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GOBIERNO DE CHILE

MINISTERIO DE OBRAS PÚBLICAS


DIRECCION GENERAL DE AGUAS

ANÁLISIS DE INFORMACIÓN
HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO
ACONCAGUA PARA LA ACTUALIZACIÓN DEL
MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

INFORME FINAL

REALIZADO POR:

GCF INGENIEROS CONSULTORES

DEPARTAMENTO DE ESTUDIOS Y PLANIFICACIÓN

S.I.T. Nº 125

Santiago, Marzo del 2007


MINISTERIO DE OBRAS PÚBLICAS

Ministro de Obras Públicas


Ing. Civil Sr. Eduardo Bitrán Colodro

Director General de Aguas


Abogado Sr. Rodrigo Weisner Lazo

Jefe Departamento de Estudios y Planificación


Ing. Civil Sr. Pedro Rivera Izam

Inspector Fiscal
Ing. Civil Sr. Pedro Rivera Izam

Contraparte Técnica
Ing. Civil Sra. Ana María Gangas

GCF INGENIEROS CONSULTORES

Jefe de Proyecto
Ing. Civil Félix Pérez S.

Profesionales

Ing. Civil Guillermo Cabrera F.


Ing. Civil Lem Mimica V.
Ing. Civil Felipe Orellana M.
ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

ÍNDICE

1 GENERALIDADES 1

2 ANÁLISIS COMPARATIVO DE RESULTADOS DE MODELOS DE


OPERACIÓN DEL SISTEMA (MOS) DE LA PRIMERA SECCIÓN DEL RÍO 4
ACONCAGUA

2.1 BASE CONCEPTUAL 4


2.2 RECARGA TOTAL AL ACUÍFERO 6
2.3 COMENTARIOS 8
2.4 CONCLUSIONES 9

3 ACTUALIZACIÓN DE MODELO DE FLUJO SUBTERRÁNEO DE LA


10
PRIMERA SECCIÓN DEL RÍO ACONCAGUA

3.1 REPRESENTACIÓN GEOMÉTRICA 10


3.2 PERMEABILIDADES 25
3.3 ZONA DE SALIDA 1ª SECCIÓN 33

4 ANÁLISIS CUALITATIVO DE RESULTADOS EN MODELOS DE FLUJO


SUBTERRÁNEO DE SECCIONES 2, 3 Y 4, POR CAMBIOS EN EL 36
MODELO DE LA PRIMERA SECCIÓN

5 CONCLUSIONES Y COMENTARIOS 36

5.1 ANÁLISIS COMPARATIVO 36


5.2 ACTUALIZACIÓN DE MODELO PRIMERA SECCIÓN 38
5.3 ANÁLISIS CUALITATIVO AGUAS ABAJO 38

ANEXO I: CÁLCULO DE PERMEABILIDADES


ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 1
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

1 GENERALIDADES

El desarrollo creciente de las actividades productivas en el valle del río Aconcagua ha originado un
aumento en la demanda de recursos hídricos, lo que se ha manifestado a través de una gran cantidad de
solicitudes de derechos de aprovechamiento, principalmente sobre aguas subterráneas.

De acuerdo a lo anterior, es prioritario disponer de herramientas técnicas actualizadas que permitan


cuantificar la real disponibilidad hídrica del sistema.

En ese sentido, el presente estudio incluye un análisis crítico de modelos utilizados para representar el
sistema hídrico Aconcagua y la actualización de algunos elementos, a través de la incorporación de
nuevos antecedentes disponibles a la fecha.

El presente estudio tiene 3 objetivos principales, abordados en los capítulos 2, 3 y 4:

a) Análisis Comparativo de Resultados de Modelos de Operación del Sistema (MOS) de la Primera


Sección del Río Aconcagua

Existen dos representaciones del sistema hídrico de la primera sección del río Aconcagua (sin incluir
Putaendo):

i) Una de ellas está incluida en "Estudio de operación y reparto de aguas, valle del Aconcagua, V
Región", Arcadis Geotecnia-Conic BF, Octubre de 2005 (en adelante MOS-Conic).

ii) La segunda fue desarrollada en el "Departamento de Estudios y Planificación de la DGA; 2004" a


partir del modelo MOS elaborado para la DOH en el año 1998 (en adelante MOS-DGA).

En el presente trabajo se ha efectuado un análisis crítico de los modelos de operación del sistema
indicados. El objetivo fue establecer el porqué de las diferencias entre las recargas al acuífero obtenidas
con uno y otro procedimiento de cálculo.

b) Actualización de Modelo de Flujo Subterráneo de la Primera Sección del Río Aconcagua

Se actualizó el modelo de flujo subterráneo de la primera sección del río Aconcagua, que incluye los
sectores acuíferos relacionados con las zonas de Los Andes, San Felipe y Putaendo. Dicho modelo fue
elaborado como parte del desarrollo del estudio "Modelo de Simulación Hidrogeológico Valle del Río
Aconcagua", Ingendesa-AC Ingenieros, marzo de 1998. En adelante "modelo de 1998".

La actualización consistió en:

i) Modificación de la geometría del basamento del acuífero actual, en función de los datos obtenidos de
prospecciones geofísicas realizadas en el área, como parte de: "Estudio Geofísico en el Valle del
Aconcagua de la Región de Valparaíso. Dirección, Coordinación e Interpretación", Ingedos, octubre de
2006 (en adelante geofísica Ingedos).

ii) Incorporación de la estratigrafía detectada por la geofísica Ingedos en el modelo, incluyendo las
elevaciones de los techos y fondos de los estratos detectados por sondeos tem.

iii) Generación de distribución inicial de permeabilidades, según la interpretación de nuevas pruebas de


bombeo realizadas en pozos de la zona de interés.
ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 2
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

c) Análisis Cualitativo de Resultados en Modelos de Flujo Subterráneo de Secciones 2, 3 y 4, por


cambios en el Modelo de la Primera Sección

Dado que el sistema Aconcagua funciona en serie, las salidas del modelo de la 1ª Sección corresponden
a las entradas del modelo de la 2ª Sección y así sucesivamente (ver Figuras 1 y 2). Los cambios en
parámetros físicos y geometría en los modelos de flujo de la 1ª Sección determinan ciertas variaciones
en los resultados que se obtendrían con los modelos de aguas abajo.

Por consiguiente, en este punto se analizan los efectos sobre las representaciones de las secciones 2, 3 y
4 (modelos de flujo subterráneo), en cuanto a la estimación de disponibilidad de recursos, que se pueden
producir debido a los cambios efectuados a la representación matemática de la 1ª sección.

FIGURA 1 CUENCA DE APORTE SUPERFICIAL AL RÍO ACONCAGUA

Fuente: Cartografía IGM escala 1:250.000 y elaboración propia


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ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

FIGURA 2 MODELOS HIDROGEOLÓGICOS DE FLUJO RÍO ACONCAGUA

Fuente: Elaboración Propia


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ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

2 ANÁLISIS COMPARATIVO DE RESULTADOS DE MODELOS DE OPERACIÓN


DEL SISTEMA (MOS) DE LA PRIMERA SECCIÓN DEL RÍO ACONCAGUA

2.1 Base Conceptual

El acuífero de la primera sección del río Aconcagua, que abarca los sectores de Los Andes y San Felipe,
obtiene su alimentación o recarga efectiva de:

a) Precipitación (RP)
b) Infiltración de agua de riego (RR)
c) Flujos subterráneos de entrada en cabeceras (RE)
d) Infiltración desde los cauces naturales (RC)

Por otro lado, el volumen de agua almacenado en el sistema acuífero se descarga a través de:

e) Bombeo (DB)
f) Flujo subterráneo de salida hacia la 2ª sección (DS)
g) Afloramientos o recuperaciones (DA)

Por lo tanto, la ecuación de balance para un intervalo de tiempo ∆t es la siguiente:

RP + RR + RE + RC = DB + DS + DA + ∆S

(∆S) = (Vf-Vi) / ∆t

Con Vf y Vi los volúmenes almacenados en el instante inicial y final, respectivamente, del intervalo de
tiempo ∆t.

Tanto el MOS-Conic como el MOS-DGA incorporan esas magnitudes en sus cálculos, para intervalos
de tiempo mensuales.

Los caudales promedios obtenidos en las simulaciones de períodos históricos (abril de 1950 a marzo de
1999) con ambos modelos se muestran en las Figuras 3 y 4.
ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 5
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

FIGURA 3
FLUJOS PROMEDIO OBTENIDOS CON MOS-DGA EN SIMULACIÓN HISTÓRICA (m3/s)

Fuente: Archivos *.qzr, *.qze, *.qzb, *.qzs, *.qzv y *.qzf de operación de MOS-DGA y elaboración propia

FIGURA 4
FLUJOS PROMEDIO OBTENIDOS CON MOS-CONIC EN SIMULACIÓN HISTÓRICA (m3/s)

Fuente: Archivo " SITUACION_ACTUAL.mdb" de modelo MOS-Conic y elaboración propia


ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 6
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

De las Figuras 3 y 4 se deduce que la principal diferencia, en resultado, entre ambos procedimientos es
el caudal de recarga al acuífero, el que para el caso del MOS-Conic, resulta 3 m3/s mayor. Ese
incremento genera un aumento en el flujo subterráneo de salida y en los afloramientos.

2.2 Recarga Total al Acuífero

Se realizó un cálculo simplificado, a través de una planilla Excel, de algunas magnitudes consideradas en
los modelos MOS-Conic y MOS-DGA, con el objetivo de comprender los algoritmos que determinan
los resultados obtenidos.

Dicho proceso fue necesario, particularmente en el caso del modelo MOS-Conic, dado que el informe
asociado a éste, no proporciona información clara acerca de las ecuaciones y variables usadas para
representar el sistema.

En el MOS-Conic el resultado de los caudales de recarga al acuífero se incluye en la columna QZR de la


tabla Access ResultAcuif.

Por otro lado, de acuerdo a las estimaciones realizadas a través de la planilla de cálculo mencionada, se
pudo deducir que la recarga total al acuífero se calcula como:

Recarga Total al Acuífero en MOS-Conic: QRA=QRPR+QRPN

QRPR = ResPerRie: Percolación media mensual (m3/s) evaluadas en los tramos de río. Se calculó como la
suma de los datos incluidos en las columnas de la tabla Access ResPerRie.

QRPN = ResPerNod: Percolación media mensual (m3/s) evaluadas en los nodos del modelo. Se calculó
como la suma de los datos incluidos en las columnas de la tabla Access ResPerNod.

QRPR y QRPN son resultados incluidos en las tablas Access ResPerRie y ResPerNod, respectivamente.

En el Gráfico 1 se muestra la comparación efectuada. De ésta se deduce que la recarga total al acuífero
que estima en modelo MOS-Conic, se obtiene de la suma de las percolaciones asociadas a los nodos y a
los tramos de río.

Por otro lado, en el caso del MOS-DGA, la recarga total al acuífero se calcula como:

Recarga Total al Acuífero en MOS-DGA: QRA=QRAS+QRPN

QRAS = Recarga media mensual (m3/s) al acuífero, proveniente de los sectores de riego 1 y 2. Se calculó
como la suma de los datos incluidos en las tablas *.qrz.

QRPN = Percolación media mensual (m3/s) evaluadas en los nodos del modelo. Se calculó como la suma
de los datos incluidos en las columnas de la tabla *.per.

Hasta aquí, se puede apreciar que la diferencia en la cuantificación de las recargas al acuífero, proviene
de las metodologías empleadas. En el caso MOS-Conic la recarga se obtiene de la percolación evaluada
en los tramos de ríos y en el caso MOS-DGA, de la infiltración en las zonas de riego.
ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 7
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

La diferencia en caudal promedio del orden de 3 m3/s, proviene principalmente de esas estimaciones, es
decir, la recarga estimada por el modelo MOS-Conic a través de las percolaciones en los tramos de río,
resulta mayor que la equivalentemente estima el MOS-DGA desde las zonas de riego.

GRÁFICO 1
RECARGA TOTAL AL ACUÍFERO DE LA PRIMERA SECCIÓN DEL RÍO ACONCAGUA
40

35 ResPerRie + ResPerNod Recarga Total Acuífero QZR Recarga Promedio

30
Caudal [m3/s]

25

20

15

10

0
1950

1951

1952

1953

1954

1955

1956

1957

1958

1959

1960

1961

1962

1963

1964

1965

1966

1967

1968

1969

1970

1971

1972

1973

1974
Tiempo [años]

40

35 ResPerRie + ResPerNod Recarga Total Acuífero QZR Recarga Promedio

30
Caudal [m3/s]

25

20

15

10

0
1974

1975

1976

1977

1978

1979

1980

1981

1982

1983

1984

1985

1986

1987

1988

1989

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998
Tiempo [años]

Fuente: Elaboración Propia

Las percolaciones desde los tramos de río, según el MOS-Conic, se calculan con la siguiente expresión1:

IRío = k · L · W / e · (n / i0.5 · W)0.5 · Q0.6 (1)

Con

IRío: Percolación en tramo de río


k: coeficiente de permeabilidad del lecho del río
L: largo del tramo de río
W: ancho promedio del río
e: espesor del lecho
n: rugosidad del lecho
i: pendiente del cauce

Los valores de esos parámetros no se incluyeron en el informe de Conic. Por lo que alternativamente se
realizó un cálculo, adoptando valores y tratando de reproducir la infiltración total resultante del modelo
MOS-Conic, en función de la sumatoria de los caudales afluentes a los nodos.

El promedio de la sumatoria de los caudales afluentes a los nodos 1 a 15 del MOS-Conic alcanza a 132
m3/s. De ese caudal, un 8.5 % infiltraría al acuífero, según los resultados del MOS-Conic (11.2 m3/s).

1 Anexo 2, Modelo de Simulación Integrado Aconcagua, Octubre de 2005, Arcadis-Geotécnica-Conic-BF.


ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 8
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

Para reproducir aproximadamente esa infiltración se pueden adoptar los siguientes parámetros en la
Ecuación 1:

k= 0.000002 m/s
L= 2500 m
W= 50 m
e= 2.15 m
n= 0.012
i= 0.001
Infiltración Máxima= 25.1 m3/s

Con esos parámetros, se obtienen los caudales del Gráfico 2, donde además se han incorporado los que
resultan de la operación del MOS-Conic.

GRÁFICO 2
CAUDALES DE INFILTRACIÓN DESDE TRAMOS DE CAUCES EN MOS-CONIC
30
Caudal [m3/s]

25
20
15
10
5
0
1950
1951
1952
1953
1954
1955
1956
1957
1958
1959
1960
1961
1962
1963
1964
1965
1966
1967
1968
1969
1970
1971
1972
1973
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
Tiempo [años]

Calculado GCF Resultado MOS-Conic

Fuente: Elaboración Propia

Con esos parámetros se obtiene una infiltración promedio de 11.2 m3/s, igual a la que resulta de la
operación del MOS-Conic. Si se modifica alguno de esos parámetros, los resultados varían de manera
importante. Por ejemplo, si se incrementa el espesor del lecho del cauce desde 2.15 a 3 m, es decir, en
un 40 %, la infiltración promedio se reduce a 8.2 m3/s. Esa reducción de 3 m3/s permite igualar los
resultados de recarga total al acuífero obtenidos con el MOS-Conic con los del MOS-DGA.

2.3 Comentarios

En el MOS-DGA las percolaciones desde los cauces naturales son calculadas en los nodos y en
promedio resultaron de 0.77 m3/s. En el MOS-Conic también se considera una magnitud que
corresponde a la percolación desde los nodos y que en promedio fue de 0.89 m3/s. No es posible, según
las explicaciones del informe de Conic, establecer la correspondencia física de esa magnitud, pero si se
relaciona con el MOS-DGA, según los códigos y estructuras de tablas, podría corresponder a la
infiltración en los cauces mismos. Desde ese punto de vista, el cálculo realizado en el MOS-Conic con la
Ecuación 1, estaría duplicando el procedimiento para la cuantificación de la infiltración desde los cauces.

Un aspecto fundamental que se debe tener en cuenta, es el grado de incertidumbre que presentan los
parámetros de la Ecuación 1 y de la gran variación que se produce en la recarga al acuífero al modificar
alguno de ellos. Para que los resultados obtenidos por el MOS-Conic sean válidos, esos parámetros
deberían ser calibrados de alguna forma.

Además, según la opinión de este consultor, se ha simplificado el funcionamiento del sistema real de
manera excesiva e innecesaria, puesto que el cálculo de la infiltración se ha restringido a los cauces.
ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 9
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

Aquello, se aleja de la realidad, ya que además de los cauces, las áreas de riego constituyen zonas de
infiltración y recarga al acuífero.

Ese hecho, sí es considerado por el MOS-DGA, que efectúa un balance en las zonas de riego,
incluyendo la componente subterránea, para estimar la infiltración. Por otro lado, en el MOS-Conic, la
componente subterránea no se considera en el balance que se realiza a nivel de zona de riego y es
abordad posteriormente en los tramos de río.

De acuerdo a lo anterior, el MOS-Conic podría ser adecuado para representar la operación superficial
del sistema, pero presenta deficiencias y limitaciones conceptuales para la representación del flujo
subterráneo del mismo, con respecto al MOS-DGA.

2.4 Conclusiones

Según el análisis efectuado, es posible concluir lo siguiente:

El MOS-Conic calcula la percolación asociada a los nodos, al igual que el MOS-DGA y se obtiene un
orden de magnitud similar (0.8 m3/s). En el MOS-DGA, la infiltración al acuífero desde los nodos
representa la percolación del tramo de cauce. En el texto de Conic no se explica qué representa esa
infiltración, pero si funciona de manera análoga al MOS-DGA, estarían duplicando la cuantificación de
esa magnitud. Para una coherencia conceptual, debieron eliminar la infiltración asociada a los nodos,
puesto que ésta fue representada (en el MOS-Conic) a través de la función de infiltración indicada
anteriormente.

La herramienta desarrollada por Conic representa las zonas de riego de forma más desagregada y eso
podría implicar un cálculo de las demandas en zonas de riego más preciso. No obstante, en cuanto a las
percolaciones desde las zonas de riego, el procedimiento es más arbitrario y presenta una limitación
conceptual, dado que las percolaciones de las zonas de riego son cuantificadas como percolaciones
desde los cauces y no desde las propias zonas de riego.

La metodología de cálculo usada por Conic para esas percolaciones desde los cauces, permite estimar
recargas cuyos valores podrían variar significativamente con los distintos parámetros involucrados (muy
sensibles), para los cuáles en el informe no se entregan ni sus valores ni su sustento, lo que obviamente
atenta en contra de la credibilidad y validez de los resultados.

La DGA cuenta actualmente con un modelo MOS cuyos resultados asociados al flujo subterráneo
fueron obtenidos a través de un proceso de retroalimentación entre el MOS y un modelo
hidrogeológico de flujo de la primera sección (desarrollado en Visual Modflow).

Evidentemente, esas representaciones pueden ser mejoradas con nuevos y mejores antecedentes y un
proceso similar podría entregar resultados diferentes a los que hoy se consideran válidos. El factor de
mayor relevancia para ese caso es el de las recargas al acuífero, las que son determinadas por el MOS.

Una verificación de la componente subterránea, aparentemente no se realizó en el modelo MOS-Conic


(por lo menos en el informe no se indica), por lo que los resultados del flujo subterráneo obtenidos en
éste, no tendrían una mayor validez que los calculados con el MOS-DGA.

En efecto, los procedimientos, supuestos y consideraciones tomadas para la realización del modelo
MOS-Conic no se consideran de mayor valor o validez que los del MOS-DGA. De acuerdo a ello, y en
ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 10
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

relación al modelo de operación del sistema San Felipe-Los Andes, la DGA debería continuar
considerando sus propios resultados como los más confiables hasta este momento.

La afirmación anterior es válida mientras no se desarrolle un procedimiento de cálculo cuya validez


supere al MOS-DGA, principalmente a través de la incorporación de nuevos antecedentes, que
permitan estimar de mejor forma las recargas y con un criterio de contraste razonable.

3 ACTUALIZACIÓN DE MODELO DE FLUJO SUBTERRÁNEO DE LA PRIMERA


SECCIÓN DEL RÍO ACONCAGUA

El presente capítulo consiste en la actualización del modelo de flujo subterráneo de la primera sección
del río Aconcagua (San Felipe-Putaendo) elaborado como parte del estudio "Modelo de Simulación
Hidrogeológico Valle del Río Aconcagua", Ingendesa con la Asesoría de AC Ingenieros Consultores
Ltda., marzo de 1998 (en adelante "modelo de 1998"). Para la actualización se usaron los antecedentes
generados en el "Estudio Geofísico en el Valle del Aconcagua de la Región de Valparaíso. Dirección,
Coordinación e Interpretación", Ingedos, octubre de 2006 (en adelante "geofísica Ingedos").

La información obtenida de la geofísica Ingedos permitió modificar la geometría del relleno y la


estratigrafía incluida en el modelo de 1998. Además, se recopilaron datos de pruebas de bombeo con los
que se, estimaron valores puntuales de permeabilidad, los que se podrán utilizar como punto de partida
para la calibración de modelos hidrogeológicos que se desarrollen en el futuro.

3.1 Representación Geométrica

a) Contacto Roca-Relleno

Se generó la superficie de terreno con curvas cada 25 m, obtenidas de la cartografía 1:50.000 (ver Figura
5). Con esa superficie, se calculó una superficie de pendientes de terreno, dividida en dos rangos:
pendientes mayores al 4% y menores al 4% (ver Figura 6). Esa zonificación se usó como base para
definir el contacto roca-relleno inicial para delimitar el acuífero del área de estudio (ver Figura 7). Se
denominó "inicial" puesto que posteriormente fue modificado al incorporar los puntos con información
geofísica.

b) Basamento Rocoso

La ubicación del fondo rocoso del relleno se definió en función de los espesores de relleno detectados
en cada estación gravimétrica y en cada estación tem medida como parte de la geofísica Ingedos (ver
Figura 7A).

Los procesos de interpolación y extrapolación incluidos en programas como Surfer o Spatial Analyst de
Arcview, generan distorsiones en las superficies calculadas, por ello, se usó sólo como punto de partida
una superficie generada con la información gravimétrica (usando Spatial Analyst de Arcview) y se
modificó manualmente hasta compatibilizarla completamente con los datos tem. Así mismo, se
modificó el contacto roca-relleno inicial (Figura 7A), incorporando los puntos con relleno nulo
detectados por la geofísica Ingedos (ver puntos negros de Figura 7). En la Figura 7B se muestran los
contactos roca-relleno del modelo de 1998 y el definido en el presente estudio (2007). En la Figura 8 se
muestran las curvas de isoprofundidad trazadas manualmente.

En las Figuras 9A y 9B se comparan las profundidades de basamento usadas en el modelo de 1998 y las
obtenidas en el presente estudio (2007), respectivamente.
ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 11
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

FIGURA 5 CURVAS DE NIVEL CADA 25 M CARTOGRAFÍA 1:50.000

Fuente: Elaboración Propia


ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 12
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

FIGURA 6 RANGOS DE PENDIENTES DE TERRENO

Fuente: Elaboración Propia


ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 13
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

FIGURA 7A CONTACTO ROCA RELLENO INICIAL

Fuente: Elaboración Propia


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ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

FIGURA 7B CONTACTOS ROCA RELLENO MODELO


1998 Y OBTENIDO EN PRESENTE ESTUDIO (2007)

Fuente: Elaboración Propia


ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 15
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

FIGURA 8 CURVAS DE ISOPROFUNDIDAD BASAMENTO ROCOSO

Fuente: Elaboración Propia


ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 16
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

FIGURA 9A RANGOS DE ISOPROFUNDIDAD BASAMENTO ROCOSO (1998)

Fuente: Elaboración Propia


ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 17
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

FIGURA 9B RANGOS DE ISOPROFUNDIDAD BASAMENTO ROCOSO (2007)

Fuente: Elaboración Propia


ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 18
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

c) Estratos

En el estudio de Ingedos se definieron las siguientes unidades hidrogeológicas:

Unidad A

Sedimentos de granulometría heterogénea con abundantes matriz de arenas finas, limos y arcillas (>
50%). Esta unidad se encuentra circunscrita a un sector del suroeste de esta Zona 1 (Rinconada de Los
Andes) y no se presenta en el resto de la cuenca del Aconcagua.

Unidad B

Sedimentos de granulometría gruesa a media, de ripios gravillentos; matriz arenosa, con escasos limos
arcillosos. Se encuentra ampliamente distribuida en la Zona 1 y en el resto de la cuenca.

Unidad C

Sedimentos heterogéneos con gravas hasta arenas finas, con matriz moderadamente arcillosa; existen
ripios y bolones en volúmenes <15%. Esta unidad se encuentra circunscrita a un sector del noreste
de esta Zona 1 – San Esteban – estero San Francisco.

Unidad D

Sedimentos de granulometría fina del tipo arenas limosas con abundante matriz de arcilla (> 50%).

Unidad Esc.

Unidad Escombros, pequeño abanico aluvial de estero local; no guarda relación con unidades del
Aconcagua.

Unidad V

Interestratificación gruesa y fina con alto contenido de arcillas, no se relaciona con unidades del
Aconcagua; probable influencia de depositaciones locales.

En cada tem medido en la geofísica Ingedos se detectaron a lo más 3 de las unidades anteriores, por lo
que se decidió representar el relleno de la zona de interés a través de 3 estratos (superior, intermedio e
inferior). En el modelo de 1998 se usaron 2 estratos.

El fondo del estrato superior se generó a partir de aquellos tem que detectaron 2 y 3 estratos. El fondo
del estrato intermedio se construyó con los datos de tems que alumbraron 3 unidades.

Con esa información puntual tridimensional (x,y,z) se generaron superficies para los fondos de los
estratos superior e intermedio. En las zonas donde los tem detectaron sólo un estrato se incorporó una
función lógica para fijar los fondos a una distancia predefinida del basamento (5 m). Se adoptó esa
distancia reducida desde el fondo impermeable, pensando en una representación hidrogeológica
construida con celdas de diferencias finitas (ver Figura 10).
ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 19
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

En un modelo de flujo, los estratos cercanos al fondo, son los últimos en secarse; por consiguiente, esa
es la mejor forma de representar un subsector donde existe un medio único con tres estratos, para
reducir posibilidad de divergencia por el secado de celdas colgadas.

Las áreas que cubren las distintas unidades definidas se muestran en la Figura 11.

En las Figuras 12, 13, 14 y 15 se presentan las superficies correspondientes a cada nivel incluido en el
modelo actualizado con 3 estratos.

FIGURA 10 MODELACIÓN DE ESTRATOS

Fuente: Elaboración Propia


ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 20
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

FIGURA 11 UNIDADES HIDROGEOLÓICAS


DETECTADAS POR LOS TEM DE GEOFÍSICA INGEDOS

Fuente: Elaboración Propia


ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 21
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

FIGURA 12 ELEVACIONES NIVEL DE TERRENO

Fuente: Elaboración Propia


ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 22
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

FIGURA 13 ELEVACIONES FONDO ESTRATO SUPERIOR

Fuente: Elaboración Propia


ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 23
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

FIGURA 14 ELEVACIONES FONDO ESTRATO INTERMEDIO

Fuente: Elaboración Propia


ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 24
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

FIGURA 15 ELEVACIONES FONDO ESTRATO INFERIOR (FONDO ROCOSO)

Fuente: Elaboración Propia


ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 25
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

En las Figuras 16, 17 y 18, se muestran las unidades hidrogeológicas; éstas fueron asociadas a un único
valor de permeabilidad en Visual Modflow. En el desarrollo del modelo se deberá calibrar las
permeabilidades asignando distintos valores a cada unidad identificada por la geofísica Ingedos.

Con relación a los valores globales del espesor de relleno, en la Tabla 1 se muestran las principales
magnitudes comparadas con las usadas en el modelo de 1998.

Para efectuar esa comparación se usó la malla VisualModflow y los contactos roca-relleno de 1998 y
2007.

El volumen total de relleno, correspondiente al modelo de 1998, se calculó multiplicando la dimensión


en planta de cada celda por el espesor de relleno coincidente con su centro. Se consideraron sólo las
celdas activas de 1998, es decir, aquellas ubicadas al interior del contacto roca-relleno de 1998 (ver
Figura 7B). De manera análoga, se calculó el volumen de relleno de 2007, usando el contacto roca-
relleno obtenido con los antecedentes de Ingedos.

TABLA 1 VALORES GLOBALES DE DIMENSIONES DE RELLENO


Cálculo de
Superficie activa Volumen de relleno Espesor promedio
volúmenes de Nº de celdas activas
[km2] [Mill. m3] de relleno [m]
relleno
Malla
VisualModflow de 10504 452 68038 151
1998
Malla
VisualModflow de 8879 385 62558 162
2007

3.2 Permeabilidades

El cálculo de las permeabilidades se realizó en función de los datos de pruebas de bombeo de gasto
variable. Se usó esa información, debido a que es el antecedente que generalmente está presente en los
expedientes; además, permite caracterizar las propiedades conductivas de los sistemas acuíferos, a partir
de una fuente relativamente homogénea. Las pruebas de gasto constante, por otro lado, son menos
abundantes y difíciles de obtener. Con ambas fuentes, se obtienen resultados semejantes. Las pruebas
de bombeo de gasto constante entregan valores de permeabilidad un poco menores, puesto que el
tiempo de espera, para alcanzar el equilibrio, es mayor y por ende, la depresión final es un poco mayor
que la que se obtiene, para un mismo caudal, en la prueba de gasto variable.

El radio de influencia (R) a menudo resulta difícil de estimar, a menos que la prueba de bombeo se haya
realizado con pozos de observación distintos al pozo de bombeo. En los planos de construcción
incluidos en los expedientes, las pruebas generalmente fueron realizadas en un único pozo, desde el cual
se bombeó y desde dónde se midieron los niveles. Por suerte, el radió de influencia tiene una incidencia
logarítmica dentro de la expresión que permite calcular la permeabilidad, por lo tanto, su incertidumbre
no es tan determinante. Por esas razones, se adoptó un radio de influencia constante de 200 m para
todas las pruebas. El radio del pozo (r) se obtuvo del radio de perforación indicado en cada plano de
construcción.

Para la estimación de las permeabilidades, se usaron depresiones corregidas, puesto que la mayor parte
del sistema presenta condiciones de napa libre. En el factor de corrección (∆2/2H), se adoptó H=P-NE,
con ∆=depresión; P=profundidad del pozo y NE=profundidad del nivel estático.
ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 26
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

En la Figura 21 se muestra la distribución de permeabilidades asociada al estrato superior del modelo de


1998. En la Figura 22 se muestran los valores de permeabilidades estimados en el presente estudio en
función de los datos registrados en pruebas de gasto variable realizadas en pozos de la zona (ver Anexo
I).

Las permeabilidades estimadas en función de los datos de las pruebas de bombeo de gasto variable,
varían entre 1 y 200 m/día (1.5·10-5 y 2.3·10-3 m/s).

Por otro lado, en el modelo de 1998, las permeabilidades de la sección de salida varían entre 250 y 600
m/día (2.9·10-3 y 6.9·10-3 m/s).

Según las permeabilidades calculadas en el presente estudio, se deduce que los valores usados en el
modelo de 1998 sobreestiman los valores reales. Esas permeabilidades probablemente se adoptaron
durante el proceso de calibración para compatibilizar los flujos superficiales de recarga obtenidos con el
MOS de 1998.

En la sección de salida, gran parte del flujo subterráneo debe aflorar, a causa de la reducción de la
sección de escurrimiento. Según las permeabilidades calculadas y la forma de la sección obtenida con la
geofísica de 2006, el flujo subterráneo pasante hacia la 2ª sección debería ser inferior a 1 m3/s (0.75
m3/s). El resto de la escorrentía debería aflorar, incrementando el flujo superficial.

Para la futura representación hidrogeológica del área, se debería calibrar el modelo dentro del rango de
los valores calculados puntualmente (1 y 200 m/día). En ese proceso, se debería ajustar, además de
permeabilidades y almacenamientos, el caudal de recarga superficial, generado con el modelo de flujo
superficial que utilice para cuantificar aportes superficiales.

Preliminarmente y según los resultados obtenidos en el presente trabajo, es posible inferir que la recarga
superficial de la primera sección del Río Aconcagua, debería resultar a lo más igual a la obtenida con el
MOS DGA descrito en el Capítulo 2 (≤ 9.45 m3/s).
ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 27
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

FIGURA 16 UNIDADES ESTRATO SUPERIOR EN MODELO VISUAL MODFLOW

A
V

Esc
Fuente: Elaboración Propia
ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 28
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

FIGURA 17 UNIDADES ESTRATO INTERMEDIO EN MODELO VISUAL MODFLOW

B
V
Fila 138

Fuente: Elaboración Propia


ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 29
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

FIGURA 18 UNIDADES ESTRATO INFERIOR EN MODELO VISUAL MODFLOW

D
B

V
B
Fuente: Elaboración Propia
ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 30
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

FIGURA 19 CORTE FILA 138, COORDENADA UTM 6.366.700 M NORTE

A
B
D

Fuente: Elaboración Propia

FIGURA 20 CORTE COLUMNA 111, COORDENADA UTM 352.100 M ESTE

A B

C
D

Fuente: Elaboración Propia


ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 31
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

FIGURA 21 PERMEABILIDADES EN ESTRATO SUPERIOR MODELO DE 1998 (m/día)

Fuente: "Modelo de Simulación Hidrogeológico Valle del Río Aconcagua", Ingendesa-AC Ingenieros, marzo de 1998.
ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 32
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

FIGURA 22 PERMEABILIDADES ESTIMADAS EN FUNCIÓN


DE LOS DATOS DE LAS PRUEBAS DE BOMBEO [m/día]

Fuente: Elaboración Propia


ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 33
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

3.3 Zona de salida 1ª sección

Debido a la relevancia de la zona de salida de la 1ª sección, que constituye la entrada de la 2ª sección, se


han analizado los resultados de la geofísica Ingedos en ese sector y se ha comparado con el espesor del
relleno considerado en el modelo de 1998.

Se debe tener en consideración que las profundidades de basamento obtenidas con TEMs difieren un
poco de las que entrega la gravimetría. Por lo general, las primeras resultan mayores que las primeras.
Dado que se cuenta con espesores obtenidos con ambas metodologías, pero en puntos no coincidentes,
se procuró compatibilizar ambas fuentes, suponiendo que ambas son correctas. Lo anterior, podría ser
discutible y argumentarse que para la profundidad de la roca, la gravimetría es más confiable. No
obstante, se consideró de mayor utilidad incorporar las profundidades entregadas por los TEMs, ya que
resulta de mayor utilidad el espesor puntual medido, independiente del método, que la ausencia de
medición.

En la Figura 23 se muestra un detalle de los tems (cuadrados), estaciones gravimétricas (círculos), celdas
de salida en Visual Modflow de 1998 y los rangos de profundidad interpolados y extrapolados
manualmente. En la Figura 23 se debe poner atención a que la sección de salida definida por la
condición de borde de nivel constante (celdas en cuadrados verdes), no coinciden con los puntos
TEMs que se han graficado en corte en la Figura 24. En ésta, se muestra el perfil elaborado por
Geodatos-Ingedos en función de la interpretación de resistividades obtenidas de las 5 estaciones TEM
mostradas en la Figura 23 (cuadrados).

El Gráfico 3 se presenta una comparación entre las profundidades interpoladas con la geofísica Ingedos
(new) y los espesores usados en el modelo de 1998 para la sección de salida. En el modelo de 1998 en
esas celdas se asignó una condición de nivel constante.

Un aspecto a destacar, es la gran variación vertical que se observa entre secciones muy cercanas en
planta. Por ejemplo, el perfil TEM (Figura 24) muestra un espesor saturado más profundo que el
correspondiente a las celdas del VisualModflow (Gráfico 3), ubicadas algunos metros, más hacia aguas
arriba (ver planta Figura 23).

Como se puede apreciar en el Gráfico 3, la sección considerada en el modelo de 1998 sobreestima la


sección interpolada con la información geofísica de Ingedos. Por otro lado, el perfil tem ubicado
aproximadamente 250 m hacia aguas abajo, presenta una forma más parecida, a la supuesta en la sección
de salida, considerada en el modelo de 1998.

Según la nueva información geofísica Ingedos, se puede concluir que la sección de la salida del sistema
presenta un relleno de espesor un poco menor al supuesto en 1998. Particularmente en las celdas donde
se ubicó la condición de borde de nivel constante en el modelo de 1998 el relleno en superficie debería
ser aproximadamente un 55 % del supuesto en 1998. Hacia aguas abajo las diferencias son menores y las
secciones resultan más parecidas entre sí.
ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 34
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

FIGURA 23 ZONA DE SALIDA 1ª SECCIÓN RÍO ACONCAGUA

Perfil TEM

TEMs
Prof. Roca en TEMs

Estaciones
Gravimetría

Fuente: Elaboración Propia


ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 35
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

FIGURA 24 PERFIL TEM AGUAS ABAJO SECCIÓN DE SALIDA


CONSIDERADA EN MODELO VISUAL MODFLOW DE 1998

Unidad B: Sedimentos de granulometría gruesa a media, de ripios gravillentos; matriz arenosa, con escasos limos
arcillosos. Se encuentra ampliamente distribuida en la Zona 1 y en el resto de la cuenca.
Unidad D: Sedimentos de granulometría fina del tipo arenas limosas con abundante matriz de arcilla (> 50%).
Fuente: "Estudio Geofísico en el Valle del Aconcagua de la Región de Valparaíso.
Dirección, Coordinación e Interpretación", Ingedos, octubre de 2006.

GRÁFICO 3 PERFIL COINCIDENTE CON CELDAS EN SALIDA MODELO DE 1998


1000

1200

1400

1600

1800

2000

2200

2400

2600

2800

3000

3200
200

400

600

800
0

20

40

60

80

100

120

140

Old
160
New
180

Fuente: Elaboración Propia


ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 36
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

TABLA 2 SECCIÓN DE SALIDA


Superficie sección
Cálculo de volúmenes de relleno
de salida [m2]
Malla VisualModflow de 1998 325816
Malla VisualModflow de 2007 178740
Nota: la superficie relleno en la sección de salida
de 2007 corresponde al 55% de la de 2007

4 ANÁLISIS CUALITATIVO DE RESULTADOS EN MODELOS DE FLUJO


SUBTERRÁNEO DE SECCIONES 2, 3 Y 4, POR CAMBIOS EN EL MODELO DE LA
PRIMERA SECCIÓN

De acuerdo a los resultados obtenidos, se vislumbra que el principal cambio que deberían experimentar
los modelos de aguas abajo se relaciona con el caudal subterráneo de entrada a la segunda sección,
proveniente de la primera sección.

Con esa diferencia, la entrada superficial debería resultar mayor, por lo que la estimación de las recargas
superficiales debería subir, compensando en parte la disminución de la entrada subterránea.

Otra variación probable sería la reducción de las permeabilidades asignadas en el modelo de la 2ª


sección, las que deberían estar sobreestimadas en la zona de aguas arriba, para permitir la entrada del
caudal subterráneo calculado en el modelo de 1998.

El efecto del cambio indicado (flujo subterráneo sección 1 a sección 2), debería atenuarse en las
secciones 3 y resultar prácticamente despreciable en la cuarta sección.

La principal dificultad de la representación del sistema Aconcagua radica en el estrecho vínculo físico
que existe entre la escorrentía superficial del río y la escorrentía subterránea de los acuíferos.

La modelación requiere de un proceso de retroalimentación entre un modelo de flujo superficial y un


modelo hidrogeológico; se debe tener especial cuidado en ese vínculo, por la gran diferencia de
magnitudes que habitualmente existe entre flujos subterráneos y superficiales. Por ello, se debería
adoptar un criterio conservador, para la cuantificación o representación de que aquellas magnitudes con
mayor indeterminación. Dicho criterio se debería sustentar además, con la experiencia de los
modeladores.

Se debe procurar encontrar la mayor cantidad de datos experimentales que se puedan utilizar como
formas de contraste de los resultados de la modelación. Entre los datos medidles se pueden mencionar
los caudales superficiales, registrados en las estaciones fluviométricas, aforos puntuales en cauces,
pruebas de bombeo para estimar permeabilidades y en algunos casos almacenamientos, datos de lluvia,
mediciones de permeabilidad vertical, etc.

5 CONCLUSIONES Y COMENTARIOS

5.1 Análisis Comparativo

Según el análisis efectuado, es posible concluir que el MOS-Conic calcula la percolación asociada a los
nodos de la misma forma que el MOS-DGA y se obtiene un orden de magnitud similar (0.8 m3/s). En
el MOS-DGA, la infiltración al acuífero desde los nodos representa la percolación del tramo de cauce.
En el texto de Conic no se explica qué representa esa infiltración, pero si funciona de manera análoga al
ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 37
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

MOS-DGA, estarían duplicando la cuantificación de esa magnitud. Para una coherencia conceptual,
debieron eliminar la infiltración asociada a los nodos, puesto que ésta fue representada, en el MOS-
Conic, a través de la función de infiltración indicada anteriormente.

La herramienta desarrollada por Conic representa las zonas de riego de forma más desagregada y eso
probablemente implica un cálculo de las demandas en las zonas de riego más preciso. No obstante, en
cuanto a las percolaciones desde las zonas de riego, el procedimiento es más arbitrario y presenta una
limitación conceptual, dado que éstas son cuantificadas como percolaciones desde los cauces y no desde
las propias zonas de riego.

La metodología de cálculo usada por Conic para esas percolaciones desde los cauces, permite estimar
recargas cuyos valores podrían variar significativamente con los distintos parámetros involucrados (muy
sensibles), para los cuáles en el informe no se entregan ni sus valores ni su sustento, lo que obviamente
atenta en contra de la credibilidad y validez de los resultados.

La DGA cuenta actualmente con un modelo MOS cuyos resultados asociados al flujo subterráneo
fueron obtenidos a través de un proceso de retroalimentación entre el MOS y un modelo
hidrogeológico de flujo de la primera sección (desarrollado en Visual Modflow). Por lo tanto, los valores
de recarga calculados en el MOS-DGA fueron validados a través de la calibración del modelo
hidrogeológico, ya que existe consistencia entre los resultados entregados por ambas herramientas de
análisis de la DGA.

Evidentemente, esas representaciones podrían ser mejoradas con nuevos y mejores antecedentes y un
proceso similar podría entregar resultados diferentes a los que hoy se consideran válidos. El factor de
mayor relevancia para ese caso es el de las recargas al acuífero, las que son determinadas por el MOS.

Dicha verificación u otra, aparentemente no se realizó en el modelo MOS-Conic (por lo menos en el


informe no se indica), por lo que los resultados del flujo subterráneo obtenidos en éste no tendrían una
validez mayor que los calculados con el MOS-DGA. En efecto, los procedimientos, supuestos y
consideraciones tomadas para la realización del modelo MOS-Conic, no se consideran de mayor valor
que los del MOS-DGA. De acuerdo a ello, y en relación al modelo de operación del sistema San Felipe-
Los Andes, la DGA debería continuar considerando sus propios resultados como los más confiables y
de mayor validez hasta este momento.

La afirmación anterior es válida mientras no se desarrolle un procedimiento de cálculo cuya validez


supere al MOS-DGA, principalmente a través de la incorporación de nuevos antecedentes, que
permitan estimar de mejor forma las recargas y con un criterio de contraste razonable.
ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 38
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

5.2 Actualización de Modelo Primera Sección

Con los antecedentes obtenidos de la geofísica Ingedos, se generó la geometría acuífera de la primera
sección del río Aconcagua, a través de tres estratos con los que se pueden representar las unidades A, B,
C , D, V y Esc., antes definidas y asociadas a los perfiles tem medidos por Geodatos e interpretados
por Ingedos. Esos datos (x,y,z) para la superficie de terreno, fondo estrato superior, fondo estrato
intermedio y fondo estrato inferior (o fondo roca), se asociaron a un shape de puntos (archivo dbf) que
incluye los centros de cada celda del modelo Visual Modflow de 1998.

En cuanto al volumen de relleno, a nivel global, la geofísica de Ingedos reveló un volumen menor al
usado en el modelo de 1998, pero más profundo en algunos sectores.

Según la nueva información geofísica Ingedos, se puede concluir que la sección de la salida del sistema
presenta un relleno de espesor un poco menor al supuesto en 1998. Particularmente en las celdas donde
se ubicó la condición de borde de nivel constante en el modelo de 1998, el relleno en superficie debería
ser aproximadamente un 57 % del supuesto en 1998. Hacia aguas abajo las diferencias son menores y las
secciones resultan más parecidas entre sí.

Las permeabilidades estimadas en función de los datos de las pruebas de bombeo de gasto variable,
varían entre 1 y 200 m/día (1.5·10-5 y 2.3·10-3 m/s). Por otro lado, en el modelo de 1998, las
permeabilidades de la sección de salida varían entre 250 y 600 m/día (2.9·10-3 y 6.9·10-3 m/s).

Según las permeabilidades calculadas en el presente estudio, se deduce que los valores usados en el
modelo de 1998 sobreestiman los valores reales. Esas permeabilidades probablemente se adoptaron
durante el proceso de calibración para compatibilizar los flujos superficiales de recarga obtenidos con el
MOS.

En la sección de salida, gran parte del flujo subterráneo debe aflorar, a causa de la reducción de la
sección de escurrimiento. Según las permeabilidades calculadas y la forma de la sección obtenida con la
geofísica de 2006, el flujo subterráneo pasante hacia la 2ª sección debería ser inferior a 1 m3/s (0.75
m3/s). El resto de la escorrentía debería aflorar, incrementando el flujo superficial.

Para la futura representación hidrogeológica del área, se debería calibrar el modelo dentro del rango de
los valores calculados puntualmente (1 y 200 m/día). En ese proceso, se debería ajustar, además de
permeabilidades y almacenamientos, el caudal de recarga superficial, generado con el modelo de flujo
superficial que utilice para cuantificar aportes superficiales.

Preliminarmente y según los resultados obtenidos en el presente trabajo, es posible inferir que la recarga
superficial de la primera sección del Río Aconcagua, debería resultar a lo más igual a la obtenida con el
MOS DGA (≤ 9.45 m3/s).

5.3 Análisis Cualitativo Aguas Abajo

El principal cambio que deberían experimentar los modelos de aguas abajo de la primera sección se
relaciona con el caudal subterráneo de entrada a la segunda sección, proveniente de la primera sección.
La entrada superficial a la 2ª sección debería resultar mayor, por lo que la disponibilidad superficial para
la cuantificación de recargas debería subir, compensando en parte la disminución de la entrada
subterránea.
ANÁLISIS DE INFORMACIÓN HIDROGEOLÓGICA DEL VALLE DEL RÍO ACONCAGUA PARA LA 39
ACTUALIZACIÓN DEL MODELO DE OPERACIÓN DEL SISTEMA

Otra variación probable sería la reducción de las permeabilidades asignadas en el modelo de la 2ª


sección, las que deberían estar sobreestimadas en la zona de aguas arriba, para permitir la entrada del
caudal subterráneo calculado en el modelo de 1998. El efecto indicado debería atenuarse en la 3ª
sección y resultar prácticamente despreciable en la 4ª sección.

La principal dificultad de la representación del sistema Aconcagua radica en el estrecho vínculo físico
que existe entre la escorrentía superficial del río y la escorrentía subterránea de los acuíferos. La
modelación requiere de un proceso de retroalimentación entre un modelo de flujo superficial y un
modelo hidrogeológico; se debe tener especial cuidado en ese vínculo, por la gran diferencia de
magnitudes que habitualmente existe entre flujos subterráneos y superficiales. Por ello, se debería
adoptar un criterio conservador, para que aquellas magnitudes con mayor indeterminación, apoyado en
la experiencia de los modeladores.

Se debe procurar encontrar la mayor cantidad de datos experimentales que se puedan utilizar como
formas de contraste de los resultados de la modelación. Entre los datos medidles, se pueden mencionar
los caudales superficiales, registrados en las estaciones fluviométricas, aforos puntuales en cauces,
pruebas de bombeo para estimar permeabilidades y en algunos casos almacenamientos, datos de lluvia,
mediciones de permeabilidad vertical, etc.
ANEXO I
Cálculo de Permeabilidades
ANEXO I

El cálculo de las permeabilidades se realizó en función de los datos de pruebas de bombeo de gasto
variable. Se usó esa información, debido a que es el antecedente que generalmente está presente en los
expedientes; además, permite caracterizar las propiedades conductivas de los sistemas acuíferos, a partir
de una fuente relativamente homogénea. Las pruebas de gasto constante, por otro lado, son menos
abundantes y difíciles de obtener. Con ambas fuentes, se obtienen resultados semejantes. Las pruebas
de bombeo de gasto constante entregan valores de permeabilidad un poco menores, puesto que el
tiempo de espera, para alcanzar el equilibrio, es mayor y por ende, la depresión final es un poco mayor
que la que se obtiene, para un mismo caudal, en la prueba de gasto variable.

El radio de influencia (R) a menudo resulta difícil de estimar, a menos que la prueba de bombeo se haya
realizado con pozos de observación distintos al pozo de bombeo. En los planos de construcción
incluidos en los expedientes, las pruebas generalmente fueron realizadas en un único pozo, desde el cual
se bombeó y desde dónde se midieron los niveles. Por suerte, el radió de influencia tiene una incidencia
logarítmica dentro de la expresión que permite calcular la permeabilidad, por lo tanto, su incertidumbre
no es tan determinante. Por esas razones, se adoptó un radio de influencia constante de 200 m para
todas las pruebas. El radio del pozo (r) se obtuvo del radio de perforación indicado en cada plano de
construcción.

Para la estimación de las permeabilidades, se usaron depresiones corregidas, puesto que la mayor parte
del sistema presenta condiciones de napa libre. En el factor de corrección (∆2/2H), se adoptó H=P-NE,
con ∆=depresión; P=profundidad del pozo y NE=profundidad del nivel estático.
PERMEABILIDADES EN POZOS
Pozo x y esp. sat. k [m/s] k [m/s]
3240-7030-A9 347010 6376975 39 0.000110 1.1E-04
3240-7030-C3 344755 6370917 34 0.000336 3.4E-04
3240-7030-C6 345330 6370415 67 0.000317 3.2E-04
3240-7030-C8 349050 6367524 38 0.001195 1.2E-03
3240-7030-C9 347234 6370920 40 0.000308 3.1E-04
3240-7030-C14 345396 6369942 46 0.000436 4.4E-04
3240-7030-C15 346015 6369160 43 0.000336 3.4E-04
3240-7030-D2 353338 6367468 71 0.000265 2.7E-04
3240-7030-D3 353427 6367425 65 0.000388 3.9E-04
3240-7030-D15 352830 6366780 39 0.000115 1.1E-04
3240-7030-D16 352757 6366830 46 0.000123 1.2E-04
3240-7040-A3 335350 6381401 155 0.000197 2.0E-04
3240-7040-B23 337212 6376271 52 0.000242 2.4E-04
3240-7040-D5 338740 6374138 56 0.000633 6.3E-04
3240-7040-D7 338795 6374146 54 0.000757 7.6E-04
3240-7040-D14 338168 6374491 38 0.000500 5.0E-04
3240-7040-D31 338115 6374795 49 0.000662 6.6E-04
3240-7030-A14 347300 6377890 55 0.000265 2.6E-04
3240-7030-C5 346270 6371640 50 0.000392 3.9E-04
3240-7040-A1 334648 6379013 33 0.000041 4.1E-05
3240-7040-A2 334703 6381407 60 0.000467 4.7E-04
3240-7040-A4 334550 6380522 80 0.000454 4.5E-04
3240-7040-B2 336521 6379780 24 0.000129 1.3E-04
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