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DADO. Se dice de algo que es dado puesto. De un modo general, lo dado podríamos hablar de algo a menos
cuando se halla inmediatamente es el material; lo puesto, son las for- que se nos diera como algo ya "or-
presente a un sujeto cognoscente. El mas. Sin embargo, estas formas pue- denado".
conjunto de los fenómenos dados re- den ser tanto intuiciones (espacio y Kant trató de establecer muy delicados
cibe el nombre de lo dado. Lo dado tiempo) como conceptos. Ahora bien, equilibrios entre lo dado y lo puesto.
es considerado como un punto de par- como lo dado y lo puesto son corre- Este filósofo no quería en modo
tida para el conocimiento, pero no es lativos —y en algún sentido comple- alguno descartar por entero ni el
todavía conocimiento. Por esta razón mentarios— resulta que algo es dado empirismo ni el racionalismo, sino
se identifica a veces "lo dado" con sólo en relación con algo puesto y acordarlos dentro de su filosofía tras-
"los datos últimos" (de la experien- viceversa. Así, las sensaciones pueden cendental. En algunos casos, la epis-
cia), los cuales son también "los da- considerarse ya como algo puesto con temología kantiana tiende al fenome-
tos primeros". Sin embargo, hay cier- relación al puro material "caótico" de nismo; un ejemplo lo tenemos en la
tas diferencias entre lo dado y los la experiencia, pero las sensaciones "Estética trascendental" de la Crítica
datos de referencia. Se supone, en pueden ser algo dado con respecto a de la Razón Pura. En otros casos,
efecto, que lo dado es un "material" las percepciones. A la vez, las formas tiende a un apriorismo; un ejemplo
que no está organizado, es decir, ca- puras de la intuición pueden ser algo lo tenemos en la "Analítica trascen-
tegorizado o conceptualizado. Este es puesto con respecto a las percepcio- dental" de la misma Crítica. Pero en
el sentido que tiene la expresión Ίο nes, pero pueden ser consideradas co- todos los casos es característico de la
dado' (das Gegebene) en Kant, y en mo algo dado con respecto a los con- citada epistemología el que el siste-
muchos casos las expresiones the Gi- ceptos puros del entendimiento o ca- ma de conceptos a priori se halle
ven y le donné en los vocabularios tegorías. Ni lo dado ni lo puesto son "orientado" en la experiencia. En
filosóficos inglés y francés respecti- propiamente realidades, sino modos cambio, algunos de los idealistas post-
vamente. En inglés, francés y espa- de enfrentarse con una realidad. Lo kantianos echaron casi enteramente
ñol se distingue ya, empero, lingüís- puramente dado es, en rigor, incon- por la borda lo dado en nombre de
ticamente entre "lo dado" y "los da- cebible, pues desde el instante en que lo puesto. Así sucede con Fichte y,
tos" (data, les donnés). Muchos fi- lo calificarnos de dado le imponemos en general, con todo "idealismo tras-
lósofos de lengua inglesa hablan, en ya una cierta forma — la forma de cendental" radical. Para Fichte, ser
efecto, de los datos especialmente co- ser dado. Por eso lo dado no apa- y ponerse el ser son lo mismo; en ri-
mo datos de los sentidos (sense-data), rece nunca como puramente dado, sino gor, lo que pone el ser (el Yo) lo
los cuales son lo dado, pero sin ser como dado en ciertos respectos. pone también como dado. La reali-
necesariamente algo "caótico". Algu- Ejemplo lo tenemos en los objetos es- dad resulta ser así el concepto de
nos pensadores empiristas han inten- paciales y temporales; estos objetos realidad en tanto que puesta por el
tado inclusive derivar los conceptos son dados al entendimiento con res- Yo. Una tesis semejante se halla en
directamente de los "datos de los sen- pecto a ciertos posibles tipos de jui- los neokantianos de la Escuela de
tidos". Por su lado, Bergson ha ha- cios: los "juicios empíricos" que tie- Marburgo ( Hermann Cohen ), si bien
blado de "los datos inmediatos de la nen lugar en el lenguaje del sentido la producción del pensamiento en esta
conciencia" (les donnés immédiates común y en el de las ciencias de la escuela tiene un sentido epistemológico
de la conscience), que también son Naturaleza. y no, como en Fichte, primariamente
lo dado, pero que son directamente El carácter plural y caótico de lo ético-metafísico. El problema de la
accesibles a una intuición. Cuando "simplemente dado" no significa, por naturaleza de lo dado y de lo puesto,
los fenomenólogos hablan de "lo da- consiguiente, que el material de las y de las varias posibles formas de
do", no le dan el sentido de un ma- sensaciones sea dado a los sujetos relación entre ambos, explica las
terial caótico, sino el de un dato in- cognoscentes como plural y caótico. diversas interpretaciones que han
mediato; la expresión alemana das Los predicados 'plural' y 'caótico' no podido darse del pensamiento kantia-
Gegebene puede, pues, entenderse, son dados, sino inferidos — y para no. Los idealistas objetivos subrayan
en dos sentidos muy distintos: el kan- Kant, en rigor, puestos. Sólo cuan- la importancia de lo puesto; los rea-
tiano y el fenomenológico. do sustraemos de los enunciados cier- listas críticos y, por supuesto, los fe-
Aquí nos referiremos principalmen- tas formas a priori podemos sostener nomenistas, la importancia de lo dado.
te al sentido de "lo dado" tal como que "lo que queda" es algo dado. La Apuntemos a este respecto que
fue elaborado por Kant. En este fi- pura realidad de la sensación no se tendencias como la de Schuppe,
lósofo lo dado se contrapone a lo halla ordenada por sí misma, pero no Schubert-Soldern, Avenarius, Mach y
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DAD DAD DAM
Reh mke ( VÉANSE ) pueden conside- su Ética que el error kantiano pro- DAM ASCENO (JUAN). Véase
rarse como interpretaciones fenome- cede de una equiparación del par de JUAN DAMASCENO .
nistas del kantismo más bien que com o conceptos puesto-dado con los pares de DAMASCIO nac. (ca. 470) en Da-
reaccion es totalmente h ostiles a la conceptos a priori-a posteriori y formal- masco, perteneció a la llamada es-
epistemología kantiana. Es verdad que material. Scheler escribe que "el cuela ateniense (véase ATENAS [Es-
en algunas ocasiones lo dado es prw= t on Yeu=d oj de esta equiparación CUELA DE ] ) del neoplatonismo, pero,
acentuado con tal radicalismo (así, consiste en qu e, en vez d e h acer la a diferencia de sus precursores, negó
por ejemplo, en la doctrina de Rehm- sen cilla pregu nta: ¿qu é es lo dado?, la posibilidad de establecer racional-
k e, d e "lo d a d o en g e n era l", y en se plantea esta otra: ¿qué pued e ser mente la jerarquía de los seres a partir
la doctrina sensacionalista de Mach), lo dado? Y enton ces se p i en sa qu e de lo Un o. En realidad, la suprema
que parece desvanecerse toda posible n o 'p u ed e' sernos d ad o de ningún Unidad, que en Plotino carece ya de
contraposición entre lo dad o y lo modo aquello para lo cual no hay toda determinación positiva, se halla
puesto y, de consiguiente, parece des- ninguna función sensible ni tampoco desprovista en Damascio hasta de toda
van ecerse p or entero el problema órgano sensible o estímulo". Nicolai determinación negativa; es pro-
mismo de "lo dado". Sin embargo, Hartmann manifiesta que lo dad o no piamente aquello que no se puede
subsiste en estas tendencias —y, en pued e redu cirse a una forma de mentar, aquello cuya relación con las
general, en todas las filosofías inma- realidad, reservando otra —la hipóstasis inferiores es de imposible
nentistas y "n eutralistas" de finales contraria— para lo puesto. Esto pa- descripción, porque el propio con-
del siglo XIX y comienzos del siglo rece estar conforme con cierta inter- cepto d e relación se haÜa fu era d e
presente— la cuestión de la relación pretación que puede darse a los con- él. La suprema Unidad, superior in-
entre lo dad o y lo pu esto; lo ún ico ceptos aquí examinados; ya hemos clusive a la Bondad, y desde luego, al
qu e suced e es qu e, en las direcciones pu esto antes d e relieve, en efecto, Ser, es de tal suerte inefable para
más extremas (algunas de ellas, como que lo dado y lo puesto son relativos Damascio que resulta imposible partir
en Mach, de ascendencia hu-m iana), en tr e sí y qu e lo d ad o p u r o y lo ló gicamente de nada in ferior para
lo q u e p u ed a h a b er d e "puesto" se puesto puro son interpretables como llevar a p erfecció n suma e infinita
intenta deducirlo o derivarlo de lo conceptos-límites. Sin embargo, las sus notas constitutivas. El inte-
dado. Por otro lado, en las filosofías razones que da Nicolai Hartmann para lectualismo d e Proclo es sustitu id o
que aceptan la posibilidad de una sostener su tesis necesitan más que la así por un misticismo de tipo dia-
aprehensión directa y suficiente de lo anterior interpretación. Hartmann léctico que, sin embargo, no detiene
dado como "dato primario e inmediato" manifiesta, en efecto, que lo no dado el alma en su impulso de llegar hasta
por medio de la intuición (sea la pued e ser real y qu e lo dad o p u ed e la única luz verdadera de la Unidad
bergsoniana, sea la fenomenológica ), ser id eal. P ero es ob vio qu e enton- suprema. Discípulo de Damascio fue
la cuestión a que aquí n os referimos ces hay que admitir, en sentido feno- Simplicio, el último neoplatónico ate-
se con vierte en una pseudo-cuestión. menológico, la "dadidad" (Gegeben- niense, quien, al publicarse en 529 el
Lo mismo sucede en algunas heit) de la idealidad y, con ello, una edicto de Justiniano que prohibía la
tendencias pragmatistas ( cierta idea desde luego nada kantiana enseñanza filosófica en la ciudad, se
especialmente en Dewey ), en las de la id ealidad. trasladó, con su maestro y otros
cuales se n iega qu e lo dad o sea un neoplatónicos, a Persia.
material a organizar y se afirma qu e
lo dado es una situación comp leta o
u n ca mp o (field ). Bergs on ha
denunciado como problema falso el
prob lema d e la crítica d e la razón,
pues si la in tu i ció n alcanza a lo real
como tal no necesita concep-tualizarlo;
de hecho, toda conceptua-lización es
espacialización y falsificación de la
realidad como cualidad temporal.
Husserl mantiene que hay una
diferencia entre hechos y esencias
( véa s e E SE N CI A ), p er o n o es una
diferencia entre algo dado y algo
puesto, sino una diferencia manifes-
tada en la participación de los pri-
meros en las segundas. Las esencias
son directamente accesibles a la in-
tuición fenomenológica y no resultados
de una construcción — cualquiera que
sea la interpretación (trascendental,
pragmática, etc.) dada a ella. Siguiendo
la tendencia fenomenoló gica, Max
Sch eler ha ind icad o en
DAR
chas de las concepciones importantes
de éste —tales, la doctrina de Dios
como luz, la doctrina de las inteli-
gencias y la de la iluminación— se
deben directamente a los filósofos
árabes y no a la tradición agustinia-
na. Junto a las concepciones filosó-
fico-teológicas de Dante en la Co-
media hay que mencionar sus influ-
yentes opiniones políticas, expresadas
sobre todo en su tratado sobre la
DAMIÁN (SAN PEDRO). Véase Monarquía. Se ha afirmado repeti-
PEDRO D AM I ÁN ( S AN ). das veces que Dante defendió al
DANTE ALIGHIERI (1265-1321) Imperio contra las ingerencias exce-
nac. en Florencia, es considerado co- sivas de la Iglesia. Aunque esto es
mo uno de los grandes poetas filóso- probablemente una simplificación, lo
fos. Según Santayana, Dante es el cierto es que buscó una nueva inter-
máximo exponente poético de la con- pretación de la naturaleza y puesto
cepción del mundo sobrenaturalista, del Imperio —como instrumento para
análogamente a como Lucrecio y la realización de la humana civili-
Goethe son los máximos exponentes tas—, con el fin de conseguir una
poéticos respectivamente de las con- nueva y más sólida concordia entre
cepciones naturalista y romántico- los poderes temporal y espiritual.
dinamicista. Es usual considerar que
en la Divina Comedia Dante ha ex-
presado en forma poética las ideas
filosóficas de Santo Tomás de Aqui-
no. Algunos autores, como P. Man-
donnet, llegan inclusive a subrayar
en forma muy extrema el paralelis-
mo de ambas concepciones. Otros, en
cambio, destacan las diferencias entre
ambas y señalan que lo que hay en
ellas de común —el papel preemi-
nente desempeñado por la teología,
el uso de una cierta simbología, la
organización de la realidad en esfe-
ras que tienen como clave de bóveda
a Dios, y otras ideas similares— está
dentro de ciertos supuestos que co-
rresponden a casi todos los autores
medievales. Es interesante mostrar a
este respecto ciertas ideas de Dante
que Gilson ha puesto de relieve y
que aparecen a primera vista como
sorprendentes dentro de la Edad Me-
dia; así, por ejemplo, el primado que
ejerce la moral sobre la física y la
metafísica, y la situación, tan elevada
que casi llega hasta el aislamiento,
de la teología. Algunos otros autores
han interpretado a Dante en sentido
averroísta (Asín Palacios, Bruno Nar-
di) o, por lo menos, han destacado
la enorme influencia ejercida sobre
él por el pensamiento árabe. En todo
caso, se ha discutido muchas veces
por qué Dante elogió tan considera-
blemente a Sigerio de Brabante y co-
locó en tan alta posición a Averroes
y a Avicena. Los defensores del "ara-
bismo" de Dante indican que mu-
DAR DAR DAR
dominantemente "psíquico-ética" (co- los cambios. Durante un tiempo se pronto, en un sumario presentado,
mo en la escuela Yoga), etc., etc. El pensó que Darwin llegó a sus conclu- junto con la comunicación de Wallace,
hecho de que cada darsana sea una siones a base de la lectura del Essay a los miembros de la Linnaean Society
visión y un punto de vista explica on the Principie Population (1798) de en 1858. Poco después (1859)
que las diferentes darsanas o "siste- Thomas Robert Malthus (1766-1834), apareció la obra Sobre el origen de
mas" no sean mutuamente incompa- obra en la cual se advertía que la po- las especies (On the Origin of Species
tibles; aunque en sí completos, son blación humana tiende a aumentar by Means of Natural Selection, or the
a la vez de índole parcial. Mas esta más de prisa que los recursos necesa- Préservation of Favoured Races in
parcialidad es la de la perspectiva, rios para la subsistencia, y que a con- the Struggle for Life; trad. esp.: El
no la del error. Por eso aunque, si- secuencia de ello se produce una origen de las especies, 2 vols., 1959
guiendo la costumbre, las llamamos "lucha por la existencia"; en todo caso, — que el autor se había propuesto ti-
escuelas o sistemas, hay que evitar se tiende, según Malthus, a disminuir tular An Abstract of an Essay on the
identificar el concepto de darsana con el nivel de vida hasta un mínimo nivel Origin of Species), obra que alcanzó
el concepto de escuela o sistema en de "subsistencia". Ahora bien, aunque inmediatamente un gran éxito y que
el sentido occidental. Tiene razón R. es cierto que Darwin leyó (como él se convirtió en el texto fundamental del
Guénon cuando indica que la acti- mismo dice en su autobiografía) la evolucionismo biológico. Luego
tud de quienes los identifican "es obra de Malthus (en 1838), es siguieron una serie de obras, de las
del todo comparable a la de un hom- improbable que las ideas de Malthus que destacamos: On the Movements
bre que, no habiendo conocido nada solas fueran el punto de partida de la and Habits of Climbing Plants (1865),
de la civilización europea actual, y teoría darwiniana. Lo que Darwin The Descent of Man, and Sélection
habiendo tenido por acaso en las sacó de Malthus es que el proceso de in Relation to Sex (2 vols., 1871,
manos los programas de enseñanza de selección natural ejerce una presión 2a ed., revisada y aumentada, 1874),
una Universidad, extrayera la singular que fuerza a algunos a "abandonar la The Expression of Emotions in Man
conclusión de que los sabios de partida" y a otros a "adaptarse" y a and Animais (1872), The Formation
Europa están divididos en varias es- "sobreponerse". Las notas y carnets of Vegetable Mould through the Ac-
cuelas rivales, en la que cada una de Darwin muestran que en 1837, un tion of Worms, 1881). Antes de la
tiene su sistema filosófico particular, año después de regresar de su viaje en obra fundamental citada Darwin había
siendo las principales las de los ma- el Beagle, y antes de la lectura de la publicado sólo algunas memorias con
temáticos, de los físicos, de los quí- obra de Malthus, Darwin pensó en observaciones extraídas del viaje en el
micos, de los biólogos, de los lógi- serio en una de las más célebres ideas Beagle (1844 y siguientes) y un
cos y de los psicólogos" (Introduc- de la teoría de la evolución: el origen diario de viaje titulado Journal and
tion générale à l'étude des doctrines de la variedad de especies de un tronco Remarks (3 vols., 1832-36) y luego
hindoues, 1921, 3a ed., 1939, trad. común. "Si no ponemos límites a conocido con el nombre de À
esp. por R. Cabrera, Introducción ge- nuestras conjeturas, podemos suponer Naturalist's Voyage around the World.
neral al estudio de las doctrinas hin- que los animales, nuestros hermanos en Nos hemos limitado en el presente
dúes, 1945, pág. 200). Si queremos dolor, enfermedad, muerte, artículo a datos biográficos, así como
seguir comparando las darsanas de sufrimiento y hambre —nuestros a la simple mención de los principios
la filosofía india con los sistemas de esclavos en los trabajos más arduos, fundamentales propuestos por Dar-
k filosofía europea, lo mejor será nuestros compañeros en nuestras win. Referencias más amplias a las
(salvando grandes diferencias mu- diversiones—, participan con nosotros doctrinas darwinianas y en particular
tuas) recordar en lo que concierne de un antepasado común. Muy bien a las discusiones filosóficas suscita-
a estos últimos las diversas vías de puede ser que todos estemos das por ellas se encuentran en los
la escolástica. trabados en la misma red." artículos Darwinismo y Evolución
DARWIN (CHARLES ROBERT) En todo caso, Darwin llegó a un (VÉANSE ).
(1809-1882), nac. en Shrewsbury, nieto principio fundamental: el de que la DARWINISMO. La teoría de la
de Erasmus Darwin (1731-1802), lucha por la existencia en el mundo evolución ( VÉASE ) de las especies
estudió medicina en Edimburgo y en orgánico dentro de un ambiente cam- había sido ya varias veces bosquejada
Cambridge. En 1831 emprendió un biante engendra alteraciones orgáni- antes de la formulación por Ch. R.
viaje en el Beagle, mandado por el cas en el curso de las cuales sobrevi- Darwin (ν.) de la doctrina de la
Capitán Robert Fitzroy, por América ven sólo los más aptos, los cuales selección natural. Aparte los atisbos
del Sur e islas del Pacífico. En el curso transmiten a sus descendientes las mo- que se encuentran en la Antigüedad
del viaje recogió un impresionante dificaciones que han resultado "victo- y de los que, como Windelband
caudal de datos geológicos, botánicos riosas". Así se produce la "selección precisa, cabe destacar en primer
y zoológicos cuya ordenación y siste- natural". Darwin pretendió escribir término ciertas opiniones de Empé-
matización le ocupó varios años hasta una obra muy voluminosa en la cual docles parecidas al principio de la su-
la completa formulación de su teoría tales ideas fueran demostradas de un pervivencia de los más aptos, los últi-
de la evolución (véase EVOLUCIÓN, modo completo, pero al leer el ma- mos cincuenta años del siglo XVIII y
EVOLUCIONISMO). Teorías de la evo- nuscrito de una comunicación de Al- todo el curso del XIX fueron llena-
lución habían sido ya formuladas an- fred Russell Wallace (1823-1913) en dos en gran parte con la preocupa-
tes, pero no se había llegado a gran la cual se exponían principios pareci- ción por una explicación evolutiva de
claridad respecto a la fuerza selectiva, dos se decidió a dar a conocer su las especies animales, opuesta a la
o fuerzas selectivas, productoras de propio trabajo, lo que hizo, por lo interpretación estática predominante
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DAR DAR DAS
en las anteriores épocas. El siglo XVIII pendencia de Darwin y aun con an- tigación del Instituto de Biología y
fue en este aspecto una fermentación terioridad a él, Spencer concibió y Sueroterapia [Madrid], 1 (1961), 7-74
de doctrinas evolucionistas que, sin realizó en gran medida la aplicación [resumen en inglés, págs. 74-6].
embargo, solamente llegaron a perfi- del principio de la evolución a todos DASEIN. En el artículo Existen-
larse con ciertas anticipaciones de la los dominios de la Naturaleza y de cia ( VÉASE ) nos hemos referido al
filosofía romántica. En la filosofía na- la cultura, las comprobaciones cien- modo como ciertos filósofos, tales
tural de Schelling y en la lógica me- tíficas de la selección natural en el Heidegger y Jaspers, han tratado este
tafísica de Hegel se abre paso la idea reino biológico dieron a la filosofía tema. Hemos distinguido termino-
de evolución general entendida como de Spencer su justificación más reso- lógicamente entre el concepto de
un proceso y un progreso de las for- nante. De este modo el darwinismo existencia en los dos autores escri-
mas del espíritu; en los seguidores de penetró en la filosofía, en donde se biendo "Existencia" (en mayúscula)
Schelling, como Lorenz Oken, la idea alió naturalmente con el positivismo al referirnos a Heidegger y "existen-
fue aplicada de un modo más especí- imperante y con el evolucionismo cia" al referirnos a Jaspers — o también
fico al reino orgánico. De este modo naturalista, entendido a la vez como un al referirnos al concepto heideg-
se constituyeron varias líneas evolucio- proceso y como un progreso, es decir, geriano de Existenz y al concepto de
nistas que, recogiendo los hilos de las implicando en la noción mecánica de existencia en general y en la mayor
anticipaciones setecentistas, de la doc- evolución la noción, completamente parte de las tendencias filosóficas.
trina goethiana de la morfología com- distinta, del valor. Además de Hemos informado asimismo de va-
parada y del romanticismo, desembo- Spencer y de sus seguidores, el rios otros modos como se ha tradu-
caron en la constitución científica de darwinismo fue admitido de un modo cido al español el citado vocablo hei-
las teorías del darwinismo. Entre ellas general por casi todas las corrientes deggeriano. Ahora bien, como el tér-
merece lugar aparte la teoría de La- naturalistas de la época. Entre ellas mino alemán Dasein que utiliza Hei-
marck (1748-1829) que en su Filo- hay que mencionar particularmente degger ha entrado con frecuencia en
sofía zoológica (1809) explicó el el evolucionismo de Thomas Huxley la literatura filosófica en su modo
origen de las especies por las varia- (1825-1895); Man's Place in Nature original, y como Jaspers usa asimis-
ciones condicionadas por el medio, (1863), y, sobre todo, el monismo mo dicho vocablo con un sentido to-
el cual exige del animal la necesidad naturalista de Haeckel. El darwinis- talmente distinto —y hasta contra-
de adaptaciones sucesivas y, consi- mo ha ido perdiendo paulatinamente rio— al de Heidegger, creemos con-
guientemente, la modificación perti- importancia en el campo filosófico veniente decir unas palabras sobre el
nente de los órganos. Estas modifi- precisamente a medida que se han término mismo.
caciones son fijadas por la costumbre incorporado definitivamente a la bio- Para Heidegger (véase de nuevo
y transmitidas por la herencia, cons- logía sus comprobaciones más firmes EXISTENCIA ), el Dasein (Da-sein) es
tituyéndose de tal suerte una grada- y ha dejado de ser, por tanto, un el único ser a quien le va su ser en
ción de especies cuyas anormalidades principio general de explicación. su ser. No es, pues, una existencia
son en cada caso las condiciones de en general. No es tampoco un ser
la futura normalidad. La teoría dar- zuhandenes, un ser "amanual" o, co-
winiana consiste en una rectificación, mo traduce Gaos, un "ser a la ma-
pero a la vez en una integración y no" (como ocurre con un utensilio),
sistematización de estas anticipacio- ni un ser vorhandenes, un ser "pre-
nes. Para Darwin que, partiendo de sente" o, como traduce Gaos, un "ser
Malthus, aceptó el principio de la ante los ojos". No es una realidad
desproporción existente entre la mul- que haya que someter a análisis exis-
tiplicación de los seres vivos y los tencial, sino a análisis existenciario
medios de subsistencia, este hecho (VÉASE). El Dasein se restringe al ser
produce una lucha por la vida y esta humano — o, si se quiere, el ser hu-
lucha desemboca en una superviven- mano, del que puedo decir que es
cia de los más aptos, por quienes "mío" o que "soy yo mismo", es el
hay que entender aquellos seres cuyas único ejemplo de Dasein. Su esencia
funciones se han adaptado mejor a radica en la Existenz, porque no pue-
las exigencias del medio. Las variacio- de hacer sino existir. Es el único ser
nes así producidas y fijadas son el ori- que se pregunta por el ser (Sein) y
gen de las nuevas especies, que surgen por el sentido del ser (Sinn des Seins).
a través del tiempo articuladas en una En cambio, para Jaspers, el Dasein
jerarquía de funciones progresivamente es el ser como algo dado, a diferen-
más diferenciadas y perfectas a partir cia de la Existenz, que es el único
de una común forma primitiva. ser que se hace a sí mismo libre. La
La aplicación consecuente de los Existenz en Jaspers es, en rigor, algo
principios darwinianos al mundo mo- anterior y previo a ciertos caracteres
ral, social e histórico fue uno de los que podrían considerarse superficial-
principales elementos del predominio mente como ligados al hacerse libre-
del evolucionismo en la segunda mi- mente a sí mismo. Por ejemplo, la
tad del siglo XIX. Aunque con conciencia sigue perteneciendo al rei-
inde-
DAS DE
no del Dasein y no al de la Existenz. nuscrits de D. de Dinant", Revue
En los artículos sobre Heidegger y néoscolastique de philosophie, XXXV
Jaspers, además del citado artículo (1933), 220-9.
"Existencia" nos hemos extendido DE. Véanse bajo letras correspon-
más ampliamente sobre el pensamien- dientes, los nombres de filósofos mo-
to de los mencionados filósofos en tor- dernos con la partícula 'de' antes del
no a Dasein y Existenz. Aquí preten- apellido (por ejemplo: Guido de Rug-
díamos únicamente despejar una posi- giero en RUGGIERO [ GUIDO DE ]).
ble confusión. Agreguemos que aun- DE CAUSIS. Véase LÍBER DE CAUSIS.
que la versión más corriente de Da- DE INESSE (PROPOSICIONES
sein es 'existencia', conviene indicar
en cada caso en qué sentido es usado
este término. Conviene indicarlo so-
bre todo al tratarse de Heidegger y
Jaspers, pero asimismo en otros filó-
sofos que han usado el mismo voca- donde aparece claramente la secuen-
blo en sentido metafísico central. Así cia de las letras 'A', 'I', 'I', origen
ocurre, por ejemplo, en Hegel, el cual del término Datisi, en el orden M P
concibe a Dasein como existencia, pe- - M S -S P.
ro sólo en cuanto determinada o el ser DATOS. Véase DADO, PERCEPCIÓN.
en cuanto se halla determinado en el DAVID DE DINANT (fl. 1200)
proceso dialéctico del devenir ( VÉASE). nac. probablemente en Bretaña, pa-
DASGUPTA (SURENDRANATH) rece haber influido sobre Almarico
(1887-1952), nac. en Calcuta, es co- de Bène en las doctrinas de carácter
nocido sobre todo por su extensa his- panteísta que fueron condenadas en
toria de la filosofía india, la más com- 1210. Lo poco que se conserva de
pleta publicada hasta la fecha. Das- David de Dinant (unos fragmentos
gupta, sin embargo, no es sólo un del escrito De tomis, id est de divi-
historiador, sino un pensador sistemá- sionibus), y las doctrinas que le son
tico que se ha esforzado por aunar atribuidas por San Alberto el Grande
la tradición india —especialmente los y Santo Tomás, hacen pensar que se
elementos pluralistas de ésta: Sankh- trata de un filósofo orientado en
ya, Jainismo (VÉANSE)— con ciertas Avicebrón, en Juan Escoto Erigena
escuelas filosóficas occidentales — par- y, sobre todo, en la interpretación
ticularmente el neo-realismo anglo- aristotélica de Alejandro de Afrodisia
americano y las doctrinas de la evo- que, como es sabido, acentúa más
que ninguna otra la tesis de la unidad
lución emergente. Dasgupta ha sub-
del entendimiento agente. En efecto,
rayado la importancia de la expe-
la división de la realidad en tres
riencia, pero a la vez el amplio ca- indivisibles, los cuerpos, las almas y
rácter que debe tener ésta, en la que las substancias separadas, parece ha-
ha incluido la experiencia mística. ber servido a David de Dinant para
También ha destacado la importan- concluir que, en último término, estas
cia del fenornenismo y del raciona- tres cosas son una sola. El ser como
lismo en la comprensión de la reali- tal sería entonces el principio de
dad, la cual ha concebido como en toda división, y Dios sería identi-
constante desarrollo desde las formas ficado con el principio material de
inferiores hasta las más altas mani- todas las cosas, con lo cual materia
festaciones espirituales. y Dios serían lo mismo. Las tesis
Obras: A Study of Patanjali, 1920. capitales de la "Fuente de la vida"
— A History of Indian Philosophy, 5 resuenan, por consiguiente, en la
vols. (I. 1922; II, 1932; III, 1940;
IV, 1949; V, 1955). — Yoya, as Phi- obra de David de Dinant, lo mismo
losophy and Religion, 1924. — Hindu que algunas de las consecuencias del
Mysticism, 1927. — Yogo Philosophy neoplatonismo del Liber de causis
and Its Relation to Other Systems of DE INESSE). Véase MODALIDAD .
(VÉASE ).
Thought, 1930. — Indian Idealism, G. Théry, Autour du décret de DE MUNDO. En el Corpus Aristo-
1933. 1210: I. David de Dinant, 1925 [Bi- telicum (véase ARISTÓTELES) suele
DATISI es el nombre que designa bliothèque thomiste, vol. VI]; II. Ale- incluirse una obra titulada Sobre el
uno de los modos (véase MODO) vá- xandre d'Aphrodisie, 1926, [ibid., mundo, Peri\ ko/smou. Esta obra no
lidos de los silogismos de la tercera vol. VII]. — C. Capelle, Autour du se debe a Aristóteles. Fue redactada
figura (VÉASE). Un ejemplo de Datisi décret de 1210. III. Amaury de Bène probablemente en el siglo I antes de
[îd., id., vol. XVI]. — A. Birken- J. C. (según algunos autores, el I
puede ser: majer, "Découverte de fragments ma- o II después de J. C. ) y se mani-
403
DEB DEB DEB
fiestan en ella influencias estoicas, cuales ha importado más el contenido tica de la razón práctica, en el verso de
principalmente de la cosmología de mismo de las leyes y de los mandatos Juvenal:
Posidonio. Las huellas estoicas se que la forma. Claro está que ha habido
traslucen en las tendencias panteís- siempre alguna conciencia de la
Et propter vitam vivendi perdere
tas y, hasta cierto punto, monistas. diferencia fundamental entre el deber causas,
Las huellas aristotélicas, en la afir- como lo que debe ser y el ser puro el cual muestra que cuando se intro-
mación de la trascendencia del ser y simple. Este último es lo que existe duce algo de auto-estima en la ac-
primero. De hecho, el tratado De de hecho; el deber, en cambio, es lo ción, la pureza de sus motivos que-
mundo revela el conflicto, típico de que "tiene que ser" de derecho, con da manchada. Ahora bien, Kant no
la mayor parte de las teologías y cos- independencia de que sea o no efec- niega que sea a veces necesario el
mologías a partir del siglo I antes de tivamente. Por eso el deber ha sido auxilio de la sensibilidad, de modo
J. C., entre la tesis de la trascenden- considerado casi siempre bajo el as- que en ciertas ocasiones el hacer in-
cia de la realidad suprema y la tesis pecto del deber moral. Pero inclusive tervenir a ésta es preferible a pospo-
de que debe de haber una conexión con la citada conciencia, el deber ner toda acción en aras a la pura san-
entre tal realidad y el mundo. Este ha sido considerado, una vez más, de tidad del deber. Los tan criticados
conflicto adquirió agudos caracteres distintos modos de acuerdo con el rigorismo y formalismo de la ética
en muchos filósofos platónicos de los origen del mandato que expresa lo de Kant no llegan a tan extremadas
dos primeros siglos después de J. C., que debe hacerse u omitirse. Para consecuencias como para que el fi-
y constituyó uno de los temas fun- las morales de tipo material, el deber lósofo no advierta que pueden darse
damentales del neoplatonismo, el cual se deduce del bien supremo. Así, casos en los que "lo mejor es ene-
puede ser considerado en cierta me- para los estoicos el deber es primor- migo de lo bueno"; creer lo contrario
dida como un intento de resolver el dialmente el vivir conforme a la Na- es correr el riesgo de paralizar la
citado problema. turaleza, es decir, conforme a la razón acción moral.
Ed. W. L. Lorimer, 1933; ed. E. universal. Para las morales de tipo En la ética apriórica material ( Max
König (con versión siria). — Véase W. formal, en cambio, el deber no se Scheler), el deber es la expresión del
L. Lorimer, The Text Tradition of deduce de ningún bien en el sentido mandato, ejercido sobre la concien-
Pseudo-Aristoteles De mundo, 1933 concreto y eudemonista del vocablo, cia moral por cierto número de va-
(también en int. a ed. supra). —
A.-J. Festugière, La révélation d'Her- sino del imperativo categórico supre- lores. Este mandato se expresa casi
mès Trismégiste. II, 1949. — J. P. mo, independiente de las tendencias siempre en forma negativa. Sin em-
Maguire, "The Sources of Pseudo- concretas y de los fines concretos. bargo, puede admitirse que también
Aristotle De Mundo", Ύαle Classical Así, para Kant, el deber, este "grande la intuición de los valores, y espe-
Studies, VI (1939). y sublime nombre", es la forma de cialmente de los valores supremos,
DEBER. El deber expresa la for- la obligación moral. La moralidad produce en ciertos casos la concien
zosidad; lo que debe ser es lo que tiene lugar de este modo sólo cuando cia del deber, de la realización y
no puede ser de otra manera. Pero la acción es realizada por respeto al cumplimiento de lo valioso.
este "no poder ser" no significa una deber y no sólo en cumplimiento del A. Aall, Macht und Pflicht, 1902.
necesidad de tipo natural o de tipo deber. Ello equivale a una identifica- — G. Franceschini, Il dovere, 1906.
lógico-ideal, sino más bien la necesi- ción del deber con el soberano bien. — Max Küenburg, S. J., Der Begriff
dad derivada de la obligatoriedad, Como dice en la Fundamentación de der Pflicht in Kants vorkritischen
Schriften, 1927. — René Le Senne,
dada de alguna forma a través de un la metafísica de las costumbres, el de- Le devoir, 1930. — Hans Reiner,
"mandato". Ahora bien, este mandato ber es la necesidad de actuar por Pflicht und Neigung, 1949. — Sobre
puede proceder de muy diversas fuen- puro respeto a la ley, la necesidad el deber ser ( VÉASE ): A. Kitz, Sein
tes, y ha sido precisamente la refe- objetiva de actuar a partir de la obli- und Sollen, 1864. — K. Wolff,
rencia a una determinada fuente lo gación, es decir, la materia de la Grundlehre des Sollens, zugleich eine
que por lo general ha dado una sig- obligación. En suma, si las máximas Theorie der Rechtsekenntnis, 1924.
nificación precisa al deber. No es lo (véase MÁXIMA) de los seres racio- — Sobre la lógica de los imperativos,
nales no coinciden por su propia na- véase IMPERATIVO.
mismo, en efecto, el deber —ni son
los mismos los deberes— según que turaleza con el principio objetivo del DEBER SER. Suele distinguirse en
la fuente del mandato sea la Natura- actuar según la ley universal ( VÉA- filosofía entre el ser ( VÉASE ) y el
leza, el mundo inteligible, la Persona SE ), es decir, de modo que la vo-
deber ser. Tomada en un sentido ge-
divina, la existencia humana o el reino luntad pueda al mismo tiempo con- neral, esta distinción es ontológica.
de los valores. En la Antigüedad y siderarse a sí misma como si sus máxi- Pero tiene su paralelo lingüístico en
aun en la Edad Media la reflexión mas fueran leyes universales (véase la existencia de dos tipos de lengua-
sobre el deber ha sido casi siempre IMPERATIVO), la necesidad de actuar
je: el lenguaje indicativo y el len-
la reflexión sobre los deberes; no se de acuerdo con dicho principio es guaje prescriptivo respectivamente.
ha tratado tanto de precisar qué sea la necesidad práctica o deber. El Algunos autores, sin embargo, niegan
el deber como de determinar aquello deber no se aplica, ciertamente, al que el deber ser constituya un apar-
que es debido. Esto tiene, desde lue- soberano en el reino de los fines, tado ontológico especial y arguyen
go, una razón muy principal: el hecho pero se aplica a cada uno de sus que no es sino una de las formas po-
de que casi todas las morales anterio- miembros. La "fuerza" residente en la sibles del ser.
res a Kant hayan sido morales con- idea del deber se manifiesta viva- Con frecuencia se supone que
cretas y, por lo tanto, morales en las mente, según escribe Kant en la Crí- mientras el ser corresponde al reino
404
DEB DEB DEB
de la realidad en cuanto tal (y a hipotético (o válido solamente dadas só a Rusia, y en 1917 abandonó a
veces sólo al reino de la Naturaleza), ciertas condiciones). Es obvio que los mencheviques y participó activa-
el deber ser corresponde al reino de la tesis adoptada al respecto depende mente en el movimiento revoluciona-
la moralidad. En este caso, se define del tipo de moral sustentado: for- rio bolchevique. Poco después ingre-
muchas veces el deber ser como ori- mal o material, autónoma o heteró- só en el Instituto del Profesorado Ro-
ginado en la voluntad moral. Esta noma, fundada en una realidad o en jo, siendo profesor en la Universidad
tesis ha sido desarrollada especial- el reino de los valores, etc. Es obvio Svérdlov ( Moscú ).
mente por Kant y por los neokantia- asimismo que en muchas morales se Déborin combatió desde el comien-
nos. Así, Kant define el deber ser combinan las anteriores tesis, y que zo a los materialistas que negaban la
como un dictado de carácter inteligi- la concepción del deber ser como utilidad de la filosofía para el mar-
ble y como el querer necesario que adquirido se combina con su concep- xismo, y defendió la dialéctica como
expresa un miembro de un mundo ción como condicionado e hipotético. instrumento marxista fundamental. El
inteligible. Hermann Cohen llega in- Decíamos antes que la ontología materialismo dialéctico es para Débo-
clusive a identificar el ser del deber del deber ser tiene su paralelo lin- rin una concepción general y com-
ser con con el ser de la voluntad. Otros güístico en el llamado lenguaje pres- pleta, que se compone de una dia-
autores (por ejemplo, Simmel) con- criptivo. En efecto, este lenguaje no léctica como método general (lógico
sideran el deber ser como una de las indica lo que es ni describe ninguna y epistemológico), de una dialéctica
categorías de la moralidad. Se trata especie de realidad, sino que señala de la Naturaleza, aplicable a la cien-
en su caso de una categoría formal lo que conviene hacer o con vistas cia natural, y de una dialéctica de la
que no prejuzga nada con respecto a un fin determinado o de acuerdo historia, o materialismo histórico. En
a su contenido ni siquiera con res- con la ley moral universal. Ahora la discusión que tuvo lugar desde
pecto al sujeto que quiere. Otras mo- bien, así como el lenguaje prescripti- 1925 a 1930 entre los llamados "me-
rales toman puntos de vista menos vo está relacionado con el lenguaje canicistas" (Axelrod [VÉASE ], Stépa-
formales. Para una ética material, el indicativo, el reino del deber ser no nov y Timirázev [v. MARXISMO ]) y
deber ser está basado en lo que se puede concebirse como enteramente los "dialécticos", Déborin defendió
define como el bien. Para una ética separado del reino del ser. Lo mis- esta última posición, basándose prin-
de los valores, como la de N. Hart- mo ocurre en la relación del lengua- cipalmente en Engels y en el texto
mann, el deber ser no surge de un je prescriptivo y del reino del deber de la Dialéctica de la Naturaleza (pu-
sujeto que quiere, sino que es un ser con otros lenguajes y otros reinos blicado en 1925), así como en las no-
imperativo ideal. Por lo demás, esta de la realidad. Por ejemplo, las re- tas filosóficas de Lenín (publicadas
es, según N. Hartmann, la diferencia laciones del lenguaje prescriptivo con en 1929). Para Déborin, el materia-
entre el deber hacer y el deber ser. el lenguaje valorativo tienen su para- lismo es una concepción del mundo
El deber hacer reside en el sujeto. lelo en las relaciones entre el reino do en las ciencias naturales, el mé-
El deber ser, en un mundo axiológi- del deber ser y el reino del valor. todo dialéctico inaugurado por Hegel
co. El deber hacer está condicionado En suma, el entrecruzamiento de los y aplicado por Marx. Aunque funda-
por el deber ser. Pero ello no signi- lenguajes presenta las mismas difi- do en las ciencias naturales, el mé-
fica que cada vez que haya un deber cultades que el entrecruzamiento del todo dialéctico era para Déborin in-
ser le tenga que seguir necesariamente reino del deber ser con los otros reinos dependiente de tales ciencias y aun
un deber hacer, esto es, un deber de lo real. constituía el método de todo cono-
hacer algo para que sea el ser mar- Las ideas de Kant, en la Critica cimiento científico. La dialéctica se
cado por el deber ser. En todo caso, de la razón práctica y en la Funda- divide en lógica o dialéctica subjeti-
el deber ser se impone al deber hacer mentación de la Metafísica de las cos- va, ontología o dialéctica objetiva, y
cuando el primero es positivo, pero tumbres. Las de H. Cohen, en Kritik teoría del conocimiento como síntesis
no cuando es ideal. des reinen Willens. Para Simmel, véa- de las dos citadas dialécticas. La dia-
se su Einleitung in die Moralwissen- léctica no era, pues, un método apli-
Los problemas que suscita el ori- schaft. Para N. Hartmann, su Ethik
gen del deber ser son análogos a los (fechas de ediciones en las bibliogra- cable sólo al mundo social e históri-
que se plantean con respecto a la fías de los respectivos autores). So- co, sino a la realidad entera. Déborin
Conciencia moral (VÉASE) y al Senti- bre ser y deber ser: A. Kitz, Sein und fue acusado de "idealismo" ("idea-
do moral (v.). En efecto, puede con- Sollen, 1864. — Sobre la lógica del lismo menchevizante" ) y tuvo que
cebirse el deber ser como teniendo un deber ser: E. Mally, Grundgesetze retirar sus posiciones como "desvia-
origen mediato (por ejemplo, en la des Sollens. Elemente der Logik des ciones de derecha". Durante un tiem-
sociedad) o inmediato (por ejemplo, Willens, 1926. Véase también la bi- po interrumpió sus publicaciones, pe-
en la intimidad del individuo) ; ad- bliografía de IMPERATIVO. ro luego las reanudó, continuando en
quirido (en la sociedad, en la histo- DÉBORIN (ABRAM MOISÉÉ- sus actividades académicas, si bien
ria, en las leyes divinas, etc.) o innato VITCH) nac. (1881) en Kovno (Li- de acuerdo con la llamada "línea ge-
(descubierto por simple inspección de tuania). Ya muy joven se adhirió a neral".
los fundamentos del sujeto moral); los grupos marxistas revolucionarios Obras principales: Vvédenié υ fi-
incondicionado (o absoluto y rusos, teniendo que emigrar a Suiza losofiú dialéktitchéskovo materializ-
universal) o condicionado (por la Na- en 1903. Allí entró a formar parte ma, 1916 (Introducción a la filosofía
turaleza, la psicología individual, la del ala leninista del Partido Social del materialismo dialéctico). — Lé-
nin kak mislitél, 1924 (Lenín como
sociedad, el momento histórico, etc.); Demócrata ruso. En 1907 ingresó en pensador). — Dialéktika i éstéstvoz-
categórico (o válido absolutamente) o la fracción menchevique; en 1908 pa- nanié, 1930 (Dialéctica y ciencia na-
405
DEC
'decidible' aplicado a una teoría for-
malizada T usaremos la formulación
de A. Tarski (Undecidable Theories,
1953, I. 3): "Una teoría T es lla-
mada decidible si el conjunto de
todas sus sentencias válidas es recur-
sivo; de lo contrarío, es llamada in-
decidible." Siguiendo al mismo autor
diremos que una teoría formalizada
T puede ser (1) decidible; (2) in-
decidible; (3) esencialmente indeci-
dible. Se aplica (3) a una teoría T
DECIDIBLE. En varios artículos en la cual es indecidible no sola-
lógicos de este Diccionario hemos mente T sino toda extensión consis-
usado los términos 'decidible', 'inde- tente de T que tenga las mismas
cidible', 'decidibilidad', 'indecibili- constantes que T. Observemos que
dad', así como las expresiones 'método toda teoría decidible es axiomatiza-
de decisión' y 'procedimiento de deci- ble, pero no toda teoría axiomatiza-
sión'. Daremos aquí una breve ex- ble es decidible.
plicación del significado de estos tér- Los problemas de decisión han
minos a base de la aclaración del ocupado grandemente a los lógicos y
uso del término 'decidible'. matemáticos durante los últimos treinta
Este término pertenece al vocabu- años. Podemos establecer en la citada
lario de la metalógica y expresa uno época dos períodos: uno, de 1920 a
de los conceptos sintácticos funda- 1934, durante el cual se pensó que la
mentales usados en la misma (otros lógica y la matemática enteras eran
conceptos fundamentales son el de decidibles y alcanzó sus más grandes
consistencia [véase CONSISTENTE ] y triunfos la llamada matemática
el de completitud [véase COMPLE - formalista; otro, de 1934 a la fecha,
TO]). Se llama decidible a un cálculo durante el cual se desvanecieron las
C cuando puede forjarse un método o esperanzas de una completa
un procedimiento mecánico mediante decidibilidad de tales disciplinas. La
el cual sea posible decidir —en una demostración por A. Church de que DECISIÓN. En el artículo Deci-
serie de operaciones finita— si una no puede ingeniarse ningún procedi- dible ( VÉASE) hemos tratado el pro-
fórmula bien formada de C es o no miento de decisión ni siquiera para blema de la decisión en el sentido
un teorema de C. También se define el cálculo cuantificacional elemental de la matemática y metalógica con-
a veces el término 'decidible' representó uno de los momentos de- temporáneas. En el presente artículo
indicándose que se llama decidible cisivos en esta historia. No entraremos nos referiremos a la cuestión de la
a una teoría formalizada T cuando aquí en la descripción de los diversos decisión tal como ha sido afrontada
puede forjarse un método que per- ensayos y resultados en los proble- por algunas direcciones filosóficas de
mita decidir si una sentencia cual- mas de decisión respecto a los dife- la misma época. Como las más sig-
quiera formulada mediante los sím- rentes cálculos lógicos (cálculo sen- nificadas de ellas han sido las direc-
bolos usados en T puede ser probada tencial, cálculo cuantificacional ele- ciones existencialistas en sentido lato,
mediante los recursos proporciona- mental, cálculo cuantificacional su- podemos hablar de un predominio
dos por T. El procedimiento mecánico perior). Nos limitaremos a indicar del sentido existencial de la de-
o método antes aludidos reciben el como ilustración de nuestro problema cisión.
nombre de procedimiento de decisión que uno de los métodos de decisión Advertiremos ante todo que el con-
o método de decisión. El problema fraguados para demostrar la de- cepto de decisión puede ser estudia-
que plantea la determinación de si cidibilidad de un cálculo es el método do en un sentido amplio y en un sen-
existe en un cálculo C o en una teoría de las tablas de verdad ( VÉ ASE ). tido estricto. En un sentido amplio
formalizada T un procedimiento o Este método fue ingeniado para pro- puede considerarse como un género
método de decisión es llamado bar que el cálculo sentencial es de- del cual otros conceptos pueden ser
problema de decisión. Si se encuentra cidible. especies. En un sentido estricto, debe
tal procedimiento o método, el El término 'decisión' puede ser usa- considerarse como un concepto re-
cálculo o la teoría formalizada reci- do también en un sentido existencial. lacionado con otras nociones existen-
ben el nombre de decidibles; si no, Nos hemos referido a este punto en ciales, pero irreductible a ellas. Aquí
el de indecidibles. En relación con Decisión ( VÉASE ). adoptaremos este último sentido.
estos adjetivos se usan los sustantivos Además de la citada obra de A. Otros conceptos afines —tales como
'decidibilidad' e 'indecidibilidad'. Tarski (una parte de ella en colabo- los de Salto y Vocación (VÉANSE)—
Las anteriores definiciones no tie- ración con À. Mostowski y R. M. han sido examinados separadamente.
nen carácter formal. Para una defi- Robinson), véase sobre los proble- La decisión existencial es presen-
nición formal suficiente del término mas de decisión en general: W. v. tada como una de las estructuras fun-
406
DEC DEC DED
damentales de la Existencia (v.) hu- negativa, y que ésta es sólo una "li- evitabilidad. De ahí una dialéctica
mana. Se supone, en efecto, que esta bertad para la nada". que pasa del acto al acto en vez de
Existencia tiene que decidirse conti- Si prescindimos de los variados transcurrir en el plano puramente
nuamente. Esta decisión no afecta matices anejos al concepto de deci- formal o en el orden inmanente del
simplemente a los objetos de los que sión, podremos definir a ésta como idealismo. Pero, a la vez, esta dialéc-
la Existencia está rodeada, sino a un acto en el cual la existencia indi- tica actual requiere, según Decoster,
la propia Existencia, o a algo que la vidual humana, en vez de seguir per- una "mediación intrínseca al acto"
afecta tan fundamentalmente que es dida en las cosas o en el mundo, se y, por lo tanto, una síntesis pura o
una y la misma realidad con ella. vuelca sobre sí misma, no para des- concreta que posibilita una adapta-
No es, si se quiere, un "decidirse pegarse simplemente de las cosas ni ción del acto a la mediación, los
entre", sino un "decidirse por". De para consagrarse a la contemplación cuales serán indistinguibles, aunque
ahí que la decisión sea al mismo tiempo desinteresada, sino para elegirse a no identificables. Lo incondicionado
una elección — la llamada elección sí misma y con ello cumplir con su metafísico resulta, así, dado en una
existencial. Ello significa ante todo vocación o destino. Esta decisión especie de "mediación inmediata",
que la Existencia no es una entidad puede ser considerada —en un sen- que nos enfrenta con el acto puro.
análoga a las demás cosas, las cuales tido amplio— como un salto y, desde Con lo cual la mediación será "la ley
simplemente son — o, en el lenguaje luego, como un acto en el cual la no escrita de todo pensamiento" (De
de Sartre, son en sí. Poseyendo —o, existencia se compromete a sí misma l'Unité métaphysique, 1934, pág. 74).
mejor dicho, siendo— una libertad enteramente. En este comprometerse Mas el lenguaje del idealismo que
completa, la existencia humana no la Existencia se resuelve a no falsear- aquí parece emplearse no corresponde
puede dejar de decidirse. Al decidirse, se. De este modo, las nociones de sino muy imperfectamente, según
empero, elige lo que va a ser. No elección, vocación, destino, compro- Decoster, a la realidad expresada;
importa que el ser elegido sea miso y resolución están relacionadas con ello se cumple meramente una de
auténtico o inauténtico; como ha con el concepto de decisión existen- las condiciones de toda metafísica
señalado Heidegger, los dos citados cial, pero conviene advertir que con auténtica, que se ve obligada a
modos —el auténtico y el inauténti- ello se prescinde de las dificultades constituirse mediante una disonancia
co— pertenecen por igual a la estruc- técnicas de toda índole que plantea si quiere realmente recobrar su
tura de la Existencia. Ahora bien, una la comprensión de la decisión y so- "unidad".
vez admitida esta "decisionabilidad" bre todo de las muy diversas inter- Obras: La Réforme de la Cons-
de la Existencia, los filósofos difieren pretaciones de que es susceptible. Un cience, 1919. — Le Règne de la
considerablemente en cuanto a su examen de la noción de Existencia Pensée, 1922. — Acte et Synthèse,
( VÉASE ) (en el sentido en que em- 1928. — De l'Unité métaphysique.
sentido. Para algunos, la decisión es Épilogue philosophique, 1934. —
algo que la Existencia efectúa abso- plean este término varias filosofías "De l'Analyse réflexive à l'Expérience
lutamente sola; ni la sociedad, ni la contemporáneas) puede contribuir a métaphysique" ( Travaux du IX Con-
Naturaleza, ni Dios intervienen —o aclarar varias de las confusiones más grès Int. de Philosophie, t. VIII,
"deben intervenir"— en ella. Por el comunes en la mencionada definición. [1931], 32-38). — Positions et Con-
contrario, se supone que tan pronto Alberto Caturelli, El filosofar como fessions, 1940. — Véase M. A. Co-
como hay auxilio o coacción exter- decisión y compromiso, 1958. chet, La Métaphysique de Paul
DECOSTER (PAUL) (1886-1939), Decoster et la Science, 1937. — Jac-
nos, la decisión no es auténtica, pues ques Gérard, La Métaphysique de
está regida por normas exteriores. nac. en Bruselas, ha defendido una Paul Decoster, 1945. — G. Van Molle,
Otros autores, en cambio, señalan "metafísica única" que puede ser La Philosophie de Paul Decoster, 1946.
que el acto de la decisión es un acto llamada la metafísica del acto. Esta DEDUCCIÓN. Muchas son las de-
que implica factores tales como la metafísica no coincide estrictamente finiciones que se han dado de la
invocación, el testimonio, la plegaria, con la filosofía ni siquiera con la deducción. He aquí algunas: (1) es
etc., y, por consiguiente, niegan que ontología en tanto que mera "fi- un razonamiento de tipo mediato;
la decisión sea absoluta. La diferencia losofía primera" de carácter for- (2) es un proceso discursivo y des-
entre unos y otros autores se debe mal y crítico. Pues se trata, en últi- cendente que pasa de lo general a lo
en gran parte a que mientras para los mo término, de una metafísica no particular; (3) es un proceso dis-
primeros la Existencia está suspendida demostrativa, que empieza con lo in- cursivo que pasa de una proposición
en la nada, para los segundos, en condicionado y que rechaza todo a otras proposiciones hasta llegar a
cambio, está suspendida en el ser — condicionamiento, el cual no puede una proposición que se considera la
y aun es solamente en la medida en salir de la esfera lógica o, a lo sumo, conclusión del proceso; (4) es la de-
que está por doquiera penetrada de epistemológica. El acto es, en cam- rivación de lo concreto a partir de lo
ser. Por eso los primeros critican a los bio, lo que el pensamiento encuentra abstracto; (5) es la operación inversa
segundos alegando que su concepción inmediatamente ante sí como afir- a la inducción; (6) es un razona-
de la decisión no tiene nada que ver mación metafísica —no sólo psico- miento equivalente al silogismo y,
con una decisión existencial, mientras lógica— inevitable. Lo cual no sig- por lo tanto, una operación estricta-
que los segundos critican a los nifica, según Decoster, adherirse a mente distinta de la inductiva; (7)
primeros señalando que su concepto un irracionalismo; este acto es, en es una operación discursiva en la cual
de libertad absoluta equivale a la substancia, un "acto intelectual". El se procede necesariamente de unas
idea de una libertad fundamento de la afirmación no es, proposiciones a otras.
así, la indubitabilidad, sino la in-
407
DED DED DED
Cada una de las definiciones ante- ceso deductivo, pero con el fin de relación de implicación, y todo siste-
riores adolece de varios inconvenien- entenderla bien es menester distin- ma deductivo debe contener entre sus
tes, pero a la vez apunta a una o guir entre la necesidad causal, la ne- premisas tantas propiedades de im-
varias características iluminadoras de cesidad ontológica ( ontológico-esen- plicación como sean necesarias para
la deducción. Así (1) es insuficiente, cial, según algunos, ontológico-formal, legitimar el procedimiento ordinario
pues el vocablo 'razonamiento' es según otros) y la necesidad lógica. de la deducción." Si un enunciado,
aquí demasiado vago, pero subraya Solamente desde el punto de vista de p, implica lógicamente otro enuncia-
el carácter mediato y, por lo tanto, esta última podemos hablar de ne- do, q, q es deducido lógicamente de
no intuitivo de la operación deducti- cesidad al referirnos a un razona- ρ. Υ si un enunciado, q, es deducido
va; (2) tiene supuestos ontológicos miento deductivo. Este último es, en de un enunciado, p, puede decirse
que no son estrictamente necesarios efecto, necesario en el sentido de que p implica lógicamente q.
y que resultan patentes en la noción que una vez admitido que una con- El método deductivo es usado en
de descendente, pero alude al paso clusión, C, se sigue necesariamente todas las ciencias —matemática, fí-
de lo más general a lo menos general; de las premisas P, P1, P 2, etc., re- sica, biología, ciencias sociales—, pero
(3) es correcto, pero olvida la sulta contradictorio afirmar que tal es particularmente apropiado en las
necesidad de "mediación" (término conclusión no se sigue de dichas pre- ciencias más formalizadas, tales como
medio, regla de inferencia, etc.); misas. La noción de necesidad (ló- la lógica, la matemática y la física
(4) muestra el carácter abstracto, gica) está, pues, ligada a la de la teórica. Por medio de tal método es
cuando menos en el punto de partida, negación de contradictoriedad con- posible llevar a cabo en dichas cien-
del proceso deductivo, pero descuida sigo mismo, y aun algunos autores cias pruebas formales, en las cuales
otros importantes aspectos del mismo; sostienen que este es el único tipo se establece que las conclusiones a
(5) es justo siempre que no se de necesidad legítimo, de tal modo las cuales se llega son formalmente
interprete en sentido demasiado que debe descartarse el aspecto causal válidas.
estricto el término 'inverso', y siem- y el ontológico (esencial o formal) Entre los problemas que se han
pre que no se olvide que tanto la de la necesidad, los cuales podrían planteado con respecto a la deduc-
deducción como la inducción son ser, en último término, reflejos de la ción destacaremos uno: el que con-
operaciones de índole formal; (6) es necesidad lógica manifestada en la siste en determinar si todo conjunto
aceptable solamente en la medida deducción. de fórmulas primitivas dadas en un
en que muestra que el silogismo es Las investigaciones actuales sobre determinado sistema formal es o no
una operación deductiva, pero falla la naturaleza de la deducción tienen equivalente a los principios de de-
en la afirmación de la equivalencia en cuenta algunos de los elementos ducción de tal sistema. Algunos au-
entre deducción y silogismo, por antes mencionados, pero intentan re- tores se pronuncian por la afirmati-
cuanto este último es sólo una de ducirlos a sus justas proporciones, va; en tal caso las fórmulas primiti-
las muchas posibles operaciones de- o bien completarlos mediante otras vas en cuestión son declaradas mate-
ductivas; (7) es poco explícito, pero características sin las cuales no puede rialmente verdaderas. Otros autores,
destaca un elemento fundamental en proporcionarse ninguna noción me- en cambio, manifiestan que semejante
la operación deductiva: el de nece- dianamente rigurosa de las operacio- interpretación de dichas fórmulas no
sidad. nes deductivas. Una definición hoy es necesaria, ya sea porque rechazan
De las definiciones mencionadas muy común y que se aplica a todas la expresión 'materialmente ver-
(1) y (2) se hallan en textos no las formas de deducción es la que daderas', ya sea porque distinguen
escolásticos escritos desde principios sostiene que en el proceso deductivo entre los axiomas o fórmulas primi-
del siglo XIX; (3) y (4) se usan a se derivan ciertos enunciados de otros tivas de un sistema formal o cálculo
veces para completar otras definicio- enunciados de un modo puramente y las reglas de deducción del mismo.
nes; (5) ha sido una definición muy formal, esto es, en virtud sólo de la Tales reglas de deducción son con-
habitual en autores de la época mo- forma (lógica) de los mismos. El sideradas como fórmulas metalógicas,
derna antes de que se popularizara enunciado o enunciados del cual o en tanto que los axiomas primitivos
el florecimiento (o reflorecimiento) de los cuales se parte para efectuar son fórmulas lógicas.
de la lógica formal simbólica; (6) ha la derivación son la premisa o premi- Es cada vez más extendido en ló-
sido la definición más frecuente entre sas; el enunciado último derivado de gica el método de la llamada de-
autores de tendencia aristotélico-es- tales premisas es la conclusión. La ducción natural (VÉASE) o inferencia
colástica, olvidando que aunque el derivación hasta llegar a la conclu- natural (cálculo secuencial, Sequen-
propio Aristóteles parece ocuparse sión se efectúa por medio de las re- zenkalkül) propuesto por Gerhard
con detalle sólo del silogismo entre glas de inferencia ( VÉASE ), las cua- Gentzen. Este método usa ciertos es-
los procesos deductivos, de hecho se les reciben asimismo el nombre de quemas de derivación en vez de los
refiere a otras formas de deducción reglas de deducción. Hay una estre- axiomas y reglas de inferencia.
(deducciones matemáticas, etc.); (7) cha conexión entre la noción de de- Sobre la "deducción trascenden-
pertenece más bien al grupo de de- ducción y la de implicación lógica, tal" en sentido kantiano, véase DE-
finiciones de la deducción en las y aun a veces se sostiene que la pri- DUCCIÓN TRASCENDENTAL.
cuales se intenta dar una interpre- mera depende de la segunda. Esta Referencias a la naturaleza de la
tación de ella. Es —como vimos— es la opinión de Whitehead y Russell deducción y a la estructura del mé-
interesante en tanto que pone de re- al escribir en Principia Mathematica: todo deductivo se encontrarán en la
lieve el carácter necesario del pro- "La deducción depende, así, de la mayor parte de los textos menciona-
408
DED
objetivamente el mundo como mun-
do fenoménico). Se trata de saber
"cómo las condiciones subjetivas del
pensamiento pueden poseer validez
objetiva, esto es, pueden proporcionar
las condiciones de la posibilidad de
todo conocimiento de objetos". En ri-
gor, se trata de saber cómo pueden
constituirse los objetos como objetos
de conocimiento para fundamentar el
conocimiento objetivo de la realidad
y, por lo tanto, establecer las condi-
ciones de la posibilidad de la cien-
cia ( física ).
El asunto es intrincado. La deduc-
ción kantiana de los conceptos puros
del entendimiento es una de las por-
ciones más difíciles, oscuras (y pro-
fundas) de la Crítica de la Razón
Pura. Cualquier resumen de ella re-
sulta falaz, porque en este caso los
detalles son importantes. Dada la na-
turaleza de la presente obra, sin em-
bargo, no tenemos más remedio que
limitarnos a trazar algunas líneas
esenciales.
Kant proporciona al respecto va-
rios argumentos. Ante todo, pone de
relieve que las diversas representa-
ciones que constituyen el conocimiento
Mientras los esquemas de deriva- (o el material del conocimiento)
ción para la lógica sentencial no ofre- deben estar de algún modo unidas,
cen dificultad particular, los esquemas puesto que de otra suerte no podría
de derivación para la lógica cuantifi- hablarse propiamente de conocimien-
cacional son de más difícil manejo. to. Dicha unión puede estudiarse des-
En efecto, al efectuar las derivacio- de el punto de vista de la actividad
nes debe procurarse que no se ligue del sujeto cognoscente. La premisa
una variable que debería permanecer fundamental es la conciencia de la
libre — es decir, que no haya lo que diversidad en el tiempo, la cual pro-
se llama a veces "colisión de varia- duce por un lado la conciencia de un
bles". Para evitarlo es menester te- yo unificado (no un yo metafísico o
ner en cuenta ciertas restricciones de un yo empírico, sino un yo trascen-
que suelen ir acompañados los esque- dental) y por el otro lado la con-
mas en cuestión. Así, por ejemplo, ciencia de un algo que constituye el
en el esquema (9) se establece que objeto en tanto que objeto de cono-
el esquema es aplicable siempre que cimiento. La combinación de la di-
'x' no aparezca como variable libre en versidad en unidad tiene lugar de
ninguna premisa, y siempre que 'Fx' tres modos: (1) Mediante síntesis de
sea como 'Fy' excepto por contener la aprehensión en la intuición o con-
casos libres de 'x' donde 'Fy' contiene Tales conceptos no pueden ser sim- ciencia de la simultaneidad y no su-
casos libres de 'y'. El esquema (10), plemente deducidos —de nuevo, en cesividad de varios elementos. (2)
por otro lado, es aplicable siempre que el sentido kantiano de este término, Mediante síntesis de reproducción en
'Fx' sea como 'Fy' excepto por por lo demás también relacionado con la imaginación, que hace posible vol-
contener casos libres de 'x' donde 'Fy' el sentido más corriente de deduc- ver a presentar las representaciones.
contiene casos libres de 'y'. ción o procedencia de un principio— (3) Mediante síntesis del reconoci-
Para las restricciones a los esque- en modo casual y empírico; corres- miento en un concepto, que permite
mas (11) y (12) y otras observacio- ponde a la naturaleza de estos con- reconocer la persistencia de los mis-
nes pertinentes al uso de esquemas de ceptos el ser deducidos a priori, pues mos elementos. Todas estas condicio-
derivación para la lógica cuantifica- de otra manera no tendrían validez nes arraigan en una condición funda-
cional, remitimos a cualquier exposi- objetiva, es decir, no podrían ser em- mental originaria: la llamada "aper-
ción de lógica basada en el sistema pleados en tal forma que diesen por cepción (VÉASE) trascendental" o "pu-
de la deducción natural (véase bi- origen "enunciados empíricos" (en ra". Esta apercepción no tiene carác-
bliografía ). tanto que enunciados que describen
410
DED DEF DEF
ter subjetivo, sino carácter objetivo dad entre los conceptos (y, en gene- de tal suerte que, una vez obtenida
en tanto que representa la condición ral, el lenguaje) y la realidad. la definición de A, podemos saber
para toda posible objetividad. Nos he- La idea de una "deducción tras- de cualquier objeto si es efectiva-
mos extendido al respecto en el men- cendental" es asimismo aplicada por mente A o no lo es. Ahora bien,
cionado artículo APERCEPCIÓN. Agre- Kant en la Crítica de la Razón Prác- mientras la acción de discernir su-
guemos aquí que la deducción tras- tica. En ésta se trata de mostrar có- pone comprobación empírica de la
cendental de los puros conceptos del mo la ley moral es válida, es decir, Verdad o falsedad del objeto consi-
entendimiento es algo distinto de una de justificar la ley moral. derado, la de definir supone delimi-
deducción (o justificación) tanto pu- Hay que distinguir entre la "de- tación intelectual de su esencia. Así,
ramente lógica como puramente me- ducción trascendental" y la "deduc- por ejemplo, podemos discernir, por
tafísica. En ambos casos sería una ción metafísica" en ambas Críticas. el gusto u otro tipo de verificación
"deducción" vacía o por no referirse En la de la Razón Pura, la "deduc- empírica, si un objeto que parece
a la experiencia o por referirse a una ción metafísica" se propone descubrir ser un pedazo de pan es o no efec-
supuesta, pero incomprobada e in- cuáles son las categorías, mientras la tivamente un pedazo de pan. Por
comprobable, realidad en sí. La de- "deducción trascendental" se ocupa otro lado, podemos establecer cuáles
ducción trascendental tiene justamente de su validez. En la de la Razón son las propiedades que debe poseer
por objeto mostrar las condiciones a Práctica, la "deducción metafísica" un pedazo de pan para que efec-
priori de la experiencia posible en se propone descubrir cuál es la ley tivamente lo sea y definir con ello
general como condiciones de la po- moral, mientras la "deducción tras- la entidad pedazo de pan. Esto no
sibilidad de los objetos de la expe- cendental" se ocupa de la validez de significa, naturalmente, que la defi-
riencia (en tanto que objetos cognos- esta ley, de su aplicabilidad, etc. Am- nición sea siempre una operación
centes). No es una imposición de al- bas deducciones son independientes mental independiente de la compro-
go "subjetivo" a la "realidad". No es una de otra. Por ser la trascendental bación empírica. Es frecuente que
una derivación lógica de un princi- en la Crítica de la Razón Pura más sólo después de muchas comproba-
pio. No es una inducción efectuada fundamental, a nuestro entender, que ciones empíricas acerca de un ente
a partir de los datos de la experien- la metafísica, y por constituir el mo- dado podamos proceder a definir tal
cia (los cuales justamente se trata de delo para cualquier otra "deducción ente. Pero —especialmente en onto-
hacer inteligibles como tales datos). trascendental", hemos dedicado a ella logías de tipo platónico— se tiende
Es más bien un modo de mostrar có- casi todo el presente artículo. a destacar el aspecto intelectual y,
mo se constituye el objeto como ob- Véanse las obras en las que se co- en todo caso, abstractivo (véase
jeto de conocimiento en tanto que menta la Crítica de la Razón Pura ABSTRACCIÓN) de la operación u ope-
este objeto en general se halla ligado (Patón, Weldon, etc.) mencionadas en raciones por medio de las cuales lle-
a los objetos reales empíricos. el artículo KANT . Además: H. Cle- gamos a formular definiciones.
La teoría kantiana de la deducción mens Sirven, I. Kants Transzendenta- Las anteriores consideraciones se
trascendental ofrece numerosas difi- les Deduktion, 1913 (Kantstudien. basan, por un lado, en un análisis
Ergânzungshefte 29). — H. J. de
cultades. Se ha manifestado, por Vleerschauwer, La déduction trans- de varios usos corrientes de los voca-
ejemplo, que constituye, a la postre, cendentale dans l'oeuvre de Kant, 3 blos 'definición' y 'definir', y, por el
un círculo vicioso, pues muestra la vols., 1934-37. — Mikel Dufrenne, La otro, en un examen del modo como
unidad del yo a partir de la unidad notion d'à priori, 1959. — Prieto el problema de la definición fue tra-
(posible) del objeto y la unidad del Chiodi, La deduzione nell'opera di tado, más o menos explícitamente,
objeto a partir de la unidad (posible) Kant, 1961. por los autores que por vez primera
del yo. Se ha indicado asimismo que DEFINICIÓN. Desde un punto de en la historia de la filosofía occiden-
mientras por un lado Kant parece ha- vista muy general la definición equi- tal se enfrentaron con él de un modo
blar de las condiciones de la reali- vale a la delimitación (de-terminatio, suficientemente amplio: Sócrates y
dad (como realidad cognoscible), por de-finitio), esto es, a la indicación de Platón. Tales consideraciones no son,
el otro parece referirse a las condi- los fines o límites (conceptuales) de empero, suficientes. Varias interpre-
ciones del lenguaje (o lenguajes) en un ente con respecto a los demás. taciones pueden sobreponerse a ellas.
el cual (o en los cuales) se habla de Por eso se ha concebido con fre- Los propios Sócrates y Platón propor-
la realidad. En todo caso, debe reco- cuencia la definición como una ne- cionaron una de las más influyentes:
nocerse que Kant ha afrontado leal- gación; delimitamos un ente con res- aquella según la cual la definición
mente un problema real: el problema pecto a otros, porque negamos los (universal) de todo ente es posible
del modo de conexión entre concep- otros hasta quedarnos mentalmente por medio de la división ( VÉASE ),
tos y datos empíricos, y que lo ha con el ente definido. Se supone que diai/resij, de todos los entes del uni-
afrontado sin intentar deducir los al llevar a cabo de un modo conse- verso de acuerdo con ciertas articu-
unos de los otros. Las cuestiones tra- cuente esta delimitación alcanzamos laciones a la vez lógicas y ontológi-
tadas por Kant en la deducción tras- la naturaleza esencial de la cosa defi- cas. Definir un ente consiste enton-
cendental no podían, sin embargo, nida. Por eso definir no es lo mismo ces fundamentalmente en tomar la
aclararse suficientemente dentro del que discernir. Discernimos, en efec- clase de la cual tal ente es miembro
marco de esta deducción. Por eso to, si un objeto dado, A, es verdade- y en situar esta clase en el "lugar
Kant introdujo la noción de "esque- ramente A; definimos, en cambio, en ontológico" correspondiente. Este "lu-
ma" (v. ) de las categorías — un in- qué consiste el ser A de A, su esen- gar ontológico" resultó determinado
tento más de restablecer la continui- cia ( VÉ ASE ) o quiddidad ( V É ASE ), —y así fue aceptado por gran parte
411
DEF DEF DEF
de la tradición filosófica— por dos veces o(/roj), como una de las cuatro equus', es una definición del caballo.
elementos de carácter lógico: el gé- clases de predicables ( VÉASE), el pre- Las definiciones real y nominal
nero (VÉASE) próximo y la diferencia dicable que posee la característica no son los únicos tipos de definición
(v.) específica. De ahí la fórmula de ser esencial y convertible. Se- admitidos. Nos referiremos luego a
tradicional: definitio fit per genus gundo, la definición fue estudiada varios otros tipos de definiciones. Sin
proximum et differentiam specificam. como un proceso mental por me- embargo, como algunos de ellos han
Una de las representaciones gráficas dio del cual se halla un término sido propuestos por la lógica contem-
que mejor permiten comprender su medio que permite saber qué es un poránea, precederemos tal enumera-
funcionamiento es la del árbol de ente dado. A diferencia de la exis- ción por unas palabras sobre las ideas
Porfirio (v.). De este modo se llega tencia del ente y de la causa por la actualmente más difundidas en lógi-
a formular la célebre definición: ani- cual el ente es, la definición tiene ca acerca de la definición.
mal racional que define a hom- entonces por misión averiguar la esen- Sea cual fuere el tipo al cual se
bre. En efecto, animal es el género cia, esto es, aquello que hace que el refiere, la definición es considerada
próximo, la clase más próxima en la ente sea lo que es. Cierto que en hoy como una operación que tiene
cual está incluida la clase hombre. Y muchos casos hay equivalencia entre lugar en el nivel lingüístico. En el
racional es la diferencia específica el por qué un ente es y el qué de curso de la misma se une una expre-
por medio de la cual separamos con- este ente. Por tal motivo puede ha- sión que se trata de definir, llamada
ceptualmente la clase de los hombres, blarse asimismo del qué, quid, del definiendum, a una expresión que
de la clase de todos los demás ani- ente como de su causa, pero se en- define la citada expresión y que recibe
males. Por otro lado, es necesario tiende casi siempre esta última como el nombre de definiens. El defi-
que en toda definición se agoten las la causa esencial. A la vez puede niendum puede substituir al definiens
notas consideradas esenciales del ente haber equivalencia entre preguntar y es considerado como una abrevia-
definido, pues si falta alguna de ellas si un ente es y lo que es tal ente; tura del definiens. El signo que se
el objeto no queda propiamente "si- esto ocurre cuando se declara que coloca entre el definiendum y el de-
tuado" y puede fácilmente confun- solamente el conocimiento del qué finiens es '= def.' (algunos auto-
dirse con otro. Así, cuando defini- del ente puede permitir contestar a la res emplean '—>'). Tal signo se lee
mos circunferencia diciendo figura pregunta de si un determinado ente 'se define' o 'es por definición'. Las
plana cerrada equidistante en todos es. En ambos casos, empero, la exis- expresiones unidas por ' = def.' pue-
sus puntos de un punto interior que tencia y la causa del ente se hacen den ser de muy diversos tipos: tér-
es su centro, enumeramos todas las depender del atributo o atributos minos simples, términos complejos,
notas que delimitan dicha figura con esenciales del mismo. Véase ESENCIA. números, fórmulas lógicas, etc. Así:
respecto a todas las demás figuras. Los escolásticos aprovecharon algunas Hombre = def. animal racional (1);
De la mencionada necesidad han sur- de las precedentes indicaciones del Piróscafo = def. buque de vapor (2);
gido las reglas que se han dado con Estagirita. Además, pusieron en claro Tuberculosis = def. enfermedad
frecuencia (sobre todo a partir de los que cuando se habla de definición causada por el bacilo de
escolásticos) con vistas a la definición. ésta puede ser definición de una Koch (3);
He aquí algunas: la definición debe cosa o el qué de una cosa, quid reí,
10 = def. 5 + 5 (4);
ser más clara que la cosa definida; o definición de un nombre o qué de
p ⊃ q = def. (~ p v q) (5);
lo definido tiene que quedar exclui- un nombre, quid nominis. Nos hemos
Libro = def. este objeto que el lector
do de la definición; la definición no referido hasta aquí principalmente a
tiene en sus manos (6);
debe contener ni más ni menos que la definición de una cosa o ente,
lo susceptible de ser definido. pero hay que advertir que se trata son definiciones. El definiendum se
No siempre, sin embargo, se han sólo de una de las formas halla en todos los casos a la izquier-
seguido los esquemas antes apuntados tradicionalmente admitidas de da de ' = def.'; el definiens se en-
para la producción de definiciones. definición. Además, es una definición cuentra a la derecha del mismo signo.
Ya desde Sócrates y, sobre todo, desde que supone la del nombre, esto es, Los tipos de definiciones antes alu-
Platón se llevaron a cabo definiciones la indicación de lo que el nombre didas son los siguientes:
de acuerdo con diversos métodos: no significa. Ahora bien, tanto si la de- Definición real. Algunos entienden
sólo la división y la abstracción, sino finición es real como si es nominal, por ella una expresión por medio
también la dialéctica (VÉASE) fueron es sentencia común de los escolásti- de la cual se indica lo que es una
abundantemente empleadas. Además cos y de muchos lógicos considerar cosa ( su naturaleza o esencia ) ; otros,
de esto, los métodos variaban de la definición como una expresión o una expresión por la cual se indica
acuerdo con el tipo de ente término complejo por medio de la lo que es un concepto objetivo; otros,
considerado. Era, pues, necesario cual se indica lo que algo (cosa o una igualdad en la cual el definien-
volver a someter el problema de la nombre) es (esencialmente). La de- dum y el definiens no se leen del mis-
definición a un análisis más completo. finición no puede ser, pues, confun- mo modo; ( 1 ) es, por ejemplo, una
Es lo que hizo Aristóteles. Muchas son dida con una proposición. Así, 'el definición real. Advertimos que en
las indicaciones que encontramos en caballo es un animal solípedo, de la ningún caso se pretende delimitar
sus obras sobre el problema. Nos familia de los équidos y del género por definición la cosa misma, sino
limitaremos aquí a dos tipos de ellas. equus', es una proposición, pero la su concepto.
Primeramente, Aristóteles examinó la expresión 'animal solípedo, de la fa- Definición nominal. Algunos en-
definición ( o(rismoj a milia de los équidos y del género tienden por ella una expresión por
412
DEF DEF DEF
medio de la cual se indica lo que de definiciones creadoras o sintéticas. una definición nominal, y toda defi-
significa un nombre. Como el proce- Definición explícita. Es la que de- nición nominal a una definición de
so mediante el cual se efectúa tal fine al definiendum fuera de un con- índole sintáctica, muchos autores se
definición es el mismo que para la texto; (4) es ejemplo de definición niegan a aceptar esta última reduc-
definición real, varios autores (prin- explícita. ción. Admiten dos aspectos en la de-
cipalmente escolásticos) arguyen que Definición contextual. Es la que finición: el sintáctico (propio de un
la definición nominal debe entenderse define el definiendum dentro de un sistema no interpretado) y el semán-
como una extensión de la definición contexto; (5) es ejemplo de defini- tico (en el cual se introduce un nue-
real, aun admitiéndose que antes de ción contextual. vo símbolo asignándole una significa-
proceder a definir realmente algo es Definición ostensiva. Es la que ción). Por otro lado, se reconoce que
menester definir su nombre con el consiste en exhibir un ejemplo del si una definición nominal (en un sis-
fin de evitar ambigüedades. Otros tipo de ente designado por el deft- tema interpretado) lleva casi siempre
indican que una definición nominal niendum; (6) es un ejemplo de defi- implícita una definición semántica,
es lo mismo que una definición real nición ostensiva. Muchos autores no hay casos en los cuales esto no ocu-
en la cual la realidad es representada consideran este proceso como una rre. Se ha producido al respecto una
por la palabra, pero esta concepción definición auténtica. A veces se lla- discusión sobre la posibilidad o im-
no puede ser admitida sino por quie- ma también denotativa a esta defi- posibilidad de encontrar un medio de
nes conciben los nombres como puras nición. formular de un modo puramente for-
inscripciones; ( 1 ) puede ser consi- Las definiciones explícitas y las mal las exigencias de una definición
derado también como ejemplo de contextúales son muy usadas en ló- semántica. Para algunos esto no es
definición nominal si se pretende de- gica. Común a todas ellas es definir posible. Otros en cambio (como Hu-
finir el nombre 'hombre' y no la ciertos signos primitivos en función gues Leblanc), si bien admiten que
realidad llamada hombre. de otros signos considerados no pri- muchas definiciones son semánticas
Definición verbal. Es equiparada mitivos. Uno de los tipos de defini- e implican cuestiones semánticas, de-
por algunos a la definición nominal. ciones contextúales es el llamado de- claran que debe evitarse en lo posi-
Otros señalan que mientras la defi- finición recursiva. Consiste ésta en ble el problema de la significación.
nición nominal es una operación en definir un signo o una expresión en A este efecto el mencionado autor
la cual una expresión es abreviada dos o más etapas. intenta formular criterios exactos de
por otra, en la definición verbal no Definición intrínseca. Es, según definibilidad (criterios que son equi-
hay necesariamente abreviatura, sino los escolásticos, la que explica el ob- valentes a los criterios intuitivos de
sinonimia entre dos expresiones cuyos jeto a definir mediante indicación de sinonimia sin recurrir, empero, a la
significados son conocidos; (2) puede principios inherentes al mismo. propia noción de sinonimia).
ser considerada como una definición Definición extrínseca. Es la que Señalaremos para terminar que jun-
verbal. Este tipo de definiciones son procede mediante principios no in- to a los esfuerzos llevados a cabo
llamadas también definiciones de Dic- herentes al objeto que se trata de para aclarar la noción de definición
cionario. Cuando se atiende a lo que definir. y para enumerar distintos tipos de
hay en el definiendum de (2) de La definición intrínseca ha sido definiciones, se ha procurado también
abreviatura, (2) puede valer tam- dividida por algunos autores en esen- en varias ocasiones agrupar tales ti-
bién como ejemplo de definición no- cial y en descriptiva. Sin embargo, pos. Dos clasificaciones al respecto
minal. esta última forma de definición no merecen especial mención.
Definición causal. Es aquella en es admitida como tal por muchos Una es la de W. Dubislav. Según
la cual el definiens es expresión que autores, los cuales consideran la des- este autor hay cuatro doctrinas prin-
designa la causa que produce la reali- cripción como insuficiente para se- cipales acerca de la definición: (1)
dad designada por el definiendum; ñalar la naturaleza esencial del obje- La doctrina según la cual una defi-
(3) es ejemplo de definición causal. to (o concepto) que se trata de de- nición consiste sobre todo en una
Algunos llaman a esta definición de- finir. determinación de la esencia. Esta
finición genética, pero otros reservan Definición por abstracción. Es la doctrina ha sido defendida con ma-
este último nombre para cierto tipo de que define la significación de un sím- yores o menores variantes por Aris-
definiciones matemáticas, tales como bolo como propiedad común de va- tóteles y los aristotélicos, con particu-
'círculo = def. área engendrada por rios entes. Así (para emplear un lares interpretaciones dadas a ella por
una línea recta finita que da vueltas ejemplo de Dubislav), la definición Ueberweg y Bolzano; dentro de ella
alrededor de uno de sus extremos'. En de "dirección" —como vocablo de cabe la clasificación de definiciones
relación con los tipos anteriores de la geometría— se consigue determi- en nominales y reales. (2) La doc-
definiciones —especialmente con la nando, por un lado, que dos líneas trina según la cual la definición es
genética— se habla asimismo de defi- rectas paralelas tienen la misma "di- determinación (construcción o des-
nición creadora o sintética; consiste rección", y, por el otro, que si dos composición) del concepto, princi-
ésta en determinar la esencia de una líneas rectas tienen la misma "direc- palmente representada por Kant y
cosa mediante indicación de las notas ción" son paralelas. Fichte, y dentro de la cual se admite
que se presupone la constituyen. Al- Definición operacional (véase ΟΡΕ- asimismo la clasificación antedicha.
gunas de las definiciones dadas por RACIONALISMO) . (3) La doctrina que convierte la de-
Spinoza al comienzo de su Ethica Si bien algunos lógicos actuales finición en aclaración de la significa-
pueden considerarse como ejemplo tienden a reducir toda definición a ción que posee un signo o de la apli-
413
DEF DEI
cación que halla, que no ha sido de- rando mantuvo, no obstante, una
fendida explícitamente por nadie y posición cada vez más cercana al mo-
que mezcla la definición nominal con vimiento que se ha calificado de es-
la real. (4) La doctrina de la defi- piritualista, hasta el punto de que se
nición como determinación (no acla- acercó luego en muchos puntos a
ración) de la significación de un sig- las teorías mantenidas por Royer-
no (nuevamente introducido) o de la Collard y por Cousin. Esta última
aplicación que puede encontrar. Con tendencia se manifiesta especialmente
esta doctrina se vinculan las teorías en su importante trabajo histórico-
de la definición de Pascal, de Leib- filosófico, el cual influyó sobre Cou-
niz y de la nueva lógica. Dubislav sin, especialmente en lo que toca a
propone un análisis de la definición la clasificación de los sistemas. Puede
en sentido estricto que comprende: decirse que la orientación general de
la determinación de la significación Degérando fue ecléctica, intentando
de un signo que se introduce de nue- mezclar el empirismo y ciertos
vo; la construcción de un nuevo con- elementos de los ideólogos con
cepto a partir de contextos dados; el tendencias espiritualistas, con vistas
análisis de los signos; y la determi- a la formación de un sistema que
nación esencial ( aspectos que las doc- uniera íntimamente la teoría con la
trinas tradicionales de la definición, práctica y que hiciera de la filosofía
según asegura Dubislav, confunden), no sólo una especulación teórica, sino
también, y muy especialmente, un
hallando como conclusión que en la
método de perfeccionamiento moral.
ciencia hay cinco clases de definicio- Obras principales: Des signes et de
nes que es preciso distinguir: (I) Re- l'art de penser considérés dans leurs
glas de sustitución introducidas en rapports mutuels, 1800 [Año VIII],
un cálculo mediante nuevos signos 4 vols. — Considérations sur diverses
o marcas. (II) Reglas para la apli- méthodes d'observation des peuples
cación de fórmulas de un cálculo a sauvages, 1801. — De la génération
situaciones determinadas. (III) Cons- des connaissances humaines, 1802. —
trucciones de conceptos. (IV) Aclara- Histoire comparée des systèmes de
ción de signos, tal como ocurre en philosophie relativement aux
las investigaciones históricas y jurí- principes des connaissances humaines,
dicas. (V) Aclaración de situaciones 1804, 3 vols. — Du perfectionnement
o "cosas". moral et de l'éducation de soi-
La otra clasificación es la de Ri- même, 1825. — De l'éducation des
chard Robinson. Hay, según éste, dos sourds-muets, 1832, 2 vols. — De la
modos de clasificar las "definiciones bienfaisance publique, 1838, 4 vols.
de la definición": según el propósito DEÍSMO. En su sentido más lato
y según el método. Nos limitaremos 'deísmo' significa la creencia, doctri-
a resumir su clasificación según el na o tendencia que afirma la exis-
propósito — la más difundida en tencia de Dios, en oposición al ateís-
todos los autores. Ante todo, la defi- mo y también al panteísmo (v. ). En
nición puede ser real o nominal. este respecto, 'deísmo' tiene la misma
La definición nominal puede ser de significación que 'teísmo' (v.). Sin
"palabra-palabra" (correlación de un DEFINIENDUM. Véase DEFINI- embargo, el modo como los que son
término o frase con otro término o CIÓN. llamados deístas de los siglos XVII y
frase) o de "palabra-cosa" (correla- DEFINIENS. Véase DEFINICIÓN . XVIII propugnaron sus doctrinas ha
ción de un término o frase con una DEGÉRANDO (JOSEPH MARIE) inducido a establecer una distinción
cosa o acontecimiento). A su vez, (1772-1842) nac. en Lyon, siguió al fundamental entre deísmo y teísmo.
la definición nominal de "palabra- principio las orientaciones de Con- La base de esta distinción fue esta-
cosa" puede ser léxica o estipulativa, dillac y formuló una doctrina de los blecida por Kant de la siguiente ma-
según se refiera a los usos de un signos a que nos hemos referido en nera: "Si entiendo por teología el co-
término dados en la historia, o bien el artículo sobre la noción de Sig- nocimiento del ser originario, se ha-
a la significación que el definidor no ( VÉASE). Sin embargo, no aceptó lla entonces basada sólo en la razón
otorgue al término o expresión. algunas de las doctrinas de la escuela (theologia rationalis) o en la revela-
Además de las referencias sobre la condillaciana, tales como, por ejem- ción (revelata). La primera piensa su
definición en los principales textos objeto o bien mediante razón pura,
citados en los artículos LÓGICA y LO- plo, la equiparación de la perfección
GÍSTICA, véase: L. Liard, Des défi- de la ciencia a la perfección del len- exclusivamente por medio de concep-
nitions géométriques et des défini- guaje científico. Hostil al innatismo tos trascendentales (ens originarium,
tions empiriques, 1873. — W. L. y defensor del empirismo, cuyas ideas realissimum, ens entium), en cuyo ca-
Davidson, The Logic of Definition, tomó no sólo de Condillac, sino tam- so se llama teología trascendental, o
1885. — H. Rickert, Zur Lehre von bién de de Tracy y Condorcet, Degé-
414
DEI DEI DEI
bien mediante un concepto extraído lación entre Éste y el mundo y los cripción de esta tendencia deísta y para
de la naturaleza (de la naturaleza hombres. Mientras algunos deístas ad- muchas de las tesis que son con-
de nuestra alma) — concepto del ser mitían ciertos elementos que conside- sideradas hoy como típicas de todo
originario como inteligencia suprema. raban "razonables" de las religiones deísmo. Nos limitaremos a recordar
En tal caso debería llamarse teología reveladas, y en particular del cristia- aquí que, precedido por algunos au-
natural. Quienes aceptan solamente nismo —por ejemplo, que Dios go- tores tales como Richard Hooker
una teología trascendental son llama- bierna el mundo, que castiga a los (1554-1600) y Benjamin Whichcote
dos deístas; quienes admiten asimis- malos y recompensa a los buenos, in- (1609-1683) —este último, miembro
mo una teología natural son llamados clusive en la vida futura—, otros es- de la Escuela de Cambridge ( VÉASE),
teístas. Los primeros admiten que po- timaban que estos elementos no eran bien que no todos los representantes
demos conocer la existencia de un ser en sí mismos "razonables". Lo único de tal escuela fuesen deístas, como
originario exclusivamente mediante la que admitían estos últimos deístas lo muestra el caso de Ralph Cud-
razón, pero sostienen que nuestro (que podemos llamar "radicales" y worth—, dio gran impulso al deísmo
concepto de tal ser es solamente tras- uno de cuyos ejemplos es Voltaire) Eduard Herbert de Cherbury (v. ),
cendental, es decir, el concepto de es que hay un Dios que es principio cuyas ideas sobre una religión natural
un ser que posee toda la realidad, y causa del universo. Pero no estaban racional fueron sobremanera in-
pero que no podemos determinar de dispuestos a admitir que tal Dios se fluyentes durante los siglos XVII y
ninguna manera más específica. Los ocupase de los hombres, de su his- XVIII. Fueron asimismo influyentes al
últimos afirman que la razón es ca- toria y destino; de lo contrario, no respecto Matthews Tindal (1636-
paz de determinar su objeto más pre- podría explicarse la existencia del 1733), quien reconoce, en su obra
cisamente por medio de la analogía mal ( VÉASE ). Cristianity as Old as Creation (1730),
con la Naturaleza, esto es, como un Por lo general, los deístas france- la coincidencia entre la religión na-
ser que contiene en sí mismo, por ses (y la mayor parte de los enci- tural y la revelada; Thomas Wools-
medio del entendimiento y la liber- clopedistas [véase ENCICLOPEDIA ] ton (1669-1731), autor del libro The
tad, el principio último de todas las eran deístas) fueron, en el sentido Moderator Between an Infidel [John
demás cosas. Así, el deísta representa apuntado antes, radicales. Ello no reza, Anthony Collins; véase LIBREPENSA-
este ser meramente como causa del sin embargo, con Rousseau, a causa de DORES ] and an Apostate [el clero]
mundo (sin que pueda decirse si es la íntima relación establecida por (1725) y de una serie de Discourses
por necesidad de su naturaleza o por éste entre Dios y el orden moral, por ( 1729-1730), quien abogó por una in-
libertad); el teísta, como autor del un lado, y Dios y el sentimiento, por terpretación alegórica de los milagros
mundo" (K. r. V., A 631-2, Β 659-60). el otro. Algunos de los deístas y de la resurrección de Cristo; y, so-
Fundándose en la anterior distin- alemanes (sobre todo, varios seguidores bre todo, John Toland (VÉASE). Tam-
ción se suele entender hoy por 'deís- de Wolff) acentuaron el aspecto bién pueden ser considerados como
mo' la afirmación de la existencia de racional de Dios; otros (como deístas Locke y Hume, bien que, a
un Dios aparte de cualquier revela- Hermann Samuel Reimarus) unieron el diferencia de la mayor parte de los
ción. Este Dios es concebido prima- aspecto racional con el moral; otros autores mencionados, dichos pensa-
riamente como principio y causa del (como Johann Salomon Sem-ler) dores colocaron el deísmo dentro de
universo. Se trata del mismo Dios destacaron la universalidad de Dios un más amplio contexto filosófico.
afirmado por la llamada "religión na- extraída, por así decirlo, de la historia. Los deístas más radicales se apro-
tural" (o también "religión racional", El caso de Kant es especial: mientras ximaron a los librepensadores; los
en la medida en que se identifican en la Crítica de la Razón Pura tiene más moderados, a los teístas. En to-
"razón" y "Naturaleza"). En conse- que rechazar tanto el deísmo como el do caso, el deísmo en todas sus for-
cuencia, el Dios de los deístas tiene teísmo por ser ambos de algún modo mas fue piedra de escándalo en su
poco —si es que tiene algo— que "especulativos", en la Crítica de la época y suscitó numerosas y encona-
ver con una Providencia, y nada tiene Razón Práctica llega a una das discusiones. Es curioso, sin em-
que ver con la gracia. Es un Dios concepción de Dios que tiene a la bargo, que algunos autores que se
racional, que puede llegar a identifi- vez rasgos deístas y teístas; y en La afanaron particularmente por combatir
carse con una Ley (en el sentido ra- religión dentro de los límites de la el deísmo, admitieron, conscientemente
cional-natural del término 'ley'). Con- pura razón, a una idea muy semejante o no, ciertas tesis deístas en su
ceptos tales como los de pecado, mal, a la de muchos deístas. En cuanto a pensamiento; el caso más notorio es el
redención, etc., son excluidos por los los deístas ingleses, representaron, por de Joseph Butler ( VÉASE ).
deístas, principalmente a causa de su el número de sus defensores, la La clasificación que hemos ofreci-
carácter irracional. Los deístas han abundancia de sus escritos y la do de las doctrinas deístas (según la
sostenido, además, que el Dios de influencia ejercida por éstos, el nacionalidad de los autores o según
que hablan es, en último término, el grueso de la tendencia deísta moderna, el carácter más o menos radical de sus
Dios de todas las religiones una vez de tal modo que es común identificar ideas) no es la única posible. Entre
se ha desposeído a éstas de todos sus el deísmo con el deísmo inglés. otras clasificaciones mencionamos a
elementos históricos y "positivos". Hemos dedicado artículos a los modo de ejemplo la presentada por
Desde luego, hubo considerables deístas ingleses más importantes Leslie Stephen (op. cit. infra, págs.
diferencias entre los deístas con res- refiriéndonos justamente a sus ideas 84 y sigs.), la cual se aplica espe-
pecto a su idea de Dios y a la re- sobre el asunto, de modo que remi- cialmente al deísmo inglés del siglo
timos a tales artículos para una des- XVIII: ( 1 ) deísmo constructivo (re-
415
DEL DEM DEM
ducción de dogmas cristianos a un causa macedónica (fue arconte de ro o artífice de los sentidos y de uno
grupo de verdades abstractas metafí- Atenas durante diez años en repre- de los cielos. En Soph. (265 C) se
sicamente demostrables o en ciertos sentación de Casandro) y redactó calificaba al artífice de divino. Sin
casos susceptibles de prueba empíri- (Diógenes Laercio, V, 80) más obras embargo, la teoría platónica del obre-
ca [por ejemplo, argumento teleoló- que cualquiera de los peripatéticos ro o artífice del mundo se encuen-
gico]); (2) deísmo crítico (descré- contemporáneos suyos. Además de tra expuesta con cierto detalle sola-
dito de todas las religiones ortodoxas, obras sobre cuestiones éticas y carac- mente en el Timeo (especialmente
de los milagros, de la historia ecle- terológicas, inspiración por los sue- 28 A - 31 A) cuando el filósofo ha-
siástica, etc.); (3) deísmo decadente ños, biografías de filósofos y legisla- bla de un obrero, dhmiourgo/j (en
(extremadamente crítico y "radical"). dores, se le deben varias obras sobre latín traducido por artifex, fabrica-
Muchas de las historias del pensa- política, legislación, ciencia militar y tor, genitor, aedificator, opifex), que
miento religioso en la época moderna retórica. Los fragmentos más extensos plasma el mundo teniendo sin cesar
y de libros sobre la Ilustración (v.) conservados son sobre la constitu- los ojos fijos sobre el modelo de lo
se refieren ampliamente al deísmo. ción de Atenas, sobre la vida (o apo- eterno y, por consiguiente, de lo be-
Nos limitamos aquí a mencionar al- logía) de Sócrates, sobre su propio llo. Este demiurgo que ha contempla-
gunas obras que versan especialmente
sobre esta cuestión; la mayor parte de arcontado, sobre retórica (incluyendo do el modelo eterno,to\ a)io\ion
ellas se refieren al deísmo inglés: G. discursos y sobre cuestiones filológi- e)/dlepen, es la más perfecta de las
L. Lechler, Geschichte des engli- cas). causas, a) / r istoj tw=n ai)t i/w n; ha
schen Deismus, 1841. — N. L. To- El más reciente texto y comenta- producido el mundo en virtud de su
rrey, Voltaire and the English Deists, rio es el de Fritz Wehrli en el Cua- bondad y carencia de envidia,
1930. — J. Orr, English Deism. Its derno IV de Die Schule des Aristo- deseando que todas las cosas fuesen
Roots and Its Fruits, 1934. — M. M. teles: Demetrios von Phaleron, 1949. semejantes a él. Resultado de su
Rossi, Alle fonti del deismo e del ma- — H. Dohrn, De vita et rebus De-
terialismo moderni, 1942. — Véase actividad ha sido el mundo como un
metrii Phalerei Peripatetici, 1825. — ser viviente, provisto de alma y de
asimismo la obra de M. M. Rossi so- Ch. Ostermann, Commentatio de De-
bre Herbert de Cherbury en HERBERT metrii Phalerei vita, rebus gestis et intelecto.
DE CHERBURY. — El libro de Leslie sicriptorum reliquiis, 1847 y 1857. — Esta doctrina de Platón ha sido ob-
Stephen citado es: History of the E. Bayer, "Demetrios Phalereus der jeto de muchas discusiones. Nos li-
English Thought in the Eighteenth Athener", Tübinger Beiträge zur Al- mitaremos a señalar algunas de las
Century, 1876, 3a ed., 1902. tertumswissenschaft, XXXVI (1942). posiciones que han sido adoptadas
DELGADO (HONORIO) nac. — J. Lacroix, Démetrios de Phalère, con respecto a la misma y a los va-
(1892), profesor en la Universidad 1942/3 (tesis). rios problemas que plantea. (1) La
de San Marcos, en Lima (Perú), ha DEMETRIO el cínico (así llama- narración de la producción del mun-
trabajado en psiquiatría y en psico- do para distinguirlo de Demetrio de do por el demiurgo debe ser tomada
logía, disciplinas que han constitui- Falera, el peripatético) (siglo I) "en serio", como una descripción lo
do la base para sus especulaciones acentuó el tradicional concepto cínico más literal posible, aunque emplean-
filosóficas, influidas, entre otros auto- del po/noj, declarando que no es do forzosamente un lenguaje figu-
res, por Jaspers, Scheler y Blondel. concebible la vida del verdadero rado, del origen del universo. (2) Es
Delgado califica su propio pensa- sabio sin esfuerzo, sin vencimiento una narración que debe ser interpre-
miento de idealismo objetivo, enten- de los obstáculos y adversidades y, tada como un simple "mito verosí-
diendo por él una doctrina que sub- por consiguiente, sin la posesión de mil". (3) La doctrina del demiurgo
raya un reino de valores hacia los suficiente energía para hacer frente a es accesible a todos, porque todos co-
cuales se orienta la Naturaleza y que la experiencia de la vida. Las nocen al hacedor del mundo de algu-
constituyen a la vez un sistema de opiniones de Demetrio se aproximaron na manera. (4) Se trata de una doc-
postulados que permiten solucionar mucho a las de los estoicos, trina esotérica, comunicable solamen-
problemas éticos, políticos y educa- especialmente a las de Epicteto, e te a unos pocos. (5) El demiurgo y
tivos. influyeron sobre Séneca, por lo menos Dios son lo mismo, habiendo, por lo
Obras: El psicoanálisis, 1916. — en la doctrina del sabio cordobés tanto, en Platón una doctrina mono-
La rehumanización de la cultura cien- acerca de la necesidad de que el sa- teísta, ocultada solamente por su su-
tífica por la psicología, 1923. — S. bio halle suficiente lo que tiene a
Freud, 1926. — La filosofía del Con- misión al lenguaje ordinario que le
de Keyserling, 1927. — S. George, mano, sin buscar nada más. Demetrio hace hablar también de los dioses,
1933.—S. George y K. Jaspers, 1934. acentuó asimismo la conveniencia de en plural, y aun de una subordina-
La personalidad y el carácter, 1943. que el sabio se considere a sí mismo ción de estos dioses al demiurgo.
— Ecología, tiempo anímico y exis- como un elemento y miembro de la (6) El demiurgo es "solamente" un
tencia, 1949. — Introducción a la Naturaleza y posea esa "perspectiva dios entre otros, si bien es el dios
psicopatología, 1950. — Paracelso, cósmica" sin la cual no hay virtud. supremo y el "padre" de todos ellos.
1954. — Nicolai Hartmann y el reino
del espíritu, 1956 (monografía). Fragmentos y referencias de De- (7) El demiurgo crea verdaderamen
metrio en Séneca. — Sobre otras re- te el mundo, pues el devenir no tie
DEMETRIO de Falera (ca. 345- ferencias y sobre la vida de Deme-
283 antes de J. C.), filósofo peripa- ne existencia ontológica independien
trio véase el artículo de J. von Arnim te y ha surgido como consecuencia
tético, discípulo de Teofrasto, se ocu- (Demetrios, 91 ) en Pauly-Wissowa.
pó de política activa en favor de la de la actividad demiúrgica. (8) El
DEMIURGO. En Rep. (507 C, 530 demiurgo se limita a combinar ele
A) Platón había hablado de un obre- mentos preexistentes, al modo del ar
416 tífice. (9) El demiurgo hace 'libre-
DEM DEM
mente" el mundo. ( 10) El demiurgo ráclito: en vez del ser único y de
no hace sino "lo que debe ser". la influencia constante y perpetua es-
(11) El demiurgo es un objeto de tablece Demócrito, en efecto, como
adoración religiosa. (12) El demiur- "principios", lo lleno y lo vacío, es
go es un objeto de especulación fi- decir, el "ser" y el "no ser". El "ser"
losófica. son los átomos, cuyo número es infi-
Es difícil decidirse terminantemente nito, diferenciándose entre sí no por
por una de estas posiciones exclu- las cualidades sensibles, como las
yendo completamente las otras. Ad- homeomerías de Anaxágoras, sino por
vertimos, sin embargo, que muchas su orden, figura y posición. Los áto-
de las dificultades surgidas en la in- mos son elementos cuyas determina-
terpretación de la noción platónica ciones generales son geométricas y,
del demiurgo se deben a que se por ende, cuantitativas; su movimiento
quiere concebir la doctrina platónica se efectúa en el vacío, que es, por así
o demasiado por analogía con la doc- decirlo, el lugar de los cambios y no
trina cristiana de un creador o de- la simple nada, pues el vacío existe de
masiado por analogía con la doctrina un modo efectivo, aunque en forma
de una ley o razón del universo. distinta del ser sólido y lleno que son
Cuando prescindimos de estas ana- los átomos. Ahora bien, el movimiento
logías se aclaran algunos de los pro- que tiene lugar en el vacío no es
blemas presentados. Por ejemplo, el DEMÓCRITO (ca. 460-370 antes impulsado por una fuerza externa, que
hecho de que el demiurgo no haya de J. C.) de Abdera (Tracia), dis- junta o disgrega las cosas, como el
creado él mismo ni el receptáculo del cípulo de Leucipo, parece haber reali- amor y el odio; los átomos son eternos
devenir ni los modelos del devenir zado numerosos viajes y, según cuenta e incausados porque son lo primero a
no significa que sea una mera causa Diógenes Laercio, haber estudiado partir de lo cual las cosas llegan a la
subsidiaría, pues sin la persuasión "con algunos magos y caldeos que el existencia, pero su eternidad pertenece
de que la razón hace objeto a la rey Jerjes dejó por maestros a su también a su movimiento, que se
necesidad no habría un mundo orde- padre cuando se hospedó en su casa". efectúa así de un modo enteramente
nado. Pero tampoco quiere decir que Aunque estuvo en Atenas, no se re- mecánico, con un riguroso
el demiurgo sea meramente el sím- lacionó con los filósofos áticos de su encadenamiento causal que no es
bolo del orden del universo. Por otro tiempo, por lo cual permaneció rela- un simple azar, pues "todo
lado, el hecho de que el demiurgo tivamente ignorado, bien que Aristó- acontece por razón y necesidad". Los
aparezca como un símbolo no quiere teles se refiera a él, lo mismo que átomos constituyen el ser de "las
decir que su idea no represente algo a Leucipo, con el mismo detalle que a cosas que son" y, por lo tanto, no
que efectivamente "ha ocurrido". Fi- los demás presocráticos, en su Meta- sólo de las físicas, sino de las que
nalmente, que el demiurgo haga "lo física y en otras obras. Decía Aristó- parecen inmateriales, del alma que
que debe ser" no significa que sea teles (De gen. et cor., 315 a 35) que está compuesta de átomos de fuego,
reducible a un simple movimiento de Demócrito "no sólo parece haber pen- es decir, de átomos redondos
organización del universo que pudiera sado cuidadosamente en todos los impulsados por el más rápido
haber tenido lugar aun sin la ausencia problemas, sino haberse distinguido movimiento. La solución dada por
del gran obrero. En suma, podemos del resto [de los filósofos] por su Demócrito es con ello una de las
concluir que resulta más conveniente método". Los argumentos de Demó- grandes soluciones clásicas al proble-
en todos los casos situar la doctrina del crito son, según el Estagirita, apro- ma del ser y en particular al pro-
demiurgo dentro del contexto de la piados a su tema y derivados del blema del devenir ( VÉASE ), so-
filosofía general de Platón que conocimiento de la Naturaleza (ibid., lución tanto más aguda cuanto que
interpretarla a la luz de concepciones 316 a 12), aun cuando —como in- conserva por partes iguales la necesi-
que Platón podía haber preludiado, dica en Met., L y Phys., I y II— dad racional de un ser inmóvil y la
pero que no desarrolló explícitamente. resultan insuficientes por no haber comprobación empírica de un mundo
tenido en cuenta los múltiples sig- que se mueve. Y ello hasta tal punto
nificados de 'causa' y de 'movimien- que los átomos de Demócrito parecen
to'. Las teorías de Leucipo y Demó- ser una partición del ser único de
crito fueron, con todo, "las más con- Parménides, el cual era evidente-
sistentes" (De gen. et cor., 324 a mente racional, pero no podía expli-
1). Más que ningún otro filósofo car en manera alguna el mundo de la
anterior subraya Demócrito la incer- opinión y del cambio. Al dividir ese
tidumbre de las impresiones sensibles, ser Demócrito conserva su inteligibi-
afirmando que su origen se halla en lidad sin contraponer violentamente
algo más fundamental que la sen- ésta a la irracionalidad del cambio;
sación. Los principios que estable- de ahí que la doctrina de Demócrito
ce en su explicación del universo haya sido una constante en toda la
parecen ser una síntesis tanto de la historia del pensamiento, en mucha
doctrina eleática como de la de He- mayor proporción de lo que puede
417
DEM DEM DEM
hacer suponer la imagen que se da DEMONAX DE CHIPRE (ca. 80- bre usado aquí por Platón es el adje-
habitualmente de la filosofía griega, 180) combatió, como su contempo- tivo (a veces sustantivado) daimo/nion
imagen que reduce el democritismo ráneo Oinomao de Gadara, el fata- (daimónion) y no el sustantivo
a una cualquiera de las diversas po- lismo de los estoicos y la consulta al dai/ m wn (daímon). Ambos suelen tra-
siciones presocráticas. Pero la impor- destino desde el punto de vista de ducirse al español por el mismo vo-
tancia de Demócrito se manifiesta en la escuela cínica. En cambio, se apro- cablo 'demonio', pero conviene notar
el hecho de que su doctrina pasa ximó a los estoicos —fue discípulo, que hay una diferencia de significado
muy pronto de ser una teoría sobre por lo demás, de Epicteto— y se entre los dos términos griegos — di-
la realidad a ser una total concepción apartó de los antiguos cínicos en ferencia confirmada por el hecho de
del mundo que incluye como una de muchas de las cuestiones morales y que Platón pone en boca de Só-
sus partes esenciales la ética. En sus en particular en la doctrina sobre la crates el vocablo dai/ mwn cuando
máximas, Demócrito basa la virtud en actitud del sabio. Demonax no pre- quiere designar algo muy distinto
el equilibrio interno entre el tumulto dicó ya, en efecto, el típico desgarra- que daimo/n ion . Ejemplos al respecto
de las pasiones. Este equilibrio puede miento cínico, sino la necesidad de los encontramos en la citada Apolo-
conseguirse mediante el saber y la adoptar la contención y una cierta gía (27 C-D), donde se introdu-
prudencia, que enseñan cómo hay dignidad en el porte. Aunque mante- ce dai/mwn (los dai/monej ),
que vivir, esto es, cómo hay que con- niendo —de acuerdo, según él, con significando esas entidades que
seguir la felicidad, la cual no radica, la tradición socrática— la necesidad habían sido concebidas antes como
por lo pronto, en los bienes externos, de limitarse a lo indispensable, in- divinidades y que en la época de
sino en la propia alma, que es "la trodujo en las predicaciones morales Sócrates designaban algo así como
más noble parte del hombre". un cierto eclecticismo, encaminado a "superhombres" —seres hijos de los
Discípulos directos o indirectos de reconocer la necesidad de sopesar to- dioses, pero sin ser dioses, o
Demócrito son, entre otros, Metrodo- das las circunstancias antes de pro- héroes—, y en El Banquete (202 E
ro de Quíos, Anaxarco y Diógenes de nunciar un juicio. La libertad del sa- sigs.), donde el Amor es pintado
Esmirna. El atomismo se enlazó pos- bio es el eje principal de su vida; como un gran demonio, intermediario,
teriormente, por un lado, con el es- es, en rigor, el único principio inflexi- como todo lo demoníaco, entre lo
cepticismo pirrónico, y, por otro, con ble dentro de la moderación mani- mortal y lo inmortal.
el epicureismo. festada en todas las demás cosas. La El "demonio" de Sócrates es, pues,
personalidad y las doctrinas de De- una "voz". Ésta puede interpretarse
monax fueron muy apreciadas por Lu- de varios modos. Por un lado puede
ciano de Samosata. insistirse en el aspecto "externo" de
F. W. A. Mullach, Fragmenta phi- tal voz, atribuyéndola a una entidad
losophorum Graecorum, II, 351 y divina que providencialmente susurra
sigs. — K. Funk, "Untersuchungen al hombre ciertos imperativos. Por
über d. Lukianische Vita Demonac- otro lado puede insistirse en el as-
tis", Philol. Suppl. X (1907), 559-
674. — A. Elter, Gnwmika\ o(moiw/mata pecto "interno" de la voz, en cuyo
des Sokrates, Plutarch, Demophilos, caso suele identificarse con la con-
Demonax, Aristonymos und andere, ciencia moral ( VÉASE ) en el sentido
1900. más individual y subjetivo de ella.
DEMONIO. Platón en varios de sus Finalmente, puede concebirse la "voz
diálogos y Jenofonte en los )Apomnh- demoníaca" como la expresión de la
moneu/mata (Memorabilia, Recuerdos) se vocación intransferible de cada hom-
han referido al llamado demonio de bre, adoptándose en tal caso el punto
Sócrates. El pasaje más célebre al de vista existenciario (v.), al cual
respecto se halla en la Apología de nos hemos referido en el citado ar-
Sócrates (31 C-D), cuando, al expli- tículo sobre la conciencia moral. Cada
car el filósofo por qué, no obstante una de estas interpretaciones tiene
interesarse por los asuntos de cada su justificación, pero estimamos que
ciudadano (o, mejor, de cada hom- el uso de ellas no debe hacer olvidar
bre) no se ha ocupado de los de la el carácter específico que tiene el
ciudad, indica que el motivo de ello "demonio socrático", carácter que sólo
reside en que algunas veces emerge puede comprenderse adecuadamente
de él algo divino, qei=o/n y demoníaco, cuando nos situamos en el contexto
daimo/nion que desde su infancia una de la vida personal del Sócrates his-
voz, fwnh/ , se hacía oír a veces en su tórico. En todo caso, conviene tener
interior para empujarlo a no hacer lo siempre presente lo que el propio Só-
que había estado a punto de hacer crates declaraba: la voz "demónica"
— si bien no empujándolo nunca ha- es negativa y en vez de proclamar
cia la acción. Se trata, así, verdade- lo que hay que hacer, señala lo que
ramente de una señal, shmei=on (ibid., no hay que hacer — el imperativo
41 D). es, pues, como lo son por lo demás
Observemos, ante todo, que el nom- la mayor parte de los imperativos
morales, una prohibición.
418
DEM DEM DEM
El sentido a veces mitológico, a Está ligada sobre todo a una deter- tro de este marco se distinguen di-
veces teológico, de 'demonio' (em- minada concepción sobre el ser es- versos tipos de demostración. Se ha-
pleado aquí como traducción de piritual, el cual, como no puede vol- bla, en efecto, de demostración prop-
dai/mwn ) aparece, en cambio, clara- ver atrás, es incapaz —a diferencia ter quid, procedente de principios
mente en una serie de concepciones del hombre— de arrepentimiento. En que no solamente son evidentes por
que pueden suscitar interés filosófi- todo caso conviene hacer constar que sí mismos, sino que son simpliciter
co. Dos de estas concepciones mere- para los autores cristianos el demo- a priori y dan la razón completa y
cen destacarse aquí. nio no se halla fuera del imperio de adecuada de la cosa; de demostración
Una es la que encontramos en tex- Dios: éste se sirve inclusive de los quia, que no procede de tales prin-
tos de autores neopitagóricos, platóni- demonios para tentar y probar a los cipios o no da tal razón adecuada.
cos eclécticos antiguos y neoplatónícos hombres, de tal suerte que las ten- Se habla asimismo de demostración
(Numenio de Apamea, Plutarco, Plo- taciones demoníacas constituyen una ad intellectum y de demostración ad
tino, etc.). Estos textos se basan por parte del plan de la Providencia sensum, según sea la facultad que
lo común en tradiciones mitológicas divina. capte la verdad de lo enunciado. A
griegas (como la aludida antes al ha- DEMOSTRACIÓN. En la teoría veces se introducen otros tipos de
blar del significado de dai/mwn en El platónica la demostración es esencial- demostración, generalmente basados
Banquete), pero han sido objeto mente la definición; se demuestra que en una contraposición: así, por ejem-
usualmente de múltiples interpretacio- una cosa es lo que es cuando se hace plo, demostración a priori y demostra-
nes filosóficas. Los demonios son con- patente qué es esta cosa. Para Aristó- ción a posteriori, demostración abso-
cebidos a veces como "intermedia- teles la demostración equivale a la luta y demostración relativa. Hay
rios", a veces como "divinidades in- mostración de que algo es necesario. ciertos tipos de demostración que si-
feriores" ("genios" buenos o malos, Por este motivo la demostración es guen recibiendo este nombre, aunque
favorables o desfavorables), en oca- el proceso por medio del cual se no son propiamente demostraciones
siones como "personalidades divinas" manifiestan los principios de las co- o, por lo menos, no son demostracio-
a las cuales estamos ligados, de tal sas (An. post., I 24, 85 b). La de- nes ciertas: es el caso de la ostensio,
forma que cada uno de nosotros tiene mostración es considerada por Aris- la cual puede ser exemplaris y tam-
su propio "demonio" — o "genio". tóteles como un proceso superior a bién ad hominem. De esta última en
Esta demonología es con frecuencia la simple definición. Esta última de- particular puede decirse que no es
muy compleja, siendo difícil hacer limita el objeto que se pretende vera demonstratio. Dos tipos espe-
el deslinde entre mitología y es- aprehender mentalmente, mientras la cialmente importantes de demostra-
peculación conceptual. primera muestra el origen "formal" ción son: la directa y la indirecta.
Otra concepción es la que aparece de donde el objeto procede. Por eso Esta última se llama a veces abduc-
en el judaismo y luego, sobre todo, en el instrumento más apropiado de la ción (VÉASE), entendida como razo-
el cristianismo. El demonio es con- demostración es el silogismo cientí- namiento apagógico y calificada en
cebido aquí como "agente del mal". fico — no el silogismo en general, ocasiones de razonamiento ad absur-
Los demonios son los ángeles que se cuyas premisas pueden ser falsas, dum y ad impossibüe.
han rebelado contra Dios (véase ÁN- sino el silogismo basado en el saber, Durante la época moderna se han
GEL) bajo la dirección del Maligno cuyas premisas son verdaderas y, propuesto muchos tipos de demostra-
por antonomasia, Satanás. Este es el además, inmediatas. La teoría aris- ción. Grosso modo pueden clasificarse
Adversario por excelencia, el Acusa- totélica de la demostración está ba- en dos grupos: el tipo empirista y el
dor o Tentador descrito en el Antiguo sada, pues, en una busca de las cau- tipo racionalista. El primero efectúa
Testamento (Génesis, 3) bajo la for- sas por las cuales una cosa es lo que la demostración por el paso de la
ma de la serpiente, el Mentiroso de es, y que permite descubrir, además, observación del objeto singular a su
que habla el Apocalipsis (XII, 9). que no es posible que la cosa sea idea mental, la cual representa el
"La liberación del mal" que se pide otra que lo que es. Por ello el estu- modo como la mente refleja la "pre-
en el Padrenuestro (Cfr. Mateo, VI, dio de la demostración equivale a la sentación" de la cosa. El segundo
13) es, en rigor, "la liberación del investigación sobre los principios de tiende a basar toda demostración en
Maligno", introductor y director del la ciencia, tanto de toda ciencia —en la relación principio-consecuencia, re-
mal en el mundo, incapaz de atacar cuyo caso los principios son axiomas duciendo inclusive a ella la relación
directamente a Dios, pero ocupado umversalmente válidos, tales como causa-efecto. Algunos autores, como
incesantemente en roer su obra, en los de no contradicción y tercio ex- Hegel, han propuesto una demostra-
deshacer su plan de salvación. Nada cluso— como de ciencias particulares ción que podríamos calificar de dia-
sorprendente, pues, que el Maligno — en cuyo caso se usan hipótesis y léctica y que conduce al universal
(el Demonio) deba ser exorcizado y definiciones. concreto; demostrar equivale enton-
que se pida al hombre "renunciar Los escolásticos se adhirieron en ces a reflejar mentalmente la cosa
a Satanás". Jesús ha venido (Juan, general a la tesis según la cual la que por sí misma se de-muestra en
XII, 31) para expulsar al Príncipe demostración es una argumentación un proceso que sigue una cierta
de las Tinieblas, al Maldito. Así, la mediante la cual se extrae una con- pauta.
concepción del Demonio aquí bos- clusión de premisas ciertas. Por lo Muchas son también las formas de
quejada está ligada a las ideas acer- tanto, la demostración se efectuaba demostración propuestas en la época
ca del mal, del imperio y del plan asimismo, como en Aristóteles, por contemporánea. Algunas de ellas se
de Dios, de los ángeles, del pecado. medio del silogismo. Ahora bien, den- basan en las posiciones clásicas o en
419
DEN DEN DEO
combinaciones de las mismas. Otras ción es algo que se dice de los tér- gic and Language, 1956, ed. R. Ch.
se fundan en una teoría pragmática minos. Para otros es algo que se Marsh, págs. 41-56. — Véase tam-
de la prueba según la cual se demues- dice de los conceptos. En ambos ca- bién R. M. Martin, Truth and Deno-
tra la verdad de una proposición por sos, empero, lo que el término o tation. A Study in Semantical Theo-
los "efectos" que produce (o por el el concepto denotan son entidades. ry, 1958.
modo como la realidad responde a A su vez, éstos pueden concebirse DEONTOLOGÍA llama Bentham
ella). Por lo general puede decirse o como individuos o como pensa- (Deontology or the Science of Mora-
que los análisis de la demostración mientos de las entidades, esto es, lity, publicada en 1834) a la ciencia
en nuestra época han dependido de como conceptos-objetos. Nosotros ha- de los deberes o teoría de las nor-
dos factores. Por un lado, de la ma- blaremos de la denotación como algo mas morales. La deontología no es,
yor o menor insistencia en el papel que se refiere a los términos; en sin embargo, una ciencia normativa
que desempeña el sujeto en el pro- cuanto a lo denotado, lo considera- pura, sino una ciencia empírica que
ceso de la demostración y en la acep- remos como una entidad o entidades, se ocupa de la determinación de los
tación de una proposición como de- sin pronunciamos respecto al status deberes dentro de las circunstan-
mostrada o no demostrada. Por otro ontológico de ellas. cias sociales y, en la intención do
lado, en la mayor o menor atención Bentham, de la indicación de los
Usualmente se contrapone la deno-
prestada a lo empírico o a lo formal. deberes que deben cumplirse si se
tación a la connotación. Mientras la
En lo que toca al primer punto, al- quiere alcanzar el ideal del mayor
primera indica la referencia del tér-
gunos han defendido un psicologismo placer posible para el mayor número
mino a las entidades correspondien-
radical, según el cual algo es demos- posible de individuos.
tes, la segunda indica las notas cons-
trado cuando se acepta su validez, Para Rosmini, las ciencias deonto-
titutivas del propio término. Por este
mientras otros han pretendido rehuir lógicas se oponen a las ontológicas en
motivo se admite generalmente que
en lo posible todo factor psicológico. cuanto las ciencias que estudian el
la denotación es equivalente a la ex-
En cuanto al segundo punto, mien- ser como debe ser se oponen a las
tensión (v.), y que la connotación
tras la teoría de la demostración re- que lo estudian como efectivamente
es equivalente a la comprensión o
lativa a lo empírico se ha basado es. Tal oposición es, sin embargo,
intensión (VÉANSE). Puede advertirse
en el análisis de conceptos tales como sólo aparente; no sólo la deontología
fácilmente que hay relación inversa
la verificación (v. ), la comprobación, necesita ser complementada por la
entre denotación y connotación, de
la confirmación, etc., la teoría de la ontología y viceversa, sino que una
modo que un término denota tanto
demostración relativa a lo formal se y otra constituyen dos grandes apar-
más cuanto menos connota, y con-
ha fundado en el estudio del tados de las ciencias de razona-
nota tanto más cuanto menos denota.
proceso de prueba en la lógica y k miento, distintas de las ciencias in-
Así, el término 'hombre' denota más
matemática. Estudiaremos bre- tuitivas, referidas más al conocer que
que el término 'árabe', y éste con-
vemente este último aspecto de la al ser.
nota más que el término "hombre'.
cuestión en el artículo Prueba (v.). Entre las investigaciones lógicas
Puede advertirse asimismo que hay
Advirtamos aquí, sin embargo, que actuales figuran las que corresponden
casos en los cuales la denotación o
aunque en este último caso se ha a la llamada lógica deóntica, la cual
la connotación desaparecen. Así, pue-
tendido a eliminar todo lo psicológico, se ocupa de proposiciones que desig-
de haber una connotación no poseída
algunos autores han subrayado que nan cosas con propiedades tales co-
por ninguna entidad, o puede haber
hay que tener en cuenta que ciertas mo el ser obligatorio, permitido, pro-
denotación en ciertos términos —como
proposiciones o ciertos métodos son hibido, etc. La lógica deóntica es,
ocurre con los pronombres demos-
aceptados por unos y negados por por su intensión, una lógica modal,
trativos— que no poseen ninguna con-
otros. Bridgman ha indicado, por y puede formalizarse como un cálcu-
notación.
ejemplo, que la prueba por la diago- lo sentencial. De hecho, hay un pa-
La lógica contemporánea considera ralelismo entre los conceptos usa-
nal de Cantor es aceptada como vá- que el problema de la connotación
lida por ciertos matemáticos, mien- dos en el cálculo sentencial y los
es objeto de la semántica (v.) o, se- empleados en una lógica deóntica.
tras otros dudan de su validez. En gún la opinión de Quine, de la teoría
vista de ello, Bridgman indica que Así, a los valores de verdad (ver-
de la referencia, una de las dos dadero y falso) en el cálculo senten-
hay algo de "privado" en la acepta- provincias de la semántica. Varias
ción o no aceptación de una prueba. cial, corresponden valores de ejecu-
son las definiciones que en dicha ló- ción [actos] (ejecutado u omitido)
Aparentemente, esto conduce a un gica se han dado de la denotación;
subjetivismo. Hay, sin embargo, ma- en el cálculo deóntico; a las funciones
una de las más efectivas es la pro- de verdad en el cálculo sentencial
neras de evitar este peligro; según porcionada por el mencionado autor
el citado autor, el operacionalismo corresponden otras tantas funciones
al señalar que la denotación puede de ejecución en el cálculo deóntico
(v.) es una de las teorías más ade- ser definida como 'la verdad de' en
cuadas para tal propósito. (con construcción de tablas de ejecu-
el sentido en que el término 'azul' ción análogas a las tablas de ver-
DENOTACIÓN. En el artículo so- denota o es verdadero de cada enti- dad), y a las modalidades sentencia-
bre el concepto de connotación nos dad azul. les (comprobado, falsificado, litigio-
hemos ya referido a la denotación. Entre los trabajos influyentes sobre so, plausible, indecidido) correspon-
Completaremos ahora lo allá indicado el problema destacamos el artículo de den otras tantas modalidades de eje-
con algunas aclaraciones. Bertrand Russell, "On Denoting", pu-
blicado en Mind (1905) y recogido cución (permitido, no obligatorio,
Para algunos autores la denota- indiferente), En lo que toca a la sin.
en el volumen del autor titulado Lo-
430
DEP DER DER
taris, la lógica deóntica puede ser lo que existe conforme a la ley y lo miento hegeliano del carácter objetivo-
probada, es simplemente consistente, que es según la Naturaleza, fue ya espiritual del Derecho ha ejercido
es consistente respecto a ' — ' y es objeto de amplia discusión por parte gran influencia sobre las filosofías
simplemente completa. de los sofistas y se enlazó con el del Derecho de los siglos XIX y
Peter A. Carmichael, "The Logical problema de la validez universal de XX en el sentido de que ha
Ground of Deontology", The jour- la ley y del fundamento de esta contribuido a delimitar la esfera del
nal of Philosophy, XLVI (1949), validez. Como cuestión fundamental Derecho con respecto a las otras es-
2941. — G. H. von Wright, "Deon- del Derecho ha resurgido en todas feras de las creaciones espirituales
tic Logic", Mind. N. S. XL (1951), las épocas en que las concepciones humanas. Pero junto a la coinciden-
1-15, reimp. en el volumen del autor,
Logical Studies, 1957, págs. 58-74. del Derecho han experimentado una cia que ha habido sobre tal delimi-
— Id., id., An Essaiy in Modal Logic, crisis y en particular durante el Re- tación se han producido en los úl-
1951, págs. 36-41.— K. Jaakko J. nacimiento y en el curso del roman- timos cien años múltiples filosofías
Hintikka, "Quantifiers in Deontic Lo- ticismo. Mas la oposición entre la del Derecho. Enumeraremos de ellas
gic", 1957, Societas Scientiarum Fen- ley y la Naturaleza no es simple- tan sólo las que nos parece que han
nica. Comm. humanarum litterarum, mente la oposición entre la razón y atraído principalmente la atención de
23 N° 4. — Nicholas Rescher, "An lo instintivo; por el contrario, por los filósofos y de los juristas con in-
Axiom System for Deontic Logic", 'Naturaleza' se ha entendido casi clinaciones filosóficas. En primer lu-
Philosophical Studies, 9 (1958), 24- siempre lo estable y aun lo que existe gar, podemos hablar de una orienta-
30. — Id., id., "Corrigenda", ibid.,
pág. 64. conforme a la razón. El Derecho na- ción positiva del Derecho, según la
DEPENDENCIA (LEY O PRIN- tural ha sido así el Derecho resultante cual el Derecho como tal es inde-
CIPIO DE). Véase CATEGORÍA. de la naturaleza humana, supuesta pendiente de otras esferas — por
DERECHO. Por algo que está den- universal e idéntica a través de la ejemplo, de la ética. Según esta
historia, en oposición al Derecho po- orientación, el Derecho representa
tro del derecho se entiende lo que
sitivo, que es un Derecho histórico, una codificación, lo más formal po-
está conforme a algo o, mejor dicho,
y al Derecho divino, que coincide, a sible, de ciertas actividades humanas.
lo que está de acuerdo con una re-
veces, con el natural, sobre todo En segundo lugar, hay una orienta-
gla, lo que la acata o cumple sin
cuando hay un fondo racionalista en ción formalista del Derecho. Esta
desviaciones, rodeos o vacilaciones.
la concepción del mundo, pero que orientación parece relacionarse con
Esta significación es más evidente
a veces se entiende como la idea la anterior, pero no son estrictamente
en términos como o(rqo/j, right, Recht,
divina de justicia, inaccesible a la coincidentes. En efecto, la segunda
que aluden directamente a esa con-
razón y a la luz naturales y superior orientación tiende sobre todo a
formidad, en tanto que el término
a toda condición histórica. buscar los fundamentos de una ló-
español es siempre más bien el De-
El estudio de la definición del gica jurídica que termine en una
recho, esto, el conjunto de cuanto
Derecho, de su origen, fundamento y axiomatización de la ciencia del De-
es legítimo. Para algunos, lo que es
desarrollo es el tema de la filosofía recho, tal como la ha perseguido,
de derecho es lo que es justo; otros
del Derecho, la cual es concebida a entre los juristas de lengua española,
afirman la independencia mutua de
veces como una de las ramas de la E. García Máynez. En tercer lugar,
la justicia y el Derecho, y otros,
filosofía ( VÉASE) y a veces como la hay una orientación que podemos
finalmente, llegan a subordinar al
parte básica de una ciencia autóno- llamar historicista del Derecho. Según
Derecho la justicia, sosteniendo que
ma del Derecho. Sea cual fuere el ella, el origen de las normas jurídicas
algo es justo porque se ajusta al De-
punto de vista que se adopte al res- se basa en las condiciones históricas.
recho. El derecho se opone, por
pecto, la historia de la filosofía del Se ha achacado a esta orientación el
una parte, al deber en el sentido
Derecho es ya muy compleja, y aquí ser esencialmente relativista, pero sus
de que mientras el primero corres-
no podemos ni siquiera indicar sus defensores han manifestado que era la
ponde a lo que puede ser exigido,
momentos principales. Señalaremos única capaz de hacer justicia a los
el segundo se refiere a lo que debe
únicamente que la filosofía del De- aspectos concretos del Derecho. En
cumplirse. Por otra parte, lo que es de
recho como disciplina autónoma se cuarto lugar, hay una orientación
derecho se opone a lo que existe
ha ido constituyendo progresivamente naturalista del Derecho, que puede
de hecho, entendiendo por el primero
a lo largo de la época moderna, ser comprendida en función de los
lo que debe ser de una manera de-
especialmente gracias a las grandes postulados capitales del naturalismo
terminada, lo que funciona en virtud
contribuciones de Vitoria, Suárez, ( VÉASE). En quinto lugar, hay una
de normas, y por el segundo lo que
Grocio, Pufendorf y otros autores. El orientación teológica del Derecho,
es así, prescindiendo de que deba
primer filósofo que, con todo, parece que coincide con algunas de las
o no serlo. Lo que es de derecho se
haber tenido la idea de una filosofía posiciones clásicas antes referidas.
entiende, finalmente, en muy diver-
del Derecho como disciplina relati- En sexto lugar, hay una orientación
sos sentidos, pero alude casi siempre
vamente autónoma fue Hegel, el cual axiológica del Derecho, para la cual la
a lo que moralmente debe ser una
definió el Derecho como la primera ciencia del Derecho se basa en una
cosa, en cuyo caso lo que ocurre
posición del Espíritu objetivo, como teoría de los valores. Con alguna
conforme al derecho se opone en oca-
la pura exterioridad negada por la frecuencia (como ocurre en L.
siones a lo que transcurre conforme
conciencia moral y superada por la Recasens Siches) esta orientación se ha
a la Naturaleza.
eticidad, es decir, por la ética obje- ligado a concepciones de carácter
La oposición entre el Derecho y
tiva propiamente dicha. El reconoci- más o menos
la Naturaleza o, mejor dicho, entre
421
DER DES
existencial, basados en una previa 1628 residió en París. En 1628 se
analítica de la vida humana. Debe- trasladó a Holanda, donde permane-
mos advertir que en algunas ocasio- ció hasta 1649, cuando fue invitado
nes estas orientaciones se mezclan por la reina Cristina a trasladarse a
o pueden mezclarse. Así, por ejem- Suecia, donde falleció.
plo, la orientación axiológica o la Descartes es considerado como "el
naturalista no son en principio in- padre de la filosofía moderna" y tam-
compatibles con la orientación for- bién, aunque con menos razón, como
malista o axiomática. En cambio, a "el fundador del idealismo moderno".
veces son incompatibles, como ocurre En todo caso, su pensamiento y su
con las filosofías del Derecho de ca- obra se hallan en un punto crucial
rácter naturalista y axiológico o teo- en el desarrollo de la historia de la
lógico. Dentro de cada una de estas filosofía y pueden considerarse como
orientaciones se suscitan de nuevo inicio de un período que algunos his-
algunas de las cuestiones clásicas. toriadores hacen terminar en Hegel
Así, por ejemplo, los problemas re- y otros hasta entrada la época con-
lativos a la subjetividad u objetividad, temporánea. Se habla con frecuencia
individualidad o colectividad, relati- del racionalismo de Descartes, y tam-
vidad o carácter absoluto del Dere- bién del voluntarismo de Descartes.
cho son afrontados diversamente por Su filosofía ha sido interpretada de
cada una de las citadas orientaciones muy diversas maneras (Cfr. infra, ad
y reciben respuestas congruentes a finem). No hay duda de que influyó
sus tendencias fundamentales. grandemente, no solamente dentro de
la tendencia o tradición llamada "car-
tesianismo" (v. ), sino también en
muchos autores que se han opuesto
a ella, pero que de algún modo de-
ben a Descartes sus principales inci-
taciones filosóficas. Ciertos autores
han destacado la casi absoluta origi-
nalidad de Descartes. Otros han mos-
trado que el filósofo forjó sus con-
ceptos fundamentales tomándolos de
la escolástica. La verdad no está pro-
bablemente en el punto medio, sino
en otro más capital: en el hecho de
que Descartes representó, para usar
una expresión de Ortega, un nuevo
"nivel" en filosofía, y en el hecho de
que este nivel fue justamente el que
llamamos "moderno".
La filosofía de Descartes no puede
reducirse, como a veces se ha hecho,
a metodología. Tal filosofía es un
conjunto muy complejo de diversos
elementos: método, metafísica, antro-
pología filosófica, desarrollos científi-
DERIVACIONES. Véase PARETO
cos (especialmente matemáticos), pre-
(VlLFREDO).
ocupaciones religiosas y teológicas,
DESCARTES (RENÉ) , Renatus etc., etc. Es plausible, sin embargo,
Cartesius (1596-1650), nac. en La comenzar por destacar la busca car-
Haya (Turena), se educó (1606- tesiana de un nuevo método. Éste no
1614) en el Colegio de Jesuitas de debe ser, como según nuestro filóso-
La Flèche. Deseoso de ver mundo, fo era la silogística aristotélica, mera
se alistó en 1618 en el ejército del ordenación y demostración lógica de
Príncipe Mauricio de Nassau, y en principios ya establecidos, sino un ca-
1619 en el de Maximiliano de Ba- mino para la invención y el descu-
viera. Siguieron varios años de via- brimiento. Este camino debe estar
jes, y al parecer una peregrinación abierto a todos, esto es, a todos los
al santuario de Nuestra Señora de que participan igualmente de la ra-
Loreto para cumplir un voto que ha- zón y del "buen sentido".
bía hecho después de descubrir "una El ejemplo de la matemática, en
ciencia maravillosa". Entre 1625 y
422
DES DES DES
donde el análisis ( VÉASE) constituye alguna dificultad, podamos darnos sino también de las propias verdades
un arte inventivo, representa la prin- cuenta al momento de si no será tal matemáticas. El proceso de la duda
cipal incitación del método cartesia- vez útil examinar primero unas y es llevado a sus últimas consecuen-
no. La primera condición para su rea- cuáles y en qué orden" (Regulae, cias por la hipótesis del "genio ma-
lización consiste ( Discurso, II ) en "no VI). En otros términos, el verdadero ligno" (malin génie), introducido por
admitir como verdadera cosa alguna secreto del método —y ningún saber Descartes para agotar completamente
que no se sepa con evidencia que lo es posible sin método— consiste en la serie de posibles dubitaciones.
es", evitando la precipitación y la regresar a lo más "absoluto". Pudiera existir, señala, un genio ma-
prevención y aceptando sólo lo que Descartes busca infatigablemente ligno omnipotente que se propusiera
se presenta clara y distintamente al una proposición apodíctica; no sim- engañar al hombre en todos sus jui-
espíritu; la segunda, en "dividir cada plemente una verdad fundamental cios, inclusive en aquellos que, como
dificultad en cuantas partes sea po- —pues las verdades de fe poseen los matemáticos, parecen estar fuera
sible y en cuantas requiera su mejor también este carácter—, sino una de toda sospecha. Mas una vez prac-
solución"; la tercera, "en conducir verdad que pueda ser creída por sí ticada esta duda metódica y radical,
ordenadamente los pensamientos", misma, independientemente de toda mientras el espíritu piensa en la po-
empezando por los objetos más sim- tradición y autoridad; una verdad, sibilidad de toda suerte de falseda-
ples y fáciles de conocer para ascen- ad emás, de la cu al se ded u zca n des, advierte que hay algo de que no
der gradualmente a los más compues- las restantes por medio de una es posible dudar en manera alguna,
tos, y la cuarta, "en hacer en todo serie de intui ci ones e n el curs o esto es, de que el propio sujeto lo
unos recuentos tan integrales y unas de una cadena deductiva. Esta piensa. La duda se detiene, final-
revisiones tan generales que se llegue verdad ha de ser, por otro lado, mente, en este pensamiento funda-
a estar seguro de no omitir nada". común a todo espíritu pensante, de mental, en el hecho primario de que,
Estas cuatro célebres reglas resumen tal suerte que sea accesible a todo al dudar, se piensa que se duda. Este
todos los caracteres esenciales del pensar, siempre que funcione recta- núcleo irreductible en donde el
método. Para Descartes no puede co- mente y se desprenda de cuanto se dudar se detiene es el Cogito ergo
nocerse en principio ninguna verdad interponga para desviarlo o entorpe- sum ( VÉASE ). Yo pienso: luego, yo
a menos que sea inmediatamente evi- cerlo, pues "nada puede añadirse a existo; yo soy, por lo pronto, una cosa
dente. Pero la evidencia (v.) como la pura luz de la razón que en algún pensante, algo que permanece
único criterio admisible, debe po- modo no la oscurezca". En otros tér- irreductible tras el absoluto dudar
seer las notas de claridad y distin- minos, el espíritu posee, por el mero (Discurso, IV; Meditaciones, II). El
ción (v. CLARO ). Descartes llama hecho de ser sujeto pensante, una Cogito es, por consiguiente, la evi-
a las ideas que poseen estas notas serie de principios evidentes por sí dencia primaria, la idea clara y dis-
naturalezas simples (v. ) (naturae mismos, ideas innatas (v. INNATIS- tinta por antonomasia — idea distinta,
simplices). Su conocimiento se efec- MO), con las cuales opera el cono- certeza primaria, pues, más bien que
túa por una intuición directa del es- cimiento, el cual reduce a ellas, me- primaria realidad. Tal proposición
píritu; su verdad es, al propio tiem- diante relación y comparación, cuan- es juzgada por Descartes como una
po, su inmediata evidencia. De ahí tas otras nociones surjan de la per- verdad inconmovible "por las más
la necesidad de descomponer toda cepción y de la representación. Este extravagantes suposiciones de los
cuestión en sus elementos últimos y afán de claridad y de evidencia se escépticos". El Cogito —que no
más sencillos y en reconstruirla para revela en el proceso de la duda ( VÉA- debe interpretarse como un mero
la prueba con los mismos elementos, SE) metódica, que elimina cuantas acto intelectual, sino como un
es decir, con sus mismas y primarias objeciones pudieran oponerse a seme- "poseer en la conciencia"— afirma
evidencias. Toda verdad se compone, jante fundamentación en los últimos que "yo soy una cosa pensante" con
por consiguiente, de evidencias elementos intuitivos. En la duda me- completa independencia de la coin-
originarias, simples, irreductibles o de tódica se indaga el último criterio de cidencia del pensar con la situación
nociones relacionadas con ellas. Lo toda verdad. No es una duda en un objetiva y aun de la propia existencia
que debe hacer el espíritu es sentido escéptico con una finalidad de tal situación.
distinguir lo simple de lo compuesto nihilista o con un propósito moral: Ahora bien, el momento inmanen-
e investigarlo con orden hasta llegar a se duda justamente porque sólo de te del Cogito queda transformado
un sistema de elementos en el cual la duda puede nacer la certeza má- muy luego en un momento trascen-
lo compuesto pueda ser reducido cada xima. La duda pone sólo entre pa- dente. Ocurre tal en la demostración
vez a algo simple. Esta regla es réntesis los juicios, pero no las ac- de la existencia de Dios y en las su-
fundamental "y no hay —dice ciones. Toda irresolución en estas úl- cesivas afirmaciones de la substancia-
Descartes explícitamente— otra más timas queda suprimida por lo que lidad del alma y de la extensión de
útil, pues advierte que todas las cosas Descartes llama la "moral provisio- los cuerpos. Por eso el Cogito repre-
pueden ser dispuestas en series nal" indispensable para no convertir senta la posición de un idealismo que
distintas, no en cuanto se refieren a la actitud dubitativa en una destruc- no renuncia al realismo y que, por
algún género del ente, tal como las ción del orden moral, político y re- otro lado, no se satisface con el inma-
dividieron los filósofos conforme a ligioso existente. nentismo de la conciencia. De ahí
sus categorías, sino en cuanto que Descartes procede a dudar de to- que su función sea distinta de la re-
unas pueden conocerse por otras, de do, y no sólo de las autoridades y de presentada en el pensamiento moder-
tal modo que cuantas veces ocurre las apariencias del mundo sensible, no por el fenomenalismo espiritualis-
423
DES DES DES
ta de Berkeley y por el criticismo de alguien que "concurre conmigo para bajo la forma de una estática domi-
Kant. Aunque Descartes tiene de co- formar los actos de mi voluntad, pe- nada por el sistema de las relaciones
mún con estos autores el participar ro Descartes estima que debe consi- espaciales. Las cualidades y las su-
de los supuestos del idealismo mo- derarse si hay también cosas exter- puestas fuerzas ínsitas en la natura-
derno, se distingue de ellos en que nas. Esta consideración se hace, por leza de los cuerpos son eliminadas;
admite a la vez no pocos supuestos lo pronto, al hilo de la idea clara y de otra suerte no podría entenderse
realistas. En todo caso, Descartes as- distinta de lo externo. Esta idea lleva racionalmente la substancia extensa.
pira a salir lo antes posible del fe- a considerar otra substancia, también Ello equivale en gran parte a consi-
nómeno o de la conciencia con el fin clara y transparente, la substancia derar la física desde el punto de vista
de encontrar una realidad que le ga- corporal en cuanto substancia exten- de la geometría. Equivale también a
rantice la existencia de las realida- sa. La distinción entre substancia adoptar lo que se ha llamado luego
des. Ello tiene lugar por medio del pensante y substancia extensa es ab- "el método del análisis reducti-vo",
indicado paso a la demostración de solutamente clara justamente porque por lo menos dentro de cada uno de
la existencia de Dios ( VÉASE ). Sólo cada una se define por la exclusión los tipos fundamentales de substancia.
Dios puede garantizar la coinciden- de la otra: lo pensante no es exten- Es curioso advertir que aun cuando
cia entre semejantes evidencias y sus so; lo extenso, no piensa. La exten- Descartes se opuso tenazmente en su
existencias correspondientes. Como sión no es esencial al yo pensante; física a las teorías escolásticas, por
demostración principal usa Descartes el pensamiento no es esencial a la considerar que tales teorías se
el argumento ontológico, pero le da realidad extensa. Así se forman dos fundaban en ciertas supuestas
un sentido distinto al deducir la exis- substancias separadas y claramente "virtudes" de los cuerpos, de las que
tencia de Dios de su idea como ser definidas, en tanto que podamos de- se procedía a derivar racionalmente
infinito en el seno de la conciencia cir que son propiamente substancias, sus propiedades, su propia física es en
finita. Sólo porque una naturaleza ya que, en alguna medida, sólo Dios muchos puntos no menos metafísica
infinita existe puede poner su idea en es substancia. La consecuencia de ello que la de los escolásticos. En efecto,
una naturaleza finita que la piensa. es un dualismo (y, según algunos au- Descartes intenta derivar ciertas
Así, esta demostración es superación tores, si tenemos presente a Dios, un teorías físicas —por ejemplo, su idea
del solipsismo de la conciencia y pa- "trialismo" ). de la materia como un complejo de
so al reconocimiento de la realidad Consideremos ahora solamente el "torbellinos"— de las propiedades
y consistencia de las objetividades. dualismo citado. Éste planteó a Des- racionales de la materia como
Busca y hallazgo del método (y de cartes muy agudos problemas, en par- substancia extensa.
sus reglas), proceso metódico de la ticular al hilo de la famosa cuestión La "psicología" de Descartes no
duda, evidencia del Cogito y demos- de la relación entre alma y cuerpo sigue enteramente las líneas de la ra-
tración de la existencia de Dios son como relación entre substancias. Una cionalización geometrizante que ope-
cuatro elementos fundamentales de la parte considerable del pensamiento ra en la física. Por un lado, hay en
filosofía cartesiana. Lo que religa a racionalista postcartesiano (Malebran- las ideas psicológicas de Descartes
estos elementos es el esfuerzo por en- che, ocasionalistas [véase OCASIONA- mucha más descripción que deduc-
contrar proposiciones apodícticas y LISMO ], Spinoza, Leibniz) se ocupó ción racional. Por otro lado, Descar-
que sean a la vez explicativas de lo de esta cuestión, dándole muy diver- tes tiene conciencia de que aunque
real. La razón en la que Descartes sas soluciones. Pero sería erróneo todas las operaciones psíquicas son
ha comenzado por "encerrarse" no es, creer que hay en el pensamiento de cogitaciones, lo único común a éstas
en efecto, una razón puramente for- Descartes sólo una metafísica: la se- es su carácter intencional. Los fenó-
mal. O, si esta razón es formal, lo paración de las dos substancias, aun- menos de la voluntad, por ejemplo,
es en un sentido más parecido a co- que metafísicamente enojosa, le pa- no se reducen fácilmente a los de la
mo lo son las razones de la matemá- rece a Descartes científicamente fe- inteligencia. Ahora bien, aun así,
tica, en las cuales hay invención y cunda. Ella es, en todo caso, el fun- Descartes trata de encontrar en su
descubrimiento y no sólo ordenación damento de la doctrina del hombre "psicología" un método basado en la
o pura "dialéctica". La razón carte- (de la "psicología") y de la doctrina claridad y la distinción. Por eso cada
siana puede ser considerada, además, del mundo (de la física). una de las variedades de los modos
como intuitiva, en el sentido de que De la física cartesiana habría mu- psíquicos tiene que ser deducida de
parte de intuiciones (v. INTUICIÓN) cho que hablar. Pueden encontrarse la propia esencia de este modo. Así,
para desembocar en intuiciones, en en varias partes de su obra —espe- Descartes define las pasiones como
una cadena que tiene que ser per- cialmente en los Principios de filo- "reacciones". Las principales "reac-
fectamente transparente. Ahora bien, sofía— elementos que permiten con- ciones" son la admiración (v.), el
la filosofía de Descartes no queda cluir que Descartes no fue tan extre- amor, el odio, el deseo (v.), la ale-
detenida en el paso de la prueba de mado como pareció en su concepción gría y la tristeza. La voluntad (VÉA-
la existencia del yo como yo pensante de las realidades físicas como puras SE) es la facultad de juzgar o abste-
a la prueba de Dios como ser infinito substancias extensas; la cuestión de nerse de juzgar, de asentir o negar el
capaz de garantizar al yo pensante las las fuerzas que se manifiestan en los juicio. Esta voluntad es infinita y
verdades, y en particular las cuerpos es para Descartes, como para completamente libre de dar o no su
verdades eternas. El yo se aprehende a todos los físicos, una cuestión capital. adhesión, pues el entendimiento
sí mismo como naturaleza pensante, Pero grosso modo puede decirse que muestra simplemente a la voluntad
y aprehende a Dios como la física cartesiana aparece lo que debe elegir. La infinitud de
424
DES DES
la voluntad se contrapone a la fini- cartes como expresión del pensamien-
tud del entendimiento: el error ( VÉA- to auténtico del filósofo es no sólo la
SE) radica no sólo en la adhesión a las tradicional, sino también la aceptada
representaciones confusas y oscuras, hoy generalmente por todos los ex-
sino en el acto volitivo que sobrepa- positores del cartesianismo. La inter-
sa el carácter limitado del entendi- pretación de Descartes como "filóso-
miento. Pero los supuestos de la filo- fo enmascarado" ha sido propuesta
sofía cartesiana no quedan agotados por M. Leroy.
tampoco en la tendencia a la reduc- Otro de estos grupos afecta al in-
ción de lo complejo a lo simple. Hay terés predominante de Descartes. Para
en ella la idea de que es posible re- algunos, el único interés del filósofo
construir el universo entero a base de consistió en dar un fundamento filo-
elementos simples; hay la seguridad sófico a la nueva ciencia natural, o
de que se ha alcanzado por vez pri- inclusive desarrollar pura y simple-
mera una seguridad intelectual com- mente esta última. Para otros (como
pleta; hay la confianza en que todo Léon Blanchet), Descartes pretendió
hombre, por el mero hecho de serlo, hacer lo mismo que la Iglesia cató-
puede llegar al conocimiento siem- lica ha intentado frecuentemente: es-
pre que utilice el método convenien- tablecer un equilibrio entre teología
te. Lo que importa para la verdad es, y filosofía, y entre revelación y razón.
pues, menos la penetración espiritual Para otros (Cassirer), Descartes se
que el adecuado uso del método. Hay, interesaba como filósofo teórico por
finalmente, el supuesto de una orde- la fundamentación filosófica de la
nación de la Naturaleza o, más aun, nueva ciencia y como hombre por la
de una ordenación según ley mate- obtención de la pax fidei. Para otros
mática, pues el método se contrapo- (H. Gouhier), puede distinguirse en-
ne continuamente a la suerte. Por tre Descartes y el cartesianismo y
eso el método es como la clave de un atribuir a cada uno de ellos no inte-
lenguaje. Y por eso la filosofía de reses opuestos, pero sí una cierta
Descartes es casi el "programa" de acentuación de tales intereses en un
la época moderna, cuando menos en sentido o en otro.
tanto que exploración de las posibi- Otro de estos grupos, finalmente,
lidades de la razón ( VÉASE ). toca a la estructura de la obra filo-
Como en todos los artículos sobre sófica de Descartes y a la función
los grandes filósofos, la exposición desempeñada por ella por ciertas afir-
aquí presentada debe ser completada maciones (tales, el Cogito ergo sum).
por las referencias a Descartes que Para algunos (M. Guéroult), Descar-
figuran en otros artículos de este tes fue ante todo un razonador, cuya
Diccionario. Hemos ya señalado al- filosofía siguió un estricto "orden de
gunos de ellos en el curso de la ex- razones"; para otros (F. Alquié),
posición ( ANÁLISIS, CLARO, COGITO Descartes concibió las verdades fun-
ERGO SUM , INNATISMO, etc.); al lec- damentales como "experiencias onto-
tor le será fácil recurrir a otros con- lógicas".
ceptos básicos (CREACIÓN, ESPACIO,
TIEMPO, etc.
La filosofía de Descartes ha sido
objeto de numerosas interpretaciones.
Mencionaremos sólo tres grupos de
teorías sobre tres puntos estimados
centrales.
Uno de estos grupos de teorías se
refiere a un aspecto sociológico-histó-
rico: se trata de saber si hay que
interpretar siempre de modo más o
menos literal lo que Descartes ha
escrito o de si hay que considerar
a Descartes como un "filósofo en-
mascarado", que oculta su verdadero
pensamiento (Larvatus prodeo) por
miedo a las consecuencias que su
manifestación podría acarrear. La in-
terpretación de los escritos de Des-
DES
mente desde varios lugares. Por un
lado, la advertencia de que hay cien-
cias no réductibles a una explicación
mecánica —como la historia y, en
general, las llamadas ciencias del es-
píritu— indujo a algunos a hablar
de "ciencias descriptivas". Pero en
tal caso la descripción no fue sino una
operación conceptual que conducía
a la comprensión ( VÉASE). Por otro
lado, las tendencias positivistas acen-
tuaron la importancia de una descrip-
ción de los fenómenos, de tal suerte
que la descripción se convirtió a ve-
ces en un modo de conocimiento pos-
tulado para todas las ciencias, inclu-
sive para las naturales; no sólo, pues,
para aquellas que tradicionalmente
eran consideradas como descriptivas
(botánica, zoología), sino también para
DESCRIPCIÓN. La descripción era las llamadas explicativas (física). En
ya considerada por los antiguos como tercer lugar, la fenomenología
una "definición insuficiente". Se des- acentuó la importancia de la descrip-
cribía lo que no podía definirse, ago- ción del contenido intencional, ha-
tando en la definición todas las notas ciendo de la descripción algo más
esenciales. Todavía en la Lógica de que un método universal de las cien-
Port-Royal la descripción era con- cias; la descripción es entonces el
siderada como un modo de conoci- único método de acercamiento a lo
miento inferior, como una definición que se da en tanto que se da y tal
imperfecta, una minus accurata de- como se da. Esta idea de la fenome-
finitia (II, 12). En el curso de la nología representaba, así, una purifi-
época moderna, sobre todo en la me- cación de la operación descriptiva,
dida en que imperó el racionalismo, que en tal caso llega hasta las esen-
prevaleció tal idea de la descripción. cias y no se limita a una enumeración
En cambio, durante el pasado siglo de los fenómenos como la postulada
se investigaron los caracteres propios por el positivismo. Pero hay en la
de la operación descriptiva. Se esta- época contemporánea otros intentos
bleció, así, una distinción completa de precisión de la descripción. Entre
entre la descripción y otras operacio- ellos se cuentan sobre todo las dife-
nes cognoscitivas, tales como la de- rentes maneras con que algunos pen-
finición, la demostración y la ex- sadores norteamericanos e ingleses
plicación. La descripción no era en- han distinguido entre un conocimiento
tonces ni la formulación de un juicio inmediato de la cosa y un saber
por el cual se responde a la pregunta acerca de ella. Así, William James
acerca del ser de un sujeto, ni la distingue entre conocimiento como
indicación de su fundamento u ori- acquaintance y el saber acerca de
gen lógico u ontológico, ni la mani- algo real, donde el conocimiento re-
festación conceptual de un desenvol- presenta un saber de tipo determi-
vimiento, sino la pura y simple indi- nado. También Bertrand Russell es-
cación de lo que aparece en una cosa, tablece una distinción entre el cono-
de las notas que por sí mismas se re- cimiento por el cual estamos entera-
velan de algo. La descripción equiva- dos de una cosa (knowledge by ac-
lía entonces en gran parte a la mos- quaintance) y el conocimiento des-
tración, acaso con la única diferencia criptivo de ella (knowledge by des-
de que lo mostrado necesita una mí- cription [Problems of Philosophy,
nima explicación en un enunciado, Caps. IV y V]), es decir, entre el
en tanto que lo descrito requiere una saber algo y el saber acerca de algo.
enumeración ideal completa. Pronto, Esta distinción (de la que parece ha-
sin embargo, resultaron insuficientes ber un antecedente en San Agustín,
estas precisiones. Así, los esfuerzos De magistro) ha sido relacionada a
para lograr una idea clara de la des- veces con los problemas planteados
cripción surgieron casi simultánea- en la teoría lógica de las descripcio-

426
DES DES DES
nes propuesta por el citado autor. Pe- encontraremos con que unos enun- ramos la descripción '(:x)' (x escribió
ro como dicha teoría tiene un sesgo ciados son verdaderos y otros falsos. el Quijote', la cual sustituye el nombre
técnico que no aparece claramente Por ejemplo: propio "Cervantes". La ventaja de la
en la distinción anterior, procedere- El Rey de Suecia es un Rey cons sustitución aparece clara cuando
mos a exponerla separadamente. titucional (1) advertimos, siguiendo a Russell, que
La teoría russelliana de las descrip- una descripción definida y un
ciones ha sido expuesta en Principia es un enunciado verdadero. En cam- nombre propio no son lo mismo: la
Mathematica (I, 68) y, en forma bio descripción no es un simple símbolo,
más popular, en el Cap. XVI de la El autor del Quijote era francés (2) mientras el nombre lo es. Por este
Introduction to Mathematical Philo- es un enunciado falso. La teoría de motivo, una expresión como 'Cer-
sophy. Hoy día forma un capítulo las descripciones tiene que establecer vantes es el autor del Quijote' no
indispensable en toda exposición de ciertas condiciones que permitan ver es lo mismo que una expresión como
los elementos de la lógica simbólica. si un enunciado en el cual aparece 'Cervantes es Cervantes'. Pero mien-
Es muy adecuado presentarla dentro una descripción es verdadero o si es tras podemos preguntar, por ejemplo,
de la lógica de la identidad, puesto falso. Estas condiciones son: (a) De- si existió Cervantes, no podemos hacer
que requiere el uso del signo '='. be haber por lo menos un tal; (b) tal pregunta si 'Cervantes' es un
Aunque Russell ha dividido a las ex- Debe haber a lo sumo un tal; (c) El nombre. Al eliminar el nombre pro-
presiones en indefinidas (como 'un tal en cuestión debe ser tal y cual. pio y sustituirlo por la descripción
tal') y definidas (como 'el tal'), nos- (1) es verdadero porque hay por lo nos es posible formular cuestiones
otros nos referiremos únicamente a menos un Rey de Suecia y hay a lo acerca de la existencia. De ahí que
las segundas. Advertiremos solamente sumo un Rey de Suecia y este Rey Russell concluya que "la existencia
a guisa de ilustración que, como ha es un Rey constitucional. (2) es fal- solamente pueda ser afirmada signi-
indicado Russell, hay algo común en so porque si hay por lo menos un ficativamente de descripciones". Y
la definición de una descripción autor del Quijote y a lo sumo un de ahí también que no sea necesa-
indefinida (o ambigua) y de una autor del Quijote, este autor del Qui- rio, como proponía Meinong, hablar
descripción definida: el que la defi- jote no era francés. ( 1 ) es verdade- de objetos irreales, que no serían
nición que se busca es una definición ro, pues, por cumplir las condiciones existentes, sino "subsistentes"; tales
de proposiciones en las cuales apa- (a), (b) y (c). (2) es falso por no supuestos ontológicos resultan inúti-
rece la expresión 'un tal' o la expre- cumplir la condición (c). Los enun- les en la teoría de las descripciones.
sión 'el tal', no una definición de la ciados siguientes: La teoría russelliana de las des-
expresión misma aislada. Esta adver- cripciones es aceptada hoy, con los
tencia es necesaria sobre todo en el El Presidente de Inglaterra es sim-
refinamientos necesarios, por casi to-
caso de las expresiones definidas; pático,
dos los lógicos. Es criticada, en cam-
todo el mundo estará de acuerdo, en El autor de la Enciclopedia Espasa
bio, por algunos filósofos que, como
efecto, en que una expresión tal como no es analfabeto.
los del grupo de Oxford, han anali-
'un perro' no es ningún objeto de- son falsos por no cumplir respectiva- zado el uso ( VÉASE ) de las expre-
finido que pueda definirse por sí mente las condiciones (a) y (b). siones descriptivas. Así, por ejemplo,
mismo, pero, en cambio, hay pensa- Como es posible (mediante un P. F. Strawson ha indicado que en
dores para quienes una expresión tal proceso lógico del que aquí no dare- la teoría russelliana se olvida que las
como 'el perro' puede ser definida mos cuenta) expresar un enunciado frases descriptivas se usan como re-
aisladamente. Esto es, según Russell, en el cual interviene una descripción ferencias. Según ello, hay que exami-
un grave error, debido al olvido de de la forma: nar lo que podemos decir de una
la diferencia entre un nombre y una El x , ta l qu e , x e s t a l y cu a l , frase descriptiva, el uso de ella y
descripción definida. y como Russell propuso simbolizar su expresión lingüística. El signifi-
Por lo indicado anteriormente se 'el x, tal que' mediante '('٦ x)', este cado de una frase descriptiva no es,
puede ya comprender que las descrip- símbolo aparece con frecuencia en la según Strawson, todavía una referen-
ciones (que entenderemos desde aho- teoría de las descripciones y es lla- cia a la persona o cosa a la cual
ra como definidas o no ambiguas) mado a veces símbolo de la descrip- alguien se refiere. Por ejemplo, el
son expresiones que se inician con ción o también símbolo del caso úni- significado de 'El actual Rey de Sue-
el artículo determinado 'el' (o 'la'). co, puesto que indica que hay por cia' equivale a establecer según qué
Así, por ejemplo, Έl Rey de Suecia', lo menos y hay a lo sumo un tal convenciones usamos esta frase; no
Έl autor del Quijote', 'El hombre que es tal y cual. equivale a indicar la persona a la
más alto de la quinta española de La introducción de descripciones cual se refiere, pues la expresión no
1934' son descripciones. Cada una es importante por varios motivos. Se- se refiere a nada, aunque puede ser
de tales expresiones pretende nom- ñalamos aquí únicamente dos. Pri- usada en distintas ocasiones para re-
brar una entidad. Así, Έ1 Rey de mero, porque elimina los nombres ferirse a cosas diversas (como cuando
Suecia' pretende nombrar el Rey de propios. Segundo, porque aclara la nos referimos al actual Rey de Suecia
Suecia, Έ1 autor del Quijote' preten- noción de existencia. Diremos unas en 1955 o en 2056). En conclusión
de nombrar el autor del Quijote, etc. palabras sobre cada uno de estos puede decirse que las frases
Si consideramos ahora enunciados en puntos. descriptivas son verdaderas o falsas
los cuales aparecen descripciones co- Que los nombres propios pueden si se usan para referirse a una persona
mo las anteriores mencionadas, nos ser eliminados, es obvio si conside- o cosa en un contexto determinado.
437
DES DES DES
La crítica de Strawson se basa, por bien no hay que dar siempre al tér- yor o menor según aquella ansiedad
consiguiente, en último término, en mino 'pasión' un sentido peyorativo. sea más o menos vehemente" (Essay,
la advertencia de que Russell y los Cuando se acentuaba el carácter ra- II xx 6). Semejante ansiedad, por lo
lógicos no tienen en cuenta suficien- cional del alma, sin embargo, cual- demás, no es en sí misma mala; en
temente la noción del referirse a· quiera de sus "pasiones" podía apa- rigor, puede ser el incentivo para la
DESCUBRIMIENTO. V. VERDAD. recer como un obstáculo a la razón. "industria" [destreza] humana". Spi-
DESEO. En el artículo APETITO Así sucedía con los viejos estoicos. noza no establece ninguna distinción
hemos tratado de esta afección o mo- Zenón de Citium hablaba del deseo entre apetito (appetitus) y deseo (cu-
vimiento en un sentido muy general, como una de las cuatro "pasiones" piditas): "el deseo es el apetito acom-
como una de las potencias del "al- junto al temor, al dolor y al placer. pañado de la conciencia de sí mismo"
ma" — entendida ésta también en la Cicerón (Tusc. Disp., IV 6) introdujo (Eth., III, prop ix, schol.).
forma más general posible. La no- la doctrina estoica de las pasiones Motivos metafísicos resuenan en la
ción de apetito incluye con frecuen- fundamentales y clasificó éstas en dos idea del deseo tal como ha sido pre-
cia la de deseo, pero esta última no que se refieren a bienes —deseo (bie- sentada por Schopenhauer (Die Welt
es identificable con la primera. Tal nes futuros), alegría (bienes presen- als Wille und Vorstellung, II 28), lo
diferencia no es sólo sistemática, si- tes)— y dos que se refieren a males que se comprende si se tiene en cuenta
no también histórica. En efecto, — temor (males futuros) y tristeza que su idea de deseo está íntimamente
mientras el concepto de apetito ha (males presentes). La voz que Ci- ligada con la de Voluntad. Finalmente,
sido tratado primariamente por auto- cerón usó para lo que llamamos "de- en Hegel y en algunos autores
res griegos y escolásticos —y por va- seo" es libido. contemporáneos, la noción de deseo ha
rios autores modernos sólo en la me- En su discusión de la noción de sido tratado en sentido "me-tafísico-
dida en que usaron el vocabulario concupiscentia (S. theol., I-II q. XXX), existencial". Hegel indica que "la
escolástico— el concepto de deseo Santo Tomás niega que la concupis- conciencia de sí mismo es el estado de
ha sido objeto de análisis por muchos centia, o deseo, se halle únicamente deseo en general", que "la conciencia
autores de todas las épocas. en el apetito sensitivo. Ello no quiere de sí mismo es Deseo"
La distinción entre apetito y de- decir, sin embargo, que se extienda (Phänomenologie des Geistes. Int. Β
seo en la lengua griega aparece co- sin límites por todas las formas del 4). La condición del "deseo" y del
mo una distinción entre o) /reci=j y apetito. Ciertamente, el deseo puede "trabajo" (o esfuerzo) aparece en el
e) p oqomia . Esta última voz fue usada, ser sensible o racional, y aspira a un proceso en que la conciencia vuelve a
entre otros, por Platón y Aristóteles. bien que no se posee. Pero el deseo sí misma en el curso de sus transfor-
Se ha traducido al latín a veces por no debe simplemente confundirse con maciones como conciencia (v.) infeliz
libido, a veces por concupiscentia y el amor o con la delectación. En vir- (ibid., Int. Β 4 b). Según Heidegger
a veces por cupiditas. En Aristóteles tud de la importancia que tiene el "el ser para las posibilidades" se
el deseo es, como ya indicamos (v. objeto a que se aspira, parece como muestra como "puro desear" (Sein und
APETITO ), una de las clases del ape- si el deseo tuviese en Santo Tomás Zeit, § 41 ). Este desear presupone
tito (de an., III 433 a 25). El deseo un carácter ambivalente: su bondad ontológicamente el cuidado (v.). Para
no es necesariamente irracional; puede o su maldad dependen del objeto Sartre, el deseo no es pura sub-
ser, y es con frecuencia, un acto considerado. El hecho de que el tér- jetividad — aunque aparezca como un
deliberado (Eth. Nic., III 1113 a mino 'concupiscencia' se tome hoy modo singular de una subjetividad.
11), esto es, tener como objeto algo (en español) en mala parte, como ape- Tampoco es pura apetencia, análoga
que se halle en nuestro poder tras tito de placeres, no debe hacer olvi- a la del conocimiento. La intenciona-
deliberación. En rigor, lo que se llama dar el más completo sentido de la lidad del deseo no se agota en un
"elección" o "preferencia" es "un deseo voz latina concupiscentia. "hacia algo". El deseo es algo que
deliberado" (ibid., VI 1139 a 24). Los autores modernos han tratado "yo me hago" a la vez que estoy ha-
Con estos análisis Aristóteles parecía del deseo generalmente como una de ciendo al otro deseado como deseado.
rechazar el contraste establecido por las llamadas "pasiones del alma". Por eso Sartre indica que el deseo
Platón entre deseo y razón (Rep., IV Aunque hay en muchos de dichos au- —que ejemplifica en el deseo se-
439-442), pero debe tenerse en cuenta tores implicaciones éticas, el princi- xual— tiene un ideal imposible, porque
que la concepción platónica del deseo pal interés que los mueve es "psico- aspira a poseer la trascendencia del
es más compleja de lo que aparece si lógico" (en un sentido muy amplio otro "como pura trascendencia y, sin
consideramos únicamente el texto de este término). Así ocurre con Des- embargo, como cuerpo", es decir,
citado; en efecto, Platón admitía no cartes, al escribir que "la pasión del porque aspira a "reducir el otro a su
solamente la distinción entre deseos deseo es una agitación del alma cau- simple facticidad, ya que se halla en-
necesarios e innecesarios (ibid,, VIII sada por los espíritus que la disponen tonces en medio de mi mundo" y a
859 A), sino que consideraba a querer para el porvenir cosas que la vez quiere que "esta felicidad sea
asimismo la posibilidad de un deseo se representa como convenientes para una perpetua apresentación de su tras-
perteneciente exclusivamente a la ella" (Les passions de l'âme, art. 86). cendencia anonadadora" (L'Être et le
naturaleza del alma (Phil, 34 A - También en Locke: "la ansiedad que Néant, págs. 455 y sigs.).
35 A) . un hombre halla en sí a causa de la J. Urban, L'épithymologie (la dési-
Era común en el mundo antiguo ausencia de algo cuyo presente goce rologie). Désirs positifs et négatifs.
referirse al deseo como una pasión lleva consigo la idea de deleite, es Les lois des désirs. La valeur
o perturbatio, pa/ q oj, del alma, si lo que llamamos deseo, el cual es ma- subjective. La volonté, 1939.
428
DES DES DES
DESIGNACIÓN. El concepto de grado por un lado a los problemas cuerdo). — Das Ich, der Traum, der
designación es uno de los conceptos de la estética y de la filosofía del Tod, 1947 (El yo, el sueño, la muerte).
fundamentales de la semántica ( VÉA- arte, y por el otro a las cuestiones — Véase también la revista fundada
SE). La designación es una relación de la metapsíquica en el sentido de por Dessoir en 1906: Zeitschrift für
entre una expresión (término, enun- una interpretación de la significación Aesthetik und allgemeine Kunstwis-
senschaft. — Sobre M. D.: Christian
ciado, etc.) y la entidad o entidades de las investigaciones psíquicas. Des- Herrmann, M. D., Mensch und Werk,
a las cuales esta expresión se refie- soir intenta superar en el campo de 1929.
re. 'Entidad' no debe entenderse, em- la estética el relativismo historicista
DESTINO. El problema de la na-
pero, siempre como un hecho, sino por medio de un sistema de filosofía
turaleza y sentido del destino fue
más bien como algo semejante a lo del arte que considere incluidos den-
abundantemente tratado por los filó-
que se llama un concepto-objeto. Así, tro de sí todos los principios estéticos
sofos antiguos, especialmente durante
por ejemplo, el término 'triangular' posibles. Dessoir ha llamado a esta
el período helenístico-romano. Estoi-
designa la propiedad de ser triangu- concepción el "escepticismo estético",
cos, platónicos, epicúreos, eclécticos,
lar (o también, según los casos, la por el cual entiende, paradójicamen-
etc. expresaron opiniones sobre el
clase de los objetos triangulares). El te, una superación del subjetivismo
destino — si existe, lo que es, cómo
examen de la designación no propor- y una decidida afirmación del obje-
puede conocerse, si es o no compati-
ciona, pues, ninguna información tivismo en el arte. Este objetivismo
ble con la libertad, etc. Nos he-
acerca de si la entidad designada es parte de un análisis de las estructu-
mos referido a varios de los proble-
efectivamente tal entidad. Lo último ras artísticas según el cual la obra de
mas que suscitan estas opiniones en
es una cuestión de hecho, que ne- arte posee una consistencia propia,
el artículo AZAR. En algunos respec-
cesita comprobación o verificación. un sentido estructural específico; en
tos, en efecto, los conceptos de azar
El examen de la designación informa otros términos, una forma irreducti-
y destino se hallan estrechamente re-
solamente acerca de si la entidad ble a cualquier examen de índole
lacionados. En el presente artículo
designada es correctamente nom- psicológico-genético o histórico-cau-
completaremos la información allí da-
brada. sal. En su análisis de la investigación
da refiriéndonos a varios tratados an-
Asignar designata a los signos de psíquica, Dessoir admite la importan-
tiguos sobre la noción de destino, a
un cálculo equivale a dar una inter- cia psicológica de estos fenómenos,
la significación (o significaciones)
pretación semántica de tales signos. pero rechaza las apresuradas inter-
dadas al término fatum, a ciertas di-
Hay discusión acerca de cuáles son pretaciones de sesgo espiritista. El
ferencias entre destino y determinis-
los signos de un cálculo a los cuales "más allá" del alma queda abierto
mo y, por fin, a algunas opiniones
deben asignarse designata. Algunos todavía a una investigación, pero ésta
contemporáneas sobre el tema.
autores sostienen que debe hacerse nos puede revelar más las estruc-
solamente con signos cuantificables; turas de lo anímico que sus proble- Varios escritos producidos durante
otros mantienen que debe hacerse máticos "destinos". el período helenístico-romano llevan
asimismo con signos no cuantificables. por título De fato, título que corres-
Hay asimismo discusión acerca de ponde casi exactamente al muy usado
cuáles son los tipos de designata que en griego: Peri\ th=j e/imarme/nhj. Los
deben asignarse a los signos de un tratados "Sobre el destino" más cono-
cálculo. El resultado de esta discu- cidos e influyentes en la Antigüedad
sión depende en buena parte de la fueron los siguientes: (1) el de Crisi-
decisión o decisiones a que se haya po, en dos h'bros, que no ha llegado
llegado con respecto a la teoría de hasta nosotros, pero cuyo contenido
los universales (v.). Nos limitaremos es parcialmente conocido a través de
a señalar algunas posibilidades a Cicerón y Alejandro de Afrodisia; (2)
modo de ilustración. Los signos por uno de Cicerón, conservado en parte;
medio de los cuales se simbolizan (3) uno de Plutarco; (4) uno de Ale-
enunciados pueden tener como desig- jandro de Afrodisia.
nata proposiciones, valores de verdad El término latino fatum significa,
o hechos. Las conectivas y cuantifi- al parecer, "lo predicho" (por un
cadores pueden tener como designata oráculo), el conjunto de "las cosas di-
funciones preposicionales. Las varia- chas" (fata) acerca del porvenir.
bles argumentos en las fórmulas del Aunque, según apuntamos, fatum es
cálculo cuantificacional elemental prácticamente equivalente a ei(marme/nh
pueden tener como designata indivi- hay que tener en cuenta que este
duos, los cuales pueden ser tanto en- último vocablo parece referirse asi-
tidades concretas como entidades abs- mismo a "la parte" que le toca a ca-
tractas. Como puede verse, no pue- da hombre (y, en general, a cada
den darse desígnala únicos para to- ente) dentro de la serie de aconteci-
das las expresiones. mientos que constituyen "la trama"
del universo. Los dos sentidos pue-
DESSOIR (MAX) (1867-19471 den, por lo demás, fundirse en uno:
nac. en Berlín, profesor desde 1897 el "destino" es definible entonces co-
en la misma ciudad, se ha consa-
DES DES
mo "la suerte" que le "toca" a cada tinguir entre destino y predestina-
cosa (y en particular a cada hom- ción, pero ello se debe a que en esta
bre) en tanto que sea en principio última noción se implican cuestiones
cognoscible o enunciable por medio teológicas que no se hallan necesaria-
de oráculos, intuición y hasta refle- mente en la primera.
xión racional. Entre los filósofos contemporáneos
Se admite que Carneades y Crisipo que han tratado de la noción de des-
fueron los primeros en tratar el pro- tino figura Spengler. Según este au-
blema del destino como problema fi- tor, la idea de destino se opone radi-
losófico "técnico" a la vez cosmológi- calmente al principio de causalidad.
co y moral — cuando menos en for- El destino es para Spengler un sím-
ma suficientemente sistemática y com- bolo que se refiere al Universo-histo-
pleta. Se trataba, en efecto, de des- ria y cuya comprensión es intuitiva,
arrollar lo que hoy día se llamaría en tanto que la causalidad se refiere
una "antropología filosófica" paralela al Universo-Naturaleza, es lógica y
a la idea del riguroso encadenamiento racional. El destino se halla relacio-
causal (o final) de todos los acon- nado con la vida; la causalidad, con
tecimientos. Ello llevaba en principio la muerte. Por eso el destino, que "es
a los estoicos a suprimir la noción de a la causalidad lo que el tiempo es al
libertad como "libertad externa" y a espacio", representa la "necesidad in-
concebir la libertad como una "con- eludible de la vida", y por eso tam-
formidad con el universo" (o "la Na- bién "la historia real se halla grávida
turaleza"). La libertad era, así, para de destino, pero no tiene ley" (Det
los estoicos el modo cómo cada uno Untergang des Abendlandes, 1923, t.
actúa respecto al "destino". De este 1, pág. 156). Esta concepción del des-
modo los estoicos creían eludir las di- tino es rechazada, en cambio, sin men-
ficultades que suscitaba la creencia cionarla explícitamente, por Scheler,
en un decreto divino "arbitrario" o la para quien la idea spengleriana apa-
idea epicúrea de un clinamen ( VÉA- recería sólo como una ciega determi-
SE) de los átomos. Es posible que los nación de carácter biológico. "Exigi-
estoicos tuvieran en cuenta el minu- mos del destino ciertamente —dice DESTUTT DE TRACY (ANTOI-
cioso análisis aristotélico de la noción Scheler— que nos afecte involuntaria- NE-LOUIS-CLAUDE) ( 1754-1836 ),
de azar (v. ) y la posible distinción mente y casi siempre imprevisible- nac. en París, fue uno de los prin-
entre el azar propiamente dicho y la mente, pero que represente, sin em- cipales representantes de la corriente
suerte o fortuna, pero sus ideas cos- bargo, algo distinto de la serie de de los ideólogos ( VÉASE). Destutt de
mológicas (y antropológicas) los obli- datos y acciones sometida a la violen- Tracy consideraba la ideología como
gaban a borrar las diferencias. cia causal; a saber: la unidad de un el examen de las facultades, como
Por lo que anunciamos antes, y lo sentido que lo anima todo, que repre- medio para dilucidar el origen y la
dicho en el artículo sobre la noción senta en el hombre y en torno a él la formación de las ideas y, por con-
de azar puede verse que la cuestión conexión esencial e individual entre el siguiente, como propedéutica para la
de la significación del término 'desti- carácter humano y el acontecer. Lo aplicación de los resultados del aná-
no' es sumamente compleja. En efec- peculiar del destino lo constituye pre- lisis a las demás esferas del conoci-
to, por un lado conviene distinguir cisamente esto: que al contemplar el miento. Estimando insuficiente la re-
entre destino y azar, destino y deter- panorama de una vida entera o de una ducción de todo proceso a la sensa-
minismo (v.) (universal), destino y larga serie de años o acontecimientos, ción en el sentido de Condillac,
predestinación (v.). Por otro lado, sentimos tal vida como absolutamente Destutt de Tracy establece en sus
cualquier análisis del concepto de des- contingente en cada caso particular, Elementos de Ideología cuatro fa-
tino obliga a referirse a las nociones pero cuya conexión, por muy imprevi- cultades originarias, no susceptibles
citadas. Desde el punto de vista ac- sible que haya sido el acontecer de de ulterior descomposición: volun-
tual, no parece haber dificultades en cada uno de sus miembros, refleja tad, juicio, sentimiento y recuerdo.
distinguir entre el concepto de destino precisamente eso que creemos que Al examen de las facultades sigue
y el de determinismo (universal), pero constituye el núcleo de la persona en el estudio de la expresión de las
ello es sólo porque se decide de cuestión" (Ordo amoris, trad. Zubiri, ideas; este estudio se basa en la facul-
antemano poner entre paréntesis cual- 1934, págs. 113-14). Scheler hace, en tad del juicio y abarca la gramática
quier problema de carácter antropoló- suma, del destino la expresión de ese y la lógica entendidas como ciencias
gico al discutirse la última noción ci- núcleo emocional —sistema de pre- de las significaciones expresadas en
tada. El determinismo (universal) ferencias o repugnancias o ethos los signos del lenguaje y de sus en-
tiende a no admitir diversas posibles subjetivo— en que consiste el hom- laces correspondientes. En el examen
líneas de causación, mientras que bre. Por eso el destino es indepen- de la voluntad, el autor ha consi-
muchas de las doctrinas antiguas acer- diente del querer y del deseo, así derado el problema desde el punto
ca del destino las admiten. Tampoco como del acontecimiento objetivo de vista de la formación de los deseos,
con posterior aplicación a los efectos
parece haber dificultad hoy en dis- real.
430
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de la facultad volitiva: economía y la única determinación de lo po- o, mejor dicho, estados del universo.
moral. Otra parte de los Elementos sitivo, y por eso el Omnis determi- Célebre a este respecto es el pasaje
debía tratar de los fundamentos de natio negatio est de Spinoza es un de Laplace en el "Prefacio" a su
las ciencias físicas y matemáticas. momento en la captación de lo real, Théorie analytique des probabilités
Obra capital: Éléments d'Idéolo- pero no su forma única y última. (1820): "Una inteligencia que cono-
gie; comprende: Idéologie, 1801; DETERMINISMO. Suéde definirse ciera en un momento dado todas las
Grammaire générale, 1803; Logique, fuerzas que actúan en la Naturaleza
1805; Traité sur la Volonté, 1815; el determinismo como la doctrina se-
gún la cual todos y cada uno de los y la situación de los seres de que se
Commentaire sur l'Esprit des Lois, compone, que fuera suficientemente
1819. Edición de obras completas, acontecimientos del universo están so-
4 vols., 1924-25. —Véase: Ch. Cha- metidos a las leyes naturales. Estas le- vasta para someter estos datos al aná-
bot, Destutt de Tracy, 1885. — yes son de carácter causal. En efecto, lisis matemático, podría expresar en
Vera Stepanowa, Destutt de Tracy, si fuesen de carácter teleológico no una sola fórmula los movimientos de
eine historische-psychologische Studie tendríamos el determinismo, sino una los mayores astros y de los menores
1908 (Dis.). — Oskar Kohler, Die átomos. Nada sería incierto para ella,
Logik des Destutt de Tracy, 1928 doctrina distinta — doctrinas tales co-
mo las del destino (v.), de la predes- y tanto el futuro como el pasado es-
(Dis.). — Además, F. Picavet, Les
idéologues, 1897. tinación (v.) que han sido aplicadas tarían presentes ante su mirada". Se
DETERMINACIÓN es, en psicolo- a las almas y no a los acontecimien- ha dicho que el pasaje de Laplace
gía, el acto por el cual se decide tos naturales. Bergson ha indicado muestra que la doctrina determinista
entre diversas situaciones sometidas que un determinismo estricto y un es posible únicamente a base de una
a previa preferencia o simplemente teleologismo estricto tienen las mis- completa racionalización de lo real se-
el acto por el cual se adopta una mas consecuencias: ambos afirman gún la cual lo real es considerado
resolución ante una situación cual- que hay un encadenamiento riguroso como algo en principio enteramente
quiera. En sentido ontológico es el de todos los fenómenos y, por lo tanto, "ya dado" (Bergson). El determinis-
hecho de precisar un objeto mediante ni en una doctrina ni en la otra puede mo implica entonces lo que Meyer-
la predicación. La ontología formal afirmarse la existencia de la creación son ha llamado "la eliminación del
se ocupa justamente de las determi- y de la libertad. Aunque haya en la tiempo", por lo menos del tiempo en
naciones más generales que convienen observación de Bergson una parte de cuanto constituye la medida de pro-
a los objetos por medio de los cuales verdad, debe hacerse constar que el cesos irreversibles, y no digamos del
éstos son filiados en las distintas re- término 'determinismo' se usa más tiempo en cuanto "cualidad" o "tiempo
giones del ser o del valer. Según propiamente en relación con causas experimentado". También según
Spinoza, la determinación es una ne- eficientes que en relación con causas Meyerson, el determinismo riguroso y
gación, por cuanto al determinar un finales. Además, las doctrinas universal está ligado al proceso iden-
objeto se excluyen todas las notas deterministas modernas, a las cuales tificador propio de la razón, la cual
que no pertenecen a él. La determi- nos referiremos aquí principalmente, aspira a prever, a reducir y, en último
nación equivale entonces propiamente están vinculadas a una concepción término, a identificar.
a la de-finición en cuanto constituye mecanicista del universo, hasta el La doctrina determinista puede ad-
una fijación de límites y en tanto punto de que a veces se han identifi- mitirse como aplicable a todos los
que representa un juicio determina- cado determinismo y mecanicismo acontecimientos del universo o bien
tivo que responde a la pregunta por (VÉASE). Característico del determinis- puede admitirse como aplicable sola-
el ser de un objeto. mo moderno es lo que puede llamarse mente a una parte de la realidad.
La determinación como delimita- su "universalismo"; una doctrina de- Kant, por ejemplo, afirmaba el deter-
ción expresa una de las formas de terminista suele referirse a todos los minismo en relación con el mundo de
captación racionalista de la realidad, acontecimientos del universo. La re- los fenómenos, pero no en relación
y por eso se dice que lo Absoluto es lación entre determinismo y mecani- con el mundo nouménico de la liber-
indeterminado e indeterminable, por- cismo puede entonces comprenderse tad (v.). En todo caso, la doctrina
que en vez de poder serle puestos mejor, pues el determinismo se aplica en cuestión ha sido objeto de muy
límites, es él mismo ausencia de todo más fácilmente a la realidad en tanto numerosos debates. Los determinis-
límite y sólo resulta accesible me- que concebida mecanística-mente. tas radicales han afirmado que no so-
diante una intuición que revela su La doctrina determinista no es sus- lamente los fenómenos naturales, si-
presencia y lo muestra como siendo. ceptible de prueba; tampoco lo es la no también las acciones humanas
La determinación o determinabilidad doctrina opuesta al determinismo, por (explicables entonces como fenómenos
es, dice Hegel, la negación puesta cuya razón el determinismo es consi- naturales) están sometidas a un de-
como afirmativa y de ahí que dicha derado habitualmente como una hi- terminismo universal. Los motivos
proposición de Spinoza sea de impor- pótesis. Algunos estiman que se trata son considerados entonces como cau-
tancia infinita. "Ahora bien —prosi- de una hipótesis metafísica; otros, de sas eficientes, las cuales operan den-
gue Hegel—, la negación como tal es una hipótesis científica. Ciertos auto- tro de una trama causal rigurosa. Los
la abstracción sin forma. En cam- res manifiestan que, aunque la doc- que se han opuesto al determinismo
bio la filosofía especulativa no debe trina determinista no puede probarse, han alegado o que hay zonas de la
ser culpada de considerar la negación ello se debe al carácter finito de la realidad (como las acciones y deci-
o la nada como algo último." Pues mente humana y a la imposibilidad siones humanas, por lo menos algunas
Hegel busca integrar la negación en de tener en cuenta todos los factores de ellas) que se sustraen al determi-
lo positivo, pero no hacer de ella nismo, o bien que éste confunde la
431
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necesidad de hecho con la necesidad minista de otros cuerpos de teoría bre" de Heisenberg (véase INCERTI-
de derecho. Maritain se adhiere a esta física ha sido indicado con toda pre- DUMBRE [PRINCIPIO DE ]). Siendo el
última opinión al declarar que no cisión por Ernest Nagel (op. cit., in- presente artículo primariamente filo-
sólo el origen de una sucesión de he- fra, pág. 279): "Dada la fuerza-fun- sófico, y no teniendo más remedio
chos podría haber sido distinto del ción para un sistema físico, el estado que generalizar mucho más de lo que
que fue, sino que "ninguno de los mecánico del sistema en un tiempo sería de desear en una cuestión tan
innumerables encuentros entre series cualquiera se halla completa y única- compleja, nos limitaremos ahora a
causales que se han producido en el mente determinado por el estado me- proponer algunas ideas generales que
curso de la evolución del mundo hasta cánico en algún tiempo inicial arbitra- permitan entender mejor filosófica-
la producción de un determinado rio." Con ello, sin embargo, no se dice mente el vocablo 'determinismo'.
acontecimiento poseía su razón sufi- todavía que hay un sistema determi- Por lo pronto, repetimos que no
ciente en la estructura esencial del nista, sino únicamente una teoría de- debe definirse de un modo demasia-
universo o en una esencia cualquie- terminista acerca de un determinado do precipitado. No es una buena de-
ra". Algunos autores alegan contra la sistema físico. En general, puede afir- finición del determinismo decir que
doctrina determinista radical que con- marse que toda teoría determinista es un universo o un sistema es determi-
funde nociones diversas tales como la afirmación de que hay un conjunto nista cuando "todo está ya dado", o
la necesidad, la causalidad, etc. Se de leyes deterministas que rigen un cuando "todo acontecimiento es una
puede admitir, por ejemplo, lo que sistema en relación con una cierta clase consecuencia necesaria de un aconte-
se ha llamado "el causalismo" sin por (definida) de propiedades. "El cimiento anterior o de una serie de
ello adherirse necesariamente al de- determinismo de la mecánica clásica acontecimientos anteriores" o cuando
terminismo. O se puede rechazar el —escribe Nagel— ( pág. 283 ) se halla "todos los acontecimientos (o esta-
determinismo radical y seguir consi- severamente limitado a un determi- dos) son reducibles a un conjunto de
derándose que todo lo que acontece nismo con respecto a estados mecáni- condiciones iniciales" o "cuando el
tiene lugar según leyes. Según ello, cos." Ello hace que aun una inteli- presente se halla preñado de futuro"
determinismo y legalismo no coinci- gencia infinita como aquella de que o cuando "todos los acontecimientos
dirían exactamente. hablaba Laplace tendría que hacer pueden ser predichos", etc., etc. To-
Muchas de las dificultades que ha más de lo que Laplace propone, esto das y cada una de estas supuestas
ofrecido la doctrina determinista obe- es, tendría que tener en cuenta todas definiciones no solamente se prestan a
decen a un insuficiente análisis de lo las propiedades —y no sólo las me- confusiones numerosas, sino que, ade-
que se entiende por el término 'deter- cánicas— de los cuerpos, y, además, más, terminan por decir muy poco. Es
minismo'. Por lo general, se han da- tendría que admitir que todas las pro- mejor, pues, tratar de definir el deter-
do de este término (como puede piedades son analizables unas en tér- minismo de un modo más riguroso
haberse visto antes) definiciones de- mino de otras. Aun reduciéndonos a —aun adoptando el inevitable len-
masiado generales. Cuando examina- las propiedades de que hablan las guaje generalizador antes anuncia-
mos con mayor detalle y rigor de qué teorías físicas (mecánicas, ópticas, do—, presentando un modelo con-
modo se entiende una doctrina deter- térmicas, electromagnéticas, etc.) y ceptual de un sistema que puede ser
minista dentro de un contexto bien sin hablar de otras propiedades posi- llamado "determinista". Este sistema
especificado, concluimos que es poco bles, se convendrá en que el llamado puede, por lo demás, extenderse, si
razonable hablar sin más de "deter- "ideal de Laplace" no pasa de ser se quiere (aun cuando ello ofrece
minismo" y "antideterminismo" uni- una muy atrevida extrapolación. grandísimas dificultades) al universo
versales y, desde luego, de "determi- Lo dicho anteriormente no signifi- o realidad enteros.
nismo en general". Muchas de las ca, por supuesto, que el determinis- Presuponemos que un sistema es
doctrinas calificadas de deterministas mo sea una doctrina errónea o sin determinista —o, más rigurosamente,
son una extensión a "la realidad" (o sentido; significa únicamente que hay que una teoría sobre un sistema es
a "la Naturaleza") del modo como que andar con sumo cuidado al usar determinista— cuando tal sistema —o
se ha entendido la estructura de la el término 'determinismo'. Por lo lo que se enuncia acerca de él— cum-
mecánica clásica. En esta mecánica pronto, y como ya se indicó, no es le- ple con las condiciones siguientes:
se atiende a ciertas propiedades de gítimo identificar su sentido con el (1) El sistema debe ser "cerrado";
los cuerpos y se formulan una serie de causalismo. Ciertas partes de teo- no puede, en efecto, admitir elemen
de ecuaciones con el fin de establecer ría física que no son consideradas tos o acontecimientos externos en
la dependencia funcional existente deterministas en el mismo sentido en principio al sistema, pero que luego
entre tales propiedades y otras. El que lo es la mecánica clásica —por acaben de algún modo por insertarse
número de propiedades elegidas es ejemplo, la mecánica cuántica— pue- en él y alterar posiblemente sus con
escaso — aun cuando se consideren den seguir siendo consideradas como diciones o su desarrollo.
que son las propiedades fundamenta- "causalistas". Al mismo tiempo, cier- (2) El sistema debe abarcar ele
les. La llamada "mecánica de los tas ecuaciones físicas —como en la mentos, acontecimientos o estados del
puntos-masas" es especialmente ade- termodinámica— no son causales. mismo tipo ontológico — en el caso
cuada para servir de modelo de cier- Tampoco es legítimo identificar el de- del mundo físico, elementos, aconte
tos sistemas físicos donde se cumple terminismo con la posibilidad de pre- cimientos o estados físicos. Por su
rigurosamente la antedicha dependen- dicción. Tocaremos nuevamente este puesto, puede admitirse un reduccio-
cia funcional. Lo que distingue la punto en el artículo consagrado a las nismo según el cual hay solamente un
mecánica clásica como teoría deter- llamadas "relaciones de incertidum- tipo supuestamente privilegiado de
432
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realidad. Pero si se admite este re- ciones no son a su vez únicamente La mayor parte de obras sobre fi-
duccionismo, se carga el problema resultado de observación o de análi- losofía de la ciencia (VÉASE) discuten
del determinismo, ya de suyo comple- sis de teorías. el problema de la naturaleza y for-
jo, con otras insuperables dificultades. mas del determinismo. El libro de
En la época actual se ha discutido Ernest Nagel referido en el texto es
(3) El sistema debe incluir secuen mucho la cuestión de si una teoría The Structure of Science. Problems in
cias temporales de modo que se evite determinista es o no, en último térmi- the Logic of Scientific Explanation,
reducir las tendencias funcionales de no, un límite ideal de un conjunto de 1961 (ver especialmente págs. 277-
que antes hablamos a dependencias leyes estadísticas. Se ha afirmado al 335). Abundante información sobre
del tipo manifestado por los sistemas respecto que mientras la física clásica la cuestión del determinismo se halla
formales deductivos. y, en general, la llamada "macrofísi- en las dos obras de Cassirer, mencio-
(4) El sistema debe poseer un con nadas en la bibliografía del artículo
ca" es, o puede ser, determinista, en acerca de este filósofo, sobre el pro-
junto de condiciones iniciales que, en cambio la microfísica es indeterminis-
el caso de admitir que el sistema ce blema del conocimiento y sobre de-
ta. Nos hemos referido a estos deba- terminismo e indeterminismo en la fí-
rrado es el único existente —es decir, tes en el citado artículo sobre el sica moderna. Tratan asimismo del
es el universo—, no necesita estar él principio de incertidumbre, de Hei- problema del determinismo muchas
mismo determinado. Decir que está senberg. de las obras citadas en las bibliogra-
determinado por razones externas a Los autores que se han opuesto al fías de AZAR, FIN, LIBERTAD, TELEO-
él, es insertar en él otro sistema, lo LOGÍA. Sobre determinismo e indeter-
determinismo desde el punto de vista minismo en historia, véase la parte
que ha sido probado como inacep
table. ético y antropológico-filosófico han correspondiente en la bibliografía de
Las condiciones anteriores pueden subrayado que dentro de una doctri- HISTORIA.
ser consideradas como necesarias y no determinista no cabría el libre al- Mencionaremos aquí ( simplemente
bedrío (v. ). Algunos de los pensado- en orden cronológico) algunas obras
suficientes. Se podrá advertir que la relativas a la cuestión del determinis-
propiedad "ser predecible" —lo que res de orientación existencialista han
criticado (indirectamente) las doctri- mo en general y del determinismo en
significa: poder prever cualquier es- las ciencias naturales, y remitimos a
tado del sistema una vez conocidas nas deterministas afirmando que en la bibliografía de INCERTIDUMBRE
las condiciones iniciales, los elemen- la existencia humana la libertad es (PRINCIPIO DE) para trabajos comple-
tos del sistema, la ley o leyes de de- una condición ontológica necesaria. mentarios, especialmente los relativos
pendencia funcional que ligan tales El humano existir, según estos pensa- a la cuestión en la física contemporá-
dores, no es comparable a ninguna nea; algunos de los trabajos, por lo
elementos, etc.— no está incluida en demás, figuran en ambos lugares:
las anteriores condiciones. Ello pue- de las cosas naturales y, por lo tanto,
de parecer sorprendente, por cuanto no pueden aplicarse al mismo las ca-
algunos autores han identificado de- tegorías aplicables a tales cosas. Con
terminismo y predictabilidad. Sin em- ello los pensadores en cuestión han
bargo, la exclusión es comprensible llegado a la conclusión de que "exis-
si se tiene en cuenta que el término tir" es fundamentalmente "ser libre".
'predicción' puede referirse a estados Hemos tratado estas cuestiones en
de un sistema no determinista. En otros artículos (por ejemplo, EXIS-
TENCIALISMO, LIBERTAD ). Aquí nos
efecto, es posible predecir estadísti-
camente ciertos estados de un sistema limitaremos a poner de relieve que la
que no sea determinista. Las relacio- base de estas concepciones había sido
ya sentada por autores como Fichte
nes de incertidumbre en la física ac- ( VÉASE ) por medio de una decisión
tual no excluyen la predictabilidad; ética (o "ético-existencial"); si se
establecen dentro de qué condiciones prefiere la libertad al determinismo,
ésta se efectúa. Para agregar la pro- hay que "decidirse" por el idealismo
piedad "ser predecible" a las condi- y no por el materialismo.
ciones anteriores sería menester redé- No hemos podido tratar aquí de
finir tal propiedad. muchos de los debates en torno al
Ninguna doctrina determinista es determinismo tratando de probar que
consecuencia solamente de la obser- hay en éste una falacia interna. Ejem-
vación de fenómenos; lo es también, plo de estos debates lo encontramos
y sobre todo, de una serie de condi- en la tesis de Lequier (v. ), según la
ciones previamente establecidas. Es- cual afirmar que todo está determina-
tas condiciones son de carácter "re- do equivale a afirmar que la afirma-
gulativo" en sentido kantiano y no ción está asimismo determinada y,
"constitutivo" ( véase CONSTITUCIÓN por lo tanto, quitarle todo valor de
y CONSTITUTIVO). Son, pues, suscep- afirmación. El motivo de no habernos
tibles de discusión. Las observaciones extendido sobre estas discusiones es
y el análisis de las teorías pueden porque estimamos que casi todas ellas
arrojar mucha luz sobre la aplicabili- se basan en una definición de 'deter-
dad o no aplicabilidad de las condi- minismo' excesivamente amplia y ge-
ciones de referencia, pero estas condi- neral.
433
DEU DEU DEU
in Modem Physics, 1957 (trad. esp.: nín, Perú) y profesó en la Univer- rán (nac. 1909), también filósofo del
Causalidad y azar en la física moder- sidad de San Marcos, de Lima. Par- Derecho (Estudios de filosofía del
na, 1959). — Louis Bonoure, Déter- tiendo de una crítica del intelectua- Derecho, 1929. — El Derecho y el
minisme et finalité, 1957. — M.
Black, B. Blanshard, P. W. Bridg- lismo, en el cual incluyó tanto el arte, 1940); Osear Miró Quesada
man, H. L. A. Hart, C. G. Hempel, aristotelismo como el eclecticismo y (nac. 1884), que se ha destacado en
E. Nagel, P. Weiss et al., Determi- el positivismo, Deústua comenzó de- la filosofía de la ciencia. Entre los
nism and Freedom in the Age of Mo- fendiendo una posición voluntarista pensadores de generaciones más re-
dem Science, 1958, ed. S. Hook. — inspirada originariamente en Krause cientes puede mencionarse a Enrique
Alian M. Munn, Free Will and Deter- y parcialmente en Wundt, y una fi- Barboza (nac. 1903), que se ha ocu-
minism, 1960. losofía de la libertad creadora, que, pado de la fenomenología después de
DEUSSEN (PAUL) (1845-1919) iniciada primeramente en la estética, haber estudiado críticamente el ac-
nac. en Oberdreis (Westerwald), pro- fue completada por la influencia de tualismo italiano (Ensayos de filoso-
fesor desde 1887 en Berlín y desde Bergson en otras disciplinas. Deústua fía actualista, 1931. — Ética, 1936.
1889 en Kiel, fue entusiasta partida- señaló al principio que la libertad — Psicología del artista, 1940) ; Car
rio de Schopenhauer y fundó para su es el principio de toda estética, pero los Cueto Fernandini (nac. 1913),
estudio la Schopenhauer-Gesellschaft. amplió luego esta idea manifestando que ha estudiado el problema de la
El pensamiento de Deussen puede que hay un orden o armonía —que intencionalidad (El naturalismo fren
caracterizarse como un esfuerzo para es libertad estática— y un impulso te a la fenomenología, 1938. — Bal
encontrar el fundamento común de creador — que es libertad dinámica. tasar Gracián y la idea del hombre,
todas las religiones a la luz de la fi- Estas dos libertades se contraponen, 1949); Luis Felipe Alarco (nac.
losofía (schopenhaueriana). Si bien mas en el curso de tal contraposición 1913), interesado por el pensamien
al principio la unión de filosofía y adquiere el primado la libertad di- to de N. Hartmann y por los proble
religión significaba en Deussen la de námica o creadora, de la cual se de- mas ontológicos formales (N. Hart
la citada filosofía con la religión cris- riva todo lo estético. El pensamiento mann y la idea de la metafísica, 1943.
tiana, sus estudios de las filosofías y de Deústua culminó en una filosofía Lecciones de metafísica, 1947. —
las religiones orientales, particular- práctica, en la cual la propia libertad Ensayos de filosofía prima, 1951);
mente de las hindúes, lo llevaron al constituye el fundamento de todos Manuel Arguelles (nac. 1904), que
convencimiento de la identidad fun- los valores, ante todo de los valores se ha interesado por la filosofía de
damental de todas las intuiciones re- morales. Eucken (El neoidealismo en Eucken,
ligiosas. La concepción de Dios como Los escritos y especialmente el 1929) y por la fenomenología y la
entidad que se halla más allá de todo magisterio universitario de Deústua psicología individual de Adler; Fran
lo personal, pero que sigue siendo (y ejercieron una gran influencia en la cisco Miró Quesada (nac. 1819), que
es sobre todo) una realidad viviente evolución filosófica peruana. Todo el ha completado su interés por la feno
se impuso a Deussen como una ver- movimiento filosófico en dicho país menología con un estudio de la lo
dad evidente. Deussen se distinguió le debe, directa o indirectamente, gística y de las corrientes epistemo
por su historia de la filosofía, en la gran parte de su dinamismo. Men- lógicas vigentes en los países anglo
cual subrayó los motivos religiosos y cionaremos algunos pensadores que sajones (Sentido del movimiento fe-
en particular los del pensamiento se han destacado posteriormente: Ma- nomenológico, 1941. — Lógica, 1946.
hindú. riano Ibérico Rodríguez; Honorio — Ensayos: I. Ontología, 1951. —
Obras: Die Elemente der Meta- Delgado ( VÉANSE); Francisco Gar- Lógica jurídica, 1955) ; A. Salazar
physik, 1877. — Das System der Ve- cía Calderón (1883-1953), que ha Bondy, interesado asimismo en la fe
danta, 1883. — Der kategorische Im-
perativ, 1891. — Allgemeine Geschi- trabajado especialmente en el terreno nomenología (Irrealidad e idealidad,
chte der Philosophie, mit besonderer sociológico; Julio Chiriboga (nac. 1958) y autor de un estudio sobre
Berücksichtigung der Religionen, 6 1896), que se ha orientado al co- la filosofía peruana (La filosofía en
vols., 1894-1917 (Historia general de mienzo en el bergsonismo, luego en el Perú, Panorama histórico, s/a.
la filosofía, con especial considera- el neokantismo de la escuela de Ba- [1955]); Walter Peñaloza (nac.
ción de las religiones. Los tres pri- dén y, finalmente, en el realismo de 1920), que se ha ocupado de la his
meros volúmenes están dedicados a la N. Hartmann, reuniendo en torno a toria del conocimiento entre los grie
filosofía india). — J. Böhme, 1897.
— Erinnerungen an F. Nietzsche, él a un grupo de discípulos de la gos (La evolución del conocimiento
1901 (Recuerdos de Nietzsche). — generación filosófica más reciente (F. helénico: Eleatismo-Ylozoísmo, 1946);
Erinnerungen an Indien, 1904 (Re- Miró Quesada, W. Peñaloza, C. Cue- Nelly Festini (nac. 1921): La imagi
cuerdos de la India). — Die Geheim- to Fernandini); José de la Riva nación en la teoría kantiana del co
lehre des Veda, 1907-09 (La doctrina Agüero (1885-1944), que se dedicó nocimiento, 1948); Gustavo Saco
secreta de los Vedas). — Deussen a la filosofía del Derecho dentro del (Pensamiento espontáneo y pensa
tradujo fragmentos de las Upanisad, marco de un voluntarismo idealista miento reflexivo, 1946). Además de
y editó las obras de Schopenhauer,
16 vols., 1911-1942. — Véase R. (Concepto del Derecho: ensayo de fi- los autores citados hay que tener en
Biernatzki, Kant una die höchisten losofía jurídica, 1912), Juan Bautista cuenta los que se han destacado en
Güter der Religion nach P. Deussen, de Lavalle (nac. 1887), influido por la Universidad católica; menciona
1926. Kelsen (La crisis contemporánea de la mos a su vice-rector Víctor Andrés
DEÚSTUA (ALEJANDRO O.) filosofía del Derecho, 1916. — Belaúnde; a Alberto Wagner de Rey-
(1849-1945) nac. en Huancayo (Ju- Filosofía del Derecho y docencia ju- na ( VÉASE ); al P. Luis Lituma (nac.
rídica, 1939); José León Barandia- 1908); Mario Alzamora Valdez (nac.
434
DEV DEV DEV
1909) —estos dos últimos de orienta- toda operación en la cual se produce introduciendo con ello en el pensa-
ción neotomista—; Carlos Rodríguez; cambio. Es cierto que se habría po- miento filosófico un giro que ha sido
Jorge del Busto (La filosofía de O. dido elegir para el mismo propósito considerado a veces como "heterodo-
Spengler, 1942); Gabriel Martínez el término 'cambio'. Pero, como ve- xo"; hay que advertir, sin embargo,
del Solar (La intencionalidad: una remos luego, es mejor usar este tér- que el devenir en Heráclito, si bien
relación entre Brentano y Tomás de mino en un sentido más restringido es un puro fluir, está sometido a una
Aquino, 1944. También se han des- que el que corresponde a 'devenir', ley: la ley de la "medida", que re-
tacado en filosofía varios profesores con el fin de poder distinguirlo del gula el incesante alumbrarse y ex-
de la Universidad de Arequipa, entre término 'movimiento' (VÉASE). El vo- tinguirse de los mundos. Parménides
ellos Antenor Orrego (nac. 1897: El cablo 'devenir' ofrece, por consiguien- y los eleatas (VÉASE ) adoptaron al
monólogo eterno, 1929. — El pueblo te, varias ventajas, de las cuales enu- respecto una posición opuesta a la de
continente, 1939 y César Guardia meraremos dos. Primero, el ser capaz Heráclito. En vista de que la razón
Mayorga (nac. 1906: Léxico filosó- de designar todas las formas del lle- no hace presa en el devenir, decla-
fico, 1941. — Filosofía y ciencia, gar a ser, del ir siendo, del cambiar- raron que la realidad que deviene
1948). se, del acontecer, del pasar, del mo- es puramente aparencial: el ser ver-
Obras: "Las ideas de orden y li- verse, etc. etc. Segundo, el ser sus- dadero es inmóvil: frente al "todo
bertad en la historia del pensamiento ceptible de tomar un sentido más fluye" de Heráclito, los elatas pro-
humano", Revista Universitaria, propiamente filosófico que otros vo- clamaron, pues, el "todo permanece".
Lima, 1917-1922. — Estética gene- cablos, en parte porque su significa- Los pluralistas intentaron hallar un
ral, 1923. — Estética aplicada. Lo
bello en el arte: la arquitectura, 1932. ción resulta más neutral que la de compromiso entre estas dos posicio-
Estética aplicada. Lo bello en el arte: los otros. nes. Algunos —como Empédooles
escultura, pintura, música, 1955. — Como hemos hecho en numerosos y Anaxágoras— admitieron la exis-
"Los sistemas de moral", 1938-1940. artículos de este Diccionario, proce- tencia de varias substancias (en can-
— Bibliografía: Bibliografía de las deremos por lo pronto históricamente. tidad limitada las de Empédocles;
obras del Dr. A. O. Deústua, 1939, Desde este punto de vista podemos en cantidad ilimitada las de Anaxá-
por G. Ariozola Tirado, Hermann decir que el problema del devenir- goras) que no devienen, pero cuyas
Buse de la Guerra, A. Dapelo, M.
Laberthe, M. Lugo, W. Peñaloza. — es uno de los problemas capitales de combinaciones permiten explicar e]
M. Ibérico, "La obra filosófica de la especulación filosófica. Ello se ad- hecho del devenir. En el mismo sen-
Don Alejandro O. Deústua", Letras vierte ya en el pensamiento griego, el tido se desarrolló el atomismo de
(Lima), 1939, págs. 145-60. — F. cual se planteó la cuestión del deve- Demócrito, pero mientras Empédocles
Romero, La filosofía en América, nir en estrecho enlace con la cues- y Anaxágoras entendieron el devenir
1954. tión del ser (v. ). De hecho, dicho en un sentido cualitativo ( devenir es
DEVENIR. El galicismo 'devenir' pensamiento surgió en gran parte co- cambiar de cualidades), Demócrito lo
es ya de uso corriente en la literatura mo un asombro ante el hecho del entendió en un sentido cuantitativo
filosófica en lengua española. Su sig- cambio de las cosas y como la ne- (devenir es desplazamiento de áto-
nificación no es, sin embargo, uní- cesidad de encontrar un principio que mos en sí mismos invariables, sobre
voca. A veces se usa como sinónimo pudiera explicarlo. El devenir como un fondo de no ser o extensión in-
de 'llegar a ser'; a veces se considera tal resultaba inaprehensible para la determinada). Advirtamos al respecto
como el equivalente de 'ir siendo'; a razón; por ello se requería descubrir que esta diferencia entre lo cualitativo
veces se emplea para designar de la existencia de un ser que deviene. y lo cuantitativo en el devenir ha
un modo general el cambiar o el mo- A ello tendieron ya los filósofos jó- resultado fundamental en la filosofía.
verse — los cuales, por lo demás, nicos. Su a)rxh/ ο principio de la reali- Algunos autores inclusive indican que
suelen expresarse por medio del uso dad tenía como uno de sus rasgos el defecto de la filosofía democriteana
de los correspondientes sustantivos:
capitales el ser una entidad que sub- consiste en reducir el devenir como
'cambio' y 'movimiento'. Dentro de
esta multiplicidad de significaciones yace en todo cambio y que explica, devenir cualitativo (que puede
parece haber, con todo, un núcleo junto con el cambio, la multiplicidad llamarse "cambio") al devenir como
significativo invariable en el vocablo de las cosas. Hasta puede decirse que devenir cuantitativo (que puede
'devenir': es el que destaca el pro- los tipos principales de filosofía pre- calificarse de "movimiento"). Otros
ceso del ser o, si se quiere, el ser socrática pueden ser descritos en or- autores rechazan semejante acusación
como proceso. Por eso es habitual den a las correspondientes concep- pues señalan que la idea de Demócrito
contraponer el devenir al ser en un ciones mantenidas por sus represen- de la subjetividad de las cualidades
sentido análogo a como en el voca- tantes sobre el problema del devenir. secundarias permite explicar todo
bulario tradicional se contrapuso el Así, los jónicos buscaron, como indi- devenir en términos de movimiento y
in fieri al esse — donde in fieri expre- camos, lo que permanece dentro de reducir éste a medida cuantitativa. La
sa, en rigor, el hecho de estar ha- lo que deviene, y pensaron hallarlo tendencia general de la filosofía
ciéndose. en una substancia material. Los pi- griega después de Demó-crito, con
Aquí hemos elegido el vocablo 'de- tagóricos hicieron lo propio, pero pen- algunas excepciones (como la de los
venir' porque nos parece sobrema- saron hallar el principio del devenir epicúreos), consiste en subrayar el
nera apropiado para discutir en la y de lo múltiple en una realidad primado del cambio frente al "simple"
forma más general posible las cues- ideal: las relaciones matemáticas. He- movimiento. En parte ello ha sido
tiones fundamentales implicadas en ráclito hizo del propio devenir, del afirmado también por Platón y por
gi/gnesqai, el principio de la realidad, Aristóteles. Sin embar-
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go, la filosofía del devenir de dichos Platón presta mucha mayor atención significaciones. Estos defectos pro-
filósofos es demasiado compleja para al problema del devenir del que po- ceden en buena parte de que los fi-
que pueda insertarse cómodamente dría darlo a entender la simple y lósofos, aunque no han perdido de
dentro de los anteriores esquemas. casi siempre superficial equiparación vista que para que haya devenir se
Es, pues, necesario desarrollar algu- entre el ser y lo inmóvil, y la aparien- necesita algún factor, condición o
nos de sus conceptos, especialmente cia y lo movible. Prueba de ello es elemento, no se han dado cuenta, en
en el caso de Aristóteles, que trató que hay en Platón, particularmente cambio, que se necesita más de un
el problema que nos ocupa con par- en sus últimos diálogos, una preocu- factor. Por este motivo, el problema
ticular detalle. pación constante no solamente para del devenir incluye la cuestión de
La tendencia general de Platón averiguar la relación —o falta de re- las diferentes especies de causa (Cfr.
es hacer del devenir, γίγνεσθαι, una lación— entre el ser verdadero y el Phys., II 3, 194 b 16, 195 a 3; De
propiedad de las cosas en tanto que devenir, sino también un intento de anima, II 4, 415 b, 8-10; Met., Λ 3,
reflejos o copias de las ideas. Tales entender las diversas formas en las 983 a 26-33; Δ 2, 1013 a 24 sigs.).
cosas son justamente llamadas a veces cuales puede darse este último. Así, En efecto, todas las formas de causa
lo engendrado o devenido, γιγνόμενα. por ejemplo, en Phil., 54 C el filósofo son operativas en la producción del
Desde este punto de vista, podemos habla del devenir como destrucción, devenir, lo cual no significa,
decir que en la filosofía de Platón φθορά y génesis, γένεσις. Y en el empero, que haya tantos géneros de
solamente el ser y la inmovilidad Theait., 181 D nos indica que hay devenir como tipos de causalidad.
del ser (o de las ideas) es "verda- dos formas de devenir ( o movimiento, Los géneros del devenir siguen una
deramente real", en tanto que el de- κίνησις): la alteración, a)lloi/wsij, y clasificación distinta. Aristóteles ha
venir pertenece al mundo de lo par- la traslación, φορά (distinción usada dedicado al asunto buen número de
ticipado. Considerada la cuestión des- asimismo en Parm., 138 Β sigs.). Esta páginas de sus obras. Mencionare-
de el ángulo del conocimiento, puede última distinción sobre todo es im- mos aquí los pasajes que nos pare-
decirse que el ser inmóvil es objeto portante, porque vuelve a plantear cen fundamentales. En Cat., 13, 15
del saber en tanto que el ser que la cuestión en los términos ya antes a 14, el Estagirita presenta seis clases
deviene es objeto de la opinión. Mu- indicados del devenir como movi- de devenir (a veces se llama
chos pasajes pueden citarse en apo- miento cualitativo o cambio y el de- "cambio" o "movimiento", pero re-
yo de esta contraposición. Uno de venir como proceso cuantitativo o cordamos al lector el punto de vista
los más iluminadores se encuentra en movimiento. Ahora bien, fue Aristóte- más general y neutral que hemos
Tim., 27 E: "Hay que establecer una les quien dio sobre estas significacio- adoptado al proponer nuestro térmi-
distinción y preguntar: ¿Qué es lo nes las mayores y más influyentes no). Son las siguientes: generación.
que es siempre y jamás deviene, y precisiones. Estudiaremos, pues, sus O génesis, γένεσις; destrucción, φθορά '
qué es lo que siempre deviene y ja- conceptos al respecto con algún de- aumento, au)/chsij; disminución, φθιοίς;
más es?" Sin embargo, sería un error talle. alteración, a)lloi/wsij; y traslación,
simplificar excesivamente el pensa- Aristóteles criticó ante todo las desplazamiento, cambio de lugar, o
miento platónico. El estatismo de la concepciones sobre el devenir pro- movimiento local, fora/ En Phys., III
realidad proclamado por Platón no puestas por los anteriores filósofos 1, 201 a 5-7 el devenir es (1) subs-
le hace olvidar un solo momento que (Cfr. Phy., I y II, passim). Tales con- tancial —posesión y privación (pero
los sólidos argumentos construidos en cepciones pueden reducirse a cuatro: no, observemos, generación y corrup-
su defensa por los eleatas y los pi- (1) La solución eleática, que preten ción o destrucción); (2) cualitativo
tagóricos afrontan no menos poderosos de dar cuenta del devenir negándolo; —como en blanco y negro—; (3)
argumentos propuestos por los fi- (2) La solución pitagórica y platóni cuantitativo —completo e incompleto
lósofos que defienden la movilidad ca, que tiende a separar los entes (aumento y disminución)—; (4) local
de lo real. Por eso a veces Platón que se mueven de las realidades in —· hacia arriba, hacia abajo, o liviano,
concibe el Movimiento y el Reposo móviles para luego —sin lograrlo— pesado (pero no, observemos, hacia
como participando en el ser —ya deducir los primeros de las segundas; la derecha, hacia la izquierda, siem-
que son "géneros supremos del (3) La solución heracliteana (y sofís pre que consideremos el
ser"—, sin que el ser propio sea mo- tica) que proclama que la realidad movimiento local como un
vimiento o reposo (Soph., 247 E sigs.). es devenir, y (4) La solución plu movimiento natural). De hecho, indica
A veces inclusive —como en el mismo ralista, que reduce las distintas for Aristóteles, hay tantos tipos de devenir
citado diálogo— Platón define el ser mas del devenir a una sola, ya sea como hay significados del vocablo
por medio del concepto de la potencia cualitativa (Empédocles, Anaxágoras), 'es'. En Phys., V 224 a 21 sigs. el
o δύναμις, de tal modo que la idea de ya sea cuantitativa (Demócrito). Los devenir es (a) por accidente, (b)
actividad resulta esencial para el defectos de estas concepciones son respecto a otra cosa y (c) en sí
ser. Claro que en otros lugares (Cfr. principalmente dos: (a) el no ad mismo. Si consideramos ahora (c)
Crat., 440 A sigs.) la inmutabilidad vertir que el devenir es un hecho que podemos clasificar al devenir en
parece alcanzar el primado, de tal no puede ser negado o reducido a cuatro clases, que son las que
modo que la interpretación del otros o afirmado como substancia (ol parecen más fundamentales de
platonismo en este punto capital tro- vidando en este caso que el devenir todas: (I) de algo a algo, (II) de
pieza con todo género de dificulta- es devenir de una substancia), y algo a no-algo (III) de no-algo a
des. Pero sea cual fuere la interpre- (b) el no reparar que 'devenir', como algo y (IV) de no-algo a no-algo.
tación adoptada, es indudable que 'ser', es un término que tiene varias (IV) debe ser excluido, pues los tér-
minos que intervienen en él no son
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ni contrarios ni contradictorios, (III) siones que hallamos en su obra y que nir de los entes creados. Se puede,
y (II) son casos de generación y neutralizan las ventajas que ofrece su pues, decir que la escolástica, y en
corrupción (o génesis y destrucción), constante atención por la clasifica- particular la escolástica tomista, pro-
pero como solamente lo que es puede ción y la aclaración de las significa- cura mantenerse a igual distancia en-
devenir, sólo (I) merece figurar co- ciones. Entre estas impresiones sub- tre una filosofía enteramente estati-
mo caso de movimiento. De hecho, rayamos dos. Una afecta al voca- cista y una filosofía completamente
(II) y (III) son formas de (I), y bulario y consiste en que mientras a dinamicista; una y otra son, según
como (I) puede ser concebido o res- veces emplea el vocablo ki/nhsij, en la mencionada tendencia, maneras de
pecto a la cualidad o respecto a la un sentido más general, y el vocablo eludir el problema del efectivo de-
cantidad, solamente quedan el movi- μεταβολή en un sentido más particu- venir.
miento cualitativo (alteración) y el lar, a veces también considera En cambio, en ciertas direcciones
cuantitativo (aumento y disminución). μεταβολή en un sentido más general de la filosofía moderna se ha ten-
A ellos debe agregarse, sin embargo, que ki/nhsij. Otra se refiere a la cues- dido a considerar el propio Devenir
el movimiento local, con lo cual tene- tión del cambio en la substancia. En como el motor de todo movimiento
mos tres sentidos primarios del deve- efecto, a veces el Estagirita dice que y como la única explicación plausible
nir. Puede preguntarse ahora si al- no hay respecto a ella movimiento, de todo cambio. Se ha estimado, en
guno de ellos tiene el primado sobre pero a veces declara que sólo hay efecto, que la ontología tradicional
los otros. La respuesta a esta cues- movimiento respecto a la substancia, —tanto griega como escolástica—
tión es, sin duda, difícil. Por un la- cualidad, cantidad y lugar. Advirta- era excesivamente "estaticista", y que
do, parece que el devenir cualitativo mos que estas imprecisiones no tie- bajo su influencia quedaron sepulta-
tiene el primado si prestamos aten- nen todas la misma gravedad. La pri- dos todos los ensayos para convertir
ción al hecho de que el Estagirita mera es grave, pues el uso ambiguo el devenir en una noción central fi-
parece haberse preocupado sobre to- del vocabulario afecta a todos los aná- losófica. Atisbos de este dinamicismo
do por explicar el sentido ontológico lisis posteriores. La segunda puede los encontramos en algunas filosofías
del cambio, evitando toda reducción resolverse adoptando una de las po- renacentistas, pero en su plena ma-
del mismo al desplazamiento de par- sibilidades: la que consiste en admitir durez se ha revelado solamente dentro
tículas en el espacio. Si así lo hace- el sentido más general de κίνησις y el del pensamiento romántico. Sin
mos, entonces la explicación del de- más estricto de μεταβολή, pues enton- embargo, éste se ha manifestado de
venir estará determinada por la fa- ces se puede decir que en la substan- dos maneras: o como una constante
mosa definición del movimiento co- cia no puede haber κίνησις pero sí, afirmación del primado del devenir,
mo actualización de lo posible qua en cambio, puede haber μεταβολή. o como un intento de "racionalizar"
posible (Phys., III, 1, 201 a 9), una Los escolásticos de tendencia aris- el devenir de alguna manera. Ejem-
definición que requiere, para ser de- totélica procedieron a refinar y a acla- plo eminente de esta última posición
bidamente entendida, un análisis de rar los anteriores conceptos. Así, San- lo hallamos en Hegel, para quien el
las nociones de acto y potencia (VÉAN- to Tomás señalaba que el cambio es devenir (Werden) representa la su-
SE ), pues el devenir o cambio con- la actualización de la potencia en tan- peración del puro ser y de la pura
siste últimamente en el paso de lo to que potencia, y por eso hay deve- nada, los cuales son, en último tér-
posible a lo actual. Por otro lado, es nir cuando una causa eficiente lleva, mino, idénticos. "La verdad —escribe
posible considerar que el sentido pri- por así decirlo, la potencia a la ac- Hegel— no es ni el ser ni la nada,
mario del devenir es la traslación o tualidad, y otorga al ser su perfec- sino el hecho de que el ser se
movimiento local: la más alta forma ción entitativa. El sujeto no cambia convierta o, mejor, se haya conver-
del cambiar, aparte el Primer Mo- así por un mero desarrollo de algo tido en nada y viceversa. Pero la
tor, que mueve sin ser movido, es el que tenía implícito, ni tampoco por verdad no es tampoco su indisceni-
movimiento circular; solamente mu- la aparición ex nihilo de una cuali- bilidad, sino el hecho de que no
cho más abajo, en el reino sublunar, dad, sino por la acción de una causa sean lo misino, de que sean absolu-
se da el devenir cualitativo y luego que, si se quiere, se "interioriza" en tamente distintos, pero a la vez se-
el ciclo de la generación y la corrup- el ser. De ahí que el acto y la po- parados y separables, desapareciendo
ción, cada uno de los cuales, como tencia en tanto que factores del de- cada uno en su contrario. Su verdad
indica Bergson, no son sino reflejos venir no sean propiamente seres o es, de consiguiente, este movimiento
del primitivo perfecto movimiento principios constitutivos, sino, como del inmediato desaparecer de uno en
circular original. No podemos exten- dicen los escolásticos (por lo menos el otro: el devenir, un movimiento
dernos debidamente sobre este punto. los tomistas), realidades complemen- en el cual ambos términos son distin-
Digamos sólo que algunas de las tarias. Con ello se niega que el acto tos, pero con una suerte de diferen-
mayores dificultades que ofrece la sea el elemento dinámico del ser y cia que, a su vez, se ha disuelto in-
doctrina aristotélica del devenir se de- la potencia el elemento estático, pero mediatamente" (Logik, ed. G. Las-
ben no solamente al anterior proble- también que el acto sea el elemento son, I, pág. 67). Hegel precisa, ade-
ma (pues, en último término, podría estático del ser —el ser "ya cum- más, que este devenir "no es la unidad
solucionarse advirtiendo que en unos plido"— y la potencia el elemento hecha por abstracción del ser y de
casos el Estagirita trata del devenir dinámico — el ser "en vías de rea- la nada, sino que, como unidad del
como cuestión física y en otros casos lizarse". Acto y potencia son igual- ser y de la nada, es esta unidad
lo dilucida como cuestión metafísi- mente necesarios para que el devenir determinada, es decir, algo en lo cual
ca), sino también a algunas impreci- tenga lugar — por lo menos el deve- se hallan tanto nada como ser."
437
DEV DEW
En el curso del siglo xx han irrum- desarrollados por las ciencias sociales
pido diversas filosofías para las cua- y que permita resolver al mismo
les el devenir es una realidad pri- tiempo las situaciones derivadas de
maria — o, si se quiere, para las tales problemas. La insistencia en la
cuales el ser existe solamente en la experiencia sólo adquiere sentido a
medida en que deviene. En algunos partir de estas bases. Pues la expe-
casos se ha llegado a concebir el ser riencia no es para Dewey lo mera-
como una inmovilización del devenir. mente experimentado por un sujeto
Ejemplo de ello lo encontramos en y menos lo que éste experimenta con
Bergson y el bergsonismo (VÉANSE). el fin de adquirir un saber, sino el
En otros casos, se ha opuesto el de- resultado de una relación que para
venir (concebido como idéntico a la el sujeto tiene como término a la vez
vida) al ser —o, mejor, a "lo deve- opuesto y complementario el objeto
nido"— (estimado como idéntico a la y el medio, pero que puede ser con-
muerte). Ejemplo de ello lo hallamos cebida en su mayor generalidad como
en Spengler, para el cual lo deveni- relación entre objetos, como su for-
do es lo que se halla impregnado de ma propia de mantener una conexión.
extensión y "se encarna en el número El punto de vista "biológico" de
matemático", en tanto que el devenir
DEWEY (JOHN) (1859-1952) Dewey no es, según esto, más que
es lo orgánico, lo que posee
dirección, irreversibilidad e historia. nac. en Burlington (Vermont), ha pro- una consecuencia de su amplia no-
En otros casos, finalmente, se ha con- fesado en Michigan (1884-88), Min- ción de la experiencia, noción amplia
siderado que hay dos especies de de- nesota (1888-89), Michigan (1889- en el sentido de su comprensión,
venir: el devenir físico —que, por 94), Chicago (1894-1904) y Colum- pero no en el sentido de que cons-
la imposibilidad de conservar el pa- bia University (New York). Influido tituya el objeto de un absoluto. De
sado, se reduce a un continuo naci- en parte por el idealismo alemán, par- ahí el método empírico o "denotati-
miento y anonadamiento del ser—, ticularmente por el hegelianismo vo" que Dewey utiliza o, si se quiere,
y el devenir espiritual — el cual per- —que representa para Dewey la "otra el método empírico que debería usar
manece sin ser idéntico. Ejemplo de cara", la sistemática y unificadora, de si se atuviera siempre a sus propios
esta última concepción es la de Al- su pensamiento, orientado sobre todo postulados. Pues, como se ha hecho
berto Rouges ( VÉASE). Frecuente en hacia la movilidad de la experiencia, observar con frecuencia, Dewey es
todas estas concepciones es la afirma- y que le ha incitado a superar las "técnicamente" un filósofo empirista,
ción de un primado del devenir y divisiones de lo real subyacente en aun cuando, de hecho, el curso de
hasta la reducción de todo ser a de- la herencia de la cultura de la Nueva sus razonamientos esté edificado mu-
venir, lo cual equivale en la mayor Inglaterra—, la filosofía de James y chas veces al hilo de una dialéctica.
parte de los casos a un intento de la necesidad de otros métodos y En todo caso, la filosofía por él pos-
explicar el movimiento por el creci- vías para la realización de sus tulada es una filosofía que renuncia
miento, lo mecánico por lo orgánico propósitos de reforma y "recons- a todo absoluto, que procura averi-
y, en último término, lo físico por lo trucción" le inscribieron muy pronto guar en cada proceso la múltiple tra-
espiritual. en la "nueva filosofía" — una filosofía ma de relaciones entre los medios y
Véase también DIALÉCTICA. que, a su entender, se distingue de los fines de que está compuesto,
la tradicional no sólo por considerar y que no se limita a considerar el
como realidad central la experiencia, instrumentalismo pragmatista como
sino también y muy especialmente por simple método, como aún pretendía
el giro distinto que da a esta misma James. Sólo dentro de este marco es
experiencia (VÉASE). El propio Dewey, posible entonces comprender lo que
por lo demás, ha expuesto en una breve Dewey entiende por naturalismo (v.).
autobiografía intelectual los "motivos" El propio filósofo ha calificado, en
capitales que han conformado u efecto, a su pensamiento de "natu-
orientado su pensamiento. En primer ralismo empírico", de "empirismo na-
lugar, la importancia otorgada a la turalista". Mas "Naturaleza" no es
teoría y práctica de la educación. En simplemente aquí un conjunto de co-
segundo término, el deseo de superar sas regidas mecánicamente; es histo-
el dualismo entre "ciencia" y "moral" ria, acontecimiento y drama. Por eso,
por medio de una lógica que sea un y sólo por eso, el pragmatismo no es
"método de investigación efectiva" y sólo un método, sino una filosofía,
que no rompa la continuidad de las es decir, una manera de acercarse a
diversas regiones de la experiencia. una realidad que se supone infinita-
En tercer lugar, la mentada influencia mente múltiple. Por todas partes tien-
de James. Finalmente, la intuición de de Dewey a lo concreto, pero ello no
la necesidad de una integración del sólo en virtud de un postulado filo-
pensar que comprenda los problemas sófico, sino como resultado de una
crítica de la cultura moderna, cuyo
438
DEW DEW
parcial intelectualismo quiere Dewey gicas, no desmiente la concepción
corregir en todas sus dimensiones, pragmática e instrumentalista en tor-
particularmente en las educativas y no a la cual gira su teoría del pensar,
sociales. Su teoría del pensamiento, pero la hace aun más vinculada a
su pragmatismo y su instrumentalis- ciertas corrientes del existencialismo
mo no tienen, en última instancia, metafísico y a todos los esfuerzos
otro propósito. Dewey parte del re- últimos para lograr una unidad de la
conocimiento de que el hombre se razón con la vida. Pues esto es lo
siente inseguro en el mundo y busca único que puede terminar con aquel
algo permanente y estable. Semejante divorcio de la teoría y la práctica tan
permanencia le es dada en el curso característico de la filosofía clásica
de la historia de múltiples formas: y del intelectualismo moderno, lo que
por ritos mediante los cuales cree puede conducir a una vida armónica
propiciarse las fuerzas de la Natura- que es para Dewey el ideal último
leza, por las artes con que domina a de la educación.
esta misma Naturaleza. Mas también
por los objetos tradicionales del saber
y de la filosofía, por esa actividad
filosófica que busca lo inmóvil tras
la contingencia y el cambio. Pero la
filosofía ha olvidado que el pensa-
miento no funciona meramente con
vistas a un saber, sino con vistas a
un "dominio". Pues, en general, todo
conocimiento es un instrumento for-
jado por la vida para su adaptación
al medio, y por eso el pensar no
comienza, como creía el racionalismo
clásico, con premisas, sino con difi-
cultades. Lo que el pensar busca no
es una certidumbre intelectual, sino
una hipótesis que se haga verdadera
mediante el resultado y la sanción
pragmática. La noción de verdad (v.),
tan próxima a la de James, es con-
secuencia de la sustitución del con-
ceptualismo del conocer por un fun-
cionalismo y un operacionismo del
pensar. El pensamiento funciona entre
dificultades que acongojan al hom-
bre, pero más bien que relativizar el
pensar, el instrumentalismo de Dewey
pretende justificarlo de un modo
concreto y no por cualquier absoluto
trasmundano. Por eso el pensamiento
y la teoría son elementos inmanen-
tes a la vida humana, "programas"
que el hombre forja para responder
a situaciones futuras. La orientación
hacia el futuro, tan vigorosa en De-
wey, no queda, empero, limitada a
DHARMA. La idea del dharma es
la ciencia y a la filosofía: ella im-
casi omnipresente en el pensamiento
pregna todo el esfuerzo social y edu-
hindú y se ha extendido asimismo en
cativo de este pensador y es como el
gran parte de la filosofía india ( VÉA-
norte hacia el cual se dirigen todos
SE ). Su sentido parece en principio
sus pensamientos. Mas la busca de lo
harto vago: se trata de un orden.
concreto ha conducido a Dewey en
Este orden puede ser determinado
los últimos tiempos a una reanuda-
por una divinidad o bien ser de na-
ción de su primitiva influencia hege-
turaleza cósmica e impersonal. Puede
liana: su inclinación hacia la metafí-
también referirse al gobierno del uni-
sica, que se hace tan patente en los
verso, o al conjunto de las leyes por
trabajos últimos sobre cuestiones ló-
las cuales se rige la sociedad, o al
DIA DIA DIA
mundo individual y personal. En lo doctrinas de los diádocos y su suce- tículos: Polivalente, Tablas de Ver-
que toca al individuo, el dharma (a sión cronológica como un método dad ( VÉANSE ), que aunque no son
veces traducido por 'virtud') no se adecuado de exposición de la historia propiamente diagramas, constituyen
limita a la vida terrenal: constituye de la filosofía. Tal método fue otro ejemplo del uso en filosofía de
el "hilo" (el "mérito religioso") que fomentado por el peripatético Soción las representaciones gráficas. En el
liga esta vida con la vida futura y, de Alejandría, que redactó unos Diá- artículo presente señalaremos algu-
en último término, el orden o cami- docos (o Sucesiones) de los filósofos, nos de los diagramas usados en ló-
no recto y justo que permite pasar Διαδοχαί φιλοσόφων, en las primeras gica a partir de fines de la Antigüe-
de la una a la otra. El dharma no es décadas del siglo π antes de J. C. dad, con excepción de los diagramas
conocido por la experiencia comen- Fue seguido por varios autores, entre de Venn a los cuales dedicamos un
te; es accesible solamente a una ex- los cuales mencionamos a Heráclides artículo especial (véase VENN, [DIA-
periencia superior. En cierto modo, Lembos, de mediados del siglo π GRAMAS DE] ). Para la historia de los
es como una voz que indica la voca- antes de J. C.; al peripatético Antís- diagramas aquí descritos partimos
ción (el orden propio) de cada ser tenes de Rodas, de la misma época, de la información proporcionada en
y del universo en conjunto. autor de una recopilación con el mis- el libro de John Venn, Symbolic Lo-
El concepto de dharma desempeña mo título que la de Soción; al estoico gic (2a ed., 1894; Cap. XX, Notas
un papel fundamental en el budis- Jasón de Rodas, de las últimas déca- históricas, II) y la completamos con
mo. Una de las colecciones de escri- das del siglo II antes de J. C., que datos extraídos de otros autores. Siem-
turas básicas del primitivo budismo escribió unos Filoso/fwn diadoxai/; al pre que ha sido posible, hemos com-
recibe el nombre de Dharma. Dhar- epicúreo Filodemo de Gadara; a So- probado las informaciones dadas re-
ma suele traducirse entonces por sicrates, Nicias de Nicea, ambos de la curriendo a los textos originales. Los
'doctrina', (o 'verdad', 'doctrina ver- misma época del anterior; a Hipobo- diagramas presentados responden den-
dadera") pero hay que tener presente to, de fecha incierta, autor de una tro de lo posible a la definición de
que no se trata de una serie de pro- obra titulada Tw=n filoso/fwn diagrama lógico dada en el libro de
posiciones, sino de indicaciones, es a)nagrafh/ a Diocles de Magnesia, Martin Gardner, Logic Machines and
decir, de "vías" (como las "cuatro del siglo I antes de J. C., autor de una Diagrams, 1958, pág. 28: "El diagra-
verdades sagradas"). Por eso dice E. )Epidro-mh\ filoso/fwn y a Alejandro ma lógico es una figura geométrica bi-
Conze que "el dharma no es real- Polihístor, de la misma época. dimensional que muestra relaciones es-
mente un dogma, sino esencialmente Método parecido al de la histo- paciales isomórficas con la estructura
un sendero" (Buddhism, s/f. [1951], riografía por diádocos es el seguido de un enunciado lógico. Estas relacio-
pág. 64). Este camino es también un por Diógenes Laercio en sus famosas nes espaciales son usualmente de ca-
orden y a la vez una ley — o, mejor, Vidas de los filósofos. De hecho, hay rácter topológico, lo cual no es sor-
una serie de órdenes y de leyes que grandes semejanzas en la presenta- prendente en vista del hecho de que
parecen expresarse doctrinalmente, ción de las escuelas en Diógenes las relaciones lógicas son las relacio-
pero que no tienen origen doctrinal Laercio y en Soción. Los dos, por nes primitivas subyacentes en todo
ni siquiera humano, sino intemporal ejemplo, toman como base la clasifi- razonamiento deductivo, y de que las
e impersonal. cación de las escuelas filosóficas en propiedades topológicas son, en cier-
Sobre la concepción budista del las llamadas serie de los jónicos ( VÉA- to sentido, las propiedades más fun-
dharma: Th. Stcherbatsky, The Cen- SE ) y serie de los itálicos (v. ). damentales de las estructuras espa-
tral Conception of Buddhism and the El término 'diádoco' puede ser ciales. Los diagramas lógicos se
Meaning of the Word 'Dharma', 1923. considerado como equivalente al tér- hallan con respecto a las álgebras ló-
— H. Willman-Grabowska, "Évolu- mino 'escolarca'. Sin embargo, esta- gicas en al misma relación en que los
tion sémantique du mot 'dharma' ", blecemos una diferencia: mientras gráficos de curvas se hallan con res-
Rocznik Orientalistyczny, X (1934), los diádocos son los sucesores, los es- pecto a sus fórmulas alfébricas; se
38-50. — H. von Glasenapp, "Zur trata simplemente de otros modos de
Geschichte der buddhistischen Dhar- colarcas incluyen también los fun-
matheorie", Zeitschrift der deutschen dadores de las escuelas. Por este mo- simbolizar la misma estructura bá-
morgenländischen Gesellschaft, XCII tivo hemos reservado para el artículo sica."
(1938), 383-420. — Id., id., "Der Escolarca (v.) las diversas sucesio- Los diagramas que representan el
Ursprung der buddhistischen Dhar- nes de las principales escuelas filo- árbol de Porfirio y la oposición de
matheorie", Wiener Zeitschrift für sóficas griegas llamadas atenienses. las proposiciones son muy antiguos.
die Kunde des Morgenlandes, XLVI DIAGRAMAS. El uso de diagra- Lo mismo ocurre con el diagrama
(1939), 242-66. que se destinaba a ayudar al descu-
mas en filosofía ha sido menos fre-
DIADOCO. En la historiografía fi- brimiento de los términos medios co-
losófica antigua se llama diádoco cuente que en las ciencias. Pero no
es inexistente: especialmente en la nocido con el nombre de Pons Asi-
al jefe de una escuela filosófica que norum (VÉASE). Según Venn, hay una
sucede a otro diádoco o que viene lógica se han usado diagramas ya
forma de este diagrama en el Com-
inmediatamente después del fundador desde antiguo. En este Diccionario
pendium ( 1680) de Sanderson y otra,
de la escuela. Como (especialmente se han empleado algunos, tales como anterior pero más completa, en el Co-
después de Sócrates) gran parte de los contenidos en los artículos Árbol mentario a Porfirio de Pedro Tarta-
las actividades filosóficas se desarro- de Porfirio, Clase, Conectiva y Opo- reto (1581). De mucha antigüedad
llaron en el seno de las escuelas, llegó sición (VÉANSE). A ellos deben agre- son las figuras en las cuales se re-
a considerarse la descripción de las garse las tablas usadas en otros ar-
440
DIA DIA DIA
indica que todo α puede estar conte- hay una especie de acuerdo en el des- de los argumentos aducidos por Só-
nido en b cuando es más pequeño, acuerdo —sin lo cual no habría diá- crates en los diálogos platónicos son
pero no cuando es mayor. logo—, pero también una especie de de la última forma. Se dice que estos
Además de las obras mencionadas sucesivos cambios de posiciones indu- argumentos son "dialécticos", en cuyo
en el texto, véase Charles K. Daven- cidos por cada una de las posiciones caso parece que la famosa dialéctica
port, "The Role of Graplhical Methods platónica, o socrático-platónica, sea
in the History of Logic", en Hugo "contrarías".
Dingler Gedenkbuch zum 75. Geburt- Ahora bien, este sentido "dialógi- únicamente un tipo de argumento al-
stag, 1956 [es rev. de un trabajo an- co" de 'dialéctica', bien que primario, go más "laxo" que los argumentos
teriormente publicado en Methodos] no es suficiente: no todo diálogo es aducidos por Parménides — o por Ze-
(trad. esp.: El papel de los métodos necesariamente dialéctico. En un sen- nón de Elea. Pero resulta que lo
gráficos en la historia de la lógica, tido más "técnico" la dialéctica se que tenemos en Platón no es simple-
1957 [Suplementos del Seminario de entendió como un tipo de argumento mente una forma menos rigurosa o
Problemas científicos y filosóficos, similar al argumento llamado "reduc- formal de dialéctica, sino una forma
Univ. de México, Serie II, 3]). ción al absurdo" ( VÉASE ), pero no más completa, y en gran parte distin-
DIALÉCTICA. En su artículo "Le idéntico al mismo. En este caso, sigue ta, de dialéctica.
mythe de la raison dialectique" (Re- habiendo en la dialéctica un diale/g- En rigor, tenemos en Platón dos
vue de Métaphysique et de Morale, eqai, pero no tiene lugar necesaria- formas de dialéctica. Se ha observado
Año LXVI [1961], 1-34) Raymond mente entre dos interlocutores, sino, a menudo (Cfr., por ejemplo, J. A.
Ruyer ha observado que el término por así decirlo, "dentro del mismo Nuño Montes en op. cit. en la biblio-
'dialéctica' no suele (o no suele ya) argumento". El modelo del argumento grafía) que mientras en ciertos diálo-
designar nada muy preciso. En efec- "dialéctico" entonces puede esque- gos (el Fedón, el Fedro, en parte la
to, se llama, o ha llamado "dialécti- matizarse del modo siguiente: República) Platón presenta la dialéc-
ca", a muy diversas cosas: incompa- tica como un método de ascenso de lo
tibilidad entre dos sistemas, oscilacio- P,
sensible a lo inteligible, en algunos
nes en la realidad, etc. Se han llamado donde 'p' simboliza una proposición
de los llamados "diálogos últimos"
"principios dialécticos" a cualesquiera cualquiera
(como el Parménides y en particular
principios: oposiciones, reacciones, ne- Por tanto, q, r, s, el Sofista y el Filebo) la presenta co-
gaciones de negaciones, etc. En vista Pero no q, r, s. mo un método de deducción racional
de ello, Ruyer propone dar un signi- Por tanto, no p. de las Formas. Como método de as-
ficado no ambiguo a 'dialéctica'. Es censo a lo inteligible, la dialéctica se
el que consiste en un modo de dar Debe observarse que 'p' es a veces,
y con frecuencia, una proposición vale de operaciones tales como la
razón del devenir escapando a los di-
lemas planteados por la razón no dia- condicional ( simbolizable, pues, 'si p, "división" y la "composición" (Phaed.,
léctica cuando ésta se propone enten- entonces p 1, de modo que la nega- 265 A - 266 B), las cuales no son dos
der el devenir, y en particular el ción del consecuente conduce a una distintas operaciones, sino dos aspec-
devenir histórico. negación ( o "refutación" ) del ante- tos de la misma operación. La dia-
Por desgracia, aunque el sentido cedente. léctica permite entonces pasar de la
que da Ruyer a 'dialéctica' puede no En este sentido más preciso el "arte multiplicidad a la unidad y mostrar a
ser ambiguo, no es tampoco comple- dialéctico" fue usado por Parméni-des ésta como fundamento de aquélla.
to: es uno de los muchos posibles para probar que, como consecuencia Como método de deducción racional,
sentidos de 'dialéctica', y, más espe- de "Lo que es, es" y "Lo que no es, en cambio, la dialéctica permite dis-
cíficamente, uno de los sentidos con- no es" cuando sea (o es) no criminar las Ideas entre sí y no con-
temporáneos. En el presente artículo, cambia, pues si cambiara se converti- fundirlas. Claro está que ello no tiene
y por la naturaleza de esta obra, no ría en "otro", pero no hay "otro", lugar sin muchas dificultades, leal-
podemos limitarnos a un solo signifi- excepto "el que es". La usó también mente reconocidas por Platón, espe-
cado de 'dialéctica'; tenemos que des- para probar que lo que es, es uno, cialmente en la perplejidad que mues-
plegar todos los significados posibles pues si fuera, por ejemplo, dos, habría tra el "ejercicio dialéctico" del
tal como se han dado en el curso de una separación entre ambos, y esta se- Parménides. En efecto, una vez discri-
la historia de la filosofía. paración no es una realidad, sino un minadas las Ideas (Soph., 253 D) se
"no ser", etc., etc. Como puede verse, trata de saber cómo pueden combi-
Por lo pronto, el término "dialéc- este tipo de argumento consiste en
tica", y más propiamente la expresión narse. Si todas las Ideas fueran com-
suponer lo que ocurriría si una pro-
'arte dialéctico', dialektikh\ texnh , es- posición dada, declarada verdadera,
pletamente heterogéneas unas a otras,
tuvo en estrecha relación con el voca- no habría problema. Pero tampoco
fuese negada. habría ciencia. Si todas las ideas se
blo 'diálogo' (VÉASE): "arte dialéctico" Este sentido de 'dialéctica' es for-
puede definirse primariamente como redujeran a una sola Idea —a la Idea
mal, es decir, se basa en un modelo
"arte del diálogo". Como en el diálo- formal de argumentación acerca de del Ser o de lo Uno— no habría tam-
go hay (por lo menos) dos logoi que proposiciones. Pero decir 'no p' no poco problema. Pero no podría decirse
se contraponen entre sí, en la dialéc- quiere decir necesariamente que no p de lo que es más que lo que dijo ya
tica hay asimismo dos logoi, dos "ra- es contradictorio con p. Puede muy Parménides: que "es". La cuestión
zones" o "posiciones" entre las cuales es, pues, cómo la dialéctica hace po-
bien ocurrir que no p sea falso (o
se establece precisamente un diálogo, sible una ciencia de los principios fun-
que no sea falso, en cuyo caso no p
es decir, una confrontación en la cual dada en la idea de la unidad. Una
será verdadero). Ahora bien, muchos
de las soluciones más obvias consiste
444
DIA DIA DIA
en establecer una jerarquía de Ideas dia la dialéctica fue objeto de muy tituló De arte dialéctica el Libro III
y de principios, de la que la doctrina variadas sentencias. Por un lado llegó de su obra De nuptiis Philologiae et
de los supremum rerum genera cons- a formar, con la gra mática y la Mercurii, y por Boecio, quien tituló
tituye un ingrediente esencial. Aquí retórica, el Trivium de las artes De dialéctica el Capítulo III de su
nos hallamos lejos ya de la idea de la liberales. Como tal era una de las obra De artibus ac disciplinis libera-
dialéctica como "impulsada por el artes sermocinales, es decir, una de lium litterarum. El Ars disserendi, de
Eros" (Phaed., 250 A et al). La dia- las artes que se refieren al método Adán de Balsham (Adam Balsamien-
léctica parece haberse convertido en y no a la realidad. Por otro lado cons- sis "Parvipontanus" ), en el siglo XII,
la ciencia de la realidad como tal. tituyó (por ejemplo, en el Didasca- es llamado asimismo Dialéctica (Dia-
En todo caso, la dialéctica no es lion, de Hugo de San Victor) una léctica Alexandri). Aunque el propio
nunca en Platón ni una mera disputa de las partes de la llamada lógica autor no usó los términos dialéctica o
ni un sistema de razonamiento formal. dissertiva, la que se propone elaborar dialecticus, ello se debe probablemente
Por eso, a pesar de las dificultades la demostración probatoria (véase a que rehuía emplear vocablos
que ofrece la dialéctica, Platón la en- CIENCIAS [CLASIFICACIÓN DE LAS ]). griegos cuando podía hallar expresio-
salza de continuo, hasta el punto de Finalmente, constituyó el modo pro- nes latinas que se les aproximasen o
hacer de ella el objeto del supremo pio de acceso intelectual a lo que los sustituyesen ( Cfr. L. Minio-Palue-
entrenamiento del filósofo (Rep., VI, podía ser conocido del reino de las llo, ed. del Ars disserendi en Twelfth
511 B). En cambio, Aristóteles con- cosas creíbles, de los credibilia. Así, Century Logic. Texts and Studies, 1
trasta la dialéctica con la demostra- unos entendieron por dialéctica no [1956], pág. xxiii; del mismo autor:
ción, por las mismas razones por las sólo el modo de azuzar la mente, sino "The 'Ars Disserendi' of Adam of
cuales contrasta la inducción con el la manera de a falsis vera discernere. Balsham 'Parvipontanus'", Medioeval
silogismo. La dialéctica es para Aris- La interpretación del ejercicio dialéc- and Renaissance Studies, III [1954],
tóteles una forma no demostrativa de tico como una logomaquia, y la in- 116-69). Pero el contenido del texto
conocimiento: es una apariencia de sistencia en la dialéctica por parte de es "dialéctico" en el sentido de Ca-
filosofía", pero no la filosofía misma. algunos disputadores (Anselmo de Be- pella y Boecio. Se trata en él de las
De ahí que Aristóteles tienda a consi- sata, Berengario de Tours) dio ori- formas de disscrtatio y de los dicendi
derar en un mismo nivel disputa, pro- gen, sin embargo, a una fuerte reac- genera (naturaleza de los enunciados,
babilidad y dialéctica. La dialéctica, ción antidialéctica por parte de quie- formas de éstos, lo que designan, las
dice Aristóteles, es disputa y no cien- nes, como San Pedro Damián, veían "designaciones sofísticas", etc. ). Una
cia; probabilidad y no certidumbre; en el uso de la dialéctica el desco- parte de la lógica de Abelardo es lla-
"inducción" y no propiamente "demos- nocimiento de la omnipotencia divina. mada asimismo Dialectica. Y si en los
tración". Y hasta sucede que la dialéc- La discusión sobre el papel de la siglos XIII y XIV el nombre Lógica fue
tica es tomada por Aristóteles en un dialéctica fue asimismo viva en la usado de nuevo con frecuencia para
sentido peyorativo, no solamente como época de Abelardo, el cual quedó si- designar aproximadamente el mismo
un saber de lo meramente probable, tuado entre los dialécticos extremos y contenido de la anterior "Dialéctica"
sino como un "saber" (que es, por su- los extremos antidialécticos al convertir (así, en la pseudo-aquiniana Sumiría
puesto, un "pseudo-saber" ) de lo apa- la dialéctica en método crítico de la totius logicae Aristotelis; en las Sum-
rente tomado como real. De ahí que escolástica. Ulteriormente la dialéctica mulae logicales, de Pedro Hispano;
Aristóteles llegue a llamar "dialéctico" adquirió de nuevo un sentido en la Summa totius logicae, de Gui-
al silogismo "erístico", en el cual las peyorativo, al hilo de la comparación llermo de Occam), en el siglo XVI,
premisas no son ni siquiera probables, de la dialéctica con la sofística, pero volvió a predominar —entre los que
sino que solamente parecen probables. ya en el siglo XIII se tendió a seguían las orientaciones "clásicas" y
El sentido positivo de la dialéctica establecer una distinción entre ellas. rechazaban, por consiguiente, las crí-
resurgió, en cambio, con el neopla- Santo Tomás, por ejemplo, admitió la ticas escépticas renacentistas— el tér-
tonismo, que entendió por ella el definición aristotélica, pero estimó al mino 'dialéctica'. Heinrich Scholz
modo de ascenso a realidades supe- mismo tiempo la dialéctica como una (Geschichte der Logik, 1931, pág. 8)
riores, al mundo inteligible. Particu- parte justificada de la lógica. De enumera una serie de obras publicadas
larmente el sistema de Proclo utilizó hecho, la dialéctica se fue convirtiendo en dicho siglo donde tal nombre apa-
como método universal la dialéctica más y más en lógica simpliciter. En el rece: las tres ediciones de los escritos
en la forma platónica. La dialéctica, Renacimiento, en cambio, fue lógicos de Melanchton ( VÉASE) —
dice Plotino, es una parte de la filoso- frecuente el rechazo de la dialéctica, Compendiaría dialectices ratio, 1520;
fía y no un mero instrumento de ella. interpretada en muchas ocasiones Dialectices libri quattuor, 1528; Ero-
También entre los estoicos la dialéc- como designando el contenido formal temata dialectices, 1547—; la obra de
tica era un modo "positivo" de co- de la lógica aristotélica. La anterior Petrus Ramus ( VÉASE) (Pierre de la
nocimiento; según Diógenes Laercio exposición de las concepciones de la Ramee) —Dialecticae Partitiones,
(VII, 43), la dialéctica en los estoicos dialéctica y juicios sobre ella desde 1543; Institutiones dialecticae, 1547;
se divide en "temas del discurso" y sus orígenes hasta los comienzos de Scholae dialecticae, 1548; Dialectique,
"lenguaje", siendo necesario defender la época moderna es confirmada por 1553—; las Institutiones dialec-
esta "dialéctica" contra los ataques los varios usos del término 'dialéctica'. ticarum libri octo, 1564, de Pedro
de los escépticos (Cfr. Epicteto, Dis- El nombre mismo fue transmitido a los Fonseca (VÉASE). Agreguemos a esta
cursos, I, vii, viii, xvii, y especial- filósofos medievales por Marciano lista la Dialectica Resolutio cum textu
mente II, xx, xxv ). En la Edad Me- Capella, quien Aristotelis de Fray Alonso de la Vera
445
DIA DIA DIA
Cruz, publicada en México en 1554. considera este método como la única racional." Pero no sólo esto. Lo más
Sólo en el siglo XVII volvió a predo- posibilidad de conducir a una iden- importante es que "estos tres aspectos
minar el uso del término 'lógica' por tificación del pensar con el ser ver- no constituyen tres partes de la Lógi-
la mayor parte de los autores (discí- dadero. "La dialéctica contiene los ca, sino que son momentos de todo lo
pulos centro-europeos de Suárez; principios del filosofar" (Dialektik, lógico-real" (Enzyklopädie, § 79). Así
Leibniz y filósofos influidos por él; ed. L. Jonas, 1839, § 3). De ahí lo que tiene realidad dialéctica es lo
ocasionalistas; autores de Port-Royal; que la dialéctica sea un camino, que tiene la posibilidad de no ser
lógicos y matemáticos diversos, etc.). pero un camino que se diversifica, se- abstracto. La dialéctica es, en suma,
Es comente, por lo demás, en varios gún los objetos de que trata, en una lo que hace posible el despliegue y,
filósofos del siglo XVII una crítica de parte formal y en una parte trascen- por consiguiente, la maduración y
los procedimientos dialécticos. Así, dental. La dialéctica es de esta suerte realización de la realidad. Sólo en
por ejemplo, Descartes explica en las aquello que conduce continuamente este sentido se puede decir que, para
Regulae (X) por qué omite "los pre- el pensamiento a su fin único sin llegar Hegel, la realidad es dialéctica. Mas
ceptos por los cuales los dialécticos jamás a él, pues el conocimiento lo que importa en esta dialéctica de
piensan gobernar la razón humana", absoluto trasciende de toda dialéctica. lo real es menos el movimiento in-
prescribiéndole ciertas formas de ra- Mucho más central es, desde luego, terno de la realidad que el hecho
zonamiento conducentes a conclu- el papel desempeñado por la dialéc- de que esta realidad alcance necesa-
siones que la razón no puede dejar tica en el sistema de Hegel. Sin riamente su plenitud en virtud de
de negar. Ello se debe, a su entender, embargo, las dificultades para com- ese su interno movimiento. En otras
a que la verdad escapa con frecuen- prender el significado preciso de la palabras: Hegel no se declara "parti-
cia de tales cadenas de razonamien- dialéctica en este filósofo son con- dario" de la dialéctica porque sienta
to. "Los dialécticos —escribe Des- siderables. En efecto, dialéctica sig- una irreprimible tendencia a ver la
cartes— no pueden formar ningún nifica en Hegel por lo pronto el realidad desde el punto de vista del
silogismo en regla que desemboque momento negativo de toda realidad. movimiento, sino que aspira a ver la
en una conclusión verdadera si pre- Se dirá que, por ser la realidad total realidad desde el punto de vista del
viamente no han tenido la materia, de carácter dialéctico —en virtud de movimiento, porque sólo éste le per-
es decir, si no han conocido antes la la previa identidad entre la realidad mitirá verdaderamente realizarla. Por
verdad misma que deducen de su y la razón, identidad que hace del lo tanto, es la "realidad realizada" lo
silogismo." De ahí "la inutilidad" de método dialéctico la propia forma en que interesa a Hegel y no sólo el
la "dialéctica ordinaria". que la realidad se desenvuelve—, movimiento dialéctico que la realiza.
El sentido peyorativo de la dialéctica este carácter afecta a lo más positivo No sólo está, pues, en la base de la
fue común en el siglo XVIII. Así Kant de ella. Y si tenemos en cuenta la dialéctica de Hegel una ontología de
consideró la lógica general en cuanto omnipresencia de los momentos de lo real, sino que, además, y sobre
Organon como una "lógica de k la tesis, de la antítesis y de la síntesis todo, tal ontología está basada en una
apariencia, es decir, dialéctica", pues en todo el pensamiento de Hegel, y el voluntad de salvación de la realidad
"nada enseña sobre el contenido del hecho de que sólo por el proceso misma en lo que tenga de real, es de-
conocimiento y sólo se limita a dialéctico del ser y del pensar pueda cir, para seguir empleando el vocabu-
exponer las condiciones formales de lo concreto ser absorbido por la razón, lario de Hegel, en lo que tenga de po-
la conformidad del conocimiento con nos inclinaremos a estimar la dia- sitivo-racional o de "especulativa". La
el entendimiento". La crítica de la léctica bajo una significación unívo- dialéctica hegeliana opera mediante
apariencia dialéctica constituye la se- camente positiva. Sin embargo, tan tríadas, de las cuales indicamos a con-
gunda parte de la lógica trascendental , pronto como nos atenemos a los re- tinuación las principales:
es decir, la dialéctica trascendental, sultados más generales que se des- La Idea se articula en la tríada
título que, según Kant, lleva "no como prenden de la filosofía de Hegel, (1) Ser, (2) Esencia y (3) Concepto.
arte de suscitar dogmáticamente esta advertimos que lo dialéctico repre- El Ser, en la tríada (A) Cualidad,
apariencia, sino como crítica del senta, frente a lo abstracto, la acen- (B) Cantidad y (C) Medida. La Cua-
entendimiento y de la razón en su tuación de que esta abstracción no lidad, en (a) Ser indeterminado, (b)
uso hipercrítico". De ahí que la tercera es sino la realidad muerta y vaciada Ser determinado y (c) Ser para sí.
parte de la Crítica de la razón pura, la de su propia substancia. Para que El Ser indeterminado, en (a) Ser
Dialéctica trascendental, sea la crítica así no suceda, le es preciso a lo real puro, (β) Nada y (γ) Devenir. El
de este género de apariencias que no aparecer bajo un aspecto en el que se Ser determinado, en (x) Esto, (y)
proceden de la lógica ni de la niegue a sí mismo. Este aspecto es Otro y (z) Cambio. El Ser para si
experiencia, sino de la razón en cuanto justamente el dialéctico. De ahí que en (f) Uno, (g) Repulsión y (h)
pretende traspasar los límites impuestos la dialéctica no sea la forma de toda Atracción. La Esencia en (A) Refle-
por la posibilidad de la experiencia — la realidad, sino aquello que le permi- xión de sí, (B) Apariencia y (C)
límites trazados en la "Estética te alcanzar el carácter verdaderamente Realidad. La Reflexión de sí, en (a)
trascendental" y en la "Analítica positivo. Esto ha sido afirmado muy Apariencia, (b) Determinaciones re-
trascendental"— y aspira a conocer por explícitamente por Hegel: "Lo lógico flexivas y (c) Razón. El Concepto,
sí sola, y según sus propios principios, —escribe— posee en su forma tres en (A) Concepto subjetivo, (B) Con-
el mundo, el alma y Dios. El sentido aspectos: a) el abstracto o intelectual; cepto objetivo y (C) Idea. Y la Idea,
platónico de la dialéctica resurge en b) el dialéctico o negativo-racional; c) en (a) Vida, (b) Conocimiento y
Schleiermacher, quien el especulativo positivo- (c) Idea absoluta.
446
DIA DIA DIA
No menos central es el papel des- de la dialéctica. Por un lado, algunos cuáles serían las consecuencias de no
empeñado por la dialéctica en el mar- han intentado mostrar que las leyes atenerse con rigor debido a las cita-
xismo ( VÉASE). Sin embargo, esta dialécticas pueden axiomatizarse (aun das leyes. Echar demasiado por la
dialéctica no se presenta ya como una cuando no se ha producido ningún borda la dialéctica daría al traste
sucesión de momentos especulativos, trabajo efectivo en este sentido). Por con la doctrina. Pero, además, obligaría
sino como el resultado de una des- otro lado, ha habido un creciente a admitir la existencia de incon-
cripción "empírica" de lo real. Por reconocimiento de la importancia de sistencias en los cambios de frente
lo tanto, la dialéctica marxista —que, la lógica formal (no dialéctica). Los político y en las subsiguientes modifi-
dicho sea de paso, fue elaborada más motivos de tal cambio son comple- caciones en el pensamiento filosófico
bien por Engels que por Marx— jos, especialmente porque muchos (véase A. Philipov, op. cit. infra). En
no se refiere al proceso de la "Idea", son de índole política y no estricta- los últimos años, en cambio, se ha
sino a "la propia realidad". Partien- mente filosófica. Como resultado de afrontado la cuestión más directa y
do de esta base, lo mismo los mar- ello, el concepto de dialéctica en la lealmente, como se ha manifestado en
xistas clásicos (como Plejanof) que filosofía marxista ha quedado aun las discusiones sobre el principio de
los marxistas actuales (como los fi- más oscurecido de lo usual. No puede contradicción a que nos hemos refe-
lósofos soviéticos) han acentuado la afirmarse, en efecto, si la dialéctica es rido en otro lugar (véase CONTRA-
importancia decisiva de la dialéctica. un nombre para la filosofía general, DICCIÓN). Las críticas que se han sus-
Muchas de sus reflexiones al respecto que incluye la lógica formal como una citado dentro del materialismo dialéc-
son de naturaleza política. Así, por de sus partes, o si es un reflejo de la tico desde este ángulo han llevado a
ejemplo, Lenin y luego Stalin —se- realidad, o si es simplemente un algunos intérpretes a creer que llegará
guidos por los filósofos dialécticos método para la comprensión de ésta. un momento en que los materialistas
soviéticos— han señalado lo que ya Cambios importantes en todos estos dialécticos, al darse cuenta de que no
Engels dijo de ella: "la mejor herra- puntos se produjeron ya a partir de es posible poner en buena armonía la
mienta y el arma más buida" para los artículos de Stalin del año 1950 lógica formal y la lógica dialéctica,
los propósitos revolucionarios del acerca del marxismo en la decidirán desprenderse de-
Partido. El uso de la dialéctica per- lingüística: los artículos titulados finitivamente de la última. En todo
mite, en efecto, al entender de estos Acerca de varías cuestiones de caso, atenuarán tanto el papel de la
autores, comprender el fenómeno de lingüística. Respuesta a la camarada dialéctica que, al final, será un mero
los cambios históricos (materialismo Krachénnikovoi, publicados en Bolt- nombre, o una especie de "máscara".
histórico) y de los cambios naturales chévik, N° 12. Pero después de la Sin embargo, las cosas no son tan
(materialismo dialéctico). Todos estos muerte de Stalin (1953) han aumen- simples. Es probable, por ejemplo,
cambios se hallan regidos por las "tres tado en la Unión Soviética y en los que mientras en el nivel de la forma-
grandes leyes dialécticas": la ley de la países situados dentro de su órbita lización lógica y matemática los ma-
negación de la negación, la ley del política las discusiones acerca de la terialistas dialécticos presten escasa
paso de la cantidad a la cualidad, naturaleza, significado y alcance de la atención a la dialéctica y a su lógica,
y la ley de la coincidencia de los dialéctica. En general, las discusiones en lo que toca a la referencia a lo
opuestos. Tales leyes permiten, al sobre esta cuestión han seguido vici- real —especialmente a la realidad hu-
entender de los marxistas, afirmar situdes análogas a las de la evolución mana y social— la dialéctica siga
'S es P' y negar a la vez 'S es P', de las doctrinas marxistas (o marxis-tas- siendo considerada como un instru-
pues señalan que si 'S es P' puede leninistas ) a que nos hemos referido en mento eficaz de conocimiento, y en
ser verdadero en el tiempo t, puede el artículo FILOSOFÍA SOVIÉTICA ; a particular de transformación.
no ser verdadero en el tiempo t 1 . períodos "más abiertos" han seguido En la amplia "Crítica de la razón
Varios autores han argüido al res- períodos "más cerrados" y viceversa; la dialéctica" emprendida por Sartre
pecto que esto representa únicamente flexibilidad ha sido mayor en ciertas (VÉASE), este autor presenta la dialéc-
la afirmación conjunta de contrarios, disciplinas (estudios históricos) que en tica en función de la "actividad tota-
pero no de contradictorios. Los mar- otras (estudios sistemáticos); el grado lizadora". La razón dialéctica consti-
xistas, sin embargo, han insistido en de flexibilidad ha sido mayor por lo tuye un todo que debe fundarse a sí
que las leyes dialécticas citadas re- común en ciertos países (Polonia, mismo. Esta autofundación debe lle-
presentan una verdadera modifica- Checoslovaquia) que en otros (la varse a cabo dialécticamente (Sartre,
ción de las leyes lógicas formales y Unión Soviética). En todo caso, los op. cit. infra, pág. 130). La razón dia-
que, por lo tanto, los principios de materialistas dialécticos se han dado léctica, sin embargo, no debe ser dog-
identidad, de contradicción y de ter- cuenta de la importancia que tiene el mática, sino crítica. El dogmatismo
cio excluso no rigen en la lógica dia- esclarecimiento de las "tres grandes dialéctico lleva a una pseudo-com-
léctica. Por este motivo la lógica for- leyes dialécticas". La importancia prensión esquemática y abstracta de
mal (no dialéctica) ha sido o entera- adquirida por la lógica formal en la la realidad. La dialéctica crítica, en
mente rechazada o considerada como época contemporánea puede haber cambio, "se descubre y se funda en
una lógica de nivel inferior, apta so- sido una de las causas de esta y por la praxis humana" (ibid., pág.
lamente para describir la realidad en preocupación. Hace un par de 129). Ello permite decir que "el ma-
su fase estable. Ahora bien, en las décadas, los materialistas dialécticos, terialismo histórico es su propia prue-
últimas décadas ha habido por parte especialmente los autores soviéticos, ba en el medio de la racionalidad
de los filósofos marxistas oficiales procuraban sortear las dificultades dialéctica, pero que no funda esta ra-
ciertos cambios en sus concepciones suscitadas al respecto mostrando cionalidad, inclusive, y sobre todo, si
447
DIA DIA DIA
restituye a la historia su desarrollo do en sentido dialéctico son los dialéctica universal y reciben, por
como Razón constituida" (pág. 134). de A. Liebert y J. Cohn. Liebert igual, sentido de su pasado. "Por eso
En suma: la dialéctica "no posee considera la dialéctica como —escribe Jasinowski—, tanto como la
otras leyes que las reglas producidas fundamento de toda filosofía, pero filosofía, la ciencia de hoy no parece
por la totalización en curso" (pág. a la vez estima que la dialéctica no poder eliminar su propia historia."
139). Puede observarse que Sartre se ι es un conjunto de operaciones En el curso de esta historia se ma-
refiere primariamente a la realidad hu-meramente formales, ni tampoco un nifiesta el mencionado proceso dia-
mana y social y no a la natural. proceso material trascendente a todo léctico o, mejor dicho, una "síntesis
Aparte las corrientes antes mencio- pensamiento, sino la forma íntima dialéctica de las oposiciones" que
nadas, ha habido tanto durante el de relación de la realidad y el puede comprobarse en el mismo des-
siglo XIX como durante el presente concepto, y, a la vez, el modo arrollo de la física nueva que ha
siglo muchas tendencias filosóficas peculiar de desarrollo de la unidad desembocado en la mecánica ondu-
que han acentuado la importancia de dichas instancias. Cohn, por su latoria, hasta el punto de que el
de la dialéctica, aunque definiéndola lado, se inclina hacia una propio Louis de Broglie ha recono-
en cada caso de un modo distinto. Ya dialéctica más cercana al concepto cido la existencia de este proceso
hemos mencionado antes a
hegeliano, más sin absorber todos dialéctico como fondo sobre el cual
Schleiermacher y su dialéctica pla- los momentos en un panlogis-mo, se ha destacado su propia funda-
tónica. Podríamos mencionar asimismo antes al contrario procurando mentación de la citada mecánica.
a este respecto al P. Gratry, quien fundir los momentos lógicos en un
entendió y aceptó la dialéctica —el todo concreto. Sin embargo, estos Mayor amplitud tiene el concepto
procedimiento dialéctico o inducti- tipos de dialéctica son todavía, como de la dialéctica en un autor contem-
vo— en el sentido tradicional platónicoGentile diría, dialécticas del "pen- poráneo, Mortimer J. Adler (nac.
de ascenso a lo inteligible. Las formassamiento pensado" y no del "pensa- 1902), el cual ha propuesto una Sum-
platónicas de la dialéctica han sido, sin
miento pensante". En efecto, según ma dialectica que sea para nuestra
embargo, más bien una excepción en Gentile, el primer tipo de época el resumen y asimilación del
la mencionada época. Casi todas las pensamiento supone el último, que pensamiento occidental. Según Adler,
formas de la dialéctica en los últimos en su at-tuosità, que es devenir y este resumen tiene que ser dialéctico
ciento cincuenta años han seguido, en desenvolvimiento, "pone como su y no histórico, pues la Summa dialec-
efecto, las huellas de Hegel o, cuando objeto propio lo idéntico, pero ello tica tiene que ser la mostración de
menos, del idealismo. Ello es obvio en justamente gracias al proceso de su argumentos, implicados en teorías,
los casos de McTaggart, de Croce, desenvolvimiento, que no es sistemas y filosofías de que la histo-
Gentile, Collingwood, etc. Lo es identidad, es decir, unidad abstracta, ria ha guardado mención, pero que
también —aunque en menor
sino unidad y multiplicidad a la vez, no ha sabido conservar. Al entender
proporción— en un reciente
identidad y diferencia..." (Teoria de Adler, ello permitiría poner por
movimiento neodialéctico colocado generale dello Spirito, IV, § 7). Por igual límites al dogmatismo y al his-
bajo la idea dominante de la eso la dialéctica no se basa aquí, toricismo. Algo análogo puede de-
"experiencia perfectible". Pues aunque como en Hegel, en la eliminación cirse de G. E. Müller, el cual ha
esta nueva dialéctica se presenta como de las leyes lógicas tradicionales. Y presentado una teoría dialéctica co-
algo distinto de las dialécticas por eso también la dialéctica mo expresión de la tensión creadora
propugnadas por las filosofías
pensante es la única capaz, según de las fuerzas de la vida.
especulativas, usa algunos conceptos Gentile, de romper el marco del
propios de éstas. Nos hemos referido a "devenir" aristotélico, que sigue
este movimiento en el artículo sobre laapegado a la realidad realizada y, Robert Heiss (op. cit. infra) man-
Escuela de Zurich: su principal adalid de consiguiente, que es incapaz de tiene que la dialéctica no tiene por
es F. Gonseth y su órgano la revista comprender la realidad realizante que seguir (como ha ocurrido con
Dialectica, que se publica desde 1947 yde la historia. La crítica de la frecuencia en el pasado) las huellas
se subtitula "Revista internacional de dialéctica platónico-aristotélica por de la lógica. Desde Kant (el primero
filosofía del conocimiento". La
parte del idealismo que, según Heiss, tuvo conciencia del
"Escuela de Zurich" ofrece, a nuestro contemporáneo, y especialmente proceso de pensar dialéctico como
entender, perspectivas interesantes, pero
del actualismo, se basa, por lo proceso sui generis) se ha advertido
en muchos casos no pasa de ofrecer tanto, en una unilateral que el modo de pensar dialéctico po-
meros programas. Un intento de interpretación estaticista de la noción see una legitimidad propia. Ésta se
constituir una dialéctica con base del acto (VÉASE) y en el olvido del afianzó en Hegel a base del conoci-
empírica —un "empirismo dialéctico" sentido dinámico que tenía ya este miento de la historia, así como en
más que una "dialéctica empírica", sin concepto en la filosofía "clásica". varios autores después de Hegel a
embargo— puede hallarse en varias La suposición de que el desenvol- base del conocimiento de otras esfe-
obras del autor del presente Diccionario.
vimiento dialéctico no se limita al ras de lo real y de múltiples formas
No obstante, es preferible usar a estepensamiento filosófico, sino que al- de expresión. El fenómeno fundamen-
respecto el término integracionismo canza inclusive al terreno de la cien- tal de todo pensar dialéctico es, para
(v. ). cia —inclusive de la ciencia exacta— Heiss, el movimiento. En este senti-
ha sido establecida por Bogumil Jasi- do, todo pensar dialéctico sigue a
nowski al señalar ("Science et Philo- Hegel en tanto que éste "proclama la
sophie", Scientia, mayo, 1938) que falta de verdad del fenómeno inme-
Otros esfuerzos encaminados a tanto la ciencia como la filosofía se diato a favor del movimiento" (op.
reconstituir un pensamiento orienta- hallan sometidas a una especie de
448
DIA DIA DIA
ra la dialéctica en varios autores (M. OTRO [EL ] ) se han referido asimismo to como constante —pero armónico y
Weber, G. Lukács, Lenín y Sartre): a la cuestión del diálogo. Destacamos ordenado— movimiento por medio
M. Merleau-Ponty, op. cit. supra. entre ellos a Martin Buber, para el del cual se lleva a cabo la asimila-
— Eli de Gortari, Introducción a la
lógica dialéctica, 1956, 2a ed., cual el diálogo es una "comunicación ción, la comunicación y la integra-
1959. existencial" entre Yo y Tú. El silencio ción; a Guido Calogero (Logo e
DIALELO. Véase TROPOS . puede formar parte entonces del diá- Dialogo, 1950), el cual considera que
DIALEXEIS. Véase ANONYMUS logo. Pero hay que distinguir entre el el sentido antiguo del diálogo como
IAMBLICHI .
diálogo auténtico y el falso. El diálogo dialéctica flexible puede, y debe, ser
DIÁLOGO. El diálogo ha sido con auténtico (implique o no comuni- incorporado al pensamiento actual;
frecuencia una forma de expresión cación por medio de palabras) es finalmente, a Aldo Testa (Introduzio-
(VÉASE) filosófica o científico-filosófi- aquel en el cual se establece una re- ne alla dialogica, 1955; La dialógica
ca; ejemplos al respecto hallamos en lación viva entre personas como per- universale, 1957; Somma dialógica,
Platón, San Agustín, Cicerón, Galileo, sonas. El diálogo falso (calificado de 1957), el cual ha desarrollado una
Berkeley, Hume y, por supuesto, Só- "monólogo") es aquel en el cual los "filosofía dialógica". Según Testa, el
crates (a través de Platón). A veces hombres creen que se comunican mu- lenguaje tiene sentido sólo en tanto
la forma del diálogo se halla oculta tuamente, cuando lo único que hacen que se funda "en el encontrarse recí-
en un aparente discurso continuo. Así en verdad es alejarse unos de otros. proco de yo y el otro" (La dialógica,
se ve en Plotino, que se pregunta y Una forma de diálogo no auténtico, pág. 19). Hay cuatro especies básicas
se responde a sí mismo con frecuen- pero admisible, es el "diálogo técni- de diálogo: el natural, el educativo,
cia en forma "dialógica". co" en el cual hay solamente comuni- el moral y el social. El conjunto de
cación de conocimiento objetivo (en individuos "dialogantes" no es una
El diálogo filosófico no es, empero,
el mundo del "Ello"). Buber se ha mera suma, sino una realidad es-
meramente una forma literaria entre
referido a la cuestión del diálogo en tructural "vinculadora" (Somma, pág.
otras que pudiesen igualmente adop-
muchas de sus obras, pero es espe- 27).
tarse; responde a un modo de pensar
cialmente apropiado a este respecto Sobre el problema del diálogo en
esencialmente no "dogmático", esto sentido antiguo: Jean Andricu, Ie
el tomo titulado Dialogisches Leben,
es, a un modo de pensar que procede dialogue antique, structure et présen-
1947 (Vida dialógica), que incluye
dialécticamente. Por eso hay una es- tation, 1954. — Miguel Ruch, Le
Yo y Tú y varios escritos menores. Se-
trecha relación entre estructura dia- préambule dans les Oeuvres philoso-
gún escribe Maurice S. Friedman en
lógica y estructura dialéctica del phiques de Cicerón. Essai sur la ge-
el libro Martin Buber. The Life of nèse et l'art du dialogue, 1959, espe-
pensar. Según Platón, el que sabe pre-
Dialogue (1955), cap. XIV, existe cialmente págs. 17-55. — Otras obras
guntar y responder es el práctico o
para Buber una "esfera del 'entre'" sobre el problema del diálogo (ade-
especialista del diálogo, esto es, el
— de lo "entre-humano" o "entre-hu- más de las de autores citados en el
"dialéctico" (Crat., 390 C). Platón
mano" (das Zwischenmenschliche). texto del artículo): A. Lüscher, Das
sostiene que la contemplación por el dialogische Verfahren, 1937. — H.
"La participación de ambos miem-
alma de la realidad inteligible es efec- Lacroix, Le sens du dialogue, 1956.
bros es el principio indispensable para
to del conocimiento del "arte del diá- — Stelio Zeppi, Il problema del dia-
esta esfera, tanto si la reciprocidad es
logo" (Rep. VI 511 C), el cual es logo nel pensiero italiano contempora-
completamente efectiva como si es
distinto, y hasta opuesto, a la contro- neo: dal Crocianismo alla Volontà del
directamente capaz de ser realizada Dialogo, 1960. — R. Hirzel, Der Dia-
versia sofística, donde el diálogo es
mediante complementación o intensi- log, ein literar-historischer Versuch, 2
mera disputa y no proceso cognosci-
ficación. El desarrollo de esta esfera vols., en 1, 1895.
tivo. En el proceso dialógico o dia-
es lo que Buber llama precisamente DIANOÉTICO, διανοητικός , es lo
léctico hay división y generalización
Ίο dialógico'". que pertenece a la dianoia ( VÉASE),
(Phaed., 266 B: el diálogo es un
método riguroso de conceptualiza- Otros numerosos autores de nues- διάνοια . Siendo ésta primariamente
ción. tro siglo se han ocupado del proble- una actividad intelectual o una forma
ma del diálogo o han hecho de él uno de tal actividad, "dianoético" puede,
No todos los autores que, después de los fundamentos, y a veces la base
de Sócrates y Platón, usaron el diálogo y suele, traducirse por "intelectual".
principal, de la expresión del pensa- Es posible hablar de un "pensamiento
como forma de expresión filosófica lo miento tanto como de la entera vida
fundaron en una determinada forma dianoético" a diferencia de un
humana. Limitémonos a mencionar a "pensamiento noético" (Cfr. Klaus
de pensar y mucho menos en una este respecto a Unamuno, cuya pre-
estructura "dialéctica" completa. En Oehler, Die Lehre vom noetischen
ocupación por la polémica y el lla- und dianoetischen Denken bel Platon
todo caso, no todos ellos reflexionaron, mado "monodiálogo" constituye una
además, sobre dicha forma de pensar und Aristoteles, 1962 [Zetemata. Mo-
prueba de que llevó la actitud dialo- nographien zur klassischen Altertum-
como tal. Por otro lado, en la época gante a sus últimas consecuencias al
contemporánea se ha manifestado swissenschaft, 29]. De acuerdo con lo
colocarla en el interior mismo de ca- indicado en dianoia, el pensamiento
bastante interés por las cuestiones de da ser humano; a Eugenio d'Ors,
índole "dialógica". La mayor parte de dianoético sería principalmente pen-
quien, como ha puesto de relieve José samiento discursivo, consistente en
los autores que se han ocupado del Luis L. Aranguren (La -filosofía de
problema de la comunicación (v. ) en manipular según ciertas reglas los con-
Eugenio d'Ors, 1945 pág., 113) bien tenidos recibidos en el pensamiento
sentido existencial y del llamado pudiera escribir que "yo soy mi diá-
"problema del Otro" (véase noético o noesis ( VÉASE ).
logo" y quien entiende el pensamien- El vocablo 'dianoético' es usado so-
450
DIA DIA DIA
bre todo en la expresión 'virtudes dia- miento (Met., Γ 7, 1012 a 2-3). Sin científico. Se trata, pues, de la parte
noéticas', dianohtikai\ a)retai/ , usada embargo, Aristóteles usa a veces dia- de la teoría del conocimiento que
por Aristóteles para distinguir entre noia en un sentido más amplio; así, examina los elementos por medio de
estas virtudes y las virtudes éticas, por ejemplo, al decir que todo pensa- los cuales conocemos y las leyes que
h(qikai\ a)retai/ (véase VIRTUD). Según miento, διάνοια , es práctico o "poéti- rigen tales elementos. Hay que tener
Aristóteles, hay dos modos como puede co" o teórico (ibid., E, 1, 1025 b 25). en cuenta que algunos de estos ele-
tenerse un principio racional: te- Ello no significa que Aristóteles no mentos son también examinados por
niéndolo en sí mismo y de modo emi- reconozca, al modo platónico, una Lambert en otras partes del Orga-
nente, o teniendo una tendencia a cierta superioridad de la noesis frente non. Así, la Aletiología (v.) trata
obedecer (como se obedece al propio a la dianoia. Así, en Met., Λ 9, 1074 asimismo de los conceptos, pero los
padre). De acuerdo con estos dos mo- b 36, Aristóteles distingue entre el analiza desde un punto de vista dis-
dos, hay dos clases de virtudes: las pensamiento, νόησις , como objeto de tinto, en tanto que sometidos a prin-
dianoéticas (intelectuales) y las éticas sí mismo, "el pensamiento del pensa- cipios que permiten combinarlos e
(morales) (Eth. Nic., II, 1, 1103 a 11 miento", νόησις νοήσεως , propio de la investigar su verdad o falsedad.
sigs. ). Las virtudes dianoéticas deben Inteligencia suprema o el Primer Mo- DIATRIBA. El significado origina-
su origen y su desarrollo principal- tor (v.), y otros modos de conoci- rio de 'diatriba', diatribh/, en la lite-
mente al entrenamiento, requiriendo miento, tales como la ciencia, la sen- ratura filosófica es el de conversa-
experiencia y tiempo, en tanto que sación, la opinión y el razonamiento ción. Así, las Diatribas atribuidas a
las éticas lo deben principalmente al o pensamiento discursivo, διάνοια que Arístipo (Diog. Laer., II, 8) eran
hábito ( e)/qoj , de donde h)qikh/). Las tienen por objeto algo distinto de ellos la reproducción por dicho filósofo ci-
virtudes dianoéticas o los modos de mismos. renaico de los diálogos socráticos.
ser por los cuales el alma posee la Otros autores han usado dianoia Ahora bien, como indica Joseph Soui-
verdad mediante afirmación o nega- como significando "razón" (Epicuro; lhé en su edición de las Diatribas o
ción son cinco: el arte (te/knh ) como Cfr. D. Laerc., X, 144) o "pensa- Conversaciones de Epicteto (París,
conocimiento de lo necesario; el saber miento racional" (Crisipo y otros es- tomo I, pág. xxiii), siguiendo la tesis
(e)pisth\mh) como conocimiento de lo toicos). Para Plotino la dianoia es una de O. Halbauer (De Diatribis Epicte-
necesario (de las cosas necesarias y función intelectual contrapuesta a la ti, 1911), muy pronto la voz 'diatriba'
universales); la sabiduría práctica sensación, a)i/sqhsij (Enn., I, 1, viii; amplió su significación y designó
(φρόνησις); la sabiduría teórica (σοφία) Cfr. también, I, 1, ix). Pero Plotino muy varias composiciones. En ellas
y la inteligencia como razón intui- distingue entre el pensamiento como se incluían no sólo tratados de moral
tiva y directa de los primeros prin- dianoia (y como epinoia, epinoia ), el no dialogados o disertaciones de so-
cipios (nou=j) (ibid., VI, 3, 1139 b 15 pensamiento como noesis, νόησις, y el fistas sobre retórica, música, matemá-
sigs.). pensamiento de sí mismo. La dianoia tica y física, sino también prédicas
DIANOIA. El término griego dia/- aisla lo que está unido (Enn., IV, iii, de carácter popular que tenían casi
noia significa, en general, "pensamien- 9), la noesis, aunque supone multi- siempre por tema asuntos de carácter
to", "intelecto", "espíritu", etc. (y plicidad y es un pensar de segundo moral. El género de la diatriba fue
también "un pensamiento", "una no- rango (ibid., V, vi, 5), está siempre usado por cínicos, estoicos y algunos
ción", "una creencia", etc.). Desde ligada al ser (ibid., VII, vii, 40). El escritores cristianos.
Platón ha sido común en la filosofía pensamiento de sí mismo pertenece, Como término empleado por los
griega usar dianoia para significar el en cambio, propiamente a la inteli- estoicos, la diatriba es una forma de
pensamiento discursivo, el pensar que gencia (ibid., V, iii, 5) y es "pensa- expresión ( VÉASE) que se propone
procede por razonamiento, a diferen- miento en sentido propio" (ibid., V, reproducir las conversaciones soste-
cia de no\hsij , noesis (v. ), entendida vi, 1 y 2). nidas entre el maestro y sus discípu-
como pensamiento intuitivo, es decir, DIANOIOLOGÍA. Como hemos in- los. Su propósito es principalmente
como captación intelectual inmediata dicado en Intuición ( VÉASE), los grie- didáctico. La diatriba implica un in-
de una realidad (inteligible). En Rep., gos distinguían entre el pensamiento tercambio de opiniones y una casi
510 D, Platón se refiere al razona- intuitivo directo, νόησις, y el pensa- siempre prolija discusión entre varias
miento sobre las figuras visibles (de miento racional discursivo, διάνοια. To- personas sobre las tesis principales.
la geometría) ; este razonamiento, dice mando este último término como Por eso dice Halbauer (op. cit.) que
(ibid., 511 D), es un conocimiento base, J. H. Lambert forjó el vocablo hay casi identidad entre diatriba y
discursivo, διάνοια , y no un conoci- 'Dianoiología' y llamó Dianoiología enseñanza, entre diatribh/ y sxolh/. De
miento intuitivo o inteligencia, νόησις o doctrina de las leyes del pensar este tipo de diatribas se destacaron
Este conocimiento discursivo o dianoia (Dianologie oder Lahre von der especialmente las de carácter moral-
es algo intermedio entre la opinión, Gesetzen des Denkens) a la primera popular, en las cuales se discutía el
δόξα, y la inteligencia, διάνοια . parte de su Neues Organon (1764). pro y el contra de cuestiones tales
En Platón la dianoia es, pues, infe- La Dianoiología de Lambert examina como: "¿Es afectado el sabio por las
rior a la noesis. En Aristóteles dianoia los conceptos y sus características pasiones?", "¿Está el mundo regido
es usado asimismo para designar el internas, las divisiones de los concep- por la Providencia?", "¿Hay que pre-
pensamiento discursivo; todo lo que tos, los juicios, las conclusiones (sim- ferir el dolor al deshonor?", etc. Si-
es objeto de pensamiento discursivo, ples y compuestas), la mostración, guiendo a A. Oltramare (Les origi-
to\ dianohto/n, e intuitivo, νοητόν , la indicación, la experiencia y, final- nes de la diatribe romaine, 1926),
dice, es afirmado o negado por el mente, el concepto de conocimiento el citado Souilhé indica asimismo que
pensa-
451
DIC DIC DIC
la diatriba popular se distingue de sobre Dicearco (Dikaiarchos, 3) en lásticos recogieron las anteriores ob-
los diálogos socráticos por la imper- Pauly-Wissowa. servaciones de Aristóteles y las for-
sonalidad con que presenta al inter- DICOTOMÍA es la división de un mularon bajo los citados nombres.
locutor, el cual representa el "pue- concepto en dos conceptos contrarios Según el Dictum de omni, lo que se
blo" a quien el filósofo enseña y al que agotan la extensión del primero. afirma umversalmente de un sujeto
cual se opone cuando las opiniones Se llama también dicotomía al argu- es afirmado de todo lo que está con-
de aquél no siguen la senda de las mento de Zenón de Elea contra la tenido bajo tal sujeto (quidquid uni-
conveniencias públicas. La diatriba no multiplicidad del ser y contra el mo- versaliter dicitur de aliquo subjecto,
se limita, empero, a una discusión: vimiento, por representar la afirma- dicitur de omni quod sub tale subjec-
gran papel desempeña en ella la di- ción de que toda división implica to continetur); o, más brevemente:
sertación en forma de sermón, que una separación de ella y así hasta lo dicho de todos, dicho de cada. Si
utiliza toda clase de comparaciones. el infinito, de manera que siempre se afirma umversalmente que el hom-
Como el filósofo habla generalmente queda algo que separa a lo dividido bre es animal racional, se afirma lo
contra antagonistas, la voz 'diatriba' y que es susceptible de ser a su vez mismo de cada hombre individual.
ha adquirido el significado de "po- dividido. Kant advierte que su tabla Según el Dictum de nullo, lo que
lémica" que tiene todavía en nuestro de las categorías ofrece la particula- se niega universalmente de un sujeto
lenguaje. Las Diatribas de Epitecto ridad de señalar en cada clase tres se niega también de todo lo que está
son el ejemplo más ilustre de este categorías, "lo que no puede menos contenido bajo tal sujeto (quidquid
género filosófico; suelen traducirse de atraer la atención, pues que toda universaliter negatur de aliquo sub-
actualmente por Disertaciones (si- otra división por conceptos a priori jecto, dicitur de nullo quod sub tali
guiendo la versión latina: Disserta- debe ser una dicotomía". La división subjecto continetur); o, más breve-
tiones), así como por Coloquios, kantiana resulta ser así una tricoto- mente: lo dicho de ninguno, no dicho
Conversaciones, Discursos, etc. En la mía en donde la última categoría es ni de uno. Si se niega universalmen-
bibliografía de Epicteto nos hemos una síntesis de las dos anteriores. te del hombre que es vegetal, se
referido a la composición de las Dia- DICTUM. Véase MODALIDAD, OPO- niega lo mismo de cada hombre in-
tribas de este filósofo. SICIÓN, PROPOSICIÓN. dividual.
Además de las obras citadas en el DICTUM DE OMNI, DICTUM DE Estos dos principios han sido con-
texto (Souilhé, Halbauer, Oltrama- NULLO. En Cat., 1 b 10-15, Aristó- siderados por los escolásticos como
re), véase: P. Wendland, "Philo und teles indicó que cuando se atribuye básicos para la conclusión silogística.
die kynisch-stoische Diatribe", Bei- algo a otra cosa como a su sujeto, Es lo que se reconoce cuando se
träge zur Geschichte der griechi- todo lo afirmado del predicado deberá
schen Philosophie, 1895. — P. Ren- afirma que el principio del silogismo
ner, Zu Epiktets Diatriben, 1904. — ser también afirmado del sujeto. Si reside en lo universal. Algunos auto-
R. Bultmann, Der Stil der paulini- hombre se atribuye a hombre indi- res —tal, Lambert, al comienzo de
schen Predigt und die kynisch-stoi- vidual, y si animal se atribuye a hom- su Neues Organon (1764)— han
sche Diatribe, 1911. bre, deberá también atribuirse ani- complementado dichos principios con
DICEARCO de Mesina (Messena), mal a hombre individual, pues el otros: el Dictum de diverso, el Dic-
en Sicilia, filósofo peripatético, amigo hombre individual es al mismo tiem- tum de exemplo y el Dictum de re-
de Aristoxeno de Tarento, acentuó po hombre y animal. En An. Pr., 24 ciproco. Otros autores han criticado el
(según el testimonio de Cicerón, que b 26-30, Aristóteles manifestó que es Dictum de omni, dictum de nullo y
se refirió a él frecuentemente) los lo mismo decir que un término se han intentado introducir distintas
motivos prácticos y se ocupó poco halla contenido en la totalidad de bases para apoyar la validez de la
de especulación filosófica. En cam- otro término (de acuerdo con lo es- conclusión silogística. Mencionamos
bio, se ocupó de ciencias especiales: tablecido en ibid., 24 a 13-15) o entre tales autores a Kant, a Lache-
de historia en su Bi/oj (Ella/doj; de decir que un término es atribuido a lier, y a John Stuart Mill; a continua-
política en su Politei/a otro término tomado umversalmente. ción resumiremos sus respectivas doc-
Spartiatw=n ο Tripolitiko/j (en Así, se dice que un término se afirma trinas.
donde defiende a Esparta como el umversalmente cuando no puede ha- Kant propone el doble principio
país que supo mezclar llarse en el sujeto ninguna parte de Ein Merkmal vom Merkmal ist ein
armónicamente la democracia, la la cual no pueda afirmarse el otro Merkmal der Sache selbst y Was dem
aristocracia y la monarquía); de término. Lo mismo ocurre cuando se Merkmal eines Dinges widerspricht,
música y de psicología (en un trata de conocer la significación de widerspricht dem Dinge selbst (Nota
sentido muy parecido a la doctrina "no ser atribuido a ninguno". Luka- notae est nota rei ipsius, repugnans
de la armonía de Aristoxeno) en siewicz (Aristotle's Syllogistic, 1951, notae repugnat rei ipsi). Traduciendo
Peri\ mousikw= n a) g w/ n w/ n ; de pág. 47) ha indicado que no puede ha- 'Merkmal' (característica, atributo) por
geografía en Gh=j peri/odoj, y de cerse responsable a Aristóteles del 'nota' tenemos: Una nota de una nota
cuestiones homéricas. "vago principio" Dictum de omni, es una característica de la cosa misma;
Fragmentos por M. Fuhr (1841). dictum de nullo (o Dictum de omni et una nota que repugna a una nota re-
Otros fragmentos por C. Müller nullo), como principio de la silo- pugna a la cosa misma. Consideremos
(1848) y F. Schmidt (1867). La edi- gística. Sin embargo, como nuestros la afirmativa. En el silogismo:
ción más reciente y completa es la de análisis no son sólo sistemáticos, sino
Fritz Wehrli en el Cuaderno 1 de Die Todos los hombres son animales ra-
también históricos, tenemos que re- cionales
Schule des Aristoteles: Dikaiarchos, conocer como un hecho que los esco-
1944. Véase artículo de E. Martini
4S2
DIC DIC DID
Los suecos son hombres mo sujeto en la afirmativa y su opo- de fundamentar una "lógica induc-
Los suecos son animales racionales sición en la negativa. Esto da lugar tiva". Mill propone al efecto dos
'animal racional' entra en la com- a los principios: Nota rei est acci- principios que, a su entender, se pa-
prensión de la nota 'hombre' y, por dens notae alterius y Repugnans rei recen mucho a los axiomas de la
lo tanto, entra también en la com- repugnat per accidents nota. matemática: 1° que las cosas que
prensión de 'sueco', que posee dicha El principio Nota notae se basa coexisten con la misma cosa, coexis-
nota. Lo mismo podríamos decir en exclusivamente en la comprensión ten entre sí; o más rigurosamente,
una negación. ( VÉASE) de los términos, y sus de- que una cosa que coexiste con otra
Tal como Kant expone su doctrina, fensores arguyen que el Dictum de cosa, la cual coexiste con una tercera
se basa en los siguientes supuestos: omni, dictum de nullo se apoya úni- cosa, coexiste también con esta ter-
(1) Comparar algo como nota con camente en la extensión (v.) que, cera cosa (principio del silogismo
una cosa equivale a juzgar; (2) La a su entender, está subordinada a afirmativo) ; 2° que una cosa que
cosa misma es el sujeto, la nota es la comprensión. Frente a ello, los de- coexiste con otra cosa, con cuya otra
el predicado. Pero que Ρ sea una fensores de la lógica clásica han ma- cosa una tercera cosa no coexiste,
nota no significa que sea una nota nifestado que si bien el principio no es coexistente con esta tercera
de S. ( 3 ) Una nota de la nota de una Nota notae es válido, no es un prin- cosa (principio del silogismo nega-
cosa es una nota mediata. Así, 'ne- cipio suficientemente básico. El Dic- tivo). Ambos principios, dice Mill,
cesario' es una nota inmediata de tum de omni, dictum de nullo tiene en se refieren a hechos, no a conven-
Dios, pero 'inmutable' es una nota de cuenta primariamente la extensión, ciones.
'necesario' y, por lo tanto, una nota pero no excluye totalmente la com- Los loci aristotélicos se han indi-
mediata de Dios. (4) Todo juicio prensión. Además, posee la ventaja cado en el texto. La exposición del
hecho mediante nota mediata es un de que es un principio común para principio estudiado está hecha a base
razonamiento (o comparación de una todas las figuras del silogismo, mien- de los manuales escolásticos clásicos.
nota con una cosa mediante una nota La indicación de Lambert se halla en
tras que el principio Nota notae obliga el prefacio de su ya citada obra. Las
intermedia — que es el término me- a la adopción de principios distintos y consideraciones de Kant, Lachelier
dio del silogismo. Kant sigue consi- autónomos para cada figura. Esto, y J. S. Mill respectivamente en: Die
derando el Dictum de omni, dictum señala Maritain, "destruiría la unidad falsche Spitzfindigkeit der vier sy-
de nullo como válido, pero estima que genérica del silogismo categórico". llogistischen Figuren erwiesen (1762)
debe basarse en la regla Nota notae. J. S. Mill basó su crítica del prin- Fig. 5 §.; G. Hartenstein II, 55-68;
Lachelier se adhiere a la tesis de E. Cassirer (Arthur Buchenau), II,
cipio Dictum de omni et nullo en 49-65. — Études sur le Syllogisme
Kant. El ejemplo: la suposición de que la silogística clá- suivies de l'Observation de Platner et
Todo A es Β sica se basa en una metafísica realista, d'une note sur Philèbe, 1907 trad.
Es así que al gún A es A según la cual el principio en cuestión esp. en el tomo titulado Del funda-
Luego, algún A es Β es una ley fundamental de la mento de la inducción [que contiene
Naturaleza: la que expresa que las los demás escritos de Lachelier],
muestra la subalternación de la pro- 1928). — A System of Logic (1834),
posición 'Todo A es B'. El silogismo propiedades de una clase en tanto II, iii, 2 y 3. — La cita de Maritain
en cuestión tiene tres términos y no que substancia general son las pro- procede de su Petite Logique ( 1923),
sólo dos, pues la premisa menor 'Al- piedades de todos los individuos de § 72.
gún A es A' sólo es idéntica en apa- tal clase en tanto que substanciales DIDEROT (DENIS) (1713-1784)
riencia; significa en realidad, dice individuales. Tan pronto como se nació en Langres (Champaña).
Lachelier, que el sujeto 'X', sea cual abandona esta metafísica, el princi- Interesado por todas las ciencias y
fuere, posee el atributo Ά'. Se trata pio en cuestión pierde su sentido, artes concibió la idea de publicar la
de un silogismo de la primera figura manteniéndolo sólo como una defi- Enciclopedia ( VÉASE ), que comenzó
en Darii que se apoya —como todas nición en la cual intenta explicarse, en unión de d'Alembert y para la
las figuras— en el principio de que de un modo parafrástico, la significa- cual redactó diversos artículos. Re-
el atributo implicado por otro perte- ción de la voz 'clase'. Una solución presentante de las ideas típicas del
nece a todo sujeto en el cual éste parece entonces imponerse: considerar enciclopedismo y de la ilustración,
resida — otro modo de formular el las proposiciones como meras ex- fue perseguido y encarcelado a causa
principio Nota notae. Lo mismo pue- presiones verbales (según hizo Hob- de algunos escritos. Su posición filo-
de decirse del silogismo de la primera bes), y conservar el principio Dic- sófica personal se halla determinada
figura en Ferio: tum de omni et nullo como una regla principalmente por el empirismo in-
de transformación lingüística. Sin glés, que interpreta como "filosofía
Ningún A es Β embargo, Mill rechaza también esta
Es así que algún A es A ilustrada", por el criticismo escéptico
solución, por estimar que se basa en de Bayle y por las diversas corrientes
Luego, algún A no es Β una metafísica nominalista, tan in- materialistas y naturalistas de su
donde hay subalternación de la uni- aceptable para él como la metafísica tiempo. La imprecisión de las ideas
versal negativa. Lachelier indica que realista antes aludida. No queda, al filosóficas de Diderot —imprecisión
el principio Nota notae debe comple- parecer, más remedio que sustituir que contrasta con el rigor y la deter-
tarse con el principio de que el atri- los principios de razonamiento en minación de sus otros pensamientos—
buto de un sujeto se afirma por ac- que se basa el Dictum de omni et no es, sin embargo, más que la ex-
cidente de otro atributo de este mis- nullo por otros principios capaces presión de un espíritu que concibe
453
DID DIE
la acción y el entusiasmo por la of Diderot's Fame in France from
Ilustración como lo que tiene que 1784 to 1875, 1942 (tesis). — D. H.
sobrepasar todo pensamiento y todo Gordon y N. L. Torrey, The Censo-
sistema. De ahí la admisión sucesiva ring of Diderot's Encyclopédie and
de las ideas que puedan mejor pres- the Re-established Text, 1947. — H.
tarse a tales fines: las doctrinas deís- Lefèbvre, Diderot, 1949. — P. Mes-
tas, con su afán de sobreponerse a nard, Le cas Diderot,
todo oscurantismo y a toda intole- L 1952. — O. E.
Fellows y N. L.
rancia; la concepción materialista de Torrey, eds., Diderot Studies, I, 1949;
la Naturaleza, admitida no tanto por II, 1953. — P. Cassi-ni, D.,
un deseo de reducción de lo superior "philosophe", 1962. — Józset Szigeti,
a lo inferior como por cierto aire D. D. Une grande figure du
de comunión del hombre con el mundo matérialisme militant du XVIIIe siè-
natural; finalmente, la concepción del cle, 1962 [Studia Philosophica Acade-
universo como una totalidad viviente, miae Scientiarum Hungaricae, II],
constituida por átomos que pueden en DIETRICH DE FREIBERG, Theo-
ciertos momentos cobrar conciencia de doricus Teutonicus de Vriberg (ca.
sí mismos y que luego se entrecruzan 1250-ca. 1310), nac. en Vriberg (Frei-
y mezclan hasta formar un inmenso berg), Sajonia, estudió y profesó en
organismo en el que las partes son de Paris — donde tuvo ocasión de oír a
tal modo solidarias que sólo pueden Enrique de Gante. Miembro de la
comprenderse con referencia al todo. Orden de los Predicadores, fue prior
La doctrina de Diderot, especialmente en Würzburgo y provincial en Ale-
en los últimos tiempos, insiste mania. Sus obras se caracterizan por
frecuentemente en esta Naturaleza su abundancia, y la amplitud de sus
orgánica tan parecida a las temas; Dietrich de Freiberg escribió,
concepciones panteístas y ani-mistas en efecto, sobre cuestiones natura-
del Renacimiento: "Todos los seres les, lógicas, psicológicas, éticas, teo-
circulan unos en otros.. . Todo se lógicas, metafísicas y eclesiásticas.
halla en perpetua fluencia. .. No hay Fuertemente inclinado a la observa-
otro individuo que la totalidad. Nacer, ción de los fenómenos naturales,
vivir y morir es cambiar de forma." Dietrich formuló una teoría en la
cual se explicaba la formación del
arco iris por medio de la refracción
de los rayos de luz en las gotas de
lluvia suspendidas en la atmósfera;
por lo demás, se trataba de una de
las varias doctrinas de óptica —es-
pecialmente sobre propiedades de la
luz y formación de los colores— for-
muladas por el autor. Desde el punto
de vista filosófico y metafísico,
Dietrich desarrolló sus ideas bajo in-
fluencias no sólo aristotélicas y agus-
tinianas, sino también, y especial-
mente, neoplatónicas (sobre todo de
Proclo y Avicena). Ahora bien, la
insistencia en el proceso de emana-
ción ( VÉASE ) y en la irradiación de
su substancia por las inteligencias a
causa de su propia superabundancia
no significa que el pensamiento de
Dietrich de Freiberg sea estricta-
mente emanatista o monista. Por un
lado, destaca el acto primario de
creación divina; por el otro, defiende
la sustancialidad e independencia (re-
lativas) de las criaturas. El primer
punto exige una idea de creación
que pueda derivarse, sin producirse
un salto conceptual demasiado brus-
co, de la noción de transfusión; el
segundo punto exige una idea de in-
dependencia substancial que pueda
DIE DIF
derivarse, sin brusco salto, de la no- Bänden, ed. por un "grupo de trabajo
ción de intelecto agente. La dificultad filosófico" de la Deutsche Akade-mie
de combinar estos dos aspectos der Wissenschaften (Berlín-Este), I,
constituye una de las dificultades 1961; II, 1962; III, 1963. — Véase
Henriette Roland-Holst, J. Dietzgens
más obvias, aun cuando también uno Philosophie, geneinverständlich erlaü-
de los aspectos más interesantes, del tert in ihrer Bedeutung für das Prole,
pensamiento de Dietrich de Freiberg. tariat, 1910. — A. Hepner, Joseph
Dentro de las citadas tensiones, su Dietzgens philosophische Lehren,
pensamiento filosófico aparece, sin 1916. — Max Apel, Einführung in die
embargo, como notablemente consis- Gedankenwelt J. Dietzgens, 1931.
tente. En efecto, lo que sucede en DIFERENCIA. Aristóteles distin-
el reino de las inteligencias primeras guió entre diferencia, diafora/ , y al-
y agentes ocurre asimismo en el reino teridad, e(pero/th|=j. La diferencia entre
de las almas individuales. En este dos cosas implica determinación de
terreno Dietrich parece mantener la aquello en que difieren. Así, por ejem-
doctrina agustiniana de la ilumina- plo, entre una bola blanca y una bola
ción interior. Pero lo que hace, en negra hay diferencia, la cual está de-
rigor, es interpretar esta doctrina a DIETZGEN (JOSEPH) (1828- terminada en este caso por el color.
la luz del neoplatonismo de Proclo, 1888), nac. en Blankenberg, cerca de La alteridad no implica, en cambio,
de tal forma que el alma en su últi- Colonia, falleció en Chicago (EE. determinación; así, un perro es otro
ma intimidad aparece como un inte- UU. ). Considerado como uno de los ser que un gato. Sin embargo, la di-
lecto en acto capaz de conocer por partidarios del empiriocriticismo de ferencia no es incompatible con la
sí mismo las esencias. En este y en Avenarius, defensor a la vez del mar- alteridad, y viceversa. Así, la Tierra
muchos otros respectos el pensamien- xismo en la teoría económica y social, es diferente del Sol, por cuanto difie-
to de Dietrich se opone al tomista. Lo representa una concepción que podría ren en que, siendo ambos cuerpos ce-
mismo ocurre con la cuestión de la llamarse un "reísmo radical" y tam- lestes, uno no tiene luz propia y el otro
distinción entre la esencia y la exis- bién un "empirismo reísta", según la tiene. Pero a la vez la Tierra es
tencia; Dietrich negó la distinción real el cual lo único real es lo que se da otra cosa que el Sol y el Sol otra cosa
tomista para afirmar una mera distin- como contenido de la aprehensión que la Tierra (Cfr. Aristóteles, Met.,
ción racional. empírica o, mejor dicho, de la per- I, 3, 1054, b 15 y sigs.).
cepción directa. Ahora bien, esta rea- La noción de diferencia ha desem-
lidad no es simplemente para Dietz- peñado un papel importante en me-
gen un complexo de sensaciones; el tafísica y en lógica. Desde el punto
rechazo de la "cosa en sí" quiere de vista metafísico, el problema de la
decir, en el fondo, que la cosa en sí diferencia ha sido tratado en estrecha
está presente en el fenómeno y, por relación con el problema de la divi-
consiguiente, que el conocimiento de sión (VÉASE) como división real. La
lo dado fenoménicamente y de lo diferencia se opone a la unidad, pero
real son una y la misma cosa. Pero a la vez no se puede entender sin una
como este conocimiento no es sólo cierta unidad (cuando menos, la uni-
conceptual, sino "total", hay que te- dad numérica de las cosas distintas
ner en cuenta las condiciones sociales por un lado, y la unidad del género
bajo las cuales se desarrolla. La filo- del cual son diferencias las cosas dis-
sofía se convierte así en una parte tintas por otro lado). La diferencia
de la concepción del mundo político- —lo mismo que la alteridad— puede
social, en un socialismo filosófico ser considerada como uno de los "gé-
que, en el mismo sentido del marxis- neros del ser" o una de las "catego-
mo, aspira no sólo a comprender, sino rías" (véase CATEGORÍA). Así sucede
también, y muy especialmente, a en Platón, al introducir la alteridad
transformar el mundo y la realidad. como género supremo; y en Plotino,
Obras principales: Das Wesen der al introducir como género supremo la
menschlichen Kopfarbeit, 1869, ed. diferencia — que en este caso equi-
por G. Mende, 1955 (La naturaleza vale a "lo otro". Desde el punto de
del trabajo mental humano). — Brie- vista lógico, la noción de diferencia
fe über Logik, speziell demokratisch- ha sido usada al formularse el modo
proletarische Logik, 1880-1883 (Car- más general de establecer una defini-
tas sobre la lógica, especialmente la ción: una de las condiciones de toda
lógica democrático-proletaria). — Die definición (clásica) satisfactoria es la
Religion der Sozialdemokratie, 1895 llamada "diferencia específica" de
(La religión de la socialdemocracia).
— Edición de obras reunidas: Sämt- la que hemos tratado en Definición
liche Schriften, 3 vols., 1911, 3a ed., (VÉASE). A la vez metafísica y lógica-
1922. — Nueva ed.: Schriften in drei mente, la noción de diferencia ha sido
DIF DIF DIL
considerada como uno de los predica- cosa dada. El problema de la dife- — en tanto, pues, que la reflexión se
bles. Hemos tratado con algún detalle rencia se examinó con frecuencia a distingue de la inmediatez. Desde
de esta cuestión en el artículo PREDI- base de un análisis del sentido de este ángulo Hegel define la diferencia
CABLES, donde nos hemos referido es- 'diferir' (differre). Dos cosas, dice (Unterscheid) como diferencia de
pecialmente a las doctrinas de Porfirio Occam, pueden diferir específica o esencia. Por eso "lo otro de la esencia
y Avicena. numéricamente. Dos cosas difieren nu- es lo otro en y para sí mismo y no lo
El citado Porfirio introdujo una méricamente cuando son de la misma otro que es simplemente otro en rela-
clasificación de tipos de diferencia naturaleza, pero una no es la otra, ción con algo fuera de él" (Logik,
que fue aceptada por muchos escolás- como en un todo las partes de la mis- II, ii, B). Siendo la diferencia algo en
ticos: la diferencia común, que separa ma naturaleza son numéricamente dis- y para sí mismo, la diferencia está
accidentalmente una cosa de otra tintas, o bien como dos cosas son "to- estrechamente ligada a la identidad:
(como un hombre de pie, de un hom- dos" que no forman el mismo ser. en rigor, lo que determina la dife-
bre sentado); la diferencia propia, Difieren específicamente cuando per- rencia determina para Hegel la iden-
que aunque separa también acciden- tenecen a dos especies. Se puede ha- tidad, y viceversa. La diferencia se
talmente una cosa de otra lo hace por blar también de un differre ratione distingue de la diversidad (Verschie-
medio de una propiedad inseparable cuando la diferencia se aplica sólo a denheit), en la que se hace explícita
de la cosa (como un cuervo, que es términos o a conceptos (en el sentido la pluralidad de la diferencia ( Unter-
negro, se distingue de un cisne, que que da Occam a estas expresiones). scheid).
es blanco); la diferencia máximamente Duns Escoto habló de diferencias úl- Heidegger ha hablado en diversas
propia, que distingue esencialmente timas, differentiae ultimae, del ser, ocasiones de la "diferencia ontológi-
una cosa de otra, pues la diferencia como las passiones entis o "trascen- ca" (ontologische Differenz). Se trata
se funda en una propiedad esencial o dentales", cuando menos las passiones en sustancia de la diferencia entre el
supuestamente esencial (como ra- convertibiles (como lo uno o el bien) ser y el ente ( VÉASE ), diferencia
cional es considerada la "diferencia" o también las passiones disiunctae que sobrepasa cualesquiera otras di-
del hombre). Además de ello, las di- (como la potencia y el acto) siempre ferencias. Por otro lado, la diferencia
ferencias pueden ser, según Porfirio, que se tomen conjuntamente y se ha- mitológica puede asimismo conce-
separables o inseparables; entre las gan entonces "convertibles". La dife- birse como una diferencia en el ser;
inseparables las hay que son atributos rencia puede asimismo concebirse co- en este sentido la diferencia está
por sí mismos y otras que son atribu- mo diferencia individual o, mejor también estrechamente relacionada on-
tos por accidente. Entre las diferen- dicho, como una diferencia que, al tológicamente con la identidad (VÉA-
cias inseparables que son atributos por contraer la especie, constituye el indi- SE ).
sí mismos las hay por las cuales se viduo. Es lo que admite Suárez (Met. Para el método de diferencias en el
dividen los géneros en sus especies, y Disp., V, 2) al hablar de differentia sentido de John Stuart Mill, véase
otras por las cuales las cosas divididas individualis. CANON.
se constituyen en especies. Esta últi- Hablando de los conceptos que for- Véase también CATEGORÍA, DEFINI-
ma división es análoga, o idéntica, a man parte de los juicios empíricos CIÓN , IDENTIDAD , INDISCERNIBLES
la que se propone a veces entre dife- ("juicios objetivos"), Kant indica que ( PRINCIPIOS DE LOS), PREDICABLES.
rencia divisiva y diferencia constitu- se puede encontrar en estos conceptos
tiva. identidad (de muchas representacio- DIFERENCIA (MÉTODO DE).
Muchos autores escolásticos partie- nes bajo un concepto) con vistas a la Véase CANON, MILL (J. S.).
ron de las clasificaciones de Porfirio y formación de juicios universales, o DILEMA es el nombre que recibe
establecieron diversos tipos de dife- bien diferencia (de representaciones un antiguo argumento presentado en
rencias: así, por ejemplo, diferencia dentro de un concepto) con vistas a forma de silogismo con "dos filos" o
común; propia; máximamente propia; la formación de juicios particulares "dos cuernos" y llamado también por
esencial; divisiva; constitutiva; analó- (K. r. V., A 262 / Β 317). Los concep- ello syllogismus cornutus. Como casi
gica; numérica; genérica; específica, tos en cuestión parecen poder llamar- todos los ejemplos de dilema presen-
etc. Algunos de estos tipos de dife- se, pues, conceptos de comparación. tados en la lógica tradicional tienen
rencia coinciden con otros. Así, la di- Pero en vista de la función que ejer- en su conclusión una proposición
ferencia común es evidentemente una cen en la formación de los juicios, es disyuntiva cuyos dos miembros son
diferencia accidental, y hasta máxi- mejor llamarlos "conceptos de refle- igualmente afirmados, se suele llamar
mamente accidental; la diferencia es- xión". En vista de ello las nociones la atención sobre la diferencia entre
pecífica es, o puede ser, constitutiva, de identidad y de diferencia son con- el dilema y el silogismo disyuntivo,
etc. Algunos escolásticos distinguieron sideradas por Kant como nociones en el cual se afirma solamente uno
entre diferencia y diversidad; así en trascendentales (en sentido kantiano). de los miembros de la disyunción.
Santo Tomás (Cont. Gent, I, 17) al Identidad y diferencia pueden seí Uno de los ejemplos tradicionales de
indicar, siguiendo a Aristóteles, y consideradas como "conceptos de re- dilema es:
contra la opinión de David de Dinant, flexión", los cuales no se aplican a las Los hombres llevan a cabo los asesi-
que lo diferente se dice relacional- cosas en sí, sino a los fenómenos. natos que proyectan o no los llevan
mente, pues todo lo que es diferente Análogamente, Hegel considera como a cabo. Si los llevan a cabo, pecan
es diferente en virtud de algo; lo que conceptos de reflexión la identidad y contra la
es diverso, en cambio, lo es por el la diferencia, pero en un sentido dis- ley de Dios y son culpables. Si
hecho de no ser lo mismo que otra tinto del kantiano (véase REFLEXIÓN) no los llevan a cabo, pecan contra
456
DIL DIL DIL
su conciencia moral, y son cul- de toda la historia de la filosofía (y blemente parcial del apriorismo hege-
pables. que hacen de esta historia no un liano y del empirismo historiográfico.
Por lo tanto, tanto si llevan a cabo proceso único, sino una serie de di- Dilthey separa netamente las ciencias
como si no llevan a cabo los ase- cotomías), se resumen en las oposi- de la Naturaleza y las ciencias del es-
sinatos que proyectan, son culpa- ciones siguientes: lo Incondicionado- p írit u, n o p or su mét od o ni p or
bles (si proyectan un asesinato). lo Condicionado; la Substancia-la Ley su objeto, que a veces coinciden en
Cuando los miembros de la propo- o Función de los fenómenos; lo In- ambas, sino por su contenido. Los he-
sición disyuntiva son tres, se habla finito-lo Finito; el Determinismo-la chos espirituales no nos son dados,
de trilema; cuando son cuatro, cua- Libertad; la Cosa-la Persona, ocu- como los procesos naturales, a tra-
drilema; cuando son un número in- rriendo que ambas series se oponen vés de un andamiaje conceptual,
determinado, n, de miembros, poli- a su vez en un dilema único, que sino de un modo real, inmediato
puede resumirse en la oposición: Im- y completo. Son, por así decirlo,
lema.
personalismo-Personalismo. aprehendidos íntegramente en toda
En la lógica actual el dilema es
presentado como una de las leyes de DILTHEY (WILHELM) ( 1833- su realidad. Esta aprehensión es una
la lógica sentencial. Indicamos a con- 1911), nacido en Biebrich, profesó autognosis (Selbstbesinnung), una pe-
tinuación cuatro formas de dicha ley: en Basilea, Kiel y Breslau antes de culiar captura del objeto, distinta
ocupar, en 1882, la cátedra de historia de l a que tie ne lu gar e n el a ct o
de la filosofía que H. Lotze dejó de la comprensión inmediata de la
vacante en Berlín. El carácter frag- interioridad cuando se agregan ele-
mentario de su obra hace difícil ar- mentos ajenos a ella. Pero la auto-
ticularla en sistema, cosa que, por gnosis se convierte poco a poco, de
otro lado, rechazaba el propio filósofo, aprehensión de lo psíquico-espiritual,
quien prefería decididamente la ac- en fundamento del conocimiento filo-
A base de la información que se titud inquisitiva a la pretensión cons- sófico sistemático: "Autognosis es
halla en los artículos LETRA , NOTA- tructiva que muestran los grandes sis- —escribe Dilthey— conocimiento de
CIÓN SIMBÓLICA y PARÉNTESIS, el lec- temas metafísicos. Su importancia ra- las condiciones de la conciencia en las
tor puede encontrar fácilmente ejem- dica ante todo en sus investigaciones cuales se efectúa la elevación del
plos para cualquiera de las cuatro for- sobre la gnoseología de las ciencias espíritu a su autonomía mediante
mas antes mencionada. Se observará del espíritu y sobre la psicología, a determinaciones de validez universal;
que lo común de todas ellas es que se la cual dio el nombre de psicología es decir, mediante un conocimiento
trata de un condicional cuyo antece- descriptiva y analítica, psicología es- de validez universal, determinaciones
dente está compuesto de tres fórmu- tructural o psicología de la compren- axiológicas de validez universal y
las unidas por conjunciones. Las dos sión. Dilthey coincide con el posi- normas del obrar según fines de va-
primeras fórmulas del antecedente tivismo y con el neokantismo en su lidez universal" (Ges. Schriften, VIII,
son a su vez condicionales y la ter- negación de la posibilidad de cono- 192-193). Por eso las ciencias del es-
cera es una disyunción. En cuanto a cimiento metafísico, pero le separa píritu son gnoseológicamente ante-
la conclusión, puede ser una disyun- de ellos su oposición al naturalismo riores a las de la Naturaleza, a las
ción (como se ve en los dos últimos triunfante de su tiempo. Su dedica- cuales, por otro lado, abarcan, pues
casos) o la afirmación (primer caso) ción a las ciencias del espíritu y su toda ciencia es también un producto
o negación (segundo caso) de una preferencia por la Historia le inserta histórico.
de las sentencias. en una línea que, procedente de He- Dilthey busca la fundamentación
De un modo muy general se llama gel, se enlaza con Windelband y de semejante gnoseología en una psi-
dilema la oposición de dos tesis, de Rickert, sigue paralela a los repre- cología que, lejos de poseer la estruc-
tal modo que si una de ellas es ver- sentantes de la filosofía de la vida tura propia de las ciencias naturales,
dadera, la otra ha de ser considerada y desemboca en las actuales direccio- permita comprender al hombre como
como falsa y viceversa. Una decisión, nes científico-espirituales. Su propó- entidad histórica y no como un ente
basada en motivos distintos de los sito consiste ante todo en completar inmutable, una naturaleza o una subs-
lógicos, parece ser en ciertos casos la obra de Kant con una gnoseología tancia. Por eso la psicología aparece
necesaria. Tal es el sentido en que de las ciencias del espíritu, con una como "una fundamentación psicoló-
utiliza Renouvier el término 'dilema" "crítica de la razón histórica paralela gica de las ciencias del espíritu",
en su análisis de los dilemas metafí- a la "crítica de la razón pura". Sus como una sistemática a la cual alle-
sicos. Según este filósofo (Cfr. Les estudios históricos —Leben gan materiales los estudios históricos
dilemmes de la métaphysique pure, Schleiermachers (Vida de Schleier- y en los que, a la vez, éstos se fun-
1903, passim; trad, esp., 1945), las macher, 1867-1870); Auffassung und dan. La psicología de Dilthey no es,
doctrinas metafísicas pueden agru- Analyse des Menschen im XV und en suma, una "psicología explicati-
parse en dilemas cuya solución no XVI Jahrhunderte (Concepción y va", sino una "psicología descriptiva
es susceptible de una determinación análisis del hombre en los siglos XV y analítica". La psicología explicati-
racional por medio del principio ló- y XVI, 1891)— constituyen ensayos va se basa en "la derivación de los
gico de contradicción, sino únicamen- en este sentido, por cuanto en ellos hechos que se dan en la experiencia
te objeto de decisión y, en el fondo, se advierte ya la diferencia que se- interna, en el estudio de los demás
de creencia. Estos dilemas, que se para a la consideración hermenéutico- hombres y de la realidad histórica a
repiten constantemente en el curso psicológica de la consideración do- base de un número limitado de ele-
457
DIL DIL DIL
mentos analíticamente descubiertos" solamente individuales, sino también por su carencia de análisis histórico.
(G. S. V, 158). Por eso la psicología sociales y, desde luego, históricas. De aquí a la "filosofía de la filosofía"
explicativa suele partir del análisis Dilthey se ha opuesto con frecuen- no hay más que un paso. En efecto,
de la percepción y de la memoria cia a la metafísica en tanto que ha corno hecho histórico humano, la fi-
y desembocar en un asociacionismo pretendido ser un saber riguroso del losofía se convierte en objeto de sí
basado en elementos a partir de los mundo y de la vida. Pero ello no sig- misma. Y dentro de ella se da la
cuales se intenta construir toda re- nifica negar el hecho de la necesidad diversificación de las concepciones del
presentación superior. En cambio, la metafísica sentida constantemente por mundo, las cuales pueden ser clasi-
psicología descriptiva y analítica "so- el hombre. La metafísica es a la vez ficadas en tres tipos fundamentales.
mete a la descripción y, en la medida imposible e inevitable, pues el hom- El primero de ellos es el naturalismo,
de lo posible, al análisis, la entera bre no puede permanecer en un re- que puede ser materialista o fenome-
poderosa realidad de la vida psíqui- lativismo absoluto ni negar la condi- nista y positivista. El segundo de ellos
ca" (G. S. V, 156). La psicología cionabilidad histórica de cada uno de es el idealismo de la libertad, surgido
descriptiva y analítica, en otros tér- sus productos culturales. De ahí la principalmente del conflicto moral y
minos, es una "exposición de las par- gran antinomia entre la pretensión de la percepción de la actividad volitiva.
tes integrantes y complexos que se validez absoluta que tiene todo pen- El tercero de ellos es el idealismo ob-
presentan uniformemente en toda vida samiento humano y el hecho de la jetivo, que se manifiesta sobre todo
psíquica humana desarrollada, tal condición histórica del pensar efecti- cuando se tiende a la objetivación de
como quedan enlazadas en un único vo. Esta antinomia se presenta ante lo real, a la conversión de toda rea-
complexo, que no es inferido o in- todo como una contraposición "entre lidad en ser y valores trascendentales,
vestigado por el pensamiento, sino la conciencia histórica actual y todo de los cuales la realidad del mundo
simplemente vivido. . . Tiene por ob- género de metafísica como concepción es, a la postre, una manifestación.
jeto las regularidades que se presen- científica del mundo" (G. S. VIII, Dilthey ha estudiado con detalle es-
tan en el complexo de la vida psí- 3). Para resolverla es necesario, se- tos tres tipos al hilo de una historia
quica desarrollada. Expone este gún Dilthey, poner en funcionamiento evolutiva de las visiones del mundo y
complexo de la vida intena en un lo que llama la "autognosis his- de la vida que se encuentran de un
hombre típico. Observa, analiza, ex- tórica". "Ésta tendrá —escribe Dil- modo concreto a lo largo de la his-
perimenta y compara. Se sirve de they— que convertir en objetos suyos toria desde las etapas primitivas. Re-
cualquier recurso para la solución de los ideales y las concepciones del sultado de este análisis concreto es
su tarea. Pero su significación en la mundo de la humanidad. Valiéndose el mismo supuesto del cual había par-
articulación de las ciencias descansa del método analítico, habrá de des- tido; la conciencia trascendental se
justamente en el hecho de que todo cubrir en la abigarrada variedad de resuelve una y otra vez en conciencia
complexo utilizado por ella puede ser los sistemas, estructura, conexión, ar- histórica, pero esta conciencia histó-
mostrado como miembro de un com- ticulación. Al proseguir de este modo rica no desemboca en el relativismo,
plexo mayor, no inferido, sino origi- su marcha hasta el punto en que se pues en todos los casos permanece
nariamente dado" (G. S. V, 152). presenta un concepto de la filosofía frente a la ruina de los sistemas la
Mas esto no bastaría si, además, no que hace explicable la historia de la actitud radical del hombre, el cual
se tuviera en cuenta la mentada "po- misma [subrayado por nosotros], sur- consiste no en ser un ente perma-
derosa realidad efectiva de la vida ge la perspectiva de poder resolver nente, sino una "vida". De hecho, es
anímica" examinada en la historia y la antinomia existente entre los re- la vida la única y última raíz de
en los análisis del hombre efectuados sultados de la historia de la filosofía todas las concepciones. Con lo cual
por los grandes poetas y filósofos. y la sistemática filosófica" (G. S. la vida aparece como el verdadero
Por eso tal psicología se basa en la VIII, 7). Este concepto de la filo- fundamento irracional del mundo, la
comprensión histórica y ésta es a su sofía no puede obtenerse, sin embar- realidad irreductible a las demás,
vez hecha posible por la psicología. go, a menos que el filósofo se sitúe pero que permite explicar todas las
Aparentemente se trata de un círculo en el ámbito de la experiencia total demás realidades. El pensamiento de
vicioso. Pero este círculo se desvanece dentro de la cual las diversas con- Dilthey se encamina así, como con-
tan pronto como en vez de prestar cepciones del mundo aparecen como secuencia de la necesidad de superar
exclusiva atención a los caracteres símbolos de la vida, falsos solamente el relativismo historicista, hacia una
formales, tenemos en cuenta "la pro- en la medida en que pretenden ser filosofía de la vida. Cierto que a ve-
fundidad de la vida misma". En esta independientes. No se trata, a pesar ces Dilthey parece retroceder en su
vida se manifiestan diversos caracte- de ciertas analogías engañosas, de marcha al suponer que "la naturale-
res tales como los de historicidad, una filosofía trascendental, pues mien- za humana es siempre la misma" y al
forma estructural y cualidad, los cua- tras ésta pasa de los conceptos for- suponer, por lo tanto, que hay algo
les coinciden en gran parte con los mados sobre la realidad a las con- que puede calificarse de naturaleza
rasgos de la cualidad, de la duración diciones bajo las cuales pensamos ta- humana. Pero este retroceso es pro-
y de la dinamicidad establecidos por les conceptos, la verdadera autogno- visional; en último término, es la dia-
otras filosofías, como la bergsoniana. sis histórica de la filosofía pasa de léctica incesante entre la vida y la
Lo importante, en todo caso, es ad- los sistemas a la relación del pensa- historia, y el hecho de que cada uno
vertir tanto la riqueza de la vida miento con la realidad, una relación de estos términos incluya al otro, lo
anímica como el hecho de la inter- vislumbrada por los filósofos trascen- que permite que la filosofía de la
conexión de todas las vivencias no dentales, pero nunca profundizada filosofía no se quede en ningún ins-
458
DIL
tante petrificada en una formula.
En diversas ocasiones Dilthey ha
intentado poner en claro los funda-
mentos de su propia filosofía. Parti-
cularmente importante es al respecto
un escrito de 1880 en el cual ha ma-
nifestado que "la idea fundamental
de mi filosofía es el pensamiento de
que hasta el presente no se ha co-
locado ni una sola vez como funda-
mento del filosofar a la plena y no
mutilada experiencia, de que ni una
sola vez se ha fundado en la total y
plenaria realidad". De ahí las carac-
terísticas proposiciones de Dilthey so-
bre la inteligencia, proposiciones que
son a la vez las tesis sobre las cua-
les se orienta esta filosofía total de
la experiencia: "1) La inteligencia
no es un desarrollo que haya tenido
lugar en el individuo particular y re-
sulte por él comprensible, sino que
es un proceso en la evolución de
la especie humana, siendo ésta a su
vez el sujeto en el cual el querer
es el conocimiento. 2) En rigor, la
inteligencia existe como realidad en
los actos vitales de los hombres, to-
dos los cuales poseen también los
aspectos de la voluntad y de los sen-
timientos, por lo cual existe como
realidad sólo dentro de la totalidad
de la naturaleza humana. 3) La pro-
posición correlativa a la anterior es
la que afirma que sólo por un pro-
ceso histórico de abstracción se forma
el pensar, el conocer y el saber abs-
tractos. 4) Mas esta plena inteligen-
cia real tiene también como aspectos
de su realidad la religión o la meta-
física o lo incondicionado, y sin éstos
no es jamás real ni efectiva." Así
entendida, esta filosofía es la "ciencia
do lo real" (G. S. VIII, 175-6).
La influencia de Dilthey se hace
patente en diversas corrientes filosó-
ficas actuales, especialmente en la
"filosofía de la vida" y la "filosofía
del espíritu". También se encuentran
varias resonancias diltheyanas en la
filosofía existenciaria de Heidegger.
Entre los filósofos más directamente
influidos por Dilthey y considerados
inclusive como pertenecientes al lla-
mado "movimiento diltheyano" figu-
ran: Georg Misch ( VÉASE ); Bern-
hard Groethuysen (VÉASE); Erich
Rothacker (VÉASE); Joachim Wach (n.
1898), que se ha distinguido espe-
cialmente por su análisis de las teo-
rías hermenéuticas y de la noción de
comprensión en el siglo XIX (Das
DIM DIN
Si algunos cineastas son ricos y cio. Pero el citado sentido amplio de
todos los ricos son accionistas, 'dinámico' aparece sobre todo cuando
entonces algunos accionistas son ci- se pretenden extraer las implicacio-
neastas, nes metafísicas de la física o cuando
ejemplo que corresponde a la si- se pretenden "dictar" condiciones me-
guiente ley de la lógica cuatificacio- tafísicas a la investigación física. Sur-
gen entonces concepciones dinámicas
—o dinamicistas— del mundo que se
supone se hallan en la base de toda
y que, usando las letras 'S', 'P' y 'M' posible comprensión de la realidad.
de la lógica tradicional, puede expre- Por lo común se supone que las con-
sarse mediante el siguiente esquema: cepciones dinamicistas eluden dificul-
tades tales como las que plantean el
riguroso determinismo, la tendencia a
la espacialización del tiempo y del
nal elemental: movimiento y la propensión a negar
donde aparece claramente la secuen- la libertad, la contingencia, la indi-
cia de las letras 'I', 'A', ´I', origen vidualidad —de los entes o de los
del término Dimatis, en el orden movimientos—, etc. En este punto se
PM -M S-SP. insertan las mencionadas oposiciones
DIMINUTIO. Véase PROPIEDADES entre lo dinámico y lo estático, y en-
tre lo dinámico y lo mecánico.
DE LOS TÉRMINOS.
El término 'dinámico' ha sido em-
DINÁMICO. El término 'dinámico' pleado asimismo en psicología y en
ha sido empleado en filosofía moder- sociología — particularmente a partir
na en dos sentidos: uno amplio, y de A. Comte. Se ha hablado entonces
otro estricto. En sentido amplio 'di- de dinámica de los estados psíquicos
námico' designa todo lo que se refiere o de dinámica social, a diferencia de
al movimiento y aun al devenir (VÉA- la estática de tales estados o de la
SE): el punto de vista dinámico es
estática social. En tal uso el
entonces un punto de vista ontológico significado de 'dinámico' —y de
que concibe el ser como un hacerse 'estático'— está calcado sobre el
— in fien. Se contrapone entonces sentido físico, pero en la medida en
'dinámico' a 'estático' y, congruente- que se amplía al resto de la realidad
mente, las filosofías "dinamicistas" a se produce también la citada tenden-
las filosofías "estaticistas". En un sen- cia a convertir el estudio de la me-
tido estricto, el sentido de 'dinámico' cánica psíquica o social en una con-
procede de la física: la dinámica es- cepción del mundo —o en una filo-
tudia las relaciones entre las fuerzas sofía general— que se coloca en la
y los movimientos, a diferencia de la base de toda ulterior investigación
estática, que estudia el equilibrio de psicológica o sociológica.
las fuerzas. Dinámica y estática son Para completar la información so-
partes de la mecánica, de modo que, bre las cuestiones aquí suscitadas,
estrictamente hablando, no puede ha- véanse los artículos ACTO, DEVENIR,
blarse ni de contraposición entre lo ENERGÍA y POTENCIA.
dinámico y lo estático ni menos toda-
vía de contraposición entre lo diná- Von Dungern, Dynamische Welt-
anschauung, 1920. — Franz Freigl,
mico y lo mecánico. Die dynamische Struktur der Welt,
Aunque la mayor parte de los filó- 1933. — Andrew Paul Ushenko,
sofos modernos han conocido bien el Power and Events; an Essay on
citado sentido estricto, no ha sido Dynamics in Philosophy, 1946. —
infrecuente que se hayan deslizado, Sobre dinámica en Leibniz: M. Gué-
consciente o inconscientemente, hacia roult, Dynamique et métaphysique
leibniziennes suivi d'une note sur Je
el sentido amplio. Así, cuando Leib- principe de la moindre action chez
niz opuso a la física de Descartes Maupertuis, 1934.
sus propias ideas físicas, estimaba que DINGLER (HUGO) (1881-1954),
había que oponer a una física exce- nac. en Munich, profesor (1920) en la
sivamente geométrica y "estática" —o misma ciudad, y (desde 1932) en la
DIMATÍS es el nombre que de- aun "mecánica"— una física dinámi-
signa uno de los modos (véase MO- Escuela Superior Técnica de Darms-
ca, que hacía intervenir la fuerza viva tadt, es conocido sobre todo por su
DO) válidos de los silogismos de la y el ímpetu en vez de limitarse a
cuarta figura (v. ). Un ejemplo de crítica de los supuestos de la ciencia
estudio de masas y movimientos de actual, pero su obra sobre la "quie-
Dimatís puede ser: las mismas e inclusive a reducir estos
movimientos a posiciones en el espa-
460
DIN DIN
bra de la ciencia y el primado de la no es un sustrato universal y racional,
filosofía" no es sino la traducción sino condición de todo experimen-
a un lenguaje más popular de una tar individual.
previa labor analítica sobre los con- En sus últimos escritos, especial-
ceptos fundamentales de las ciencias mente en su Grundriss, de 1949,
exactas y físicas. Esta labor demuestra, Hugo Dingler ha redondeado las
según Dingler, una falla fundamental concepciones anteriores por medio de
de la ciencia actual: la necesidad en un "metodismo" que aspira a asimi-
que se ha visto de sustituir cada vez lar lo mejor del neopositivismo sin
más los modelos intuitivos y por ello negar la "autonomía" del co-
mecánicos de lo real por meras nocimiento filosófico. El neopositi-
simbolizaciones; por lo tanto, la trans- vismo, opina Dingler, engendra "fan-
formación de un simple procedimiento tasmas" tan peligrosos como los pro-
operacional en representación de lo ducidos por las filosofías "tradiciona-
real. De ahí la necesidad de un nuevo les". Entre ellos, el "fantasma" de
modo de ciencia y aun de una radical creer que la filosofía debe basarse en
"ciencia nueva" basada en una "sín- los conocimientos proporcionados por
tesis pura". En verdad, la tendencia las ciencias naturales. En cambio, la
a esta síntesis se encuentra ya en "filosofía real" —otro nombre de la
aquel tipo de pensamiento científico "filosofía metódica"— no debe tomar
que, como el de Mach —sobre cuya como punto de partida la mencionada
filosofía escribió Dingler una de sus base — o no debe hacerlo unila-
principales obras—, ha dado lugar teralmente. Según Dingler, el positi-
paradójicamente a un extremismo de vismo no puede probar ciertas propo-
la ciencia simbolizante. Esto se ma- siciones que son accesibles a la "fi-
nifiesta ya, dice Dingler, desde el losofía metódica" y que tradicional-
momento en que analizamos la signi- mente han sido consideradas como
ficación del experimento. Este análisis proposiciones metafísicas. Sólo una fi-
nos proporciona la posibilidad de una losofía apoyada en una "actitud me-
"reconstrucción" de los elementos con tódico-operativa" puede eliminar los
los cuales forjamos la ciencia natural y pseudo-problemas que el neopositi-
las ciencias exactas. Estos elementos, a vismo se han esforzado en vano por
su vez, son confirmados por la destruir. De este modo al activismo
experiencia, por la práctica científica. de Dingler mencionado al principio
Mas esto es posible porque, al mismo se ha aliado a un operacionalismo,
tiempo, el experimento está situado, en única actitud que, según el filósofo,
tanto que realidad inteligible, dentro puede cumplir con todas las exigen-
de un sistema racional del cual forman cias de la "filosofía certística" (véase
parte las diferentes ciencias y los CERTIDUMBRE) .
diferentes aspectos de las ciencias.
En cierto modo, se trata del resultado
de la imposición de una cierta
"voluntad" a los acontecimientos. Mas
esta voluntad no es ni un apriorismo en
el sentido tradicional ni tampoco un
irracionalismo en el sentido schopen-
haueriano: se trata, al entender de
Dingler, de un orden sistemático que
hace posibles las proposiciones cien-
tíficas y que hace posible, a la vez,
que estas proposiciones se refieran a
hechos. Así, es el propio hecho —y
no su simbolización— lo que, en últi-
mo término, justifica la voluntad de
sistema, porque es el propio hecho
el que, en verdad, resulta, en tanto
que real, sistemático. El análisis de
Dingler termina de este modo con lo
que podría llamarse un "voluntarismo
sistemático y fáctico", es decir, con
una doctrina en la cual la voluntad
DIO DIO DIO
phie H. Dinglers, 1955. — D. Silagi, nosprecio por las ciencias que, como esp. ), Cap. IX. — Asimismo, Jean
G. Benini, S. Ceccato, Ch. K. Da- la geometría o la música, no condu- Zafiropoulo, Diogene d'Apollonie,
venport, Herbert Dingle, P. Dros- cían para él a la verdadera felicidad, 1957.
sbach, G. Heberer, W. Krampf, P. a la autosuficiencia, al vivir confor- DIÓGENES DE OINOANDA (fl.
Lorenzen, E. May, H. Meyer, A. Ny- me a la Naturaleza y no según la 200) fue uno de los propagadores de
man, H. C. Sanborn, B. Thüring, complicada convención social. Discí- la doctrina de Epicuro, especialmente
Gedenkbuch für Hugo Dingler, 1956, pulos directos de Diógenes fueron en la forma original desarrollada por
ed. W. Krampf. Mónimo, Onesicrito, Filisco y Crates. el fundador de la escuela, es decir,
DIODORO CRONOS (t 307 antes K. W. Göttlins, Diogenes der Kyni-ker, basada en la necesidad de liberarse
de J. C.), discípulo de Euclides de oder die Philosophie des grie-chischen
Prolétariats, I, 1851. — Hermann del doble temor a la muerte y a los
Megara y uno de los más. célebres dioses. Por lo tanto, Diógenes de Oi-
miembros de la escuela llamada de Diels, Aus dem Leben des Kynikers
Diogenes, 1894. — Kurt von Fritz, noanda representa la línea de lo que
los megáricos ( VÉASE ), defendió la podríamos llamar epicureismo moral,
tesis, característica de esta escuela, de Quellen-Untersuchungen zu Leben
und Philosophie des Diogenes von poco preocupado de los problemas de
que no existe lo posible ( ni en el pre- teoría del conocimiento y poco incli-
sente ni en el futuro), pues todo lo Sinope (Philologus, Sup-plernentband
18, Heft 2), 1926. — Ferrand Sayre, nado hacia el empirismo epistemológi-
que es, es real (y, en el sentido aris- Diogenes of Sinope. A Study of co que había sido desarrollado por la
totélico, actual). El argumento em- Greek Cynicism, 1938. escuela de Filodemo de Gadara. Junto
pleado por Diodoro Crono, el llamado DIÓGENES DE APOLONIA (fl. a la divulgación de las concepciones
o( kuriuwn, consiste en afirmar que si 450 antes de J. C. ) es considerado epicúreas, Diógenes de Oinoanda
se dan dos acontecimientos mutua- como uno de los filósofos presocráti- dedicó sus esfuerzos a una polémica
mente exclusivos y uno de ellos llega cos que continuaron en la dirección contra las otras escuelas filosóficas,
a realizarse, el otro acontecimiento iniciada por los milesios ( VÉASE ), especialmente contra el estoicismo.
resulta imposible, pues si no lo fuese pero aprovechando muchos elementos Fragmentos de D. de O. se descu-
entonces se derivaría de algo posible del pensamiento de Anaxágoras, de brieron en 1884, durante una expedi-
algo imposible. quien fue contemporáneo. En efecto, ción a Licia. Se publicaron en 1892
E. Zeller, "Ueber den κυριεύων des por un lado Diógenes de Apolonia (Bulletin de correspondance helléni-
Megarikers Diodoros", Sitz.-Befichte consideró que hay una substancia pri- que), ed. V. Cousin; luego, en el mis-
Berl. Akad., (1882), 151-59, reim- mordial — el aire. En este respecto mo Bulletin (1897); luego, en Wie-
preso en Kleine Schriften, I, 252-62. su doctrina es análoga a la de Ana- ner Studien (1907), ed. J. William.
— N. Hartmann, "Der Megarische — Ultima ed.: Diogenis Oenoanden-
und der Aristotelische Möglichkeits- xímenes. Pero mientras para este úl-
timo el aire era un elemento al cual sis Fragmenta, por A. Grilli, 1960
begriff, ein Beitrag zur Geschichte (Testi e documenti per lo Studio del-l
des ontologischen Modalitätspro- se reducían todos los demás, para 'Antichità, ed. I. Cazzaniga). — Véase
blems", Sitz.-Berichte der Preuss. Ak. Diógenes se trata del principio de C. Capone Braga, "Aristotele, Epicuro
der Wissenschaften, 1937, reimp. en la existencia, principio animado que e Diogene di Enoanda", Atene e
Kleinerc Schriften, II, 1957. abarca por igual el mundo de la ma- Roma, XLII (1940), 35-48. — G.
DIÓGENES (ca. 413-327 antes de teria y el del alma. El aire es, así, Pisano, "Colote, Epicuro e Diogene
J. C. ) de Sínope, discípulo de Antís- algo divino, por ser el principio de di Enoanda", Atene e Roma, XLIV
tenes, fue considerado en toda la la animación de todas las cosas. Por (1942), 67-75.
Antigüedad como el perfecto tipo otro lado, Diógenes de Apolonia DIÓGENES LAERCIO. En varios
del cínico (VÉASE), en el cual se han acentuó, aun más que Anaxágoras, artículos (por ejemplo, véase FILO-
mezclado las notas de la impudencia, los motivos teleológicos, y como in- SOFÍA [HISTORIA DE LA], FILOSOFÍA
del desprecio a las convenciones y dica W. Jaeger, es muy plausible GRIEGA) nos hemos referido a este
de un cierto "egoísmo", con el tem- que fuera Diógenes y no Anaxágoras autor, a quienes algunos —Sopater,
ple moral intachable, la parquedad quien influyera al respecto sobre el Suidas, W. Crönert— llaman Laercio
y la constancia. Según cuenta Dió- pensamiento teleológico de Sócrates, Diógenes, otros —Esteban de Bizan-
genes Laercio, Diógenes de Sínope de Platón, de Aristóteles y, finalmente, cio— Diógenes, otros —Hicks—,
combatía lo que llamaba la falsa de los estoicos. El hecho de que el Laercio, otros —Estacio— Laertes,
hombre y el mundo manifiesten en etc. La oscuridad en que va envuelto
vanidad y fasto de Platón, el cual
su organización un propósito divino el nombre afecta también a su vida
parece haber reprochado a Diógenes es, para Diógenes, perfectamente claro
un fasto y una vanidad, pero de y a las fechas de nacimiento y muer-
si examinamos la adecuada te. Lo único sobre lo cual los his-
distinta especie. Contra los sofismas disposición de las partes de que am-
habituales en la época, puestos en toriadores y filólogos parecen haber
bos se componen. llegado a un acuerdo es la fecha de
circulación sobre todo por los Diels-Kranz, 64 (51). En Diog. L.,
megáricos, aducía Diógenes la reali- composición de su única obra cono-
IX, 57. — Véase P. Natorp, en cida, fecha que se fija entre 225 y
dad visible y tangible, que a su en- Rheinisches Museum, XLI (1886)
tender era irrebatible. Ello se dirigía, 250 después de J. C. La obra en
350-63 y XLII (1887), 374-86 y
sin embargo, no sólo contra los sofistas cuestión, por la cual Diógenes Laer-
H. Diels, en ibid., XLII (1877),
y los partidarios de la erística, sino 1-14. Además, H. Diller en Hermes, cio se ha hecho famoso, son las lla-
también contra la teoría platónica de LXXVI (1941), 359-81 y W. Jae- madas Vidas y opiniones de los filó-
las ideas, a la cual oponía lo ger, en The Theology of the Early sofos. El título exacto y completo es:
individual y concreto. De ahí su me- Greek Philosophers (1947; hay trad. Bi/oi kai\ gnw=mai tw=n e(n filosofi/a|
eu)do
462
DIO DIO DIO
kimhsa/ntwn kai\ tw=n e(ka/sth| ai(re/sei tarios, I, 1830; II, 1833); G. Cobet, bre —de hecho, los discursos 37 y
a)res-ko/ntwn e)n e)pito/mw| sunagwgh/ Parisiis, 1850; Bywater, Oxonii, 1879; 46 son obra de su discípulo Fa-
aunque algunos autores le dan otros O. Apelt, 2 vols., Lipsiae, 1921; vorino— presentan no sólo un com-
títulos; así, Focio, el de Φιλοσόφων βίοι R. D. Hicks, London y Cambridge pendio de las opiniones cínicas,
(Mass.), 2 vols., 1925. Ediciones crí-
y Es-tacio el de Sofistw=n bi/oi. Como ticas parciales: C. Wachsmuth, Lip- sino una pintura de las épocas de
hemos indicado en los artículos antes siae, 1885; Usener (véase EPICÚ - Nerva y Trajano. Ahora bien, el in-
referidos, las Vidas de Diógenes REOS ); H. Diels, 1901; H. Mut- terés de Dion por la vida social y
Laercio, aunque contienen mucho schmann, Lipsiae, 1906; H. Breiten- política hace que su cinismo sea me-
material poco fidedigno, constituyen bach, Basel, 1907; A, Kochalsky, nos el cinismo natural de los ante-
una de las más importantes fuentes 1914. Edición crítica completa en riores representantes de la escuela
para el conocimiento de la filosofía preparación por P. von der Mühll. que una especie de cinismo social.
Véase M. Trevissoi, Diogene Laerzio.
antigua a causa de haberse perdido los Saggio biografico, 1909. — Id., id., En algunos puntos Dion Crisóstomo
se aproximó a las opiniones de los
otros posiblemente numerosos Bibliografia laerziana, 1909. — R. estoicos, particularmente en lo que
repertorios de análogo contenido Hope, The Book of Diógenes Laertius. podríamos llamar "perspectiva cósmi-
biográfico y do-xográfico. La obra de Its Spirit and Its Methods, 1930. ca", que los estoicos acentuaron y
Diógenes Laercio debe mucho en su DIOGENIANO (Siglo II) coincidió los antiguos cínicos habían casi en-
organización a Soción (V. DIÁDOCOS, con Diógenes de Oinoanda en la de- teramente descuidado, si no comba-
SECTA). Se compone de diez libros; y fensa y popularización de la primi- tido. Dion Crisóstomo escribió asi-
cada uno de ellos está subdividido en tiva doctrina epicúrea, así como en mismo varias obras filosóficas e his-
capítulos sobre diversos filósofos. la polémica contra otras escuelas fi- tóricas, hoy perdidas.
Indicamos a continuación algunos de losóficas, particularmente contra el La editio princeps (desaparecida) de
los autores de que trata cada libro: I estoicismo de Crisipo. La oposición los Discursos parece ser la de D.
(Tales, Solón, Ferécides); II (Ana- de Diogeniano y de Diógenes de Parauisinus, Milán, 1476. La primera
ximandro, Anaxímenes, Anaxágoras, Oinoanda a la doctrina estoica de la edición de que disponemos es la de
Sócrates, Jenofonte, Arístipo); III Providencia concebida como destino F. Turrisanus, Venetiis, 1555.
(Platón); IV (Espeusipo, Jenócrates, cósmico influyó sobre varios escrito- Varias ediciones durante los siglos
Polemón, Crates, Arcesilao, Carnéa- res cristianos, como lo atestigua el posteriores. Entre las relativamente
des, Clitómaco); V (Aristóteles, Teo- ejemplo de Eusebio, en cuya Preapa- más recientes ediciones críticas figu-
frasto, Estratón); VI (Antístenes, ratio evangélica son usados algunos ran las de L. Dindorf (2 vols., Teub-
Diógenes, Menipo); VII (Zenón de argumentos de Diogeniano. ner, Lipsiae, 1857; también en Teub-
Fragmentos editados por A. Gerc- ner, la de Guy de Budé, Lipsiae,
Citio, Cleantes, Crisipo); VIII (Pi- ke en "Chrysippea", Jahrbuch für 1916-1919); la de H. von Arnim (Dio-
tágoras, Empédocles, Arquitas, Alc- klassische Philologie, Suppl. XIV, nis Prusaensis quem vacant Chrysos-
meón, Filolao); IX (Heráclito, Je- 1885. — Ed. (y trad. italiana) por tomum quae exstant omnia, Berolini,
nófanes, Parménides, Meliso, Zenón E. Buonaiuti, 1921. — En Migne, 1893-1896) y la de J. W. Cohoon y H.
de Elea, Leucipo, Demócrito, Pro- PG figuran en t. II, col. 1167-86. — L. Croby (Loeb, 1932). — Sobre
tágoras, Diógenes de Apolonia, Pi- Véase art. de J. von Arnim sobre Dio- Dion Crisóstomo, además del libro
rrón); X (Epicuro). En el Prólogo geniano ( Diogenianos ) en Pauly-Wis- fundamental de H. van Arnim, Leben
sowa.
(Libro I), Diógenes Laercio se re-
fiere a las opiniones según las cua- DION CRISÓSTOMO (ca. 40-120) und Werke des Dion von Prusa,
1898, véase: P. Hagen, Quaestiones
les el estudio de la filosofía tiene nac. en Prusa (Bitinia)) —y por Dioneae, 1887; L. François, Essai sur
su origen en los "bárbaros" (magos ello llamado también Dion de Pru- Dion Chrysostome philosophe et mo-
de Persia, gimnosofistas de India, sa— se dedicó primero a la política raliste cynique et Stöicien, 1921 (te-
etc.) y la rechaza en favor del origen y a la retórica, defendiendo a ésta sis); L. Lemarchand, D. de Pruse. Les
griego, pues con los griegos "no sólo contra la filosofía en sus escritos — oeuvres d'avant l'exile, 1926; Artículo
empezó la filosofía, sino también la perdidos— Kata\ tw=n filoso/fwn y de W. Schmidt sobre Dion Crisós-
raza humana". Pro\j Mousw/nion. Desterrado de Bi- tomo (Dion, 18) en Pauly-Wissowa.
Las Vidas fueron traducidas al la- tinia a Italia, se convirtió al cinismo DIONISIO, el Areopagita, es el
tín (con supresiones) por el monje en el curso de sus peregrinaciones. nombre dado al autor de una serie de
Ambrosius Traversarius Camalduen- Al regresar del destierro, en la época escritos (a los cuales nos referimos
sis. Parece que la traducción estuvo del emperador Nerva, practicó y en la bibliografía) que ejercieron
lista en 1431 y se publicó en Roma difundió extensamente las opiniones gran influencia sobre el pensamiento
(probablemente, 1432), dedicada a cínicas. Parte considerable del cinis- medieval. Se creyó durante mucho
Cosme de Medicis. Parte del texto mo nos es conocido justamente gra- tiempo que el autor de tales escritos
griego fue impreso por vez primera cias a los textos conservados de fue discípulo de San Pablo. Base de
por Aldus Manucius Romanus (Ve- Dion Crisóstomo. El estilo de Dion esta creencia fueron las manifestacio-
netiis, 1497). Primera edición com- es el estilo de la prédica — o, me- nes del autor y el haberse identifi-
pleta del griego en 1533, en Basilea, cado con el miembro del Areópago
por el impresor Frobenius. Hubo bas- jor aun, el de la prédica combinada convertido al cristianismo después de
tantes ediciones en los siglos XVI y con la diatriba ( VÉASE ) (como forma la predicación del Apóstol (Hechos,
XVII. Sólo desde el XIX se cuenta literaria tal como fue inaugurada por XVII 34). Hoy día se considera que
con ediciones críticas suficientemente Bion de Borístenes). Los ochenta las obras de referencia fueron redacta-
fidedignas. Mencionamos: Hübner, 2 Discursos (Orationes) que nos han das a fines del siglo IV o comienzos
vols. Lipsiae, 1828-31 (con Comen- sido trasmitidos bajo su nom- del V bajo la influencia neoplatónica
463
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y especialmente a base de fragmentos fican los nombres divinos, y que "los en Venecia, 1755-56. De esta última
de Proclo. Por tal motivo suele lla- propios ángeles" deben confesar a procede el texto de Migne, P. G. III-
marse a su autor el Pseudo-Dionisio este respecto su insuficiencia. La con- IV). — Véase la bibliografía (pági-
— y a veces Dionisio el místico. Es clusión parece ser, pues, una teolo- nas 61-64) al final de la introduc-
frecuente asimismo referirse a sus Schoolman, XL (1962), 55-9. — ción de M. de Gandillac a su trad.
canza el supremo "saber" por medio francesa del Pseudo-Dionisio: Oeu-
doctrinas con los nombres del Corpus vres complètes du Pseudo-Dénys
areopagiticum o Corpus dionysianum. de la suprema ignorancia. Así, todo l'Aréopagite, 1943. Esta introducción
Siguiendo el uso más generalmente lo que el Pseudo-Dionisio dice de constituye un útil estudio preliminar.
aceptado hoy, nosotros usaremos con Dios y de su creación debe enten- — Bibliografía de ediciones, traduc
frecuencia el nombre de Pseudo-Dio- derse a la luz de las citadas restric- ciones y escritos sobre Dionisio: K. F.
nisio, aun cuando a veces, en refe- ciones. De acuerdo con ellas podemos Doherty, S. J., "Pseudo-Dyonisius the
rencias de otros artículos, hablaremos decir que Dios es la Luz que ilumina Areopagite: 1955-1960", The Modem
asimismo de Dionisio el Areopagita. todos los seres, los cuales son sola- Schoolman, XL ( 1962 ), 55-9. —
El problema central en el pensa- mente en la medida en que están Para las traducciones latinas: Dom
miento del Pseudo-Dionisio es el de bañados por esa Luz que se despa- Chevalier (en colaboración con los
rrama por todos los entes. Al des- RR. PP. Flinois, Bellot, Taillefer,
la naturaleza de Dios, y el de las po- Gsell, Cocherel, Ricaud, A. Schmitt),
sibilidades —e imposibilidades— de parramarse, sin embargo, esa Luz no
se pierde, divide o sume en la oscu- Dyonisiaca, recueil donnat l'ensemble
nombrarlo adecuadamente. "Es una des ouvrages attribues au Dénys de
regla universal —escribe al comienzo ridad. Todos los seres iluminados es- l'Aréopage, et synopse marquant la
de su tratado sobre los nombres divi- tán ligados por el Amor, que los hace valeur des citations presque innom
concentrarse hacia la Unidad supre- brables allant seules depuis trop long
nos— que conviene evitar aplicar te-
ma. Con todo, la distribución de esa temps remises enfin dans leur con
merariamente ninguna palabra, y Luz no es, por así decirlo, unifor-
hasta ningún pensamiento, a la Di- texte au moyen d'une nomenclature
me; se efectúa en una serie de gra- d'un usage rendu très facile, I, 1937;
vinidad sobreesencial y secreta, con daciones: las gradaciones divinas de II, 1949. — El Onomasticum Diony
excepción de lo que nos ha sido la jerarquía celeste, y las gradaciones sianum, que figura en la edición de
revelado divinamente en las Sagradas terrenales de la jerarquía eclesiástica. Cordier, consta en la reimpresión
Escrituras." Por lo tanto, todo cono- El Pseudo-Dionisio no pretende, por de Migne. Ed. de la Jerarquía celes
cimiento de Dios viene del propio lo demás, describirlas exactamente, te: La hiérarchie céleste, texto crít.
Dios. Lo que se puede decir de Él pues reconoce el carácter imaginati- por Gunter Heil, trad. franc, y notas
de acuerdo con los nombres que apa- vo de sus símbolos. Especialmente por M. de Gandillac, 1958 (Sources
recen en las Escrituras constituye el en lo que toca a las gradaciones ce-
chrétiennes, 58). — Véase J. Nieme-
tema de la teología afirmativa. Su- yer, Dionysii Aeropagitae doctrinae
lestes —dice al final de su tratado philosophicae et theologicae, 1869. —
perior a ella, sin embargo, es la teo- sobre la jerarquía divina— hubiera J. Kanakis, Dyonisios der Aeropagita
logía negativa, en la cual se niega sido necesario para conocerlas "las lu- als Philosoph, 1881. — O. Siebert, Die
cuanto se había afirmado. Pero como ces de su iniciador". Metaphysik und Ethik des Pseudo-
esta teología negativa no hace sino Según indicamos, las obras del Dionysius, 1894.—J. Stiglmayr, S. J.,
reconocer la imposibilidad de aquella Pseudo-Dionisio ejercieron gran in- Das Aufkommen der Pseudo-Dionysii
posibilidad, es necesario completarla fluencia en la filosofía medieval, y no Schriften, 1895. — H. Koch, Pseudo-
con una teología superlativa, la cual solamente en la mística, sino también Dyonisios in seinen Beziehungen zum
consiste en admitir los nombres de en la filosofía y, naturalmente, en la Neuplatonismus und Mysterienwesen,
Dios, pero en declarar que no po- teología. Traducidas al latín por Hil- 1900. — P. Godet, art. 'Denys l'Aréo-
demos concebirlos. Esto sucede, según duino y por Juan Escoto Erigena, fue- pagite, en el Dictionnaire de Théolo
gie catholique, de Vacant-Mangenot-
el Pseudo-Dionisio, no solamente con ron objeto de comentarios por mu- Amann, t. IV, 1924. — Vladimir
aquellos nombres con los cuales se chos autores. Entre éstos citamos a Losski, La notion des analogies chez
pretende describir metafóricamente la Hugo de San Victor, Roberto Gros- le Pseudo-Denys l'aréopagite [Ar
Divinidad, sino también con aquellos seteste, San Buenaventura, San Alber- chives d'Histoire littéraire et doctri
que apuntan a una descripción me- to Magno y Santo Tomás de Aquino. nale du moyen âge], 1930. — G. P.
tafísica. Dios es, en efecto, de tal Los escritos conservados del Pseu- Théry, O. P., Etudes dionysiennes.
modo superior y trascendente, que do Dionisio comprenden De los I. Hilduin, traducteur de Denys,
aunque hablemos de Él como el Bien, nombres divinos Peri\ qei/wn 1932; II. Hilduin, trad. de Denys
como el Ser y como lo Uno, debere- o)noma/twn, De divinis nominibus, la (edición de la traducción), 1937. —
Teología mística, la Jerarquía celeste, Id., id., "La théologie négative dans
mos entenderlo en un sentido que la doctrine de Denys l'Areopagite"
trasciende todas las significaciones, la Jerarquía eclesiástica y diez Cartas.
No tenemos los Bosquejos (Revue des Sciences philosophiques
aun las más depuradas, de estos tér- et théologiques), 1939. — S. Scirnè,
minos. En rigor, podemos decir teológicos a los cuales se refiere el Studi sul neoplatonismo: filosofía e
—aunque no propiamente entender— autor al principio del tratado sobre los teologia nello Pseudo Dionigi, 1353.
que Dios es el Supra-Ser y lo Supra- nombres divinos. — Ediciones de — R. Roques, L'univers dionysien.
Uno. Ahora bien, la teología super- obras: Florencia, 1516; Basilea, 1539; Structure hiérarchique du monde se
lativa no es una "solución" metafísi- Venecia, 1558; París, 1561 (ed. lon le Pseudo-Denys, 1954. — J. Van-
ca. Al final del citado tratado, el Morel); Pa-rís, 1165 (Lansellius); neste, S. J., Le mystère de Dieu. Essai
Pseudo-Dionisio señala que seguimos Amberes, 1634 (Cordier o Corderius; sur la structure rationelle de la doc
siempre "más acá" de lo que signi-
es la misma edición reimpresa en trine mystique du Pseudo-Denys
París, 1644, y
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l'Aréopagite, 1959. — A. Van den Dios del hombre religioso y el Dios bre religioso, en cambio, sin rechazar
Daele, S. J., Indices Pseudo-Diony- del hombre vulgar, como fue perci- siempre las concepciones en cuestión,
sicni, 1941. bido por Pascal al invocar al "Dios las deja con frecuencia de lado con el
DIOS. Examinaremos en este ar- de Abrahán, de Isaac y de Jacob, fin de permitir que se trasluzca la
tículo (I) el problema de Dios, con no de los filósofos y los sabios". pura realidad divina, o bien las
especial consideración de las ideas Conviene señalar asimismo que aun- considera como resultado de una
principales que de Él ha tenido el que dichas tres ideas aparecen con posterior elaboración, que sería im-
hombre, por lo menos en Occi- especial claridad al referirse al Dios posible sin la revelación o sin la ex-
dente; (II) la cuestión de la natu- de los cristianos y en considerable periencia religiosa y hasta mística. Se
raleza de Dios tal como ha sido di- medida al "Dios de los hebreos", no trata, por consiguiente, de una cierta
lucidada por teólogos y filósofos, y dejan de mostrarse en otras concep- tendencia que ha habido en la his-
(III) las pruebas de la existencia de ciones de la divinidad. Esto último toria espiritual de Occidente a des-
Dios. (III) es lógicamente anterior ocurre sobre todo cuando una plu- tacar una u otra de dichas ideas.
a (II), pero aquí invertiremos el ralidad de dioses cede el lugar a un Así, por ejemplo, podemos decir que
orden, con el fin de mostrar el es- solo Dios: es el caso del dios su- San Agustín ha subrayado la idea
trecho enlace entre (II) y (I). De premo dentro del politeísmo, del lla- religiosa, pues aunque ha especulado
hecho, (I) y (II) se entrecruzan mado monoteísmo primitivo y hasta también sobre Dios en cuanto Ser
continuamente, de tal modo que al- del henoteísmo o adoración de un omnipotente y creador del mundo,
gunas de las cuestiones fundamenta- dios adscripto a una tribu o a un ha prestado gran atención a la rela-
les relativas al problema de Dios per- grupo social desde el momento en ción personal entre Dios y el hom-
tenecen asimismo a la cuestión de que tal tribu o grupo se consideran bre, y ha visto en Dios sobre todo
Su naturaleza. a sí mismos, y por motivos religio- esa Persona espiritual que se revela
I. El problema de Dios. Consi- sos, como privilegiados. al hombre de lo que algunos místicos
deraremos aquí tres ideas: la reli- De las tres ideas de referencia nos españoles han llamado "el estado de
giosa, la filosófica y la vulgar. La interesan aquí muy especialmente la escondimiento" por virtud de Su bon-
primera subraya en Dios la relación religiosa y la filosófica. Por la índole dad infinita. En cambio Santo To-
o, para algunos autores, la falta de de la presente obra, además, pres- más, aunque no ha dejado en modo
relación en que se halla con respecto taremos muy particular atención a alguno de filosofar sobre Dios a base
al hombre. De ahí la insistencia en la última de las citadas. Pero tanto de los datos de la revelación y no
motivos tales como el sentimiento de una como otra desempeñan un pa- ha excluido la posibilidad de la con-
creaturidad, el carácter personal de pel capital en la historia de la idea templación mística (declarada al fin
lo divino, la dependencia absoluta de Dios, cuando menos en Occi- de su vida la suprema vía), ha de-
—o la trascendencia absoluta—, etc. dente. Más todavía: en cierta medida dicado una parte considerable de su
La segunda subraya la relación de puede decirse que tal historia se obra al examen filosófico y racional
Dios con respecto al mundo. Por eso aclara muy apreciablemente cuando la del concepto de Dios. El citado con-
Dios es visto según esta idea como consideramos a la luz de una cierta traste se ha reiterado en la filosofía
un absoluto, como fundamento de las tensión —casi nunca de una completa moderna. Muchos filósofos, en parti-
existencias, como causa primera, co- ruptura— entre la idea de Dios cular los de tendencia racionalista,
mo finalidad suprema, etc. La ter- forjada por el hombre religioso y la han parecido sacrificar el Dios Padre
cera destaca el modo como Dios se idea de Dios propuesta por el filó- al Dios abstracto, el Deus abs-
da en la existencia cotidiana, ya sea sofo. Este último tiende a hacer de conditus al Dios racionalmente com-
de una forma constante, como ho- Dios objeto de especulación racional. prensible, y hasta la suma Existencia
rizonte permanente de la vida, o de Esto explica las conocidas concepcio- a la suma Esencia. Sin embargo ha
una forma ocasional, en medio de las nes de los filósofos, de las cuales habido intentos de no llevar esta
"distracciones". Los modos de acer- mencionaremos algunas: Dios es un tendencia hasta sus últimas conse-
camiento a Dios son también distin- ente infinito; es lo que es en sí y cuencias y de conseguir un cierto
tos de acuerdo con las correspon- por sí se concibe; es un absoluto o, equilibrio entre las ideas religiosa y
dientes ideas: en la primera Dios es mejor dicho, el Absoluto; es el prin- filosófica. Ejemplo destacado al res-
sentido como en el fondo de la pro- cipio del universo, el Primer Motor, pecto dentro de la filosofía moderna
pia personalidad, la cual, por otro la causa primera; es el Espíritu o la es el de Leibniz. Pues este filósofo
lado, se considera indigna de Él; en Razón universales; es el Bien; es lo no solamente ha concebido a Dios
la segunda, Dios es pensado como Uno; es lo que está más allá de como Mónada suprema, sino también
Ente supremo; en la tercera, es in- todo ser; es el fundamento del mundo como el Padre —y el Monarca— que
vocado como Padre. Conviene adver- y hasta el propio mundo entendido rige el mundo de los espíritus. En
tir que las tres ideas en cuestión no en su fundamento; es la finalidad a cambio, autores como Pascal o Kant,
suelen existir separadamente: el hom- que todo tiende, etc., etc. Algunas por motivos muy distintos, han acen-
bre religioso, el filósofo y el hom- de estas concepciones han sido tuado la tendencia hacia la idea re-
bre vulgar pueden co-existir en una elaboradas y refinadas por filósofos ligiosa. Pascal lo expresó explícita-
misma personalidad humana. Sin em- cristianos; otras proceden de la mente en muchos pasajes de su obra,
bargo, ciertas relaciones son más fre- tradición griega; otras se hallan ín- entre los cuales destaca el antes ci-
cuentes que otras. Así, por ejemplo, sitas en ciertas estructuras "perma- tado. Kant lo manifestó al criticar
hay considerables analogías entre el nentes" de la razón humana. El hom- la validez de los argumentos racio-
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nales en favor de la existencia de tir como objeto primario de descrip- rayar pura y simplemente la imposi-
Dios y al hacer de Dios un postulado ción o de análisis lo divino no sig- bilidad de comparar los atributos de
de la Razón práctica, es decir, al nifica adherirse a ninguna teoría Dios con los del hombre o de cual-
apartar la razón para dejar lugar, específica sobre la divinidad. A la se- quiera de las cosas creadas y destacar
como él mismo indicó, a la fe. Los gunda objeción se ha respondido que de este modo la sobrecogedora
resultados de esta última posición no el análisis de lo divino como cua- grandeza de Dios; con el fin de mos-
se mantuvieron, sin embargo, durante lidad de Dios debe ser comprendido trar que si quiere mantenerse la li-
largo tiempo. Los sucesores de Kant desde el punto de vista del constitu- bertad humana no hay más remedio
terminaron por subrayar el aspecto tivum según nuestro intelecto. Nos que atenuar la doctrina de la abso-
filosófico de la idea de Dios, al atendremos a esta respuesta al exa- luta omnipotencia, quizás adhirién-
hacer de Dios, como Fichte, el orden minar la cuestión (c). dose a la antes reseñada doctrina de)
moral del mundo, al convertir a (b) Aunque esta cuestión se halla Dios finito; con el fin de poner de
Dios, como Schelling, en lo Infinito, en estrecha dependencia con la que relieve que el albedrío es enteramente
o al convertirlo, como Hegel, en la examinaremos luego, la tratamos apar siervo y que la salvación del hombre
Idea — Idea que el cristiano ha de te para mayor claridad. Consiste depende enteramente de la "ar-
tener "la humildad de conocer". esencialmente en plantearse el pro bitrariedad divina", etc. La segunda
Análogos contrastes e intentos de con- blema de si Dios es infinito o finito. posición suele, en cambio, formularse
ciliación se han manifestado en los La sentencia casi umversalmente con un solo propósito: el deseo de
últimos ciento cincuenta años. Kierke- aceptada es la que afirma la infini salvar al mismo tiempo uno de los
gaard y la teología dialéctica, por tud. Pero como esta infinitud se re atributos de Dios que se estiman más
ejemplo, han insistido en el aspecto fiere no solamente a la bondad, sino esenciales y una de las propiedades
religioso de Dios; los racionalistas y, también al poder de Dios, parece humanas más insistentemente subra-
por diferentes motivos, los neoesco- que chocamos entonces con dificul yadas. Se arguye, al efecto, que por
lásticos de orientación intelectualista tades insuperables. Entre ellas men haber creado el mundo en un acto
han subrayado el aspecto filosófico. cionamos las siguientes: (A) si Dios de amor, unido a un acto de poder
II. La naturaleza de Dios. Varios es infinitamente poderoso, el tiempo y de sabiduría, Dios ha otorgado al
problemas se plantean al respecto. y el drama del mundo resultan inúti hombre una libertad de la cual éste
Entre ellos destacamos: (a) la cues- les, en un sentido parecido a como, puede usar o abusar, que lo aproxi-
tión de la diferencia entre Dios y lo según Bergson, la evolución mecani- ma o lo aleja de Dios, pero que le
divino; (b) la cuestión de la infi- cista hace inútil el tiempo en un uni otorga en todo caso una dignidad
nitud de Dios; (c) la cuestión de verso que en principio tendría que suprema a la cual no puede renun-
la relación entre la omnipotencia di- estar ya enteramente "dado"; (B) si ciar sin dejar de ser hombre. Pues
vina y la libertad humana; (d) la Dios es infinitamente poderoso es in un "hombre" que careciese de liber-
cuestión de la relación entre la om- soluble el problema de la teodicea tad no sería creación tan valiosa co-
nisciencia y la omnipotencia. Esta ( VÉASE) , pues no se entiende por qué mo un hombre libre. Hemos tratado
última cuestión permitirá plantearse existe el mal (v.) en un mundo que ya este problema en varios artículos
formalmente el problema del consti- podría haber sido perfecto. Con el (véase ALBEDRÍO [LIBRE ], GRACIA,
tutivum de Dios. fin de solventarlas se han propuesto LIBERTAD). Aquí nos limitaremos a
(a) Algunos autores estiman que diversas soluciones a las que nos re indicar que la cuestión de referencia
Dios y lo divino son la misma rea- feriremos en (c). Aquí nos limitare es de tal modo fundamental, que a
lidad. Otros consideran que 'Dios' es mos a mencionar, por ser menos co poco que sea profundizada obliga
solamente un nombre para designar lo nocida, la teoría defendida por J. a ejecutar un análisis completo del
divino. Otros, finalmente, indican que S. Mill, que afirma la existencia de problema que va a constituir el ob-
lo divino es una de las cualidades de un Dios finito, esto es, en términos jeto del último apartado: el del cons-
Dios. La primera opinión es neutral de E. S. Brightman, otro de los pro- titutivum propio de Dios. Por lo de-
con respecto a la naturaleza perso- pugnadores de esta tesis, la doctrina más, la cuestión de la relación entre
nal o impersonal de Dios. La segunda que opone la concentración (finitud) la omnipotencia divina y la libertad
opinión tiende a considerar a Dios a la expansión (infinitud) de Dios. humana está vinculada con frecuencia
como un ente impersonal. La tercera Esta doctrina es aceptada hoy, por al problema de la existencia o
opinión se inclina a concebir a Dios lo general, sólo por algunos filóso inexistencia de intermediarios entre
como una realidad personal. Las opi- fos pertenecientes a la secta meto Dios y el mundo. Los partidarios de
niones segunda y tercera han sido dista. la omnipotencia que niega la liber-
las más discutidas. Los adversarios (c) Dos posiciones fundamentales tad se inclinan, en efecto, a supri-
de la segunda opinión han subrayado se han enfrentado en el curso de la mir todo intermediario. Los que
que la misma no sólo es impersona- historia. Según una, la omnipotencia mantienen al mismo tiempo la om-
lista, sino también panteísta. Los ad- de Dios suprime por entero la liber nipotencia divina y la libertad hu-
versarios de la tercera opinión han tad humana. Según la otra, la li mana, en cambio, ponen de relieve
señalado que con su adopción se co- bertad humana no es incompatible que los intermediarios —sean éstos
rre el peligro de establecer separa- con la omnipotencia de Dios, sino lo que fueren: seres, ideas, etc.— son
ciones demasiado tajantes entre Dios confirmada por ella. La primera po necesarios. Pues los intermediarios
y sus cualidades. A la primera ob- sición puede formularse con muy di pueden ser considerados filosófica-
jeción se ha contestado que admi- versos propósitos: con el fin de sub- mente como las condiciones que la
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creación "impone" a Dios y se im- estar sometidas al poder de Dios; y es, por lo tanto, una verdadera
pone a sí misma cuando no quiere mejor dicho, son el resultado de un Causa primera. Pero Dios posee una
desembocar en el puro absurdo. arbitrario decreto divino. Por lo tan- bondad infinita, por la cual ha que-
(d) Trataremos aquí lo que ha to, el constitutivo de la naturaleza rido comunicar a las cosas Su seme-
ha sido llamado tradicionalmente el de Dios es la voluntad absoluta: ver- janza. Con lo cual las cosas no sólo
constitutivum metaphysicum de la dades eternas, leyes de la naturaleza son, sino que pueden ser causas. De
naturaleza divina. Sin embargo, de- y libertad humana dependen de tal este modo se procura salvar la "con-
bemos advertir que no se trata de Voluntad. Tal es en substancia, la opi- sistencia" propia de la Naturaleza, de
saber lo que Dios es realiter, sino so- nión atribuida a Juan Duns Escoto, las verdades eternas y de la libertad
lamente lo que es quoad nos, según a Guillermo de Occam, Gabriel Biel, o humana sin necesidad de retirar de
nuestro intelecto. Únicamente tenien- Descartes. De los tres caracteres que, Dios la omnipotencia. Los que no
do en cuenta esta restricción pue- dentro de la unidad, se atribuyen a admiten esta solución manifiestan que
den entenderse las diversas senten- Dios —poder, saber, amor—, el pri- una cosa es el propósito y otra el
cias que se han propuesto al respecto. mero alcanza un completo predomi- resultado. Pero los que la defienden
Dichas sentencias pueden reducirse nio. Esta concepción es llamada por y desarrollan señalan que la discre-
a las siguientes posiciones: (1) La ello voluntarismo (VÉASE); según la pancia entre propósito y resultado
esencia divina se halla constituida, misma, Dios podría ser hasta defini- aparece únicamente cuando se parte
según han propuesto algunos autores do como "lo que quiere ser". (equivocadamente) de la criatura y
nominalistas, por la reunión actual Los enemigos de esta concepción no de Dios. Paul Vignaux, por ejem-
de todas las perfecciones divinas, con arguyen que, de ser cierta, se llega- plo, ha escrito que lo que parece
lo cual el constitutivum se convierte ría a consecuencias absurdas: que contradictorio en el tomismo es que,
de relativo en absoluto; (2) la esen- la infinita potencia de Dios le per- tras haber establecido que las cosas
cia de Dios está constituida por el mitiría no solamente establecer, por tienen su propio ser y su posibilidad
"máximo grado de intelectualidad"; ejempl o, que '2 + 2 = 5' o que de actuar a consecuencia de la infi-
(3) la esencia de Dios es la aseidad 'p . ~ p', mas también hacer que lo nita bondad de Dios, no erige acto
o el ser un ens a se (VÉASE); (4) la que ha sido no sea o que lo que apa- seguido una ciencia de la razón pura
esencia de Dios es la infinitud; (5) la rece al hombre como inmoral sea o una pura sapientia naturalis, es de-
Persona divina es radicalmente om- moral y viceversa. Los partidarios de cir, no va de la criatura a la criatura,
nipotente; (6) la Persona divina es, dicha concepción, en cambio, seña- o de la criatura al Creador, sino del
por encima de todo, omnisciente. Co- lan que Dios no puede ser limitado Creador a la criatura. Pero la
mún a estas posiciones es la idea por nada, y que la pretendida falta contradicción —agrega— se desva-
de que Dios es una realidad incor- de racionalidad de Dios es debida nece desde el momento en que se
poral, simple, una personalidad, ac- simplemente a una idea demasiado advierte que el análisis filosófico ha
tualidad pura y radical perfección. estrecha de nuestra propia razón. sido realizado dentro del marco de
Común a ellas es también la afirma- Por otro lado, hay quienes acen- la fe y que, por lo tanto, la propia
ción de que Dios es infinitud, bon- túan menos el poder que el saber fe nos muestra que el detrahere y
dad, verdad y amor supremos. Las de Dios. Cuando esta posición se el subtrahere a las cosas de su ser y
diferencias consisten sobre todo en lleva a sus últimas consecuencias se de su actuar serían incompatibles
los varios modos de constitución me- acaba por identificar a Dios con las con la bondad de Dios. Y puesto
tafísica. Y las posiciones al respecto "verdades eternas" o con las "leyes que el constitutivum de la bondad
más fundamentales son las dos últi- del universo". Por este motivo, los parece recuperar el primado dentro
mamente mencionadas, sobre las cua- enemigos de esta concepción argu- de los otros constitutivos metafísicos,
les daremos a continuación algunas yen que lleva inmediatamente a la resulta plausible enunciar que la po-
precisiones históricas, la mayor parte negación de la existencia (o "vida") sición intelectualista puede conver-
de ellas procedentes de los grandes de Dios. Los partidarios de ella, en tirse en un puente tendido sobre un
debates sobre el constitutivum me- cambio, señalan que Dios no puede pretendido abismo cuyas dos orillas
taphysicum de Dios que tuvieron lu- dejar de ser Saber sumo y que, por serían la suma arbitrariedad de las
gar en el curso de la Edad Media lo tanto, si hay en Él una potentia, decisiones y la eternidad de las ver-
y en el siglo XVII. Advertimos, con se trata de una potentia ordinata. dades y de las leyes.
todo, que aquí presentaremos en par- Por lo general, la concepción en Conviene observar, para concluir
ticular las formas más radicales de cuestión ha recibido el nombre de este apartado, que en la mente de
las teorías correspondientes, no por- intelectualista. Ahora bien, casi todos los escolásticos y de muchos de los
que fueran ellas las más frecuentes, los que suelen ser agrupados bajo filósofos del siglo XVII que se ocupa-
sino porque nos pueden aclarar me- esta corriente ponen de relieve que ron del anterior problema, hay algo
jor el fondo y las dificultades de la acentuación del saber de Dios no que nadie, cualquiera que sea su po-
cada una de las grandes concepcio- pretende destruir Su unidad, y, por sición filosófica, puede evitar al afron-
nes al respecto. consiguiente, no retira de Él los cons- tar este tipo de cuestiones: es el uso
Por un kdo, hay quienes han sos- titutivos del poder y del amor. Un de la analogía. A tal fin es indife-
tenido que la omnipotencia de Dios ejemplo eminente de tal modo de rente que la posición sea voluntarista
no puede ser limitada por nada, que pensar es el de Santo Tomás. Según radical o intelectualista extrema; ni
se trata de una potentia absoluta. Las este filósofo, Dios puede producir por en un caso ni en el otro se pretende
propias "verdades eternas" tienen que sí mismo todos los efectos naturales decir de Dios lo que sea realiter
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— aunque tampoco se pretende re- existe', toda cuestión acerca de Él ción analítica inmediata también con
ducir la ciencia de los constitutivos queda descartada por principio. Esta respecto a nuestro entendimiento.
metafísicos de Dios a un mero exa- posición no equivale, pues, simple- Ahora bien, puesto que la proposi-
men de las características atribuí- mente a una negación de la existen- ción 'Dios existe' es sólo analítica in-
bles a lo divino en general. Podemos cia de Dios; equivale a un rechazo mediata considerada en sí, ya que en
decir, pues, que en todos los pen- del problema de Dios. Frente a ella Dios son una misma cosa real y
sadores aludidos se tiende a evitar toda prueba resultará en principio formalmente la esencia y la existen-
dos escollos. Primero, el de fundir a impotente. Para contrarrestarla sola- cia, hay que buscar para su demos-
Dios como entidad real con su modo mente parece haber un medio: mos- tración otros argumentos que el de-
de consideración. Segundo, el de des- trar, como lo ha hecho Xavier Zu- clararla evidente quoad nos. Entre
embocar en la tesis de la completa biri, que la cuestión de probar ra- estos argumentos destacan las cinco
inaccesibilidad de Dios al conocimien- cionalmente la existencia de Dios no vías (quinque viae) de Santo Tomás
to. Solamente cuando se abandona el coincide formalmente con el proble- a que nos hemos referido en el ar-
modo de consideración analógico sur- ma de Dios. Este último surge más tículo sobre este filósofo.
gen las consecuencias que la mayor bien "cuando se pone en claro el su- (3) La prueba a priori, tal como
parte de los teólogos pretenden evi- puesto de toda 'demostración', lo mis- ha sido defendida por Juan Duns
tar, sobre todo las dos más resonan- mo que de toda 'negación', o incluso Escoto y otros autores. Según ellos,
tes: la de la completa identificación de todo 'sentimiento' de la existencia para que una proposición sea per se
entre Dios y el mundo o la de la de Dios". Ahora bien, la constitutiva y nota es menester no sólo que carez-
completa separación entre ambos. ontológica religación de la existencia, ca de medio en sí misma, sino que
III. Pruebas de la existencia de y el hecho de que la religación sea "la podamos conocerla también inmedia-
Dios. Hemos aludido ya al hecho de posibilitación de la existencia en tamente y enunciarla por la mera
que la cuestión de lo que sea Dios cuanto tal", muestra, según Zubiri, explicación de sus términos.
—quid sid Deus— es considerada que tanto los que niegan como los Los teólogos escolásticos distinguen
clásicamente como posterior a la cues- que afirman la existencia de Dios se con frecuencia entre las citadas prue-
tión de si Dios es —an Deus sit—, mueven en la misma dimensión. bas atendiendo al papel que desem-
pero que por conveniencias de nues- Las pruebas que hemos llamado peña en ellas el término medio. Así,
tra exposición hemos decidido tratar tradicionales, pueden dividirse en tres Ponce de León, S. J., (Curso de fi-
la primera cuestión antes que la se- grandes grupos. losofía, Vol. VI: Teodicea, págs. 24
gunda. ( 1 ) La prueba llamada anselmia- y sigs. ) indica que la prueba a simul-
Con excepción de una demostra- na y, desde Kant, ontológica. Su pri- taneo tiene lugar "cuando el término
ción propuesta recientemente y que mer exponente fue San Anselmo. Mu- medio no tiene prioridad ni posterio-
pone en juego la lógica matemática, chos filósofos se adhirieron luego, de ridad con respecto a la conclusión, si-
nos referiremos en este apartado ex- algún modo u otro, a ella: Descartes, no que son simultáneos ontológica-
clusivamente a los tipos de prueba Malebranche, Leibniz, Hegel. He- mente. La cosa se demuestra por su
de la existencia de Dios que son con- mos examinado con algún detalle esencia o por su noción, o por un pre-
siderados como tradicionales. Exclui- esta prueba en el artículo sobre la dicado que no puede decirse causa ni
remos, por consiguiente, tipos de prueba ontológica (véase ONTOLÓGI - efecto suyo". Ejemplo máximo de
prueba tales como las llamadas prueba CA [ PRUEBA ]); aquí nos limitaremos esta prueba es la ontológica. La prueba
por el sentimiento y prueba por la a indicar que este tipo de prueba a posteriori tiene lugar o resulta
tradición, las cuales no suelen ser coincide con el argumento llamado posible "cuando el término medio no
consideradas, cuando menos por los a simultaneo y que es distinta de la tiene prioridad ni posterioridad con
filósofos, como pruebas en sentido simple prueba a priori. respecto a la conclusión. El término
estricto. Ahora bien, tanto los tipos (2) La prueba a posteriori. No es medio son los efectos, como cuando
de prueba tradicionales como las crí- usualmente una prueba empírica, se prueba la naturaleza del alma por
ticas a que han sido sometidas pre- pues se basa en un argumento o serie sus operaciones". La prueba a priori
suponen que la cuestión planteada de argumentos a posteriori de carácter tiene lugar "cuando el término medio
tiene sentido. Esta presuposición es racional. Los defensores de esta tiene prioridad ontológica (en el or-
fundamental. En efecto, para una ac- prueba —entre ellos, Santo Tomás— den real, ya físico, ya metafísico) con
titud que considere carente de sen- insisten en que la existencia de Dios respecto a la conclusión. El término
tido el planteamiento de la pregunta, es algo evidente per se, pero no lo medio es la causa física del predicado
no poseerá tampoco sentido la es quoad nos, en cuanto a nosotros. de la conclusión (prioridad física) o
respuesta, cualquiera que ésta sea. Los partidarios de esta prueba divi- es su razón (prioridad metafísica) que
Es el caso de algunos filósofos de den, en efecto, toda proposición per no se distingue realmente del
tendencia lógico-empírica, los cuales se nota, o analítica inmediata, en dos predicado, pero se concibe como su
rechazan tanto las pruebas tradicio- grupos: (a) proposición per se nota raíz y fundamento, cual es la es-
nales como la crítica —por ejemplo, solamente en sí, es decir, proposición piritualidad del alma con respecto a
la kantiana— de ellas. Según tales cuyo predicado está incluido en el la inmortalidad".
filósofos, no siendo Dios una realidad concepto del sujeto (concepto que no Se ha hecho observar a veces que
empíricamente comprobable ni poseemos); (b) proposición per se nota la elección del tipo de prueba de-
pudiendo tampoco ser considerada etiam quoad nos, es decir, proposi- pende de la concepción que se tenga
como analítica la proposición 'Dios de Dios (o, por lo menos, de Su
468
DIO DIO DIO
relación con la criatura) y de la in- teoría consistente que implica todos recogido, con ampliaciones y correc-
teligencia humana que lo aprehende. los hechos de la clase. Concluiremos, ciones en Naturaleza, Historia, Dios,
Así, por ejemplo, se ha dicho que así, que cada hecho o clase de hechos 1944, págs. 423-67. — É. Gilson,
mientras para Santo Tomás la inte- tiene por lo menos una explicación. God and Phüosophy, 1941 (trad.
ligencia humana no ve intuitivamente Ahora bien, un corolario de ello es esp.: Dios y la filosofía, 1945). —
Julián Marías, San Anselmo y el in-
a Dios por su misma constitución, para que la clase de todos los hechos tiene sensato y otros estudios de filosofía,
Juan Duns Escoto no lo ve porque una explicación. Hay, en suma, una 1944. _ E. L. Mascall, He Who
Dios se ha "ocultado". Por otro lado, teoría consistente que implica (y Is. A Study in traditional Theism,
aun dentro del mismo tipo de prueba de ahí, explica) todos los hechos del 1943. — Id., id., Existence and Ana-
hay divergencias entre los filósofos: la universo. Esta teoría, dice Fitch, debe logy. A Sequel to "He Who Is",
comparación entre San Anselmo y ser no sólo consistente, sino también 1949. —. Varios autores, 1l problema
Descartes aduce al respecto razones verdadera, pues si implicara lo con- di Dio ( Publicazioni del Centro Ro-
suficientes. Esto hace que cada tipo tradictorio de cualquier hecho, debe- mano di Studi, Roma, 1949). — L.
de prueba pueda ser considerada bajo ría aun implicar el hecho mismo (ya Franca, O problema de Deus, 1953.
— H. Urs von Balthasar, Die Got-
diversos aspectos. Tomemos, en que implica todos los hechos), y por tesfrage des heutigen Menschen,
efecto, la prueba α posteriori. Los ello sería inconsistente. Además, pue- 1955 (trad. esp.: El problema de
autores escolásticos hablan de ella en de haber sólo una teoría verdadera Dios en el hombre actual, 1960). —
varios sentidos. Como prueba consistente que explique todos los J. Daniélou, Dieu et nous, 1956 (trad.
extrínseca, está fundada en el hechos del universo, ya que si hubiese esp.: Dios y nosotros, 1957). — (Dios
consenso del género humano, dos teorías o dos explicaciones dis- de las religiones, de los filósofos y la
engendrando con frecuencia un ar- tintas, el hecho de que una fuese fe). — R. Jolivet, Le Dieu des phi
gumento de índole moral. Como verdadera constituiría un hecho que losophes et des savants, 1956 (trad.
prueba intrínseca, está fundada en debería ser explicado por la otra, de esp.: El Dios de los filósofos y de los
sabios, 1958). — H. de Lubac, Sur
la propia naturaleza de las criaturas. tal modo que se implicarían mutua- les chemins de Dieu, 1956. — Vicen
A su vez, como las criaturas pueden mente (se equivaldrían). La expli- te Fatone, El hombre y Dios, 1956.
ser consideradas desde un punto de cación última en cuestión puede ser — Diamantino Martins, O problema
vista relativo o absoluto, tenemos dos llamada Primera Causa o Dios. De de Deus, 1957. — Ch. de Moré-Pont-
formas de argumento llamadas respec- este modo tendríamos un nuevo ar- gibaud, Du fini à l'infiniti, 1957. —
tivamente física y metafísica. Final- gumento a posteriori, el cual es, como Henri Duméry, Le problème de Dieu
mente, el argumento metafísico puede Fitch reconoce, afín a varias de las et la philosophie de la religion. Exa
dividirse en simplemente metafísico y pruebas cosmológicas tradicionales, men critique de la categorie d'Absolu
en psicológico (Cfr. Zigliara, Summa pero basado en un lenguaje más ex- et du schème de transcendance, 1957.
plicativo que causal. — H.-D. Lewis, Our Experience of
philosophica: Theologia, 5 3). Las God, 1959. — E. Borne, J. Guitton
formas de argumentación de la prueba Charles A. Baylis ha criticado el ar- et al., Dieu, n° especial de Les Étu
a posteriori reciben también otros gumento de Fitch (ibid., págs. 694- des Philosophiques, N. S. Año XIV
nombres según sea la esfera 7), y éste ha contestado a la crítica (1959), 273-340. — J. Vanneste, Le
considerada que da base a la prueba. desarrollando los argumentos lógicos mystère de Dieu, 1959. — Frederick
Se habla al respecto de prueba mo- relativos a su prueba en The Journal Sontag, Divine Perfection: Possible
ral, físico-teológica, teleológica, cos- of Symbolic Logic (XIII, 2 Ideas of God, 1962. — Arnold J. Be-
mológica, psico-teológica, metafísica. [1948]). Muy pertinentemente ha in- nedetto, S. J., Fundamentals in the
A algunas de estas formas nos hemos dicado Alonzo Church (Journal, etc. Philosophy of God, 1962. — Sobre la
concepción, el conocimiento, la idea,
referido en otros artículos ( véase, por XIII [1948], 148) que el argumento la naturaleza y la existencia de
ejemplo, FÍSICO-TEOLOGÍA, TELEOLÓ- de Fitch, cuyo interés es innegable, Dios: Alphonse Gratry, De la con
GICA [PRUEBA]). implica realismo y absolutismo naissance de Dieu, 1855 (trad. esp.:
Indicamos antes que nos referiría- respecto a qué teoría última es ver- El conocimiento de Dios, 1941).
mos a un intento de demostración de dadera. Además de ello, el Dios de — Josiah Royce, G. H. Howison,
la existencia de Dios con auxilio de Fitch no es un Dios personal, sino J. Le Conte, S. E. Mezer, The Con
los conceptos proporcionados por la una "primera causa" impersonal o ception of God, 1897. — Albert
lógica contemporánea. Se trata de aun el "todo" divinizado. Farges, L'idée de Dieu d'après
la raison et la science, 1894. — G.
la prueba propuesta por Frederic B. Sobre el problema de Dios: Joseph Class, Die Realität der Gottesidee,
Fitch en su artículo "On God and Geyser, Der philosophische Gottes- 1904. — Rudolf Otto, Das Heilige,
Immortality" (Philosophy and Pheno- problem in selnen wichtigsten Auf- 1917 (trad. esp.: Lo santo, 1925). —
menological Research, VIII 4 [1948], fassungen, 1899. — R. Garrigou- Clément Ch. J. Webb, God and Per-
Lagrange, Dieu. Son existence et sa sonality, 1919. — Id., id., Divine
688-93). Puede resumirse del modo nature, 1915, 11a ed., 1950 (trad.
siguiente. Persoriality and Human Life, 1920.
esp.: Dios, su existencia y su natu- — Jules Lagneau, De l'existence de
Cada clase de hechos en el univer- raleza, 1950). — A. Titius, Natur Dieu, 1925, reimp. en Célèbres leçons
so tiene una explicación si existe una und Gott, 1926. — Edouard Le Roy, et fragments, 1950, págs. 223-310
teoría consistente (VÉASE) de tal ín- Le problème de Dieu, 1939. — E. S. (estas páginas proceden de un curso
dole, que cada hecho de dicha clase Brightman, The Problem of God, dado en el Liceo Michelet en 1892-
1930 — Xavier Zubiri, "En torno 1893). — J. Mausbach, Dasein und
sea deducible de la teoría. Es decir, al problema de Dios", Revista de
si una clase de hechos tiene una Wesen Gottes, 2 vols., 1930. —
Occidente, CXLIX (1935), 129-59, Georg Simmel, "La personalidad de
explicación, tal explicación es una
469
DIS
te ley de la lógica cuantificacional
elemental:

y que, usando las letras 'S', 'P' y 'M'


de la lógica tradicional, puede expre-
sarse mediante el siguiente esquema:

donde aparece claramente la secuen-


cia de las letras 'I', 'A', 'I', origen
del término Disamis, en el orden
M P - M S - S P.
DISCERNIBLE. Véase DI STI N -
CIÓN , IDENTIDAD, INDISCERNIBLES
( PRINCIPIO DE LOS).
DISCERNIMIENTO. Véase CRITE-
RIO, DEFINICIÓN .
DISCONTINUISMO. Véase ATO-
MISMO, CONTINUO.
DISCURSO. Estudiamos en este
artículo (1) la noción de discurso
como traducción de dia/noia (discursus)
en la filosofía griega y medieval, y
en parte en la filosofía moderna; (II)
la noción de discurso como traduc-
ción de lo/goj (oratio) en la lógica
aristotélico-escolástica, y (III) la no-
ción de discurso en la semiótica con-
temporánea.
I. El discurso como di(a/noia (discur-
sus). Se contrapone en este caso el
discurso a la intuición ( noh/sij )
(véase INTUICIÓN ). Esto ocurre en
Platón, en Aristóteles, en Plotino,
en Santo Tomás y —en parte— en
Descartes, Kant y otros autores
modernos. La contraposición no
equivale, sin embargo, a la completa
exclusión de un término en favor del
otro. Lo normal es considerar el
proceso discursivo como un pensar
que se apoya últimamente en un
pensar intuitivo. Éste proporciona el
contenido de la verdad; aquél, la
forma. Casi ninguno de los grandes
filósofos del pasado ha admitido la
posibilidad de un conocimiento
enteramente discursivo; en cambio,
se ha estimado posible lo que algunos
escolásticos (Santo Tomás) llamaban
cognitio sine diseur-su, y algunos
DISAMIS es el nombre que desig- modernos (Descartes) simplex mentis
na uno de los modos (véase MODO) inspectio. La tendencia a subrayar la
válidos de los silogismos de la tercera importancia de uno u otro aspecto del
figura ( VÉASE). Un ejemplo de Di- conocimiento ha determinado en gran
samis puede ser: medida las correspondientes filosofías.
Si algunos aviadores son jóvenes y Así, puede decirse grosso modo que
todos los aviadores son tímidos, hay insistencia en el conocimiento
simplici in-tuitu en Platón, Plotino,
entonces algunos tímidos son jóvenes,
Descartes y Spinoza, mientras que hay
ejemplo que corresponde a la siguien- insistencia en el conocimiento
discursivo en Aris-
DIS DIS DIS
tóteles y Santo Tomás. El clásico con ella, pues, según hemos indica- III. El discurso en la semiótica
debate entre platónicos y aristotéli- do, los discursos pueden estudiarse contemporánea. Se entiende en ella
cos puede examinarse desde este pun- también desde otros puntos de vista por 'discurso' un complejo de signos
to de vista. además del lógico, en tanto que la que pueden tener diversos modos de
En el sentido anterior, el discursus proposición como tal es exclusiva- significación y ser usados con diver-
alude al hecho del curso (cursus) de mente asunto de la lógica. Por lo sos propósitos. Según los modos y los
un término a otro ( o de una proposi- tanto, la "confusión" que algunos propósitos, los discursos se dividen
ción a la otra) en el proceso de un han rastreado en la definición escolás- en varios tipos. Ogden y Richards
razonamiento ( VÉASE ), de tal suerte tica de 'discurso' ('oratio') se desvanece establecieron en The Meaning of Mea-
que el discurso se detiene cuando se cuando se analiza el problema en ning (1923) una división que tuvo
pasa a una proposición considerada forma adecuada. La lógica clásica es- gran resonancia: los discursos pueden
como "evidente por sí misma" (o, tudia principalmente un tipo de dis- ser simbólicos (o referenciales) y
mejor, "evidente para nosotros"). En curso, pero los escolásticos advirtie- emotivos (o expresivos). Los discur-
la escolástica es frecuente entender ron que hay límites difíciles de pre- sos simbólicos son los que comunican
tal razonamiento como paso de la cisar entre "lógica" y "gramática". referentes; los discursos emotivos, los
causa a lo causado: cursus causae in La lógica actual, en cambio, no pres- que expresan sentimientos y actitu-
causatum. cinde de tratar lógicamente discursos des (op. cit., Cap. VII). Esta clasifi-
II. El discurso como traducción de no propiamente enunciativos. Puede cación es análoga a varias otras ela-
λόγος (oratio). En De int., 16 b 26 hablarse, en efecto, de una "lógica boradas por diversos autores contem-
- 17 a 7, Aristóteles definió el dis- de los discursos imperativos", de una poráneos: discurso científico y dis-
curso (oración, locución, frase) como "lógica de los discursos dubitati- curso lírico (P. Servien), discurso
un sonido vocal o una serie de soni- vos", etc. reversible y discurso irreversible (J.
dos vocales, φωνή σημαντική (lo que Los escolásticos han dividido el Piaget); a ellas nos hemos referido
los escolásticos llamaron vox), que discurso en perfecto e imperfecto. En en otros artículos (véase, por ejem-
posee una significación convencional, la definición dada por Santo Tomás plo, LENGUAJE , OBRA LITERARI A).
y cada una de cuyas partes, tomada en In Perih, I lect. 7 n. 4, el discur- Con frecuencia ha sido considerada
por separado, tiene un significado so perfecto es el que completa la como excesivamente simplista. Se ha
como dicción, mas no como afirma- sentencia, es decir, el que proporciona advertido (Cassirer, Urban) que las
ción y negación. Si decimos 'hombre', a la inteligencia un significado fronteras entre lo simbólico-referen-
decimos algo, pero no decimos si completo ('el hombre bueno es ge- cial y lo emotivo-expresivo (y lo mis-
existe o no. Aunque Aristóteles co- neroso'). El discurso imperfecto es mo cabría decir de las antes citadas)
menzaba por referirse al sonido vo- el que no completa la sentencia ('el son difíciles de trazar, y que, además,
cal el discurso ha sido entendido tam- hombre bueno'). Parece que hay hay otros tipos de discursos posibles.
bién, y sobre todo, como un con- identidad entre discurso imperfecto Sin embargo, no puede acusarse en-
junto de signos escritos que poseen y término complejo. Pero se trata de teramente a Ogden y Richards de
las condiciones antes mentadas. La una identidad meramente verbal. ignorancia de la complejidad del
primera división del discurso es, Atendiendo a su significación, 'el asunto. La división en cuestión fue
pues, ésta: discurso oral y discurso hombre bueno' es un discurso imper- propuesta por ellos como una divi-
escrito. fecto si se considera como un todo, sión primitiva que debía ser refinada
El discurso en el sentido anterior como si no hubiese otros elementos por otra exhaustiva. Esta última está
tiene que ser enunciativo. Una ple- en la oración; el mismo ejemplo es contenida en el Cap. X de la misma
garia no es un discurso. Pero el dis- un término complejo si es estimado obra, en donde se presentan cinco
curso enunciativo puede ser objeto como parte de una proposición. funciones del lenguaje y, por lo
no sólo de la lógica, sino también El discurso imperfecto es de varios tanto, cinco tipos de discursos. Tales
de otras disciplinas. En Aristóteles tipos. Los más importantes lógica- funciones son: (1) la simbolización
son la retórica ( VÉASE) y la poética. mente son la definición y la división de referentes; (2) la expresión de
Nosotros estudiaremos solamente el ( VÉANSE). El discurso perfecto tiene actitudes ante oyentes; (3) la ex-
sentido lógico. tres tipos: el discurso enunciativo, el presión de actitudes ante referentes;
No toda combinación de vocablos discurso argumentativo y el discurso (4) la promoción de efectos propues-
basta para constituir un discurso. Si- ordenativo. El primero expresa el jui- tos por el que usa los signos y (5) el
guiendo al Estagirita los escolásticos cio de la mente; el segundo, el razo- soporte de referentes. En cuanto a
distinguieron por ello entre el tér- namiento de la mente; el tercero, el la distinción entre discurso científico
mino complejo y el discurso. propósito práctico. La lógica clásica (reversible) y discurso lírico (irrever-
Έ1 hombre bueno' es un término se ocupa sólo de los dos primeros sible), las objeciones contra ella pier-
complejo; "el hombre bueno es gene- tipos. El discurso ordenativo o prác- den gran parte de su valor si tales
roso' es un discurso. El discurso se tico es subdivido por los escolásticos discursos se conciben —como nos-
compone de conceptos o de térmi- en vocativo, interrogativo, imperativo otros tendemos a hacerlo— como con-
nos concatenados en tal forma, que e imprecativo. No consideramos ne- ceptos-límites.
dicen algo acerca de algo. La defi- cesario definir cada uno de ellos Más completa es la clasificación
nición del discurso se parece, pues, por ser conocidos del lector familia- propuesta por Charles Morris. Según
a la de la proposición ( VÉASE). Sin rizado con la gramática clásica ele- este autor, las distinciones entre va-
embargo, no coincide enteramente mental. rios tipos de discursos pueden esta-
472
DIS DIS DIS
blecerse (a) a base de los modos cativo de significar y en algún otro sentan tipos ideales. La clasificación
de significar, (b) a base de los dis- modo). es, en efecto, sistemática y no histó-
tintos usos de los complejos de signos La clasificación de Morris se funda rica. En realidad, los tipos de discur-
y (c) a base de modos y usos al mis- en un complejo análisis de los sig- so efectivamente usados son muchas
mo tiempo. Morris se apoya princi- nos que no podemos resumir aquí. veces combinaciones de los diferentes
palmente en (c). Señalamos a con- Advertiremos solamente que, no obs- "tipos ideales."
tinuación los tipos de discursos re- tante su apariencia, la teoría semió- DISMINUCIÓN (DIMINUTIO).
sultantes de su análisis. tica de Morris no depende de una Véase PROPIEDADES DE LOS TÉRMINOS.
Según el uso, el discurso puede ser psicología behaviorista. No depende DISOLUCIÓN llama Spencer a lo
informativo, valorativo, incitativo y tampoco de una psicología introspec- contrario de la evolución. Si ésta es
sistémico (systemic). El discurso es tiva. Ambas psicologías son interpre- definida como "la integración de la
informativo (o los signos del discur- taciones posteriores a la semiótica, la materia y la disipación concomitante
so son usados informativamente) cual proporciona la base de cada in- del movimiento, por la cual la mate-
cuando se producen los signos en tal terpretación y no a la inversa. Así, ria pasa de un estado de homoge-
forma, que son causa de que alguien la división resultante de los tipos de neidad determinada e incoherente a
actúe como si algo hubiera tenido, discurso debe ser concebida exclusi- un estado de heterogeneidad deter-
tuviera o fuera a tener ciertas carac- vamente en términos semióticos. minada y coherente", la disolución
terísticas. El discurso es valorativo La combinación de los cuatro mo- es desintegración de la materia y
cuando se usan los signos de modo dos con los cuatro usos da lugar a paso de lo coherente a lo incoherente,
que causen un comportamiento pre- dieciséis tipos de discurso que Mo- de la heterogeneidad a la homoge-
ferencial en alguien. El discurso es rris llama mayores (a diferencia de neidad (First Principles, XVII). Así
incitativo cuando se producen los los tipos de discurso formados a base lo admitía también en un principio
signos de suerte que se susciten mo- de la introducción de otros distintos André Lalande, aun reconociendo
dos más o menos específicos de res- signos). Reproducimos en esta página que ambos términos son poco felices.
ponder a algo. El discurso es sisté- la tabla que incluye el mencionado El vocablo 'disolución', decía, en-
mico cuando se producen los signos autor en su Sings, Language, and gaña a la imaginación, pues, opo-
para organizar una conducta que Behavior, 1946, pág. 125. niéndose a la "involución", debería

otros signos tienden a provocar. Cuan- Dos observaciones sobre esta tabla. significar "el abandono del ser que
do los signos de los cuatro tipos son La primera es que el discurso me- se comunica a los otros, que irradia
adecuados se llaman respectivamente tafísico tiene un puesto en la clasi- a su alrededor, que se consume fuera
convincentes (no forzosamente ver- ficación. Es un discurso formativo y de sí". Pero en vez de sugerir imá-
daderos), efectivos, persuasivos y co- sistémico, lo cual significa que tie- genes de generación sugiere imágenes
rrectos. ne como estructura la referencia al desagradables de desintegración y,
Según el modo de significar, el todo y como función la formación u moralmente, de corrupción (La dis-
discurso puede ser designativo, apre- orientación. Pertenece, pues, al nivel solution opposée à l'évolution, 1899,
ciativo, prescriptivo y formativo. Los que Kant llamaba regulativo, y sola- pág. 6). Lalande estudia la idea de
signos que significan en esos modos mente carece de significación cuando disolución, tomándola en sentido fa-
son llamados designadores, apreciado- pretende sustituir a otras formas de vorable, como el paso de lo hetero-
res, prescriptores y formadores. Un discurso (especialmente al designati- géneo a lo homogéneo que tiene
designador es un signo que significa vo-informativo, propio de la ciencia). lugar en los procesos espirituales, so-
características o propiedades-estí- La filosofía no está incluida en el bre todo los de carácter racional,
mulos de objetos-estímulos. Un apre- cuadro, pero ello se debe, según Mo- donde la asimilación parece ser la
ciador es un signo que significa como rris, a que el discurso filosófico com- ley. Por eso posteriormente dicho
si poseyera un status preferencial prende todos los tipos de discurso autor ha indicado que la palabra
para la conducta. Un prescriptor es dominados por el uso sistemático de 'disolución', en la que primitivamente
un signo que significa la exigencia los signos en su comprehensión má- encontraba implicados dos sentidos
de ciertas respuestas-secuencias. Un xima, lo cual es propio no sólo de la fundamentales distintos, es demasiado
formador es un signo que significa metafísica, sino también de otros dis- equívoca; conviene, en su lugar, ha-
cómo algo es significado en un as- cursos. blar de asimilación, pues caracteri-
criptor (el llamado ascriptor es un La segunda es que los discursos zándose la evolución spenceriana por
signo complejo o combinación de sig- mencionados son únicamente ejem- la desintegración, la asimilación alude
nos complejos mediante el cual algo plos (aunque, ciertamente, los más vigorosamente a esa integración que
es significado en el modo identifi- importantes) y que, además, repre- tiene lugar en la vida espiritual, inte-
473
DIS DIS DIS
gración que podrá destruir la me- sido tratados por filósofos del pasado, gue siendo cierto que hay una dife-
canización social y espiritual a que singularmente bajo el concepto de po- rencia entre poseer una propiedad no
conducía la doctrina del autor de los tencia. Aquí nos limitaremos al modo manifestada y la manifestación real
Primeros Principios. como el problema de las disposiciones de esta propiedad. No es menester,
Además de la mencionada obra de y de los términos disposicionales ha sin duda, que la propiedad —la "dis-
André Lalande, véase: Arnold Rey- sido planteado en algunas direccio- posición"— esté oculta. Menos toda-
mond y otros autores, Les doctrines nes de la filosofía contemporánea. vía es menester que sea una propie-
de l'évolution et de l'involution en- Los filósofos que admiten sin más dad —o "disposición"— que se su-
visagées dans leurs conséquences po-
litiques et sociales (Société Fran- el hablar de posibilidades como tales, ponga constituir la realidad misma de
çaise de Philosophie. Sesión del 4- mantienen que los términos disposi- la cosa en cuanto que ésta se mani-
III-1933). Bulletin de la Soc., 1933, cionales designan simplemente ciertas fiesta. Las disposiciones no son nece-
págs. 1-52). cualidades inherentes en un objeto, sariamente "virtudes" o "fuerzas". Las
DISPOSICIÓN, DISPOSICIONAL. aunque no necesariamente manifesta- "disposiciones" pueden ser, y proba-
El término 'disposición' puede usarse das. Así, que un objeto de vidrio sea blemente son, "extensiones" de pro-
en varios sentidos. En uno de ellos, 'frágil' significa que posee cierta cua- piedades reales y "actuales". En este
la disposición es el modo como están lidad: justamente la de ser "frágil". sentido son también propiedades rea-
ordenadas las partes en una totalidad Sin embargo, como semejante "cuali- les y "actuales", pero de distinto gra-
o conjunto. La disposición, dad" parece ser una "cualidad ocul- do de realidad y "actualidad".
dia/qesij, es en este caso un orden, ta", varios filósofos han propuesto DISPUTACIÓN. Según los historia-
tacij. Nos hemos referido a este sustituir los términos disposicionales dores de la filosofía medieval, la
sentido de 'disposición' en el artículo por proposiciones contra-tácticas (véa- disputación (disputatio) surgió como
ORDEN . En otro sentido, la se CONDICIONAL) . Así, decir que un una ampliación de la cuestión (quaes-
disposición es un hábito ( VÉASE ). objeto es frágil equivale, según esos tio) y de la lección (lectio). He aquí
Éste puede entenderse de varios filósofos, a decir que si se dieran las una breve explicación de tal proceso,
modos: como una de las categorías — condiciones adecuadas el objeto en con indicaciones acerca de cada una
especialmente la categoría llamada cuestión se rompería. Sin embargo, se de las citadas formas, y de algunas
"posición", "condición" o "tener" ha reparado en que la indicada tra- otras estrechamente relacionadas con
(véase CATEGORÍA, TENER)—; como ducción lingüística no soluciona todos ellas.
modo de ser de un ente, dispo-sitio los problemas relativos a los términos La lectio era la lectura de textos.
entis; como un hábito (v. ), natural o disposicionales y a las disposiciones En principio, la lectura era "literal"
bien adquirido. Puede hablarse de que designan, o pretenden designar, y neutral. Pero no hay ninguna lec-
varias formas de disposición: esencial, tales términos. Por lo pronto, no es tura completamente neutral; la propia
accidental, activa, pasiva, material, preciso usar términos de cierto tipo entonación destaca unos aspectos y
remota, natural, habitual, etc. Se —'flexible', 'rompible', etc.— que por deja en la penumbra otros. Además,
dice también "estar en una cierta su terminación gramatical sean califi- las dificultades de comprensión de
disposición" en el sentido de "estar cados de "disposicionales" para que algunos pasajes obligan a repetir y a
disponible para algo", pero este último lo sean. En rigor, un término como intentar aclarar el texto. Hugo de San
sentido de 'disposición' se expresa 'duro" es tan disposicional como un Victor (Didascalion, Lib. I, c. 1) de-
mejor con un término como término como 'flexible': que un objeto cía que hay dos cosas que hacen po-
'disponibilidad'. sea duro quiere decir que posee cier- sible la adquisición de la ciencia: una
En el presente artículo nos referi- tas cualidades que revelan, o revela- es la citada lectio; la otra, la medi-
remos especialmente al concepto de rán oportunamente, su dureza. "Se tación (meditatio).
disposición como un predicado —o olvida —ha escrito Popper— que Con ello la meditatio apareció co-
supuesto predicado— de realidades todos los universales son disposiciona- mo una primera ampliación de la
(sobre todo de realidades naturales). les debido al hecho de que pueden lectio. Pero tampoco resultó suficien-
Semejante predicado se atribuye a ser disposicionales en varios "grados" te. Tan pronto como se amplió el nú-
una realidad en el sentido de que se (The Logic of Scientific Discovery mero de los auctores aceptados —"re-
asume que tal realidad podrá oportu- [1959], pág. 424). Así, 'rompible' es cibidos"— para la lectura, se acumu-
namente manifestar este medicado. El disposicional en un grado superior a laron las dificultades. Hubo que
sentido de 'disposición' aquí es similar 'roto'. Pero también 'roto' es disposi- explicar. Un modo de explicación era
a algunos de los sentidos de los cional; en efecto, para saber si algo el que daban los propios "lectores" al
vocablos 'potencia', 'posibilidad' (so- está o no roto hay que determinal glosar el texto por escrito. Pronto el
bre todo 'posibilidad real'), 'fuerza', qué condiciones han tenido que darse texto comprendió no sólo el escrito
etc. de que hemos tratado en los ar- para que se rompiera. Por esta y otras del auctor, sino también las glosas de
tículos POTENCIA y POSIBILIDAD — es- razones puede decirse que el proble- los lectores. Estas glosas podían ser
pecialmente el último de ellos. Pero, ma suscitado por las "disposiciones" "interlineales" o "marginales"; las se-
además, entendemos aquí 'disposición' sigue siendo el problema de las "po- gundas eran menos "fieles" al texto
como una propiedad designada por sibilidades" y de las "potencias". Es que las primeras, y dieron origen a
uno de los términos llamados "dispo- cierto que los enunciados disposicio- la exposición (expositio). Ésta se or-
sicionales": términos como 'rompible', nales pueden ser traducidos de forma ganizó superponiendo a la lectio
'irrompible', 'soluble', 'insoluble', etc. que se transformen en enunciados re- (glosada o no) la explicación de fra-
Se han suscitado en este respecto va- lativos a realidades efectivas. Pero si- ses o litterae y la sentencia (senten-
rios problemas. Algunos de ellos han
474
DIS DIS DIS
tía) por medio de la cual se conse- pugnación en forma silogística. El psicológicos y sociales que no están
guía una verdadera "comprensión del défendons toma entonces el silogismo de acuerdo con una finalidad, que
texto". o silogismos del arguens y procede a se separan de la supuesta admiración
Sobre este tipo de exposición del conceder (concedo o transeat) las pre- de un ser a su "fin". Haeckel ha em-
texto se organizó la quaestio. En sus misas que considera verdaderas, a ne- pleado la disteleología, sobre todo
primeros desarrollos, las quaestiones gar (nego) las que estima falsas y a en su aspecto biológico, como una
eran una manifestación más de la distinguir (distingo) las que juzga am- demostración de que existen el mal y
lectio (entendida como amplia ex- biguas o sólo parcialmente acepta- la imperfección en el mundo, contra
positio). Pero cuando el texto resul- bles. Al distinguirse puede referirse las interpretaciones teleológicas y es-
taba difícil, o se prestaba a diversas la distinción al término medio (M), pecialmente contra la teodicea. Se-
interpretaciones, o bien ofrecía sen- gún Haeckel y sus partidarios, los he-
al sujeto (S) o al predicado (P). Si
tencias contrapuestas de uno o más chos disteleológicos demuestran que
se distingue M, se distingue (dis- la Naturaleza no es una perfección
autores, las quaestiones llegaban a tingo) la premisa mayor, se contra-
organizarse con independencia de la organizada por una inteligencia, sino
distingue (contradistingo) la menor, algo que transcurre de un modo pu-
"lectura". En la quaestio se pregun- y se niega la conclusión. Si se dis-
taba "si -utrum...". Con lo cual las ramente mecánico y que puede des-
tingue S o P, es distinguida sólo la embocar, a menos de una interven-
quaestiones se convirtieron en un "gé-
mayor o sólo la menor; se distingue ción del hombre como conciencia del
nero" distinto e independiente.
también la conclusión. Si es necesario, universo, en un triunfo absoluto del
Durante el siglo XIII se destacó
otro "género", todavía más indepen- se subdistingue (subdistingo). En el mal.
diente: la disputatio. Como lo que se curso de la argumentación intervienen José Ortega y Gasset ("Del opti-
disputaba o discutía era, sin embar- asimismo explicaciones de significa- mismo en Leibniz", Freudengabe für
go, una cuestión, nació la forma de- ción, peticiones de ejemplos, indica- Ernst Robert Curtius zum 14. Apríl
nominada quaestio disputata, de la ción de excepciones en ejemplos, de- 1956, 1956, págs. 152 y sigs.: reimp.
cual tenemos tantos ejemplos en la claración de sofismas y negación de en La idea de principio en Leibniz,
escolástica de los siglos XIII y XIV. supuestos. Las disputaciones pueden 1958, especialmente pág. 426) ha ha-
La disputación podía ser verbal o ser litigiosas (contenciosas), doctrina- blado de una disteleología metafísica
escrita. Como subgénero surgió pronto les o dialécticas; sólo las dos últimas y de una disteleología empírica. Se-
la llamada disputatio quodlibetal, dis- son consideradas como conducentes gún Ortega "si el mal efectivo se jus-
putación quodlibética o quodlibetal. a conocimiento. tifica como evitación de otro mayor,
Su origen se debe al hecho de que Sobre las cuestiones disputadas y estamos obligados a intentar una dis-
en ciertos días se permitía a los au- cuestiones quodlibéticas en Santo To- teleología metafísica, esto es, a repre-
ditores elegir una o varias cuestiones más, véase: A. Portmann, "Die Sys-
tematik in den Quaestiones disputatae sentarnos ese mal posible 'aun mayor'
de cualquier orden. Así se estableció des heiligen Thomas von Aquin", de que el mal menor existente es sín-
la diferencia entre las quaestiones Jahrbuch für Philosophie und spe- toma, en cierto modo, medida. La
disputatae y las quaestiones quodli- kulative Theologie, VI (1892), 48- otra es que al presentamos el sistema
betales. Ejemplo de las primeras son 64, 127-49. — W. Schneider, Die optimista de Leibniz un panorama
las Quaestiones disputatae de verita- Quaestiones disputatae de veritate des del ser en que aparece como constitu-
te, y las Quaestiones disputatae de heiligen Thomas von Aquin in ihrer tivo de éste una dimensión de mal-
malo, de Santo Tomás. Ejemplos de philosophiegeschichtlichen Beziehung
zu Augustinus, 1930 [Beitrüge zur dad, de imperfección, nos hace caer
las segundas son las Quodlibeta, en la cuenta de que falta hasta ahora
de Santo Tomás (en número de Geschichte der Philosophie des Mit-
telalters, XXVII, 3). — B. Jansen, entre las disciplinas intelectuales una
doce) y las Quaestiones de predica- Die Quodlibeta des heiligen Thomas disteleología empírica que debería in-
mentis in divinis, de Jacobo de Vi- von Aquin. Ein Beitrag zu ihrer Wür- vestigar, definir y analizar la imper-
terbo. digung und eine Beurteilung ihrer fección de la Naturaleza".
Hay que tener presente, sin em- Ausgaben, 1912. — P. Mandonnet,
bargo, que las definiciones antedichas "Saint Thomas d'Aquin, créateur de DISTINCIÓN. La idea de distin-
valen sólo para la escolástica clásica. la dispute quodlibétique", Revue des ción se contrapone, por un lado, a la
En Suárez, disputatio designa un sciences philosophiques et théologi- idea de unidad, y por el otro lado a
modo de presentar y solucionar las ques, XV (1926), 477-505; XVI la de confusión. En el primer caso la
grandes cuestiones filosóficas y teo- (1927), 5-38. — V. Cilento, La forma distinción tiene un carácter ontológi-
aristotélica in una "Quaestio" medio- co; en el segundo, un carácter episte-
lógicas por medio de una previa ex- evale, s/f. (1960). — Sobre la litera-
posición y análisis de todas las posi- mológico.
tura quodlibética: P. Glorieux, La Desde el punto de vista epistemo-
ciones adoptadas antes de manifestar littérature quodlibétique de 1260 à
la "verdadera sentencia". 1320, I, 1925 [Bibliothèque thomiste, lógico, la idea de distinción ha sido
En la disputatio escolástica, tal co- 5]; II, 1935 [ibid., 21]. estudiada en el artículo CLARO (v.).
mo se practica todavía oralmente en DISPUTATIO. Véase DISPUTACIÓN, Se ha tratado en este artículo de las
las escuelas que siguen dicha orien- EXPRESIÓN.
llamadas "ideas distintas". Desde el
tación, la discusión se establece en- DISSOI LOGOI. Véase ANONYMUS punto de vista ontológico, la distin-
tre un defendans, que afirma una IAMBLICHI.
ción ha sido tratada con frecuencia
tesis, y un arguens, que la impugna. como una distinción dentro de la uni-
DISTELEOLOGÍA es la ciencia dad y, por lo tanto, como una dife-
El arguens tiene que probar su im- que estudia los hechos biológicos,
475
DIS DIS DIS
rencia dentro de (o, según los casos, distinción. Grosso modo, hay tres pe- distinción: la distinción formal (dis-
contra la) identidad (v.). En este ríodos dentro de la escolástica en lo tinctio formalis) o específica (speci-
sentido, la noción de distinción ha que toca a nuestro problema: hasta fica) y la distinción material (distinc-
desempeñado un papel capital en la Santo Tomás; después de Santo To- tio materiale) o numérica (numerica).
filosofía antigua; muchas de las in- más ( principalmente en F. Mayronis, El fundamento de esta clasificación,
vestigaciones metafísicas y ontológi- In I sent., 1 d. 8 1); y desde Duns que se halla en Santo Tomás, es la
cas de Platón, Aristóteles, los estoicos Escoto. Sin embargo, por razones de noción de especie; la distinción mate-
y los neoplatónicos se hallan funda- simplicidad hablaremos de la idea es- rial es distinción entre especies diver-
das en una cierta concepción de la colástica de la distinción, si bien in- sas; la distinción material es distin-
distinción. Ahora bien, aun en los ca- troduciendo las diversas formas de ción entre elementos (y, últimamente,
sos en que la distinción era entendida ella siguiendo más o menos la historia individuos) de la misma especie.
ontológicamente, tenía asimismo un de este concepto. La más conocida división de tipos
alcance epistemológico (o, si se Común a casi todos los escolásticos de distinción, perceptible ya en Santo
quiere, lógico-epistemológico). En es la idea de que la distinción se Tomás (Cfr., por ejemplo, S. theol., I
efecto, se preguntaba no solamente contrapone a la identidad. La distin- q. XXVIII a 3; De ver., q. 3 a 2, ad
qué es el ser distinto (de otro), sino ción consiste en que un ente no es 3), aceptada por todos los escolásti-
también cómo puede conocerse que otro, es decir, en la carencia de iden- cos y, explícita o implícitamente por
es distinto. En este respecto es im- tidad entre dos o más entes. La dis- muchos autores modernos, es la que
portante la noción de división (VÉASE). tinción es, pues, definida como no se popularizó sobre todo después de
Pero, además, se planteaba la cues- identidad, y a la vez esta última es Santo Tomás: distinción real (realis)
tión de la distinción al preguntarse definida como no distinción o indis- y distinción de razón (rationis), esta
en qué se distinguían los principales tinción. En vista de que estas defini- última llamada también, bien que
conceptos mediante los cuales se apre- ciones son circulares, se ha propuesto impropiamente lógica (lógica). La
hendía la realidad. Por ejemplo, había a veces (por autores no escolásticos) distinción real se refiere a las cosas
que saber cómo, y en qué medida, la comenzar con alguna previa intuición mismas, independientemente de las
forma era distinta de la materia, aun o experiencia o de la unidad o de la operaciones mentales por medio de
cuando ambas se refiriesen, en las distinción. Ahora bien, como tal su- las cuales se efectúan distinciones. Se
entidades compuestas cuando menos, a puesta intuición o experiencia no se- trata aquí de una carencia de identi-
la misma entidad. Uno de los rían suficientes para proporcionar una dad entre varias cosas (o, en general,
problemas más generales que se plan- fundamentación lógica (o lógico-on- entidades) independientemente y pre-
tearon en la filosofía antigua fue el tológica) de ninguna de las dos ideas, cedentemente a toda consideración
de si la unidad es el principio de las se ha concluido que era más razona- mental. Se ha dado como ejemplo de
distinciones o si éstas constituyen de ble aceptar que una se defina en tér- esta distinción la que hay entre alma
alguna manera la unidad. Los neo- minos de la otra y viceversa. y cuerpo, o entre dos individuos. La
platónicos se inclinaron por la primera La distinción es, como han afirmado distinción de razón es la establecida
afirmación, que fue la más influyente algunos escolásticos, una pluralidad. por la sola operación mental, aun
durante la época del helenismo. Sin Dada esta última, cada uno de los cuando no haya en las cosas una dis-
embargo, solamente en la escolástica se entes que la componen debe ser de tinción real. Se ha dado como ejem-
discutieron formalmente, y con detalle algún modo (o en algunos respectos plo de esta distinción la que se lleva
suficiente, las cuestiones que suscita la cuando menos) distinto de los otros a cabo cuando se distingue en el hom-
idea de distinción. Varios autores entes componentes. Ser distinto no bre entre animalidad y racionalidad.
modernos usaron ciertos conceptos significa, empero, hallarse fuera de Los escolásticos se ocuparon mucho
forjados por los escolásticos a este toda relación. Aunque solamente de estas dos formas de distinción,
respecto (por ejemplo, Descartes y hubiese la relación distinto de, ella porque ciertos problemas metafísicos
Spinoza, Cfr. infra), pero consideraron sería suficiente (como ha indicado y teológicos fundamentales requerían
abusivas las múltiples distinciones Bradley con otro propósito) para ad- para su aclaración (y supuesta solu-
escolásticas sobre la distinción. La idea mitir que dos entes en todo distintos ción) una teoría de la distinción. Así,
de distinción, por lo menos en un se hallan relacionados. Lo que se en- por ejemplo, la distinción entre los
sentido general, ha seguido siendo tienda por distinción dependerá en- atributos de Dios (que era común
importante en la filosofía moderna, tonces del modo de relación entre considerar como distinción de razón)
pero o lo ha sido menos que entre entes, o grupos de entes, distintos, y y la diferencia entre esencia y existen-
muchos escolásticos o se ha re- también de la formación del compues- cia entre seres creados (que para al-
lacionado con otras ideas, como las to que contiene entes, o grupos de gunos era tratada como una distinción
de división y clasificación. entes, distintos. Es comprensible, real y para otros como distinción de
Nos referiremos por ello principal- pues, que tan pronto como se comen- razón).
mente a los escolásticos. El vocablo zó a analizar el concepto de distin- Se admitió luego también una di-
'escolásticos' es, por cierto, impropio ción se advirtiera que había que visión de la disolución entre distin-
aquí, porque no todos los escolásticos distinguir entre varios modos de dis- ción modal (modalis) y distinción
concibieron la distinción del mismo tinción. absoluta. La primera se refiere a la
modo y, sobre todo, no todos ellos Una de las primeras doctrinas pro- distinción entre una cosa y su modo
admitieron las mismas formas de la puestas al efecto dentro de la esco- o modos; la segunda se refiere a co-
lástica es la que sugiere dos tipos de sas entre las cuales no hay ninguna
476
DIS DIS DIS
relación entre la cosa o substancia y literatura escolástica: la distinción ac- término 'distinción' (o 'diferencia')
el modo. La distinción modal puede tual formal por la naturaleza de la que tiene una función distinta de las
considerarse como una de las formas cosa (distinctio actualis formalis ex antes enumeradas, aun cuando es po-
de distinción real. Otros modos de natura rei), llamada también escotis- sible que se derive de algunas de
distinción real son: la distinción real ta o simplemente formal. Este tipo de ellas: es el uso en Hegel del vocablo
pura y simple (simpliciter), llamada distinción parece haber sido propuesto Unterschied. Hegel define la distin-
también real-real (o entitativa), la ya por el franciscano Pedro Tomás ción (o diferencia) como "la negati-
distinción propiamente modal, y la (Petrus Thomae, t ca. 1350), quien, vidad que posee en sí la reflexión", y
distinción virtual (virtualis). La dis- según G. G. Bridges (op. cit. infra), habla de una "distinción absoluta o
tinción real pura y simple es la antes fue uno de los primeros "formalistas". distinción en y por sí misma, que es
referida al distinguir entre distinción A diferencia de las distinciones real, la distinción de la esencia" (Logik,
real y distinción de razón. La distin- de razón y modal, la distinción esco- Buch II, Kap. ii, B; Glöckner, IV 515
ción propiamente modal es la que se tista se refiere a una diferencia que y sigs.). La distinción o diferencia se
refiere, según antes apuntamos, a la no se halla en la cosa ni es tampoco encuentra en el propio interior de lo
diferencia entre una cosa y su modo resultado de una mera operación men- que es, y lo que permite entender
o modos (como la distinción entre tal. Esta distinción es formal, por dialécticamente la procesión ( diná-
un cuerpo y su forma; un hombre y distinguir en una realidad dada ele- mica) del ser. Por eso "la misma iden-
su estado; una línea y su clase). La mentos que para la distinción de ra- tidad se descompone (zerfällt) en la
distinción virtual es la que se refiere zón no son distintos. Es real (actual), diferenciación (Verschiedenheit)" (loc.
a la virtud o fuerza residente en una porque se halla en la realidad inde- cit., pág. 517).
cosa que permite transfundirse a otra pendientemente de la operación men- Todos los textos en los que se ex-
(como el alma humana que, siendo tal. Es por la naturaleza de la cosa, pone la filosofía escolástica (y neo-
racional, posee virtudes correspondien- porque una formalidad no incluye la escolástica) tratan de la idea de dis-
tes al principio vital de otros cuerpos otra. Duns Escoto usaba esta distin- tinción y de sus formas. Los textos
ción para tratar el problema de la tomistas (por ejemplo, J. Gredt) aco-
animados ). gen más formas que las que se hallan
También se habla de distinción real relación entre atributos y esencia en originariamente en Santo Tomás, pero
adecuada (adequata) —como la dis- la realidad divina. La distinción es- no admiten necesariamente la distin-
tinción entre dos partes que son, a la cotista media de algún modo entre la ción escotista. Sobre la distinción en
vez, todos— e inadecuada (inadequa- distinción de razón y la real, pues ad- Santo Tomás puede consultarse Gui-
ta) — como la distinción entre un to- mite la posibilidad de incluir en la llermo Termenón Solís, O. F. M., El
do y una de sus partes. definición de un ente completamente concepto de distinción de razón en
En cuanto a la distinción de razón, unitario notas que por un lado pare- Santo Tomás, 1958. — Sobre Pedro
cen idénticas dentro del objeto y por Tomás, Geoffred G. Bridges, O. F.
se introdujo una clasificación que M., Identity and Distinction in Petrus
muchos han considerado básica: la el otro no pueden equipararse entre sí.
Thomae, Ó. F. M., 1959 [Franciscan
distinción de razón raciocinante (dis- Como señalamos antes, parte de la Institute Puclications. Philosophy Se-
tinctio rationis ratiocinantis) y la dis- terminología —y, con ella, de la con- ries, 14]. — Sobre la distinción esco-
tinción de razón raciocinada (distinc- ceptuación— escolástica relativa a la tista: R. P. Symphorien, "La distinc-
tio rationis ratiocinatae). La primera noción de distinción pasó al pensa- tion formelle de Scot et les univer-
es la establecida por la mente en las miento moderno. Descartes habló de saux", en Études Franciscaines (1909)
cosas sin que haya en la realidad fun- "las distinciones" y las clasificó en y sobre todo Maurice J. Grajewski,
damento para hacerla (como cuando real, modal y de razón o pensamiento The Formai Distinction of Duns Sco-
(Princ. Phil, I 60-62). La distinción tus, 1944.
se distingue entre la razón del sujeto
real se halla entre dos o varias subs- DISTRIBUCIÓN. Véase TAUTOLO-
y la del predicado; o cuando, en una
tancias. De la modal hay dos formas: GÍA.
definición completa, consideramos co-
mo distintas la realidad definida y una, la que existe entre el aspecto y DISVALOR. Véase MAL, VALOR.
aquella por la cual se define). La se- la substancia de que depende y que DISYUNCIÓN. Según hemos visto en
gunda es la establecida por la mente diversifica; otra, la que hay entre dos el artículo acerca de la noción de
en cosas no realmente distintas cuan- diferentes aspectos de una misma Conectiva, hay dos conectivas senten-
do hay algún fundamento en la reali- substancia. La de razón o pensamiento ciales que reciben el nombre de dis-
dad para hacerla (como la ya menta- es la que consiste en distinguir yunción (y a veces alternación). Una
da distinción virtual en el alma). entre una substancia y algunos de sus de las conectivas es 'o', simbolizada
El refinamiento en la teoría esco- atributos sin los cuales no puede te- por 'V' y llamada disyunción inclu-
lástica de la distinción alcanzó su cul- nerse de la substancia un conocimiento siva; otra es 'o.. .o', simbolizada por '≠
minación en Duns Escoto, pero no se distinto, o la que consiste en separar ' y llamada disyunción exclusiva.
detuvo en él, puesto que los debates de una misma substancia dos de tales Según ello,
sobre la noción de distinción, de sus atributos, pensando en uno sin pensar pV
formas, y de los modos más propios en el otro. Spinoza (Cog. met., II v) q se lee:
de aplicar estas últimas, continuaron habló también de tres tipos de dis-
tinción: real, modal y de razón, refi- p o q. Ejemplo
hasta la escolástica del siglo XVI (por
ejemplo, en Luis de Molina). Nos li- riéndose en este respecto a Descartes. de 'p V q' puede ser:
mitaremos aquí a un tipo de distin- Concluiremos señalando un uso del Daniel habla o fuma. A
ción de que se habla mucho en la su vez,
477
DIS DIV DOC
p ≠ q se es decir, una de las clases de las DOBLE NEGACIÓN. Véase NEGA-
lee: llamadas proposiciones formalmente CIÓN, TAUTOLOGÍA. DOBLE
Ο p ο q. hipotéticas. Se habla asimismo de jui- VERDAD. Véase VERDAD
Ejemplo de 'p ≠ q' puede ser: cios disyuntivos en tanto que una de DOBLE.
las especies de juicios (véase Juicio)
O Amelia se pone el sombrero o se de relación. En ambos casos se pre-
queda en casa. senta como esquema: DOCTA IGNORANCIA. En varias
La diferencia entre 'o' y 'o. . . o' ocasiones se ha predicado en filosofía
en el lenguaje ordinario se manifiesta P es S o Q o: una ignorancia sapiente. El primer
tanto en español como en otros ejemplo eminente de ello es el de
idiomas. Así, en alemán ('oder' y Sócrates, y su más acabada expresión
P es o S o Q. se halla en la Apología platónica.
'entweder.. .oder'), en inglés ('or'
y 'either. . .or'), en ruso ('ili y Ante sus acusadores, Sócrates mani-
'ñeto.. .ñeto'), en latín ('vel' y 'aut.. DIVISIÓN. La división, διαίρεσις festó que poseía una ciencia superior
.aut'), etc. En muchos de estos (término empleado ya en sentido téc- a todas las de los demás mortales, y
idiomas, sin embargo (y también en nico por Platón), es un concepto que ello no era una presuntuosa afir-
español) se usa a veces la primera central de la lógica clásica. Se trata mación suya, sino una respuesta dada
conjunción para cualquiera de las dos. fundamentalmente de proceder a por el oráculo de Delfos a Cerefón
Ello introduce confusiones. Con el fin una división de los géneros en especies cuando éste le preguntó si había al-
de evitarlas, es común leer: y de las especies en subespe-cies, con guien más sabio por Sócrates. "Nadie
el fin de poder "situar" cada es más sabio que Sócrates", contestó
pVq realidad dentro del 'lugar" lógico que el oráculo. Esta respuesta significaba,
como sigue: le corresponda y hacer posible, por lo según Sócrates, que mientras los de-
p o q ( o a mb os), tanto, su definición en la medida en más creían saber algo, él, Sócrates,
que ésta se haga justamente per gemís reconocía no saber nada. Pero entre
y proximum et dtfferentiam specificam. el conocimiento falso de muchas co-
p ≠q Usualmente se estima que el concepto sas y el conocimiento verdadero de
como sigue: de división, elaborado sobre todo por la propia ignorancia, no cabe duda
Platón y por Aristóteles, no es de que el último es el más sabio.
meramente lógico. Mejor dicho, se Con el "Sólo sé que no sé nada"
p o q (pero no ambos). supone que el concepto lógico Sócrates expresaba, pues, irónicamente
Así, adquiere su significación de un previo una concepción de la sabiduría que
supuesto metafísico, según el cual la posteriormente hizo fortuna: la que
Rosita toca el piano o critica a sus
realidad está ordenada jerár- se expresó con el nombre de docta
amigas:
quicamente de tal suerte, que los ignorantia y de un modo o de otro
o puede entenderse: cortes lógicos efectuados sobre ella significó el rechazo de los falsos
Rosita toca el piano o critica a sus corresponden a su constitución onto- saberes para consagrarse al único sa-
amigas (o ambas cosas), lógica. Los escolásticos, que utilizaron ber considerado como auténtico. Así,
ampliamente la noción de división, la docta ignorantia equivale, ya desde
e n cu yo ca s o e s u n e je mp l o d e señalaron, de todos modos, la nece- Sócrates, a un estado de apertura del
'p V q' o disyunción inclusiva, o pue- sidad de distinguir no sólo entre la alma frente al conocimiento: más que
de entenderse: división lógica y metafísica, sino tam- una posesión, la ignorancia sapiente
Rosita toca el piano o critica a sus bién entre ésta y la división física. es una "disposición".
amigas (pero no ambas cosas), A tal efecto forjaron una teoría de los La propia expresión docta igno-
diferentes tipos de división de acuerdo rantia se halla ya en filósofos de los
en cuyo caso es un ejemplo de 'p con el ente dividido, y de acuerdo con primeros siglos de nuestra era, ante
≠ q' o disyunción exclusiva. el carácter actual, potencial o todo en San Agustín (Epist. 130, c.
En la notación de Lukasiewicz, 'V' accidental de la divisio. Lo funda- 15, n. 28). Éste habló de docta igno-
es representado por la letra 'A' ante- mental en todas las formas de divi- rantia como expresión de una disposi-
puesta a las fórmulas; así 'p V q' se sión es la suposición de que sólo lo ción del alma —disposición docta—
escribe 'A p q'. compuesto puede dividirse y se divide a recibir el espíritu de Dios. En un
Como hemos visto en el artículo o resuelve precisamente en sus ele- sentido parecido habló San Buena-
sobre las Tablas de verdad, la tabla mentos simples. Las llamadas reglas ventura de la docta ignorantia como
para 'p V q' da ves para todos los de la división, por su lado, respon- una disposición del espíritu necesaria
valores de 'p' y 'q' excepto cuando dían a las normas lógicas de la di- para trascender sus propias limitacio-
tanto 'p' como 'q' son falsos. La ta- visión de las nociones y tenían por nes. (Breviloquium, V vi 7: en el "as-
bla para 'p ≠ q' da efes cuando tanto finalidad esencial mostrar las nor- censo" hacia el reino donde reside el
'p' como 'q' son verdaderos y mas lógicas según las cuales se Rex sapientissimus, nuestro espíritu,
cuando tanto 'p' como 'q' son falsos; efectuaban las relaciones entre el todo movido por desiderio ferventisimo, es
en los demás casos la tabla da ves. y los miembros resultantes de la como si se hallara envuelto quadam
En la lógica clásica las proposi- división del todo, así como las re- ignorantia docta). Ahora bien, la ex-
ciones disyuntivas constituyen una laciones entre los miembros divididos presión docta ignorantia es cono-
clase de las proposiciones manifiesta- entre sí. Véase también ÁRBOL DE cida especialmente a través de la in-
mente o (evidentemente) compuestas, PORFIRIO y DEFINICIÓN .

478
DOC DOC DOG
terpretación dada por Nicolás de sanee, 1950, passim, especialmente DOGMATISMO. El sentido en que
Cusa, que escribió sobre el tema su Introducción), dichos rasgos tienen se usa en filosofía el término 'dogma-
más famoso libro (De docta igno- un fundamento único: la aspiración tismo' es distinto del que se usa en
rantia, 1440) y defendió sus doctrinas a recuperar una "experiencia" origi- religión. En esta última el dogmatis-
en el escrito Apologia doctae igno- nal en la que participaron por igual mo es el conjunto de los dogmas, los
rantiae, durante mucho tiempo atri- los "experimentales", los "escépticos", cuales son considerados (en muchas
buida a un discípulo de Nicolás de los "realistas" y los homines religiosi. iglesias cristianas por lo menos, y en
Cusa, pero hoy día considerado como DOCTOR. El título honorífico más particular en el catolicismo) como
de mano del propio Cusano (véase comente dado a muchos de los esco- proposiciones pertenecientes a la pa-
R. Klibansky, "Praefatio editoris" al lásticos —y a algunos místicos— es labra de Dios y propuestas por la
tomo II de Nicolai de Cusa Opera el de doctor seguido de un adjetivo Iglesia. Los dogmas no están necesa-
Omnia, Lipsiae, 1937, pág. V). Según por medio del cual se quiere expre- riamente ligados a un sistema filosó-
Nicolás de Cusa, puede mostrarse que sar la más destacada característica fico, bien que se reconoce que hay
saber, scire, es ignorar, ignorare (De del autor correspondiente. Indicamos sistemas filosóficos opuestos al espí-
docta ignorantia, I, i), pues el saber a continuación algunos de los más ritu del dogma.
comienza sólo cuando un intelecto importantes títulos honoríficos usados. Religiosamente, los dogmas son
"sano y libre" aspira a buscar la Doctor admirabilis (Juan Ruys- usualmente considerados como verda-
verdad según el deseo innato que en broeck); Doctor angelicus o también des. Pero un dogma podría ser falso,
él reside y la aprehende mediante un doctor communis (Santo Tomás de en cuyo caso se trata, como escribe
abrazo amoroso, amoroso amplexu. Lo Aquino); Doctor authenticus (Gre- Santo Tomás, de un dogma perver-
que debe hacerse, ante todo, escribe gorio de Rimini); Doctor breviloquus sum. Filosóficamente, en cambio, el
Nicolás de Cusa, es conocer nuestra (Guiu de Terrena); Doctor christia- vocablo 'dogma', δόγμα, significó pri-
ignorancia; sólo quien sea muy docto nissimus (Juan Gerson); Doctor exi- mitivamente "opinión". Se trataba de
en ella podrá alcanzar la sabiduría mius (Francisco Suárez) ; Doctor fa- una opinión filosófica, esto es, de al-
perfecta (loc. cit.). O también: "la cundus (Pedro de Aureol); Doctor go que se refería a los principios. Por
precisión de la verdad luce fundatissimus (Egidio Romano [Gil eso el término 'dogmático', δογματικός
incomprensiblemente en las tinieblas de Roma]); Doctor illuminatus (Ra- significó "relativo a una doctrina" o
de nuestra ignorancia" (op. Cit., I, món Llull o Lull); Doctor irrefraga- "fundado en principios". Ahora bien,
xxvi). El fin de la docta ignorancia es, bilis (Alejandro de Hales), Doctor los filósofos que insistían demasiado
pues, la sabiduría perfecta de Dios mirabilis (Roger Bacon); Doctor mo- en los principios terminaban por no
como bondad infinita, como dernus o también doctor resolutissi- prestar atención a los hechos o a los
maximum y como unidad suma. La mus (Durando de Saint Pourçain); argumentos — especialmente a los he-
doctrina de Nicolás de Cusa Doctor planus et perspicuus ( Gualte- chos o argumentos que pudieran po-
representó uno de los rasgos del pla- rio Burleigh); Doctor seraphicus (San ner en duda tales principios. Tales
tonismo cristiano, particularmente en Buenaventura); Doctor solemnis (Enri- filósofos no consagraban su actividad
la forma en que fue desarrollado du- que de Gante); Doctor solidus (Ricardo a la observación o al examen, sino a
rante el Renacimiento. De él partici- de Mediavilla o de Middleton); Doctor la afirmación. Fueron llamados por
paron inclusive escépticos como Mon- subtilis (Juan Duns Escoto); Doctor ello "filósofos dogmáticos", δογματικοί
taigne y Francisco Sánchez. Pero universalis (Alberto Magno y también φιλόσοφοι, a diferencia de los "filó-
mientras el Cusano tendía a la teo- Alano de Lille). Se ha propuesto lla- sofos examinadores" o "escépticos"
logía negativa, a un "saber" último mar a Balmes doctor humanus. (v. ESCÉPTICOS para el significado
inexpresable mediante el lenguaje na- A todos los autores citados se han originario de 'escéptico' y sus varieda-
tural, los segundos se preocupaban dedicado artículos especiales. Otros des) (Sexto, Hyp. Pyrr. III 56). Se
más bien de la necesidad de descar- títulos honoríficos usados son: Doc- habló por ello también de escuela
garse del fárrago de saberes inútiles tor dulcifluus (Antonio André), Doc- dogmática, dogmatikh\ ai)resij, esto
transmitidos, con el fin de compren- tor ecstaticus (Dionisio el Cartujo es, la que propugnaba no el
der mejor al hombre y la Naturaleza. [al cual nos referimos al final del ar- escepticismo (en cuanto examen libre
Uno y otros, sin embargo, coincidían tículo sobre Juan Ruysbroeck] ) ; Doc- de prejuicios), sino el dogmatismo.
en el afán por alcanzar un conoci- tor succintus (Francisco de Marcia). El sentido de los términos 'dogma',
miento "directo" y, sobre todo, en A veces se han usado otros títulos 'dogmático' y "dogmatismo', aun con-
el hecho de subrayar la superioridad honoríficos. He aquí algunos de los finándose a la filosofía, no es, sin
del proceso de adquisición y "con- más conocidos: Commentator (Ave- embargo, simple. Ejemplo de varie-
quista" del saber sobre su mera trans- rroes); Monachus albus (Juan de dad en el uso dentro de un solo filó-
misión: el saber que se hace es supe- Mirecourt); Philosophus teutonicus sofo lo hallamos en Kant. Éste recha-
rior al saber "hecho", la disposición (Jacob Böhme); Praeceptor Germa- za que se pueda establecer lo que
al conocimiento es superior al cono- niae (Rabano Mauro); Venerabilis llama "una metafísica dogmática", y
cimiento. La doctrina de la docta ig- Inceptor (Guillermo de Occam). propone en vez de ello una "crítica
norancia ofrece, así, a la vez rasgos Agreguemos que en muchos textos de la razón". Por otro lado declara
místicos y experimentales. Sin em- escolásticos. Aristóteles es designado que todas las proposiciones apodícti-
bargo, como lo ha mostrado Hiram simplemente como philosophus. cas, tanto si son demostrables como si
Haydn en su libro sobre el Contra- DOGMA, DOGMÁTICO. Véase son inmediatamente evidentes, pue-
Renacimiento (The Counter-Renais- DOGMATISMO.
479
DOG DOM DOM
den dividirse en dogmata y mathema- crítica de Hume, opone la crítica arcediano de Segovia, residió duran-
ta. Un "dogma" es, según ello, una de la razón pura al dogmatismo en te largos años en Toledo donde fue
proposición sintética derivada directa- metafísica. Mas "la crítica —escribe uno de los más destacados traductores
mente de conceptos, a diferencia de Kant— no se opone al procedimiento de la llamada Escuela de Traductores
un "mathema", o proposición sintéti- dogmático de la razón en su cono- (VÉASE) de Toledo. En colaboración
ca obtenida mediante construcción de cimiento puro, como ciencia (pues con Abendaud tradujo el tratado
conceptos (K. r. V., A 736, Β 764). tiene siempre que ser dogmática, es sobre el alma de Avicena y en
Sin embargo, puede decirse que, en decir, tiene que ser rigurosamente de- colaboración con un llamado Juan la
general, Kant usa el vocablo 'dogma- mostrativa, por medio de principios Lógica y la Metafísica de Algazel y la
tismo', a diferencia de la expresión fijos a priori), sino al dogmatismo, Fons Vitae de Avicebrón. Se le supone
'procedimiento dogmático' (véase in- esto es, a la pretensión de avanzar asimismo traductor de la Metafísica
fra), en mala parte, y ésta es la que con un conocimiento puro formado de Avicena, de varios tratados de
se ha transmitido hasta nosotros en el de conceptos". "Dogmatismo es, pues, Alfarabi y de algunos escritos de
campo filosófico. el procedimiento dogmático de la ra- Alkindi y de Isaac Israeli. Sin embargo,
Examinaremos aquí la noción de zón pura sin una previa crítica de Domingo Gundisalvo no fue solamente
dogmatismo especialmente en la teoría su propio poder" (K. r. V., Β un traductor; usando las fuentes
del conocimiento. El dogmatismo se XXXV). La oposición entre el aristotélicas, neoplatónicas árabes y
entiende principalmente en tres dogmatismo y el escepticismo cobra agustinianas, así como escritos de
sentidos: (1) Como la posición propia un sentido distinto en Comte, cuando Boecio, San Isidoro de Sevilla y Beda
del realismo ingenuo, que admite no considera estas dos actitudes no sólo el Venerable, nuestro autor presentó en
sólo la posibilidad de conocer las cosas como posiciones ante el problema del varias obras originales un conjunto
en su ser verdadero (o en sí), sino conocimiento, sino como formas filosófico notablemente amplio y
también la efectividad de este últimas de vida humana. La vida consistente y en todo caso
conocimiento en el trato diario y di- humana puede existir, en efecto, en grandemente influyente sobre los es-
recto con las cosas. (2) Como la con- estado dogmático o en estado colásticos posteriores de la Edad Me-
fianza absoluta en un órgano deter- escéptico, que no es más que un dia. Importante en su contribución es
minado de conocimiento (o supuesto tránsito de un dogmatismo anterior a su clasificación de las ciencias a que
conocimiento), principalmente la ra- un dogmatismo nuevo. "El dogmatismo nos hemos referido en el artículo co-
zón. (3) Como la completa sumisión —afirma Comte— es el estado normal rrespondiente (véase CIENCIAS [CLA-
sin examen personal a unos principios de la inteligencia humana, aquel hacia SIFICACIÓN DE LAS]). También con-
o a la autoridad que los impone o re- el cual tiende, por su naturaleza, de tribuyó grandemente a la elaboración
vela. En filosofía se entiende general- manera continua y en todos los gé- de la metafísica, estableciendo, a
mente el dogmatismo como una actitud neros, inclusive cuando parece apar- base del aristotelismo y del neopla-
adoptada en el problema de la tarse más de ellos, porque el escep- tonismo, una gradación de los seres
posibilidad del conocimiento, y, por ticismo no es sino un estado de fundada en la concepción del primer
lo tanto, comprende las dos primeras crisis, resultado inevitable del inte- ser o Dios como pura forma y de los
acepciones. Sin embargo, la ausencia rregno intelectual que sobreviene ne- demás en tanto que compuestos, en
del examen crítico se revela tam- cesariamente todas las veces que el distintos grados, de materia y forma.
bién en ciertas formas tajantes de es- espíritu humano está llamado a cam- La influencia de Avicena y de Avi-
cepticismo y por eso se dice que ciertos biar de doctrinas y, al mismo tiempo, cebrón se manifiesta especialmente
escépticos son, a su modo, dogmáticos. medio indispensable empleado, ya sea en el tratado de Domingo Gundisalvo
El dogmatismo absoluto del realismo por el individuo o por la especie, sobre el origen del mundo, donde se
ingenuo no existe propiamente en la para permitir la transición de un dog- combina la doctrina cristiana de la
filosofía, que comienza siempre con matismo a otro, lo que constituye creación con el uso de algunos
la pregunta acerca del ser verdadero la única utilidad fundamental de la conceptos derivados de la teoría de
y, por lo tanto, busca este ser duda" (Primeros Ensayos, trad. esp., la emanación. Análogo sincretismo se
mediante un examen crítico de la 1942, pág. 270). El hombre necesita, revela en el tratado sobre la inmor-
apariencia. Tal sucede no solamente según ello, vivir confiado o, como dirá talidad del alma, donde los argumentos
en el llamado dogmatismo de los posteriormente Ortega, estar en alguna platónicos y los aristotélicos son usados
primeros pensadores griegos, sino creencia radical; por lo tanto, lo juntamente para el mismo propósito
también en el dogmatismo racionalista intelectual no puede penetrar de punta fundamental. Uno de los rasgos
del siglo XVII, que desemboca en una a punta la vida humana si no quiere característicos de los escritos de
gran confianza en la razón, pero provocarse una disolución de la Domingo Gundisalvo, y uno de los
después de haberla sometido a examen. misma. Como Comte dice, "es a la ac- que más contribuyeron a la influencia
Como posición gnoseológica, el ción a la que está llamada en lo esen- ejercida por el filósofo, es la pre-
dogmatismo se opone al criticismo más cial la totalidad del género humano, sentación de algunas tesis en fórmu-
bien que al escepticismo. Esta salvo una imperceptible fracción prin- las precisas y susceptibles de ulterior
oposición entre el dogmatismo y el cipalmente consagrada por su natura- desarrollo y comentario; éstas son
criticismo ha sido subrayada leza a la contemplación" (op. cit.). especialmente evidentes en las partes
especialmente por Kant, quien, al DOMINGO GUNDISALVO, Domi- de sus obras en las que se funda-
proclamar su despertar del "sueño nic Gundisalvi, Dominicus Gundis- mentan nociones metafísicas (u onto-
dogmático" por obra de la salinus, Domingo González (fl. 1150), lógicas) y psicológicas.
480
DON
del ultramontanismo, representando
en España un papel análogo al que
desempeñaron Joseph de Maistre y
Louis de Bonald en Francia, o inclu-
sive Joseph Görres en Prusia. Sus
ideas, expresadas sistemáticamente en
el Ensayo sobre el catolicismo, el libe-
ralismo y el socialismo, se centraron
en torno a las afirmaciones siguien-
tes: La política depende de la teolo-
gía. El proceso de secularización de
la Edad Moderna es un error gigan-
tesco, engendrado por el orgullo. El
hombre se ha creído suficiente; se ha
desligado de su divina fuente y ha
producido la serie de las revoluciones.
Dios es el Alfa y el Omega de todas
las cosas; una política secular es un
contrasentido. La verdadera teología
es la católica. Por lo tanto, el catoli-
cismo es la civilización. El dogma ca-
tólico no es uno junto a otros, como
creen los modernos; es el único ver-
dadero y está depositado en k Igle-
sia. Siendo ésta infalible, no puede
tolerar el error. Tal idea está basada
en una argumentación dialéctica ( En-
sayo, Lib. I, cap. iii) que, junto con
la afirmación y demostración de que
hay "secretas analogías entre las per-
turbaciones físicas y las morales, de-
rivadas todas de k libertad humana"
(op. cit., Libro II, cap. v), constituye
lo más original en el pensamiento
político-filosófico-teológico de Dono-
so. Hemos reproducido sus argumen-
tos respecto al primer punto en el ar-
tículo TOLERANCIA. En cuanto al se-
gundo, se basa en k crítica de que
lo visible se explica sólo por lo visible,
y lo natural por lo natural (op. cit.,
Libro I, cap. vii); tan pronto como
vemos en lo sobrenatural el funda-
mento de lo natural, admitimos que
k concupiscencia de la carne y el
orgullo del espíritu son lo mismo: el
pecado. Éste culmina en la preten-
dida deificación del hombre por sí
DONOSO CORTÉS (JUAN), Mar- mismo — consecuencia de k nega-
qués de Valdegamas (1809-1853), ción de un Dios trascendente. Pero
nacido en el Valle de k Serena (Ex- esta deificación no destruye el orden
tremadura), se distinguió como po- moral y físico perfecto instituido por
lítico, escritor, orador y diplomáticoDios. La negación de tal orden es,
(Ministro Plenipotenciario en Berlín pues, vana; su única consecuencia es
en 1849; Embajador en París en hacer más pesado el yugo del hom-
1853). Representó en la acción el ala bre por medio de las catástrofes, 'las
derecha de los cristinos e isabelinos,cuales se proporcionan siempre a las
pero en la teoría k defensa de los negaciones" (op. cit., Conclusión ). DOXÓGRAFOS. En Filosofía (His-
principios de los carlistas. Después de toria de la) ( VÉASE ) nos hemos refe-
una primera época en la que estuvo La primera edición del Ensayo apa- rido a ciertas fuentes para el estudio
próximo a las tesis del liberalismo reció simultáneamente en español de la historia de la filosofía griega.
doctrinario, se "convirtió" en paladín (Madrid, 1851) y en traducción fran-
cesa (París, 1851). La obra se di- Más información al respecto se halla
481
DOX DOX DOX
al comienzo de la bibliografía del ar- modos de presentar la historia de la A las obras citadas pueden agre-
tículo Filosofía griega (v. ). Aquí re- filosofía que de alguna manera han garse otras "fuentes doxográficas". Se
capitularemos y ampliaremos las in- subsistido hasta la fecha: por "proble- encu entran doxografías en Varrón
formaciones proporcionadas en dichos mas"; por "autores" y por "escuelas". (que se basó en parte en las Vetusta
artículos con respecto a la llamada Excluimos aquí las meras "cronogra- Placita), en Cicerón, en Plutarco, en
tradición doxográfica. fías" (corno la Chronica, de Apolo- las No ctae Atticae de Au lo Gelio,
Esta tradición es la de los "doxó- doro, basada en parte en la Chrono- en Sexto el Empírico y en varios co-
grafos", término que significa "compi- graphia de Eratóstenes de Cirene), mentaristas (por ejemplo, en el ya
ladores de opiniones" (de do/cai = p orqu e se trata, d esde el pu nto d e citado Simplicio). Importantes son los
'opiniones', y también 'tesis', 'doctri- vista de la historia de la filosofía, de Philosophoumena de la Refutación de
na') — se entiende, de "opiniones de meras "obras auxiliares". En efecto, todas las herejías de Hipólito ( VÉASE)
otros autores". Además del vocablo en las Crónicas y Cronografías hay —basada en gran parte en Teofras-
do/ c ai , se usó también el término: a( simplemente listas de filósofos (orga- to— y diversos fragmentos que se
a(re/skonta (= 'los preceptos'), que se nizadas por escuelas o sectas) de atribuyeron a Plutarco y que son lla-
transformó en latín en placita. a cu er d o con las su p u es tas fechas mados Stromateis pseudo-plutarquia-
Se debe a Hermann Diels la pri- de nacimiento de los autores — se nos. Estos fragmentos han sido con-
mera y todavía la más importante supone que la fecha de nacimiento servados en la Praeparatio evangelica
clasificación del material doxográfico, tuvo lu gar cuarenta años antes d el de Euseb io ( VÉ ASE ).
así como un estudio fundamental de acme o el floruit ( "florecimiento" ) del Aunque la compilación de Teofras-
la tradición doxográfica. Para la edi- filósofo. El acme en cuestión está to puede seguir siendo considerada
ción de Diels y ediciones de otros tex- correlacionado con un acontecimiento como "fundamento de la tradición
tos a que nos referiremos luego, véase importante, o considerado importante. doxográfica", ello no significa que to-
bibliografía. Dentro de las obras o doxografías das las compilaciones de esta tradición
El fundamento de la tradición do- qu e h emos lla mad o "d o ctr ina les " procedan directa o indirectamente de
xográfica son los 16 (o 18) libros —las que siguen, pues, el método de Teofrasto. Hubo numerosos trabajos
fusikw= n do/ c ai, de las opiniones de presentación según temas o problemas doxográficos y biográficos producidos
los físicos (en el sentido aristotélico adoptado por Teofrasto— se halla una independientemente de Teofrasto; en
de 'físicos' [véase FÍSICA ] ) de Teo- recopilación a la que Diels dio el algun os se basaron qu izá partes de
frasto; esta obra se cita en latín como nombre de Vetusta Placita. Esta com- las doxografías de autores como Plu-
De physicorum placitis. De la misma pilación (perdida) fue redactada al tarco y San Clemente de Alejandría.
obra (perdida) se hicieron dos libros: parecer por un discípulo de Posidonio
el primero, titulado Sobre los princi- ( VÉASE ) durante el siglo I. Contenía
pios materiales, y el segundo titulado no sólo "opiniones" de autores hasta
Sobre la sensación. Del primer libro Teofrasto, sino también de filósofos
quedan varios extractos conservados peripatéticos, estoicos y epicúreos. Los
por Simplicio en sus comentarios a la Vetusta Placita constituyeron la base
Física (a "los libros de los físicos") de la compilación de Aecio ( VÉASE ),
de Aristóteles. Simplicio tomó varios las Aetii Placita. A su vez, la compi-
de tales extractos de los comentarios lación de Aecio constituyó la base de
(perdidos) de Alejandro de Afrodisia las dos doxografías más importantes
( VÉASE). El segundo libro se ha con- que han llegado hasta nosotros: el
servado en gran parte. Epitome o Placita philosophorum, del
Después de Teofrasto, y basándose Pseudo-Plutarco ( VÉASE ) —y que se
en gran parte en su compilación, hay atribuyó, pues, a Plutarco— y los
una serie de colecciones o doxografías. "Extractos" (Eclogae) contenidos en
Pueden clasificarse del siguiente mo- la "Antología" o Florilegium, de Juan
do: (1) obras doctrinales; (2) obras d e Stob i o Estob eo ( V É ASE ).
biográficas; (3) "su cesion es". Las Entre las obras o doxografías bio-
obras doctrinales consisten en compi- gráficas destaca la de Diógenes Laer-
lacion es de acuerd o con temas, en cio ( V É ASE ), en la qu e se recogen ,
cada uno de los cuales se indican las con frecuencia sin cuidado y casi siem-
opiniones de varios autores. Las obras pre sin crítica, informaciones propor-
biográficas consisten en compilacio- cionadas por numerosos historiadores y
nes de opiniones de acuerdo con los biógrafos de la época alejandrina.
autores. Las "sucesiones" consisten en En cuanto a las "sucesiones", nos
compilaciones de opiniones de acuer- hemos referido a ellas en el artículo
do con las "sucesiones" de autores en Diádocos (véase también ESCOLARCA).
varias escu elas. Algunas veces las La más imp ortante obra al resp ecto
obras biográficas están asimismo or- es la de Soción de Alejandría ( VÉASE ).
ganizadas por escuelas o "sectas". De ella procede la distinción clásica
Esta división puede considerarse entre la escuela de los jónicos ( VÉASE )
como el fundamento de tres grandes y la d e los itálicos (v.).
482
DRA DRI DRI
DRAOMA. Véase IDEOMA. substancia individualizante, nos ha- solutas, y ello tanto más cuanto más
DRIESCH (HANS) (1867-1941) llamos, supone Driesch, ante el prin- se aproxima lo posible a lo real y
nac. en Kreuznach, estudió, entre cipio mismo del mencionado primado más implicada está en una posibilidad
otros lugares, en Jena, con Ernst de la causalidad total y de la estruc- lo que ella tenga de realidad.
Haeckel, trabajó en investigaciones tura. La entelequia no es entonces
zoológicas y biológicas en diversas una substancia misteriosa, situada en
instituciones (Nápoles, Trieste), pro- el mismo plano del acontecer físico-
fesó en Aberdeen (Gifford Lectures químico, pero destinada a dominar
de 1907-08), en Heidelberg (1909- este acontecer, sino una realidad in-
20) y, finalmente, en Colonia y Leip- traducibie al lenguaje de los procesos
zig. Bien pronto, sin embargo, sus inferiores, porque su función capital
intereses biológicos se desplazaron es la de la dirección y la de la sus-
hacia la filosofía, la cual, por otro pensión. Con esto se distingue el
lado, no fue en gran parte sino la vitalismo de Driesch del vitalismo
traducción conceptual de sus expe- "clásico". Pero, además, la concep-
rimentos y reflexiones en el campo ción individualizante y causal-total
de las ciencias naturales. Las expe- de la entelequia no es, según Driesch,
riencias realizadas con las células de una simple hipótesis de filosofía bio-
la gástrula de un erizo de mar (que lógica, sino un principio de teoría
al ser divididas no dieron origen a del conocimiento. Ahora bien, esta
organismos parciales, sino que repro- teoría del conocimiento que, unida a
dujeron, en menor tamaño, el orga- una lógica, forma la "teoría del or-
nismo entero) le convencieron de un den", intenta solucionar el dualismo
principio que ha llegado a ser básico de materia y vida, de parte y todo, de
de toda su filosofía: el de que la energía y entelequia supuesto en la
experiencia misma y no simplemente filosofía natural mediante una con-
una reflexión apoyada sobre supuestos cepción del orden como algo "pues-
metafísicos obliga a rechazar el to". Aun cuando el hecho del "poner"
mecanicismo. En la oposición con- no debe ser interpretado en un sen-
temporánea entre mecanicismo y vita- tido idealista, el orden puesto coincide,
lismo —ante todo en la biología, sin embargo, con el orden "intuido",
pero luego en la interpretación total de tal modo que un idealismo
de la realidad—, Driesch ha sido fenomenológico no puede ser entera-
uno de los principales y más constan- mente descartado en su filosofía. Mas
tes adalides del segundo. Para ello este poner en tanto que tener con-
era necesario, sin embargo, hacer ciencia de la ordenación de algo
algo más que mostrar la sumisión supera, en la posterior "teoría de la
de los procesos orgánicos a un des- realidad", cualquier tendencia que
arrollo no mecánico; precisaba forjar pudiese manifestarse hacia un subje-
filosóficamente diversos conceptos que tivismo gnoseológico o metafísico. El
permitieran entender la forma de tales examen de los elementos de la lógica
procesos. De este modo llegó Driesch y de la teoría del conocimiento con-
a la elaboración filosófica de los duce, por lo tanto, a una considera-
conceptos de totalidad, de causalidad ción metafísica que no será de este
total y de entelequia. En lo que modo una especulación romántica,
toca al primero, el primado de la sino algo parecido a una "metafísica
totalidad se muestra por medio de inductiva". Pues las conclusiones me-
la existencia de los sistemas "ar- tafísicas de la "teoría de la realidad"
mónico-equipotenciales" en los cuales serán en todos los casos meramente
el todo está contenido, por así de- hipotéticas, y lo único que tendrán
cirlo, en la "parte" (que no será ya de bien fundado será lo que coincida
parte, sino germen). En lo que res- con los marcos de la "teoría del
pecta al segundo, la causalidad de orden" y de las formas posibles de or-
totalidad (Ganzheitskausalität), lla- denación. El carácter absoluto de los
mada también "causalidad entele- objetos tratados por la teoría de la
quial", engloba en su seno la causa- realidad —a diferencia del carácter
lidad mecánica, un poco al modo fenoménico de los objetos analizados
como en el idealismo teleológico, en la teoría del orden— no significa,
tal como fue defendido por Lotze, la empero, que su realidad sea mayor
teología es a un tiempo la cobertura que la de los objetos "puestos" y
y la base del mecanismo. Respecto a "ordenados"; significa simplemente
la entelequia ( VÉASE ), en tanto que que sus posibilidades pueden ser ab-
483
DU DUA
malidad pertenece al razonamiento, la Naturaleza y sobre "los siete enig-
pero no a los conceptos usados en el mas del mundo". Estos enigmas (de
mismo. En la psicología Drobisch se los que habló luego Ernst Haeckel
orientó hacia la fundamentación y [VÉASE] son: 1. La esencia de la ma-
desarrollo de una teoría general de teria y de la energía; 2. El origen del
las representaciones tratada por medio movimiento. 3. El origen de la vida;
de la matemática. Según Drobisch, 4. La finalidad de la Naturaleza; 5.
la psicología matemática desempeña El origen de la sensibilidad; 6. El
con respecto a los fenómenos psico- origen del pensamiento y del lengua-
lógicos el mismo papel fundamental je; 7. El problema del libre albedrío.
que desempeñan la geometría y la Du Bois-Reymond llevó el agnoticis-
mecánica con respecto a los fenóme- mo científico al extremo al proclamar,
nos físicos. Así, la psicología no es en frase célebre, de algunos de estos
para Drobisch ni una mera especu- enigmas que no solamente ignoramos,
lación ni una simple colección de he- sino que siempre ignoraremos: igno-
chos empíricos, sino una elaboración ramus et ignorabimus.
científica de estos últimos. Las dos conferencias mencionadas
se titulan: Über die Grenzen der Na-
turerkennens, 1873 (numerosísimas
ediciones) y Die sieben Welträtsel,
1882 (numerosísimas ediciones). —
Otras obras de Du Bois-Reymond:
Untersuchungen über tierische Elek-
trizität. I, 1848; II, 1, 1849; II, 2,
1860. — Reden, 2 vols., 1885-87, 2a
ed., 1912. — Vorlesungen über die
Physik des organischen Stoffwechsels,
1900. — Über Neovitalismus, 1913,
ed. Metze. — Véase Boruttau, E. du
B.-R., 1922.
DU VAIR (GUILLAUME) (1556-
1621) nac. en París, obispo de Li-
sieux, fue, con Justus Lipsius, uno de
los más destacados neoestoicos moder-
nos. A diferencia de la atención que,
dentro del predominio de lo práctico-
moral, prestó Lipsius a los aspectos
teóricos del estoicismo, Du Vair se
concentró casi exclusivamente en la
filosofía moral. De hecho, su estoicis-
mo fue en la mayor parte de las oca-
siones una interpretación de las má-
ximas morales de los estoicos (par-
ticularmente de Epicteto) por medio
del cristianismo. Pueden encontrarse
asimismo en sus pensamientos, espe-
cialmente en los de la última fase de
su vida, rasgos platónicos.

DROBISCH (MORITZ WILHELM)


(1802-1896) nac. en Leipzig, profe- Obras: Sainte Philosophie, 1603;
ed. anotada por G. Michaud, 1946. —
sor desde 1842 en Leipzig, fue uno La philosophie morale des Stoïques
de los más destacados miembros de publicada poco después de la apari-
la escuela de Herbart ( VÉASE). Dro- ción, en 1585, de la traducción del
bisch se distinguió por sus trabajos Manual, de Epicteto. — Constance,
en lógica y psicología. La lógica de 1594. — Cartas: Lettres inédites de
Drobisch es al mismo tiempo una Du Vair, por Tamizey de Larroque,
ontología en cuanto el autor identifica 1876. — Véase M. R. Radouant, G.
DU BOIS-REYMOND (EMIL) du Vair, l'homme et l'orateur, 1909.
las formas del pensamiento con las (1818-1896) nac. en Berlín, profesor — L. Zanta, La Renaissance du Stoï-
formas del ser. Por este motivo la (desde 1858) de fisiología en la Uni- cisme au XVIe siècle, 1914 (Parte III,
lógica no puede ser enteramente for- versidad de Berlín, suscitó numerosas Caps, v-viii).
mal, a menos que 'formal' sea enten- polémicas en el mundo científico y DUALISMO. Según Rudolf Euc-
dido como 'lo que pertenece a los filosófico alemán por sus conferencias ken el vocablo 'dualismo' fue em-
principios'; en todo caso, la pura for- sobre los límites del conocimiento de pleado primeramente por Thomas
DUA DUA DUC
Hyde en su Historia religionis vete- y el mal, la Naturaleza y la gracia), El dualismo aquí referido es un "cli-
rum Persarum, 1700 (Cap. IX, pá- gnoseológico (sujeto y objeto), reli- ma" filosófico concreto que unifica
gina 164) para designar el dualismo gioso, etc. Sin embargo, se llama más diversas corrientes filosóficas de una
de Ormuz y Arimán; esta misma sig- bien dualista a toda doctrina meta- cierta época.
nificación tenía todavía en Bayle física que supone la existencia de dos G. Portig, Die Grundzüge der mo-
(Dictionnaire historique et critique, principios o realidades irreductibles nistischen und dualistischen Weltan-
art. Zoroastre) y en Leibniz (Theod., entre sí y no subordinables, que sir- schauung, 1904. — L. Stein, Dualis-
ven para la explicación del universo. mus oder Monismus, 1909. — M. Ste-
II, 144, 149). Sólo con Wolff apa- fanescu, Le dualisme logique, 1909.
rece un significado estrictamente fi- En verdad, esta última doctrina es — E. Nobile, Dualismo e religione,
losófico, al utilizar 'dualismo' como la que se considera dualista por 1922. — Id., id., Il dualismo nella
algo contrario a 'monismo'. Para excelencia. Los múltiples dualismos filosofía. Sua ragione eterna e sue sto-
Wolff, en efecto (Psychologia ratio· que pueden manifestarse en las teo- riche vicissitudini, 2a ed., 1935. —
nalis, 1734, § 34), son dualistas los rías filosóficas —como el llamado Filipina d'Arcangelo, Il dualismo kan-
que afirman la existencia de dos subs- dualismo aristotélico de la forma y tiano ed i suoi vari tentativi per supe-
de la materia o el dualismo kan- rarlo, 1933. — Giovanni Bianca, Il
tancias, la material y la espiritual, a dualismo di spirito e realtà nell'idea-
diferencia de los monistas, que no tiano de necesidad y libertad, de lismo moderno 1935. — Simone Pé-
admiten más que una. Distinto, en fenómeno y noúmeno— no lo son sino trement, Le dualisme dans l'histoire
cambio, es el sentido en que el tér- en la medida en que se interpretan de la philosophie et des religions,
mino fue empleado por Kant, al los términos opuestos de un modo 1946. — Id., id., Le dualisme chez
llamar dualistas (Das Ende der Din- absolutamente realista y aun se les Platon, les gnostiques et les mani-
ge, 1794) a los que admitían que da un cierto tinte valorativo. Sólo chéens, 1947.
sólo un pequeño número de elegidos desde este punto de vista podemos DUCASSE (CURT JOHN) nac.
se salvan, contrariamente a lo que decir que el dualismo se opone al (1881) en Francia, se trasladó a los
predicaban los unitarios. El signifi- monismo, que no predica la subor- Estados Unidos, profesando durante
cado filosófico, tal como fue utilizado dinación de unas realidades a otras, muchos años en Brown University
por Wolff, es el que predominó a sino que tiende constantemente a la (Providence, Rhode Island). Ducasse
la larga, tanto más cuanto que con los identificación de los opuestos mediante se ha interesado por el problema del
vocablos 'dualismo' y 'monismo' se la subsunción de los mismos en un objeto y método de la filosofía, exa-
caracterizaban posiciones muy fun- orden o principio superior. minando las diversas tesis fundamen-
damentales en el problema de la re- La contraposición del dualismo con tales que se han ofrecido a este res-
lación alma-cuerpo, de tan amplias el monismo parece ser de tal ma- pecto y proponiendo una idea de la
resonancias en la filosofía moderna nera absoluta, que cuando se trata filosofía como un conjunto, sistemáti-
a partir de Descartes. Así, Descartes de acogerse a una de las dos doc- camente articulado, de evaluaciones o
es caracterizado como francamente trinas no se encuentra otra posibilidad apreciaciones (appraisals) de ciertas
dualista, en tanto que Spinoza re- de orientación que esa misma proposiciones. La filosofía se ocupa de
presenta el caso más extremado decisión suprema a que se refería saber lo que se quiere decir cuando
de monismo. Sólo la posterior gene- Fichte. Sin embargo, sería ilegítimo se formulan ciertos juicios de carác-
ralización del significado del término establecer una comparación de las ter general, pero aunque la actividad
ha hecho que 'dualismo' significara, doctrinas filosóficas basándose sola- filosófica es primariamente "lingüís-
en general, toda contraposición de dos mente en su pertenencia al dualis- tica" o conceptual se refiere a expre-
tendencias irreductibles entre sí. Desde mo o al monismo. Esto se advierte siones o conceptos que pretenden
este punto de vista, pueden entenderse sobre todo en la cuestión del dua- enunciar algo acerca de la realidad.
como dualistas varias doctrinas lismo materia-espíritu, dualismo que Ducasse se ha ocupado asimismo ex-
filosóficas fundamentales: la filosofía ha dado origen, sobre todo en el cur- tensamente del problema de la natu-
pitagórica, que opone lo perfecto a so de la época moderna, a numero- raleza del espíritu (mind) y de la
lo imperfecto, lo limitado a lo ilimi- sas soluciones. Cada una de éstas cuestión de su relación con el cuerpo.
tado, lo masculino a lo femenino, etc., comprende direcciones filosóficas de Aunque ha sometido a crítica las
y hace de estas oposiciones los prin- la más diversa índole; dualismo y ideas de sobrevivencia, ha intentado
cipios de la formación de las cosas; monismo son insuficientes, por lo dar un fundamento empírico a la
la especulación gnóstica y maniquea, tanto, para caracterizar de manera creencia en ciertas formas de me-
con su oposición de los principios del cabal una tendencia filosófica. De tempsicosis.
Bien y del Mal; el sistema carte- ahí que toda referencia al dualismo Obras: The Philosophy of Art,
siano, con la reducción de todo ser deba referirse a una época concreta. 1929. — Philosophy as a Science. Its
a la substancia pensante o a la subs- Es lo que ha hecho Arthur O. Love- Matter and Its Method, 1941. — The
joy al señalar que el dualismo de la Method of Knowledge in Philosophy,
tancia extensa. El dualismo se en- 1945 [University of California Publi-
tiende, además, de diversas maneras época moderna entre las ideas y la cations in Philosophy, XVI, 7]. —
según el campo a que se aplique, realidad, la experiencia y la Naturale- Nature, Mind, and Death, 1951. —
hablándose de dualismo psicológico za, el orden moral y el orden físico, A Philosophical Scrutiny of Religión,
(problema de la unión del alma con va en camino de una superación sin 1953. — A Critical Examination of
el cuerpo, de la libertad y el deter- necesidad de caer en un fenomena- the Belief in a Life After Death, 1961
minismo), dualismo moral (el bien lismo o en un idealismo que, en úl- [American Lecture Series, ed. Marvin
timo término, poseen bases dualistas. Farber,
485
DUD DUD DUD
DUDA. El término 'duda' significa se llega después de haber rechazado si se quiere, existencial; la posición
primariamente "vacilación", "irresolu- como válidos todos los argumentos (2) —especialmente en la forma car-
ción", "perplejidad". Estas significa- conducentes a demostrar la absoluta tesiana— es predominantemente de
ciones se encuentran ya en el vocablo verdad de cualquier proposición. Pero naturaleza intelectual. Subrayamos
latino dubitatis. En la dubitatio hay puede decirse asimismo que es un 'predominantemente', porque en la
siempre (por lo menos) dos proposi- punto de partida sin el cual no se cuestión de la duda no pueden tra-
ciones o tesis entre las cuales la mente produciría tal escepticismo. De zarse líneas divisorias demasiado rí-
se siente fluctuante; va, en efecto, de hecho, la duda como actitud se en- gidas entre lo vital y lo intelectual.
una a otra sin detenerse. Por este mo- cuentra en ambos extremos: se parte Los que adoptan la duda como acti-
tivo, la duda no significa falta de de ella para llegar a ella. La cues- tud o como elemento subyacente a la
creencia, sino indecisión con respecto tión que se plantea entonces es la fe emplean asimismo abundantes ar-
a las creencias. En la duda hay un de si es factible permanecer siempre gumentos; los que dudan metódica-
estado de suspensión del juicio (véase en el estado de duda. Puede respon- mente por medio de argumentos tie-
EPOJÉ ). Puede decirse, pues, que la derse a ello que si la duda fuera nen previamente una actitud dubi-
duda es la actitud propia del escép-tico simplemente una no creencia, el es- tante.
(véase ESCEPTICISMO), siempre que tado en cuestión sería probablemente Una última cuestión que se plan-
entendamos a éste no como el que no poco duradero. Pero como la duda tea respecto a la duda es, una vez
cree en nada, sino como el que pone en cuanto actitud es una forma de adoptada, cómo salir de ella. Los es-
entre paréntesis sus juicios en vista de "creencia" —la creencia de que no cépticos radicales manifiestan que tal
la imposibilidad en que se halla de es posible decidirse—, su plausibili- salida es imposible. Los escépticos
decidirse. dad psicológica queda asegurada. metódicos declaran que en la pro-
Dentro de esta significación gene- La duda como método ha sido em- pia entraña de la duda se encuentra
ral, la duda —o, mejor dicho, el es- pleada por muchos filósofos. Hasta la posibilidad de descubrir una pro-
tado de duda— puede entenderse de se ha dicho que es el método filosó- posición indudable; se puede dudar
varios modos. A nuestro entender, se fico por excelencia en tanto que la de todo menos de que se duda de
reducen a los siguientes: (1) la duda filosofía consiste en poner en claro que se duda. Los escépticos por mo-
como actitud; (2) la duda como mé- todo género de supuestos — lo cual tivos de fe señalan que no es conve-
todo; (3) la duda como elemento no puede hacerse sin someterlos a niente salir de la duda si se quiere
necesario para la fe. Es poco frecuente la duda. Sin embargo, solamente en mantener la vitalidad de una creen-
encontrar ejemplos puros de cual- algunos casos se ha adoptado explíci- cia. A estas respuestas —correspon-
quiera de estas tres significaciones tamente la duda como método. Entre dientes, grosso modo, a las posiciones
en la historia de la filosofía, pero ellos sobresalen San Agustín y Des- (1), (2) y (3)— puede agregarse
puede hablarse de varias concepcio- cartes: el primero en la proposición otra, muy propia de las filosofías que
nes de la duda en las cuales se ma- Si fallor, sum, por la que aparece co- pueden calificarse de activistas: con-
nifiesta la tendencia a subrayar una mo indudable la existencia del sujeto siste en poner de relieve que la ac-
de ellas. que yerra; el segundo en la proposi- ción ( VÉASE ) es la única posibilidad
La duda como actitud es frecuente ción Cogito, ergo sum (véase), por la que hay de vencer la duda. Según
entre los escépticos griegos y los re- que queda asegurada la existencia del esta posición, la duda emerge sola-
nacentistas. Es también bastante ha- yo dubitante. En estos ejemplos puede mente cuando permanecemos en el
bitual entre quienes, sin pretender decirse que la duda es un punto de plano intelectual. En cambio, en el
forjar ninguna filosofía, se niegan a partida, ya que la evidencia (del yo) plano vital son inevitables las deci-
adherirse a cualquier creencia firme y surge del propio acto del dudar, de la siones, de modo que solamente de
específica o consideran que no hay reducción del pensamiento de la duda un modo transitorio puede darse el
ninguna proposición cuya validez al hecho fundamental y aparentemente estado de fluctuación e irresolución
pueda ser probada de modo suficiente innegable que alguien piensa al que caracteriza la duda.
para engendrar una convicción dudar.
completa. Característico de esta forma La duda como elemento necesario
de duda es el considerar el estado de a la fe consiste en suponer que la fe
irresolución como permanente, pero al auténtica no es un mero creer en
mismo tiempo el encontrar en él una algo a ojos cerrados, sino un creer
cierta satisfacción psicológica. En la acompañado de la duda y en gran
duda como actitud la mente se goza medida alimentado por la duda. Va-
"en no dar ninguna respuesta y en no rios pensadores han subrayado este
producir ninguna convicción", como, aspecto de la duda; Unamuno destaca
según Hume (En-quiry, sec. 12), entre ellos. Según Unamuno, en
ocurre cuando adoptamos argumentos efecto, una fe que no vacila no es
"meramente escépticos", del tipo de los una fe: es un mero automatismo psi-
de Bayle o Berkeley. Se ha dicho que cológico. Por consiguiente, en esta
la actitud de la duda tal como se idea de la duda la fe y la duda son
manifestó por lo menos entre los inseparables.
escépticos griegos es una Las posiciones ( 1 ) y ( 3 ) son pre-
"conclusión" a la cual dominantemente de índole vital o,
486
DUH DUH DUH
la duda en el sentido existencial: una teoría física debe prever los fe- que las cualidades secundarias pue-
Emilio Gouiran, Interpretación exis- nómenos y, por lo tanto, "adelantarse den ser objeto de medida.
tencial de la duda, 1937. a la experiencia". En segundo tér-
DUHEM (PIERRE) (1861-1916) mino, son frecuentes en la obra de
nacido en París, fue profesor de físi- Duhem alusiones a la idea de que
ca teórica en Lille, Rennes y (desde la teoría debe de reflejar de algún
1894 hasta su muerte) en Burdeos. modo lo real y, al final de su libro
Duhem consagró buena parte de su sobre la teoría física, hay inclusive
labor a investigaciones sobre la histo- la tesis de que para el físico "el or-
ria de la ciencia y de la cosmología. den en el cual dispone los símbolos
Estas investigaciones se basaron casi matemáticos para constituir la teoría
siempre en sus propias concepciones física es un reflejo cada vez más
filosóficas, de las cuales la más im- claro de un orden ontológico según
portante e influyente es la que se re- el cual se disponen las cosas inani-
fiere a la estructura de las teorías madas" (ibid., "Physique du cro-
físicas y, en general, a la estructura yant", § 8). Los motivos de las res-
del conocimiento de la realidad. tricciones fundamentales que Duhem
Según Duhem, la teoría física es introduce en sus propias tesis son
una construcción artificial que tiene varios. Primero, el reconocimiento
una finalidad precisa: resumir y cla- —antes aludido— de que la teoría
sificar lógicamente un grupo de le- física pretende algo más que clasi-
yes experimentales. Ello significa, ficar. Segundo, el deseo de evitar el
ante todo, que hay una diferencia escepticismo a que le conduciría un
entre la teoría y la ley. Esta última convencionalismo puro. Finalmente,
es una generalización de observacio- su decidida intención de combatir
nes y experimentos; la primera es una las objeciones que varios físicos y
ordenación de cuantas generalizacio- filósofos han formulado contra la fe
nes de dicho tipo sean posibles. Sig- católica. Como tales objeciones se
nifica también que la teoría no pro- han basado en gran parte en una
porciona ninguna explicación de la cierta metafísica apoyada en una de-
terminada interpretación de la estruc- DÜHRING ( KARL EUGEN)
realidad — si se entiende por 'expli- (1833-1921), nacido en Berlín, profe-
tura de las teorías físicas, Duhem
cación' la operación mental que nos só en la Universidad de la misma ca-
estima que la eliminación de dicha
permite despojar a la realidad de sus metafísica es equivalente a la elimi- pital, pero en 1877 se le retiró la
apariencias para verla, como dice nación de las objeciones. Pero la venia legendi por sus polémicas. En
nuestro autor, "cara a cara". Por eliminación de una metafísica no sus primeros tiempos se aproximó al
este motivo, las teorías físicas no equivale a la supresión de toda me- positivismo en su posición decidida-
deben depender de los sistemas me- tafísica. Ésta aparece en Duhem con mente antimetafísica, pero no conci-
tafísicos adoptados, pues "ningún sis- su conocida tesis de que hay una bió la filosofía como una mera ciencia
tema metafísico basta para edificar analogía entre la teoría física y la de tipo semejante al saber natural
una teoría física". En suma, una teoría cosmología peripatética, la cual —de- sino como una concepción total del
física es "un sistema de proposiciones purada de errores circunstanciales— mundo y de la vida fundada cientí-
matemáticas, deducidas de un es, según Duhem, el límite ideal al ficamente, como la forma superior
reducido número de principios, que cual tiende la evolución de la teoría de la totalidad del saber. Posterior-
tienen por objeto representar lo más física. Se ha llamado por ello a Du- mente se inclinó a ver en la filo-
simple, completa y exactamente po- hem un aristotélico y un cualitativis- sofía la expresión de la creencia
sible un conjunto de leyes experi- ta. En lo que toca al primer punto personal e íntima con vistas a una
mentales". (Le théorie physique, Parte hay que tener presente que su aristo- reforma del espíritu, sumido en la
I, Cap. II, § 1). Así, Duhem se telismo es una consecuencia de su niebla de las especulaciones metafísi-
adhiere a una concepción positivista oposición a ciertos rasgos de la física cas. Dühring ve en este mundo y no
de la teoría física —y, en general, moderna —por ejemplo, el atomis- en lo trascendente el fundamento
de toda teoría—, sobre todo en la mo— que Duhem considera incom- de la moral; sin embargo, la constitu-
medida en que subraya las nociones patibles con la termodinámica gene- ción material del universo no significa
de clasificación y de economía del ral. En cuanto al segundo punto, que el hombre y la sociedad deban
pensamiento y en la medida en que puede aceptarse siempre que se tenga someterse a las consecuencias de un
pretende evitar toda subordinación presente que Duhem insiste cons- materialismo mecanicista. Frente a
de la teoría física a una construcción tantemente en el papel fundamental toda teorización, aun la más estric-
mental metafísica. de la matemática, hasta llegar al punto tamente científica, debe preocupar
Sin embargo, Duhem no puede de afirmar que las cualidades pri- al hombre la consecución de su feli-
ser simplemente considerado como marias son cualidades irreductibles de cidad y de su perfección moral, cosa
un pensador positivista. En primer hecho, pero no de derecho (ibid., tanto más fácil cuanto que el germen
lugar, nuestro autor reconoce que Parte II, cap. II, 5 2), de tal modo de toda vida feliz se halla en este
487
DUH DUM DUN
mismo mundo sin que necesite más Sozialwissenschaft, 1927. — Arnold del fondo del aristotelismo dominante
que ser desarrollado por medio de Voelske, Die Entwicklung des "ras- en París.
una decidida afirmación de la vida, sischen Antisemitismus" zum Mittel- El proverbial antagonismo entre
de una "concepción heroica de la punkt der Weltanschauung E. Duns Escoto y Santo Tomás co-
vida". Consecuencia de este optimis- Dührings, 1936 (Dis.).
mo manifestación de la oposición entre
mo radical es la afirmación de la DUMBLETON (JUAN [o JUAN franciscanos y dominicos, entre la
bondad natural del hombre, bondad DE]) nac. (ca. 1320) en Oxford, fue, corriente agustiniana y la aristotélica,
velada y encubierta por toda suerte al parecer, "Fellow" en Merton Collè- responde sólo de un modo parcial
de coacciones, desde la estatal hasta ge, siendo considerado uno de los al pensamiento de Escoto que, como
la religiosa, pero que podrá revelarse mertonianos (VÉASE). Dumbleton si- señala Gilson, está edificado, lo mis-
completamente cuando se sustituya guió tendencias occamistas en la lógi- mo que el tomista, con los materiales
la organización actual por un socia- ca y parece haber seguido tendencias de conceptos procedentes de Aristó-
lismo libre, entendido de un modo averroístas en la física, por lo menos teles, pero con un estilo bien distinto.
semejante al de Fourier. De este en el problema de la formación de Este estilo viene determinado ante
modo podrá superarse también la opo- substancias compuestas a base de todo por la actitud frente al problema
sición aparente entre el individuo y substancias elementales. Según Dumb- de las relaciones entre la revelación
la colectividad y, por consiguien- leton, las substancias elementales es- y la razón. Duns Escoto admite, cier-
te, la esencial inmoralidad que im- tán sujetas a cambios de cualidad, tamente, las demostraciones de la
plican el egoísmo y el falso altruismo. pudiendo aumentar y disminuir su existencia de Dios a partir de los
Las concepciones de Dühring, próxi- "forma". Dumbleton se ocupó asimis- efectos, pero las considera sólo rela-
mas en cierto modo al culto de la mo de la cuestión de los grados de tivamente probatorias; en vez de ellas
humanidad de Feuerbach y Comte, velocidad, y especialmente de la cues- se atiene, aunque de modo peculiar,
fueron combatidas por Engels en su tión de la aceleración uniforme de los a los argumentos de San Anselmo,
Anti-Dühring o la transformación de cuerpos. Presentó una de las formula- que transforma en el sentido de un
la ciencia por E. Dühring, 1878 (trad, ciones del llamado "teorema de Mer- paso de lo posible a lo necesario.
esp., 1913, reed., 1939). ton" o teorema de la velocidad media Ahora bien, si la existencia de Dios
en un movimiento acelerado uniforme. es demostrable no puede llegarse por
Se deben a Dumbleton una Summa la razón a una demostración de mu-
de logicis et naturalibus; una Decla-
ratio super sex conclusiones quarti ca- chos de los atributos divinos que la
pituli tractatus proportionum mag, fe confirma; estos atributos han de
Thom. Bradwardin; y una Summa ser creídos, constituyen el reino de
theologica maior — todos ellos aún los credibilia que Escoto amplía con-
inéditos. — Véase P. Duhem, Études, siderablemente; mejor dicho, son ab-
III, 410-12. — Anneliese Maier, An solutamente ciertos, pero no susten-
der Grenze, etc., Cap. I. — Samuel tados en razón. La mera probabilidad
Clagett, The Science of Mechanics in
the Middle Ages, 1959 [University of de muchos de los argumentos esti-
Wisconsin Publications in Medieval mados tradicionalmente probatorios
Science, 4]. En esta obra Clagget ha tanto en lo que se refiere a Dios como
incluido fragmentos (Parte III, cap. al alma y a su inmortalidad no con-
10) de la Summa de logicitis et na- duce, empero, a una crítica de la
turalibus (véase págs. 305-25). teología, sino a la conversión de la
DUNS ESCOTO (JUAN) (1266- misma en "ciencia práctica". La re-
1308), llamado el doctor subtilis, na- velación es cabalmente indemostrable
ció en Maxton (Condado de Rox- para Escoto por ser revelación.
burgh) e ingresó en 1281 en la El carácter principal de la divini-
Orden franciscana. Estudiante en dad es para Duns Escoto la infinitud;
Oxford (hacia 1290) y en París (1293- esta infinitud es manifiesta en todos
1296), regresó a Oxford, donde ense- sus atributos y se contrapone del
ñó teología de 1300 a 1302. En este modo más radical a la finitud de lo
último año se trasladó a París para creado. La infinitud de Dios consti-
obtener el grado de doctor. Expulsado tuye el carácter más patente de su
por su oposición a Felipe el Hermoso, inteligibilidad, pero esta inteligibili-
regresó a la capital francesa en 1304, dad no debe ser confundida con la
se doctoró en 1305 y fue enviado en posibilidad de una comprensión ra-
1307 a Colonia, donde murió al año cional de sus atributos. Por ser emi-
siguiente. La influencia del nentemente infinito o, como dirá pos-
agustinismo tradicional en Oxford, y teriormente Malebranche, infinita-
de la ciencia tal como fue desarrollada mente infinito, Dios es ante todo una
por Roberto Grosseteste y, ante todo, voluntad infinita y omnipotente que,
por Roger Bacon, dan un carácter par- aunque no puede querer lo que es
ticular a la obra de Duns Escoto, obra lógicamente imposible, aunque no
que, por otro lado, surge asimismo puede hacer, por ejemplo, como afir-
488
DUN DUN
maba San Pedro Damián, que lo que realidad y, de consiguiente, alguna
ha sido no sea, tiene un señorío abso- inteligibilidad".
luto. No hay, pues, una subordinación Un importante aspecto en la doc-
de la voluntad a los inteligibles, como trina filosófica de Duns Escoto lo
los sistemas intelectualistas admiten, constituye su tesis de la univocidad
sino una subordinación de los univer- del ser en cuanto ser. Nos hemos
sales a la voluntad divina, la cual referido a esta tesis en los artículos
los determina porque, en última ins- Analogía y Unívoco (VÉANSE). Rei-
tancia, los crea. El ser de Dios está teraremos aquí que la doctrina en
situado asi, como ser infinito, más cuestión muestra con toda claridad la
allá de la verdad y más allá del bien, influencia ejercida sobre Duns Es-
pues es fundamento de todo bien y coto por el aristotelismo avicenista.
de toda verdad. La idea aviceniana de la esencia (v.),
y el esencialismo que de ella se deri-
La subordinación de los inteligibles van, están, pues, bien patentes en
a la voluntad divina no significa, con Duns Escoto, hasta el punto que algu-
todo, la arbitrariedad de las esencias nos autores han hecho de él un avice-
ni mucho menos su carencia de rea- nista. Si con ello se quiere significar
lidad. Los universales son reales, y que Duns Escoto encontró en el avi-
por eso es posible que el saber de cenismo materiales adecuados para
las esencias sea un saber ontológico la edificación de su propio sistema,
y no meramente lógico. Pero lo au- tal calificación conviene a la obra de
ténticamente real no es sólo lo uni- nuestro pensador. Pero no es justo
versal ni sólo lo individual. A dife- simplificar la doctrina de Duns Es-
rencia de Santo Tomás, Duns Escoto coto en tal manera, ni indicar que
no concibe la materia signata como el esta doctrina es una hábil combina-
único principio de individuación; ción ecléctica de tesis avicenianas,
este principio se halla en la forma agustinianas y aristotélicas. Más justo
misma. No se trata, pues, de caracte- es destacar la originalidad del pen-
rizar lo individual por lo meramente samiento del doctor subtilis aun cuan-
particular, pues hay efectivamente do, en el estado actual de las inves-
universales aprehendidos por el inte- tigaciones sobre este pensador, re-
lecto; pero no se trata tampoco de sulte todavía difícil precisar en qué
caracterizarlo por una mera referencia consiste exactamente tal originalidad,
a la esencia, por una subsunción de (véase ESCOTISMO).
lo contingente en lo universal. La
individualidad del individuo es la
hacceidad (haecceitas) (VÉASE ), que
es, propiamente hablando, una forma
individual. Mas, por otro lado, todo
lo creado tiene también, contra lo
que dice Santo Tomás, una materia,
si bien no una materia universal. Se
distingue así entre una materia primo-
prima, creada inmediatamente por
Dios; una materia secundo-prima, que
constituye el substrato de la genera-
ción y la corrupción, y una materia
tertio-prima, que es la materia pro-
piamente dicha, lo plasmable. La
afirmación de la universalidad de la
materia enlaza así a Duns Escoto
con una tradición que, procedente en
parte de Avicebrón, había sido inte-
rrumpida por Santo Tomás. Y no im-
porta que, como hemos señalado en
el artículo Materia ( VÉASE), las men-
cionadas distinciones, que constan
en De rerum principio, no puedan
ser con toda seguridad atribuidas a
Duns Escoto, pues como allí señala-
mos "permaneció como algo firme su
idea de una materia única que posee
DUR DUR
fos modernos del siglo XVII. Reseña- indefinida de existencia" (Eth., II,
remos algunas de las actitudes típicas def. v) — indefinida, porque "no
adoptadas al respecto. puede ser jamás determinada por la
Cuando se ha insistido en el hecho propia naturaleza de la cosa existente,
del "permanecer" se ha enlazado el ni por la causa eficiente, que pone
concepto de duración con el concepto necesariamente la existencia de la
de eternidad ( VÉASE ). Algunos auto- cosa, pero no la suprime". La dura-
res han concluido que el significado ción se distingue del tiempo y de la
de ambos conceptos es idéntico en eternidad: del primero, por ser un
vista del carácter fundamental que modus cogitandi de la duración; de la
tiene para la eternidad la noción de segunda, porque la duración es jus-
permanencia. Otros, en cambio, sin tamente algo fundado en la eterni-
desconocer las estrechas relaciones dad. También los autores empiristas
entre ambos conceptos, han introdu- hacen uso de conceptos tradicionales,
cido una serie de distinciones. Así, pero la tendencia metafísica es gra-
por ejemplo, para Santo Tomás el dualmente substituida por una orien-
concepto de duración es como un tación psicológica — y epistemológica.
género del cual los conceptos de eter- Así, Locke define la duración —o,
nidad y de eviternidad (el aevum) mejor dicho, la idea de la duración—
son especies. Por este motivo, el con- como "las partes fugaces y continua-
cepto de duración no incluye nece- mente perecederas de la sucesión"
sariamente el de sucesión, sino sólo el (Essay, II, XIV, sec. 1), pero más
de la permanencia del ser que dura. adelante advierte que la reflexión so-
El tiempo es una duración que tiene bre "las apariencias de varias ideas
comienzo y fin (comienzo y fin de una tras otra en nuestros espíritus es
las cosas de las cuales el tiempo es lo que nos proporciona la idea de
la medida). La eternidad es dura- sucesión, y la distancia entre cuales-
ción sin comienzo ni fin y es, por lo quiera partes de esa sucesión o entre
tanto, interminable (Cfr. S. Theol, I, las apariencias de cualesquiera dos
q. X a 5). Esta última concepción ideas en nuestros espíritus es lo que
ha sido la más difundida entre los llamamos duración" (Sec. 3). Esta
autores escolásticos, y muchos han tendencia a "interiorizar" la noción
considerado que es la única que per- de duración es frecuente en el pensa-
mite evitar la completa separación miento contemporáneo, pero la "in-
entre los conceptos de eternidad y teriorización" no ha sido entendida
tiempo — separación que surge en siempre en un simple sentido "psico-
todos los momentos en que se insiste lógico" o "epistemológico". Así ocu-
en el carácter temporal sucesivo de rre en Bergson. Para este filósofo,
la duración y en la índole atemporal la duración pura, concreta o real es el
de la eternidad. tiempo real en oposición a la espa-
Muchos de los filósofos modernos cialización del tiempo. Al decir, por
recogieron las elaboraciones escolás- ejemplo, que lo psíquico tiene, entre
ticas —en particular la noción de otros caracteres, el de duración, no
"permanencia"—, pero las hicieron quiere significarse otra cosa que lo
servir para otros fines. Según Des- psíquico es irreductible a la espacia-
cartes, la duración de cada cosa es lización a que es sometido el tiempo
DURACIÓN. La definición más un modo por el cual consideramos por medio de la matemática. El
usual de 'duración' es: "persistencia esta cosa en tanto que sigue siendo tiempo matemático y el físico-mate-
de una realidad en el tiempo". Esta (Princ. phil., I, 56). Ello equivale a mático son a su vez el resultado de
definición puede interpretarse de va- suponer que el tiempo es una manera la necesidad en que la vida se halla
rios modos. Por una parte, puede no de pensar la duración, y a distinguir de dominar pragmáticamente la rea-
sólo insistirse en el carácter temporal entre duración, orden y número. lidad. La duración es, empero, la
de la duración, sino inclusive su- Spinoza distingue entre eternidad y propia realidad, más allá de los es-
ponerse que el tiempo de la duración duración. La eternidad es el atributo quemas espaciales, lo que es intuili-
consiste en sucesión — sucesión de mediante el cual concebimos la infi- vamente vivido y no simplemente
momentos. Por otra parte, puede des- nita existencia de Dios. La duración comprendido o entendido por el inte-
tacarse el permanecer —manere— en es "el atributo mediante el cual con- lecto. Por eso lo absoluto, entendido
la existencia. Estas interpretaciones cebimos la existencia de las cosas al modo de Bergson, no puede ser
han dado lugar a muchos debates so- creadas en tanto que perseveran en un absoluto eterno, sino un absoluto
bre el concepto de duración; tales su existencia actual" (Cog. met., I, que dura. De la concepción de lo
debates fueron especialmente frecuen- iv). Más precisa —y lacónicamen- absoluto como eterno —eternidad que
tes entre los escolásticos y los filoso- te—, la duración "es la continuidad Bergson entiende como un corte en
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el devenir más que como un recogi- La obra principal de Durando son sus una adecuación cada vez más perfec-
miento auténtico del devenir— de- comentarios a las Sentencias: In ta de las normas con las realidades
rivan las clásicas dificultades me- sententias theologicas Petri Lombardi debe señalar aquellas formas de rela-
tafísicas del problema de la nada Libri IV (Venecia, 1572), reimp., ción que considera más ajustadas a
(VÉASE); la concepción de lo absoluto 1963. Ademá s: De visione Dei. — la situación actual.
Véase la edición de J. Koch, Durandi
como algo que dura elimina la posi- de S. Porciano, O. P. Quaestio de na- La obra de Durkheim ejerció, sobre
bilidad de confundirlo con una esen- tura cognitionis et disputatio cum todo en Francia, una gran influencia,
cia lógica o matemática intemporal. anonymo quodam necnon Determina- favoreciendo grandemente la tendencia
Pues "hay que acostumbrarse —escri- tio Hervaei Natalis, O. P., 1929, 2a empírica en la investigación socio-
be Bergson— a pensar el ser directa- ed., 1935. — Sobre Durando, véase: lógica, pero sin implicar una forma-
mente, sin llevar a cabo un rodeo, sin Koch, Durandus de Sancto Porciano, ción estrictamente naturalista. Más
dirigirse desde el primer instante al O. P. Forschungen zum Streit um aun: la atención al hecho y al dato
fantasma de la nada que se interpone Thomas von Aquin zu Beginn des 14. contribuían a veces a liberar al pen-
entre él y nosotros. Hay que procurar Jahrhunderts, I, 1927 [Beiträge, samiento sociológico de algunos su-
XXVI, 1].
aquí ver por ver y no ya ver para puestos unilateralmente naturalistas.
obrar. Entonces lo absoluto se revela De este modo se desarrolló una "es-
muy cerca de nosotros y, en cierto DURKHEIM (EMILE) (1858-1917) cuela" a la que pertenecieron la mayor
modo, en nosotros. Es de naturaleza nac. en Épinal (Abacia), profesó parte de los sociólogos franceses de la
psicológica y no matemática o lógica. desde 1896 en Burdeos y desde época. Pero la vinculación a ella no
Vive con nosotros. Como nosotros, 1902 en la Sorbona. En su inten- significa siempre la estricta adhesión a
pero, por ciertos lados infinitamente ción de dar un giro estrictamente po- las tesis de Durkheim, por lo menos a
más concentrado y más recogido so- sitivo a la sociología se opuso a todo las que no tenían un simple carácter
bre sí, dura" (L'évolution créatrice, intento de convertir la investigación metodológico. Desde este punto de
1907, pág. 323). sociológica en una deducción a partir vista y con estas reservas pueden
Alfred Eggenspieler, Durée et ins- de leyes universales del tipo de las considerarse como continuadores de la
tant. Essai sur le caractère analytique establecidas por Comte" en su teoría obra de Durkheim a sociólogos como
de l'être, 1933. — Gaston Bachelard, de los tres estados. La sociología George-Ambroise Davy (nac. [1883] en
La dialectique de la durée, 1936. ·— debe, según Durkheim, atenerse a un Bernay (Normandía) que aplicó sobre
Émile Lubac, Présent conscient et método científico; debe buscar leyes,
cycles de durée, 1936. — Véase tam- todo el método al terreno del Derecho
pero no abstractas generalidades, sirio (Le Droit, l'idéalisme et l'expérience,
bién bibliografía de ETERNIDAD. expresiones precisas de las
DURANDO DE SAINT POUR- 1922. — La Foi jurée. Étude
relaciones descubiertas entre los sociologique du problème du contrat.
ÇAIN, Durandus de Sancto Portiano diversos grupos sociales. La fidelidad
(t 1834), dominico, obispo de Le Puy La formation du lien contractuel,
al hecho obliga a reconocer que la 1922); François Simiand (1873-1936,
y de Meaux, llamado el doctor resolu- sociedad es una realidad peculiar
tissimus, a causa de la tenacidad con nac. en Saint-Raphaël), que se ocupó
que, si bien está compuesta de de los problemas sociológicos en la
que defendió sus opiniones, se opuso individuos, posee una condición que
en múltiples puntos al realismo to- economía (La méthode positive en
trasciende al individuo. Esta science économique, 1912); René
mista (lo que le valió frecuentes trascendencia no debe ser entendida
censuras por parte de comisiones de Hubert (nac. 1885) y Marcel Mauss
como una hipótesis, sino simplemente (1872-1950; nac. en Ëpinal), que han
su Orden y aun por parte de una como el hecho de que la sociedad
comisión pontificia) y se inclinó a un estudiado los problemas del sacrificio
es, en tanto que elemento relativa- y de la magia (Essai sur la nature et la
nominalismo, por lo menos en la mente estable frente a los individuos,
medida en que distinguió realmente fonction du sacrifice, 1899. —
el origen verdadero de las normas Esquisse d'une théorie générale de la
entre el sujeto y la relación, catego- que son admitidas de un modo abso-
ría que comprende los últimos seis magie, 1902); Célestin Bougie (1870-
luto por los elementos componentes 1940; nac. en Saint-Brieuc), que ha
predicamentos aristotélicos. Durando de cada una de las agrupaciones.
concibió lo universal como una abs- estudiado positivamente los problemas
Estas normas o leyes que vinculan a de las ideas igualitarias y de las castas
tracción de la mente, como una for- los individuos entre sí en innumera-
ma indeterminada o que designa lo (Les idées égalitaires, 1899. — Le
bles relaciones tienen, según Durk- solidarisme, 1907. — Essai sur le
indeterminado del individuo. La dis- heim un origen que puede y debe ex-
tinción entre lo universal y el in- régime des castes, 1908) y que en su
plicarse mediante una investigación obra de sociología axiológica ( Leçons
dividuo es, pues, sólo mental. Esta histórico-sociológica. La verdad de di-
doctrina debía topar con dificultades de sociologie sur l'évolution des valeurs,
chas normas radica en su justificación 1932) erige una concepción del valor
sobre todo al referirse a la concepción en tanto que representaciones surgi-
del alma y de la inteligencia; ello como hecho impuesto a la sociedad,
das del seno de cada sociedad como distinto tanto de la preferencia
conducía, en efecto, a una elimina- reacciones frente a determinadas cir-
ción de las formas de las operaciones personal como de la esencia;
cunstancias concretas. La sociología Maurice Halbwachs, que ha
de la mente, formas indebidamente tiene por misión averiguar la proce-
multiplicadas, según Durando, que estudiado la memoria desde el punto
dencia y sentido de las normas y rela- de vista social (Les cadres sociaux de
no sólo producen confusión, sino que ciones sociales; como ciencia positiva,
impiden también una coincidencia del la mémoire, 1925); Paul Faucounet,
ha de limitarse de un modo estricto a autor de una teoría de la
ser con el ser conocido. esta dilucidación; como aspiración a
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responsabilidad social (La respon-
sabilité. Étude de sociologie, 1920).
La mayor parte de los primeros tra-
bajos de la escuela de Durkheim
aparecieron en L'Année Sociologique
(1898-1908).
Obras principales: Éléments de
sociologie, 1889. — De la division
du travail social, 1893 (trad, esp.:
La división del trabajo social, 1928).
—Les règles de la méthode sociolo-
gique, 1895 (trad, esp.: Las reglas
del método sociológico, 1912). — Le
suicide, 1897 (trad, esp.: El suicidio,
1928). — Les formes élémentaires

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