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I.

Reseña de un siglo de funcionalismo

Funcionalismo es un término que significa un punto de vista


frente a la arquitectura. No existe ninguna definición simple
del eoncepto que merezca la aprobación de todos.__L_gple¡qila
básica de que la forma debe seguir a la fugción_se..co4vierte en
principio rector para el arquitecto, pero tam!!én constitüy-e ün-
patró¡¡-para-iñeilir a la arquitectura. Por coniiguienl4 eI iüñ-
cionalismo es un valor. El estudio de lál bases dél funcionalismó
en la árqüitéótüia involucra el problema más amplio del valor
del uso y, específicamente, el del lugar que corresponde a la
adecuación en la belleza. Los significados de todos estos térmi-
nos -función, adecuación, utilidad y finalidad- varían algo
de un autor. a otro.
El concepto de función se aplica al planeamiento en general,
pero existe también un enfoque funcional de la estructura.l En
el uso alemán más reciente, se identifica el funcionalismo con
la Neue Sachlnchkeit. SachLt¿hkeit implica una utilidad perfecta
y pura,1 Rara vez lal-ldeáó- rléiáiiácüatióñ o uilli¿i¿ I1a;- sidd
rirEñospreciadas; pero las tendencias f,rncionalistas no se limitan
a no pasarlas por alto sino que las subrayan, asignándoles un
papel de capital importancia. El funcionalismo puede involu-
crar o no una teoría de la belleza. La utilidad y la adecu,qción
pueden ser consideradas como la médida Ae la excelencia o per-
féCción ite un edificio, pero no forzosarirente como Ia mediclá
de iü belleáa, Esto se cuinple con aquellos teóricos que niegan
a la arquitectura la ,r¡glidglz de una búsqueda consciénte de la
belleza. Para lo5 funcionalistas que emprenden dicha búsqueda,
el prinóipio de que la forma'de sigue a la- función se convieite en
e1 reciüisIto fundamental la belleza. Las teorías funciona-
listas de la arquitectura son aquellas que hacen de la estricta I
adaptación de la forma a la finalidad eI principio rector básico I
del diseño y el cartabón fundamental para medir la excelencia
o la belleza de la arquitectura. (

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/ ..n ornamento no es necesariamente incompatible con el enfo- si se acepta el punto de vista de Bragdon, puesto que las pre-
1_eüe funcionalista de la arquitectura. Louii Henry Sullivan, a misas básicas son, en ambos casos, idénticas. EI término "orgá-
j quien generalmente se considera uno de los funcionalistas nor- nico" es una especie de analogía o de metáfora poética. Es una
j teamericanos más destacados, fué un ornamentador brillante y forma de equiparar la arquitectura funcional con la vida vegetal
'¡1juzgaba
quc el ornamcnto era necesario para la arquitectura.s o animal. La verdad evidente del problema es que los edificios
La principal condición impuesta por el funcionalista es que el no son plantas ni animales, aunque se los pueda crear aplicando
i ornamento justifique su existencia por medio de alguna función el principio de la adaptación de las formas a las funciones, prin-
I tangible o práctica. No es suficiente que trate de deleitar al cipio que, según se cree, ha regido el Cesarrollo de los tipos bio-
ojo. Dcbe, además, articular la estructura, simbolizar o descri- Iógicos. La arquitectura no es un organismo; es un producto
, bir la función del edificio o servir a algún otro propósito útil. de la voluntad humana, del espíritu creador de la humanidad.
El término "orgánlco" se halla relacionado con el concepto de Hoy el funcionalismo no es tan sóIo un punto de vista negativo
I "funcionalismo". La idea de adaptación funcional es una pre- o exclusivo, eI enfoque tradicional de la arquitectura despojado
I misa básica en la moderna ciencia biológica, como así también de toda otra consideración que no sea la utilitaria. El funciona-
en la arquitectura moderna. La buena arquitectura sigue la ley lismo representa no ya una nueva insistencia en la función, sino
r de los organismos naturales. Las expresiones "arquitectura or- la consideración de ciertos principios positivos.T Uno de ellos
i gánica" y "arquitectura funcional" han sido equiparadas en
es el de que los arquitectos deben compenetrarse a fondo con
algunos tratados estéticos pubücados recientemente; a sin em- la idea del carácter novedoso de nuestros problemas contempo-
bargo, debe reconocerse que no todos los defensores de la arqui- r'áneos e inventar formas enteramente nuevas para resolver de
tectura orgánica lo son también de la arquiteetura funcional la manera más efectiva dichas dificultades. Otro es el de que
pura. Ralph Adams Cram, si bien afirmó que toda gran arqui- los arquitectos modernos deben explotar exhaustivamente la
tectura es orgánica, con todas las partes perfectamente adapta- capacidad potencial de nuestros nuevos rnateriales y técnicas
das 'consideraciones
a su función, "admirablemente coordinadas, determinadas de construcción para solucionar los nuevos problemas arquitec-
por exactas de la adaptación de los medios al tónicos. Casi todas las formas arquitectónicas, desde la choza
fin", creía que estas funciones se expresaban en formas y líneas rnás primitiva, han sido levantadas con alguna finalidad, y
que eran de suyo bermosas, y subrayó el elemento espiritual en siempre el deber primario de todo edificio ha sido el de cumplir
la arquitectura, contraponiéndolo al corporal; los fines espiri- un fin determinado. En distintas épocas y lugares, todo a Io
tuales no eran para éI sólo una parte de la función, sino que largo de la historia de la arquitectura, los arquitectos, o bien
r poseían un valor intrínseco.5_ Claude Bragdon opuso la arqui- siguieron inconscientemente esta idea de la íntima relación de
Ir tectura gótica (orgánica) a la-iG1-Renacimiento (compuesta) y _ la forma con la función, o utilizaron la función del edificio
sostuvo que en -la árquitectura orgánica "Ia forma se halla como una especie de marco para encuadrar en su interior un
I siempre determinada por la función, cambiando cuando ésta proyecto que podía no guardar mayor relación con ella. En el
' cambia", en tanto que la arquitectura renacentista "representu
barroco, por ejemplo, los métodos constructivos y las medidas
un ideal conforme al cual se ha de acomodar la función, en cierta tendientes a satisfacer la función práctica se dejan con frecuen-
, medida, a formas y disposiciones elegidas en vista no tanto de cia entre bambalinas, de modo que no obstruyan la fantasía
I su exacta conveniencia y expresividad, como de su belleza inna- del proyectista. s r
I ta". La diferencia fundamental entre la arquitectura orgánica
La idea de función no es simple. La función puede ser obje- i
y la compuesta consiste, según Bragdon, en "que la arquitectura tiva o subjetiva. Existen diversos tipos interrelacionados de i
orgánica, tanto en sus formas como en la disposición de las mis- funciones, tales como las necesidades prácticas o mateliales de i'
mas, sigue siempre la línea del menor esfuerzo, procurando un los oeupantes de un edificio; la expresión funcional de Ia cons-
efecto de belleza principalmente por el hecho de que la utili- trucción; las necesidades psicológicas de sus ocupantes; la fun-
dad es la madre de la belleza y de que cualquier aumento de i
ción social, y la función simbólico-monumental de la arquitec- ¡
adecuaeión constituye un aumento de belleza", en tanto que la tura. El funcionalismo va asociado generalmente a los dos pri- |
arquitectura compuesta se basa en "una idea metafísica de la me.Iesl-las necesidades p-rácticaS ci-É¡ateriales de los óiüñáirtés 1
belleza pura o abstracta".B Las expresiones arquitectura "orgá- de un edificio y la expresión de la coristrucclón. Sin embdigo,
nica" y arquitectura "funcional" pueden tomarse como sinónimas I
aun algunos de los funcionalistas más radicales tienen una con- t

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t'r.¡rt'ir'rn rnhs nmplin de la funci<in. André Lurgat, por ejemplo, analogías en tres categorías, que pueden servir como punto de
-íñ?¿3Tfgáb-ióñ
I r r r o l r r r r c r r ¡ r r /' r. ¡ ¡ tl l r . < ' r ¡ r ' n t ' ir¡.rn l a f u n c i ó n s o c i a l d e l a a r q u i t e c - partiüá-en-Iá ¿e los argumentos esgrimidos en
t r ¡ r ¡ ru l l r r ¡ r r ¡ r' l ' ¡ ¡ r ¡ tt ¡ r r n b r i ' ¡ r l t ' s t a c <di i c h a f u n c i ó n s o c i a lr o y l a defensa de la posición funcional. Son ellas Ia analogía nlecáttica,
¡ r l r r n r ur , , n r l r . L r . ( ' o ¡ l r r ¡ s i t ' r<' l t .t l u c " e l o b j e t o d e l a A r q u i t e c t u r a la analogía argónica y la analogíá rnor¡il o éttctl.F--
r . ' , r ' ¡ r . ; r rr r . l ¡ r c r o l ¡ rr..sr r r o c i o r ¡ ¿ r pl cosr m e d i o d e l a m a t e r i a b r u t a t t La análoeía mécániéa se basa en la convicción ¿e que la be-
r r r r ¡ r l r r ' :rrr n : r r r r t c r ' ¡ r r r . t a c i rpl ns i c ó l ó g i c ad e l a f u n c i ó n q u e n o s é Ileza, ó poi to grenos- ¿leito fipo iie pérTéóción fóimáI, sé aé;:-
t r l ¡ : , r ¡ r r l ¡rr. ¡ ¡ : ; r ¡ : r f o ¡ ' i s m on t e c a n i c i s t a :" l a c a s a e s u n a m á q u i n a orende automáticamente de la más' iierféóTá-
-cieaciones 'aié éfieienclá"rñéCáj
¡ r i r :¡r : , ( . rl '¡ ¡ r l r i t ¡ r < l ¡I r " . 1 .,i"", y de qüe-Iái perféctás ingéniéiñ ittm"an
l,ir irrr¡rort:rnciadel problema del funcionalismo justifica su belleza sin nicesidad de que se la busque deliberadamente. Las
¡rr¡rrlr:;rs.l)l concepto de funcionalismo ha ejercido una gran máquinas más perfectas constituyen, pues, una importante fuente
¡rrflut:nt'iasobre cl pensamiento arquitectónico moderno y cons- de inspiración para los arquitectos. Éstos deben proyectar sus
trtrryc un concepto fundamental en la moderna arquitectura. edificios con eI mismo espíritu con que los ingenieros proyectan
(labrí¿¡ decir de é1, con propiedad, que es la tendencia caracte- sus obras industriales. La difundida metáfora de Le Corbusier,
listica de la arquitectura moderna. Vulgarmente se la asocia "la casa es una máqüina para ser habitada", constituye üir
con el estilo moderno y hasta algunos historiadores eruditos de ejemplo de esta p.gsición. Lé Corbusier afirmó la superioridad'
Ia arquitectura han llamado "estilo funcional" al estilo moder- de "la estética de la'ingeniería sobre el enfoque ecléctico de
no.r2 La adhesión al principio de que la forma arquitectónica la arquitectura". Este arquitecto comparó los modernos aviones
debe ser intensamente funcional se ha generalizado actualmente, y automóviles con eI Partenón de Atenas. Sostuvo, asimismo,
aI menos en la medida en que se habla de ello, y lo cierto es que los productos de la tecnología moderna deben tenerse como
que son muchos los edificios construídos efectivamente con este ejemplos de buen diseño y servir de inspiración a los arquitectos
espíritu funcionalista. EI slogar¿ "la forma sigue a la función" modernos.l4 Bruno Taut declaró que para él podía enunciarse
ya no constituye un grito de batalla contra el eclecticismo. El así la más simple tesis de la nueva estética: "eL objetioo de la
moderno estilo funcional se halla ahora bien consolidado, de arquitectura es la, sreución de la eficíencia perfecta A, por ende,
modo que ha llegado ya el momento de analizar detenidamente también bella".76 Taut, como Le Corbusier, sentía admiración
la idea del funcionalismo. Es necesario demostrar los alcances por las obras de ingeniería, las máquinas y todos los aparatos
y el fondo de la idea, pues existe cierta tendencia por parte de y accesorios técnicos. Todas estas cosas son bellas y si los ar-
Ios estudiantes y arquitectos jóvenes a aceptarla como algo nue- quitectos encararan la construcción haciendo de la función el
vo sin darse cuenta de que algunos de los enunciados más com- principal determinante de Ia forma, sus obras serían igualmente
pletos del funcionalismo ya habían sido formulados antes de bellas. Henri Van de Velde también halló inspiración en la
promediar el siglo xnr. Además, las implicaciones del funcio- máquina.lo El crítico Walter Curt Behrendt destacó la impor-
nalismo empiezan a ser puestas en tela de juicio y la frecuencia tancia del papel desempeñado por la ingeniería y Ia forma téc-
con que los arquitectos modernos se refieren aI funcionalismo nica en la inspiración y educación de los primeros arquitectos
nos indica que éste no constituye una ley clara ni irrefu- modernos.l? Indudablemente. la analogía mecánica está rela-
table de la arquitectura, sino un concepto vital que debe ser cionada con ia Revolución Industriály su-secuela,E[-délaTFó'Ilo
-alTámente
dilucidado. ¿e máorii-nas perf eccionailas.
La validez del funcionalismo no ha sido demostrada cientí- La añaloAid-o-tñti"t .i ¡asa'".r-tá óónlricción de que la natu-
ficamente, siguiendo un método de laboratorio. Los análisis raleza es !i!p ¿¡erte-a, Poi-conSiguiente, Ia nbtulaleñ-ifei5é
modernos del funcionalismo presentan un doble enfoque: el ser una grán fuente de inspiración para los arquitectos.-'Sob¡e-
racional y el poético. Además de exponer las razones por las la base 4el-sU¡.UeSla de que en las formas orgánicas de la na-
cuales Ia arquitectura-func-íon-al eS'-s-üpérioi á Ia arquitéétüra turaleza caáaTarie*-:áIferiáI qüe eI tódo- se-ó6ñTo¡ma-a sri
formal o, en todo caso, más apropiada para nuestra época, los función, los iGféñsóieET¿ ta arqüíteCturá-orgánióá afiimdn ,{rfe
autores extraen analogías o utilízan metáforas para reforzar también la arquitectura debe ser orgánica. Existen interpreta-
sus argumentos. En realidad, muchos autores dependen frecuen- ciones algo discrepantes en la esfera de Ia arquitectura orgánica
temente de la analogía o de la metáfora de modo exclusivo, y el principio de la adaptación a la función no agota todos sus
careciendo de una firme base racional. Cabe agrupar estas postulados.rE Nuestro propósito no es definir aquí la arquitec-

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tura orgánica, sino coltsider-ar la aplicación dc la analogía orgá_
¡>ala resolver el problema social básico de la vivienda decen-
nica a la teoría de la arquitectura funcional. Esta anaíogia ie_ te.::' Desde el punto de vista de la función social, eI ornamento
cibió un f_uqrtc impulso a raíz de las teorías biológióas de parece ser una especie de derroche aparatoso.26 La analogía
Lamal ck, Erasmo Dalwin, Carlos Darwin y otros, durante los moral reaparecefrecuentemente en los escritos de algunos arqui-
slglos xvrrr y xrx, y guarda una estrecha relación con el Densa- tcctos modernos como Berlage, Van de Velde, Wright y Le
mient. cvolucionista.rl) La analo-gíaorgánica va asociada a los Corbusier. En la década del 90, H. P. Berlage acusó a Ia arqui-
nombres de William Morris y Louis Henry Sullivan, como así tcctura prevaleciente de "scheinarchitektur, d. h. Imitation, d.
tambión al de Frank Lloyd Wright, en cuyos escritos se encrrerr_ h. Lüge" 27 ("Arquitectura disfrazada, es decir, imitación, es
tra una amplia interpretación personal. Gottfried Semper, que clecir, mentira") y procuró crear una arquitectura verdadera.
cscribió en la dócada de t8?0 a 1880 sobre el estilo en ior'..i". l)ara Berlage, la arquitectura verdadera debía ser, ante todo,
técnicas y arquitectó¡is¿5 -f¿lgs como las artes textiles- desde una expresión fiel de su tiempo. Henri Van de Velde calificó
cl punto de vista de una estética práctica, realizó, según se ad_ la rebelión contra las "mensongesdes formes", durante la década
mrte gc-neralmente, una importante y temprana contribución cicl 90, de rebelión moral. Sostuvo Van de Velde que él se había
al artc y a la arquitectura modernos. Semper efectúa múItiples vis'io impulsado hacia la arquitectura por ia necesidad de sal-
compa.aciones entre la obra de arte y la obra de la naturaieza vaguardarse de la fealdad imperante y de protegerse,junto con
y encucntra en ésta una fuente de inspiración, no sóIo por sus su mujer, de la atmósfera infecta de un ambiente inmoral.?s
formas externas sino también por sus principios.2o Sigfried Giedion expresa que el movimiento de la década del
T,a analogía orgánica aparece, asimismo, en los escritos
. cle 90, que abandonó el criterio del estilo histórico por el de la ade-
André Lurqat. "On peut regarder une architecture comme on cuación a la finalidad, "cobró fuerza debido a las exigencias
regarde un organisme vivant, dont toutes les parties, son aspect morales, las cuales constituyeron su verdadera fuente".?o Con
comme sa structure et sa fonction, doivent suivre un méme anterioridad, William Morris también se sintió movido por el
rhythme; sans cela elle court de grands risques de ne pas étre deseo de reemplazar la difundida falsificación de las formas por
réussie," j1 expresó Lurgat al referirse a la organización de Ia un arte moral. Pese a que su interés primordial radicaba en las
casa moderna con sus espacios y formas ,.plus justement pro_ artes decorativas, son evidentes las implicaciones de sus teorías
portionnés aux besoins qui les ont déterminés".le La analogía para la arquitectura. Morris identificó las artes de su tiempo con
orgánica, pese a las objeciones de William Lescaze,r3 se halla hiy ia esclavitud y la falsedad. En consecuencia,propició un arte
día sumamente difundida y Bruno Zevi considera ,,que los me- nuevo y moral que "brindase placer a la gente en las cosas que
jores arquitectos de la actualidad tienden hacia un tipo
ile ar- por fuerza debían usart y que por fuerza debían ¡o""r"-:to Wi-
quitectura que se ha llamado orgánico".24 iliam Morris se sintió atraído por la propiedad, moralidad )' bc-
I a analogía moral presenta varios aspectos. Según esta po- lleza de la arquitectura gótica y aspiró a descubrir en ella un
sición, la arquitectura debe reflejar y fortalecerl los ideáles antecedente histórico del nuevo estilo. "Debemos acercarnos
morales o éticos del hombre. Un edificio debe ser vel.az. no a la arquitectura gótica y conocerla por lo que fué y Io que es:
deshonesto. Las formas deben ser exactamente lo que parecen. una magnífica manifestación de orden orgánico. Partiendo de
Todo edificio debe ser expresién fiel de su finaliaaa y ae su esa tradición, uno reconoce un principio estructural cuyas for-
época. Los materiales y sistemas estructur.ales deben sór utili- mas evolucionan con un espíritu de veracidad, siguiendo las
zados con integridad y deben expresafse honradamente. L¡ condiciones del uso, del material y de la construcción.irr Aquí
sociedad de las formas debe alcanzar sus objetivos a través cle cncontramos, pues, la analogía moral y la orgánica, prestando
una armoniosa cooperación. La analogía moral también implica apoyo aI enfoque funcional.
que el espíritu práctico es una virtud en arquitectura, tal óomo
-Viollet-le-Duc
criticó los nuevos edificios eclécticos que ha- (
sucede entre los hombres. Así, pues, las formas ornamentales bian empezado a inundar las ciudades de Francia porque' aun-
inútiles deben ser rechazadái, especialmente cuando producen (lLrc su éonstrucción demandaba grandes gastos, estaban "des-
un efecto de disflaz. Adolf Loos expuso una interesañte cieri-
l,rovistos de la armonía de la verdad"'32 Viollet-le-Duc exigía
vación de esta idea. Para é1, el ornamento en la arouitectura i,,-,a nuerra arquitectura cuya primera condición fuera la de
moderna era un delito contra la sociedad, porque éstá necesita lrlrcer concordar la forma externa con Ia estructura, Ia cual
urgentemente y en abundancia arquitectura buena y barata rlt:l¡ía adecuarsea su finalidad y basarse en la razón y eI senti-

20 2L
do común. Este arquitecto advirtió contra el ,,olvido -."ntimiüto
principios invariables que son, por así decirlo, de esos
Li
moral del arte". y agrega, en una concisa obsórvación
; ;"do
de resumen: "creo haber insistido suficientemente en
eI valor L Cynthia Ul¡Ích hace hincapié en esta distinción, en su trabajo "Forn
de,estos-principiosen exposicionesanteriores: en rea- versus Function", Vdsscr Journaa of Und,ergraduate Stttdies, XI, (mayo, 1938),
X,TSid?
¡rqao' rodo ero podria resumirse en una palabra: respeto CU-OI.

por la uerdad".33 absoluto 2. ve¡ Paul Zucker, "The Pa¡adox of Architectural Theories", 8-3 y Niko-
laus Pevsner, Pioneers of the Modern MoDernent, pá9. 35 y sigs., 146, 180.
El elemento morar también ocupa un rugar destacado funcional, ver Zucker, "Functional
en los Para una definlción de la arquitectura
escritos de Frank Lloyd Wright, q-ue es, en gran medida. Architecture", Encaclopedia oÍ the Arts, ed. po¡ Dagobert D. n'unes y Harry
here_ (;. Schrickel, págs. 3?5-?6. Este a¡tfculo también una bibliograffa.
dero de la tradición román-tióa.' Aparte' d; ü;a;;;;;ü;;"_ incluye
3. Las ideas de Sullivan sobre la función apropiada del ornamento se hallan
fétrca -,,evitad todo ¡quello- que ,ro tenga un uso o significado la del lector especial'
diseminadas en todos sus escritos. Llamamos atención
real"-,. wright se sirvié desdg-un princiiio a" mente sobre los siguientes: The Autot¡iogrophv of s.n ldea, Kindergarten
JJ",
c_omo"integridad,', ,,honradezi' y .\rerdad e sí;;-;;;;-á"."riüt
""pr"rio-"ur chdts, (hay versión castellana, Charlas con un arquitecto, Infinito, Bs. As.
195?) y A Sys¿ern of Archítecturol Ornament Acordíng r¡¿th d Philosophv ot
Ia buena arquitectura.3a Según ér, er arquitecto '1rebe
incorpo- Man's Pouers.
rar a su construcción eI principio de la viáa sana como 4. Ver, por ejemplo, Vivian C. Hopkins, Spires of Fo¡m, donde se asocia
u, ,uirro
tipo de belleza".3o el nombre de Frank Lloyd Wright con la arquiteetura orgánica y el fun-
¡'alta una distinción neta entre la arquitectura orgánica y la
También Le ccrbusier posee un fuerte sentido moral que cionalismo.
influído en sus declaraciones estéticas. ,,Si desterramás ha funcional, aun en autores tales como Frank Lloyd Wright y Lewis Mumford,
que utilizan los térm¡nos orgánico y luncional como si hub¡era diferencia
áe
nuestro pensamiento y de nuestro corazón toaos-lál-co""éoü, entre ambos.
caducos sobre la casa y. contemplamo, la cueriión-;".&;;;í;" 5. nalph Adams Cram, "The Beginnings of Gothic Art", en Si¡ Lect¿¿res
on Architectúre, pá8. 3.
de vist-a crític-o y objetivo, üegáremos a la ,.Casa_Vfáquina,i en Si-¡ Lectvres on
a-ta 6. Claude Fayette Bragdon, "O¡ganic Architecture",
vivienda producida en. formi masiva, saruuie-irls-icá-" Architecture, págs. 127-29.
?oi"i- the Ages, capftulo 33, esp. págs' 629-32
mente) y bella en el mismo sentido qu" lo son rár ¡"""r"-ü- 7. Ver Hamlin, Architecture Through
L Para una clara exposición de las múltiples formas de encarar el proyecto
jas {e.-t1ab3jo y- los instrumento. qu" "i ácompañan
u*ir_ arquitectónico, ver Fletcher, Introductíon to ArchítecturaL Design.
tencia".$6 En el pasaje precedente-, al iguál qrr" ""urtr. 9. Lurgat, Projets et réa|isatíons, págs. 5, 7; Lurgat, Architecture, págs. 80'
iááor--il,
escritos-de los arquitectos moderno., uncoitramós-la "rtimpticacidn 155-56, 186.
10. Ver Taut, Mod,ern Architecture, pá9. 9.
d.e aye hay algo esencialmente morál en ro rerativo . l"i-iá.á., (seud. de Charles Édouard Jeanneret-Gris), Toucrds ri Ncu
ll. Le corbusier
simples, eficientes y funcionales.sz Architecture, trad. por Frederick Etchells, pá9. 4.
12. Ver Kimball y Edgell, A HLstory of Architecture, pág. 499 y sigs.; Rexford
Newcomb, outlines oÍ the Histora of Archítecture, Parte IV, pdssitn. Newcomb
utÍliza el término "funcionalismo" para designar un amplio sector de la
arquitectura moderna, pero sin abarcar todo el moviñiento moderno. En la
obra de Alberto Sartoris, Gli Elenenti dell' Architetturo Funziondle -una rica
colección de fotografías de muestras arquitectónicas modernas- se aplica el
térm¡no "funcional" a todo el estilo moderno. Ver también Zevi, Touards an
Organíc Archítecture, pá9. 33.
13- ver Scott, fhe Architecture of Humaftism, poss¿m. Scott encasilla las
falacias de la critica bajo Ios siguientes rub¡os: el romántico, el mecánico,
el ético y el biológico. Al referirse al naturalismo en arquitectura, expresa:
"Es posib¿e que se lo haya incorporado a Ia arquitectura moderna por una
suerte de falsa o.na,aogla y que todavla deba a la poesla su fundamento,
válido sólo a medias", (pág. 81; la bastardilla es nuestra)- Si bien no com-
t)¿rrtimos todas las conclusiones de scott, su empleo de las palabras "falacia'
y "analogía", nos sugirieron este modo de encarar el problema del funciona-
lismo. Sin embargo, no es nuestra lntención tratar de demostrar que las
analogfas aplicables al funcionalismo sean falaces
14. Le Corbus¡er, Tol,ords o Ne10 Archítect¿re, págs. l-8.
15. Taut, Modern Architecture, pá8. 9,
16. Henri Van De Velde, Der Neue Sti[ in F/ank;reich, págs. 3-9.
17. Behrendt, Mod.ern Building, págs. ?l-?5.

t, 23
18. Obsérvese, por ejemplo, el contr¿rste que cxiste cntrc la rntcrprctación del filósofo chino l-ao Tsé, quien frecuentemente se sirvió d€ ¡as ideas de
de Claude Fayett€ BraSdon ("Organic Architt'cturc') y li interpretaciól) función y naturaleza para ilustrar sus prédicas morales. Lao Tsé enseñaba
de Louis Ifenry Sulllvan (I{in<Icreorten Clrcts), por rrn larlo, y la de Franli que la utilidad de la forma residla Seneralmente en el "vacfo más Intimo"
Lloyd WrlSht, tal como óste la ex ¡rrrso cn sus dis0rtaci()¡lcs en el Real Institu- .{ sea. eI espacio creado por la forma- como por eJemplo' el eJe de una
to de Arquitectos Britónl('()s. Zevi rcsume dicha interpretación de Wright rueda, el espacio vacio de un recipiente o el vano que se deja en ¡as pa¡edes
(To$ards o¡ ()rgtnrc ^r-(l¡rlcclr¿rr', págs. 88-ll2; hay versión castellana, ¡idcio para puertas y ventanas. Su lecclón es que nuestros cuerpos son forrna y que
¿nc crqultcclrrtt < r r t , t i t t l t ' e , l ) ( ) s c r ( 1 1 ) r lB, s . A s . , 2 r e d . 1 9 5 7 ) . E l p r i m e ¡ o c o n s i d e r a dentro de ella hay espacio; la principal funclón del espacio que encerramos
al8unns de l¡s lntlr¡rr0ti¡(.¡()ncs it¡¡tirgónicas del significado de la arquitectu¡a es la de proveer una morada al ][.ao. Asimismo, el sabio sentado a oriuas
orgdnlca (pág¡. 60-7{;) y ternrina declarando que la arquitectura orgánica es de un curso de agua cree ver en ella una perpetua búsqueda de un lugar
tuncl()nnl, v¡l(' ¡lc( lr, (lue está consagrada al bienestar humano, a diferencia más bajo, para llegar finalmente al Eran lugar de reunión de las agu¿s, el
(le In ntrstrlr(.t¡¡nrer¡t(.ulllltari¡, esto es, dcdicada a la perfección estructural océano. Lao Tsó, Tao Teh King, trad. d€ Isabella Mears, pá86. 13-15.
y ta.cnl('¡. Sln (.rrrlrarR(), ¡a palabra orgánica se usa frecuentemente para
dcnot¡r cstrl¡('tr¡rr y organización,
lf). l)(,nAId I) l:¡ihert, "The Idea of Organic Expression", en Eoolutíornrv
'I'hrrujrht ln
Art\cricd, cd. por Stow Persons, págs.336-9?, describe el impacto
del t)ensnn¡lr'nto evo¡utivo sobre la idea de la arquitectura orgánica, espe-
('1tr¡mente en Amórica.
20. vr.¡ Gr¡ttfrlcd Semper, Der Stil in d.en Techníschen und Tektotrísch.cn
Krins¿en odez Prckt¿sche Asthetik, pcssim.
21. Lurgat, Architecture, pá9. 158. "Cabe considerar la obra arquitectónica
(()mo un organlsmo vivo, en el cual todas las partes, tanto en su aspecto,
como su estructura y su función, deben seguir un mismo ritmo; sin este
requisito corre grave riesgo de no tener éxito". (Salvo indicación en con-
t¡arlo, lás traducciones son nuestras).
2. Ibid,, "proporcionados con mayor exactitud a las necesidades que lns
determinaron".
23. OIL Beirlg an Atchítect, págs. 6?-80. Lescaze descarta por "carentcs dc
sentldo" todos los "rótulos" tales como Estilo fnternacional, o¡ganicismo
y funcionalismo.
24. ZevL Tou)ard.s on Otgdnic Architecture, pá9. 10.
25. AdoU Loos, "Ornament und Verbrechen", (l90g), en Die SchriJtcn ?on
Adolf Loos - TÍotzd.em 1N0-1930, págs. ?9-92.
¿6. Veblen, Theory of th¿ Leisl$e Cl¿ss (hay versión castellana, Taorla rle
lo cl@8e oc¿osc, I'ondo de Cultura, México, f944), págs. 68-101, 115-66. Vebtcn sos-
tenla que eI valor del ornamento histórico obedecla a varlos factorcs, principal-
rr¡ente económicos, entre los cuales se contaba el hecho de que la clase ociosa
tenfa la facultad de exigir a la clase trabajadora una labor pesacla e innece-
sarla, El problema del ornamento en ¡a arqultectura moderna ha siCo ana.li-
zedo por sir l(enneth Clark en "Ornament in Modern A¡chitecture". ?hc
Atchitectuto.l Reüieu, XCIV (diciembre, 1943), 147-50.
2?. Giedlon, Space, Tíme and. A¡chitecture, p. 214. (Hay versión castcllana,
EtpacTo, tlenLpo y arqultectura, Hoepli, Barc€lona, 1956).
%. lbüit., págs. 215-16.
m. Loc. cit.
30. Morris, The Decorotioe Arts, p. 7. Este trabajo, fuertemente moralist¿r,
fué daclo a conocer originalmente bsjo la forma de una alocución ante la
T¡ades' Guild of Learníng de Londres.
31. Citado por Bruno Zevi, en To?J0atds an Orgonic Architecture, p. 164.
32, Viollet-le-Duc, Disco¿¡ses on Architecture, trad. por Henry Van Brunt,
r, 334.
3:¡. Ibid., p. 346.
34. F¡ank Lbyd rtlr'ight on Archítecture, Selected Writings, 1894-1940,ed.
por Frederick Gutheim, p. 3 y passirn.
35. Wright y Bro¡¡'nell, Architectu¡e orLd. Modern Life, p. Z.
36. Le Corbusief, Toürards a Ne1uDArchítecture, págs. 6, ,t.
37. Hemos examinado extensamente algunos ejemplos del modo en que las
ideas sobre la moralidad y la natura¡eza han sido utilizadas para defend,er
la arqultectura funcional. Encontramos el caso inverso en las enseñanzas

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