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Parashá - 31/01/2008

``Mishpatim''
Interpretación y comentario
Nos acercamos a la parashá ``Mishpatim'' con orgullo y desconcierto. Orgullo, porque la Torá toma
conciencia de que los ideales del Monte Sinaí no podrán ser alcanzados sin un sistema legal. Desconcierto,
porque está escrito: ``Cuando adquieras un esclavo''. ¿Esclavitud en la Torá? Un esclavo hebreo era un
empleado que trabajaba para cubrir una deuda o indemnizar un robo. Su amo tenía que tratarlo tan bien, que
se dice que ``Aquél que adquiere un esclavo hebreo, en realidad está adquiriendo un amo sobre sí mismo''
(Talmud de Babilonia, Tratado Kedushin 20a). Pero también sabemos que había esclavos canaaneos, sobre
quienes la Torá dice: ``Y los poseeréis por heredad, para vuestros hijos en pos de vosotros, para heredar
posesión. A perpetuidad de ellos podréis serviros. Pero a vuestros hermanos, los hijos de Israel, un hombre
a su hermano, no lo someterás con dureza'' (Levítico 25:46)
Nos tranquilizamos un poco más cuando leemos las leyes posteriormente establecidas sobre la esclavitud:
``Cierto es que legalmente no estaba prohibido ser implacable con el esclavo pagano, pero las normas de
convivencia y de elemental sabiduría imponían e imponen un trato misericordioso y justo para con todo ser
humano. En vez de atormentarlo con un pesado yugo, hay que darle de comer y beber de todo. Los sabios
de la antigüedad compartían con el esclavo cada plato que comían y alimentaban al ganado y a los esclavos
antes de comer ellos mismos. Tampoco debe un amo humillar a su siervo con la mano o con la palabra. La
ley bíblica condenaba la servidumbre, pero no la ignominia ni la vergüenza. En vez de gritar a su siervo, el
amo debe hablarle con suavidad y escuchar sus quejas. La crueldad se halla a menudo entre los paganos
que adoran ídolos, pero a la descendencia de nuestro padre Abraham, el pueblo de Israel favorecido por
Dios con la excelencia de la Torá, se le enseñó leyes de bondad y de misericordia para con todas las
criaturas.
Así, al referirse a los atributos divinos que nos exhora a imitar, dice el Salmista: ``Su misericordia está en
todas Sus obras'' (Salmos 145:9). Quien prodiga misericordia a su vez la recibirá, como está escrito: ``Él será
misericordioso y compasivo con vosotros y hará que os multipliquéis'' (Deuteronomio 13:18)''. (Maimónides,
``Leyes de esclavitud'' 9:8).
¿Cómo nos enfrentamos con la institución de la esclavitud sin la misericordia descripta por Maimónides?
Podríamos decir, simplemente, que estas palabras no son relevantes para nuestros días. Pero creo que no.
Porque las leyes de los esclavos no aparecen sólo en el libro ``Mishné Torá'' de Maimónides, sino en el
``Shulján Aruj'', que es un libro que determina la Halajá para nuestra época y para nuestra vida después de
la destrucción del Gran Templo de Jerusalem:
``Al esclavo tomado de una persona pagana, se le dice: ``¿Quieres ser parte de los esclavos del pueblo de
Israel de manera legal o no? Si acepta, se le enseña los principios de la religión y un poco de los preceptos
fáciles y difíciles, sus castigos y recompensas, como se hace con los conversos... Pero si hace la
circuncisión a su esclavo y le hace el baño de inmersión ritual (mikve) contra su voluntad, no es válido. (Pero
si lo hizo por su propia voluntad y cumplió los preceptos de esclavo, puede liberarlo después, cuando
corresponda)''. (Shulján Aruj, Ioré Deá 267).
Si la idea era que el ``Shulján Aruj'' sea un manual de Halajá para nuestros días ¿eso quiere decir que el
Judaísmo moderno debe aceptar la institución de la esclavitud? He aquí lo que escribió el Rabino Moshé
Feinstein, legislador contemporáneo: ``Por lo tanto, el caso del esclavo, cuya existencia es posible en
nuestros días, debe ser tratado como un residente extranjero que fue aceptado en el tiempo en que el
Jubileo estaba en práctica, y estamos obligados a mantenerlo para siempre. Según los Sabios y las
``Tosafot'', tenemos la obligación de dar ayuda y mantener con vida a los esclavos como si fueran israelitas,
aplicando todos los preceptos, como opina Maimónides'' (Igrot Moshé, Oraj Jaim 2:33).
Las leyes de esclavitud no rigen ahora porque no hay gobierno que permita a los judíos poseer esclavos. ¿Y
qué pasaba con los judíos cuando el gobierno del sur de los Estados Unidos sí permitía poseer esclavos? No
lo sé. Los dejó con el desconcierto de la parashá ``Mishpatim''.

Estudio y análisis
Rabino Dr. Alexander Even-Jen
Profesor de Pensamiento Judío, Instituto Schechter de Estudios Judaicos, Jerusalem
``Y éstas son las leyes que habrás de exponer ante ellos'' (Éxodo 21:1)
El rabino Shimshon Rafael Hirsch (1808-1888) dijo: ``Y éstas: en los versículos anteriores, el texto se refirió a
la construcción del altar, en la cual se expresa de manera simbólica el principio básico: `Toda nuestra
relación con Dios se construye de manera que Él Será la base sólida y estable para la construcción de una
sociedad con espíritu de justicia y de humanidad, y con el fortalecimiento de cada individuo con espíritu de
ética y humildad. Por eso viene la conjunción `y' a unir las leyes que ordenarán la construcción de la
sociedad judía bajo el principio de justicia y humanidad, así se alejará `la espada' -es decir, la violencia y la
crueldad- dentro de la sociedad del estado judío, y sólo entonces va a ser merecedora de construir el altar
para Dios en su seno''.
1- Hirsch propone una explicación basada en la relación entre las leyes que aparecen en esta parashá y la
construcción del altar de la cual se habló en la parashá ``Itró''. ¿Es aceptable esta explicación?
2- ¿Por qué Hirsch considera necesario decir que ``nuestra relación con Dios Será la base sólida y estable
para la construcción de la sociedad''?
3- ¿La fuerza del humanismo ``secular'' puede ser también una ``base sólida y estable para la construcción
de una sociedad''?
4- ¿Es posible pensar que Hirsch se enfrenta aquí con un ``problema'' que preocupa a él y a su sociedad?
¿Cuál es ese ``problema''?
5- La sociedad judía se basará ``en el principio de justicia y humanidad''. Según vuestra opinión, ¿Hirsch
sale aquí de los principios aceptados en el mundo ortodoxo de su época?

Editado por el Instituto Schechter de Estudios Judaicos, la Asamblea Rabínica de Israel, el Movimiento
Conservador y la Unión Mundial de Sinagogas Conservadoras.

Traducción: Rabina Sandra Kochmann.

Por el rabino Jacob Chinitz*

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