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Ají

Nombre que se le da al pimiento de las Indias, guindilla o chile. Es fruto de la planta ají. Muy usado para
sazonar en todas las cocinas nacionales americanas y también en la española. Su color es verde cuando
no ha alcanzado un grado de madurez total y rojo cuando madura. Hay gran cantidad de variedades,
formas y tamaños, que pueden ser dulces o picantes. En general, se prefiere llamar ají a las variedades
picantes y pimiento o morrón a las otras, en especial a las de mayor tamaño.

Arrurruz
Fécula que se extrae de la raíz de varias plantas tropicales, en especial de la Maranta arundinacea, planta
de América tropical. El nombre deriva del término inglés arrowroot, "raíz de flecha", porque los indios
extrían de ella un jugo que utilizaban como antídoto contra las flecha envenenadas. Es un polvo de color
blanco. de olor y sabor neutro que disuelto en agua hirviendo forma una masa transparente que sirve
para ligar preparaciones, en especial salsa.

Burghul
Es un ingrediente muy popular en la cocina árabe, consiste en trigo precocido, secado y triturado y tiene
un sabor que recuerda a la nuez.
Parecido a la soja texturizada se cocina y remoja de igual forma.

Cebollas de verdeo
Se distingue de la cebolla joven o tierna porque no tiene bulbo, aunque sí un ligeroa abombamientoe en
la base. Las hojas, verdes, son consideradas una hierba aromática, mientras que la parte blanca es muy
similar en sabor y aroma a la cebolla. Las hojas se añaden al final de la cocción, para mantener el sabor.
Otras definiciones: cebolletas, escalonias.

Chalotas
Es un bulbo, similar a una cebolla pequeña, muy apreciado en la cocina francesa. Su sabor es menos
intenso que el ajo y más aromático y fino quela cebolla. Cuando se los rehoga o asa no se deben dorar,
pues el sabor se torna amargo, la mejor forma de cocerlos es a fuego lento. Crudos o cocidos dan un
toque sutil a las preparaciones, cocidos son más digeribles que la cebolla.

Choclo
Es la espiga o mazorca del maíz con sus granos, planta originaria de América. El grano, también llamado
maíz grueso, es generalmente de color amarillo, nutritivo y de consistencia crujiente. Fresco y cocido, se
pone rancio muy rápidamente. Integra guisados, ensaladas, caldos y sopas. Es rico en almidón y potasio
y la mitad de sus calorías proviene de materia grasa. Entero se puede encontrar seco, como maíz mote y
maíz triturado y hervido. Ambos se obtienen a partir de procesos de secado, desgranado y sirven para
elaborar platos diversos. Es bueno para las dietas vegetarianas y, por no tener gluten, para los celíacos.

Gomasio
Mezcla de sésamo tostado molido y sal marina. Aporta calcio y proteínas y fortalece el sistema nervioso.
Debe usarse con moderación (recordemos que básicamente es sal y ésta siempre debe usarse con
moderación).

Miso
Pasta de soja fermentada. Si no ha sido pasteurizada recompone la flora intestinal, alcaliniza la sangre y
limpia el organismo. Se añade a caldos y guisos e incluso puede usarse para hacer patés.
Nigari
Cloruro de magnesio natural que se utiliza para cuajar la leche de soja y así crear el tofu.

Poroto
Hay innumerables variedades: el poroto o judía egipcia, el rojo, la adzuki, el negro, el español, el poroto
de Lima, el mungo negro, el mungo, yel romano, entre otros. Constituyen una buena fuente de proteínas
y minerales tales como el potasio, calcio, fósforo, hierro y azufre. Otras definiciones: judía seca, frijol,
habichuela.

Seitán
Alimento vegetariano hecho con harina de trigo cocido al vapor en un caldo con raiz de jengibre y salsa
de soja. Básicamente es glúten de trigo cocido al vapor. Se suele presentar en forma de bola. La forma
más común de prepararlo es cortado en filetes. Se puede comer crudo o cocinado. Es rico en proteínas.

Tahini
Mantequilla de semillas de sésamo.

Tamari
Salsa de soja. Se le atribuyen efectos similares a los del miso. Mejor si es de fermentación natural y sin
pasteurizar. Se utiliza como condimento a platos orientales, aunque combina con cualquier alimento.
Hay que utilizarla con moderación ya que suele ser bastante salada.

Tempeh
Está elaborada con soja fermentada (con un moho que nace en la propia raíz de la planta). Su aspecto es
un bloque blanco y marrón claro (la parte marrón son los granos de soja) .Al igual que el tofu o el seitán
es rico en proteínas y puede cortarse y cocinarse del mismo modo que éstos. Es rico en vitamina B12.

Umeboshi
Ciruelas fermentadas con sal marina durante tres años. Estimulan la inmunidad.

Zapallo
Calabaza alargada de gran tamaño, de corteza blanda y blanquecina. Es buena para una dieta
vegetariana.
Mayonesa de leche de soja
Ingredientes
• 1 dedo (medido en el vaso de la batidora) de leche de soja
• 1 vaso de aceite de girasol
• el zumo de medio limón exprimido
• una pizca de sal
Elaboración
Coloca en el vaso de la batidora la leche y la sal. Incorpora poco a poco y a
la vez que bates el aceite de girasol.
Cuando veas que va espesando añade, también poco a poco y sin dejar de
batir, el zumo de limón.
Sigue batiendo hasta que quede lo bastante espesa (según gustos)
añadiendo más aceite si fuese necesario.
Información
• Véganos: Sí
¡Comiendo sin que nos pese!
A pesar de que el tener unos kilos de más no es algo importante sino
cuando se convierte en un problema de salud, también es cierto que a
veces necesitamos quitarnos ese peso de encima para recuperar parte de
nuestra autoestima.
Y es que eso de los kilos es más un problema mental que corporal. La masa
corporal con la que nos cubrimos es sin duda una coraza de protección ante
sentimientos que nos hieren, y lo más sorprendente es que solemos ser
nosotros mismos los que más nos herimos. Te propongo un ejercicio:
imagínate que estas dividido en dos personas, ¿cuántas veces no te has
parado frente a un espejo y te has sacado fallos?
Ahora imagina que esos fallos se los estás diciendo a otra persona, alguien
a quien quieres mucho (porque tú a ti mismo has de quererte mucho) y
además imagina que es un niño, alguien sentimental e inocente lleno de
ternura pero también de miedos, ése a los que los psicólogos llaman tu
niño interior. Pues bien, la reacción de ese niño ante tus ataques (sí, esos
insultos que te propinas frente al espejo) es cubrirse con un escudo de
grasa y comida.
Para poder hacer un régimen y que éste dé resultado lo más importante es
que se haga porque queremos cuidarnos, mimarnos y dejar de decirnos
cosas malas frente al espejo, y no porque creamos que estamos gordos. El
peso no es un baremo por el que medir a las personas, sólo la bondad lo es
realmente, y para ser buenos hay que empezar por uno mismo.
Muchos dicen que para que comer no nos pese es necesario combinar la
dieta con el ejercicio físico, y es cierto. Pero también es lógico que a los que
han llevado siempre una vida sedentaria no les apetezca ponerse de la
noche a la mañana a hacer aeróbic. Bueno, todo es cuestión de conocerse
un poquito a uno mismo.
Es fundamental que para lograr nuestro objetivo no nos pongamos metas
demasiado difíciles. Nuestro modo de alimentación es una rutina que
hemos llevado constante desde que nacimos y será difícil cambiarla. Por
ello todas las facilidades que nos pongamos en el camino serán pocas.
Puede que no tengamos ganas de hacer duros ejercicios, pero qué tal salir
a pasear al parquecito más cercano, o llevar a pasear a nuestros perros un
poco más lejos de lo habitual (ellos seguro que lo agradecen), subir por las
escaleras en vez del ascensor, desenterrar la bici o los patines y salir a
tomar la vitamina D del sol...
Básicamente la dieta que te proponemos es una combinación de comida
sana y los correctos recipientes donde comerla. Lo ideal sería que pudieras
comprar un platito pequeño de los de postre del color, diseño y forma que
más te guste y un bol de esos donde se sirven los cereales. El hecho
únicamente de ir a elegirlos te hará tener más ilusión por el nuevo estilo de
alimentación que estás dispuesto a tener. Si no tienes la posibilidad de
comprarte unos nuevos podemos utilizar la medida de dos cucharones de
comida de cuchara y medio plato llano de comida de tenedor, eso será más
o menos lo que quepa en el bol y en el platito.
Come despacio, masticando y saboreando bien. Hay muchos motivos para
esto (por ejemplo que te sentirás más saciado) pero el principal es sin duda
que comer de este modo hará que disfrutes del sabor de cada alimento, te
llenarás de su energía y sentirás que te cuidas en cada bocado, tu cuerpo te
lo va a agradecer eternamente.
Y ahora viene lo mejor, ¿qué vamos a comer? Haremos varias comidas al
día: desayuno, media-mañana, almuerzo, merienda y cena. Y si entre horas
tenemos hambre os daremos varias claves para calmarlo. NOTA: Si no eres
végano puedes sustituir la leche o los yogures de soja por aquellos que
estés acostumbrado a tomar, (siempre que no sean de esos de frutas que
de fruta sólo lleva el colorante, procura que lleven la mayor proporción de
ingredientes naturales posible).
DESAYUNOS Y MERIENDAS:
Lo ideal es que comamos pan integral o multicereales para no perder un
buen nutrido grupo de vitaminas del grupo B y la tan beneficiosa fibra. La
medida es la de un “pitufo”, un bollito del tamaño aproximado del ratón del
ordenador. Dentro del bollito prácticamente lo que quieras pero te
sugerimos nuestras recetas de “Bocadillos”. Combínalo con una pieza de
fruta o un zumo natural (estamos preparando una sección dedicada
exclusivamente a zumos para que veas que tienes muchísimo donde
elegir).
Otra buena alternativa es un bol de cereales de calidad con un vaso de
leche de soja o almendras sin azúcar añadido. Ya dependerá de qué te vaya
apeteciendo cada día.
MEDIA-MAÑANA:
Dos piezas de fruta, o dos yogures de soja, o un vaso de zumo natural (o un
minibrick de zumo si nos pilla fuera de casa), o toda la ensalada que te
quepa en el platito de postre, o cuatro o cinco lonchas finitas de tofu o
seitán a la plancha (cocinadas con una cucharadita de aceite de oliva). Tu
eliges qué te apetece.
ALMUERZOS Y CENAS:
Llegan las comidas importantes, tienes una gran variedad donde elegir en
nuestra sección “Recetas vegetarianas” porque no queremos que te
aburras y queremos que disfrutes de cada bocado que te lleves a la boca.
La medida es muy sencilla, elige tu combinación ganadora del día pero
pruébalas todas:
Platito de ensalada + Bol de sopa o crema ligera (donde no haya verdura
que masticar) + pieza de fruta + yogur de soja.
Platito de ensalada+ Plato de comida de tenedor + pieza de fruta o yogur
de soja.
Platito de ensalada + Bol de sopa o potaje (donde haya verdura que
masticar) + pieza de fruta o yogur de soja.
Bol de sopa o crema ligera (donde no haya verdura que masticar) + Plato
de comida de tenedor.
PISCOLABIS
Nuestro menú está pensado para que no pases nada de hambre en todo el
día pero si el estómago te llama puedes probar varias cosas. Bebe agua, a
veces eso del hambre es más una costumbre que una realidad, bebe en
pequeños buches y prueba si se te pasan las ganas. Distráete con alguna
actividad, muchas veces pensamos en la comida por puro aburrimiento.
Dibuja, canta, baila, sal a pasear, haz problemas matemáticos, cualquier
cosa que aparte tu mente de la nevera.
Si aún siguiendo estos consejos continúas con hambre no te preocupes,
estamos cuidando nuestro cuerpo no castigándolo. Dependiendo de la
rutina alimentaria que hayamos llevado en nuestra vida puede que haya
que acostumbrar a nuestro estómago poco a poco, no todos los niños
aprenden de la noche a la mañana. Ayudemos a nuestro estómago a que
aprender un nuevo modo de alimentación sea una aventura divertida y no
un castigo y un tormento. Hay mil alimentos hipocalóricos que echarnos a
la boca que nos calmarán el hambre y continuarán cuidando por dentro.
Pepinos, rabanitos, zanahorias, una pieza de fruta, un vaso de zumo, un
cogollito de lechuga aliñado con un poco de zumo de limón, un tomate
partido por la mitad, una rodaja de sandía, una infusión e incluso una o dos
veces por semana permítete una onza de chocolate.
Espero que con todos estos consejos empieces una vida nueva llena de
satisfacciones, recuerda que si en algún momento esta forma de
alimentación es un martirio es que no la estás llevando bien a cabo. Está
pensada para que empecemos a disfrutar de verdad de la comida, sin
sentimientos de culpa que la entorpezcan. Pregúntanos ante cualquier
duda y te ayudaremos encantados.
Feliz aventura
Ami, el niño de las estrellas
Por Enrique Barrios. Editorial
Es un libro maravilloso, escrito para los chicos (que todos llevamos dentro), que nos enseña
muchas cosas bellas acerca de la vida.
Lo recuerdo especialmente porque cuando lo leí por primera vez (a los 10 años) sentía que nadie
pensaba como yo (ya entonces me disgustaba comer carne), y al leer el libro me sentí
comprendida.
Se los recomiendo si quieren leer una historia hermosa, al estilo de "Juan Salvador gaviota" y "El
Principito"
Les mando saludos desde Argentina.
María Paula.
Recomendado por Paula_Bayres.

Cocina Light, sabor total "Platos vegetarianos I,II y III"


Por . Editorial Folio
Tres de los volúmenes de una colección. Lo conseguí en una tienda de libros de ocasión. Más apto
para vegetarianos que para véganos,vienenrecetas muy bien explicadas e ilustradas.
Recomendado por -Vartan-.

Feng Shui habitación por habitación


Por Terah Kathryn Collins. Editorial Urano
Ampliación minuciosa del primer libro de la autora.
Recomendado por -Vartan-.

Feng Shui para la casa actual


Por Stephen Skinner. Editorial RBA-Integral
Libro ilustrado con hermosas fotografías que introducen en el mundo del Feng Shui.
Recomendado por -Vartan-.

Feng Shui para Occidente


Por Terah Kathryn Collins. Editorial Urano
Guía introductiva, completa y muy práctica de Feng Shui adaptado perfectamente a la vida de
hoy.
Recomendado por -Vartan-.

La nueva cocina energética


Por Montse Bradfor. Editorial Ed. Océano
Un libro para energizarse comiendo lleno de sanas y deliciosas recetas véganas.
Recomendado por -Vartan-.

Las verduras del mar: algas. Los nutritivos tesoros marinos para la salud y el paladar.
Por Montse Bradfor. Editorial Océano
Para que los tesoros del mar ya no nos guarden secretos. Muy interesante ya que las algas son
las mejores fuentes de vitaminas, proteínas y minerales para los vegetarianos. Sólo un dato: las
algas contienen tres veces más calcio que la leche de vaca.
Recomendado por -Vartan-.

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