Working Paper

06 Octubre 2011

CRÉDITO Y BANCA PRIVADA

CREDIT AND PRIVATE BANKING KREDITUA ETA BANKU PRIBATUAK

1.Al igual que los bancos privados son un
elemento esencial en la creación de dinero, lo
son también en la creación de crédito, en la
medida en que no se limitan a invertir los
recursos recibidos de familias, empresas o
entidades públicas a plazos y condiciones
equivalentes a los de los depósitos recibidos sino
que, al contrario, invierten de forma sistemática
a largo plazo recursos recibidos a corto plazo.
Este es un factor esencial en el riesgo intrínseco a
la actividad bancaria en el actual sistema de
“reserva fraccionada” en el que los bancos
utilizan los depósitos que reciben de empresas,
de familias o del Banco Central, tanto para
autorizar su disponibilidad “en dinero” a los
propios depositantes como para, en teoría con
cargo a los mismos recursos, otorgar créditos
que, a su vez, son utilizados como tal “dinero”
por su receptor. Dicho crudamente, los bancos
prometen a los depositantes un derecho a
disponer de un dinero que no tienen, en base a
un sistema basado fundamentalmente en la
confianza de que, en conjunto, los depositantes
no van a retirar sus depósitos del banco.
2. De esta forma, los bancos tienden a “duplicar”
el dinero recibido a través de los depósitos. Es un
sistema basado fundamentalmente en la
confianza que alimenta la estabilidad.
3. Esto no significa que el Banco Central no tenga
capacidad de actuación e influencia sobre la
creación bancaria de dinero. A través de los tipos
de interés o los requisitos de coeficiente de caja /
reservas obligatorias, los Bancos Centrales incidir
de forma indirecta pero efectiva en la creación de
dinero a través de la actividad crediticia bancaria.
4.Esta forma de actuar del sistema bancario se ha
venido denominando como “sistema de reserva
fraccionada” en la medida en que se basa en que
a los bancos sólo se les exige mantener como
garantía de los depósitos recibidos una
determinada fracción de los mismos.
Como es evidente, se trata en sí misma de una
actividad “de alto riesgo”, riesgo que tiende a
hacerse patente en situaciones de crisis en las
que la confianza global en el sistema financiero
con frecuencia sufre un deterioro significativo. Es
normalmente en estos momentos cuando este
sistema de “reserva fraccionada” tiende a ser

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20500 Mondragon (Spain)
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cuestionado como un sistema de alto riesgo
tanto para la propia actividad bancaria como para
la estructura económica en general.
5.¿Por qué se permite a los bancos esta forma de
actuar intrínsecamente arriesgada? Pues, sin
duda, por los evidentes efectos positivos de
estímulo del crecimiento que, durante las etapas
expansivas, supone el sistema de reserva
fraccionada. Ésta es probablemente la razón de
que este sistema sea generalmente admitido
tanto por las corrientes políticas dominantes
como por las escuelas económicas ortodoxas.
Habitualmente, sólo la escuela austríaca1 y
algunos teóricos marxistas han cuestionado
frontalmente el sistema de reserva fraccionada2.
Esto suele cambiar, lógicamente, en situaciones
de crisis financiera, en las que los aspectos
negativos de este sistema son más evidentes y las
voces cuestionando el sistema de reserva
fraccionada tienden a extenderse3.
1
Incluso Milton Friedman llegó a defender el sistema
de reserva plena.
2
En ocasiones, el sistema de reserva plena se combina
con una apertura al crédito público, entendiendo que,
en este caso, correspondería al Estado asumir tanto el
conjunto de la función de creación de dinero como el
incremento de crédito destinado a inversión
productiva, infraestructuras o gasto social.
3
Los críticos del sistema de reserva fraccionada
defienden que el sistema de reserva plena eliminaría
los riesgos de caos bancario típicos de las crisis
financieras y también la necesidad del actual
intervencionismo habitual en el sector bancario, e
incluso la necesidad de la existencia de los bancos
centrales, además de –según algunas opiniones-
permitir una estabilidad monetaria sensiblemente
superior a la actual. Según los defensores de este
sistema, si bien es cierto que, en los períodos
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CRÉDITO Y BANCA PRIVADA
6. Sin duda, una de las razones más poderosas a
favor de la reserva fraccionaria es el de la falta de
existencia práctica de experiencias de reserva
plena en las sociedades modernas.
7.Con planteamientos menos conceptuales y más
operativos, es habitual también, y así está
sucediendo en esta crisis financiera, que en los
momentos de crisis bancarias generalizadas, aun 2
sin cuestionar el sistema de reserva fraccionaria,
se planteen incrementos sustanciales en los
requisitos de solvencia o garantía de los bancos
con respecto a su actividad crediticia. La
referencia más habitual es la proporción de
capital de garantía que los bancos deben
mantener con respecto a sus inversiones. En la
crisis actual, el cuestionamiento del actual
sistema de reserva fraccionaria llevó a ciertos
expertos de organismos internacionales incluso a
elaborar un borrador de regulación bancaria en el
que, sin cuestionar formalmente el sistema de
reserva fraccionada, se llegaba en la práctica a un
resultado similar en cuanto se establecían
requisitos estrictos de homogeneidad entre la
disponibilidad de los depósitos y préstamos
recibidos por los bancos con respecto a los plazos
de las inversiones realizadas por estas entidades
y reflejadas en el activo de su balance. De seguir
adelante, estas propuestas hubieran supuesto
una auténtica revolución no sólo en el propio
sistema bancario sino para el conjunto del
sistema económico –e incluso político-
occidental.
Pero la falta de consenso al respecto y la
evidente dificultad política de llevar adelante una
propuesta semejante, limitaron las propuestas
expansivos el crecimiento del crédito sería
sensiblemente menor, esto evitaría el crédito
especulativo y aseguraría su destino a inversiones
productivas.

efectivas a lo que actualmente se denomina
como Basel III, que plantea incrementos
limitados de los niveles de capital a exigir a los
bancos.
8. Hay que tener en cuenta que, como ciertos
expertos han planteado, si es cierto que son las
crisis bancarias los momentos políticamente
apropiados para diseñar estrategias de
contención del sistema de reserva fraccionada,
son también probablemente –desde un punto de
vista de política económica y de gestión de la
crisis- los peores momentos para aplicarlas. En
teoría, es en los momentos de expansión
crediticia cuando debe ser contenida la actividad
bancaria y no en momentos de recesión del
crédito como el actual4. Como con frecuencia
sucede en la actividad económica, el problema es
fundamentalmente político. En los momentos
expansivos de la actividad económica –cuando
sólo parecen percibirse los efectos positivos de la
expansión bancaria- es políticamente muy
complicado aprobar y aplicar políticas de
endurecimiento del crédito bancario. Al
contrario, en los momentos de crisis de
sobreendeudamiento como la actual, los
responsables políticos se sienten mucho más
respaldados para adoptar medidas de control del
sistema de reserva fraccionada, aunque
objetivamente es probablemente también el
peor momento para hacerlo.
Este desajuste temporal entre los ciclos
económicos y la capacidad efectiva de acción
4
Ésta es la razón fundamental de que la aplicación de
los nuevos requisitos establecidos por Basel III se
plantee a largo plazo o de las críticas del Banco Central
Europeo de la regulación española de febrero de 2011,
que endurece sorprendentemente los requisitos de
capital con efectos 2012, en el peor momento de la
crisis económica y bancaria.
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CRÉDITO Y BANCA PRIVADA
política, ha venido haciendo ciertamente difícil
un análisis sereno y objetivo sobre el sistema de
reserva fraccionada. Y, sin embargo, es una
cuestión esencial al desarrollo histórico de la
economía actual y, quizás, una cuestión crítica
para el futuro socio-económico de Occidente. El
hecho de que los ajustes regulatorios del sistema
de reserva fraccionada no deban tener un efecto
pro-cíclico no debería ser en ningún caso una 3
razón para evitar un claro y sereno debate de
fondo sobre el papel del sistema bancario en la
creación de dinero y crédito.
9.Basel III es el fruto de un complejo proceso de
análisis técnico, debate, negociación y lobbying
político que ha llevado a un incremento
importante de los requisitos de capital y garantía
establecidos para la banca privada en los países
occidentales5.
10. Evidentemente, nadie espera que la introducción
en este momento de mayores requisitos de
garantía bancaria vaya a incidir positivamente en
la evolución de la actual crisis financiera. Esta es
5
Significativamente, la OECD estimó en febrero 2011
que la implantación de Basel III supondrá una
reducción anual del incremento del PNB de la
economía mundial entre un 0,05% y un 0,15%. El
punto de partida es generalmente admitido en la
ciencia económica: una mayor exigencia de capital
implica una menor disponibilidad de recursos para el
crédito por parte de la banca privada y,
consiguientemente, una menor disponibilidad de
recursos para la inversión productiva. No obstante,
hay que precisar que estas estimaciones deben
valorarse considerando que se efectúan sin tener en
cuenta un cambio de política monetaria. No obstante,
podría interpretarse que una menor creación de
crédito bancario podría compensarse total o
parcialmente con una mayor creación de crédito
público.
 CRÉDITO Y BANCA PRIVADA

la razón de que los requisitos de Basel III se consecuencia del indicado desajuste entre ciclos
establezcan para su aplicación progresiva y económicos y ciclos políticos y, en concreto,
gradual a partir del año 20136. No obstante, todo entre lo que conceptualmente se desearía
parece indicar que Basel III se ha quedado corto7 proponer o plantear desde una perspectiva de
en sus requisitos desde una perspectiva de largo futuro y el hecho de encontrarnos en el peor
plazo8. En nuestra opinión, probablemente como momento del ciclo económico para hacer
efectivo el cambio.
6
No obstante, la prolongación de la crisis financiera
lleva a pensar que Basel III, a pesar de toda su 4
prudencia en el aplazamiento de la entrada en vigor
de los nuevos requisitos de capital, se ha “pillado los
dedos”. Todo parece indicar que quedan todavía unos
cuantos años de crisis y la entrada en vigor progresiva
de Basel III puede crear efectos muy negativos a corto
plazo, por agravamiento de la restricción crediticia
bancaria. Es muy posible que los plazos o el ritmo de
su implantación tengan que ser atrasados antes de su
entrada en vigor.
7
Numerosos expertos –entre ellos, Mervyn King,
Gobernador del Banco de Inglaterra, en Octubre 2010-
han hecho referencia a la necesidad de que los ratios
de capital deseables sean “varias veces superiores” a
los establecidos en Basel III. Por el contrario, los
grandes bancos se han opuesto frontalmente a
cualquier incremento. “Basel III over capitalizes largest
banks” (JP Morgan, Junio 2011). Algunas voces (Mario
Draghi, futuro Presidente del Banco Central Europeo)
han considerado insuficientes estos requisitos de
capital con respecto a los bancos cuyos riesgos tienen
carácter “sistémico”, apuntándose a las corrientes que
demandan un especial status para estos bancos.
Inteligentemente, el Gobernador del Banco de
Inglaterra se ha opuesto repetidamente a este otros motivos. Entre dichos motivos, la insuficiencia
concepto, por considerar que con esta regulación de los ratios de capital para controlar los riesgos
especial, se estaría de alguna forma garantizando externos al balance –que han sido fundamentales en
formalmente a los bancos el respaldo público en caso el estallido de esta crisis financiera- o la falta de
de crisis, respaldo que ahora consiguen en base a ponderación en la valoración de los riesgos de la
razones fácticas no siempre del todo legítimas. deuda pública –que ha agravado sustancialmente el
8
impacto de la crisis de la deuda pública en Europa y
Basel III ha sufrido ya el impacto de fuertes críticas - USA.
algunas de las mismas ciertamente fundadas- por

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