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Atención Primaria. J.J. Baztán et al.–Actividad comunitaria de un servicio de geriatría hospitalario: un ejemplo práctico
Vol. 26. Núm. 6. 15 de octubre 2000 de coordinación entre atención primaria y especializada
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Atención Primaria. J.J. Baztán et al.–Actividad comunitaria de un servicio de geriatría hospitalario: un ejemplo práctico
Vol. 26. Núm. 6. 15 de octubre 2000 de coordinación entre atención primaria y especializada
menos una vez en sesiones interdisciplina- TABLA 1. Características al ingreso de los pacientes consultados por atención
rias formales. Tanto el plan de cuidados ini- primaria
cial como las modificaciones posteriores del
mismo es comunicado y discutido también N = 524
con el equipo de atención primaria, bien de Edad (años) 83,34 ± 7,21
forma directa en las sesiones en el centro Sexo femenino 68,13%
de salud o por teléfono o Fax. Los cuidados
establecidos pueden ser proporcionados, en Reingresos 10,1%
función de su complejidad, bien por APS o Modelo de atención primaria
bien por el equipo de AGD o, más frecuen-
Tradicional (20,5%); equipo (79,5%)
temente, compartido por ambos (el ejemplo
más claro de esto último son los cuidados Demora primera visita (días naturales) 3,6 ± 3,4
de pacientes con úlceras cutáneas). Al alta Número de diagnósticos 4,02 ± 1,86
del seguimiento del equipo de AGD se re-
mite un informe a APS. Número de fármacos 4,95 ± 2,8
Los criterios de derivación desde APS son Situación funcional
la presencia de patología o síndromes ge- Escala funcional de Cruz Roja 3,26 ± 1,28
riátricos en ancianos que no pueden des-
plazarse a la consulta como consecuencia 0-2 25,6%
de su patología o incapacidad, y que tam- 3 29,6%
poco son subsidiarios de atención en otro 4-5 44,8%
nivel asistencial hospitalario. Ocasional-
mente, la valoración de determinados sín- Índice de Barthel 43,14 ± 31,6
dromes (por ejemplo, caídas, confusión o < 20 28,9%
fragilidad social) pueden condicionar la
20-35 16,2%
necesidad de valoración domiciliaria por sí
mismos. 40-55 19,9%
En cuanto a los pacientes remitidos desde 60-75 17,5%
el hospital (cuyo estudio no es objeto de es-
te trabajo), la indicación de valoración ini- ≥ 80 17,5%
cial domiciliaria por parte del equipo de Situación mental
AGD es solicitada desde el hospital previa Escala mental de Cruz Roja 1,67 ± 1,51
consulta con el geriatra del equipo, pero el
posterior plan de cuidados se establece de 0-1 50,9%
manera similar a la expuesta para los pa- 2-3 34%
cientes cuya valoración es indicada desde 4-5 15,1%
APS.
Pfeiffer 4,7 ± 3,63
Para este estudio, se evaluó la actividad ≤5 58,8%
del equipo de AGD entre los meses de ene-
6-7 12,8%
ro de 1997 a diciembre de 1999, ambos in-
clusive, en los siguientes aspectos: ≥8 28,4%
1. Se recogieron de forma prospectiva todos Situación social
los pacientes remitidos solamente desde
Convivencia
atención primaria para atención en domici-
lio durante este período de tiempo. Se reco- Solo 10,1%
gieron datos demográficos, de situación Cónyuge 28,8%
funcional, mental, social y síndromes geriá-
tricos al ingreso según protocolo anterior- Familia 58,9%
mente reseñado, motivo de consulta, diag- Otros 2,2%
nóstico principal causante de incapacidad, Principal cuidador
número de diagnósticos y fármacos al in-
greso, así como demora en días naturales Cónyuge 20,7%
desde la solicitud de atención y primera vi- Familia 59,9%
sita domiciliaria. En el momento del alta se Otros 19,4%
recogieron datos sobre estancia en el pro-
grama de AGD, números de visitas médicas Ayuda social domiciliaria
y de enfermería, derivación al alta, así co- Oficial 14,4%
mo número de fármacos y nuevos diagnós-
Privada 18,8%
ticos. Todos los datos se almacenaron en
una base de datos R-sigma, programa esta- No 66,8%
dístico que posteriormente fue utilizado pa- Pensión mensual (pts.)
ra el estudio descriptivo de los datos.
2. Se registraron igualmente todas las < 50.000 13,5%
consultas telefónicas realizadas en este 50.000-100.000 68,3%
período de tiempo, clasificándolas según > 100.000 18,2%
su procedencia, motivo de consulta y reso-
lución de las mismas.
3. Por último, se analizaron las reuniones sos clínicos presentados por el equipo de Ocasionalmente la reunión se dedicaba de
mantenidas por parte del equipo en cen- primaria o el seguimiento de pacientes del forma monográfica a la exposición de al-
tros de salud. El objeto de dichas reunio- centro atendidos en alguno de los niveles guna patología o síndromes de alta preva-
nes fue principalmente la discusión de ca- asistenciales del servicio de geriatría. lencia entre los ancianos frágiles (solicita-
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TABLA 2. Prevalencia de problemas geriátricos dicas, una encuesta para hacérsela llegar a
todos los facultativos para ser rellenada de
Incontinencia 66,5% forma anónima y voluntaria por ellos.
Orina 27,3%
Fecal 0,8% Resultados
Doble 38,4%
Insomnio 50,5% El número de pacientes atendidos a
petición de atención primaria en los
Sobrecarga de cuidador 33,2%
3 años de este estudio fue de 524, que
Dolor 29,9% suponen un 58,4% del total de pa-
Úlceras por presión 27,1% (16% grados III-IV) cientes nuevos atendidos por el equi-
Sintomatología depresiva 22,6% po de AGD durante este período de
Disfagia 17,1%
tiempo. Como se refleja en la figura
1, dicho porcentaje ha ido creciendo
Sonda vesical 7,8% en los últimos años hasta estabili-
Oxigenoterapia domiciliaria 4,7% zarse. El perfil de los pacientes con-
Sonda nasogástrica 3,1% sultados (tablas 1 y 2) corresponde al
de pacientes muy ancianos con pluri-
patología y polifarmacia, grado de in-
TABLA 3. Patología principal motivo de incapacidad capacidad funcional moderada o se-
vera (74,4% con una puntuación ma-
Demencia 23,9% yor de 2 en la escala funcional de
Osteoarticular 21,03% Cruz Roja, y 65% con un índice de
Patología cerebrovascular 12,4% Barthel < 60), frecuentemente con
deterioro cognitivo acompañante
Cardiopatía 11,5%
(41,4% con una puntuación en el test
Síndrome de Parkinson 5,4% de Pfeiffer > 5) y elevada prevalencia
Neoplasia 5% de síndromes geriátricos. Entre estos
Neumopatía 3,8% últimos es destacable la presencia de
Trastorno depresivo 3,4%
incontinencia en 2 de cada 3 pacien-
tes atendidos y la presencia de so-
Patología endocrina 3,25% brecarga de cuidados manifestada
Vasculopatía periférica 3,25% espontáneamente por el cuidador
Patología digestiva 2,9% principal en uno de cada 3 (tabla 2).
Otros 4,21% En la tabla 3 se refleja la patología
principal causante de incapacidad.
El motivo principal que originó la
TABLA 4. Frecuencia, número de visitas y estancia media según motivo consulta al equipo de AGD se expone
de consulta en la tabla 4, destacando que salvo
en un 16,2%, en el que el motivo de
Motivo de consulta Frecuencia Estancia media Número de visitas consulta fue la valoración diagnósti-
(días ± DE) (media ± DE)
ca y el manejo de patología clínica
Médicas Enfermería concreta, en el resto el motivo por el
Deterioro funcional 28,43% 20,3 ± 22,9 2,42 ± 2,28 3,37 ± 3,48 que se solicitaba la atención era la
evaluación y manejo de manifesta-
Control clínico 16,22% 37,2 ± 72,57 5,81 ± 10,86 7,20 ± 11,58
ciones sindrómicas específicas de es-
Valoración geriátrica 13,4% 26,5 ± 37,6 2,6 ± 2,19 3,52 ± 3,66 te grupo de población.
Úlceras cutáneas 13,2% 97,5 ± 126,35 2,92 ± 2,81 20,39 ± 30,42 La estancia media de los pacientes
Trastornos del comportamiento 10,79% 47,05 ± 57 5,27 ± 5,33 6,4 ± 6,62 dados de alta en estos 3 años, y aten-
Deterioro cognitivo 3,7% 36,3 ± 53,45 4,42 ± 6,83 5,57 ± 7,08
didos inicialmente a petición de
atención primaria, fue de 1,5 meses,
Claudicación cuidador 3,24% 14,3 ± 17,32 1,41 ± 1,17 2,05 ± 1,52 destacando que un 46,9% al alta con-
Caídas 2,66% 38,07 ± 47,32 3,64 ± 4,01 4,64 ± 4,58 tinuó bajo la supervisión de APS y en
Dolor 2,66% 28,92 ± 46,90 5,07 ± 6,75 6,23 ± 7,94 una cuarta parte requirieron tras la
Otros 5,7% 53,41 ± 116,04 1,44 ± 1,78 4,20 ± 8,49 inicial valoración domiciliaria la
atención posterior en alguno de los
diferentes niveles de atención hospi-
talaria del servicio de geriatría (uni-
dad de agudos, media estancia u hos-
da por el equipo de primaria) o a la discu- 4. Como complemento, y para conocer la
sión en profundidad de un caso clínico del opinión de los médicos de atención prima-
pital de día) (tabla 5). En cuanto a la
centro relevante e ilustrativo. Dichas reu- ria sobre la actividad asistencial y de derivación al alta en función del mo-
niones se realizaban en el centro de salud coordinación del equipo de AGD, durante tivo de consulta, sólo encontramos
entre las 14 y 15 horas, desplazándose pa- el último trimestre de 1999 se facilitó, a relación entre el deterioro funcional
ra tal efecto al mismo el geriatra y una en- través de los coordinadores de los centros con la mayor frecuencia de ingreso
fermera del equipo de AGD. con los que se mantenían reuniones perió- en unidades geriátricas hospitala-
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TABLA 5. Perfil de altas de pacientes atendidos procedentes de atención ma de AGD (tablas 4 y 5), un 67,4%
primaria permaneció menos de 30 días, siendo
N = 537 más frecuente una permanencia me-
nor de 30 días en los consultados por
Estancia media (días) 45,67 ± 91,3
deterioro funcional (33,5% frente a
Número de nuevos diagnósticos 1,02 ± 0,77 18,6%, p < 0,001) y mayor de 30 días
Número de fármacos 3,9 ± 2,14 en aquellos que consultaban por úl-
Media de visitas/paciente ceras cutáneas (22% frente a 9%, p <
Médicas 3,5 ± 5,96
0,01) o trastornos del comportamien-
to (16,2% frente a 7,8%, p < 0,05).
Enfermería 7,26 ± 14,96 También comparamos el perfil de los
Destino al alta pacientes y la actividad del equipo
Atención primaria 46,9% en función de si las consultas eran
Unidad geriátrica de agudos 9,9% realizadas desde modelos de aten-
ción primaria «no reformados» (tra-
Hospital de día geriátrico 7,47%
dicional) o «reformados» (equipos).
Unidad de media estancia 6,17% Los datos obtenidos (tabla 6) son
Consulta externa 4,3% bastante similares, salvo una mayor
Residencia 4,3% estancia en el programa (pero con si-
Unidad de larga estancia 1,7%
milar número de visitas médicas y de
enfermería) y un mayor número de
Fallecimientos en domicilio 6,3% consultas desde el modelo «no refor-
Altas no previstas 6,2% mado» para «valoración geriátrica»,
Otros 6,7% que supone un motivo de consulta
menos dirigido que cuando se consul-
ta por un problema clínico o síndro-
me geriátrico concreto.
TABLA 6. Perfil de pacientes, motivo de derivación y parámetros de actividad En cuanto a las consultas clínicas te-
del equipo de AGD según el modelo de atención primaria que realiza lefónicas, de las 1.211 recibidas en
la consulta estos 3 años, un 71,4% fue realizado
Modelo «no reformado» Modelo «reformado» por atención primaria. De estas últi-
(n = 107) (n = 417) mas llamadas, en la mayoría el moti-
Edad (años) 84,03 ± 7,64 83,05 ± 7,07 vo fue comentar casos clínicos con-
cretos expuestos por primaria, de los
Mujeres 71,9% 66,6%
que en el 45% se acordó ser valora-
Índice de Barthel 36,7 ± 33,6 44,6 ± 31,1 dos en domicilio por el equipo de
Pfeiffer 4,95 ± 3,63 4,70 ± 3,65 AGD, en un 19,6% se realizó una re-
Motivo de consulta comendación terapéutica por parte
Deterioro funcional 23,7% 29,1%
del geriatra o se estableció un plan
de cuidados inicial para ser llevado a
Valoración geriátricaa 21,05% 11,7% cabo por atención primaria, en un
Úlceras cutáneas 17,5% 12,6% 11% se consideró procedente ingre-
Control clínico 14,1% 16,5% sar al paciente directamente en la
Trastornos del comportamiento 10,5% 10,8% unidad de agudos geriátrica y en un
9,4% fue remitido a la consulta ex-
Días de estanciab 63,62 ± 131,9 42,06 ± 78,49
terna hospitalaria. En un 15% el mo-
Número de visitas médicas 3,76 ± 3,98 3,41 ± 5,75 tivo de la llamada fue solicitar infor-
Número de visitas de enfermería 8,75 ± 13,91 7,03 ± 15,48 mación clínica sobre algún paciente
Destino al alta atendido en alguno de los niveles
Atención primaria 44,2% 48%
asistenciales del servicio de geria-
tría.
Unidades servicio de geriatría 30,1% 27,3% Las reuniones en centros de salud
Fallecidos 8,8% 5,6% durante los últimos años quedan re-
Residencia-larga estancia 6,1% 5,9% flejadas en la figura 2 con una inci-
ap
dencia máxima en 1995, coincidien-
< 0,05. bp < 0,01. do con la divulgación del programa
de atención al anciano, seguida de
un posterior descenso y progresiva
rias (47,6% frente a 14%, p < 0,001), a 4%, p < 0,001). Un 6,2% fue catalo- estabilización en torno a 70 reunio-
una mayor derivación a residencia o gado como altas no previstas, habi- nes anuales, en función general-
unidades de larga estancia en el caso tualmente pacientes que acudieron a mente del interés en las mismas
de los valorados por «claudicación del urgencias con posterior ingreso hos- mostrado por los profesionales de
cuidador» (33% frente a 5%, p < 0,05) pitalario, no existiendo diferencias primaria, y en menor medida de la
y mayor mortalidad en los consulta- en función del motivo de consulta. disponibilidad de tiempo del equipo
dos por úlceras cutáneas (23% frente En cuanto a la estancia en el progra- de AGD. De los 14 centros ubicados
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fleja un cambio en la filosofía asis- formal domiciliaria pública o priva- micilio, conocido como hospitaliza-
tencial de estos equipos que, confor- da, y en un 33,2% había sobrecarga ción domiciliaria, entendiendo ésta
me a la generalización del modelo manifiesta del cuidador principal). como alternativa a la atención hospi-
reformado de APS, han dejado de En cuanto a si la ubicación hospita- talaria para procesos agudos. Aun-
realizar cuidados continuados domi- laria de estos equipos ofrece alguna que el segundo motivo de consulta
ciliarios a largo plazo de pacientes ventaja añadida, está en función de desde primaria a nuestro equipo es
geriátricos incapacitados. Nuestra su facilidad al acceso de recursos téc- la valoración de patología clínica
actividad actual puede definirse co- nicos y humanos especializados concreta, sólo son tratados en su do-
mo consultora y de apoyo, en tanto cuando sean necesarios. Esta com- micilio aquellos pacientes en los que
que se limita a participar de forma li- plementariedad con los recursos de la situación clínica y condiciones so-
mitada en el tiempo en el plan cui- primaria es reflejada también en la ciales no recomiendan la necesidad
dados establecido para un problema encuesta a los médicos de APS en de atención intrahospitalaria. Por
concreto que es el motivo de la con- nuestra área sanitaria. Algunos tra- otra parte, independientemente de
sulta de APS. Pese a ello, la actividad bajos en la bibliografía indican que que la organización de nuestro equi-
no debiera evaluarse solamente en la coordinación y continuidad de la po (con un horario de 8 a 15 horas de
días de atención (como en los progra- atención puede ser más eficaz y efi- lunes a viernes) no nos permite rea-
mas más específicos de hospitaliza- ciente si junto a su composición es- lizar hospitalización domiciliaria, es-
ción domiciliaria). Otro parámetro de pecializada parten desde el hospi- te es un tipo de atención domiciliaria
actividad de especial interés puede tal39,40. De cualquier forma, ésta es sobre el que no existe suficiente evi-
ser el número de visitas realizadas, una cuestión discutible, ya que equi- dencia de su eficacia y eficiencia, es-
dado que los problemas que motivan pos geriátricos comunitarios tam- pecialmente en la atención del pa-
la intervención requieren no una bién han aportado datos favora- ciente geriátrico42.
atención intensiva sino, más frecuen- bles36,38. En cualquier caso, nuestros Una parte importante de nuestra ac-
temente, una monitorización más es- datos indican que una cuarta parte tividad está dedicada a la docencia y
paciada (en nuestro caso una media de los pacientes consultados requiere formación de los profesionales de
global de una visita de enfermería atención en otros niveles hospitala- atención primaria en el manejo de
cada 6 días y una visita médica cada rios del servicio de geriatría, cuyo problemas geriátricos en la práctica,
13 días, frecuencia que varía según plan de cuidados no hubiera podido que es el objetivo de la evaluación
el motivo de consulta, tal como se re- ser adecuadamente atendido por conjunta de casos clínicos en los cen-
fleja en la tabla 4). nuestro equipo sin una cobertura tros de salud y que debe complemen-
El éxito o fracaso de estos equipos hospitalaria que nos respaldara di- tarse con valoraciones conjuntas
viene determinado por 4 factores de- rectamente. domiciliarias. Esta filosofía, como
terminantes: su composición, espe- De forma añadida a lo anterior, el es- muestra la evolución anual de nues-
cialización de sus integrantes, su tablecimiento de vías fluidas y for- tra actividad en centros de salud, re-
ubicación y la capacidad de coordina- males, similares a las aportadas en fuerza la existencia de estos equipos
ción con atención primaria. Estos nuestro estudio, que favorezcan la no sólo como apoyo asistencial, sino
factores son los que en última ins- coordinación entre el equipo geriátri- también docente a la APS.
tancia repercuten en su capacidad co y atención primaria es el tercer Por último, la implantación de estos
para resolver los problemas asisten- aspecto clave en la eficacia de la in- equipos de apoyo a la APS vendrá
ciales planteados en la atención al tervención36,38. determinada por su eficacia y efi-
paciente geriátrico en la comunidad. El tipo de cuidados que pueden desa- ciencia e, indirectamente, por la per-
La composición multidisciplinaria rrollar equipos como el nuestro pue- cepción desde APS de una fácil acce-
(médico, enfermera y trabajadora so- de ser diverso. Si bien los datos pre- sibilidad, rapidez en la consulta y
cial básicamente) por personal espe- sentados ilustran la actividad de una aportación diferenciada en fun-
cializado en geriatría, así como su nuestro equipo en dos aspectos con- ción de su cualificación (derivada de
implicación directa en los cuidados cretos, como la valoración geriátrica la especialización en los cuidados) y
domiciliarios, determinan su eficacia domiciliaria y los cuidados en ancia- disponibilidad de recursos. Pese a la
y favorecen la confianza de los profe- nos incapacitados, otro tipo de cuida- baja tasa de respuestas en la encues-
sionales de primaria en la interven- dos domiciliarios de probada eficien- ta realizada, aunque en los rangos
ción y plan de cuidados establecido, cia de estos equipos es el seguimien- habituales en nuestro medio43, la
opinión manifestada por los médicos to al alta hospitalaria de ancianos muy favorable opinión de los profe-
de nuestro sector asistencial y avala- frágiles con elevado riesgo de rein- sionales de atención primaria de
da por la bibliografía35-38. La impor- gresos41. En nuestra práctica, estos nuestra área sobre la utilidad asis-
tancia de incorporar a una trabaja- cuidados representan la mayor parte tencial del equipo de AGD y de su la-
dora social en estos equipos sanita- de la actividad que realizamos, ex- bor de coordinación como exponente
rios deriva de la frecuente necesidad cluidas las consultas de atención pri- de un servicio de geriatría hospitala-
de acompañar recursos sociales para maria. En este caso nuestra inter- rio es concordante con los resultados
poder mantener al anciano incapaci- vención en domicilio es también con- de otras áreas44-46 y constituye un
tado en su domicilio, dada la fre- sensuada con atención primaria, argumento más para el desarrollo de
cuente fragilidad social de estos pa- estableciendo de forma conjunta la servicios de geriatría hospitalarios
cientes (en nuestra experiencia, y en intensidad y duración de los cuida- con recursos asistenciales diferencia-
una población con importante grado dos al alta hospitalaria por parte del dos47.
de incapacidad, un 39,9% vivía solo o equipo de AGD. Como conclusiones del presente es-
con cónyuge de edad avanzada, en un Lo que no realizamos es un cuarto ti- tudio, podemos establecer las si-
66,8% no tenía ningún tipo de ayuda po de cuidados especializados en do- guientes:
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domiciliaria ofrecen una atención di- 96: 222-228. Esp 1992; 191: 405-411.
ferenciada a la atención domiciliaria 5. Salgado A, Beltrán M. Asistencia geriá- 21. Nebot C, Saiz N, Sardá T. La implanta-
trica: geriatría de sector. En: Salgado A, ción de los equipos de soporte en la
realizada desde atención primaria.
Guillén F, editores. Manual de geriatría atención primaria: ¿un reto innovador?
– Tras la generalización del modelo (2.ª ed.). Barcelona: Masson, 1994; 43- Rev Esp Geriatr Gerontol 1993; 28: 261-
reformado de atención primaria, su 53. 266.
actividad continúa siendo de utilidad 6. Pérez del Molino J. Asistencia coordina- 22. Benítez MA, Espinosa JM. Atención do-
para los profesionales de atención da al anciano en la comunidad. Relación miciliaria. En: Grupo de Trabajo de la
primaria derivado de su especializa- entre atención primaria de salud, servi- semFYC. Atención al anciano. Madrid:
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funcional que dificulta su desplaza- 8. Martín Zurro A. El médico de atención 24. Garrido A, coordinadora. Subprograma
miento fuera de su domicilio y que, primaria y el hospital. Med Clin (Barc) de atención al anciano. Madrid: Área 5
sin requerir atención en otro nivel 1986; 86: 414-416. de Atención Primaria INSALUD-Ma-
hospitalario, presenta síndromes ge- 9. Criado-Montilla J, Ibáñez-Bermúdez F. drid, 1995.
riátricos o problemas clínicos que su- Relaciones entre hospital y atención pri- 25. Guillén F, García A. Ayuda a domicilio.
peren las posibilidades de atención maria. Experiencia de un servicio de Aspectos médicos en geriatría. Rev Esp
del nivel primario de salud. medicina interna. Med Clin (Barc) 1996; Gerontol 1972; 7: 339-346.
106: 463-468. 26. Regalado P, Valero C, González-Montal-
– Esta actividad de apoyo asistencial
10. Suberviola VJ. Programas de coopera- vo JI, Salgado A. Las escalas de Cruz
debe evitar desplazamientos al hos- ción entre internistas y médicos de fa- Roja veinticinco años después: estudio
pital e institucionalizaciones innece- milia: una necesidad. Aten Primaria de su validez en un servicio de geriatría.
sarias. La evaluación última de estos 1999; 23: 57-59. Rev Esp Geriatr Gerontol 1997; 32: 93-
equipos en nuestro medio en térmi- 11. González-Montalvo JI, Salgado A. Ma- 99.
nos de eficacia (como los menciona- nejo del paciente anciano en atención 27. Mahoney FI, Barthel DW. Functional
dos, así como sobre la situación fun- primaria. Líneas guía. Aten Primaria evaluation: Barthel index. Md State
cional, calidad de vida y satisfacción 1992; 9: 219-226. Med J 1965; 14: 61-65.
del paciente y familia) y eficiencia 12. Grupo de Expertos de la Sociedad Espa- 28. Baztán JJ, Pérez del Molino J, Alarcón
ñola de Geriatría y Gerontología. Salud MT, San Cristóbal E, Izquierdo G, Man-
debe ser el objetivo de ulteriores es-
y asistencia geriátrica: conclusiones. zarbeitia J. Índice de Barthel: instru-
tudios. Rev Esp Geriatr Gerontol 1994; 29 (Supl mento válido para la valoración de pa-
– Así mismo, y antes de la generali- 2): 35-38. cientes con enfermedad cerebrovascu-
zación de equipos específicos de apo- 13. Comité de Expertos de la OMS. La salud lar. Rev Esp Geriatr Gerontol 1993; 28:
yo para la atención domiciliaria a pa- de las personas de edad. Informe técni- 32-40.
cientes geriátricos, debiera conside- co n.º 779. Ginebra: OMS, 1989. 29. Pfeiffer E. A short portable mental sta-
rarse si lo que se pretende es una 14. Gené Badia J. ¿El hospital, debe compe- tus questionnaire for the assessment of
mejora cualitativa y no sólo cuanti- tir, dominar o compartir con la atención organic brain deficit in elderly patients.
tativa de la cobertura actual ofrecida primaria? Aten Primaria 1998; 21: 186- J Am Geriatr Soc 1975; 10: 433-441.
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por atención primaria, en cuyo caso
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