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Artigo do escritor e poeta arxentino, Carlos Penelas, na súa versión orixinal en idioma castelán. Tamén podes lelo en galego, na nosa web de Cadernos de Comunicación e Análise http://cadernos.blogaliza.org/2011/10/15/unha-polemica-actual-sartre-versus-albert-camus/
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Artigo de Carlos Penelas: "Una polémica actual Sartre versus Camus"
Artigo do escritor e poeta arxentino, Carlos Penelas, na súa versión orixinal en idioma castelán. Tamén podes lelo en galego, na nosa web de Cadernos de Comunicación e Análise http://cadernos.blogaliza.org/2011/10/15/unha-polemica-actual-sartre-versus-albert-camus/
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Artigo do escritor e poeta arxentino, Carlos Penelas, na súa versión orixinal en idioma castelán. Tamén podes lelo en galego, na nosa web de Cadernos de Comunicación e Análise http://cadernos.blogaliza.org/2011/10/15/unha-polemica-actual-sartre-versus-albert-camus/
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Uno no termina de entender si lo que los mueve es oportunismo, mala
fe, mala conciencia o imbecilidad. No termina de saber si eso que defienden lo hacen desde lo racional, si tienen una borrachera ideolgica, si de verdad creen que una revolucin pasa por el autoritarismo y la obsecuencia. La izquierda o la supuesta izquierda - aqu y en mundo - se ti desde hace dcadas de miserabilidad. Hay ejrcitos revolucionarios y ejrcitos opresores? Hay funcionarios que combaten la burocracia? No se termina de entender qu es la burocracia aunque de esto se habl y se escribi hasta el cansancio. Claude Lefort, caballeros, Claude Lefort. Qu diferencia hay entre un obispo populista y un militar iran o israelita o cubano o estadounidense? Para muchos lo ideolgico es un sentimiento, para otros un sistema cientfico. Algunos creen en los bombos, otros en el comit. Tomaremos como eje de discusin la clebre polmica Sartre- Camus. 1ean-Paul Sartre, estando al corriente de los crmenes del estalinismo se neg, sistemticamente, a difundirlos aduciendo que ~no le podemos hacer el juego a la derecha. Pensamientos similares pero de otros signos fueron los del general falangista Millan Astray y las del terico 1osehp Goebbels. (Ya s, ya s, no se pueden comparar.) Pero empecemos a discutir todo, absolutamente todo. ~Este es el orden, Sancho.de aqu no se va nadie. Nadie. / Ni el mstico ni el suicida/, nos ense nuestro amado Len Felipe. Sabemos, por otra parte, que el general chino Sun Tzu (544 antes de nuestra era) deca que para conquistar un pas deba primeramente llenrselo de baratijas y mercachifles, mandarle felones para arruinar su administracin, y presentarles putas, msicos y bailarines licenciosos, para cambiar sus costumbres. ~Qu es el hombre?...Es esa fuerza que termina siempre por balancear a los tiranos y a los dioses. Un poco de historia. En el verano parisiense de 1952 las dos principales figuras del mundo intelectual francs eran 1ean-Paul Sartre y Albert Camus. Este ltimo acababa de publicar El hombre rebelde. En el ensayo, Camus, sostena que haba en el ser humano una esencia, una naturaleza humana, y que esa esencia se relacionaba con una moral cuyos principios trascendan las vicisitudes de la Historia. Para Sartre, en cambio, el hombre no tena esencia, era pura existencia, un puro hacerse. ~.la rebelin es, en el hombre, el rechazo a ser tratado como cosa y reducido a la simple historia. Es la afirmacin de una naturaleza comn a todos los hombres que escapa al mundo del poder. Para resumir y aclarar. Francis 1eanson, discpulo de Sartre, hizo un comentario negativo del libro de Camus en la revista Les temps modernes, rgano del crculo existencialista. En esa resea, 1eanson, que actuaba como portavoz de Sartre, detallaba las diferencias ideolgicas que separaban a Camus del grupo liderado por el autor de El ser y la nada . Camus contest entonces los reparos hechos por 1eanson; fue el comienzo de una polmica que dividi durante dcadas a los intelectuales de todo el mundo. ~Qu es el hombre rebelde? Un hombre que dice no. Pero s rechaza, no renuncia: es tambin un hombre que dice s, desde su primer movimiento. Si bien Sartre reconoci y conden los crmenes del estalinismo y las masacres en los campos de concentracin rusos, sostena que la nica esperanza de los desposedos, el nico camino para cambiar el orden social, se encontraba en el bando sovitico. Estaba dispuesto a criticar la ortodoxia asesina del Partido Comunista, a denunciar la dictadura de silencio que la burocracia y los esbirros estalinistas imponan a los comunistas del llano y a los mandarines literarios, pero sus crticas se basaban en un compromiso previo de solidaridad con la causa marxista. ~Mientras la verdad, aunque sea en un solo espritu, sea aceptada por lo que es y tal como es, habr lugar para la esperanza. Sartre coincida con Camus en afirmar que los crmenes cometidos por el estalinismo eran atroces, pero tambin crea que no haba manera de escapar de una eleccin inevitable: capitalismo o comunismo. Se estaba con un frente o con el otro. De acuerdo con Sartre aquellos intelectuales que, para cumplir con sus conciencias, se ubicaban por encima de los contendientes -Estados Unidos y la URSS-, y emitan sus opiniones desde la cima de una pureza y de un saber absolutos, en el fondo, le hacan el juego a uno o a otro de los contrincantes. Actuaban como idiotas tiles. ~Para un hombre sin anteojeras no hay espectculo ms hermoso que el de la inteligencia en lucha con una realidad que lo sobrepasa. Para Sartre, peor que el totalitarismo sovitico era el capitalismo que condenaba a la mayora de la humanidad a la pobreza, a la ignorancia, a la explotacin. En ese contexto, no haba neutralidad posible. Lo que corresponda era ejercer un realismo que obligaba al compromiso. Contra aquella posicin "realista" de los sartreanos, se alzaba la voz casi solitaria de Camus, para quien el fin no justificaba los medios. El terror que haba implantado Stalin para imponer las ideas comunistas de solidaridad y justicia social no era mejor que la barbarie nazi o el sistema capitalista. El reino de la justicia, que se vera al final del camino, terminara salpicado de sangre y de despotismo, contaminado para siempre. Segn Camus, los asesinatos acabaran con las ideas de libertad e igualdad. No haba una dictadura buena y otra mala. El terror, de izquierda o de derecha, el terror con las mejores intenciones, no poda engendrar sino monstruosidades. ~Instalo mi lucidez en medio de lo que la niega. Exalto al hombre ante lo que lo aplasta y mi libertad, mi rebelin y mi pasin se renen entonces en esa tensin, esa clarividencia y esa repeticin desmesurada. Est claro que el contexto en que se desenvolvi la polmica Sartre- Camus ha desaparecido. Pero haba en esa controversia algo que iba ms all de las circunstancias, algo ms profundo que todava est en discusin y que nos persigue en la vida cotidiana. Es posible actuar en poltica, y hasta en los hechos diarios ms banales, en nuestros propios trabajos, sin ensuciarse las manos, sin entrar en compromisos? En aras de resultados concretos, se debe guardar silencio sobre los errores cometidos, sobre los hechos de corrupcin que parecen ser una secuela inevitable del capitalismo salvaje? ~.lo que busca el conquistador de derecha o de izquierda no es la unidad, que es ante todo la armona de los contrastes, sino la totalidad, que es la supresin de las diferencias. El artista distingue all donde el conquistador nivela. Todo hombre que vale, ha dicho Paul Valry, es un sistema de contrastes felizmente reunido. Camus aduca que era su denuncia de esta situacin lo que le vala el anatema de 1eanson, incluso al precio de deformar su obra y su biografa. "Todo se desarrolla como si ustedes defendieran el marxismo, en tanto que dogma implcito, sin poder afirmarlo en tanto que poltica abierta". Camus aada que la revista se haba empeado en silenciar "todo cuanto en mi libro se refiere a las desgracias y a las implicaciones del socialismo autoritario". Una postura poco tica. Sartre, en su respuesta, tom el toro por las astas: "La existencia de estos campos puede indignarnos, causarnos horror; pueden obsesionarnos, pero por qu habran de embarazarnos?... Creo inadmisibles esos campos; pero tan inadmisibles como el uso que, da tras da, hace de ellos la 'Prensa llamada burguesa! Yo no digo el malgache antes que el turcomano; digo que no hay que explotar los sufrimientos infligidos a los turcomanos para justificar los que hacemos soportar a los malgaches". Y por ltimo: "Usted condena al proletariado europeo, porque no ha reprobado pblicamente a los soviets, pero tambin condena a los gobiernos de Europa porque admitirn a Espaa en la UNESCO ; en este caso, slo veo una solucin para usted: las Galpagos. En cambio a m, al contrario, me parece que la nica manera de acudir en ayuda de los esclavos de all es tomando el partido de los de aqu". A discutir, entonces. Para Camus este realismo` abre las puertas al cinismo poltico y legitima la horrible creencia de que la verdad, en el dominio de la Historia , est determinada por el xito. Para l, el hecho de que el socialismo, que represent, en un momento, la esperanza de un mundo mejor, haya recurrido al crimen y al terror, valindose de campos de concentracin para silenciar a sus opositores -o, mejor dicho, a los opositores de Stalin- lo descalifica y lo confunde con quienes, en la trinchera opuesta, reprimen, explotan y mantienen estructuras econmicas canallescas. No hay terror de signo positivo y de signo negativo. La prctica del terror aparta al socialismo de los que fueron sus objetivos, lo vuelve 'cesarista y autoritario` y lo priva de su arma ms importante: el crdito moral. Negarse a elegir entre dos clases de injusticia o de barbarie no es jugar al avestruz ni al arcngel sino reivindicar para el hombre un destino superior al que las ideologas y los gobiernos contemporneos en pugna quieren reducirlo. Las razones de la Historia son siempre la eficacia, la accin y la razn. Las utopas revolucionarias han causado sufrimiento porque olvidaron y, por eso, hay que combatir contra ellas cuando, como ha ocurrido con el socialismo, los medios de que se valen empiezan a corromper los fines por los cuales nacieron. El combate contra la injusticia es moral antes que poltico. ~El anarquista conoce al menos lo que combate. Camus pona la moral por encima de lo poltico. En contra de los comunistas, en contra de la izquierda, en contra de sus amigos, denunci el cinismo de las prcticas llamadas revolucionarias. Harto, lleg a escribir: ~Si, finalmente, la verdad estuviera a la derecha, ah estara yo. La izquierda entera lo excomulg, no soport que un anarquista existencial -que luch en la Resistencia- llegara a tanto. La derecha, por supuesto, tampoco lo comprendi. Y aqu estamos; discutiendo en nuestro pas y en el mundo - con sus matices claro est - lo moral y lo dogmtico, el socialismo humanista o el cinismo partidario. ~Toda la historia del mundo es la historia de la libertad, escribi hace mucho este argelino sin banderas.
Carlos PENELAS Licenciado en Filosofa y Letras por la Universidad de Buenos Aires, es un reconocido poeta y escritor en Argentina. Ganador de multitud de premios y reconocimientos por su obra artstica, es colaborador de diversos peridicos en ese pas. Tambin dicta conferencias por todo el mundo y mantiene un interesante blogweb personal http://www.carlospenelas.com.