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15.1. General
15.2 Concentración de iones en la rizosfera
15.3 pH y Potencial Redox en la Rizosfera
15.3.1 General
15.3.2 Fuentes de Suministro de Nitrógeno y pH Rizosférico
15.3.3 Estado Nutricional de las Plantas y el pH Rizosférico
15.3.4 Potencial Redox y Procesos Reductores
15.4 Rizodeposición y Exudados Radicales
15.4.1 Rizodeposición
15.4.2 Exudados Radicales
15.4.2.1 General
15.4.2.2 Mucílago y Mucigel
15.4.2.3 Exudados Radicales de Bajo Peso Molecular (LMW)
15.4.2.4 Exudados Radicales y Estado Nutricional de las Plantas
15.4.2.5 Ectoenzimas
15.5 Microorganismos Rizosféricos No Infecciosos
15.5.1 Colonización Radical
15.5.2 Rol en la Nutrición Mineral Vegetal
15.5.3 Exudados Radicales como Señales y Precursores de Fitohormonas
15.6 Micorrizas
15.6.1 General
15.6.2 Grupos, Morfología y Estructura de las Micorrizas
15.6.3 Infección Radical, Demanda de Fotosintatos, y Crecimiento de la
Planta hospedera
15.6.3.1 Infección Radical
15.6.3.2 Demanda de Fotosintatos
15.6.3.3 Crecimiento Radical y Caulinar de la Planta Hospedera
15.7 Rol de las Micorrizas en la Nutrición Mineral de sus Plantas Hospederas
15.7.1 Micorrizas Vesiculo-Arbusculares
15.7.2 Ectomicorrizas
15.8 Rol de las Micorrizas en la Tolerancia a Metales Pesados
15.9 Respuesta a la Micorrización
15.10 Otros Efectos Micorrícicos
15.10.1 Efectos Hormonales, Relaciones Planta Agua
15.10.2 Supresión de los Patógenos Radicales
15.11 Micorrizas: Implicaciones Prácticas
Lista de figuras
Lista de tablas
N. del T.
15.1. General ←
Fig. 15.2 Acumulación del calcio y magnesio en el suelo rizosférico de plantas de cebada de dos meses de
edad (Redibujado a partir de Youssef & Chino, 1987).
A concentraciones suficientemente altas de Ca2+ y SO 24 − en la solución del suelo,
puede demostrarse la precipitación de CaSO4 en la superficie radical. Tras un largo
periodo en plantas cultivadas en el suelo, estas precipitaciones ocasionalmente pueden
formar un manto sólido alrededor de las raíces (pedotúbulo) con diámetro de unos pocos
milímetros ó aun más de 1 cm.
En suelos calcáreos (e.g., rendzinas) pueden frecuentemente presentarse
cantidades abundantes de raíces calcificadas en plantas herbáceas en las que los
elementos calcita retienen la estructura de las células corticales originales. Se ha
presentado evidencia de que estos elementos calcita citomórficos (~60-80μм) se forman
mediante las actividades radicales y ciclos de acidificación de la rizosfera y precipitación
del carbonato de calcio dentro de las células radicales. De acuerdo con esto las raíces
calcificadas están circundadas por un rizocilindro descalcificado con una matriz de
silico-aluminio. Este es un ejemplo interesante de importancia en la pedogénesis, ya que
en ciertos lugares la fracción calcita citomórfica puede representar más de un cuarto de la
masa de suelo.
La acumulación de sales de baja solubilidad en la rizosfera (e.g., CaCO3, CaSO4)
puede ser bastante dañina para las plantas. Pero es diferente, sin embargo, en suelos
salinos con altas concentraciones de sales solubles como el cloruro de sodio. Como se
muestra en la Tabla 15.1 hay un gradiente de concentración para ambos cloruro y sodio
desde el suelo no rizosférico hacia la superficie radical, y este gradiente se acentúa como
la tasa de transpiración se incremente. Consecuentemente, la conductividad eléctrica del
suelo se incrementa cerca de la superficie radical, específicamente a altas tasas de
transpiración.
El incremento de la concentración de sales y del potencial osmótico de la
solución del suelo disminuye la disponibilidad de agua a las plantas y puede deteriorar
severamente las relaciones planta agua. En no halófitas (“excluders de sales”) cultivadas
en suelos salinos en un periodo de cuatro días las concentraciones de sales en la solución
del rizo-suelo pueden elevarse desde 50 a 300 mм. A altas concentraciones de sales las
relaciones entre la tasa de transpiración y la acumulación de sales en la rizosfera no son
lineales, indicando algo de difusión de regreso de los solutos desde la superficie radical,
contrarrestando en parte la acumulación de sales.
Tabla 15.1 Relación entre la toma de agua por unidad de longitud radical y acumulación de sodio y cloruro
alrededor de raíces de maíz a
Toma de agua Cloruro (mg(100g)-1 suelo) Sodio (mg(100g)-1 suelo) Conductividad eléctrica,
-1
(transpiración 100 ml cm ) No rizosférico a
Flojo b
Cercano d
No rizosférico a Flojo b Cercano d cercano d (mmho cm-1)
0.38 31 41 58 22 34 41 1.38
0.46 36 43 65 28 33 45 2.28
0.82 43 66 97 36 49 68 3.79
0.95 44 64 128 38 57 90 5.02
a
En base a Sinha & Sough (1974)
b
Suelo no rizosférico
c
Suelo flojamente adherido (suelo rizosférico)
d
Suelo estrechamente adherido (suelo rizoplano)
Fig. 15.3 Curso de tiempo de la toma de magnesio en ryegrass al afectarse por la concentración de potasio
en la solución del rizo-suelo (Seggewiss & Jungk, 1988).
15.3.1 General ←
El pH de la rizosfera puede diferir del pH del suelo no rizosférico por más de dos
unidades, dependiendo de los factores planta y suelo. Las factores más importantes en los
cambios inducidos por la raíz en el pH rizosférico son el deterioro en la relación toma
catión/anión y las correspondientes diferencias en la liberación neta de H+ y HCO 3− (ú
OH-), y en la excreción de ácidos orgánicos. Los ácidos orgánicos pueden también ser
producidos por la actividad microbiana estimulada por la liberación de carbono orgánico
desde las raíces, y por la producción de CO2 por las raíces y microorganismos rizosféricos.
En suelos aireados, el CO2 por si mismo es de menor importancia en el pH rizosférico ya
que este se difunde rápidamente desde las raíces a través de los poros llenos de aire. Es
principalmente el CO2 disuelto en la solución del suelo (H+, HCO 3− ) el que afecta el pH
rizosférico ya que la movilidad de los H+ y HCO 3− es relativamente baja en la solución del
suelo.
La capacidad buffer del suelo y el pH inicial del suelo (suelo no rizosférico) son
los principales factores que determinan el grado en que las raíces vegetales pueden
cambiar el pH rizosférico. La capacidad buffer del pH de los suelos no depende tanto del
contenido de arcillas sino principalmente del pH y contenido de materia orgánica inicial;
la capacidad buffer del pH es inferior a pH cercano a 6, y se incrementa a ambos valores
de pH inferiores y superiores.
Suceden marcadas diferencias en el potencial redox rizosférico entre plantas
cultivadas en suelos aireados y aquellas cultivadas en suelos sumergidos. En ambos casos,
sin embargo, los cambios inducidos por la raíz en el potencial redox de la rizosfera
pueden ser sustanciales y por lo tanto pueden también afectar la disponibilidad y toma de
los nutrientes minerales.
Tabla 15.2 Suministro de nitrógeno, pH rizosférico, y contenido caulinar de nutrientes minerales de fríjol
(Phaseolus vulgaris L.) cultivado en un Luvisol (pH 6.8).
Contenidos en materia seca
caulinar
-1
Suministro de pH (mg g ) (μg g-1)
nitrógeno rizosférico K P Fe Mn Zn
NO3-N 7.3 13.6 1.5 130 60 34
NH4-N 5.4 14.0 2.9 200 70 49
Fig. 15.4 Influencia de la forma de nitrógeno incorporado a la solución del suelo en el pH del rizoplano a lo
largo de raíces del abeto de Noruega de 4 años cultivado en un Luvisol a pH 4.5 (H2O). (Leisen et al., 1990)
Tabla 15.3 Efectos de las fuentes de nitrógeno en la acidez y alcalinidad generada por las raíces de alfalfa,
en el pH del suelo, y en la utilización de la roca fosfatada a
Tratamiento
Fuente Roca Acidez Alcalinidad pH suelo Toma de fósforo Desarrollo
nitrógeno fosfatada (meq g-1 peso seco) (meq g-1 peso seco) (H2O) (mg por maceta) (g peso seco por maceta)
Nitrato - - 1.1 6.8 1 2.5
Nitrato + - 0.8 7.3 23 18.8
N2 - 0.5 - 6.2 4 4.7
N2 + 1.4 - 5.3 49 26.9
a
De Aguilar S & van Diest (1981).
Los cambios inducidos por la raíz en el pH rizosférico también están relacionados con el
estado nutricional de las plantas. Los ejemplos son la acidificación de la rizosfera en
algodón y otras dicotiledóneas bajo deficiencia de zinc, y en especies no gramíneas bajo
deficiencia de hierro (Sección 2.5.6). En ambos casos el incremento en la liberación neta
de H+ está estrechamente relacionado a un incremento en la relación toma catión/anión.
Bajo la deficiencia de hierro esta acidificación también sucede en plantas alimentadas con
nitrato (Fig. 15.5), y en base al sistema radical como un todo, las tasas de liberación neta
de H+ por unidad de peso radical están en un orden de magnitud similar a las plantas
alimentadas con amonio suficientes en hierro. De nuevo, sin embargo, los valores
promedio son engañosos ya que bajo deficiencia de hierro la realzada liberación neta de
H+ está confinada a las zonas radicales apicales donde las tasas reales son casi ocho veces
superiores que en las plantas alimentadas con amonio (Fig. 15.5). Esta acidificación
altamente localizada puede permitir a las raíces disminuir el pH rizosférico en las zonas
apicales aún en suelos calcáreos realzando la movilización del hierro (Sección 16.5.3).
Fig. 15.5 Acidificación de la rizosfera (indicado por el agar con bromocresol purple, arriba) y tasas de
liberación neta de H+ por raíces de plantas intactas de girasol. (Modificado de Römheld et al., 1984).
Tabla 15.4 Curso de tiempo en producción de materia seca, concentración de fósforo, y pH rizosférico y
toma de iones en plantas de colza cultivadas en un suelo bajo en fósforo a
Edad de las Peso seco Concentración de fósforo en la pH Toma de cationes y
plantas (d) (g por recipiente) solución del suelo rizosférico (μм) rizosférico aniones b
0 - 5.17 6.1 -
7 0.16 2.56 6.3 Cat < An
14 0.89 0.82 6.5 Cat < An
20 1.89 1.40 5.3 Cat > An
28 3.69 2.47 4.3 Cat > An
a
En base a Grinsted et al. (1982) y Hedley etl al. (1982).
b
Nitrógeno suplido como Ca(NO3)2.
Como el contenido de agua se incremente, los potenciales redox tienden a disminuir hasta
se obtienen los valores negativos de suelos sumergidos. La caída en el potencial redox
está correlacionada con un rango de cambios en la solubilidad de nutrientes minerales
(e.g., manganeso y hierro, ocasionalmente fósforo) y también con la acumulación de
solutos orgánicos fitotóxicos (Sección 14.4.4). Las plantas adaptadas a suelos inundados
y sumergidos (e.g., arroz anegado) mantienen altos potenciales redox en la rizosfera
mediante el transporte de O2 desde el vástago a través del aerénquima hacia las raíces para
liberar el O2 en la rizosfera (Sección 16.1). Esta oxidación de la rizosfera (Fig. 15.6) es
esencial para disminuir la concentración de solutos orgánicos fitotóxicos (Sección 14.4) y
el Fe2+ y Mn2+ presente en la solución del suelo no rizosférico de los suelos sumergidos.
Ambos el transporte de O2 a la raíces y la tasa de consumo de O2 en la raíces y
particularmente en la rizosfera son afectados fuertemente por la nutrición mineral.
Fig. 15.7 Efecto de la porosidad llena de aíre y el crecimiento del trigo (sembrado) en la desnitrificación en
un suelo chernozem (Corg:1.8%). (De acuerdo a Prade & Trolldenier, 1989).
15.4.1 Rizodeposición ←
En promedio, 30-60% del carbono fotosintético neto es destinado a las raíces (Tabla 15.5)
y de este carbono una proporción apreciable es liberada como carbono orgánico en la
rizosfera. Esta liberación de carbono, también llamada rizodeposición, es altamente
variable, para especies anuales es tanto como el 40% y para árboles forestales como el
abeto de Douglas, son bastante comunes los valores mayores al 70%.
La rizodeposición es incrementada por varias formas de estrés como la
impedancia mecánica, anaerobiosis, sequía, y deficiencia de nutrientes minerales. Por
consiguiente para una especie vegetal dada las tasas de rizodeposición varían mucho y
pueden ser, por ejemplo, 2-4 veces superiores para plantas cultivadas en suelo que para
plantas cultivadas en soluciones nutritivas. Los microorganismos de la rizosfera
incrementan la rizodeposición, particularmente la fracción de bajo peso molecular
(LMW). En un periodo de 3 semanas, las raíces de plántulas de trigo liberaron 7-13% de
los fotosintatos netos cuando se cultivaron en ausencia de microorganismos y 18-25%
cuando se cultivaron en presencia de microorganismos. Se ha presentado evidencia de
que el efecto realzante de los microorganismos rizosféricos es principalmente causado no
al incrementar la salida sino al disminuir la proporción de reabsorción (“recuperación”)
de los exudados LMW por las raíces. En un estudio comprensivo usando sistemas
sellados durante todo un periodo de crecimiento, Sauerbeck & Johnen (1976) encontraron
la superior liberación de carbono orgánico por raíces de trigo cultivado en suelo durante
el periodo de rápido crecimiento vegetativo. En la cosecha fueron medidas las
subsiguientes cantidades de carbono (en gramos por maceta): raíz peso seco, 3.0;
respiración radical, 1.9; exudación radical y rizodeposición, 7.6. En otras palabras, más
del doble de carbono orgánico fue liberado en la rizosfera (rizodeposición) tal como
quedo en el sistema radical en la cosecha. Se han obtenido datos similares con otras
especies anuales.
Tabla 15.5 Porcentaje de carbono fotosintético neto asignado a, y perdido por, raíces de especies vegetales
anuales a
Porcentaje destinado Porcentaje del carbono asignado perdido por las raíces
a las raíces Respiración (A) Rizodeposición (B) Total (A+B)
28-59 16-76 4-70 42-90
a
Datos compilados a partir de literatura, en base a Lynch & Whipps (1990).
Fig. 15.8 Modelo del flujo del carbono en la rizosfera. LMW= bajo peso molecular. (Modificado de
Warembourg & Billes, 1979)
15.4.2.1 General ←
Los exudados radicales comprenden solutos ambos de alto y bajo peso molecular
liberados ó secretados por las raíces. Los componentes más importantes de los solutos de
alto peso molecular son el mucílago y las ectoenzimas (Sección 15.4.2.4) y en la fracción
de bajo peso molecular están los ácidos orgánicos, azúcares, fenólicos, y aminoácidos
(incluyendo fitosideróforos). Los lisatos a partir de la autolisis de las células epidérmicas
y corticales son incluidos en la categoría de exudados radicales. La exudación radical es
afectada por varios factores endógenos y exógenos, y por las dinámicas de los nutrientes
en la rizosfera y por la adquisición de nutrientes, pareciendo ser de particular importancia
el estado nutricional de la planta y la impedancia mecánica del sustrato (Fig. 15.9).
Fig. 15.9 Representación esquemática de la exudación radical al afectarse por deficiencia de nutrientes
minerales y por impedancia mecánica.
Tabla 15.6 Influencia del aluminio en la longitud radical y el contenido de elementos minerales en las
zonas radicales apicales (0-5 mm.) de soya cultivadas en solución nutritiva ó en cultivo en arena filtrado
con la solución nutritiva a
Contenido de elementos minerales en las
Longitud radical puntas radicales (mg g-1 peso seco)
Sustrato (cm. por planta) Al Ca Mg
Solución nutritiva
Control (-Al) 189 <0.1 0.69 1.37
+ 74 μм Al 39 3.9 0.36 0.47
Cultivo en arena
Control (-Al) 114 <0.1 1.56 1.39
+ 74 μм Al 50 0.9 1.22 1.02
a
En base a Horst et al. (1990)
Las superficies radicales, particularmente las zonas apicales, están cubiertas por
materiales gelatinosos de alto peso molecular (mucílago), que consiste principalmente de
polisacáridos que incluyen cerca de 20-50% de ácidos poliurónicos, dependiendo de la
especie vegetal. Este material es secretado por las células de la caliptra y son también
liberados por las células epidérmicas. La producción del mucílago está positivamente
correlacionada con la tasa de crecimiento radical. En medio no estéril este también
incluye las sustancias producidas por la degradación bacteriana de las paredes celulares.
En plantas cultivadas en suelo el mucílago está usualmente invadido por
microorganismos, y están embebidas en ambas partículas del suelo orgánicas e
inorgánicas. Esta mezcla de material gelatinoso, microorganismos, y partículas del suelo
es llamado mucigel.
El mucílago tiene una diversidad de funciones biológicas incluyendo la protección
de las zonas radicales apicales de la desecación, lubricación de la raíz como se mueva a
través del suelo (Fig. 15.9), toma de iones (facilitación ó restricción), interacción con
partículas del suelo, y mejoramiento del contacto suelo-raíz, especialmente en suelo seco,
y causante de la agregación del suelo en la rizosfera. El mucílago del maíz puede
incrementar la proporción de los agregados estables suelo-agua desde cerca de 2% a casi
40% y ciertamente contribuye a la correlación positiva entre la densidad de longitud
radical y la proporción de agregados estables suelo-agua en plantas cultivadas en campo.
Bajo ciertas condiciones el estrecho contacto entre las partículas del suelo y la
superficie radical vía mucílago (Fig. 15.9) puede ser de considerable importancia para la
toma de nutrientes minerales. Esto aplica particularmente para los micronutrientes y el
fósforo y también para metales pesados tóxicos y el aluminio. En esta zona de transición
mal definida en la interfase suelo-raíz se llevan a cabo efectos que son diferentes de
aquellos que suceden en la solución libre (“efecto bifásico”). Trabajadores han
demostrado que en suelo deficiente de fósforo, las plantas toman el fósforo que no está en
equilibrio con la solución del suelo pero que es movilizado hacia la interfase raíz-suelo
presumiblemente vía desorción de fosfatos desde las superficies arcillosas mediante el
componente ácido poligalacturónico del mucílago. La bifase afecta el suministro de solo
una menor fracción del total de demanda de macronutrientes como el fósforo, pero no es
el caso con micronutrientes como hierro. Como se muestra en la Tabla 15.7 las plantas de
maíz cultivadas en arena cuarcítica con FeOOH toman suficiente hierro para el normal
crecimiento y formación de clorofila. Este hierro fue movilizado en la interfase
arena-raíz y no estuvo en equilibrio en la solución libre. Esto se indica por el contenido
extremadamente bajo de hierro en las plantas cultivadas en una solución nutritiva en que
el hierro fue suplido solo a la concentración en equilibrio que tenía la arena cuarcítica.
Mas probablemente, en la arena cuarcítica el hierro fue movilizado en la capa mucigel de
la interfase arena-raíz mediante las altas concentraciones localizadas de fitosideróforos
en los exudados radicales de las plantas de maíz deficientes en hierro.
Tabla 15.7 Efecto rizosférico del maíz en la utilización de FeOOH escasamente soluble a, b
Peso seco Clorofila Contenido de 39Fe
Tratamiento (g(6 plantas) -1) (mg g--1 peso seco) (μg g-1 peso seco)
Arena + 39FeOOH 2.85 13.3 26
Solución nutritiva 1.45 1.7 c 0.3
a
En base a Azarabdji & Marschner (1979).
b
Las plantas fueron cultivadas en un sistema de cultivo de arena y agua conectado por una solución
nutritiva en circulación sin hierro
c
Clorosis severa
Tabla 15.8 Efecto del mucílago en el crecimiento y contenido de aluminio de raíces de caupí (cv. Tvu 354)
cultivado en soluciones nutritivas con ó sin aluminio a
Crecimiento Contenido de Al en las puntas radicales
radical Raíces Mucílago Raíces Mucílago
Tratamiento Mucílago (cm d-1) (μg Al(25 puntas)-1) (mg Al g-1 peso seco)
-Al + 6.3 - - - -
-b 5.9 - - - -
+Al c + 4.8 12.4 16.6 2.1 16.6
-b 2.1 20.6 3.6 3.2 14.5
a
A partir de Horst et al. (1982)
b
Mucílago removido mecánicamente tres veces por día.
c
+ 5mg Al l-1
Los principales constituyentes de los exudados radicales LMW (Fig. 15.8) son los
azúcares, ácidos orgánicos, aminoácidos, y fenólicos. Por lo general los azúcares y
azúcares son los compuestos predominantes. Sin embargo, no solo varían las cantidades
totales sino también las proporciones de estos compuestos entre especies vegetales y el
estado nutricional de la planta. Es difícil de obtener datos precisos sobre los exudados
radicales LMW ya que bajo condiciones no estériles, especialmente en soluciones
nutritivas, los microorganismos pueden utilizar una gran parte de estos como fuente de
carbono, y bajo condiciones estériles las cantidades liberadas son considerablemente
inferiores.
En general, la exudación radical de compuestos LMW es superior en las zonas
radicales apicales que en las basales. En el caso de azúcares y aminoácidos esto puede
reflejarse en parte por su liberación por difusión desde las células y tejidos con altas
concentraciones internas. En las zonas radicales apicales, los aminoácidos derivados del
floema conducen a concentraciones elevadas de aminoácidos en el apoplasto y, a pesar de
un efectivo mecanismo de recuperación por reabsorción mediante sistemas de toma
enlazados a la membrana, no puede evitarse la liberación de aminoácidos en la solución
externa. Los mismo probablemente es cierto para azúcares, mientras que para ácidos
orgánicos, a altas tasas de exudación (e.g., bajo deficiencia de fósforo) la excreción está
más probablemente acoplada con un cotransporte acoplado de H+ (Sección 2.4).
Los azúcares solo tienen menores efectos directos en la movilización de nutrientes
minerales. En este aspecto los ácidos orgánicos, aminoácidos y fenólicos juegan un rol
mucho más dominante. Algunas de las principales reacciones involucradas en la
movilización de nutrientes minerales en la rizosfera debido a estos compuestos LMW son
mostradas en la Fig. 15.10. La incrementada solubilidad del MnO2 debido a la exudación
radical parece resultar principalmente por los ácidos orgánicos. Para un pH dado, los
exudados radicales del trigo disolvieron 10-50 veces más manganeso a partir del MnO2
que lo que hizo una solución buffer sola. El ácido málico es un componente importante de
los exudados radicales. Durante la oxidación de 1 mol de ácido málico a CO2 en la
superficie del MnO2, son liberadas 6 moles de Mn2+; la quelación del Mn2+ evita su
reoxidación e incrementa la movilidad en el rizosfera del manganeso reducido (Fig. 15.10,
A). Los fenólicos contribuyen a la realzada reducción del manganeso. Los ácidos
orgánicos son de importancia general en la movilización en la rizosfera del Fe(III)
escasamente soluble, y en respuesta a la deficiencia de hierro juegan un rol
particularmente significante las incrementadas tasas de exudación radical de fenólicos y
aminoácidos (fitosideróforos) (Sección 2.5.6).
Los ácidos orgánicos, así como los fenólicos, en los exudados radicales son
también importantes al traer fosfatos inorgánicos escasamente solubles a la solución. Los
medios por los que los ácidos orgánicos movilizan el fosfato no están confinados a
disminuir el pH rizosférico. El citrato, por ejemplo, desorbe los fosfatos a partir de
superficies de sesquióxidos mediante intercambio aniónico (ligando). Por lo general, una
combinación de ambos desorción y quelación del aluminio y hierro es responsable de la
movilización de fosfatos a partir de fosfatos de hierro y/ó aluminio. Los ácidos cítrico y
málico y los fenólicos, forman quelatos relativamente estables con el Fe(III) y aluminio,
incrementando por lo tanto la solubilidad y la tasa de toma del fósforo. Como un efecto
colateral de la quelación del aluminio se alivian los efectos dañinos en el crecimiento
radical ejercidos por las altas concentraciones de aluminio monomérico.
En ciertas especies vegetales adaptadas a suelos minerales ácidos con
disponibilidad extremadamente baja de fósforo, como Eucalyptus spp y plantas de te, este
mecanismo es de gran importancia en la nutrición del fósforo. La alta eficiencia en estas
especies vegetales es presumiblemente una respuesta a la deficiencia del fósforo (ver
abajo). Los ácidos orgánicos no son los únicos de importancia en la movilización del
fósforo del suelo, sino también para los micronutrientes. El hierro, zinc y manganeso en
los suelos calcáreos se incrementan en disponibilidad cualquiera al disminuir el pH en la
rizosfera, ó por la quelación de estos micronutrientes, y al disminuir la concentración de
Ca2+ mediante la quelación y formación de sales escasamente solubles como el citrato de
calcio (Fig. 15.10, D).
Los exudados radicales de bajo peso molecular también movilizan metales
pesados como el cobre, plomo, y cadmio mediante la formación de complejos estables.
Esto puede tener importantes consecuencias en las tasas de toma de metales pesados. Se
ha demostrado que los exudados radicales de dos especies de tabaco y de maíz movilizan
el cadmio desde los suelos en el orden (N. tabacum > N. rustica > Z. mays) lo que
también refleja las diferencias en la toma de cadmio (“biodisponibilidad”) entre estas tres
especies vegetales.
15.4.
El ácido piscídico es un fuerte quelatante del Fe(III) y, de este modo, moviliza los
fosfatos de hierro escasamente solubles, pero no es muy efectivo en traer a solución a los
fosfatos de calcio escasamente solubles. El fríjol gandul es por lo tanto altamente
eficiente en fósforo cuando es cultivado en Alfisols pero no en Vertisols (alto pH,
dominando el Ca-P).
En leguminosas cultivadas simbióticamente la acidificación puede de este modo
ser causada por ambos una alta relación toma catión/anión (Tabla 15.3), y por la
excreción de ácidos orgánicos, dependiendo la importancia relativa de ambos procesos
que dependen del estado nutricional del fósforo en la planta.
En colza, la acidificación de la rizosfera en plantas deficientes en fósforo puede
estar estrechamente relacionada con la relación toma catión/anión (Tabla 15.4), pero
también con la realzada excreción neta de ácidos orgánicos (Tabla 15.10). Este realzada
excreción esta principalmente confinada a las zonas radicales apicales y coincidió con los
superiores contenidos de malato y citrato en las zonas radicales apicales de las plantas
deficientes en fósforo. No son claras las razones para los diferentes mecanismos de
acidificación de la rizosfera en colza (Tablas 15.4 y 15.10).
Tabla 15.10 Ácidos orgánicos en los exudados a partir de diferentes zonas radicales en plantas de colza
(Brassica napus L.) cultivada por siete días sin ó con fósforo a
Ácidos orgánicos en exudados (nmol cm-1 raíz (2h)-1)
Suministro de fósforo Zona radical Málico Cítrico
-P Apical 0.87 0.27
Basal 0.20 0.13
+P Apical 0.15 0.06
Basal 0.03 0.03
a
Basado en Hoffland et al. (1989b). Reimpreso con permiso de Kluwer Academic Publishers.
Tiene ventajas ecológicas una alta tasa de exudación local de ácidos orgánicos y
otros solutos (e.g., fitosideróforos), así como de protones (Fig. 15.5). En suelos bien
tamponados una declinación en el pH solo puede conseguirse mediante altas densidades
de flujos de protones y ácidos orgánicos. Es más, los sitios de bajo pH localizado en la
rizosfera pueden inhibir el crecimiento de microorganismos y por lo tanto evitar ó por lo
menos restringir la degradación microbiana de los exudados. Este principio es casi
realizado perfectamente en plantas enraizadas en cluster como varias especies arbóreas
(e.g., Banksia spp.) y también en especies leguminosas anuales como Lupinus albus
(Sección 14.4). Dentro de os cluster radicales (raíces proteoid) se hace posible una
intensiva extracción en un volumen limitado del suelo mediante los exudados radicales
que de otra manera se difundirían en un mayor volumen de suelo con la correspondiente
dilución. Este efecto espacial de los exudados radicales dentro de las zonas radicales
proteoid es lo opuesto a lo descrito para la adquisición de fósforo, ó potasio, en plantas sin
formación de raíces en cluster donde a altas densidades de enraizamiento el traslape de las
zonas de agotamiento disminuye su eficacia (Sección 13.3).
Tabla 15. 11 pH del suelo y contenidos de citrato y micronutrientes en el suelo no rizosférico y el suelo
rizosférico del lupino blanco (Lupinus albus L.) cultivado en un suelo deficiente en fósforo (23% CaCO3)a
Suelo rizosférico
Suelo no rizosférico (zona radical proteoid)
pH (H2O) 7.5 4.8
Citrato (µg g-1 suelo) ND 47.7
DTPA extractable (µmol kg-1 suelo)
Hierro 34 251
Manganeso 44 222
Zinc 2.8 16.8
a
Dinkelaker et al. (1989), ND = no determinado.
El ácido cítrico es el compuesto dominante en los exudados de las raíces proteoid
del lupino blanco y es efectivo en la movilización del fósforo a partir de ambos suelos
ácidos y calcáreos. La alta excreción local de ácido cítrico acidifica la rizosfera aún en
suelos calcáreos (Tabla 15.11) y moviliza fosfatos de calcio escasamente solubles
mediante la disolución y subsiguiente formación de citrato de calcio escasamente soluble
en la rizosfera (Fig. 15.11).
Fig. 15. 11 Precipitación del citrato de calcio en la rizosfera de raíces proteoid de plantas Lupinus albus de
13 semanas de edad cultivadas en un Luvisol deficiente en fósforo; (a) zona radical proteoid; (b) detalles de
(a) con partículas de citrato de calcio. (Dinkelaker et al., 1989.)
Fig. 15.12 Movilización de micronutrientes a partir de un suelo calcáreo (Luvisol, 7% CaCO3) por
exudados radicales de plantas de cebada suficientes (+Fe) y deficientes (-Fe) de hierro. (Treeby et al. 1989.)
15.4.2.5 Ectoenzimas ←
En la mayoría de suelos agrícolas entre el 30 y 70% del fósforo total del suelo está
presente en la materia orgánica del suelo (fósforo orgánico, Porg). En suelos forestales la
proporción de Porg puede elevarse al 95%. En la rizosfera, parte de este Porg es movilizado
desde, ó incorporado en, esta fracción por los microorganismos rizosféricos. La hidrólisis
del Porg es mediada por la fosfatasa ácida radical, fosfatasa alcalina ó ácida fungosa, y la
fosfatasa alcalina bacteriana. Existe por lo tanto un notable gradiente en la actividad
fosfatasa desde el suelo no rizosférico hacia la superficie radical como se muestra en la
Fig. 15.13 para fosfatasa ácida.
Fig. 15.13 Actividad fosfatasa ácida en la rizosfera de diferentes especies vegetales cultivadas en un suelo
franco limoso. (Tarafdar & Jungk, 1987).
Fig. 15.14 Actividad fosfatasa ácida y contenido de fósforo inorgánico (Pi) y orgánico (Porg) en la fracción
extraíble con agua del suelo del rizoplano (RPS), suelo rizosférico (RS), y del suelo no rizosférico (BS) en
una plantación del abeto de Noruega de 80 años de edad. (Häussling & Marschner, 1989).
Ya que las raíces actúan como una fuente de carbono orgánico, la densidad poblacional
de microorganismos, especialmente bacterias, es considerablemente mayor en la
rizosfera que en el suelo no rizosférico. El relativo incremento en el número de
microorganismos es expresado como una relación R/S, siendo R el número por gramo de
suelo rizosférico y S en el suelo no rizosférico. Las relaciones varían enormemente, entre
5 y 50, dependiendo por ejemplo de la edad de la planta, especie vegetal, y del estado
nutricional de la planta. En general, todos los factores endógenos y exógenos que afectan
la rizodeposición y de este modo el abastecimiento de carbono orgánico tienen un
impacto similar en la densidad poblacional en el rizoplano y en la rizosfera. La
colonización radical por microorganismos no infecciosos no está confinada al rizoplano
sino que toma lugar en una variable proporción también en el apoplasto del cortex (e.g.,
de A. brasilense, Sección 7.6). Para tales casos algunas veces se usa el termino
“endorizosfera”, pero se considera más apropiado el termino “endófito bacteriano”.
Por lo general, en plantas cultivadas en suelo entre el 75% y más del 85% del
suministro total de carbono orgánico para la actividad microbiana en la rizosfera está
representado por células y tejidos de muda (Fig. 15.8). A pesar del alto suministro de
compuestos carbono orgánico los microorganismos rizosféricos pueden estar limitados
en nutrientes, particularmente de nitrógeno. Por lo tanto, en no leguminosas generalmente
el número de bacterias rizosféricas se incremento con la fertilización nitrogenada, como
también su actividad y tasa de recambio. La limitación en nitrógeno es probablemente
también una razón principal de la drástica disminución en las tasas de recambio
bacteriano en la rizosfera de colza desde 9.3 h en plantas de 6 días de edad hasta 160 h en
plantas de 26 días de edad.
Para el crecimiento y fisiología de las raíces y las dinámicas de los nutrientes en la
rizosfera no solo es importante el número total de microorganismo rizosféricos (bacterias,
hongos) sino aún más son los tipos (especies, cepas) y sus características fisiológicas, por
ejemplo, productores de fitohormonas, fijadores de N2, patógenos menores, y
antagonistas. Diferentes especies vegetales conllevan una diferente microflora rizosférica
ambos en número y en características fisiológicas. Esto también es cierto para un especie
vegetal dada para diferentes zonas de las raíces, por ejemplo zonas de raíces cubiertas y
desnudas de especies C4. Dentro de una especie vegetal dada la cantidad y forma del
suministro de fertilización nitrogenada también alteran la microflora rizosférica. Por
ejemplo, como el suministro de nitrógeno se incremente, se disminuye ambos el número
y proporción de bacterias diazotrofas en el rizoplano de varios pastos, mientras que el
número total de bacterias se incrementa. En trigo, dependiendo de si el nitrógeno es
suplido como amonio ó nitrato, hay un considerable cambio en la proporción de los
patógenos (G. graminis) y antagonistas (Pseudomonas spp.) en la rizosfera.
Como se muestra esquemáticamente en la Fig. 15.15, en raíces de rápido
crecimiento hay usualmente un abrupto gradiente de microorganismos del rizoplano y de
la rizosfera desde las zonas apicales a las basales a lo largo del eje radical. En maíz, por
ejemplo, del área superficial radical total, la superficie bacteriana cubre cerca del 4% en
las zonas apicales, 7% en la zona de pelos radicales, y puede elevarse hasta 20% en las
zonas basales.
Fig. 15.5 Presentación esquemática de la separación espacial de los exudados radicales LMW (e.g.,
fitosideróforos, ácidos orgánicos) y de la actividad microbiana en la rizosfera de plantas cultivadas en
suelo.
Fig. 15.16 Representación esquemática de varios mecanismos para la movilización e inmovilización del
manganeso en la rizosfera. MO = microorganismos; MnOx = óxidos de Mn(III) + Mn(IV). (Marschner,
1988). Reimpreso con permiso de Kluwer Academic Publishers.
Fig. 15.17 Posible rol de ciertos exudados radicales de bajo peso molecular como “señales” ó como fuentes
(precursores) en la producción de fitohormonas por microorganismos (MO) en la rizosfera.
15.6 Micorrizas ←
15.6.1 General ←
Las micorrizas son las asociaciones más difundidas entre microorganismos y plantas
superiores. Las raíces de la mayoría de plantas cultivadas en el suelo son usualmente
micorrizadas En una base global las micorrizas se presentan en un 83% en dicotiledóneas
y 79% en monocotiledóneas, y todas las gimnospermas son micorrizadas. Las plantas no
micorrizadas se presentan en hábitats donde los suelos son cualquiera muy secos ó salinos,
ó inundados (sumergidos), severamente perturbados (e.g., actividades de minado), ó
donde la fertilidad del suelo es extremadamente alta ó extremadamente baja. Las
micorrizas están ausentes bajo todas las condiciones ambientales en las Crucíferas y
Quenopodiáceas, y también son bastante raras ó ausentes en muchos miembros de las
Proteáceas ú otras típicas especies vegetales que formen raíces en cluster.
Por lo general el hongo es fuertemente ó completamente dependiente de la planta
superior, mientras que la planta puede ó no se beneficiada. Solo en algunos casos
(orquídeas) las micorrizas son esenciales. Las asociaciones micorrícicas son por lo tanto
cualquiera mutualísticas, neutrales, ó parasíticas, dependiendo de las circunstancias. Por
lo general domina el mutualismo y por lo tanto en la literatura el término simbiosis
micorrícica es usado frecuentemente. Sin embargo, en este texto se prefiere el termino
asociación por dos razones: no son raras las relaciones neutras ó parasíticas entre el hongo
y la planta hospedera, y en contraste, por ejemplo, con la simbiosis Rhizobium en
leguminosas, en las asociaciones micorrícicas la planta hospedera puede solamente
regular a una muy limitada extensión el grado de infección radical, crecimiento y
competencia por carbohidratos por el hongo. Para una revisión comprensiva el lector
puede acudir a Alexander (1989), Brundrett (1991), Fitter (1991a), y Read (1991).
Hay dos grandes grupos de micorrizas de acuerdo a como el micelio fungoso se relaciona
con la estructura radical, las endomicorrizas y las ectomicorrizas (Fig. 15.18).
Endomicorrizas. El hongo vive dentro de las células corticales y también crece
intercelularmente. Hay varios tipos distintos de endomicorrizas, las mejor conocidas son
las micorrizas vesiculo-arbusculares (VAM), las ericoides, y las micorrizas orquidáceas.
Las VAM son por mucho las más abundantes de las endo- y ectomicorrizas. La
VAM está caracterizada por la formación de estructuras de haustorios ramificados
(arbúsculos) dentro de las células corticales y por un micelio que bien se extiende en el
suelo circundante (hifas externas, micelio extraradical; Fig. 15.19). Los arbúsculos tiene
corta vida, cerca de 10-12 días, y son los principales sitios de intercambio de solutos
dentro del hospedero. Los hongos VAM pertenecen principalmente a cuatro géneros,
Acaulaspora, Gigaspora, Glomus, y Sclerocystis. Se cree que Glomus es el género más
abundante de los hongos del suelo. Muchos, pero no todos los hongos endomicorrícicos
forman vesículas como órganos de almacenamiento ricos en lípidos (Fig. 15.18). Por lo
tanto, en la literatura reciente en vez del término VAM también es usado el término AM
(micorriza arbuscular) para las endomicorrizas.
Las micorrizas ericoides se presentan en Ericales, cualquiera como el tipo
endomicorrícico, ó como el tipo ectendomicorrícico. El tipo endomicorrícico está
caracterizado por espirales de hifas dentro de las células rizodérmicas (epidérmicas)
infectadas. Cada célula es infectada solamente a través de la pared celular exterior, y las
hifas individuales se extienden hacia el suelo como en el caso de las VAM. En el tipo
ectendomicorrícico una delgada capa de hifas externas puede también rodear a la raíz.
Fig. 15.18 Presentación esquemática de las principales características estructurales de las micorrizas
vesiculo-arbusculares (VA) (izquierda) y de las ectomicorrizas (EC) (derecha). RM, rizomorfos.
Fig. 15.19 Sistemas radicales micorrizados. Superior: Raíz de papa cultivada en suelo con hifas
extramatriciales del hongo VAM Glomus mosseae. Inferior: Pequeñas raíces ectomicorrizadas del abeto de
Noruega cultivado en suelo. (Cortesía de G. Hahn)
La infección radical con micorrizas es iniciada cualquiera a partir de propágulos del suelo
(esporas, residuos radicales) ó a partir de raíces vecinas de la misma ó de diferentes
plantas y especies vegetales. La infección se realza por una preexistente red en el suelo, y
por lo tanto las perturbaciones severas en el suelo (e.g., una tala intensa ó un riguroso
mezclado del suelo) así como la labranza comparando con la no labranza, deprimen ó
retrasan severamente la infección micorrícica.
Los exudados radicales de las plantas hospederas tienen una fuerte acción
quimotáctica en los hongos ECM y VAM, y la efectividad de los flavonoides
responsables en estos exudados radicales (Sección 15.5.3) es muy realzada por las
elevadas concentraciones de CO2. Las bacterias rizosféricas no infecciosas pueden
realzar ó suprimir la infección micorrícica. Se ha obtenido notable estimulación de la
infección por VAM mediante la inoculación con Azospirillum y en el caso del hongo
ECM Laccaria laccata con las llamadas “bacterias ayudantes de la micorrización”.
En plantas no hospederas de la VAM, por ejemplo los miembros de las
Quenopodiáceas y Crucíferas, la incompatibilidad puede estar causada por la
composición de los exudados radicales, toxinas, ó por realzadas reacciones de defensa del
hospedero contra la infección, como en la respuesta a patógenos. También en especies
vegetales hospederas como el trébol rojo, son inducidas dos isoenzimas SOD por las
infecciones VAM, presumiblemente como una respuesta a la infección y niveles elevados
de O. Pueden estar involucrados los diferentes niveles de respuestas de la planta
hospedera en las grandes diferencias varietales en la infección radical con VAM que se
han encontrado en trigo y caupí variando entre cero y 18-30%. Hay algunas sospechas
de que la selección de genotipos con alta resistencia a patógenos radicales puede también
involucrar el riesgo de una simultánea selección contra la alta infección con VAM.
El suministro de nutrientes minerales puede realzar ó suprimir la infección y
colonización radical con micorrizas. Se ha conseguido un notable realce de la infección
radical en plántulas de Pinus echinata Mill. con el hongo ECM Pisolithus tinctorius
mediante el suministro de boro a un nivel que excedió marcadamente la demanda de la
planta hospedera, probablemente por la supresión de la reacción respuesta de la planta
hospedera contra la invasión fungosa. A niveles extremadamente bajos de fósforo en el
suelo las infecciones radicales son bajas con hongos VAM así como con hongos ECM
(ver abajo), ya que el fósforo puede limitar el crecimiento del hongo en si mismo. Con un
creciente suministro el crecimiento radical y la proporción de longitud radical infectada
se incrementan hasta que se alcanza un suministro óptimo de fósforo y más allá de este
nivel se deprime la tasa de infección a un grado variante, dependiendo de la especie VAM
ó de la especie ECM y también de la especie hospedera. A alto suministro de fósforo
pueden estar ó no correlacionados la disminución en la longitud radical infectada y en los
carbohidratos solubles en las raíces. Las relaciones negativas entre la infección radical y
el suministro de fósforo son probablemente más finamente reguladas por la planta
hospedera como se indicó, por ejemplo, por un incremento de los puntos necróticos de
infección radical ó por una drástica disminución de la quimiotaxis de los exudados
radicales en el crecimiento hifal en plantas cultivadas con alto suministro de fósforo.
El alto suministro de nitrógeno también deprime la infección VAM y ECM,
particularmente en combinación con altos niveles de fósforo y cuando el nitrógeno es
suplido como amonio. En ECM particularmente la masa del micelio disminuye a alto
suministro de nitrógeno. La disminución en el porcentaje de raíz infectada (VAM) ó en la
proporción de puntas radicales ECM a alto suministro de fósforo ó nitrógeno es, sin
embargo, no necesariamente una expresión de un mecanismo de regulación específico
sino es frecuentemente el resultado de un realzado crecimiento radical mientras que el del
hongo asociado se rezaga. La longitud total de raíz infectada con VAM ó el número de
puntas radicales con ECM son frecuentemente un parámetro apropiado, pero para la
evaluación de su efectividad en la adquisición de nutrientes, la cuantificación del micelio
extraradical sería el parámetro más importante (ver abajo).
Fig. 15.20 Presentación esquemática de los efectos de la colonización micorrícica en la morfología radical
y en la distribución de los microorganismos rizosféricos no infecciosos.
Tabla 15.13 Efectos de las diferentes especies VAM en bacterias y actinomicetos en el suelo rizosférico de
Panicum maximum a
Poblaciones rizosféricas (cfu g-1 suelo) b
Bacteria Fijadoras de N2 Actinomicetos
Tratamiento (x106) (x105) (x104)
Control (-VAM) 14.7 12.4 13.4
Glomus fasciculatum 41.9 42.0 26.1
Gigaspora margarita 34.0 87.9 17.6
Acaulospora laevis 8.1 10.6 28.6
a
En base a Cecilia & Bagyaraj (1987)
b
cfu. unidades formadoras de colonia.
Fig. 15.21 Presentación esquemática de los efectos del nivel de fósforo en el suelo y de la colonización
radical con hongos VAM en el crecimiento radical y caulinar.
El más notorio efecto de realce del crecimiento por VAM se presenta por el mejorado
suministro de nutrientes minerales de baja movilidad en la solución del suelo,
predominantemente fósforo. Las hifas externas pueden absorber y translocar el fósforo
hacia el hospedero desde el suelo exterior hacia la zona de agotamiento radical de las
raíces no micorrizadas. En vista de la importancia clave, por ejemplo de la longitud de los
pelos radicales en la zona de agotamiento del fósforo y en la adquisición del fósforo
(Sección 13.2) se espera tal efecto realzante por la VAM. Por lo general en plantas
micorrizadas la tasa de toma de fósforo por unidad de longitud radical es 2-3 mayor que
en plantas no micorrizadas.
Fig. 15.22 Perfil de agotamiento del fósforo extractable con agua en el compartimiento radical (R), hifal
(H), y del suelo no rizosférico en plantas de trébol blanco no micorrizadas (-VAM) y micorrizadas (Glomus
mosseae, +VAM) cultivadas en un Luvisol (Li et al., 1991c.)
Tabla 15.14 Efectos de las diferentes especies VAM (Glomus sp.) en la colonización radical, peso seco y
toma del fósforo en Sorghum bicolor cultivado por 48 días a 25ºC a
Colonización radical Peso seco (g. por planta)
Longitud Contenido de P
Especie VAM Porcentaje (m. por planta) Caulinar Radical (mg por planta)
Control (-VAM) 0 0 0.46 0.25 0.29
Gl. macrocarpum 58 189.5 5.27 5.77 5.86
Gl. intraradices 27 7.1 0.45 0.32 0.30
Gl. fasciculatum 18 19.2 1.10 0.87 0.74
a
En base a Raju et al. (1990).
Fig. 15.23 Actividad fosfatasa ácida en la rizosfera de plantas de trigo micorrizadas y no micorrizadas.
(Tarafdar & Marschner, 1994.)
En plantas VAM la toma y los contenidos de zinc y cobre son también usualmente
claramente mayores que en plantas no micorrizadas. La capacidad de las hifas externas
para la entrega del cobre y del zinc es alta y puede explicar cerca del 50-60% de la toma
total en trébol blanco y 25% en maíz (Fig. 15.24). Al variar el suministro de fósforo en el
compartimiento hifal la relación molar del transporte P/Cu en la hifa puede variar en un
factor cercano a 25, indicando que la toma hifal y/ó el transporte de ambos nutrientes
minerales son regulados de manera separada.
De acuerdo con la alta capacidad de entrega hifal de zinc y cobre, por lo general en
plantas VAM los contenidos caulinares no solo del fósforo sino también del zinc y del
cobre son mayores comparando con las plantas no micorrizadas (Tabla 15.15). El
creciente fósforo en el suelo está asociado con una disminución en la colonización VAM
en las raíces, ó en la longitud y actividad hifal, y es usualmente compensado con la mayor
toma del fósforo por la raíz. Esto no es necesariamente para el zinc y el cobre en suelos
con bajos contenidos de estos micronutrientes: Consecuentemente, están los efectos
depresivos de la aplicación de fertilizantes fosforados en el contenido vegetal de zinc y
cobre, que son frecuentemente reportados en la literatura y que por mucho exceden los
“efectos por dilución” por crecimiento indicando la importancia de la VAM en la
adquisición del zinc y del cobre desde estos suelos (Tabla 15.15).
En contraste al zinc y al cobre los contenidos caulinares de manganeso son
frecuentemente mucho menores en plantas VAM (Tabla 15.15). En trébol rojo hay una
notable correlación negativa entre el porcentaje de colonización radical con VAM y el
contenido radical y caulinar de manganeso.
Fig. 15.24 Contribución de las hifas extraradicales (Glomus mosseae) a la toma del fósforo, zinc y cobre en
plantas de trébol blanco y maíz cultivadas en un Luvisol en cajas dividas en compartimientos. (Datos
compilados de Kothart et al., 1991b y Li et al., 1991b).
Tabla 15.15 Efecto del creciente suministro de fertilizante fosforado en el crecimiento caulinar y en los
contenidos caulinares de nutrientes minerales en soya no micorrizada (NM) y micorrizada (M; Glomus
fasciculatum) a
Peso seco caulinar Contenidos por g. materia seca caulinar
Suministro de P (g. por planta) P (mg) Cu (µg) Zn (µg) Mn (µg)
-1
(mg kg suelo) NM M NM M NM M NM M NM M
0 1.25 2.80 0.61 1.73 3.3 10.3 21 44 366 111
60 1.61 3.21 0.75 2.09 3.7 7.9 27 35 513 109
150 1.85 3.42 0.81 2.08 2.9 6.3 30 36 412 115
270 2.78 3.83 1.40 1.79 3.5 4.6 29 33 556 123
a
En base a Lambert & Weidensaul (1991).
Comparando con el fósforo, hay poca información acerca del rol de la VAM en la
adquisición del nitrógeno –por lo menos en no leguminosas- aunque ambos ecosistemas
naturales y agrícolas están frecuentemente limitados en nitrógeno, más que por fósforo.
En apio cerca del 20% de la toma de nitrógeno total fue atribuible a la toma y entrega hifal
a la planta hospedera, y en Agropyron repens esta proporción fue de cerca del 31%. Son
muy probables altas tasas de transporte de nitrógeno reducido en las hifas en la forma de
arginina y glutamina junto con los polifosfatos. Pero aún a una capacidad similar de toma
y entrega –en una base molar- del fósforo, nitrógeno y potasio por las hifas, debido a la
mucha mayor demanda total por la planta hospedera, la proporción del potasio y
nitrógeno contribuidos por las hifas externas debe permanecer relativamente baja
comparando con el fósforo.
Un gran problema en la evaluación y cuantificación del rol de la VAM en la
nutrición mineral vegetal surge a partir de los simultáneos cambios en el crecimiento, y
particularmente en la morfología y fisiología radical, llevados a cabo por lo colonización
micorrícica. Como se resumió en la Tabla 15.16 para maíz, a similares pesos secos
caulinar y radical el área superficial radical fue mucho menor en plantas micorrizadas
comparando con plantas no micorrizadas. Ya que las plantas micorrizadas tienen una
mayor área lamina foliar y también una mayor demanda por fotosintatos (y de este modo
una menor resistencia estomatal) las tasas de transpiración fueron mayores y también las
tasas de toma de agua por unidad de longitud radical y las tasas de flujo másico hacia la
superficie. El menor contenido caulinar de potasio en las plantas micorrizadas
corresponde con la reducción en el área superficie radical y el relativamente bajo
trasporte hifal del potasio. Los contenidos de fósforo, zinc y cobre son mucho mayores,
que el del magnesio no afectado y el del calcio mucho menor. El contenido de manganeso
es mucho menor en las plantas micorrizadas y corresponde con el mucho menor número
de bacterias reductoras de manganeso en la rizosfera. Las cantidades de hierro y boro son
menores en las plantas micorrizadas sugiriendo que por lo menos la toma y transporte
hifal de estos dos micronutrientes es poco ó ausente.
Tabla 15.16 Peso seco, relaciones hídricas y contenidos de nutrientes en maíz (Zea mays) no micorrizado y
micorrizado (Gl. mosseae) cultivado en un suelo calcáreo con compartimientos para raíces e hifas a
Crecimiento y relaciones hídricas
Peso seco Longitud
(g. por planta) radical Pelos radicales
No. Longitud Transpiración Toma de agua
Caulinar Radical (m. por planta) (por mm) (µm) (l. por planta (42 d)-1) ((ml cm-1 raíz s-1) x 107)
-VAM 20.0 4.8 619 35 347 3.40 0.61
+VAM 22.8 4.6 367 25 235 4.08 1.34
Nutrientes minerales
Contenidos en la materia seca caulinar Reductores de
(mg g-1) (µg g-1) Mn
K P Mg Ca Zn Cu Mn Fe B (105 g-1 suelo)
-VAM 17 2.1 4.0 9.0 10 5.6 139 88 46 44.1
+VAM 12 3.7 4.1 5.3 36 7.1 95 58 35 1.7
a
Datos compilados de Kothari et al. (1990ª.b, 1991a).
Tabla 15.17 Peso seco planta y contenido de fósforo en las hojas, número de nódulos y actividad
nitrogenasa (ARA) en los nódulos de soya cultivada a bajo y alto suministro de fósforo a
Bajo P Alto P Bajo P + VAM b
Peso seco caulinar (g.) 2.8 3.8 5.6
Peso seco radical (g.) 1.7 1.9 2.0
Contenido de P (mg. por planta) 2.9 6.0 5.8
Nódulos (no. por planta) 33 30 97
ARA (µmol C2H4 por planta h-1) 4.6 22.8 9.0
a
Brown et al. (1988).
b
Glomus mosseae
Fig. 15.26 Peso seco y toma de nitrógeno por plantas de maíz y soya cultivadas en el suelo micorrizadas con
VA (Glomus mosseae) cualquiera sin nitrógeno (-N), con NH4NO3, ó nodulada (fijación de N2). (Basado en
Bethlenfalvay et al., 1991)
15.7.2 Ectomicorrizas ←
Tabla 15.19 Crecimiento, toma de fósforo y longitud de raíz micorrizada en plántulas de Eucalyptus
diversicolor inoculadas con Laccaria laccata a
Tratamiento ECM Peso seco Contenido de P Toma de P Longitud raíz ECM
(mg P kg-1 suelo) +/- (g. por planta) (mg. por planta) (mg g-1 raíz fina) (m. por planta)
0 - 0.09 0.02 0.38 -
+ 0.16 0.07 0.74 0.25
8 - 0.32 1.73 0.58 -
+ 2.22 2.41 2.17 4.10
16 - 2.46 2.03 1.42 -
+ 3.46 4.26 2.14 4.71
32 - 8.58 10.56 3.75 -
+ 8.69 11.57 3.59 0.90
a
En base a Bougher et al. (1990).
Son escasos los datos cuantitativos sobre la entrega de nutrientes minerales como
potasio, magnesio ó de micronutrientes vía el micelio externo de la ECM hacía la planta
hospedera, excepto para el zinc (ver abajo). Sin embargo, puede asumirse que hay el
potencial suficiente para proporcionar todos estos nutrientes minerales en cantidades que
pueden cubrir por lo menos una gran proporción de la demanda de la planta hospedera
para su crecimiento.
Esta bien establecida la presencia de fosfatasa ácida como ectoenzima de los
hongos ECM (Fig. 15.25), siendo su actividad alta a lo largo de todo el micelio externo y
en la superficie de las raíces con manto. Ya que los hongos VAM también poseen
fosfatasa ácida como ectoenzima (Fig. 15.23), la capacidad de uso del Porg no es por lo
tanto única para ECM sino que es una propiedad común de los sistemas radicales de
plantas micorrizadas así como de no micorrizadas. Algunos hongos ericoides como
Hymenoscyphus ericae producen sideróforos y por lo tanto incrementa la adquisición de
hierro y el contenido caulinar de hierro de la planta hospedera (Calluna vulgaris) cuando
se cultiva en sustratos con bajos contenidos de hierro incluyendo suelos calcáreos. Por lo
tanto se incrementa la tolerancia de este especie vegetal calcífuga a la “clorosis inducida
por cal”. La producción de sideróforos está probablemente también involucrada en la
realzada alteración de la goetita por el hongo ECM Suillus granulus.
En contraste a los hongos VAM, varios hongos ECM tienen una considerable
capacidad de producir y excretar ácidos orgánicos, Estos ácidos, y quizás los sideróforos,
son factores que presumiblemente contribuyen en la realzada alteración de las micas en el
sustrato de plantas de pino ECM comparando con no micorrizadas. Algunos hongos ECM
como Paxillus involutus liberan grandes cantidades de ácido oxálico, particularmente
cuando es suplido con nitrógeno nitrato. El ácido oxálico disuelve fosfatos de calcio
escasamente solubles, y por ejemplo cuando las plántulas de Eucalyptus son cultivadas en
suelos calcáreos, grandes cantidades de cristales de oxalato de calcio cubren el micelio
extramatricial y el manto fungoso de las raíces micorrizadas. Se sugieren la producción
de sideróforos para la adquisición de hierro y de ácido oxálico para traer los fosfatos de
calcio a solución, y precipitar el oxalato de calcio para restringir la toma de calcio como
mecanismos coordinados mediante los que ciertos hongos ECM juegan un rol clave en la
adaptación de su planta hospedera a los suelos calcáreos. Sin embargo, las raíces no
micorrizadas, por ejemplo del abeto de Noruega, también forman cantidades
considerables de oxalato de calcio en el apoplasto del cortex (Sección 2.2.1).
Similarmente a su planta hospedera, los hongos ECM prefieren el amonio
comparando con el nitrato como fuente de nitrógeno. Consecuentemente, cuando son
suplidos ambos amonio y nitrato (e.g., NH4NO3) los hongos ECM acidifican su sustrato
similarmente a las raíces hospederas (Sección 8.2.4). No hay mucha capacidad de
almacenamiento para el nitrato en los hongos ECM. Sin embargo, un número de hongos
ECM puede reducir eficientemente el nitrato, y su actividad nitrato reductasa está en un
orden similar de magnitud de aquella en plantas superiores, y estos hongos incrementan
su pH del sustrato cuando son suplidos con nitrógeno nitrato. Por lo tanto, en árboles
ECM como las especies de pinos no hay grandes diferencias en la toma y asimilación del
nitrógeno entre las partes micorrizadas y no micorrizadas del sistema radical.
Después de la toma del amonio, ó reducción del nitrato, en las células del micelio
extramatricial y del manto fungoso, el amonio es incorporado en glutamato y glutamina
por la acción de la glutamato deshidrogenasa (GDH) y de la glutamina sintasa (GS),
respectivamente (Fig. 15.27). Este rol clave de la GDH en los hongos ECM contrasta con
las plantas superiores donde la asimilación del amonio sucede vía el ciclo de la glutamato
sintasa involucrando la acción de la GS y la glutamato sintasa (GOGAT; Fig. 8.9) y
donde la GDH juega un rol menor, excepto a muy altas concentraciones de amoniaco
(Sección 8.2). En la hifa extramatricial de la ECM, después de la incorporación del
amoniaco en la glutamina, toma lugar su transporte al manto (Fig. 15.27). En el manto y
en la red de Hartig la GOGAT puede también volverse importante en la asimilación del
amonio en algunas ECM.
Fig. 15.27 Esquema propuesto para la asimilación del nitrógeno en ectomicorriza del abeto de Noruega y
para la localización de enzimas asimiladoras del nitrógeno en las células fungosas y hospederas. GCH,
glutamato deshidrogenasa; GS, glutamina sintasa; GOGAT, glutamato sintasa. (Chalet et al., 1991).
Tabla 15.21 Contenidos radicales y caulinares de zinc en plántulas de Pinus sylvestris no micorrizadas y
ectomicorrizadas suplidas con altas concentraciones de zinc a
Tratamiento Peso seco caulinar Zinc caulinar Biomasa fungosa Contenido de Zn en
(hongo) (g. por planta) (mg. por planta) (µg g-1 peso seco) (% de raíces raíces cortas
cortas) (µg g-1 peso seco)
No micorrizada 16.2 3.19 197 - 273
Paxillus involutus 14.3 1.52 106 54 708
Thelephora terrestris 16.2 3.89 240 66 309
a
En base a Colpaert & Van Assche (1992).
Tabla 15.22 Efecto de la supresión y reintroducción de hongos VAM en el crecimiento de las plantas a
Tratamiento al suelo b
Especie vegetal No fumigado Fumigado Fumigado – Reinoculado
Zanahoria 8.5 (61) 0.4 (0) 7.4 (60)
Puerro 4.4 (50) 0.4 (0) 4.0 (67)
Tomate 4.1 (61) 2.5 (0) 5.1 (90)
Trigo 2.0 (63) 1.7 (0) 2.1 (79)
Col 11.9 (0) 14.2 (0) 13.6 (0)
a
Crecimiento vegetal expresado en una base peso seco como gramo por maceta. A partir de Plenchette et al.
(1983).
b
Los valores en paréntesis indican la colonización radical (porcentaje de raíz total) con el hongo VAM.
Los resultados en la Tabla 15.22 también sugieren que uno no debe esperar una
gran estimulación en el crecimiento mediante la inoculación en plantas cultivadas en
campo a menos que se hayan dañado los hongos VAM nativos, por ejemplo, por
fungicidas. Sin embargo, en Oxisols severamente deficientes en fósforo en los trópicos,
se puede conseguir un realce en el crecimiento de varios cultivos mediante la inoculación
con VAM aún sin la esterilización del suelo.
Los sistemas radicales gruesos son particularmente abundantes en muchas
especies leñosas, y en cultivos como la yuca (Manihot esculentum). Consecuentemente,
en plantas de yuca no micorrizadas el nivel crítico de deficiencia del fósforo extractable
del suelo es 190 mg, comparando con solo 15 mg. en plantas micorrizadas (Fig. 15.28).
Fig. 15.28 Relación entre el peso seco de los cogollos de yuca inoculada (con VAM ●―●) y no inoculada
(○---○) y el nivel de fósforo extractable (método de análisis de suelo, Bray II) en suelo esterilizado. Las
flechas indican los niveles críticos de fósforo que corresponden al 95% del máximo desarrollo. (Redibujado
de Howeler et al., 1982a)
Fig. 15.29 Relación entre la morfología radical y los beneficios de la micorrización (Glomus sp.) en la
adquisición de fósforo para dos especies de pastos. (Basado en Schweiger, 1994)
Fig. 15.30 Efecto de retener el suministro de agua en la conductancia estomatal y en el contenido suelo agua
en el compartimiento hifal en Agropyron repens micorrizada (Glomus mosseae) en una maceta. (E. George
et al., 1992)
Tabla 15.23 Efecto de la inoculación con Glomus mosseae en el crecimiento y número de bacterias en el
rizoplano en esquejes de uva (Vitis vinifera) cultivados en suelos sin (control) ó con la “enfermedad de la
resiembra” (RPD) a
Tratamiento al Peso por planta Raíz colonizada No. bacteria g-1 peso fresco radical
suelo Caulinar Radical por VAM Total x 107 Pseud. b x 103
(g. peso fresco) (g. peso fresco) (%)
Control
- VAM 6.3 10.1 33 3.2 0.18
+VAM 6.2 12.5 39 3.7 0.16
RPD
- VAM 1.3 3.6 21 4.4 5.88
+VAM 2.3 7.8 34 3.2 0.71
a
Waschkies et al. (1994)
b
Pseudomonas fluorescens
Tabla 15.24 Supresión de patógenos radicales en plántulas de Pinus resinosa por Paxillus involutus a
Tratamiento Mortalidad en Longitud (cm. por planta)
plántulas (%) Caulinar Radical
Control 0 3.0 2.3
+ Paxillus involutus 0 3.0 2.5
+ Fusarium oxysporum 50 1.5 0.6
+ Paxillus involutus + Fusarium oxysporum 20 2.5 1.5
a
En base a Chakravartry et al. (1991).
En ECM los mecanismos para la protección de las plantas hospederas son más
diversos que en VAM. Además de mejorar el estado de la nutrición mineral, los cambios
en la exudación radical y en la microflora rizosférica no infecciosa, en ECM el manto
fungoso puede también actuar como una barrera mecánica, ó el hongo puede producir
compuestos fenólicos con fuertes efectos inhibidores en varios hongos patogénicos.
Esto puede tener enormes catastróficas, por lo tanto, no comer cuento…. Ir a la fuente
directa…, gracias.
Pido disculpas por que a pesar de tener una mala calidad de copias, además de las
palabras, se decidió publicas por aquello de las pautas…
http://geocities.com/minnanonokogaku/
Lista De Figuras
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Tabla 15.1 Relación entre la toma de agua por unidad de longitud radical y acumulación de sodio y cloruro
alrededor de raíces de maíz a
Tabla 15.2 Suministro de nitrógeno, pH rizosférico, y contenido caulinar de nutrientes minerales de fríjol
(Phaseolus vulgaris L.) cultivado en un Luvisol (pH 6.8).
Tabla 15.3 Efectos de las fuentes de nitrógeno en la acidez y alcalinidad generada por las raíces de alfalfa,
en el pH del suelo, y en la utilización de la roca fosfatada a
Tabla 15.4 Curso de tiempo en producción de materia seca, concentración de fósforo, y pH rizosférico y
toma de iones en plantas de colza cultivadas en un suelo bajo en fósforo a
Tabla 15.5 Porcentaje de carbono fotosintético neto asignado a, y perdido por, raíces de especies vegetales
anuales a
Tabla 15.6 Influencia del aluminio en la longitud radical y el contenido de elementos minerales en las
zonas radicales apicales (0-5 mm.) de soya cultivadas en solución nutritiva ó en cultivo en arena filtrado
con la solución nutritiva a
Tabla 15.7 Efecto rizosférico del maíz en la utilización de FeOOH escasamente soluble a, b
Tabla 15.8 Efecto del mucílago en el crecimiento y contenido de aluminio de raíces de caupí (cv. Tvu 354)
cultivado en soluciones nutritivas con ó sin aluminio a
Tabla 15.9 Exudación radical de ácidos orgánicos en especies leguminosas deficientes en fósforo.
Tabla 15.10 Ácidos orgánicos en los exudados a partir de diferentes zonas radicales en plantas de colza
(Brassica napus L.) cultivada por siete días sin ó con fósforo a
Tabla 15. 11 pH del suelo y contenidos de citrato y micronutrientes en el suelo no rizosférico y el suelo
rizosférico del lupino blanco (Lupinus albus L.) cultivado en un suelo deficiente en fósforo (23% CaCO3)a
Tabla 15.12 Peso seco y toma de fósforo del trigo (T. aestivum) y lupino blanco (L. albus) cultivados en
cultivo mixto en un suelo deficiente en fósforo (pH 6.5) suplido con roca fosfatada y nitrógeno nitrato a
Tabla 15.13 Efectos de las diferentes especies VAM en bacterias y actinomicetos en el suelo rizosférico de
Panicum maximum a
Tabla 15.14 Efectos de las diferentes especies VAM (Glomus sp.) en la colonización radical, peso seco y
toma del fósforo en Sorghum bicolor cultivado por 48 días a 25ºC a
Tabla 15.15 Efecto del creciente suministro de fertilizante fosforado en el crecimiento caulinar y en los
contenidos caulinares de nutrientes minerales en soya no micorrizada (NM) y micorrizada (M; Glomus
fasciculatum) a
Tabla 15.16 Peso seco, relaciones hídricas y contenidos de nutrientes en maíz (Zea mays) no micorrizado y
micorrizado (Gl. mosseae) cultivado en un suelo calcáreo con compartimientos para raíces e hifas a
Tabla 15.17 Peso seco planta y contenido de fósforo en las hojas, número de nódulos y actividad
nitrogenasa (ARA) en los nódulos de soya cultivada a bajo y alto suministro de fósforo a
Tabla 15.18 Efecto de la inoculación micorriza VA en el crecimiento caulinar, desarrollo semilla e índice
cosecha en garbanzo cultivado en un suelo fumigado en campo en Siria septentrional a
Tabla 15.19 Crecimiento, toma de fósforo y longitud de raíz micorrizada en plántulas de Eucalyptus
diversicolor inoculadas con Laccaria laccata a
Tabla 15.20 Contenido de nitrógeno en plántulas de Pinus contorta cualquiera no micorrizadas ó
infectadas con Suillus bovinus, y Pisolithus tinctorius y suplidas con amonio ó proteína como fuente de
nitrógeno a
Tabla 15.21 Contenidos radicales y caulinares de zinc en plántulas de Pinus sylvestris no micorrizadas y
ectomicorrizadas suplidas con altas concentraciones de zinc a
Tabla 15.22 Efecto de la supresión y reintroducción de hongos VAM en el crecimiento de las plantas a
Tabla 15.23 Efecto de la inoculación con Glomus mosseae en el crecimiento y número de bacterias en el
rizoplano en esquejes de uva (Vitis vinifera) cultivados en suelos sin (control) ó con la “enfermedad de la
resiembra” (RPD) a
Tabla 15.24 Supresión de patógenos radicales en plántulas de Pinus resinosa por Paxillus involutus a
Micorrizas (no traducción)
Azcón-G., C. y J.M. Barea. 1980. Micorrizas. Investigación y Ciencia 47: 8–16.
←
Concepción Azcón-G. de Aguilar y José-Miguel Barca
Agosto de 1980.
Hace unos 400 millones de años las plantas comenzaron a colonizar la superficie
terrestre, hecho éste importante en a evolución de los seres vivos. Mediante su capacidad
fotosintética los vegetales transforman la energía solar en energía química utilizable por
otros organismos. Para llevar a cabo tal actividad, aquellas primeras plantas requerirían,
como las actuales, una serie de nutrientes que deberían captar de la atmósfera (anhídrido
carbónico) y del suelo (agua, nitrógeno, fósforo, azufre, potasio. manganeso, hierro,
etcétera).
Mayoritariamente se acepa que las plantas se originaron a partir de las algas
verdes. El tránsito de éstas, desde su hábitat acuático a ambientes secos, y la evolución en
ellos a plantas con raíces, antecesoras de los actuales vegetales superiores, fue en efecto
punto crucial en la historia de la vida sobre la Tierra. Sin lugar a dudas, el hambre y la sed,
las dos grandes y eternas dificultades de la existencia sobre nuestro planeta, incidieron
de forma decisiva en los primeros pasos de la evolución de los vegetales. La opinión
común sostiene que la colonización de aquel suelo, seco y pobre, por las algas fue posible
gracias a que éstas se asociaron con microorganismos, lo cual permitió que pudieran
captar sus alimentos minerales. De un lado, hongos microscópicos formaron las primeras
micorrizas, simbiosis especializadas en la captación de fósforo, y de otro, las “plantas” se
asociaron con microorganismos fijadores de nitrógeno molecular (N2) atmosférico.
Las micorrizas son simbiosis mutualísticas entre .hongos y raíces de plantas
superiores. Salvo en contadas excepciones, la planta suministra al hongo fuentes de
carbono procedentes del producto de la fotosíntesis, además de un nicho ecológico
protegido de los fenómenos de antagonismo microbiano en la rizosfera. Por su parte, el
hongo ayuda a la planta a absorber sus nutrientes minerales del suelo. Se sabe que tas
hifas del hongo que se desarrollan en la raíz y emergen de ella desempeñan un importante
papel en la translocación hacia la planta de iones fosfato por lo que, en suelos con un
contenido bajo en fósforo asimilable, caso generalizado en la mayoría de los suelos
agrícolas, las micorrizas representan una contribución fundamental para la economía
nutritiva de la planta. (En los hongos. se llama hifa a cada uno de los elementos
filamentosos que constituyen su aparato vegetativo, el micelio).
Debido a la amplia distribución de las micorrizas puede afirmarse que las plantas
cuando crecen en condiciones naturales son en su mayoría organismos dobles. en el
sentido de que el órgano a través del cual absorben agua y nutrientes esta constituido por
la raíz propiamente dicha y una hongo que vive simbióticamente con ella.
ECTOMICORRIZAS o micorrizas formadoras de manto. Se caracterizan porque el hongo que las origina se
desarrolla en la superficie de la raíz formando un auténtico manto de hilas que la cubren. En el Interior de la raíz
(corteza) el hongo se desarrolla intercelularmente constituyendo la red de Hartig, tal como se observa en este esquema
de un corte transversal de una ectomicorriza. Aproximadamente un 3% de las plantas superiores forman este tipo de
micorrizas, siendo la mayoría especies de interés forestal, entre tas cuales merece la pena destacar: pino, abeto, abedul,
haya, roble, eucaliptos, etcétera.
Tipos de Micorrizas
Denominación Denominación Actual Características Plantas Huésped Hongos que la
Clásica forma
Ecotróficas Formadoras de manto -forman manto que cubre la raíz Betulaceae Agaricaceae
-hifas sólo intercelulares que forman la red Fagaceae Boletaceae
de Hartig Pinaceae y otros
-Hongo de micelio septado Eucaliptus
Endotróficas Vesiculo-arbusculares -Desarrollo mayoritario del hongo dentro Se han encontrado en la Ficomicetos
(ectendotróficas) (VA) de la raíz mayoría de las plantas que microscópicos
-Hifas externas no formadoras de manto viven sobre la corteza pertenecientes
-Micelio no septado, salvo en hifas viejas terrestre a la familia
-Hifas inter e intracelulares: las Endogonaceae
intercelulares no forman red de Hartig, la
intracelulares forman arbúsculos y
vesículas
Ericáceas Ericoides -Rudimento de manto Ericaceae Ascomicetos
-Hifas inter e intracelulares: las Epacridaceae
intracelulares forman masas compactas Empetraceae
que pueden ser lisadas ó digeridas.
-No se forman vesículas ni arbúsculos
Arbutoides -Forman manto Ericaceae Ar Boletus
-Hifas intra e intercelulares: las Pyrolaceae
intercelulares no forman red de Hartig. Monotropaceae
Orquidáceas -La planta huésped tiene un periodo de su Orchidaceae Basidiomicetos
ciclo de vida heterótrofo durante el cual
para sobrevivir, necesita ser infectada por
un hongo micorrícico.
-La infección del huésped por el hongo
puede evolucionar a micorriza ó
parasitismo
EXISTEN DIVERSOS TIPOS de micorrizas que difieren en sus características morfológicas y en su
significado ecológico. En las micorrizas formadoras de manto, vesículo-arbusculares y ericáceas, el hongo ayuda a la
planta a obtener sus nutrientes minerales del suelo y, a cambio, la planta cede al hongo hidratos de carbono. La relación
planta-hongo en estos casos se considera una simbiosis mutualísitica. Las micorrizas de las orquídeas presentan unas
características diferentes, por lo que han sido objeto de especial interés. Las micorrizas son heterótrofas en algún
periodo de su ciclo de vida y, durante este, se muestran totalmente dependientes de las micorrizas, obteniendo hidratos
de carbono de otras plantas vecinas por medio del hongo.
De otro lado, se ha calculado que el flujo de fosfato en el interior de las hifas es del
orden de 10-8 a 10-9 moles por cm2 por seg-1, habiéndose propuesto varios mecanismos
para tratar de explicarlo. Diversas observaciones indican la existencia de ciclosis o
corrientes protoplasmáticas bidireccionales en el interior de la hifa, aceptándose que éstas
desempeñan un papel importante en la traslocación del fosfato.
Este modelo de traslocación ha podido ser completado gracias a trabajos
histológicos, en los cuales se ha puesto de manifiesto la existencia de gránulos de
polifosfato en las vacuolas de hifas y arbúsculos, particularmente cuando la infección está
en sus estadios jóvenes y vigorosos. Basándose en estas observaciones, se ha propuesto
que el ion fosfato se trasloca como gránulos de polifosfato, que se van depositando en las
vacuolas incrementando su tamaño ó disminuyéndolo a medida que se van utilizando. La
operatividad de este mecanismo esta asegurada con la existencia de polifosfatasas ácidas,
y sobre todo alcalinas, localizadas en las vacuolas de arbúsculos maduros e hifas
intercelulares, descrita por varios autores.
En cuanto, a la transferencia de fosfatos del hongo al huésped, se acepta, desde
hace tiempo, que tiene lugar en los arbúsculos, los cuales degeneran y son digeridos,
liberándose el fósforo que contienen. Observaciones a nivel estructural confirman este
hecho; se ha visto así que los arbúsculos se van formando y degenerando, calculándoseles
una vida media de 7 a 11 días. No hay que descartar, sin embargo. la posibilidad de que
ocurra una transferencia de fosfato, y otros materiales, a través de los plasmalemas
fúngico y del huésped. En efecto, la transferencia puede tener lugar en otras partes del
micelio interno y no sólo en los arbúsculos (intracelulares). Existen varias razones para
pensar así; de hecho, en micorrizas formadoras de manto, hay intercambio de fosfato sin
que ocurra la penetración intracelular del micelio. Asimismo, se han detectado respuestas
a la infección VA antes de la formación de arbúsculos. Se puede concluir, pues, que el
sitio fundamental de transferencia es el arbúsculo, pero puede que no lo sea
exclusivamente.
Por otro lado, está demostrado que los carbohidratos procedentes del fotosintato
de la planta son transferidos al hongo, y que llegan hasta su micelio externo. Aunque no
se conoce el mecanismo de la transferencia, se acepta que ésta tiene también lugar en los
arbúsculos.
Finalmente, cabe considerar que se han llevado a cabo muchos trabajos para
determinar si las micorrizas favorecen la captación de otros nutrientes. En algunos de
tales trabajos, parece indicarse la captación de Zn, S, K, y Ca por micorrizas VA. Sin
embargo, existen contradicciones para estos y otros nutrientes, por lo que no se pueden
generalizar estas apreciaciones. Probablemente, lo que ocurra sea que, por constituir el
fósforo un factor limitante del crecimiento, las plantas micorrizadas están más
equilibradas fisiológicamente, lo que puede condicionar una mejor absorción de otros
nutrientes. De igual modo, se sugirió que las micorrizas VA estimulaban la captación de
agua, lo que resultaría de gran importancia ecológica en suelos áridos, pero luego se puso
en cuestión el fenómeno y necesita más estudio antes de elaborar conclusiones
definitivas.
LA FORMA DE RESISTENCIA de los bongos VA es la espora (clamidospora). La forma, contenido, color y
modo de unión a la hifa de sustentación son los criterios usados en la diferenciación de las distintos géneros y especies
de la familia Endogonaceae, a la que pertenecen los bongos microscópicos responsables de estas micorrizas. Algunas
especies forman esporocarpos, en cuyo interior se encuentran las esporas. En la fotografía superior se muestra la espora
de tipo “yellow vacuolate” (de vacuolas amarillas) que corresponde al género Glomus mosseae, integrada en un
esporocarpo perteneciente a la misma espacie.
Generalmente, las plantas con alta demanda de fósforo (como las leguminosas) ó
pobre sistema radical (cebolla, patata) responden mejor a la micorrización. Se ha indicado
que la capacidad de las plantas para crecer en suelos que tienen muy poco fósforo
disponible puede depender del desarrollo de los pelos radicales; así, plantas con pocos ó
cortos pelos radicales dependerán más de la formación de micorrizas que las dotadas con
pelos bien desarrollados. Al parecer, sin embargo, se hallan implicados otros factores,
además de la cantidad y tamaño de los pelos, pues plantas como Paspalum notatum y
Centrosema pubescens, con largos pelos radicales, no toman eficientemente el fósforo del
suelo, a no ser que estén micorrizadas.
EL. FOSFORO ES UN NUTRIENTE FUNDAMENTAL para el crecimiento vegetal ya que forma parle de
moléculas de gran importancia en la economía celular, como son los ácidos nucleicos, así como de los compuestos
encargados de la captación, almacenamiento, y transferencia de la energía, el ATP, por ejemplo. Este elemento
nutritivo es factor limitante del crecimiento de las plantas en la mayoría de los suelos, al encontrarse formando parle de
fosfatos orgánicos ó minerales insolubles no utilizables por el vegetal. En el ciclo del fósforo en la naturaleza, según
indica el esquema, se aprecia que los microorganismos del suelo intervienen en la solubilización y mineralización de
fosfatos, aunque hoy se admite que la acción mis decisiva es la que realiza un grupo muy especial de microorganismos:
los hongos que forman las micorrizas, cuyas hifas canalizan el fósforo desde el suelo hasta la planta.
Brussaard L,et al.1997. Biodiversity and ecosystem functioning in soil. Ambio 26:
563–570.
←
Introducción
La biota del suelo proporciona un número de servicios al ecosistema que son usados por
la sociedad para sus propios propósitos.
Descomposición de la materia orgánica. Cuando se define simplemente como la
mineralización del carbono, el 90% de la descomposición es llevado a cabo por
microorganismos como las bacterias y hongos. Esta es en gran parte facilitada por
animales del suelo como los ácaros, miriápodos, lombrices y termitas que trituran los
residuos y dispersan los propagulos microbianos. Ellos juntos son llamados
descomponedores. La comunidad de descomponedores del suelo se usa para manejar
desperdicios y la purificación del suelo contaminado.
El ciclaje de nutrientes está estrechamente asociado con la descomposición de la
materia orgánica. Otra vez, los microorganismos son los que hacen el trabajo, pero la tasa
a la que el proceso opera es determinada por los pequeños apacentadores como los
protozoos y nematodos, mientras que los animales más grandes realzan el proceso en los
“club nocturnos ó puntos calientes” como en los intestinos y excrementos. El ciclaje de
nutrientes por la biota del suelo es esencial para todas las formas de agricultura y
silvicultura. La ciclaje eficiente de nutrientes en la tierra es también esencial para la
calidad del agua. Están involucrados grupos específicos de bacterias del suelo en las
transformaciones autotróficas de elementos, i.e., ellos no dependen de la materia orgánica
como fuente de alimento.
Bioperturbación. Las raíces vegetales, hormigas, ácaros, lombrices, y cualquier
macrofauna del suelo crean canales, poros, agregados y montículos que influyen
profundamente en el transporte de los gases y del agua en el suelo. Al hacer esto ellos
crean ó modifican los microhábitats de otros organismos del suelo más pequeños. Ellos
son esenciales para mantener la estructura del suelo en la agricultura y silvicultura. Es
algunas veces usada la introducción de bioperturbadores para realzar la descomposición
de contaminantes orgánicos en el suelo.
Supresión de enfermedades y plagas del suelo. En ecosistemas naturales las
explosiones de enfermedades y plagas del suelo son relativamente raras, mientras que
ellas son comunes en la agricultura. Se asume ampliamente que la poca diversidad de
especies vegetales representa a agroecosistemas vulnerables a organismos dañinos del
suelo, pero pueden ser múltiples las causas del antagonismo contra plagas y
enfermedades en sistemas más ricos en especies, Es enorme el uso potencial de tal
antagonismo en la agricultura y silvicultura, pero este tema es pobremente estudiado.
Los organismos del suelo –y, por lo tanto, los suelos como un todo- son afectados
por las perturbaciones inducidas por humanos como las practicas agrícolas, deforestación,
contaminación y cambio global del ambiente, con muchas consecuencias negativas
incluyendo: (i) perdida del potencial de producción agrícola y forestal, (ii) perdida del
potencial de limpieza de los materiales de desperdicio, (iii) perturbación ó alteración de
los ciclos globales de elementos, (iv) retroalimentación de las corrientes del gas
invernadero, y (v) degradación del terreno, incluyendo la erosión y desertificación (ver
Fig. 1, Tabla 1).
Biodiversidad en el suelo
Las relaciones del sitio juegan un rol importante en las interacciones biológicas en el
suelo, debido a que el hábitat está compuesto de poros de diferente tamaño,
interconectados por cadenas de varios tamaños. A pesar del hecho de que los
bioperturbadores crean ellos mismos los poros, la biota del suelo puede ser
significativamente subdividida en clases por tamaño: microflora (e.g., archaea, bacterias
y hongos) y microfauna (e.g., protozoos y nemátodos), que miden <200μm en diámetro;
mesofauna (e.g., ácaros, colémbolos, y enquitreidos), que miden 100 μm – 2mm en
diámetro; y la macrofauna (e.g., lombriz de tierra, isópodos y diplópodos), que miden
>2mm en diámetro. Estas clases por tamaño son, por ejemplo, usadas para expresar el rol
de la biota del suelo en el más importante proceso biológico del suelo, la descomposición
de la materia orgánica (Fig. 1).
En las ulteriores asignaciones de roles funcionales a los organismos del suelo,
nosotros reconocimos un número de hábitats del suelo, que actúan como esferas de
influencia de la biota en el suelo. Una SOI tal en el suelo es la rizosfera ó la zona radical
con biota radical, comprendida por organismos que son benéficos para la planta, como los
hongos formados de micorrizas, rizobios, y rizobacterias promotoras del crecimiento
vegetal; ó perjudiciales, como las plagas y enfermedades del suelo. Los organismos que
se alimentan de hojas (alimentadores foliares) están incluidos en la Fig. 2 reconociendo
retroalimentaciones cuantitativamente importantes, mediadas por la planta, entre los
herbívoros subterráneos y superficiales. Otra SOI es aquella de los descomponedores, que
consiste de la meso- y macrofauna que tritura la materia orgánica (también llamados
transformadores del litter, comminuters ó trituradores), y los microorganismos que son
responsables de la mayor parte de transformación bioquímica de la materia orgánica, que
conduce a la mineralización de nutrientes y a los procesos complementarios de
humificación (Fig. 2). La tercera SOI de importancia involucra a los organismos que
directa ó indirectamente modulan la disponibilidad de de los recursos (como el espacio
físico y el alimento) para otras especies, causando cambios en el estado físico del suelo:
los bioperturbadores ó ingenieros del ecosistema. Las lombrices, hormigas y termitas
caen en esta categoría. Aunque a escalas espaciales más pequeñas todos los organismos
que transformen las condiciones físicas de sus hábitats pueden ser llamados (micro-)
ingenieros. La Fig. 2 indica que hay directas retroalimentaciones entre la biota radical y
las plantas, mientras que las interacciones entre los descomponedores y las plantas son
indirectas (a través de la solución del suelo, siguiente a la mineralización de los nutrientes,
indicadas por la “química del suelo” en la Fig. 2) como aquellas entre los
bioperturbadores y las plantas (a través de la alteración física del suelo, indicadas por la
“física del suelo” en la Fig. 2). A su vez, los depredadores y parásitos pueden afectar
todas las otras especies y, por lo tanto, no son indicados separadamente en la Fig. 2.
Fig. 2. Diagrama conceptual de una red de interacción, que muestra las principales esferas de influencia de la biota en el suelo, que
interaccionan con las plantas de mantera directa (flechas continuas) ó de manera indirecta (flechas tramadas).
La Tabla 2 resume los roles funcionales de los principales grupos taxonómicos de los
organismos del suelo. Como se indico arriba, estos grupos pueden ser organizados en
grupos funcionales, de acuerdo al proceso en el ecosistema en que uno este interesado.
Abajo complementamos las Tablas 1 y 2 con información acerca de la biodiversidad y
roles de estos grupos en los procesos del ecosistema.
Bacterias y Archaea
Hongos
Protozoos
Nemátodos
Ácaros
Los ácaros son invertebrados parecidos a arañas pequeñas. Las 45 000 especies
de ácaros descritas mundialmente se piensa que representan solo el 5% del
número total de especies de ácaros. Los ácaros son más diversos que cualquier
otro grupo individual de artrópodos en el suelo, incluyendo a los insectos, y esto se
refleja en la diversidad de hábitos alimenticios en el grupo. Los ácaros de los subórdenes
Oribatida y Gamasida han sido relativamente bien estudiados en los suelos agrícolas. Se
ha clasificado la respuesta de los ácaros oribátidos a la perturbación humana de acuerdo a
su estrategia en la historia de vida.
Insectos
Enquitreidos
Los enquitreidos parecen lombrices de tierra, pero son mucho más pequeños.
Ellos viven en lugares húmedos en el suelo. La mayor riqueza en especies se
encuentra en los pastizales (20-30 especies) y bosques caducifolios (10-20 especies). En
suelos fríos y ácidos como en páramos y en bosques coníferos ellos reemplazan las
lombrices y constituyen el grupo dominante en la fauna del suelo. Se conoce mucho
menos acerca de su abundancia en regiones calidas y secas, aunque los datos disponibles
sugieren que ellos pueden ser menos importantes ahí. Ellos son organismos útiles para
propósitos bio-indicadores ya que es probable que tipos específicos de suelo estén
habitados por comunidades específicas de enquitreidos. Aunque se consideraron
previamente como totalmente saprofitofagos, es probable que ellos se alimenten
predominantemente de microorganismos y ejercen su influencia en parte a través del
apacentado de microorganismos, y en parte a través de la transformación de materiales
orgánicos.
Lombriz de Tierra
Comentarios Concluyentes
Excepto por unos pocos estudios, se ha hecho poca investigación relacionada con la
diversidad y el rol funcional de los diferentes grupos de organismos del suelo para
pequeños grupos de especies. Se requiere de más exhaustivos datos (ERROR
FOTOCOPIA) y sus efectos en el funcionamiento para determinar los efectos de la
perturbación y del estrés en los procesos y estabilidad del ecosistema.
En un articulo de continuidad ecológica, Fresco & Kroonenberg argumentaron
que la biodiversidad es la más vulnerable, con menos elasticidad en los recursos naturales
ex aequo con el suelo superficial/nutrientes del suelo. Ellos concluyeron que debe darse la
prioridad a la conservación de estos recursos en cualquier decisión para el futuro uso de la
tierra. La necesidad de un válido conocimiento científico en la relación entre la
biodiversidad del suelo y el funcionamiento del ecosistema no puede ser expresada de
manera más urgente. Es obvio que el suelo no puede ejecutar servicios del ecosistema
como la descomposición, ciclaje de nutrientes y supresión de enfermedades sin estar
presente una serie de organismos del suelo. Como ambos la biodiversidad de los suelos y
los roles funcionales de los organismos del suelo se hagan más claros, cualquier relación
entre los dos será apreciable. De hecho, los dos serán más significativamente estudiados
en programas de investigación que sean específicamente destinados a elucidar esta
relación considerando los posibles efectos de las prácticas antropogénicas “normales” de
uso de la tierra así como los efectos de los principales cambios en el clima, ambiente y uso
de la tierra que son fuentes de preocupación para la humanidad. Las recientes revisiones
del estado de las habilidades, sientan las bases para un mayor esfuerzo tal en la
investigación.
Developments in the Biological Control of Soil-borne
Plant Pathogens (traducción)
J.M. Whipps
Plant Pathology Department, Horticulture Research Institute, Wellesbourne, Warwick
CV35 9EF, UK
←
Advances in Research, Vol. 26, 1997
I. Introducción
II. Consideraciones ecológicas
A. Suelos supresivos
B. Declinación en Monocultivos
C. Enmiendas Orgánicas y Compostes
D. Practicas Físicas y Químicas
E. Rol de la Fauna en el Control Biológico Natural de las Enfermedades
III. Modos De Acción
A. Modos de Acción Directos
1. Competición
2. Producción de Antibióticos
3. Parasitismo
B. Modos de Acción Indirectos
1. Protección cruzada y resistencia inducida
2. Promoción del Crecimiento Vegetal
C. Competencia en la Rizosfera
IV. Aplicación De Antagonistas Específicos
A. Selección y Filtrado
B. Producción, Formulación y Aplicación del Inóculo
V. Conclusiones Y Prospectos Futuros
Desarrollos en el control biológico de fitopatógenos del suelo (traducción)
I. INTRODUCCIÓN ←
A. Suelos supresivos ←
Está bien documentada la presencia de suelos que son supresivos para el desarrollo de
enfermedades causadas por fitopatógenos del suelo (Tabla 1). En esos suelos, las
enfermedades son severamente reducidas en las plantas susceptibles aún cuando hay una
gran densidad del inóculo del patógeno presente y factores ambientales que son
conductivos para la enfermedad. Esta supresión de enfermedades puede deberse a un
efecto directo del suelo en el patógeno (suelos supresivos de patógenos) ó a un efecto
indirecto mediado a través de la planta hospedera (suelos supresivos de enfermedades).
Sólo los estudios de los mecanismos de la supresividad pueden distinguir entre los dos.
Tabla I. Ejemplos de suelos supresivos de enfermedades.
Patógeno Enfermedad Lugar Ref.
Fusarium oxysporum Marchitez vascular de muchos cultivos América central, Francia, Israel, Japón, EU
Fusarium solani Pudrición radical del fríjol Japón, EU
Fusariosis de la papa Francia
Gaeumannomyces graminis Take-all de los cereales Australia, Holanda, EU
Phytophthora spp. Pudrición radical de muchas plantas Francia, Taiwán, EU
Plasmodiophora brassicae Hernia de col de crucíferas Taiwán
Pseudomonas solanacearum Marchitez bacteriana EU
Pythium aphanidermatum Pudrición radical del rábano Méjico
Pythium spp. Damping-off de muchas plantas Finlandia, EU
Rhizoctonia solani Hernia de col del rábano Colombia
Streptomyces scabies Roña de la papa Japón
Thielaviopsis basicola Pudrición negra de raíz del tabaco Suiza, EU
Tabla II. Ejemplos de organismos implicados como causantes ó que contribuyen a la supresividad del
suelo
Microorganismo Patógeno ó enfermedad suprimida Ref.
Bacteria
Actinomycete spp. Fusariosis de palmera datilera
Acaligenes sp. Fusariosis del clavel
Arthrobacter sp. Fusariosis del clavel
Bacillus sp. Fusariosis del clavel
Hufnia sp. Fusariosis del clavel
Pseudomonas spp. Fusariosis en general
Take-all del trigo
Take-all del trigo y del turf grass
Thielaviopsis basicola en tabaco
Serratia sp. Fusariosis del clavel
Streptomyces sp. Varios patógenos del suelo y semilla
Hongo
Coniothyrium minitans Sclerotinia en girasol y semilla oleaginosa de colza
Fusarium spp. (no patogénicos) Numerosos patógenos de fusariosis
Penicillium spp. Pudrición de corona fusarium
Fusarium avenaceum
Phialophora graminicola Take-all de pastos de pastoreo
Pythium nunn Damping-off Pythium
Pythium oligandrum Damping-off Pythium
Sporidesmium sclerotivorum Sclerotinia en lechuga y otros cultivos
Trichoderma spp. Fusarium avenaceum
Pudrición de corona fusarium del tomate
Rhizoctonia solani
Verticillium biguttatum Costra negra de las papas
Hongos micorrícicos Phytophthora cinnamoni
P. parasitica
Verticiliosis del algodón
Thielaviopsis basicola
B. Declinación en Monocultivos ←
Las enmiendas orgánicas son tradicionalmente usadas para mejorar le estructura del suelo
y la nutrición vegetal pero hay numerosos reportes de que su adición puede también
conducir al control de patógenos como Aphanomyces spp., Fusarium spp.,
Macrophomina phaseolina, Phymatotrichum omnivorum, Phytophthora spp.,
Streptomyces spp., Thielaviopsis basicola y Verticillium spp. Estas enmiendas puede
tomar forma de residuos del cultivo, abono de corral, mulches, compostes, y
especialmente cultivos de cobertura, frecuentemente leguminosas, que son incorporados
como un abono verde. Estas enmiendas comúnmente resultan en una microbiota
altamente metabólicamente activa. En algunos casos, se estimula la germinación de
propagulos dormantes como los esclerocios, clamidosporas y oosporas, pero son
incapaces de competir con la microbiota saprotróficamente activa en ausencia del
hospedera y son sometidas a estrés por nutrientes. Esto conduce a la lisis debido a la
inanición. Una microbiota activa puede similarmente evitar la germinación de propagulos
por la continua remoción de los nutrientes requeridos para la germinación del patógeno.
En otros casos, la microbiota saprotrófica puede causar inhibición de la germinación ó la
directa lisis de las esporas e hifas a través de la liberación de metabolitos antifungicos per
se, ó a través de la acción de compuestos volátiles que contienen azufre ó amoniaco
liberados durante la descomposición de la misma materia orgánica. Han estado
implicados todos Bacillus spp., Pseudomonas spp., y Streptomyces spp., así como los
protozoos en el biocontrol natural. Similarmente, el incremento en el suelo de organismos
quitinolíticos siguiente a la adición de quitina en forma de cascarones molidos ha estado
asociado con la reducción en enfermedades causadas por Fusarium oxysporum f. sp.
phaseoli, F. oxysporum f. sp. lycopersici, Rhizoctonia solani y Sclerotium rolfsii. Las
enmiendas orgánicas también pueden funcionar como carriers de agentes de biocontrol.
Se reporto que el pasto cortado y la cascarilla de arroz son colonizados efectivamente por
Gliocladium virens, Trichoderma harzianum, y Pseudomonas spp., y no fueron tóxicos
para aguacate (Persea americana) cuando se usaron como un mulch para el control de la
pudrición radical Phytophthora causada por Phytophthora cinnamoni. Sin embargo,
puede a veces haber un riesgo asociado con las enmiendas orgánicas. Patógenos como
Pythium spp. y Fusarium spp. pueden utilizar el materia como base alimenticia,
sobreviviendo la competición ó antagonismo por la microbiota saprotrófica; esto puede
conducir a mayores niveles de la enfermedad. También, hay metabolitos liberados a partir
del material orgánico en descomposición que son tóxicos para las plantas. En otros casos,
las enmiendas orgánicas pueden no tener efecto en los patógenos blanco. Por ejemplo, la
incorporación de quitina, celulosa ó una mezcla de ambos materiales falló para
influenciar la sobrevivencia de esclerocios de Aspergillus flavus y A. parasiticus en suelo
en EU. Esto enfatiza la necesidad de examinar cada patosistema y medidas de control
independientemente.
Se han desarrollado recientemente algunas enmiendas con base orgánica al suelo
en ensayos para alterar el ambiente del suelo de tal forma que sean inhibidos patógenos
específicos. Por ejemplo, la adición de un serie de materiales inorgánicos a la corteza de
pino mejoró el control del damping-off en plántulas de slash pine (Pinus elliottii var.
elliottii) en el suelo causado por un complejo de patógenos. En esta novedosa mezcla, el
control de Rhizoctonia solani estuvo relacionado con la proliferación de Trichoderma
harzianum y Penicillium oxalicum mientras que el control de Pythium spp. estuvo
relacionado con ambos componentes orgánicos e inorgánicos de la mezcla. Esta
aproximación se ha extendido en Taiwán donde se ha usado exitosamente un complejos
de materiales basados en bagazo, cascarilla de arroz, polvo de cáscara de ostra, urea,
nitrato de potasio, superfosfato de calcio y ceniza mineral, denominados mezcla S-H para
controlar un rango de patógenos. Los patógenos controlados incluyen a Fusarium spp.,
Phytophthora spp., Plasmodiophora brassicae, Pythium spp., Sclerotinia sclerotiorum y
Sclerotium rolfsii. Esta bastante empírica aproximación para el desarrollo de la supresión
de enfermedades puede bien merecer más estudios.
Se ha explotado ampliamente en los últimos años la adición de material
compostado al suelo, ó más especialmente, mezclados en macetas como un método
biológico alternativo para el control de enfermedades. Se ha usado un amplio rango de
materiales para este propósito. Por ejemplo, se ha demostrado que la incorporación de
lodos de depuración compostados en el suelo reduce significativamente la pudrición
radical Aphanomyces de la arveja (Pisum sativum) causada por Aphanomyces euteiches,
la fusariosis del pepino (Cucumis sativus) causada por F. oxysporum f. sp. cucumerinum,
la pudrición de corona Phytophthora de la pimienta (Capsicum sp.) causada por
Phytophthora capsici, la pudrición radical Rhizoctonia del fríjol (Phaseolus vulgaris),
algodón (Gossypium hirsutum) y rábano debida a Rhizoctonia solani y la caída
Sclerotinia de la lechuga (Lactuca sativa) causada por Sclerotinia minor. La supresión de
enfermedades estuvo correlacionada con un incremento general en la actividad
microbiana. Los lodos municipales compostados añadidos a un medio contenedor basado
en turba y perlita también suprimieron el damping-off causado por Pythium ultimum.
Similarmente, desperdicios orgánicos caseros compostados incorporados en arena
también redujeron de la pudrición radical de la remolacha común, fríjol y arveja causada
por Pythium ultimum y Rhizoctonia solani, y la Mycosphaerella pinodes de semilla en
arveja. Interesantemente, los composts hechos a partir de desperdicios de la industria de
la caña de azúcar fueron supresivos a Pythium aphanidermatum. Aquí, siguiente a la
infestación de los composts con las oosporas del patógeno, el damping-off del pepino se
reducir como la recuperación del patógeno disminuía. De nuevo, la supresión se debió a
una activa población microbiana en el compost.
La mayoría del trabajo, sin embargo, se ha enfocado en el uso de ramas leñosas y
herbáceas, usadas cualesquiera solas, ó como enmiendas, con materiales inertes
mezclados en materas ó con turba. Aparte de unos pocos grupos de turba de sphagnum
afectada por la luz que son supresivos a varias enfermedades del suelo, la mayoría de
turbas de sphagnum son conducivas a patógenos como Pythium y Rhizoctonia spp.
Mucha de la industria hortícola estaría en riesgo si estos patógenos se establecieran en
tales mezclas de macetas con base en la turba. Es más, con el darse cuenta de que la turba
de sphagnum es un recurso no renovable, se le ha dado mayor énfasis recientemente a
encontrar componentes alternativos para las mezclas de macetas. En algún grado, las
ramas leñosas y herbáceas compostadas pueden ser ideales sustitutos de la turba, ya que
pueden proporcionar ambos características fisicoquímicas apropiadas para el crecimiento
de la planta y tener actividad supresiva de enfermedades. De este modo, en Ohio, EU, se
ha encontrado que las cortezas de ramas leñosas y herbáceas son supresitas a Fusarium
spp., Phytophthora spp., Pythium spp. y Rhizoctonia solani en un rango de plantas
hospederas, especialmente las ornamentales y de jardín. En Australia, se ha demostrado
que la corteza compostada de eucalipto suprime Phytophthora en varias especies leñosas
y en Japón, se ha demostrado que la corteza compostada de abeto controla Fusarium spp.
En todos los casos, la supresión se ha demostrado estar relacionada con el periodo de
compostaje.
Puede ser importante la presencia de antagónicos específicos como Trichoderma
harzianum en algunos composts, ó las combinaciones particulares de bacterias y hongos
en otros. En general, la supresión exitosa está relacionada en gran parte con el desarrollo
de una microbiota metabólicamente activa in casi la misma forma como se encuentra la
supresividad general en los suelos supresivos discutido ya en la sección IIA. No obstante,
los composts con base en cortezas pueden contener una variedad de químicos que pueden
inhibir a los patógenos y estos factores, así como las otras propiedades fisicoquímicas
asociadas con el materiales compostados, pueden también jugar un rol clave en la
supresión de las enfermedades.
Se han añadido materiales compostados a las mezclas de macetas para
proporcionar biocontrol. Los sólidos compostados a partir del separado abono de ganado
y residuos compostados de uva que quedan después del procesamiento del vino
disminuyeron la enfermedad por Rhizoctonia solani en rábano, la infección por
Sclerotium rolfsii en garbanzo (Cicer arietinum) y fríjol, y el damping-off del pepino
causado por Pythium aphanidermatum y el abono vacuno compostado y trabajado por
lombrices de tierra proporciono la supresión de Phytophthora nicotinae var. nicotinae y
de Fusarium oxysporum f. sp. lycopersici en tomate (Lycopersicon esculentum) y
Plasmodiophora brassicae en col (Brassica oleracea).
1. Competición ←
Se ha sugerido la competición por espacio ó sitios específicos de infección en raíces y
semillas como un modo de acción para el control de numerosos patógenos del suelo, pero
relativamente pocos estudios han proporcionado evidencia inequívoca de esta hipótesis.
Las observaciones indirectas en varias especies vegetales han mostrado que en presencia
de cepas no patogénicas de Fusarium oxysporum, se disminuyo la intensidad de la
colonización radical por cepas patogénicas de F. oxysporum. Se ha demostrado que la
competición entre cepas no patogénicas y patogénicas de F. oxysporum también se
presenta dentro de raíces y tallos. Sin embargo, el nivel de competición difirió entre las
cepas no patogénicas Fusarium spp. sugiriendo que pueden estar involucrados un rango
de mecanismos en el biocontrol natural por las cepas no patogénicas de Fusarium. No
obstante, como se sabe que los niveles de control de la fusariosis por las cepas no
patogénicas de Fusarium son dependientes del potencial relativo del inóculo, siendo
fortalecido en el caso de competición entre las cepas no patogénicas y patogénicas de
Fusarium por espacio ó nutrientes.
También se ha demostrado que se presenta competencia por sitios de infección
que involucren a aislados de Rhizoctonia binucleada e hipovirulentos de R. solani con
aislados patogénicos de R. solani. Por ejemplo, un aislado hipovirulento de Rhizoctonia
solani colonizo densamente la superficie exterior de las raíces e hipocótilos del algodón y
rábano con la concomitante disminución de la enfermedad causada por R. solani
patogénica. Significativamente, como los aislados hipovirulentos no proporcionan a las
plántulas protección del ataque por Pythium spp., Fusarium spp., y Sclerotium rolfsii, se
sugirió que el aislado hipovirulento solo puede ser capaz de proporcionar una barrera al
contacto radical ó competir por los sitios de reconocimiento e infección con el aislado
virulento de R. solani, y no fue un fenómeno de resistencia general.
Se ha demostrado que varios hongos controlan el take-all del trigo causado por
Gaeumannomyces graminis var. tritici a través de la ocupación de la ocupación de los
sitios en la raíz. Estos incluyen a Phialophora spp., G. graminis var. graminis y Idriella
bolleyi. Interesantemente, I. bolleyi explota las células corticales naturalmente
senescentes de las raíces durante las etapas iniciales del cultivo y de este modo compiten
favorablemente contra el patógeno por sitios de infección y nutrientes. La rápida
producción de esporas, que son llevadas abajo por el agua, continua el proceso de
colonización radical y se sugiere que esto es una característica clave en el establecimiento
de este agente de biocontrol en la raíz.
Los hongos ectomicorrícicos, por medio de su revestimiento físico de la raíz, son
otro grupo obvio que puede proporcionar biocontrol de patógenos radicales a través de la
ocupación de los sitios de infección. El mecanismo fue sugerido hace 30 años donde se
proporciona alguna evidencia para la protección de raíces de pino contra la infección de
Phytophthora cinnamomi. Sin embargo no hay trabajo próximo disponible que de apoyo
para este posible modo de acción para los hongos ectomicorrícicos sino con un enfoque
en el biocontrol con la producción de antibióticos y, más recientemente, resistencia
inducida.
En contraste a la relativamente poca literatura sobre competencia y espacio, que
en gran parte concierne a hongos, ha habido un gran número de estudios que investigan la
competencia por nutrientes, que involucran ambos bacterias y hongos. Se ha examinado
la competencia por carbono y nitrógeno derivados a partir de exudados radicales y
seminales y a partir de residuos vegetales pero, en años recientes, la competencia por
hierro ha sido estudiada en gran detalle como las técnicas analíticas y de biología
molecular han mejorado.
Se ha obtenido evidencia para la competencia por carbono y nitrógeno entre los
agentes de biocontrol y los patógenos en el suelo al observar la germinación de los
propagulos del patógeno, el desarrollo de las poblaciones del patógeno ó la infección de
las plantas en presencia ó ausencia del agente de biocontrol. La adición de los nutrientes,
se ha usado cualquiera directamente ó los entrantes a partir de las semillas ó raíces, así
como la manipulación del ambiente como herramientas en estos estudios.
De este modo, el carbono añadido a suelos supresivos a la fusariosis fue
rápidamente utilizado y estuvo relacionado a una población grande de fusarios no
patogénicos. Esta población metabólicamente activa de fusarios no patogénicos fue
capaz de privar a las clamidosporas del patógeno de los nutrientes necesarios para la
germinación y de este modo proporciono la supresividad. Sin embargo, en adición, la
supresividad fue también relacionada con la disponibilidad del hierro en el suelo.
Puede también estar involucrada la competencia por carbono y posiblemente
nitrógeno en el biocontrol de Fusarium oxysporum f. sp. melonis y F. oxysporum f. sp.
vasinfectum por Trichoderma harzianum, y también en la supresión del damping-off por
Pythium aphanidermatum en varios cultivos debido a la actividad de un rango de
bacterias antagónicas. De manera importante, en ambos de estos estudios, se demostraron
otros modos de acción que son relativamente importantes bajo las condiciones
experimentales empleadas, permitiendo que la competencia por nutrientes sea claramente
identificada. En contraste, se ha sugerido que la competencia por tiamina como son un
posible modo de acción en el control de Gaeumannomyces graminis var. tritici por una
serie de hogos rojos estériles en la rizosfera del trigo.
Puede también estar involucrada la competencia por materiales orgánicos
volátiles a partir de semillas en germinación que puedan estimular la germinación de
esporas en el biocontrol de Pythium ultimum por Pseudomonas putida NIR. El
crecimiento hifal a partir de esporangios de P. ultimum se estimuló por los volátiles de
semillas en germinación de arveja y soya (Glycine max), y se redujo la estimulación
cuando las semillas fueron tratadas con P. putida. Se sugirió que P. putida utilizo las
mitades activas, etanol y acetaldehído, que surgieron de las semillas en germinación,
proporcionando de este modo el biocontrol. Aquí otra vez, se eliminaron otros modos de
acción como la antibiosis y competencia por hierro. La habilidad para competir por, y
utilizar materiales a partir de semillas en germinación y raíces jóvenes como un modo de
acción también se ha reportado para otras pseudomonas que controlan Pythium ultimum
en remolacha azucarera y P. aphanidermatum en pepino. Enterobacter cloacae también
compitió por nutrientes derivados de semillas en la espermósfera durante el control de P.
aphanidermatum en pepino.
La competencia por residuos vegetales es otra área donde el biocontrol puede
operar. Por ejemplo, cuando se añadió Pythium nunn concurrentemente al suelo con los
residuos vegetales, ambos la incidencia de la enfermedad y el incremento en la población
de Pythium ultimum que normalmente se presentaba siguiente a la adición de residuos
vegetales solos fueron suprimidos. Similarmente, bajo condiciones de alta salinidad del
suelo, Pythium oligandrum fue capaz de competir favorablemente con P. ultimum por la
ocupación de los residuos del algodón, resultando en la supresión de la pudrición de la
semilla y de la raíz en algodón. Pythium oligandrum fue más tolerante a los elevados
niveles de cloruro que P. ultimum y la adición de P. oligandrum y cloruros a un suelo
conducivo dieron mayor supresión a la colonización por P. ultimum en los residuos
foliares del algodón. No obstante, el éxito para cualquiera organismo en tales situaciones
competitivas puede depender de los niveles relativos del inóculo. Por ejemplo, aunque la
adición de P. nunn a 300 propagulos por gramo para una mezcla turba/arena que contiene
1% harina de avena molida resultó en una reducción en las densidades poblacionales de
Phytophthora cinnamomi, Phytophthora citrophthora y uno de los dos aislados de P.
parasitica, la pudrición de la raíz de azalea (Rhododendron spp.) causada por P.
cinnamomi ó P. parasitica no fue suprimida. Sin embargo, cuando P. nunn fue
incorporado a 1000 propagulos por gramo a mezcla turba/arena, se incrementó la
supresión por P. nunn de la enfermedad Phytophthora en naranja dulce (Citrus sinensis).
Se ha demostrado concluyentemente la competencia por hierro, mediada por la
producción por los microorganismos antagónicos de mitades quelantes de hierro,
llamadas sideróforos como un modo de acción para el biocontrol en suelos donde el
hierro es limitante. Característicamente, estos suelos tienen un pH en ó encima de 7. Se ha
obtenido evidencia cualquiera usando mutantes Tn5 sin sideróforos de cepas
biocontroladoras ó por la adición de sideróforos purificados ó quelantes sintéticos de
hierro al suelo, lo que resultó en la perdida de la actividad ó reproducción del
biocontrolador respectivamente.
Se ha demostrado que varias especies de bacterias son activos agentes
biocontroladores al competir por el hierro, pero las más ampliamente reconocidas son las
pseudomonas fluorescentes. Las pseudomonas fluorescentes producen un rango de
sideróforos que incluyen pseudobactins y pyoverdines que son fluorescentes, así como
phyochelins no fluorescentes y el ácido salicílico, pero son los sideróforos fluorescentes,
lo que tienen una muy alta afinidad por el hierro, los que están generalmente implicados
en el biocontrol. Estos potentes quelantes de hierro se piensa que secuestran el limitado
suministro de hierro que está disponible en la rizosfera a una forma que no está disponible
al hongo patogénico y otros microorganismos deletéreos, restringiendo por lo tanto su
crecimiento. Sin embargo, la observación de que las pseudomonas fluorescentes
comúnmente utilizan los sideróforos férricos producidos por otros microorganismos y
que los mutantes desprovistos de sideróforos en la rizosfera pueden establecerse a niveles
poblacionales equivalentes a las cepas provistas de sideróforos, sugiere que la simple
producción de sideróforos no es suficiente para resultar en la actividad biocontroladora.
De hecho, algunas cepas metabólicamente muy activas solo producen un sideróforo pero
tienen varios diferentes receptores de sideróforos en sus membranas. Puede ser que la
habilidad para utilizar varios sideróforos es de importancia clave en el biocontrol en la
mayoría de los casos.
Usando la mutagénesis Tn5, se ha demostrado que la producción de sideróforos
por Pseudomonas spp. es importante en el biocontrol de ambos Pythium y Fusarium spp.
Por ejemplo, la producción de pyoverdine fue responsable del control del damping-off
Pythium ultimum en algodón y trigo, y la producción de pyochelin estuvo involucrada en
el control del damping-off Pythium del tomate por Pseudomonas aeruginosa. Sin
embargo, los sideróforos no fueron de importancia en el control del damping-off Pythium
en pepino ya que se produjo muy poco pyoverdine a tiempo para evitar que el patógeno
invadiera la plántula en germinación. Esto contrasta al algodón, donde el lento proceso de
germinación permitió que se produjeran niveles inhibidores de sideróforos. También se
mostró que es importante la producción de sideróforos por Pseudomonas spp. en el
control de la fusariosis del clavel (Dianthus caryophyllus) causada por F. oxysporum f.
sp. dianthi en plantas cultivadas en lana mineral. Sin embargo, las cepas difirieron en el
grado en el que control era mediado por la producción de sideróforos. Por ejemplo,
Pseudomonas sp. WCS358 que produjo pyoverdine y los mutantes Tn5 desprovistos no
dieron ningún control. En contraste, P. putida (renombrada P. fluorescens) WCS147r se
demostró tener varios modos de acción, de los que la producción de sideróforos es solo
uno. El pH y el cultivar de clavel también afectaron el nivel de control obtenido con P.
fluorescens WCS417r. Es más, el control dependió del nivel de inóculo del patógeno y de
la disponibilidad de hierro. Con Pseudomonas sp. WCS358, el control de la fusariosis del
clavel fue mejor si los niveles del patógeno erán moderados y el hierro férrico estaba a
niveles bajos. En contraste, si loas niveles del patógeno eran altos, la sola producción de
sideróforos no era suficiente para reducir significativamente la enfermedad fusariosis del
clavel. Bajos estas condiciones se pudo conseguir el control si era aplicada Pseudomonas
sp. WC358 en combinación con una cepa no patogénica de Fusarium oxysporum que
actuara a través de la competencia por carbono.
También se llevaron a cabo una muy similar serie de experimentos por el mismo
grupo usando el rábano (Raphanus sativus) como la planta prueba. Esta vez, se encontró
que P. fluorescens WCS374 usado comercialmente para controlar las fusariosis del
rábano, y la WCs417r actuaron en gran parte a través de la resistencia inducida. No
obstante, la eficiencia de la supresión de enfermedades mediada por los sideróforos y la
resistencia inducida fueron altamente dependientes del nivel de incidencia de la
enfermedad y de la disponibilidad del hierro. De mantera interesante, las pseudobactinas
y el ácido salicílico producidos por P. fluorescens WCS374 indujeron resistencia
sistémica a la fusariosis del rábano pero las pseudobactinas de las cepas WC358 y
WCS417 no lo hicieron, conduciendo a la sugerencia de que el rol de la competencia por
hierro mediada por los sideróforos en la supresión de enfermedades por Pseudomonas
spp. fluorescentes merece reevaluación.
El biocontrol ó la promoción del crecimiento vegetal observados siguiente a la
adición de pseudomonas fluorescentes al suelo puede no siempre estar involucrado en la
producción de sideróforos ó en la competencia por hierro, aún bajo condiciones de baja
disponibilidad. Por ejemplo, una pseudomona fluorescente NZ130 que inhibió a Pythium
ultimum produjo un metabolito fungistático bajo condiciones bajas de hierro que no era
un sideróforo y su producción fue antagonizada por el hierro. Similarmente, P.
fluorescens CHA0 produjo concentraciones máximas de cianuro de hidrógeno (HCN)
requeridas para la supresión de la pudrición negra de la raíz de tabaco causada por
Thielaviopsis basicola en medio repleto de hierro. Un mutante desprovisto de pyoverdine
de CHA0 produjo HCN y suprimió la pudrición negra de la raíz de tabaco pero solo bajo
condiciones repletas con hierro. La falta de actividad biocontroladora del mutante
desprovisto de sideróforos en suelos deficientes de hierro fue atribuida a la pobre
producción de HCN en vez de a un efecto por los sideróforos.
Muchos de los estudios llevados a cabo en los 1980s sugirieron que el biocontrol ó
promoción del crecimiento vegetal observado ó asociado con la presencia ó aplicación de
pseudomonas fluorescentes en el suelo estuvo relacionado con la producción de
sideróforos. Por ejemplo, se pensó que los sideróforos estaban involucrados en el control
de Erwinia carotovora, Fusarium oxysporum, Gaeumannomyces graminis var. tritici,
Pythium ultimum, Thielaviopsis basicola ó microorganismos deletéreos definidos por la
enfermedad. Mientras que algunos estudios moléculas han subsiguientemente
demostrado que estas sugerencias son ciertas, otros han mostrado que la producción de
sideróforos es puramente accidental y no es el principal modo de acción. Varios de estos
estudios ya han sido descritos arriba y, ciertamente, la producción de antibióticos en vez
de la sideróforos parece ser el principal modo de acción de Pseudomonas fluorescens
2-79 en su control de Gaeumannomyces graminis var. tritici. No obstante, hasta que
comprensivos estudios moleculares como estos hayan sido completados, el rol de
cualquier metabolito ó enzima en el biocontrol ó promoción del crecimiento vegetal no
puede ser certero.
2. Producción de Antibióticos ←
Los antibióticos son generalmente considerados ser metabolitos que pueden inhibir el
crecimiento microbiano. Frecuentemente estos son metabolitos secundarios producidos
por los antagonistas cuando los nutrientes se hacen limitantes y son frecuentemente de
relativamente poco peso molecular (<1kDa). Sin embargo, mucho del mismo efecto de
inhibición del crecimiento puede ser demostrado in vitro siguiente a la producción de
algunas enzimas y péptidos más grandes, que pueden estar involucrados en el parasitismo,
ó a través de la liberación de moléculas pequeñas como los sideróforos (ver sección III. A.
1), que pueden estar involucrados en la competencia en vez de afectar directamente el
crecimiento microbiano. Consecuentemente, debe tenerse cuidado cuando se aplique el
término antibiosis como un modo de acción in vivo de un antagonista en base solamente a
observaciones hechas in vitro de la inhibición del crecimiento de un fitopatógeno. Por lo
menos algunas mitades producidas por el antagonista deben ser determinadas y luego las
mitades activas putativas deben ser aisladas del suelo, rizosfera, ó espermósfera donde el
control actúe. De este modo, contra su trasfondo, la producción y liberación por los
antagonistas de enzimas líticas como las quitinasas, β-1,3-glucanasas, proteasas, y lipasas,
que son capaces de degradar tejido fungoso durante el biocontrol y pueden ser
confundidas con antibióticos en pruebas in vitro, son consideradas en la sección III. A .3
en parasitismo. Puede pareces más probable que estas enzimas juegan un rol clave
durante el proceso de parasitismo, especialmente durante la penetración de las paredes
celulares del hospedero por el hongo antagónico, donde la producción puede ser regulada,
en vez de una liberación constitutiva energéticamente despilfarradora que puede
presentarse en la producción de antibióticos per se.
La evidencia de un rol de los antibióticos en el biocontrol para ambos hongos y
bacterias ha venido de una combinación de diferentes líneas de estudio. Brevemente,
estos han involucrado observaciones que muestras: (1) que muchos agentes de biocontrol
producen antibióticos; (2) que para algunos agentes hay una correlación entre la
producción de antibióticos y la eficacia biocontroladora; (3) que los antibióticos
purificados, ó los filtrados sin células ó extractos de filtrados de algunos agentes, pueden
imitar el efecto del agente completo; y (4) que los mutantes deficientes en antibióticos
fueron menos supresivos que los tipos silvestres. El último estudio (4) ha sido
particularmente extendido con agentes bacterianos donde la manipulación genética es
fácil. En general, la estrategia adoptada ha involucrado la mutagénesis directa del sitio
(e.g., usando transposones) seguida por la búsqueda de la perdida del caracter, la
preparación de una librería genómica del DNA de tipo silvestre, la complementación
genética del mutante para restaurar el carácter blanco, y finalmente, la comparación de las
habilidades biocontroladoras de la cepa parental, mutante y mutante complementado. El
mutante debe estar deteriorado en la supresividad de la enfermedad y la complementación
debe restaura la actividad si la característica es importante.
Se ha reportado más comúnmente la producción de antibióticos por hongos que
exhiben actividad biocontroladora para aislados de Gliocladium, Talaromyces, y
Trichoderma. Recientemente se han caracterizado por lo menos parcialmente los
antibióticos de Chaetomium globosum, Minimedusa polyspora, y Verticillium biguttatum.
Estos hongos puede exhibir otros modos de acción además de la antibiosis. De particular
interés aquí son aquellos donde la actividad biocontroladora tiene un enlace clareo con la
producción de antibióticos específicos.
Por ejemplo, la producción de gliotoxin (una epidiothidiketopiperazine) por
Gliocladium virens G20 (sinónimo GL-21) parece estar implicada como el factor clave en
la actividad biocontroladora contra Pythium ultimum y Rhizoctonia solani. Se atribuyo la
inhibición in vitro del crecimiento y germinación de P. ultimum y la filtración
citoplásmica de R. solani causados por la presencia de filtrados ó extractos del cultivo de
G. virens G20 a este metabolito. Siguiente a la incorporación de G. virens en el suelo y en
medio sin suelo, se produjo gliotoxin y el medio se hizo supresivo a P. ultimum con la
máxima acumulación del metabolito sucediendo en el mismo momento de mayor
supresión de la enfermedad. Es más, los mutantes desprovistos de gliotoxin desplegaron
solo el 54% de la actividad supresiva de la enfermedad de Pythium en zinia comparando
con el aislado de tipo silvestre e in vitro exhibieron una casi total pérdida de la actividad
antagónica P. ultimum. Han sido aislados varios polipéptidos específicos asociados con la
producción de gliotoxin a partir de G. virens G20 y estos pueden facilitar la identificación
y caracterización de los genes expresados durante la producción de la gliotoxin. No
obstante, la cantidad y calidad de los antibióticos producidos por las diferentes cepas de G.
virens pueden variar marcadamente y de este modo reflejarse en el control de enfermedad
obtenido. Las plantas hospederas pueden también tener un efecto. Por ejemplo, algunas
cepas en el grupo “P” produjeron el antibiótico gliovirina (una diketopiperazine) y ácido
heptelídico, pero no la gliotoxin y gliotoxin dimetilo que caracterizan a las cepas del
grupo “Q”. La gliovirina fue muy inhibidora para P. ultimum pero no tuvo actividad con
R. solani; las cepas “P” que produjeron gliovirina fueron biocontroladoras más efectivas
en los tratamientos en semilla con el damping-off P. ultimum en algodón que aquellas
cepas “Q” que produjeron gliotoxin pero no gliovirina. Correspondientemente, las cepas
“Q” fueron más efectivas contra R. solani que P. ultimum cuando se usó como
tratamientos a la semilla del algodón. No obstante, los mutantes sin gliotoxin exhibieron
una eficacia en el biocontrol contra la enfermedad de la plántula mediada por R. solani
equivalente a aquella de las cepas de tipo silvestre productoras de gliotoxin, indicando
que no fue necesaria la gliotoxin para la protección de la corte de infección del algodón
por R. solani. Ya que el micoparasitismo no parece ser importante en el biocontrol de R.
solani en algodón por G. virens, se sugirió que la competencia puede necesitar ser
reevaluada como un modo de acción para este agente biocontrolador con esta
combinación hospedero-patógeno.
La habilidad de nueve cepas de Chatomium globosum para producir el antibiótico
chaetomin (una epithiodiketopiperazine) en cultivo líquido estuvo correlacionada con la
eficacia para suprimir el damping-off Pythium de la remolacha azucarera en suelo
pasteurizado al calor. Además, la chaetomin fue extraída del suelo pasteurizado infestado
con cepas Cg-13 C. globosum, una efectiva cepa biocontroladora, pero no lo fue de un
suelo pasteurizado con una variante espontánea de la Cg-13 incapaz de suprimir
damping-off Pythium. Esto además apoya la sugerencia de que la producción de
chaeotomin en el suelo juega un importante rol en el antagonismo de C. globosum contra
P. ultimum.
Se ha demostrado que la producción de glucosa oxidasa por Talaromyces flavus
Tf-1 es responsable del biocontrol de la verticiliosis causada por Verticillium dahliae. La
glucosa oxidasa suprimió el crecimiento radial in vitro de V. dahliae y mató los
microesclerocios de V. dahliae in vitro y en el suelo. La glucosa oxidasa exhibió actividad
antibiótica en presencia de glucosa debido a la formación del producto de la reacción, el
peróxido de hidrógeno. Una variante uni-esporal, Tf-1-np, que produjo 2% del nivel de
actividad glucosa oxidasa del tipo silvestre, no control la verticiliosis de la berenjena
(Solanum melongena) en un suelo de campo no esterilizado en un experimento en
invernadero, mientras que el tipo silvestre redujo significativamente la incidencia del
marchitamiento. De manera importante, la glucosa oxidasa purificada de la Tf-1 redujo
significativamente la tasa de crecimiento de V. dahliae en presencia, pero no en ausencia,
de las raíces de berenjena, sugiriendo que fue de mayor importancia un suministro de
glucosa a partir de las raíces.
Hay un gran número de agentes de biocontrol microbianos que producen
antibióticos (Tabla V) y los diferentes antibióticos parecen ser importantes para el control
de los diferentes patógenos fungosos. De hecho, muchas cepas individuales pueden
producir un espectro de antibióticos y metabolitos secundarios que han sido
caracterizados en varios grados, pero no todos son importantes en el biocontrol. Por
ejemplo, Pseudomonas fluorescens CHA0 produjo 2,4-diacetilfloroglucinol (Phl),
pioluteorina (Plt), pirrolnitrina (Pln) y HCN así como el sideróforo pioverdina y el ácido
indol-3-acético IAA), pero solo los antibióticos y el HCN fueron importantes en el
biocontrol de la enfermedad. Similarmente, P. fluorescens 2-79 produjo ácido
fenazina-carboxílico (PCA), pioverdina y ácido antranílico, con actividad
biocontroladora debido principalmente a la producción de fenazina, y P. fluorescens Pf-5
produjo Phl, Pln, Plt, HCN y pioverdina, con Plt como el más activo contra Pythium
ultimum. Aislados bacterianos con similar actividad biocontroladora pueden también
tener un similar espectro de producción de antibióticos. Por ejemplo, cuatro cepas de P.
fluorescens de la rizosfera de trigo en un suelo supresivo al take-all produjeron Phl y
HCN. Significativamente, es claro a partir de la Tabla V que aún para una sola cepa de
bacteria como P. fluorescens CHA0, diferentes antibióticos individuales pueden ser
relativamente más importantes que otros en la supresión de enfermedades. De manera
importante, la antibiosis generalmente contribuye a, en vez de explicar, toda la actividad
biocontroladora de una sola cepa. Pueden también jugar una parte otros modos de acción
como la competencia ó la resistencia inducida en el hospedero.
Una alternativa característica de este modo de acción es que cepas específicas del
patógeno pueden exhibir resistencia a antibióticos individuales. Por ejemplo, aislados de
Gaeumannomyces graminis var. tritici variaron n la sensibilidad a PCA y Phl producidos
por P. fluorescens2.79 y P. chlororaphis 30-84 (inicialmente P. aureofaciens). Esto
condujo a la sugerencia de que deben emplearse mezclas de Pseudomonas spp. ó aislados
que exhiban diferentes modos de acción para controlar esta enfermedad en el campo.
Otra aproximación para mejorar la actividad biocontroladora puede involucrar el
incrementar la producción de antibióticos por cepas específicas de bacterias. Por ejemplo,
la producción de fenazina por P. fluorescens 2.79 u P. aureofaciens 30.84 se incremento
al introducir copias extra de genes biosintéticos ó activadores. Esto procedimiento quizás
puede ser útil con P. fluorescens Pf-5, el cual produjo suficiente Plt para inhibir Pythium
ultimum in vitro y en semillas de berro (Lepidium sativum), pero las cantidades pueden
haber sido insuficientes para suprimir P. ultimum en pepino. En pepino, la supresión de P.
ultimum por P. fluorescens Pf-5 dependió de otros mecanismos aparte de la producción
de Plt.
3. Parasitismo ←
Hay numerosos reportes sobre parasitismo de fitopatógenos por ambos bacterias y,
especialmente hongos. Se ha demostrado que muchos de estos antagonistas actúan como
agentes biocontroladores cuando son aplicados al suelo, semillas ó raíces en pruebas ó
experimentos separados. Sin embargo, la mayoría de los estudios sobre los procesos
involucrados en el parasitismo están basados por necesidad en trabajos in vitro y
ciertamente debe tener algo de cuidado cuando se hacen las observaciones para
extrapolaciones hechas del laboratorio al campo. De hecho, debido a la naturaleza
relativamente efímera de la mayoría de los micelios de fitopatógenos en el suelo ó en la
rizosfera, la demostración del parasitismo en la naturaleza está frecuentemente limitada a
la observación de un antagonista dentro de los propagulos del patógeno.
Las bacterias son raramente descritas como parásitos de fitopatógenos, pero se
piensa que varias de las que producen enzimas están involucradas en procesos
parasitarios ó han sido consistentemente registradas en asocio con fitopatógenos (Tabla
VI). Asumiendo que los nutrientes pasen desde el fitopatógeno al antagonista bajo estas
circunstancias, y que el crecimiento del patógeno es inhibido por la presencia del
antagonista, entonces el parasitismo puede ser representado en un extremo por la
aparentemente simple adhesión de células de Enterobacter cloacae a hifas de Pythium
ultimum terminando en la lisis, y la degradación de las hifas de P. debaryanum por una
Arthrobacter sp. y de las hifas de Phomopsis sclerotioides, Mycocentrospora acerina y
Sclerotinia sclerotiorum por Streptomyces griseovirides. La producción de antibióticos
dentro de las estrechas asociaciones entre las bacterias y fitopatógeno puede presentarse
simultáneamente con la producción de enzimas líticas, por ejemplo durante la invasión de
los esclerocios de Sclerotium cepivorum por Bacillus subtilis, pero sin estudios
moleculares es difícil asegurar cual es más importante.
Se ha enfocado considerable interés en el rol y la producción de enzimas
degradantes de la pared celular ó líticas por bacterias parásitas putativas. Se ha
demostrado usando técnicas moleculares que las enzimas quitinolíticas son importantes
en el biocontrol de Sclerotium rolfsii por Serratia marcescens, de Rhizoctonia solani por
S. marcescens y Enterobacter agglomerans, y de Fusarium oxysporum f. sp. redolens por
Pseudomonas spp. recombinante. Pueden también estar involucradas otras enzimas en el
parasitismo bacteriano. Por ejemplo, se sugirió que la producción de β-1,3-glucanasa es
importante en el control de R. solani, S. rolfsii y P. ultimum por una cepa no-quitinolítica
de Pseudomonas cepacia y ambas β-1,3-glucanasa y proteasa en el control de Pythium
debaryanum por Arthrobacter sp. Las celulasas pueden ser importantes en el control de
oomycotas que tiene celulosa en sus paredes celulares, y las proteasas pueden estar
generalmente involucradas en la inhibición de la actividad de enzimas degradantes de la
pared celular vegetal de hongos patogénicos.
Tabla VI. Ejemplos de bacterias que exhiben parasitismo de fitopatogénos del suelo.
Bacteria Patógeno Ref.
Actinoplanes spp. Phytophthora megasperma
Pythium spp.
Arthrobacter spp. Pythium debaryanum
Bacillus spp. Sclerotium cepivorum
Corineformes Sclerotium cepivorum
Enterobacter agglomerans Rhizoctonia solani
Pseudomonas cepacia Pythium ultimum
Rhizoctonia solani
Sclerotium rolfsii
Serratia marcescens Rhizoctonia solani
Sclerotium rolfsii
Streptomyces griseoviridis Alternaria brassicola
Botrytis cinerea
Phomopsis sclerotioides
Mycocentrospora acerina
Sclerotinia sclerotiorum
Tabla VII. Ejemplos de inóculos microbianos que proporcionan protección cruzada ó resistencia sistémica
inducida a patógenos del suelo.
Planta Inoculante microbiano Patógeno controlado Resistencia Ref.
inducida
demostradaa
Clavel Fusarium oxysporum no ó menos patogénico Fusarium oxysporum f. sp. dianthi -
Pseudomonas sp. WCS417r F. oxysporum f. sp. dianthi √
Garbanzo Fusarium oxysporum no patogénico F. oxysporum f. sp. ciceris √
Pepino Colletotrichum orbiculare F. oxysporum f. sp. cucumerinum √
Fusarium oxysporum no patogénico F. oxysporum f. sp. cucumerinum √
F. oxysporum f. sp. niveum F. oxysporum f. sp. cucumerinum √
Pseudomonas spp. Pythium aphanidermatum √
Pseudomonas putida 89B-27 F. oxysporum f. sp. cucumerinum √
Serratia marcescens 90-166 F. oxysporum f. sp. cucumerinum √
Virus de la necrosis del tabaco F. oxysporum f. sp. cucumerinum √
Berenjena Fusarium oxysporum no patogénico MT0062 Verticillium dahliae -
Menta Verticillium nigrescens V. dahliae -
Arveja Fusarium oxysporum no patogénico Fusarium solani -
Rábano Pseudomonas sp. WCS374 F. oxysporum f. sp. raphani √
Pseudomonas sp. WCS417r F. oxysporum f. sp. raphani √
Batata F. oxysporum no patogénico F. oxysporum f. sp. batatas √
Tomate Fusarium spp. avírulento F. oxysporum f. sp. radicis-lycopersici -
Verticillium albo-atrum avírulento Verticillium dahliae -
F. oxysporum f. sp. dianthi F. oxysporum f. sp. lycopersici √
F. oxysporum MT0062 no patogénico F. oxysporum f. sp. lycopersici -
Sandia F. oxysporum f. sp. cucumerinum avírulento F. oxysporum f. sp. niveum -
F. oxysporum f. sp. niveum avírulento F. oxysporum f. sp. niveum -
Helminthosporium carbonum F. oxysporum -
a
La separación espacial ó temporal proporciona una clara evidencia de la respuesta mediada por el
hospedero.
Tabla VIII. Ejemplos de promoción del crecimiento vegetal siguiente a la aplicación de bacterias y hongos
a semillas, raíces ó medio de cultivo.
Microorganismo Planta Promoción del crecimiento observada Ref.
Bacteria
Arthrobacter citreus Canola Área foliar
Desarrollo
Azospirillum sp Tomate Emergencia
Peso seco total
Longitud radical y caulinar
Azotobacter chroococcum Tomate Emergencia
Peso seco total
Longitud radical y caulinar
Bacillus subtilis A-13 Algodón Crecimiento vegetal
Maní Desarrollo
B. subtilis GB03 Algodón Desarrollo
B. subtilis Cebolla Peso seco caulinar y radical
Altura caulinar
PGPRa Papa Peso radical
Rábano
Pseudomonas spp. Fríjol Peso caulinar y radical
Emergencia
Peso seco total
Pepino Emergencia
Peso caulinar y radical
Peso seco total
Guayule Peso seco caulinar
Lechuga Peso seco caulinar y radical
Melón Emergencia
Peso caulinar y radical
Peso seco total
Pimienta Emergencia
Peso caulinar y radical
Peso seco total
Papa Pesco fresco caulinar y radical
Desarrollo
Rábano Emergencia
Peso caulinar y radical
Peso seco total
Tabaco Emergencia
Peso caulinar y radical
Peso seco total
Tomate Emergencia
Peso caulinar y radical
Peso seco total
Trigo Peso seco caulinar y radical
Pseudomonas sp. Ps JN Papa Emergencia
Desarrollo de la planta
Desarrollo de los tubérculos
Pseudomonas fluorescens Canola Área foliar
Desarrollo
Arroz Altura de la planta
Tomate Emergencia
Peso caulinar y radical
Longitud caulinar y radical
Pseudomonas fluorescens E6 Clavel Peso fresco caulinar
portainjerto
Girasol
Vinca
Zinia
Pseudomonas putida Canola Área foliar
Desarrollo
Pseudomonas putida GR12-2 Canola Longitud radical
Serratia liquefaciens Canola Área foliar
Desarrollo
Streptomyces griseoviridis Brassica Desarrollo de la planta
Lechuga Desarrollo de la planta
Hongo
Rhizoctonia solani (binucleado) Pimienta Peso seco caulinar
Rhizoctonia solani (no patogénico) Zanahoria Peso fresco y seco
Algodón Peso fibra
Lechuga Peso fresco y seco
Papa Peso caulinar
Rábano Peso fresco y seco
Trigo Peso y desarrollo del grano
Hongo estéril Trigo Peso seco caulinar
Desarrollo
Hongo rojo estéril Cebada Peso fresco caulinar y radical
Garbanzo
Great brome
Alfalfa
Avena
Arveja
Colza (canola)
Ryegrass
Trébol subterráneo
Trigo
Trichoderma spp. Lechuga Peso fresco y seco caulinar
Caléndula Peso fresco y seco caulinar
Petunia Número de flores
Verbena
Trichoderma koningii T8 Tabaco Emergencia
Tomate Peso seco radical y caulinar
Trichoderma harzianum BR105 Pepino Emergencia
Tomate Peso seco radical y caulinar
Echada de flores
Trichoderma harzianum T-12 Rábano Peso seco
Tomate Emergencia
Peso seco y fresco radical y caulinar
Trichoderma harzianum T-95 Crisantemo Peso fresco y seco
Hierba doncella Altura
Petunia Peso fresco y seco
Rábano Peso seco
Tomate Emergencia
Peso seco caulinar
Trichoderma harzianum T-203 Fríjol Germinación
Pepino Germinación
Pimienta Altura
Peso seco
Área foliar
Rábano Germinación
Tomate Germinación
Trichoderma viride Lechuga Peso fresco caulinar
a
PGPR – Rizobacterias promotoras del crecimiento vegetal
Se piensa comúnmente que los efectos directos son mediados por la producción de
hormonas vegetales como las auxinas, citoquininas ó giberelinas. Es difícil obtener
evidencia inequívoca de su producción en suelo no esterilizado, aunque varios estudios
llevados a cabo en suelos estériles han implicado su participación. Por ejemplo, los
resultados a partir de un ensayo en bolsas con crecimiento gnotobiotic demostró que
Pseudomonas putida GR12-2 indujo consistentemente una significante elongación de las
raíces de canola (Brassica napus) comparada con los controles y se asocio con un
realzado peso caulinar y toma del fósforo radical y la subsiguiente transferencia a los
vástagos. Pseudomonas putida GR12-2 produjo ácido indol-1-acético (IAA) y fijo
nitrógeno (aunque a tasas 20 veces más lentes que Azotobacter vinelandii en base al
ensayo de reducción del acetileno), lo que puedo haber influenciado directamente el
crecimiento vegetal. Sin embargo, además también degrado el
1-aminociclopropano-1-carboxilato (ACC), el precursor inmediato del etileno, por lo
tanto aliviando potencialmente la normal inhibición mediada por etileno del desarrollo
radical. Similarmente, trabajos con cultivares de maíz (Zea mays), tomate (Lycopersicon
esculentum) y tabaco (Nicotiana tabacum) sugieren que se produjo un regulador de
crecimiento por Trichoderma spp. y que este está directamente involucrado con la
incrementada tasa de germinación de semillas y peso seco de vástagos y tallos siguiente a
la inoculación.
Puede también presentarse fijación asociada de nitrógeno con Azospirillum spp.,
Azotobacter spp., Bacillus spp. y posiblemente algunas Pseudomonas spp incrementando
el crecimiento vegetal directamente. La producción de vitaminas, la conversión de
material no utilizable a una forma que puede ser usada por la planta, y la mejorada
disponibilidad y toma de algunos minerales pueden también contribuir al fenómeno de
promoción del crecimiento. Significativamente, especialmente para los microbios que
van a ser usados comercialmente en el futuro, para importante entender el modo de acción
involucrado en la promoción del crecimiento para asegurar la reproducibilidad del efecto.
Una observación de la promoción del crecimiento per se puede ser muy limitada para
permitir que tome lugar un desarrollo aceptable, aunque la situación con Bacillus subtilies
GB03 y GB07 en EU puede desaprobar esta teoría.
Es importante acentuar en este punto que los microorganismos que forman
simbiosis mutualísticas con las plantas, como los hongos micorrícicos y las bacterias
fijadoras de nitrógeno que forman nódulos se conocen por estimular el crecimiento
vegetal en gran parte a través de los efectos nutricionales (aunque pueden estar
involucrados otros mecanismos – ver sección III. A. I), están más allá del alcance de esta
revisión. Se ha discutido en profundidad en todas partes la promoción del crecimiento por
estas simbiosis mutualísticas y estos libros y revisiones deben ser consultados para más
información del tema.
C – Competencia en la Rizosfera ←
Desde que Cook & Baker (1983) compilaron su lista de antagónica vitae ha ahbido una
continuo incremento estable en el número de antagonistas específicos que pretenden
actuar, ó que tienen el potencial, como agentes de control biológico de enfermedades. Se
han identificado varios antagonistas completamente nuevos. Por ejemplo, se ha
demostrado que Cylindrobasidium parasiticum, Phoma nebulosa, Pythium
acanthophoron, Pythium mycoparasiticum y Stachbotrys elegans son micoparásitos;
Aeromonas caviae, Cladorhinum foecundissimum y Penicillium simplicissimum han
demostrado potencial biocontrolador en invernadero ó en pruebas en ambientes
controlados y Minimedusa polysporum ha proporcionado biocontrol de Fusarium
oxysporum f. sp. narcissi en campo. Sin embargo, repetidas identificaciones orientadas
para grupos específicos de antagonistas, particularmente pseudomonas, Gliocladium spp.
y Trichoderma spp., han resultado en numerosos reportes de biocontrol con nuevas cepas
del mismo genero ó especie. Esta tendencia se ilustra claramente en las Tablas IX, X y XI,
que dan ejemplos de antagonistas específicos aplicados al suelo ó al medio de crecimiento,
semillas, bulbos y tubérculos y a esquejes y raíces. Las tablas han sido compiladas a partir
de más de 150 referencias recolectadas en los últimos cinco años. Es importante acentuar
que estas tablas no incluyen estudios netamente in vitro y en gran parte consisten en
bioensayos, pruebas en invernadero ó en campo que involucran plantas hospederas que
reflejan, por lo menos en algún grado, una posible condición de uso. Debido al corte
arbitrario desde el año 1990, algunos de los agentes biocontroladores más notables que
han demostrado dar biocontrol reproducible en pruebas reales en campo ó en invernadero,
incluyendo algunos que han pasado a la comercialización (Tabla XII), son pobremente
representados. Algunos, como Agrobacterium radiobacter K84 y K1026 para el control
de la agalla de la corona causada por Agrobacterium tumefasciens, y Phlebia
(Peniophora) gigantea para el control de la pudrición del tocón del pino causada por
Heterobasidion annosum, son productos maduros y necesitan poco desarrollo ulterior.
Sin embargo, otros como Pseudomonas fluorescens CHA0, P. fluorescens 2-79,
Fusarium oxysporum Fo47 no patogénico, Gliocladium virens G20 (GL21) y
Streptomyces griseoviridis aparecen repetidamente como trabajadores continuos para
examinar producción, formulación y modos de acción, y para intentar extender el rango
de hospederos para control incluyendo la combinación de antagonistas. Es más, hay
algunos antagonistas como Bacillus subtilis GB03 y MB1600 que han pasado durante
este periodo a través del aislamiento inicial, estudios ecológicos, modos de acción y
formulación para la comercialización, ilustrando la velocidad a la que puede tomar el
desarrollo si los científicos y la industria trabajan juntos exitosamente. Varios otros
antagonistas recién descritos mencionadas en las Tabla IX, X y XI pueden ameritar
similares estudios cooperativos.
Tabla IX. Ejemplos recientes de antagonistas aplicados a semillas, bulbos, y tubérculos que muestran potencial para proporcionar control biológico de fitopatógenos del suelo.
Antagonista Patógeno ó enfermedad Hospedero Medio de cultivo Técnica de inoculación Sitio Ref
Bacteria
Bacillus cereus UW85 Phytophthora megasperma f. sp. medicaginis Alfalfa Suelo Células diluidas ó recubriendo semillas Campo
B. subtilis AP183 Rhizoctonia solani Fríjol común Suelo Células recubriendo semillas Campo
B. subtilis GB03 Fusarium oxysporum f. sp. vasinfectum Algodón Suelo Células recubriendo semillas Campo
Rhizoctonia solan
B. subtilis 205 Rhizoctonia solani Semilla oleaginosa de colza Mezcla en maceta Células recubriendo semillas CEa
Bradyrhizobium japonicum Fusarium spp.→ Complejo pudrición radical Quimbombó Suelo Células recubriendo semillas Campo
Macrophomina phaseoli → presente en el Fríjol mung
Rhizoctonia solani → suelo Soya
Girasol
Enterobacter cloacae Pythium spp. Pepino Suelo Células recubriendo semillas Invernadero
Pseudomonas spp. (mezclas) Gaeumannomyces graminis var. tritici Trigo Suelo Células recubriendo semillas CE, invernadero y
campo
Pseudomonas spp. Fusarium oxysporum Abeto de Douglas Turba-vermiculita Semillas revestidas en suspensión celular CE
Pythium ultimum Algodón Suelo Células recubriendo semillas Campo
Rhizoctonia solani Células recubriendo semillas
P. aeruginosa S.7 Fusarium oxysporum f. sp. adzukicola Fríjol adzuki Suelo Células recubriendo semillas Invernadero
P. aeruginosa 7NSK2 Pythium sp. Tomate Película de Células recubriendo semillas + empapando Invernadero
nutrientes con células
P. aureofaciens 30-84 (= P. Gaeumannomyces graminis var. tritici Trigo Suelo Células recubriendo semillas Invernadero
chlororaphis 30-84)
P. aureofaciens AB254 (=P. Pythium ultimum Maíz Suelo Células recubriendo semillas Campo
fluorescens AB254)
P. cepacia AMMD Aphanomyces euteiches f. sp. pisi Arveja Suelo Células recubriendo semillas Invernadero/Campo
Pythium spp. Arveja Suelo Células recubriendo semillas Campo
P. cepacia B-17 F. oxysporum f. sp. adzukicola Fríjol adzuki Suelo Células recubriendo semillas Invernadero
P. cepacia J82rif Sclerotinia sclerotiorum Girasol Suelo Células dentro de la turba en semilla Campo
P. cepacia N245 Sclerotinia rolfsii Girasol Suelo Células en semillas Campo
P. cepacia UPR5C (= Macrophomina phaseolina Fríjol común Suelo Células empapando semillas Invernadero
Burkholderia cepacia UPR5C)
P. chlororaphis 30-84 Gaeumannomyces graminis var. tritici Trigo Suelo Células recubriendo semillas CE
P. fluorescens (+ Penicillium Pythium debaryanum Beetroot Mezcla en maceta Células recubriendo semillas Invernadero
spp.) P. ultimum
P. fluorescens P. ultimum Pepino Suelo Células recubriendo semillas Campo
Rhizoctonia solani
R. solani Canola Suelo Células recubriendo semillas Campo
Sclerotinia sclerotiorum Girasol Suelo Semillas empapadas en suspensión celular Campo
P. fluorescens AB254 P. ultimum Maíz Suelo Células recubriendo semillas y bioprimingCampo
P. fluorescens Pf-5 P. ultimum Pepino Suelo Células recubriendo semillas CE
P. fluorescens PRA25 Aphanomyces euteiches f. sp. pisi Arveja Suelo Células recubriendo semillas Invernadero/Campo
P. fluorescens Q2-87 G. graminis var. tritici Trigo Suelo Células recubriendo semillas CE
P. fluorescens Q292-80 Pythium spp. Garbanzo Suelo Células recubriendo semillas Campo
P. fluorescens S-2 F. oxysporum f. sp. adzukicola Fríjol adzuki Suelo Células recubriendo semillas Invernadero/Campo
P. fluorescens 2-79 G. graminis var. tritici Trigo Suelo Células recubriendo semillas CE
Invernadero
Campo
P. fluorescens 13-79 G. graminis var. tritici Trigo Suelo Células recubriendo semillas Campo
P. putida Sclerotinia sclerotiorum Girasol Suelo Semillas empapadas en suspensión celular Campo
P. putida NIR Pythium ultimum Pepino Suelo Células recubriendo semillas CE
Arveja Suelo Células recubriendo semillas CE/Invernadero
Soya
P. putida R104 Rhizoctonia solani Trigo Suelo Células recubriendo semillas CE
Rhizobium spp. Fusarium spp. → Complejo de pudrición Quimbombó Suelo Células recubriendo semillas Campo
Macrophomina phaseolina → radical presente Fríjol mung
Rhizoctonia solani → en el suelo Soya
Girasol
Streptomyces sp. Macrophomina phaseolina Fríjol mung Suelo Células recubriendo semillas Campo
Girasol
Streptomyces spp. F. oxysporum f. sp. lycopersici Tomate Suelo Células recubriendo semillas Invernadero
Verticillium albo-atrum
F. oxysporum f. sp. phaseoli Fríjol verde Células recubriendo semillas Invernadero
Streptomyces flaveus Y-1 F. oxysporum f. sp. adzukicola Fríjol adzuki Suelo Células recubriendo semillas Invernadero
Streptomyces griseoviridis Alternaria brassicicola Coliflor Compost en maceta Células recubriendo semillas Invernadero
Damping-off Pimienta Suelo Células recubriendo semillas Invernadero
F. oxysporum f. sp. narcissi Narciso Compost en maceta Bulbos sumergidos en suspensión de Invernadero
esporas
Bacteria no identificada Aspergillus flavus Maní Suelo Semillas empapadas en suspensión celular Invernadero/Campo
+ suelo empapado
Hongo
Gliocladium roseum Bipolaris sorokiniana Cebada Suelo Esporas aplicadas a las semillas Campo
Fusarium culmorum Trigo
Fusarium moniliforme Maíz Suelo Semillas empapadas en suspensión de Campo
esporas
G. virens Macrophomina phaseolina Fríjol mung Suelo Esporas aplicadas a las semillas Campo
Girasol
Pythium ultimum Algodón Suelo Esporas recubriendo semillas s CE
Idriella bolleyi Fusarium culmorum Trigo Suelo Esporas recubriendo semillas Campo |
Laetisaria arvalis Rhizoctonia solani Papa Suelo Micelios y esclerocios aplicados a Campo
tubérculos
Minimedusa polyspora F. oxysporum f. sp. narcisi Narciso Suelo Bulbos sumergidos en suspensión de Campo
esporas ó recubriendo bulbos
Paecilomyces lilacinus Macrophomina phaseolina Fríjol mung Suelo Esporas recubriendo semillas Campo
Girasol
Penicillium spp. (+ P. Pythium debaryanum Beetroot Mezcla en maceta Esporas recubriendo semillas Invernadero
fluorescens) P. ultimum
Penicillium oxalicum Pythium spp. Garbanzo Suelo Esporas recubriendo semillas Campo
Penicillium oligandrum Aphanomyces cochlioides Remolacha azucarera Suelo Oosporas comercialmente recubriendo CE
semillas
Pythium spp. Garbanzo Suelo Oosporas recubriendo semillas Campo
Rhizoctonia (binucleado) Rhizoctonia solani Pepino Suelo Grano colonizado adjunto Invernadero
Papa Suelo Grano colonizado adjunto Invernadero
Trichoderma harzianum Macrophomina phaseolina Fríjol mung Suelo Esporas recubriendo semillas Campo
Girasol
Pythium spp. Pepino¿ Suelo Rango de sistemas CE
T. harzianum 1295-22 Pythium ultimum Pepino Suelo Esporas recubriendo semillas Invernadero
T. viride F. oxysporum f. sp. sesame Sésamo Suelo Esporas recubriendo semillas Invernadero/Campo
Rhizoctonia solani
a
CE: Instalación con ambiente controlado
Tabla X. Ejemplos recientes de antagonistas específicos aplicados al suelo ó medio de crecimiento que muestran potencial para proporcionar control biológico de fitopatogénos
del suelo.
Antagonista Patógeno ó enfermedad Hospedero Medio de cultivo Técnica de inoculación Sitio Ref
Bacteria
Bacillus cereus UW85 Phytophthora medicaginis Alfalfa Vermiculita Células empapadas en el medio Campo
Phytophthora sojae Soya Suelo Células en formulación en granos de
arcilla aplicadas en surco
B. subtilis Fusarium solani f. sp. phaseolina→ Navy bean Suelo Células incorporadas al suelo Invernadero
Complejo
Pythium ultimum → pudrición radical
Rhizoctonia solani → presente en el suelo
B. subtilis spp. Phytophthora cactorum Manzano Suelo Suelo y tronco empapados con células Campo
B. subtilis EBW4 Enfermedad de resiembra del manzano Manzano Suelo Suelo empapado con células Campo
Bradyrhizobium japonicum Fusarium spp → Complejo pudrición Fríjol mung Suelo Suspensión celular empapada en banda Campo
radical. Quimbombó
Macrophomina phaseolina → presente en el Soya
Rhizoctonia solani → suelo Girasol
Enterobacter agglomerans Rhizoctonia solani Algodón Suelo Suspensión celular mezclada en el suelo Invernadero
Enterobacter aerogenes B8 Phytophthora cactorum Manzano Suelo Suelo y tronco empapados con suelos Campo
E. cloacae Pythium ultimum Lechuga Mezcla en maceta Células agregadas a la mezcla Invernadero
E. cloacae Sclerotinia homoecarpa Agróstide rastrera/ Suelo Células en fertilización superficial con Campo
espiguilla harina de maíz - arena
Pseudomonas spp. Pythium aphanidermatum Pepino Lana mineral Suspensión celular añadida CE
Pythium ultimum Algodón Suelo Inóculo en turba en banda Campo
Rhizoctonia solani Algodón Suelo Inóculo en turba en banda Campo
Pseudomonas aureofaciens Phytophthora megasperma Esparrago Mezcla turba/arena Células empapadas en el medio Invernadero
PA147-2
Pseudomonas cepacia Phytophthora cinnamomi Protea Mezcla en maceta Células empapadas en el medio CE é invernadero
Pythium ultimum Pepino Suelo Células empapadas en el medio Invernadero
Rhizoctonia solani Algodón Suelo Células empapadas en el medio Invernadero
Sclerotium rolfsii Fríjol Suelo Células empapadas en el medio Invernadero
P. cepacia 89 G-120 Rhizoctonia solani Algodón Suelo Células rociadas en banda Campo
Pseudomonas corrugata Pythium aphanidermatum Pepino Lana mineral Células empapadas en el medio Invernadero
P. corrugata 2140 Gaeumannomyces graminis var. tritici Trigo Suelo Células empapadas en el suelo Invernadero
Pseudomonas fluorescens Pythium aphanidermatum Pepino Lana mineral Células empapadas en el medio Invernadero
P. fluorescens CHA0 Fusarium oxysporum f. sp. cucumerinum Pepino Suelo artificial Células empapadas en el medio CE
G. graminis var. tritici Trigo Suelo artificial Células empapadas en el medio CE
Phomopsis sclerotioides Pepino Suelo artificial Células empapadas en el medio CE
Pythium ultimum Berro Suelo Células empapadas en el medio CE
Pepino
Maíz
Trigo
Rhizoctonia solani Maíz Suelo artificial Células empapadas en el medio CE
Thielaviopsis basicola Tabaco Suelo artificial Células empapadas en el medio CE
P. fluorescens CH33 Pythium aphanidermatum Pepino Lana mineral Células empapadas en el medio Invernadero
P. fluorescens M24 Phytophthora cinnamomi Jacarandá Mezcla turba-arena Inóculo en salvado – arena añadido al Invernadero
medio
P. fluorescens WCS417r Fusarium oxysporum f. sp. dianthi Clavel Lana mineral Células empapadas en el medio Invernadero
F. oxysporum f. sp. raphani Rábano Lana mineral Células empapadas en el medio Invernadero
Pseudomonas putida F. oxysporum f. sp. dianthi Clavel Lana mineral Células empapadas en el medio Campo
WCS358
Rhizobium spp. Fusarium spp.→ Complejo pudrición radical Fríjol mung Suelo Suspensión celular empapada en banda Campo
Macrophomina phaseolina → presente en Quimbombó
Rhizoctonia solani → el suelo Soya
Girasol
Streptomyces griseoviridis Damping-off Pimienta Suelo Células rociadas en el suelo Invernadero
Hongo
Chaetomium globosum Sclerotium cepivorum Cebolla Suelo Inóculo en salvado – arena incorporado Campo
en el medio
Chaetomium globosum Cg-13 Pythium ultimum Remolacha azucarera Suelo Inóculo en salvado de trigo añadido al CE
suelo
Cladorrhinum Rhizoctonia solani Berenjena Suelo Inóculo en salvado incorporado en el CE
foecundissimum Pimienta Mezcla sin suelo medio
Remolacha azucarera Mezcla sin suelo
Coniothyrium minitans Sclerotinia sclerotiorum Zanahoria Suelo Esporas rociadas a las plantas y suelo Campo
Lechuga Suelo Harina de maíz-perlita y otros inóculos Invernadero/Campo
incorporados al suelo
Semilla oleaginosa de colza Suelo Harina de maíz-perlita y otros inóculos Campo
incorporados al suelo. Esporas aplicadas
al suelo y residuos del cultivo
Coniothyrium minitans (± Sclerotinia sclerotiorum Girasol Suelo Inóculo en salvado de trigo añadido en la Campo
Talaromyces flavus) siembra en banda
Fusarium heterosporum Sclerotinia homoecarpa Agróstide rastrera Suelo Inóculo en harina de maíz – arena Campo
añadido como fertilización superficial
Fusarium oxysporum (no F. oxysporum f. sp. cucumerinum Pepino Suelo Clamidosporas incorporadas al suelo Invernadero
patogénico) F. oxysporum f. sp. dianthi Clavel Suelo Esporas incorporadas al suelo Campo
F. oxysporum Fo47 (no F. oxysporum f. sp. lycopersici Tomate Turba – perlita Esporas incorporadas al medio Invernadero
patogénico) F. solani Arveja Suelo Esporas incorporadas al suelo CE
(± Pseudomonas spp.) F. oxysporum f. sp. lini Lino Suelo/lana mineral Microconidias incorporadas/empapadas Invernadero
en el medio
(± Pseudomonas C7) F. oxysporum f. sp. radicis-lycopersici Tomate Lana mineral Microconias empapadas en el medio Invernadero
(± Pseudomonas WCS538) F. oxysporum f. sp. dianthi Clavel Lana mineral Microconias empapadas en el medio Invernadero
F. oxysporum MT0062 (no F. oxysporum f. sp. lycopersici Tomate Suelo Mezcla zeolita–esporas aplicada al suelo Invernadero
patogénico) Verticillium dahliae Berenjena Suelo Mezcla zeolita–esporas aplicada al suelo Invernadero
F. oxysporum 618-12 (no F. oxysporum f. sp. dianthi Clavel Lana mineral/suelo Suspensión de esporas empapada en el Invernadero
patogénico) medio
F. solani Arveja Suelo Esporas incorporadas al suelo CE
F. oxysporum f. sp. niveum F. oxysporum f. sp. niveum Sandía Suelo Plántulas y raíces empapadas con Campo
(no patogénico) suspensión de esporas
Gaeumannomyces graminis Gaeumannomyces graminis var. tritici Trigo Suelo Inóculo en granos de avena incorporados Campo
var. graminis al suelo
G. graminis var. graminis (± G. graminis var. tritici Trigo Suelo Inóculo en granos de avena añadido en Campo
Pseudomonas spp.) banda
Gliocladium roseum Verticillium dahliae b Suelo Cultivo en salvado – vermiculita CE
incorporado en el suelo
Gliocladium virens Fusarium solani f. sp. phaseoli → Complejo Navy bean Suelo Esporas incorporadas al suelo Invernadero
Pythium ultimum → pudrición radical
Rhizoctonia solani → presente en el suelo
G. virens Phytophthora cactorum Manzano Mezcla en maceta Inóculo en turba – salvado incorporado Invernadero
en el medio
Manzano Suelo Inóculo en turba – salvado incorporado Invernadero
Rhizoctonia solani en el medio
Suelo Vermiculita – salvado y biomasa CE
fermentada añadido al suelo
Zanahoria Suelo Salvado – prill incorporados en el suelo Campo
G. virens GL-3 Sclerotium rolfsii Fríjol Suelo Pyrax- biomasa fermentada incorporada CE
al suelo
Biomasa fermentada formulada CE
incorporada al suelo
G. virens GL-21 Rhizoctonia solani Zinia Mezcla en maceta sin Formulación prill-alginato incorporado CE
suelo en el medio
Zanahoria Suelo Inóculo en turba-salvado incorporado en Campo
el medio
G. virens G2 Pythium ultimum Pepino Turba Inóculo en turba-salvado incorporado en CE
el medio
G. virens G-6 Rhizoctonia solani Algodón Suelo Inóculo en millo-vermiculita CE
incorporado al medio
G. virens G20 (≈GL21) Pythium ultimum Lechuga Mezcla en maceta Biomasa fermentada incorporada al Invernadero
Zinia Mezcla en maceta sin suelo CE
suelo Cultivo en salvado de trigo ó
formulación alginato-prill incorporada al
medio
Glomus sp. Phytophthora cinnamomi Piña Suelo Esporas, hifas, raíces y medio a partir de CE
cultivo en maceta incorporados al medio
Glomus fasciculatum Fusarium moniliforme Cardamomo Suelo Esporas, hifas, raíces y medio a partir de Campo bajo sombra
cultivo en maceta incorporados al medio
G. intraradices Pythium ultimum Caléndula Suelo Esporas, hifas, raíces y medio a partir de Invernadero
cultivo en maceta incorporados al medio
G. mosseae Pythium ultimum Caléndula Suelo Esporas, hifas, raíces y medio a partir de Invernadero
cultivo en maceta incorporados al medio
Laccaria bicolor Fusarium oxysporum Pino oregón Agar Bloques de agar con micelio CE
Laetisaria arvalis Rhizoctonia solani Algodón, lechuga, rábano Suelo Cultivo en salvado incorporado al suelo Invernadero
remolacha azucarera
Paxillus involutus Fusarium moniliforme Pinus resinosa Turba-perlita/vermiculita Preparación micelial incorporada CE
Fusarium oxysporum
Penicillium funiculosum Phytophthora spp. Azalea Tuba-perlita Inóculo en turba-salvado incorporado al Invernadero
Naranjo dulce medio
Penicillium oxalicum Fusarium oxysporum f. sp. lycopersici Tomate Suelo Esporas remojadas en el suelo Invernadero
Phialophora sp. Gaeumannomyces graminis var. tritici Trigo Suelo Inóculo en grano de cebada incorporado Campo
al suelo
Phytophthora parasitica var. Phytophthora parasitica Cathatanthus roseus Turba-Vermiculita Grano colonizado en tierra incorporado Invernadero
nicotianae al medio
Pythium acanthicum Rhizoctonia solani Zanahoria Suelo Inóculo en grano colonizado Invernadero
incorporado al suelo
Pythium nunn Phytophthora spp. Azalea Turba Inóculo en grano de cebada incorporado Invernadero
Naranja dulce al medio
Pythium nunn (± Trichoderma Pythium ultimum Pepino Suelo Tejido micelial de P. nunn añadido al Invernadero
harzianum T-95) suelo
Pythium oligandrum Pythium ultimum Berro Suelo Preparaciones de oosporas incorporadas CE
al suelo
Rhizoctonia (binucleada) Rhizoctonia solani Ají Suelo Grano colonizado y otro inóculo CE/Invernadero
orgánico incorporados en el medio
Pepino Inóculo en grano colonizado Campo,
incorporado al medio Invernadero
Papa Inóculo en grano colonizado añadido en Campo
banda
Sporidesmium sclerotivorum Sclerotinia minor Lechuga Preparación de micelio y esporas Campo
añadida al suelo
Hongo rojo estéril G. graminis var. tritici Trigo Suelo Inóculo en grano colonizado añadido al CE
suelo
Talaromyces flavus Verticillium dahliae Berenjena Suelo Formulaciones alginato-prill con carriers Invernadero
orgánicos añadidos al suelo
Talaromyces flavus (± Sclerotinia sclerotiorum Girasol Suelo Inóculo en salvado de trigo añadido en la Campo
Coniothyrium minitans) siembra en banda
Talaromyces flavus Tf-1 Verticillium dahliae Berenjena Mezcla en maceta/Suelo Esporas empapadas en el medio CE
Trichoderma sp. C62 Sclerotium cepivorum Cebolla Suelo Inóculo en salvado-arena incorporado al Campo
suelo
Trichoderma spp. G- graminis var. tritici Trigo Suelo Esporas añadidas al suelo CE
Phytophthora cactorum Manzano Mezcla en maceta Inóculo en turba-salvado incorporado al Invernadero
medio
Phytophthora cryptogea Gerbera Turba Esporas incorporadas al medio Invernadero
Pythium ultimum Pepino Turba Inóculo en turba-salvado incorporado al CE
medio
Rhizoctonia solani Lechuga Compost en maceta Inóculo en turba-salvado incorporado al Invernadero
medio
Lechuga Suelo Inóculo en harina de maíz-perlita Invernadero
incorporado al medio
Suelo Vermiculita-salvado y biomasa CE
fermentada incorporados al medio
Trichoderma hamatum Rhizoctonia solani Rábano Corcho de madera dura Esporas añadidas al medio de CE
compostado crecimiento
Trichoderma harzianum Fusarium graminearum Suelo Conidias esparcidas en el suelo Campo
Glomerella glycines
Macrophomina phaseolina
Trichoderma harzianum Pythium ultimum Lechuga Mezcla en maceta Inóculo en biomasa fermentada añadido Invernadero
al medio
T. harzianum MTR 35 F. oxysporum f. sp. radicis lycopersici Tomate Lana mineral Suspensión de esporas empapadas en el Invernadero
medio
T. harzianum ThzIDI Sclerotinia sclerotiorum Suelo Formulación alginato-peletizado Campo
añadida al suelo
T. harzianum T.95 Pythium ultimum Pepino Suelo Conidias de T. harzianum aplicadas a la Invernadero
semilla
Trichoderma koningii Sclerotium rolfsii Tomate Suelo Polvo micelial ó esporas germlings Campo
añadidos al suelo
Sclerotinia sclerotiorum Suelo Suspensión de esporas añadida al suelo Campo
Typhula phacorrhiza Typhala ishikariensis (ambos presentes) Agróstide rastrera Suelo Grano colonizado aplicado como Campo
Typhala incarnata abonado superficial
Verticillium biguttatum Rhizoctonia solani Papa Suelo Conidias aplicadas al suelo Campo
Tabla XI. Ejemplos recientes de antagonistas específicos aplicadas a esquejes y raíces que muestran potencial para proporcionar control biológico de fitopatógenos del suelo.
Antagonista Patógeno ó enfermedad Hospedero Medio de cultivo Técnica de inoculación Sitio Ref
Bacteria
Agrpbacterium radiobacter Agrobacterium tumefaciens Durazno Suelo Raíces heridas sumergidas en turba con Campo
K84; K1026 suspensión de células
Bacillus spp. Rhizoctonia solani Algodón Suelo Raíces recortadas sumergidas en Invernadero
Sclerotium rolfsii suspensión celular
Bacillus subtilis EBW4 Enfermedad de resiembra Manzano Suelo Raíces sumergidas en suspensión celular Campo
Pseudomonas sp. WCS417r Fusarium oxysporum f. sp. dianthi Clavel Suelo Raíces sumergidas en suspensión celular Invernadero
Pseudomonas sp. Rhizoctonia solani Poinsetia Suelo Raíces sumergidas en suspensión celular Invernadero
Fusarium oxysporum f. sp. Lycopersici Tomate
F. oxysporum f. sp. Vasinfectum Algodón
Sclerotium rolfsii Fríjol
P. cepacia Phytophthora cinnamomi Protea Oasis block/mezcla Drench celular Invernadero
en maceta
P. cepacia 5.5B Rhizoctonia solani Poinsetia Cubos de Células en raíces y cubos Invernadero
poliespuma
P. putida WCS 358r Fusarium oxysporum f. sp. dianthi Clavel Suelo Raíces sumergidas en suspensión celular Invernadero
P. putida 89B-27 F. oxysporum f. sp. cucumerinum Pepino Mezcla en maceta Raíces sumergidas en suspensión celular Invernadero
Serratia marcescens 90-166 F. oxysporum f. sp. cucumerinum Pepino Mezcla en maceta Raíces sumergidas en suspensión celular Invernadero
Streptomyces griseoviridis F. oxysporum f. sp. Dianthi Clavel Suelo Raíces sumergidas en suspensión celular + Invernadero
aspersión con células en el suelo
Hongo
Fusarium spp. Fusarium oxysporum f. sp. cyclaminis Ciclamino Mezcla en maceta Raíces sumergidas en suspensión de Invernadero
esporas + células incorporadas en la
mezcla en maceta
Fusarium spp. (no patogénico) F. oxysporum f. sp. radicis-lycopersici Tomate Turba/suelo Cultivo homogenizado en agar aplicado a Invernadero
las raíces
F. oxysporum (no patogénico) F. oxysporum f. sp. dianthi Clavel Suelo Esquejes sumergidos en suspensión de Campo
esporas
F. oxysporum f. sp. dianthi F. oxysporum f. sp. lycopersici Tomate Suelo Raíces sumergidas en suspensión de Invernadero
esporas
Pacilomyces lilacinus 6.2F Rhizoctonia solani Poinsettia Cubos de Esporas ubicadas en los cubos Invernadero
poliespuma
Verticillium chlamydosporium Phytophthora capsici Pimienta Suelo Ráices sumergidas en suspensión de Invernadero
esporas
Aunque no es una muestra completamente integral de la literatura, son apreciables un rango
de otras características a partir de las Tablas IX, X, y XI. Por ejemplo, Pseudomonas spp. fueron los
antagonistas bacterianos más frecuentemente reportados independiente del método de aplicación.
Los aislados de Bacillus spp., Enterobacter spp., y Streptomyces sp.. también aparecen repetidamente
en las tablas a una frecuencia menor, aunque Enterobacter spp. no fueron reportados tal como son
aplicados exitosamente directamente a las raíces ó esquejes. Se registraron otros numerosos
antagonistas bacterianos pero solo esporádicamente. En conjunto, el tratamiento a la semilla fue
generalmente el método de aplicación de elección para bacterias mientras que los hongos fueron
comúnmente aplicados al suelo, medio de crecimiento, raíces ó esquejes. Los reportes de uso exitoso
de antagonistas fungosos fueron dominados por Gliocladium spp. y Trichoderma spp. y estos dos
antagonistas fueron aplicados a igual frecuencia a semillas, suelo ó medio de crecimiento. Fusarios
no patogénicos fueron repetidamente aplicados al suelo y medio de crecimiento, raíces ó esquejes
pero no a las semillas. De manera interesante, fueron usados regularmente los aislados de micorrizas
arbusculares del género Glomus como antagonistas, aplicados al suelo ó medio de crecimiento. Hay
también varios reportes de intentos de combinar diferentes aislados de bacterias, diferentes aislados
de hongos, ó mezclas de bacterias y hongos juntos, expresando ulteriormente la tendencia en la
investigación discutida en la sección III. Además, algunos investigadores han examinado la
posibilidad de aplicar antagonistas a residuos del cultivo para romper el ciclo del patógeno. Estos
novedosos sistemas de biocontrol para patógenos del suelo pueden ser prácticos comercialmente, al
proporcionar una cantidad no excesiva del inóculo requerido para el control
Son discutidos en más detalle abajo varios aspectos de selección, producción del inóculo,
formulación y aplicación relacionando con el uso de antagonistas específicos.
A. Selección y Filtrado ←
Han sido revisados ampliamente recientemente los aspectos teóricos y prácticos de la selección de
agentes controladores de enfermedades con potencial biológico y los subsiguientes procedimientos
de filtrado para verificar la eficiencia comparativa. Consecuentemente, solo serán descritos aquí los
principios básicos involucrados en estos procedimientos.
El primer paso en cualquier programa de control biológico de enfermedades concierne al
aislamiento inicial de antagonistas potenciales. Se han usado varias aproximaciones sin ningún
sistema individual aparentemente más exitoso que otro. Por ejemplo, han sido seleccionados
microorganismos antagonistas a partir de ambientes deseados para su uso como suelos, semillas ó
raíces. Puede aún no estar presente el patógeno de interés. Esto se base en la suposición de que
cualquier antagonista estará ecológicamente adaptado a este ambiente y será capaz de sobrevivir y
expresar actividad cuando se reaplique como un agente biocontrolador. Han sido aislados grandes
colecciones de bacterias y hongos de esta forma.
Otra exitosa aproximación, ya mencionada en la sección II, ha sido aislar antagonistas a partir
de suelos supresitos a un patógeno en particular. Ciertamente Streptomyces griseoviridis y Fusarium
oxysporum Fo47 no patogénico, que son partes activasen productos comerciales ó casi comerciales
Mycostop y Fusaclean, respectivamente (Tabla XII), fueron aislados de esta forma a partir de turba y
suelo supresitos. Alternativamente, han sido ubicados propágulos ó micelios de patógenos en el suelo
como cebos desde donde han sido aislados antagonistas. En este caso, los antagonistas pueden tener
el potencial de atacar el patógeno y pueden también estar adaptados al ambiente donde el patógeno es
activo. Este procedimiento ha sio aplicado particularmente para obtener antagonistas a partir de
esclerocios de varios patógenos incluyendo especies de Sclerotinia y Sclerotium, Typhula incarnata
y Phymatotrichum omnivorum así como parásitos de esporas de las especies de los oomicetos. Más
aún, como un extensión de esta aproximación, en base a la suposición de que el biocontrol en el
ambiente puede llevarse a cabo a través de la actividad de enzimas que puedan degradar componentes
de células fungosas, han sido también seleccionados antagonistas a partir de suelo enriquecidos con
materiales como quitina y laminarina.
Tabla XII. Ejemplos de antagonistas disponibles ó en el proceso de registro para uso en preparaciones comerciales de
biocontrol de enfermedades por fitopatógenos del suelo.
Antagonista Patógeno(s) blanco/actividad Enfermedad/Hospedero Nombre del Producto y Fuente
Agrobacterium radiobacter Agrobacterium tumefaciens Agalla de la corona en crucíferas, Diegall (Fruit Growers Co., NZ);
rosas y árboles frutales Galltrol (AgBio Chem, Inc., CA,
USA); NoGall (Root Nodule Pty
Ltd, Bio-Care Technology Pty
Ltd Australia); Norbac 84-C
(New BioProducts Inc., CA,
USA)
Bacillus spp. Rhizoctonia cerealis; promotor Arroz y otros cultivos (Gobierno Chino)
del crecimiento
Bacillus subtilis Pythium ultimum Camping-off y pudriciones Kodiak (A-13) y Epic (MBI600)
Rhizoctonia solani; radicales del algodón y (Gustafson, Inc., TX, USA)
Fusarium spp; promotor del leguminosas
crecimiento
Varios hongos Verduras Bactophyt (NPO Vector,
Novosibirsk, Russia)
Patógenos de plántula Cultivos en campo System 3 (GB03) (Helena
Chemical Co., TN, USA)
Pseudomonas (Burkholderia) Fusarium spp; Pythium spp; Algodón, maíz y verduras Intercept (Soil Technologies,
cepacia Rhizoctonia solani Fairfield, IA, USA)
Fusarium spp; Pythium spp; Semillas de verduras Blue Circle y Deny (CTT
Rhizoctonia solani Corporation, Carlsbad, CA,
USA)
Pseudomonas fluorescens Fusarium oxysporum f. sp. Damping-off ó marchitación del BioCoat (S&G Seeds, BV, the
rapan rábano Netherlands)
Pseudomonas solanacearum (no Pseudomonas solanacearum Verduras PSSOL (Natural Plant
patogénico) Protection, Nogueres, France)
Streptomyces griseoviris Fusarium spp; Pythium spp. y Ornamentales y verdures Mycostop (K61) y Stimagrow
otros (Kemira Agro Oy, Helsinki,
Finland)
Hongo
Coniothyrium minitans Sclerotinia sclerotiorum Girasol Coniothyrin (Gob. Ruso)
Sclerotinia minor, Verduras y cultivos en campo Contans (Prophyta Biologischer
S. sclerotium Pfanzenschutz GMBH, Germ)
Fusarium oxysporum (no Fusarium oxysporum f. sp. Fusariosis de la papa dulce -(Gobierno Japonés)
patogénico) batatas Fusariosis del clavel y del tomate Fusaclean (Fo47) (Natural Plant
Fusarium oxysporum Protection, Nogueres, France)
Fusariosis de la albahaca, clavel y Biofox-C (S.I.A.P.A., Bologna,
tomate Italy)
Gaeumannomyces graminis var. Gaeumannomyces graminis Take-all del trigo -(Bio-Care Technology, Pry Ltd,
graminis var. tritici Australia)
Gliocladium catenulatum Pythium spp. Verduras Primastop (Kemira Agro Oy,
Helsinki, Finland)
Gliocladium virens Pythium ultimum; Damping-off de plantas en GlioGard y SoilGard
Rhizoctonia solani camellón (GL-21)(Grace Sierra Co., MD,
USA)
Peniophora (Phlebia) gigantea Heterobasidionº annosum Pudrición caulinar y radical del Pg suspensión (Ecological
pino Laboratory Ltd, UK) Rotstop
(Kemira Agro Oy, Helsinki,
Finland)
Phialophora sp. Gaeumannomyces graminis Take-all del trigo -(Bio-Care Technology, Pty Ltd,
var. tritici Australia)
Pythium oligandrum Pythium ultimum Damping-off de la remolacha Polygandron (Vyzkummy ustov
azucarera rastlinnej, Slovak Republic)
Trichoderma spp. Botrytis, Pythium, Sclerotinia y Frutas y verdures Trichodermin (Bulgarian and
Verticillium spp. Soviet Gobernments)
Trichoderma spp. Varios hongos Frutas y verdures Promot (J.H. Biotech, Inc,
Ventura, CA, USA) Solsain,
Hors-solsain, Plantsain
(Prestabiol, Montpellier, France)
Pythium spp; Rhizoctonia Plantas en camellón ANTI-FUNGUS
solani (Grondontsmettingen De
Ceuster, Belgium)
Pythium spp; Rhizoctonia Cultivos en campo y verdures TY (Mycontrol, Israel)
solani; Sclerotium rolfsii
Trichoderma harzianum Fusarium spp; Pythium Damping-off y pudrición radical F-Stop (TGT, Inc., NY, USA)
ultimum; Rhizoctonia solani de verdures y cultivas de hilera
Fusarium spp; Pythium Rango de cultivos, ornamentales y T-22G y T-22HB (TGT, Inc.,
ultimum; Rhizoctonia solani; césped NY, USA)
Sclerotinia homeocarpa
Varios hongos Supraavit (Boneegard y Reitzel,
Fusarium spp; Rhizoctonia Cultivos en campo y verduras Denmark)
solani Honey fungus of trees T-35 (Makhteshim, Israel)
Armillaria mellea Frutas y verduras Harzian 20 (Natural Plant
Pythium spp; Sclerotinia spp. Protection, Noguerres, France)
Harzian 10 (Natural Plant
Protection, Noguerres, France)
T. harzianum + T. polysporum Armillaria mellea Honey fungus of trees BINAB-T y W (Bio-Innovation
AB, Töreboda, Sweden)
Heterobasidion annosum Pudrición caulinar y radical del
pino
T. harzianum + T. viride Chondrostereum purpureum Enfermedad de la hoja plateada de Trichodowels, Trichojet y
la pepita de pera y árboles de frutos Trichoseal (Agrimm
de drupa Technologies Ltd, New Zealand)
Varios hongos Varios hospederos Trichopel (Agrimm
Technologies Ltd, NewZealand)
Trichoderma viride Phytophthora spp. Ornamentales Bip T (Poland)
Micorrizas vesiculo-arbusculares Pythium spp.?; promoción del Pepino Vaminoc (AGC Microbio,
crecimiento Cambridge, UK)
Habiendo obtenido una colección de antagonistas, ellos luego son filtrados para una actividad
biocontroladora reproducible. En la mayoría de los casos esto involucra un bioensayo que intente
imitar, en algún grado, las condiciones donde se requiere que actúe el biocontrol. Debido al gran
número de microorganismos que frecuentemente son filtrados, varios miles en algunos casos, esto
puede ser un ejercicio costoso que consume tiempo. Tiene que hacerse un trueque entre el realismo de
la prueba de filtrado y la efectividad-costo. Consecuentemente, para la economía, simple y rápida.
este frecuentemente involucra bioensayos en plántulas llevados a cabo bajo condiciones controladas
para minimizar las variables ambientales que influencian constantemente la reproducibilidad. Esto es
ilustrado en la frecuente presencia de tales pruebas basadas en plántulas en las Tablas IX, X y XI. Es
más, las enfermedades de plántulas causadas por patógenos como Pythium spp. y Rhizoctonia solani
son grandes problemas por si mismos y, ya que pueden ser controlados efectivamente biológicamente
si la protección puede ser proporcionada en el breve periodo susceptible ó “ventana de oportunidad”
a la infección, esto ulteriormente explica el gran número de filtrados para agentes biocontroladores
para estos patógenos.
Los aislados exitosos a partir de los filtrados primarios sufren alguna forma de filtrado
secundario más complejo. Este puede involucrar el uso de plantas más viejas ó diferentes cultivares,
variando las condiciones ambientales, el uso de un rango de suelos ó medios de cultivo, ó diferentes
formas de inóculo del antagonistas y cepas del patógeno. En algunos casos, el filtrado puede
expandirse para probar la eficiencia contra otros patógenos y plantas, y si es aún aparentemente
efectivo, las pruebas se extienden para considerar el impacto ambiental y seguridad. Eventualmente,
el procedimiento de filtrado culmina en pruebas en invernadero ó campo a gran escala relevantes a la
combinación hospedero-patógeno en consideración.
Significativamente, los estudios en platos de agar in vitro que sostienen poca ó ninguna
similitud con las condiciones ambientales ó microbiológicas en campo, y no pueden considerar a
antagonistas que actúan a través de resistencia inducida, competencia ó promoción del crecimiento
vegetal, son usados menos frecuentemente como un filtrado primario que anteriormente. No obstante,
los estudios in vitro pueden proporciona datos útiles sobre los parámetros de crecimiento de los
antagonistas y estos pueden ayudar con la subsiguiente producción del inóculo. La información sobre
la producción de antibióticos, sideróforos, y enzimas líticas así como parasitismo puede ser obtenida
a partir de estudios in vitro y de esta forma las pruebas pueden tener algún valor. De hecho, si se ve
uno de estos modos de acción como la principal ó única razón de la actividad contra un patógeno
específico, pueden ser factibles filtrados dirigidos in vitro, en base a obtener más aislados con la
misma ó mayor actividad en este modo de acción. Por lo tanto, el entendimiento de las limitaciones ó
ventajas de ambos bioensayos in vitro y estudios in vivo son de clave importancia en el desarrollo de
exitosos agentes biocontroladores.
Una vez que una agente de control biológico ha mostrado actividad reproducible en una series de
pruebas de filtrado, necesitan considerar los métodos para la producción, formulación y aplicación
del inóculo en relación al cultivo, enfermedad y ambiente de uso. La producción de cantidades
considerables de células viables y activas, esporas ó biomasa es el primer paso en este procedimiento.
Se ha usado para este propósito ambos fermentación de sustratos líquidos y sólidos.
Se ha argumentado que la fermentación líquida es la aproximación preferida para la
producción de biomasa en países de Europa y Nortemérica, donde ya se han presentado grandes
sistemas de fermentación en tanques. Ciertamente todos los antagonistas bacterianos comerciales y
varios de los hongos enlistados en la Tabla XII son producidos por este método. Son posibles
sustratos adecuados materiales baratos como la melaza, levadura de cerveza, chicha, sulphite waste
liquor, y semilla de algodón y harinas de soya. Ciertamente, se ha usado ampliamente los medios en
base líquida en melazas y melaza-levadura para la producción de antagonistas como Pythium
oligandrum, Gliocladium y Trichoderma spp.
Significativamente, para antagonistas fungosos, se han producido exitosamente en cultivo los
tipos de esporas requeridos por eficacia y que puedan soportar los rigores de la subsiguiente
formulación y aplicación. Por ejemplo, fueron producidas clamidosporas de Gliocladium y
Trichoderma spp. en medio de melaza-levadura y fueron producidas oosporas de Pythium
oligandrum en medios en base a melaza. De manera interesante, los estudios recientes han sugerido
que en vez de usar oosporas de P. oligandrum, que germinan lentamente y erráticamente, como
propágulos para biocontrol, las zoosporas enquistadas pueden ser una alternativa útil. Sin embargo,
queda por vez si puede desarrollarse un sistema realista de fermentación líquida de estos propágulos.
La fermentación líquida puede tener ventajas en permitir el control continuo de los nutrientes,
el pH, la temperatura y otros parámetros ambientales que pueden ayudar a optimizar la producción de
biomasa, la cantidad y calidad de las esporas, y reducir el riesgo de contaminación. Por ejemplo, el
cambiar la relación C:N del medio influyo la cantidad y calidad de esporas en Gliocladium y
Trichoderma spp. y Pythium oligandrum, la adición de materiales orgánicos complejos como jugo
V8, extracto de levadura ó peptona proteasa incrementó la producción de conidias en Trichoderma
harzianum, la adición de osmóticos como polietilenglicol mejoró la producción de conidias de T.
harzianum y la resistencia de las conidias a la desecación. La fermentación líquida también permite
que la cinética del crecimiento y esporulación sea examinada y de este forma manipulada. Por
ejemplo, inusualmente, se encontró que Idriella bolleyi forma esporas fácilmente en cultivos líquidos
sumergidos, iniciando la esporulación durante el crecimiento exponencial después de solo 1-2 días.
Tal velocidad de esporulación puede sugerir un fermentación más costo-efectiva que puede ser
lograda con este hongo contra otros como Gliocladium, Talaromyces y Trichoderma spp., que
pueden requerir 4-7 días para que sean obtenidas cantidades satisfactorias de biomasa.
Un extensión del procedimiento de fermentación líquida involucra la adición de medio
líquido al soporte inerte. Esto puede tener la ventaja de proporcionar un inóculo sólido para el
subsiguiente uso y, para hongos, frecuentemente estimula la esporulación en aislados que pueden
fallar en la esporulación ó solo esporular pobremente en cultivos líquidos.Por ejemplo, Rhizobium y
Pseudomonas han sido cultivados en vermiculita suplida con nutrientes, Trichoderma harzianum ha
sido producida en gránulos de tierra de diatomeas impregnados con melaza 10% y Sporidesmium ha
sido cultivado en vermiculita humedecida con medio líquido.
El método alternativo de producción de inóculo involucra el uso de fermentación de sustrato
sólido. Se ha investigado un rango de materiales que incluyen productos de desperdicio agrícola
relativamente baratos como sustratos para la producción de antagonistas ambos bacterianos y
fungosos. Estos incluyen polvo de alfalfa, bagazo de caña de azúcar, paja de trigo y arroz, tusas,
corcho, aserrín, compost, varios granos, salvado y turba, solos ó en combinación, frecuentemente
mezclados con rellenos inertes como agentes de abultamiento como la vermiculita ó perlita. Este
sistema es particularmente útil para laboratorios a pequeña escala , invernadero ó pruebas en campo
que requieren facilidades mínimas para producir inóculo y tienen las mismas ventajas como los
sistemas de apoyo suplementados con nutrientes descritos anteriormente. Sin embargo, tiene algunas
desventajas. Los sustratos sólidos son voluminosos, requiere un gran espacio para la producción,
inoculación y almacenamiento, y frecuentemente los productos necesitan secarse y molerse, con
inherentes problemas de formación de polvo que contiene esporas. Los costos pueden ser altos
debido al empaque, aplicación (si se requiere maquinaria especial), transporte y también debido a las
cantidades que pueden tener que aplicadas para conseguir el control. Además, la cantidad del inóculo
puede variar ya que los constituyentes naturales pueden ser inconsistentes de lote a lote. No obstante,
la producción comercial de hongos spawn ha estado usando exitosamente este tipo de tecnología por
muchos años y claramente indica que el puede ser producido de este forma un inóculo costo-efectivo.
En muchos sistemas experimentales, que han producido células, esporas ó biomasa de un
antagonista mediante la fermentación, el material es usado directamente sin ulterior tratamiento. Las
Tablas IX, X, y XI contienen numerosos ejemplos donde células bacterianas, esporas fungosas,
biomasas miceliares ó inóculo en base a granos son aplicados de este forma a semillas, tubérculos,
raíces, suelo y medio de crecimiento. Sin embargo, para la mayoría de preparaciones comerciales, las
células, esporas ó biomasa son generalmente procesados antes de su uso. Por ejemplo, las esporas ó
células pueden ser concentradas directamente a partir del medio liquido de cultivo ó siguiente al
lavado a partir de los sustratos sólidos, mediante centrifugación, filtración, ó ocasionalmente
mediante floculación. La biomasa puede ser secada y molida antes de la incorporación a un rango de
polvos, gránulos de alginato, peletizados, ó prills, polvos mojables, líquidos emulsificables ó geles.
Se han publicado numerosos reportes que describe el uso de una variedad de diferentes formas de
inóculo de antagonistas. Estos oscilan desde estudios de factibilidad, que demuestran que los
antagonistas pueden ser formulados y aplicados en formas específicas, hasta pruebas de eficacia
comparativas de diferentes tipos de inóculos. Muchas de estas pruebas son llevadas a cabo en
ambientes en ambientes controlados ó en invernadero los dados en las Tablas IX, X y XI son
representativos de este tipo de trabajo, pero es valioso considerar unos pocos ejemplos específicos
para ilustrar la amplitud de este tópico. Por ejemplo, se ha usado una mezcla de clamidosporas,
conidias y fragmentos miceliares de un aislado no patogénico de Fusarium oxysporum en un rango de
formulaciones que incluyen la dispersión en talcos, la formulación en peletizados de alginato ó
microgranulos en base a caolín. Estas han sido luego incorporadas en el suelo ó usadas como una
suspensión acuosa para sumergir la raíz, para el control de F. oxysporum f. sp. cyclaminis, ó para
determinar la eficacia óptima. Fueron también examinados con estas formulaciones tratamientos
repetidos, diferentes intervalos de tratamientos y combinaciones del antagonista. Usando un diferente
concepto, han sido añadidas conidias de Trichoderma y Gliocladium spp. a una mezcla salvado-arena
y después de 1-3 días de incubación, esta preparación de gérmenes es añadida al suelo donde las
unidades formadores de colonia de antagonistas continúan incrementándose. Este método
proporciona una medio de conseguir una población activa de antagonistas en el suelo y ha sido
desarrollado ulteriormente con T. koningii usando un medio suplementado con tusas para dar el
control de Sclerotium rolfsii en tomate en campo. Alternativamente, la biomasa fermentada de
Gliocladium y Trichoderma spp. ha sido añadida a una mezcla de vermiculita-salvado humedecida
con 0.05 M HCl. Después del secado, la preparación puede ser rehumedecida con 0.05 M HCl y los
gérmenes son producidos como antes. Esta sistema tiene la ventaja de que no requiere condiciones
estériles durante la preparación.
Se ha llevado considerable investigación sobre el uso de formulaciones en peletizados, prills ó
gránulos de alginato del agente biocontrolador. Ellas han sido preparadas con células de
Pseudomonas spp., esporas de Talaromyces flavus, y biomasa fermentada de Gliocladium spp.,
Laetisaria arvalis, Penicillium oxalicum, Pythium oligandrum y Trichoderma spp. Estos materiales
prueban ser fáciles de manipular y para los cultivadores son familiares. Frecuentemente, deben
agregarse carriers a los prills y estos pueden ser agentes inertes de abultamiento como arcillas de
pirofilita, ó bases nutritivas, como salvado de trigo, para realzar la proliferación del agente
biocontrolador, ó una combinación de ambos. Ya que la base alimenticia está en la matriz del granulo,
esta es usada preferentemente por el agente biocontrolador y no por competidores ó patógenos
potenciales en el suelo. De manera interesante, se encontró que las células de Azospirillum brasilense
y Pseudomonas spp. incorporadas en peletizados de alginato con leche descremada se liberaron a una
tasa baja y constante, que puede ser controlada por el tipo de tratamiento endurecedor dado a los
peletizado durante su formación. Es más, peletizados de alginato que contienen biomasa de
Trichoderma harzianum y salvado de trigo remojados en polietilenglicol por 24 h durante el proceso
de secado resultaron en una mayor proliferación de las hifas de T. harzianum desde los peletizados
cuando se ubicaron subsiguientemente en el suelo en comparación con aquellos remojados en agua.
Esto muestra la considerable flexibilidad y adaptabilidad de este proceso.
Se han explorado otros sistemas de liberación, particularmente concernientes a la aplicación a
las semillas. Por ejemplo, han sido aplicados Laetisaria arvalis, Trichoderma harzianum y
micorrizas arbusculares en geles a raíces desnudas ó a semillas, a través de siembra fluida.
Comúnmente, las células bacterianas han sido incorporadas en metilcelulosa y recubriendo
directamente las semillas, y estos tratamientos sencillos han sido extendidos a mezclas de goma de
xanthum-talco ó metilcelulosa-talco para mejorar la sobrevivencia y actividad. Similarmente, se ha
aplicado un rango de sustrato sólidos molidos para inóculos de Gliocladium virens a las semillas de
algodón usando un adhesivo de latex y las semillas de algodón pretratadas con
metalaxil/pentacloronitrobenceno ha sido recubiertas con un preparación en polvo de endosporas de
Bacillus subtilis GB03.
Aunque numerosos investigadores han aplicado exitosamente agentes biocontroladores a
semillas usando tales técnicas relativamente sencillas, se ha enfocado mucho esfuerzo en la
formulación y aplicación en los últimos 5-10 años se ha enfocado en procedimientos especializados
de cubrimiento ó peletización de semillas. Estos sistemas apuntan a mejorar la eficacia de los agentes
biocontroladores al optimizar la colonización de la superficie seminal y del sustrato asociado,
incluyendo los exudados seminales, tan rápidamente como se posible para evitar la germinación de
propágulos e infección de patógenos como Pythium ultimum. Hay también evidencia de que, para
algunos antagonistas como Pythium oligandrum, la aplicación a las semillas pueden proporcionar un
mejorado biocontrol en comparación con la aplicación de los mismos propágulos al suelo ó medio de
crecimiento.
Muchos sistemas que cubren semillas son propietarios ó secretos comerciales pero un sistema
exitoso, denominado cubrimiento líquido, comprende una suspensión de atador acuoso (pelgel ó
polyox-N10), materia de partículas sólidas finamente molidas (Agro-lig ó suelo de fango) y una
agente biocontrolador, Trichoderma harzianum 1295.22. Este fue rociado en semillas de pepino en
un tumbling drum y este proceso proporciono control del damping-off del pepino causado por
Pythium spp. cuando las semillas pretratadas fueron sembradas en suelo infestado con el patógeno. Se
sugirió que el cubrimiento uniforme puede haber, en parte, proporcionado meramente una barrera
física al patógeno. Sobre esto, las oosporas de Pythium oligandrum aplicadas a las semillas de berro
en un peletizado grueso generalmente dieron un mejor control del camping-off causado por Pythium
ultimum que cuando las oosporas fueron aplicadas con un tratamiento que cubria con una delgada
película y puede ser indicativo en general de la aproximación a seguir para la aplicación de agentes
biocontroladores a semillas, aunque Pseudomonas fluorescens WCS374 en el producto comercial
“BioCoat” es aplicado a semillas de rábano como un cubrimiento con película delgada. No obstante,
se ha sugerido el concepto de aplicar capas secuenciales de tratamientos, como agentes de control
biológico ubicados en las semillas seguidas por capas de partículas de materia, como esquistos
lignaceous, como barrera física. Esta idea se relaciona con el sistema de cubrimiento líquido usado
para Trichoderma harzianum como el Agro-lig que tiene características químicas y físicas favorables
para el crecimiento de este hongo y puede también haber contribuido a conseguir el biocontrol. Se ha
probado se exitosa la aproximación de añadir compuestos para cubrir la semilla que específicamente
realcen el crecimiento de los agentes de control biológico. Por ejemplo, la inclusión de polisacaridos
específicos y alcoholes polihidroxi para cubrimientos de semilla de arveja de T. harzianum mejoró la
actividad biocontroladora contra el damping-off causada por Pythium ultimum en 48%. El valor de
agregar sustratos selectivos a semillas ó suelos para realzar la sobrevivencia y desempeño también se
ha demostrado con cepas de bacterias biocontroladores ó promotoras del crecimiento vegetal.
Frecuentemente los sistemas de cubrimiento han sido combinados con sistemas de
imprimación de la semilla, donde la hidratación de la semillas es controlada a un nivel que permite
que suceda una actividad metabólica pregerminativa sin la emergencia de la radicula. Esta
combinación de la imprimación de la semilla y la aplicación de agentes de control biológico debe
resultar en semillas que germinen uniformemente y rápidamente, que son resistentes a varios estreses
abióticos y bióticos. y que son protegidas del ataque de patógenos durante las primeras etapas
susceptibles de germinación y establecimiento.
Son generalmente dos sistemas de imprimación. La osmoimprimación utiliza soluciones
acuosas aireadas de sales ó polietilenglicol, generando un potencial osmótico en la solución primaria,
mientras que la imprimación en matriz solida (SMP) involucra el uso de material húmedo, sólido
poroso, como carbón ó turba pulverizados, que generen potencial matricial. La imprimación per se ,
en presencia de los agentes biocontroladores aplicados, puede resultar en un disminuido damping-off
en remolacha azucarera y en varias otras plantas causado por Pythium spp. Esto puede estar
relacionado a una subsiguiente reducción en la exudación de nutrientes desde las semillas, necesaria
para la germinación de los propágulos de Pythium, ó una proliferación de bacterias nativas en la
semilla. Sin embargo, de los dos procesos, el SMP tiene ventajas de ser simple y más económico que
la osmoimprimación y permite que los agentes biocontroladores se combinen en el proceso de
imprimación. Por ejemplo, las células de Enterobacter cloacae ó las conidias de Trichoderma
harzianum fueron aplicadas a las semillas de pepino ó tomate y ubicadas en Agro-lig en SMP antes de
evaluar la actividad biocontroladora en suelo infestado con Pythium. Con pepino, se realzo la eficacia
de T. harzianum y E. cloacae por SMP, incrementando las plantas iniciales de pie desde 30 a 90% y
desde 0 a 70%, respectivamente. Sin embargo, el damping-off pos-emergencia no fue tan
efectivamente controlado, reduciendo las plantas de pie a un 60% con T. harzianum y 0% con E.
cloacae. Con tomate, el tratamiento con T. harzianum con SMP de nuevo resultó en poco
damping-off pero se perdió virtualmente la eficacia de E. cloacae. El pH de las semillas de tomate fue
de 2.8, lo que inhibió el crecimiento de E. cloacae pero favoreció el de T. harzianum. De este modo,
la sustitución de carbón basáltico (pH 6.6) por Agro-lig (pH 4.1) en el proceso de SMP mejoró
significativamente la actividad biocontroladora de E. cloacae en tomate pero disminuyó la eficacia de
T. harzianum, demostrándose de nuevo la importancia de la elección de los materiales usados en
cualquier sistema de tratamiento de semillas que involucren agentes de control biológico.
La combinación de SMP con Trichoderma spp. para el control de enfermedades de plántulas
ha sido ahora usado exitosa en un amplio rango de plantas y están apareciendo variaciones de este.
Por ejemplo, la semilla de maíz dulce ha sido cubierta con células de Pseudomonas fluorescens e
imprimadas mediante la incubación de la semilla tratada en vermiculita estéril húmeda por 20-22 h.
Las poblaciones bacterianas en semillas se incrementaron de 10 a 10000 veces, y los fueron
subsiguientemente obtenidos incrementos significantes en las plantas de pie en comparación con las
semillas no imprimadas tratadas con bacterias en suelos fríos naturalmente infestados con Pythium
ultimum. Este proceso, llamado bioimprimación, proporcionó control tan bueno ó mejor que el
tratamiento en la semilla con metalaxyl. La combinación de bajas dosis de imzalil ó metalaxyl con
Pseudomonas spp. no afectó la eficacia del control de la enfermedad en este sistema de
bioimprimación.
En los últimos años (Tabla XII) Ha habido un incremento gradual en el número de agentes de
biocontrol comercial en el mercado para el control de fitopatógenos del suelo y solo un producto,
Dagger-G, un Pseudomonas fluorescens comercializado por Ecogen, Inc, Lanhorne, PA, USA, para
el control del damping-off Rhizoctonia y Pythium en algodón, ha sido retirado de la venta debido a la
pobre vida en envase del material. Esto implica que las aproximaciones usadas para desarrollar
agentes comerciales de control biológico de enfermedades se están haciendo más exitosos. Sin
embargo, aún dominan los químicos en el mercado de control de enfermedades y debe tenerse alguna
consideración para áreas de investigación que probablemente mejoren ulteriormente la demanda
comercial de agentes de control biológico de enfermedades.
Como se discutió en la sección II, el entendimiento de la ecología y etiología de cualquier
patógeno y el método de cultivo del cultivo es de suprema importancia. El uso de métodos culturales
como el monocultivo, rotación, arado, solarización y uso de compost (secciones II B, C y D) pueden
ser bien suficientes para suprimir ó evitar muchas enfermedades. No obstante, en la mayoría de
situaciones comerciales, se apunta a aplicaciones de inoculantes microbianos para lograr control
biológico. Consecuentemente, el optimizar procedimientos de filtrado realistas es un primer paso,
que puede ser refinado a tipos blanco específicos de antagonistas (sección IV.A). Recientemente, por
ejemplo, se filtro por primer vez cianobacterias (algas verde-azuladas) y otras algas por actividad
biocontroladora contra patógenos bacterianos y fungosos con algo de éxito. Esto abre la posibilidad
de utilizar un amplio grupo de organismos nunca considerados previamente para el control biológico
de enfermedades.
Una vez que los antagonistas específicos han sido identificados, ellos pueden ser
desarrollados ulteriormente considerando la producción, formulación, almacenamiento y aplicación
del inóculo, idealmente ligando la pericia de los investigadores cientificos y compañeros industriales.
En este etapa, si se ha conseguido biocontrol costo-efectivo, reproducible en pequeñas pruebas a
escala, tiene que hacerse uso de autoridades reguladoras para el registro para obtener permiso para
comercializar el producto. Dependiendo del país de interés, esto puede ser un gran tropiezo para los
agentes de control biológico de enfermedades. Por ejemplo en el RU, los agentes de control biológico
caen bajo las regulaciones de plaguicidas químicos comunes, y consecuentemente debe producir el
mismo tipo de paquete de datos de completa eficacia y seguridad consumidores de tiempo
extremadamente costosos. Actualmente los cargos hechos por el MAFF Pesticidas Safety Directorate
son ₤4400 para una expediente de revisión completo, y ₤60 000 y ₤13 400 para la evaluación de un
expediente para químicos y biológicos respectivamente. Esto no incluye los costos de preparación del
expediente en primer lugar. Ya que muchos agentes de control biológico de enfermedades son
dirigidos para pequeños nichos de mercado, el costo involucrado en el registro se vuelve
prohibitivamente costoso en vista del probable beneficio que se saque de cualquier producto. Por lo
tanto, al momento los únicos agentes de control biológico en venta en el RU para el control de
fitopatógenos del suelo son BINB-T y la suspensión Pg (ver Tabla XII), lo cuales ya estaban en el
mercado antes de las nuevas regulaciones introducidas terminando los 1980s. Stimagrow & Vaminoc,
ambos de los cuales probablemente tienen actividad biocontroladora de enfermedades, son
comercializados como promotores del crecimiento vegetal y esto evita las regulaciones a plaguicidas.
Similares evasiones de las regulaciones están presentes en los EU. No obstante en general, el registro
de los agentes de control biológico es más fácil y rápida en los EU debido a que si el nivel “Grado 1”
de pruebas toxicológicas (oral, dérmica, ocular, respiratoria y otras pruebas que arriesguen que usan
animales y pescados prueba) no muestran efectos adversos, y el microorganismo no es un patógeno,
usualmente no se requieren ulteriores pruebas, aunque puede solicitarse más información. Aún así, en
base a los datos de 1993, las pruebas del Grado 1 pueden costar entre $100 000 y $200 000 (US) y
pueden aún cancelar el registro de muchos agentes de control biológico. Sin embargo, quizás el otro
extremo de consideraciones para el registro es observado en China. Entre 1985 y 1993, fueron
aplicadas bacterias que incrementan el desarrollo, principalmente especies y cepas de Bacillus,
incluyendo varias de las cuales exhibieron actividad biocontroladora de enfermedades, a cerca de 40
millones de hectáreas sobre 50 clases de cultivos. Estuvieron involucradas varias empresas a lo largo
de China en la producción de microorganismos. No obstante, las regulaciones asociadas con su uso
parecen haber sido mínimas. En términos globales, la aproximación de EU para ser una manera
realista hacia está área.
Este secuencial proceso de desarrollo para agentes de control biológico permite que otras
numerosas ramas de investigación sean seguidas lo que puede resultar en una mejorada actividad
biocontroladora en el futuro. Ciertamente, merecen más estudio los conceptos de usar combinaciones
de microfauna y antagonistas para realzar la actividad mediante la diseminación de los agentes
biocontroladores y aplicar combinaciones de agentes biocontroladores para mejorar el espectro de
actividades contra una ó varias enfermedades (secciones II,C y IV). El concepto de combinar la
resistencia sistémica adquirida (SAR) y el tratamiento con un agente microbiano parece novedoso y
es también valioso examinarlo más. De hecho, en general se ha descuidado el área entera de
interacciones entre los antagonistas, saprotrofos, y fauna del suelo en la rizosfera y el suelo, lo que es
particularmente importante en términos del establecimiento, sobrevivencia y dispersión de los
agentes biocontroladores. Sin embargo, quizás el área más excitante para los ulteriores trabajos
involucren la aplicación de modernos métodos moleculares para el control biológico de
enfermedades en todos sus aspectos.
Se ha usado exitosamente la fusión de protoplastos para realzar la eficacia de cepas
biocontroladores de Trichoderma. Por ejemplo, la cepa 1295-22, que resultó a partir de una fusión
entre las cepas T. harzianum T12 y T45, creció más rápidamente que cualquier cepa parental, fue un
más eficiente protectante de la semilla en un rango de cultivos incluyendo fríjol, algodón y maíz
dulce, y fue fuertemente competitivo en la rizosfera. Este cepa fue subsecuentemente a ser registrada
en los EU como F-stop, para el control de enfermedades damping-off (Tabla XII). Sin embargo, son
raras las cepas biocontroladoras que resulten a partir de este proceso.
La biología molecular ha ayudado a identificar los modos de acción de muchos agentes
biocontroladores (sección III). Esto ha permitido que se desarrollen filtros dirigidos, investigando por
adicionales antagonistas que actúen del mismo modo. De manera importante, en el caso del
Agrobacterium radiobacter, usado comercialmente para el control de la agalla de corona de plantas
leñosas causada por Agrobacterium tumefaciens, el conocimiento del modo de acción obtenido a
través de biología molecular ha permitido que el antagonista sea modificado para mantener su uso
cuando se observó resistencia a la cepa original antagonista K84 de A. radiobacter. La cepa K84
sintetiza un antibiótico, agrocin 84, que es tomada por la bacteria patogénica vía sistemas específicos
permeasa que resultan en la muerte del patógeno. La cepa K84 en si misma no es afectada por agrocin
84. La transferencia del plásmido que codifica para agrocin 84 desde la cepa K84 a cepas
patogénicas resulta en cepas patogénicas que se hacen resistentes al agrocin 84. Consecuentemente,
una cepa de K84 que carezca de la habilidad de transferir el plásmido que codifica para la producción
de agrocin 84 fue modificada genéticamente y esta cepa K1026, el primer agente de control biológico
modificado genéticamente disponible comercialmente, fue el primero en ser comercializado en
Australia en 1998 como NoGall. Esto demuestra que los microorganismos modificados
genéticamente pueden ser aceptables para el uso comercial a condición de que el mecanismo de
acción sea conocido y las modificaciones genéticas llevadas a cabo sean claramente entendidas. A
condición de que los niveles extra de legislación asociados con el uso de microorganismos
modificados genéticamente no planteen mucho problema para el registro en general, este trabajo
presagia bueno para el futuro desarrollo de agentes biocontroladores modificados genéticamente.
Está en camino un considerable esfuerzo para mejorar la eficacia biocontroladora de los
microorganismos a través del uso de biología molecular. Por ejemplo, en base a la información del
modo de acción, se ha introducido un gen de quitinasa desde Serratia marcescens a varias bacterias
incluyendo Escherichia coli, Pseudomonas fluorescens, P. putida y Rhizobium meliloti, así como en
el hongo Trichoderma harzianum. También han sido introducidos otros genes para quitinasa a partir
de Trichoderma harzianum en E. coli. Esto representa los primeros pasos hacia la obtención de una
incrementada producción de quitinasa en las cepas biocontroladoras. Con el continuo aislamiento de
genes que codifican para proteínas asociadas con micoparasitismo como las quitinasas,
β-1,3-glucanasas y proteasas, se incrementará indudablemente el procedimiento de introducción de
copias extras del mismo gen ó de genes heterólogos en agentes biocontroladores, u el obtener su
expresión constitutiva para conseguir una realzada actividad biocontroladora. Similarmente, ya que
son conocidas en bacterias las secuencias génicas que codifican para la producción ó regulación de
antibióticos y sideróforos efectivos contra varios patógenos del suelo, pueden también ser pronto
disponibles cepas mejoradas mediante la incrementada producción de antibióticos.
No obstante, todas estas aproximaciones son dependientes de la carga metabólica asociada
con la sobreproducción ó expresión de los genes nuevos. Ellos no deben deteriorar la competencia
ecológica. Aquí puede ser importante la elección del agente de control biológico y el sistema de
transferencia de genes.
Significativamente, la regulación de algunos de los genes involucrados en el biocontrol
parece ser dependiente de la densidad celular, asociada con la acumulación de lactonas homoserina
N-(3-oxohexanonil) y esto se ha sugerido como una posible razón de la aparente necesidad de que los
agentes biocontroladores bacterianos produzcan este compuesto, para colonizar raíces ó semillas
efectivamente a fin de que consiga el biocontrol. Claramente se garantiza ulterior estudio del rol de
tales metabolitos autoinductores y del sistema regulador gacAllemA (sección III.A.2) en el biocontrol
por bacterias.
También se ha eso disponible el uso de genes reporteros ó marcadores como lux, lacZ, luc ó la
ice nucleation en estudios de biocontrol. Por ejemplo, cuando se fusionan a los promotores de genes
de síntesis de antibióticos, la trascripción de estos genes marcadores ha permitido que la producción
de antibióticos sea monitoreada in situ en la cubierta seminal a niveles no detectables por medios
convencionales. Si se desarrollan más, esto puede permitir que los genes biocontroladores sean
expresados mediante un disparador ambiental predeterminado como el nivel de nutrientes del suelo,
el potencial hídrico ó la temperatura, ó quizás en respuesta a un patógeno específico en la rizosfera.
Además, los genes marcadores se han usado en el ambiente para monitorear la transferencia de genes
entre microbios y para rastrear bacterias y hongos, proporcionando datos ecológicos que pueden
asistir ambos en los métodos de reconocimiento y aplicación de los agentes de biocontrol y que son
valiosos en los paquetes de evaluación del riesgo para el proceso de registro.
Finalmente, asumiendo la amplia definición del control biológico de Cook & Baker (1983),
debe hacerse un breve referencia al uso de plantas transgénicas para el control de enfermedades del
suelo. A través del uso de la biología molecular, muchas de las aproximaciones y conceptos son
análogas a aquellos adoptados para los microorganismos antagonistas. Por ejemplo, deteniéndose en
la observaciones de resistencia inducida (sección II.B.1), se han introducido genes de quitinasa y
β.1,2.glucanasa a partir de un rango de fuentes en plantas como canola y tabaco para dar una realzada
resistencia al ataque de patógenos. Similarmente, los genes que confieren resistencia a toxinas como
a la tabtoxin producida por bacterias patogénicas, péptidos líticos como cecropin B y otros novedosos
péptidos inhibidores para un rango de bacterias patogénicas, y enzimas degradantes de oxalato que
proporcionan tolerancia a Sclerotinia sclerotiorum, han sido todos clonados en plantas, y está
aproximación tiene la ventaja de que no se requieren tratamientos una vez que es producida la semilla.
Será interesante seguir el relativo éxito del uso de agentes microbianos biocontroladores modificados
genéticamente y de plantas modificadas genéticamente para la resistencia a enfermedades.
Root Exudation and Rhizosphere Biology1
Travis S. Walker, Harsh Pal Bais, Erich Grotewold, and Jorge M. Vivanco*
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Update on Root Exudation and Rhizosphere Biology
Department of Horticulture and Landscape Architecture (T.S.W., H.P.B., J.M.V.), Cellular and Molecular
Biology Graduate Program (J.M.V.), and Graduate Degree Program in Ecology (J.M.V.), Colorado State
University, Fort Collins, Colorado 80523; and Department of Plant Biology and Plant Biotechnology Center,
The Ohio State University, Columbus, Ohio 43210 (E.G.)
Plant Physiology, May 2003, Vol. 132, pp. 44–51, www.plantphysiol.org © 2003 American Society of Plant Biologists
1 This work was supported by the Colorado State University Agricultural Experiment Station (to J.M.V.), by National Science
Foundation-Faculty Early Career Development Award (CAREER) (grant no. MCB 0093014 to J.M.V.), by the Invasive Weeds Initiative of the State of
Colorado (to J.M.V.), by the Lindbergh Foundation (to J.M.V.), by the Environmental Protection Agency (to J.M.V.), by the U.S. Department of
Agriculture-National Research Initiative Competitive Grants Program (grant no. 2002– 01267 to E.G.), and by the National Science Foundation (grant
no. MCB 0130062 to E.G.).
* Corresponding author; email jvivanco@lamar.colostate.edu; fax 970 – 491–7745.
www.plantphysiol.org/cgi/doi/10.1104/pp.102.019661
Comunicación Raíz-Rizosfera
Comunicación raíz-raíz
Comunicación raíz-microbio
Comunicación Raíz-Insecto
Alteración de las características del suelo a través de la exudación
Mecanismos celulares de exudación radical
Tráfico subcelular de los metabolitos exudados
El transportador ATP-Binding Cassette (ABC) como una alternativa al tráfico vesicular
Localización espacial de los exudados radicales
Comentarios Finales
Comunicación Raíz-Rizosfera ←
En asentamientos naturales, las raíces están en continua comunicación con los sistemas radicales
circundantes de especies vegetales vecinas y reconocen rápidamente y evitan la presencia de raíces
invasoras a través de mensajeros químicos. La alelopatia está mediada por la liberación de ciertos
metabolitos secundarios por las raíces vegetales y juega un rol importante en el establecimiento y
mantenimiento de las comunidades de plantas terrestres. También tiene implicaciones importantes
para la agricultura; los efectos pueden ser beneficiosos, como en el caso del control natural de
malezas, o perjudicial, cuando los aleloquímicos producidos por las malezas afectan el crecimiento
de las plantas cultivadas. Un metabolito secundario secretado por las raíces de centaura negra
(Centaurea maculosa) proporciona un ejemplo clásico de los exudados radicales que exhiben
comunicación negativa raíz-raíz en la rizosfera. Recientemente, Bais et al (2002c) identifico la
(±)-catequina como la fitotoxina secretada por la raíz responsable del comportamiento invasor de la
centaura negra en la rizosfera. Interesantemente, la (-)-catequina se mostró que explica la actividad
aleloquímica, mientras que la (+)-catequina fue inhibidora para bacterias del suelo. Además de ser la
catequina racémica detectada en los exudados de plantas cultivadas in vitro, el compuesto fue
también detectado en extractos del suelo a partir de campos invadidos con centaura negra, lo que
apoya fuertemente la idea de que el comportamiento invasor de la centaura negra es debido a la
exudación de (-)-catequina. Además, este estudio estableció la significancia biológica de la
exudación de un grupo de compuestos racémicos como la catequina, demostrando que un
enantiómero puede ser responsable de la naturaleza invasora de la planta, mientras que el otro
enantiómero puede contribuir a la defensa de la planta.
Aunque se han reportado estudios sobre la biosíntesis del enantiómero común (+)-catequina,
poco se conoce acerca de la síntesis de la (-)-catequina ó (±)-catequina como productos naturales.
Una posibilidad es que la producción de (+)-catequina sea seguida por su racemización en la raíz ó
durante el proceso de exudación. Alternativamente, puede haber una desviación de los pasos de la
biosíntesis estero- y enantioespecífica normalmente observados. Los flavonoles kaempferol y
quercetina son generalmente percibidos como los productos finales, en vez de intermedios, en la vía.
No ha sido aún determinada la correlación de estos experimentos con el proceso de exudación radical,
pero los datos deben proporcionar un punto de inicio para estudios ulteriores en la caracterización de
los pasos específicos comprometidos en la síntesis de la catequina racémica en las raíces de centaura
negra.
El ejemplo de arriba demuestra como las plantas usan los metabolitos secundarios secretados
por la raíz para regular la rizosfera para perjudicar a las plantas vecinas. Sin embargo, las plantas
parasitas frecuentemente usan los metabolitos secundarios secretados por las raíces como mensajeros
químicos para iniciar el desarrollo de los órganos invasores (haustorios) requeridos para el
crecimiento heterótrofo. Algunas de las plantas parásitas más devastadoras de importantes cultivos
como el maíz (Zea mays), sorgo (Sorghum bicolor), millo (Panicum milaceum), arroz (Oryza sativa),
y leguminosas pertenecen a la familia Scrophulariaceae, que invaden típicamente las raíces de las
plantas circundantes para privarlas del agua, y nutrientes minerales y esenciales. Se ha reportado que
ciertos aleloquímicos como los flavonoides, ácidos p-hidroxi, quinonas, y citoquininas secretados por
las raíces hospederas inducen la formación del haustorio, pero no se entiende completamente el
exacto requerimiento estructural de los compuestos secretados para la inducción de los haustorios.
Comunicación raíz-microbio ←
La comunicación raíz-microbio es otro proceso importante que caracteriza a la zona subterránea.
Algunos compuestos identificados en los exudados radicales que han sido mostrados que juegan un
rol importante en las interacciones raíz-microbio incluyen a los flavonoides presentes en los
exudados radicales de leguminosas que activan genes de Rhizobium meliloti responsables del
procesos de nodulación. Aunque los estudios no son aún concluyentes, estos compuestos pueden
también ser responsables de la colonización por las micorrizas vesiculo-arbusculares. En contraste, la
sobrevivencia de las delicadas y físicamente no protegidas células radicales que están bajo continuos
ataques de microorganismos patogénicos depende de una “ofensiva química subterránea” mediada
por la secreción de fitoalexinas, proteínas de defensa, y otros químicos aún desconocidos.
La inexplorada quimiodiversidad de los exudados radicales es un lugar obvio para buscar
nuevos compuestos biológicamente activos, incluyendo antimicrobianos. Por ejemplo, Bais et al
(2002b) identifico recientemente al ácido rosmarínico (RA) en los exudados radicales de cultivos de
pelos radicales de albahaca dulce (Ocimum basilicum) elicitados por extractos de paredes celulares
fungosas de Phytophthora cinnamoni. Las raíces de albahaca fueron también inducidas para exudar
RA por el desafío fungoso in situ con Pythium ultimum, y el RA demostró una potente actividad
antimicrobiana contra una serie de microorganismos del suelo incluyendo a Pseudomonas
aeruginosa. Estudios similares por Brigham et al (1999) con pelos radicales de Lithospermum
erythrorhizon reportaron la producción específica de la célula de naftoquinonas pigmentadas después
de la elicitación, y otras actividades biológicas contra bacterias y hongos del suelo. Dada la observada
actividad antimicrobiana del RA y las naftoquinonas, estos hallazgos sugieren fuertemente la
importancia de los exudados radicales en defender a la rizosfera contra los microorganismos
patogénicos. Además, los estudios anteriormente mencionados complementan la investigación
reciente que se enfoca principalmente en la regulación y producción de estos compuestos
proporcionando ideas valiosas sobre la importancia biológica del RA y la shikonin.
Ambas bacterias gram-positivas y gram-negativas, incluyendo importantes bacterias
fitopatogénicas como Erwinia spp., Pseudomonas spp., y Agrobacterium spp., poseen sistemas
sensores a quorum que controlan la expresión de varios genes requeridos para la patogenicidad. El
sensor a quorum es una forma de comunicación célula a célula entre las bacterias mediada por
pequeñas moléculas de señalización difundibles (autoinductores); estas son generalmente lactonas
homo-Ser aciladas (AHLs; acylated homo-Ser lactones) para las bacterias gram-negativas y
moléculas peptídicas de señalización para bacterias gram-positivas. Una vez que se alcanza un
umbral de concentración a altas densidades de población, un auto-inductor activa luego a proteínas
activadoras de transcripción que inducen genes específicos. De este modo, las señales intercelulares
permiten a una población bacteriana controlar la expresión de los genes en respuesta a la densidad
celular. Una reciente revisión por Fray (2002) reporto que las plantas transgénicas de tabaco
productoras de AHL restauraron la patogenicidad a un mutante Erwinia carotovora avírulento
deficiente en AHL. Se encontró que los exudados radicales de plántulas de arveja (Pisum sativum)
contenían varios componentes bioactivos que imitaban las señales AHL en reporteros de cepas
bacterianas bien caracterizados, estimulando los comportamientos regulados por las AHL en algunas
cepas mientras que inhibía tales comportamientos en otras. La naturaleza química de tales
metabolitos secundarios imitadores es actualmente desconocida. Sin embargo, se reporto también
que los extractos acuosos en crudo a partir de varias especies vegetales exhibieron actividad
inhibidora AHL. De este modo, es posible que las raíces puedan haber desarrollado estrategias de
defensas al secretar compuestos en la rizosfera que interfieran con las respuestas bacterianas con
sensores a quorum como con señales imitadoras, bloqueadores de señales, y/ó enzimas degradantes
de señales, pero se requieren futuros estudios para aislar y caracterizar estos compuestos.
Comunicación Raíz-Insecto ←
El estudio de las interacciones planta-insecto mediadas por señales químicas se ha confinado en gran
parte a las hojas y tallos, mientras que el estudio de la comunicación raíz-insecto ha permanecido en
gran parte inexplorado debido a la complejidad de la rizosfera y a la falta de sistemas experimentales
adecuados. Sin embargo, las plagas herbívoras radicales como los áfidos pueden causar significantes
disminuciones en el desarrollo y calidad de importantes cultivos incluyendo la remolacha azucarera
(Beta vulgaris), papa (Solanum tuberosum), y leguminosas. Se desarrolló una tentativa para estudiar
la comunicación raíz-insecto por Wu et al., (1999) usando una sistema de cocultivo in vitro con pelos
radicales y áfidos. En este estudio, se observo que la alimentación del áfido redujo el crecimiento
vegetativo e incrementó la producción de poliacetilenos, que han sido reportados ser parte de la
respuesta de las fitoalexinas. En un estudio más reciente, Bais et al.,(2002a) reporto la caracterización
de alcaloides fluorescentes β-carboline a partir de exudados radicales de Oxalis tuberosa. Los
principales compuestos fluorescentes fueron identificados como harmine
(7-methoxy-1-methyl-β-carboline) y harmaline (3,4-dihydroharmine; Fig. 1, B-E). Además de su
naturaleza fluorescente, estos alcaloides exhiben fuerte fototoxicidad contra un consumidor polífago,
Trichoplusia ni, sugiriendo que su actividad insecticida puede estar ligada a la fotoactivación. En las
montañas andinas, donde se cultiva principalmente O. tuberosa, estando sometida a una alta
incidencia de radicación UV, se observo que la mayor intensidad de fluorescencia se presentó con
variedades de Oxalis tuberosa que mostraban resistencia a larvas de Mycrotrypes spp., el gorgojo de
los andes. Estos datos sugieren que la luz UV penetra las capas del suelo logrando activar los
alcaloides fluorescentes β-carboline secretados por las raíces de O. tuberosa creando una respuesta de
defensa insecticida.
Figura 1. A, Representación de las complejas interacciones mediadas por los exudados radicales que toman lugar en la
rizosfera entre las raíces vegetales y otros organismos. Los organismos no son dibujados a escala. QS, sensor a quorum. B,
Cultivo in vitro de Oxalis tuberosa cultivada en medio líquido estéril bajo exposición a lux UV. C, Estructura química de
harmine como se determinó por análisis NMR 1H y C13. D, Se observaron exudados radicales fluorescentes de O.
tuberosa ligados al azul en el papel de germinación bajo exposición a la luz UV. E, Muestras de suelo que muestran la
fluorescencia obtenida a partir de plantas de O. tuberosa cultivadas en invernadero. Las muestras fueron tomadas a 5 cm.
del perímetro del tallo de la planta, y los números (1-8) indican la profundidad por cada 1 cm. hacia la capa superior del
suelo. Las plantas O. tuberosa cultivadas in vitro y las muestras recolectadas de suelo de la rizosfera de O. tuberosum
fueron visualizadas para la fluorescencia azul-violácea bajo exposición a luz UV con una onda corta de UV
aproximadamente de 254 nm.
Alteración de las características del suelo a través de la exudación ←
Como una consecuencia del normal crecimiento y desarrollo, son secretados un amplio rango de
sustancias orgánicas e inorgánicas por las raíces hacia el suelo, lo que inevitablemente conduce a
cambios en su bioquímica y propiedades físicas. Se han atribuido varias funciones a la exudación de
la caliptra incluyendo el mantenimiento del contacto raíz-suelo, la lubricación de la punta radical,
protección de las raíces de la desecación, estabilización de los microagregados del suelo y adsorción
selectiva y almacenamiento de iones. El mucílago radical es un exudado razonablemente bien
estudiado que se cree que altera el suelo circundante como sea secretado continuamente por las
células en crecimiento de la caliptra. El suelo a capacidad de campo posee típicamente un potencial
matricial de -5 a -10 kPa. Se ha especulado que como el suelo se seque y su potencial hídrico
disminuya, los exudados empezaran subsiguientemente a perder agua hacia el suelo. Cuando esto
sucede, disminuye la tensión superficial de los exudados y se incrementa su viscosidad. Como la
tensión superficial disminuya, la habilidad de los exudados para humedecer las partículas del suelo
circundante será mayor. Además, como la viscosidad se incremente, se incrementara la resistencia al
movimiento de las partículas del suelo en contacto con los exudados, y se conseguirá un grado de
estabilización dentro de la rizosfera. Por ejemplo, McCully & Boyer (1997) reportaron que el
mucílago a partir de raíces nodales aéreas del maíz tiene un potencial hídrico de -11 mPa, indicando
una enorme capacidad de almacenar agua cuando está completamente hidratado, mientras que el
mucílago pierde agua hacia el suelo como este empiece a secarse.
Esta especulación apoya la idea de que los exudados radicales pueden jugar un rol mayor en el
mantenimiento del contacto raíz-suelo, lo que es especialmente importante para la planta bajo
condiciones de sequía y secado, cuando la continuidad hidráulica se ha perdido. Las rizofundas
(rhizosheaths) más grandes, más coherentes son formadas en las raíces de pastos en suelo seco. Sin
embargo, la formación de la funda requiere de exudados completamente hidratados para impregnar
las partículas del suelo circundante que luego se ligan a la raíz y entre ellas cuando el mucílago se
seque. Young (1995) encontró que el suelo de la rizofunda fue significativamente más húmedo que el
suelo no rizosferico y sugirió que los exudados dentro de la rizofunda incrementan la capacidad de
retener agua del suelo. Además, se ha propuesto recientemente que en el suelo seco, la fuente de agua
para hidratar y expandir los exudados es la raíz misma. La moderna crío-microscopia de barrido ha
ayudado a los investigadores a determinar que la rizofunda de una planta está más hidratada a las
primeras horas de la mañana comparando con las muestras a medio día. Esto implica que los
exudados liberados desde las raíces en la noche permiten la expansión de las raíces en el suelo
circundante- Cuando la transpiración reanuda, los exudados empiezan a secarse y adherirse a las
partículas del suelo adyacente. De este modo, la rizofunda es una región dinámica, con fluctuaciones
cíclicas en el contenido de hidratación controlado en algún grado por las raíces.
Juntos, estos estudios indican que la exudación radical juega un rol principal en el
mantenimiento del contacto raíz-suelo en la rizosfera al modificar las propiedades bioquímicas y
físicas de las rizosfera y al contribuir al crecimiento radical y sobrevivencia de la planta. Sin embargo,
permanece pobremente entendidos el destino exacto de los compuestos exudados en la rizosfera, y la
naturaleza de sus reacciones en el suelo.
A pesar de la significancia ecofisiológica de los compuestos secretados por las plantas y el gran
número de compuestos que las células vegetales producen, se conoce muy poco acerca de los
mecanismos moleculares para el tráfico de fitoquímicos. Por lo menos en algunas plantas, están
probablemente involucrados los canales en la secreción de ácidos orgánicos normalmente presentes a
altos niveles en el citoplasma. Un buen ejemplo es proporcionado por la exudación de citrato, malato,
y ácidos orgánicos relacionados por el maíz y trigo (Triticum aestivum) en respuesta a las altas
concentraciones de Al3+. Sin embargo, las plantas tienen el potencial de expresar 100 000 compuestos,
derivados principalmente del metabolismo secundario, muchos de ellos con actividades citotóxicas
que evitarían su acumulación en el citoplasma. La especulación de que los fitoquímicos son
transportados desde el sitio de síntesis al sitio de almacenamiento por vesículas ú organelos
especializados está ganando impulso como se acumula evidencia acerca de la presencia de cuerpos
intracelulares en células vegetales inducidas para acumular grandes cantidades de metabolitos
secundarios. Por ejemplo, es bien conocido que pasos específicos de la vía biosintética del alcaloide
isoquinolina son separados vía vesículas de alcaloides y que la vía de intermediarios debe traficar
desde un compartimiento subcelular a otro mediante mecanismos que evitan la libre difusión en el
citosol. Se observaron inclusiones subcelulares que acumulan fitoalexinas flavonoides 3-desoxi
antocianidinas en hojas de sorgo infectadas por el hongo Colletotrichum graminicola. Estas
inclusiones son similares a los antocianoplastos observados en células de maíz que expresaron los
reguladores C1 y R de la acumulación de antocianos.
Los exudados radicales frecuentemente incluyen a fenilpropanoides y flavonoides,
presumiblemente sintetizados en la superficie citoplásmica del retículo endoplásmico (ER). Por
ejemplo, la flavona luteolina, secretada por plántulas y cubiertas seminales de alfalfa (Medicago
sativa), proporciona una de las señales que inducen los genes de nodulación de R. meliloti. Los
flavonoides catequinas citotóxicos y antimicrobianos son secretados por las raíces de centaura negra.
Aunque no son conocidos los mecanismos por los que estos compuestos son transportados desde el
ER hacia la membrana plasmática, es posible que ellos sean transportados por vesículas originadas
del ER que se fusionan con la membrana celular y liberan sus contenidos.
Se han identificado las vesículas con las propiedades arriba descritas y que contienen
compuestos verdes autofluorescentes en células de maíz expresando ectópicamente el regulador de P
de la biosíntesis de los 3-desoxi flavonoides. Estas vesículas son probablemente originadas del ER,
como se sugirió por la presencia de regiones específicas internas verde fluorescente del ER después
del tratamiento con brefeldin A. Las vesículas se fusionaron y formaron grandes cuerpos verde
fluorescente que migraron a la superficie celular y se fusionaron a la membrana celular y liberaron los
compuestos verde fluorescente a la pared celular. Interesantemente, la acumulación de la
fluorescencia verde en la pared celular se incrementó con el tratamiento con agentes deterioradores
del Golgi, como la brefeldin A ó monensin, sugiriendo una vía independiente de la red de transporte
de Golgi para la secreción de estos compuestos. Las células cultivadas de maíz que expresaron
ectópicamente el P también acumularon cantidades incrementadas de compuestos amarillos
autofluorescentes que son ubicados a la vacuola central por estructuras subcelulares que semejan a
los antocianoplastos. El uso de estos compuestos autofluorescentes, ó los β-carbolines fluorescentes
presentes en los exudados de las raíces de O. tuberosa, deben en gran parte incrementar las
oportunidades disponibles para estudiar los mecanismos moleculares que subyacen a la secreción de
los fitoquímicos.
El transportador ATP-Binding Cassette (ABC) como una alternativa al tráfico vesicular ←
La sección previa resalto la posibilidad del trafico y fusión vesicular como un mecanismo
responsable de la exudación radical, pero pueden otros mecanismos ser también responsables una vez
que los compuestos alcanzan la membrana? Por ejemplo, la participación de transportadores de
membrana como los transportadores ABC pueden ser responsables de la secreción de los compuestos
secretados por las raíces. La superfamilia de transportadores de membrana ABC es una de las
familias de proteínas más grandes, y sus miembros pueden encontrarse en animales, bacterias,
hongos y plantas. Los transportadores ABC usan la hidrólisis del ATP para transportar activamente
compuestos no relacionados química y estructuralmente desde las células. La reciente consecución
del proyecto de investigación del genoma de Arabidopsis revelo que Arabidopsis contiene 53 genes
putativos transportadores ABC. Sin embargo, es en gran parte desconocida la localización de las
proteínas y función de la mayoría de estos genes. La mayoría de los transportadores ABC vegetales
caracterizados a la fecha han sido localizados en las membranas vacuolares y se cree que son
responsables del secuestro intracelular de citotoxinas.
Actualmente, se conoce muy poco acerca de los transportadores ABC de la membrana
plasmática, pero el AtPGP1 de Arabidopsis localizado en la membrana plasmática, ha mostrado estar
involucrado en la elongación celular por el bombeo activo de auxinas desde su sitio de síntesis en el
citoplasma hacía las células apropiadas. Trabajando en la suposición de que los transportadores ABC
de la membrana plasmática pueden estar involucrados en la secreción de metabolitos de defensa, y su
expresión puede ser regulada por la concentración de estos metabolitos, Jasinki et al., (2002)
identificó un transportador ABC de la membrana plasmática (NpABC1) en Nicotiana
plumbaginifolia al tratar cultivos celulares con varios metabolitos secundarios. Interesantemente, la
adición de sclareolide, un diterpeno antifungico producido en la superficie foliar de Nicotiana spp,
resulto en la expresión del NpABC1. Estos hallazgos sugieren que el NpABC1. Estos hallazgos
sugieren que NpABC1 y probablemente otros transportes ABC de la membrana plasmática están
involucrados en la secreción de metabolitos secundarios involucrados en la defensa de la planta, pero
se requieren de ulteriores estudios para identificar positivamente los transportadores ABC de la
membrana plasmática involucrados en la exudación radical de compuestos específicos.
Existen grandes diferencias en la arquitectura radical entre especies vegetales, y debido a las
diferentes clases de raíces de la misma planta que explotan diferentes secciones del suelo y que están
sometidas a diferentes señales externas, se ha especulado que ellas pueden tener diferente actividad
metabólica. Por consiguiente, se ha observado que la entrada de nutrientes mediante las raíces
vegetales es heterogénea en el tiempo y espacio. En fríjol común (Phaseolus vulgaris), las raíces
básales tienen consistentemente una superior tasa de entrada de nutrientes que las otras clases de
raíces (i.e., adventicia, lateral y principal). Esta característica puede ser benéfica para la planta debido
a que las raíces básales generalmente exploran el suelo superficial, donde se ubica la mayoría de
nutrientes disponibles. Además, Russell & Sanderson (1967) encontraron una gran variación en la
tasa de entrada de fósforo entre las raíces seminales, nodales y laterales de cebada. Kuhllmann &
Barraclough (1987) observaron que las tasas de toma de nitrógeno por las raíces nodales de trigo
fueron hasta 6 veces superiores que aquellas para las raíces seminales, pero la proporción de toma de
potasio difirió a un mucho menor grado entre las clases de raíces. A pesar del gran cuerpo de
evidencia que conecta la arquitectura radical con la absorción radical de nutrientes, está virtualmente
inexplorado el efecto de la arquitectura radical en la exudación radical.
Otra cuestión de hace mucho tiempo está relacionada con el patrón de exudación radical a lo
largo del eje longitudinal de la raíz. Desde la base hasta la punta, la mayoría de clases de raíces
pueden ser claramente divididas en diferentes secciones en base a las marcadas diferencias en sus
características anatómicas. Estas secciones son típicamente la punta radical, la zona de elongación, la
zona de maduración, y la zona madura. La punta radical incluye dos subsecciones: la cofia y la región
meristemática. En la zona de elongación, ubicada justo detrás de la punta radical, no se presenta
división celular, pero hay una vigorosa actividad de elongación celular. La siguiente sección es la
zona de maduración, donde los vasos del xilema están completamente diferenciados. Aquí, algunas
células epidérmicas se elongan perpendicularmente hacia la rizosfera; estas células son conocidas
como pelos radicales. Después de un corto periodo de vida, los pelos radicales mueren y esta región
se vuelve la zona madura de la raíz. El grado de vacuolización celular se incrementa desde la punta
radical (donde no hay vacuolas presentes) hacia la base de la raíz. Le ha interesado a los
investigadores por décadas el cómo esta heterogeneidad anatómica a lo largo del eje radical se
relaciona con la actividad metabólica de las raíces.
Aunque las etapas de envejecimiento se correlacionan bien con la actividad metabólica, es
ampliamente reconocido que la maduración gradual de los tejidos radicales a lo largo del eje radical
no es la única fuente de variación en la actividad metabólica. Aunque la gran demanda de carbono en
la zona apical ha sido tradicionalmente atribuida a altas tasas de biosíntesis, puede también ser debido
a un activo proceso de exudación radical. En el caso de los procesos de entrada, la absorción del
azufre es más alta en la zona de elongación detrás de la región meristemática y aquella del hierro en
las zonas apicales de las raíces. En el caso del nitrógeno ó fósforo, se han encontrado resultados
contrastantes.
Se ha enfocado mucha menos atención en la ubicación especial de los procesos de exudación
radical. La escasa información disponible sugiere que el patrón de exudación no es homogéneo a lo
largo del eje radical. La liberación de fitosideróforos en respuesta a la deficiencia de hierro parece
concentrarse en las zonas apicales de la raíz. La liberación de aniones orgánicos también seguiría un
patrón heterogéneo a lo largo de la raíz, lo que es consistente con la presencia de un gradiente de pH
desde la punta hacia la base de la raíz. Por otro lado, en base al tipo de suelo y su resistencia
superficial, las puntas radicales pueden secretar una batería de compuestos para suavizar al suelo
facilitando el crecimiento radical. Aunque tal mecanismo ha sido hipotetizado por décadas, no se ha
identificado aún los químicos involucrados. Un entendimiento de la localización espacial y física de
los sitios de exudación de las raíces facilitará la elucidación de las interacciones planta-microbio y
planta-planta. Por ejemplo, las señales externas a partir de patógenos y plantas invasoras podrán
determinar la zona de la raíz donde la liberación de exudados tomará lugar. Es virtualmente
desconocido al momento si hay una relación entre la presencia de patógenos y plantas invasoras con
la localización del proceso de exudación radical.
Comentarios Finales ←
Debido a los significantes avances en la biología radical y a los actuales proyectos fundados en la
Nacional Science Foundation sobre la genómica de la raíz-características específicas, las raíces no
son más consideradas como una frontera biológica inexplorada. En contraste, no se ha desarrollado al
mismo ritmo el conocimiento de los procesos rizosféricos mediados por los exudados radicales.
Como se resaltó en esta actualización, las varias líneas de evidencia indican que los exudados
radicales en sus varias formas pueden regular las comunidades vegetales y microbianas en la
rizosfera. Es valioso mencionar que la mayoría de microbios viven en el suelo, pero solo unos pocos
de estos organismos han desarrollado interacciones compatibles con plantas específicas para volverse
exitosos fitopatógenos. En lugar de eso, la vasta mayoría de microbios exhiben interacciones
incompatibles con las plantas, lo cual puede ser explicado por la constante y diversa secreción de
exudados radicales antimicrobianos. El entendimiento de la biología del proceso de exudación
radical puede contribuir a diseñar novedosas estrategias para mejorar el vigor vegetal y aislamiento
de los nuevos compuestos de valor agregado encontrados en los exudados radicales.
De los tres ambientes agua salada, agua dulce y tierra, el mar es el más hospitalario. El agua de mar
es isotónica respecto de los líquidos corporales de la mayor parte de los animales marinos, de modo
que éstos tienen poco problema para mantener el equilibrio hidroelectolítico (i.e., el equilibrio de
agua y sales). El empuje hidrostático ejercido por el agua de mar facilita la floración de sus habitantes
y la temperatura del mar es relativamente constante debido al gran volumen de agua.
El agua dulce es un ambiente mucho menos constante que el agua de mar, y en general contiene
menos alimento. El contenido de oxígeno y la temperatura varían. Y la turbidez (debida a partículas
suspendidas) e incluso el volumen del agua fluctúan. El agua dulce es hipotónica para los fluidos
tisulares de los animales, así que el agua tiende a difundirse hacia el interior del animal; de este modo,
los animales de agua dulce deben contar con mecanismos para eliminar el exceso de agua al mismo
tiempo que retienen las sales. Esta osmorregulación, requiere un gasto de energía. Por estos motivos,
mucho menos tipos de animales viven en agua dulce que en el mar.
La vida en la tierra es todavía más difícil. La deshidratación es una grave amenaza, debido a que de
manera constante se pierde agua por evaporación, y a menudo es difícil reponerla. Sólo unos cuantos
grupos de animales entre los cuales sobresalen representantes de los artrópodos (insectos, arañas, y
algunas formas emparentadas) y los vertebrados superiores han colonizado con éxito la tierra.
(tomado de Solomon et al, Biología de Villé)
La simetría radial da al organismo el recibir estímulos de todas direcciones del ambiente. La simetría
bilateral se considera como una adaptación a la motilidad. Se tiene una cabeza donde se concentran
los órganos de los sentidos, este extremo recibe la mayor parte de los estímulos ambientales y por lo
general es el que primero tiene contacto con el ambiente. La segmentación es muy importante desde
una perspectiva evolutiva, ya que da a las regiones corporales la oportunidad de especializarse.
(tomado de Solomon et al, Biología de Villé)