Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
.,
- ..
La reforma judicial y la participación de la sociedad civil 12i
Tanto las nuevas políticas impulsadas por los 13M!) como las tendencias eviden-
ciadas a nivel nacional coincidían en la necesidad de instrumentar cambios en la
justicia. El cuadro 4.1 grafica la secuencia y el contenido de los intercambios entre
diversos actores del proceso de reforma tlc la justicia en América Latina.
Cuadro 4.1.
. El ciclo de políticas de las reformas de segunda generación
Bancos multilaterales de desarrollo
Fi..m:iamlen'o
d. ¡C'ividad
Cte.1ciónd.
redes
Acciones de gobiernos
(programas de reforma financiados por los BMO)
Implementación conjuntl d. n 4). Intluencía scbre los
losprovramasd. reforma V U provramas d. r.forma
';Ji Organlzacion.s d.
la sociedad civil
128 Carlos H. Acuña y Gabriela Alonso
...
- La reforma judicial y la participaci;j" ..ie la sociedad civil 129
El CEJAauspicia dos redes. Una de ellas está conformada por las instituciones
públicas del ámbito de la justicia y la otra, por instituciones académicas interesa-
das en estos temas. A partir de marzo de 2002, ha establecido la Red de Organiza-
ciones de la Sociedad Civil de Justicia de las Américas (ver más adelante),
Las distintas actividades que desarrolla el CEJAen la actualidad incluyen:
Las diferencias entre las cumbres de las Américas, las iberoamericanas y las
del Grupo de Río son significativas en materia de administración de justicia. Las
primeras enfatizan ciertos procedimientos de resolución de controversias entre
particulares, como medio para remediar los problemas de acceso a la justicia. Es-
te tema es abordado desde una perspectiva que lo liga al tratamiento que se le da
a la democracia en las cumbres iberoamericanas, mientras que en las reuniones de
mandatarios del Grupo de Río no hay siquiera referencias a un programa explici-
2. Ver w w.cejamericas.org.
132 Carlos H. Acuña y Gabriela Alonso
ói!
.. La reforma judicial y la participación de la sociedad cit'il 133
Il
134 Carlos H. Acuña y Gabriela Alonso
.....
La reforma judicial y 'la participación de la sociedad civil 135
La agenda de esta reunión giró alrededor de los siguientes ejes: procesos polí-
ticos, democracia y reforma judicial, la reforma de la justicia criminal, las refor-
mas de gestión y los planes de modernización judicial, la capacitación judicial y ju-
rídica para la reforma, justicias no convencionales y elementos de ciudadanía en la
justicia -resolución alternativa de conflictos, justicia de paz, diversidad cultural-,
entre otros. Los resultados Recentraron principalmente en cuestiones formales or-
ganizativas -periodicidad de las reuniones, metodología de trabajo, entre otros- y
una declaración general de principios. Estn experiencia, más all<1de su juventud e
incierto futuro, es destacable por dos razones. En primer lugar, es una consecuen-
cia indirecta del accionar de las cumbres de las Américas dado el papel que ha de-
sempeñado el CF~JA en su convocatoria. En segundo lugar, ratifica el rol central de
los organismos multilaterales y paraeslatales -como el propio Cf~JA,el BM y el BID-
u organismos extranjeros -como USAID-para movilizar y resolver los problemas de
acción colectiva de las osc.
En síntesis, la reforma judicial como temática específica de la agenda de las
cumbres de las Américas surgió en forma tardía, fue promovida por los BMDde de-
sarrollo y el gobierno de Estados Unidos, más que por la sociedad civil y los gobier-
nos latinoamericanos. Además, se evidencia poca participación de las ONG,tanto
en la elaboración del contenido de los planes de acción como en el seguimiento del
cumplimiento de los mismos una vez aprobados, incluso en aquellos casos donde
los gobiernos han abierto canales de participación a la sociedad civil. Esto último
obedece no sólo a dinámicas de exclusión sino a que la reforma judicial no consti-
tuye un tema prioritario u objeto del accionar de las organizaciones que participan
en el proceso de las cumbres de las Américas.
i..
~
La reforma judicial y la participación de la sociedad civil 137
A nivel nacional, las ose participan en los procesos de reforma judicial por vía
de la influencia de los programas estatales de reforma o de la implementación con-
junta con los Estados de las acciones de reforma. Su participación en el estableci-
miento de las prioridades de agenda ha sido escasa.-En realidad, y aunque con ma-
tices, ésta se da en la aplicación de los contenidos de la agenda ya establecida. Así,
el gobierno estadounidense a través de USAIDadvertía que los actores latinoameri-
canos estaban mucho menos interesados en la reforma administrativa de la justi-
cia que generase menores demoras en su administración que en programas relati-
vos al fortalecimiento de la independencia del Poder Judicial y el control de la co-
rrupción. De la misma manera, los latinoamericanos estaban interesados. en la
aplicación de instituciones penales adversariales y descreían de las instituciones
del sistema penal estadounidense -como la negociación de las sentencias a aplicar
entre el Estado y el acusado de un delito-, por creer que afectaban el debido pro-
cesoy la integridad judicial (Hammergren, 1999). En el campo de la reforma de la
justicia, la acción de las organizaciones se centra mayormente en la implementa-
ción de programas financiados por los BMDa través de los gobiernos. Los BMDtam-
bién desarrollaron vínculos con diversas ose por medio de la creación de redes.
Distintas ose llevaron adelante acciones puntuales, destinadas a impulsar al-
gunos objetivos específicos de la reforma del sistema de justicia en el plano nacio-
nal. Una primera gran división de tareas se dio entre aquellas que conciben la re-
forma como un problema de administración -primer grupo-, otras que entienden
la reforma como un problema de mejora de los estándares de la justicia como po-
der del Est.'1do-segundo grupo- y, finalmente, organizaciones corporativas como
las empresariales -tercer grupo- que tienden a restringir la problem¡Hica de la
justicia a su función de defensa de la propiedad privada y de apoyo al funciona-
miento de los mercados.
En el primer grupo, encontramos en la Argentina al FORES,una organización
creada en 1977 y que entiende que el problema que afecta a la justicia es predomi-
nantemente de naturaleza gerencia!. Algunas de las temáticas en las que se espe-
cializa son el sistema judicial y jurídico en general, junto con el diseño de poIrticas
de gestión pública, planeamiento estratégico, auditoría e información, informática
e incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación, entre otras.
Una organización que responde a este mismo patrón, también en la Argentina,
es la Fundación Libra, la cual se ha especializado en el tema de la mediación como
instrumento destinado a acortar la morosidad en la justicia e impedir que causas
que pueden ser resueltas privadamente -sin la intervención de un juez- lleguen al
sistema judicial. En este tipo de propuestas de reforma se privilegia la cuestión ad-
ministrativa y no un problema sustantivo asociado a ciertas casos de mediación,
donde se pueden generar perjuicios para la parte más débil de la controversia some-
tida a tal proceso. Este tipo de resolución de controversias alcanza acuerdos priva-
dos que no contemplan intereses públicos -por ejemplo, problemas de contamina-
ción que, además de afectar a las partes, pueden presentar perjuicios a terceros-.
Dentro de este primer grupo, también podemos mencionar a Argenjus, orga-
nización de segundo grado, creada en Argentina en 2000 y que reúne a agrupa-
ciones de abogados, magistrados, profesores de derecho e integrantes de la socie-
138 Carlos H. Acuña y Gabriela Alonso
-
dad civil.3 Entre sus objetivos se incluye afianzar la independencia de la justicia
lograr una mayor eficacia y eficiencia del se,,:icio de la justicia, experimentar;
analizar sistemas de formación y capacitación de recursos humanos del sistema
judicial y solucionar efectivamente los conflictos que se suscitan en el seno de la
comunidad.4 A fin de cumplir con estos objetivos, realiza variadas actividades:
planificación y desarrollo de programas de capacitación para empleados, magis-
trados y demás actores del proceso judicial; desarrollo y ejecución de experiencias
piloto para sistemas judiciales; implementación de tecnologías de la información
y de las comunicaciones en el Poder Judicial y órganos auxiliares del sistema de
justicia; elaboración y desarrollo de mediciones e indicadores de eficiencia, efica-
cia, desempeño, gestión administrativa y jurisdiccional.
También encontramos a la Alianza Ciudadana Pro Justicia (Panamá), cuyo
principal objetivo es promover la participación de la sociedad civil en los temas de
la administración de justicia que afectan a los ciudadanos. Busca acompañar los
procesos de reforma emprendidos por diferentes instituciones de la justicia y pro-
poner recomendaciones para mejorar los recursos humanos y materiales de las es-
tructuras organizativas existentes. Actualmente, está conformada por once organi-
zaciones que trabajan en las siguientes áreas: consolidación de la independencia
judicial y transformación del sistema de administración de justicia, mejoramiento
del sistema penitenciario, reforma de la justicia administrativa, promoción de me-
canismos alternativos de solución de conflictos y educación ciudadana. La CEJ(Co-
lombia) presenta una agenda similar. Fue constituida en 1996 con el objetivo de
crear "una organización representativa de la sociedad civil, independiente, de alto
nivel, regida por principios modernos de gestión, con capacidad para promover
cambios en la búsqueda de la excelencia en la justicia".~ Cuenta con noventa y cin-
co miembros entre los que se encuentran universidades, centros de investigación,
empresas del sector productivo, medios d(! comunicación y ciudadanos interesados
en promover la participación ciudadana en la tarea de fortalecimiento del sistema
de justicia colombiano. Sus objetivos incluyen la promoción de métodos alternati-
vos de solución de conflictos, el apoyo a la efectividad de la gestión administrativa
de la justicia y la colaboración con el Poder Legislativo en la elaboraci6n de proyec-
tos de ley relevantes para la justicia. Con el financiamiento del DM,esta institu-
ción organizó la primera red de ONGvinculadas a la justicia de América Latina en
1988. Según su ex director ejecutivo, Alfredo Fuentes-lIernández, para llevar ade-
lante reformas efectivas del sistema judicial, es de suma importancia promover
alianzas con el Poder Ejecutivo y voceros del Poder Legislativo, así como con las
3. Las entidades asociadas a Argenjus 80n Asamblea Permanente por 108Derechos Humanos,
Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, Federación Argentina de Co-
legios de Abogados, Federación Argentina de la Magistratura, Foro por la Reconstrucción Insti-
tucional, FORES,Fundación de Estudios para la Justicia, Instituto Superior por la Justicia, Jun-
ta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia de las Provincias Argentinas, Univer-
sidad Nacional de Lanús.
4. Véase ponencia de Ramón Gerónimo Brenna, presidente de Argenjus, en el Primer Encuen-
tro de la Red (Quito, mano de 2002) (www.argenjus.org.ar).
5. Véase www.c~.org~co.
...M;;
-- La reforma judicial y la participación de la sociedad civil 139
oseY agencias internacionales, ya que esto pennite superar la debilidad de los li-
derazgosy la falta de continuidad de las reformas (Fuentes-Hernández, 2002). En-
tre sus propuestas, sostiene que la justicia debería aplicar en algunos casos un sis-
tema de cobros -tasas, honorarios o gastos- a fin de evitar una apropiación de be-
neficiosregresiva por parte de individuos u organizaciones.
Un segundo grupo actúa desde la visión de la justicia como un problema sus-
tantivo. De acuerdo con esta concepción, la problemática de la justicia en América
Latina no puede reducirse a cuestiones de administración y gerenciamiento ya que
existen problemas de dependencia de la justicia respecto del poder, corrupción y
problemas estructurales que impiden el acceso de vastos sectores de la población
al sistema de administración de justicia. Como consecuencia de esto, la justicia po-
see serios próblemas de legitimidad frente a la ciudadanía.6
En este marco, en la Argentina son varias las ONGque actúan en estas temáti-
cas. Entre ellas cabe mencionar al CELS,la Asociación por los Derechos Civiles, la
Fundación Ambiente y Recursos Naturales, lNECIPy la Unión de Usuarios y Consu-
midores. Estas organizaciones han elaborado, en forma conjunta, una serie de docu-
mentos relativos a la situación de la Corte Suprema de Justicia, luego de que el Par-
lamento comenzara a principios de 2002 el procedimiento de juicio político a los nue-
ve miembros del tribunal. Las recomendaciones de los documentos incluyen, entre
otras, acciones tendientes a establecer procedimientos para la remoción y designa-
ciónde los jueces de la Corte Suprema de Justicia. Además, ofrecen estrategias ope-
rativas para modificar los reglamentos del proceso de enjuiciamiento en el Congre-
so,así como reglas operativas para la selección de jueces a ser implementadas por el
Poder Ejecutivo y el Senado nacional. En lo que hace a las reformas penales, los es-
fuerzos de organizaciones como ellNECIP estuvieron orientados a oralizar el procedi-
miento y garantizar derechos individuales en el proceso. Dentro de este segundo
grupo podemos encontrar a la ¡"ESPAD/CEPES creada en 1992 en El Salvador. Esta or-
ganización recibe apoyo y/o financiamicnto de INECIP,de la Embajada de los Países
Bajos con sede en Costa Rica, Save the Children-Suecia, del Fondo de las Naciones
Unidas para la Infancia (Unicef), de la Comunidad Europea, la Asociación Catalana
para la Cooperación Internacional y la Universidad de El Salvador, entre otros.
Otras dos organizaciones argentinas de relevancia como Poder Ciudadano y
Asociación Conciencia, si bien carecen de una agenda específica de acción en el ám-
bito de la reforma de la justicia, cumplieron un rol importante en la concientiza-
ciónde la sociedad respecto de la importancia de la justicia en el sistema democrá-
tico.Ambas organizaciones implementaron programas de sensibilización de la ciu-
dadanía por medio de publicaciones, brindando datos acerca de los miembros del
Poder Judicial y teatralizaciones públicas de escenas de violación de derechos.
6. En Perú, un sondeo de la empresa AI~)yO realizado en Lima en abril de 1993 mostró que só-
lo 5 por ciento de los entrevistados consideraba con fiable al órgano judicial y 72 por ciento lo
calificó como poco o nada con fiable (Pásara, 1996). Mientras que estudios de opinión pública en
la Argentina durante los 80 ubicaban a la justicia como una de las instituciones más valoradas
por la ciudadanía, a fines de los 90 se había revertido diametralmente esa percepción. En 2000,
88 por ciento de los argentinos no confiaba en la justicia, tendencia que se ha mantenido du-
rante 2001 y 2002. Véanse las encuestas de Graciela Romer y de Gallup para el diario La Na-
ción, 3 de septiembre de 2000 y 23 de enero de 2001, respectivamente; y Catterberg (1989).
~
140 Carlos H. Acuña y Gabriela Alonso
...&
.....
América Latina nos muestra procesos de reforma judicial no sólo lentos, sino
también estancados o, incluso, en retroceso. Una primera mirada sugeriría la pre-
sencia de una contradicción, supuestamente insostenible en el tiempo, al tomar en
cuenta la incorporación de las demandas de actores empresarios y de actores exó-
genos -como USAIDe incluso los BMD-a las demandas históricas de las ONOy de la
ciudadanía en general, con respecto a la necesidad de una reforma judicial.
Sin embargo, al observar los diversos conjuntos de actores participantes en los
procesos de reforma judicial y la estructura politico-institucional en la que se ven
inmersos en nuestras sociedades, se debe concluir que no surge un actor o alianza
de actores con suficientes incentivos y recursos como para destrabar el fuerte equi-
librio que frena las reformas judiciales.
El análisis de los procesos concretos también nos permite reconocer la comple-
jidad que enfrentan los actores una vez que el proceso de reforma abandona el pi-
zarrón o su viñeta en la "receta" diseñada por los técnicos: principios tan caros co-
rno el de la autonomía judicial para el fortalecimiento y la profundización demo-
cráticas se pueden tornar en poderosos recursos de estrategias oligárquicas o ren-
tísticas con demasiada facilidad -como en la Argentina o Brasil-. Por otra parte,
reformas puntuales sin encarar el problema en forma integral no resultan neutras
sino que muchas veces son negativas -como la promoción de un mayor acceso a las
cortes sin mejorar su eficiencia-, lo que trae como consecuencia inundaciones de
casos y crisis del sistema, como se dio en Brasil a principios de los años 90 (Prilla-
man, 2000; Buchanan, 2001). Finalmente, la integralidad de la reforma debe con-
templar piezas clave del sistema "contextual" a la provisión de justicia pues, así co-
rno una mayor autonomía judicial es impensable sin importantes cambios en el
propio Ejecutivo, tampoco la provisión de justicia variará demasiado si las fuerzas
policiales no sufren modificaciones sustanciales en su organización y lógica de fun-
cionamiento, en una dirección acorde a la reforma judicial (Frühling, 1998).
1
se deberían diseñar mecanismos para fortalecer el papel de las ONGy los me-
dios de comunicación para forzar la fiscalización por parte del Poder Judicial
y facilitar y apoyar el acceso a la justicia por parte de los excluidos;
se deberían fortalecer los mecanismos alternativos de resolución de disputas a
las cortes, y
los organismos multilaterales de desarrollo y las agencias internacionales debe-
rí!.n coordinar en mayor medida su accionar, tanto en términos de contenidos y
prioridades recomendadas como en relación con su "división de trabajo" respec-
to de temáticas y del uso e inversión de sus recursos humanos y materiales.
6. Conclusiones