Вы находитесь на странице: 1из 7

Los mejores masajes para tu bebé

A continuación encontrarás algunos masajes para


que tu bebé desarrolle defensas contra
enfermedades y alivies algunas molestias comunes:

Libro abierto (Beneficia el ritmo cardíaco)


Colocando ambas manos en el centro del pecho,
empuja hacia los lados siguiendo la caja torácica,
como si estuvieras alisando las páginas de un libro.

En guardia (Beneficia el sistema inmunológico)


Primero eleva el brazo y masajea la axila, varias
veces, frotando los nódulos linfáticos que se
encuentran en esa área, luego repítelo en el otro
brazo.

El río (Ayuda al drenaje de secreciones)


Partiendo del centro en dirección hacia fuera, desliza
tus manos en sentidos opuestos, bajando por la
espalda hacia las pompas del bebé.

Molino de agua (Alivia los cólicos)


Usa el dorso de tus manos, frota su estómago una
mano delante de la otra, como si estuvieras jalando
arena hacia ti. Luego rota las manos en forma
circular sobre el abdomen de derecha a izquierda.

El camino (Ayuda a eliminar los gases)


Utilizando las puntas de los dedos, camina a través
del abdomen de tu bebé, de izquierda a derecha. Al
“caminar” o correr las yemas de tus dedos ayudarás
a dispersar las burbujas de gas que se encuentran en
los intestinos de tu bebé.
Recuerda que cualquier tipo de masaje beneficiará a
tu bebé siempre que lo hagas con paciencia, amor y
cuidado.

Masaje con texturas

El masaje ideal es el que brindas con tus manos y


alguna crema o aceite para bebés sobre su piel. Sin
embargo, el masaje con texturas favorece la
estimulación del sistema nervioso central al
reconocer las diferencias en la textura de los objetos
que frotes sobre su piel.

Te recomendamos frotar suavemente su cuerpo con


una esponja, un cepillo de cerdas suaves, un pedazo
de tela o cualquier objeto rugoso, mientras platicas
con tu bebé y le indicas el nombre de cada parte del
cuerpo que vas estimulando con la textura. De esta
manera logrará un conocimiento vivo de las partes
que nombres y toques al mismo tiempo. Pon música
relajante y disfruta este momento con tu bebé.

El Paracaídas

Para bebés de 8 meses en adelante y hasta los 3


años, que se encuentran en la etapa de la angustia
de separación, es ideal el juego del Paracaídas:

Siéntate con tu bebé en la cama o en el suelo. Toma


una sábana de algodón o de satín, aviéntala hacia
arriba y déjala caer sobre ustedes hasta que los
cubra completamente. Bajo la sábana, juega con tu
bebé, abrázalo, acarícialo y cuenta hasta tres para
destaparse. De esta manera estarás fortaleciendo su
seguridad y estabilidad, dile que mamá siempre
estará con él, que las cosas van y vienen, aparecen y
desaparecen sin problema. Seguramente pasarán
juntos un momento muy divertido.

Touch Teraphy (masajes para bebés)

El masaje cada día toma un papel más importante en


la medicina moderna. Los beneficios del masaje han
demostrado propiciar el crecimiento y desarrollo en
bebés prematuros. Existe evidencia anecdótica de
doctores, enfermeras, masajistas y padres de familia,
que confirman que el masaje disminuye la
irritabilidad, el cólico y los desórdenes de sueño,
fortaleciendo el vínculo afectivo entre el padre y el
hijo. El contacto "piel-con-piel" es una de las
primeras formas en que le transmitimos amor a
nuestro bebé. El masaje es una forma más de
establecer un vínculo afectivo con tu bebé, además
de ser un momento ideal para hablarle y cantarle.

Cara
Recuerda que los movimientos de succión y la salida
de los dientes son un trabajo duro para los músculos
de la cara. Acaricia y besa la cara de tu bebé para
ayudarlo a liberar la tensión. Trata de usar tus dedos
pulgares sobre el labio inferior y superior, para
crearle una sonrisa. Al masajear la cabeza del bebé,
comienza en el centro de la frente, con una presión
suave, y hasta las sienes. Desliza tus dedos pulgares
sobre sus ojos y del centro de la nariz hacia sus
mejías.

Pecho
Coloca tus manos en el centro del pecho de tu bebé
y extiéndelas hacia los costados, siguiendo la forma
de sus costillas, como si estuvieras aplanando las
páginas de un libro. Sin despegar tus manos de su
cuerpo, únelas nuevamente y dibuja con ellas un
corazón.

Brazos
Masajea un brazo a la vez. Primero, levanta su brazo
y acaricia su axila un par de veces, así darás masaje
en los "nódulos linfáticos" que se encuentran en esa
zona.

Aprieta y frota: Junta tus manos alrededor del brazo


del bebé a la altura del hombro. Mueve tus manos en
sentidos opuestos, descendiendo desde su hombro
hasta su mano, ejerciendo una presión suave.

Estómago
Masajear su estómago hace sentir bien a tu bebé y
puede mejorar su digestión, aliviando los gases y el
estreñimiento.
Prueba la técnica del "molino de agua". Usa el dorso
de tus manos, frota su estómago una mano delante
de la otra, como si estuvieras jalando arena hacia ti.

Levanta sus piernas y empújalas suavemente hacia


su abdomen. Esto relajará los músculos de su
estomago. Haz movimientos circulares con tus
manos sobre el estómago de tu bebé. Finaliza
corriendo las yemas de tus dedos, de izquierda a
derecha, por su abdomen; esto dispersará las
burbujas de gas que se encuentran en los intestinos
de tu bebé.

Piernas
Los masajes para las piernas son similares a los de
los brazos y es importante que hagas una pierna a la
vez. Toma la pierna de tu bebé como si estuvieras
sosteniendo un bate de baseball. Ejerciendo una
presión suave, desliza tus manos, rotándolas en
sentidos opuestos, hacia la parte superior de la
pierna.
Después amasa su pierna de la rodilla hasta el
tobillo. Repite los mismo pasos con la otra pierna.

Espalda
Existen padres que acostumbran masajear la espalda
de su bebé por último. La manera más fácil de darle
este masaje puede ser acostándolo sobre tus
piernas. Junta tus manos sobre la parte superior de
su espalda, muévelas en sentidos opuestos hacia
arriba y hacia abajo, desde sus hombros hasta sus
nalgas, una y otra vez.

Consejos para los padres

Favorezca el desarrollo normal de su hijo

Coloque a su hijo en espacios amplios y limpios,


libres de objetos pequeños que puedan llevarse a la
boca y donde no tenga el riesgo de caerse y
lastimarse.

Ponga cerca de ellos, objetos y juguetes llamativos e


invítelos a alcanzarlos mediante el arrastre, como el
cocodrilo, una vez que ha logrado sentarse solo.

Pase un lienzo por el pecho de su hijo, tome los dos


extremos y elévelo 10 ó 15 centímetros del suelo y
permita que ponga sus brazos extendidos y rodillas
dobladas sobre el suelo. Elévelo y desciéndalo por
intervalos intentando que soporte su propio peso.
Estimúlelo para que se desplace, colocando juguetes
llamativos fuera de su alcance.

Acuéstelo boca abajo, coloque su mano izquierda


extendida bajo el pecho del niño y luego elévelo
hasta lograr que el niño se ponga en posición de
gato. Coloque su dedo índice en la parte media del
tórax del niño, balancee su cuerpo hacia adelante y
atrás.

Cuando su hijo logre gatear con destreza, déjelo


sentado frente a un mueble firme y coloque sobre él
algunos juguetes llamativos, de tal manera que los
pueda ver. Invítelo a que se levante del piso con
ayuda del mueble y que intente mantenerse de pie
para alcanzar los juguetes.

Coloque al niño agarrado del borde de una silla, déle


un palito cilíndrico de aproximadamente 20
centímetro de largo y 5 centímetros de diámetro. Jale
el objeto para que camine agarrado del mismo. Una
vez que lo logre, cambie el objeto por una cobija.

Coloque un pañal por las axilas del niño, sosténgalo


por las puntas, empújelo suavemente sobre su
espalda e impúlselo a dar un paso hacia adelante a
la vez que le ofrece seguridad y confianza.

Estimule al niño a dar pasos por sí mismo,


ofreciéndole un juguete u objeto llamativo (como su
biberón) a cierta distancia, para que trate de
alcanzarlo.

Lo más importante es que el niño sea guiado y


estimulado por sus padres, para que con ello su
desarrollo esté enriquecido con confianza y
seguridad.

Si tiene dudas con respecto al desarrollo de su hijo o


la forma de estimularlo, acuda a su pediatra o a un
médico rehabilitador con experiencia pediátrica.

Вам также может понравиться