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SI EL ESPÍRITU SANTO ES LA TERCERA

PERSONA DE LA TRINIDAD—-¿POR QUÉ


CARECE DE NOMBRE PROPIO?
Por Mario A Olcese

Una Asombrosa y Crasa Ignorancia

Hace cuánto ha que se viene predicando la doctrina de la Trinidad, la


cual sostiene que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son un solo
Dios en TRES PERSONAS DISTINTAS. Sí, por casi 17 siglos se viene
enseñando que el Espíritu Santo es una persona divina desde que se
convocó el Concilio de Constantinopla en el año 38l el cual declaró
explícitamente que el Espíritu Santo era Dios igual al Padre y al Hijo
como recita en el Credo: "Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de
vida, que procede del Padre y del Hijo que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria". Así se completó el Credo que
por esta razón se le llama Niceno-constantinopolitano, por haberse
confeccionado en los dos primeros concilios. Sin embargo, en los
primeros 381 años de la Era Cristiana la iglesia no había formulado
el dogma Trinitario tal como se conoce hoy, y es probable que ni
Cristo ni sus apóstoles lo hubieran formulado de esa manera, ya que
Cristo mismo reconoció que sólo Su Padre es el único Dios
verdadero (Juan 17:3).

¿Pero cuál es el nombre de la “Persona” del Espíritu Santo?

Es de suponer que toda persona tenga su nombre propio. El nombre


identifica a un individuo y su ascendencia. Sin nombre un individuo
no es nada, no existe. Por eso sabemos que Dios mismo se dio a
conocer y reveló Su nombre personal— “Yahweh” (Sal 83:18; Isa.
42:8). De igual manera, el Hijo de Dios tiene su nombre propio, el
cual es Jesús (Lucas 1:31). Pero cuando llegamos al Espíritu Santo
nos vemos en problemas al tratar de descubrir su supuesto nombre
personal. Uno puede leer desde el Génesis hasta el Apocalipsis y no
podrá hallar el nombre del Espíritu Santo. Ante esta dificultad los
Trinitarios sostienen que el nombre del Espíritu Santo es
“Consolador”, pero esto no es posible, pues este adjetivo
“consolador” denota la función del Espíritu Santo, la cual es
consolar a los creyentes. Es como querer decir que el nombre del
Hijo de Dios es “Salvador” o “Creador” el del Padre. Jamás se dice en
la Biblia que el Espíritu Santo se llama “Consolador”, y sólo está en
la mente de los Trinitarios. Por tanto, si el Espíritu Santo no tiene su
nombre personal es lógico concluir que no sea una persona sino
alguna otra cosa.

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¿Qué otros Detalles podemos señalar sobre el Espíritu Santo?

1.- En la Biblia la palabra espíritu es neutro en género. Los artículos


y pronombres que se refieren a “él” son también neutros. Así que no
es exacto traducir “el Espíritu Santo” sino simplemente “Espíritu
Santo”.
2.- Ninguna oración, loa, o adoración es dirigida al Espíritu Santo en
la Biblia. Esto demuestra que “éste” no es una persona como lo es El
Padre y Su Hijo, quienes si reciben loas, alabanzas, y plegarias de los
hombres. De hecho, jamás se nos manda amar, adorar, y alabar al
Espíritu Santo.
3.- El Espíritu Santo no está incluido o mencionado en las
salutaciones apostólicas. Por ejemplo, el Espíritu Santo no está
mencionado por Pablo en sus salutaciones a las iglesias (Rom. 1:7; 1
Cor 1:3; 2 Cor. 1:2; Gál. 1:3; Efe. 1:2; Fil. 1:2; Col. 1:2; 1 Tes. 1:1; 2 Tes.
1:2; 1 Tim. 1:2; 2 Tim. 1:2; Tito 1:4; Fil. 3).
4.- Tampoco se le ve al Espíritu Santo entronizado como ocurre con
el Padre y como ocurrirá con el Hijo en el milenio.
5.- No está relacionado con el Padre como si fueran UNO como sí
ocurre con el Padre y Su Hijo (Juan 10:30).

Todos estos detalles deben ser considerados con atención y seriedad


antes de afirmar que el Espíritu Santo es una persona divina.

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