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MATERIA: ADMINISTRACIÓN DE PERSONAL

Y RELACIONES LABORALES

CATEDRA: Profesor Allona

CURSO MAGISTRAL 1999


Hipótesis
La finalidad de la presente exposición es demostrar la importancia que
reviste en una organización el nuevo concepto de management
resaltando el rol del liderazgo en la conducción de equipos, la
comunicación y la motivación del personal, entre otros, como elemento
clave para que una empresa logre desarrollarse con eficiencia y
sobrevivir en el contexto actual.

Desarrollo

El panorama laboral actual nos marca una nueva tendencia, cada vez
son más las empresas que incorporan jóvenes estudiantes a su fuerza
laboral. Dado que los mismos se encuentran en plena formación y
cuentan con los requisitos que el nuevo criterio de organización
plantea: innovación, iniciativa, energía y docilidad para adaptarse
fácilmente a las características de la empresa y a los cambios cada vez
más acelerados del contexto.

Lamentablemente, en algún ámbito de las organizaciones, aún


persisten como resabio viejas estructuras de supervisión, donde la
tarea de conducción se encuentra a cargo de personas que, con
mucha antigüedad dentro de la empresa, llegaron a ese puesto a
través de progresos dentro de la carrera diseñada por la organización,
pero que en realidad no cuentan con la formación profesional
necesaria para enfrentar los nuevos desafíos en la conducción de
equipos.
Estos, suelen desaprovechar el potencial de las personas,
ignorándolas o sojuzgándolas, a su propia visión chata y desmoralizada
de la organización de la cual forman parte.
Esta situación trae aparejadas consecuencias, como el “temor del jefe
a ser sustituido”, desencadenando una serie de hechos altamente
negativos para sí mismo, para los empleados que se encuentran a su
cargo e inevitablemente para la organización.
Como por ejemplo:
• Acumulación de la información, ya que se sabe que quien la
maneja, detenta poder
• La desmotivación del personal, que al verse sometidos por estos
personajes, ven truncada su posibilidad de desarrollo dentro de la
empresa, provocando frustración
• Negarse al intercambio de ideas, imponiendo las propias como
únicas y verdaderas, impidiendo el feed back, indispensable para la
retroalimentación del sistema.
Con este tipo de actitudes lo único que conseguirá será la reacción
adversa del empleado, quien en lugar de identificarse con la empresa y
mostrar disposición a realizar sacrificios por ella, lo que realmente hará
será utilizarla como un medio para obtener ingresos, desechando las
expectativas de crecimiento profesional dentro de la misma y la
voluntad de contribuir al desarrollo de los objetivos comunes.
Asimismo podría llegar a provocar fuertes roces, oposiciones y hasta
propiciar la formación de camarillas que operarían en detrimento de
todos los actores de la organización.

El nuevo concepto de organización requiere de auténticos lideres.


El rol del gerente está cambiando como resultado del desarrollo de
valores, actitudes y habilidades de los empleados.
Razón por la cual aquel que conduzca un grupo debe ser consciente de
esto y adaptarse, sin importar su edad o antigüedad en la empresa y
ponerse al nivel de los nuevos escenarios, o de lo contrario quedará
excluido.
Por ello, es también necesario que, quien detenta la máxima autoridad
dentro de la organización implemente sistemas de evaluación
dinámicos y permanentes, que actúen como sensores para detectar a
aquellas personas que, con su actitud, puedan llegar boicotear los
objetivos de la empresa, identificando así los posible desvíos a este
modelo de liderazgo que se pretende implementar para producir un
cambio cultural dentro de la organización. A su vez estos sistemas
deben contribuir a identificar las habilidades de los individuos, con el
fin de destinarlos a aquellas tareas para las cuales son más aptos, en
lugar de descalificar, se deben potenciar los talentos.
También deben servir como diagnóstico de las necesidades de
capacitación.

A través de este proceso se lograrán verdaderos lideres a quienes los


colaboradores siguen, porque predican con el ejemplo, trabajan, se
comprometen y además, recompensan a sus colaboradores y los
promocionan. Muchas veces el reconocimiento puede ser uno de los
principales incentivos para el personal.
No es suficiente con un líder en la cumbre, hacen falta lideres en cada
uno de los puntos estratégicos de la empresa.
Estos lideres serán concebidos como conductores de los objetivos más
amplios que se deseen alcanzar, lo que lleva implícito el conocimiento
y asumir profundamente la misión de la empresa, este conocimiento y
aceptación son el motor de desarrollo y es también lo que legitima su
autoridad frente a las personas que se encuentran a su cargo.
Además de ello es fundamental la existencia y la práctica de valores
que justifiquen que las personas se adhieran al objetivo de la empresa.

Otro eje fundamental para aumentar el campo de visión del personal


involucrado es el conocimiento y la preparación real en la planificación
estratégica, la cual define los objetivos a corto y mediano plazo y la
estrategia para alcanzarlos.
La tarea básica del grupo de dirección no es conducir el día a día sino
convertirse en el grupo, animador del resto de grupos, en los cuales
pueden participar como lideres o como colegas.
Su misión en estos grupos no es actuar como juez o evaluador, sino
como animadores adecuándose a cada uno de los momentos por los
que atraviese el grupo y a sus características.
La persona que deba liderar el grupo debe cumplir un rol de
contención y apoyo más que de control, brindándoles la posibilidad de
expresar y traducir en resultados sus virtudes.

El líder debe potencializar a sus empleados dándoles responsabilidad


y autoridad, pero proveyéndoles información la que las respalden,
brindándoles el entorno apropiado para poder actuar.
La información además de confiable y oportuna, tiene que ser
accesible a la gente que la necesita para tomar decisiones y luego
actuar en base a ella.
De esta forma las personas que cuenten con el conocimiento y
capacidad pueden consultarla, haciendo que su gestión sea más
innovadora y creativa contribuyendo a mejorar el resultado de los
negocios.
Por lo expuesto, es imprescindible que exista un buen sistema de
información.
Reconociendo que la información es poder, en lugar de temer al hecho
de dispersar la información hay que aprovecharla para situar el poder
de decisión en el lugar que siempre tuvo que estar, el lugar más
cercano al que se produce el hecho empresarial.

El personal de altos conocimientos trabaja en grupos y en proyectos y


aunque quedan rutinas a realizar, la tendencia es que estas rutinas
sean resueltas por la tecnología.
El hombre inteligente se descapitaliza con las rutinas, la parte
importante de su trabajo son los proyectos y los resultados donde el
demuestra sus conocimientos, es por ello que la retribución y las
recompensas deben establecerse sobre esos proyectos.
Frente a este contexto el conocimiento es un concepto clave. Es
fundamental que el líder tenga la fuerte convicción de que sólo el
conocimiento permite el cambio, que conduce al aprovechamiento
integral de todos los recursos a través del principal recurso que tiene la
organización que es el ser humano, capaz de percibir, pensar, disentir,
analizar y sobre todo capaz de aprender y hacer este aprendizaje de
forma permanente y progresiva (no ocasional).
Este aumento progresivo de conocimientos no debe ser parcial. La
gente que se necesita en la nueva organización, en su condición de
participe en el trabajo de diferentes grupos de proyectos, ha de
ampliar su campo de conocimientos a todas las áreas de la
empresa. De esta forma, no sólo tendrá una visión de conjunto, sino la
capacidad de ser altamente operativo en áreas distintas a la suya.

El desafío que se le plantea al nuevo líder es lograr transmitir al resto


de la organización o bien al grupo en el que le toque desempeñarse,
que acepte e incorpore esta progresión de conocimientos que se puede
resumir en tres palabras APRENDER, REAPRENDER, DESAPRENDER.

El ideal seria que este concepto sea adoptado para todos los aspectos
de la empresa: en el perfeccionamiento gerencial y de liderazgo, en
tecnología, en los sistemas de información y decisión, optimización del
trabajo en grupo, etc.

Otro de los aspectos que el líder debe considerar es, que más allá del
logro de aquel objetivo expuesto, las condiciones actuales del contexto
plantean la necesidad de adecuarse a la velocidad con que se
producen los cambios.
Por ello es que se torna imprescindible optimizar al máximo el recurso
“tiempo” en el sentido de lograr más resultados, más proyectos, mas
innovaciones en el menor espacio de tiempo, lo que resultará una
ventaja competitiva, ya que no sólo proporcionará la agilidad y rapidez
en detectar cambios (en el entorno y los mercados) sino la posibilidad
de iniciar acciones correctivas en los casos en que fuere necesario
pudiendo evitar grandes pérdidas a la compañía, así como también
lograr acompañar el cambio en las necesidades de nuestros clientes.

El líder debe saber comunicar los objetivos globales y ayudar a


relacionarlos con la perspectiva individual, comprometer a los
individuos en el proceso de planificación de equipos y apoyar la
planificación hecha por los empleados, que en definitiva son quienes
más en contacto están con la realidad (ya sea con los clientes, o con
las maquinarias). Cada empleado debe saber, desde el lugar que se le
asigne dentro de la organización, cual es su función, que es lo que
debe hacer, como fue planteado el objetivo y cuando corresponde
llevarlo a cabo. La comunicación es fundamentalmente la habilidad con
la que debe contar un líder para informar e instruir y el compromiso de
responder ante el feedbak.
CONCLUSION
En muchas empresas existen empleados que tienen la capacidad de
asumir este reto, muchos jóvenes de altos conocimientos y
calificaciones están esperando este cambio, que ayudados por
excelentes profesionales y lideres empresariales ya están valorando y
programando los pasos para poder poner en práctica estos conceptos.
Si bien es sumamente importante que aquel que detente la autoridad
cumpla con las características de un líder también es necesario que
tenga la habilidad para interactuar con sus pares.
El objetivo principal debe ser implementar las metas y estrategias en
el ámbito corporativo.
Es el momento de enfrentarse con la realidad, el impacto que un
eficiente liderazgo puede provocar sobre los recursos humanos de una
organización, representa uno de los principales motores de desarrollo
para la organización y una fuente generadora de lealtad e innovación,
haciéndola capaz de lograr hasta los objetivos más ambiciosos que ella
se proponga. Pero este caudal inagotable de energía si no tiene la
conducción correcta puede dispersarse y evaporarse perdiendo todas
sus virtudes.
Por ello es necesario reflexionar sobre las medidas que se deben
implementar para incentivar la formación de lideres que condiga con la
cultura y los objetivos de la empresa.
Es cierto que se presentarán infinidad de obstáculos en el camino si se
decide poner en marcha este nuevo modelo, pero se debe tomar
conciencia que ello se traducirá en innumerables beneficios y que
aquellas empresas que no se adecúen a los cambios que el contexto
actual plantea, corren el grave riesgo de desaparecer.
Es fundamental establecer planes de acción para realizar el tránsito de
la organización actual a esta nueva propuesta.

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