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Relación causal entre virus del papiloma

humano y cáncer cervicouterino


y consecuencias para la prevención
Nubia Muñoz1 y E Xavier Bosch*

En el presente artículo se revisan las pruebas epidemiológicas que vinculan a los


virus del papiloma humano (VPH) con el cáncer cervicouterino. Los autores llegan a la conclu-
sión de que más de 90% de todos los cánceres de cuello de útero se pueden atribuir a ciertos
tipos de VPH, de los cuales el VPH 16 representa la mayor proporción (alrededor de 50%),
seguidode los VPH 18 (12%), 45 (8%) y 31 (5%). El reconocimiento de esta situación tiene
implicaciones de gran alcance en lo referente a la prevención primaria y secundaria de este
procesomalig-no. Actualmente se están desarrollando vacunas profilácticas y terapéuticas con-
tra los VPH y la identificación de los distintos tipos de VPH se está incorporando a programas
de tamizaje de tipo piloto en algunos países desarrollados. En países en desarrollo, los progra-
mas de tamizaje convencionales de buena calidad siguen siendo la mejor avenida para el control
del cáncer cervicouterino mientras no se logre desarrollar una vacuna inocua y eficiente que se
pueda aplicar a toda la población.

Actualmente se cree que ciertos tipos vincente, la hipótesis de causalidad seguía


de virus del papiloma humano (VPH) son sin confirmarse. Problemas relacionados con
el factor etiológico central en la aparición del el diseño de los estudios y con los métodos
cáncer de cuello de útero y de sus lesiones de detección de VPH eran las principales li-
precursoras. De ahí que se estén desarrollan- mitaciones de los informes que existían en
do vacunas para prevenir la infección por aquel momento (3,4). Hoy en día, en cam-
VPH o inducir la regresión de las lesiones bio, las pruebas epidemiológicas a favor de
neoplásicas que con ellos se asocian (1). la existencia de una asociación incluyen un
Dado que en el mundo entero el cán- conjunto muy extenso y bastante coherente
cer cervicouterino es el cáncer más común de series de casos y de estudios de casos y
en la mujer, a excepción del cáncer de mama controles, junto con algunos estudios de
(2), el descubrimiento de que ciertos tipos cohortes.
de VPH son sus principales agentes causales En la presente revisión nos limitare-
implica que se ha identificado el carcinógeno mos a examinar aquellos estudios que sa-
más importante en la mujer hasta la fecha, tisfagan los siguientes criterios:
ya que la causa principal del cáncer de a) El estudio se ha limitado al cáncer
mama sigue siendo un enigma. cervicouterino invasor, al carcinoma in situ
En 1988 y 1991 evaluamos las prue- (CIS) 0 a neoplasias intraepiteliales cervi-
bas epidemiológicas que vinculan al VPH couterinas (NC) moderadas o graves (II o
con el cáncer cervicouterino y sacamos la III). Consideramos que esta limitación es
conclusión de que, pese a su carácter con- importante, ya que los signos citológicos e
histológicos de infección por VPH son, en
opinión de la mayoría de los patólogos, im-
posibles de distin~ de las NIC de bajo gra-
’ Agencia Internacional de Investigación del Cáncer, Lyon, do (NIC 1). Por consiguiente, estas lesiones
Francia. Dirección postal: 150 Cours Albert Thomas,
F-69372 Lyon cédex 08, Francia. podrían considerarse la manifestación
2 Hospital Durán i Reynals, Barcelona, Espaxia. morfológica de la infección producida por
VPH o un marcador de exposición a VPH, cuencia, aunque algunas lesiones contenían
más que un resultado patológico final. VPH 6 u ll.
b) En el estudio se han usado méto-
dos de hibridación precisos para detectar el Cáncer cervicouterino invasor
ácido desoxirribonucleico (ADN) de VPH de células escamosas
-es decir, métodos basados en el blot de
Southern o en la reacción en cadena de la
El estudio más extenso, que ha sido el
polimerasa (RCP)- y especímenes cervi-
Estudio Biológico Internacional sobre Cán-
couterinos sin fijación.
cer de Cuello de Útero (EBICCU), se hizo
c) Si el estudio era de casos y contro-
con más de 1000 biopsias procedentes de 22
les o de cohortes, satisfacía los requisitos de
países y con un ensayo basado en la técnica
diseño básicos destinados a eliminar o a re-
de RCP y capaz de detectar a más de 25 ti-
ducir sesgos y factores de confusión.
pos de VPH. Se detectó ADN de VPH en
92,7% de los tumores y los VPH detectados
con mayor frecuencia fueron los tipos 16
SERIES DE CASOS (en 49,2% de los tumores), 18 (en 11,7%), 45
(en 8%) y 31 (en 5%). El tipo 16 fue el más
Estudios sobre neoplasias frecuente en todos los países a excepción de
cervicouterinas intraepiteliales II-III Indonesia, donde el tipo 18 fue más común.
En el occidente de Africa se detectó un con-
La prevalencia de ADN procedente de glomerado de VPH 45, mientras que los ti-
VPH en las NIC II-III varió de 39 a 97% en pos 39 y 59 se detectaron casi exclusivamen-
los estudios en que se aplicó el blot de te en América Latina (15). En la figura 1 se
Southern (5-21) y de 75 a 100% en los estu- presenta la distribución de los principales
dios en que se usaron métodos a base de la tipos de VPH por zonas geográficas.
RCP (22-24). En todas las series, los VPH En informes anteriores al del EBICCU,
16 y 18 fueron los detectados con mayor fre- se había detectado ADN de VPH en 68 a 86%

FIGURA1. Distribución de tipos específicas de virus del papiloma humano (VPH)en individuos
positivos a VPHen distintos lugares. La distribución de cada grupo o conjunto de grupos se indica
como porcentaje del total de VPHidentificados en cada lugar

TiposdeVPH
16

I Otros
de los casos examinados con el blot de 35. Entre los casos y controles se encontró
Southem (5,6,20,26) y en 67 a 100% de los una prevalencia de ADN de VPH de 70,7 y
estudiados con métodos a base de la RCP 4,7%, respectivamente. Los riesgos estima-
(17-26). dos se ajustaron según edad, zona geográfi-
ca, numero de compañeros sexuales, núme-
Adenocarcinoma ro de compañeras sexuales del marido, edad
en el primer coito y presencia de Chlamydia
En el EBICCU, se detectó ADN de trachomatis. La razón de posibilidades (en in-
VPH en 95% de 43 adenocarcinomas y tu- glés odds ratio) ajustada (REa) y el intervalo
mores adenoescamosos; los VPH 16 y 18 de confianza (IC) de 95% correspondientes
constituyeron 51 y 24%, respectivamente, de a la presencia de ADN de VPH fueron los
los tipos de VPH detectados (15). En series siguientes: RPa: 56,9; IC95%: 24,8 a 130,6. La
más pequeñas cuyos resultados se habían fracción atribuible (FA) fue de 72,4%. Las
notificado con anterioridad, se había detec- RPa y los IC95% correspondientes a tipos
tado ADN de VPH en 52 a 64% de los casos específicos de VPH fueron los siguientes:
sometidos al blot de Southem (16,27) y en VPH 16: RPa = 295,5; IC95% = 44,8 a 1946,6;
88% de los casos estudiados por un método VI’H 31,33, ó 35: RPa = 28,9; IC95% = 5,5 a
basado en la RCP (17). Como sucedió en el 152,8; VPH de tipo no identificado: RPa =
EBICCU, el VPH detectado con mayor fre- 18,7; IC95% = 6,6 a 54,s.
cuencia fue el tipo 18. Como parte del mismo proyecto, se
llevó a cabo un segundo estudio en la ciu-
dad de Cali, Colombia, en que se compara-
ESTUDIOS DE CASOS ron 125 casos de NIC III confirmados por
Y CONTROLES examen histológico con 181 controles me-
diante un mismo diseño epidemiológico y
Neoplasias cervicouterhas los mismos métodos de laboratorio (28). La
intraepiteliales II-III edad promedio de los casos y de los con-
troles fue de 39 años. La prevalencia de
En el cuadro 1 se resumen los resulta- ADN de VPH entre los primeros fue de
dos de siete estudios de casos y controles 63,2% y entre los segundos de 10,5%. Los
que cumplieron con los criterios de inclu- riesgos estimados se ajustaron por edad,
sión. Seis se efectuaron con métodos basa- zona geográfica, número de compañeros
dos en la RCP y uno con la técnica de blot sexuales, edad en el primer coito, presen-
de Southem. cia de C. trachomatis y consumo de tabaco.
2l-l En España, Bosch, et al. (28) compara- Las RPa y los IC95% correspondientes a la
4 ron 57 casos de displasia grave (NIC III) o presencia de ADN de VPH fueron de 15,5 y
‘0 CIS confirmados por examen histológico con de 8,2 a 29,4, respectivamente, mientras que
=N 193 controles apareadas por edad, fecha del la FA fue de 60,3%. La RPa y el IC95% co-
E examen citológico y centro de reclutamien- rrespondientes a tipos de VPH específicos
B to. Los controles tuvieron diagnósticos fueron los siguientes: VPH 16: RPa = 27,l;
$ citológicos de cambios inflamatorios in- IC95% = 10,6 a 69,5; VPH 31,33, ó 35: RPa =
.Ñ específicos o de Papanicolaous grado 1 y II. 23,4; IC95% = 2,8 a 190,6; VPH de tipo no
ti Los diagnósticos citológicos e histológicos identificado: RPa = 12; IC95% = 5,l a 28,6.
v,
z! de los casos y controles fueron confirmados En ambos estudios las RPa relacionadas con
por un panel de citopatólogos. La edad pro- la presencia de NIC III aumentaron a medi-
g medio de los casos y también de los contro- da que aumentó la cantidad estimada de
õ les fue de 36 años. Para detectar los VPH se ADN de VPH.
c4
aplicó la técnica de RCP con cebadores para El ensayo a base de RCP que se usó en
las secuencias de consenso de la región Ll y los dos estudios se hizo con la versión tem-
552 sondas para los VPH 6, ll, 16,18,31,33 y prana de los cebadores de secuencias de con-
.

553
senso y de la sonda genérica, que detecta- identificado: Rl?a = 10; IC95%: 3 a 36; VPH
ban un espectro más limitado de tipos de 31,33,35,39,45,51, ó 52: Rl?a = 22; IC95%:
VPH. Por lo tanto, es posible que algunos 4,8 a 97. Se notificó un análisis de casos
tipos de VPH no hayan sido detectados. y controles circunscrito a mujeres con
Cuando se usaron muestras obtenidas por positividad a VPH en que se comprendie-
biopsia en lugar de raspados, se observaron, ron todas las NIC, salvo la NIC II-III.
además, prevalencias más altas de VPH. En otro estudio estadounidense (en
Esto apunta a la probabilidad de que las Nuevo México), Becker, et al. (14) compara-
RPa ajustadas y las FA presentadas en el ron a 176 mujeres con un diagnóstico
cuadro 1 sean subestimaciones de las RPa y histológico de displasia de alto grado o NIC
FA verdaderas. II-III con 311 mujeres que habían sido remi-
A fin de tratar de identificar los tidas a las mismas clínicas para la colpos-
cofactores que podrían determinar la pro- copia pero que tenían resultados normales
gresión desde la etapa de positividad al en la citología o biopsia de cuello uterino.
ADN de VPH hasta la de NIC III, el análisis El recorrido de edad de ambos grupos fue
de casos y controles de estos datos se limitó de 18 a 40 años. Se detectó el ADN de Vl?H
solo a los casos y controles positivos a ADN mediante la técnica de dot blot y la RCP (el
de VPH. Este análisis sugirió que el haber mismo método que se usó en el estudio de
tenido el primer coito a una edad temprana Portland) con 19 sondas para tipos específi-
y el tener antecedentes de alta paridad au- cos de VPH. La RPa correspondiente al ADN
mentaban el riesgo de progresar a una de VPH después de hacer ajustes según
NIC III (29). edad, edad en el momento del primer coito,
Asimismo se encontró, habiéndose te- número de compañeros sexuales en la vida
nido en cuenta el importante efecto del VPH, y extracción étnica fue de 20,8 (IC95% = 10,8
que la seropositividad a C. trachomatis mos- a 40,2). La RPa correspondiente al VPH 16
traba una asociación moderada con la NIC fue de 9,9 (IC95% = 5,4 a 18,3). Se observó
III. El efecto se observó en ambos países. En un aumento del riesgo (aunque con un IC
España la RPa fue de 2,3 (IC95%: 1,l a 4,5) y más bajo y de menos de 1,0) en asociación
en Colombia de 1,71 (IC95%: 1,l a 57) (29). con los VPH 18,31,33,56 ó 58. Después de
En Estados Unidos de América hacer ajustes según la presencia de VPH y
(Portland, Oregón), Schiffman, et al. (30) otras variables que mostraron asociaciones
compararon 50 casos de NIC II-III con 453 significativas, tres factores (nivel educativo,
controles seleccionados al azar de una po- consumo de tabaco y antecedentes de en-
blación de 17 654 mujeres con resultados fermedades de transmisión sexual) siguie-
sN normales en la citología y sin antecedentes ron asociándose de forma significativa con
4 conocidos de NIC. Se usó lavado cervi- el riesgo de NIC II-III. No se notificó nin-
E covaginal para recolectar las muestras gún análisis solo en mujeres con positividad
zN citológicas y para detectar el ADN de VPH a VPH (para evaluar la posible influencia de
E se usó el método de RCP con un cebador cofactores).
c: para las secuencias consensuales de la re- En un estudio reciente enNoruega (31)
Sc
k” gión Ll y 25 sondas dirigidas a tipos de VPH se examinaron 98 casos de NIC II-III confir-
.% específicos (esto representa una versión mados por examen histológico y 221 con-
s mejorada de la RCP que se usó en los estu- troles, apareados con los casos por edad, que
m
;ìi dios efectuados en España y Colombia). Las se tomaron de la población en general por
estimaciones del riesgo se ajustaron según selección aleatoria. La edad promedio de los
8 la edad y el numero de compañeros sexua- casos y de los controles fue de 31,8 y 32,7
0 les en toda la vida. Las RPa y los IC95% co- anos, respectivamente. Se detectó ADN de
w
rrespondientes a tipos de VPH específicos VPH en las células del cérvix uterino me-
fueron los siguientes: VPH 16 ó 18: RPa = diante la técnica de RCP con pares de
554 180; IC95% = 49 a 630; VPH 6, ll, 42, o no cebadores anidados para la región Ll. Estos
cebadores detectan los VPH 6, ll, 16,18,31 o cáncer, pero que habían sido remitidos a
y 33, así como otros tipos desconocidos. La una clínica de colposcopia. Los casos tuvie-
RPa de la asociación entre VPH y NIC II-III ron una edad promedio de 28,2 años y los
fue de 72,8 (IC95%: 27,6 a 191,9). La R.l?aco- controles de 31,2. La detección efectuada con
rrespondiente al VPH 16, que es el más co- el blot de Southem se limitó al ADN de VPH
mún, fue de 182,4 (IC95%: 54,0 a 616,l). No 16. La RPa de la asociación entre la NIC II-
se efectuó ningún análisis solo en mujeres III y el VPH 16 (después de hacerse ajustes
con positividad a VPH (para determinar según edad, numero de compañeros sexua-
el papel que podrían desempeñar otros les, edad en el primer coito, consumo de ta-
cofactores). baco yuso de anticonceptivos orales) fue de
En el área rural de Taiwan se llevó a 8,7 (IC95%: 5,l a 15,0) (33). Las RI’a de la
cabo un pequeño estudio de casos y contro- NIC II-III aumentaron a medida que aumen-
les en el contexto de un proyecto para el tó la cantidad de ADN de VPH detectado.
tamizaje de cáncer de cuello de útero (32). En este estudio no se evaluó el papel des-
En el estudio se incluyeron 45 casos de NIC empeñado por cofactores en mujeres con
II-III confirmados por examen histológico, 3 positividad a VPH.
casos de cáncer cervicouterino invasor y 261 Los resultados de estos siete estudios
controles con citología normal. La edad pro- (cuadro 1) demuestran, en general, que en 6
0
medio de los casos fue de 47 anos y la de los investigaciones recientes efectuadas con
=1”
controles de 43 aííos. Se detectó ADN de ensayos altamente sensibles a base de la RCP
VPH con el mismo ensayo a base de RCP que (24, 30-32) se han detectado mayores 2
se utilizó en el estudio de Schiffman, et al. prevalencias (90 a 94%) de ADN de VPH en
(30), aunque se usaron sondas ligeramente mujeres con NIC moderada o grave que en ñ
distintas. (Además de las sondas empleadas los estudios realizados con versiones más 2
en el estudio de Schiffman, en el estudio de tempranas de estos ensayos (28), en los que
Taiwan se usaron sondas para VPH 56 y 68.) se ha detectado ADN de VPH en 63 a 74% 5
u
La RPa correspondiente a todos los tipos de de los casos.
VPH fue de 122,3 (IC95%: 38,5 a 3881)). La A la hora de comparar la prevalencia
correspondiente a los tipos de VPH que se de ADN de VPH en el grupo control, es ne- a
consideran de alto riesgo fue más alta (RPa cesario tener en cuenta la estructura de edad 2
= 1280) que la correspondiente a los tipos de y la procedencia de los controles, y también $
VPH en la categoría de riesgo moderado el grado de precisión de las técnicas de hi-
(RPa = 99) o bajo @Pa = 5). En este estudio bridación. De hecho, las prevalencias más 2
los tipos de alto riesgo fueron los que suelen altas que se encontraron en los controles de
hallarse con mayor frecuencia en casos de Estados Unidos y Noruega, en comparación 8
cáncer cervicouterino (VPH 16,18,31 y 45); con los de España y Colombia, podrían atri- 3
los de riesgo moderado fueron los que se en- buirse a que las poblaciones de estudio fue-
cuentran con menos frecuencia en casos de ti
ron más jóvenes y a que los ensayos a base a
este tipo de cáncer (VPH 26,33,35,39,51, de la RCP fueron más sensibles. Es proba-
52, 55,56, 58,59 y 62); y los de bajo riesgo ble, asimismo, que las prevalencias más al-
fueron los que no suelen encontrarse cuan- tas de VPH 16 en los controles de Canadá y 5
do hay cáncer (WH 6, ll, 40,42,53,54 y 57). Nuevo México, cuando se comparan con los .
No se notificó ningun análisis solo en muje- del estudio de Portland, obedezcan a la na- $
res con positividad a VPH. turaleza de los grupos control en los dos m
En un estudio de casos y controles que primeros sitios (mujeres remitidas auna clí- h
se llevó a cabo en Canadá (Quebec), 456 ca- nica de colposcopia, en vez de mujeres con 8
sos con un diagnóstico histológico de NIC citología normal y sin antecedentes de NIC). 3
de alto grado (II-III) se compararon con 408 En otras palabras, no se puede descartar del
controles mtrahospitalarios sin ningún diag- todo la presencia de un sesgo de selección
nóstico citológico o histológico de VPH, NIC en los estudios de Canadá y Nuevo México. 555
Cáncer cervicouterho invasor
Cuatro estudios de casos y controles
que cumplían con los criterios de inclusión
y que se efectuaron en su totalidad con en-
sayos a base de la RCP, se describen a conti-
nuación y en el cuadro 2.
En España y Colombia, Muñoz, et al.
(34) hicieron dos estudios poblacionales de
casos y controles en que se incluyeron 436
casos con diagnóstico histológico de cán-
cer cervicouterino escamocelular y 387 con-
troles seleccionadas al azar de las pobla-
ciones de estudio. Para la detección de VPH
se aplicaron métodos de RCP basados en
el uso de cebadores para las secuencias de
consenso de la región Ll. La hibridación se
efectuó de forma secuencial y en condicio-
nes de sumo rigor con sondas para los VPH
6, ll, 16,18,31,33 y 35. Posteriormente los
filtros se exploraron con una sonda genéri-
ca compuesta de una mezcla de cebadores
de amplificación para los VPH 16 y 18 (35).
Las respectivas RPa para cualquier ADN
de VPH y para el ADN del VPH 16 fueron
de 46,2 y 45,B en España y de 15,6 y 17,3 en
Colombia. Más de 65% de los casos inclui-
dos en el presente estudio se pudieron atri-
buir a VPH. Las RPa de otros tipos de VPH
fueron las siguientes: VPH 31,33, ó 35: RPa
= 21,3; IC95% = 6,l a 75,6; VPH de tipo
desconocido: RPa = 79,6; IC95%: ll,1 a
572,4.
El ensayo a base de RCP que se usó en
estos estudios fue el mismo que se empleó
en los estudios ya descritos de casos y con-
troles efectuados en España y Colombia en
pacientes con NIC III (28). Es probable, por
lo tanto, que las RP y FA que aquí se notifi-
can sean subestimaciones de las verdaderas
RPyFA.
p óg
Un análisis adicional estratificado se-
gún el estado de infección por VPH demos- d’:0
tró que en mujeres sin VPH los factores de e
riesgo identificados seguían guardando re-
lación con el comportamiento sexual. Pero
cuando se compararon los casos positivos a
VPH con los controles y con los casos nega-
tivos a VPH, las únicas diferencias signifi-
cativas fueron el uso de anticonceptivos ora-
les y su duración (36). Este resultado coinci- Otro estudio intrahospitalario se lle-
de con el de los estudios efectuados con la vó a cabo en la China con 101 casos y 146
RCP en España y Colombia, en los que se controles dentro del hospital. La detección
notificó que la paridad ejercía cierto efecto del ADN de VPH, que se hizo con la técnica
independiente. Esto sugiere que circunstan- de RCP, se restringió a los VPH 16 y 33. Se
cias hormonales podrían ser cofactores que hallaron prevalencias relativamente bajas de
influyen en el desarrollo de un estado estos dos tipos de VPH, tanto en los casos
de portador crónico de VPH o en la progre- (34,7%) como en los controles (1,4%), y la
sión desde la presencia de infección por RE correspondiente (ajustada según edad,
VPH hasta la de una neoplasia relacionada ingreso, residencia, edad al contraer el pri-
con VPH. mer matrimonio y consumo de tabaco) fue
Por otra parte, el consumo de tabaco de 32,9 (41). El tamaño reducido de la mues-
y los agentes patógenos de transmisión tra y las bajas prevalencias de VPH obser-
sexual ajenos a los VPH (virus del herpes vadas impidieron que se hiciera un análisis
simple tipo 2, citomegalovirus, gonococos, de cofactores en mujeres positivas a VPH.
Treponemapallidum) dejaron de asociarse con Estos cuatro estudios de casos y con-
un riesgo de cáncer cervicouterino, cuando troles arrojaron resultados uniformes. Como
se contempló el poderoso efecto de los VPH ya se ha observado, es probable que la ma-
(37, 38). - - yor prevalencia de ADN de VPH encontra-
En Brasil se llevó a cabo un estudio da en Brasil, en comparación con Colombia
intrahospitalario de casos y controles en que y España, guarde relación con la prueba uti-
se incluyeron 199 casos nuevos de cáncer lizada. En el grupo control se hallaron
cervicouterino invasor confirmados por exa- prevalencias más altas de VPH en residen-
men histológico (39). Seusó un ensayo a base tes de países con un riesgo elevado de cán-
de la RCP, aplicándose un cebador general cer cervicouterino (Brasil y Colombia) que
y cebadores específicos para VPH 6, ll, 16, en los de países donde el riesgo es bajo (Chi-
18,31, y 33. La RE y FA que se presentan en na y España). No se han notificado estudios
el cuadro 2 indican que estos métodos de formales de casos y controles sobre el
RCP, que son más sensibles (como sugiere adenocarcinoma de cuello de útero.
la fracción más alta de casos positivos a Los estudios de casos y controles
VPH), dieron una FA estimada mayor (86%) adolecen de una ambigüedad temporal in-
que la obtenida en los estudios de España y herente en lo respectivo a la exposición y al
Colombia (66 a 68%). Cuando se analizaron resultado patológico final. Por lo tanto, la de-
solo los casos positivos a VPH y sus contro- tección de una prevalencia más alta de ADN
les, se identificaron como cofactores la alta de VPH entre los casos que entre los contro-
paridad y el uso prolongado de anti- les se podría interpretar de dos maneras:
conceptivos orales (40). 1) Si se da por sentado que una sola
Este estudio brasileño es parte de un medición del ADN de VPH es un buen mar-
estudio coordinado multicéntrico de casos cador de infección crónica persistente por
y controles que también se está llevando a VPH, la detección de ADN de VPH en el
cabo en Mali, Marruecos, Tailandia y las Fi- momento de reclutar a los casos y controles
lipinas. Su principal virtud radica en que un podría tomarse como indicación de que la
mismo protocolo y cuestionario están en uso infección por VPH estaba presente antes de
en todos los lugares estudiados y en que la la aparición del cáncer.
detección del ADN de VPH se está hacien- 2) El ADN de VPH se detectó con más
do en un laboratorio central mediante un facilidad en células tumorales que en célu-
método basado en la RCl? Se espera que esta las normales, o es posible que indique la
iniciativa proporcione información de valor presencia de infección oportunista por VPH.
sobre los riesgos que se asocian con los dis- Pruebas directas de la primera posibi-
tintos tipos de VPH y diversos cofactores. lidad solo se pueden obtener mediante es- 557
tudios de seguimiento a largo plazo. (Algu- Tres estudios de este tipo han sido
nos estudios de este tipo se revisarán más notificados en Estados Unidos. En el prime-
adelante.) No obstante, pruebas indirectas ro, una cohorte de 241 mujeres con citología
de una posible infección oportunista se pue- normal fue reclutada en una clínica para
den obtener observando el patrón de pre- enfermedades de transmisión sexual y so-
valencia de ADN de VPH en relación con el metida a pruebas para la detección de VPH
tiempo transcurrido desde el último coito, 6, ll, 16,18,31,33 y 35. Para ello se usaron
ya que el acto sexual es la vía de transmi- las técnicas de dot blot y blot de Southem.
sión principal de VPH. Los datos proceden- A las mujeres se les hizo un seguimiento
tes de nuestros estudios en España y Colom- cada 4 meses por un promedio de 25 meses.
bia muestran una tasa de positividad a ADN La positividad a ADN de VJ?H se asoció con
de VPH alta y estable, no solo entre las mu- un riesgo relativo (RR) ajustado de MC II-
jeres con cáncer cervicouterino que indica- III de ll,0 (IC95%: 3,7 a 31,0). El riesgo fue
ron ser sexualmente activas en el momento más alto entre las mujeres positivas a los
de la entrevista, sino también enh-e las que VPH 16 y 18 y entre las que tuvieron
habían tenido su último contacto sexual positividad a ADN de VPH en varias prue-
muchos años antes de entrar en el estudio bas. La incidencia acumulativa de MC II-
(28,34). III entre las mujeres con positividad a VPH
Es poco probable que el ADN de VPH fue de 28% a los 2 años, mientras que entre
se pueda detectar con más facilidad en cé- las mujeres negativas a VPH esta fue de 3%.
lulas tumorales, dado que su prevalencia en Casi todos los casos nuevos de MC II-III se
las lesiones precursoras (NIC II-III) es tan presentaron durante los 2 primeros años del
alta como lo es en las lesiones cancerosas seguimiento (42).
invasoras del cuello de útero. Contra el ar- En el segundo estudio, 206 mujeres
gumento de que la infección por VPH es de -173 con lesiones escamosas intraepi-
tipo oportunista existe un cúmulo importan- teliales (LEI) de bajo grado y 33 con LE1 de
te de datos de laboratorio según los cuales alto grado - que participaron en un ensayo
el ADN de VPH y los fragmentos de trans- de intervención fueron seguidas cada 2 me-
cripción de tipos específicos de VPH habi- ses por un período de 6 meses. Se investigó
tualmente se detectan en especímenes la presencia de ADN de VPH 16 con el blot
tisulares de cánceres de cuello de útero y sus de Southem cuando entraron al estudio y
lesiones precursoras; los tipos de VPH de en cada examen de seguimiento. Al aplicar-
alto riesgo pueden hacer que las células se un modelo multivariante y hacerse ajus-
humanas se tomen inmortales; y sus onco- tes según edad, raza, consumo de tabaco,
3 proteínas interfieren con las funciones de los uso de anticonceptivos y concentraciones
N reguladores de las células con efecto inhibidor. plasmáticas de micronutrientes, se encontró
4
2 una relación entre la infección por VPH 16
Ei y la progresión a LE1 de alto grado, con un
s ESTUDIOS DE COHOl!tTES RR de 1,19 (IC95%: 1,03 a 1,38) (43).
s En el tercer estudio, 70 mujeres con un
$ A pesar de que se han notificado va- diagnóstico histológico de displasia tuvie-
.% rios estudios de cohortes o de seguimiento, ron seguimiento a intervalos de 3 meses
s aquí se describen solamente los que han te- durante 15 meses. Estas mujeres estaban ins-
m
: nido como objeto de estudio las NIC II-III, critas en un ensayo aleatorio a doble ciego
los que han empleado el blot de Southem o cuya finalidad era estudiar la eficacia de los
8 ensayos de hibridación basados en el uso p-carotenos en el tratamiento de las MC. La
õ de la RCP para la detección de ADN de detección de ADN de VPH se hizo con el
Ra
VPH, y los que han satisfecho los criterios blot de Southem y con un ensayo a base de
de inclusión básicos que se describieron con la RCl? La presencia persistente de LE1 (es
558 anterioridad. decir, su presencia en dos visitas consecuti-
vas) se asoció con un estado de infección cuados para la RCR En el estudio no se in-
sostenida por VI’H y especialmente con la cluyó ningún grupo control (46).
detección de una carga v-frica persistente- En el Reino Unido, una cohorte de 93
mente alta (RPa = 4,l; IC95% = 1,4 a 12,3) mujeres que no habían sido tratadas y que
con el blot de Southem.3 Las RB fueron ajus- tenían anormalidades cervicouterinas fue
tadas según los grupos seleccionados al azar identificada a partir de un ensayo aleatorio
(44), porque las mujeres, que participaban controlado que se inició hace algunos anos.
en un ensayo aleatorio, habían sido asigna- A las pacientes se les hizo un seguimiento
das al azar a B-carotenos o placebo. cada 4 meses con colposcopia y examen
En los Países Bajos, una cohorte de 342 citológico por un período promedio de 26
mujeres con citología anormal (clase IIIb 0 meses. En las biopsias de referencia toma-
menos en el Papanicolaou, es decir, MC IB das inicialmente se detectó la presencia de
o menos) fue seguida cada 3 a 4 meses du- VPH 16 y 18 por medio de un ensayo a base
rante un promedio de 16 meses (45). Durante de la RCl? Los VPH (16 y 18) se detectaron 0
las visitas de seguimiento se hicieron las si- en 47 (51%) de las mujeres y su presencia se 2
guientes pruebas: citología, colposcopia sin asoció con un riesgo aumentado de progre- 2
biopsia y detección del ADN de 27 tipos de sión (RB = 2,3; IC95% = 1,2 a 4,3) (47).
E
VPH por medio de una técnica de RCP de En Suecia, los frotis de 30 mujeres con
0
gran precisión. Nueve (3,0%) de las 298 cáncer invasor de cuello de útero (18 de tipo
3
mujeres con un diagnóstico citológico ini- escamocelular y 12 adenocarcinomas) y de
cial de grado IIIa en el Papanicolaou (MC I- 58 con carcinoma in situ con positividad a 2
II) progresaron hasta tener una MC BI (diag- ADN de VPH se compararon con los frotis
nosticada por colposcopia e histología). de mujeres de un grupo control. Los frotis a
Todas las nueve tuvieron positividad a ADN de los casos fueron obtenidos de 1,5 a 7 anos Y
de tipos de VPH de alto riesgo (16,18,31, antes del diagnóstico de cáncer. El ADN de
33, 35,39,45,51, 52,54, 56 y 58) en el mo- VPH se detectó, mediante el uso de un en- 2
mento en que ingresaron en el estudio y sayo anidado a base de la RCP, en 67% de E
durante el seguimiento. Los autores notifi- los frotis anteriores al cáncer en las mujeres
caron que la tasa de progresión fue más alta del grupo de casos y en ll % de los frotis de %
entre las mujeres positivas a VPH de alto las mujeres del grupo control (RI? = 16; 2
riesgo que entre las que mostraron posi- IC95%: 6,8 a 38,0) (48).
tividad a VPH menos riesgosos o nega- Estos resultados sugieren que la infec- s
tividad a VPH. ción persistente por VPH de alto riesgo pre- 2
Se han notificado los resultados de tres cede a la aparición de una MC II-III y es 0
estudios retrospectivos de cohortes efectua- factor que pronostica un alto riesgo de este 2
dos con laminillas citológicas o histológicas tipo de lesión. La principal limitación de este 3
archivadas. En el primero, que se llevó a diseño de estudio es que en casi todas las
ti
cabo en Amsterdam, 18 mujeres con cáncer situaciones el seguimiento se ve interrum- a
de cuello de útero cuyos 27 frotis anteriores pido en la fase de NIC II-III cuando se 3
habían dado resultados citológicos negati- administra el tratamiento. Por lo tanto, la
s
vos fueron examinadas con miras a detec- función que desempeñan los VF’H en la pro- >
tar la presencia de ADN de VPH mediante gresión a un cáncer invasor no se puede z
un ensayo basado en la RCl?.Se detectó ADN investigar. También se sabe que cierta pro- 2
de VPH en los frotis de 16 de las 18 mujeres; porción de las NIC II-II se resuelven e
los frotis de las dos restantes no fueron ade- espontáneamente. h
Varios estudios de cohortes adiciona- :
les están en marcha en Colombia, Costa Rica, 3
3 La Rh de 4,l se refiere auna carga vúica persistentemente India, Estados Unidos y el Reino Unido,
alta, demostrada mediante la detección de ADN de WH pero sus resultados no se han notificado
con el blot de Southem y también con la RCP en dos visitas
consecutivas. todavía. 559
CONCJSJSIONES cáncer indica que debe haber otros factores
0 cofactores que promueven la progresión a
Los datos epidemiológicos que hemos una etapa maligna. De hecho, si la pequeña
revisado indican que la asociación entre cier- fracción de cánceres cervicouterinos en que
tos tipos de Vl?H y el cáncer de cuello de no se detectó ADN de VPH se considera
útero cumple con los criterios de causalidad verdaderamente negativa a VPH, debemos
propuestos por Sir Bradford Hilk concluir que los VPH no son causa necesa-
1) La asociación es muy fuerte, habién- ria o suficiente de cáncer de cuello de útero.
dose obtenido RI’ de más de 15 en todos los Dos tipos de cofactores podrían ser
estudios de casos y controles metodoló- importantes:
gicamente sólidos en que se han usado téc- a) Factores propios del huésped que
nicas confiables para detectar el ADN de podrían modular el efecto de los VPH
VPH. La fuerza de la asociación elimina la -entre ellos figuran factores genéticos (los
posibilidad de que se deba al azar, a un ses- haplotipos HLA o CMH), la presencia de
go o a factores de confusión. inmunosupresión genética o inducida, o cier-
2) Es persistente, puesto que se han tos factores hormonales endógenos que se
encontrado asociaciones de igual fuerza reflejan en las asociaciones con alta paridad
en países donde el riesgo de contraer cán- detectadas en nuestro estudio-, así como el
cer de cuello de útero es alto y en otros don- haber tenido el primer contacto sexual a edad
de es bajo. temprana, dato que podría tomarse como
3) Los resultados de varios estudios de sustituto de haber tenido poca edad cuando
cohortes indican que la infección por cier- se detectó la primera infección por VPH.
tos tipos de VPH precede a la aparición de b) Factores exógenos. En nuestros es-
MC II-III. tudios en España, Colombia y Brasil, sola-
4) La asociación se encuentra especí- mente el uso prolongado de anticonceptivos
ficamente en el caso de ciertos tipos de VPH orales resultó ser un cofactor exógeno en
que se consideran de alto riesgo. De los 30 mujeres positivas a VPH. No obstante, nues-
tipos de VPH que infectan el cérvix uterino, tras observaciones tienen que confirmarse
el VPH 16 es el que se asocia con la mayor en otras poblaciones y mediante estudios
proporción de casos de cánceres cervicales, más extensos. El estudio multicéntrico que
y le sigue en frecuencia el VPH 18. tenemos en marcha, en que un mayor nú-
5) Las pruebas epidemiológicas se ven mero de mujeres con cáncer invasor de cue-
apoyadas por muchas investigaciones de llo de útero positivo a VPH será comparado
laboratorio que indican que los tipos de VPH con un grupo control compuesto de muje-
2N involucrados en las neoplasias de cuello de res positivas a VPH, promete arrojar infor-
-4 útero tienen potencial carcinógeno. mación valiosa sobre la función de distintos
53 Estas conclusiones han sido respalda- cofactores.
!i das por un grupo multidisciplinario inter- Nuestros estudios también sugieren
E nacional que hace poco se reunió en Lyon que los cofactores antedichos podrían ejer-
;fi para evaluar la carcinogenicidad de los cer más influencia en la progresión de in-
$ Vl?H (49). fección persistente por VPH a MC III, que
2 A juzgar por los resultados de los es- en la de NIC III a cáncer invasor de cuello
s tudios de casos y controles que hemos revi- de útero. De hecho, cuando se compararon
vi
: sado y de nuestra encuesta internacional los factores de riesgo asociados con MC III
:U sobre la prevalencia de ADN de VPH en y cáncer invasor de cuello uterino en Espa-
;5‘ cánceres invasores de cuello de útero, más ña y Colombia, no se detectó ninguno que
e de 90% de estos tumores se pueden atribuir variara lo suficiente entre las MC III y el
Q
a ciertos tipos de VPH. El hecho de que solo cáncer invasor para dar lugar a la sospecha
una pequeña minoría de las infecciones cró- de su posible influencia en la progresión de
560 nicas por VPH avancen hasta convertirse en aquella a este (50).
Por ultimo, no se ha examinado la fun- infecciosas y despliegan los epitopos de con-
ción de factores etiológicos distintos de figuración necesarios para generar títulos
VPH, puesto que no se sabe con certeza si la elevados de anticuerpos neutralizantes, pero
pequeña proporción de cánceres de cuello no contienen el ADN vfrico potencialmente
de útero que parecen estar libres de ADN ontogénico. En experimentos con vacunas
de VPH son verdaderamente negativos, o se ha encontrado que las PPV tienen un efec-
simplemente negativos falsos que más tar- to protector en conejos y perros cuando se
de, cuando se disponga de métodos más administra una carga de PV de conejo co-
sensibles para la detección de ADN de VPH, mún (51) y de PV oral canino (52), respecti-
resulten positivos a estos virus. En todo caso, vamente. Por consiguiente, las WV son ac-
si se llega a identificar un subgrupo de cán- tualmente el inmunógeno de preferencia
ceres cervicouterinos negativos a VPH, lo para la búsqueda de una vacuna contra el
más probable es que represente menos de VPH de órganos genitales, y varias vacunas
5% de todos los cánceres de cuello de útero. a base de PPV están en proceso de elabora-
ción. La eficacia e inocuidad de estas vacu-
nas deben evaluarse mediante ensayos de
IMPLICACIONES fase 1, II y Ill antes de que su uso se autorice
en toda la población.
Saber que ciertos tipos de VPH son
responsables de más de 90% de todos los Vacunas terapéuticas. Las oncoproteínas
cánceres cervicouterinos encierra grandes E6 y E7 de los VPH son los blancos natura-
implicaciones en términos de la prevención les del ataque inmunitario. Esta premisa ha
primaria y secundaria de este proceso ma- servido de base para el desarrollo de varias
ligno. Actualmente se están elaborando va- vacunas recombinantes contra VPH, y algu-
cunas contra los VPH de efecto profiláctico, nas ya se están poniendo a prueba en ensa-
terapéutico y combinado y se están llevan- yos de fase 1 a pequeña escala (1).
do a cabo algunos ensayos de fase 1 con va- En el Remo Unido se ha elaborado
cunas terapéuticas (2). una vacuna a base de un vector recombi-
nante del virus de la vaccinia que expresa
proteínas E6 y E7 mutantes, tanto de VPH
Vacunas 16 como de VPH 18. Las oncoproteínas
mutantes han perdido sus propiedades
Vacunas profilácticas. Estas vacunas, des- oncógenas pero conservan sus propiedades
tinadas a prevenir la infección por VPH, de- inmunógenas. La vacuna se ha usado para
ben hacerse a base de proteínas estructura- tratar a siete pacientes con cáncer invasor
les o antígenos tardíos denominados Ll o L2. de cuello de útero que también están en tra-
Se han elaborado varias vacunas con- tamiento con quimioterapia y radioterapia.
tra los papilomavirus de animales y su efi- Al cabo de 9 meses no se habían observado
cacia para la prevención de la infección y de efectos secundarios como resultado de la
los tumores que se asocian con estos tipos vacuna (53).
de virus ha sido demostrada en ganado, lie- En Australia, una vacuna a base de
bres y perros sabuesos. La producción sin- proteínas de fusión E7 de VPH 16 y el
tética de partículas pseudovíricas (PPV) de adyuvante algamulina ha sido administra-
papilomavirus (PV) ha llevado a grandes da a cinco pacientes con cánceres cervi-
avances en términos del desarrollo de estas couterinos en estadios 2b, 3 y 4, para los
vacunas. Las PPV de PV se producen me- cuales se carece de un tratamiento potencial-
diante la sobreexpresión de la proteína prin- mente curativo. Tres de las cinco pacientes
cipal de la cápside (Ll) en diversos vectores han formado anticuerpos contra E7 y no se
de expresión. Las PPV tienen la misma to- han observado efectos secundarios atribui-
pografía superficial que las partículas vfricas bles a la vacunación (54). 561
En los Países Bajos se ha iniciado un estimaciones cuantitativas de la carga vírica.
ensayo similar en que se han usado péptidos La tarea de detectar la infección por VPH,
relacionados con la proteína E7 de VPH 16 que se espera dé pocos resultados negati-
que se adhieren a moléculas de clase 1 de vos falsos, se podrá transferir a los labora-
haplotipo CMH para uso en pacientes de torios clínicos.
haplotipo HLA-A0201 con cáncer de cuello c) Los especfmenes para la detección
de útero (55). Apesar de que en experimen- de ADN de VPH se consiguen por medio
tos anteriores con vacunas se ha demostra- de procedimientos no invasores que deben
do que este péptido protege a los ratones resultar tan aceptables a la población en ge-
contra una línea singénica de células neral como los programas de tamizaje
tumorales infectadas por VPH 16, falta de- citológico. Por añadidura, todos los arreglos
terminar si este enfoque es productivo en necesarios para hacer este tamizaje pueden
seres humanos. Nuestro escepticismo está sobreponerse a los ya existentes.
fundado en pruebas de que la mayor parte d) El costo actual de los programas de
de los cánceres de cuello uterino tienen de- detección de VPH se debe reducir por me-
fectuoso el procesamiento ola expresión del dio de la estandarización y comercialización
haplotipo CMH de clase 1. de las pruebas.
Son dos los posibles argumentos con-
Vacunas de efecto combinado profiláctico tra el uso de pruebas de detección de VPH
y terapéutico. Se han generado proteínas en los programas de tamizaje. El primero, y
quiméricas de longitud completa de tipo L2- quizá el más convincente, es que no hay nin-
E7, obtenidas de VPH 16, que se han incor- gún tratamiento eficaz, una vez que la in-
porado a PPV en la región Ll (56). Las mu- fección se ha detectado. Hasta la fecha la
jeres con citología normal 0 anormal y única opción es una vigilancia citológica in-
positividad a VPH de alto riesgo podrían tensificada de las portadoras de VPH de alto
constituir la población destinataria de esta riesgo. El uso de condones no se ha mostra-
vacuna. do eficaz para evitar la transmisión de VPH
y recomendar a la persona que tenga me-
nos compañeros sexuales no parece factible.
Las pruebas para la detección de El segundo argumento es que, aunque
VJ?H en programas de tamizaje el cáncer de cuello de útero casi siempre va
precedido de la infección por VPH, la histo-
En la prevención secundaria, las prue- ria natural de la infección no se comprende
bas para la detección de VPH se pueden usar del todo.
\D
3N como herramienta principal para efectuar el a) Se sabe que la mayor parte de las
tamizaje 0 como apoyo al examen citológico. infecciones por VPH desaparecen espontá-
4
5 neamente con el tiempo, pero no se sabe con
G
N Uso en el tamizaje. Las pruebas de de- certeza cuáles son los factores que contribu-
E tección de VPH satisfacen algunos, pero no yen al establecimiento de un estado de por-
s todos, los requisitos para el tamizaje: tador crónico.
$ a) La infección por VPH precede a las b) Varía mucho la capacidad de pro-
22 lesiones morfológicas por un espacio de gresión de una lesión de tipo LgSIL (posi-
z tiempo bastante prolongado (por anos, muy blemente la manifestación temprana visible
m
s probablemente) durante el cual la presen- de la infección por VPH) y desde el punto
cia de virus es detectable. de vista morfológico es imposible saber de
G+ b) La prueba usada para detectar VPH antemano si la lesión va a progresar
õ es muy confiable. Una nueva tecnología que c) El paradigma de la progresión del
w
se encuentra en desarrollo pronto servirá cáncer cervicouterino desde una lesión de
para estandarizar los métodos basados en bajo grado hasta un cáncer invasor, pasan-
562 la RCP, así como los que se usan para hacer do por etapas intermedias bien definidas
(NIC I-II-III-CX), se ha puesto en tela de jui- VPH, la carga vírica y la persistencia de in-
cio. Nuevas interpretaciones sugieren que fección por VPH (demostrada por positivi-
las lesiones de alto grado pueden aparecer dad en pruebas repetidas).
de novo en períodos muy breves debido a La Universidad Libre de Amsterdam
circunstancias que se desconocen y que ha sido la iniciadora de un esquema de
se relacionan con la infección por VPH (el tarnizaje muy extenso de tipo poblacional
tipo de VPH, la carga vírica, el estado en que el riesgo de progresión a cáncer de
inmunitario, etc.). cuello de útero se pronostica sobre la base
de una citología anormal (Papanicolaou IV/
Uso en combinación con la citología. V) o de la detección de VPH de alto riesgo
Unos cuantos estudios han explorado el va- con un sistema muy sensible a base de la
lor de hacer las pruebas de detección de VPH RCl? Si se confirma la hipótesis de los in-
como parte del examen citológico. Los resul- vestigadores, la mujeres en bajo riesgo (95%
tados han sido alentadores, lo cual sugiere de la población sometida al tamizaje) po-
que las pruebas de detección de VPH pue- drfan prolongar considerablemente los in-
den, de hecho, ser sumamente útiles para tervalos entre un tamizaje y otro, con lo que
pronosticar la aparición de lesiones de alto se reducirían los costos en pruebas innece-
grado cuando el examen citológico fracasa. sarias y se concentrarían los recursos diag-
Cuzick, et al. (57) investigaron a un nósticos en la población en mayor riesgo
grupo de mujeres remitidas a clínicas de (59). Se espera que este importante estudio
colposcopia por anormalidades leves a mo- pronto despeje varias dudas sobre el valor
deradas en el examen citológico. Se estable- de los programas de tamizaje basados en la
ció el diagnóstico final por biopsia dirigida detección de VPH, la prueba de hibridación
por colposcopia; se hicieron pruebas para que se debe usar, los intervalos de tamizaje
la detección de VPH 16 con un sistema más adecuados y la efectividad de la nueva
semicuantitativo a base de la RCl?. De 55 estrategia en función de su costo.
mujeres con anomalías citológicas leves a
moderadas, 27 tuvieron biopsias normales. Conclusiones sobre el tamizaje. En tér-
De estas, 26 tuvieron señales de hibridación minos generales, la integración de las prue-
de VPH 16 negativas o de baja intensidad. bas de detección de VPH a los programas
En cambio, 18 de las mujeres tuvieron NIC de tamizaje en países desarrollados podría
III confirmada por biopsia y ll de ellas tu- mejorar su eficacia. Por otra parte, en países
vieron grandes cantidades de ADN de VPH en desarrollo los programas de tamizaje con-
16. Esto sugiere que las pruebas de detec- vencionales y bien dirigidos seguirán sien-
ción de VPH podrían ser de utilidad como do la mejor medida de control del cáncer
un apoyo al tamizaje citológico de lesiones cervicouterino hasta que se disponga de
de bajo grado. métodos estandarizados y baratos para
El mismo grupo (58) usó las pruebas identificar los distintos tipos de VPH.
de VPH más la citología convencional para
evaluar la tasa de detección de NIC de alto
grado en 2009 mujeres sometidas al tamizaje REFERENa4s
de rutina. Llegaron a la conclusión de que
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by HPV 18 (12%), HPV 45 (8%), and HPV 31
(5%). Recognition of this circumstance has far-
The causal linkbetween HIV reaching implications for primary and second-
and cervical cancer and its ary prevention of this malignancy. At present,
prophylactic and therapeutic HF’V vaccines are
irnplications for prevention under development, and EWV typing is being
of cervical cancer integrated into pilot study screening programs
in a few developed countries. In developing
This article reviews epidemiologic evi- countries, well conducted conventional screen-
dente linking human papillomavirus (HPV) to ing programs remain the best approach for the
cervical cancer. The authors conclude that over control of cervical cancer until a safe and effi-
90% of all cervical cancers can be attributed to cient HPV vaccine can be developed for use
certain HPV types-HPV 16 accounting for by the general population.

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