Вы находитесь на странице: 1из 9

1

EL AMOR . . .

De pocas palabras se ha abusado tanto como de la palabra


amor, a tal punto que ya se ha perdido por completo el profun-
do sentido que entraña este valor que hace del hombre una
criatura tocada por lo divino. Estamos viviendo una época si-
niestra en donde justamente la mayor ausencia en la conducta
diaria de los hombres es la del amor.

Basta encender la televisión o abrir un periódico cualquiera


para enterarnos de que hemos perdido por completo el más
elemental sentido de la compasión, que es una de las formas
más plenas y necesarias del amor.

El maestro Alvaro Mutis es bastante pesimista cuando se le


pregunta por el amor. Para él, esta época ha atentado contra
el amor, contra cualquier sentimiento digno y loable, como no
había ocurrido antes. “ A pesar de nuestra crueldad natural,
habiamos sabido incluirlo en nuestras vidas” recuerda. Por eso
no es extraño que hoy la gente carezca de valores, que no sea
solidaria, que no respete a los demás, que no sea justa, que
sea intolerante del comportamiento de los demás y que sea
poco honesta. Y es que para quien entiende de valores, el
amor es el valor principal. “ Yo lo veo como el valor en el que
se ponen en práctica todos los valores aprendidos en la vida”
dice la sicóloga de familia Eloísa Infante.

En efecto, ese valor o sentimiento lleva a que otros valores se


den, como por ejemplo la solidaridad, la justicia y el respeto.
De allí que sea importante que las personas aprendan a amar
desde pequeñas a traves del ejemplo (el amor se construye
cada día con cada uno de nuestros actos), de enseñarles a
nuestros hijos a dar y a recibir, a perdonar ( fortalezca su sen-
tido de trascendencia, enseñandole a amar a Dios y a perdonar
como Jesús nos enseñó. Muéstrele la importancia del perdón ),
a ser leales, a ser tiernos, cariñosos ( anímelo a demostrar su
afecto mediante caricias, palabras o un buen gesto. Tenga us-
ted esa misma actitud hacia él), a abrir el corazón, ( permítale
expresar sus emociones, no solo la alegría, también el enojo o
el miedo; enséñele a canalizar y a comprender la amplia gama
de emociones que experimentamos los seres humanos),etc. El
cariño debe ser pan de cada día, pero más que besos y abrazos
debe haber otras muestras de cariño, como gestos, palabras y
acciones. El amor puede surgir cuando la persona ha crecido
en un ambiente amoroso, ha recibido amor de sus padres, y se
le ha permitido expresar sus sentimientos. Pero principal-
mente enseñarles a amarse a sí mismos.( enséñele que cuidar
2

su cuerpo y valorar sus capacidades y cualidades son maneras


de darse amor a sí mismo). Uno de los problemas de nuestra
cultura actual, es que pregona el amor hacia los demás y se
condena el amor propio, con lo que se olvida tal prerrequisito
necesario en el aprendizaje del amor. La visión que se tenga
de sí mismo es determinante al igual que el tratamiento que
se de a sí mismo, para encontrarnos en capacidad o no de
amar. El amor por uno mismo se complementa con el amor a
los demás porque a través de él se tiene conciencia de uno
mismo, de que uno existe. Ese amor hace posible que uno se
vincule con los demás y tenga deseos de proyectarse hacia el
futuro. Es un amor que estimula y genera cambios.

El amor es lo más grande que existe en la vida. Sin él para qué


vivir ? El amor es la melodía perfecta de la humanidad, difun-
de su esplendor sobre la juventud y rodea la edad madura con
una especie de aureola. El amor glorifica el presente por la luz
que arroja sobre el pasado e ilumina el porvenir con el esplen-
dor que proyecta ante sí.

Si queremos ser amados debemos aprender a amarnos y ha-


cernos amar, así que no busquemos fuera el amor que lleva-
mos dentro. Amemos con responsabilidad y con la misma pre-
caución con que tratamos a las abejas para sacar la miel. Si no
tenemos sensibilidad y precaución nos haremos daño y causa-
remos mucho dolor. ¡No destruyamos lo más sagrado de la
vida!
No existe un único modo de amar, existen miles de formas de
expresar cariño, aprecio y afecto. Cuando amamos, entramos
en el mundo de la pureza y de la inocencia. Cuando amamos,
sabemos que ningún precio es demasiado elevado y ningún
sacrificio demasiado grande, para obtener la única cosa en el
mundo por la que merece la pena vivir. Quien vive para amar,
tiene razones para creer y fuerzas para luchar.

El amor puede hacer los más bellos milagros. El amor hace


que llevemos nuestra cruz con felicidad, con gozo y con éxta-
sis. El amor seduce sin intentar convencer, porque con su ma-
gia transforma todo en lo correcto. Amar es el arte de tolerar,
el arte de aceptar, el arte de dar, el arte de servir sin esperar...

Conságrate en el arte de amar y no estarás solo ni triste ja-


más. Si no quieres nunca fallar ni fracasar, practica el arte de
amar. Quien sabe dar amor se da sin temor al dolor.

Cuando la magia del amor cubre a dos seres, sus vidas se lle-
nan de dicha, de luz, de risa y de canciones; mas no faltan los
obstáculos y los conflictos que como demonios roban los rega-
3

los del espíritu. El amor tiene horas de tempestad y horas de


calma, tiempo de fatiga y tiempo de descanso.

Si de vez en cuando te fatigas con tu amado o con tu amada,


se debe a que estás obrando de acuerdo a las leyes de la natu-
raleza. Y si a veces sientes desconsuelo y a veces amas, tam-
bién estas haciendo parte del ritmo de la vida, porque la vida
es día y noche, no es una eterna monotonía. Así como hay
cambios de estación, así hay cambios de humor; de lo contra-
rio hasta el amor se convertiría en aburrimiento. Sólo una flor
de plástico no se marchita. Por tal razón debemos cultivarlo.

El amor está más allá de la afanosa búsqueda de la felicidad.


El amor es el único remedio para las penas de la humanidad.
Nos hace renacer como el sol de cada alborada ¡ El amor es la
fuerza creadora por excelencia !

Cuando sabes amar es señal de que has llegado a percibir a las


personas como semejantes a tí. Nadie hay mejor ni peor que
tú.

Tomado del Libro Reflexiones de Julio A. Grosso B.

Bárbara Ann Breman describe el amor como “ el tejido conecti-


vo del universo ”, “ la materia de la que estamos hechos ”

Sandra Rey dice que “ Dios es amor ”, y que “ Dios es simple-


mente más tú ”.

Llegará el día en que, después


de aprovechar el espacio, los
vientos, las mareas y la grave-
dad, aprovecharemos para Dios
una conciencia universal.Y ese día,
por segunda vez en la historia
del mundo, habremos descubierto
lo que es el amor..
Teilhard de Chardin
Derrama amor adonde quiera que vayas: ante
todo en tu casa. Da amor a tus hijos, a tu mujer
o marido, a un vecino... No dejes que nadie
venga a tí sin irse mejor y más feliz. Sé la
expresión viva de la bondad de Dios; bondad
en tu rostro, bondad en tus ojos, bondad en tu
sonrisa, bondad en tu saludo cálido.
Madre Teresa
4

Todos pueden ser grandes... porque todos pueden servir.


Para servir no hace falta un título universitario. Para servir
no hay por qué hacer concordar el sujeto con el verbo. Sólo
se necesita un corazón lleno de gracia. Un alma generada
por el amor.

Martin Luther King, Jr.

! Sólo hay una necesidad ! esa necesidad es amar !. Cuando al-


guien descubre eso, es transformado. Cuando la vida se vuelve
oración... la espiritualidad se traslada a nuestros actos.

El amor de verdad es un estado de sensibilidad que te capacita


para abrirte a todas las personas y a la vida.

Amar significa ver al otro claramente como es.


Tomado del libro: “Lo mejor de Anthony de Mello”.

En La Biblia encontramos las siguientes palabras de San Pablo


a Los Corintios:
Si repartiera todos mis bienes para dar de comer a los pobres
y no tengo amor, de nada me sirve. El amor es sufrido, es be-
nigno. El amor no tiene envidia. El amor no es jactancioso, no
se envanece. No hace nada indebido, no se irrita, no guarda
rencor. No se goza de la injusticia. Todo lo sufre, todo lo cree,
todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca dejará de ser.
Las profecías se acabarán y las ciencias también, más nunca el
amor.(1/) La fe, la esperanza y el amor permanecen pero el
mayor de ellos es el amor.

Infinidad de autores se han referido al amor. Sin embargo, sa-


ben también que no se puede explicar lo que es, pues los con-
ceptos no pueden abarcarlo, sino que únicamente
es sensible de ser vivenciado y experimentado, hasta conver-
tirse uno en él.

___________________________________
(1/) Cuando nuestro cuerpo material deje de existir y nuestro espíritu
haga su tránsito al otro plano, nuestro Creador no nos pedirá cuentas so-
bre lo ricos o bellos que fuimos, ni tampoco sobre los conocimientos cientí-
ficos que hubiésemos adquirido. Lo único sobre lo que responderemos es
sobre la calidad de amor que brindamos a quienes nos rodearon desde los
más próximos - padres, cónyuge, hijos, hermanos - hasta aquellas perso-
nas con quienes tuvimos quizás un solo encuentro y ante las cuales tam-
bién se puso a prueba nuestra capacidad de amar.
5

Hablar sobre el amor es, en muchas ocasiones, decir muchas


palabras que simplemente llenan un espacio. Pero, en gran
cantidad de ocasiones, el amor sólo se logra en el silencio.

El amor es todo y en él nos encontramos. Si somos sensibles,


lo podemos vivir y disfrutar completamente. Si no lo reconoce-
mos, podemos sufrir y sentir mucho dolor, creyendo que no
existe. Es, en realidad el único que cura y sana integralmente.
El amor nos libera de cualquier dolor y sufrimiento, mientras
que el desamor es la causa real y más profunda de todos nues-
tros malestares y desventuras.

Vibrar con el amor es estar en real resonancia armónica con el


universo. Es ser uno con el Creador. Es permitirnos reconocer
nuestra verdadera esencia. Es dejar ver nuestro interior donde
se encuentra la luz de Dios.
Tomado del libro Esencias Florales: Un Camino... de Santiago Rojas Posada M.D.

“Haced lo que os digo”, dice Jesús. Pero no podemos hacerlo si


antes no nos transformamos en un hombre nuevo, despierto,
libre, que ya puede amar.

Hay un proverbio chino que dice:


“ Cuando el ojo no está bloqueado, el resultado es la visión.
Cuando la mente no está bloqueada, el resultado es la sabi-
duría,
y cuando el espíritu no está bloqueado, el resultado es el
amor.”

“ Cuanto más amas a los otros,


más puedes hacer sin ellos.
Cuanto más amas a los otros,
más puedes hacer con ellos.”

Nunca es tarde para amar.

Dos cosas caracterizan al anciano:


ochenta años de edad y un corazón lleno de esperanza.
Ochenta años vividos tal vez no del mejor modo.
Aprovechados, pero no de acuerdo al plan de Dios.
De repente, sus ojos se abrieron y reconoció que
había una vida para salvar, que no había tiempo que perder,
que nunca es tarde para amar.

La esperanza de vivir plenamente, aunque fuera en los últimos


días de su vida, lo llenó de valor y de fe. Reconoció sus errores
6

y la necesidad de volver a Dios. Invadido por una inesperada


alegría se reconcilió consigo mismo y con Dios. Vivió entonces
una alegría hasta entonces ignorada.

No dejes para mañana la fiesta del perdón y del reencuentro


con el amor y con Dios. No creas que es tarde. El Padre te es-
pera. Ponte en camino. Un nuevo ritmo de alegría llenará tu
corazón. Retorna a la casa del Padre y ! Alégrate ! porque Dios
es amor.
Tomado del libro: Nunca es tarde para amar de Carlos A. Schmitt.´

En mis sueños imaginaba una persona que fuera


inteligente, bien parecida, sensible, talentosa,
creativa, divertida, fuerte y sabia;
que me abrumara completamente con amor.
Como los sueños sólo pueden ser
la esperanza de los pensamientos, realmente
no esperaba encontrar una persona que tuviera
estas cualidades sobresalientes.
pero entonces te conocí y no sólo
me hiciste creer nuevamente en los sueños,
sino que eres aun más maravilloso que ellos.
Tomado del libro: A mi Amor de Stephen Schutz

La mayoría de los sufrimientos nos los imponemos libremente,


incluyendo la ruina, el fracaso, la enfermedad y también la di-
ficultad para relacionarnos con los demás. Tales aflicciones
son el resultado de no querernos a nosotros mismos. Debemos
dejar partir nuestras conductas autodestructivas. Debemos
ser muy tiernos y comprensivos con nosotros mismos.

Debemos ser capaces de ponernos frente al espejo y decirle a


esa persona que vemos allí que la queremos mucho por todas
sus cualidades y por encima de sus posibles equivocaciones y
sus defectos. A partir de entonces empezamos a entender que
los otros también son diferentes, a respetar sus maneras de
ser y de sentir y, sin condiciones, abriremos todo nuestro ser
al amor. Todo lo bueno de la vida nace justamente en ese in-
creíble sentimiento. La energía del amor es única.

Somos seres humanos y, como tales, es posible que no siem-


pre sintamos amor. Habrá algo que nos produzca rabia o al-
guien que nos irrite de verdad. No obstante, no hay ningún
momento de nuestras vidas en el que no podamos actuar con
amor. Y es que el amor es una actitud que no se diferencia en
nada de la vida misma. Es una decisión. Es construir en lugar
de destruir. Es reconocer nuestras cualidades y defectos y
7

aceptarnos tal y como somos. Es reconciliarse consigo mismo


y con la vida, en unidad con el Creador, libres de las ataduras
de la mezquindad y de los juicios de valor.

Respecto a la relación de pareja, cuando decimos que el amor


es una decisión, debemos observar que en ocasiones tal deci-
sión no es fácil de tomar, o mejor, somos renuentes o temero-
sos de tomarla. La pregunta que debemos hacernos para facili-
tar la toma de dicha decisión debe encaminarse a establecer
no lo que pensamos respecto a que el amor es un sentimiento
en base del cual podemos decidir que estamos enamorados.
No, la pregunta debe referirse a qué es lo que reclama ser vi-
vido en función de la propia psique que necesita ser integrado
con la de su compañero. Considero que cuando se puede ad-
vertir compatibilidad en este sentido, tal decisión se hace ob-
via.

Tomado del libro: Guía astrológica para vivir con los demás de Liz Greene

Tengo la sensación de que no es posible entender por qué,


ahora y con qué propósito, otro individuo entra en la vida de
uno, a no ser en función de que la propia psique, y lo que en
uno mismo está emergiendo, necesita ser integrado y reclama
ser vivido. Aquí se oculta el misterio de la relación con nues-
tros compañeros: el de aquello, sea lo que fuere, interno o ex-
terno, que posee la inteligencia y la potencia creativa necesa-
rias para llevarnos tan infaliblemente hacia quienes son el re-
flejo de nuestro propio destino y de nuestra propia alma.

Hay que tener en cuenta también, que la vida satisface nues-


tras expectativas. Es decir, nuestras creencias y expectativas
dan origen a nuestra experiencia de la realidad, la cual a su
vez refuerza las creencias originales. Tales creencias y con-
ceptos de lo real y racional influyen inmensamente en la op-
ción y elección de nuestra pareja y en la decisión de amarla.

Somos muchísimo más que nuestro cuerpo y nuestra persona-


lidad. El espíritu interior es siempre hermoso y digno de amor,
por mucho que pueda cambiar nuestra apariencia externa.

Estamos llamados a descubrir que detrás del mundo de las


apariencias existe un universo ilimitado y maravilloso de cau-
sas divinas, y obligados a liberarnos de todas nuestras atadu-
ras egoístas para darle paso a la luz del amor que se aloja en
lo más íntimo de nuestro ser. Justamente, la medida de nues-
tro ser está en nuestra capacidad de amar. El misterio radica
en mantener el espíritu en consciencia de amor. Esta es la ma-
8

teria prima con la que se hacen realidad todos nuestros empe-


ños e ilusiones.
Tomado del libro: Correo Angelical de Jota Mario Valencia.

Recuerdas la última vez que te enamoraste? Tu corazón hacía


<ahhhh> Era una sensación maravillosa. Lo mismo pasa cuan-
do uno se ama a sí mismo, sólo que uno nunca puede abando-
narse (como sí lo abandonan en ocasiones, los padres o la pa-
reja). Una vez que cuentas con tu propio amor, éste te acom-
paña durante el resto de tu vida, de modo que es preciso que
hagas de ésta la mejor relación que tengas.

Todos hemos escuchado que no podemos amar de verdad a los


demás hasta que nos amemos a nosotros mismos. Empecemos
por elogiarnos, por ser cariñosos, amables y pacientes con no-
sotros mismos y si debemos perdonarnos hagámoslo sin pre-
venciones, pues todo el mundo merece el perdón. El perdón es
la clave de la libertad. Es tonto castigarnos por el daño que al-
guien nos hizo, o nosotros nos infligimos en el pasado. Para
liberar y dejar el pasado es preciso estar dispuesto a perdo-
nar, aun cuando no sepamos cómo hacerlo. Perdonar significa
renunciar a nuestros sentimientos dolorosos y sencillamente
dejar que lo que los provocó se marche.

Cuando uno perdona y libera, no sólo se quita de encima una


pesada carga sino que además abre la puerta hacia el amor a
sí mismo.

También puedes perdonar frente al espejo. Perdónate y perdo-


na a los demás. Puedes hablar con otras personas mirándote
en el espejo, sobre todo si temes hablar con ellas determina-
das cosas. Puedes limpiar y arreglar viejos asuntos pendientes
con tus padres, jefes, médicos, malos profesores en tu infan-
cia, hijos, exconyuge... Puedes decirles las cosas que en per-
sona no te atreves, y finalizar la conversación pidiéndoles su
amor y su aprobación, ya que eso es lo que verdaderamente
necesitas.

Amémonos ya, ahora mismo. Tal como somos, aceptando los


diferentes aspectos de nosotros mismos, nuestras pequeñas
rarezas, nuestros errores, lo que no hacemos del todo bien, y
también nuestras maravillosas cualidades. No esperes a haber
arreglado las cosas para amarte. La insatisfacción contigo mis-
mo es una pauta habitual. Si logras reconciliarte contigo mis-
mo ahora, si consigues amarte y aprobarte ahora, entonces
serás capaz de disfrutar de lo bueno cuando venga. Todo lo
bueno te llegará a partir de ese momento. Una vez que co-
9

miences a amarte a ti mismo, empezarás a aceptar y a amar a


los demás.

El objetivo que hemos venido a conseguir en la tierra, es el


amor incondicional. Para lograrlo debemos empezar por amar-
nos y aceptarnos a nosotros mismos. Hemos venido a realizar-
nos a nosotros mismos y a expresar el amor en su sentido más
profundo. Cuando abandonemos el planeta no nos llevaremos
a nuestros amigos, ni la cuenta bancaria; lo único que nos lle-
varemos será nuestra capacidad de amar.
Tomado del Libro: El poder está dentro de Ti. de Louis L. Hay.

Sólo hay una cosa que sana todo problema: amarse a uno mis-
mo. Cuando comenzamos a amarnos a nosotros mismos cada
día más, es sorprendente cómo mejora nuestra vida. Nos sen-
timos mejor, encontramos el trabajo que deseamos y obtene-
mos el dinero que necesitamos. Las relaciones mejoran o bien
iniciamos otras nuevas.

Con frecuencia llamamos Amor al poder que ha creado este


Universo: “ Dios es amor”. Muchas veces hemos escuchado la
afirmación: “ El amor hace girar el mundo ”. Es absolutamente
cierto. El amor es el elemento amalgamador que mantiene
todo el Universo unido.

El amor es algo que podemos escoger, de la misma forma que


escogemos la ira, el odio o la tristeza. Podemos optar por el
amor. Esta opción se encuentra siempre en nuestro interior.
Comencemos ahora mismo, en este momento, a escoger el
amor. Es la fuerza más potente que existe.

Вам также может понравиться