exige un nuevo hombre, el hombre, el científico, el
matemático "condenado a la libertad".
La infraestructura científico-tecnológica:
a) el sistema educativo que produce en la calidad y cantidad necesarias los hombres que
protagonizan la investigación: científicos, tecnólogos, asistentes, operarios, administradores,
b) los laboratorios, institutos, centros, plantas piloto (formados por hombres, equipos y edificios)
donde se hace investigación;
c) el sistema institucional de planificación, de promoción, de coordinación y de estímulo a la
investigación (consejos de investigación, academias de ciencias, etc.);
d) los mecanismos jurídico-administrativos que reglan el funcionamiento de las instituciones y
actividades descriptas en a) b) y c);
e) los recursos económicos y financieros aplicados a su funcionamiento.
La innovación
Las fuentes impulsoras de la innovación son, entre otras, la guerra real o potencial, las necesidades
del mercado, la sustitución de importaciones, la escasez de materias primas, la mayor o menor
disponibilidad de mano de obra calificada y la optimización de la inversión.
Los obstáculos más importantes que se alzan frente a la innovación son de carácter socio-cultural
(el predominio de actitudes rutinarias, la falta de agresividad empresarial, el temor a la acción
sindical); económico (la existencia de mercados monopolizados o altamente protegidos, de rígidos
mecanismos de comercialización, de estructuras artificiales de precios y de costos); financiero (la
escasez de capitales y la falta de optimización de los recursos existentes); político (referido entre
otros factores al régimen impositivo, la legislación sobre patentes, las leyes de trabajo, las leyes
de fomento industrial) y científico (relacionado básicamente con una infraestructura científico
tecnológica débil o inexistente). Superar estos obstáculos constituye una tarea vasta y compleja
con riesgos y conflictos muchas veces imprevisibles y que trasciende -el caso británico así lo
demuestra- el mero desarrollo de la investigación científico-tecnológica.
El triángulo de relaciones: La experiencia histórica demuestra que este proceso político constituye
el resultado de la acción múltiple y coordinada de tres elementos fundamentales en el desarrollo
de las sociedades contemporáneas: el gobierno, la estructura productiva y la infraestructura
científico-tecnológica.
Intra relaciones dentro de cada vértice: la cualidad que asignamos a los sujetos que actúan en el
vértice-infraestructura científico-tecnológica es la capacidad creadora. Ella resulta de un atributo
esencial de la investigación científica. Por último, el objetivo básico de la estructura productiva
será garantizado por la capacidad empresarial pública o privada, que en este caso la definiremos,
siguiendo las clásicas ideas desarrolladas por Schumpeter, como aquella función que "consiste en
reformar o revolucionar el sistema de producción, explotando un invento o de una manera más
general, una posibilidad técnica no experimentada para producir una mercancía nueva o una
mercancía antigua por un método nuevo, para abrir una nueva fuente de previsión de materias
primas o una nueva salida para los productos, para reorganizar una industria, etc.
Es imposible imaginar un esfuerzo sostenido y constante en ciencia y tecnología sin tener en cuenta
un presupuesto básico: que la generación de una capacidad de decisión propia en este campo es el
resultado de un proceso deliberado de interrelaciones entre el vértice-gobierno, el vértice-
infraestructura científico-tecnológica y el vértice-estructura productiva. Este proceso se establece
a través del flujo de demandas que circulan en sentido vertical (interrelaciones recíprocas entre el
vértice gobierno y los vértices-infraestructura científico-tecnológica y estructura productiva) y en
sentido horizontal (interrelaciones recíprocas entre los vértices-infraestructura científico-
tecnológica y estructura productiva). La figura geométrica sería entonces la siguiente:
Las interrelaciones en sentido vertical merecen analizarse en la perspectiva de la acción
gubernamental. Con respecto a la interrelación gobierno-infraestructura científico-tecnológica,
conviene señalar que el vértice de la infraestructura depende vitalmente de la acción deliberada
del gobierno, entendida en un sentido muy amplio, sobre todo en lo que se refiere a la asignación
de recursos. Pero junto a este aspecto económico de la cuestión, el vértice-gobierno juega también
el papel de centro impulsor de demandas hacia la infraestructura científico tecnológica, demandas
que, por otra parte, pueden ser incorporadas, transformadas o bien eliminadas en función de un
acto que genera una contrademanda de reemplazo.
La interrelación gobierno-estructura productiva depende fundamentalmente de la capacidad de
discernimiento de ambos vértices acerca del uso posible del conocimiento existente para
incorporarlo a nuevos sistemas de producción. es evidente que el vértice-gobiemo se relaciona con
el vértice-estructura productiva mediante una acción sobre la infraestructura científico-
tecnológica, pero mientras en este caso el motivo de la demanda y de la asignación de recursos se
relaciona directamente con la estructura productiva, en el caso de una interrelación directa con la
infraestructura científico-tecnológica puede producirse, junto a este primer aspecto, una relación
indirecta por la vía, por ejemplo, de las interrelaciones de tipo horizontal
Las interrelaciones de tipo horizontal son las más complejas
Cuando se trata de actividades diferenciadas no sólo de acuerdo con su función sino también de
acuerdo con su posición institucional (por ejemplo, una empresa que no realiza actividades de
investigación frente a una institución consagrada exclusivamente a tareas científicas), uno de los
métodos más adecuados para desbrozar el camino por donde circulen las demandas recíprocas
parece ser el de la movilidad ocupacional, o transferencia recíproca del personal humano de uno a
otro vértice. Si se acepta la hipótesis de que los sujetos de ambos vértices cuentan con una
capacidad creadora y una capacidad empresarial, las vías de comunicación estarán necesariamente
abiertas, pero si, en cambio, se vislumbra -tal como ocurre en América latina- que ambas
cualidades son muchas veces inexistentes en los sujetos de uno y otro vértice, el peligro del
encierro y del diálogo de sordos entre empresarios y científicos se presenta como un obstáculo
muchas veces insuperable.
En América latina, el éxodo de talentos es la típica consecuencia de la falta de interrelaciones
entre la infraestructura científico-tecnológica, la estructura productiva y el gobierno. Por esta
razón, los científicos formados en nuestras sociedades, faltos de incentivos, se relacionan con una
infraestructura científico-tecnológica del exterior.
Esta lápida descripción de las características y de los diferentes tipos de relaciones que se
establecen en el triángulo científico-tecnológico, nos permite reconocer un hecho y plantear una
necesidad: que en América Latina no existe un sistema de relaciones como el que hemos diseñado,
ni tampoco hay conciencia acerca de la necesidad impostergable de establecerlo.Los sistemas se
multiplicaron y fundamentalmente, las matemáticas perdieron, definitivamente, su pretensión de
unidad y de verdad absoluta y definitiva.