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¿ES EL PADRE EL ESPÍRITU SANTO?

Por Mario A Olcese


Introducción

La Doctrina Trinitaria sostiene, como todos sabemos, que Dios está compuesto
por Tres Personas distintas que son co-substanciales: el Padre, el Hijo, y el
Espíritu Santo. Nótese que sólo a la “Tercera Persona” se le llama “Espíritu
Santo” y no así al Padre y al Hijo. Nos preguntamos, ¿es sólo la llamada Tercera
Persona de la Trinidad un Espíritu Santo y no así el Padre y el Hijo? Y es que
nos resulta curioso que siendo el Padre un Espíritu puro y Santo, sólo a la
Tercera Persona se la llame “Espíritu Santo”. Recordemos que Jesús mismo
afirmó que Dios, el Padre, es un Espíritu (Juan 4:23,24), y Pedro dice, citando un
verso del AT, que Dios es Santo (1 Pedro 1:16). ¡De modo que El Padre es
también un Espíritu Santo!

¿Es Jesús un Espíritu?

Por otro lado, Jesús mismo se presentó resucitado como un Ser Humano
inmortal, y él mismo dijo que NO era un espíritu, porque un espíritu NO tiene
un cuerpo de carne y huesos como él claramente lo tenía. Incluso Tomás fue
invitado por el Señor a tocarlo y a meter su mano en sus heridas (Lc. 24:37-39,
Juan 20:27). Además, Jesús ascendió al Padre con ese mismo cuerpo glorificado
(sin sangre) y está a Su diestra en el templo y santuario celestial; salvo claro,
que nuestro Señor haya cambiado su naturaleza física en su trayecto de retorno
al cielo por uno de espíritu santo.

En todo caso los ángeles revelaron que “ESTE MISMO JESÚS” que había sido
tomado de entre los hombres, así volvería a la tierra (Heb. 1:11). Es decir, el
mismo Jesús hombre glorificado volvería a la tierra para inaugurar su reino. Así
que Dios Padre es de hecho un Espíritu Santo, y también la supuesta Tercera
Persona de la Trinidad llamada “el Espíritu Santo” y probablemente el Hijo
mismo igualmente! ¿Pero pueden existir al menos dos Personas en la Deidad
que son “Espíritus Santos”? Esto ciertamente se vuelve más enrevesado se
seguimos investigando más a fondo el asunto. Si hay dos o Tres Personas que
son Espíritus Santos, ¿por qué sólo a una de ellas se le llama “el Espíritu
Santo”?

El Hijo y el Espíritu Santo son de Dios

Si uno lee las Escrituras, verá que al Hijo (la supuesta Segunda Persona de la
Trinidad) se le llama “el Hijo de Dios” (Mateo 16:16) y también al Espíritu Santo
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(“El Espíritu Santo de Dios”) (1 Cor. 2:11). Es decir, ambos, Padre Y Espíritu
Santo son del Padre o pertenecen al Padre, pero jamás leeremos en la Biblia que al
Padre se le llame: “El Padre de Dios”, sino solamente el Hijo y el Espíritu Santo.
Esto es importante, porque de alguna manera ambos, Hijo y Espíritu Santo, se
originan de Dios el Padre. Así que cuando la Biblia habla del Espíritu Santo de
Dios, quiere decir que Dios el Padre manda sobre Su Espíritu, y es Su poder
mismo manifestándose a través de ello. No es que sea una Tercera Persona
Divina, sino que es el Poder del Padre en acción: en la creación, en el
engendramiento de Su Hijo, y ciertamente en la adopción y en la regeneración
de los conversos, en las dádivas o dones para la iglesia, y en la victoria diaria de
los creyentes (Rom. 8:14; 15:13; Ef. 1:13; Tito 3:5; 2 Cor. 12:9). Si el Espíritu Santo
fuera una Tercera Persona, éste debería aparecer entronizado con Cristo, o
dialogando con el Padre y el Hijo. Pero nada de esto se ve en Las Escrituras.
Además, si fuera una Tercera Persona Divina, ¿por qué nadie conoce su nombre
propio? ¿No se supone que toda persona tenga su nombre personal? ¿Por qué el
Espíritu Santo no se le percibe siendo adorado? ¿Por qué no se le ora o es el
segundo intermediario en nuestras plegarias? Y finalmente, si el Espíritu Santo
es una Tercera Persona distinta del Padre y del Hijo, entonces Jesús tendría que
ser el Hijo del Espíritu Santo y no del Padre. Recordemos que Jesús fue
engendrado por el Espíritu Santo (Lucas 1:34,35). Pero si el Espíritu Santo es el
mismo Padre, entonces Jesús es el Hijo de Dios Padre, engendrado por su Santo
Espíritu.

Espíritu y Poder

En Lucas 1:17 se dice que Juan, el precursor del Mesías, vendría “en el espíritu y
poder de Elías”. En la concepción del Hijo de Dios María dijo que “espíritu
santo (no hay artículo en el Griego) vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te
cubrirá” (Lucas 1:35). Y cuando Jesús anuncia la venida del Espíritu Santo él
dice: “enviaré la promesa de mi Padre sobre ustedes; pero deben permanecer en
la ciudad hasta que seáis revestidos con poder de lo alto” (Lc. 24:49). La locución
“Espíritu Santo” en un pasaje es sustituido por “el dedo de Dios” en el texto
paralelo (Mat. 12:28; Lc. 11:20). El “dedo de Dios” difícilmente describe a una
persona completa.

Mentir al Espíritu Santo es Mentir a Dios—¿cómo?

Muchos Trinitarios sostienen que el Espíritu Santo es Dios basándose en


Hechos 5:3,4 que iguala “mentir al Espíritu Santo” con “mentir a Dios”. ¿Pero es
válida tal conclusión? He aquí el comentario que hace el erudito teólogo Inglés,
Sir Anthony Buzzard sobre este punto: “En primer lugar, el Espíritu Santo aquí
significa el poder y la autoridad investida por Dios en la persona de Pedro.

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Aquellos que mienten a los Apóstoles que hablan en el nombre de Dios y por
Su Espíritu se dice correctamente que mienten al Espíritu y a Dios. Pablo
confirma el punto comentando lo siguiente: “Así que, el que desecha esto, no
desecha al hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo”. (1 Tes.
4:8).” (1) También Buzzard agrega: “Hay un paralelo sugestivo paralelo en el
Antiguo Testamento cuando los Israelitas se rebelaron contra Moisés y Aarón.
Moisés les dijo que su rebelión no era “contra nosotros, sino contra Dios cuyos
mensajeros somos nosotros”. La “ecuación” de Moisés y Aarón con Dios no los
hace a éstos parte de la Deidad, por supuesto.

Dios da Una Porción de Su Espíritu

En 1 Juan 4:13 Leemos: “En esto conocemos que permanecemos en él, y él en


nosotros, en que nos ha dado (una porción) de su espíritu” (ek tou pneumatos
autou). Sin duda Dios no nos da una porción de su persona, y ciertamente Él no
se divide entre millones de creyentes. Lo que dice el pasaje con más propiedad
es que Dios da por medida de su poder y de Su mente (propósito, voluntad,
conocimiento, sabiduría). Sin duda Juan está pensando en algo que puede ser
cuantificado, como hace Pedro cuando cita un pasaje en relación al
derramamiento “de Mi Espíritu”. Ciertamente que las personas no son
“derramadas”. Tales formas de hablar del Espíritu no encajan con una supuesta
Tercera Persona de la Trinidad.

Dios es Uno, no Tres

Muchos aún no parecen comprender que Dios es UNO, no TRES PERSONAS


(Dt. 6:4), como propone la doctrina Católica de la Trinidad. También los
cristianos Trinitarios parecen olvidar lo que Pablo les dijo a los corintios: “Dios
no es un Dios de confusión sino de orden” (1 Cor. 14:33). Si los cristianos que
creen en la Trinidad tomaran en cuenta esta declaración paulina,
inmediatamente tendrían que abandonar esta doctrina supuestamente
“ortodoxa”, ya que ni ellos mismos saben definirla o explicarla con coherencia y
uniformidad de criterio. Realmente es una de las doctrinas más confusas y uno
de los misterios más significativos sin resolver.

Es triste que a los cristianos se les haga difícil entender lo que significan los
vocablos UNO, SOLO, y ÚNICO que se aplican a Yahweh, el Dios de los
Hebreos. En diferentes pasajes de la Biblia el Dios bíblico es único y singular, y
no un Dios “único compuesto”. Si Yahweh dice en Isaías 44, 45, y 46 que Él es
único y que no hay ningún otro Dios como Él y con Él, ¿por qué los Trinitarios y
binitarios dicen lo diametralmente opuesto? ¿Por qué les resulta difícil aceptar o
entender esta simple verdad que hasta un niño de 3 años lo puede entender? Y

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cuando Jesús dice del Padre: “Y esta es la vida eterna, que te conozcan A TI,
UNICO DIOS VERDADERO…” (Juan 17:3) ¿por qué los Trinitarios se
empecinan en sostener lo contrario diciendo que el UNICO DIOS
VERDADERO está compuesto por más de una Persona? Y cuando Jesús dice
que “El Padre mayor es que yo” (Juan 14:28), ¿por qué los Trinitarios y
binitarios se resisten a creerle a su Maestro y replican diciendo que él en esa
ocasión en particular hablaba “como hombre”? ¿No es esta explicación
totalmente ridícula?¿No se supone que todo hombre sea menos o menor que
Dios? ¿Qué de nuevo nos estaría diciendo nuestro Señor en realidad? ¡Nada!

La Trinidad nos aparta del Reino de los Cielos

Jesús le dio mucha importancia a la creencia de UN solo Dios verdadero. De


hecho, el primer mandamiento nos dice que debemos amar a Dios con todo
nuestro ser. Pero amar a un Dios que no es el verdadero nos puede traer
consecuencias fatales. En una ocasión Jesús le había dicho a un Escriba que él no
estaba lejos del reino de Dios porque había acertado en su confesión de que
“Dios es UNO y no hay otro fuera de Él” (Mr. 12:32-34). ¿Se imagina usted si el
Escriba le hubiera confesado a Jesús algo así como: Dios es UNO pero está
compuesto por otras dos Deidades co-substanciales que conforman la Trinidad?
Seguramente nuestro Señor no le hubiera dicho lo que le dijo, sino que más bien
lo hubiera alejado de su reino.

Jesús no es un Segundo Dios Verdadero

Si Jesús afirmó que Su Padre es el único Dios verdadero en Juan 17:3, ¿por qué
se dice que Jesús es también Dios verdadero en 1 Juan 5:20? ¿O es que acaso no
lo dice, y más bien lo que ha ocurrido es que se le ha malentendido a Juan? El
Pasaje en cuestión dice así: ““También sabemos que el Hijo de Dios ha venido y
nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero. Y estamos
con el Verdadero, con su Hijo Jesucristo. Éste es el Dios verdadero y la vida
eterna”.

Muchos de los que erradamente creen que el Mesías es el Dios verdadero


sostienen que la oración final en este verso: “Este es el verdadero Dios y la vida
eterna”, se refiere a Jesús el Mesías, puesto que el sustantivo más cercano a
“Este” es “Jesucristo”. Sin embargo, puesto que Dios y el Mesías son ambos
referidos en la primera oración del verso, la oración final puede referirse a
cualquiera de ellos. La palabra (pronombre) “Este”, que inicia la oración final,

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es houtos, y un estudio de él mostrará que el contexto, no el sustantivo o
pronombre más cercano, debe determinar a cuál “Este” se está refiriendo. La
Biblia provee ejemplos de esto, y uno bueno está en Hechos 7:18 y 19: “Hasta
que se levantó otro rey en Egipto que no conocía á José. Este [houtos], usando
de astucia con nuestro linaje, maltrató á nuestros padres, á fin de que pusiesen á
peligro de muerte sus niños, para que cesase la generación”. Es claro de este
ejemplo que “este” [houtos] no puede referirse a José, aunque José es el
sustantivo más próximo. Se refiere al otro rey, el primero, en el verso, aunque
ese rey malvado no es el sustantivo más cercano.

Si fuera verdad de que los pronombres siempre se refieren al sustantivo más


próximo, resultarían en serios problemas teológicos. Un ejemplo es Hechos 4:10,
11: “Sea notorio á todos vosotros, y á todo el pueblo de Israel, que en el nombre
de Jesús el Mesías de Nazaret, al que vosotros crucificasteis y Dios le resucitó de
los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano. Este [Houtos] es
la piedra reprobada de vosotros los edificadores, la cual es puesta por cabeza
del ángulo”. Si “Este” en la última oración se refiere al sustantivo o pronombre
más próximo, entonces el hombre que fue sanado es realmente la piedra
rechazada por los constructores y que ha venido a ser cabeza del ángulo, es
decir, el Mesías. Por supuesto que esto no es verdad.

Un aun más problemático ejemplo para aquellos que no reconocen que el


contexto, no la colocación del sustantivo o pronombre, es la clave más vital para
el significado adecuado de 1 Juan 5:20, donde se lee: “También sabemos que el
Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al
Dios verdadero. Y estamos con el Verdadero, con* su Hijo Jesús el Mesías. Éste
[Houtos] es el Dios verdadero y la vida eterna”. Como en los dos ejemplos
anteriores, el pronombre “Este” en este versículo no se relaciona con el
sustantivo más próximo, sino que se refiere al Padre, una de las dos personas
que se mencionan en todo el versículo.

Un último ejemplo: 1 Juan 2:22. Este interesante texto dice: “¿Quién es mentiroso,
sino el que niega que Jesús es el Mesías? Este es el anticristo,, que niega al Padre y al
Hijo”. Si nos atenemos a que “Este es anticristo” es el Mesías mismo, el sujeto

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inmediato que antecede a esta frase, tendríamos que concluir que el Mesías es el
anticristo…¡Y esto sería una blasfemia de marca mayor! De modo que vemos
que no podemos concluir que la frase “este es el verdadero Dios y la vida eterna” se
está refiriendo al sujeto antecedente de esta expresión, pues si lo hacemos así,
tendríamos que hacer lo propio con 1 Juan 2:22 y entonces estaríamos
blasfemando contra la persona del Hijo.

Finalmente, es el propio Maestro Jesús el Mesías quien nos reveló al Padre


diciendo: “Y esta es la vida eterna: que te conozcan (no dice: “nos conozcan a ti
y a mi, el único Dios verdadero, y a Jesús el Mesías, a quien has enviado”. Aquí
claramente nuestro amado Maestro nos enseña una verdad que pocos quieren
aceptar por culpa de la tradición Católica y Protestante. Y esta verdad es que el
Mesías mismo enseñó que sólo Su Padre es el único Dios verdadero y nadie
más. Incluso, ya en el cielo, Jesús sigue llamando a Su Padre como “MI DIOS” 4
veces en Apo. 3:12: “Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi
Dios, y nunca más saldrá fuera; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el
nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo
de con mi Dios, y mi nombre nuevo”. Nos preguntamos, ¿puede un Dios
verdadero tener su propio Dios verdadero? Creo que aquí hay un punto que
merece seria consideración.

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