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Gledhil: El poder y sus disfraces

A quienes se oponen instintivamente a la integración en un estado mas grande, se les tilda de adversarios del
racionalismo y del desarrollo. El termino empleado para definir esta resistencia suele ser el de terrorismo, lo
cual legitima un terrorismo de estado al que rara vez se le da este nombre.
La violencia de clase se halla explicita en los procesos que hacen imposible a las comunidades locales
sustentarse sin tener que recurrir a emigrar a lugares lejanos. El capitalismo ha dado lugar a traslados de
población fuera de sus países de origen de una manera casi permanente.
En un estudio de la relación entre EEUU y América Latina Petras y Morley ofrecen un modelo teórico que
articula la fase actual del desarrollo capitalistas global con las nuevas propiedades sociales y políticas del
orden mundial, incluyendo el surgimiento de nuevos movimientos sociales, el desarraigo y el terrorismo de
estado rutinario. En este modelo el estado estaunidense es un estado imperial porque responde a los
intereses de los capitalistas que trasladan el capital al extranjero para lograr la acumulación a escala mundial.
El estado imperial es la institución que crea el marco en el que pueden funcionar las empresas capitalistas
transnacionales, antes que una creación de dichas empresas o una organización política cuyo control podía
resultar subvertido por su desarrollo. Sin embargo, es distinto del estado capitalista nacional en “que ejerce
su autoridad en un ámbito de soberanías que aspiran a enfrentarse entre si: estados imperialistas
enfrentados, potencias regionales y autoridades locales”. El estado imperial estaunidense tiene tantos
componentes económicos como militares e ideológicos. La diferencia entre el imperialismo de EEUU y sus
rivales japonés y alemán radica en el modo en que el primero baso su hegemonía cada vez mas en los
órganos militares- ideológicos, mientras que los segundos se basaron en órganos económicos. Como
resultado, le hegemonía económica de EEUU decayó.

La disminución en la importancia del capital productivo de EEUU llevo al surgimiento de nuevos actores
políticos vinculados a los aparatos ideológicos-militares dominantes llamados”estado de seguridad nacional”(
propaganda demonológica destinada a legitimar el salto hacia la ilegalidad en las practicas internas y externas
del estado imperial). Los vínculos “informales” entre la subversión estadounidense y la militarización de la
política exterior, por un lado, y el comercio internacional de estupefacientes y armas, por el otro, encajaban en
la lógica de una economía cada vez mas orientada hacia la acumulación a través de la especulación.
Petras y Morley consideran que la política exterior estadounidense se alejaba cada vez mas de los interese
económicos del capital empresarial del país, impulsada por la lógica fe las estrategias militares que aspiraban
a derrocar a cualquier régimen que se considerara amenazador para la hegemonía estadounidense directa o
por mediadores.
La creciente competitividad del capitalismo asiático y europeo hizo de la globalización el lenguaje de su
legitimación política.
El boom Clinton siguió siendo fuertemente dependiente del sector financiero mundial, cuyo crecimiento genero
también mas puestos de trabajo mal pagados en el sector de servicios, junto con la demanda de servicios
baratos proporcionados por un creciente numero de familias de clase trabajadora en las que trabajan ambos
cónyuges.
La intervención militar estadounidense en el extranjero no ceso. Irak y Kosovo reflejaban hasta que punto las
potencias del Atlántico Norte seguían estando dispuestas a gastar dinero en medios militares para lograr sus
intereses económicos y geopolíticos comunes.
En América Latina, los gobiernos neoliberales habían logrado convertir sus economías en un nuevo modelo
alejado del nacionalismo económico y orientado hacia la economía mundial, de un modo que satisfacía a las
empresas transnacionales con base en EEUU. La prioridad dada a este modelo de desarrollo ha generado
una continua necesidad de ayuda militar y una cierta intervención directa de Norteamérica, legitimada por la
“guerra antidroga”. EEUU proporcionaba apoyo directo a las fuerzas que trataban de derrocar a los regímenes
populares que amenazaban sus interese económicos, pero también ofrecía asistencia técnica para reforzar
las técnicas antiinsurreccionales (escuadrones de la muerte). Estas estrategias demostraron ser beneficiosas
para la extensión de un modelo de acumulación de capital internacionalizado, así como para la promoción de
modelos de desarrollo neoliberal que reforzaban la “ confianza de los inversores”.
Inicialmente el terrorismo de estado era tanto un medio para implantar un modelo de acumulación asociado al
capital transnacional como un medio para conseguir la hegemonía de EEUU. Posteriormente se convirtió en el
medio por el cual los regímenes respondieron a los renovados desafiados generados por el impacto social del
momento político y económico neoliberal, y, de hecho, por el propio terrorismo de estado. Partiendo de este
razonamiento, podríamos concluir que la reducción del despliegue del terror en algunos países simplemente
refleja el hecho que la anterior estrategia había logrado aniquilar a los enemigos del estado u obligarles a
negociar la paz y a entrar en la política electoral.
Dinámica del terrorismo: división de sus partes integrantes

En primer lugar el papel de los nuevos movimientos sociales. Petras y Morley los conciben como
organizaciones populares democráticas dirigidas por lideres locales reclutados fuera de las maquinarias de
partido y electorales establecidas. Surgen en oposición a los estados autoritarios y a la elites
transnacionalizadas que dichos estados ahora representan. Su actuación va mas allá de la de los antiguos
movimientos obreros organizados: así, entre sus principales demandas se encuentran los derechos humanos
y políticos, y la dignidad social. Asimismo, llevan a la escena política a sectores de las clases inferiores que
normalmente no se hallaban representados por los movimientos obreros.
En segundo lugar, el terrorismo de los desarraigados se produce por la brutalidad de los poderosos, que
refleja su misma lógica y reproduce una estructura de violencia que se refuerza así misma.
Globalización Cultural y relaciones de poder
La desterritorializacion da lugar a recreaciones fundamentalistas de la identidad cultural. La religión constituye
una base idónea para fundamentar las concepciones del yo y del otro en términos morales, y, por lo tanto, la
diferencia religiosa se convierte en la concepción de una diferencia étnica irreducible respaldada por la
fabricación de mitos históricos.
Appadurai: La globalización cultural exacerba una tendencia hacia las relaciones conflictivas entre estados y
naciones. Los estados luchan por monopolizar las ideas de nación.
Los movimientos separatistas son grupos con su propia idea del concepto de nación, que aspiran a crear sus
propios estados o hacer pedazos los estados existentes, en contra de los proyectos mayoritarios de las elites
nacionales(separatistas).
El fenómeno de nacionalismo a larga distancia actúa de 2 formas. La identificación con las patrias y sus
practicas culturales distintivas puede afianzar las fronteras entre los distintos grupos en el seno de las
sociedades metropolitanas, así como fomentar nuevos tipos de etnicizacion de la política metropolitana.
El racismo y la negación del reconocimiento social pleno por parte del grupo étnico dominante puede impulsar
incluso a la población de clase media a identificarse con ideologías separatistas.
Para Castells, la resistencia es simplemente una reacción a la exclusión de las redes mundiales de los flujos
de capital y de información. Esta resistencia reactiva a lo mundial no encarna ningún proyecto autónomo o
constructivo en si mismo que no sea el arraigado en una tradición local y atávica.
Los planteamientos antropológicos mas recientes tratan de mediar entre dos posturas igualmente
insatisfactorias. Una consiste en centrarse exclusivamente en las raíces locales de los conflictos, el desorden
y la violencia que reflejan las ideologías tanto de la guerra fría como del periodo posterior. La otra consiste en
adoptar una perspectiva de los procesos mundiales que ve en la asuncion de la resistencia la única alternativa
para lo local, ofrece una contextualización inadecuada de las situaciones particulares, y, de ese modo, no
logra explicar adecuadamente por que las fuerzas globales siguen produciendo heterogeneidad y desarrollo
desigual.
De las fantasías de la senderologia a las raíces de la violencia política en Perú
La violencia es el resultado de condiciones internas de los países periféricos y de las regiones excluidas. No
se la puede considerar racional o significativa, y no se la puede detener con los métodos racionales de la
diplomacia y la conciliación. No solo debemos poner en cuestión la idea de que Occidente no es responsable
de la crisis africana, sino que también hemos de cuestionar el argumento de que la violencia es irracional y
carente de significado.
Paralelismo entre Sendero luminoso y el FRU: sus lideres eran intelectuales resentidos que creian que no
habian encontrado el lugar que merecían en la sociedad, mientras que los movimientos apelaban a los
jóvenes de los ambitos rurales, qur habian sido modernizados, pero que teniam pocas posibilidades
educativas y de movilidad social, ofreciéndoles educación en el arte de la guerra. El papel de los jóvenes
como combatientes constituye un rasgo importante de toda una serie de movimientos.
La violencia de sendero se dirigía contra el estado. La imagen amenazadora de los campesinos indios,
aislados de la cultura política nacional, avanzando sobre la ciudad y el progreso occidental, inflamado por
símbolos exóticos que recordaban la época de los incas, contribuyo a conceptuar todas las formas de
resistencia al neoliberalismo como una oposición nostálgica a una “modernización” que representaba el futuro
del mundo. Es posible que en las raíces mas profundas de la imagen de una periferia peligrosa e irracional
constituida por campesinos indígenas andinos se encuentren en la propia sociedad norteamericana.
La frialdad de la ideología de Sendero era lo que le otorgaba su poder emocional y dotaba de una nueva
identidad significativa a quienes la abrazaban. Atraía a la juventud andina porque sendero se asociaba a la
modernidad(apelación a la ciencia y rechazo de rasgos del mundo indígena como la superstición. Sin
embargo, tanto sus lideres como sus seguidores aceptaban las premisas jerárquicas y autoritarias de sendero
y se oponían a los agentes de la “modernización” (ingenieros que reparaban las torres de tendido eléctrico, los
militantes comunistas que organizaban federaciones campesinas). Solo sendero podía enseñar al pueblo y
llevarlo hacia el progreso. Sendero siguió siendo una organización de cuadros, antes que una organización
política de masas. Su base de apoyo rural se complementaba con el soporte que recibía en Lima. En las
ciudades, llevo a cabo sus ataques armados contra pequeños comerciantes, conductores de autobuses y
taxistas. Además estableció su base urbana asesinando a los lideres de las comunidades populares y a los
organizadores sindicales pertenecientes a las organizaciones rivales. Una gran parte del apoyo campesino fue
mas pasivo que activo, basado en la simpatía hacia lo que la población local como los objetivos últimos del
movimiento.

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