Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Probarla?
Por Mario A Olcese
Introducción
Desde que el hombre tuvo uso de razón, sintió la necesidad de definir y explicar
racionalmente al Dios revelado en las Escrituras. Sin embargo, hay un dicho que
dice: "Dios definido, Dios finito" o bien, "Dios limitado". Es imposible
comprender la naturaleza de Dios en función de moldes o patrones de nuestras
ideas o concepciones de la lógica humana. Es como pretender introducir todos
los oceános y mares en un vaso.
1.- Por el Movimiento: Todo lo que se mueve es accionado por otro motor, que
ha su vez fue puesto en movimiento por una causa anterior y así
sucesivamente. Concluimos que la existencia de una primera energía o motor es
lo que llamamos Dios Todopoderoso.
2.- Por las Causas Eficientes: Es similar a la anterior y nos impulsa a aceptar la
realidad de una causa inicial, eficiente y muy necesaria, no sólo en la creación
de todas las cosas, sino también en su conservación y existencia.
1
3.- Por la Contingencia de los Seres del Mundo: Los entes humanos son
marcadamente contingentes (eventuales), que pueden o no existir, y que no
tienen en sí la razón suficiente-aparentemente- de la causa de su existencia.
Desde el momento que existen, presuponen la existencia de un ser que existía
por sí mismo, causa de los demás seres. Tal es Dios.
4.- Por los Grados de Perfección de los seres: Las criaturas de este mundo
constituyen una jerarquía, siendo unos más perfectos y complejos que otros. La
verdad, la bondad, el bien o la belleza que existe en ellos, depende del grado de
aproximación a la Causa Suprema de la verdad y la perfección, es decir, Dios.
5.- Por el Orden del Mundo: Una cosa no puede armonizar sino por un
ordenador. Es decir, el orden y la armonía del mundo y "el universo infinito" no
pueden haberse originado por una causa ciega o al azar. Hay, pues, un Ser
Supremo que es el ordenador y el Legislador de todo. Estas cinco pruebas se
resumen en el principio de la CAUSALIDAD.
1.- Reconoce que es un ser imperfecto, puesto que hay "más perfección en
conocer que en dudar", de aquí deduce que la idea de un ser perfecto, infinito y
eterno, no puede partir de él mismo-criatura mortal e imperfecta. Esta idea no
puede, por tanto, tener por causa más que un ser cuya realidad sea tanta como
las ideas que expresa. Este es precisamente Dios.
2
"debe ser" y lo que "es", a la realización del ideal de santidad y moralidad, Kant
le llama Dios.
Se sabe que el uranio radioactivo pesa más que el radio. Su peso atómico es de
238.5, como se puede verificar en cualquier libro de química elemental. Al
descomponerse el uranio libera un átomo de helio, con peso atómico de 4. Al
repetirse tres veces el proceso, lo que resulta es el radio, pero con un peso
atómico de 226.4, aproximadamente. Al degradarse el uranio produce el radio,
y el plomo resulta como el elemento final de esta degradación o desintegración
del radio. La desintegración del uranio requiere de mucho más tiempo que el
radio; éste requiere alrededor de 1,600 años.
¿Y qué diremos del Dios de la Biblia? Él se atreve a predecir el futuro con siglos
y milenios de anticipación con lujo de detalles. La existencia de Dios se verifica
a través de la veracidad de Sus declaraciones proféticas. Sólo el Dios de la Biblia
pudo saber lo que les ocurriría a las ciudades de Tiro, Sidón, Edom, Gaza,
Ascalón, Asdod, Ecrón, Egipto, Babilonia, Medo -Persia, Gracia, Roma, Jericó,
Samaria, Moab, Amón, Canaán, Jerusalén, etc.
Dios y la Biblia: El Dios que podemos conocer por los ejercicios mentales del
raciocinio, no será nunca ni la sombra de lo que verdaderamente es Dios. El
raciocinio no nos da el conocimiento del carácter y la voluntad de Dios, sino
sólo conjeturas e hipótesis falibles de Su Persona. Algunos sostienen que no
puede haber pruebas si antes no hay fe. La prueba presupone fe y no puede
precederla; y la prueba está en que el que investiga la existencia de Dios es
motivado por la fe que en él pueda existir.
3
Alguien ha dicho: "La prueba es una especie de despliegue de la fe en el ámbito
racional". Ahora bien, para ser salvo, el creyente deberá ejercer fe en Dios, y
luego aparecerán en su mente, con mayor lucidez, las evidencias racionales de
la existencia de Dios.
Además, recordemos que el Señor Jesús vino a esta tierra para despejar la
incógnita sobre la realidad de Dios. Dice Juan: "A Dios nadie lo ha visto jamás,
el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer" (Juan
1:18). El mismo apóstol Pablo fue encomendado a predicar al mundo gentil
sobre el Dios desconocido. Dijo Pablo a los atenienses: "Porque pasando y
mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual también estaba
esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin
conocerle, es a quien yo os anuncio" (Hechos 17:23).
Sin el conocimiento exacto del Dios verdadero, es imposible que pueda existir
una fe sólida y duradera. En este sentido Pablo dice: "Así que la fe es por el oír,
y el oír, por la Palabra de Dios." (Romanos 10:17). Por esto, no nos
asombramos que en el mundo no exista verdadera fe en Cristo, porque
4
sencillamente desconocen la Palabra de Dios. Mientras los hombres ignoren la
Palabra de Dios, y no la lean, jamás adquirirán una fe genuina y bien
fundamentada (Lucas 4:4).
En el mundo hay millones de "Tomases" que dicen: "Si no viere en sus manos
las señales de los clavos...no creeré". Igual va para con el Padre. Muchos dicen
que si no vieran con sus ojos al "Dios Padre", no creerán. Pero Jesús dice:
"Bienaventurados los que no vieron y creyeron" (Juan 20:25,29).
Jesús dijo que quien le ve a él, ve al Dios Padre (Juan 14). Por supuesto que
Cristo no quiso decir que Él era el Padre, pues antes afirmó que nadie había
visto a Su Padre (Juan 1:18). Lo que Cristo quiso decir era que el Padre se
manifestó EN ÉL. Jesús era la viva imagen del Padre; pues así como Dios ama,
el Hijo ama. Las obras de Cristo eran las obras del Padre. El Padre hacía sus
obras por medio de Su Hijo. Así que, viendo al Hijo estamos viendo el amor y la
sabiduría de Dios el Padre. Esta verdad no es comprendida por millones de
personas ateas y agnósticas.
MARIO A OLCESE
Lima, PERÚ.